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MITOS Y VERDADES

YOKOI KENJI
ESUDIANTE JESSICA OBANDO

DOCENTE JOAQUIN LABRADA | GRUPO A6AD


ENSAYO
(MITOS Y VERDADES DE YOKOI KENJI)

Esta conferencia de Yokoi Kenji, es un reflejo de lo que somos y la clara evidencia


del actuar diario de quienes habitan, no solo en ciudad Bolívar, sino todo el
territorio nacional, y todo este actuar nos indicia el expositor que es originario de la
gran cantidad de mitos con las que hemos crecido en Colombia.
Es normal para el colombiano escuchar a diario la palabra pobreza y compartir
conversaciones que tengan que ver con la aparente difícil situación que se vive en
el país. El presidente no sirve, se roban la plata, hay corrupción, el subsidio no
llegó, pobre pero limpio, pobre pero remendado, no tenemos para comer hoy, todo
está caro y hasta no hay nada que hacer, son algunas de las frases de los mitos
que reflejan la pobre mentalidad de los habitantes del segundo país más rico en
biodiversidad y uno de los más fuertes del mundo en recursos naturales no
renovables.
Sin embargo, como lo deja en evidencia Yokoi Kenji, si esa pregunta se le hace a
un extranjero, la respuesta es totalmente opuesta a quien se ha creído que vive en
uno de los países más pobres del mundo. Si le preguntamos a un colombiano
¿Cómo está Colombia?, de seguro diría que mal, hay llevándola. Pero la realidad
es que el país está bien. El extranjero lo sabe, por eso viene, invierte y aprovecha
todo el potencial de este amplio territorio. Claro que lo triste es que el colombiano
nunca descubre que está en uno de los países más ricos de toda la tierra.
Esa pobreza mental y de espíritu, atada a una cultura transmitida a su vez de
generación en generación, es retroalimentada por una clase dirigente dedicada a
mantenerla a través de programas que permitan a la comunidad y a sus aparentes
líderes, seguir convencidos que estamos en un país de pobres.
O entonces cómo explicar que países como Japón, con escasas tierras para
sembrar, donde buena parte de la comida se produce en invernaderos, no tiene
esmeraldas, minerales, bosques, ni recursos naturales, y su extensión es menor a
la Amazonía colombiana, y donde en esa pequeña isla conviven 130 millones de
habitantes, sea la tercera potencia económica del mundo.
Y cómo entender que Colombia, el segundo país con mayor diversidad biológica
del mundo, 35 especies de plantas en todo su territorio, vertebrados, aves,
reptiles, anfibios, peces, centenares de páramos, yacimientos de petróleo, carbón,
oro, níquel, plata, platino, esmeraldas, café, gas, esmeraldas, frutas, verduras, dos
costas, ríos, tierras cultivables, ganado y flores, ¿tenga una mentalidad tan pobre
y no figure en la economía mundial?
Todo indica que el pecado colombiano de tener esta mentalidad de pobreza es
generacional y nos remonta a la época de la colonia. Mientras los japoneses, y
otras sociedades europeas y norteamericanas aprendieron a ser disciplinados,
solidarios, a trabajar en equipo, en Colombia hay egoísmo, se improvisa,
responsabilidad, falta mucha disciplina y aún permanece el mito de que existen
razas superiores con mayor inteligencia y se menosprecia la capacidad de quienes
nacen en el país.
Para colmo de males los líderes políticos siguen transmitiendo esta idiosincrasia
de hacer creer al pueblo colombiano que vivimos en un país pobre, es solo para
tenerlos sometidos y engañados lejos de la realidad, y así ellos en su corrupción
poder seguir desangrando los recursos de la nación.
Y es que para nadie es un secreto que a los líderes políticos les conviene tenerlos
analfabetas, sometidos, y con esa pobreza mental y espiritual con la que se vive
en Colombia.
Esta conferencia deja como aprendizaje que los japoneses no son más
inteligentes que los colombianos, la única verdad es que la cooperación, la
disciplina y el trabajo en equipo, fueron algunos de los aspectos que llevaron a los
japoneses a apoderarse de las mejores empresas constructoras de carros,
celulares, motos, televisores, radios y toda la electrónica mundial. No fue la
inteligencia, fue la disciplina.

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