Sunteți pe pagina 1din 7

2.

LA CONSTITUCIÓN SUBJETIVA

Existe en Lacan un pasaje seña lado por Jacq ues-A lain Miller que
va del paradigma del deseo al paradigma del goce y que se p uede divi-
dir en distintos momentos: en los años 50 el predominio de la palabra y
de lo simbóli co que correspo nde a la metáfora paterna; en los años 60
hay un vuelco hacia lo real y la presentación de las operacio nes lógicas
de la alienación y de la separac ión en el Seminario 11; intro duce luego
el concep to de "discurso" en el Seminario 17, con un de splazamiento
del deseo al goce a través del objeto plus de gozar; el Seminario 20 es
el in icio de "la última ense ñanza de Lacan" en donde es enfatizado el
goce y se sitúan algunos conceptos que perm iten exp licar el autismo con
mayo r precisión ; y, finalmente, puede situarse en los últimos textos lo
que Mi ller llamó el "ultimí simo Lacan".

Los tres tiempos del Edipo y la metáfora paterna

En el Seminario 5 Lacan distingu e tres tiempos del Edipo y examina


el lugar de la madre y del padre, significan tes que serán luego las vesti-
duras co n las que se exam ina la posición del sujeto en la estruc tura.
En el primer tiempo, el niño se identifica con el falo , objeto de deseo
de la madre, estableciéndose el triángulo madre-niño -falo, identificac ión

29
Silvia Elena Tendla rz Clínica del autismo y de la psicos is en la infancia

fá lica que produce la cons tituc ión del yo prop ia de l estad io del espejo . 110 se trata de la perso na del padre sino de un signific ante y, a la vez , este
Lo simbólico preex iste y se tra ns mite a través de la ma dre como Otro "l 'nificante perm ite opera r la met áfora paterna . Un a manera simplifi cada
pri mordial. La m adre en lo rea l enca rna e l objeto prim or di al , el Das dl· escri bir en es te per íodo la metáfora paterna es plantea r la acción de l
Ding, la Cosa, en la "expe rienc ia primar ia de satisfacc ión " . podre sobre la m adre .
En el segun do tiempo se inaugura la simbolizac ión primord ial, vehi- El padre no es el genito r ni e l padre imag inar io, sino que es un nom -
culizada po r el Otro mate rno, a través de la experie nc ia de la bob ina del bre, el No mbre del Pad re (NP) . El No mbre del Pa dre es un sign ificante
Fort-Da descr ita por Freud en "Más allá del princip io del placer" ( 1920) w hiculizado por el Otro . Laca n enfati za el lugar que la m adre le da a la
en el qu e nombra la ausencia al hacer desa parece r el objeto a través de la palabra de l padr e, pero e lla misma tiene que co ntar con el signifi ca nte
pa labra. El Otro pierde el fa lo enca rnado por e l prop io ni ño : es la "cas - ,kl Nom bre de l Pa dre para produc ir algú n tipo de tra nsmisión sim bólica .
tración m aterna" . La castración es sobre todo la castración del Otro . Ima- La metáfora paterna es planteada por Laca n como un a formalizac ión
gi nariame nte la acc ión del padre priva a la madre de su objeto de deseo, del Edipo en "De una cues tión preli minar a todo tratamiento posibl e de
" no te lo comerás" , "no re integraras tu prod ucto". Des de lo simbólico la In psicosis" (1958) y tiene tres elementos DM, NP y x. Tanto el Nom bre-
castrac ión opera sobre el suje to y hace del fa lo, qu e has ta entonces era dcl-Pad re como el Deseo de la M adre correspond en a una subje tividad:
un obj eto im agina rio, una falta. La deside ntificación al obje to fálico en padre, madre y ni ño so n los sig nifica ntes con los que se cons tru ye el
el segu ndo tiem po de l Edipo const ituye 1afalta en ser del S. l(dipo.
El tercer tiem po parte de l padre rea l como soporte de las identifica-
cio nes. El niño rec ibe la promesa fálica: no es el fa lo ele la mad re pero NP Fa lo )
puede tenerl o. En camb io , las niñ as no son el fa lo de la m adre ni pue- NP - -
(
den tenerlo . Aparece n entonces distintos tratamientos de la falta en tener
))M X A
y diferentes vías en la sexu alidad fe me nina: la maternid ad , a través de l
tener un hijo; la mascara da fe menina, fabrica rse un se r a través del pare- La ma dre se inscribe como Deseo de la Madre . El DM no es un deseo
cer ser; y la rel ac ión con un homb re, en la que a través de l do n de amor sino una vo lunta d sin ley, es el exces o , el desvar ío, que no está reg id o
rec ibe el falo añora do . Para Fre ud ser mujer y ser madre so n equi valen- por la ley del pad re . De allí que el niño queda a solas fre nte al capr i-
tes, en cambio para Laca n mujeres y madres son dos conjun tos di fere n- cho ma tern o . El DM sobre el "x" (DM/x) indica que no hay una relación
ciado s que puede n recubr irse o no . Algunas mujeres no so n mad res , a directa entre el padre y el niño , sino que tiene que estar mediado por la
pesar de que tienen hijos , y otras no tienen hijos y puede n ser madres . metaforizac ión del DM. La acción del NP sobre el DM introd uce un ele-
Los desarro llos relat ivos al Nombre-del -Padre de los años 50 ap untan mento particula r que hace que el fa lo se inscrib a en el Otro mientras que
a restitui r el lugar simbólico a la paterni dad. Lacan disting ue la patern i- le estab lece un límite, un fre no a la ley desco ntro lada materna. La ley del
dad bio lógica y la sim bólica puesto que se introd uce la dim ensión del padre explica la prohibición del incesto , que en Fre ud se esc ribe como la
reconoc imiento . E s más, un hijo siempre es adoptado , incluso por el pro- castrac ión materna .
pio padre , porq ue no alcan za lo biológ ico sino que tiene que añadirse un El Nombre- del-Padre funciona como ordenador en el co njunto de los
dob le reco nocim ien to: del padre hac ia su hijo y de l hijo a su padre . El significantes; pero , por otro lado, está por fuera de ese conjunto y su ins-
padr e simból ico es, fundame ntalme nte , un padre muerto , no opera por cripción pos ibil ita la sign ificac ión fálica. El Nombre-del-Padre inscribe
su presencia sino como un símbo lo. Jacques-A lain M iller ind ica que el el falo y, al m ismo tiempo , su ley mantiene la consiste ncia del conj unto
Nombre-del-Padre es ya una metáfora de la pre sencia del padre porque de los signifi cant es . Es una función simbólica que queda en relación con

30 31
Silvia Elena Tendlarz Clínica del autismo y de la psicosis en la infancia

distintos enunciados que le dan textura, que indican qué papel desemp e-
ña dicho nombre, puesto que no hay un universal que indique qué es ser
padre. En la medida en que la función se vehiculiza en un padre vivo,
habrá que ver cómo fue encarnado ese padre para un sujeto . En lo imagi-
nario el falo en el Otro se inscribe como me nos phi (-cp), como una falta,
y en lo simbólico se inscribe como sign ificante del deseo (<l>).
En el primer seg mento de la metáfora, el Deseo de la Madre encarna
un Otro sin ley, un goce enigmático que, al pasar por la respuesta fálica,
se tran sforma en una pregunta acerca del deseo. Este vacío inaugural,
en igmático , que es el Deseo de la Madre, recibe en la segund a parte de la
metáfora , una respuesta universal: desea el falo , operación de sig nifican-
tización que da una respuesta en términos fálicos y produce una pérdida
de goce.
En la última parte de su enseñanza, Lacan incluye cómo un hombr e
Figura 1. Alienación.
puede hacer de una mujer la causa de su deseo , cómo queda "perve rsa-
mente orientado " y la vuelve su falta. En e l intersticio entre la madre y
el padre se sit úa el niño, de allí que Lacan afirme en los años 60 que el 1,:1, por un lado, la identificación con el S1 y, por otro lado, el conjunto
niño es el síntoma de la pareja conyugal: a través del ma lentendido fun- vndo. Del lado del Otro está la identificación con un significa nte y, por
damental en la relación entre los sexos el niño se vuelve un síntoma. 111ro lado, el resto de la cadena sign ifican te representada por el S2. La
1d<.:ntificac ión con S 1 llama al resto de la cadena significante, alienación
primo rdial en el Otro que produce la relación entre los significantes. Al
La alienación y la separación idl!ntificarse con un significa nte del Otro el sujeto emerge como tal.
El lucrar orioinal de l suJ·e to como vacío está recortado por el signifi-
º o
En 1964, en el Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del l·,111teque precede a su nacimiento. La conversión del grito en llamada
psicoanálisis, Lacan presenta la oposición de las operaciones lógicas de ,rnplica la entrada del sujeto en la dia léctica significant e .
la alienación y de la se para ció n. La manera más senc illa de expl icarlo es En "Pos ición del inconsciente" , al examinar la operación de sepa ra-
presentada por Jacques-Alain Miller en Los signos del goce a partir de la ció n, artic ul a cómo el sujeto se vuelve objeto en la medida en que aísla
teoría de los conjuntos. la parte vacía del Otro haciendo una inter secc ión entre esa part e vacía y
Miller indica que hay dos conjuntos: el del sujeto y el del Otro y la propia. " Una falta cubre otra falta", dice Lacan , se recubren la part e
ambos incluyen la parte vacía de cada uno de ellos . En un primer tiem - vacía de cada uno de lo s conjuntos y de esta manera la falta se inscribe
po se presenta del lado sujeto el conjunto vacío, y del lado del Otro un <.:n el Otro. Se ubica ahí el objeto a, objeto causa de deseo , que nombra
significante. El Otro es el lugar en dond e están todo s los signifi ca ntes. El d vacío que se produce entre el sujeto y el Otro cuando se recubren las
suj eto se constituye a través de la inter sección entre el sujeto y el Otro , faltas. El objeto a se inscribe en el lugar de la falta, bajo las modalidades
identificándose primordialmente con el S 1, qu e produc e la metáfora de los objetos voz, mirada, oral, anal y del objeto nada.
inaugural de la constitución del sujeto . Así , del lado del sujeto se encuen-

32 33
Silvia Elena Tendlarz Clínica del autismo y de la psicosis en la infancia

a
a -cp
-cp

Figura 2. Separac ión . ! lay alienac ión tanto en la neuros is como en la ps icos is como inc lu-
11111 de l suje to en el lenguaj e y en la cadena signifi cante. La separación
111In neurosis inscribe una pérdida, el vacío, la falta, que corresponde n a
Lo primero que propone el niño como respuesta a la pregunta acerca del l., ll'Oría de la nega tivización , pro pia del deseo , con la que se consti tuye
deseo del Otro es su propia pérdida. Dice : "El primer obje to que propone a 1•1 psiquismo. Pero en la psicosis no se prod uce la operac ión lógica de
ese deseo parenta l cuyo objeto no conoce -ma rca al deseo del Otro como ,,•parac ión , no hay sustracción del objeto a, de allí que aparece en más :
enigma de "¿qué quiere el Otro?"- es su propia pérdida '¿ Puede perder- l,1 voz se vue lve aud ible en las alucin aciones aud itivas y la mirada apa -
me?'. El fantasma de su mue11e, de su desapar ición , es el primer objeto que 11' l 'C pos itivizada . Lacan toma como ejemplo de esto, en el Seminario

el sujeto tiene para poner en juego esta dialéctica . En efecto, como sabemos 10, el cas o de una pac iente italiana esq ui zofrénica que hace un dibujo
por muc hísimos hechos , la anorex ia mental es un ejemp lo . Sabemos tam- ,•11el que aparece un árbol lleno de ojos y una pequeña leye nda que dic e
bién que el niño evoca comú nmente el fa ntasma de su pro pia muerte en " ,1·011 110 sempre vista", "soy siempre vista" .
sus relacione s de amo r con sus padres " (p. 222). Se introduce así la clín ica A partir de la alienac ión significa nte el sujeto tiene dos opc iones
de las contingencias de la pregunta "¿ puede perde rme? " en la que queda 111 c rables, que cor res ponde n a la " inso nda ble e lecc ión del ser": puede
incluida la falta en la relació n con el Otro ju nto a la meto nimia del deseo . \'lcg ir el S 2 y la cade na sign ificante ju nto a la posibi lidad de entra r en el
A partir de la pree xistencia de un Otro primord ial se produc e la inclu- rnm po del se ntido o puede elegir el vacío. M iller indica que el auti sta
sió n de l sujeto en la cadena sign ificante por la operació n de alienación l' 1ige el vacío y, al hacer esta elecc ión, se prod uce una petrificac ión sig -
y, luego , a partir de la operación de separa ción, con la inscr ipción de la n i l'icante.
falta se const ituye el objeto a . Jacques-A lain M iller seña la que con la Metáfora Paterna hay una pre-
Se produc e así un pasaje en la teo ría de Laca n que va de l Nom bre valencia de lo viril sobre la condic ión femen ina que de algu na manera
de l Padre, y su acc ión en la metáfora paterna , al objeto a , objeto que no refleja el espír itu de la época . Paulatinamente esto se desvanece en la
recibe ningún sentido del lado del Nomb re de l Padre. Las operac iones 1co ría de Lacan y se produce un desp lazamiento de la ley a la causa.
de alienación y de separación que dan por fuera del Edipo y más allá del El énfa sis no e stá puesto en la ley del padr e sino en el objeto causa de
padre . No se trata entonces de la acc ión de la ley paterna sino del objeto ucseo. No se trata ya del No mbre -del-Padre sobre el Deseo de la Mad re,
a como objeto ca usa de deseo , pura consisten cia lóg ica porque nombra o de la rela ción entre el padre y la madre , sino de la re lación del sujeto
un vacío, una ausenc ia. rn n el Otro.

34 35
Silvia Elena Tendlarz Clínica del autismo y de la psicosis en la infancia

Otro aspecto desarrollado por Lacan en este Semina rio es el de los i1'11ilica nte. Por eso Miller afirma que la pluralización ele los Nom bres
orific ios corporales como borde s de las zonas erógenas en donde se d, 1 Padre hace que muchas veces sea transmitido por las comunidades y
sitúan los obj etos pulsionales. El objeto oral en la boca , el anal en el 11111hién por el lenguaje mismo.
ano, y Lacan añade lue go dos nuevos objetos , que son la mirada , que no l ,a entropía del goce mod ifica la noción ele metáfora paterna puesto
corresponde a ningún orificio sino que se expa nde en continuidad espa- ti lll' d goce no se pierde sino que, como en una central hidrá ulica, se

cial , y el obj eto voz, que se relacion a al oído , con la característica de 111 111sforma en el objeto plus de gozar. A los objetos freudia no s y lacani a-
que nunca se cierra. Lacan distingue la visión, lo escóp ico, del objeto 11m, se aña den , mu ltipli cados, los objetos plus ele gozar con lo s cua les
mirada , presencia envo lvente exterio r al cuerpo. El objeto voz es áfono y 111\ sujetos gozan. No es necesario ya un padre castrador. Este planteo

solo se vuelve audible e n la psicosis. La mirada y la voz son los objetos , ~11í más allá del Edipo. Por otra parte , Lacan plantea en los años 60 que
privi legiados por Lacan, susta ncia s episó dicas que carecen de la mate - 1 1 padre, no ya en el sentido reli gioso del nombre del padre , se singula-

rialidad del obj eto ora l y anal. En los orificios corpora les que co nstitu- 11,n por cómo intervi no en la transmisión de la relac ión entre la ley y el
yen los bordes de las zonas eróge nas, sob re las cuales se apoya e l obj eto ,bc o , ley humanizada puesto que queda ligada al deseo.
pulsional articulado a una pérdida, se sitúa el agujero pulsional entre lo Con la noción de disc urso, seña la Mille r, Lacan absorbe los mecan is-
imaginario y lo rea l. 111 os de alienación y de separac ión en un nuevo concepto. En la noción
1k-discurso hay cuatro lugares y c uatro elementos que al girar hac ia un
Indo o hac ia el otro producen permutaciones y cambios de di sc urso.
Entropía de goce y la noción de discurso l ,acan plantea cuatro di scursos : Amo, Histérico, Un iversita rio y de l Ana-
lista.
En el Seminario 17, El reverso del psicoanálisis (1969-70), Lacan
hace un pasaje del mito eclípico a la estructura y reto ma la idea del padre Discurso del Amo Discurso de la Histérica
primordial de "Tótem y Tabú". Produce una inversión: el pad re castra-
dor, el padr e edípico forma lizado en la metáfora paterna, no genera la s
pérdida de goce sino que la inclus ión misma de l sujeto en la estructura a a
del lenguaje da lugar a esa pérdida. Esto se tra duce en una nueva forma
de esc ribir la metáfora paterna: la acción del Otro sobre el goce po r la Discurso Universitario Discurso del Analista
inclusión del sujeto en el lenguaje produc e una pérdida ele goce bajo la
s a
modalidad de l funcionamiento de una entropía . No todo el goce se pier-
de, la castración qu e está veh icu lizada por la inclusión en el lenguaj e a
deja un resto que se recupera bajo las disti ntas formas del objeto plu s de
gozar. La célu la elemental es que hay un Si solo, en el lugar del agen te , que
El Nombre del Padre no es ya univer sal sino sing ular. ¿Qué actuó se relac ion a con un S2, en el lugar del otro. El sujeto que representa un
para un sujeto como Nombre del Padre? Se produce una pluralización significante para otro significante queda a la izquierda por debajo del S1,
de los Nombres del Padre junto a la elevación al cénit del obj eto plus del lado de la verdad, y en lugar a la derecha en la parte inferior está el
de gozar que llevan al empuje al consumo y a conductas adictivas. Los objeto como producción. Esta primera escritura del discur so corresponde
sujetos no se orientan ya por el Ideal sino que se produce una dispe rsión al discurso amo, también llamado del inconsciente , y absorbe las opera-

36 37
Silvia Elena Tendlarz Clínica del autis'mo y de la psicosis en la infancia

ciones de alienación y de separac ión. La rela ción entre significa nte s y la , 11 l ,ueg o actúa el lenguaje produciendo
las leyes de composición
producción subje tiva responde a la alienación, la producción del obje- 1111,, ,111quedan sentido y producen una pérdida de goce. El lenguaje es
to co rrespo nde a la separac ión. A partir del discurso del amo por rota- 1111ordenamiento, una puesta en sabe r de lalengua" , dice Miller en El

ción surgen los otros discursos. Todo sujeto está incluido en el discurso. imo Lacan.
1ll111ds
Lacan equipara e l discurso amo al discurso del inconsc iente. Es más , el l •,11su entrada al mundo y al lenguaje el niño puede incluirse en cual-
discurso establece relaciones tipificadas con e l otro que resultan fundan- .¡111l'I' idioma, en forma tran slingüí stica, pero una vez que un idioma se
tes del lazo socia l. Esto queda alterado en la psicosis por lo que Laca n 11111 , d peso de las leyes gramaticales que lo regulan dejan su marca. De
plantea el "fuera de discurso". , \ 111manera, la apropiación del lenguaje es otra maner a de exp licar la
1lw11a c ión y el llamado al sentido.
Jacques-A lain M iller indica que !alengua queda en r elación con lo
Lalangue y el agujero i¡ 11t' Lacan llamó "Un-cuerpo", el cuerpo propio , " única cons istencia del
,11r letre". Este planteo es corre lativo al desplazam iento qu e opera Lacan
1
En los años 50, al trabajar sobre lo simbó lic o, Lacan define al incons- 1•111r c " ser un cuerpo " en el Seminario 20, a " tener un cuerpo" en el Semi-
cient e como estructurado como un lenguaje , y lo distingue de la letra , //(/rio 23. El cuerpo es una propiedad, se tien e, y eso da lugar a que no
sopo rte materia l, y de la lengua, como la manera en que cada uno o cada ~l· lo tenga, como es el caso del auti smo , o qu e se lo deje cae r, como en

comu nidad uti liza el lenguaje . En los años 70 , La can reformula su idea loyce .
del inconsciente. El lenguaje se mont a como est ructura sob re /alengua, Los tres re gistros en esta época de la ense ñanza de Laca n son plan-
neolo gismo inventado por Lacan en e l Seminario 20 , en e l qu e resuena teados en forma diferente a sus prime ras formulaciones : quedan equipa-
la lengua y el Jaleo , que da cuent a del integral de los equívocos. El len- rndos a un cuarto término , que es el goce, y no predomina ninguno sobre
guaje es definido por Lacan en este sem inario como un saber hacer sobre ol ro. Se trata de tres consistencia s anudadas. Por otra parte , la concep-
!alengua. El inconsciente está constituido por !alengua en la medi da en (;ÍÓn de lo real no es ya lo que vue lve siempre al mismo lugar , con la
que antes de cobrar un sent ido las palabras equivocan , so n eq uívo cas , impronta del orden simbólico sobr e él, sino que es un real sin ley. Por
por fuera del sentido y tienen valor de letra. Lalengua produce un trau- contingencia se inscribe un sign ifican te, después se repite, itera, y llama
matismo , neologismo que une la palabra fran ces a trou, que significa agu- a una significación volviéndose destino. Por azar se arma una determina-
jero , y trauma tismo , es el trau mati smo del aguj ero como acon teci miento ción signific ante de acuerdo al funcionamiento iterat ivo.
del cuerpo. El cuerpo , desde esta perspectiva , no es ya solo e l cuerpo de Laca n sitúa dos valores del S i: el Uno solo sin sentid o , que repite,
la image n espec ular sino que es un cuerpo habitado por el goce de !alen- que Miller lo denomina iterac ión , es el S1 que itera sin articular se al S2,
gua que lleva a Lacan a hab lar del parletre o cuerpo hablante. Lalengua y tamb ién existe la articulac ión de l S1 con el S2 que produce sentidos .
apunta a la palabra tomada materialmente, es decir , fonéticamente y no Del azar de la inscripción del S 1 se produce el determ inismo de la articu-
interviene en ella la gramática. lación con el S 2. La experiencia analít ica bu sca deshacer aque llo que se
El baño del lengua je actúa sobre el viviente produciendo los S 1 como convirtió en destino, aislando los S 1 que determinaron su hi storia. Como
acontecimi ento de cuerpo , depo sit ando lo s equívocos , y e l sujeto goza Hegel ante la montaña, dice Miller , el sujeto al final de su aná lisis puede
por fuera de la intención de significación. La palabra se un e al goce y decir "Hay eso" y toma una posi ción , busca su saber hacer con eso que
el cuerpo es goce de !alengua sin imagen. El encuentro entre /alengua hay . Lacan , en su última enseñanza, no plantea la con stitución subjetiva
y el cuerpo no corre sponde a nin guna ley previa , es cont ingente , puro en términos de si operó o no la ley del padre, sino examina las inscrip -

39
38
Silv ia Elena Tendlarz Clínica del autismo y de la ps icosis en la infancia

cio nes conting entes de los SI vue ltas destin o por la determin ac ió n sig ni- 1111" no todo ", feme nin o, en ex pansión , que pro duce un a apert ura más
ficant e . tlln de l Ideal. Y ju nto a ello , distinta s mod alida des de hab itar un mu ndo
Dentro de sus desa rro llos topo lóg icos, La can introd uce en el Semi- 1 11donde el Otro no existe .
nario 9 el conc epto de agujero que retoma lueg o en e l tran sc ur so de su
en señanza. El ag ujero en lo real no corres po nde a una comb inator ia sig- Si bie n lo s d istin tos desa rro llo s rela tivos a la con stitu ció n subjet iva
nifi can te sino que M iller lo sitúa en e l O tro barrado y cor res po nde a l " no l11''mi ten ex amin ar las estr uctura s clíni cas, la última enseñ anza ele Lacan
hay relació n sex ual". La inscripción de la falt a del Otro , de l signifi ca nte 11·, ulta más afín par a exp lica r el auti smo en fo rm a no vedosa d entro del
de l O tro bar rado , S(A), escribe ya un bord e y el agujero simb ólico . El 11111vim iento psicoa nalítico como un a iterac ión sin cuerpo .
ag ujero simb ólico corre sponde a la inscr ipc ión de la falta y se sitúa entre
lo real y lo simbóli co .
Fab ián Schejtm a n d ist ingue tre s agujero s: el aguj ero e n lo real por
el trauma tismo de laleng11 a : el ag uje ro en lo simból ico como e l omb li-
go de l sueñ o, borde q ue indi ca q ue no tod o se puede dec ir. la marca en
el incon sc iente de l hech o de que no hay relac ió n sexual, qu e en reali-
dad es tá entre lo simb ó lico y lo real; y un tercer aguje ro que es tá entr e
lo imagi nario de l cuerpo y lo rea l qu e es el ag uj ero pu lsion al, Laca n lo
llama or ificio y conc ierne a las zona s eróge nas freudian as.
Durant e la últ im a ense ñan za La can plant ea la forclu sión ge nera liza -
da; la p sico sis corres po nde a la for clusión res tring ida de l sig nificante
de l No mbr e d el Padr e. Por es tructura sie mpre hay un sign ifi can te qu e
falt a . Por ej emp lo, " L a muj er no ex iste'·, no hay un signifi ca nte que
pueda nomb rar a la mujer. Los hombr es se inscriben bajo el reg istro de la
fun c ión fálica , pero del lado ele la muj er fa lta un signifi ca nte que pueda
nombrar la. "No hay re lación sex ual" indi ca el agujero que se produce en
la relación entre el sig nific ante de qué es ho mbr e y e l de la muj er, puesto
q ue no existe. E n su luga r hay mal ente ndido s, enc uentros y dese ncuen-
tro s. Lo s avata res del amor son un gran ma lent endido: no hay ninguna
inscrip ción en e l ps iqui smo o un saber qu e indi que cómo es la relac ió n
entre un hombr e y una muj er. Se trat a más bien de una bús queda, de una
in vención.
La rela ción p adr e- mad re, dice Mi ller, intenta hacer existir la relación
ho mbre -muj er que no puede escrib ir se, pero la pre valen cia de lo v iril
sobr e la con d ición feme nina de la me táfora paterna tampoco log ra ins-
c ribir la rel ación sex ual. N ues tro mundo cont emporán eo no se rige más
so lo por el régimen de l todo ubicado del lado masculin o, sino que ex iste

41
40

S-ar putea să vă placă și