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4.1. La toma de decisiones, concepto y proceso. 4.2. Reglas para la toma de decisiones. 4.3. Toma
de decisiones y liderazgo. 4.4. Actividad integradora: Autoevaluación
TOMA DE
DECISIONES
I. Introducción
A. Importancia y propósito
del proceso de toma de
decisión
Toma de decisiones, concepto y proceso
La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre las opciones o
formas para resolver diferentes situaciones de la vida en diferentes contextos: a nivel laboral,
familiar, sentimental, empresarial (utilizando metodologías cuantitativas que brinda la
administración). La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una opción entre las
disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial (aun cuando no se evidencie
un conflicto latente).
Importancia de la toma de decisiones: Es importante porque mediante el empleo de un buen
juicio, la Toma de Decisiones nos indica que un problema o situación es valorado y considerado
profundamente para elegir el mejor camino a seguir según las diferentes alternativas y
operaciones.
También es de vital importancia para la administración ya que contribuye a mantener la armonía y
coherencia del grupo, y por ende su eficiencia.
En la Toma de Decisiones, considerar un problema y llegar a una conclusión válida, significa que se
han examinado todas las alternativas y que la elección ha sido correcta. Dicho pensamiento lógico
aumentará la confianza en la capacidad para juzgar y controlar situaciones.
Uno de los enfoques más competitivos de investigación y análisis para la toma de las decisiones es
la investigación de operaciones. Puesto que esta es una herramienta importante para la
administración de la producción y las operaciones.
La toma de decisiones, se considera como parte importante del proceso de planeación cuando ya
se conoce una oportunidad y una meta, el núcleo de la planeación es realmente el proceso de
decisión, por lo tanto, dentro de este contexto el proceso que conduce a tomar una decisión se
podría visualizar de la siguiente manera:
Elaboración de premisas.
Identificación de las alternativas.
Evaluación de las alternativas en términos de la meta deseada.
Elección de una alternativa, es decir, tomar una decisión.
Proceso
La necesidad de tomar decisiones rápidamente en un mundo cada vez más complejo y en
continua transformación, puede llegar a ser muy desconcertante, por la imposibilidad de asimilar
toda la información necesaria para adoptar la decisión más adecuada. Todo ello nos conduce a
pensar que el tomar decisiones supone un proceso mental, que lleva en si mismo los siguientes
pasos:
Lo importante, es adoptar un enfoque pro-activo de toma de decisiones, es decir, debemos tomar
nuestras decisiones, sin esperar a que los otros lo hagan por nosotros, o bien, a vernos forzados a
hacerlo.
• Identificación del problema: tenemos que reconocer cuando estamos ante un problema para
buscar alternativas al mismo. En este primer escalón tenemos que preguntarnos, ¿qué hay que
decidir?
• Análisis del problema: en este paso habremos de determinar las causas del problema y sus
consecuencias y recoger la máxima información posible sobre el mismo. En esta ocasión la
cuestión a resolver es, ¿cuáles son las opciones posibles?
• Evaluación o estudio de opciones o alternativas: aquí nos tenemos que centrar en identificar las
posibles soluciones al problema o tema, así como sus posibles consecuencias. Nos debemos
preguntar, ¿cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada alternativa?
• Selección de la mejor opción: una vez analizadas todas las opciones o alternativas posibles,
debemos escoger la que nos parece más conveniente y adecuada. Observamos como aquí está
implicada en sí misma una decisión, en esta ocasión nos preguntamos ¿cuál es la mejor opción?
• Poner en práctica las medidas tomadas: una vez tomada la decisión debemos llevarla a la
práctica y observar su evolución. Aquí reflexionamos sobre ¿es correcta la decisión?
• Finalmente evaluamos el resultado: en esta última fase tenemos que considerar si el problema
se ha resuelto conforme a lo previsto, analizando los resultados para modificar o replantear el
proceso en los aspectos necesarios para conseguir el objetivo pretendido. En esta fase nos
preguntamos, ¿la decisión tomada produce los resultados deseados?
Lo importante, es adoptar un enfoque proactivo de toma de decisiones, es decir, debemos tomar
nuestras decisiones, sin esperar a que los otros lo hagan por nosotros, o bien, a vernos forzados a
hacerlo.
Reglas para tomar mejores decisiones
1. Evita pérdidas de tiempo con un marco a prueba de errores: Kahneman define “marco
heurístico” como una serie de principios que te ayudan a tomar decisiones cotidianas, como
comprar el segundo equipamiento técnico más caro o elegir el tercer vino más barato de la carta.
El propio investigador “siempre se sirve la comida en platos pequeños y nunca pone productos de
alto contenido calórico en la nevera a la altura de los ojos”
2. Toma una perspectiva externa para las grandes decisiones vitales: Nuestro cerebro tiene dos
modelos mentales para analizar la realidad. El primero o interno es intuitivo, rápido, muy
emocional. Por ello, para las decisiones importantes, es mejor tomar el segundo, el lógico y
racional. Son las “lentes externas”. Se trata de analizar prioridades y puntuarlas
desapasionadamente.
3. Decide emplear tu tiempo y tu dinero en cosas inusuales: “Cómo decides gastar tu dinero
afecta a tu felicidad más que el dinero que tienes”, nos enseña Kahneman. Las investigaciones
demuestran que las personas obtienen más placer de cosas que no han hecho que de comprar
más de lo mismo. Por tanto, mejor invertir en experiencias que en objetos.
4. No dejes que una mala experiencia nuble tu juicio: Una mala situación influye mucho en las
siguientes decisiones, cuando es muy poco probable que se repita de nuevo inmediatamente.
5. Elige rápido tus productos de consumo: Los estudios demuestran que cuando uno elige rápida e
intuitivamente sus compras de gran consumo es más feliz que si las medita mucho. Kahneman
tiene muy claro que en esos casos hay que utilizar el instinto.
6. Date cuenta de lo poco que sabes y tómatelo con calma: Lo más importante de la ciencia de las
decisiones es lo poco que sabemos sobre las circunstancias que rodean a cada acto.
7. Debemos aprender a querer las decisiones que hemos tomado: En las decisiones de poco valor,
no vale la pena lamentarse de las decisiones que hemos tomado, sino adaptarnos, aprender y
crecer.
Esquema para la resolución del problema