Sunteți pe pagina 1din 9

Salud pública y diplomacia

La salud pública es el conjunto de actividades organizadas por las Administraciones públicas, con la
participación de la sociedad, para prevenir la enfermedad así como para proteger, promover y
recuperar la salud de las personas, tanto en el ámbito individual como en el colectivo y mediante
acciones sanitarias, sectoriales y transversales.

Funciones

Las funciones esenciales de la salud pública son:

 Diagnóstico, evaluación, análisis y seguimiento de la situación de salud.


 Vigilancia de la salud pública, investigación,control de riesgos y daños en salud pública.
 Promoción de la salud.
 Participación de los ciudadanos en la salud.
 Desarrollo de políticas y capacidad institucional de planificación, y gestión en materia de
salud pública.
 Fortalecimiento de la capacidad institucional de regulación, y fiscalización en materia de
salud pública.
 Evaluación y promoción del acceso equitativo a los servicios de salud necesarios.
 Desarrollo de recursos humanos y capacitación en salud pública.
 Garantía y mejoramiento de la calidad de los servicios de salud individuales y colectivos.
 Investigación en salud pública.
 Reducción del impacto de las emergencias y desastres en la salud.

Organismos, entidades e instituciones

La OMS, instituto internacional centralizado a emprender y desarrollar esfuerzos a nivel mundial


sobre salud pública, y quien tiene una mayor organización e infraestructura para la demanda
creciente de investigaciones en epidemiología, y otras ciencias de carácter médico que son
mediadores específicos para el buen ejercicio de la salud pública.

La FAO, organismo internacional que conduce las actividades internacionales encaminadas a


erradicar el hambre. Brinda sus servicios a países desarrollados, como a países en transición a
modernizar y mejorar sus actividades agrícolas, forestales y pesqueras, con el fin de asegurar una
buena nutrición para todos.

La UNICEF, o Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, las áreas de acción de UNICEF incluyen el
desarrollo de la niñez, de la adolescencia, y la participación en los patrones de vida basándose en
la educación. Se centra en atender problemas de salud pública principalmente en zonas de
extrema pobreza, en África y otras latitudes del mundo. Está enfocada principalmente en 5
prioridades:

Supervivencia y desarrollo de la infancia.


Educación básica e igualdad de género (incluyendo la educación a las niñas).

Protección a niños contra la violencia, explotación y abuso.

El SIDA y los niños.

Políticas de vigilancia de los derechos de los niños.

La ONU, asociación de gobiernos global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho
internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos
humanitarios y los derechos humanos.

DIPLOMACIA

La diplomacia es una profesión cuyo objetivo es representar y velar por los intereses de un Estado
y de su nación en relación a otro Estado u organismo internacional.1

El concepto agrupa distintas acepciones de acuerdo con el mayor o menor grado de inclusión de
objetivos y prácticas que a través de ella se desarrollan. La práctica diplomática se remonta hasta
la Grecia clásica, dándose su evolución paulatinamente de acuerdo con el proporcional
incremento de las relaciones internacionales, proceso que se intensifica en nuestros días. La
importancia de la práctica diplomática radica en la versatilidad de las funciones desempeñadas por
la figura de los embajadores residentes, cuyas funciones giran en torno a la generación de
información fidedigna, la minimización de las fricciones potenciales y el fomento de las relaciones
amistosas entre los Estados soberanos.

La práctica diplomática contemporánea se puede distinguir en cuatro formas: la diplomacia


bilateral, la diplomacia ad hoc, la diplomacia directa y aquella llamada multilateral.

Etimología y evolución histórica del término diplomacia

La palabra diplomacia proviene del francés diplomatie, que a su vez derivan del latín diploma y
este del griego διπλομα (diploma). El término διπλομα se compone del vocablo δίπλο (diplo), que
significa doblado en dos, y del sufijo μα (ma), que hace referencia a un objeto.2

Un diploma era un documento oficial, “una carta de recomendación o que otorgaba una licencia o
privilegio”,3 remitida por la autoridad suprema de una entidad política soberana a las autoridades
de otra, para informarles que el poseedor desempeñaba funciones de representación oficial y para
solicitarles ciertos privilegios para el funcionario en la jurisdicción del destinatario. Dicho
documento se caracterizaba por estar doblado ,4 y en algunas ocasiones cosido5 en razón de que
el contenido era una comunicación privada entre el remitente y el destinatario. El documento se
entregaba doblado, y contenía una recomendación oficial –con ciertos poderes– para aquellos
funcionarios que se dirigían a otro país o provincia de un Imperio. El portador del ‘pliego’ o
diploma era ipso facto un diplomático.6
En su proceso evolutivo, al pasar por el latín, la palabra diploma fue adquiriendo distintos
significados, entre los que se pueden destacar, “carta doblada en dos partes”, “documento
emitido por un magistrado, asegurando al poseedor algún favor o privilegio”, y “carta de
recomendación emitida por el Estado, otorgada a personas que viajaban a las provincias”.7

Siglos más tarde, en su tránsito por el francés y el inglés, el término diplomacia amplió su alcance a
otras actividades que guardaban relación con el manejo de documentos oficiales entre soberanos.
En Francia, la diplomatie hacía referencia «a todos los documentos solemnes emitidos por las
cancillerías, especialmente aquellos que contenían acuerdos entre soberanos».2 El término inglés
«diplomatics» se utilizó específicamente en lo relativo a la ciencia de la autenticación de
documentos antiguos y a la conservación de archivos. El «oficio de tratar con archivos y diplomas»
fue conocido entre los gobiernos europeos como res diplomatica o asuntos diplomáticos, un
elemento que según Harold Nicolson, «es aún vital para el funcionamiento de cualquier servicio
exterior eficiente».8

Hacia finales del siglo XVIII, comenzaron a utilizarse los vocablos diplomatie, en Francia, y
diplomacy,9 diplomat y diplomatist, en el Reino Unido, en referencia al “manejo de las relaciones y
negociaciones entre naciones a través de oficiales del gobierno”.10 Desde entonces, en palabras
de algunos autores, un diplomático es “una persona autorizada a negociar en nombre de un
Estado”.2

Metafísica y metafisica

La metafísica (del latín metaphysica, y este del griego μετὰ [τὰ] φυσικά, «más allá de [la]
naturaleza»)1 es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza, estructura, componentes y
principios fundamentales de la realidad.234 Esto incluye la clarificación e investigación de algunas
de las nociones fundamentales con las que entendemos el mundo, como entidad, ser, existencia,
objeto, propiedad, relación, causalidad, tiempo y espacio.

Antes del advenimiento de la ciencia moderna, muchos de los problemas que hoy pertenecen a las
ciencias naturales eran estudiados por la metafísica bajo el título de filosofía natural.56 Hoy la
metafísica estudia aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación empírica. Según
Immanuel Kant, las afirmaciones metafísicas son juicios sintéticos a priori, que por principio
escapan a toda experiencia sensible.7

Aristóteles designó la metafísica como «primera filosofía».8 En la química se asume la existencia


de la materia y en la biología la existencia de la vida, pero ninguna de las dos ciencias define la
materia o la vida; solo la metafísica suministra estas definiciones básicas.9

La ontología es la parte de la metafísica que se ocupa de investigar qué entidades existen y cuáles
no, más allá de las apariencias.1011 La metafísica tiene dos temas principales: el primero es la
ontología, que en palabras de Aristóteles es la ciencia que estudia al ser en cuanto tal. El segundo
es la teleología, que estudia los fines como causa última de la realidad. Existe, sin embargo, un
debate que sigue aún hoy sobre la definición del objeto de estudio de la metafísica, y sobre si sus
enunciados tienen propiedades cognitivas.

A lo largo de los siglos, muchos filósofos han sostenido de alguna manera u otra, que la metafísica
es imposible.12 Esta tesis tiene una versión fuerte y una versión débil.12 La versión fuerte es que
todas las afirmaciones metafísicas carecen de sentido o significado.12 Esto depende por supuesto
de una teoría del significado.12 Ludwig Wittgenstein y los positivistas lógicos fueron defensores
explícitos de esta posición. Por otra parte, la versión débil es que si bien las afirmaciones
metafísicas poseen significado, es imposible saber cuáles son verdaderas y cuáles falsas, pues esto
va más allá de las capacidades cognitivas del hombre.12 Esta posición es la que sostuvieron, por
ejemplo, David Hume e Immanuel Kant. Por otra parte, algunos filósofos han sostenido que el ser
humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica. Kant la calificó de «necesidad
inevitable», y Arthur Schopenhauer incluso definió al ser humano como «animal metafísico».

Ontología

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

La ontología (del griego antiguo ὄν —genitivo ὄντος—, 'ente'; y λόγος 'ciencia, estudio, teoría') o
metafísica general es la rama de la filosofía que estudia lo que hay, así como las relaciones entre
los entes (por ejemplo, la relación entre un universal —como el rojo— y un particular que lo
"tiene" —como esta manzana) o la relación entre un acto (como el que Sócrates bebiera la cicuta)
y sus participantes (Sócrates y la cicuta).1

Algunas preguntas ontológicas son: ¿qué es la materia? ¿Qué es un proceso? ¿Qué es el espacio-
tiempo? ¿Hay propiedades emergentes? ¿Se ajustan todos los eventos a alguna(s) ley(es)? ¿Hay
especies naturales? ¿Qué hace real a un objeto? ¿Hay causas finales? ¿Es real el azar?2 Muchas
preguntas tradicionales de la filosofía se pueden entender como preguntas ontológicas:1 ¿Dios
existe? ¿Existen entidades mentales, como ideas y pensamientos? ¿Existen entidades abstractas,
como los números? ¿Existen los universales?

Noción clásica de sustancia

Una forma común de identificar esta “sustancia” es mediante sus propiedades físicas; así una
definición común de la materia es “todo aquello que tiene masa y ocupa un volumen”.3Sin
embargo, esta definición tiene que ser revisada a la luz de la mecánica cuántica, donde el
concepto "tener masa ", y “ocupar espacio" no está tan bien definido como en la vida diaria. Un
punto de vista más amplio es que los cuerpos están formados de varias sustancias, y las
propiedades de la materia (entre ellas, la masa y el volumen) están determinadas no sólo por las
sustancias mismas, sino por como interactúan entre ellos. En otras palabras, la materia está
formada por la interacción de unos "componentes básicos",45 es la llamada teoría atómica de la
materia.6

El concepto de materia ha sido refinado muchas veces a lo largo de la historia, sobre la base de la
mejora del conocimiento acerca de cuáles son los componentes básicos de la materia, y como
interactúan entre ellos. Por ejemplo, a principios del siglo XVIII, Isaac Newton consideraba la
materia como " sólida, con masa, dura, impenetrable, y con partículas móviles ", que eran "incluso
tan duras que nunca podrían romperse en pedazos".7

Las propiedades "primarias" de la materia estaban de acuerdo con la descripción matemática, a


diferencia de las cualidades "secundarias" como el color o el gusto.7 En el siglo XIX, tras el
desarrollo de la tabla periódica, y la teoría atómica, los átomos fueron vistos como uno de los
componentes fundamentales de la materia; a su vez, los átomos forman moléculas y
compuestos.8

Más allá de los átomos

A finales del siglo XIX con el descubrimiento del electrón, y comienzos del siglo XX, con el
descubrimiento del núcleo atómico y el nacimiento de la física de partículas, la materia se
entendió como formada por electrones, protones y neutrones, interactuando entre ellos para
formar los átomos. Hoy en día, conocemos que incluso los protones y neutrones no son
indivisibles, pudiendo ser divididos en quarks, mientras que los electrones son parte de una familia
de partículas llamadas leptones. Tanto los quarks como los leptones son partículas elementales y
actualmente son tomados como los componentes fundamentales de la materia. 9

Estos quarks y leptones interactúan mediante cuatro interacciones fundamentales: gravedad,


electromagnetismo, interacciones débiles, e interacciones fuertes. El Modelo estándar es
actualmente la mejor explicación de toda la física, pero a pesar de las décadas de esfuerzos, la
gravedad aún no puede ser considerada en el nivel cuántico; sólo es descrito por la física clásica
(véase gravedad cuántica y gravitón). 10Las interacciones entre quarks y leptones son el resultado
de un intercambio de partículas que transportan fuerza (como fotones) entre los quarks y los
leptones. 11Las partículas que transportan fuerza no son componentes básicos de la materia. En
consecuencia, masa y energía no siempre pueden relacionarse a materia. Por ejemplo, los
portadores de la fuerza eléctrica (fotones) poseen la energía (según la constante de Planck) y los
portadores de la fuerza débil (los bosones W y Z) son masivos, pero ninguno es considerado
tampoco como materia. 12Sin embargo, aunque estas partículas no son consideradas como
materia, contribuyen realmente a la masa total de los átomos o de las partículas subatómicas. 13
14
La materia se dice comúnmente que existe en cuatro estados (o fases): sólido, líquido, gas y
plasma. Sin embargo, los avances en la técnica experimental han comprendido otras fases, antes
sólo teóricas, como el condensado de Bose-Einstein y los condensados fermiónicos. Un punto de
vista de partícula elemental acerca de la materia también conduce a nuevas fases de la materia,
como el plasma de quarks-gluones .15En física y en química, la materia exhibe tanto propiedades
ondulatorias como corpusculares, es la llamada dualidad onda-partícula 1617.18

Cosmología

En el ámbito de la cosmología, extensiones del término “materia” son invocadas para incluir a la
materia oscura y la energía oscura, conceptos introducidos para explicar algunos fenómenos
aislados del universo observable, como las curva de rotación galáctica. Estas formas exóticas
materia no se refieren a la materia como "componentes básicos", sino más bien a las formas
actualmente poco entendidas de masa y energía .1

MOLECULA

En química, una molécula (del nuevo latín molecula, que es un diminutivo de la palabra moles,
'masa') es un grupo eléctricamente neutro y suficientemente estable de al menos dos átomos en
una configuración definida, unidos por enlaces químicos fuertes (covalentes o enlace iónico).1234
56

En este estricto sentido, las moléculas se diferencian de los iones poliatómicos. En la química
orgánica y la bioquímica, el término "molécula" se utiliza de manera menos estricta y se aplica
también a los compuestos orgánicos (moléculas orgánicas) y en las biomoléculas.

Antes, se definía la molécula de forma menos general y precisa, como la más pequeña parte de
una sustancia que podía tener existencia independiente y estable conservando aún sus
propiedades fisicoquímicas. De acuerdo con esta definición, podían existir moléculas
monoatómicas. En la teoría cinética de los gases, el término molécula se aplica a cualquier
partícula gaseosa con independencia de su composición. De acuerdo con esta definición, los
átomos de un gas noble se considerarían moléculas aunque se componen de átomos no
enlazados.7

Una molécula puede consistir en varios átomos de un único elemento químico, como en el caso
del oxígeno diatómico (O2),8 o de diferentes elementos, como en el caso del agua (H2O).9Los
átomos y complejos unidos por enlaces no covalentes como los enlaces de hidrógeno o los enlaces
iónicos no se suelen considerar como moléculas individuales.
Las moléculas como componentes de la materia son comunes en las sustancias orgánicas (y por
tanto en la bioquímica). También conforman la mayor parte de los océanos y de la atmósfera. Sin
embargo, un gran número de sustancias sólidas familiares, que incluyen la mayor parte de los
minerales que componen la corteza, el manto y el núcleo de la Tierra, contienen muchos enlaces
químicos, pero no están formados por moléculas. Además, ninguna molécula típica puede ser
definida en los cristales iónicos (sales) o en cristales covalentes, aunque estén compuestos por
celdas unitarias que se repiten, ya sea en un plano (como en el grafito) o en tres dimensiones
(como en el diamante o el cloruro de sodio). Este sistema de repetir una estructura unitaria varias
veces también es válida para la mayoría de las fases condensadas de la materia con enlaces
metálicos, lo que significa que los metales sólidos tampoco están compuestos por moléculas. En el
vidrio (sólidos que presentan un estado vítreo desordenado), los átomos también pueden estar
unidos por enlaces químicos sin que se pueda identificar ningún tipo de molécula, pero tampoco
existe la regularidad de la repetición de unidades que caracteriza a los cristales.

Casi toda la química orgánica y buena parte de la química inorgánica se ocupan de la síntesis y
reactividad de moléculas y compuestos moleculares. La química física y, especialmente, la química
cuántica también estudian, cuantitativamente, en su caso, las propiedades y reactividad de las
moléculas. La bioquímica está íntimamente relacionada con la biología molecular, ya que ambas
estudian a los seres vivos a nivel molecular. El estudio de las interacciones específicas entre
moléculas, incluyendo el reconocimiento molecular es el campo de estudio de la química
supramolecular. Estas fuerzas explican las propiedades físicas como la solubilidad o el punto de
ebullición de un compuesto molecular.

Las moléculas rara vez se encuentran sin interacción entre ellas, salvo en gases enrarecidos y en
los gases nobles. Así, pueden encontrarse en redes cristalinas, como el caso de las moléculas de
H2O en el hielo o con interacciones intensas pero que cambian rápidamente de direccionalidad,
como en el agua líquida. En orden creciente de intensidad, las fuerzas intermoleculares más
relevantes son: las fuerzas de Van der Waals y los puentes de hidrógeno. La dinámica molecular es
un método de simulación por computadora que utiliza estas fuerzas para tratar de explicar las
propiedades de las moléculas.

Bioquímica
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Representación esquemática de la molécula de ADN, la molécula portadora de la información genética.

La bioquímica es una rama de la ciencia que estudia la composición química de


los seres vivos, especialmente las proteínas, carbohidratos, lípidos y ácidos
nucleicos, además de otras pequeñas moléculas presentes en las células y las
reacciones químicas que sufren estos compuestos ( metabolismo) que les
permiten obtener energía (catabolismo) y generar biomoléculas propias
(anabolismo). La bioquímica se basa en el concepto de que todo ser vivo
contiene carbono y en general las moléculas biológicas están compuestas
principalmente de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre.
Es la ciencia que estudia la base química de las moléculas que componen algunas
células y los tejidos, que catalizan las reacciones químicas del metabolismo celular
como la digestión, la fotosíntesis y la inmunidad, entre otras muchas cosas.
Podemos entender la bioquímica como una disciplina científica integradora que
aborda el estudio de las biomas y biosistemas. Integra de esta forma las leyes
químico-físicas y la evolución biológica que afectan a los biosistemas y a sus
componentes. Lo hace desde un punto de vista molecular y trata de entender y
aplicar su conocimiento a amplios sectores de la medicina (terapia genética
y biomedicina), la agroalimentación, la farmacología.
Constituye un pilar fundamental de la biotecnología, y se ha consolidado como una
disciplina esencial para abordar los grandes problemas y enfermedades actuales y
del futuro, tales como el cambio climático, la escasez de recursos agroalimentarios
ante el aumento de población mundial, el agotamiento de las reservas de
combustibles fósiles, la aparición de nuevas alergias, el aumento del cáncer,
las enfermedades genéticas, la obesidad, etc.
La bioquímica es una ciencia experimental y por ello recurrirá al uso de numerosas
técnicas instrumentales propias y de otros campos, pero la base de su desarrollo
parte del hecho de que lo que ocurre en vivo a nivel subcelular se mantiene o se
conserva tras el fraccionamiento subcelular, y a partir de ahí, podemos estudiarlo.

S-ar putea să vă placă și