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ESCUELA DE INGENIERIA
MODELACIÓN NUMÉRICA DE LA
PROPAGACIÓN DEL
FRACTURAMIENTO HIDRÁULICO
Profesor Supervisor:
ESTEBAN SÁEZ ROBERT
MODELACIÓN NUMÉRICA DE LA
PROPAGACIÓN DEL FRACTURAMIENTO
HIDRÁULICO
ii
AGRADECIMIENTOS
Quiero dar mis más sinceros agradecimientos a las siguientes personas e instituciones
quienes me ayudaron y apoyaron, de una u otra forma, durante el desarrollo de esta tesis.
A la empresa ARCADIS CHILE S.A., la cual financió mis estudios de magíster a través
de la beca ARCADIS 2008, y donde además fui siempre muy bien recibido.
iii
INDICE GENERAL
Pág.
DEDICATORIA .......................................................................................................... ii
RESUMEN................................................................................................................ xiii
1. INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 1
1.1 Motivación: Importancia del problema ...................................................... 1
1.2 Estado del arte ............................................................................................ 2
1.3 Desarrollo y metodología ........................................................................... 4
1.4 Objetivos .................................................................................................... 4
A N E X O S ............................................................................................................ 111
Pág.
vi
INDICE DE FIGURAS
Pág.
Figura 3-2: Elementos imagen con respecto a los ejes de anti-simetría x x sim y
y y sim ............................................................................................................. 22
Figura 3-4: Diagrama de flujo del algoritmo para solucionar las ecuaciones de
flujo… ............................................................................................................... 26
Figura 3-6: Cierre numérico de la fractura por el uso de un muy alto .................. 29
Figura 3-7: Solución adimensional en el tip para distintos valores de tolerancia ...... 31
Figura 3-9: Diagrama del algoritmo para resolver las ecuaciones hidromecánicas ... 33
vii
Figura 3-10: Definición de para la propagación de la fractura. La deformación
producida por la propagación puede ser dividida en una componente normal
y otra de corte. .................................................................................................. 34
Figura 3-15: Límite de convergencia para el algoritmo generado, junto con el rango
en que se encuentran los problemas habituales de fracturamiento hidráulico ............ 41
Figura 4-1: Comparación de la apertura obtenida para una fractura sometida a una
presión constante mediante DDM con y sin elementos simétricos .................. 43
Figura 4-3: Casos simples para evaluar la precisión en el cálculo del SIF: (a)
Fractura sometida a una tracción perpendicular, (b) Fractura inclinada º
con respecto a la horizontal .............................................................................. 45
Figura 4-4: Variación del error relativo ( R) en el cálculo del SIF versus el
número de elementos DDM, para fractura recta en un medio infinito 2D. ...... 46
Figura 4-5: Variación de la razón entre SIF numérico y analítico versus º ............ 47
Figura 4-7: Validación de resultados kinked crak para = 15º y 30º ...................... 50
Figura 4-8: Validación de resultados kinked crak para = 45º y 60º ...................... 51
viii
Figura 4-9: Soluciones analíticas de orden cero y uno para propagación de fractura
hidráulica en régimen de gran resistencia al fracturamiento: (a) Apertura
adimensional, (b) Presión adimensional (Figura Garagash, D. (2005)) ........... 55
v h =1,11 ..................................................................................................... 78
x
Figura 4-33: Influencia del desviador y de la razón de tensiones in-situ en la
distancia de realineamiento............................................................................... 89
Figura 5-5: Norma de los desplazamientos inducidos por una fractura hidráulica en
un campo de tensiones isotrópico, previo a la propagación de la fractura ....... 99
xi
Figura 5-7: Variación de tensiones yy y xx inducidas por el fracturamiento
xii
RESUMEN
xiv
1
1. INTRODUCCIÓN
1.4 Objetivos
El uso industrial del fracturamiento hidráulico, comenzó en los años 1930, cuando
Dow Chemical Company descubrió que el fluido a presión utilizado en las
estimulaciones ácidas (aplicación de un ácido al macizo rocoso para aumentar su
permeabilidad) mejoraba la producción de petróleo y gas. Sin embargo, es en
Kansas (1947) cuando se lleva a cabo el primer tratamiento de un macizo rocoso
mediante fracturamiento hidráulico para aumentar la producción de una reserva de
gas (Adachi, J. et al, 2007). Debido a los buenos resultados, el uso del
fracturamiento hidráulico no sólo se ha extendido a lo largo del mundo como una
técnica de estimulación de reservas, además, se han encontrado diversas
aplicaciones como las mencionadas en la sección 1.1, donde es especialmente
importante mencionar el caso del pre-acondicionamiento de minerales explotados
por caving, usado actualmente en las minas de El Teniente, Salvador y Andina.
Las etapas necesarias para generar artificialmente una fractura hidráulica son: (1)
hacer una perforación en el macizo rocoso, (2) aislar una sección de la perforación
por medio de packers inflables presurizados, (3) en el tramo entre los packers, se
inyecta un fluido a presión hasta provocar la fractura por tracción, (4) se continua
inyectando fluido para extender la fractura al interior del macizo rocoso hasta
finalizar el tratamiento. El procedimiento se presenta esquemáticamente en la
figura 2-1.
7
Los fluidos fracturantes van desde agua hasta dióxido de carbono1, y los equipos
de fracturamiento pueden alcanzar presiones de hasta 60 MPa, e inyectar hasta
alrededor de 200 litros por minuto.
1
El dióxido de carbono se utiliza en tratamientos de estimulación de reservorios de hidrocarburos, en el
pre-acondicionamiento de macizos rocosos e general se usa agua.
8
3. La propagación de la fractura.
Estos tres fenómenos acoplados, conducen a una formulación matemática que está
representada por un conjunto de ecuaciones integro – diferenciales. La resolución
numérica de este conjunto de ecuaciones es un gran desafío, principalmente por el
carácter no local del operador de elasticidad, de la alta no linealidad de la ecuación
de flujo viscoso, y de la presencia de un borde móvil asociado a la fractura en
propagación2. El tratamiento numérico de cada una de estas dificultades se expone
en la sección 3.
A continuación, se presentan por separado las ecuaciones matemáticas que rigen
cada uno de los 3 fenómenos mencionados anteriormente.
El flujo dentro la grieta puede ser modelado por la teoría de lubricación, ya que la
razón entre la apertura (w) y el largo (l) de la fractura cumple que w l <<1 (Figura
2-2), y por otro lado, la velocidad dentro de la grieta es suficientemente pequeña
para suponer flujo laminar. Entonces, el flujo puede ser modelado por la ley de
Poiseuille (Batchelor, 1967):
w( x , t ) 3 p( x , t )
q( x , t ) (2.1)
12 x
Donde,
2
http://hydraulic-fracturing-club.wikispaces.com/
10
w( x , t ) q( x , t )
0 (2.2)
t x
Las ecuaciones (2.1) y (2.2), pueden ser combinadas para obtener la ecuación de
Reynolds:
w( x , t ) w( x , t ) 3 p( x , t )
( x0 ) Q0 (2.3)
t x 12 x
Donde,
Q0
q (0 , t ) (2.4)
2
q(l , t ) 0 (2.5)
l (t ) t
w( x , t )dx Q( )d (2.6)
0 0
xx xy yy yx zz
0 ; 0 ; 0 (2.7)
x y y x z
12
Donde,
En este trabajo el efecto de la gravedad se incorpora por medio de las tensiones in-
situ. Entonces, la ecuación (2.7) representa la perturbación en torno al equilibrio
estático inicial.
En el medio rocoso, los campos de deformaciones están relacionados con los
desplazamientos por medio de las ecuaciones de compatibilidad, que para el caso
de pequeñas deformaciones son:
u v
xx ; yy ; zz 0 (2.8)
x y
1 u v
xy yx ; xz yz 0 (2.9)
2 y x
Donde,
dirección i.
u : Desplazamiento horizontal.
v : Desplazamiento vertical.
1 1
xx (1 ) xx yy yy (1 ) yy xx (2.10)
E E
1
xy yx xy (2.11)
E
13
Donde,
: Módulo de Poisson.
E : Módulo de elasticidad.
l
E' s2 x2
p( x , t ) cn (x) 2
w( x , t )ds (2.12)
2 0 s2 x2
Donde,
KI K IC (2.13)
Donde,
GI ( ) G II ( )
F( ) (2.15)
G IC G IIC
Este criterio permite tener en cuenta la resistencia en modo II, pero tiene la
desventaja de considerar que ambos modos de fractura están desacoplados.
Actualmente, no existe un criterio de consenso general para propagación en modo
mixto I/II.
En general, los métodos numéricos usados para calcular el SIF suponen una
singularidad de tensiones proporcional al inverso de la raíz cuadrada. Sin embargo,
existen una serie de trabajos (e.g. Desroches, J. et. al. (1994), Detournay, E.
(2004)) que sostienen que la caída de tensiones a partir del tip no sigue esta regla
en el caso del fracturamiento hidráulico. Por lo anterior, otra razón para utilizar el
criterio F, es que este está basado en el cálculo de G (cambio de energía) en vez del
SIF (intensidad del campo de tensiones).
17
Por lo tanto, en este trabajo se optó por valores constantes para K IC y K IIC
independientemente del largo de la fractura.
19
3. IMPLEMENTACIÓN NUMÉRICA
Donde,
u i : Desplazamiento en la dirección i.
pi i
cn
ij
Ans Dsj ij
Ann Dnj (3.3)
j
Donde,
3
En este trabajo la dirección de las discontinuidades es de signo contrario a la indicada por Crouch y
Starfield (1983).
21
Figura 3-2. Elementos imagen con respecto a los ejes de anti - simetría x x sim y
y y sim .
xˆ 2 x sim x
yˆ 2 y sim y (3.4)
ˆ
Donde,
d 2 p( x , t ) 12 w( x , t ) 3w( x , t ) 2 dw( x , t ) dp ( x , t )
(3.5)
dx 2 w( x , t ) 3 t 12 dx dx
Donde,
(2.4).
La solución numérica de la ecuación (3.5) presenta 2 dificultades: (1) para la
apertura de la fractura se tiene que lim x l w( x , t ) 0 , por lo que las presiones son
singulares en el tip, (2) el problema del flujo consiste en una ecuación elíptica de
segundo orden, con 2 condiciones de Neumann para p ( x , t ) , por lo cual el
l
w( x , t )
q(l , t) dx (3.6)
l
t
h( x , t ) dp ( x , t )
dx , con lo cual la ecuación (3.5) se reduce a una de primer orden
con 2 condiciones de borde de Dirichlet:
Q0
12 12 q(l , t)
h(0, t ) 2 h(l , t) (3.8)
3 3
w(0, t ) w(l , t)
p( x , t ) h( x , t )dx p0 pD ( x, t) p0 (3.9)
Donde,
Q0 1
t C ( pD ( x, t) ( x ))dx w( x , t t )dx
p0 2 c
(3.10)
1
C 1 dx
Donde,
Figura 3-4. Diagrama de flujo del algoritmo para solucionar las ecuaciones del flujo.
27
2. Calcular p k 1 (1 ) pk pk 1/ 2
4. Calcular wk 1 (1 ) wk wk 1/ 2
w( x , t ) 0 0 x l (3.11)
En la figura 3-6, se observa que las presiones obtenidas con las ecuaciones de flujo
y de elasticidad divergen. Esto es debido a un proceso progresivo, en que las bajas
aperturas calculadas con la elasticidad, producen bajas presiones calculadas con las
ecuaciones de flujo, provocando finalmente aperturas negativas (cierre de la
fractura).
El procedimiento adoptado para solucionar este problema fue usar variable. Se
inicia el algoritmo con un valor de 0,499. Si se obtienen aperturas negativas a
partir de la ecuación de elasticidad (2.12), se disminuye el valor de a
k 1/ 2 k
p net ( x , t ) p net (x, t)
k
tolerancia (3.12)
p net ( x , t )
Donde,
k 1/ 2
pnet ( x , t ) : Presión neta calculada con algoritmo de flujo en la iteración
k+1.
k
pnet ( x , t ) : Presión neta calculada con ecuación de elasticidad en la iteración
k.
p net E
A., (2007) corresponden a y w .
E 12 Q0
En la figura 3-7 se observan diferencias mayores para los valores calculados con
tolerancias de 10-1 y 10-2. En cambio, la diferencia entre los valores obtenidos con
tolerancias de 10-3 y 10-4 es muy pequeña. En consideración a lo anterior y a los
costos computacionales que significan bajar en un orden de magnitud la tolerancia
de convergencia, en este trabajo se adoptó un valor de tolerancia de 10-3.
32
Figura 3-9. Diagrama del algoritmo para resolver las ecuaciones hidromecánicas.
34
W W (l l ) W (l )
G( ) (3.13)
l l
1
W 2a i i
cs Dsi pi i
cn Dni (3.14)
2 i
Donde,
4 2 K IC
ADIM 3
(3.15)
(12 E Q0 )1 / 4
Figura 3-15. Límite de convergencia para el algoritmo generado, junto con el rango
en que se encuentran los problemas habituales de fracturamiento hidráulico.
42
4. VALIDACIONES Y RESULTADOS
4.1 Validaciones
2
4 x
w( x ) pC l 1 (4.1)
E l
Donde,
Se llevaron a cabo dos modelaciones: (1) una fractura completa discretizada con 10
elementos y (2) media fractura discretizada con 10 elementos que incorporan anti –
simetría. Los resultados que se muestran en la figura 4-1, se obtienen para una
pC
razón 10 3 , un coeficiente de Poisson 0,1 .
E
43
Figura 4-1. Comparación de la apertura obtenida para una fractura sometida a una
presión constante mediante DDM con y sin elementos simétricos.
En la figura 4-1 se puede observar que con el mismo número de elementos, los
cálculos son más precisos si se usan elementos que consideren la simetría, pues
hay una mejor discretización de la fractura con el mismo costo computacional.
También se estudió la influencia de una densificación de la malla cerca del tip,
encontrándose que las mejoras no son significativas.
En general, se observa que los resultados mediante DDM son menos exactos en la
punta de la fractura. Lo anterior se ve de forma más clara en la figura 4-2, donde se
muestra el error relativo de los valores numéricos obtenidos para la apertura de la
fractura con distinto número de elementos incorporando simetría. El error relativo
R se calcula como:
Númerico Teórico
R (%) 100 (4.2)
Teórico
44
Figura 4-3. Casos simples para evaluar la precisión en el cálculo del SIF: (a)
Fractura sometida a una tracción perpendicular, (b) Fractura inclinada º con
respecto a la horizontal.
KI l (4.2)
En la figura 4-4 se muestra como varía el error numérico relativo entre el SIF
obtenido numéricamente y el SIF analítico dado por la ecuación (4.2), a medida
que se aumenta el número de elementos.
Figura 4-4. Variación del error relativo ( R) en el cálculo del SIF versus el número
de elementos DDM, para fractura recta en un medio infinito 2D.
En la figura 4-4 se puede ver que el DDM tiende a sobrestimar el SIF en un 0,06%
para 10 elementos, lo que muestra la precisión que se logra numéricamente con
pocos elementos. Los resultados anteriores indican que a pesar de la poca precisión
en el cálculo de la apertura en el tip, el cambio de energía (ERR) permite calcular
el SIF de manera precisa.
Ya que en el problema estudiado la fractura está sometida a un campo biaxial de
tensiones in-situ, el segundo caso verificado es el de una fractura recta en un medio
47
KI l cos 2 ( )
(4.3)
K II l sen( ) cos( )
En la figura 4-5 se muestra la razón entre los SIF numéricos y analíticos para
distintos valores del ángulo . Se usaron 10 elementos DDM con simetría y de
tamaño constante.
En los dos casos mostrados en la figura 4-5, el error en el cálculo del SIF es
despreciable y cercano al 0,06%.
48
Para el SIF del modo I, hay menor precisión para fracturas aproximadamente
paralelas a la carga, sin embargo, esta diferencia es despreciable. Para el modo II,
la mínima precisión se obtiene para fracturas aproximadamente perpendiculares a
la carga, pero nuevamente la diferencia para distintos valores de es despreciable.
A pesar de la diferencia despreciable en los valores del SIF obtenidos para
distintos ángulos, es posible indicar que el cálculo del SIF empeora en la medida
que la carga es perpendicular al desplazamiento.
La fractura hidráulica modelada en este trabajo presenta cambios en la dirección de
propagación, por lo que el tercer caso evaluado, corresponde a una fractura en un
medio infinito 2D con una ramificación en un ángulo (kinked crack), sometida a
una tracción uniforme. Las características de este caso se muestran en la figura 4-6.
En este caso se calcularon los SIF para distintos tamaños y ángulos de ramificación
de la fractura (b y en la figura 4-6, respectivamente), considerando los
siguientes valores de b y :
Los resultados fueron comparados con la solución analítica obtenida por Kitagawa,
H., Yuuki, R. y Ohira, T. (1975). Se obtuvieron los SIF usando 10 y 40 elementos
En la figura 4-8 se ve que el error en los cálculos es mayor para los tamaños de la
ramificación más pequeños. En este caso los resultados numéricos son ligeramente
mejores para una ramificación inclinada en 45º que para la inclinada en 60º.
Al usar 40 elementos en vez de 10, los resultados mejoran en mayor medida para
K II que para K I , por otro lado, para las ramificaciones más pequeñas la mejora en
los resultados es considerable. Por ejemplo, para el caso b / 2a = 0,1 y = 60º, el
error relativo obtenido con 10 elementos es de un 6%, mientras que con 40
elementos es de un 0,7%.
51
Teniendo en cuenta los resultados de las figuras 4-7 y 4-8 se puede concluir que se
obtiene una precisión satisfactoria en el cálculo del SIF de modo I y II, para una
fractura que se propaga en modo mixto I/II. Los casos más desfavorables
corresponden a las ramificaciones más pequeñas, específicamente al caso b / 2a
0,1, error que se puede deber a la discretización de elementos en la ramificación,
sin embargo, este error puede reducir usando un mayor números de elementos. Los
mejores resultados se obtienen para el SIF modo I de = 15º.
52
Por otro lado, para fracturas con b / 2a 0,5 modeladas con 10 elementos se
obtiene una precisión del orden de un 1%. Por lo tanto para estos casos, el aumento
de la precisión producto del uso de un mayor número de elementos es despreciable.
4 2 K IC
ADIM 3
(4.5 bis)
(12 E Q0 )1 / 4
Información más detallada de este tema puede ser encontrada en Detournay (2004).
De acuerdo a la zona de convergencia del algoritmo generado (Figura 3-14),
podemos decir que el código desarrollado es capaz de modelar la propagación de
fracturas hidráulicas en el régimen de rigidez ( K ADIM 4 ) y para cierto rango del
régimen de transición (1<< K ADIM 4 ) dependiendo del valor de K IC .
Por lo tanto, para validar el código desarrollado sólo se emplean los resultados
semi - analíticos existentes para el régimen de rigidez.
Estos resultados están disponibles en forma adimensional y se refieren a una
fractura que se propaga de manera auto – similar. En efecto, corresponden a una
fractura que se propaga sólo en modo I en un medio bidimensional impermeable,
homogéneo, lineal – elástico y bajo la condición de deformaciones planas.
54
j
LT ( , M ADIM ) E ( M ADIM ) LT j ( ) (4.7)
j 0
Donde,
M ADIM
E ( M ADIM ) (4.8)
1 M ADIM
0,0333
55
respectivamente.
Figura 4-9. Soluciones analíticas de orden cero y uno para propagación de fractura
hidráulica en régimen de gran resistencia al fracturamiento:(a) Apertura
adimensional, (b) Presión adimensional (Figura Garagash, D. (2005)).
Este error se puede atribuir al método DDM, ya que es del mismo orden del error
cerca del tip obtenido para el caso de fracturamiento a presión constante (Figura 4-
2). Por lo tanto, es muy probable que este error sea una consecuencia de la falta de
precisión del DDM cerca del tip. Para verificar esta hipótesis se examinó el caso de
viscosidad nula. En este caso la presión es constante a lo largo de la fractura y la
presión adimensional analítica es 0 0,1831.
Para emular esta situación, se modeló la propagación de una fractura con un
M ADIM 10-7, obteniéndose una presión adimensional constante de NUM
y longitud adimensional 0 :
58
1
1
2
2 0 d (4.9)
0 0
2
0 4 0 1 (4.10)
Por lo tanto un error del 5,3% en la presión adimensional, produce un error relativo
del 2,55% en la estimación del largo de la fractura adimensional.
En la figura 4-12 se muestran los resultados numéricos y semi - analíticos de la
longitud de la fractura (l) en función del tiempo de inyección (t) para el caso
M ADIM 0,0039.
0.8 0.196
0.7 0.194
0.192
0.6
0.19
0.5
0.188
0.4
Resultados MADIM=10-4 0.186
0.3 Analítico MADIM=10-4 0.184
-3
Resultados MADIM=10
0.2 0.182
Analítico MADIM=10-3
0.1 0.18
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
Figura 4-13. Comparación de apertura y presión adimensional para M ADIM = 10-4 y 10-3.
60
0.8 0.3
0.28
0.7
0.26
0.6 0.24
0.5 0.22
0.2
0.4
Resultados MADIM=10-2 0.18
Figura 4-14. Comparación de apertura y presión adimensional para M ADIM =.10-2 y 10-1.
Analizando en conjunto las figuras 4-13 y 4-14, se puede ver que al aumentar el
valor de la viscosidad adimensional, los resultados entregados por el código
desarrollado se alejan de la solución semi-analítica, lo cual indica que es preciso
sólo para régimen de rigidez (baja viscosidad adimensional).
CONSTANTES ELÁSTICAS
Módulo de Corte, G 10 GPa
Módulo de Poisson, 0,15
PARÁMETROS DE FRACTURAMIENTO
Resistencia en modo I, K IC 2,5 MPa m
Resistencia en modo II, K IIC 2,5 10 MPa m
TENSIONES IN-SITU
Tensión horizontal, H 10 MPa
Tensión vertical, V 10 MPa
PROPIEDADES DE LA INYECCIÓN
Viscosidad del fluido, 9 x 10-10 MPa seg
Caudal de inyección, Q0 6 x 10-4 m3/seg/m
PARÁMETROS NUMÉRICOS
Tiempo inicial, t0 0,6 seg
Tamaño de fractura inicial, l (t0) 1m
Discretización temporal, t 0,02 seg
Tamaño elementos DDM, l 0,1 m
Inclinación de la fractura inicial 20º
63
1
Régimen de rigidez
KADIM = 3
0.6
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
x/l
Cabe mencionar que tanto en la figura 4-17 como en varias de las siguientes, existe
una pequeña dispersión de los puntos del gráfico con respecto a una “recta
perfecta”. Esto se debe a que en el código desarrollado se hizo una discretización
temporal y no se calculó en forma exacta el tiempo en que se satisface la relación
F 1. Por lo tanto, esta dispersión es inversamente proporcional a la
discretización temporal. Para ejecutar los cálculos de esta sección, se adoptó t
=0,02 seg.
También es posible estudiar la influencia de la razón entre las tensiones in-situ
(campo de tensiones no isotrópico) y de la magnitud del desviador sobre el largo,
velocidad y trayectoria de la fractura, modelando fracturas que se propagan en
modo mixto I/II.
En la figura 4-18 se muestra la influencia de la razón entre las tensiones in-situ en
el largo y velocidad de propagación de la fractura, para el caso en que estas son
mayores a 1 ( v h 1 ).
67
v / h 1,11 1,25
ocurre antes para el caso con v / h = 0,9, sin embargo, ninguna de las fracturas se
alcanza a realinear en el intervalo de tiempo modelado4 (t = [0,5] seg).
4
La fractura se considera realineada cuando la diferencia entre el ángulo de inclinación del elemento del
tip y la dirección de la tensión in-situ mayor es menor a 1º.
73
v = 5, 7,5 y 10 MPa.
En la Figura 4-23 se muestra la influencia del desviador en el largo y velocidad de
propagación de la fractura. Se observa un comportamiento similar a los casos
anteriores, de forma que la propagación no es auto – similar, debido al
realineamiento y sus efectos asociados.
El efecto del realineamiento produce que tanto la longitud como la velocidad al
comienzo de la propagación sean mayores mientras mayor sea el desviador. Sin
embargo, a medida que aumenta el tiempo de inyección, la fractura se propaga en
un régimen auto – similar dominado principalmente por la magnitud del
confinamiento.
Por lo tanto, el desviador sólo afecta la transición durante el realineamiento, pero
no el régimen estable.
74
v h (MPa) 1 1,5 2
Con la Figura 4-27 se puede concluir que a mayor caudal de inyección, mayor
velocidad de propagación de la fractura, lo cual físicamente es lógico, pues al
aumentar el caudal aumenta la presión al interior de la fractura. Esto está de
acuerdo con la solución semi – analítica del ANEXO A.
En la Tabla 4-6 se muestra la variación de la velocidad de propagación v prop
En esta sección se estudia la influencia del módulo de corte del macizo rocoso en
la longitud, velocidad y trayectoria de la fractura.
Se modela la propagación de fracturas en medios con G = 10, 11,4 y 7,94 GPa o
equivalentemente en medios con E = 23,5, 26,8 y 18,7 GPa.
Como se mencionó anteriormente, estos valores fueron elegidos con el fin de
descartar la influencia del régimen de propagación en los resultados, pues
corresponden a K ADIM = 2,63, 2,37 y 3,13, respectivamente (régimen de rigidez).
En la Figura 4-29 se observa la influencia del módulo de corte en la longitud y
velocidad de propagación. Se puede ver que la propagación es auto – similar, pues
se presenta una relación del tipo l t 0,63 .
Los resultados indican que a mayor módulo de corte (o equivalentemente a mayor
módulo de elasticidad) mayor es la velocidad de propagación. La razón de esto es
que a menor módulo de elasticidad se obtienen mayores aperturas (w), por
conservación de masa, a mayor apertura menor longitud de la fractura (l). Esto está
de acuerdo con la solución semi – analítica del ANEXO A.
En la Tabla 4-8 se muestra la variación de la velocidad de propagación v prop
h = 9 MPa.
En la Figura 4-30 se puede ver que a menor G (mayor K ADIM ), más rápido ocurre
el realineamiento de la fractura y que el efecto del módulo de corte en la
trayectoria es casi idéntico en magnitud al efecto de la viscosidad y del caudal. En
la Tabla 4-9 se muestra la distancia de realineamiento para distintos valores de G.
84
Además se puede notar que a diferencia de lo que sucede con las otras variables, el
realineamiento ocurre antes para el menor valor de K ADIM . Este efecto está ligado a
la forma del perfil de presiones como se muestra en la sección 4.2.6.
Por otro lado se puede notar que el largo de la fractura disminuye en la medida que
K IC crece, ya que se requiere de mayor energía para fracturar el medio.
En esta sección se resumen los resultados del estudio paramétrico para obtener
lineamientos generales acerca de la influencia de cada parámetro en la evolución
de la fractura.
La influencia de los distintos parámetros sobre la trayectoria de la fractura, se
evalúa a través de la distancia de realineamiento. En la Tabla 4-12 se muestran las
distancias de realineamiento para distintos desviadores ( v h ) y razones de
tensiones ( v / h ).
v h (MPa)
1 1,5 2
v / h
Los resultados de la Tabla 4-12 indican que existe un efecto combinado, en el cual
a mayor desviador y mayor 1 v / h , más rápido ocurre el realineamiento. Esto
Más aún, para los parámetros , Q0 y G , los perfiles de presión son casi
idénticos, lo que valida la similitud de las distancias de realineamiento obtenidas
para estos tres parámetros.
El perfil de presiones que muestra un comportamiento diferente al resto ( K IC ),
también muestra una influencia diferente (mucho mayor) en la trayectoria de la
fractura (Figura 4-35).
91
Además, se puede ver que los parámetros con mayor influencia en la velocidad de
propagación son el caudal de inyección Q0 y el módulo de corte G. El
FRACTURAMIENTO HIDRÁULICO
fluido que ocurre entre (a) y (b) aumenta la magnitud de las tensiones produciendo la
propagación de la fractura. Posteriormente, entre (b) y (c) se observa una disminución de
la magnitud de las tensiones, lo que muestra que en esta dirección se relajan los
esfuerzos gracias a la propagación de la fractura.
En el diagrama de tensiones xx prácticamente no se observa que las tensiones delante
del tip se relajen con la propagación, más bien ocurre un traslado de estas debido al
cambio de posición en el tip.
También se observan xx positivos sobre la fractura, los que son generados por el
efecto Poisson de los grandes desplazamientos verticales. Sí se observa una relajación de
95
generándose variaciones de tensiones cercanas a los 2,5 MPa. Por otro lado, en el tip se
generan una descompresión significativa debido a la singularidad, que alcanza un valor
cercano a los -3,5 MPa, es decir una reducción del 35% de la tensión in-situ inicial.
3 del caso (b) de la figura 5-2. Se puede observar que la descompresión es máxima
5
El tamaño de las líneas no representa la magnitud de los esfuerzos principales. Las líneas azules (más
grandes) corresponden a la dirección del 1 y las verdes (más pequeñas) al 3.
98
en la dirección paralela a la fractura (eje x), lo que indica que esta es la dirección
preferente para la propagación de la fractura. Lo anterior muestra el hecho de que el
campo de tensiones isotrópico no genera un cambio en la dirección de propagación de la
fractura. Además, la dirección del esfuerzo principal menor indica que las estructuras
pre-existentes más afectadas por la fractura hidráulica son las sub-paralelas a esta.
cerca del tip, mientras que los u yy máximos ocurren en la zona cercana al punto de
inyección.
Delante del tip se genera una zona donde los u yy son nulos, y son dominantes los u xx .
Además, los desplazamientos u yy son mayores en magnitud a los u xx , lo que explica el
desplazamientos.
Figura 5-5. Norma de los desplazamientos inducidos por una fractura hidráulica en un
campo de tensiones isotrópico, previo a la propagación de la fractura.
100
sobre la fractura, lo que está de acuerdo con el campo de tensiones obtenido, en especial
con la variación positiva de tensiones xx producto del efecto Poisson. Se puede ver
que a medida que se avanza desde el punto de inyección hacia el tip, las deformaciones
horizontales se hacen predominantes.
Para observar las tensiones generadas en el proceso de realineamiento de una fractura, se
modeló el caso de una fractura con una longitud inicial por ala de l0 = 1 m e inclinada a
20º con respecto al eje x. El punto de inyección se encuentra en el punto (x,y) = (0,0).
Esta fractura se propaga en un medio sometido a un campo de tensiones no isotrópico en
que v / h 1,25 y v 10 MPa. Las demás propiedades del fracturamiento son las
indicadas en la Tabla 4-1.
101
medida que la fractura se realinea, y que en el tip de (c) los desplazamientos empiezan a
tomar una forma similar a los desplazamientos u xx de la fractura que se propaga en el
campo isotrópico.
En los desplazamientos u xx se puede ver que a medida que la fractura se realinea los
6. CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
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and criteria. Engineering Fracture Mechanics, 52(6), 1107-1126.
111
ANEXOS
112
Garagash, D. (2005) obtuvo una solución semi-analítica para una fractura hidráulica que
se propaga en un medio isotrópico, lineal – elástico, bidimensional y bajo condición de
deformaciones planas, en un régimen de propagación de gran resistencia al
fracturamiento (baja disipación viscosa), que para el caso de inyección constante es
auto-similar (independientes del tiempo).
La solución (distribución de presiones, apertura y media longitud de la fractura) se
establece como una sumatoria de términos, en que el primero de ellos (orden cero)
corresponde a la solución analítica para el régimen de disipación viscosa nula, y los
siguientes corresponden a correcciones para tener en cuenta la influencia de la
viscosidad.
Las cantidades adimensionales adoptadas por Garagash, D. (2005) son:
w( x, t )
( , t) (A.1)
(t ) L(t )
p ( x, t )
( , t) (A.2)
(t ) E
l (t )
(t ) (A.3)
L(t )
2
(t ) L(t ) Q0 t (A.5)
113
K 4 2 K IC (A.6)
( , t) ( , t) (A.7)
(t )
Como se indicó en la sección 4.1.3.1 para la validación se usaron sólo los términos j=0,1
de la sumatoria, los cuales corresponden a:
1/ 3
2
0( ) 1 (A.8)
2
1/ 3
0 (A.9)
8
2
0 2/3
(A.10)
2
1 1
2
8 3 1 1
1 ( ) 2/3
2 4 sin 1 ( ) 0,14 1 2
ln 2
3 2 2
1 1
1 1
(A.11)
8 1 2 3 cos 1 ( )
1 2/3
ln 4 1 (A.12)
3 24 4 1 2
32 (1 6 ln( 2))
1 (A.13)
9 5/3
M ADIM
LT ( , M ADIM ) LT0 ( ) LT1 ( ) (A.14)
1 M ADIM
0,0333
Donde,
114