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~.v. Ediciones Nueva Visión
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Primera edición: abril de 1971
Segunda edición: octubre de 1974
1'ercera edíción: marzo de 1976
Cuarta edición: junío de 1977
A mis maestros
A mis alumnos
Con gratitud
© 197, por .Ediciones Nueva Visión S. A. I. C.
Tucumân 3748, Buenos Aires, Rep. Argentina
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
lmpreso en .Ia Argentina/ Printed in Argentina
Prohibida su reproducción parcial o total
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PALABRASINICIALES
A propósito dei título dei libro
Cami11ante sou 111s huel/as
el camino y nada más.
Caminante 110 lray caminos
se /iace cami110 ai andar.
A. Machado
Es casi imposible que cl autor de un libro se resista a la tentación
de escribir un prólogo en el que intente explicitar sus inten-
ciones, resumir sus ideas y, de modo manifiesto o latente, de-
fenderse de posibles críticas. Lo lamentable es que los prólogos,
cn el caso de que alguien los lea, no son comprendidos hasta
que concluye la lectura dei Iibro y cl lector posee ya una sólida
imagen (inmodificable) acerca del contenido dei texto, las in-
tcnciones del autor y sus ideas principales.
Me rcsigrío a que así sea.
Pero, a pesar de lo dicho, quíero formular algunas acota-
ciones que pcrmitan entender el título de este libro. Sirvan estas
palabras entonces como un glosario básico que a fuer de capri-
choso ubico ai principio y no ai final.
,:Oué es orientación vocacional?
Es un campo de actividad de los científicos sociales. Como
tal abarca una serie de dimensiones o ejes que van desde el
asesoramiento en la elaboración de planes de estudio hasta la
selección de becarios cuando el criterio selectivo es la vocación.
Constituye por lo tanto un amplio orden de tareas que incluyen
lo pedagógico y lo psicológico en el nivel dei diagnóstico, la
investigación, la prevención y resolución de la problemática vo-
cacional. De acuerdo con este planteo, las tareas que tienden a
prevenir y/ o resolver los factores implicados en lo que se puede
llamar "proceso de orientación ante la situación de elección",
rio son de incumbencia exclusiva dei psicólogo sino, en muchos
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casos, tareas de un equipo en cl que el pedagogo, el sociólogo. a) MODALIDAD ACTUARIAL
el profesor sccundario, etcétera, están llamados a cumplir un im-
portante papel. Para los psicólogos que se colocan en esta posición, el joven que
Sin embargo existe una dimensión de la tarea cn Ia que el debe elegir una carrera o un trabajo puede ser asistido por
campo es privativo dei psicólogo: cl dei diagnóstico y la reso- un psicólogo si éste, una vez conocidas las aptitudes e intcre-
lución de los problemas que los indivíduos tienen en relación con ses del consultante, puede encontrar entre Ias oportunidades
su futuro como estudiantes y productores cn el sistema econó- existentes, aquellas que más se ajusten a las posibilidades y gus-
mico de la sociedad a la que pertenecen. tos del futuro profesional. El test es el instrumento fundamental
para conocer estas aptitudes e intereses: parece describir con
La orientación vocacional constituye uno de los campos de
rigor las cualidades personales del interesado y una vez hecho
trabajo preferidos por los psicólogos argentinos. Su práctica,
csto basta formular un consejo que resuma lo que al joven
que responde a una imperiosa necesidad actual, requiere no
! "le convienc hacer". Esta modalidad entronca con la psicotéc-
sólo la explicitaçión de técnicas y recursos para un análisis
nica norteamericana y Ia psicología diferencial de principios
exhaustivo de los mismos, sino también la formulación de es-
de siglo. Influída por ulteriores desarrollos de la psicometría,
11 quemas conceptuales pertinentes a su temática específica.
recibe los aportes de autores factorialistas, perfeccionando sus
En este libro entendemos por orientación vocacional las técnicas en cuanto a validez y confiabilidad. Sus descripciones
1 tareas que .realizan los psicólogos especializados cuyos destina- cuantitativas son cada vez más rigurosas. (0, por lo menos, pue-
tarios son las personas que enfrentan en determinado momento den llegar a serio.)
111 de su vida -por lo general el pasaje de un ciclo educativo a
otro- la posibilidad y necesidad de ejecutar decisiones. Esto b) MODALIDAD CLÍNICA
hace de la elección un momento crítico de cambio en la vida
de los indivíduos. De cómo las personas enfrenten y elaboren esc Para los psic9logos ubicados en esta otra posición la elección
1 ! cambio dependerá el desarrollo ulterior, ubicable en algún punto de una carrera y un trabajo puede ser asistida si el joven pue-
dei continuum que va de la salud a la cnfermedad (como quiera de llegar a tomar en sus manos la situación que enfrenta y,
que ellas sean concebidas). al comprenderla, llegar a una decisión personal responsable. La
Me referiré exclusivamente a Ia tarea de oricntación vo- entrevista es para estos psicólogos el principal instrumento, ya
cacional con adolescentes, no sólo porque en tal ámbito se de- que en ella se · condensan los tres momentos dei acontecer clí-
sarrolla mi trabajo sino porque creo que precisamente en la nico (que describiremos más adelante). El psicólogo se abstiene
adolescencia emergen las dificultades (y soluciones) de índole de adoptar un rol directivo, no porque desconozca las posibilida-
vocacional. Específicamente, entre los quince y diecinueve anos des de un "buen ajuste", sino porque considera que ninguna
aproximadamente se delinean con más claridad los conflictos adaptación a la situación de aprendizaje o trabajo es buena si
relativos al acceso al mundo adulto en términos ocupacionales. no supone una decisión autónoma. Esta modalidad se halla más
Por orientación vocacional se entienden en nuestro medio vinculada con las técnicas no-directivas auspiciadas por Rogers
distintas actividades que respondeu a marcos de referencia, orien- en EE. UU. En nuestro país estuvo especialmente influída por
11 los aportes psicoanalíticos (fundamentalmente la Escuela Inglesa
taciones teóricas, concepciones filosóficas y científicas y técni-
cas de trabajo diversas, aun cuando no siempre las diferencias Y la Psicologia dei Yo) . Al parecer nuestro país ha sido pionero
d sean bastante explicitas. en cierto sentido; en EE. UU., recién en 1961, el Journal of Coun-
He resumido -tal vez capciosamente- las diferencias en seling Psychology comenzó a publicar trabajos con encuadre psi-
dos tipos extremos a los que llamaré modalidad actuarial y mo- coanalítico. En Ia Argentina, en cambio, desde la fundación dei
dalidad clínica: Departamento de Orientación Vocacional de la UNBA hubo psi-
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,! -! ) Las carn::rns no cambian. ta rea- -!) La realidad sociocultural cambia
...-ólogos intcrcsados cn abordar los problemas de orientación vo-
Jidad sociocultural tampoco. Por inccsantemente. Surgcn nuevas
cacional desde una perspectiva que Bleger (3) ha denominado psi- eso se puede predecir, conociendo carreras, especializaciones y cam-
coanálisis clínico. 1,a situaeión actual, el desempeno pos de trabajo continuamente.
Ambas modalidades tienen en nuestro país partidarios y crí- futuro de quien hoy se ajuste por Conoccr la situación actual es
t iws, y cn este trabajo no es mi propósito fundamentar por qué
sus aptitudes a lo que hoy es de- importante. Lo es más anticipar
creo que sólo la modalidad clínica es orientación vocacional.
O sea pasar de "cuánto puntaje tiene y qué elige", a "quién De Claparedc: "El interés cs cl sintoma de una nccesidad". "Es un i11~-
cs y cómo elige". Tan sólo a modo de resumen quisiera expli- 1into, una necesidad que tiende a satisfacerse".
dtar algunos supuestos subyacentes a cada modalidad. Para ello De Baumgarten: "EI interés cs un caso particular de la inclinación".
rcmito ai lector ai siguientc cuadro: (Maili habla indistintamente de intcreses e inclinacioncs, y de éstas
expresa que "Sólo son necesidades en cl más amplio sentido de la palabra'".
Modulidad actuariul Modalidud clínica Dependcn dei conjunto de la estructura psicofísica dei individuo'".
Buhlcr reconocc la dificultad de definir el término y habla de "una
1) EI adolescente, dado el monto y 1) El adolescente puede llegar a una complicada estructura de intcnciones".
1 11 tipo de conflicto que enfrenta, no decisión si logra elaborar los con- Romier habla de "intereses profesionalcs", diferenciándolos de los "gus-
está en condiciones de llegar a flictos y ansiedades que experi- 1os". Pero entre "interés y gosto" no establece, según Super, diferencias.
una decisión por sí mismo. menta frente a su futuro.
EI diccionario de Littré habla de "cualidad de cicrtas cosas que las hace
2) Cada carrera y profesión requic- 2) Las carreras y profesiones requie- propias para cautivar la atención, para llegar ai espíritu",
ren aptiludcs específicas. Estas ren potencialidades que no son
talande, en su Vocabu/ario de Filosofía, habla de "Lo que realmente
son: específicas. Por lo tanto, éstas no
pueden definirse 4 priori ni, mu- importa a un agente determinado, lo que lc es ventajoso, lo sepa él o no", y
a) definiblcs a priori
b) mensurables cho menos, ser medidas. dei "carácter de lo que provoca en un espiritu determinado un estm.lo de
e) más o menos estables a lo Estas potencialidades no son está- actividad menta! fácil y agradable, una atención agradable".
largo de la vida. ticas sino que se modifican en el Según Piéron "es una correspondencia entre ciertos objetos y las tcn-
transcurso de la vida, incluyendo, dencias propias de un sujeto interesado en esos objetos que, por esa causa,
por supuesto, la vida de estu- atracn su atención y orientan sus actividades".
diante y de profesional. Para English y English '.'es una actitud de atención, cs una tendencia
1) EI goce en cl estudio y en la 3) El goce en el estudio y en la a ocuparse de alguna cosa simplemente por e1 placcr que con cllo se cn-
1
! profesión depende dei interés que profesión depende dei tipo de rnentra, es, en fin, la actividad o el objeto por el cual uno se interesa".
se lenga por ellos. EI interés es vínculo que se establece con ellos. Burloud: " ... centro donde convergen las tendencias múltiples", "de-
específico, mensurable y descono- El vínculo depende de la perso- ~co ... tema de investigación ... idea, fuerza".
cido por' e1 sujeto. nalidad que no es un a priori si- Strong, creador de la primem prucba para la mcdición de los intereses,
no que se define en la acción (in- habla de "tendencias a ocuparse de ciertos objetos y a oricnlarsc hacia
cluyendo por supuesto la acción cicrtas actividadcs".
de estudiar y trabajar en deter- Super se propone echar claridad sobre este asunto y propone "defini-
minada disciplina) . ciones operacionales". Habla de intereses expresados, manifiestos, revelados
El interés no es desconocido para por medio de tests e inventariados. La descripción de las técnicas de aná-
el sujeto, aunque posiblemente lo lisis de los intereses no arroja demasiada luz sobre lo que sea un interés.
sean los motivos que determina- Dice textualmente: "En este momento nos encontramos con respccto a los
ron ese interés ,específico 1. intereses en el punto en que nos hallábamos con respecto a la inteligencia
cn 1930, cuando la inteligencia era, a decir verdad, lo que medían el test
1 de Binet y el test Alfa". Me pregunto sobre el valor de un concepto expli-
Defino interés como: "La disponibilidad a ser motivado por un área de la
rcalidad de un modo discriminativo en relación con otras". Existe una enorme cativo, o por lo menos descriptivo, tan ambiguo. ;.No habrá llcgado el mo-
confusión respecto de lo que son los intereses. Super(18) por ejemplo, reseiía mento de renunciar definitivamente al concepto de interés, reemplazándolo
!as siguientes acepciones: por "construceiones", realmente operativas y no sólo operacionales?
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términada carrern y profesión. Si la situación futura 2 • Nadie pue- así como un capítulo de csa disciplina, como lo son la psicologí.1
el joven tiene las aptitudes sufi- de predecir e! éxito a menos que evolutiva, la psicología animal o la psicobiología.
cientes, no tendrá que enfrentar por tal se entienda la posibilidad Para otros, en cambio, la psicología clínica está caracterizada
obstáculos. Tendrá una carrcra de superar . obstáculos con ma- como campo de trabajo dei psicólogo, definiéndose en fui1ción
cxitosa. durez. de un tipo de problemas (como el de los enfermos intcrnado:-
5) EI psicólogo debe desempenar un 5) El adolescente debe desempenar en una clínica general o psjquiátrica).
1 1,1 rol activo aconsejando ai jovcn. un rol activo. La tarea dei psi-
1 No hacerlo le incrementa injusta- cólogo es esclarecer e informar. En otros casos Ia psicología clínica se halla identificada con
mente su ansiedad y ésta debe La ansiedad no debe ser aplaca- un lugar de lrabajo: las clínicas, o con una tarea que los psicó-
i 1 ser aplacada. da sino resuclta y esto sólo si el logos realizan allí, ya sea el diagnóstico_ psicológico o la psicote-
i adolescente elabora los conflic-
tos que la originan.
rapia.
En algynos casos el término clínica es considerado sinónimo
de terapéuiica. Finalmente, el término clinica se usa por opo-
Como puede verse, los supuestos esbozados rápidamente sición a experimental enfatizándose las diferencias -falsas a mi
implican inevitablemente posiciones no sólo psicológicas sino .iuicio- en cuanto a la intención: la psicología clínica intenta
también filosóficas, antropológicas, sociológicas y aun ideológicas. comprender conductas en tanto la psicologia experimental buss
He definido -en el marco de la segunda modalidad- la ca explicarias; o ai enfoque: totalista o gestáltico en el primer
orientación vocacional como: caso y atomista o reduccionista en el segundo.
"Colaboraciún no dircctiva con el consultante que ticnde a restituirle una A mi juicio todas estas caractcrizaciones pueden inducir a
identidad y/o promover cl establccimiento de una imagen no conflictiva de crror. La psicología clínica no es una rama (por aludir este
su identidad profcsional."
término más bien a un critcrio descriptivo en cuanto ai desarrollo
Así definido el campo de la orientación vocacional (clíni- de una ciencia., que a una sistemalización racional de la misma) .
ca) va de suyo que quien se desempene en él ha de ser un ni un campo de trabaio específico, el de la enfermedad (pues
profesional psicólogo debidamente entrenado en e1 empleo de como veremos la psicología clínica tiene que ver con cualquier
la estrategia clínica. Ha de ser un psicólogo clínico. campo de trabajo), ni un lugar de trabajo (pues la tarea de los
La "estrategia" alude ai conjunto de operaciones· mediante psicólogos clínicos excede los límites de las instituciones asis-
11:11 las cuales el psicólogo tiene acceso a la comprensión de la conducta tenciales), ni una tarea (como el diagnóstico o la terapia psico-
dei otro y facilita a éste el acceso a su propia comprensión. lógicas -aunque Ias abarque-), ni un método (puesto que, tal
Dado' el carácter polisémico dei término "clínica" se requie- como la psicología experimental, se ciiie a los requisitos de un .
rcn explicaciones adicionales. método, el científico o hipotético deductivo), ni una intención
o enfoque que la oponga a la experimental, puesto que la intcn-
;,Qué es la estrategia clínica? ción y el .enfoque dependen más dei sistema psicológico que e!
psicólogo use para definir su marco de referencia y encuadre,
Por psicologia clínica se entienden diversas cosas. Para unos que dei carácter experimental o· clínico que le asigna a su que-
la psicologia clínica constituye una rama de Ia psicologia, algo hacer.
2 En este sentido tenemos un serio déficit. Pocos son los estudios destina-
Para mí ]a psicología clínica se caracteriza por una estralegia
dos a trazar un panorama más o menos claro y objetivo sobre Ias necesi- de abordaje ai objeto de estudio, que cs la conducta de los
dades de profesionales en el país para un futuro mediato e inmediato. Por seres humanos. Posiblemente este punto de vista no sea com-
otra parte, diagnosticar y pronosticar necesidades no equivale a poder pre- partido por muchos autores. Sin embargo, estoy casi seguro de
decir quê demanda ocupacional existirá en un plazo ni siquiera mínimo que así lo entiende un grupo importante de psicólogos argen-
(5, 6 aiios), que es el que tardará el que elige en concluir sus estudios.
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tinos. Para nosotros habfar <le "estrategia" implica subrayar cl Jecir, conforma un nuevo campo dei cual, a la vez que forma
1 tipo <le "mirac.Ja" y de "operación" sobre las conductas humanas parte, se distancia, efectuando lo que se ha llamado una ''diso-
1 I por encima de lo que se mire o lo que se opere. Esta cstrateghi ciación instrumental": es objeto que participa de la situación y
puede cmplcarsc para estudiar cualquier tipo de conducta (sana por endc la condiciona y, ai mismo ticmpo, sujeto que se auto-
o enferma), en cualquicr ámbito de trabajo (psicosocial, socio-- observa a fin de discriminar cómo y cuánto condiciona su pre-
<linúmico, institucional o comunitario), dentro de cualquier cam- sencia la situación que estudia.
po de trabajo (familiar, penal, educacional, recreativo, laboral, El carácter racional. !,:icntífico y autoconscicnte de la eslra-
etc.) y según la finalidad de quien emplec esta estrategia respecto tcgia clínica que hemos descripto no permite, con todo, diferen-
<le una situación humana, cualquicra sca su modificación, su com- ciaria de la estrategia experimental, si bien ataca la opinión que
pre11sió11-y explicación, o bien la preve11ción de dificultades. considera a la psicología clínica como un quehacer irreflexivo,
El término cstrategia reconoce su parentesco con un tér- intuitivo, artístico e irracional, basado más en bucnas "corazo-
mino de origen militar referido a las acciones planificadas o pre- nadas" que en rigorosos criterios metodológicos.
11 vistas tendientcs a actuar sobre una situación con el fin de modi- Dos son, primordialmente, las diferencias con la estrategia
' ficaria scgún determinados propósitos. En tal sentido toda cstra-
li experimental. La primera está ligada a la rclación entre reflc-
tegia tiene un carácter intencional consciente, o sea que quien la xión y acción o teoría y práctica.
[1 emplea sabe por qué y para qué la cmplea.
Picnso que entre conocimiento y acción nunca hay divor-
En virtu<l de lo cxpuesto, los momentos que configuran una cio, como no lo hay (no debcría habcrlo) entre el conocimicnto
11
1 cslratcgia rcsponden a criterios racionales que surgen dei marco teórico y el quehacer práctico de un científico, si bien pucden
de referenda del usuario. Este marco de referencia está consti- sefialarsc dos momentos: uno predominantemente abstracto y otro
tuído tanto sobre la base de las teorías y sistemas con los que está predominanteme11te concreto.
1
de acucrdo cl psicólogo, como sobre Ja de sus experiencias, sis-
Toda verdad -como afirma Blcger ( '.i)- ha de ser una
temas de valores, idcología y estilo personal, que han de ser
vcrdad asumida. f.s decir que la "vcrdadcra" vcrdad es aqudla
conscientes y explícitos. Esto hace descartar la opinión de que
que integra el conocer y e! hacer. Lewin dijo alguna vez: "Na-
la psicología clínica cs intuitiva (aun cuando las "intuiciones"
1 da hay más práctico que una bucna tcoría", enfatizando así la
pucdan ser un punto de partida para Ia comprensión ulterior de
1· una situación). finalidad activa de toda reflexión teórica, por más abstracta que
parezca en un momento dado. Y ya que estamos examinando la
Si bien c1 manejo de una cstrategia clínica guarda en parte
cstrategia clínica podríamos afirmar, parafraseándolo, que "nin-
relación con cl "estilo" personal dei psicólogo y tiene por eso
un carácter artesanal, es fundamentalmente una actividad científi- gún quchaccr práctico es efcctivo si no se apoya cn sólidos postu-
ca pues se basa sobre ciertas hipótesis o predicciones que han lados teóricos".
de verificarse cifiéndose ai imperativo dei "control" que ca- En la estratcgia experimental la aplicación práctica de los
ili racteriza ai método científico. Además 1a estrategia es una mi- dcscubrimientos verificados se halla diferido: se pone -pero sólo
'11
rada y operación autoconsciente sobre la situación humana. aparentemente- énfasis en la elaboración de buenas teorías aun
:11 El psicólogo tiene cn cuenta, por cjemplo, que su rol de cuando no se perciban sus efectos prácticos inmediatos. Pen-
observador modifica, aun por su sola presencia, cl camp" de samiento y acción se hallan transitoriamente separados. Esto no
observación; es, por lo tanto, un observador participante y cons- oéurre en la estrategia clínica. En ella reflexión y acción se en-
ciente de esa participación en el fenómeno que está bajo su cuentran sólidamente unidas, de modo que el mirar, el pensar y
mirada. AI observar una situación, está por consiguiente obscr- el operar o cambiar conforman lo que Ulloa (20) ha denominado
vándose a sí mismo y al vínculo que ha establecido con ella. Es una "unidad de operación ".
20
21
-
Para entender más claramente esto podríamos ver cómo
---,: aparece Ia comunicación en una y otra estrategia.
En toda actividad experimental se ha de establecer una co-

a) no descarta la necesidad de una validación empírica (como


Jo subraya Rapaport), y b) no escapa, ni siquiera en Freud, a las
exigencias de un razonamiento experimental que busca, tanto en
municación con el objeto de investigar. Un experimento que, los llamados "experim~ntos naturales" (accidentes idiosincráticos
como Fraisse aclara justamente, es sólo un momento de la es- cn la vida de los sujetos) como en los aportes de la antropología
trategia experimental, constituye una serie de recursos técnicos y el arte, datos para validar Ias hipótesis sugeridas en el trans-
para evitar que se. distorsione esa comunicacíón. El ruido es, curso de los tratamientos.
en ese caso, la subjetividad dei experimentador; la comunicación
es netamente un vehículo para conocer el objeto, nunca para Psicología clínica y psicologia individual
modificar/o. Si bien los mensajes circulan en ambos sentidos
(bajo la forma de conductas observables del sujeto al experimen- La psicología clínica surgió en un momento del desarrollo de
tador, y bajo la de consignas y estímulos del experimentador la psicología en que ésta, preocupada por descubrir leyes gene-
ai sujeto), son estrictamente pautados y previsibles, "encarri- rales de los procesos psíquicos, había desatendido el enfoque
lados" en el disefio experimental y destinados a conocer el objeto. individualizador particularizante de la conducta humana. Habría
En la estrategia clínica el vehículo, la comunicación, no de transcurrir por lo menos un par de décadas antes de que sur-
sólo persigne un buen conocimiento dei sujeto, sino, al mismo giera la psicología de la personalidad, que intentaria fundar aque-
tiempo, la promoción de benefícios para él, bajo la forma de Ilo que en los seres humanos es un rasgo peculiar: su singulari-
modificaciones favorables o de prevención de dificultades. EI dad y unicidad, su carácter irrepetible, el modo absolutamente
vínculo se torna imprescindiblemente dinámico, estableciéndose íntimo y "personal" de dar significados ai mundo.
un diálogo con la sítuación. Y hasta la subjetividad dei psicólo- Hasta que surge la psicología de la personalidad, el enfoque
go ·-si es consciencializada- puede ser un mensaje intraperso- que destacaq~ lo que era idiosincrático en las personas, su "ma-
nal (dei psicólogo) que contribuye a una mejor comprensión de la
nera específica de ser", fue .asumido por la psicología diferen-
situación para una ulterior acción sobre ella. '(Como nos lo en-
sefian los estudios sobre contratransferencia.) cial, condicionada por las primeras investigaciones psicoestadís-
ticas y e] auge de los tests a princípios de siglo. Una tarea similar
Holt (12) destaca -otra diferencia entre estrategia experimen-
Ie cupo a la psicología clínica, entendida como la aplicación de
tal y clínica cuando se refiere a la elaboración que hace 'el cien-
tífico de las teodas o sistemas psicológicos. Según este autor la conocimientos psicológicos en el diagnóstico de trastomos de
1 estrategia clínica constituye el contexto óptimo para el "descu- conducta y su investigación. Es por este motivo -además de
brimiento" de ideas o concepciones sobre el hombre, pero es la Ia etimología del término "clínica" 3- que para muchos psicolo-
11 estrategia experimental (repito que la misma rebasa el "experi- gía clínica es sinónimo de estudio de indivíduos en tanto tales, es
mento") Ia que conforma el contexto de la "verificación" de las decir, de psicología individual.'
hipótesis.
La psicologia clínica, por lo tanto, provee, desde una pers- ª Etimológicamente "clínica" deriva de "cama". Utilizado para caracteri-
pectiva epistemológica, datos observacionales e hipótesis útiles zar la labor de los médicos, este término seíiala el trabajo concreto sobre
un paciente específico. Luego se extiende hasta abarcar un. âmbito geográ-
para la elaboración de teorias, en tanto que la estrategia expe- fico: el hospital, o una rama de las enseiianzas médicas.
rimental, el "razonamiento" experimental, como lo llama Frais- 4
En el afio 1896, Witmer crea la primera Clínica psicológica en la Univer-
se ( 11) , es la via regia para su ver.ificación y validación. sidad de Pensylvania, en donde se aplican métodos de laboratorio para el
Así, si tomamos una teoría construida eminentemente según estudio de casos· individuales. Son abordados especialmente problemas de
1
educación de débiles mentales.
'li,
lii una estrategia clínica, como es el psicoanálisis, podemos ver que: En 1908 Healy crea una Clínica de conducta para el estudio de delin-
1 22 23
'


Si bicn cl enfoque previsto por la psicologia de la pcrsona- Si bien la división entre enfermos .. mcntales" y "somáticos"
li<la<l es válido, la psicologia clínica es "individual" por su en- cs pasible de crítica, no se trata aquí de sefialarla sino más bien
cuadrc (particularizante), pero no neccsariamente por el hecho de destacar que la psicoprofilaxis se caracteriza por ser una ae-
de que estudie o trabaje con indivíduos solamente. titud delineada a partir de la salud, o lo que se entienda por tal,
La cstratcgia clínica puedc aplicarse para conocer, investi- y no a partir de la cnfermcdad.
gar, comprendcr, modificar la conc.lucta de los seres humanos La psicoprofilaxis puede entcndersc como toda aetividad que
operando tanto en un ámbito psico-social (individual) como socio- desde un nível de análisis psicológico y mediante el emplcu
<linámico (grupal), institucional o comunitario. de recursos y técnicas psicológicas, tienda a promover el desa-
El concepto de ámbito alude, como nos ensena Blcger (4). rrollo de las posibilidades dei ser humano, su madurez conw
a "la amplitud cn que se considcrn cl fenómeno humano". Es decir individuo y, en definitiva, su felicida<l.
1 1
que por ámbito entendemos cierto recorte que establcce cl psicó- Tomada la psicoprofilaxis en un sentido tan amplio, su:,
logo y que le sirve para contextuar una conducta determinada. La alcances trascienden los limites tradicionalcs de la higiene men-
misma con<lucta puede contcxtuarsc cn cualquicr âmbito y cl qt11..:- tal y los trastornos de conducta y su prcvención, y llegan a todas
haeer dei psicólogo clínico, por lo tanto, puede rcferirse a walquicr las situaciones de vida de los seres humanos, sean o no conflic-
l 1 ámbito definido por él y no sólo ai estudio de "indivíduos". tivas, en un momento dado.
Podemos admitir, por consiguientc, que la psicología elínicc1 Las sítuaciones en que un psicólogo puede participar con
sea "individual", si por tal entendemos una visión particulari- una finalidad psicoprofilúctica han sido reseííadas por Bleger(3):
zante que encare cada situación como singular, peculiar; pero no "1) momentos o períodos· del desarrollo o de la evolución normal:
la admitimos si por ''individual" entcnckmos que el psicólogo embarazo, parto, lactancia, nifiez, pubertad, juventud, madurez,
clínico só/o opera sobre sujetos aislados. Por otra parte aun edacl crítica, vejcz; 2) momentos de cambio o de erisis: inmi-
cuando cl psicólogo clínico trabaja con una sola persona, su trabajo gración, casaruiento, viudcz, scrvicio militar, etc.; 3) situaciones
está centrado en el vínculo entre esa persona y é! y es, por lo de tcnsión norma1 o anormal cn las relaciones humanas: familia.
tanto, necesariamente bi-personal: ya es un grupo (conformado cscuclas, fábricas, etc.; 4) organización y dinámica de institu-
por él mismo y esa persona) lo que está mirando, comprcndiendo ciones socialcs: escudas, tribunales, clubes, etc.; 5) problemas
y modificando.
1
que crcan ansiedad en momentos o períodos específicos de la
1 1
vida: sexualidad, orientación profesional, cleeción de trabajo, etc.:
1, Psicología clí11ica y psicoprof ilaxis 6) situaciones altamente significativas que requieren informa-
ción, educación o dirección: crianza de nifios, juegos, ocio a todas
El concepto de psicoprofilaxis no siempre está definido clara-
mente. Para algunos es sinónimo de higiene mental, o sea un las edadcs, adopción de menores ... "
conjunto de recursos puestos ai servicio de la prevención, cl diag- Como puede verse, Ia finalidad o intención psieoprofiláctica
nóstico precoz y la rehabilitación de los enfermos "mentales". está presente en infinidad de tareas que puedc asumir el psicó-
logo; en rigor de verdad en todas Ias tareas, si se lo propone.
Si por psicoprofilaxis entendemos básicamente una finalidad.
cu..:ntes. Trabaja en colaboración con el tribunal infantil dei Condado d..:
~I intención o actitud en el quehacer <lel psicólogo, podemos enten-
Cook. El tipo de casos atendidos (problemas afectivos y de relación social)
' 1
motivan critcrios más profundos. Ya anteriormente (1894) se habían ins- der que su propósito requiere apelar a una estrategia, una táctica
talado Laboratorios Psicológicos en el Hospital Me Lean, St. Elizabeth; adecuada y específica para cada caso.
Psicopático de Boston, Estatal de Worcester, etcétera. (Datos tomados de La estrategia clínica, tal como la estamos caracterizando,
David Shakow, "Psicología Clúúca" [ 1] .) parece ser adecuada a la promoción de la salud, cualesquiera que
24
25

Mííi
~can los casos, si bien cada situación específica requerirá una mcnl.:- a su supcración mediante el "conscjo", cl ascsoramicntu
táctica y técnica propias. 0 Ia psicoterapia.
Así, por cjemplo, un psicólogo que emplea una estrategia A mi juicio, y tal como se desprende de lo dicho, tal imagen
dínica para abordar los problemas de orientación profesional restringe los alcances de la labor clínica. Para muchos psicólogos,
trazará un encuadre (táctica) diferente si lo aborda en un ámbito se es psicólogo clínico cuando se dispone de conocimientos y prác-
psicosocial (el joven que debe elegir su futuro) o institucional (la tica suficientes como para poder abordar una situación humana
1 institución educativa que se preocupa por el faturo estudio de --cualquiera que sea- desde un nivel de análisis psicológico a
sus alumnos) . Asimismo, cada situación requerirá instrumentos fin de investigaria, comprenderla, explicada y eventualmente mo-
111. dificarla, mediante recursos psicológicos.
11 (técnicas) diferentes. Por ejemplo, la entrevista en el primer caso,
[I v los grupos de asesoramiento para profesores en el segundo. Esta definición coincide con la de F. Ulloa (19) :
Preferimos reservar el término estrategia para el sentido apuntado "El psicólogo clínico cs alguien específicamente entrenado en cl manejo
cn este trabajo. Por táctica entiendo el "encuadre" que el psicó- <lc la info1mación psicológica mediante cl método clínico, lo cual lo capacita
logo hace de la situación, para cuyo análisis remito ai trabajo de para incluirse cn la situación de un campo de relaciones humanas, desde
la licenciada Martha Berlín (2) . Por técnica entiendo los recursos donde pucde detectar los puntos de urgencia de dícha situación, que lc
permitcn diagnosticar la acción crítica y l'csolverla ( ... ) posibilitando cl
prácticos. como la encuesta, cl test, la observación, los grupos cambio más adecuado y prcviniendo las dil'icultades cn la adccuación
diagnósticos, etcétera. ai cambio logrado. En tanto trabaja a partir dei grado de autonomía y de
El Diccionario de la Real Academia Espafi.ola da las si- la información dei objeto, favorecê en éste y en sí mismo el aprendizaje d!!
pautas de conducta eficaces para enfrentar futuros cambios."
guientes definiciones: Estrategia, arte de dirigir las operaciones
militares. Táctica, arte de ensefi.ar a poner en orden las cosas. En síntesis: Ia psicología clínica se caracteriza por una es-
Técnica, conjunto de procedimientos de que se sirve una ciencia trategia que incluye tres momentos: VER, PENSAR y ACTUAR psico-
o un arte. lógicamente. 'Estos · términos condensan una serie de actividades
Uno de los aspectos que quisicra destacar en este trabajo es que los psicólogos realízan y que se hallan auxiliadas por técnicas
que la finalidad primordial del quehacer de un psicólogo clínico y recursos (como son los tests, las encuestas, etcétera).
es la psicoprofilaxis entendida en sentido amplio, tal como lo Estos tres momentos fueron descriptos por muchos autores
esbocé antes. Esto no implica que los psicólogos clínicos no pue- con otros términos, que en definitiva apuntaban a lo mismo: como
dan hacer psicoterapia y deban "conformarse" con tareas psico- los más o menos equivalentes de "Observación" o "lnvestigación";
profilácticas; por el contrario, sería conveniente que además del "Diagnóstico" y "Tratamiento"; "Consejo" o "Asesoramiento",
quehacer psicoterapéutico los psicólogos comprendiéramos la gran respectivamente.
diversidad de campos que requieren nuestros servicios profesio- Conviene destacar que los tres momentos constituyen una
nales y que sólo nosotros podemos satisfacer. · unida d que sólo puede diferenciarse con fines didácticos. Tam-
bién es posible que en el entrenamie~to de un psicólogo clínico
(cf. Ulloa) los tres momentos sean desarroljados independíente-
Los psicólogos clínicos mente y uno a continuación del otro. Sin embargo, lo que carac-
teriza a la estrategia clínica es, como dijimos al comienzo, la
En muchos países, los psicólogos clínicos son considerados como
síntesis entre investigación y acción; entre teoria y práctica; entre
aquellos profesionales que trabajan en clínicas generales o psi-
quiátricas, instituciones de reeducación o rehabilitación o en conocer y hacer.
consultorios privados, abocados a la tarea de diagnosticar per- Para desarrollar sú estrategia -que hemos esbozado- varias
turbaciones de la conducta en sus diversos grados y ---eventual- son · los supuestos implícitos.
. 27
26
---••
~<;li'i~i!:l
En primer lugar, se supone que un psicólogo clínico deb..: de una capacitación constante y la revisión sistemática de los pro-
tcner una sólida base cn cuanto a conocimientos de psicología. pios puntos de vista. Ningún individuo es omnipotente, y convicne
técnicas y sus fundamentos teóricos, e información específica so- que el psicólogo clínico no nieguc esta situación en sí mismo y
bre el campo en que ha de desarrollar su quehacer. cn su propio quehacer.
En segundo lugar, se suponc que los conocimientos dei psi- e) A lo anterior se liga la posibilidad de poner constante-
cólogo clínico podrán utilizarse para comprcnder la situación que mente a prueba las hipótesis que formula sobre la situación. Esto
enfrenta y promover cambios favorables en ella. Es decir, cs requiere una enorme plasticidad y ai mismo tiempo la posibi-
necesario que se haya establecido una síntesis entre sus conoci- lidad de cfectuar un cscrutinio continuo de las propias predic-
li micntos teóricos y su entrenamiento práctico, para que aquéllos ciones.
sean realmente operantes y no qucdcn enqui::tados cn una mera
formulación teórica. f) Finalmente, y aunque parezca obvio, el psicólogo clínico
Son nccesarias, pues, no sólo una informaci6n sólida sino tienc que ser capaz de comprender. Y esto, al margen de cualquier
1
una formaci6n eficaz. Pero se requiere sobre todo una actitud consideración científica o filosófica, requiere o supone ponerse
1 ! en el lugar del otro sin dejar de ser uno mismo, estar preparado
especial que, a falta de otro nombre, llamaremos actitud psico-
l6gica. humana y autênticamente para los "encuentros" con el prójimo,
Por actitud psicológica entendemos: como diría Martin Buber.
a) La de aquel profesional para quien la situación que en-
frenta puede encararse como una situación humana específica. Las f uentes de este libro
peculiar, y no como un "caso" de tal o cual tipo o un "cuadro"
de "x" características. Este libro no ha surgido de la mente de su autor. Tampoco
b) Es actitud psicológica la de un profesional que ticnc de la mente de varias a los que el autor se haya propuesto inte-
1 capacidad de decisi6n, es decir que posce autonomía suficiente grar. Surgió del trabajo concreto de un grupo de colegas cuyas
' 1
como para ver, pensar y actuar ante una situación dada. Dos expericncias han enriquecido Ia mía en virtud de discusiones e
clases de factores pueden atacar la autonomía: 1. Los factores intercambio de opiniones, intuiciones e hipótesis. Me es difícil,
institucionales, por ejemplo, cuando, en una escuela a un psi- por lo tanto, discriminar el grado de originalidad de Ias ideas
cólogo se le exige determinada conducta, independientemente de que aquí vierto. Cada una de ellas ha emergido de algún grupo:
que sea la mejor --desde el punto de vista psicológico-- para cl que conformaba con el o los adolescentes que requerían mis
las personas a las que debe ayudar; 2. Los factores individuales: servidos profesionales; el que confo"11aba con los grupos de
por ejemplo, cuando el psicólogo tiene motivos personales que le aprendizaje de estudiantes de Psicología y sobre todo con mis
impiden comprender o actuar eficazmente ante una situación de- colegas del Departamento de Orientación Vocacional de la UNBA,
terminada. ai que tuve el honor de pertenecer. Mis colegas, alumnos, pa-
c) También forma parte de una actitud psicológica el res- cientes y yo mismo somos ·en cierto modo coautores, aunque me
peto por el otro como persona. Es decir que, aun coando el psi- bago cargo de la responsabilidad de expresar nuestras inquiet:i-
cólogo clínico, como individuo, tiene su propio marco de valores, des e invitar al lector a participar de las mismas, iniciando una
no debe convertirse en un propagandista de su propia cosmovi- nueva vuelta en la espiral del conocimiento que nos conducirá
sión, sino facilitar en quieri o quienes soliciten sUs servidos tal vez a una participación más eficaz en Ia promoción de la
el ejercicio de la propia autonomía para decidir por sí mismos. salud de nuestros semejantes.
d) También integrá la actitud psicológica la posibilidad de El capítulo II, sobre Diagnóstico, fue redactado en 1968 a
reconocer los propics límites personales, admitiendo la necesidad solicitud de la Cátedra de Orientación Vocacional de la Facultad
28 2'-.1

de filosofía y Letras de la UNBA y publicado luego por la Re- (14) Lcmkau, P. V., Higiene mental, F.C.E., Méxko, 4~ edic., .t.964.
vista Argentina de Psicologia, Afio 1, n'? 1, 1969. (15) Mcchl, F., Problemas de la caracterización actuarial de una perso1w,
Publicación dei Departamento de Psicología de la UNBA.
l' El capítulo V, "La identidad profesional del orientador vo- (16) • Rapaport, D. y Gill, Merton, Apor/aciones a la teoría y técnica psi-
cacional", surgió a raíz de una conferencia que con el mismo título comwlítica", Pax, México, 1967.
pronuncié en la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires cn 1969. (17) Rucsch, J., Comunicación terapéutica, Paidós, Buenos Aires, 1964.
La coordinación dei Primer Seminario destinado al Entrc- (18) Super, D., Psicología de los interescs y de las vocaciones, Kapelusz,
namiento de Psicólogos en Orientación Vocacional (APBA, 1970) Buenos Aires, 1967.
(19) Ullo::i, F., Psicologia clinica de adultos, curso dictado en la UNBA,
me ayudó a aclarar los conceptos que se resumen en cl capítulo I.
1964.
(20) Ulloa, F., EI método clí11ico e11 Psicología, publicación mimeogra-
fiada, 0PfYI., UNBA, 1964.
Referencias bibliográficas . h,
.:~~J:~-
(1) Alexander, Franz y otros, Psiquiatria dinâmica, Paidós, Buenos Aires,
1958, esp. cap. XIII.
i 1 (2) Berlín, Martha, El concepto de encuadre e11 Psicologia, Publicación "
mimeografiada, ·oPFYL, UNBA, 1968.
(3) Bleger, José, Psicohigiene y psicología institucional, Paidós, Buenos
Aires, 1966.
(4) Bleger, José, Psicologia de la conducta, EUDEBA, Buenos Aires, 1962,
Paidós, 1973.
(5) Bleger, José, Etíca y vida humana, Conferencia pronunciada en cl
Departamento de Graduados de la UNBA, 1960.
(6) Bohoslavsky, Rodolfo, La ética: el tema olvidado, inédito.
(7) Bohoslavsky, Rodolfo, "Hacia un modelo de la problemática vocacio-
nal centrado en el concepto de identidad", Actas de las Primeras Jornadas
Argentinas de Orientación Vocacional, Departamento de Orientación Vo-
cacional, Buenos Aires, 1965.
(8) Bohoslavsky, Rodolfo, iOué es la psicología clínica?, Publicación mi-
meografiada, 0PFYL, UNBA, 1968.
(9) Brammer y Shostrom, Psicología terapéutica, Hcrrero Hnos., Méxic9,
1961.
(10) Favez-Boutonicr, J., "La Psychologie clinique", cn La Psychologic.
'(Revue de l'enseignement supérieur), París, Sevpen, n~ 2, 1966.
(11) Fraisse, Paul, "En defensa del método experimental" (prólogo), en
Manual de Psicología Experimental, Kapelusz, Buenos Aires, 1962.
(12) Holt, Robert, "A Clinicai-Experimental Strategy for Research in Per-
sonality".
(13) L'Abate, Luciano, Principios de psicologia clinica, Paídós, Buenos
Aires, 1967.
31
30
1 !
I
r/Ni;b.6~$ ·'1 i' s -
EL MARCO DE REFERENCIA
Apuntcs para la claboración de un modelo
ele los problemas vocacionales 1
... que a <·ada sucesiva derrota liay un acerca-
mien/o a la mutación /inal, y que el hombre no
es, sino que busca ser, proyec/a ser, numoteando
entre palabras y conduc/as y a/egría salpicada de
sangre y otras retóricas como ésta.
J. Cortázar
Íi111roducción
~ ~uiencs estamos abocados a la !arca dc rcsolver los problemas
de orientación vocacional hemos tropezado con c1 obstáculo que
planteaba la carencia de un modelo teórico que permitiese: 1)
tener una visión comprcnsiva, amplia de los problemas; 2) esta-
blecer relaciones causales entre fenómenos, y 3) distinguir entre
..e!:_Ob)ema_~ _V~~ciOE.~~~-)' O_~ro~ _problemas de ~crsõnafidãcf: - -
Las páginas que siguen no intentan formular una teoría,
ni tampoco un modelo teórico. Son más bien un estímulo para
la reflexión sobre algunos problemas surgidos de la práctica
clínica con adolescentes que buscaban asesoramiento para resolver
problemas de vocación.' Por momentos parecen encontrarse al-
gunas respuestas, algunas explicaciones. De todos modos no pre-
tendo dar unas ni defender otras, sino más bien comunicar mis
1
Este capítulo es el resumen de las clases que sobre el tema dicté en la
Asociación de Psicólogos de Buenos Aires. He mantenido intencionalmente
el tono coloquial y las reiteraciones que, redundantes en un texto escrito,
111 1
llevan a la relectura de algunas ideas que me parecen claves.
~ Escrib{ este libro pensando en consultantes adolescentes. Esto, en un co-
mienzo, constituyó una preocupación, pues pensé en el carácter restrictivo
que este hecho implicaba. Pero rápidamente se me hizo evidente que la
restricción no era fruto del azar sino del hecho de que la problemitica
vocacional se estructura y emerge como dificultad precisamente en la ado-
lescencia. En nue&tro medio más dei 64 % de los consultantes solicitan
asistencia cuando están por concluir la enseiíanza media. Véase Tavella, N.
07) y Leibovich, A. y Wolf, L. (32).
33
-
/1
dudas y ordenar de algún modo las preguntas. Cuando ha surgido ponsabilidad de estimar cuáles son los "ingenios'' de sus hijos.
de alguna hipótesis admisible y útil, en el contexto dei descu- Esa "tecnología" psicológica supone que puede observar las di-
brimiento que es la praxis clínica, me he atenido a ella, pero no ferencias entre los individuas de un modo acabado. AI mismo
transmito aquí más que aquéllas a las que un número considerable
tiempo nadic vacilarí~-~~ ...afirm~r qui:_~ e~!s,t~ una complejida~_ -~~ _
de casos aportan cierta evidencia empírica. Me atengo a la ad-
vertencia de Freud: ci~l .111ayor _q~e_ 6!1_ eerm1.!.@o qu~ la5._po_~!k~hdades, l_os campos ~~
tràbajo y .l~~ tareas pr_of_esi9.~ales c_êlé!1.. l!'__ucho más diversificadas
••~ q_u~, es_ ~ÍC~!O_ ~ejar__ J_i~re, cur~O a nuestr~s...h!J>óte~~• siempr~,..S_U~- con- i:_qúc aparezcan nuev~s-. ~º!:~. · - · ··-----
servemõs una penecta imparc,ãlidaiJ ae juicio r po taro6iiâii f\uatra_jle@j A pesar de todas estii_s. c:!_if~r,enctl!S.z e_ incl_us9 c;._q lll actualidaçl, )
armazón"põr"-uít edifício de absÕluiâ'"solidez.;'. (La interpretaci611 de los
sÜêiios; ·o. ·e: S. Rueda, p. 247.) -- -·-·· la orierítacíónvócã.donal' siguc bás,it:_ament'e vi'c' iada_ p'or Jos mili- '
; ,'11 ,,'• \!;} 1( e\
\ mos supuesto~ gue. tenía el Exameri_ ~t? _/~--~- {l}.,8!'!Í~s__d__~I _ano_ 1575. \
,, ~Qr,___más_-9.!!.e .s~ h,~IJll__g!splazado el énfa.§iLc_l~. una ijáfüral1::_ia-
(y_e}__ __oFFto ai sujeto---;;;;,_ientac~n- voc;ciÕnãi) biológica Jl una__cultural, se sigue pensando que la gente está
~r al_g~~!!l_?ti~o, más prepara~a para ciertas tareas ·: ~uê' p3ra . }
Cuando en 1575 Huarte de San Juan escribió Examen de los
'otras.
ingenios, lo dedicó a Felipe II de Espaiía en un prólogo cn el l · ··· Además, ~!!_!U_fl~t:~!_o_,..2_e111~laJ!t~ -~!clbyace en el hechCJ_ ele ~s.ti:._ ·)
que decía:
\ ~_qu_e_ cl ajust~~a!J?~!:~:"~t_able~erse_~L~.~. .PI?!!~ _ai ho~:.
"Ninguno ha dicho con distinción y claridad qué naturaleza es la que hace ' bre correcto _c_Il el lu_gar corrc_c10 (the right man in the right pla-
al hombre hábil para una ciencia y para otra incapaz y cuántas diferencias ce), l_o qyc çonstHu$ u.n ,plantc,o psicolo_gista y por lo ~anto
de ingenio se hallan en la especie humana, y qué artes y ciencias corres- e..l!rcial .. y _f~la~. _e_tJ. çJ. ·ª,i,1lis,i~.. d1/J9s. iilµstes y desaj\lstes social~~'
ponden a cada uno en particular y con qué seiiales se habría de conocer
qué era lo que más importaba " ~or otra_.pfi~te, }'. esto cons!iJ~Y.~ e~.t.~rcer supue5-tg,_e_~gu,ej_f
se obscrvan diferencias e_Il_t!e J.1:1~ p~~ona§. cs preciso a.cQDseja.r:: __ _
El autor se proponía establecer una distinción entre los "in- les que se ocupen de tareas diferentes.
- ·--··--·
- ' ., .., ··-~-·-·"·-----··----.... -
genios" humanos y en función de ello brindar un aporte signi- ~rror mayor d~_ ~Jt?s___su_p~es!~s 1 __ q_~ ll_.Y.~~ impi:_t;g_11an
ficativo para la actividad pedagógica. Su teoría estaba centrada la orientacmn vocacional contcmporánea, consiste . en e11!~_nd~J
en una fundamentación biologista -así la llamaríamos ahora- aí hombre' como t.iii""õofetoº âe ··observación,- diagnóstico~ estudio
ya que entendía que los distintos "ingenios" se heredaban, los y_Oricntaéióq_p_arâ et es_icci~listà·. Ífli5-~:uía fQ!!__calib~Br-est~_ solo
padres eran los encargados de detectar cuál era la "naturaleza" detalle . para que tPQa .. m orie_ni~ciqn voçªçjQo_al .cambjara .de
de sus hijos y en función de ello contribuir a su formación y !!~jijr~()'?' si · se deja de _J>Çn~~I:. en el ser humano f_om,2 ol;>je.t9 .Qf
11llil1l:11
prever desajustes sociales, pues entendía que para lograr un equi- observación, diagnóstico y orientación (reactor) y se lo__e.-11He11çle
1li.bri_o__ social era necesario que cacla uno~àra ~ª2? la tarea _ êõiiio un_~Mo-,(nfo_~_çfory°,de-concfuc'tàs, sé verá àfmismo tiempo
/? i// ~_e_filÍn su "naturaleza"_. " · · ·· ~lgo _que es comú11 a lo~_ hombres y .dejaremos de preocuparnoi,
"--._'. Esto fue hace 400 afios. El progreso científico ha introducido ~~quel~~-.9~~ !<?~ ht1ce diferentes (el il!H_enio, la_s facultades, las
muchas modificaciones en los supuestos de Huarte de San Juan. !eti_~u~es o los intereses); se percibirá en _los hombres algo que,
!Ili Por ejemplo, nadie pondría ahora en_ du<la_que si çxiste...alg_o aunque vago, se podría llamar provisoriamente su capacidad de
llamado "vocación", no seria en absoluto algo 'innato, sino, m~. ?i'iisi6n, sÜ.posíbíüdãd iie eleéci6n. .. - - -·· - ,,,., - -
biên, adquirido. Nadie consideraria hoy qu~_Ja naturaleza hu- En este enfoque cabe todo un cambio de óptica, principal-
mana
·---~-- ---- "
es ele índoie ' exclusivamente
' '" .
constitucional.
--1
Se
--
atribuye
-- mente porque incorpora a la tarea de orientación vocacional una
ll!á:S .~rtancia ai aprendizaje qtiea-ro-oongenito. AI mismo dimensión ética. La ética surge c!tl. h_echo_ de· qu~ ai ~nsiderar
tiempo el avance de la tecnología exime ã los padres de la res- ai hombre sujeto de elecciones, consi~er~ q_'!e la eleéción-
34
35
dei futuro es algo que le pertenece y que ningún profesional_._ por convertir el número en un fetiche y podríamos restituirle · su
~jJª®· que·esté tíene derêcho a expropiãr._. - simple y "humilde" valor instrumental.
Me doy cuenta de que este enfoque tiene implicaciones filo- Para corregir esta distorsión bastaría pensar que cuando
sóficas, ideológicas y científicas. Filosóficas porque supone toda un adolescente va a la consulta de orientación vocacional, cn
una concepción dei hombre que va más ''.aliá de la ciencia, una forma implícita (y a veces explícita) plantea que busca algo
valoración dei hombre y no solamente una concepción científica que lo haga feliz. Quizá no lleguc a decir una cosa tan sencilla
dei mismo. Ideológicas porque ai decir: "posibilidad de elección", como ésta y emplec otro tipo de formulación (por ejemplo
"derecho de opción", cstoy pensando cn la vida real y concreta "quiero rcalizarme" o "quiero hacer algo en lo que me sienta
!li de los seres humanos, y el análisis de la libertad y de sus causales realizado"). Nunca, y en esto el adolescente es más sagaz que
y las fonnas de conquista exceden cl marco de la ciencia y no se muchos psicólogos, llega a buscar sólo el nombre de una carre-
agotan, oi mucho menos, en el contexto de la explicación psico- ra; lo que va "a buscar" es algo que tiene que ver con la realiz~
lógica. Es una cuestión de ideología. Científicas y técnicas porque ción pérson~l!._Ia._!~l.i~i~a_d, la ãJegaa· ,~e_yivir, etéétera, com() q~ic-
este planteo modifica los conceptos básicos de la orientación vo- .ra que esto se entienda. Los psicólogos estamos acostumbrados
cacional, cn sus aspectos teóricos y técnicos, para satisfacer dis- ·a ·ver lo que el ·adolescente es. AI adolescente le preocupa más
11 11
tintos supuestos o puntos de partida. lo que puede /legar a ser. Si asumimos esto, veremos que la tarca
La omisión, intencional º no, dei análisis de los supucstos de orientación vocacional tienc que ver nccesariamentc cÕÕalgu~
! : : 11 ~l~_tafísicôs . (fiiosófico~. -antropológicos e ideológicos) de toda_ !1ª~concepción dei 'hombi-e. - -- -
\
1 • 1 actividad científica crea la falsa idea de que la tarea, en el cam-
'1
pÔ de Ja_ Qr_i~ntacjón y~ªcjonal_,___es simplemente _una cuestión
• 1 I' ) aeTests, medicion_es J'_pronósticos más o menos· •iobjetivos". La persona no es sino lo que busca ser
Esto_ ti~ne que ver con el probleIIla de la medición en psicologí~
11 11
Lord Kalvin decía que "cuando no podemos medir, nuestro Un jovell que conç11.rrf! .LQ!.i~11Ji1cjQ!!_ vocacionaL~emucstra es-
conocimiento tiene un carácter pobre y poco satisfactorio". Este tar preocup_~E~~r .~':! P,ERSO~~ ~Il_.J.Çlac}~~ i!f__Fu-1j:f~~:-côn-
:~º-
planteo se lo fonnulan mochos científicos socíales. Se tiene a ve- curre a un orientador para buscar ayuda, lo cual indica que en
c~s un co~pJ~jo _de inferioridad que _neva _a realizâr me<liéiones ese vuicUlo con erTuturnéstã c~rripr~nietiê~dÔ_!l_()T~ .. ·-··
como. si_ por.. esto. nuestros planteos fueran .más cie!l!íficos_. _Un
-psicólogo (G. Miller [38J) contestó que seria una buena defen-
sa argüir que:
"Si nuestro conocimiento es pobre y poco satisfactorio, la última cosa que
debemos hacer es realizar mcdiciones ... la probabilidad de que por casua- 8
lidad llegáramos a medir aquello que debe medirse resulta desechable, y no
obstante muchos científicos sociales y hombres de ciencia dedicados ai estudio 4
dei comportamiento confiaron en que la mcdición es Ia piedra de toque
de la respetabilidad cientffica y se han precipitado en buscar números antes ,,
de saber lo que en realidad esos -iiifoieros pudieran significar." ·-
1

11
11 111
1 ---·-·--· -· -- ___._
Si realmente tuviéramos en claro cuán poco es lo que sabe-

8 -8
~ u e pase en su proceso de orient~ció11 vocacional ten-
_drá que ver básicamente con la mteracc16ri de estos tres factores~~
mos acerca de los diferentes tipos de inteligencia y actitud, las "Lo que pase" significará algo, estará· expresando relaciones di:
diferencias entre tipos de interés, etcétera, requeridos para una rectas o indirectas respecto del futuro dei consultante, pero
profesión determinada, caeríamos menos veces en el error de además será un emergente de un contexto social más amplio.
36
37
------,..... ínstitucionales. De ahí que consideraré a la educación como un
orden institucional. Todo lo que ocurra en Ia relación Persona-
Futuro,Otro, cs emergente de un contexto más amplio que los
engloba (esfructura social) y en un sentido más restringido, dei
orden institucional producción, familia y educación.
Veamos algunos tipos de re!aciaoes· .en cuanta.-41.Ja .institu,.
ción /amiljÇ!r, la persona mantiene vínculos de especialísima im-
111
portancia. Se cncuentra precisamente en un momento particular
• 1
de su vida en que intenta "desateli~ªrse'..'.._ (Al!~ubtl..121), sepa~
'1!
~c_!k_..!m•.•lli~m~ d~).,_Çlt_llL e~.. UILeli:JDento periférico, para
PEMONA - OTRO •
converti1~ .~~....el (l~_çleg •.<J.LQ.ttç> siH!!ll?-ª, En cuanto ai orden
institucional educación, las pcrsonas concurren a orientación vo-
'0e\'8e- ,.. , cacional porque les preocupa definir, por lo común, sus estudios
futuros. Si se trata de un adolescente, estará terminando su se-
gundo ciclo de enseiíanza y sus posibilidades de prever el futuro
'
1cndrán relación con cl contacto que haya tenido con la institu-
-~'" - .
.._____-~· __ :~~: ción educativa de la que proviene. Si habla de ingresar a la
L _,.· - SOCJLD/\D GI 0f.AL ~ . _ - _J univcrsidad tendrernos que tener en cuenta las característicàs
de csa jnstitución a la cual se dirige y que, supuestamente, lo
El contexto social puedc ser analizado en términos de órde- preparará para . vincularse con el orden institucional de la pro-
nes y esferas institucionales (Gerth y Mills [ 18]). Por órdenes <lucción.
estos autores entienden el conjunto de instituciones que persiguen (En el esquema, las flechas van y vienen para subrayar el
una mísma finalidad. Hablan de cinco 6rdenes institucionales: hecho de que la persona no es solamente "moldeada" dentro de
religioso, político, militar, familiar y de la producción. En lo que estas instituciones sino que ai mismo tiempo, por su propia pre-
11 concierne a la orientación vocacional, interesan de manera más sencia, las moldea; o sea que Ias conductas. son expresión dei
1' directa las relaciones de la persona que elige con dos de ellos: contexto más amplio, pero en función de una relación dialécti_ca
el orden institucional de la producción y el orden institucional y no lineal. El adolescente no está ãefêmiliiiéfo pasivaÜienie por
familiar. ~--~scuela, ni -por la.J!.Il!~!i_a~_ni. p()~~~l__trab_itfo_J
Con el término esfera se refieren a ciertas organizaciones E! polo Futuro también tiene relación con el orden institu-
de productos y procesos culturales que tienen que ver con todos 1:ionaCjle _Tã-~i!:ca~~n,__ ~ii,'-la -~~~i!"ii__fti~iu.~:mµçhas v~ _sê'"
los órdenes institucionales. Llaman, por ejemplo, esfera dei pjde asesoramien,to acerca de qmt carrera~ seguir. Para el ado-
status a la forma de organización jerárquica de los individuos, sea lescente, e1 futuro cs una carrera, una universidad, J>rofesores,
cual fuere el orden institucional a que se aplique. Lo mismo oco- compafieros, etc. No es un futuro abstracto sino personificado j
rre con el sistema de símbolos, 1a tecnologia y la educación. Si ãiJ'nísmo·-ÚempÜ desconocido. El Futuro es tambiéii.parii él Una
bien es cierto que en cualquier orden están previstos los re- familia, y su inc1Usi.Q11-çri- eI sistema ·Pt9dUctivo de .la sociedad
cursos mediante los cuales se incorporará a los individuos que ~n _4!!,<':_ vive.
no forman parte de ese orden (esfera educacional) , ai mismo El psicólogo como profesional está también, de hecho, ubi-
tiempo hay lnstituciones (organizaciones) cuya finalidad fun- cado en el sistema productivo: sa conducta también está por
damental es la incorporación dei individuo a los distintos órdenes cnde condicionada por la organización del sistema productivo del
38 39
1
,ii
cual forma parle. Y en la medida en que es un técnico que ha
,ii/), una disociación que existe en el contexto de los valores sociale~
rccibido una formación especializada, también. mantiene víncu-
los con cl orden institucional educación. más amplios.
111 \1
Son muy pocos los afortunados que pueden obtener las grati-
El Futuro tiene una importancia actual-activa en tanto pro- ficacioncs que "depositan" en el hobby y en e~ trabajo integradas
yccto para el adolescente, y forma parte de su estructura de cn una misma tarea. En una sociedad alienada esto es práctica-
11,
1
pcrsonalidad en esc momento. No hay nadie que esté en · el futu- 111ente imposible: De ahí -nuevamente- que un modelo de los
ro; aunque para la fantasía dei adolescente el psicólogo sí lo esté problemas de orientación vocacional debe incluir variables socio-
y represente la imagen de él mismo dentro de una cantidad de lógicas, económicas e históricas. Baste como ejemplo sefialar la
aiíos.
influencia que tienc la educación en la detcrminación de la clase
Sería necesario también incluir la dimensión temporal en un social. En una sociedad llamada de dases abiertas, el ejercicio
modelo de los problemas vocacionales. No sólo cambiará el ado- de una profesión puede determinar la movilidad social ascen-
lescente, sino también y ai mismo tiempo su contexto, en una dente y a muchos adolescentes lcs preocupa la idea de no seguir
forma quizás imposible de prever. ningún estudio por e! desprestigio que eso podría implicar.
Es obvio mencionar la incidencia que tiene en el problema de
la organización educacional. AI fin y ai cabo la educación es un
Las dimensiones dei problema medio para acceder a un rol ocupacional adulto. Recibir la ins-
trucción, formación y enriquecimiento necesarios para ejercer
De este modo estruetural podrían vincularse mejor muchos temas una tarea productiva dentro de }a comunidad y dejar de ocupar
dispersos que inciden en Ia orientación vocacional; por ejemplo, un papel fundamentalmente receptivo es la función primordial
cómo influye en ella el contexto social más amplio. -no sicmpre, asumida- de la educación sistemática.
El sistema de valores imperante en una comunidad dada Con frecuencia se observa que ai adolescente le gustaría
acerca del destino de Ia gente y dei peso que tiene la educaci6n cstudiar la carrera X y trabajar en la profesión Z. Advertimos
li
1.'11 1·1· en la posici6n social de sus miembros determinará el sentido y aquí la disociación en dos cosas que tendrían que estar unidas,
11/1 hasta la existencia dei campo de la orientaci6n vocacional. Basta pero la ruptura o disociación existe a menudo no sólo en el ado-
pensar cuán poco sentido tendría Ia orientáción vocacional en lescente sino entre la universidad y la comunidad.
1
una estructura de castas donde las actividades de los hijos están
EI mismo tipo <le consideración y problema aparece ai exa-
determinadas de an temano según la posici6n social de sus pa-
minar la incidencia dei contexto familiar. De ahí que un modelo
dres, o c6mo puede variar la orientaci6n vocacional, según que
de los problemas de orientación vocacional no podrá excluir
se- la aplique en una sociedad con economía planificada o no
planificada. cl análisis de estas dimensiones. Un nivel de análisis pedagógi·
co y sociofamiliar resulta imprescindible para comprender la si-
El contexto social también influye en cuanto a los sistemas tuación de quien elige, puesto que su análisis no se agota ni se
de gratificaci6n. En términos muy generales, estos tienen que aclara desde una perspectiva exclusivamente psicológica.
ver no s6lo con el nivel de ingresos de los distintos profesionales Será preciso analizar los vínculos con el "otro". Me refiero
sino con otras formas de gratificación que la gente pueda en- no sólo al psicólogo, sino al hecho de que la elección siempre
contrar en su tarea. Muchos adolescentes, por ejemplo, plantean: ticnc que ver con los otros (reales y fantaseados). El futuro nun-
"Me gusta tal cosa, pero no me quiero morir de hambre"; otros ca es pensado en abstracto: nunca se piensa en una carrera o en
quieren elegir una carrera como "trabajo" y otros como "hobby",
una facultad despersonificadas. Siempre será esa carrera o esa
El conflícto dei primer caso y la disociaci6n del segundo son facultad o ese trabajo que cristaliza relaciones interpersonales
atingentes ai adolescente, pero no cabe duda de que expresan pasadas, presentes y futuras. Habrá que examinar las relaciones
40
41
llil
con aqucllos otros con los cuales se establecen relàciones prima- Estos últimos no son necesariamcntc latentes, cn el sentido de
rias (miembros de Ia familia, pares o de otro tipo, por ejemplo, inconscientes o reprimidos. Entre vínculos manifiestos y no ma-
pareja) y csos otros con los cuales se mantiene una· relación de nificstos podrá producirse correlación, oposición, contradicción,
naturaleza secundaria (fundamentalmente profesores, psicólogos disociación, etcétera. Los vínculos no manifiestos son tan "reales"
o técnicos; desde e1 bedel que atiende en una facultad, la primera como los manifiestos, y los manifiestos también comprenden fan-
cara que conoce de ese mundo, ai que quiere ingresar, hasta el tasías (conscientes e inconscientes).
responsable de bocas de una institución, que puede determinar Los vínculos pueden ser actua/es, pasados y potenciales.
o influir directamente sobre el futuro de quien elige). Los primeros son siempre los aspectos manifiestos y no manifies-
tos de la relación con el profesional. Condensan y expresan víncu-
EI futuro implica roles adultos y se trata nuevamente de un
futuro per_sonificado. No hay ningún adolescente que quiera ser los pasados (de la historia dei sujeto) y potenciales (con objetos
ingeniero "en general'' o acomodador de cine "en general" o dei futuro en términos de proyectos). El psicólogo centrado en
psicólogo "en general". Quiere ser como tal persona real _o fanta- los vínculos actuales diagnostica los vínculos pasados y_ opera
sobre los potenciales. (Véase el capítulo sobre entrevistas.)
seada que tiene tales o cuales posibilidades o atributos y que su-
puestamente los posée en virtud dei rol ocupacional que ejerce.
Es decir que el "yo quisiera ser ingeniero" nunca es solamente La persona que elige
"yo quisiera ser ingeniero", sino "yo quiero ser cqmo supongo
11111 ) ~~~ es Fulano de Tal, quien es ingeniero y tiene tales 'poderes' Quien elige es un adolescente en la mayoría de los casos. Resulta
L quisiera que fuesen míos". pues redundante plantear que, por serio, está en edad de experi-
mentar grandes cambios. Estos son tan continuos, tan amplios,
1 tan definitorios de la edad adolescente que hacen pensar en un
!1 11111! Q11é hacer, quién ser
individuo sonietido a una continua crisis. Llega a sorprender que
Parn un adolescente definir el futuro no es só/o definir qué hacer en medio de una crisis tan intensa el adolescente pueda realizar
sino fundamentalmente definir quién ser y, ai mismo tiempo, tareas tan importantes como las que debe llevar a cabo: definir-
definir quién no ser. Cuando el adolescente se preocupa sólo se ideológica, religiosa y éticamente, definir su identidad sexual
por el qué-hacer, el psicólogo debería restituirle la parte de la y su identidad ocupacional (concepto de Erikson).
realidad que esté escamoteada. Tendrá que mostrarle qué forma Parece extraíi.o que un sujeto afectado tanto por tal monto
·de ser elige o quiere elegir. Y cuando se preocupa sólo por el de movilidad interna como por su relación con los demás, pueda
qué cosa ser, tendrá que mostrarle qué relación tiene el quchacer llevar a cabo todas estas tareas. Y la pregunta no debería ser
' lllii 11 concreto con cse modo de ser que se propone asumir. ";.por qué este adolescente no puede elegir?" sino ";.por qué
Los verdaderos problemas de la orientación vocacional tie- este adolescente, en un momento tal como aquel en que se
nen que ver con el "realizarse" que plantea el adolescente en la encuentra, puede no obstante llevar a cabo una elección?"
consulta. Con un realízarse realizando, o sea con un "llegar a Responde ai consenso común la aseveración de que la ado-
ser", vinculándose con objetos. Creándose y creando en la rela- lescencia es un período de crisis, transición, adaptación y ajuste.
ción con determinados objetos de la realidad externa e interna. En los cambios involucrados en el tránsito de la infancia a la
Es una cuestión de vínculos. edad adulta el individuo ha de encontrar distintos modos de
Quisiera introducir una diferenciación en lo que general- adaptarse en áreas y niveles diversos y bailará en ese proceso
mente se subsume bajo el término vínculo. dificultades cuya magnitud determinará una adolescencia más o
En el vínculo que el adolescente establece con el futuro ten- menos conflictiva, más o menos tensa. Una de las áreas en que
dremos que d_iferenciar aspectos manifiestos y no manifiestos. ese ajuste habrá de realizarse se refiere precisamente ai estudio
42 43
,
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il/'11
1
1 y cl lrabajo, entendidos como mcdio y forma de acceder a roles asumirlo manificsta poseer una identidad ocupacional. Cuando la
sociales adultos. Cuando se realiza cse ajuste en el plano psico- asunción dei rol cs inconsciente, csas acciones adoptadas, que se
lógico, decímos que el sujeto ha alcanzado su identidad ocupa- realizan scgún una secuencia pautada y eff un contexto de inter-
cional. acción social, tienen que ver más con las identificaciones que -con
i'I 11
La identidad ocupacional será considerada por lo tanto no la, idenJidad dcl ocupante del rol.
como algo dado sino como un momento de un proceso que se Muchas veces podemos conocer cuál es la resultante de una
1 \,
halla sometido a las mismas leyes y dificultades que aqucl que identificación, pero no qué es lo que determina esa identificació11.
conduce al logro de la identidad perso11al. Este planteo descarta de Sabemos que e! adolescente que camina como el papá, lo hacc
plano la idea de que la vocación es algo dado, un "llamado" o porque se ha identificado con. él. Si cl padre de un adolescente
destino preestablecido que hay que descubrir. cs abogado y el hijo quicre estudiar Derecho, podemos suponcr
Dado que Ia identidad ocupacional es un aspecto de la iden- entre otras cosas, que se ha identificado con el padre, pero tal
tidad dei sujeto, parte de un sistema más amplio que la com- suposición no basta para comprender para qué y por qué se ha
prende, es determinada y determinante en Ia relación con toda la identificado con el padre y por quê se ha identificado con csc
personalidad. Los problemas vocacionales tendrán que entendersc aspecto del padre que es Ia ocupación y no con otros.
entonces como problemas de personalidad determinados por fa- Puede haber elegido la misma carrcra que el padre, sin que
lias, obstáculos o errores de las personas en el logro de la i<lenlÍ· ello se deba específicamente a una identificación, así como puc-
dad ocupacional. de habcr elegido una carrera completamente distinta y eso sí
111 La identidad ocupacional es la autopercep.:ión a lo largo dei deberse a una identificación con su progenitor. Coando hablo
tiempo en término de roles ocupacionales. Llamaré ocupación ai de identificación me refiero a su función defensiva; tiene sentido
conjunto de expectativas de rol. Con esto estoy destar.ando el ca- si Ia ubicamós como una forma de superar un conflicto o una
rácter estructural, relacional, de nuestro problema, porque 1a contradicción. En cambio hablaré de identidad cuando las iden-
:1 i i1 !;
i ocupación no es algo definido desde "adentro" ni desde "afue- tificaciones pierden el carácter defensivo original. Es decir, para-
ra", sino su interacción. Las "ocupaciones" son los nombres con fraseando a Allport (3), cuando hay una autonomia funcional de
los que se designan expectativas que tienen los demás indivíduos las identificaciones. Con esto estoy anticipando que una elección
respecto dei rol de un individuo. basada sobre identificaciones no es por fuerza una mala elec-
Es necesario, por ejemplo, que se deje de pensar en el mé- ción. Puede ser una bucna elección si se hace con autonomía de
1 !1111 dico en abstracto. La ocupación de médico es definida en un los motivos originales que dieron lugar a la identificación con
contexto de interacción social. No hay un médico "general" ni determinado ejecutor de un rol ocupacional.
una ocupación médica en abstracto. EI carácter concreto está La identidad ocupacional se desarrolla como un aspecto de
dado por el hecho de que la ocupación cs cl nombre que recíbe
la identidad personal. Sus raíces genéticas se asientan básica-
la síntesis de expectativas de rol en un contexto histórico social
mente sobre el esquema corporal y están sujetas desde el naci-
determinado.
miento a las influencias dei medio humano. Por esto, la identi-
Por rol entiendo una secuencia pautada de acciones apren- <lad ocupacional así como la identidad personal tienen que enten-
didas, ejecutadas por una persona en situación de interacción ". derse como la continua interacción entre factores internos y
La asunción de roles puede producirse en forma consciente externos a la persona.
111
o inconsciente. En el primer caso (aunque nunca es exclusiva-
mente consciente) , el rol es ejecutado por una persona que ai El concepto de ego involvements elaborado por Sheriff y
Cantril se me ocurre particularmente eficaz: el mundo de obje-
" Para cl análisis de las accpciones de "rol", véasc Rochcblave-Spcnlé, tos, personas, valores y actividades que el yo "envuelve" con-
Ana M. (43). virtiéndo]o en propio y personal constituye un sedimento que
44 45
desde la más temprana edad constituirá poco a poco la protoidon-
a) L!t GÉNESIS DEL IDEAL DEL YO
tidad ocupacional.
La identidad ocupacional también tiene que ver con el esque- Las relaciones gratificantes o frustrantes con personas cjecutoras
ma corporal (de la misma manera que la identidad personal), de roles sociales -parientes, amigos, otros- con las que el
nifío se- identifica consciente o inconscientemente, tienden a pau-
sobre todo porque el "espacio del ello" (Schilder [44J) está pre-
tar cl tipo de relación con e! mundo adulto en términos de ocupa-
sente en toda profesión.
ciones. Las ocupaciones se consideran siempre en relación con las
En · toda profesión hay una relación con objetos que están personas que las cjercen, de ahí que las ocupaciones que fonnan
"fuera" dei espacio propio (personas, máquinas, herramientas. parte de! espacio psicológico de la persona nunca gozan de ncu-
edifícios) , que pertenecen a un espacio distinto de nosotros, pero tralidad afectiva. El "yo quisiera ser ... " de los chicos es siempre
con los cuales nos relacionamos a partir de nosotros. .En esas un "yo quisiera ser como fulano que posee tales o cuales virtu-
relaciones el gesto, cl movimiento y la actitud corporal incluyen des y que ha establecido tal o cual relación conmigo". Así como
1111\11!
componentes mágicos. Podemos verto fácilmente en profesiones c1 ideal del yo se establece sobre la base de identificacioncs con
antiguas, como la dei hechicero, pero la práctica clínica prueba adultos significativos, el ideal dei yo en términos ocupacionales
que el profesional moderno, maduro, no está exento de depositar se establecerá en términos de relaciones, cargadas afectivamente,
cualidades- mágicas en sus actos profesionales. con personas que ejecutan roles ocupacionales.
Las características o cualidades mágicas de las acciones ins-
b) IDENTIFICACIONES CON EL GRUPO FAMILIAR
trumentales están presentes en todos los adolescentes que eligen
una carrera universitaria. Por más racionales que sean, por más En lo que concierne a los problemas de orientación vocacional
sanos que sean, se sienten como el "aprendiz de brujo" cuando deben teners~ en cuenta dos aspectos:
creen que aprendiendo determinadas acciones o movimientos pue- a) la percepcióri valorativa que tiene el grupo familiar acer-
den llegar a lograr efcctos en la realidad. ca de las ocupaciones en función de los sistemas peculiares de
valor-actitud dei grupo, y
En cierto modo la omnipotencia mágica tiene bastante rela-
b) la propia problemática vocacional de los miembros dei
ción con Ia idea de que los hombres "invierten las relaciones con
grupo familiar.
la naturaleza y la ponen a su servicio, en lugar de adaptarse a la
Desde luego la división de ambos problemas es arbitraria y
naturaleza". En esta rclación, que es real, hay bastante lugar
sólo persigue fines heurísticos.
para Ia omnipotencia. No faltan motivos para sentirse "omnipo-
El grupo familiar constituye el grupo de pertenencia y de
tente" si, trabajando en un laboratorio, se consigue producir referencia fundamental y es por ello que los v:alores de ese grupo
sustancias artificiales. Hay bastante lugar para la magia si, si- constituyen anclajes significativos en la orientaci6n de Ia con-
guiendo determinadas técnicas instrumentales aprendidas, se pue- ducción dei adolescente, tanto si la familia opera como grupo de
de lograr que una persona "loca" "se vaelva" cuerda. Toda referencia positivo cuanto si opera como grupo de referencia ne-
técnica, sobre todo por lo que tiene de ritual, constituye un depo- gativo.
sitario óptimo de fantasías omnipotentes ligadas a la magia dei El segundo de los aspectos considerados es tal vez el más
gesto, la palabra y la acción. importante. Las satisfacciones o insatisfacciones de los padres y
El sentimiento de identidad ocupacional se ha gestado sobre de otros familiares significativos en función de sus respectivos
Ia base de las relaciones con los otros. En esas relaciones algunos ideales dei yo, y la vivencia de las mismas, juegan un papel im-
ili aspectos merecen una atención particular: portante en lo que concieme a las influencias que, desde chico
recibe el adolescente en su hogar.
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47
~
j j ----------..
1/'ifl 1111
•. 1 1111 µuir esta carrcra "u otra más larga", "más difícil y seria", que
Los grupos de que forma parw el individuo pucden ser
1 ' 1/ para él tanto de pertenencia como de referencia e incidir cn su ··me gusta, pero con la que mis padres no estarfrm de acuerclo
. li
. 1 porque crcen que cn realidad una chica. no debe próseguir cstudios
conducta sólo en un sentido o en ambos. El grupo familiar in-
fluye eon toda seguridad en ambos sentidos, aunque vale la pena ~uperiorcs". ·
recordar que los grupos "refieren" la conducta a un marco nor- Si esta adolescente se hubiera decidido finalmente por la
mativo que puede operar de un modo positivo o negativo. Entre i:arrera de educadora familiar, su acceso a la identidacl ocupacio-
los distintos grupos de pcrtencncia y/o referencia puede existir nal i,nos estaría revelando un intento reparatorio de su grupo
coherencia, integración, contradicción, oposición, complementa- familiar interno ai ayudarlo y ayudarse a creccr, o bien un some-
ción, articulación, etcétcra. Por esta razón, justamente, no basta timiento paralizante ai mismo, que obstaculiza el acceso a una
conocer la pertencncia dei adolescente a tales o cualcs grupos profcsión considerada por esta adolescente como más valiosa y
1 para entender la génesis de su identidad ocupacional. Esta ex- enriquecedora? Se trataría, según cómo lo analicemos, de tina
presa más bien la internalización de su percepción de la perte- clección autónoma, o de una elección que de/ iende dei conf[icto
1 a la manera de un síntoma que transa con los términos dei mismo
111
nencia y/o referencia y el modo --coherente, confuso, integra-
do, conflictivo, etcétera- cn que incida sobre c1 yo Ia múltiplc sin integrarlos ni superarlos.
1
pertenencia y / o referencia.
c) )OENTIFJCACIONES CON EL GRUPO DE PARES
Los procesos de relación e intcrnalización de los grupos son
i! 1/ mecanismos de identificación, tanto auto como aloplásticos, (La- Opera de la misma manera que el grupo familiar, pero a diferen-
li gache, f 311), con cllos. La identificación se establece con cl grupo
1
cia de él nunca cs tomado como grupo de referencia negativo. Por
I 1,1 como totalidad, su status y rol dentro dei mismo, las personas que otra parte la pertcnencia ai grupo de pares cs algo adquirido y que
1111 :1;1 lo conforman, su sistema de valores, etcétera. Se trata de un dcbe ser defendido. En ese sentido cl somctimiento a las normas
fenómeno complejo: no basta saber que un adolescente pertene- dei grupo cs mayor y las trnnsgresiones son vividas como gcnc-
111 1111 :11 ce a un grupo de boy scouts, por cjemplo, para explicar su radoras de culpa intensa. Por otra parte el "seguir juntos", que
1
1 il 1 i 1
interés por la sociología, aunque "de alguna manera" haya una aparece sólo ocasionalmente en relación con el grupo familiar, cs
relación. La situación será completamente diversa si el adoles- muy importante con referencia. ai grupo de pares y determinará
1111 Ili cente está identificado en ese grupo con un rol subordinado o de posiblemente imágenes profesionales distorsionadas.
1
líder, si es un miembro acepta<lo, rechazado o aislado, etcétera. Lo dicho en cuanto ai grupo familiar vale también para el
1.
Otro tanto ocurrc con el grupo familiar. EI hecho de que grupo de pares, con la diferencia de que la cultura de pares (la
.11:'
cn una familia de médicos el adolescente quiera estudiar medici- cultura de la sociedad adolescente) es más próxima e imperativa,
na puede implicar la existencia de vínculos tan diversos con cl porque funciona principalmente sobre el carril de la sanción por
grupo (pero sobre todo con el grupo internalizado) como el so- exclusión. De este modo los valores dei grupo de pares soo a
metimiento, Ia cooperación, rivalidad, protección, reparación, et- veces, mucho más imperativos para un adolescente que los valo-
cétera. res dei grupo familiar. Nuevamente, habrá que examinar si hay
La complejidad de esta variable se revela en e! siguiente contradicción, síntesis u oposición entre el grupo familiar y el
ejemplo: durante varias entrevistas una adolescente no atinaba a grupo de pares dei adolescente que consulta.
hablar de las carreras y se limitaba a criticar a sus padres y ]a Todo adolescente que plantea una contradicción entre los
educación recibida en el hogar, pésima según ella en comparación valores dei grupo familiar y los valores dei grupo de pares nos
con otras. Cuando descubre en una guía de estudios la profesión está hablando de una disociación de su propia identidad, de iden-
de educadora familiar, piensa que tal vez sea ésa Ia profesión tificaciones con los dos grupos que él no puede integrar. Pero ai
,111/J! apropiada para ella. Sin embargo, persrsten sus eludas entre se- mismo tiempo nos está hablando de contradicciones entre la so-
1
. 111
48 49
! 1

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j,1/11"i
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11111 '
I 11
ciedad más amplia y la sociedad adolescente, de la que aquellas Este hecho se traduce en la sensación de que "yo soy yo".
identificaciones son un efecto. Para que esto ocorra (posiblemente ningún adolescente siente con
1
claridad que él es é/) la experiencia tiene que organizarse sobre
d) IDENTIFICACIONES SEXUALES tres parâmetros: TIEMPO-ESPACIO-OTROS.
En cuanto al TIEMPO, alguien siente que él es él, por ejem-
Si bien es cierto que nuestra sociedad se encamina hacia la igual-
plo, porque tiene determinados proyectos que siente como si fue-
dad de oportunidades ocupacionales para varones y mujeres, no
li: ran suyos. Expresan aspiraciones propias que conjugan lo que el
es menos cierto que las ocupaciones no son consideradas como
individuo quiere alcanzar con una estimación de lo que puede
sexualmente neutras. Hay ocupaciones más o menos "masculi-
nas" o "femeninas" y el adolescente integra esta valoración den-
alcanzar.
En el parâmetro temporal destacamos también las expecta-
tro de su identidad ocupacional. Los patrones culturales en cuan-
tivas respecto de uno mismo, dei mundo, de los otros. Hablo de
to ai rol social dei hombre y la mujer son internalizados a lo aspiraciones pro!)ias o maneras de ser que se quieren alcanzar.
largo de las etapas cubiertas por la génesis de la identidad ocu- Siguiendo la terminología freudiana hablaríamos dei ideal dei yo.
pacional dei adolescente y juegan un papel importante como
causales de gostos, intereses, actitudes e inclinaciones. Según esta línea, el modo en que Ias personas se aproximen
al ideal dei yo determinará el monto de autoestima. Puede distin-
guirse entre ideal dei yo e imagen de sí. I deàl dei yo es un mo-
IA crisis de identidad en la adolescencia delo, una fuente de motivaciones axiológicas, en tanto la image11
1 de sí surge de la confrontación de este modelo con los statuR,
1
i 1
Por crisis se connota generalmente algo así como ruptura de una roles y actividades que realiza el sujeto.
forma establecida de relación. Muchas veces esa imagen esconde En cuanto al ESPACIO, el sentimiento de "yo soy yo" surge
ji 1
lo eomplementario: la idea de pasaje, de reajuste, de nueva forma fundamentalmçnte sobre Ja base dei esquema corporal que dis-
de adaptación. Crisis tiene que ver con algo que muere y con algo crimina entre u·n espacio propio (interno) y un cspacio no pro-
que nace, es decir que crisis tiene que ver con la idea de deses- pio (externo) .
:/111 tructuración y reestructuración de la personalidad. El esquema corporal no es sinónimo de cuerpo sino de su
Todo adolescente es una persona en crisis en la medida en que representación. Schilder habla de un espacio dei yo y un espacio
está desestructurando y reestructurando tanto su mundo interno del ello; el primero, regulado por el proceso secundario y el se-
I' como sus relaciones con el mundo exterior. Dei resultado de la gundo, por el primario. Una hipótesis es que las distintas técnicas
tolerancia a esta crisis y de los mecanismos empleados para su- ligadas a las ocupaciones implican formas instrumentales, es
11 decir, procesos yoicos, pero "empapados" de procesos prirnarios
\I 1:111111 1! perada surgirán formas de relación con su mundo interno y su
mundo externo, cualitativamente distintas de las relaciones man- de relación con el espacio.
tenidas ant~riormente. Justamente, la tarea más importante de Un ejemplo sencillo: una adolescente de quinto afio quicrc
un orientador vocacional consistirá en ser un buen .continente elegir geografía. La elección de la carrera y la descripción dei
de la crisis adolescente y no actuar la urgencia que el consultan- objeto carrera con el que desea vincularse estaban determinados
te tenga por superada y que ha depositado en el experto. por el deseo de poseer instrumentos para conocer, reconocer y
Lo que se desestructura y reestructura es toda la persona- modificar su cuerpo, respecto dei cual tenía problemas especiales
lidad adolescente. Por personalidad se pueden entender muchas (era una chica muy gorda). Su descripción de la geografía era
cosas distintas; pero todo el mundo estará de acuerdo en consi- significativa, pues se alejaba de lo que la geografía es realmente,
derar que lo que define fundamentalmente a la persona es el Y tenía mucho que ver con "saliencias y profundidades" que
hecho de poder ser un objeto para ella misma, un objeto para sí. eonstituían su inconsciente preocupadón. La carreta era algo íns-
i 11
50 51
......411
trumental que ella estudiaría en función de su proyecto yoico,
pero el mismo se hallaba teõido de procesos primarios de natura- Otra función yoica es Ia interpretación de la realidad: tiene
Ieza mágica referidos ai control dei propio cuerpo, del propio que ver sobre todo con la discriminación entre yo y no yo. Esto
espacio interno. se ve alterado si las identificaciones proyectivas e introyectivas
son masivas. Una de las características manifiestas más nota-
En cuantos a los OTROS, la sensación de que "yo soy yo" tiene bles de un adolescente que va a la consulta vocacional es la alte-
que ver con "mis relaciones con los demás". Las relaciones con ración de esta función.
los demás se expresan fundamentalmente en un vínculo de doble
La interpretación de la realidad tiene que ver también con
carril, que son los procesos proyectivos e introyectivos. La "ex-
la percepción de la realidad discriminada en cuanto -a figura y
1
tensión" de Ia persona nunca coincide con el límite de su piei,
sino que incluye todos los objetos que puede llamar "míos". Su fondo. ·
guardapolvo, su consultorio, su taller, su banco, sus instrumen- La tercera función yoica está en relación con el sentido de la
1
tos de trabajo, son parte de la pcrsona, lo mismo que su familia, realidad. Esta función se entiende mejor por la negativa. La rea-
li su grupo de amigos, su escuela, su barrio, etcétera. Iidad no tiene sentido para un adolescente (o para un adulto)
cuando no puede encontrar coherencia en sus acciones ubicán-
Los límites de la persona surgirán de la discriminación o dei dolas en los tres parámetros de tiempo, espacio y otros. En esos
balance que se establezca entre los procesos proyectivos e intrc;,- casos se pierdc .el sentido de la realidad y por lo tanto, simultá-
yectivos y de su carácter discriminado o masivo. neamente, el sentido de las propias acciones; se desconoce así
La estruclura de la personalidad se definirá por el interjuego la coherencia de Ias conductas y la pertenencia de ellas a uno
de los Ires parámctros esbozados someramente. En un adoles- mismo. En forma extremada esto se manifiesta como desperso-
cente está caracterizada sobre todo por un acercamiento a nuevos nalización. Sin llegar a ese extremo, un individuo normal puede
objetos de la realidad. Este acercamiento supone la puesta en vi- pasar por momentos en que desconozca el sentido de sus accio-
gencia de procesos de discriminación y jerarquización de los ob- nes, por ejemplo, cuando no las puede ubicar dentro dei proceso
jetos de la realidad. Estos se realizan solamente si el conocimien- "dar-recibir", o euando no integra las conductas como "dentro"
to de sí lo permite y, sobre todo, si el ejercicio de las funciones o "fuera" de su propio espacio o cuerpo. Cuando el sentido de la
yoirns es adccuado. realidad se mantiene, cl individuo tiene la evidencia de que él es
Consideraré ai Y o como cI nombre de siete funciones bási- un ser vh•o, de que es un ser real, de que existe y coexiste. Cuan-
cas de la personalidad, que son: en primer lugar la adaptación a do algunos de estos sentimientos desaparecen nos enfrentamos coo
la realidad, entendida como una adecuación de medios a fines y un fracaso dei sentido de realidad.
como una síntesis entre originalidad personal y aceptación de La cuarta función yoica está constituida por las defensas.
pautas sociales o de soluciones preinventadas. Quizá convendría hablar de mecanismos protectores en lugar de
Veo, por ejemplo, un fracaso en esta función yoica en un mecanismos de defe11sa, término que tiene connotaciones especí-
ficas ligadas a lo patológico. Son mecanismos protectores de la
adolescente que se niega a ser "original" en su eleeción y a reco-
nocer que su elección es su elección y pide ai psicólogo que le desestructuración de la personalidad y operan cuando el yo anti-
narre "cómo se eligc en general", no aceptando "inventar" su cipa los conflictos mediante la percepción de seiiales de alarma.
En el adolescente esta función yoica, de anticipación y protec-
propia manera de elegir; o una inadecuación medios-fines, si des-
.il conoce evidentes y serias dificultades personales que le impiden ción frente a peligros que anticipa, no tiene la misma plasticidad
1!i que en la persona adulta sana, sea porque no hay corresponden-
! akanzar los fines que pretende lograr ejecutando determinada
tarea (por cjemplo un adolescente muy corto de vista que quiere cia entre el peligro anticipado y el peligro real, sea porque las
ser ncurocirujano). defensas son demasiado estereotipadas o demasiado rígidas. El
hecho de que un adolescente "tenga" mecanismos defensivos no
'i.2
53
~

...
nos dice nada respecto de su yo, hasta tanto no veamos cuál es fesiograma perfectamente apropiada para tal ocupación, pero si
el monto de esas defensas y cuál su grado de estereotipia y sobre al orientador Ie preocupa no sólo qué elige sino también quién
todo de qué se está defendiendo. Por ejemplo, sabemos que se elige, advertirá que esa es una relación enfermante que deberá
defiende de algo cuando quiere elegir rápido, pero todavía hará prevenir, asumiendo un rol psicoprofiláctico.
falta indagar de qué se está protegiendo y cuáles son las fantasías La séptima función yoica tiene que ver con la síntesis, la in-
ligadas a ese miedo a deiar pasar e1 tiempo o miedo a tomarse tegración, la homeostasis, etcétera.
demasiado poco tiempo. Estas funciones que he resumido podrán estar más o menos
La quinta función yoica tiene que ver con las relaciones de alteradas en un adolescente, pero es una característica casi co-
objeto. EI Yo establcce cl vínculo con los objetos y, rcspecto de la mún a todos los adolescentes cierta disfunción yoica, producto
oríentación vocacional, interesa esta función cn cuanto a las con- de la crisis evolutiva que enfrentan.
ductas narcisistas, a las conductas simbióticas y a las conduc- Otra característica de Ia personalidad de un adolescente es
tas ligadas con la elaboración de duelos. Todas estas con- ]a catectización del mundo externo favorecida por la salída de
1 ductas tienen que ver con el manejo especial y el cambio de lo::.
,ili, 11: la reedición de la situación cdípica propia de los comienzos de
objetos que examinaremos más adelantc.
la adolescencia.
La sexta función está constituída por las funciones a11tór10-
De la manera como se resuelva esta reedición de la situa-
mas. El término "autónomo" lc corresponde a Hartmann (20),
ción edípica dependerá la calidad y la manera en que se puedan
quien plantea la necesidad de destacar que el Yo no surge de un
catectizar nuevos objetos del mundo externo. Esto tiene que ver
conflicto entre el Ello freudiano y la realidad, ni cs la defensa su
con las vicisitudes de los instintos ligadas a la elaboración de
única función. Tiene una orientación positiva bacia la realidad
que se realiza a través de mecanismos adaptativos como el pen- duelos.
samiento, el lengu~je, la voluntad, etcétera. Para muchos autores, como por ejemplo Arminda Aberas-
Siempre conviene examinar si estas funciones yoicas corres- tury ( 1), la dinámica de toda adolcscencia, normal o conflíctuada,
ponden a la "zona libre de conflictos del yo" adolescente o a la tiene que ver con la elaboración de tres duelos básicos: el duelo
zona del yo no libre de conflictos, comprometida en la defensa. por los padres, cl duelo por el cuerpo infantil y el duelo por las
Esto enseíía a distinguir, por ejemplo, si "el orden" que un formas infantiles de relación (rol e identidad) .
adolescente busca a través de determinada carrera expresa un Hay duelos quizá más difíciles de percibir, pero que se
mecanjsmo defensivo de tipo obsesivo, o si por el contrario refleja hallan más claramente ligados con la elección de una carrera. Son
una conducta adaptativa autónoma respecto de los conflictos, los duelos por la pérdida de la omnipotencia. La relación 'con
que eventualmente habrían podido dar lugar a esa pauta de con- nuevos objetos y el conocimiento más claro de la realidad y dé
1: 1
ducta o a ese rasgo de carácter en cl pasado, pero de la que ya se los propios límites implican un ataque severo a la omnipotencia.
ha constituído en secundariamente autónoma de esos mismos con- Este ataque tiene un aspecto bueno y gratificante para el adoles-
flíctos contra los cuales surgió como defensa. cente y, conjuntamente, un aspecto frustrante, porque le revela
Una persona puede tener características que los profesiogra- que no es omnipotente ni en sus posibilidades de destruir ni en
mas indiquen como convenientes para determinada profesión, pe- sus posibilidades de reparar; si esto es bien percibido por quien
11 ro que pueden corresponder a la zona del Yo comprometida en consulta, se le abrirán posibilidades de elegir bien, como veremos
los conflictos, de modo que seguir tal profesión (a la cual puede más adelante.
1( Una tercera característica dei adolescente tiene que ver coo
;11,
ajustarse perfectamente) es exponerla a enfermarse aún más.
,1 el logro de la identidad. Erikson (13, 14) la define como la con-
Por ejemplo, una persona obsesiva que quiere ser bibliote-
caria .Y es rigurosamente ordenada, será considerada por el pro- fianza en que la igualdad y la continuidad interna coinc1dan con
54 55
·fll ..
1
1 11 ''
1
I la igualdad y Ia continuidad dei significa<lo que ticnc para los confusión cs porque hay confusión cn lüs i<lcnlifkacioncs intru-
1 i l;i 1 otros y para sí mismo. yectivas con los otros.
il 1 ,1
.Ili El término identidad me pareció adecuado para intentar Todo conflicto ante la elección de una manera de ser a tra-
'I i crear un modelo de los problemas de orientación vocacional por- vés de algo que hacer (de una ocupación) expresa una no inte-
que debido a la índole misma dei concepto, se patentizan las dos gración de identidades diversas. Todas las dudas dei joven respec-
1 1 vcrtientes que intervienen en la elección de una profesión u ocu- to de "qui~n quiere ser" obedecen a identificaciones que no han
I;' pación: la mismidad social y la continuidad interior. Se trata de sido integradas todavía. Decimos que cuando estas identificaciones
un concepto útil para integrar los factores internos y externos, se integran y pierden el carácter defensivo o protector original.
para articular las expect.itivas de los otros respecto de los indi- d adolescente ha alcanzado su identidad ocupacional.
víduos y su coherencia o no con las expectativas, aspiraciones, Las idcntificaciones acontecen durante toda la vida; si bien
ideal del yo, adecuación dei nível de aspiraciones a las posibili- las identificacioncs de una persona que ha logrado su identidad
dades, etcétera, que se relacionan con la mismidad interior. tiencn un carácter discriminado, son funcionalmente autónomas
La identidad ocupacional, como vimos, está relacionada con y correspondcn a la zona dei yo libre de conflicto.
el desarrollo de la identidad, entendida en sentido amplio, y sólo En cambio !a's identificaciones de un nifio o de un adolescente
arbitrariamente podemos fragmentar la identidad ocupacional res- tiencn un carácter defensivo, surgen de Ia lucha, dei conflicto entre
pecto de la identidad sexual, familiar, etcétera. opciones y de la nccesidad de superarlos mediante la puesta de sí
La identidad se gesta, como vimos, sobre tres puntos: gru- cn el lugar de otro o de la puesta dei otro en lugar de sí mismo.
pos, procesos de identificación y esquema corporal, y se traduce Para lograr la claboración de esta situación Ia sociedad conce-
en una serie de pares antitéticos: el sentimiento de quién es uno de un tiempo a sus miembws, que Erikson (cf. op. cit.) llama mo-
1:1, 'I ·
y quién no es; quién quisiera ser y quién no quisiera ser; quién ratoria psicosocial. En esta moratoria las tareas fundamentales de
cree que debe ser y quién cree que no debe ser, quién puede ser un adolescente son la discriminación, la selección y la elección de
Ir li · y quién no puede ser; quién se permite ser y quién no se permite las idcntificaciones.
ser, de todo lo cual surgirá, o no, una síntesis. En estas tareas los objetos "viejos" pesan sobre los objetos
La identidad seguramente no emergerá ai final de un proce- nucvos, interficrcn en la rclación con ellos, le dan un sentido pecu-
so de orientación vocacional ni posiblemente hasta que hayan liar. Por eso elegir algo nucvo, decidirse por algo, siempre implica
transcurrido muchos aõos. Pero el orientador (lUe tiene adelante a dejar de lado, dolorosamente, todo lo demás. Quizás el problema
un adolescente que no sabe si ha de estudiar ingeniería o arqui- de orientación vocacional del adolescente esté más vinculado a todo
1 Ili tectura, se está enfrentando con la lucha entre estas contradic- lo que tiene que dejar, que a lo que_tiene que tomar. Pero no sólo
i ciones. Hay contradicción entre quién se quisiera ser y quién se a lo que tiene que dejar, sino también a las fantasias respecto de lo
1 siente que no se quisiera ser; entre quién quisiera ser y quién se que deja y de las consecucncias fantaseadas ante e] abandono de los
lii/ 1
permite ser, etcétera. objetos que desecha. Consecuencias para él y, naturalmente, para
1
En el adolescente, como en cualquier persona, reina una los demás.
enorme confusión respecto de todos estos problemas, pero en él La identidad negativa es una interferencia en el logro de la
es seguramente más intensa, porque cada uno de ellos está en identidad ocupacional. Es el producto de las identificaciones con
relación con los vínculos manifiestos y no manifiestos que tenga los aspectos rechazados, fundamentalmente por el grupo familiar.
con los otros. El quién cree que es supone una identidad con Se llama identidad negativa porque es lo contrario de lo que el
otros, reales o fantaseados; también el quién quisiera ser o no grupo familiar espera que sea eJ adolescente. Así, si el grupo fa-
quisiera ser, quién se permite ser, quién no se permite ser, etcé- miliar espera que siga la tradición familiar, que estudie una carre-
tera, tienen que ver con identificaciones con los otros. Si hay ra "importante", larga, de prestigio y que reporte dinero, un ado-
56 57
li):
1
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Ili ...... ,: .• .. ·,i111117F
111: 11: kscente con identidad negativa podrá hacer valer más los moti- aecímiento cl autoconcepto (autoimagen, identidad) está asenta-
\'OS Jc cvitación (Zytowsky (53]) y por lo tanto no querer estu- Jo sobre la base de la identificación.
diar, actuar esta oposició•1 ai grupo familiar convirtiéndose en un La segunda etapa cs según Bühler la Exploracióu. Para Super
1 1 i 1
~ pésimo alumno de la carrera y llegar ai fracaso para demostrar, de se extiende entre los 15 y los 24 aiios. El autoconccplo no está
cse modo, que es lo contrario de lo que los padres quieren que sea. centrado solamente en las identificaciones, sino predominantemen-
La i<lcntidad negativa, surgida de la identificación con los valores te en el ejercicio de roles. Hay una mayor discriminación. Super
rechazados por cl grupo familiar, sirve para o cümple la función divide la etapa en lres momentos: el de las tentativas, entre los
<lc aplacar ansiedades persecutorias. Es una forma de sometimien- J5 y los 17 anos, en que la elección de los roles va a ser ejercitada
lO a lo temido. Cuando la identidad negativa surge de la identifi- sobre la base de la fantasia; el de transición, entre los 18 y los
cación con personajes o con grupos "matos", según los valores de 21 anos, en que hay una mayor consideración de la realidad que
il: esc adolescente, se pue<lc hablar de una identificación con el agre, permite confrontar las necesidades, los gustos y los intereses, con
sor. Todo "agresor" externo representa, por depositación, una las oportunidades que brinda la realidad; y el de ensayo, que se
característica interna temida por el grupo y/ o e1 individuo. Esa ca- cxtiende entre los 22 y los 24 anos. En éstc el individuo localiza
1
racterística interna, o "lo que no se debe hacer", lo que "no se un área de la realidad, discriminada entre todas Ias demás, la elije
permite hacer", "lo que no se quiere ser", es lo que el adolescente como propia (sobre la cual puede operar) y se relaciona con clla
revela como su identidad. "Soy lo que no debería ser, lo que no más <lirectamente.
quiero ser, lo que no me permito ser." Es fácil advertir que, cn general, Ia extensión de la carrera ,
uníversitaria es abarcada por la etapa de exploración. No cs raro,
por lo tanto, que durante la misma reaparezcan crisis vocaciona-
Desarrollo de la identidad ocupacional
les; lo raro ~ería que no aparecJeran. Esto justifica que la termi-
Según Ch. Bühler ( 1O) , la vinculación de los indivíduos con las nación de la carrera universitaria suponga una reedición de la cri-
ocupaciones pasa evolutivamente por cinco etapas; cada una de sis vocacional nacida en el momento inicial. Hipotéticamente, se-
cllas ofrece características y determinantes específicos. gún cómo se haya elaborado la elección de la carrera, el profesio-
nal graduado se relacionará con su campo de trabajo.
La primera es la del Crecimiento. El crecimiento de la voca- La tercera etapa es Ia dei Establecimiento. Se extiende entre
ción se extiende hasta los 14 anos, según Super (47). En esta eta- los 25 y los 44 anos y tiene dos momentos. El primero, de ensayo,
pa predominan sucesivamente las fantasías, los intereses, las capa- que supone el cambio de áreas, implica todas las vicisitudes en
cidades. Entre los 4 y los 10 afios, la vocación está determinada
cuanto a la elección de campos de trabajo dentro de una misma
por la fantasía, que expresa necesidades básicas del nino. El inte-
profesión; en qué, dónde, cómo trabaja, con quién ha de trabajar,
rés pasa a primer plano entre los 11 y 12 afios. Aquí no se habla
1 ya de necesidades, sino de gustos (en términos motivacionales ha- en qué tarea, en qué especialización, etcétera. El segundo momen-
blaríamos de "necesidades", ubicándonos en modelos de búsque- to, de estabilización, es puramente creativo desde el punto de
da de estímulos o de objetos) . vista personal y más claramente reparatorio. Luego vienen otras
dos etapas, una de mantenimiento y otra de declinación, en la que
Los intereses dejan su lugar a las capacidades entre los 13
aparece una desaceleración ligada a actividades menores, una pre-
y los 14 anos. Elias pasan a predominar en función dei entrena-
miento del púber, sobre todo en su período escolar. Las habilida- paración para el retiro y luego un período final de retiro.
des que él reconoce en sí mismo son una función del entrenamien- Un esquema reducido mostraria tres grandes etapas:
illllllli to escolar. La escuela primaria le brinda la oportunidad de pro- a) Elección fantaseada (hasta promediar la adolescencia) .
bar cuán hábil es en distintos tipos de tareas. En este período de b) Tentativa de elección (en la que se conjugan intereses,
1
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58 59
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capacidades, sistema de valores, etc., con algún proyecto tracn a la consulta, es decir que ellos se hacen cargo de u·na fun-
i vocacional) . dón yoica que es la anticipación.
c) Elección realista (que comprende: CI =exploración de b) Situación dilemática es aquella en la que el adolescente se
un área de Ia realidad; C2 = cristalización de un vínculo <la cuenta de que algo le pasa, que hay algo importante alrededor
con un área de la realidad; y CJ = especificación dei de él, o algo importante que tiene que hacer. Hasta tal punto
vinculo con un área de la rcalidad (Véase Super, [ 48]). puede verse "invadido" por la urgencia, que la ansiedad tendrá
características confusionales, expresadas, por ejemplo, en el miedo
de que si no élige algo nunca dejará de ser adolescente o nunca
El explorador se separará de la escuela secundaria.
En cuanto a los conflictos, son ambíguos y ambivalentes. No
El momento cn que cl adolescente concurre a la consulta es cl de hay una buena discriminación entre parte y todo. En esta situación
Ia cxploración. De modo que nunca un proceso de orientación los adolescentes se confunden y cuando hablan de carreras están en
11 vocacional terminará con la consolidación plena de una identidad
f 1
realidad hablando de materias, cuando hablan de materias están
1 profesional. Esto ocurrirá muchos anos después.
'1 1· hablando de profesiones, cuando hablan de profesores, están ha-
1i11 '1'
EI término "exploración" es útil porque sugiere la idea de blando de padres, etc. Las defensas más salientes son: la disocia-
11·,: alguicn que se interna en un lugar dcsconocido. Hay adolescentes ción, la identificación proyectiva masiva, la negación. Si aparece
1 ,,1
que "se animan" a ser exploradores y adolescentes que "no se una negación de la situación dilemática, el adolescente empieza
,11 i
1
I','
animan". El explorador tiene en cuenta qué es lo que va a explo- a mostrarse como en una situación predilemática: "Yo no tengo
rar y con qué equipo irá de exploración. De Ia síntesis de estas problemas, que otros se las arreglen".
1 dos factores surge el concepto de situación.
,j e) En la situación problemática el adolescente parece real-
La situación designa la perccpción que tiene cl adolescente mente preocupado. Se caracteriza porque las ansiedades son mode-
:;1111·11
de aqucllo que va a explorar y de aquello con que cuenta para radas, pudiendo ser persccutorias o depresivas. En general, en esta
1
Ia tarea. situación los adolescentes oscilan rápidamente entre ansiedades
11{} persecutorias y depresivas en distintos momentos de Ia entrevista.
Las situacioncs pucden ser de cuatro tipos, según el monto
1111 de ansiedad, cl tipo de conflictos y Ias defensas evidenciadas en la Son momentos de creación. Los conflictos son divalentes, hay más
conducta dei adolescente: predilemâticas, dilemáticas, problemá- discriminación, menos confusión, pero no hay todavía integración.
1111l1i Frente a esta situación, los planteos que formulan sem dicotómi-
1 ,1, ticas o de resolución.
cos. "Tal cosa me gustaría para realizarme, tal otra me daría dine-
a) Cuando la situación es predilemática, el adolesqente tiene ro." "Tal cosa les gusta a mis padres, pero ésta me gusta a ·nú."
11111 el aspecto de alguien a quien "no le pasa nada". Es el adolt:scente "Para tal cosa soy hábil, pero no me interesa"; o bien, "Sé lo que
que no se da cuenta de que tiene que ir de exploración. Es tl me gusta pero no sé qué hacer", o "Sé qué hacer, pero no lo que
adolescente que en general es traído a Ia consulta y no sabe para me gusta".
qué viene, por qué viene y qué intereses tiene en eso. Ni siquiera Las defensas que aparecen son la proyección, la negación y
parece darse cuenta que tiene que elegir. Son adolescentes muy inma- a veces el aislamiento, cuando uno de los términos del conflicto
duros y que establecen con el psicólogo una relación filo-paterna, es el afecto. "Las cosas que me gustan son las que me preocupan!'
lo que nos está revelando defensas intensas, consistentes séore Entonces los sentimientos por el objeto con que está vinculado son
todo en la delegación por identificación proyectiva. Los conflictos aislados, y ya no se siente tan preocupado. "Desaparece mi pro-
son ambíguos, hay confusión entre Yo y no Yo, Ia que se evi- blema, yo me convierto en un elector técnico que juzga con abso-
dencia también por el hecho de que son los padres quienes los luta objetividad y sin ningún compromiso emocional." Es distinto
ºº 61
~ ._,,..• ···-·
...
/icacióll proyectiva que se manifiesta, por ejemplo, al decir que
el aislamiento de la negación que hace un adolescente cuando su quiere ser "un profesional como usted" •.s
situación es predilemática. Por ejemplo se trata de un aislamiento
si expresa: "yo sé que me gusta la ingeniería pero no me siento
hábil en matemáticas, entonces la ingeniería no me gusta". En vocación. Identidad vocacional. ldentidad ocupacional
cambio el adolescente que presenta su elección en términos prcdi-
lemáticos no sabe bicn qué Ie gusta ni qué no le gusta; no sabe ourante mucho tíempo e1 concepto "vocacional" fue considerado
ni lo que puede ni lo que no puede hacer. explicativo de la elección de carrera o trabajo. Tenía el valor de
una variable independi~nte o in.terviniente por lo que· remitía a
d) El cuarto tipo de situación es de resolución. Los conflic- alguna teoria de la motivación. tsta permanecía inexpresada por
tos que aparecen son ambivalentes y combivalentes.' Ya no hay lo general, aunque se hablara en forma vaga de "tendencia", "de-
amor ni odio respectó del objeto que se abandona, porque se ha seo", "inclinación", "predisposición", "set", etcétera.
elaborado la separación dei proyecto anterior que se dejó de lado. A poco de analizar el concepto de "vocación" se percibe que
El término resolución sirve para subrayar el hecho de que se trata en lugar de ser un dato explicativo es en realidad algo que debe
de encontrar una solución al problema y que se encontrará de la ser explicado. Decimos que alguien está contento con la carrera
misma manera en que se hayan solucionado problemas anteriores de Licenciado en Matemáticas porque "tiene vocaci6n para las
1 !I\ que implicaban elecciones y por lo tanto elaboración de duelos matemáticas". Pero, si profundízamos un poco, tenemos que pen-
r (véase Grinbcrg [ 19]) . sar por qué tiene vocación para las matemáticas.
Las defensas que apareceu pueden revelar esporádicas regre- El problema es bastante profundo porque, en 6ltima instan-
. ' \1
1 siones en·tas que .el psicólogo percibe que la elección ya "cocinada" cia, tenemos que considerar por qué la gente hace algo en lugar de
1\1
i es abandonada momentáneamente por el adolescente que, por no hacer nada.
1: este motivo, se siente sumamente indefenso. Esto expresa algo que Este problema, en psicología moderna, es tema de las teorias
1 es muy importante: el adoiescente descobre su soledad frente a la de la motivaci6n, que se dcbaten todavía ante grandes dilemas. Por
elección de su futuro. Es natural que se sienta mal y que quiera ejemplo: ;,se realizan conductas para reducir tensiones, o más
Ili :iil a toda costa volver a una situación de dependencia anterior, por- bien para buscar estímuloE?
que se ha dado cuenta de que su destino lo elige él. Es muy ilus- Hasta Ia fecha ninguna de las teorías ha encontrado suficien-
!111 t,11,
trativo que hablen de "parto". Dan la impresión de estar cansados te evidencia empírica como para descartar a las -otras.8 Se supone
pero contentos. Cuando predomina el cansando· apelan a conduc- que la gente hace algo "por" algo y que lo hace "para" algo, pero
1 i
tas regresivas: "bueno ... no quiero pensar más"; " ... no quiero ese algo no está todavía claramente definido.
11
discutir más"; " ... no quiero venir más, dígame qué es lo que Podemos partir del producto que, en el caso de la orientación
tengo que hacer; ya le di el gusto de venir a tantas entrevistas vocacional, es la identidad ocupacional, producto de "algo" que ha
y pensar y desorientarme".
~ Un elcvadísimo porcentaje de adolescentes que consultan por orientación
Otras defensas que aparecen son: la evitación, por ejemplo, V~acional, en algún momento fantasean que van a psicología. Esto nos
de las carreras abandonadas, dei colegio abandonado; la omnipó- indica que somos un modelo de identificación para él. Muchas veces cae-
mos en la tentación de actuar la omnipotencia proyectada en nosotros por el
tencia, ligada con la idea de elegir todas las carreras, o la iáen(i- adolescente. En este caso estamos contraidentificándonos con él en lugar de
ayudarlo a alcanzar una identidad ocupacional.
4 " Véase, por ejemplo, Madsen (36), Fraisse (15), Miller (38), Brown y
El concepto "combivalente" pertenece a Juana Danis y designa .un objeto
éticamente total, integrado, al que ya no se ama ni se odia, sino que se otros (9), Nuttin (39).
conoce. (Comunicación personal.)
63
62
lliil, •·-
....
ocurrido en la persona que.elige. Ese algo, que determina la iden- (cn plural); en otros casos se habla de "conductas reparatorias".
tidad ocupacional, lo denominaré identidad vocacional. Si se habla de "tcndencias reparatorias" entonces pensamos
Diré que una persona tiene identidad ocupacional o, mejor, cn manifestaciones de un instinto, posiblemente el de vida.
que ha adquirido su identidad ocupa~ional coando ha it?tegrado Si se habla en cambio de conductas reparatorias, ya estamos
sus distintas identificaciones, y sabe quê es lo que quiere hacer, hablando de una variable dependiente que a su vez debe ser
de qué manera y en quê contexto. La identidad ocupacional inclui- explicada.
rá, por lo tanto, un cuándo, una la manera de quién,·un con quê, Este concepto, desde un punto de vista descriptivo, se refiere
un cómo y un dónde~ a "conductas que exprcsan el deseo y la capacidad dei sujeto
Defino en cambio la identidad vocacional como una respuesta Je recrear un objeto bueno, externo e interno, destruído". (Han-
ai para qué y por quê de la asunción de esa identidad ocupacional. na Segai [45]), (M. Klein [26, 28, 29]).
Dccir por qué una persona asume, o decide asumir, determinada Debe aclararse que cuando se dice que expresa el deseo,
idcntidad ocupacional remite necesariamente a una teoría de la per- por deseo puede en~nderse un impulso, un instinto, una tenden-
sonalidad. Así, por ejemplo, si decimos que la identidad ocupacio- cia o la manifestación de ellos.
nal es una parte dei "estilo de vida" de una persona, nos basamos Posiblemente la reparación sea una manifestación dei instin-
cn un cncuadre teleológico en el análisis de las conductas y sus- to de vida, según se desprende de los textos kleinianos. Y es así
tentaremos el planteo P-n hipótesis implícita o explícitamente fina- sobre todo porque la reparación ponc coto a la destrucción, que,
1istas (a la manera de A. Adler, por ejemplo). explícitamente, es manifestación dei instinto de muerte. La dialéc-
Dentro del contexto de las teorias psicoanalíticas de la per- tica instinto de muerte-instinto de vida se traduce en conductas
sonalidad, resulta tentador entender las identidades ocupacionale~ polares de destrucción-reparación (construcción).
como la manifestación de procesos de sublimación de instintos. Es- Cuando se habla de un objeto bueno destruído hay que acla~
to aparece esbozado en algunos trabajos de Freud y de otros psico- rar cómo se produce esa destrucción. Melanie Klein dice que la
analistas cuando interpretan el por qué de las profesiones. destrucción se produce "en la fantasía" (S. lsaacs [24]), es decir,
que la destrucción dei objeto puede ser, o no ser, real.
Lo que destruye el objeto es el odio, es decir, un derivado
Vocación y reparación dei instinto de muerte.
Tal vez más útil que el concepto de "sublimación" sea el de "re- Cuando se habla de un objeto bueno destruído debe aclarar-
paración" surgido de la escuela inglesa de psicoanálisis. Es suge- se que si el objeto bueno es objeto de destrucción eso se debe a
rente entender la reparación como una variable independiente y que, además de ser amado, es odiado. De donde surge, como con-
la identidad ocupacional como una variable dependiente de ella. dusión, que el vínculo con el mismo es ambivalente.
En nuestro medio, Wender(51) postula la hipótesis de que Con respecto a la reparación, hay que tener muy claro que
las vocaciones expresan respuestas dei yo frente a "llamados" in- nunca es total, ya que en la realidad tal cosa es imposible. En la
ternos, llamados de objetos internos danados que piden, recla- fantasía puede serio, pero no es esto lo que en la teoria kleiniana
man, exigen, imponen, sugieren, etcétera, ser reparados por el Yo. se enticnde por auténtica reparación, porque una reparación total
11
1 La elección de carrera mostraria la elección de un objeto Y absoluta, una restitución íntegra dei objeto que en la fantasía
111111 : !1:/I, se considera danado corresponde a una fantasía omnipotente (por
1 interno a ser reparado. Es decir, que la carrera seria la resultante
1
1. 111' de una respuesta dei Yo (lo vocado) a un objeto interno dafüdo lo tanto no se trata de una auténtica reparación sino de una seu-
1 '
(vocante). dorreparación) .
1 j .
Reparación tiene distintos sentidos. En algunos textos se ha- Finalmente, para que estos procesos, derivados de deseos y
11 •
bla de reparación como "impulso", en otros como "tendencias" de la capacidad de recrear, se cumplan, debe suponerse un Yo
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capaz de: a) aceptar la realidad; b) tolerar el dolor; c) hacerse
arte de éstc; y finalmcl1tc, mediante d co11trol, se nicga la auto-
responsable de su odio respecto dei objeto que simultáneamente
era amado, y d) realizar conductas en la fantasía y en la realidad ~omía dei objeto.
que intenten reconstruir ese objeto danado. En orientación vocacional un adolescente que dice: "No im-
porta que mi papá no es_té de acuerdo con lo que yo quiero estu-
El concepto de reparación, que parece explicar muchas con- diar, porque conozco muy bien a mi papá y sé que dentro de dos
ductas, también debe ser explicado, porque no puede hablarse meses me va a dar la razón", es un cjemplo de este tipo de con-
de reparación si no se postula un Yo capaz de realizaria. Un Yo ductas.
"fuerte", capaz de ejecutar conductas reparatorias, y que ai repa- En la fantasía se está controlando la autonomía dei objeto
rar, en la fantasía y en la realidad, se hace aún más fuerte porque papá, capaz de aprobar o desaprobar su conducta de elección.
restaura el objeto interno bueno, danado en la fantasía, que lo pro- Otro ejemplo en orientación vocacional se presenta cuando,
tege de objetos internos malos. Y esto es así fundamentalmente al accrcarse la finalización dei proceso, e] adolescente no concu-
porque el éxito de los intentos reparatorios muestra al Yo su ca- rrc a la última entrevista y de esa mancra consigue tener una
pacidad de poner coto, Iímites, a la omnipotencia de su odio y de entrevista más. En su fantasía controla ai objeto psicólogo que
su destrucción. cs autónomo y puede, por lo tanto, determinar cuándo terminará el
Si el Yo no es fuerte y no tolera la ansiedad depresiva gene- proceso.
JI rada por Ia pérdida, a causa de la propia agresión de] objeto bue- Podemos entonces distinguir dos eualidades básicas de la re-
no del que depende, empleará básicamente dos tipos de conductas paración: una reparación autêntica y una reparación maníaca.
!li defensivas. A diferencia dei Yo fuerte que percibe Ia realidad, la Adcmás, podríamos agregar otras cualidades o modalidades
1111
acepta, tolera su ambivalencia y puede realizar intentos reparatorios, de Ia reparación, según sus formas: una reparación compulsiva,
1
apelará a dos defensas básicas: la disociación y la negación. Lo cuando la culpa persecutoria suscitada por la destrucción dei objeto
1.
que se disocie será la relación entre el Yo y el objeto como una en la fantasía es tal, que impone al Yo actividades sumamente exi-
manera de anular la dependencia dei mismo. Se niegan dos cosas gentes. EI Yo funciona de un modo hipermoral, rígido, autoritario
fundamentalmente: los límites de la omnipotencia (toda omnipo- realizando conductas que, .en lugar de reparar a los objetos en la
tencia supone una negación) y la autonomía del o!Jjeto (puesto fantasía, los daiían cada vez más (o pueden llegar a daiíarlos cada
que se siente malo el objeto, objeto de odio y agresión, cuando vez más) y que restringen la autonomía del sujeto.
no está; y una manera de defenderse. de esto consistirá en negar Otro tipo de repaxación, melancólica, implica matices auto-
la autonomía dei objeto). Cuando esto se realice se hablará de destructivos, como si Ia única manera de reparar ai objeto fucra
intentos de control dei objeto. destruyéndose uno mismo. Ahí, ai at.acarse y eventualmente des-
Son estos dos mecanismos básicos los que determinan una truirse el Yo; se está atacando al objeto con el que el Yo se ha
triada de conductas maníacas: desprecio, control y triunfo. Cada identificado, en lugar de reparado.
uno de estos sentimientos implican alguna negación de la relación Estas son las cualidades de la reparación que hemos distin-
con el objeto; por eso, cuando el desprecio, el control y el triunfo guido en la práctica y que empapan los proyectos vocacionales de
están presentes en los intentos reparatorios, contaminándolos, se muchos adolescentes. Pueden presentarse otras modalidades.
hablará de seudorreparaciones o reparaciones maníacas. Podemos distinguir entre las modalidades y las formas con-
cretas de reparación.
Para reparar auténticamente es necesario reconocer la culpa Estas tienen que ver con el cón qué se repara y a la manera
y en una reparación maníaca la culpa es negada. Mediante e! des- ~e quién se repara. AI decir "con qué", me refiero a objetos e
precio se niegan los aspectos buenos dei objeto, mediante e] triunfo instrumentos. Será cualquier objeto externo: los animales, el cuerpo,
se niega la pérdida dei objeto y los sentimientos de abandono por la gente, las ideas, el universo, las estrellas, los automóviles, las

67
' l' Ili
·as etcétcra. AI decir "a la manera de quién", me rcficro a pro-
V) •
cas , de identl'f'1cac1on
. , y sus resa l tantcs.
~
\ ! 1-:J
.... "eo "::lo. cesOsuna reparación de X modalidad puede llevarse a cabo a la
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o "' o anera de un bombcro, de una maestra, de un químico, de un
1.1.J ·-s ., ";quitecto, de un deportista; así, por ejemplo, una reparación
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"...o :ompulsiva puede concretarse al trabajar con chicos a la manem
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ci::
1.1.J
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., V) ;,-,
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' de un dentista, una reparación auténtica puede concretarsc con


grupos a la manera de un profesor, etcétera. Es decir, por ejcmplo,
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·- - ~ "O
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~ que Ia "vocación" de médico deberá ser definida por un con qué
1 ~ .9 :1
'<'. ·-
- <J OI V) -
y una [a manera de quién, pero además según una modalidad pre-
1\ ...;i e""
.. o eo ...;i dominante de la reparación implícita en su quehacer. Sólo así se
"O a..i --
1
s::: - P, u "(
,,1111 ~ entenderá su identidad ocupacional.
1
o... Tomemos el ejemplo de un adolescente que djce que quicre
t.>
z '1J = ;õ.,. ·-~;,; '<'. ser astrónomo. Vemos que el con qué son los astros, pero su a la
3 ti) 11)
9 - ~ -o ~ manera de quién puede ser como un investigador, o un mago,
u ~ "3 ~-;;;-., t.>
u o o.!!= o a la manera de alguien que él sapone son los astrónomos (por
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w .g': •ü -~ ~ ~ Q ejemplo, algo más parecido a un físico que a un astrónomo), o
~ -~ i ::s 8 =8 ~
w Q a Ia manera de un biólogo (interesado en investigar si hay vida
Qt.> 0 a : ·cn '8
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~ o no en otros planetas) , etcétera.
~ ~ 9 -9 o ê Para diagnosticar su identidad profesional todavía quedaría
t.> Q ·- ~ õ '() ~....
! u ê .!:l a·~ por entender si su reparación tiene el sentido de una reparación
< $ ! ~ i3 auténtica, maníaca, compulsiva, melancólica, etcétera.
No hay una relación mecánica entre el objeto que se eligc y
• .!t .; ~ ô
S:: N ..,. tJ
~ as ~ ~ .. U
a la manera de quién se ha de vincular con el objeto, ni entre esto
~ § rn f ci. .; y el tipo de reparación implicada.
e-, OS:, ~- ..,_
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o .s ~(#0 ã 0'~ La carrera que se elige seria, según este esquema, el deposi-
J~i::v,_ ~~~
o;--.sa .r::asQ) tario externo del objeto interno que pide ser reparado. Y la relación,
ã~~= ~ ~"1--
8 Cl.ll_'-u...,. Q.) el vínculo, con la carreta (objeto externo) estará determinada por
..,. m ~ ~ ~
la modalidad de la reparación implícita en la relación con cl objdo
i ~E~.g ::EB
interno danado.
§ Para hacer el diagnóstico de la identidad ocupacional cs necc-
o sario ver qué es lo que el objeto interno está reclamando, puesto
"( e:: que puede estar reclamando cuidado, atención, reconstrucción,
_§ '()
Q~
a:: OI OI
·a ºô o etcétera, y este "pedido" puede ser hecho de distintas maneras:
~ as OI
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u ~ .... como exigencia, súplica, reclamo, etcétera.
s OI i:: :.: t.>
i' OI :1
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1 b '1J Las modalidades de reparación nos seiíalarán el tipo de víncu-
o =i ~
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:s ::!: u o sod ;:.. lo con las carreras y profesiones, en tanto que con qué instrumen-
a:: ..;
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...: f'i ... tos se repara, sobre qué objeto externo se realiza la reparación y
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! 1111111
11 ! 1 a la manera de quién será ejecutada la rcparac1on, nos mostrará como conducta, el trabajo suporie un quién: ese qu1en es, en
cuál es la cualídad objetal de la carrera.
Esto es útil, entre otras cosas, para entender cómo un adoles-

,~ ,estro caso, el que elige. Ese quién se define en cuanto a su


~~Jación con los demás, es decir, sobre la base de identificaciones
1
1
cente puede fantasear, proseguir carreras muy distintas, aparente- ~n los otros que decantan en una identidad. Ese quién es histó-
mente incompatibles, pero que en un plano profundo representan cico es decir un quién que tiene un pasado respecto dei cual puede
1:111 !
para él exactamente lo mismo. Es decir, que son incompatibles ;en:r mayor o menor autonomía y, también en términos históricos,
,j ,, desde el punto de vista de la lógica formal, pero compatibles des- tiene un proyecto, que es el modo anticipado de llevar a cabo
1 '
de el punto de vista de la lógica propia de los procesos primarios. conductas.
Desde este punto de vista no nos sorprenderá que un adolescente' La conducta de trabajar supone además un cuándo y dónde.
1
quiera estudiar veterinária o filosofía pues, a lo, mejor, para él Ese cuándo y dónde es el contexto social o, en otros términos, en
lll'i forma mediata la institución trabajo, y en forma inmediata la ins-
significan exactamente lo mismo y, justamente, lo que sorprende
a su Yo consciente es esa disparidad o contradicción que no existe titución educacional, que lo preparará para ingresar a aquélla.
! 1 1 De aquí que el momento de elección de ocupación o de
I' en el plano de sus p~ocesos primarias.
Se admita o no la hipótesis psicoanalítica de que el trabajo estudios es el momento en el que el adolescente debe elaborar anti-
es manifestación dei instinto de vida, es inobjetable que la gente cipadamente esta conducta. El momento de la elecci6n es .un mo-
trabaja para satisfacer no sólo nccesidades biológicas. mento de ensayo anticipado de esta conducta futura.
'l.1'1:i
,', El trabajo puedc ser analizado psicológicamente como una
::1
I conducta y en tal sentido implicará un con qué se trabaja. Esto Elección y duelo
alude tanto a objetos como a instrumentos.
Desde el punto de vista teórico que he sugerido, el objeto El que elige, por lo tanto, no está eligiendo sólo una carrera. Está
1
coo que se trabaja, si hay posibilidad de elegirlo, siempre será cligiendo coo q\Ié trabajar, está definiendo para quê hacerlo, está
1 I' :i
! '11 el depositario de un objeto interno que reclama reparación. pensando en un sentido para su vida, está eligiendo un cómo,
L La conducta de trabajar supone un para qué y a esto lo pode- delimitando un cuán<lo y dónde, es decir, está eligiendo insertarse
mos llamar "impulso creador", "impulso ai desarrollo", "búsqueda en ttn área específica de la realidad ocupacional.
de la felicidad", etcétera, pero desde este punto de vista, enten- Está definiendo quién ha de ser, o sea que está eligiendo
diendo reparación en un sentido amplio, podemos decir que el un rol adulto, y para hacerlo no puede basarse en otra cosa que en
:1:
para qué es para reparar (que no es otra cosa que una manera de quién es.
crear). Ese quién es, todavía confuso como vimos, es producto de
múltiples identificaciones que pueden ser contradictorias, opues-
i~ El trabajo supone un cómo, un vínculo con los objetos, y esto tas, disociadas . , . A1 elegir, está fijando quién deja de ser, está
1
1o llamé "modalidad" de reparación, que esclarece el vínculo que eligiendo dejar de ser adolescente, dejar de ser otro profesional,
el trabajador tiene con los objetos e instrumentos de trabajo (ana- está optando dejar otros objetos. En la medida en que elige, deja;
lizado desde el,nivel psicológico exclusivamente). Y éste es otro motivo para decir que la. elección ocupacional, como
El trabajo como conducta supone un por qué. El término cualquier otra conducta, supone conflictos y maneras de encarados
reparación se refiere a una salida de un conflicto y es por lo tanto Y resolverlos. .
un concepto estrictamente dinámico, ya que cuando se dice qt'..e Se "dejan" objetos y formas de ser. Por eso siempre la elec-
ese c6mo es una modalidad de llevar a cabo la reparación, el por ción de carrera supone elaborar duelos.
qué de la conducta de trabajar supondrá (desde la perspectiva Según Lucy Wolf (52), los duelos se realizan sobre todo so-
dei sujeto) conflictos que determinan su conducta. bre cuatro situaciones: a) duelo por Ia escuela secundaria; b) due-
70 71
......J -
Por ejemplo, un adolescente que quiere estudiar biología pue-
lo por el paraíso perdido de la niiiez; c) duelo por la imagen ideal dc sentirse culpable y reprocharse tal gusto porque entiende que ai
de los padres, y d) duelo por las fantasías omnipotentes. concretarlo desatiende otra vocación, que podría ser la música. Esta
Si resumimos todo esto, vemos que el adolescente debe ela- situación podrá llevarlo a reprocharse a sí mismo que no es capaz
borar duelos por objetos que deja, que pierde (por ejemplo: el de seguir su "auténtica" vocación. Se sentirá "perseguido" por esa
colegio secundario, sus compaíieros, profesores) y duelos por el parte de sí mismo ligada a la música como proyecto.
sei/: otros proyectos, otras carreras, su omnipotencia, etcétera. Puede determinar "patologías frente ai éxito", por ejemp]o
Un duelo bien elaborado (Grinberg, op. cit.) supone que se bloqueos intelectuales frente a la tarea concreta de estudiar o
pueden tolerar los scntimientos de culpa frente ai objeto y frente frente a tests. Son formas de autoboicot basadas en. la culpa "por
a sí mismo, experimentados en toda separación. Se experimenta crecer" que, aunque absurdo en apariencia, puede reflejar la culpa
culpa ante sí mismo porque, quien deja algo, siente el Yo empo- persecutoria frente a los padres de la adolescencia, ai sei/ infantil.
brecido por la separación de esos objetos, puesto que sobre ellos a los compafieros, a los profesorcs que se dejan, etcétera.
han operado identificaciones proyectivas y separarse de esos obje- A esta forma, que es una forma divalente, paranoide, de la
tos supone separarse de partes dei sei/.
culpa, se contrapone otrn, llamada por sus cualidades culpa depre-
Así se conduele el adolescente no sólo por cl colegio que
siva: el temor a la retaliación y el miedo ai ataque por parte dei
deja, sino también por partes de él que ha identificado proyectiva- objeto o dei sei/ son reemplazados por conductas reparatorias.
mente con ese colegio que deja.
La reparación, cuando la culpa es depresiva, se realiza sobre
También se experimenta culpa por el objeto porque se fanta- el sei/ y sobre el objeto. Grinberg aclara que una auténtica repa-
sea que la separación, es decir el abandono del objeto por parte
ración debe darse previamente sobre el sei/; sólo así habrá una
dei Yo, implicará actitudes retaliativas de parte dei objeto, tal como
auténtica reparación de objetos.
cl abandono dei Yo por parte de otros objetos determinó actitudes Por ejemplo, un adolescente puede manifestar: "Voy a estu-
retaliativas dei Yo frente a ellos (agresión). diar muchísimo, para convencer a mis padres de que yo soy apto
Si las fantasías que predominan son retaliativas (de los ob- para seguir ingeniería".
jetos abandonados o dei Yo abandonado) hablamos de culpa per- Esa forma de estudiar revela una cualidad compulsiva de la
secutoria. El sentimiento que predomina es el resentimiento y las conducta reparatoria hecha sobre objetos como el estudio o los li·
actitudes más manifiestas son: el reproche y el autorreproche. bros, los padres, etcétera, pero desatiende al sei/. Por lo tanto el
En cl caso concreto de orientación vocacional el predomínio objeto interno reclamante se mantiene en vigencia, y cada vez coo
de este tipo de culpa puede ser responsable de varias conductas más intensidad.
que aparecen cn todo proceso. Por ejemplo: el miedo de elegir Así como en Ja culpa persecutoria el sentimiento que predo-
lo que gusta por sentir que ello implica un abandono de las expec- mina es el resentimiento, en la culpa depresiva el sentimiento que
t!1tivas que sobre él han puesto los padres (simbólicamente, un predomina es la tristeza; pero el yo no se entrega a la misma sino
ataque a los padres y el miedo consiguiente de ser atacado por que, por el contrario, tiene cada vez mayor deseo de vivir, de lu-
ellos) . Esto puede manifestarse concretamente en reproches a los char, de reparar auténticamente el objeto danado.
padres que frenan y obstaculizan, cuando, en realidad, no ocurre Estos sentimientos de culpa y la manera de manejarlos posi-
tal cosa o en autorreproches por hacer lo que se quiere y no lo que blemente tengan su matriz en estadios muy precoces dei desarrollo,
quieren los otros. quizás en el mismo momento dei nacimiento. Pero, sin ir tan lejos,
También puede determinar el abandono de proyectos valio- esta culpa tiene que ver con situaciones más próximas, como por
sos acariciados durante mucho tiempo porque se siente que con- ejemplo la rivalidad con los padres, acentuada, entre otras cosas,
cretarlos implica desatender otros aspectos dei sei/ que reclaman P<>r Ia reedición de la situación edípica durante la adolescencia. La
atención.
73
72
,.,..

te se siente más abandonado, más solo, con nuís rabia coiltra los
rebeldía, la competencia, la hostilidad, son fuenies de culpas refe-
familiares y, por lo tanto, con mucha,más culpa.
ridas a situaciones más próximas que el nacimiento o cl destete.
· La idea de rol reparatorio, sugerido por Pichon-Riviere (42),
El jovên puede sentir culpa por el hecho de que los padres le den
resulta útil para entender el sentido dei llamado externo dei grupo
·permiso para elegir o que el psicólogo Ie brinde la oportunidad de
familiar. En rcalidad se trata de dos grnpos familiares: el grupo
clegir, porque puede sentiria no como algo natural sino como algo
externo y el grupo interno, y las exigencias de uno y otro pueclen
robado, eÁpropiado, obtenido con "malas artes", etcétera.
ser contradictorias, estar disociadas o integradas.
El adolescente que elige y que acepta crecer, en cierto modo
Lo dicho profundiza la idea de que el adolescente que eligc
"destruye", desestructura ai grupo familiar, puesto que está dando
se siente siempre frente a un conflicto de dependencia-indepen-
el gran salto o el primer gran salto bacia la separación dei grupo
dencia. Esto es lo aparente, el escenario de su inseguridad. Pero
familiar, lo cual supone una re-estructuración enorme, no sólo de
cl sentido profundo está dado por los reclamos, a los que respon-
sí mismo sino de todo el grupo familiar. Esto es suficiente motivo
derá con tres formas básicas de separarse: rebeldia, sumisión,
como para sentirse culpable.
Pero si bien es cierto que destruye, tambiên es cierto que ai competencia.
Si los sentimicntos de·· culpa son tolerados, el duelo puedc
elegir se convierte en depositario dei rol reparatorio presente en
claborarse." Esto supone que pueden discriminarse los aspectos
toda estructura (también en Ia estructura familiar). Este rol repa-
ratorio lo asumen los miembros dei grupo familiar alternada o dei sei/ ligados con objetos y situaciones perdidas.
cstereotipadamente, según el tipo de grupo familiar, pero siempre EI aclolcsccnte tienc que poder detectar, aislar y separar las
cs cl adolescente quien lo asume cuando elige la carrera. partes de sí que ha depositado cn los objetos que deja (o que lo
Esto permite entender el sentido que tienen ias expectativas dejan) y reintroyectar estos a~pectos. Esto supone dos condicio-
paternas y fraternas respecto de la carrera que elige el adolescente. nes: desde el punto de vista histórico-genético, que haya hecho
Toda la familia está pendiente de Ja elección, porque incons- una buena elaboración de la posiciórt depresiva, y desde el punto
cientemente hace cargo ai adolescente de la reparación de todo el de vista funcional, que tenga capacidad para percibir la realidad
y soportar la ambivalencia frente a los objetos.
grupo.
Todos los "supuestos básicos" de los grupos estudiados por Si en un adolescente se detectan estas posibilidades, el caso
Bion pueden detectarse en la situación familiar cuando un adoles- tiene buen pronóstico. Si alguna de estas dos condiciones funcio-
cente elige: de dependencia frente ai ·proyecto del adolescente; de nales (capacidad para percibir la realidad y soportar la ambiva-
apareamiento respecto de la culpa adolescente-carrera, donde el lencia ante el objeto) no está presçnte, entonces se tra.tará segura-
"mesías" es la decisión o el êxito; de ataque y fuga respecto dei mente de un caso difícil.
adolescente que tiene la posibilidad de elegir cuando los padres ya En orientación vocacional el proceso de elaboración pasa por
tienen su identidad ocupacional mal o bien consolidada -(lo que pue- tres etapas que tienen signos característicos.
de originar ataques envidiosos por parte de los padres). La primera etapa es de lamento (un lamento rabioso). El
El adolescente se siente exigido, siempre, por dos objetos adolescente, por ejemplo, se queja de que "si hubiera estudiado en
reclamantes: un objeto interno y el objeto "familia", lo cual hace otro colegio entonces .... "; se queja de que "si hubiera prestado
mucho más confusa su situación. más atención a los profesores ... "; "si le hubieran ensefiado bien
Y se hubieran preocupado antes ... "; "si los padres fueran millo-
Esta situación se manifiesta cuando el adolescente quiere se· narios"; "si en la casa hubiera una buena biblioteca ... ", entonces
guir una carrera y los padres expresan su oposición, pero también no tendría los conflictos que tiene.
cuando los padres le dicen: "Bueno .•.. , seguí lo que quieras; En este momento de lamentación la acusación se expresa
vos sabrás lo que hay que hacer pero hacé algo ... ". En este como nota manifiesta (auto-acusación y alo-acusación) .
caso delegan en él toda la responsabilidad y entonces el adolescen-
75
74
-~:
-
Ili
De esta etapa se pasa a }111ª segunda de decepción y deses- ,. El grupo empezó a recordar entonces situaciones pasadas de
peración. Desesperación en el sentido de "des-esperar" de que su historia (era un grupo preformado): cómo se conocieron, cuán-
nada va a ser alcanzado,. de que "no puede hacer nada", de que do pasaron a primer afio (iban a un. colegio donde cursaron pri-
"no puede resolver", dt: que "esta sociedad es una porquería", de mario i secundario) , qué había ocurrido con compafíeros que ya
que "los valores que tcnía no sirven para nada". no iban al colegio, etcétera. Recuerdan situaciones pasadas, las
Este momento cumple un papel funcional muy importante ven lejanas en d tiempo, como algo que no harán nunca más pues
porque en él el joven rompe los antiguos moldes de conducta; es ya pertenecen inevitablemente al pasado, pero al mismo tiempo,
un momento en que examina sus sistemas de valores, su ideología, hablan de ellas como algo propio que Ies pertenece como recuerdo'
sus relaciones eon los objetos. y experiencia.
Desde el punto de vista clínico, la mayor dificultad para el Otro claro ejemplo de los sentimientos que despierta la sepa-
psicólogo en el proceso de orientación vocacional consiste en poder ración, es que a veces, en las últimas entrevistas, aparecen en los
tolerar ese momento de desesperación y desesperanza sin apurarse. adolescentes fantasías de muerte o intensos sentimientos de sole-
Este momento reedita en el psicólogo sus propios sentimientos de dad. También sienten que no están contentos ante la decisión to-
desesperanza cuando eligió carrera y es probable que por ello ape- mada, sino tristes y apesadumbrados aunque, al mismo tiempo,
le a conductas aplacatorias como el consejo o la sugerencia para con una "alegría responsable".
que "crea en algo" o "tenga fe en algo". a) Grinberg, ai referirse a los duelos por el sei/, menciona un
Si este momento es tolerado, cl tercer momento que aparece sentimiento que expresa el "anhelo de complementarse". Algo de
es el de separación. La separación de lo viejo, con lo que de sí se esto hay en el "quiero realizarme", "quiero encontrarme" de los
deja. Se manifiesta con un sentimíento peculiar de que los objetos adolescentes. M. Klein relaciona este sentimiento con Ia fantasía
son a Ia vez lejanos y próximos. universal del mellizo, que representa todos los aspectos "no pre-
Daremos un ejemplo: Un grupo de orientación vocacional sentes" en el sei/.
atravesaba este momento cuando se festejó en el colegio cl 9 de Este intento de "reencuentro" que e1 adolescente busca en el
Julío. AI abrirse la reuníón el grupo estaba sumamente triste, a momento de elección, se realiza a veces desde un punto de vista
pesar de que empezaban las vacacioncs de invierno y de que mágico mediante la identificación con algún otro, por ejemplo, un
hasta una hora antes habían estado muy contentas. Lo prímero profesor al cual el adolescente idealiza, o un profesional a quien
que surgen son comentarias acerca de ";,qué sentido tienc la orien- t conoce y cuya imagen es el modelo de lo que él quisiera ser.
tación vocacional?", que "no se puede conseguir nada porque e! Ese "quien" stempre representa algo que quisiera tener y que
psicólogo no nos dice qué debemos hacer para elegir" (etapa de le falta. En la fantasía Ie falta porque habiendo poseído ese atri-
decepción o desesperanza) , que "hay gente que no viene ai grupo, buto, lo perdió alguna vez. Esta es una de las cosas que motiva
habría que llamarla, pero ;,quién los va a llamar, si esto no sirve identificaciones con los otros.
para nada?" Siguen hablando en este tono hasta que una adoles- Si el "ideal dei yo" describe una fuente de motivos axioló-
cente dice que le llama la atención algo que no sabe si tiene que gicos hacia los cuales se dirige el Yo, puede entenderse el anhelo
ver o no con la orientación vocacional, pero que quiere contar. de complementarse como la búsqueda de algo perdido, que tiene
Relata que durante la fiesta estuvo muy triste al pensar que esa era pero no "del todo", que tuvo alguna vez, que guiso alguna vez y
Ia última vez que asistía a la fiesta dei .g de Julio en el colegio, que ahora no posee.
que "quedan más fiestas escolares todavía, pero las vacaciones no b) Una segunda alternativa dei duelo está referida a la om-
11: me alegran porque son mis últimas vacaciones como estudiante dei nipotencia perdida.
secundario". Cuando, en orientación vocacional, la ómnipotencia perdida
es negada, aparece la fantasia de seguir "carreras monstruos". Por
76
77

ejemplo: un adolescente decía que como lo que é! quería saber
no se enseiíaba en ninguna carrera, "primero voy a estudiar física

t logrado fue por usurpac1on, competcncia o triunfo sobre otros) .


pero además porque lograr algo suponc perder aquella parte dei
y astronomía para entender cómo está organizado el universo; Iue-
11 11111'
1 1
sei/ que inciuía e! proyecto. Esto se observa a veces cuando des-
go biología, veterinaria y medicina para entender los fenómenos
1 1 1
vivos de la realidad tanto en los animales como en los seres huma- pués de resolver eI conflicto de elección, el adolescente quiere pro-
nos; luego filosofía para dar un sentido a todo esto y psicología seguir el proceso de orientación vocacional.
1111 1
1!l!l111i11n1
y ciencias de la educación para poder transmitir todo esto a los Los duelos elaborados durante un proceso de orientación vo-
1 ,1
,1,
demás". cacional se expresan mediante sentimientos y manifestaciones clí-
i
Si esta carrera fuera "inventada" por un chico de cinco afios, nicas; entre los primeros predominan la tristeza, soledad, ambi-
,li I i[i no nos llamaría la atención, porque en ese momento la elección valencia, culpa y libertad dei pasado y mayor contacto con el pre-
se realiza en la fantasía: pei:o nos llamaría la atención que de he- sente. Estos sentimientos se observan claramente en la capacidad
', 1
cho se produjera en el momento de elegir carrera de un modo de recordar acontecimientos pasados, la recuperación de ideas, los
realista, puesto que supone la negación de los propios límites y proyectos o conceptos abandoriados, los que son integrados y re-
manifiesta la incapacidad de ese joven de renunciar a víejos pro- vinculados con decisiones actuales. También se percibe un aspec-
yectos para adecuarse a la realidad. to general de cansando, reflexión, au~onomía y ganas de hacer
c) El duelo también se realiza por el cuerpo adolescente que cosas.
se pierde. Esto determina fantasías de "eterna juventud" que pue-
den llevar a la elección de algunas carreras. Sólo si la experiencia de orientación vocacional es vivida
como autorreparación, el estudio. como "preparación para" será
Observé ·esto en estudiantes de medicina que tenían eviden- experimentado en sí mismo como un quehacer reparatorio. De ahí
temente Ia fantasía de "corregir" y "curar" el propio cuerpo tra-
surge el valor ·psicoprofiláctico de la orientación vocacional frente
bajando sobre el çuerpo de los otros. En un adolescente esta situa-
ción era tan imperiosa que pensaba seguir la especialidad de ciru- a los estudios superiores. En caso contrario los estudios universi-
gía estética aun antes de haberse planteado estudiar medicina. tarios se verán interferidos por distintos tipos de problemas de
oprendizaje que abarcan una amplia gama, desde las dificultades
d) EI duelo también se realiza por las identificaciones dejadas
leves de comprensión hasta las formas más francas de neurosis.
de lado. Esto se manifiesta a veces en Ia definición de elecciones
Para un universitario vale aquello de "saber es poder" y ese "po-
en que se propone una actividad. como profesión y otra como
hobby. Esta última recoge los intentos reparatorios no absorbidos der" será vivido como· posibilidad ai servido de la reparación o
por la ocupación principal. Expresa además los aspectos de la iden- como un instrumento ai servido de Ia destrucción, con las secuclas ·
tidad (algunas identifica~iones) no integradas totalmente. clínicas correspondientes que afectarán el rendimiento cn los cs-
e) El proceso de duelo se expresa también en el manejo dei tudios.
tiempo. La urgencia ligada con el miedo de "perder tiempo" revela
el miedo de perder aquello que, con el correr dei tiempo, pierde de
sí mismo. Momentos de la elección
El caso contrario de demora expresa a mi modo de ver una Todo proceso de dección pasa por distintos momentos que incluycn
formã de control: "si no hago nada el tiempo no transcurre, no
todas Ias consideraciones esbozadas hasta aquí. En el siguiente
pierdo mi adolesceocia, etcétera".
cuadro se resumen sólo dos tipos de datos: la intervención dei Yo
f) También hay duelos ante los éxitos. En parte porque los en cada. momento dei proceso y los trastornos típicos que he ob-
logros pueden ser vividos con culpa (cuando se fantasea que lo servado en cada uno de ellos.
18 79
:.,-.~·' .
1111
Momentos I F1111ci611 yoica comprometida / l'atología más /rec11e11te

,. Por ejemplo, una adolescente de 21 anos prescntaba probk:-


mas bastante serios, de índole familiar, Se había separado rccien-
1 temente de su marido con quien había mantenido hasta entonces
Adaptación, interprctación y "No ver" o "no verse" por una relación de tipo simbiótico. Estaba en tratamiento psicotera-
sentido de la rcalidad. Discri- confusión en el vínculo. lden-
Selección péutico y quería estudiar. Estudiar tenía para ella el sentido de cu-
minación. Jerarquización de tificaciones proycctivas e in-
los objetos. troyectivas masivas. rarse. Como estaba en tratamiento no era peligroso dar curso a
sus fantasías. Dudaba entre varias carreras. Una tenía que ver con
~ la actividad que realizaba el padre, estaba condicionada por la zona
Rclación de objeto. Toleran-1 Rigidez y estereotipia o exce- conflictiva dei Yo y por un intento de restablecer una nueva depen-
Elccción cia de la ambigiiedad y de la siva labilidad de cargas. Blo-
ambivalencia. queos afectivos. dencia, ahora que acababa de perder la relación simbiótica con el
marido. Pensaba también en otra carrera que podía cursar en una
~ universidad nacional o una universidad privada. Para ella estu-
Acción sobre la rcalidad. Pro- 1Trastornos en la elaboración diar en la universidad nacional equivalía a "ser grande" Y. no se
Decisión de duelos. Fracaso en el con- animaba a tanto. Seguir la carrera en una universidad privada sig-
ycctos.
1 trol de impulsos.
nificaba. no depender dei pa~re pero, al mismo tiempo, no desco-
! 11. 11 nocer que todavía "no era grande", "independiente". Esta última
I. 1,.11 opción sería la resultante de una elección ajustada.
,.
Elecció11 madura. Elección ajustada La elección de la carrera que implicaba el establecimiento de
un vínculo simbiótico con su padre era una elección inmadura, pa-
Una elección madura es una elección que depende de la elabora- tológica y patologizante. Habría sido madura si esta joven hubiera
ción de los conflictos y no de la negación de los mismos. Es una tomado conciehcia de todo lo que estaba implícito cn csa conduc-
clección que se basa en que el adolescente pueda pasar de un em- ta. Pero era mucho más de lo que podía examinarsc cn los límitcs
pico defensivo de las identificaciones a un empleo instrumental de un contrato de orientación vocacional.
de las mismas ai lograr identificarse coo sus .propios gustos, inte- En síntesis:
reses, aspiraciones, etcétera, e identificar el mundo externo, las 1) Una elección ajustada es una elección que se hace con
profesiones, las ocupaciones, etcétera. conocimiento de lo que se puede y de lo que no se pucdc, pero sin
En síntesis, una elección madura es una elección que depen- que se haya superado todavía el conflicto que tal conocimiento
de de la identificación consigo mismo. -supone.
Una elección ajustada es una elccción en la que el autocon- 2) Una elección ajustada cs una elección que provee ai ado-
trol permite al adolescente hacer coincidir sus gustos y capacida- lescente de una profesión o de estudios cn los que coinciden sus
des con Ias oportunidades exteriores, hacer un balance o síntesis intereses con lo 'que la realidad de esa carrera le ofrece, al mismo
que puede ser defensivo. En él no sólo interviene su capacidad de tiempo que sus. condiciones personales lo hacen apto (?) para
control sino la síntesis entre responsabilidad individual, consigo ejercerla. Hay ajuste, independientemente de que el decidirse por
mismo, y responsabilidad social. determinada carrera no haya supuesto revisar otras elecciones, ela-
La diferencia fundamental entre una elección ajustada y una borar abandonos de otros proyectos, etcétera.
mala elección es que aquélla es una elección a-conflictiva. Los
conflictos no son elaborados y resueltos sino controlados o nega- 3) Una solución ajustada puede ser el desenlace de una si-
dos. No se examina el mundo interno sino que se posterga el exa- tuación problemática. Por ejemplo, si el problema consiste en cle-
gir entre estudiar medicina o estudiar odontología y el psicólogo, ai
men dei mismo.
evaluar los intereses dei adolescente,· considera que sus intereses
80
81
.·Ãííl. . .
) Bion, W., Experiencias eii grupos, Paidós, Buenos Aires.
"combinan más" con la carrera de medicina, que es "apto" para ~B)
7 Bohoslavsky, R., "Hacia un modelo de la problemática vocacional cen-
esa carrera y se lo sugiere ai adolescente. t ado cn el concepto de identidad vocacional", en Actas de las Primeras for-
~das Argentinas de Orientación Vocacio11al, D.O.r., Buenos Aires, 1965.
Esta forma de elección se basa sobre lo que el adolescente es, 1(g) Brown, J. S., Harluw, H. F., Postman, L., Nowlis, V., Newcom_b., T. M.
no sobre lo que puede ser. y Mowrer, O. M., "Curre_nt Theory and Research in Motivation: a Sympo-
Elegir, en cambio, teniendo cn cuenta lo que se puede ser, es sium", Nebraska Press, Lmcoln V., 1953.
propio de una elección madura que es ajustada y, además, prospec- (10) Bühler, Ch., citado por Super, l)_ (véase 48).
(11} Canessa, Graciela, "Evolución de la personalidad y elccción de ca-
tiva, personal, autónoma, responsable, independiente. rrera", en Actas de las Primeras fornadas Argentinas de Orientación Vo,·a-
La independencia en un sujeto que ha alcanzado la suficiente cional, D.O.P., Buenos Aires, 1965.
madurez se caracteriza por un buen equilibrio entre su indepen- (12) Cortada de Kohan, Nuria, "Conceptos modernos de orientación voca-
dencia ejecutiva y volicional. Estas conceptos han sido tomados cional", en Actas de las Primeras fornadas Argetiti11as de Orie11tación Vo-
de Ausubel (op. cit.), quien entiende que la primera se refiere a cacional, D.O.P., Buenos Aires, 1965.
(13) Erikson, E., ln/a11cia y sociedad, Hormé, Buenos Aires, 1959.
una actividad que permHe satisfacer una necesidad (elegir una (14) Erikson, E., "ldentidad del yo y cambio histórico", en Psychologycal
i,11lil:.1·'
carrera por ejemplo); Ia segunda se refiere ai hecho de desear la Jssues, Vol. 1, N~ 1, pp. 18-49.
1., ~li satisfacción de dicha necesidad "ai margen de cualquier conside- (15) Fraisse; P. y Piaget, J., Traité de psyclwlogie expérimeiitale, r.u.F., Pa-
ración sobre cómo se alcanzará esa satisfacción". En situaciones ris, 1963. (Fase. dedicado a "Motivación".) [Hay vcrsión castellana: Tratado
de psicología experimental, Paidós, Buenos Aires, 1973, 9 volúmcncs.l
óptimas ambas independencias se integran y posibilitan la toma (16) Freud, S., A/licción y melancolía.
de decisiones. Cuando aparece una disociación puede observarse, (17) Freud, S., Una teoría sexual, Cap. 3: "La metamorfosis de la puber-
o bien un predomínio de la independencia volicional, aun faltando tad", en Obras Completas, Biblioteca Nueva, Madrid, 1967.
(18) Gerth, H. y Wright Mitls, C., Carácter y estructura social, Paidós, Bue-
independencia ejecutiva ("yo quiero elegir solo y debo desoír todo
consejo") o bien una restricción de la independencia volicional nos Aires, 1963.
(19) Grinberg, .L., Culpa y depresió11, Paidós, Buenos Aires, 1964.
en aras dei ejercicio de la independencia ejecutiva ("dígame para (20) Grinberg, L., "El individuo frente a su identidad", en Rev. de Psico-
qué carreras soy apto y yo elegiré entre ellas") . análisis, Buenos Aires, t. XVIII, W 4.
Tengo la esperanza de que el desarrollo de los conceptos y (21) Grinberg, L., "Si yo fuera ustcd ... ", Rev. de Psicoamílisis, Buenos Ai-
la investigación de las hipótesis que este capítulo sugiere podrán res, t. XIV, N~ 4.
(22) Hardley, J., Clinica[ and Counseliiig Psychology, Alfred Knopf, Nueva
conducir a ciertas claves para la elaboración de un modelo de los
York, 1960.
problemas de orientación vocacional y de las vías posibles para (23) Hartmann, H., Psicologia dei yo y el problema de la adaptaci611, Pax,
encarar su tratamiento y prevençión. México, 1961.
(24) lsaacs, S., "Naturaleza y función de la fantasia", en Klein, M. y otros,
Desarrollos e11 psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1962.
Referencias bibliográficas (25) Jacobson, E., El sei/ y el mundo objetal, Beta, Buenos Aires, 1969.
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y Liberman, D., Psicoanálisis de la ma11ía y la psicopatia, Paidós, Buenos otros, Desarrollos ... , cit.
Aires, 1966. (27) Klein, M., El psicoanálisis de niíios, Hormé, Buenos Aires, 1964.
(2) Ackcrman; ,'1., Diag11óstico y tratamiento de las relacio11es familiares, (28) Klein, M., "E[ duelo y su relación con tos estados maníacos deprcsi-
Hormé, Buenos Aires, 1961. vos", en Contribuciones ai psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1964.
(3) Allport, G., L<1 perso11alidad: .su co11figuració11 y aesarrollo, Herder, (29) Klein, M., Las emociones básicas dei hombr.e, Nova, Buenos Aires,
Barcelona, 1966. 19fil .
(4) Allport, Q., Desarrollo y cambio, Paidós, Buenos Aires, 1963. (30) Kühlen, R., The Psyclwlogy o/ Adolescellt Development, Harper and
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dós, Buenos Aires, 1967. : ,r, ~,
83
82
_..a1
~
Jl
(32) Leibovich, A. y Wolf, L., La tarea de admisión en e/ Departamento de J;L pJAGNOSTICO EN ORIENTACION VOCACIONAL
Orientación Vocacional de la u.u.A.", D.o.v., 1965.
(33) Leibovich de Duarte, A., "lncidencia de la estructura socioeconómica
cn la elección vocacional", en Actas de las Primeras fornadas Argentinas de Aportes para wia teoria de la estrategia diagnóstica
Orientación Vocacional, D.O.P., Buenos Aires, 1965. ~
(34) Leibovich de Duarte A., "El logro de la identidad ocupacional como
un aspecto de la consolidación de la identidad", en Actas de las Primeras
/ornadas Argentinas de Orientación Vocacional, D.O.P., Buenos Aires, 1965. En ciencia, por lo menos la mitad de la bata/la
(35) Leibovich de Duarte, A., "Evolución de los intereses vocacionales", en está ganada cuando comenzamos por formular
Actas de las Primeras Joriiadas Argentinas de Orientación Vocacional, D.o.P. las preguntas correçtas.
Buenos Aires, 1965. ' G. MILLER
(36) Madsen, K., Teoría de la motiJ•ación, Paidós, Buenos Aires, 1967.
(37) Malz, P., l¼ychotérapie de l'adolescent, P.U.F., Paris, 1964.
(38) Miller, G., lntroducción a la psicología, Alianza Editorial, Madrid,
1968.
(39) Nuttin, Buytendjk y otros, La motivación, Proteo, Buenos Aires, 1965.

,' Este trabajo intenta ser un aporte a la sistematización de los datos


(40) Oyarzún Peiia, F., La neurosis en el estudiante, Ediciones de la U. de que a menudo se emplean en la elaboración dei diagnóstico y pro-
Chile, Santiago de Chile, 1961. nóstico de la problemática vocacional de los adolescentes.
(41) Pichon Riviere, E., "Introducción a una nueva problemática de la Psi-
quiatría", en Acta Psiquiátrica y Psicológica de América latina", 1967, t.
xm. n~ 4. •
"Ve11go a que me hagan e! test"
(42) Pichon Riviere, E., citado por Wender, L. (véase 51).
(43) Rocheblave-Spenlé, A. M., la notion de rôle en psyclwlogie sociale, Este es el modo en que muchos adolescentes responden a la pre-
r.u.F., Paris.
(44) Schilder, P., lmagen y apariencia dei cuerpo humano, Paidós, Buenos gunta "qué es lo que lo trae aquí". No es difícil entender que, cuan-
Aires, 1958.
(45) Segai, H., Introducción a /e, obra de M. Klein, Paidós, Buenos Aires,

r
t do el adolescente ha solicitado una entrevista de orientación voca-
cional, la expresión condensa un autodiagnóstico previo (fantasía
1965. de enfermedad) y una definición de cómo encarar su dificultad
(46) Sochudolski, Bugdan, "Rasgos psicosociales de la juventud contempo-
ránca y las tcndencias actuales de la pedagogía", Exposición introductoria a
(fantasía de curación) .
lu Conferencia Internacional sobre la Juventud, Grenoble, Francia, Agosto-
Quien tenga trato con adolescentes no tardará en advertir que
Setiembre de 1964. ,, el testes, en este caso, un instrumento dotado de poderes mágicos
(47) Super, D., Psicologia de la vida pro/esional, Rialp, Madrid, 1962.
(48) Super, D., Votational Development; a Framework for Research, Tea-

, capaz de resolver el problema de elegir el propio futuro. La depo-


sitación masiva en el test de las propías fantasías omnipotentes no
chers College, Columbia University, Nueva York, 1967. es sólo un proceso que afecta al adolescente, sino a muchos -psicó-
(49) Tavella, N., La orientación vocacional en la escuela secundaria, EUDEBA,
logos, quienes transfieren a ese instrumento la tarea asistencial para
Buenos Aires, 1962.
(50) Tavella, N., "Siete interrogantes so_bre orientación vocacional", en la que se requieren sus servicios.
Actas de las Primeras Jornadas Argentinas de Orientación Vocacional, D.o.P., Existen en el campo de la orientación vocacional dos modali-
Huenos Aires, 1965. dades estratégicas, tácticas y técnicas que he resumido bajo las de-
(51) Wender, L., "Psicoanálisis de la vocación", en Rev. de Psicoanálisis, notn.inaciones de modalidad actuarial y modalidad clínica (véase
Buenos Aires.
· (52) Wolf, L., "La clección de carrera como proceso de elaboración de un
pág. 15 y sigs.).
duelo", en Actas de las Primeras fornadas Argentinas de Orientación Voca- Me propongo analizar aquí la tarea diagnóstica en Orientación
cional, D.O.P., Buenos Aires, 1965. Vocacional en el contexto de la modalidad clínica.
(53) Zytowsky, "Avoidance Behavior in Vocational Motivation", en The
Personnel and Guidance Joumal, abril de 1965. 85
l\4
. ...._
,','j~ ·"'
-
Esta modalidad se define sobre Ia' base de una estrategia, una Como se puede ver, cl primer diagnóstico asume una impor-
!~ láctica y una técnica. La estrategia se refiere a una síntesis interac- tancia fundamental y de la eficacia con que se lo realice depende
tiva entre el ver, el pensar y el actuar sobre las situaciones que que cl trabajo futuro no conduzca a un proceder arbitraria y caótico.
son objeto de la consulta. El segundo momento (pensar) es el que
cn otros términos podemos llamar momento diagnóstico. Se dcs-

, Es necesario senalar que el primer diagnóstico no es más que


una aproximación, una tentativa supeditada a continuas refornm-
arrolla a todo ·to largo dei proceso de la consulta. Jacioncs.
No obstante, se puede diferenciar entre el diagnóstico o com- Por otra parte, el primcr diagnóstico requiere un enfoque fun-
prensión, que tiene lugar a lo largo dei proceso de orientación, y cional en que más que el rótulo es importante la clarificación de la
el primer diagnóstico que realiza el psicólogo, ateniéndose ai cual J dinâmica interna dei entrevistado.
formulará las hipótesis relativas ai caso y tratarf Je esbozar una La dinámica interna abarca evidentemente no sólo los conflic-
planificación operativa dei proceso. tos y dificultades referidos a la elección de carrera o trabajo sino
Me centraré sobre todo en consideraciones relativas a la es- a la persona toda. Ouizá por cllo la principal dificultad que en-
trategia dei primer diagnóstico, dando por conocidas las caracte- frenta el psicólogo no es la de hacer un diagnóstico de personalidad
rísticas estructurales de las distintas técnicas diagnósticas (técni- sino un diagnóstico relativo a la problemática vocacional. Con lo
cas proyectivas y psicométricas). que estoy anticipando que dos pcrsonas con la misma estructura de
·-fl,1 .
personalidad no tienen necesariamente el mismo diagnóstico en
cuanto a sus problemas vocacionales. De igual modo, el mayor o
ll!ii!lli
E/ primer diagnóstico menor grado de "salud" personal no se correlaciona punto por pun-
to con un mayor o menor grado de conflicto vocacional. Podría in-
li
De este modo se denomina la comprensión a que el psicólogo puc-
fetirse de lo dicho que los problemas vocacionales nada tienen que
de arribar respecto de)a persona que se propone asistir. El primer
1
1 ver con los problemas de personalidad, pero esto es falso. Lo que
' 111 diagnóstico es una respuesta a las siguientes preguntas:
ocorre es que los problemas vocacionales son un tipo específico de
,11 ";,Quién es esta persona? ·"lOué le ocurre?" "Por qué ele-
~ problemas personales y los límitcs -si bien no son rígidos- exis-
1'1 gir una carrera o un trabajo le acarrea dificultades? De la respuesta ' ten y es necesario atender a ellos.
·1;11 a estas preguntas dependerá que el psicólogo decida o no tratar de
Son problemas vocacionales todos aquellos que implican po·
1 ayudar a quien se lo solicita y ai mismo tiempo dar una primera
ner en juego mecanismos de decisión ante opciones ocupacionales
definición de los obstáculos que habrán de eliminarse antes de _que
1 y por más que consideremos que la decisión, Ia opción, la discrimi-
el joven pueda llegar a una decisión con respecto a su futuro.
11 1 nación y la elección son componentes universales de la conducta
Dei primer diagnóstico surge por lo tanto un pronóstico rela- humana, la elección de un modo de vida en lo que concierne a
11jil!
tivo a la "orientabilidad" 1 dei entrevistado y es por ello que le per- ~ roles ocupacionales es, por lo menos hipotéticamente, demarcable
,!li mite ai psicólogó formularse una estrategia en cuanto a la tarea que con respecto a elecciones de modos de vida que no implican roles
emprenderán juntos.
ocupacionales.
La explicitación dei psicólogo sobre la estrategia o proyecto de No negamos que la personalidad funciona como un todo in-
11 trabajo en común constituye la consigna y ésta, junto con la fijación tegrado (cuando es sana). Pero el criterio de totalidad no implica
1
de extensión, horarios, honorarios y roles de ese trabajo en común, el de homogeneidad de partes. Y es precisamente la heterogenei-
1' 1 el contrato de trabajo. dad la que nos permite hablar de problemas de estudio, familiares,
111
1 Este término ha sido creado por analogia con el de "analizabilidad" que
de pareja, vocacionales, ideológicos, etc. en un adolescente. Son
' J1, evidentemente niveles de análisis distintos que, a la manera de
emplean los psicoanalistas para referirse a la posibilidad de un paciente de
aceptar el encuadre analítico y obtener beneficios de él. marcos referenciales, nos permiten contextuar la problemática per-
' 11
l1, 1
1

' 1
l'' 87
11 1 11 86
1

sonal (de una pcrsonalidad integrada, estructurada, cambiante,
total, heterogénea, conflictiva) como problemas de orientación vo- Habitualmente los entrevistados hablan en la primera entre-
cacional. vista de su relación con cl cstudio, las materias dei secundario, prc-
,' ferencias y rechazos, relaciones con compaiíeros y profesores, opi-
La primera entrevista niones de la familia sobre sus proyectos futuros, ~piniones sobre sí
mismo que tienen él o los otros, expectativas frente a la orientación
El objetivo fundamental de la primera _entrevista lo constituye la vocacional como proceso, datos vitales y personales y familiares.
elaboración dei primer diagnóstico, eventualmente la formulación ctcétera. En el caso de que no hable espontâneamente de esos te-
dei contrato de trabajo y, también eventualmente, la derivación dei mas, acostumbro interrogados sobre los mismos en una forma que
entrevistado. r varía según cada entrevista en cuanto a oportunidad, cantidad y
No es este el momento de examinar la técnica de manejo de Ia calidad de las preguntas. En general son breves, claras, concisas y
primera entrevista. La misma, dados sus fines (primordialmente no directivas (dei tipo "Qué es lo que su familia opina sobre sus
diagnósticos), ha de facilitar un grado tal de comunicación que !e t proyectos" o "Ô>mo le fue en el colegio secundario") .
permita al psicólogo comprender ai consultante, y que !e pe1mita a AI final de la primera entrevista se cstablece el contrato. Esto
éste comprender e! modo en que trabajarán juntos en el futuro. Evi- sólo se puede hacer si se ticnc ·ya cierta claridad en cuanto ai
1111, dentemente la primera entrevista es una entrevista, no un interro- primcr diagnóstico. Si no es así, conviene contratar·un pequeno nú-
gatorio, por lo que asume un carácter abierto, de modo que tendrá mero de entrevistas, a fin de completar ese primer diagnóstico.
que evitarse que las preguntas que el psicólogo formule impidan
(por su cantidad, calidad y oportunidad) ver cómo configura la En esas entrevistas es posible que se apliquen pruebas psico-
situación el entrevistado. · n1étricas y/o proycctivas que adquieren -en este contexto el valor
Parto dei supuesto, sustentado en la teoría de la información,
de_ que el modo en que el entrevistado configure la primera entre-

' instrumental que tienen realmente. Son, y así se lo expresó al en-


t~evistado, instrumentos para el psicólogo, no agentes mágicôs de
vista depende de decisiones que consciente o inconscientemente to- la, solución de los problemas. Uso a veces la analogía siguiente: "Asi
me en ella. Un análisis profundo de Ia primera entrevista nos permite como el médico puede necesitar una radiografía para saber mejor
leer qué tipo de decisiones toma e1 entrevistado para configurar qué le pasa al paciente, sin que nadie pretenda que la radio-
1 grafía le cure el dolor de estómago, así el psicólogo usa los tests
una situación ambígua. Como la situación es nueva y además inte-
gra a un profesional-universitario, no es disparatado suponer que que, por ·sí mismos, no resuelvcn nada. Sólo ayudan al psicólogo a
sea factible leer (interpretar) en el análisi_s de la primera entrevista 5abcr mejor qué le pasa a un adolescente".
cómo el entrevistado configura una situación nueva, en la que está
implicado otro como profesional, sobre la base de una serie de de-
cisiones. Esto es lo que convierte a la primera entrevista en la vía
t La elaboración dei primer diagnóstico
regia para acceder al primer diagnóstico vocacional del entrevistado.
Como lo anticipé, la elaboración del primer diagnóstico se efectúa
Es de primordial importancia el análisis del primer planteo
que formula el entrevistado; ahí está condensada toda su proble- sobre los datos recogidos en la primera entrevista o, en casos espe-
mática vocacional. Su interpretación no es fácil ni es nuestro pro- ciales, en las primeras entrevistas. En realidad, cabría decir "sobre
pósito convertirnos en equilibristas, apoyándonos en un solo dato. los emergentes" en lugar de "sobre los datos", ya que lo que interesa
Afirmo tan sólo que cuanto más a fondo realicemos su análisis, más no es confeccionar un retrato dei consultante y de su vida pasada,
datos obtendremos para formular --el primer diagnóstico. (Véase que permita incluirlo en un cuadro nosogrffico, sino comprender
Pittenger, I'.iockett y Danehy [34] .) · la dinámica predominante en la situación actual que atraviesa, sus
puntos de urgencia y configuraciones conflictivas. O sca: interesa
88
89
- •
tanto o más el contexto y subtexto de la entrevista que su texto." car-a (Lagache [27]) . Esto supone un grado de integración in-
La elaboración del diagnóstico s~ va estableciendo a medida terna ai que sólo se accede mediante la elaboraci6n o reelabora-
que transcurre la primera entrevistá. Sólo así es posible establecer dón de relaciones objetales pasadas que dé acceso al adolescen-
cl contrato al final de la misma. (Reitero que el primer diagnós. te a identificarse con (sus gustos, aspiraciones, estilo personal,
tico es sólo una tentativa.) El hecho de que el primer diagnóstico pasibilidades) y al mismo tiempo identificar-a (profesiones, es-
1:11 se efectúe durante cl transcurso de la entrevista implica que e\
tudios, trabajos) . ''" ;:_ .,
psicólogo debe tener el suficiente entrenamiento para "ir leyendo"
lo que 1c pueda estar pasando ai entrevistado en cl orden vocacio--
nal. De este modo el esquema para la elaboración del diagnóstico Criterios para la elaboración dei diagnósticl)
1
que propongo tiene que entenderse sólo como:
1
1
,11ill,i ,1 1i Los criterios para el diagnóstico que propongo tienden a facilitar
a) Un intento de sistematizar mi experiencia personal.
ta comprcnsión de la identidad vocacional del entrevistado.
b) Un marco de referencia amplio o encuadre interno del Ellos son:
ll11I;
psicólogo más bien que un marco teórico definitivo.
a) Manejo dei tiempo.
c) Items que seíialan parámetros de interpretación dei con- b) Momento que atraviesa en cuanto ai proceso de decisión.
texto y subtexto ai que me he referido. c) Ansiedades predominantes.
Sefialé en un trabajo anterior (8) que el concepto de identidad • d) Carreras como objetos y sus características.
era lo suficientemente inclusivo como para permitimos compren- e) Identificaciones predominantes.
der mejor los problemas cn torno de la elección de carrera o de f) Situacionés que atraviesa.
1
trabajo. Destaqué entonces que la identidad vocacional era "la g) Fantasías de resolución.
11111:,
autopercepción, elaborada a lo largo de Ia vida del sujeto, en tér- h) Deuteroelección.
1
minos de trabajo o estudio" (de ahí que los "problemas" de orieri-
tación vocacional reflejan obstáculm; no superados durante su desa- a) MANEJO DEL TIEMPO
rrollo) y que su génesis, interactiva con el desarrollo de la identidad
personal, abarcaba procesos que Ia psicología había analizado bajo La elección no es un momento detenido en el desarrollo de una
los conceptos de génesis dei ideal del yo, identificaciones con él persona. Por el contrario es una conducta incluída en un con-
en grupo familiar y de pares, identificaciones sexuales, estilo tinuo proceso de cambio de la personalidad. Si bien como obser-
de vida, nível de aspiración, implicaciones dei yo (Sheriff y vadores externos podemos analizar la dimensión temporal en tres
Cantrill) , etcétera. momentos (pasado, presente y futuro),. desde el punto de vista
Dijimos también que en la medida en que su carácter era del sujeto el tiempo no es una sucesión ordenada sino una di-
tetradimensional, ihtegraba aspectos del pasado, presente y futu- mensión en cierto modo "construida" desde cada presente. No
ro dei adolescente y que en cuanto a la mayor o menor accesi- se me escapan las implicaciones, no sólo psicológicas sino filo-
bilidad a una buena elección era importante tener en cuenta cl sóficas de este planteo, que no examinaré aguí. Sin embargo
pasaje dei sujeto de identificaciones con, a identificar-se e identifi· después de haber hecho e! análisis de los procesos transferencia-
1 j!
les y de los planteos de Lewin en cuanto a la ahistoricidad de la
1 conducta (por no citar más que dos fuent~s de datos) , no cabe
2 Los términos texto, contexto y subtexto equivalen aproximadamente a
'!
"lo que dice y hace"; "cuándo, dónde, con quién lo dice y hace" y "por qué, sorprenderse ante el hecho de que el tiempo es "instrumentali-
para qué lo hace". En términos comunicacionales se referirán a las relaciones zado" por las personas, que puedan actualizar lo pasado, pos-
semânticas, sintácticas y pragmáticas dei mensaje con la situación y la histo- tergar el presente, haecr pasado el futuro y cualquier otra modi-
ria personal dei entrevistado. ficación. El psicólogo clínico está habituado a encarar estas "cons-
90
91
Lo discriminado son tanto objetos externos como internos
trucciones" en toda entrevista así como también "dcstruccioncs" y la discriminación se realiza entre objetos externos e internos. El
y "reconstrucciones" temporales. fracaso de la función de discriminación pucde conducir tanto a
En el caso de la problemática vocacional resulta significa- proyeccioncs como introyecciones masivas que se traducen en un
tivo el tipo de manejo dei tiempo que hacen los adolescentes. Sus "no poder ver" y "no poder verse".
planteos pueden centrarse en el presente, en el pasado o en cl Si. Ia patología de la elección se da cn cl momento de selec-
futuro, o cn varios sentidos, y además la dimensión temporal cióll e1 adolescente manifestará probablemente alguna de estas
puede "estirarse" o "acortarse", por decirlo de algún modo. En conductas: indiferencia (las carreras, las profesiones son equiva-
ambos casos puede darse una mayor o menor adecuación ai tiem- lentes e intercambiables), confusión casi absoluta en cuanto clasi-
po real y cs importante detectar esto, ya que toda elección im- fjcacioncs afectivas (Bruner [10]) que hace de las carreras y
plica un proyecto y un proyecto no es otra cosa que una estrategia
profesiones.
en el tiempo. El momento de e/ección implica no sólo un reconocimiento
Por otra parte el tiempo es valorado y despierta en el entre- selectivo como en el anterior, sino el establecimiento de vínculos
vistado relaciones de tipo ambivalente o divalente, convirtiéndo- diferenciales con los objetos. En este momento se balia compro-
se, o no, según el tipo de relación implicada, en un obstáculo para metida la función yoica que concierne a la capacidad de estable-
la elección. cer relaciones satisfactorias y relativamente estables con los ob-
1 l' 111
Por otra parte el tiempo "convencional" (pasado, presente,
I, 'ill_;1111j,:1 jetos.
1. ill'11 ,li y futuro) puede convertirse en depositario de aspectos de la Las alteraciones de este momento se caracterizan fundamen-
1
persona, que seguramente el adolescente habrá de introyectar talmente por bloqueos afectivos o, por d contrario, por "cna-
111111111:
antes de formular un proyecto realista. .moramientos" maníacos con una u otra porción de la realidad
Frases dei tipo "Todo tiempo pasado fue mejor", "No hay 'ocupacional. Como se ve, e! fracaso reside cn la posibilidad de
mal que dure cien aíios", "No dejes para maíiana lo que puedas establecer relaciones afectivas estables con algunos objetos pre-
hacer hoy", "Tiempo al tiempo", "El tiempo es oro", dei lenguaje viamente seleccionados. Este fracaso revela fracturas más o menos
corriente, nos revelan, aun en un análisis superficial, que la di- 'permanentes en Ias relaciones objetales dei sujeto.
mensión psicológica dei tiempo trasciende, por el contexto afec- El momento de decisión compromete un proyecto de rela-
. tivo implicado, el nível convencional en términos de días, inescs, tivo largo plazo y, por lo tanto, componentes de acción ligados
aõos. a la función yoica de regulación y control de los impulsos. La
Por otra parte el pasado es para el adolescente el .colegio 'posibilidad dei decidir está. estrictamente ligada con la posibilidad
secundario, los compaíieros, sus aspectos infantiles, las relacio- de soportar Ia ambigüedad (todo futuro lo cs en cierto modo),
nes familiares, etc. En una palabra su ''mundo conocido". El resolver conflictos, postergar o graduar la acción, tolerar la frus-
futuro es la universidad, la "responsabilidad" social, el esfuerzo tración, etcétera.
personal, la independencia familiar; etc. En una palabra, el mun- Pero, de acuerdo con mi experiencia, lo fundamental en cuan-
do adulto. to a la posibilidad de tomar una decisión se caracteriza por
la elaboración de duel0$. En este caso: duelo por la adoles-
b) MOMENTOS POR LOS QUE PASA EL ADOLESCENTE cencia, por los viejos proyectos, por las elecciones fantaseadas,
Por momento entiendo las operaciones que caracterizan a la ela- por todo lo que no se decide cuando el adolescente se decide
boración de la conducta en una situación de cambio. Hay tres por algo.ª Coincido con Grinberg cuando afirma (19) que "el
momentos: el de selección, el de elección, y el de decisión.
" Para el análisis de la elección como proceso de elaboración de duelos re-
Desde el punto de vista dinámico, el momento de selección comendamos el trabajo de la Lic. L. Wolf (45).
pone en juego la función yoica de discriminación.
93
92
,
t'~ ·

).·
1111
,,"111 I
1111111 1
1 1 a) referidas a la imagen de sí (impotencia, omnipotencia, dc-
anhelo de complemcntarse a través de la recuperac1on de los
afectos que se sientc que se han perdido, constituye una de las pendencia, etcétera) ;
111 expresiones más definitivas dentro dei cuadro de la elaboración b) referidas ai futuro (miedo al fracaso, aburrimiento, me-
.11; del duelo por el yo". La elección de carrera sería -a mi jui. diocridad, rivalidad y envidia, errares en el ejercicio pro-
fesional, etcétera);
cio-- un caso especial de este "anhelo" de complementarsc.
Un análisis dinámico de la elección no puede soslayar el aná- e) referidas a la vida universitaria (estar sobreexigido, no po-
lisis dei tipo de pérdida dei yo implicada y Ias modalidades der cumplir con el ingreso, considerado como rito de ini-
ciación, etcétera);
mediante las cuales el sujeto intenta su elaboración. Un sujeto
1 f d) referidas a la escuela secundaria (desvalorización, no po-
1 1 puede elegir Ia misma carrera en dos momentos distintos y su
decisión ser "buena" en uno de ellos y "mala" en el otro, se- der discriminar materia-profesor; materia-facultad; mate-
ria-profcsión, etcétera).
gún la concomitante elaboración de duelo implicada.
C) ANSIEDADES PREDOMINANTES

,,
t
d) CARRERAS COMO OBJETO
Toda primera entrevista, en la medida en que constituye una Por lo común, en la primera entrevista de orientación vocacional
situación nueva, desencadena en el entrevistado ansiedades de cl entrevistado se centra en el temario de las carreras. Menciona las
tipo persecutorio predominantemente. Sin embargo, esta predo- que prefiere y las que rechaza. Acierta o confunde la nomenclatura
minancia no elimina el hecho de que en el transcurso de la Jlamando a veces a la carrera con el nombre de una materia o de la
misma entrevista el entrevistado pase muchas veces por estados facultad en que se encuentra. Habla de las carreras en cierto
en los que predomine otro tipo de ansiedad más o menos transi- orden, las agrupa según criterios más o menos conscientes, las
toriamente. liga con situacioncs de éxito o de fracaso, facilidad o dificultad,
prestigio o desprestigio, posibilidad de diferenciarse o no, etcétera.
Para Ia elaboración dei diagnóstico vocacional quizás inte- Las carreras constituyen el qué de su conducta de opción. En
rese, más que el tipo de ansiedad, el monto, el objeto con el cual este sentido las carreras pueden ser analizadas como objetos de
está ligada, la persistencia o movilidad y el tipo de mecanismo la conducta del adole$cente, tanto en la actualidad como en el
defensivo que desencadena. futuro. Estas objetos pueden acompafiar, proteger, perseguir, des-
La clasificación de los tipos de ansiedad, derivada dei psico- truir, reparar, vaciar, frustrar, confundir, sobreexigir, retener,
análisis argentino, en confusional, persecutoria y depresiva ·nos agredir, etcétera cn la fantasía dei sujeto, independientemente de
parece útil con la salvedad de que en muchos casos lo que aparen- lo que la carrcra o la profesión es "en realidad". Por eso en la
temente aparece como ansiedad eonfusional ante Ia carrera, Ia elec- primera entrevista nos interesa más comprender el tipo de víncu-
ción o el futuro, constituye en realidad un derivado de una ansie- lo establecido con el objeto carrera (o los objetos carrera) que
1
1
dad básica persecutoria que -por decido así- hace "estallar" la· êoincidcncia en la elección de tres carreras técnicas o dos hu-
i los l(mites dei yo destruyendo toda capacidad discrimi,nativa. Y manísticas, por ejemplo, o la· rclación entre las materias que le
este proceso es el que hace aparecer la confusión, tal como se gustaron cn el secundaria y la carrera mencionada. Aunque todo
111
1
manifiesta en las entrevistas d~ orientación vocacional, como un esto sea útil, interesa más, en todo caso, el vínculo subyucente
modo· peculiar de defensa. que ha determinado la "coincidencia", la "correlación" o la "con-
Basándose en el objeto implicado en los vínculos persecu· tradicción" aparente entre las carreras y cualquier otro factor.
torios, depresivo o confusional, Leibovich de Duarte (30) propone Veremos aquí un solo dato dei "emergente" carrera: la can-
clasificar las "fantasías y temores" según sus manifestaciones clí· tidad de carreras que menciona en el primer planteo. En el primer
nicas en: planteo el adolescente puede no hablar de ninguna carréra, o bien
'i' 94 95
·'"-,m •
ç) (DENTIFICACIONES PREDOMINANTES
hablar de todas, o de dos, o de varias carreras como preferida~.
Expresa respecto de dias sus gustos y rechazos y el análisis En este momento me refiero a las conductas predominantemente
de su mensaje nos permite ver la fantasía dominante, las ansie- cognitivas del adolescente referidas al "identificar". Se trata de
":11!11111,1 conductas de conocimiento y reconocimiento (en las dos acep-
1:
dades y eventualmente -ya en el primer plànteo- los meca-
nismos defensivos con que encarará la opción. r dones dcl término) de la situación de oportunidad que atra-
El hecho de no mencionar ninguna carrera o bien de plan- viesa.
tear que ninguna carrera le interesa especialmente, revela un Incluimos en este punto el análisis de los gustos por las
mundo externo confuso, no catectizado, en el cual el Yo, inma- carreras, los intereses y los intentos reparatorios que desde la
duro, fracasa en sus intentos de discriminación. La ansiedad perspectiva adolescente serán satisfechos al decidirse en favor de
illi que aparece es muy alta o muy baja (producto de un intenso una de ellas.
Una buena ele~ción depende en todo caso de identifica-
bloqueo). Parece que el propio Yo es el objeto peligroso, al que
hay que mantener a raya negando sus gustos, intereses, motiva- ciones no distorsionadas donde surja dei análisis de los sistemas
ciones y metas. iiédtudinales, una confrontación de la fantasfa con la realidad:
la confrontación de Yo y el mundo externo de lo conocido y lo
La mención de una inclinación igual por todas las carreras dlisconocido, dei mundo adolescente y el mundo adulto, de los
nos revela un mundo exterior tan confuso como en el tipo ante- estudios secundarios y los universitarios, ctcétera, que el ado-
rior, con la diferencia de que en éste sí está catectizado. El. yo es lescente puede o no haber realizado por sí mismo. Esta depende
igualmente inmaduro pero posiblemente el déficit no se da tanto de funciones yoicas tales como la adaptación a la realidad (dife-
cn el momento de selección (función discriminativa) sino en el renciando figura y fondo, integrando espontaneidad y creación
de elección (relación más o menos permanente con los objetos). con aceptación de significados culturales, integrando aspectos
La ansiedad manifiesta en estos casos es baja, lo que está deter- rlgresivos y progresivos al servido del Y o) ,4 la interpretación
minado por un elevado monto de omnipotencia. Los adolescentes de la realidad (en cuanto a una buena percepción y orientación
hablan de proyectos para seguir en algún orden todas las carre- t~poroespacial) y el sentido de realidad (en cuanto a una
ras que existen. buena delimitación entre el Yo y el no-Yo) .
Cuando las preferencias enunciadas se rcfiercn a dos carreras, La identidad vocacional no se reduce a un ajuste satisfac-
cl mundo externo aparece relativamente claro y diferenciado para torio de esas identificaciones, pero éstas constituyen una condi-
el adolescente. Podemos suponer que su yo tiene suficiente grado ción necesaria. Por eso deben ser diagnosticadas por el psicólogo
de madurez para seleccionar y elegir. La dificultad suele pre· lo antes posible a fin de prevenir malas identificaciones (seudo-
sentarse en el momento de decisión. t i~ntificaciones o identificaciones parciales) o de resolverias rne-
La ansiedad predominante es persecutoria (conflicto diva- diante la información o el esclarecimiento según una estrategia
lente) e intensa. De su resolución dependerá que }:meda tomarse derivada de este primer diagnóstico (Véase Brea, M. y otros [9]).
una decisión.
f) • SITU ACIONES QUE ATRAVIESA
Cuando el adolescente menciona varias carreras, el mundo
externo. ya no aparece en fonna divalente sino polivalente y los Como toda situación de cambio, la elección de futuro implica
objetos valiosos para el yo están dispersos en varias sectores dei siempre un incremento de conflictos. El conflicto se manifiesta
mundo ocupacional. He observado que en estos casos la ansiedad en toda opción como una duda que es necesario resolver. Ante
manifiesta es haja, correlacionándose posiblemente con esta "dis· 4
tribución" de objetos buenos y· malos y mostrando cierta estereo- Véase 1-1. Hartmann (22) y E. Kris (25) para el concepto de regresión ai
1

servicio del yo.


1111 ,
tipia en las defensas.
97
96
esa duda los adolescentes pasan por cuatro situaciones que he fundo en sus funciones de discriminación, por lo que Jifícilmente
descripto como predilemática, dilemática, problemática o de re. puedan efectuar una buena selección para .una ulterior decisión.
soluci6n. Desde el punto de vista dinámico sustento la hipótcsis de
Actualmente creo conveniente cambiar el término "toma que los proccsos de disociación son intensos y que la confusión
;1/.
de decisión", que usé en un trabajo anterior (8) , por el de aparente es una defensa más para mantcner disociado cl objeto
resoluci6n. Este tiene la ventaja de no emplear el término decisi6n ainbivalente original.
11:
en dos contextos distintos (el de "los momentos ... " y el de Para poder hablar de situaciones problemáticas es necesario
11
"las situaciones") y agregar el matiz connotativo de "volver -suponer que los mecanismos puestos al servicio de la disociación
1'
a solucionar" (re-solución) que es como --desde el punto de original han asumido un cal'ácter _más instrumental perdiendo
vista dinámico- realmente opera el sujeto en esta situación. su estereotipia. La situación problemática se caracteriza por un
Cada situación se caracteriza por un tipo de relación obje- grado óptimo de confliclo capaz de determinar en el adolescente
. tal, ansiedades predominantes, conductas manifiestas específicas una dinámica tal que pueda superado integrando sus términos
y mecanismos defensivos característicos. en una síntesis superior.
La situación pre_átlemática es aquella por la que pasa el ado- . ,. En la situación problemática, d adolescente está realmente
lescente que "no se da cuenta" que tiene que elegir. Estos son .Jte-ocupado. Sus funciones yoicas se encuentran ai~ servido de
los casos en que el adolescente es traído a la consulta y una · ·.:Jrfn análisis exhaustivo de la situación. El aspecto manifiesto de
vez en ella no comprende qué se espera de él, cuál es la dificul- su conducta nos lo· revela como un individuo "disponible" que
tad que "los otros" suponen que él tiene. Se trata de una inma- puede usar su capacidad para mirar, pensar y actuar cn lo que
durez tal que el caso tendrá que ser derivado a tratamiento ,:t;oncierne a su mtrudo futuro.
psicoterapéutico, a menos que eii la primera entrevista el adoles- La situación de resolució11 está caracterizada por la calidad
cente pueda pasar de esta situación a la sig1:1iente (dilemática). y el monto de ansiedades vinculadas a la claboración normal de
La ansiedad es confusional, haja; la conducta manifiesta un duelo (Grinberg [17, 19]).
es de extrema depe:idencia. Durante la entrevista los adolescen- En esta situación el adolescente ve reactivados sus antiguos
tese hablan poco, generalmente responden a las preguntas en mecanismos puestos ai servido de la elaboración de situaciones
forma escueta, sin caer en compromisos afectivos. El problema de pérdida. Es capaz de reconocer su miedo y su tristeza e incluso
de la orientación vocacional parece no preocuparles ni remota- .aleaciones de ambos tipos de afecto. Es raro que en la primera
mente. En todo caso, siguiendo una pauta de enorme dependen- ~trevista el adolescente revele que está pasando por esta situa-
cia, plantean que aceptarían que "me hicieran un test", pero ción. Por el contrario, tal reconocimiento cs más propio de la
sólo para dejar conforme "a mi familia" sin obtener nada para última entrevista. Su conducta exteric:r es la de una persona
sí mismos. ~·eansada pero contenta" cuando su duelo ("el parto", como no
La situación dilemática se caracteriza por la presencia de pocas veces lo llaman los adolescentes) ha sido elaborado. Si
1 éste no ha concluído aún, suelen aparecer fantasías ligadas al
11
afectos confusionales en una persona- que sí se da cue,nta de que
fracaso en los estudios o p!antcos que acarician la idea nostálgica
enfrenta una duda, una dificultad en un momento de cambio.
._«,!e seguir todas las carreras. A menu do emergen defensas (mo-
Los adolescentes que pasan por esta situación suelen revelar una
.::pientáneas) como la regresión (el adolescente que después de
conducta exterior con un alto monto de ansiedad, Las fantasías haber revelado conductas maduras y adaptadas a la realidad
predominantes son agorafóbicas o claustrofóbicas ("quedarse en- vuelve a pedir que elijan por él), la represión, la negación (de
cerrado entre los cuemos dei dilema") . Los adolescentes que no su propia capacidad de decisión), la idealización. El carácter
1 ,·
pueden superar esta situación revelan. ún fracaso bastante pro-- Jl'.lOmentáneo de estas defensas aparecidas a "último momento"
98 99
~
,..
!, 11i/:.1i':
1 1 \1m
.. i"1 ,. las tlife~cnci~, de ª·-qucl~s dei mismo tipo que pue~e~1 aparecer
en Ia s1tuac1on preeqileroática, dilemática O problemattca. , cosocíal" (Eríkson, [15]) en la que solicítan la participación de
g) fANTASÍAS DE R ~.
un socio de rol petmisivo (el psicólogo).
,~otuc1óN En las f antasías de resolución el rechazo puede estar colo-
1 cado tanto en los aspectos infantiles como en los adultos. Este
Denominamos fanta 1s·
texto terapêutico se t.dc resolución a aqucllo que en un con. rechazo, que no sólo ha de ser analizado en términos de iden-
1
1
ºf- cit.). Corresp 01ll~SJgna como "fant_asías de c~ración" ~Ulloa, tificaciones, sino también en cuanto a la relación transferencial,
cientes ante el proc:: na las expectativas conscientes o mcons- sirve para elaborar el pronóstico de dicha relación. El adoles-
definición de Ia sit.._:~.de_ orie~tación vocacional. Es. decir a la cente puede fantasear que sólo puede elegir bien si deja de lado
te el psicólogo. Estt cton mmediata futura de la que forma par- "las pavadas" de su adolesceneia y se convierte de un día para
integra, es obvio de:- ~efinición de la situación de orientación el otro en "un hombre serio", o bien si se comporta como un
tructura básicamente: irb, componentes transferenciales y se es- buen "paciente" dejando de lado sus rebeldías y sus ganas de
11:, Y otr? de rechazo. :a::n to~no de dos anclajes: u~o de búsqueda "hacer lo que le parezca".
consciente o no que dec1r que el adolescente s1ente en forma En cuanto al vínculo transferencial las modalidades que puc-
·' ·111,11,,.1,,. alcanzar meta\ inter-- Pa~ poder llegar a elegir y decidir necesita
1' .
den detectarse en la primera entrevista y que sirven para ela-
' ~ l1.!
1
termedios. llJedias y eliminar o superar obstáculos in-
1. 11,,
:)1''
borar un pronóstico son cuatro (siguiendo a Franz Heigl [23]):
. 'I, ·/ Para poder elegi. mágica, filio-paterna, autoconfiada y de aspiración.
l.i
i,! o más de las siguie~t '. d~cidir_ el adolesc~nte puede buscar una En el primer tipo de relación fantaseada el psicólogo es in-
Y c) permiso. cs s1tuac1ones: a) hbertad de; b) apoyo
vestido con las características de un ser omnipotente que todo
11 La libertad que e/
11
lo hace por el adolescente. En lo que Heigl llama relación filio·
nccesita realmente) adolescente necesita en su fantasía (o que paterna el adolescente fantasea que si él por su lado "se porta
caracteriza el mome~s la de los vínculos ele dependeneia que bien" el psicólogo tiene que ponerse de su parte, apoyarlo y
!' tico lo importante e O evolutivo que atraviesa. En el diagnós- aconsejarlo, aliviando sus dudas, conflictos y desconfianzas. En
.1
alcanzará su emancip s .~esquisar cómo cree el adolescente que este caso el adolescente acepta de bucn grado la consigna, pero
~e~elión o sometímie1t~cion. EU~ asumc la for~a de competencia, esta aceptación se basa en un seudo insight de la misma.
fendas ai orientador O a las figuras de autondad que son trans-
• La relación autoconfiada se caracteriza por cierla dosis de
EI apoyo que buvocacional. omnipotencia que hace creer al adolescente que le bastarán dos
un modo directo O i s~a el adolescente puede manifestarse de o tres "ideas" o "sugerencias" dei. psicólogo para que pucda
claridad en los plant nd1 tecto. EI primer caso aparece con toda "arreglárselas solo". En este caso es posible que cl adolescente
que, carrera es Ia queos d e l t'tpo de 1 " vengo para que me d'1ga
no llegue a aceptar un contrato que le parezca prolongado y cn
rectos se caracterizane lne conviene seguir". Los planteos indi-
caso· de aceptarlo es posible que intente abandonar el proceso
propia persona: "LCr- Por el pedido de información sobre la
"LSerá Ia ingeniería ._ce usted que soy apto para tal carrera?" en cuanto haya alcanzado el momento de elección y antes de
.. ea{...... t . "6 ?" llegar ai de decisión.
En el caso de que ...en e mt vocact n. .
lescentes aceptarán m . l() que se busque sea un permiso los ado- Una relación transferencial de aspiración se caracteriza por
Iogo, ya que lo que eseJo't un contrato cooperativo con el psicó- el sentido de oportunidad que el adolescente asigna al proceso
en Ia que pucdan te Pe.t-an es una situación pautada socialmente de orientación. Aceptará eI contrato de buen grado con lo que
act1.1.,. - , . . implica de momentánea ambigüedad entre sus aspectos depen·
.,11 tuadas en su fantasía. ~-..11zar cn una smtes1s 1as elecc1ones efec-
s una prolongación de su "moratoria psi- dientes e independientcs (en realidad en el contrato se le pidc
100 que acepte ser ayudado a ayudarse a sí mismo). El vínculo será
101
~
-
" Pese a que estos planteos no se han elucidado aún, hemos
de cooperación con quien ha de brindarle la oportunidàd de
aprender a elegir. observado a adolescentes que "cligen elegir" de u.na u otra ma-
Algo que es necesario diferenciar en este aspecto dei diag- nera en entrevistas de orientación vocacional. Los vínculos trans-
nóstico es lo que el adolescente "necesita" y lo que "demanda". ferenciales que analizamos más arriba, la definición de Ia situa-
Esto último es la fantasía consciente de resolución. Es lo que ción que atrnviesan formulada por cllos mismos y sus expectativas
pide abiertamente, lo que contesta a la pregunta: "Qué es lo cn cuanto a "búsquedas" o "rechazos" no son otra cosa que
que espera usted de la Orientación Vocacional?" Jescripcioncs parciales de la deuteroelección del entrevistado.
Lo que necesita puede ser algo bien distinto. Como planteé Por otra parte, si bien .é.ste es para mí uno de los temas
al comienzo de este trabajo, la demanda más corriente es "el más oscuros que he planteado hasta aquí, no cabe duda de
test de orientación vocacional"; en cambio, lo que necesita es que es el meollo de la actividad clínica en cuanto a orientación
-como también vimos- otra cosa. El psi~logo, a partir de.la vocacional se refiere, pues i,qué es la orientación vocacional si
demanda debe reconocer Ias necesidades, diagnosticadas, y even- no la oportunidad de aprer.der a elegir, a decidir? i,Dónde se
tualtnente proveer para que el adolescente las conozca como asicnta, si no es allí, su papel psicoprofiláctico fundamental?
tales. No puedo ofrecer en este punto más que un concepto (de-
masiado general, es cierto) sobre el cual vale la pena centrar
h) DEUTEROELECCIÓN )as miras diagnósticas.
Con este término se define el proceso de cómo eligió elegir el
adolescente. Ha sido creado por analogía con el de deuteroapren- E/ pronóstk·o e11 orie11tación vocacional
dizaje (aprender a aprender) . La deuteroelección se evidencia en
el primer planteo dei sujeto que al formularia nos revela como He dicho que la característica primordial del primcr diagnóstico
metamensaje qué eligió decir y qué omitir. Nos muestra cómo es su carácter ·funcional. La funcionalidad de un diagnóstico es
eligió enfrentar una situación nueva: la entrevista con el psi- la posibilidad de trazar sobre la base de dicho diagnóstico un
cólogo. pronóstico sobre Ia conducta del entrevistado.
Puede resultar peligroso diagdosticar a partir dei primer Para el pronóstico tengo cn cuenta los siguientes ítcms, al-
planteo, como es la pauta típica de elección ante situaciones gunos de los cuales y:i hemos visto antes:
nuevas a la que ciiie su conducta el entrevistado. Sin embargo,
a) Estructura de la personalidad que siguiendo a Bleger(3)
es lícito suponer que habrá cierta regularidad en los modos en
)lfeíinimos como "un esquema o pauta típica de rçlaciones dei
que cada individuo se trace una estrategia de opciones ante
· individuo con el medio, que se expresá scgún el objeto y el víncu,
situaciones que le permitan tomar decisiones o le planteen la
lo, las defensas y el área _fenoménica predominantes".
necesidad de tomadas. Si admitimos la posibilidad de que las
estrategias de opción "disponibles" sean más de una, nos en- Nos interesan tanto los aspectos genéticos como los diná-
frentamos por lo menos con tres problemas que la psicología micos y estructurales, no por entender que a cada tipo de per-·
general y la psicología de la personalidad tendrán que escla- 'ionalidad le corresponde tal o cual carrera, sino porque la per-
recer: 1) i,Cuántas y cuáles son las estrategias de opción?; 2) sonalidad es el contexto más amplio en que se inserta la con-
;.Cómo metaaprenden las personas las estrategias de opción que ducta de elección. Uso la terminología y el marco que brinda
caracterizan su conducta y -dado el caso-- cómo pueden las Bleger en su Psicología de la conducta pero no me interesa tanto
personas emplear distintas estrategias de opción en situaciones la nosología como el grado de salud o enfermedad que deter-
diferentes?, y 3) i,Puede admitirse que las personas "elijan" minará la decisión de · encarar o no un proceso de orientación
elcgir de una u otra manera? '.'\l'Ocacional.
102 103
~ 1
- ~ -

1
b) Manejo de la crisis adolescente. En la medida en que
elecci611 y las / antasías de resolución, especialmente de vínculo
la orientación vocacional abarca la toma de decisiones respecto transferencial (mágico, paterno-filial, autoconfiado o de aspira-
de Ia asunción de roles ocupacionales adultos, el análisis de l:i ción) , que determinan o describen su actitud ante el proceso de
crisis adolescente tal cual se produce en el entrevistado permi- orientación vocacional.
tirá pronosticar la posibilidad que él tenga de adaptarse tanto al
proceso de orientac:ón vocacional (incluyendo Ias probabilidadei Teniendo en cuenta estos seis ítems se elabora el pronóstico
de éxito dei mismo) como a Ias exigencias dei mundo adulto en con respecto a la "orientabilidad" dei consultante. Por orienta-
términos de estudio o de trabajo. bilidad entendemos la posibilidad de adecuarse ai encuadre de
El diagnóstico de las relaciones familiares y de las situa- trabajo que hemos definido como modalidad clínica y que tiendc
ciones de aprendizaje es lo que tenemos en cuenta fundamental- a prevenir malas identidades vocacionales y ocupacionales o re-
mente, si bien ellas no agotan los parâmetros de definición de solver los conflictos entre identidades ocupacionales contradic-
torias.
la situación evolutiva que atraviesa.
c) Historia escolar. Da cuenta dei tipo de vínculos con EI pronóstico permitirá ai psicólogo decidir no sólo cuál
'1
Ias situaciones de aprendizaje, tanto en cuanto a rendimiento será la estrategia de su trabajo, sino también si va a encarar o no
como a relaciones interpersonales. Permite pronosticar c~mo se- la orientación vocacional de ese adolescente.
rá el desempeno del adolescente en Ia universidad, pronóstico Esta última decisíón depende, además del diagnóstico pri-
que no se basará en que "si en el secundario le fue bien en mero y dei pronóstico derivado dei mismo, de otros dos factores:
determinadas materias, entonces le irá bien en tal o cual ca- ,imbientales y profesionales.
rrera", como suelen fantasear los adolescentes (y los psicólogos). Entre los factores ambientales incluimos fundamentalmente:
sino en el hecho probable de que el adolescente encarará la situa- a) los factores / amiliares (la familia apoya, rechaza, es indife-
ción universitaria siguiendo patrones identificatorios adquiridos rente ai proces_o de oríentación tal como lo propone el psicó-
a su paso por e1 secundario. Y lo hará discriminadamente o no logo) y b) los factores institucionales (si el profesional trabaja
según el éxito dei proceso de orientación vocacional. en forma independíente, en una institución privada o pública,
d) Historia familiar. Permite pronosticar tanto los siste- gratuita o paga, etcétera).
mas de valoractitud frente a carreras y profesiones derivadas Pos factores profesionales entendemos la capacidad y expe-
de la clase social a que pertenece, como los tipos de identifi- riencia del psicólogo para atender un caso específico. Pero el
caciones familiares que en lo que ataiie a la elección de carreras factor fundamental es su propia identidad profesional ya que
{· hemos seiialado en otro trabajo (Bohoslavsky [8]). Es ésta una ella se pondrá en juego en cada entrevista configurando los
de las dimensiones más importantes para el diagnóstico de la componentes contratransferenciales de las situaciones dei pro-
identidad vocacional (Erikson [13, 14]). ccso. El tema se examina en el cap. V.
e) Identidad vocacional y ocupacional. Han sido definidas La decisión de encarar o no un proceso de orientación
en el cap. I. Su descripción y diagnóstico son la vía regia para vocàcional con el consultante se basa específicamente en la res-
trazar una estrategia, una táctica y una técnica en el proceso puesta que dé el psicólogo a las siguientes preguntas:
de orientación vocacional.
1) l Tiene este adolescente posibilidades de adquirir su
f) Madurez para elegir. Este es un concepto difícil de de-
identidad ocupacional sin modificación sustancial de su estruc-
finir. Pese a todo, sobre la base de lo que expresamos anterior-
tura de personalidad (lo que requeriría superar un excesivo
mente, la madurez puede ser pesquisada a partir dei momento monto de resistencia de su parte)?
que atraviesa (selección, elección, decisión) ; la situaci6n (pre-
2) lEstá maduro para tomar una decisión en cuanto a su
dilemática, dilemática, problemática o resolución); la deutero- futuro profcsional?
104
105
'
/f'lf' ·1
3) l Tiene posibilidades de emplear su percepción, pensa-

" preguntas que se espera conteste el test, más ajustada será la


mientos y acción al servicio del principio de realidad; de prever evaluación dei mismo y tanto más se ajustará la prueba a
dificultades, lograr síntesis, tolerar frustraciones, tener insight; su papel instrumental. Coincido con Tavella (41) , cuando afir.
es decir, tiene un yo básicamente sano? 5 ma que "es un error groscro identificar a ésta [la orientación
4) i,Soy la persona más adecuada para ayudarlo? vocacional] con la aplicación de un batería de prucbas psico-
5) i,Es éste el momento más adecuado para que inicie su lógicas". Sin embargo, el hecho de que los tests "proporcionen
proceso de orientación vocacional? una información objetiva y comparable de un conjunto de as-
pectos de la personalidad del examinado" no justifica que sea
·'a partir de ahí [de la información más rica] que comienza el
, ,
1 '!il
I' Los tests en orientación vocacional proceso de orientación vocacional propiamente dicho". El pro-
1
ceso de orientación vocacional comienza en la primera entrevista
El planteo diagnóstico que he esbozadçi y el énfasis que he puesto y la aplicación de pruebas psicológicas se integra en él si el psi-
1
en la importancia del análisis de la primera entrevista podría c6logo lo considera necesario y con el fin de que el psicólogo
conducir a un error en cuanto a la desvalorización de los tests tenga una "información más rica".
mentales como fuente de información. La "toma de conciencia" que, como seí'íala Tavella, es im-
:i11 Considero ilusoria la suposición de que siempre puede pres- prescindible para una buena elección no dependerá de la infor-
;I, cindirse de instrumentos psicométricos o proyectivos en la ela-
1]
macíón aportada por los tests sino de la validez, aceptación y
boración dei diagnóstico cn orientación vocacional. elaboración de las interpretaciones que el psicólogo formule al
Sin embargo, es preciso advertir una vez más que los tests entrevistado sobre su conducta a lo largo del proceso de orien-'
1 Ili tienen un rol instrumental en la tarea clínica y que, como tales, tación.
se subordinan a los fines del psicólogo convirtiéndose en valiosas En definjtiva: los tests son instrumentos que sirven ai psi-
herramientas cuando éste tiene conciencia de su empleo, o en cólogo, pero no a quien consulta ("como una radiografía a un
trabas en el ejercicio de su rol cuando deposita en los tests Ia. médico ... ") .
tarea reparatoria o preventiva. Desde el punto de vista clínico también debemos prestar
EI buen uso de los tests no sólo supone que se conocen atención ai significado que cobra para el entrevistado la aplicación
sus fundamentos teóricos y su característica de validez.. y con- de pruebas psicológicas, ya que la conducta dei sujeto en una si-
fiabilidad, sino también que se sabe para qué se aplican.
tuación de prueba tanibién tiene su "texto", "contexto" y "sub-
En el campo de la orientación vocacional clínico los tests texto".
pueden cumplir una función valiosa, pero nunca podrán reem-
plazar la f unción dei psicólogo. Por otra parte es conveniente Dada la vastedad dei tema, que desborda los límites de
destacár que no existen tests de orientación vocacional. Existen, este trabajo, me limito a sefialar tan só/o algunos significados que
sí, pruebas que por sus características permiten ai psicólogo apor0 c1 test puede asumir para el sujeto. En primer lugar el test puede
tar datos sobre aspectos más o menos específicos de la persona- ser un objeto idealizado, por lo tanto esperadq, y en el momento
lidad dei sujeto. de su aplicación convcrtirse en un objeto persecutorio que inva-
En todos los casos la selección de la batería a emplear pre- de y "roba" ai sujeta. Propongo denominar estas fantasías, res-
supone un prediagnóstico, ya que cuanto más claras sean las . pectivameiite, "de la bola de cristal'~ -Y "dei detector de men-
tiras".
" Esta pregunta entraúa la enorme dificultad de tener que discriminar entre En otros sujetos las fantasías persecutorias que despierta el,
salud y enfermedad y de tener que hacerlo en un caso atinente a un adoles-
cente, hecho que la torna aún más engorrosa. test pueden estar acompaí'íadas de leves sentimientos de desper-
l
106 107
1 1
.111 11.:
11:
í
~ •
sonalización, cn los que el test es considerado como "una caja , Tcst de frases incompletas para la exploración de la iden-
fuerte donde el psicólogo tiene guardadas cosas mías". tidad vocacional:
El test puede visualizarse también como un acompafiante
contrafóbico, según que el objeto fobígeno sea el futuro ("si el 1) Siempre me gustó . . . . . . .-~: ...
2) Pienso que cuando sca mayor podr.: ........ .
test dice que puedo seguir lo que me gusta quiere decir que elegí 3) No me vco a mí 1I1ismo haciendo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....... .
bien") o el psicólogo ("estoy de acuerdo con lo que usted dice 4) Mis padres quisieran que· yo .......... 1 •• '. . . • • . . . • • . .•.•••.••••
de las entrevistas, pero i,me va a tomar un test por las dudas?"). 5) Si cstudiara ........................ '.''.. ·!··......... . . . . .......... .
Proponemos llamar a la primera fantasía sobre el test "fantasía de 6) Elegir sicmpre me causó .. ,., ..... : ... }.... ,4,,·, .. ,......... ·...... ,
la pitonisa" y a la segunda, "fantasía del 1mdador". · 7) Cuando era chico qucría ....... , ......... ,, ......,............ , .• , ..... .
8) Los muchachos de mi edad preficren ............................... .
También para el psicólogo el test puede ser depositario de 9) Lo más importante en la vida es ......... , : ....................... .
distintos tipos de fantasía. Básicamente, para él, el test es: ª' JO) Comencé a pensar en el futuro .. ; ...... : . ........... : . .';. :'...... .
un acompafiante contrafóbico que le permite tomar distancia dei 11) En esta sociedad vale más la pená ·..... , . ,, . · ·: .. . '........ ,:........... .
adolescente (generalmente lo que más se teme es la confusión . . . . . ./.· ............... que ........... ,t •• · • .,,·11.,, ...••.• ;.,.., •.• ,., ..••.•.•.
12) Los profesores picnsan que yo . , ....•,................ ,. ........... .
y la racionalización típica es "quiero ser objetivo"), y b) un 13) En el secundaria siempre ..... , ..... i'. .'........................ , ..
"puente" que le permite estableeer un vínculo con el adolescente 14) En cuanto a profesiones la diferencia entre chicas y muchachos es ..... .
para "poder entender''. 15) Mi capacidad ................................................. , .
Tanto en estos casos, como en otros en los que la aplicación 16) Las chicas de mi edad prefieren ................... , ....... , ...... .
de la "batería" se convierte en un verdadero ritual, se trataria 17) Cuando dudo entre dos cosas ...... , ............................. .
18) El mayor cambio en mi vida fue . . . . . . . . . . .... , . , ..·.. .
de los déficit en la identidad profesional y el mecanismo defensivo 19) Cuando pienso en la Universidad ........................ '. · ·
tendientes a su recuperación. Se examinará este punto en el 20) Siempre quise .............. pero nunca lo podré hacer .. .
cap. V. 21) Si fuera .......... ·............... podría ........... ,.,, .......... .
22) Mi familia ........................ · ................... , ......,, . .,.. ;.
No me parece necesario presentar en este trabajo una lista 23) Mis compaíieros creen que yo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , ........ .
de los tests que pueden usarse en orientación vocacional si el 24) Estoy seguro de que .........:·... , . ·;'. ,.............. ·. . . . .. ........ .
1
psicólogo lo cree conveniente. 25) Yo ................... '. .... :1•• i:.~1,'.'; ;·'.'• • • • • • • • • • • '. •••••••••••
De acuerdo con mi experiencia euando surgen dudas diag- li.: ,;., .
nósticas apelo a los siguientes tests: Weschler; Phillipson o T.A.T.;
Desiderativo; Pareja, Trío o Familia (según el caso); Mis ma- Una palabra final sobre la orientación vocacional clínica
nos; Kuder; D.A.T.; si la tarea se realiza en el ámbito escolar
recurro al sociograma, que brinda no sólo información diagnós- Lo que dije hasta aquí respecto def diagnóstico en orientación
tica sobre las relaciones interpersonales del adolescente sino tam- ~acional sólo tiene sentido dentro dei encuadre que esbozo
bién infmmación pron6stica en cuanto a la constitución de los al comienzo de este libro.
grupos para la tarea futura. ,:.:' EI énfasis en la estrategia clínica y muchos de los planteos
Ultimamente he creído de fundamental importancia evaluar fformulados indujeron a muchos a pensar que mi manera de
especialmente las respuestas dadas a Ias láminas en blanco dei -entender la orientación vocacional confundía sus límites con la
T.A.T. y del Phillipson, que parecen correlacionarse estrechamente IÍ'icoterapia. La delimitación que se pretende establecer quizá no
con las respuestas al Desiderativo. Además he elaborado una sea hoy tan clara como quisiera y posiblemente esto derive de
prueba de frases incompletas, adecuadas a la situación de elec· varios hechos, entre otros, y no el menos importante la falta de
ción, cuya confiabiliMd y validez estoy investigando en una po· una tradición en psicología de campo en la Argentina. Esta falta
blación de cien sujctos. de tradición puede haber conducido a muchos a la necesaria op-
108 109
-
c1ón entre una "numerografía" d~shumanizada y los aportes
de una psicología más "psicoanalí tica ". orientac10n dinámica que ha guiado este encuadrc de la tarca
Aunquc la diferencia entre orientación vocacional y psico- diagnóstica.
terapia no puede trazarse nítidamente, existe por lo menos con- Por orientación dinámica entendemos, siguiendo a Mowrcr
"'1;, .' i ciencia de los objetivos que persigue la primera. ~ y Kluckhorn (32) :
Quizá más importante que llevar a término la elección de a) que Ia conducta huinana es funcional y que por lo tanto
una carrera sea llevar a buen término la elección de un futuro cI análisis de la conducta humana dcbe abarcar su finalidad;
ili (sea estudio o trabajo). La diferencia radica en el aprendizaje de b) que la conducta siempre implica conflicto o ambivalen-
11 1 cómo elegir lo que es el objetivo fundamental de la orientación
l1 cia, vale decir que el conflicto es inhercnte a la vida humana,
vocacional. r pero no necesariamente como patología sino posiblemcnte como la
Un afiche del o.o v. de la Universidad· de Buenos Aires po- expresión a nível humimo de la contradicción que se producc
pularizó esta frase: "La carrera depende de la largada". Creo en la naturaleza; ')
más bien que la "carrera", que rebasa los límites dei estudio uni- c) que la conducta sólo puedc entenderse en relación con cl
versitario, depende de la posibilidad dei individuo de adoptar contexto en que se produce, es decir que su significación tras-
decisiones autónomamente (en la más amplia acepción dei tér- ciende los límites · de la persona e incluye los contextos situacio-
mino). 1 nales, entre los cuales tienc primacía jerárquica la rclación in-
Quizás en este sentido la tarea sea más psicoprofiláctica terhumana, y
que psicoterapéutica. Aunque la remoción de obstáculos para d) que el ser humano orienta su conducta hacia una inte-
arribar a una "buena" elección en cierto sentido implique posi- gración o armonía interna progresiva, la cual está supeditada a
blemente un actuar "terapéutico". ~ vicisitudes vitales de las que la elección de futuro -la elección
En síntesis: la orientación vocacional perseguiría dos tipos de carrera- 110 es la más importante.
de objetivos, uno observable que consistiría en la definición de
una carrera o un trabajo y dos no observables directamente que Este capítulo no cs más que un intento de aportar elemen-
están referidos por un lado a la deuteroelección en el sentido de tos para una sistematización de la técnica de diagnóstico en orien-
tación vocacional. En tal sentido sólo quise brindar algunas
que la orientación vocacional permite al adolescente aprender a
aperturas en la convicción de que, para los psicólogos --como
elegir, y por otro a la promoción de la identidad vocacional y, por
1,11,111: también para el adolescente que elige-, son válidos aquellos ver-
, ·111!,:I' lo tanto, de su identidad personal. so~ de Machado:
1 I! En función de los objetivos que hemos delineado, la estra-
tegia, táctica y técnica a emplear se caracterizan por: una mo- Caminante no hay caminos
dalidad clínica, en el sentido esbozado anteriormente; una inten- se hace camino ai andar.
ción "no directiva", en el sentido rogeriano y además compro-
metida con supuestos filosóficos respecto de la libertad humana;
objetivos fundamentalmente prospectivos y, en tal medida, psico-
profilácticos, que se apoyan en conocimientos científicos y racio-
nales aun cuando haya mucho por hacer en el terreno de la con-
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112 113
:1~~ •
-
·~
UI
LA ENTREVISTA DE ORIENTACION VOCACIONAL
El lugar dei alma es donde se tocan el mundo
interior y exterior. Porque nadie se conoce a sí
mismo si só/o es él mismo y no el otro también,
al mismo tiempo.
Novalis
Brammer y Shostrom (12), en su libro Psicología terapêutica,
plantean que:
" .. .la elección vocacional ha sido considerada históricamente como guía vo-
cacional: un proceso de ayuda al paciente a elegir, prepararse para triunfar
11: en una ocupación determinada. Este proceso se centró en la consulta que
: 1
consistía, en gran parte, en examinar los datos del ·paciente y buscar las
posibilidades d.e ocupación para encontrar una meta específica, después de
lo cual se formulaba un plan de estudios para alcanzar la meta. Aunque
:::111. este razonamientó es todavía básico, se han producido cambios redentes
i 1
en la percepción del significado de la consulta vocacional."
Este capítulo tiene como objetivo examinar esos cambios y es-
pecialmente la entrevista como principal instrumento o técnica de
UY' que se vale el psicólogo para diagnosticar y colaborar con el adoles-
1 I
cente en la resoluci6n de sus problemas vocacionales.
l La entrevista de orientación yocacional es una situación de
interacción humana en la que uno de los participantes está capa-
citado científica y técnicamente para ejercer el rol de entrevista-
dor.
11 Examinar Ia entrevista de orientación vocacional implica
revisar aunque sólo sea rnmeramente, las características genera-
les de cualquier entrevista psicológica analizando los conceptos
que fundamentan una teoría de la técnica de entrevista por enci-
ma de la aportaci6n de recetas técnicas -más o menos adecua-
das- para ayudar a una persona que enfrenta un conflicto fren-
te a la elecci6n de su futuro.
115
w
Este trabajo se basa fundamentalmente sobre aportes brin- dona!, sino, ai mismo tiempo, una situac1on de intcracción cn
dados en nuestro medio por Ulloa(49, 50, 51), Bleger(4, 5) y Ja cual surgen de ese diagnóstico (que continuamente se realiza
Liberman (29), quienes han retomado los planteos. tradicionales 3 lo largo de cada entrevista) acció11es del entrevistador tendicn-
sobre la entrevista psiquiátrica, enriqueciéndolos con los aportes tes a modificar la conducta del entrevistado mediante el esclare-
dei psicoanálisis y de la teoría de la comunicación. Examinaremos cimiento.
brevemente los fundamentos teóricos de la entrevista psicoló- La entrevista debe considerarse por consiguiente siemprc
gica y luego trataremos de ejemplificar el manejo de estos con- como una situación grupal porque en ella participan dos perso-
ceptos en el caso espedfico de la orientación vocacional. nas como mínimo, cada una con roles adscriptos y adquiridos.
cn función de a) los propósitos dei entrevistador; b)' su marco
de referencia específica; e) la situación especial en que se desa-
La entrevista psicológica rrolla Ia entrevista; d) la estrategia dentro de la cual se inscrta
ta entrevista, y e) la táctica o encuadre, dentro del cual las con-
Toda entrevista es una situación interhumana. Sullivan (48), de- ductas adquieren su significado.
finió la entrevista como una situación de dos o más personas
en la que. uno o más indivíduos esperan recibir auxilio técnico de Los objetivos de la entrevista influyen, como vemos, en el
uno o más expertos. La entrevista es, como sefiala Bleger (4), un ,contecer de Ia misma, puesto que plantea a los participantes
niveles de aspiración, conscientes o inconscientes (interactuan-
campo en el cual los fenómenos que acontecen adquieren su signifi-
tcs), que determinan su conducta. Así; por ejemplo, un entrevis-
cado en virtud de las relaciones que guardan entre sí. Como todo
tador puede percibir claramente que su entrevista cs de oricnta-
campo psicológico, la relación de entrevista está configurada por
ción vocacional,- en tanto que el entrevistado puede desarrollar
una serie de fuerzas, entre ellas el entrevistador, que no es un obser-
frente a esa situación fantasías que lo lleven a manejaria por
vador pasivo de lo que ocurre cn el entrevistado, sino que inter-
ejemplo como una situación terapéutica, o como una situación en
actúa con él y desarrolla en ese campo, conductas que ai igual
la cual se relaciona con un profesor o un maestro, o un amigo,
que las conductas dei entrevistado tienen que ser consideradas
como emergentes de dicho campo. etcétera. Estas distorsiones introducidas en la entrevista por el
Se ha intentado realizar clasificaciones de las entrevistas lj;,ttrevistado se convierten en un dato valioso para el psicólogo,
según el tipo de conductas que tenga el entrevistador y el tipo puesto que le penniten "leer" a través de la conducta manifiesta
de conductas que espera dei entrevistado. Así, se considera que dei entrevistado su sistema de motivaciones, cl significado que
una entrevista es abierta cuando el entrevistador se limita a aclquiere para él la situación grupal y, en función del encuadre
rccoger todas las manifestaciones dei entrevistado, en tanto que teórico y el marco de referencia del entrevistador, cuáles son los
es cerrada si el entrevistador conduce la entrevista de modo tal sistemas conflictivos, los mecanismos de defensa, y lo que Ulloa
que predetermina las posiblcs opciones entre las cuales el entre- (49, 50), ha definido como fantasías de "salud" y "enfermedad".
vistado elegirá la conducta a expresar. 1 En esa situaci6n de interacción existen dos roles adscriptos
En el caso específico de la orientación vocacional las en- que pueden ser manejados de diversas maneras, según · el signifi-
trevistas abiertas son, a mi juicio, las indicadas, puesto que en 1 cado que la situaci6n tiene para los participantes.
ellas la técnica se convierte no sólo en un modo de recoger datos Estos dos roles básicos son el dei técnico y el dei entrevis-
exhaustivamente a fin de elaborar un eventual diagnóstico voca- ~ tado. Las distorsiones en cuanto a la adscripción ideal de estos
1 Es el caso de una anamnesis en que las preguntas del entrevistador sus·
roles son posiblemente la principal fuente de información de la
citarán respuestas entre las que optará el entrevistado según grados de liber· cual puede valerse el entrevistador para arribar a un diagnóstico
tad "constreiíidos" por la misma pregunta. · de la conducta dei entrevistado.
116 117
~
La conducta depe1.1de del rol, pero cl modo en que se asu. l]lediante la comprensión de los conflictos y situaciones que le han
ma dicho rol dependerá, de acuerdo con lo que hemos visto, en ÍJllpeiiido acceder a ella de un modo integrado, no conflictivo.
primer lugar del significado consciente e inconsciente que se En cuanto al lugar y al tiempo de cada entrevista, varia
atribuya a la situación, y en segundo lugar de la personalidad de situación en situación y han sido estudiados exhaustivamente
de cada uno. por Aisenson y colaboradores en un trabajo (1).
Todo campo psicológico implica una configuración sin la En lo que ataiie a los roles es imprescindible que el entre-
cual la conducta' no tiene anclajes concretos que le permitan vistador prescriba su rol, que es el de colaborar en el esclareci-
expresarse ;,pero quién configura el campo de una entrevista? miento y la asunción de una identidad vocacional madura y no
O sea, ;,quién configura esa situación interpersonal? La situa- eI de aconsejar u orientar de un modo activo al adolescente o,
ción es configurada en parte por el entrevistador o técnico -en en un sentido vago, "curarlo", resolverle todos sus problemas de
este caso específico el psicólogo- y en parte por el entrevistado. personalidad. La asunción del rol de entrevistador en una situa-
Se trata nuevamente de un proceso de interacción. El modo en ción de orientación vocacional depende fundamentalmente de su
que dicho campo es configurado por e1 entrevistador se designa identidad vocacional y podemos anticipar que todas las distor-
con el término "encuadre". El encuadre consiste en convertir en siones de este rol que pueden comprenderse mediante el análisis
constantes un conjunto de variables de la situación presente, de los fenómenos contratransferenciales dependen de los conflictos
es decir que todo encuadre implica cierto artificio técnico, éste que su propia identidad vocacional le despierta al psicólogo.
opera como un marco de referencia que permite leer los significa- Sin embargo, además de ser el entrevistador quien define y
dos de la conducta dei entrevistado y, a partir de esto, llegar a ·configura el campo, su conducta,. al fijar el encuadre, sólo toma
un diagnóstico de él. un conjunto de variahles y las convierte en constantes, y deja en
Básicamente encuadrar una entrevista consiste en establecer libertad ai entrevistado para configurar todo lo que ocúrra dentro
dos parâmetros: el tiempo y el lugar, y prescribir los roles y ob- de la entrevista. Es decir que podemos reconocer en la entrevista
jetivos. Si los roles, el tiempo, el lugar y los objetivos no están algo fijo, 2 constante o rígido, que es el encuadre y algo que es un
cstablecidos de antemano, la conducta del entrevistado asume proceso dinâmico que expresará el modo como el entrevistado
un carácter caótico e incomprensible para el entrevistador. ejerce la libertad de configurar la situación. Es por esto que el
modo como el entrevistado emplea su libertad para elegir la
Los objetivos de una entrevista de orientación vocacional ·
manera de configurar la entrevista se convierte en un . dato
1 varían según el momento en que la entrevista se realiza y según
1
' ·,'1,'' el tipo de proceso general de orientación vocacional elaborado a
r :I; l1 2 Tal fijeza es desde luego arbitraria, de ahí que el encuadre sea un artificio
'1,1,
partir del primer diagnóstico del solicitante (el que determina una táctica o un conjunto de regias de juego. El significado de táctica "arte
111 l,11:11 la línea más conveniente para trazar una estrategia general de de poner orden en las cosas", enriquece la comprensión dei encuadre, puesto
acción) . Una entrevista de orientación vocacional puede tener que así como el psicólogo tiene un arte, el de "poner orden en el proceso de
dos objetivos fundamentales: la informaci6n y el esclarecimiento. entrevista", el entrevistado tiene e! "arte" de poner desorden en el mismo.
I' i' li ;IM' 1 E! interjuego de ambas "artes" aclara eventualmente e! porqué, para qué y
Por información entendemos la colaboración con el entrevistado cómo de las conductas dei entrevistado. Interpretar implica siempre una
,\1
para discriminar los aspectos del mundo ocupacional adulto, las confrontación dei dato _(la conducta) emergente con el interjuego del encua-
carreras universitarias, las condiciones necesarias para acceder dre dei psicólogo (su tácti;a) y las tácticas del entrevistado. Estas últimas son
a determinado rol adulto, las posibilidades que le brinda el campo actuales siempre pero a la vez condensan y expresan su historia pasada y fu-
profesional, etcétera. En este trabajo me referiré especialmente a tura. Son hipotéticamente la manifestación de su estructura de personalidad.
Mantener fijo el encuadre de la entrevista (las regias dei juego manifiestas)
las entrevistas de orientación vocacional cuyo objetivo fundamen- es el requisito indispensable para poder poner en evidencia las regias de juego
tal es el esclarecimiento, o sea, contribuit a que el entrevistado latentes del entrevistado (sus pautas de conducta y su estructura de perso-
illt tenga acceso a una identidad vocacional (Bohoslavsky [9, 10]), nalidad), comprenderlas y eventualmente modificarias.
118 119
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'I:l 1, ,I' 1 I
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1:1 11
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importante para entender los modos habituales mediante los cua-


les el entrevistado ejerce su posibilidad de elección. Así, si bien

"
. Jos mensajes. Estos elementos permitcn hacer un análisis má:.
gbaustivo de la entrevista. Por ejemplo, podemos entender a
'":. lil. el entrevistador fija ciertas líneas estables, y si se quiere rígidas, ~rtir ~e lo que ocurre cuál_ es el código que pr~fiere cmplcar
il que operarían a modo de carriles del proceso o dei acontecer de r.;i-:edommantementc el entrevistado. Por un lado este orienta el
1,
la entrevista, el acontecer en sí corre por cuenta dei entrevistado. ·diagnóstico pero ai mismo tiempo da ai entrevistador las pautas
Las conductas que acontecen en esa situación así definida del modo en que tendrá que formular su mensaje para que sea
pueden considerarse como emergentes de un campo grupal. El f,6cihnente accesible a la comprensión dei entrevistado.
concepto "emergente" es polisémico. Lo emplearé para referinne EI contexto, es importante destacarlo, está constituído por
a todo acontecimiento en el proceso de entrevista que, aunque Ja .situación misma de interacción, de modo que todo lo que ocu-
tlt!ll
1 nuevo y "sorprendente" en apariencia, integra y sintetiza factores
ya presentes en el campo psicológico_ Un fenómeno emergente es
rre en la situación de entrevista tiene que considerarse como
mensaje cuyo referente cs, además dei aludido en el mensajc. el
producto de la interacción de los elementos que conforman la eontexto mismo en que aquél se exprcsa. Por ejemplo, un adoles-
situación y su estructura es isomórfica con ésta pero no idéntica, cente que cuenta cómo un profcsor trata a sus alumnos en e!
de modo que por su sola aparición modifica la situación de la colegio, comunica algo sobre el profesor, pero además metaco-
que es producto. Un fenómeno emergente ocurrc en "respuesta niunica sobre a) la situación de entrevista; b) el entrevistador;
; il a" y ai mismo tiempo es "estímulo" o "situación desencadenan- c) los procesos que lo llevaron a emitir ese mensaje y no algún
te de" las conductas del coparticipante. Emergente en un sentido otro, y d) cómo "quiere" que sea decodificado, etcétera.
amplio es por lo tanto cualquier conducta, sea concreta o simbó- Esto es, en otras palabras, lo que el psicoanálisis ha exami-
lica, manifiesta o latente, dei entrevistador o dei entrevistado. nado con cl término de transferencia, que volveré a considerar
En función de lo dicho, el análisis de una entrevista puede más adelante.
hacerse a partir tanto dei entrevistado como dei entrevistador, Los mensajes que circulan por el canal están configurados
pero fundamentalmente a partir de la relación entre ambos. Pues- en realidad por un paquete de conductas que integran las pala-
to que esta relación es básicamente una relación de interacción bras, los gestos, la mímica, la pantomima y hasta los silencias, las
podemos recurrir a la teoría de la comunicación para obtener los 111,ntonaciones de voz y el estilo personal del mensaje emitido. Este
parámctros que permitan examinaria. paquete ha sido analiz:ido por Pittenger, Hockett y Danehy(36),
quienes dicen que todo mensaje está integrado en realidad por trcs
i'' 1
1 • -series: una serie auditiva lingüística, o sea las palabras, que tienen
Elementos de la comunicación un código conocido y formalizado en el léxico de una lengua, una
1111,111,
serie auditiva paralingüística, configurada por todos los compo-
En toda comunicación existen siempre seis elementos mínimos_ nentes sonoros dei mensaje, sea por presencia o por ausencia
Estos elementos son: el trall.5misor, o sea el que realiza una con- " (los silencias) ,3 que no tienen hasta el momento una codificación
ducta que hemos llamado "conducta desencadenante" o "conduc- ;t1Jormalizada en ningún léxico, pero que sin embargo son indica-
ta estímulo"; el receptor, que es el destinatario de esa con- ~.,.
ducta; la conducta misma, que dentro de un esquema comunica- ... 3 El silencio no es un "vacío" de información. Por el contrario, connota
1
1 cional puede ser considerada como un mensaje; el código que es
el conjunto de regias mediante las cuales se ha llegado a formular
·;~(:(Omponentes emocionales dei vínculo entrevistado-entrevistador. Bleger bahia
de silencios paranoides, d.:presivos y confusionales. Otros como Brammer y
!Ir Shostrom indican que es posible detectar motivos distintos que determinan
ese mensaje, es decir, que ha permitido convertir situaciones
personales en datos comunícables (se haya realizado este proceso los silencios:
de un modo consciente o no) ; el contexto en el cual se realiza A) Por haberse agotado un tema (es un caso 'especial de silencio con-
dicha comunicación y el canal, que es la vía por donde circulan fusional).
11
' 11
121
120
~- ,. 1
!1:11:'11':1:
dores fundamentales para la comprensión del clima afectivo dei

,. dcl sistema de regias que le permitirán convertir una situación


mensaje; la tercera serie e~ denominada serie no auditiva para. ell palabras, sonidos o gestos, de un repertorio, es decir de un
lingüística, (abarca los gestos, la mímica y la pantomima). En c0njunto de signos que perrnitan dar expresión social a los sig-
esta serie el entrevistado y el entrevistador comprometen su nificados que para él adquiere la situación.
esquema corporal, y es por ello que desatenderla implica dejar
El rol de evaluador es asurnido también por ambos partici-
de lado una importante fuente de inforrnación.
pantes. Sin embargo, este rol aparece privilegiado en el entrevis-
En general se considera que en una situación de entrevista
tador porque no sólo evalúa el rnensaje dei entrevistado sino
las conductas corporales no están presentes, o bien sólo se per.
cibe esta serie cuando supera cierto lírnite deseable. Es decir, también su propio rnensaje, y no sólo los mensajes que circulan
cuando aparecen en e! entrevistado movirnientos bruscos, ama. en el sistema interpersonal de comunicación, sino los mensajes
nerarnientos corporales, tics u otras modalidades de expresión que funcionan en su sistema intrapersonal. Sus sentimientos, sus
de los estados emocionales. Sin embargo, una actitud pasiva o afectos, tienen que ser considerados corno mensajes intraperso-
activa respecto dei movimiento, incluso por su propia denomina- nales que son tarnbién emergentes de la situación (Ruesch y
ción ("Pasiyo o Activo") puede ser indicadora de una actitud más Bateson [42]) .
general mediante la cual el entrevic;tado expresa su sistema de La evaluación dei mensaje depende no sólo de la capacidad
motivaciones, sus conflictos, las anriedades que despierta en él intelectual dei transmisor y dei receptor de los mensajes, sino de
la situación de entrevista y la situación de elección de carrera. toda su personalidad (rasgos, estructura predominante y acceso-
ria, sistemas disposicionales, actitudes, etcétera) , que interviene
Roles en la entrevista en la evaluación que hace de los mensajes; puede considerarse
pues, que toda distorsión está determinada por las características
Estos roles, que surgen dei modelo de cornunicación que hemos personales de los participantes en la entrevista y, más específi-
seíialado son: el de emisor, el de receptor, y el de evaluador de camente, por sus funciones yoicas (Bellak [2]).
los rnensajes. El rol de ernisor es asurnido alternadamente por
ambos participantes de la situación. El emiSQr es el que "fabrica"
'111 el rnensaje. Para hacerlo debe disponerse de un código, es decir Funciones dei mensaie
·,
Todo rnensaje curnple por lo menos una de las seis funciones
1
111 B) Hostil o agresivo contra el entrevistador. enunciadas por Jakobson (24, 25). Lo- habitual es que los rnensa-
C) Porque el entrevistador ha percibido en él algo doloroso que le cuesta
expresar con palabras.
jes incluyan más de una de ellas. Estas funciones soo: emotiva,
D) Por competencia con el entrevistador (es un desafio sobre "quién directiva o conativa, pática o de contacto, referencial o deno-
aguanta más" el silencio). tativa, emocional, metalingüística y poética.
E) Anticipatorio, en el cual el entrevistado espera una sefial dei entre-
'",i, La función emotiva tiene que ver coo la posibilidad del
vistador que le indique que puede seguir adelante.
F) Reflexivo. mensaje de referirse a los estados afectivos, emocionales, rnoti-
G) Por fatiga después de una larga exposición. vacionales y actitudinales del entrevistado. En términos genera-
Meerloo, J. A. ("Free Association, Silence and the Multiple Function of les, se espera que el entrevistador asuma una actitud de prescin-
Speech", The Psych. Quarterly, 1952) nos bahia de un silencio erótico oral, dencia en cuanto a la expresión de sus estados emocionales,
erótico uretra!, erótico anal, genital y transferencial, cada uno de los cuales
expresa tendencias impulsivas que son manejadas según modalidades propias pero no cabe ninguna duda de que estos se patentizan y, de un
de cada nivel de la evolución psicosexual. modo generalmente inconsciente, llegan e inforrnan al entrevis-
122 123
I, 1
'li1,
l...

tado sobre las reacciones que su mensaje ha despertado en el tamíento~.. o "interpretac10nes". Podemos adelantar ya que d
entrevistador .4 çarácter modificador que tiene una experiencia de entrevista
Los sujetos varían entre sí en cuanto a la función emoci0- para el entrevistado (en este caso el adolescente que debe decidir
nal o emotiva asignada a su mensaje. Así por ejemplo, algunos una carrera) depende de la cualidad metacomunicativa que tenga
adolescentes son rnuy sensibles a l&s reacciones de aprobaciõn d mensajc del entrevistador. Es decir que si ai adolescente que
o desaprobación que, aunque no sean formuladas en palabras busca elegir una carrera la entrevista 1e sirve para algo es porque
!, por el entrevistador, son transmitidas igualmente. d entrevistador asume plenamente este rol de informar ai entre-
1 vistado cómo ha comprendido la situación, por quê Ia ha com-
Por función referencial entendemos la facultad de un men-
j,, saje de aludir a objetos que no son él mismo. Así cuando deci- prendido así, por quê ha asumi<lo las conductas que ha asumido,
J 1 mos que toda palabra tiene un significado más o menos preciso, ~tcétera.
1111:: La función pática cs la cualidad que tienen los mensajes de
estamos diciendo que la palabra es un mensaje que designa un
aspecto de la realidad. De acuerdo con lo que hemos dicho hasta 1;5tablecer una relación entre e! transmisor y e! receptor. Esta fun-
ahora, el referente del mensaje en una situación de entrevista ción básica de contacto que tienen los mcnsajes no puede ser
es la misma situación de entrevista; es decir que todo lo que se descuidada, ya que se convierte en el índice más claro del tipo
diga en la entrevista tiene que ver. con la entrevista misma y de proximidad o alejamiento, por hablar de dos actitudes básicas
esto crea las condiciones para operar en el aquí y ahora, según pelares, que el adolescente desea establecer con el entrevistador,
el significado que tiene la situación de entrevista para el entre- quien pucde ser considerado por él como un representante dei
vistado y que podemos esclarecer a partir del análisis de la mundo adulto, profesional, la carrera, la universidad, etcétera.
función referencial dei mensaje. La función poética alude a Ia capacidad que tiene cl men-
Por función directiva entendemos la función que tiene e! saje de crear realidades nuevas. El lenguaje verbal y, además,
mensaje de desencadenar conductas en el receptor. También las series paialingüísticas del mensaje permiten Ieer o analizar a
aquí existen diferencias interindividuales importantes. Para al- partir dei mensaje mismo cuál es el estilo personal del entrevis-
1\illiiii gunos entrevistados el mensaje que producen tiende a determi- tado (Miller [35] y Sebeok [43]).
nar, observar y controlar la conducta dei entrevistador. ,, Es decir que así como las características o las funciones
/1Detacomunicativas del rnensaje son e1 instrumento básico que
Por función metalingüística entendemos Ia posibilidad que
i1:deterrnina que toda entrevista pueda ser útil para el esclareci-
tiene el mensaje de referirse a otros mensajes o al sistema de co-
'miento del entrevistado, las funciones emotivas, páticas, conati-
municación. En este sentido podemos adelantar que todos los
vas, poéticas y referenciales, que tienen los mensajes, son las fuen-
mensajes que produce el entrevistador cumplen predominante-
tes más reales de acceso al diagnóstico del adolescente que desea
mente esta función, es decir, esclarecer en el aquí y ahora cuál
es el tipo de comunicación que el entrevistado ha decidido esta- elegir una carrera.
blecer y cuál es el significado, generalmente inconsciente, que
la situación tiene para él. Estos mensajes, en los que predomina fProcesos
la función metalingüística, soo designados de distintas maneras ,T~
y a ellos nos referiremos más adelante con los términos de "sena- Dos son los procesos básicos de toda comunicación: la codifi-
11:
cación y la decodificación. Tal como la hemos definido más arri-
1 Brammer y Shostrom sefialan que por más prescindente que sea la con- ba la codificación es la transformación de un sistema de hechos en
ducta dei entrevistador, "ai paciente le es muy fácil adivinar, por implica- otro sistema de hechos. Esta transforrnación se realiza en parte
ción emocional, si no verbalmente, los valores que el consultor sostiene ...
El consultor transmite dos tipos de valores: los referentes a cómo deberfa t siguiendo normas compartidas por los sujetos; así por ejemplo,
vivir y los referentes a c6mo debería comportarse en la consulta" (p. 290). dado el código de la lengua, para designar determinada situa-
124 125
ción tenemos un repertorio específico de términos con un signi. madura o inmadura rcspecto de la elección de ·carrera, eficaz 0
ficado preestablecido. Pero, además, la codificación depende de ineficaz en cuanto al equilíbrio personal que promueve, etcétera,
normas individuales. Es decir que detectar el proceso de codifica. dependerá, por supuesto, de la teoria con la cual está emparen-
ción del adolescente permite discriminar, a partir de la misma tado el entrevistador. De ahí, nuevamente, que ai realizar una en-
situación de entrevista, algunas pautas de conducta predominantes, trevista el entrevistador no sólo pone en juego su habilidad téc-
Lo mismo ocurre con el proceso de decodificación, en el cuaI nica sino todo su bagaje conceptual, que deja de ser exclusiva-
la serie auditiva lingüística, Ia serie auditiva paralingüística o la mente conceptual y se convierte además en un esquema operativo,
serie no auditiva paralingüística son convertidas en significados 0 para decido con las palabras de Pichon-Riviere, en un esquema
que guardan con ios datos reales una mayor o menor proximidad. conceptual (en la medida en que implica una teoria de la per-
Tanto la exactitud de la decodificación como su alteración per. sonalidad, una teoría de Ia adolescencia y una teoría de la orien-
miten nuevamente inferir datos valiosos sobre Ias características tación vocacional} , referencial (puesto que a él se remite la
personales dei entrevistado. ,Es decir, en términos superficiales, C01Dprensi6n de cada conducta de] adolescente que elige una ca-
que todo lo que ocurre en la entrevista "vale". Todo lo que ocu- rreta) y operativo (puesto que de esta comprensión surgirá la
rre en la entrevista permite entender la estructura de la personali- determinación de desarrollar unas y otras conductas para que el
dad del entrevistado, tanto en las coincidencias con la realidad adolescente alcance un esclarecimiento personal) .
como en sus discrepancias, puesto que ellas no son arbitrarias
sino que están determinadas por la estructura personal dei parti-
cipante en dicha situación. El proceso eu la entrevista
Resumiendo, podemos decir que las fuentes fundamentales El, proceso de una entrevista puede ser caracterizado como un
de datas que hacen de la entrevista un instrumento privilegiado • proceso de investigación. Por supuesto, el término investigación
para el diagnóstico y la modificación de quien recurre a una en- aplicado a una· entrevista tiene connotaciones diferentes de Ias
trevista de orientación vocacional, surgen por un lado dei pre- que tiene cuando se lo aplica a una estrategia experimental. Cuan-
domínio, coherencia, contradicción o disociación de Ias distintas do hablamos de investigación en una entrevista nos referimos
11111
series dei mensaje, de Ia correspondencia de los procesos de codi- a una actitud básica dei entrevistador por la cual éste somete a
1 ! ficación y decodificación con los datas a ser codificados o deco-
'' prueba continuamente las hipótesis acerca de la conducta dei
dificados y, finalmente, dei modo particular en que el entrevistado entrevistado en esa situación (Bohoslavsky (8, 11]).
asume los roles de transmisor, receptor y evaluador de los men- Por investigación entendemos más bien una actitud que una
sajes." conducta específica dei entrevistador. Esta actitud es la que está
Hasta aqui hemos seõalado las fuentes de interpretación de contenida en la idea de que la entrevista no sólo compromete una
Ia conducta dei entrevistado, pero el modo en que dichas fuentes idea conceptual sino también un esquema referencial y operativo
puedan interpretarse o entenderse depende dei esquema ref ercn- del entrevistador, en tanto que lo que es sometido a prueba es
cial y dei sistema teórico que sustenta el psicólogo. De modo que la inteligibilidad de las conductas dei entrevistado a la cual ha
entender una conducta como bien o mal adaptada a Ia situación, tenido acceso el entrevistador a través de la comprensión de los
emergentes dei campo. Esta pues'ta a prueba permitirá ai psicó-
5 En este trabajo nos limitamos a seiíalar parâmetros que nos parecen impor· logo efectuar correcciones de sus comprensiones previas y correc-
tantes para e) análisis de la entrevista. El modo específico en que los roles, ciones de las "correcciones" que pretenda establecer en las
funciones y procesos están determinados y expresan distintas estructuras de conductas dei entrevistado.
personalidad ha sido estudiado especialmente por el grupo de Palo Alto
::1 (Ruesch, Bateson, etcétera) y en nucstro país por Liberman y Sluzki (29,
En el sistema de interacción establecido entre e1 entrevistador
42, 46). Y el entrevistado, aquél está comprometido a observar continua-
126 127
~ •
mente la situación, a derivar conductas que tiendan a modificar ' A mi juicio cabe discutir quê valor terapêutico tiene el em-
cn el entrevistado la comprensión o interpretación de la situación pleo de Ia transferencia, pero está fuera de toda duda la existencia
de elección <le carrcra por la que está pasando, que se dramatizan de los fenómenos transferenciales.
siempre en el aquí, ahora y conmigo de la entrevista.
Por fenómenos transferenciales entiendo la actualización de
La situación de entrevista cs, por lo tanto, una situación de
investigación conjunta en la que, por una parte,. el entrevistador relaciones ·interpersonales ausentes en el campo geográfico pre-
'iiil; intenta comprender y poner a prueba sus comprensiones acerca sente. El término "transferencia" se refiere asimismo a Ia exter-
<lei adolescente (la forma de elegir su futuro, decidir su idcntidad nalización de objetos internos y vínculos coo los mismos, o sea,
1 vocacional y acccder a roles ocupacionales adultos) y, por otra, en otras palabras, la conducta mediante la cual los objetos, acon-
cl entrevistado pone a prueba y confronta coo un experto sus tecimientos y fenómenos de una situación presente se convierten
famasías, ansiedades, temores, etcétera comprometidos en la elec- en depositarios de objetos internos. Decía que los fenómenos
!11:lli
ción, de modo que la situación de entrevista se convierte en una transferenciales en sí están fuera de toda duda puesto que cual-
1111:; ~111,
situación en la que el propio entrevistado ejerce la investigación quier conducta que un individuo realiza implica no• sólo la
y la puesta a prueba .. En cierto modo podríamos decir que la situa- actualización de todo su pasado y de su futuro (en términos de
111111111 ción de entrevista se convierte en una situación de interjuego, en
proyecto de acción) sino Ia manifestación o el compromiso de
la que cl carácter de juego no debe ser menospreciado. Se trata de
li, 111! toda su personalidad, es decir de las relaciones coo sus objetos
una prolongación instrumental de la moratoria psicosocial (Erik-
son f 18, 19]) que permitirá ai adolescente corregir, corroborar, internos, que en el caso específico de la orientación vocacional
modificar su autoperccpción en términos de roles ocupacionales alude a la reJación con -el "otro generalizado'.' (G. Mead [33]) en
adultos, o sea confrontar con la rcalidad, en este caso de la en- términos de roles ocupacionales adultos.
trevista, sus fantasías o proycctos acerca del propio futuro. Esto Los fenómenos transferenciales soo los que posibilitan ope-
le permitirá, si es nccesario, hacer correcciones a las mismas y rar en la entrevista y a partir de ella esperar que el adolescente
degir con más realismo. obtenga benefícios.
i l,! ,: .
,,,11·' .• !I' La entrevista de orientación vocacional tienc que ser enten-
! 1 dida más bien como un "pensar con" el adolescente que corno Para examinar los fenómenos transferenciales en la entre-
un "pensar por" o un "pensar sobre" él, lo que subraya la idea . vista tenemos que diferenciar en primer lugar entre fenóme-
,il i 1,
1 •• AOs-existentes (en cualquier relación interpersonal) y algo que se
de que cl entrevistador es, en realidad, un co-pensor.
t está por crear o interferir.
1 A nuestro juicio, la transferencia existe siempre, en cual-
.'1111!
1,11; Trans/erencia en la entrevista de orientación vocacional
quier relación interhumana y en cualquier conducta. Desde el
1
·,!1111:i punto de vista de una teoría de la técnica, el verdadero problema
El proceso de la entrevista no está solamente perfilado por lo que
hemos visto hasta ahora, sino que implica determinantes incons- reside en decidir si esa transferencia debe ser instrumentalizada
(IIi 1·11 o no y, en el primer caso, de qué manera tendría que hacerlo el
' /11 dentes que Ia bibliografía designa bajo el rubro genérico de fenó-
il 1
menos o procesos transferenciales, distorsión paratáxica o función psicólogo.
i'
relacional. Habitualmente se entiende que toda transferencia es una
1
,1, Mucho se discurre en la teoría de la técnica psicoterapéutica transferencia de aspectos infantiles; sin embargo, se tiende ahora
acerca dei valor que tiene Ia transferencia en los procesos co- a enfatizar que lo que se transfiere, lo que se deposita en la situa-
1,, rrectores implicados en una relación interpersonal. ción de entrevista está ligado no tanto (no sólo) a aspectos infan-
1
128 129

tiles como a aspectos o características
' internas dei entrevistado r. Por fenómenos contratransfcrenciales entendemos Ja transfe-
En el caso de una entrevista de orientación vocacional est~s rencia que el entrevistadqr, en este caso orientador vocacional,
aspectos internos son Ias identificaciones, conflictivas o no, con. realiza de su propio pasado, futuro y mundo interno en la rela-
tradictorias, integradas o disociadas, ambíguas, que el ·adolescente ción específica con su consultante. En el capítulo V me referiré
ha configurado hasta el momento en que es asistido en una con. a algunas características específicas de la contratransferencia en
sulta vocacional, y especialmente las identificaciones que hace Ia situación de Ia orientación vocacional. Sólo quiero destacar
de su mundo interno y del mundo externo en términos de carre. aqúí que así como la transferencia es suscitada en virtud dei
ras, mundo adulto, roles ocupacionales, profesiones, etcétera. aquí y ahora, o sea dei campo· de la entrevista, lo mismo ocurrc
El psicólogo orientador vocacional, en la medida en que es con los fenómenos contratransferenciales. Es· decir, también éstos
visualizado como un profesional que ha seguido estudios univer- deben ser entendidos como un emergente dei campo, del cual el
sitarios, que maneja determinada técnica y que al mismo tiempo otro, en este caso cl adolescente, es un anclaje altamente signifi-
ill:li: cs adulto, se convierte en cl depositario ideal de las fantasías, cativo. Los datos contratransferenciales, a los cuales ya nos
1
1 hemos referido con el término de comunicación intrapersonal,
1 ··1'
i1 ansiedades y temores que el adolescente tiene frente a su futuro.
Resumiendo, podemos decir que lo actualizado no es sólo el permiten orientar la comprensión, pues se convierten en fuente
pasado sino también el futuro dei entrevistado y no sólo las relal de las hipótesis que luego tendrán que ser sometidas a prueba.
ciones objetales antiguas o futuras sino, sobre todo, sus relaciones Existen suficientes datos surgidos de la tcoría psicológica
como para admitir que cualquier conducta cristaliza en objetos
objetales internas. En otras palabras, su personalidad. La com-
reales dei medio, relaciones interpersonales pasadas. Agregaría-
prensión de los fenómenos transferenciales permite ai psicólogo
mos a esto que el futuro, en términos de proyecto, aspiraciones o
por lo tanto comprender las características de los objetos inter- meta, es actualizado también en el contexto de la entrevista.
nos, pasados y futuros incluidos en la conducta dei entrevistado.
Esta actualización es la que permite que el psicólogo tenga
os estamos refiriendo a las características totales, parcialeti o
acceso a Ia comprensión del entrevistado y que, a partir dei aná-
aglutinadas de sus objetos internos, siguiendo la terminología lisis de las conductas emergentes dei aquí, ahora y conmigo, pue-
de Bleger, (6, 7). da inferir las conductas que en el allí, entonces y con oiros desa-
Además, el análisis de la transferencia permite entender las rrollará o ha desarrollado el consultante.
características dei vínculo, es decir, el tipo de ansiedad que sus- En el caso específico de Ia orientación vocacional e1 énfasis
cita la relación objetal y finalmente las características de las defen· cn el análisis transferencial se pone fundamentalmente en un
sas, su estereotipia o dinâmica, puestas en juego por el entre· entonccs / uturo, en un allí universi(iad, mundo adulto y cn un
vistado, en este caso el adolescente, para protegerse frente a los con otros compaííeros, profesores, otros adultos, otros profesio-
conflictos que la clección dei futuro le crea. nales, aún desconocidos. No porque el pasado no sea también ac-
i\11
'
tualizado, sino porque la entrevista de orientación vocacional tie-
'1111 " Blcger lo expresa con precisión cuando sefiala: "Se habla de la relación nc fundamentalmente un carácter prospectivo o profiláctico, que
1
transferencial con la madre. Pero uno tiene cientes de madres. La rela· centra sus mirãdas en los proyectos referidos a situaciones, rela-
ción transferencial con la madre corresponde a cientos de experiencías con esa
madre. Cuanto más integradas scan esas experiencias, más será vista la per-
ciones interpersonales y objetos aún no presentes en el mundo dei
if: 11
sona como una sola persona". Exactamente lo mismo ocurre cn Orientación adolescente.
: 111 Vocacional, donde lo transferido no es la relación con el proyecto, la carrera, En este sentido, Ia entrevista de otientación vocacional ad-
111
la identificaci611 vocacional, sino con múltiples proyectos profesionales que quiere plenamente el carácter de una postergación de la mora-
guardarán entre si mayor o menor coherencia y que tienen, además, cuali-
dades específicas (protectora, aplacadora, seductora, vaciadora, hostil. frus· toria psicosocial que caracteriza todo el período de la adolescen-
trantc, gratificante, reparadora, etcétcra) que habrán de ser esclarecidas. cia, pôstergación en Ia cual el psicólogo se convierte en un co-ju-
130 131
' '
·1··:1!'
. ::11
.,. 1,
-
gador de las distintas posibilidades de opc1on dei adolescente a t~tente~ cn el "~qul", ''. ahorn" y "~nmlgo"·de. una entrevú;to de
fin de definir su futura identidad profesional. , ·, ·orientac10n vocac10nal hene el sentido de servir de apoyo con-
La transferencia puede entenderse entonces, en el contexto "creto a 1a relación que el sujeto establece con su mundo interno
específicamente en términos de su identi.dad vocacional y con eÍ
de una entrevista de orientación vocacional, como la atribución
al contexto de la entrevista, a su encuadre o al entrevistador, d~ futuro en términos de roJes ocup_acionales adultos, vida universi-
taria, estudios superiores, etcétera. Si el psicólogo no advierte
roles ocupacionales adultos y los vínculos fantaseados en relación
con ellos, y de ahí que su comprensión contribuya a que el psieó- claramente la diferencia entre una entrevista de orientación vo-
cacional y una entrevista psicoterapéutica su rol estará distorsio-
logo formule hipótesis acerca de la mejor manera de prevenir un
nado, y por ende la operatividad de su tarea, alterada.
acceso conflictivo a la identidad prófesional madura.
Si su obejtivo explicito es la orientación vocacional en tanto
que su objetivo implícito es la terapia, puede caer en el riesgo
Orientación vocacional y psicoterapia de actuar el rol psicoterapêutico que el adolescente eventual-
mente proyecta sobre él, en lugar de comprenderlo e instrumen-
El psicólogo que se dedica a orientación vocacional tiene en cuen- talizarlo de modo tal que le permita entender por qué el adoles-
ta tanto la transferencia de aspectos pasados, como la transfercn- cente necesita verlo a él como a un terapeuta.
cia de aspectos futuros de Ia vida del entrevistado, del adoles- El empleo de la transferencia o la instrumentalización de la
<.ente, en términos de su identidad vocacional. Sin embargo opera transferencia y Ia contratransferencia en una situación de orien-
fundamentalmente sobre éstos cuando se trata de formular una tación vocacional está al servjcio de la psicoprofilaxis, no de la
interpretación. Esta es Ia diferencia fundamental entre el carácter curación. Si a toda resolución de conflictos le asignamos ·me-
operativo de una entrevista de orientación vocacional y el carác- diante un tour de force el término "curación", se trataría a lo
ter terapéutico de otros tipos de entrevista psicológica. Si podemos sumo de mia terapêutica de sector, siguiendo Ia terminología
llamar terapéutica a una entrevista de orientación vocacional, en norteamericana, o bien, en términos más habituales en nuestro
este caso el término terapéutico es entendido en un sentido muy medio, de un proceso corrector de límites definidos o (en térmi-
amplio: promover Ia salud, el desarrollo, e) bienestar o la felici- nos más de moda) de una "terapia breve".
dad de un ser humano. Para entender esto suelo emplear una metáfora: una entre-
Sin embargo existen diferencias claras entre una entrevista vista de orientación vocacional es una suerte de espejo que mira
terapéutica y una entrevista de orientación vocacional y, a menos bacia el futuro y que, sólo si es necesario, se emplea al mismo
que el término "terapêutico" no sea definido específicamente co- tiempo para reflejar lo pasado y én todo caso sólo aquellos as-
1,1.!,)1,
1. ,·,
l'' .111 mo promoción de salud (y no remoci6n de enfermedades o de las pectos dei mundo interno que tengan que ver con la visión fanta-
'l;ii causas que Ias han determinado), Ia entrevista de orientación vo- seada del futuro implicada en Ia problemática vocacional dei
cacional no puede confundirse con una entrevista terapêutica. adolescente, no porque el psicólogo no pueda tener acceso a
En una entrevista de orientación vocacional se procura que otras fuentes dei conflicto o a raíces más profundas del conflicto
el adolescente comprenda las identífícaciones habidas hasta ese frente a la elección de carrera, sino porque si ha aceptado con-
momento, y la identificación dei campo en que se mueve o ejecuta tribuir a Ia promoción de la identidad vocacional del adolescente,
su decisión y el campo futuro en que se concretará su proyecto. ~s porque supone que dichas fuentes más profundas, más infan-
En el caso de la orientación vocacional la transferencia no tiws o más regresivas no obstaculizan, o son más o menos demar-
11i11
se verbaliza ni interpreta a menos que el entrevistado tienda a clo!es y no comprometen la tarea prospectiva para la cual el ado-
romper el encuadre. En términos generales ]a alusión a ·situaciones lescente solicita su concurso. ·
132 133
,!
-
La entrevista como situación nueva depende económicamente de su familia y requiere su participación
para subvenir ai gasto que demande el proceso. Además de estos
Toda entrevista es una situación nueva tanto para el entrevistado · ~-omponentes objetivos, la preentrevista abarca, tanto para el en-
como para el entrevistador. En este sentido, toda entrevista sus.
u-evistado como para el entrevistador, el conjunto de faritasías
cita ansiedades frente ai cambio, frente a lo desconocido, es que desencadena la entrevista como situ!'ción nueva.
decir temores de inadecuación .de las pautas de con:ducta tra.
dicionales frente a esta situación específica. En el caso dei entre- Frente a una entrevista de orientación vocacional, el adoles-
vistado esto no sólo es un .desencadenante de ansiedades, lo que cente apela a modelos adultos conocidos, que es, por otra parte,
ha de ser aceptado, comprendido e instrumentalizado por parte lo que hace también coando se trata de elegir una carrera. De
dei entrevistador, sino además el dato más importante que per. este modo posiblemente fantasee encontrar en el orientador un
mitirá inferir, suponer o predecir cómo tendrá que manejarse profesor, un amigo mayor, una figura paternal, permisiva o res-
frente a situaciones nuévas tales como el ingreso al mundo adulto, trictiva, según su propia historia y su propia estructura personal.
cl ingreso a la universidad, etcétera. Por el lado dei entrevistador, el modo en que se conviene
Frente a estas situaciones nuevas, el adolescente puede ape. cómo se establecerá Ia primera entrevista puede aportar datos muy
lar a conductas defensivas más o menos frecuentes en él. Estas valiosos en cuanto a ciertas hipótesis generales sobre el conflicto
conductas defensivas nos indicarán de qué modo empleará sus que ha determinado la concurrencia dei adolescente a la consulta.
características para enfrentar el contacto con la universidad. En el capítulo II, "El diagnóstico en orientación vocacional''; he
Además toda situación nueva es ambigua. En el caso espe- examinado las actitudes básicas detectables en la relación entre
cífico de una entrevista psicológica todo es ambiguo salvo el en- d adolescente y el psicólogo.
cuadre, y esto se convierte en el "barómetro" de la tolerancia de] La apertura de 1a entrevista seguràmente dramatiza el modo
adolescente frente a su ambigüedad. como el adole~cente fantasea su ingreso a la universidad. Aun
Hacer un proyecto para el futuro requiere necesariamente coando no tenga todavia información acerca de cómo se ha de desa-
cierta tolerancia a la ambigüedad, ya que todo futuro es ambíguo. rrollar el proceso de orientación vocacional, concurrir a una en-
Operar sobre las ansiedades que despierta en el adolescente la trevista cs ya, en la fantasía, ingresar a ese mundo al cual aspira
situación ambígua de· la entrevista es un modo de crear las con- y al mismo tiempo teme, que es la universidad y el mundo adulto.
diciones para que el adolescente metaaprenda a enfrentar otras Ulloa destaca la importancia de leer los mensajes extraverbales
situaciones nuevas, igualmente ambiguas, igualmente conflictivas. en el momento de apertura ya que, si bien la relación transferen-
1 cial ha sido establecida de antemano, la apertura se caracteriza
1
·' por un compromiso dei cuerpo y dei esquema corporal en un
Momentos de la entrevista campo compartido. Las actitudes más o menos adaptadas en cuan-
to al manejo de la ansiedad ante la indusión dei cuerpo en la
Toda entrevista, según Ulloa (49), abarca cinco momentos que 11niversidad, en el mundo adulto, deben ser tenidas en cuenta
.,1 fi
1 1 ',. •
denomina: precntrevista, apertura, desarrollo, cierre y post-entre· por el psicólogo como una manera concreta de poder ayudar ai
vista. Cada uno de esos momentos tiene características formates Y lldolescente a comprend~r cómo fantasea que será su ingreso a
, 1 1 dinámicas ·específicas y poco es lo que puedo agregar a su aná-
11 r la universidad.
1 lisis en el · caso específico de la orientación vocacional. Sln em· En cuanto al cierre de la entrevista, ésta difiere según el
burgo cs útil destacar que, generalmente, en la preentrevista de una
t, consulta vocacional el contacto entre el entrevistado ha sido es-
tablecido por un tercero, sea porque el adolescente no conoce
momento dei proceso en el cual se inserte la entrevista en cues·
tión. En el caso de la última entrevista apareceu claramente
delineadas -en el caso de la orientación vocacional, así como
:·'"~:
ir 1 profesionaks que puedan contribuir a su orientación, sea porque en otro tipo de situaciones de entrevista- las conductas y an~
1
Iql 134 135
l
siedades de tono depresivo que pueden llevar al entrevistador

T 0 cn el cual plasmará su proyecto. Es decir que las intervcn-


ciones dei entrevistador tienden fundamentalmente a contribuir a
7
debido a una identificación con el entrevistado, a evitar la ter~ la discriminación y simultâneamente a Ia síntesis dei adolescente.
minación dei proceso en el momento preestablecido. Creo que
Tal finalidad es cumplimentada mediante lo que se denomi-
en ese caso el entrevistador se hace cargo de la obstaculización
na habitualmente "sefialamientos" o "interpretaciones". Por "se-
que provoca en el acceso del adolescente ai futuro. Cabría pre.
i'9lamicntos" se entienden diversas conductas; en términos gene-
guntarse en tal momento si su identificación corresponde a algún
raies un senalamiento ·consiste simplemente en verbalizar algo
aspecto del adolescente que aún no ha sido elaborado y resuelto,
que, sin ser inconsciente, no es explícito cn el mensaje dei en-
o a la figura paterna que el adolescente le hace representar y que
trevistado. Este tipo de intervenciones son las más frecuentcs en
es en este caso restrictiva y obstaculízadora. Habría que reali-
el caso de Ia orientación vocacional, sin embargo hay oportuni-
zar el mismo análisis en el caso contrario, cuando el entrevista-
dades en Ias· que lo que se impone no es un seiialamiento, sino una
dor considera deseable concluir el proceso antes de lo estipulado.
,:ofnterpretación. Por "interpretación" entendemos la verbalización
ifexplicitación de Ia comprensión dei cuándo y el cómo, el cuándo,
Las intervenciones del entrevistador el por quê, el sobre qué, el para quê, el con quê, el dónde, la-
tentes (inconscientes) de los emergentes o conductas dei entre-
El entrevistador es, como se ha afirmado insistentemente, un vistado.
observador participante, es decir un individuo comprometido en e) La intervención dei entrevistador puede relacionarse
el campo ai igual que el entrevistado. Participa e interviene siem- también con la función de síntesis de los datos referentes a las
pre: participa con una modalidad que se ha llamadÓ disociación tonductas manifestadas por el adolescente. El entrevistador puede
instrumental. Aquí nos referimos a sus intervenciones más mani: considerar adecuado concluir cada entrevista de orientación vo-
fiestas, bajo la forma de preguntas, afirmaciones y opiniotles. EI cacional, sugiriéndole ai entrevistado realizar juntos una síntesis
I'] 'I' de lo que se ·ha visto en esa entrevista. Esta síntesis no tiene
entrevistador, en el caso de la orientación vocacional, interviene
respondiendo a distintos fines: que ser una síntesis necesariamente completa, ni tampoco exee-
1
,)11 li' !\ ' sivamente formalizada, que pueda ser vivida por el adolescente
a) Su intervención tiende a estimular el aporte de más da-
tos. En ese caso tiene el carácter de una pregunta hecha de un como la receta a la cual se llega en esa "clase" (que es un término
,~~ ,, modo manifiesto o bien de un modo indirecto. La técnica del con el cual los adolescentes suelen denominar la entrevista de
counseling sugiere distintos recursos para estimular el aporte · ·:Wientación vocacional) . La síntesis, en caso de que el adolescente
de datos por el entrevistado (como repetir la/s última/s pala- c:oncluya la entrevista con una alta dosis de confusión debido a lo
! que se ha estado viendo o a las comprensiones a las cuales ha
bra/s del entrevistado con un tono interrogativo, etcétera). Esto
puede ser necesario en el caso de una primera entrevista o de tenido acceso en esa oportunidad, puede brindarle la oportuni-
entrevistas fundamentalmente destinadas ai · diagnóstico. Sin em· dad de discriminar quê es lo que se lleva de esa entrevista.
bargo, durante el proceso de orientación vocacional el hecho de d) Otro tipo de intervenciones dei entrevistador lo cons-
que el entrevistado no aporte datos constituye ya un dato y en tituye el suministro de informaci6n. La información se realiza
este sentido se impone, si es necesario, la pregunta directa o un sobre distintos aspectos: en primer lugar sobre el eneuadre; es
senalamiento adecuado y no algún artificio "para hacer hablar" conveniente que en la primera entrevista en que se fija el con-
o sonsacarle información. trato de trabajo, se le suministren claramente ai adolescente todas
b) La participación o la intervención más clara del psicó- las informaciones y explicaciones necesarias referentes ai encua-
logo tiene que ver con la corrección de las distorsiones que el dre. La información puede referirse a carreras, planes de estudio y
adolescente evidencie respecto de su identidad vocacional, del
oportunidades profesionales; . en este caso, conviene que la entre-
modo en que identifica el campo en el cual realiza su elección
1>7
136
l__
-:L 1
'vista sca enunciada de antemano como una entrevista, que estará la comprensión psicológica que ha tenido de Ja misma. EI conti-
dedicada al suministro de información. En mi experiencia perso. nuum interpretativo alude a niveles de operatividad sobre la con-
nal no se brinda la información acerca dei mundo externo en la ducta y, a través de ella, a la personalidad del entrevistado. Abar-
li misma entrevista en que predomina el esclarecimiento como fina- ca lo que nosotros hemos sintetizado con los términos "seiiala-
1,111.··
lidad u objeto. Es probable que esto se deba no tanto a ciertas miento" e "interpretación". Según aquellos autores el continuum
1,:i1:, interpretativo abarca: 1) el reflejo, 2) la clarificación, 3) la re-
hipótesis de trabajo como a mi dificultad personal para instru-
.},, mentalizar simultáneamcnte y de un modo adecuado dos series f/exión, 4) la confrontación y 5) la interpretación.
de datos: la que ti'Cne que ver con el mundo externo real y la que EI término "continuum" alude, según ellos, ai hecho de que
tiene que ver con el mundo de fantasía en el cual se mueve Ia estas técnicas de esclarecimiento se emplean en distintos momen-
dcfinición interna que da ai adolescente su identidad vocacional.1 tos de la relación psicológica entre el consultante y el consultor.
Otro tipo de datos sobre los cuales el psicólogo puede brin- Según nuestra opinión, cada una de estas técnicas de operación
dar información, son los datos acerca dei diagnóstico, sea que sobre la conducta dei consultante puede ser empleada en cualquier
se hayan aplicado tests o no, para realizado. Considero que la momento del proceso que está atravesando la entrevista. Sólo una
infonnación acerca dei diagnóstico debe ser una infonnación experiencia práctica y un manejo eficaz de la información teórica
metabolizada, modulada e incluida de un modo gradual median- y de la teoria de la técnica de la entrevista permitirán decidir ai
te los seííalamientos e interpretaciones que suministrará el psi- · entrevistador sobre Ia conveniencia de apelar a una u otra de estas
cólogo al adolescente a lo largo dei proceso. Hacerlo de otro récnicas de esclarecimiento .
modo implica, por un lado, brindar al adolescente infonnación
que o no puede manejar (por la especificidad de la terminología 1) EL REFLEJO
técnica implicada en cualquier diagnóstico preciso) o que aun La técnica del refJejo ha sido analizada en detallc por la co-
pudiéndola comprender intelectualmente no contribuya a modi- rriente denol]linada "psicoterapia no directiva" o "centrada cn
ficar las dudas, ansiedades, fantasías y conflictos que lo han ne- d cliente" elaborada por Rogers (39).
vado a la consulta. En ]a técnica dei reflejo el consultor intenta expresar cou
palabras nuevas no tanto e1 contenido 8 expresado por e/ paciente
sino las actitudes esenciales. El consultor hace las veces de espejo
El continuum interpretativo de las actitudes del paciente para que éste comprenda mejor y
Con este término Brammer y Shostrom definen las distintas para demostrarle que es comprendido por el consultor. El refJejo,
técnicas mediante las cuales el psicólogo o consultor devuelve como técnica, no debe confundirse con el prejuicio que suele
existir respecto de la técnica dei ·counseling, en el sentido de
ai entrevistado la información sobre su conducta, tamizada por
que consiste meramente en repetir las palabras del entrevistado.
Este es, según Porter (citado por Brammer y Shostrom) uno de
7 Desde el punto de vista contratransferencial, al suministrar información
sentimos que estamos d_esempeííando un solo rol ..:....áquel que coincide con la los errores más comunes. Reflejar el contenido de un mensaje
depositación que el adolescente realiza en nosotros de sus vínculos con. figu· consistiría en una mera repetici6n, y no aludiría a una compren-
ras de autoridad (padres, profesores, etc.) . En una entrevista de esclareci· sión más o menos profunda del mismo. Es decir, que Ia técnica
miento los roles son múltiples según la dialéctica de la proyecció11--introyecció? del reflejo no es la mera traducci6n dei significado consciente,
dei adolescente y dei entrevistador. Los vínculos presentes en el campo pst· convencional, de Ias palabras del entrevistado.
cológico se multiplican y nos sentimos más capacitados (disponibles) para
proceder a ese interjuego con todas las identificaciones profesionales dei ado-
lescente, conjugarias en nosotros, comprender más lúcidamente ai adolescente ' Por contenido debe entenderse el material lingüístico o paralingüístico
y contribuir a que él a su vez las conjugue en una verdadera identidad voca- con que se codifica el rnensaje. Alude al repertorio y no ai código o la fantasía
inconsciente "contenida" en e! rnensaje.
donal. ~,

138 139
. 1,
Otro error común, scgún el mismo autor, cs cl maneio rn-
E11tre1•istado: ";.Culpable?"
adecuado de la profundidad del reflejo. A mcnudo el reflejo -"Le preocupa la actituq de sus compaficros.'"
puede pecar de cxcesivamcnte superficial, o banal -y en ese caso Entrevistado: "A veces sí, y a veces, no, según."'
el mensaje emitido por el entrevistado no aporta nuevos datos
para un esclarecimiento dcl consultante-, o bien, ser excesiva- El reflejo como técnica implica ventajas y desventajas. El
-ti: reflejo es útil ante todo porque cl entrevistado experimenta el
mente profundo e implicar ya otro nível del continuum inter- !Ít.,
pretativo. Ili\ sentimiento de ser comprendido y aceptado por el entrevistador.
Al mismo tiempo, en la medida en que el reflejo alude al entre-
Otro error consiste en agregar o quitar significados a lo ex-
vistado como el verdádero sujeto de la conducta reflejada, le hace
presado por el entrevistado. En cl reflcjo se trataría más bien de
I: experimentar, in situ, que cs c1 centro de elccción y de valoración
devolver al entrevistado el significado que asigna a su conducta.
de la situación ante la cual su conducta es la respuesta.
a la situación que está atravesando y no el significado que su
conducta tiene para nosotros. Por otra parte el reflcjo ayuda a romper ciertos vínculos más
o menos estereotipados de conducta puesto que, aunque no vayan
El reflejo puede ser inmediato, sumario o terminal.
más aliá de la explicitación de la conducta manificsta o de las
En el caso dei reflejo inmediato, la intervención del pstco- li actitudes y sentimientos manifiestos, ayuda a clasificarlos, ya que
logo consiste en mostrar lo que el entrevistado expresa con su todo reflejo implica que el entrevistador ha cfectuado cierta dis-
conducta sin ir más aliá de la verbalización de las actitudes ma- .111111 .
.,, criminación y aportado una nueva síntesis. De ahí que el rcflejo
nifestadas por éste. pueda ser útil para estimular en el entrevistado la búsqueda de
Un reflejo sumario integra distintas conductas, y en este los motivos que han <lado lugar a esos defectos o sentimientos
sentido sería similar a Ia síntesis de sentimientos y actitudes. (como en el caso dei ejemplo). En la medida en que el reflejo
manifestados en distintas conductas dei entrevistado a lo largo de no es meramente una copia dei mensaje o de la conducta del en-
la misma entrevista. trevistado, sino que implica que el entrevistado ha realizado
El reflejo tenninal sería un término homologable a lo que cierta discriminación, análisis, evaluación y síntesis, ayuda a cla-
hemos denominado la "síntesis final" de una entrevista de orien- rificar el pensamiento.
tación vocacional. Por otra parte, el individuo no se siente raro ni diferente oi
Veamos un ejemplo sencillo. un ser excepcional ai ver que el consultor -el psicólogo-- no se
Entrevistado: ''Estuve pensando que cada vez que tengo que decidir extrafia de él y que es una caja de resonancia fiel a sus sentimien-
algo, me preocupa el modo en que mis companeros juzgan lo que decido." tos, conflictos, ansiedades y afectos.
Entrevistador: "Pienso que le resulta difícil desprenderse de la actitud Sin embargo, esta técnica entrafia algunas dificultades -ade-
de los demás cuando debe decidir qué hacer." más de los errores ya mencionados- como la estereotipia; en
Entrevistado: "Si consulto con oiros me siento seguro de que si las
cosas salen mal la culpa será de ellos." · efecto, al usar esta técnica el entrevistador puede llegar a con-
Errores en el reflejo (según Porter). vertirse en un espejo pennanente de las conductas del entrevis-
Por reflejar sólo el contenido: "Le preocupa cómo sus compafieros tado, estereotiparse en este rol y dejar de lado el ejercicio continuo
juzgan su conducta". de la discriminación, evaluación y síntesis de los mcnsajes del en-
Entrevistado: "Claro, es lo que dije."
Por errar en Ia profundidad: "Cuando debe decidir sobre algún asunto
trevistado que, en la técnica o en el nível interpretativo del refle-
personal, le preocupa la actitud de sus compafieros, como si los sintiera como jo, no va más aliá de Ia explicitación de lo que está implícito en
a sus padres, a quienes debía obedecer coando era chico". lo que dice el sujeto.
Entrevistado: "No, con ellos era distinto. i,Oué tiene que ver?"' ,< Otra dificultad se vincula con la regulación del reflejo, ya que
Por agregar o quitar significados: "Se siente culpable de ignorar la el reflejo sólo es eficaz para contribuir a una mej~r compren-
opínión de sus compafieros".
sión, o modificación del entrevistado, cuando se realiza en el
140 141
1
'1 vagamente consciente. Si bien el concepto de "vagamente cons-
tiempo adecuado. El tiempo adecuado no puede postularse abs- ciente" es vago, podemos entender que la reflexión alude ai hecho
tractamente ya que depende en primcr lugar de cada entrevista de expresar con palabras lo que es implícito e inconsciente para
en especial, y en segundo lugar de las características personalcs eI sujeto, pero que no tiene una carga conflictiva tal que lo haya
del entrevistado. Jlevado a establecer férreas barreras contra ese contenido. La
Es importante destacar, entonccs, que el reflejo no es una reflexión, en la medida en que implica conexiones latentes entre
mera reproducción textual de la conductas dei entrevistado, sino actitudes, motivos, conductas y afectos por parte del entrevistado,
que implica una dirección ejercitada por el consultor. Aun en se sigue manifestando en un nivel cn el que los mecanismos de
este nivel interpretativo están implicados su esquema conceptual, defensa no configuran o no refuerzan necesariamente una diso-
su formación teórica y su entrenamiento práctico. ciación severa, sino probablemente lo que Sullivan denomina una
La diferencia que puede establecerse entre el reflejo y otras desatención selectiva. Ejemplo de reflexión:
formas de intervención cs que et' consultor elabora su mensaje Entrevistado: "Estoy en un lío, porque si sigo la carrera que me
con los materiales que hasta ese momento ha aportado el entre- gusta y decidi, mi papá se va a disgustar conmigo. EI quiere que estudie
vistado conscientemente, y si bien profundiza su elaboración, no Arquitectura. No sé ya qué es lo que me gusta."
Entrevistador: "Usted siente por un lado que ya decidió qué seguir es-
sobrcpasa el punto alcanzado por el consultante. . tudiando; pero por otro, que todavía tiene muchas dudas, porque leme
que lo que a usted le gusta, disguste a su papá. Siente que hacer su gusto
2) LA CLARIFICACIÓN es oponerse a los deseos de su papá, y no sabe qué es lo que prefiere en
cuanto a esto."
La clarificación sería el término más aproximado al de sefiala- Entrevistado: "Bueno, quizás él no se enojaría si yo cstuviera bien se-
miento. En la clarificación el psicólogo abarca todo lo que está guro de qué carrera seguir. Más bien cso 1c gustaría."
implícito en el mensaje del entrevistado. Sin embargo, así como
explicita los distintos datos del campo, las relaciones entre las 4) LA CONFRONTACJÓN
distintas conductas dei entrevistado o entre sus conductas y otros
.
En la confrontación el nivel de penetración dei psicólogo y su
emergentes de la situación, no alude a contenidos inconscientes,
mensaje llega hasta lo implícito e inconsciente. En este caso se
defensas o ansiedades que supuestamente no sean conscientes
incluye la relación de la conducta actual coo datos dei pasado,
para el sujeto, si bien no han sido explicitadas por él. Ejemplo
sefialando similitudes, diferencias y contradicciones entre los da-
!,I de clarificación: tos del presente, igualmente contenidos en el relato. Es decir que
Entrevistado: "i,A usted no le parece que debo elegir por mí mismo y los datos dei pasado, los. datos dei presente y aun las referencias
no tcner en cuenta la opinión de los demás?" ai futuro están basados alln sobre el relato, no sobre la actualiza-
Entrevistador: ''Fíjese que en este momento me- está preguntando a mí
si lo que usted piensa es correcto, a pesar de que opina que debe decidir
ción que he caracterizado ai hablar de transferencia.
,i por usted mismo." Ejemplo de confrontación:
Entrevistado: "Bueno; pero eso es porque usted sabe más. Sólo a usted Entrevistado: "Cuando uno piensa en la universidad se le ponen los
li 1
voy a hacerle caso." pelos de punta. Claro que después uno se acostumbra. En realidad, es tonto
tener miedo."
3) LA REFLEXIÓN Entrevistador: "Quizás usted siente que tener miedo no tiene sentido;
1 sin embargo tiene miedo como cuando entró en el colegio secundario y
1 1::11·.
En este caso el psicólogo agrega más datos que los aportados por posiblemente lo que le pone los pelos de punta es el temor de que hasta
el entrevistado y su función se limita solamente a la discrimina- que se acostumbre a la universidad sus compaiíeros lo van a ver como un
tonto, como me contó que le había ocurrido en primer afio."
ción y a la integración de las conductas del entrevistado y los da- Entrevistado: "·Todos me 'cargaban' ... no quiero que en la universi-
tos dei campo. "Agrega un poco más", dicen Brammer y Shostrom, dad me tomen 'de punto'."
implicaria fundamentalmente la expresión verbal de lo que es
143
142
\~~,

5) INTERPRETACIÓN ••
Las intervenciones dei psicólogo nos enfrcntan con v.irios
No se puede hablar de una verdadera interpretación hasta que no interrogantes. En primer lugar: lqué reflejar, reflexionar, con-
se haya llegado al 5'-' nível. La interpretación implica la verbali- frontar, clarificar o interpretar ai adolescente que concurrc a una
1.:,! zación de los contenidos inconscientes, pero incluye además la consulta vocacional?
mención de las defensas, las resistencias a reconocer como pro..
Tal como lo he venido repitiendo insistentemente, la entre-
pios, conscientemente, tales contenidos, y aquél que se supone es
vista de orientación vocacional tiene objetivos específicos. Toda
el origen dei conflicto. .intervención dei psicólogo cobra sentido si tiende a permitir que
11111
La interpretación, por lo tanto, se mueve sobre el paráme- · el adolescente elabore, comprendiendo, la situación que atraviesa.
tro trazado por los mecanismos de proyección discriminada o Esto quiere decir que frecucntemente las conductas dei adoles-
masiva, por parte dei entrevistado, sobre la situación de entre- cente --en la medida en que la implican como un ser total- cs-
i 1
vista y es operante cuando le permite a éste reintroyectar aqueltos tán referidas a áreas que sólo están ligadas de un modo mediato
,1;1 contenidos o aspectos de su identidad vocacional que han sido
1!11
con su problemática vocacional. Sin embargo el encuadre debe
proyectados en el mundo exterior, en el contexto de la entrevista, ser respetado estrictamente en cuanto al objetivo que persigue Ia
i ,11: y de cuya reintroyección dependerá la restitución o promoción de ,entrevista. De modo que el mismo mensaje puede llevar ai psicó-
una identidad vocacional madura. logo a "intervençiones" diferentes, según se trate de una entre-
De lo expuesto se infiere que el nivel de la interpretación vista de orientaciór,. vocacional o de una entrevista de orientación
requiere la inclusión de los datos transferenciales, los cuales, re- educacional, diagndstica o psicoterapéutica.
petimos, están presentes en cualquier situación interhumana (en Toda intervención dei psicólogo tiene necesariamcntc un
cualquier entrevista también) , pero no siempre están contenidos referente. Ese referente es, en forma inmediata, el aquí y ahora y
en la intervênción del entrevistador. conmigo de la conducta dei entrevistado y en forma mediata su
Podemos agregar entonces que toda interpretación incluye la identidad personal y su proyecto respecto dei futuro, en tanto y en
verbalización del contenido latente de la conducta, de la resis- cuanto estén comprometidos estrictamente con e/ acceso a una
tencia a hacer consciente este contenido, la transferencia de as- identidad vocacional madura. Debemos recordar una vez más
pectos ajenos al campo geográfico o interno del sujeto que se que la entrevista no es retrospectiva sino prospectiva, y que la
evidencian en su conducta. Para manejar este nivel del continuum finalidad dei esclarecimiento no es terapéutica sino psicoprofilác-
se requiere un manejo adecuado de la información psicoanalítica. tica. La discriminación y síntesis que esperamos aprenda a reali-
Ejemplo de interpretación: zar el adolescente como un producto de su relación con el psicó-
logo, debe ser asumida plenamente por éste en cuanto a lo que
Entrevistado (después de expresar su deseo de seguir una carrera hemos mencionado .
que considera "masculina"): "Las chicas no tienen problema para elegir una
carrera, porque despuis se casan y no tienen que trabajar. Pero para un Otro interrogante: leuándo interpretar? Se puede decir, en
varón es distinto; todo se hace más difícil. Las carreras para varones son un sentido amplio, que se interpreta siempre, en la medida en que
más diffciles en general que las carreras para mujeres. Será porque somos el entrevistador realiza contiJ:Juamente evaluaciones de los men-
más inteligentes. Usted me entiende, porque es varón."
sajes del entrevistado. Sin embargo, hay disparidad de criterios
Entrevistador: "Usted desea que yo comprenda qué difícil es para
usted crecer y hacerse hombre. Quizá la división tan tajante que realiza entre en cuanto ai momento en que estas comprensiones deben trans-
carreras para varones y carreras para mujeres necesite establecerla para formarse en palabras. Desde un punto de vista psicoanalítico, una
asegurarse de que si sigue esa carrera que pensó entonces seguro es un hom- interpretación sólo puede formularse cuando el entrevistado casi
bre y no corre el riesgo de confundirse." ha llegado ai punto en que pueda formularlà él mismo. Según
Entrevistado (silencio): "Sí, en realidad la que me gusta es Letras;
pero lqué van a pensar de m(? Ahf sólo hay chicas . .. " Brammer y Shostrom el consultante dcbe ser capaz de manejar
la angustia adicional, que se espera sea. gencrada por la intcrprc-
144
145
l_
-
1
i1 entender el vínculo que el sujeto establece con su futuro cn tér-
lm11 tación, sin retroceder ni desarrollar otro síntoma. Toda nueva
1 JJ1inos de carrera y de profesión.
comprensión enfrenta al entrevistado con una. situación conflic-
Una intervcnción fracasa en una entrevista de orientación
tiva. Ve "algo" que debe ver para resolver su conflicto, pero
vocacional cuando se omite cl punto de urgencia del adolescente,
que lo enfrenta eon nuevos conflictos. Es decir que toda inter-
que es la definíción de su propio futuro y la vinculación de su
vención dei psicólogo despierta, al mismo tiempo, actitudes de
:,,
proyecto con ese futuro .
accptación y rechazo en el entrevi.stado, de suerte que la mera
:r Es conveniente, adcmás, que toda intervención incluya el
negativa a aceptar la verbalización dei entrevistador· no és índice
·quién, el para qué y cl por qué de la conducta, que es la materia
de que su comprensión de la situación ya fuera errónea. Quizá
prima de la intervención o vcrbalización _del entrevistador. En
su verbalización no haya incluído las dificultades que han llevado
cuanto ai quién, cs importante explicitar siempre que el sujeto
al entrevistado a manejar de esta manera su _situación, desaten-
de la conducta es el entrevistado. Esto se convcrtirá en la base
diendo, disociando, reprimiendo, etcétera, el contenido que el sobre la cual podrá aprender a discriminar su mundo interno del
entrevistador trata de volver a incluir dentro dei campo de con- mundo externo, discriminación que, de no aparecer en las entre-
ciencia dei adolescente. ·
vistas, indicaría un fracaso dei proceso de orientación vocacional.
Otra pregunta está referida a i,cuánto interpretar? En este Podría agregar, como comentario, que una auténtica discriminación
sentido no existen normas precisas. La iJiferencia en el quantum entre mundo interno, mundo externo y los distintos componentes
deJ>ende fundamentalmente de las características de personalidad de su identidad vocacional va acompafiada dialécticamente de una
del entrevistado pero también del estilo personal del psicólogo. integración o interacción entre los aspectos discriminados.
Hay quienes acostumbran a verbalizar todo aquello que van vien- En resumen, podría decir que las intervenciones, en térmi-
do o comprendiendo; otros, en cambio, prefieren graduar y res- nos de sefialamientos o interpretaciones dei entrevistador, tienden
tringir su participación y formular sus seõalamientos o interpre- a brindarle al entrevistado la oportunidad de confrontar sus ideas
taciones de un modo rigurosamente pautado, al comienzo, al pro- y fantasías, co1iscientcs e inconscientes, con la realidad .. Esta con-
mediar o al finalizar la entrevista, según su propia experiencia. frontación puede ser el índice más útil para entender cuál es el
Una pregunta que se nos formula a menudo es hasta d6nde nivel del continuum interpretativo que es necesario emplear en
se debe interpretar, es decir a qué grado de profundidad pueden cada momento de una entrevista.
llegar los datos que el psicólogo incluya en su verbalización. En La discriminación e integración de los distintos aspectos de
este sentido opino que la interpretación debe ser lo más profunda la conducta -afectivos, cognoscitivos y conativos- conflictiva
posible, siempre y cuando esta profundidad tenga como referente para el sujeto es lo que contribuye a que pueda pasar de
claro y específicamente delineado aquellos componentes que he una situación dilemática a una situaçión problemática, y de ésta
descripto con el nombre de identidad vocacional. Por dar un ejem- a una toma de decisión autónoma, último momento en el proceso
plo, pueden incluirse datos de la infancia del sujeto, conscientes de elección de una carrera, trabajo o profesión.
o no, siempre y cuando este grado de profundidad no distorsione
los objetivos psicoprofilácticos (prospectivos) de la entrevista.
Podemos formular otra pregunta: i,cómo interpretar? No Los fracasos en las intervenciones ele[ psicólogo
existen fórmulas válidas al respecto. Existe cierto paradigma de
interpretación cuyos términos pueden e)iminarse, pueden ser táci- La intervención dei psicólogo puede fracasar. Su fracaso deriva
tos. Lo que no se debe olvidar, ni en el reflejo, ni en la confron- de uno o varios de ·los siguientes errares: en primer lugar, de
que el contenido de su mensaje no refleje exactamente la conducta
tación, ni en la reflexión, ni en la clarificación, ni en Ia interpreta-
dei entrevistado, sea cual fuere el nível interpretativo en el que
ción, es la mención de los datos de) aquí y ahora, que son los
se está operando.
referentes directos a partir de los cuales el psicólogo ha podido
147
146
• -
El fracaso puede derivar también de la codificació11 dc su psicólogo. Las reacciones del adolescente a la intervcnción dei psi-
mcnsaje. Es posiblc que cl contcnido de la intcrptetación -su cólogo pueden clasificarse, en términos muy generales, en reac-
significado-- sea adecttado y correcto, pero que los significantes ciones de aceptación, rechazo o indiferencia.
que han participado cn la claboración de su mensaje no scan los La accptación puede expresarse o no en conductas manifes-
más convenientes por no pertenccer al repertorio dei adolescente, tas. Lo importante es discriminar si se trata de una aceptación
a su léxico habitual o porque carccen de un significado preciso auténtica, fundada en una comprensión real de la situación ex-
para él. En este caso, e! mensaje de! psicólogo se conviertc en algo plicitada mediante la interpretación, o si la aceptación se basa
ambíguo y no contribuye ai csclarecimiento dei entrevistado. Sa- sobre un seudo insight, una falsa comprensióh, que puede ser
bemos por otra parte que frente a un mcnsaje ambiguo los sujetos inconscientemente estimulado por el entrevistador que formula
ticnden a asimilarlo a algún esquema perceptivo verbal personal ínterpretaciones cuyo contenido o forma fomentan la racionali-
y así es distorsionado. Las intervenciones dei psicólogo .no deben ;[JlCión dei entrevistado.
ser ambíguas, sino claras. y precisas. También la organización sin- · Hay que tener en cuenta también que la aceptación puede
tüctica del mensaje debe facilitar la accptación, internalización y surgir de una intervención del psicólogo que se caracterice por su
ulterior elaboración dei mcnsajc emitido por cl psicólogo. EI men- banalidad y la aceptación; por lo tanto será meramente el reco-
snje tendrá que ser elaborado tal como sea la cstructura predomi- ítocimiento de que el psicólogo ha sido un espejo fiel pero no un
nante de la persona1idad dei adolescente. Libcrmann, en La co- cspejo comprensivo, que áyude a comprender.
mu11icació11 en terapéutica psicoanalítica, analiza las ventajas y En cuanto al recha'.?O y la indiferencia, más que la actitud
Jcsventajas dei empleo de códigos analógicos y digitales según manifiesta hay que tener en cuenta euáles pueden ser las causas
la estructura de personalidad de los pacientes. La interpretación de ambas manifestaciones. La indiferencia puede deberse a un
también puede fallar por una deficiencia en la oportunidad. Toda -sacucrdo en la intcrpretación imputablc ai contenido de ésta,
intervención del psicólogo tiene un "cuándo" que sólo su entre- su oportunidad, su formulación, etcétera. Pero también es lícito
namiento y pericia pueden detectar. Hay interpretaciones buenas · suponer que en· cicrtos casos una rcacción de indiferencia expresa
que pueden "malgastarse" si aparecen antes o después dei mo- una forma de resistencia dei adolescente . a reconocer el aspecto
mento adecuado. de su conducta o de su identidad vocacional contenido en la in-
Finalmente una interpretación, como lo hemos dicho, falla ~t lervención dei psicólogo. Lo mismo ocurre en el caso dei recha-
y cs poco operativa coando no contribuye a esclarecer el vínculo zo. Una queja o protesta vehemente dei entrevistado no es nece-
que el entrevistado establece con su proyecto vocacional. 1 sariamente un índice de que la intervención ha sido desacertada.
Puede expresar por el contrario, que el rechazo expresa la difi-
cultad dcl adolescente para integrar ese aspecto escindido de su
Las respuestas a las intervenciones del psicólogo conducta una vez que el psicólogo, mediante la interpretación,
intenta integrarlo al resto de su vida.
Hc dicho que toda intervención o mensaje del psicólogo consti-
tuye la explicitación de su comprcnsión de la situación pero que
tiene un carácter hipotético y, por lo tanto, tendrá que ser con- La actitud dei entrevistador
frontada con la situación antes de que pueda aseverar que su
intervención ha sido adecuada. Comprender la dinâmica de una Mucho se ha hablado sobre la actitud más conveniente que debe
entrevista requiere analizar cómo la conducta ulterior del ado- asumir el entrevistador a fin de estimular la participación dei en-
1cscente es un emergente de la situación que se configura sobre trevistado. Se ha enfatizado la necesidad de establecer un buen
la base de lo dado, más Ia intervención que en función de lo dado balance entre objetividad 'y subjetividad o, como se ha expresado
y de su propio esquema referencial y operativo ha formulado el :va, de convertirse en un buen observador participante que, a la
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par de· estar comprometido_ con la situación, pueda cobrar distan- sentimientos dei adolescente, pero no necesariamente mediante
cia de la misma y observar no sólo ai entrevistado, sino 'funda- una aprobación o simpatia falsas con las cuales suele estar ligado
mentalmente la relación que existe entre el entrevistado y el en- cl concepto de apoyo. ·
trevistador. Entre los peligros fundainentales de las técnicas "de apoyo"
También se ha puesto énfasis en la necesidad de que el en- podemos senalar en primer lugar los sentimientos de extrema
trevistador cree un buen rapport con el entrevistado a fin de deperidencia que se fomentan en el adolescente y, como conse-
conseguir datos para el diagnóstico y permitir que el entrevistado cuencia de ésta, la culpa resultante dei sentimiento de invalidez
obtenga beneficios de la relación. ' para resolver el conflicto que plantea la elección dei futuro.
Quisiera establecer en este trabajo dos aspectos que haccn Por otra parte, una actitud de seudosimpatía es un arma
a la actitud dei entrevistador. de doble filo; el adolescente detecta fácilmente que la simpatia
En primcr lugar, no existe ninguna fórmula que al ser asu- ampulosa se acerca más a una actitud de insinceridad e hipocre-
mida por el entrevistador crea un vínculo adecuado con el sía que a una actitud de auténtica aceptación de él como persona
entrevistado. La posibilidad de crear una situación favorable para que tiene conflictos pero también, básicamente, la posibilidad de
éste depende fundamentalmente de la identidad profesional del asumirlos y resolverlos. Una actitud de apoyo en el sentido que
psicólogo. En este caso, la identidad profesional del psicólogo estamos examinan90 puede ser vivida por el adolescente como
constituye un requisito fundamental para poder dedicarse efi- una actitud de negación de sus problemas en el sentido de que el
cazmente a la tarea de promover la salud en el área de la orien- psicólogo asume la actitud de que todo se arreglará fácilmente.
tación vocacional. Una "buena actitud" surge necesariamente de Esto suma, a la sensación de hipocresía, la de superficialidad, es-
una identidad profesional madura y ninguna definición objetiva tereotipia o desatención.
de la distancia o proximidad óptima puede reemplazar esta pre- Por el contrario una actitud básica de aceptación o disponi-
misa. De una asunción madura de su identidad como psicólogo bilidad tiene más relación con una actitud permisiva que facilita
surge una actitud básica de aceptación o disponibilidad frente a al adolescente là expresión de sus conflictos y ansiedades en la
la situación de entrevista. medida en que pueda percibir la actitud dei psicólogo como una
Por actitud de aceptación o disponibilidad entendemos una actitud interesada pero no expectante en términos de urgencia.
actitud o postura de apertura que facilite al adolescente sentirse La actitud de aceptaci6n no tiene relación con la superficiali-
111, 1
,1: seguro con el consultor. dad (en el sentido de negación de los problemas) sino, por el
Cabe establecer una distinción entre la actitud de aceptación contrario, con la aceptación de los problemas que involucran al
y la actítud de apoyo, en et· sentido convencional del término. adolescente como un ser humano con capacidad de elección, aun
El apoyo es una técnica terapéutica pasible de críticas. En el caso cuando ésta necesariamente implica la aparición de conflictos ..
específico de la orientación vocacional e1 psicólogo puede sen- De lo dichq se desprende que la actitud está estrechamente
tirse tentado de apoyar, estimulando en el adolescente una segu- vinculada con el marco referencial dei orientador que le permita
ridad de la que básicamente carezca. Si bien admitimos que · el ver al adolescente como un individuo con derecho a tomar deci-
apoyo es efectivo porque reduce la angustia y aumenta la segu- siones y dirigir su propia vida. Es decir, con el reconocimiento
ridad manifiesta, implica el riesgo de brindar una oportunidad --como dirían los "no-directivos"- de que el adolescente "tiene
de escape o estereotipia. El "apoyo" permite al adolescente re- un potencial para elegir sabiamente y vivir una vida plena, au-
nunciar a su independencia, que es lo que configura, entre otras todirigida y socialmente útil y, ai mismo tiempo, hacerse respon-
i cosas, una de las dificultades en el acceso a una identidad vo- sable de su propia vida".
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cacional madura. La actitud de aceptación y disponibilidad con- Así como la actitud de aceptación o disponibilidad, conside-
tribuye, en cambio, a posibilitar la expresión de las angustias y rada parte del encuadre de la orientación vocacional, no es sinó-
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nímo de apoyo, tampoco lo es de aprobació11 o conformidad con
uno de los aspectos dei consultante, o de neutralidad (en el sen- difícil y ai mismo tiempo posible, y ambas situaciones dcben ser
tido de una pasividad derivada de una distancia absoluta) o sim- reconocidas, sopesadas y elaboradas por el adolescente. EI psicó-
patía (derivada de una identificación con el adolescente). logo no debería olvidar nunca que el adolescente que elige su pe-
ri culiar manera de enfrentar su ingreso ai mundo de los adultos y
"Aceptación" tampoco es sinónimo de tolerancia en el sentido de las ocupaciones será, de un modo más o menos inmediato, el
de conformidad o. conformismo con los problemas dei adoles- responsable de configurar la identidad del hombre dei mafiana. En
cente que concurrc a la consulta. El psicólogo, coando pretende este sentido, la orientación vocacional se convierte posiblementc
ayudar a un adolescente, no puede ser conformista, puesto que en la tarea de psicoprofilaxis individual y social por excelencia,
reconoce en el otro aspectos que le hacen tener iniciativas pro- puesto que orientar vocaciones de acuerdo con la modalidad que
gresivas -en el sentido de desarrollo, cambio, integración y forta- hemos trazado es orientar para la vida.
lecimiento de su identidad individual social y, ai mismo tiempo,
otros que lo llevan a evitar el cambio y promover disociacioncs
y fracturas en su identidad vocacional. '~.-
El valor psicológico que puedc tencr una actitud de acep- .,.,(
tación o disponibilidad está ligado a 1a posibilidad de que el f/erencias ·bibliogr~Jic~s
adolescente encucntrc, en la oportunidad que constituye el pro-
ceso de orientación vocacional, alguien que le permita expresar
sus sentimientos, preocupaciones y ansiedades ante cl futuro, (l) Aisenson, D. y otros, El proceso de orie11tació11 vocacio11al. Publicación
concebir planes realistas para el mismo y disponer de libertad de la Cátedra de Orientación Vocacional, Fac. de Filosofía y Letras, u.B.A.,
1968.
para cambiar sus ideas y definir su propia vida por sí mismo. (2) Bellak, L., Esquizofrenia, Herdcr, Barcelona, 1962.
La funci6n dei psicólogo no consiste en tranquilizar al ado- (3) Berlín, Màrth{I, EI concepto de encuadre en Psicología. Publicación de la
lescente, sino en ayudarlo a pensar. Debe alcanzar plena conch:n- Cátedra de Psicologia Fundamental, Departamento de Psicología, u.B./\., 1968.
(4) Bleger, José, "La entrevista psicológica", cn Temas de psico/ogía. Entre-
cia de que pensar es necesariamente aprender a reconocer el com- vista y grupos, Nueva Visión, Buenos Aires, 1972.
promiso personal que existe en toda situación vital, el conflicto (5) Eleger, José, Curso de psicología de la personalidad, u.B./\., 1966.
derivado de esto y la necesidad de preocuparse como un requisito (6) Bleger, José, Simbiosis y ambigiiedad. Estudio psicoanalitico, Paid,i,.
Buenos Aires, 1967.
para poder ocuparse de la solución autónoma y responsablc de (7) Bleger, José, Psicología de la conducla, EUDEBA, Buenos Aires, 1962.
su futuro. (8) Bohoslavsky, Rodolfo, i,Qué es la psico/ogía clínica?, Publicación de la
El "consejo", en el sentido de una orientación dirigida o pa- Cátedra de Psicología Fundamental, Departamento de Psicología, u.B.A., 1968.
ternalista, lejos de contribuir a la resolución dei conflicto que lleva (9) Bohoslavsky, Rodolfo, "Hacia un modelô de la problemática vocacion11I
al adolescente a la consulta, se convierte en una situación enfer- ::centrado en el concepto de identidad vocacional", Actas de las Primcras
/ornadas de Orientación Vocacional, Buenos Aires, 1965.
mante, ya que confirma o ratifica las fantasías de omnipotencia
(10) Bohoslavsky, Rodolfo, ''El diagnóstico de Orientación Vocacional.
que el adolescente deposita en el psicólogo y los instrumentos Aportes para una teoría de la técnica", Revista Argentina de Psicología,
psicológicos, como instrumentos dotados de éualidades mágicas Buenos Aires, julio de 1969, Aiio l, N~ l.
que lo eximirían de la tarea de comprometerse con su propia vida. 01) Bohoslavsky, Rodolfo, "Aspectos teóricos de la entrevista de Orienta-
"Un motivo para aconsejar es la hostilidad extrapunitiva. Es una . _ción Vocacional", Actas de las Primeras Jornadas Argentinas de Orie11Jació11
.-l\'(1Cacional, Buenos Aires, 1965.
manera de controlar a los demás, rebajarlos y elevarsc uno mismo
02) Brarnmer, L. M. y Shostrom, E. L., Psicología terapéutica, Herrcro
a un papel dominante" (Brammer y Shostrom, p. 293) . Hnos., México, 1961.
Valdría la pena reflexionar sobre el hecho de que en orieQ· 03) Brea, M., Stunp, N. y López, S., "La información ocupacional como
taci6n vocacional la solución fácil dista de ser la meior. Vivir es etapa dei proceso de elección vocacional", en Actas de las Primeras Jorna-
das de Orientación Vocacional, Buenos Aires, 1965.
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154 155
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LA INFORl\fACION OCUPACIONAL
F,N ORIENT ACION VOCACIONAL
$(ecesidad de informaciJn ~t
' ' /
EI análisis de las consulta~ de adolescentes relativas a los proble-
mas de oríentación vocacional revela que gran parte de los con-
fJietos se refieren a la earencia de información con rcspecto a su
futuro.
Para satisfaeer esta nccesidad la oricntación vocacional debc
:,,Ontemplar recursos y técnicas para informar ai adolescente res-
peclo de sus estudios superiores y de todo lo que implica el acceso
ai mundo adulto en términos de roles ocupacionales. Los recursos
y .técnicas de que se vale cl psicólogo para satisfocer esta necesidad
se engloban bajo la denominación genérica de Información Ocu-
. pacional.
La informaciôn ocupacional tiene tanta imporlancia dentro
dei proceso de orientación vocacional que ningún proccso puedc
considerarse completo si no incluye en alguna etapa dei mismo el
suminístro de información con respccto de las carrcras, ocupacio-
nes. áreas de trabajo, demanda profcsional, etcétera .
En cuanto a la información relativa a resultados diagnósticos
consideramos que es no sólo inútil sino perjudicial. Los diagnósti-
cos son datas que debe manejar el experto; al sujeto no sólo no le
resuelve su problema sino que pucde o bien angustiado más o bien
crearle una falsa seguridad de la que sustancialmente carece.1 Mu-
,. 1 Coincidimos con Ocampo y Amigorena (7) en que es necesario mane-
jar adecuadamente la devolución dei diagnóstico. Pero cn el caso de la
orientación vocacional esta devolución cs dosificada a lo largo dei pro-
ceso y usada de un modo operativo. Nuestra crítica se rcficrc a la devo-
lución masiva dei informe diagnóstico y a la suposición de que ella re-
suelve la problemática vocacional.
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1
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d10s orientadores vocacionales limitan su tarea a aplicar una ba.
desde su ingreso a la enseiíanza sistematizada en institucione~.
tcría de tests a los sujetos y luego informarles acerca de los resulta.
dos de las mismas en términos de carreras con respecto a las cuale!>
el adolescente carece de información sobre Ias posibilidades que
le ofrece el mundo adulto en términos de ocupación. lPara qué
es posible predecir un mayor o menor êxito. San obvias las crítica~
le ha servido la escuela?
a tal enfoque. Sólo se me ocurre citar el siguiente párrafo de una
Sin embargo cs necesario aclarar que el adolescente no ca-
obra teatral (Los de la mesa 10 de O. Dragún):
rece de información, sino que ésta tiene características tales que
Pro/esor: Scfiorita, el cálculo de probabilidades nos cnsciia que sobi·o: hacen imprescindible el trabajo de esclarecimiento a la par que
seis existe una sola dc' que tocio salga bicn. el' suministro de nucva información. Sus conocimientos son par-
María: Profesor, su cálculo de probabilidades no me rcsuclvc nad:1.
No me resudve nada. ciales, confusos y prejuiciosos; además la información recogida
hasta eI momento ha decantado en él compartimientos estancas
Se entiende comúnmente que la información debe cumplir un donde las distintas ocupaciones no guardan relación entre sí. EI
papel pedagógico, en el sentido de que ai adolescente "deben ense. ~olescente posee información, pero ésla se halla distorsionada
õársele" todos los conocimientos sobre eI mundo ocupacional, su- y por lo tanto la tarca de csclarecimiento debe estar necesaria-
pliendo de esta manera el déficit de sus estudios secundarios. mente integrada con el suministro de nueva información. EI
Debemos comprender claramente, sin embargo, que los ob- 'kpsicólogo clínico tendrá qu~ ~perar simultáneamente sobre amba~
jetivos de la información ocupacional son dobles: por un lado, .fluentes de errar: los conoc1m1entos de que carece el adolescente y
transmitir información, pero por otro, simultáneamente, corregir las actitudes ~ y ansiedades que distorsionan la información que
Ias imágenes distorsionadas que ya tiene eI adolescente sobre el posee.
mundo adulto. Por otra parte, se ha de tener en cuenta que la &; Las mismas actitudes, ansiedades y fantasías frente a Ias in-
distorsión en Ias imágenes dei mundo adulto se deben no sólo a la lJ()rmaciones relativas a las carreras y ocupaciones futuras se con-
falta de información sino a otras fuentes de error. En forma esque- vierten en un ·obstáculo para la tarca de información, pues dado
mática Ias. fallas o déficit de información obedeceu a factores:. que la nueva información conecta ai adolescente con la vida adulta
a) intrapersonales (características "de personalidad", de la edad de un modo más directo, se convierte a su vez en fuente de ansie-
que atraviesa, factores cognitivos, afectivos, etcétera); b) inter- dad, lo que puede llevarlo a estereotipar aún más los conocimientos
personales (la distorsión surge fundamentalmente de trastornos que posee.
en los procesos de identificación con otros significativos, cuyas Pueden observarsc conductas de tipo fóbico frente a Ia infor-
características son desplazadas a las profesiones o actividades que mación que lo lleven a recurrir a sus "viejos y conocidos prejuicios"
ejercen), y e) transpersonales o culturales (me refiero a las dis- aun cuando conscientemente manifieste el deseo de ser informado.
torsiones suscitadas en e1 adolescente por su relación con una i1Defensas de este y otro tipo hacen que el suministro de datas res·
comunidad que valora las profesiones de una manera inconsciente · pecto de la realidad "universidad" o de la realidad "ocupación"
y consciente -esta última valoración es generalmente una raeio- choque con dificultades similares a las que se observan durante las
nalización-, con mucha secuencia ajena a la función social real l'11trevistas de esclarecimiento.
de Ias profesiones. En la medida en que Ias distintas profesiones Hay otro grupo de conductas que se traducen en demandas
confieren distintos status, poder, prestigio, niveles de ingreso. breexigentes respecto de Ia información que puede suministrar
etcétera, es fácil entender que la valoración de las profesiones el orientador vocacional. Esta sobreexigencia hace establecer con
sea una manifestación --entre otras- de la idcología dominante).
2
La tarea de informar a un adolescente que presenta conflictos Empleo el término actitudes en sentido amplio, para eludir el polo
' interno (subjetivo) de la relación entre las personas y el contexto soei<>'
frente a la definición de su identidad ocupacional es sorpren-
dente. pues a pesar de los largos afias de estudio transcurridos cultural (o transpcrsonal), este último definible en forma también amplia
como marco normativo, sistema de valores, ídeología, etcétera.
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159
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~1-fo,;:conómico dei trabajo cn cada sociedad, lo (!Ue sobrepasa
d orientador un vínculo de exagçrada dcpendcnda; de allí que el
Jos !ímites ele este capítulo. lnteresa destacar sin embargo que la
csclarecímiento de sus actitudes, ansiedades y fantasías respecto dtructura ocupacional de una determinada comunidad es inter-
de la información que se !e suministrc deberá incluir necesaria-
nllliza<la por sus micmbros bajo la forma de imágenes ocupacio-
mente cl sefialamiento dei vínculo transferencial establecido. 1iales que guardan una relativa correspondencia con la estructura
De no mediar correcciones a la relación de comunicación cn dei orden institucional producción (Gerth y Mills). Esta imagen se
que cl psicólogo transmite siempre y el adolescente recibe siemprc, dcsarrolla posiblemente de un modo inconsciente en los diferentes
la cvaluación de. los mensajes efectuados por éste estará tefüda por áÍhbilos de socialización tanto informales (familia, grupo de pares)
su ddinición de la situación, en la cual el psicólogo es identificado como formalcs (escuela, colegio, universidad), los que son por
como un inagotable manantial de sabiduría que literalmente ali- lo tanto vehiculizadores de la relaci6n global individuo-sociedad.
menta con su omnisapiencia. Si e! psicólogo se identifica con cl rol Quizá sea necesario investigar cómo metaaprende el adolescente
depositado cn él y lo actúa puedc Jlegar a sentirse pos·eedor de "la esta imagen, pero en la tarea clínica sabemos muy bien que este
verdad" y posiblemente se conducirá como un manantial que inun- i\etaaprendizaje determina como efecto categorizaciones de las ocu-
de de un modo invasor al adolescente, de donde éste derivará una ~ciones en las cuales existe más claridad sobre los elementos su-
pasiva y resignada fascinación por lo que cl psicólogo sabe. ,rficiales acccsorios de las ocupaciones que sobre sus elementos
No s6lo se trata, por lo tanto, de informar al adolescente acer- J trínsccos cscnciales. Para un adolescente e! nombre de una ocu-
ca de lo que, por ejemplo, es la ingeniería, sus planes de estudios, \\fpación tiene como resultante una connotación mayor (por ejemplo
cl régimen de inscripción y las oportunidades que tendrá una vez cn términos de éxito, definido cn virtud de prestigio, poder y pers-
egresado de la universidad, sino también sobre la corrección de l]j:},cctiva económica) que la denotación (en términos de secuencia
las distorsiones que cn la situación de información introduce in- · o articulación de roles productivos) .
conscientemenle el receptor de la misma. La serieda~ dei problema que sucintamente he esbozado se
Los estudios sobre comunicación, percepción, formación de ,)agrava en caso de que el informante -en la medida en que com-
conceptos y resolución. de problemas son un argumento suficiente . parte e1 mismo contexto social que e1 adolescente- se convierte en
para considerar la incidencia de estos factores y evitar que e1 orien- un agente reforzador de imágenes fals~s por desconocer los efectos
tador se limite a proporcionar ai joven la información que ya posec. ~ue sobre sí mismo ejercen el sistema social, la organizaci6n de la
Los prcjuicios dei adolescente y la distorsión de las imágenes Jíroducción, su pertenencia a determinada clase, su paso por la
de la realidad ocupacional derivada de aquellos expresan no sólo univcrsidad, etcétera y la "imaginería" e ideología resultante del
características personales de quien consulta sino que son a Ia vez grado de alienaci6n profesional (Suárez F., Aurelio J. y Rigal L.
emergentes del contexto social del cual forma parte el adolescente. l 10)) que tenga. 3
Sus prejuicios, la distorsión de sus imágenes, la confusión de sus ,,, Puede observarse también que el adolescente realiza clasifi-
conocimientos, fa parcialidad de los mismos y la falta de articula- t,-' · ciones de tipo afectivo rcuniendo_ ocupaciones objetivamente cli-
ción entre las distintas áreas ocupacionales expresan no sólo sus entes entre sí pero que tienen en común el hecho de motivar
puntos de vista personales sino los valores de su sociedad, de su ':
i timientos similares cn él. Las relaciones analógicas establecidas
clase, y de los grupos a los cuales pertenece. La estereotipia no entre las carreras reemplazan las relaciones objetivas entre las
cs un problema exclusivo dei adolescente, es un problema social. mismas y esto da pie para que aparezcan procesos de naturaleza
Cada sociedad define las estructuras ocupacionales integrando va- ·~ágica o prelógica que, asenta<los en su conflictiva con respecto al
riables económicas, políticas, educacionales, históricas, etcétera. Es- cJpgrcso ai mundo adulto, fortaleceu los prejuicios e impiden a la
tas estructuras pueden constituir una oportunidad o por el contra·
" Este tema será :malizado más exhaustivamente en un próximo trabajo
rio un serio obstáculo para e1 desarrollo de la personalidad de
sobre las relaciones entre vocación y alienación.
quien elige. Esto, en primera instancia, remite a un análisis psico-
161
:j11 160
..
va una aproximadón ma<lurn a la información que se 1c sun,i- Je estos profesionalcs (sus prÔfesores en el secundario) respecto
nistrc. de su propia profesión.
Estos argumentos ba~tarán para destruir la falsa imagcn à.: AI mismo tiempo si nos centramos en cómo se debe infor-
que cl proccso de orientación consiste en la suma de entrevistas ik mar, de lo expuesto se desprende que la información deberá su-
csclarecimicnto personal y entrevistas de información, entendién- ,i, ,ninistrarse en lo posible de modo tal que exija ·la participación
dosc aquéllas como un operar iobre la problemática interna dei activa dcl adolescente mediante cl análisis, la síntesis y la inte-
adolescente y éstas como un operar sobre factores externos a la gración de los conocimientos que se le suministren. Esta partici-
misma. Lo interno y lo externo son términos relativos y ai mismo pación activa deberá darse tanto dentro dei contexto de las en-
tiempo errôneos cn cuanto ai proceso de orientación vocacional \ trevistas informativas como fuera de ellas, estableciendo contacto
los recursos que han de instrumentalizarse para auxiliar ai ad~- con lugares de trabajo, facultades, organismos de la universidad,
lesccnte en la toma de decisioncs respecto de sus ocupaciones fu- · etcétera. Ninguna información verbal puedc suplir en el adoles-
turas. El suministro de información se relaciona tanto con lo "ex- cente cl déficit derivado de su desconocimiento de los ámbitos
terno" como con lo "interno"; por eso los objetivos de la informa- naturalcs en los que los distintos profesionalcs llevan a cabo su
ción no consisten solamente en brindar información: deberán ten..:r labor. _
cn cucnta simuHáneamente qué informar, quién es el sujeto al que En
se dcbe informar, cuál es su historia personal, wâles son los mo- t,.,.. . cuanto a qué informar, parece evidente que el adolescente
~: ncces1ta conocer:
tivos de las distorsiones que presenta, de sus conocímícntos parcia-
Ics, prejuiciosos y distorsionados; cómo informar, cuânto infor- , a) Cuáles son las distintas actividades profesionales. La in-
mar y cuúnclo llevar a cabo esta tarca. ~: formación debe ser completa y de ningún modo excluir aqueHas
Í actividades en las que el adolescente ya ha pensado, puesto que es
probabie - y no puede ser de otra manera- que el adolescente
Qué informar. Cómo informar. A quién informar sólo mencione en la consulta actividades que en cierto modo co-
noce. Es obvio, por lo tanto, que una verdadera información debe
Veamos qué respuesta puedc darse a estas preguntas tomad,t~ incluir esta información previa del adolescente dentro dei con-
cada una en forma artificialmente separada. texto más amplio de las actividadcs que realizan los miembros
Si nos centramos en quién será el receptor de la informa- de su comqnidad.
ción, vemos que el adolescente posee más información de la que Para informar acerca de las actividades profesionales es
cree. Su paso por el secundario, aunque no haya satisfecho todas , preciso conocer en primer lugar cuâl es e/ obieto con que las
las necesidades de información para poder elegir de un modo distintas profesiones realizan su tarea, cuál es la finalidad social
maduro y responsable, le ha brindado un contacto parcial y teó- de las mismas (cuál es el papel de los distintos profesionales
rico con las distintas áreas dei conocimiento científico. Este con- dentro dcl contexto socioeconómico), cuáles son las técnicas e
tacto se ha dado, sin embargo, de un modo pasivo. Es posible qu.: 1 instrumentos empleados; qué demanda de trabajo existe en Ia
haya aprendido mucha física y química y que sepa en término~ f, comunidad en cuanto a esos especialistas y, ai mismo tiempo y
globales qué es cada una de estas ciencias. Es poco probable sin diferenciándose de la demanda, cuál es la nccesidad real que
embargo que el adolescente que nos consulta haya tenido oportu· tiene la comunidad respecto de esos especialistas; cuáles son
nidad de ver directamente, "con sus propios ojos·~. cómo trabaía los lugares en que se realiza esa labor, etcétera.
un físico y cómo trabaja un _químico. AI mismo tiempo la rela· b) La información debe incluir la relación existente entre
ción con sus profesores le brinda una visión particular de la las distintas actividades. De esta manera se contribuirá a que el
física y la química, que es la visión personal de ese profesor; por adolescente deje de percibir las ocupaciones como si estuvieran
tal motivo es necesario tencr en claro cuáles son las distorsiones separadas entre sí y se prepare desde este momento para Ia labor
162 163
... ,.
cn equipo que cl dcsarrollo de la ciencia exige cada vez más de
cada cspecialidad. Jn/ormacíón Ocupacional: e[ desempeno· de U/1 rol. En este tra-
bajo la autora define el rol dei psicólogo en la tarea de información:
c) La información tiene que tener en cuenta cómo es Ia
"El psicólogo que realiza la tarea de información como parte dei .isc~o-
organización de la ensefianza en el ciclo universitario o superior rarniento vocacional ayuda ai adolescente a acercarsc a la realidad cn forma
ai cual el adolescente pretende tener acceso. En este sentido, de. paulatina y metódica, asesorándolo en la construcción de un marco de refe-
ben discutirse con el adolescente aun los detalles de las activi. rencia sobre bases objetívas, poniendo ordcn en sus conocimíentos, promo-
dades que se realizan en las facultades o escuelas universita. viendo la destruccíón de viejos esquemas estereotipados y distorsionados
rias, pues la universidad, como toda institución, es sede de una acerca de las profesiones, ayudándolo a valorizar sus cxpericncias anteriores
para que pueda utilizarias en la construcción de nuevas pautas para ct
cultura tan extrafia y desconocida para el adolescente como el futuro. Quicn informa, por lo tanto, opera no sólo sobre el aquí, ahora, y
mundo adulto para el cual se supone que lo prepara esa ense. sobre el futuro de las ocupaciones a las que la Universidad dará acceso a
fianza superior. Dado el carácter novedoso que tienen para el cse adolescente que consulta, sino también sobre su historia pasada y su tarea
joven los estudios superiores resulta válido, también en cl caso fundamentalmente tendrá que ver con la vinculación entre su expericncia
y los conocimientos adquiridos, los conocimicntos que todavía no posec, la
de la información, lo que hemos visto en capítulos anteriores dlscriminación entre fanla$Ías y realidad y la confrontación de sus imágenes
con rcspectp a los conflictos derivados dei ingreso ai mundo con respecto a lo que las carreras son objetivamente. Tal tarca no pucdc
adulto y Ias ansiedades y fantasías fomentadas por el desconcnj. rcalizarse evidentemente de un modo mecánico y, en este sentido, el plantea-
miento dei mismo. miento en cuanto ai suministro de información <lcberá seguir una estrategía
tal que permita que la información dada sca ofrecida de un modo dosi-
d) La información debe centrarse en las carrcras enten- ficado a los efectos de que el suministro masivo de información no forta-
didas como medios para acceder a actividadcs científicas, téc- Jezca los mecanismos de distorsión, controle los intentos de encapsulamiento
nicas y profesionales: cuál es la organización de las carreras, de la misma y ayude ai adolescente a analizar los datos que posee, a
sus objetivos generales y específicos, los ciclos que abarca (por enriquecerlo con nuevos datos, lograr síntesis progresivas e integrar cl cono-
cimiento habido con los sentimientos, afectos y aspiracioncs propias rcs-
ejemplo, introductorio, básico, de especialización) ; organización pectos de sus estuílios futuros."
académica (espacio, tiempo, roles, tareas), contenidos básicos de
las materias, requisitos para el ingreso, permanencia y egreso, et- El desempeno dei rol así definido no puede estar en manos
cétera. de personas sin entrenamiento específico. La información es par-
te de la tarea clínica y todo lo planteado en otras oportunidades
Una última recomendación surge de los planteos anteriores: con respecto a qué ha de entenderse por modalidad clínica en
cl adolescente posee más información sobre el mundo adulto de orientación vocacional, vale también para el suministro de in-
Ia que a menudo supone. Esta información ha provenido de fuen- '··' (ormación. Para el desempeno de este rol se requiere que e!
tes con las que el adolescente ha establecido contacto de un modo ll'' psicólogo posea información exhaustiva sobre la organización de
tanto sistemático como asistemático. Cuando decimos contacto ~(' los ciclos superiores de ensefianza, así como sobre las ocupacio-
sistemático, nos referimos fundamentalmente a su paso por el ciclo nes y las relaciones entre las mismas.
mcdio; con contacto asistemático queremos decir la lectura de li- Es evidente, sin embargo, que es prácticamenlc imposible
bros, las películas, los espectáculos en general, el contacto con que el psicólogo pueda disponer de todos los conocimientos nece-
adultos, Ia relación con sus pares y la inmersi6n en los medias de sarios (tal como los posee, en cambio, sobre la fantasía del ado-
comunicación masiva, todo lo cual configura en el adolescente un lescente que consulta). Su tarea consistirá por lo tanto en SU·
background de conocimientos que el psicólogo no puede ni debe ministrar la información que considere necesaria, csclareciendo
desatender. las distorsiones a que esta información diera lugar y en vincular
ai adolescente con otras fuentes de información para suplir las
La tarca de información ha sido descripta exhaustivamente
cárencias de información del profesional. Estas fuentes son de
por Nora Sturm en su trabajo titulado El psicólogo en la tarea de
f:naturaleza oral, por ejemplo, cl contacto con profesionales uni-
,,,
164
16°
"- •
vcrsitarios, con profesores, estudiantes de las carreras en que el La técnica R-0
adolescente está interesado; y escrita, por ejemplo, los libros y las ;.Qué ocurre si le damos ai adolescente un manojo de tarjetas,
publicaciones de distinta índole que cumplen un rol fundamental; en cada una de las cuales está inscripto el nombre de una carrera
los artículos, guías, monografías, folletos y recortes periodísticos. de acuerdo con la organización actual de un Centro Universitario?
Las películas, las grabaciones, los discos, el material audiovisual, Esta es la pregunta que se formuló el personal de la Sec-
los documentos fotográficos, radiales y televisados cumplen un ción de lnformaciones dei Departamento de Orientación Voca-
1. papel importantísimo. Por supuesto es difícil que el psicólogo cional de la UNBA, preocupado por la creación de técnicas activas
clínico disponga de todos estos medios de información, no sólo de información.
porque tcndría que disponer de una biblioteca de proporciones Se pensó en un primer momento que la misma despertaria
descomunales, sino porque la realidad ocupacional cambia tanto resistencias en las personas de mayor edad que recurrían ai De-
de afio en ano que exigi-ria una revisión constante. partamento. Sin embargo, se observó que tanto para los consultan-
Este hccho prueba a las claras la necesidad de que existan tes más jóvenes como para los de mayor e<lad esta técnica po<lía
organismos dedicados específicamente a recolectar información, convertirse en un valioso recurso auxiliar.
investigar la realidad ocupacional, redactar y elaborar fuentes de El psicólogo ofrece el mazo con las tarjetas al consultante,
información, distribuir las mismas y asesorar a los centros de o a un grupo de consultantes, y les da la siguiente consigna: "Se
orientación vocacional. trata de que ordenen las tarjetas de acuerdo con las semejanzas
En nuestro medio esta labor es parcialmente encarada por y relaciones que encuentren entre las ocupaciones que presentan.
,il, Ia Dirección de Psicología y. Orientación Vocacional de la Uni- Es decir que de acuerdo con el grado de parentesco entre estas
versidad de Buenos Aires, algunos centros estudiantiles, facul- ocupaciones deben formar con ellas. una o varias familias".
tadcs, e1 Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Téc- El objetivo fundamental de esta técnica consiste en estimular
nicas y dependencias dei Ministerio de Educación. Falta, no obs- en los consulfantes un contacto activo con la información.
tante, un organismo centralizador que, conociendo a fondo la pro- A poco de emplear esta técnica sus creadores descubrieron
blemática dei adolescente, elabore el material necesario para pro- ventajas no percibidas en sus comienzos, que rebasaban el obje-
mover una imagen clara dei mundo ocupacional. tivo previamente definido.
En primer lugar la técnica motiva y facilita la tarea de infor~
Posiblemente no haya ninguna tarea que, como la de infor-
mación. Es una tarea agradable que promueve necesariamente un
mación ocupacional muestre tan fchacientemente la necesidad de papel activo; el consultante eleja de ser un mero receptor de in-
trabajar en equipo. La elaboración de información exige la parti- formación y se convierte cn un transmisor y evalua<lor de la mis-
cipación de profesionales provenientes de distintos medios (pe- ma. Además, el manipuleo de las tarjetas constituye un instru-
dagogos, periodistas, expertos en técnicas de comunicación ma- mento que contribuye a disminuir las ansiedades, pues como dice
siva, artistas, disefiadores, investigadores en economia y en psi- la autora (9), "le permite ai adolescente objetivar el desarrollo de
cologia, etcétera). La multiplicidad de vari;:lbles intervinientes su pensamiento".
en el hecho informativo requería un tratamiento más extenso que La técnica contribuye a acelerar el proceso de corrección
el que puede realizarse aquí. Me he limitado a seiíalar diferentes y autocorrección de la información deficiente, pues permite ai
dimensiones de análisis dei problema en sus vertientes teóricas y psicólogo visualizar directamente el cambio de las imágenes ocu-
técnicas ·a fin de estimular en el Iector la preocupación por el pacionales que tienen los adolescentes.
tema. Me dedicaré en las próximas páginas a examinar la aplica· Tal visualización ha permitido <lescribir tres grandes momen-
ción de un instrumento como parte de la estrategia clínica apli- tos en el cambio de las imágenes como consecuencia dei suministro
cada a la orientación vocacional. de información:
166 167
....A·· •
1) El primer momento es de co11/usió11; las tarjetas son EI hccho de plantcar ai adolescente la tarea como si se tratar.i
relacionadas entre sí sobre Ia base de identificaciones que refle- Je cstablccer relaciones entre personas obedece ai deseo de pei·-
jan categorizaciones poco válidas y que asientan sobre la base de rnitirlcs entrar en contacto con las ocupaciones de un modo más
relaciones analógicas, a las cuales nos referimos ai cc,mienzo de personificado, eu lugar de tomarias como cosas en sí, desvincu-
este trabajo. ladas de las personas que las ejecutan. La tarea es alegremente
l1,
2) El segundo momento es de disociación de los datos; el recibida por el adolescente, quien casi de inmediato extiende so-
I': consultante, o los consultantes, organizan las tarjetas siguiendo las bre el escritorio la totalidad de las tarjetas y comienza a establccer
'.1 líneas de las dicotomías tradicionalcs (en términos, por ejemplo, "lazos de parentesco". Cuando la tarea se realiza de un modo
de "carreras humanísticas", agrupando bajo este rótulo las ca- silencioso, le sugiero que verbalke los motivos que lo muevcn a
rreras que la comunidad suele designar como tales, en contrapo- cstablecer grupos de dos, tres, cuatro o más tarjetas. Realizada
sición a las "tareas científicas") . esta tarca, se 1c dice ai adolescente que efectúe una presentación
3) El tercer momento es de integracíón, que pasa por tres de las familias. La consigna es la siguiente: "Así como cuando se-
etapas. La primera etapa se basa en que algunas ocupaciones men- trata de presentar a un grupo de personas se describe, por ejem-
cionadas cn las tarjetas son desconocidas por el o los consultantes. plo, qué es lo que hacen, dónde viven, cómo viven, a qué aspiran.
Las ocupaciones desconocidas "descolocan" ai entrevistado, lo a qué se dedican, etcétera. lc pido que haga lo mismo con la:-
desubican de sus clasificaciones dicotómicas y lo llevan, si la fle- fomilias que usted formó".
xibilidad de sus procesos cognitivos lo permiten, a relativizar esta Esta etapa de trabajo ticne por objetivo promover en cl ado-
clasificación y hacer más permeablcs los límites de las ·primeras lescente la rcalización de una descripción activa de sus imágcncs
categorías. Esto permite pasar a una segunda etapa en la que las respccto de las distintas ocupacioncs y sus relaciones_ EI ca-
ocupacioncs son agrupadas en subgrupos, cada uno de los cuales rácter lúdico que tienc la tarea hasta este momento 1c permite
reúne las ocupaciones presuntamente más r~Iacionadas entre sí. Y manifestar más directamentc sus fantasías y sus imágenes; pre-
de ahí a una tercera etapa en la que los distintos subgrupos son viene, por lo tanto, respuestas habituales de los adolescentes fren-
relacionados teniendo en cuenta por lo general la finalidad de las te a las tareas de información dei tipo "Yo no sé qué es lo que
distintas profesiones y la vinculación existente entre ellas en tér- hacen"; o respuestas convencionales de pobre contenido afectirn.
minos de áreas de la realidad con las que tienen contacto. Esto cn las que la vcrdadera imagen que ticne de la profcsión aparece
,11;
permite ai adolescente internalizar una información con interrela- escamoteada y reemplazada por algún clisé más o menos ajustado.
ciones más dinámicas entre las distintas ocupaciones. Por el contrario, esta etapa de la aplicación de la técnica R-O
prueba realmente que los adolescentes tiencn imágcnes de las
ocupaciones y que si bien suelen e·star distorsionadas no faltan
Empleo clínico de la técnica R-O nunca. Las profesioncs -aun las desconocidas- evocan signifi-
cados para él.
En mi experiencia personal he establecido algunas modificaciones
; 1'1' 1 con respecto a la consigna presentada por la creadora de esta Se le pide que bautice cada familia poniéndolc nombrc y
1 ~ 1
técnica. apellido. De esta manera podemos conocer más directamentc cuá-
Se le presenta ai entrevistado' el mazo de tarjetas y se le dice les son Ias categorizaciones que han tenido lugar. La forma en
aproximadamente lo siguiente: "En cada una de las tarjetas está que denomina a un grupo de tarjetas abre el camino a la comprcn-
escrito el nombre de una ocupación. Haga de cuenta que cada sión de muchos de sus prejuicios. Así, por ejemplo, rótulos como
tarjeta representa una persona; lo que usted debe hacer es esta- "éstos son aburridos" o "los de cuello duro" o "los que trabajan
blecer relaciones entre las distintas 'personas' como si se tratara cn el campo" o "los de la madre tierra" revelan con más claridad
de definir cuáles son las familias a las que pertenecen". que en un interrogatorio exclusivamente racional cuáles son Ia~
168 lóq
1
connotaciones que tienen las carreras para el adolescente. Lo mis- dos cmocionalcs respecto de su elección futura. La tarea cn sí cs
mo ocurre cuando el adolescente "bautiza" cada familia, ponién- un antídoto contra la estereotipia y la racionalización, puesto que
dole nombres personales, como Pérez, González. Exactín, etcétera. si bicn se Ie pide que justifique con razones las elecciones, <ludas
1~
En cstos casos se pregunta ·ai adolescente por quê ha elegido tal v rcchazos, y esto conduce en muchos casos a exprcsiones racio-
nombre y en general esto sirve de suficiente estímulo para que ~alizadas, la racionalización puede ser conocida por el psicólogo
IH explicite fantasías respecto de los adultos que, desde la perspec- y. cn caso nccesario, interpretada.
tiva adolescente, se ocupan de tales tai:eas. Finalmente, se le dice ai entrevistado que en un determinado
En una terccra etapa se ]e da ai adolescente la siguientc momento de Ia fiesta se va a sacar una foto y que, por consiguicnte,
consigna: "Suponga que uslcd realiza una fiesta en su casa, a la deberá distribuir a los invitados dei modo que dcsee. Se le entrega
cual no puede invitar a todas estas personas. A cuálcs invitaría asimismo una tarjeta en bianca y se le dice que csa tarjeta lo re-
con seguridad, a cuáles no invitaría, y a cuálcs dudaría entre invitar presenta.
o no". A esta altura de la sesión el adolescente no tiene ninguna
Este momento dei lrabajo tiene objetos que resultan eviden- dificultad en tomar las ocupaciones de un modo personificado y
tes por la consigna misma y por lo general c1 adolescente se per- da ricnda suelta a los afectos que experimenta frente a ellas. Por
cata de ellos. De todos modos, no se resiste a la tarea sino que otra parte, se le puede pedir que imagine una con-,ersación entre
la encara con arrado. los distintos profesionales invitados, y de esta manera podrcmos
El hecho de plantearse la tarca en términos de "una fiesta ver cómo incluye sus propias características personales, gustos, in-
cn su casa" obedece ai deseo de colocar ai adolescente en una lereses, inclinaciones, agrados y rechazos. EI adolescente toma
situación personificada respecto de las distintas carreras donde la conciencia de .Ia vinculación real que tiene con las tareas y des-
propuesta lúdica envuelve a las tarjetas y a él mismo en el con- cubre por de,bajo de los "slogans" y frases hcchas, que cmplea
texto de lo dramatizado estimulando un compromiso personal a menudo para definir su actitud frente a las distintas ocupa-
de su parte, que desbarata de entrada las con<luctas defensivas ciones, cuál es el verdadero valor que ellas tienen para él. Por
y el distanciamiento y manejo artificial, objetivo y mediato de ejernplo, un adolescente que ha dicho cn algún momento dei pro-
sus vínculos con el mundo ocupacional. Lo inducc a revelar, y ceso que entiende que la medicina es una tarea. socialmente útil,
eslo contribuye a que tenga conciencia del papel que juegan sus que exige llevar una vida sacrificada y que tiene características
intereses, gustos, preferencias y aspiraciones ante las carreras en ideales e inaccesiblcs para él, descubrc luego que, para él, los
e] proceso de elección ocupacional. Este momento lleva ai adoles-
médicos son en realidad personas poco sacrificadas, más intere-
cente a manifestar no lo que "las ocupaciones so11", sino de un
sadas en el prestigio que en la salud de los demás; de este modo
modo directo "lo que las ocupaciones son para mí", es decir cuál
es el significado o sentido que las mismas tienen dentro de "mi el psicólogo puede ayudar ai adoksccnte a confrontar sus imá-
perspectiva vital". genes (hasta cse momento inconscientes respecto de la pro-
fesión) con la racionalización de ese vínculo tal como era cxpre-
El hecho de que se baga mención de una fiesta obedece
a la intención de permitir el desarrollo de la fantasía, que de- sado hasta entonces. De la misma manera el consultante puedc
berá ser incluída e integrada con el conocimiento realista y ob- llegar a comprender que ciertas carreras, que hasta ese momento
jetivo de las ocupaciones. Por supuesto, trabajar no es lo mismo le parecían desprovistas de interés, se hallan vinculadas con temas
que una fiesta y los adolescentes mismos nos seíialan esta dife- o aspectos de la realidad que le intcresan auténticamente.
renciación. De todos modos, esto relaja el carácter imperativo que Las modificaciones que he introducido en la técnica R-O
tiene la tarea de elección para el adolescente y le permite dar permiten alcanzan diversos objetivos que he de mencionar sucinta-
acceso, dentro de la situación de entrevista, a todos los conteni- mente:
170 171
1) En primcr lugar pcrmiten operar simuháneamentc sobrL'
Durante la tarea descripta, cl rnl del orientador vocacional
cl suministro de información y el csclarecimiento de los vínculos
rçspontle a una modalidad clínica. En primcr lugar, porque e!
dei adolescente con las carreras, profesionalcs y ocupaciones fu-
plicólogo observa el contacto que, en una situación lúdicamente
turas. Las actitudes, ansiedades, fantasías y miedos dei adolescen-
t:;tructurada, tienc el adolescente con Ja realidad ocupacional.
te ante Ias distintas ocupaciones se Ie apareccn al psicólogo con
Esto facilita la manifcstación de Ia fantasía, como he dicho, y la
toda evidencia y, ai comprenderlas, puede sefialarlas y ayudar ai
integración de las variables afectivas con cl conocimiento que el
adolescente a tener conciencia de los vínculos con Ias ocupa-
adolescente ya posee y/o está recogiendo durante la entrevista.
ciones y la información suministrada.
En segundo lugar, el psicólogo realiza una tarea diagnóstica: ob-
2) Por otra parte, estas modificaciones permiten observar,
serva no sólo el déficit dei adolescente en materia de información,
diagnosticar y corregir distorsiones perceptuales y conceptuales.
sino las distorsiones, tergiversaciones y estereotipia en Ia misma,
De este modo, Ia tarea de información adquiere característica~
y puede de esta mancra detectar sus idcntificaciones prevalecientes.
clínicas dentro del proceso, puesto que contempla las tres etapa~
que consfüuyen la unidad de operadón. EI carácter de la aetividad permite el análisis de ésta y una
3) Permiten operar in situ sobre el contacto activo del ado- aproximación diagnóstica dei adolescente, siguiendo las prescrip-
lescente con Ia realidad ocupacional. Las tarjetas son un símbolo ciones establecidas para Ia evaluación, análisis y uso diagnóstico
de esta realidad, entonces el psicólogo y el adolescente pueden de los tests proyectivos, lúdicos o constructivos.4 En tercer lugar,
pensar con más asidero en el vínculo que el adolescente, en e! el rol del orientador vocacional determina intervenciones (ope-
aquí y ahora, establece con Ia realidad ocupacional cn términos raciones) integradas de tres modos: a) informando ai adolescente
de proyectos. rcspecto de lo que Ias ocupaciones y carreras son realmente, y es-
clareciéndolc Ias lagunas informativas que tenga respecto de Ias
4) En cuarto lugar, la técnica dcscripta estimula en cI ado-
mismas; b) motivando al adolescente para que establezea un con-
lescente el reconocimiento de los faetorcs afcctivos y personales
tacto directo con otras fuentes de información, y c) esclare-
implícitos en Ia descripción y valoración de las profesiones. Tal
ciendo, mediante intervenciones de distinto nível dei continuum
reconocimiento facilita la elaboración y Ia inclusión de estos mo-
interpretativo, las motivaciones, actitudes, prejuicios, etcétera, que
tivos personales que, por lo tanto, se convierten en una form.;i
cI adolescente pucda tencr respecto dei mundo adulto en cuanto a
concreta de operar sobre las relaciones del adolescente con d
su estructura ocupacional. AI aplicar Ia modalidad clínica ai su-
futuro en términos más totales y concretos y, ai mismo tiempo.
ministro de información ocupacional Ia _labor deja de ser una si-
de un modo más comprensible para él.
tuación asimétrica en la que eI psicólogo habla y el adolescente
5) En quinto lugar hay que subrayar que las ocupaciones
cscucha -situación que se define sobre el parámetro "lo sabe o
y profesiones, por el hecho de estar personificadas, adquieren pa-
!1 Ili no lo sabe"- y se convierte en una situación de interacción, co-
ra el adolescente un carácter más realista, dejan de ser meros
operación y coinvestigación, en Ia que la información ocupacio-
rótulos que aluden a conjuntos de conocimientos y pasan a de-
nal se establece sobre los carriles dei "cómo lo sabe" y "quién lo
signar más concretamente actividades que se realizan en el con-
sabe" y "cuánto, qué y cómo necesita saber".
,. texto socioeconómico al que ingresará ulteriormente.
1
6) Por último hay que destacar que Ia situación de juego
contribuye a desenquistar los conocimientos dei adolescente sobre .. En este momento cstoy abocado a la recolección de experiencias reali-
la realidad y a operar de un modo más activo, interesado y afecti- zadas con la Técnica R-O a fin de definir los parámetros que permitirfan
convertirla -tras los análisis pertinentes- en un instrumento diagnós-
vamente comprometido. tico de la identidad vocacional.
172 173
.
1
1
,
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pone e11 libertad... Gracias ai oficio podemo~
ción Vocacional de la Ul\llA, s/f.
aba11do11arnos, porque gradas a él sobremos 1•0/-
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(11) Suárez, F. M ., "Los economistas cn la Argentina: un estudio de ,,
. capítulo la concepción dei mundo que determina las actitudes dei
sociología de las profcsioncs", l<evista Lati11oamerica11a de Sociología, orientador vocacional bacia su tarea; es decir, más concretamen-
1965/1, pp. 435-439. . te, explicar la concepción que el orientador vocacional tiene de su
(12) Vernon, W. D., Psicología de la percepci611, Horrné, Buenos Aires,
!964.

1
1 mundo interno y la influencia de ella ·sobre su tarea.
· Un trabajo de esta naturaleza supone necesariamente un pun-
I,
l(I.j to de partida autobiográfico, puesto que se trata de la identidad
1
! 11!1:
dei orientador vocacional. Decido, pues, comenzar por mi propia
i' :. experiencia.
' Antecedentes
. Cuando empecé a trabajar en el Departamento de Orientación
Vocacional de la UNBA había cursado pocas materias en la carrera
1
'
r La versión original de este capítulo fue leída en una conferencia dic-
, . tada en la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, en J96g,
IH ; 175
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11111111" w;-
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d~ psicología. AI trabajar en tarcas que en cse momento excedían Ser psicólogo implica lógicamente dejar de ser cualquicr
mi fonnación, tenía la scnsación de estar "jugando en la oscu- otra cosa, es decir, supone renunciar a cualquier otra profesión.
ridad" con las connotaciones placenleras y displacenteras ligadas Y ser un psicólogo que se dedica ai campo de la orientación voca-
con tal sensación. Por esa época tropecé con una cita de Acker- cional supone renunciar total o parcialmente a otros campos de
man (2) : "Aplicar un tratamiento sin un esquema conceptual es trabajo dentro de la psicología.
como jugar en la oseuridad. AI principio pucde ser divertido, pero Paradójicamcnte fue un contacto ulterior con el teatro lo
muy pronto !leva a una angustia y desorganización creeientes". que me aclaró el papel de los duelos en relación con la identidad
A partir <le esc momento me vi motivado a dedicar muchos ocupacional, que hasta ese momento conocía sólo teóricamente.
csfuerzos a definir cuál sería mi encuadre de trabajo y, adem.ís, A esta altura ya se puede ver que el teatro, que en el primer
,1 pensar -tenicndo en cucnta la sensación de "juego" implicada momento entorpeció mi trabajo como psicólogo, más tarde sirvió
en la tarea- cn cl carácter lúdico que pudiera tener la orienta- para aclarármelo. Quizá no sea apresurado llegar al siguiente
ción vocacional. i: corolario: no es e/ tipo de conflicto personal que el orientador
Estas son las <los líncas de abordaje que intento en este mo- ·· tenga respecto de sus propias elecciones lo que lo convier/e en
mento: examinar la identidad del orientador en función del "juego" un obstáculo o una ventaja para su tarea, sino e/ grado de clari-
implícito cn la tarea y analizar la rclación entre la identidad dei dad con que lo percibe.
orientad01· y su encuadre de trabajo. En varias experiencias con grupos de actores pude observar
En esa época pensaba que percibir con mucha claridad que el actor, a diferencia de otros profesionales, es una persona
tal "encuadre" me serviría de protección. En mi fucro interno que resuelve el ingreso ai mundo adulto sin renunciar necesaria-
me impuse una condición. Era la primera a partir de la cual de- mente a ninguna idcntificación ulterior. En esc sentido la elec-
finía mi encuadre de trabzijo: consistía en no atender a ningún ción profesional es distinta, hipotéticamente, de la elección de
adolescente cuyos plantcos tuvieran relación con la psicología y
cualquier otra profesión porque la situación en que se realiza cs
cl teatro que, en ese cntonces, eran un resabio de mis duelas vo-
diferente. En otras actividades en cambio la elaboración de duelos
cacionales personales. La condición (esa protección, csa autoim-
está implícita porque se produccn identificaciones con roles a los
posición) pareda referirse al temor de confundirme con los plan-
que se deberá renunciar.
tcos dei adolescente. Pero puesto que la restricción era tan impe-
En un trabajo clásico sobre la psicôlogía del actor (D. Dide-
riosa, tan exigente, cabría ahora pensar que lo que yo temía
rot, La paradoja clel comediante) se postula explícitamente que:
(confundirme con c1 adolescente) era al mismo tiempo algo de-
scado. Quizá deseaba -eso lo puedo decir ahora- "jugar" " ... se ha dicho que los comediantes no tiencn ningún carácter porque inter-
con los adolescentes que tuvieran ese conflicto que en ese momen- pretándolos todos pierden el que la naturaleza les ha dado y se hacen
falsos, como e! médico, el cirujano y el carnicero, duros. Yo creo que se
to era el mío. Pero i,por qué oeurriría esto? i,Era un intento de ha tomado la causa por el efecto y que sí puede interprctarlos todos por-
solucionar un problema mío? i,Era porque queria ayudarlos? l,Ü que no ticnc ninguno (p. 59) ."
sería más bien porque quería entorpecer su elección? i,Cómo
ayudaba más al adolescente que tenía una duela semejante a la En otra parte de su ensayo Diderot plantea que cl mejor actor
mía, asistiéndolo o no? , es e1 que tiene menos identidad como tal, que e\ no tenerla lc
La hipótesis primera sobre esta cuestión es que la elección l permite identificarse y, por lo tanto, ser buen actor. Véase por
que realiza un adolescente reactualiza en el orientador sus pro- ejemplo el siguiente diálogo (p. 53):
pias elecciones ocupacionales y sus duelos personales ligados con "Segundo: De acuerdo con lo que ustcd dice, el gran actor cs todo
las mismas. o nada.
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i 76 . ' 177
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11
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[,' ili:
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!Disociación
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instrumental iY
Primero: Quizá por no ser nada es todo, puesto que así su forma
particular no contraría nunca las formas ajenas que licne que adoptar."
111 i~ Para lograr el carácter instrumental de la disociación los ps1co-
Podría concluirse, erróneamente, que con cl psicólogo ocu- " logos estamos acostumbrados a decir que el encuadre nos ayuda,
Ir,, rre algo similar. i,No se dice acaso que un buen psicólogo que f'pues nos permite a la vez "metemos" y "salir" dei otro.
11'1 se dedica a tareas clínicas debe identificarsc necesariamente con
111 , Muchas veces el encuadre asume en este sentido cl carácter
!'' cl otro? de un salvavidas. Martha Berlín (5) , en una síntesis sobre el tema,
Si bien esto es cierto, no lo es menos que sin tomar la dis- formula expresamente esta analogía:
11
,\ i
tancia adecuada ("la forhla") tampoco se puede operar de ·un.
;'t '•1,1 "EI cncuadre, límitc de la identidad y posibilidad de accton de cada uno,
'1:
modo psicológicamente adecuado. Esto es lo que se designa ha-
bitualmente con el término "disociación instrumental". será el (mico instrumento que nos permitirá observar, pensar y operar
&· libremente, asumiendo el máximo de efectividad profesional y el mínimo
Bleger (6) dice que hablará de: de confusión o idcntificación con la situación problemática. EI encuadre
" ... disociación instrumental porque debc ser una disociación porosa en cl es algo así como el salvavidas que nos permitirá flotar dentro de las
Wi situaciones estereotipadas, confusas o enfermas y que nos permitirá man-
1
sentido de que el sujeto puede entrar y salir, observar y dejar de obser-
var, concctarsc y desconectarsc. Si cl entrevistador no trabaja disociadu tener la cabeza (capacidad de pensar) fuera de la confusión que hemos
l,ii
li sido llamados a solucionar como técnicos, aunque el cuerpo está incluido
puede ocurrir que quede demasiado absorbido por el entrevistado. Es ese
f,t cn el campo total."
·Ili' tipo de gente buena que se identifica demasiado, cs dema ..;iado participante.
I'' Se ven en una relaeión de encierro claustrofóbico con respecto ai entre- Para mí el encuadre es un conjunto de regias de juego. El
li: vistado, se meten demasiado, nc pueden manejar donde se han metido y
después no se pueden separar. EI oiro cs un entrevistador que cn lugar , ' encuadre es algo arbitraria, fictício, artificial. Conviene hablar
'I 1
·, 1
de identificarse queda observado: es el sujeto que escucha, anota, pero que
1', . de él como una láctica en el sentido general de "arte de poner
li está frío, se queda en una descripción muy somera y exterior de actitttdcs. : orden en las cosas".
1)11 i Ili 1
cambios de movimientos externos y posturales, pero no p'..lcde pasar de eso." · Existe en todo buen entrevistador un arte de "poner orden"
1 En otro contexto Rogers (20) sugiere que para comprende1 :f en el proceso 'de la entrevista. Hay, además, un arte en e1 entrevis-
ij' la conducta del otro es imprescindible la identificación. Se trataría . tador, el de poner un "desorden" personal en aquélla. Y dei inter-
' . juego de ambas partes surgirá eventualmente claridad sobre el par-
de poder asumir el "Cuadro de referencias interno del otro". El
entrevistador expresaría para sí lo siguiente: qué, el para qué, y el cómo de la conducta del entrevistado.
, i: 11:I 1
;li li " ... para auxiliado a usted iÔ me dejaré de lado (el yo de la intcracción or- La resolución de una situación confusa o conflictiva siem-
1

RI dinaria) y entraré en su mundo de percepción tan completamente como

1, , pre implicará confrontar el dato emergente, la conducta, con el


pueda, me convertiré en cierto sentido en otro Yo de ustcd, Un "alter ego .. 1 , interjuego dei encuadre del psicólogo (su táctica) y las tácticas
de sus actitudes y sentimientos, una oporlunidad segura para que ust;:d se dei entrevistado. Estas últimas siempte son actuales pero a la vez
discierna a sí mismo más claramente, se experimente más verdadera y
:1 condensan y expresan su historia pasada y sus posibilidades pro-
profundamente, elija de un modo más significativo."
; ~/> yectadas en el futuro. Son hipóteticamente la manifestación de
" Por supuesto, esta conccpc1on sobre la psicología dei actor cs objeto
I• · su estructura de personalidad. Si se subraya la importancia de
de múltiples críticas. Lo que afinno no es que la identidad dei actor no 11 mantener fijo el encuadre, es decir las regias dei iuego manifiestas,
exista sino que, en su consolidación, los duelos· por olras identidades pro- ,, es porque son un requisito indispensable para poner en evidencia
fesionales no tienen el carácter imperativo que ticnen para un abogado, las regias dei juego latentes dei entrevistado, esto es: su estructura
un músico o un corredor de autos. de personalidad.
De hecho, su identidad profesional no sólo no le obliga a renunciar
a ser otra cosa, sino que te impone que como actor, pueda ser corredor de Bleger, en Psicoanálisis dei encuadre psicoanalítico, entiende
autos, abogado o m(1sico, si la obra se lo exige (Para un análisis del tema que el encuadre funciona desde la perspectiva del paciente como
sugiero leer un artículo de Achard Arosa (3), y dentro de esta línea la un meta-Yo (las conductas "se dan en un contexto de supuestos
obra lan sugerente Kean, de Jean P. Sartre).
178 179

/
que ignorábamos o que dábamos por inexistentes o invariables; analizado ,ufidentemei cl eneuodre tompornl más adocuado a
pero ahora sabemos que la comunicación incluye una metacomu- ese campo. Ahí se está identificando con un encuadre que no es el
nicación, la ciencia una metacicncia, la teoría una metateoría, el ,... propio. La identificación reemplaza y sustituye la verdadera
lenguajc un mctalcnguajc, la lógica una metalógica, ctcétera", '
identidad) .
p. 239). Tal como lo venimos examinando, el encuadre asume una
EI cncuadrc cs algo sordo, algo implícito, de lo cual sin em-
lii función defensiva con todo lo que el término implica: protección
bargo depende lo explícito. Bleger entiende, creo que con justicia, y al mismo tiempo riesgo de estereotipia y empobrccimiento.
que cl encuadre constituye una perfecta compulsión de repetición. '' También es cierto que el psicólogo puede expresar en su
En realidad -dice este autor- "hay dos encuadres, uno el 1 ' encuadre sus aspectos más maduros. Son aquellos que le permiti-
que propone y sostiene el psicoanalista aceptado conscientemente rán reflexionar sobre la díada proyccción-introyección en el cam-
por el paciente, y otro, el del "mundo fantasma, el que en él pro- po de la entrevista.
yecta cl paciente" (p. 242). EI encuadre scría el meta-Yo dei pa- La segunda hipótesis de este trabajo es que el encuadre no
ciente (los supuestos no manifiestos que ayudan a entender su Yo es sólo el depositaria dei meta-Yo del entrevistado sino también
manifiesto); su análisis esclarece en el cncuadre dcl psicoanalista dei meta-Yo del psicólogo. En un sentido positivo o más favorable
la depositación de los aspectos psicóticos de la personalidad dei será la depositación de sus aspectos más maduros y esclarecidos
paciente. lo que le permitirá reflexionar a partir de una buena disociación
Considero que cl encuadre debc ser considerado no sólo como instrumental. En un sentido más regresivo o des/avorable el en-
el meta-Yo dei paciente, del consultante, sino también cl meta-Yo cuadre se convertirá en algo disociado (o meior, clivado) de la per-
dei psicólogo. sonalidad dei psicólogo. No será un meta-Yo sino un no-Yo.
El cncuadre pucde convertirse en una adicción -aíi.ade Blc- Para comprender rnejor todo esto convendría recordar la mo-
ger- si no cs analizado sistemáticamente. "Puede transformarse
1 dalidad clínica de trabajo que he sugerido en este libro: en síntesis,
en una organización estabilizada, en la base de la organización de la modalidad cs clínica porque implica la articulación operativa
la personalidad y el sujeto obtiene un Yo adaptado en función ;· entre estrategia, táctica, técnica e ideología.
1
de un modelamiento externo a las instituciones." Es cl paciente ' Una estrategia es clínica, como lo formula Ulloa, cuando su-
que se porta bien, que cumple, pero que siemprc excluye aspectos pone una síntesis entre ver, pensar y actuar.
de su conducta, de su vida, dei campo terapéutico y que a veces
,; Por táctica entiendo el encuadre coo que se trabaja y por
una quiebra en el encuadre hacen aparecer de un modo manificsto.
l, tknfca los instrumentos utilizados, cuya privilegiad,i es la en-
Lo que me interesa destacar en lo que hace al tema de este
J: trev1sta.
trabajo cs que: a) el encuadre del psicólogo cs expresión de su
meta-Yo; b) para el psicólogo también puedc convertirse en una ', Esta modalidad cs operativa sólo si la identidad dcl psicólogo
adicción y si no es esclarecido sistemáticamente, y c) muchas veces , que se dedica a orientación vocacional está estáblecida. Si fa
1 emplear un encuadre no esclarecido implica reemplazar su identi- identidad no se halla conformada surgirán <lificultades cn la instru·
1!1!
'ili
dad por su identificación con un "profesional adaptado"; el psi-
,. mentalización de la estrategia, de la táctica y de la técnica que
·· examinaremos más adelante.
cólogo exprcsa la necesidad de defender su identidad, defendiendo
el encuadre; identificándose como psicólogo sólo a partir de una En la medida en que el orientador vocacional es un profo-
identificación con un encuadrc de trabajo. Reemplaza en ese caso
1.· sional adulto que entrevista a un adolescente, es dcpositario de
una identidad profesional aíi.orada por una seudoidentidad profe- ; múltiples personajes, de múltiples objetos internos del adolescente
sional (es, por ejemplo, el caso dei psicólogo que comienza a tra- • ligados con fantasías acerca de làs carreras superiores. Pero tam-
bajar en un campo y realiza entrevistas de .50 minutos sin habcr . bién ocurre lo mismo con e\ entrevistador respcctd dei entrevistado,
180

t 181
.
lo que ·se ha do exanúna, ,;stomáü,Jen ténnU,o, do Toda olocción sup~ una renuncio, ai dogfr se dcja, se a ban-
transferencia y contraidentificación proyectiva. dona, se suplanta, y ésto puede incluir la fantasia de que se ha
?
: ~1 i La depositación de las· propias experiencias (objetos internos

~ infringido un dano sobre los objetos internos ligados con las carre-
Y fantasias) que el profesional realiza sobre el adolescente depen- ras desechadas. .
<lerá del modo en que asuma su rol, o sea _de su identidad ocupa- Sugiero que el orientador vocacional intenta reparar esos ob1e-
cional. Podemos suponer que existen modos maduros y modos in. tos danados en la fantasia, ai ayudar a un adolescente a elegir.
maduros de percibir y asumir la identidad ocupacional. Si el rol Operará "bien" si su reparación es depresiva y "mal" si se trata de
cs asumido de un modo maduro podemos suponer que su actividad una seudorreparación (maníaca, compulsiva, melancólica, etcétiera).
será auténticamente reparatoria. La calidad de la reparación puede Un ejemplo de seudorreparación es la compulsi6n de c:urar
·~: ser considerada entonccs como un índice de la madurez o dei que en el caso de la orientación vocacional se expresa ai de:svir-
' grado de madurez de la identidad ocupacional dei psicólogo. tuar el encuadre y convertir la situación psicoprofiláctica en una
i/Hl'I situación terapéutica. La fantasia es: "si lo ayudo a elegir, lo curo
El psicólogo y la reparación y nunca volverá a tener problemas".
La auténtica reparación que supone siempre conductas s ubli-
Vera Campo (11), en un trabajo sobre el tema, se ve en la necesi- matorias requiere claridad en cuanto al rol profesional y, recípro-
dad de aclarar que, aunque muchas veces la reparación esté aso- camente, fa auténtica reparación contribuye a definir progresiva-
ciada a lo terapéutico, en reali<lad aparece en cualquier esfera de mente la identidad ocupacional del ejecutor dei rol.
trabajo profesional: Lo expresado hasta aquí se apoya en el supuesto de que toda
profesión nos revela intentos reparatorios dei profesional y que
"La reparación no cs privativa de ninguna especialidad. Cada ser humano
puede reparar en su tarea en la medida en que se balia interiormente toda elección de carrera implica la definición de ,un "con qué" (los
i11tegrado. La diferencia entre unos y otros estriba en los caminos y medios representantes eJ,Cternos del objeto interno cuya reparación se pro-
empleados para lograrlo y en el grado de destrucción de sus propios obje- cura) y un "cómo" (los instrumentos conceptuales y técnicos para
10s internos." (La bastardilla es nuestra.)
realizarlos).
Agrega adcmás que "la reparación no puede ser juzgada por Las vicisitudes en la elección de la carrcra expresan las v1c1-
los resultados dei trabajo ya que en el fondo la reparación comien- situdes en la elección dei depositario externo y las mancras de ela-
za y termina con cl objeto interno cuyo representante es el objeto borar el duelo por lo que se deja de lado.
externo". Si lo examinamos atenta y profundamente veremos Cuando se elige dedicarse a la orientación vocacional se eligc
que en oricntación vocacional el adolescente es el representante ex- como depositario externo a los adolesc~ntes, y ellos, dado el mo-
terno de obietos internos dei psicólogo cuya reparación es inten- mento evolutivo de "moratoria psicosocial" (E. Erikson) que atra-
tada por éste . viesan, son depositarios que están "entre paréntesis" en cuan to al
Mi hipótesis se aclarará si digo que los fundamentos de un rol ocupacional. Es decir que pueden llegar a ser cualquier cosa,
,111 vínculo progresivÓ (sano) versus un vínculo regresivo (enfermo) que pueden elegir cualquier actividad, y que para ellos por el mo-
11! mento, nada es definitivo.
!
entre psicólogo y adolescente dependerá dei monto dei dano que
cl psicólogo sicnte haber producido sobre sus objetos internos en La tarea es vivida de un modo exitoso cuando funciona como
J 11
términos de identificaciones ocupacionale_s abandonadas al elegir un interiuego. Cuando pienso en interjuego estoy pensando en la
ili' su propia profesión, así como de la modalidad maníaca o depre- entrevista como una situación de investigación conjunta en la que
:11
siva con que intente la reparación. Esto afectará sus relaciones el entrevistador intenta comprender y poner a prueba sus com-
concretas con ese representante externo que es el adolescente prensiones acerca del adolescente y la forma de elegir su futuro,
'J!!i[I, . que. elige. así como definir su identidad vocacional accediendo a roles ocu-
1
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pacionalcs adultos. Pero, al mismo tiempo, es una situación de
investigación o de puesta a prueba por parte del adolescente, quien

\
orientador vocacional que \se reactualizan ai enfrentarse con es1.:
cspejo actual de sus problemas pasados.
,I•
'I examina y confronta con un experto sus fantasías, ansiedades, te-
111:, mores, etcétera, comprometidos en la elección.
1 Los "ataques" a la identidad profesional
Un proceso de orientación vocacional es una oportunidad de
''juego" para el adolescente. l:.ste obtiene beneficios de las entre-
Estos ataques están ligados a la intolerancia y a la ambigüedad
vistas porque sobre todo, aunque no exclusivamente, puede con-
del adolescente. Pero si la ambigüedad que exhibe el adolescente
frontar distintas identificaciones profesionales que han tenido lu-
frente ai futuro le resulta intolerable al psicólogo, éste "absorbe",
gar en su fantasía, y decantar de un modo discriminado su iden-
se ídentifica y actúa lo depositado cn él por cl adolescente, y esto
tidad ocupacional futura.
lo mueve a reactualizar su propia ambigüedad cuando eligió ca-
Así como cuando chico jugaba a que era e1 dentista, la maes- rrera y especialidad en el pasado. En definitiva están actuando dos
tra, cl papá y de ese modo en medio de ese interjuego de actores sentimientos opuestos que el psicólogo experimentá en ese mo-
y rcactores iba aprcndiendo quién era él, en la entrevista de orien- mento: la díada impotencia-omnipotencia.
tación vocacional aprenderá a discriminar quién quiere ser y qué En este contexto el test aparece a veces como un recurso
quiere hacer, si logra aprovechar la oportunidad de jugar ai "Yo mágico: idealizado, cargado de fantasía omnipotente, tabla de
quisiera hacer" - "Yo quisiera ser" que el psicólogo le ofrece con salvación del psicólogo ante la irrupción de su duda y su incer-
su actitud permisiva. tidumbre.
La actilud permisiva ele aceptación o disponibilidad es dife- / Otrás veces e1 test funciona de modo protector como un
rente de lo que a menudo se entiende como simpatía o apoyo. e.sto, !' "distanciador"; en este caso el psicólogo dice: "Yo quiero tomar
criticablc como técnica terapéutica, expresa en e1 caso específico una batería de tests, para estar seguro de ser objetivo" (es de-
de la orientación vocacional la tentación dei orientador de esti- cir, de no confW1dirme).
mular en el adolescente una scudoseguridad de la que básicamente Como contrapartida pienso que también cuando se niega la
carece; si bien el apoyo tiene aspectos positivos puesto que reduce eficacia real de un test está implicada esta situación. Al decir
la angustia y aumenta la seguridad manifiesta, implica el grave t "ningún test sirve para nada", se expresa e1 desprecio y el · re-,
riesgo de brindar una oportunidad de huida o de estereotipia, por- sentimiento por la propia impotencia en e1 intento de compren-
que incita ai adolescente a renunciar a su independencia y le abre der lo que está confuso.
las puertas para no asumir aquello de lo que no se puede pres- Otros ataques a la identidad profesional derivan de la temá-
cindir cuando se trata de elegir el futuro: el ejercicio de la auto- tica adolescente planteada en las entrevistas en términos de "éxi-
nomía. to-fracaso". Las dudas del psicólogo pueden deberse a su con-
El apoyo tienc una connotación complementaria por parte cepción ideológica. Por ejemplo, un entrevistador puede vivir
del entrevistador. Brammer y Shostrom (8) expresan que a toda como un ataque a su ideología que un adolescente diga que
actitud de apoyo lc subyace "una actitud de hostilidad" porque para él "lo único importante en la vida es casarse, tener una
':!ili' implica rcconocer que el otro es un incapaz, un impotente, un ig- casa, auto y mucha plata". Toda elección, en definitiva, se apo-
norante, a quien hay que imponerle nuestras propias decisiones y ya en supuestos implícitos sobre la felicidad humana y sobre las
nucstra manera de pensar (p. 293) . concepciones que se tienen en cada sociedad acerca de lo que
En cambio, ai ubicarse en una actitud disponible, el psicó- debe entenderse por éxito. Es por lo tanto un problema de ideo-
logo expone su identidad profesional a diversos "ataques", deri- logías.
vados de varios motivos, y ligados en general a la situación ado- ,.Pero también este impacto requiere un nível de análisis
lescente dei consultante, por ende, a los aspectos adolescentes dei psicológico. He observado, al realizar supervisiones dei trabajo
184 185

,.1
1

<le colegas, que a veces la temática dei éxito y fracaso era csca.
/
moteada, mal encarada o desvalorizada. porque rcavivaba la

\
mente. En una reunión alguien propone conversar sobre lo que
Jes ocurre a ellos y la sugerencia es rechazada de plano. Deciden
':il experiencia propia frente a un acceso difícil ,11 terreno profc. fijar tareas y no pensar en cómo las realizan.
sional. Un miembro dice: "Propongo que si no vamos a ver lo
Otras veces, el miedo <lei adolescente a su frustración como que pasa, empecemos a hablar de orientación vocacional".
profesional no tiene tanto que . ver con las dificultades econó-
Se hace referencia entonces a una base teórica que habían
micas del psicólogo novel como con su frustración en otros dos
escrito y que se habían olvidado de traer. Comienzan a hablar
planos: primero, porque vive su curiosidad científica poniéndola
1
como si estuvieran en una clase, dan definiciones (por ejemplo,
ai servido dei sadismo, esto es, no para reparar sino para des-
"Orientación vocacional es el proceso por el cual una persona
l11 truir, danando cn su fantasía, por meterse en la vida dei' ado-
,! 1
esclarece su imagen vocacional para ubicarse en el mundo dei
il·
lescente; segundo, porque a veces necesita realizar reparaciorv:s
111,
trabajo") . De acuerdo con el tono dado a la reunión, siguen
,i1, l i compulsivas, se impone a sí mismo brindarle ai adolescente "co-
1
hablando de las relaciones entre aprendizaje y esclarecimiento,
1, sas maravillosas", soluciones perfectas y sicnte ai mismo tiempo
1 se discute sobre el proceso técnico y si siempre es necesaria
que no "le encuentra" esa carrera ideal que mágicamente le da-
o no la intervención de un psicólogo en el proceso de elección
ría la felicidad perfecta, el éxito, etcétera.
de carrera. Luego se habla del problema del adolescente en
Una tereera forma de ataque a la identidad profesional
'· i\li1 nuestra sociedad y en otras, lo que poco a poco los aleja de
se halla referida a lo económico. La "culpa por cobrar" (tam-
la tarea. El tono enfático del comienzo da paso progresivamente
bién la "manía por cobrar"), las dudas acerca de cómo fijar
a uno de derrota e impotencia.
los honorarios, etc., pueden ser una manifestación dei déficit
cn cuanto a la identidad profesional dei psicólogo. Sieinpre ob- En ese lapso experimento contratransfcrcncialmente muy po-
servé que estas dudas estaban ligadas con una desvalorización cas ganas de "enseiiarles", muy pocas ganas de interpretarles lo
de la tarea, y con las vicisitudes acerca de la asunción de un rol que ocurre e incluso malestar por estar con ellos. La reunión
profesional adulto, lo que implica vivir de su capacidad y sus t es pesada y molesta y tengo la sensación de que lo que me molesta
conocimientos como único capital. cs que "repiten como loros cosas que yo había dicho en otras
oportunidades, que habían lcído pero que no eran de ellos".
Seíialo entonces el modo en que se conducen, como si fue-
Un grupo de orie11tació1z pro/esional ran alumnos que estudian de memoria y repiten la lección ante
un profcsor que debe aprobar o desaprobar. Alguien contesta:
Para ejemplificar las vicisitudes en la asunc10n dei rol profe- "Yo me siento muy trabada y pensé por qué Rodolfo no nos
sional adulto, veamos ejemplos de un grupo de cuatro psicólogos
recién recibidos que querían establecer un instituto psicopeda-

' ayuda"; otros dicen:. "Siento muchá bronca. estoy muy desi-
lusionada, esto va decayendo y yo no hago nada para defcnder-
gógico. lo"; "Nos podemos decir buenas noches, y nos vamos todos a ca-
Fui consultado para brindar asesoramiento a un grupo de sa; ;,por qué no podemos reconocer todo lo que hemos hecho?
colegas. Este se encuadró según la técnica de grupos operativos. (enumera lo realizado y agrega): Se va todo a la miércoles".
EI grupo estaba integrado por tres psicólogas (a una de ellas le La reunión sigue en este tono de lamentación: "Esperamos
faltaba rendir una materia para obtener su licenciatura) y un todo de afuera como si aquí dentro no hubiera nada, a lo mejor
psicólogo. esta nos lleva a un fracaso. Es sentir qué jodido es promoverse
Los ejemplos corresponden a un momento de crisis en la como psicólogo. Cuando te recibís no sabés quê hacer o sentís
vida dei grupo. La crisis se manifestaba en dificultades para que tenés que pelear". Otro agrega: "Y tenés que competir
reunirse, planificar o realizar io que habían planificado previa- profesionalmente"; "Y sobre todo tenés que salir a la calle"
186 187
l
1
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'íl:i
11 Se callan súbitamente y miran a un miembro que está con 1.i ~pdiantes. En cl grupo trataban de ser "buenos alumnos" y evi-
1 ili cara terriblemente tensa, le preguntan qué le pasa y ella con- tar la tarea profesional porque temían ser malos profesionales.
11
,1
testa: "Algo que sé; pero que tengo la consigna de no decir". El vínculo no esclarecido con el rol profesional les impedía apren-
El "gran secreto" que obstaculizaba la tarca y que opcr,iba der y frustraba de un modo circular su ingreso ai mundo profe-
como un boicoteador interno dei grupo no fuc revelado h,1sta ,. sional. La competencia de que hablaban como algo maio, censu-
~ la última reunión. Consistía cn que, en csa época, yo me reuni rable, tabú, connotaba también el hecho de "ser competente",
con un grupo de colegas para organizar un instituto que cn parte en el sentido positivo de "saber", y ser "com-potente" en el sen-
abarcaría las mismas tarcas que cl instituto que ellos estaban i tido de crear juntos.
formando. Guardar el secreto tenía las cualidades de un típico La competencia, como rótulo, aludía no sólo a lo econó-
acting. mico, sino también a la competencia científica y profesional, que
Lo que esta pcrsona sentía -pero que hay que exami- eI grupo no toleraba examinar. Preferían actuar como si no su-
narlo como emergente dei grupo-- era que yo traicionaba ai pieran nada (impotencia profesional) antes que percibir que
grupo haciendo algo secreto, prohibido y maio contra cllos. La no sabían todo.
competencia de que hablaban, que aparecía "siemprc que al- En la reunión siguiente se observaba un progreso mayor.
guien se recibe", aludía a la competcncia hostil conmigo y cl Alguien dice, por ejemplo, que "la tarea primordial es definimos
"Rodolfo, qué pasa con -Rodolfo que no hace nada" era cn en cuanto a lo que podemos hacer", a lo que otro agrega: "Sí,
realidad "i,qué pasa eon Rodolfo que sabe tantas cosas y no nos pero es que todavía no estamos formados", y se comenta que
quiere enseõar nada de lo que sabe y que hace por otro lado J.. "hasta en donde nos reunimos tenemos una mamá que nos da
con otros psicólogos?" café y galletitas".
Comprendí todo esto mucho más tarde. En ese momento La dificultad en el acceso a la identidad profesional se
trataba de entender qué era lo que ocurría y por qué todas observa en varias conductas dei grupo; por ejemplo, la sede: el
mis interpretacioncs (mi manera de "darle cosas" ai grupo) lugar donde deciden trabajar está "lejos de Buenos Aires" (o
fracasaban. EI grupo atacaba y desvalorizaba todo lo que yo sea Iejos de donde habían estudiado) y es la casa de uno de los
dccía y denigraba explícitamente la ayuda que la psicología po- miembros dei grupo (la que todavía no se ha recibido). EI
día brindarles frente a una situación como la que ellos cnfrcn- 1 lugar elegido era una verdadera "solución de compromiso".
taban. Las dificultades para despegarse de la facultad y las con-
Recién al finalizar la reunión el grupo comprcndió la si- ductas de compromiso suscitadas por aquéllas se observan tam-
tuación y le sorprendió que "siendo psicólogos atacaran de tal bién en la imposibilidad de establccer contactos "afuera" (con-
modo a la psicología". EI vínculo envidioso cabalgaba sobre un tratos de trabajo). Por ejemplo, iban a escuelas, ofrecían tra-
fuerte resentimiento contra Ia carrera, que no había satisfecho
bajo, Ies decían que había posibilidades de aceptarlos y no vol-
las fantasías omnipotentes depositadas en ella cuando iniciaron
sus estudios. vían nunca más.
En reuniones ulteriores se ve con claridad que no pueden
Hoy estoy convencido de que cualquier estudiante de cual-
quier carrera, al iniciar sus estudios, y por más eficaz qu~ formalizar contratos con lugares de trabajo porque todavía no
haya sido su orientación vocacional, experimenta fantasías om- han establecido nínguno entre los cuatro; pero sobre todo porque
'l nipotentes ligadas a la facultad, la vida de cstudiante, los pro- el contrato implicaría la asunción definitiva de un rol profe-
\li fesores, Ia profesión, etcétera. sional.
Estas personas, que estaban comenzando a trabajar profe- Es decir que, en otro plano -âmbito psicosocial-, el con-
siona]mente, no querían (no podían) abandonar su vida de es- trato que no pueden hacer entre ellos cuatro revela la dificultad
'"' 189
188
• 1
...
...
de hacer un contrato interno entre sus aspectos de estudiantes Rccién cn la rcumon siguicnte pueden hablar de la, historia
y sus aspectos de profesionales. de cl los cuat ro; alguien ex presa: "Mi historia es ésta: J., A. y
En la reunión siguiente a la comentada se reproduce casi R. empczaron la idea. En determinado mõmcnto me incluí y
textualmente un proceso de orientación vocacional con adoles- me excluí. Yo podía entrar, pero no fui a ninguna reunión".
~
centes. Por ejemplo, alguien comenta: "Cuando empezamos a ''i. Y cómo fue mi inclusión? Bueno, cuando empezamos a
trabajar con un papel y un lápiz definimos todo lo que nos formar e6C otro instituto le comenté sobre orientación vocacional.
gustaba a cada uno, y ahí nos agarramos a patadas". No era una proposición concreta, porque era para algo futuro.
"No, yo fui y no me agarré a patadas con nadie" (Se ríen, Estábamos dcjando la facultad y queríamos salvaguardar la fa-
i''I ;I hacen bromas, hay realmente un clima de juego). eultad Lhabían sido compafieros de estudio] ".
,1!,!m11
'\•.Por qué no hacer tal cosa?", decía uno, y otro agregaba: "Entonees una persona (la que guardaba el secreto) objeta:
111\il! "i,Por qué no trabajar también con nifíos? Queríamos hacer de. "No. Yo no había dejado la facultad y no Íleeesitaba otra cosa.
todo. Lo dejamos porque cada uno hacía de todo. Todos sa- l Además el hospital [donde también habían trabajado juntos!
11!111 bíamos hacer de todo cuando hacíamos esas listas de posibili- no lo sentía como algo muy grande que había perdido [todos
1:i dades. Por lo menos en los papeles. Poco a poco empezamos a los demás habian renunciado a ese hospital por la época en
i. definir qué es lo que queremos". que empezaron a rcunirse para crear el instituto]. En ese mer
Tras una pausa, con tono depresivo, alguien pregunta ai meato se cstaba discutiendo simultáncamente la huida dei hos-
grupo: "i,Pero qué es realmente lo que queremos?" pital y la forÍnación dei instituto".
Se produce un silencio. Alguien tienta: "Bueno, lo que te- A esta altura ya se vc claramente que el instituto aparece
nemos que ver es qué nos ofrece el Instituto de acuerdo con como un objeto que reemplaza eon urgencia a la institución fa-
nuestra perspectiva vocacional. Yo iba a tomar psicoterapia. cultad y a la institución hospital; abandonarias había naturalmente
pero no me gusta, a mí me interesa la tarea educativa". Alguien suscitado la aparieión de intensas ansiedades.
le observa: "Tenés que fijarte de qué manera el Instituto te da En situaciones de esta naturaleza la observación clínica re-
para hacer una tarea educativa". vela alteraciones de Ia conducta de diversa magnitud que en
"Bueno, yo lo que quiero es hacer asesoramiento a escuelas. términos de identidad se expresan como pérdida momentánea
que es lo que más me interesa, yo quiero hacer investigación de claridad en cuanto a los límites del sei/. Según la tesis de
a nivel escolar. Ouiero ver los intereses y motivaciones de los Elliot Jacques ( 17) podemos suponer que lo que se pierde con
chicos, para lwcer una planif icaciór, educativa. (La bastardilla la institución, desde cl punto de vista dinámico, son aquellas
es nuestra.) defensas que la institución protegía contra las ansiedades tem-
Este diálogo acontece cn una reunión realizada después de pranas. La mgencia por crear un instituto propio se torna así
otras en las que yo traté de demostrarles que hasta tanto no más comprensible.
pudiesen examinar sus motivaciones e ir.tereses, no les sería per "Nos faltaba el lugar y pmpusimos tu casa" dice alguien.
'
i 1
sible planificar el trabajo. "Sí, ahora me doy cuenta de que eso era un despelote bárbaro,
Í,11!
,1 Más tarde, en la misma reunión, alguien agrega: "A mí porque yo no sabía qué pasaba con mi casa. Yo Ia proporiía,
i"'
·1
me interesa trabajar eon grupos. Yo quiero hacer psicoprofi- pero 'me hacía encima'. Yo la proponía, pero con reticencia."
ili! laxis con adolescentes. Yo quiero ayudarlos a incorporarse ai EI continente geográfico dei grupo era muy difícil y, además,
mundo adulto. Yo quiero esclarecerlos. Yo quiero hacer orien- mestablc, porque siendo una casa de familia ni siquiera sabían
tación vocacional. Individual y en grupo". Todos empiezan a cuánto ticmpo cstaría disponiblc. "Por casualidad" la casa era
hablar de la orientación vocacional de un modo idealizado. justamente de la persona que todavia no se había recibido. Sim-
190 llJI
!
f' 1 ' Pj
hólicamente esta conducta implicaba haccr un instituto privatlu poncrlo ai servido de la claboración de un proyecto para cl
dentro de la facultad. futuro.
1
Cuando todo csto se esclarece puedcn hablar de la historia
,i/ji dei grupo. "Bueno, sí, tenemos una historia, ;.por qué negarlo?" /,rgreso y egreso de la U11iJ1ersidad
11 J-
f: Y comicnzan a contar con mucho afecto la historia de la relación
'1 El paralelo entre la dinâmica del grupo y la conducta dei ado-
1· entre ellos. AI rato, alguien me dice: "Es la primera vez que
lescente en proccso de orientación vocacional cs tan nítido que
te siento afectivamentc metido; no sé a dónde va a ir todo csto,
puedc aceptarse la idea de que el cgreso de la univcrsidad y la
pero esto cs mejor, lo digo porque me cs difícil trabajar coo
clección de especialización constituyen un momento por lo menos
alguien a quicn no siento afectivamente".
tan crítico como cl ingreso a la univcrsidad y que requiere un
1~ Aunque refiriéndose a mí explícitamente, alude ai gnipo, -análisis sistemático referido a la psicoprofilaxis en cuanto ai
que por primera vez cn rcalidad se hace cargo de sus intereses desempeno dei rol profesional.
y motivaciones para crcar algo entre todos slis miembros. Cuando el profesional es un psicólogo y decide dedicarse
La misma pcrsona sigue: "Adcmás, te veo a vos, Rodolfo. a la orientación vocacional vc reeditado su propio conflicto de
i/'/ hablando a R., como una persona, como si ella fuera una per- clccción en cada adolescente que consulta, lo cual podrá o no
'd sona. Es difícil trabajar no sabiendo con quién estoy. Por cso ser instrumentalizado con fines clínicos, según cl grado de com-
1 cs que estoy con una parte adentro y con otra parte afuera dei promiso inconsciente o la adecuada distancia (disociación ins-
l:liii instituto". En ese momento alguien comenta: "Se me ocurre trumental) de su momento recientc de abandono dei rol de estu-
algo que es como un broche: ai entrar cita me dijo que posiblc- diantc y, desde el punto de vista dinámico, de la forma como
mente había un cliente de orientación vocacional. enfrente e! duelo por este aspecto fundamental dei sei/ que son
La reacción de los demás fuc de mucho temor. Quien trac las fantasias omnipotentes referidas a la facultad.
la noticia deja de sonreír y agrega: "Pensé que estaba listo, pero Es dccir que la cvocación de los conflictos frente ai ingrcso
todavía no". Otro: "Pero vos decís como broche. Yo lo senti ai mundo adulto ocurre sicmpre cn cl orientador pero que la
como una medicina, como un remedio: 'el caso'". En broma al- posibilidad de instrumentalizar eficazmente este emergente con-
guien pregunta: ";.Los pacientes curan?". tratransfercncial depende de cómo ha egresado de la universidad
:1! Considero que el solo relato de estos diálogos ilustra la si- y elaborado el ingreso a la especialidad.
militud con la situación de un adolescente que elige carrera. En El consultante es un disparador de la situación descripta.
cl primer momento la elección se realiza en la fantasía (con el Por eso se lo aguarda ansiosamente como un "salvador" -pues
papel) anotando todas las posibilidades de un modo megalo- 1 confirma el fin del paso de la universidad a la profesión- y
maníaco, teniendo en cuenta sólo los gustos, todos los gustos.
' ai mismo tiempo se lo . teme. Lo que en este grupo, con un
EI instituto es el continente de todas las fantasias reparatorias, cncuadre inadecuado,3 llevó a "alegado".
i'ill! scan cuales fueren en cuanto a su calidad. Et instituto cs para Los ejemplos extraídos del grupo considerado permiten en-
i$t tender cuál es una de las fuentcs más importantes dei "ataque"
, I' estos psicólogos lo que la universidad para un adolescente.
111.
1i1I
EI paso a una reproducción de la historia dei grupo basada
,~
~ii-~ dei adolescente a la identidad profesional dei psicólogo: ella de-
sobre sus gustos e intereses es paulatino -cuando un miembro " Lo que ocurrió luego con ese caso sobre quien "en broma" deposita-
expresa la necesidad de un contacto directo con la realidad (in- ba el rol reparatorio dei grupo sentido corno "enfermo", es scmcjante
a lo que ocurre en general con el primer paciente: un encuadrc mal
terna): "Si tcncmos una historia, ;.por qué negaria?" El relato
de cómo se abandonó la facultad y el hospital y se formó el

• establecido determina el abandono dei proceso. Entiendo que establecer


mal el encuadre indica no sólo inexperiencia profesional, sino y ante todo
1
. la existencia de conflictos ligados con la identidad profesional.
~
( instituto es la manifestación del deseo de recuperar el pasado para i•\:
., 192 193
'1
: i
J
1
: 11:
" riva en igual o mayor grado de la crisis evolutiva que atraviesa A veces este "complot" se debc a cscotomas serios respecto
e[ graduado, que de la crisis evolutiva por la que pasa e[ con- de Ia propia historia vocacional-profesional dei psicólogo.
), sultante.
El duelo por la facultad puede tener características melan-

' Una colega cuyo · trabajo yo supcrvisaba y que había sido


profesora secundaria durante muchos afíos, insistía en los con-
cólicas y en ese caso predominarán los sentimientos de impo- troles que la adolescente a quien atendía -que deseaba ser
tencia. Los slogans que de un modo estereotipado detecté en profesora- estaba realizando una mala clección, a pesar de que
grupos de estudio y supervisiones son: "con este sistema edu- todos los índices sugerían los contrario. La elección de la con-
cacional no se puede hacer absolutamente nada", "hasta que no sultante reactivaba en la profesional un período de su vida sen-
cambie -e! sistema educacional, i,qué sentido tiene la orientación tido como muy' frustrante. Sencillamente no comprendía que
vocacional?" o "la facultad no me dio ningún conocimiento que alguien pudiera ser feliz dedicándose a la docencia.
pueda servirme ahora a mí, frente a este caso". Escotomas como éste producen huecos en cuanto a la "dis-
Cuando predominan defensas de naturaleza maníaca, la ta- ponibilidad". El psicólogo no puede ser en cse caso continente
111 1
rea es sobreidealizada. La fantasia es que ai adolescente todo le de todos los emergentes dei campo clínico, sino que por esos
irá bien, si elige bien.-t ' "huecos" se le escapa lo depositado en él por el adolescente.
1 ,,
La tercera hipótesis de este trabajo es que: En el psicólogo Es como si a un espejo le faltara un trozo; parte de la pro-
la dijicultad de asumir el rol profesional se manifiesta en distin- blemática dei adolescente no puede ser recibida, valorada y de-
tas formas de identificación simbiótica con el adolescente. vuelta para que sea reintroyectada y revalorada por el consul-
Esta relación se expresa a veees bajo una forma que se tante.
podría llamar "de complot". El psicólogo se "une" con el ado- La mala integración de la identidad profcsional y cl conse-
lescente y juntos critican a los padres, critican a los profesorcs, cuente deterioro dei encuadre se manifiesta en cierta "parasi-
critican a la facultad, la universidad ... ,, tosis" a la que el psicólogo somete la elección dei adolescente.
En un caso por lo menos observé que esta conducta ol:-c- El psicólogo lo parasita, por ejemplo, cuando demoi-a innecesa-
decía a un Jeseo dei profesional de diferenciarse -por oposi- riamente la finalización dei proceso. La postergación puede ser
ción- de la facultad, con cuya política estaba en desacuerdo, racionalizada ai expresarse e1 deseo vehemente de que e! proceso
buscando en el adolescente un aliado para resolver su propio "termine perfectamente bien". En tal caso se ve que existe una
conflicto.~ dificuliad pcrsonal para desprendersc.
~ Esto llcga incluso a expresarse cn sent:do institucional. EI Departa- Otra forma de "simbosis" consiste cn actuar inconsciente-
mento de Orientación Vocacional de la UNBA expresaba en un afichc
que "LA CARRERA DEPENDE DE LA LARGADA". Esto es en realidad absoluta- mente, como si e! profesional se ori~ntara ai asistir ai otro en
1/!i. mente falso pues desconoce la incidencia que en el desempeno como cstu- la toma de decisiones.
dianle univers;tario tienen tanto las variablcs institucionales de la misma En otros casos la simbiosis profesional expresa la envidia
universidnd como las de orden socioeconómico, familiar, etcétera. que despierta en e1 profesional la amplia posibilidad de elección
5 Esto no debe tomarse como un argumento a favor de la prescindcncin
i!J:~111 dei adolescente en comparación a la suya, restringida en cierto
valorativa (ideológica) dei psicólogo. Por e! contrario entiendo que quien
se dedica a O. V. debe tencr en claro su marco valorativo, por lo menos modo por una consolidación de su propia identidad profesional.
en lo que atafie ai sistema educativo dei país en que ejerce su profesión. EI adolescente puede estar conflictuado, tener problemas más o
En caso contrario incurrirá en distorsiones profesionales, tanto por esco- menos agudos, pero tiene la posibilidad de elegir cualquier pro-
tomización de las variables ideológicas de su quehacer profesional comei fcsión, en tanto que e1 psicólogo ya ha elegido y por ende re-
por una confusión dt'I límites -indiscriminación- entre praxis profesio·
na! y praxis ideológica. (Por supuesto, el problema no es simple y daria nunciado.
lugar a extensísimas discusiones. Me limito a exponer el problema dada La envidia, que impide la aceptación de la autonomía dei
la intrínseca vinculación entre identidad e ideología.) otro, se expresa a veces cn la patología dei follow up. Se tele-
194 195
''
fonca periódicamente, por ejemplo, al adolescente para prcg ~~-' Hay también circun_stancias. en que s~ ~stablece un vínculu
tarle cómo le va en sus estudios. A veces esto obedece, más un. ;-q,alorizador: c1 profes1onal dcJa de percitb•r las conductas pro-
JtS"
esivas y piensa que el a do1escente " se rtm.ueve en círculos" ai
a cualquier otro motivo, a la dificultad de desprenderse dei a~ue
lescente permitiéndole una vida independiente. En rigor, much~ g\icrar temas o fantasías, cuando en rcalllidlad repite, cada vez
8 un modo distinto, aproximándose a Uilnat claboración de sus
veces está siguiendo los estudios de su ex consultante teléfon ;e
. o
me d1ante. conflictos. ,
Algunas veces c1 vinculo dctcctablc e:s idealizador: "Este
il' Este tipo de fenómenos me ha sugerido una cuarta hipótesis:
1
adolescente es genial, tan maduro, tan P•·er fecto que se desem-
111: , En el orientador vocacional existe la f antasía latente de prose-
penará excelentemente en la carrera que d_l~s.ea clegir ."
guir a través de las elecciones de los adolescentes todos los estu-
En estos casos esa carrcra es depos:.1taria de fantasías dei
dios y carreras que ha debido abandonar ai hacer sus propias
profesional ligadas a proyectos suyos ab~ncdonados y no elabo-
elecciones.
Esta circunstancia puede estar al servicio de la salud, si rados.
El vínculo establccido es en ocasio.-.ies paralizador. En tal
el psicólogo acepta las depositaciones de distintos roles ocupacio- caso el psicólogo por lo general actúa la d@ep,.ositación de Ia figura
!] nales que hace el consultante en el encuadre y si los esclarece.
1 paterna que sobre él realiza el adolesce11.tte . Comienza a operar
1111 :1
, I', En tal caso los "dramatizará" conscientemente y se convertirá como el padre (castrador) que lc "corta las alas". Una manera
en un co-jugador. Podrá, ai asumir las identificaciones, jugarlas de usar el eneuadre para este fin es esta.blecer reencucntros pe-
i~l11 y "con-jugarlas" dentro de sí, y devolverias ai adolescente para riódicamente, una vez finalizado el proce:so,. ("Muy bicn, termi-
que a su vez éste las conjugue. La fantasía en tal sentido es namos aquí, pero una vez por mcs vuélva1m,e a ver.")
i1m1 instrumental.
En el caso contrario, si en la situación de consulta eJ pro-
fesional no es consciente de la implicación de sus pror:os víncu- Jdentidad pro/esional y omnipotencia
los con las carreras "abandonadas" y con la suya aFJmida, hará
fracasar el proceso pues la fantasía que he en•.. nciado en Ia Retomando el problema de la identidad utrge la idea de que para
hipótesis inducirá "actuaciones" que simbioticer1 la relación. poder "jugar" bien (desempeno del rol) cs necesario que el pro-
Los escotomas de que he dado algunos ejemplos, la ruptura fesional esté tranquilo y seguro de su pr·opia identidad; sólo así
i1II se permitirá dejarse invadir por las d~pasitacioncs dcl adoles-
o mal manejo dei encuadrc son los síntomas más frecuentes.
cente, "con-jugarlas" e "inter-jugarlas" (i nterpretarlas).
El "desencuadre" puede atribuirsc a una invasión dei meta-
La seguridad en euanto a la autoi<l en tidad dcl psicólogo se
Yo del adolescente, una irrupción de sus aspectos más inmadu-
expresa simultáneamente en un alto grado de coherencia intema
ros, indiscriminados y confusionalcs; y al mismo tiempo la pér- y un alto grado de ambigüedacl extemoa (disponibilidad). Esta
dida de la capacidad de discriminación por parte dei psicólogo, última permitirá la "absorción" de lo c:3epositado, cn tanto que
cuya causa primordial es la fractura en su identidad profesional. i' la coherencia interna prevcndrá la deso.rganización, la emergen-
Los problemas relativos a la técnica se reflejan a veces en cia de ansiedades confusionales Y la inst::auración de vínculos pa-
la instauración de un vínculo cuasi sado-masoquista en e1 cual tológicos como los citados anteriorment~.
"los silencios" por ejemplo, dejan de ser instrumentalmente efi- Cuando lo que he llamado colzeren-cia interna fracasa, aquc-
caces y se convierten en herramientas agresivas; o las "interpre- llos aspectos del self ligados a la iden tidad profesional pueden
taciones" son empleadas de un modo aplacatorio y no esclare- llegar a convertirse en un baluarte.
cedor, contra Ia confusión interna del adolescente vivida como Este concepto lo debemos a M. Y W. Baranger(4) quienes
intensamente peligrosa. en "La situación analítica como campo dinámico" expresan que
196
t 197
cl paciente que inicia su tratamicnto pone cn juego muchas cosas

.,
1
:..a manifestación o expres1on adutta de Ias primitivas fan-
(tiempo, dinero, expectativas, etc.) que, por más importantes que taSfas omnipotentes pueden estar o no integradas ai resto de la
sean "pueden ser mucho menos importantes que otro aspecto de persona. En el caso en que no lo estén (clivaje de la identidad
la vida personal o de la fantasía que el paciente considera como profesional) configurarán un baluarte. La escisión, rigidez y es-
r su ·baluarte, que por lo general es el refugio inconsciente de tere0tipia permitirão hablar de una característica profesional en
poderosas fantasías de omnipotencia" (p. 32) . lugar de una verdadera identidad profesional.
·i1l
1! :1 EI baluarte, en tanto condensación de fantasías omnipoten- La profesión -incluso por supuesto la de psicólogo-. es
tes, es firmemente defendido, pues exponerlo a una pérdida even- desde cl punto de vista psicológico, uno de los más significativos
tual implica para el paciente el peligro de severa desvalidez,
1 vulnerabilidad y desesperanza. El baluarte puede ser la perver-
sión, Ia ideología, la superioridad intelectual o moral, la profesión,
1 de todos modos seriamente a ella, pues se reserva el poder de influir sobre
etcétera. los dioses, de man.::ra de hacerles actuar conforme a sus deseos.
11 / "En la concepción científica dei mundo no existe ya lugar para la
Entendido como depósito de fantasías omnipotentes, ;.el ba- omnipotencia dei hombre, el cual ha reconocido su pequenez y se ha
luarte siempre indica una patología? Por lo que los autores plan- resignado a la muerte y sometido a todas las demás necesidades naturales.
" tean parece inferirse que la respuesta es afirmativa cuando los En nuestra confianza en el poder de la inteligencia humana, que cuenta
contenidos se hallan clivados dei sei/, no están integrados ai res- ~ ya con leyes de la realidad, hallamos todavía huellas de antigua (e en la
to de la personalidad ni sometidos a la prueba de realidad. En omnipotencia" (pp. 118/9).
La eonvicción en el poder del hombre sobre la naturaleza, al replan-
caso de no producirse un clivaje (circunstancia que los autores tear mediante el conocimiento y Ia acción su sometimiento original a ella,
no examinan) correspondería o bien no hablar de esos aspectos no se asienta necesariamente en una fe ciega (aunque a veces lo hace) en
dei sei/ como "baluarte" o bien entender que las fantasias omni- la razón humana, pero si, por lo menos, en una enorme confianza en su
potentes pueden ser integradas a la pcrson~lidad. Pienso que las capacidad de comprensión, rayana en Ia omnipotencia y que contradice Ia
a menudo pregonada humildad del científico.
'
primitivas fantasías omnipotentes pucden integrarsc (ponerse ai
scrvicio dei Yo) y que eso es lo que ocurre en el caso de una
f
I ,No hay en cualquier técnica mucho de ritual? i,Cuántas jergas pro-
fesionales operan como un límite de la pertenencia de un grupo de
identidad profesional sana. "iniciados"? Ya se ha esbozado una sociologia del eonocimiento científico.
1 'l:'i Aunque aparentemente disparatada (Ia idea de una puesta Tal vez sea necesario empezar a pensar en una psicologia dei conoci-
dei pensamiento mágico, por ejemplo, ai servicio de la adapta- miento científico que esclarezca el significado consciente e inconsciente
'.l.i eión, integración y sentido de la realidad) , la hipótesis que sus- de las conductas de los científicos. Refiriéndose a los psicoanalistas
Abadj(I) sugíere fenómenos mágicos incluidos en la dinámica del endo-
tento no es en principio incompatible con ninguna teoría de la grupo profesional al afirmar, por ejemplo, (p. 410): "Lo bueno y valioso
!i personalidad. Antes bien, algo semejante suponen algunos psi-
coanalistas como Kris y Hartmann (18 ·y 16) ai hablar · de la
creación artística o de la "regresión ai servido dei Yo".

r
1 que el grupo fantasea poseer está ídentificàdo, en toda sociedád secreta,
con la idea dei 'instrumento mágico' (fuego, talismán, droga, conoci-
miento esotérico, facultad de captación extrasensorial, etcétera). El grupo
teme despertar en los excluídos de ese 'bien mágico' la env.idia, la avidez,
Si la identidad profesional es un aspecto dei sei/ -y no la hostilidad y en último término la persecución. Por lo tanto, tiene que
puede ser entendido de otro modo-, expresaría la manifestación protegerse y proteger la 'cosa mágica' dei ataque envidioso cop que el
adulta normal de la omnipotencia infantil.6 'afuera' amenaza arrebatársela. La posesión de c:,e instrumento mila-
groso, además, es vivenciada con intenso sentimiento· de culpabilidad: la
0
Después de haber escrito estas reflexiones encuentro, releyendo a

1 culpa de lo que se ha logrado con malas artes (equivalente en la fantasía,


Freud(l5), el siguiente párrafo: "Si aceptamos la evolución antes des- ai robo dei pene paterno) y la culpa por lo que no se quiere compartir
crita de las concepciones humanas · dei mundo, según la cual la fase con los cómplices (equivale a la traición a los hermanos) ". O más abajo
animista fue sustituida por la religiosa y ésta a su vez por la científica, (p. 411) "una elaboración de la culpa es e1 ejercicio de ciertos rituales
nos será también fácil seguir la evolución de la omnipotencia de las idcas de purificaeión... (un simposio puede .ser, a veces, una forma de ca-
a través de estas fases; en la religiosidad la cede a los dioses, sin renunciar tarsis)". i,También la publicación de su artículo sobre el tema?
198
' 199
·~·
1
l,
'
anclajes de la identidad, y su enorme importancia tal vez derive Se vc claramente cómo cl fichem de información, el sistema de
de lo expuesto hasta aquí. clasificación y cl material impreso dejan de formar parte de un
El ejercicío de la profesión, que siempre implica conductas cncuadre de trabajo y pierden su carácter instrumental para ba-
rcparatorias, estará condicionado por el grado de clivaje de las luartizarsc como depositarios de objetos iilternos idealizados que
fantasías omnipotentes. Lo cual equivale a afirmar que una au- protegen de la desorganización frente a lo "masivo" de la de-
têntica reparación supone una elaboración de la pérdida (acep- manda. Su uso defensivo muestra una "no-yoificación" de un
tada) de la omnipotencia omnirreparatoria. Tal vez las {antasías instrumento operativo. Es evidente que cuando una operación
a ella referidas no desaparezcan nunca pero tal vez cambien de instrumental es escindida dei E.c.R.o. (esquema conceptual, re-
signo, se tornen autónomas de la situación primitiva y animen ícrencial y operativo) ticndc a ritualizarse. Lo que les ocurrió
aquellos procesos a lõs que comúnmente aludimos como "fuerza a las autoras dei trabajo examinado con cl "fichero" le oeurre
de voluntad", "esfuerzo crcador", "espíritu de innovación", "fc
a un número considerablc de psicólogos con la "batcría".
en sí mismo", etcétera. En un segundo momento, dicen las autoras, "nos vincula-
Lo dicho hasta aquí permite entender por qué la profesión mos con la realidad contrafóbicmnente y nos sumergimos en
cs algo tan ardientemente defendido contra los posibles ataques clla" (yendo a ías facultadcs, conversando con personal docente,
externos. profesionales, etc.) " (p. 109) .
Si para defender la profesión el Yo no encuentra otro ca- Tanto en el primer momento ("huida") como en el se-
mino que su clivaje, ella se "baluartiza" y el encuadre dejará gundo ("zambullida") no hay identidad profesional dei infor-
cn tal caso de operar como el meta-Yo dei psicólogo y derivará mante. La "invasión de adolescentes" (hipotéticamente de aspec-
cn un no-Yo ("Yo uso tal encuadre" y no "Es mi encuadre"). tos adolescentes de las mismas profesionales) confunde, desorga-
Cuando tal cosa acontece, los conocimientos teóricos y téc- niza y motiva estructuras defensivas fóbicas y contrafóbicas cuyo
nicos·, la formación e ideología dei profesional no desempeõan sentido se esclarece si las examinamos a la luz de los procesos
ya el papel de un esquema conceptual referencial y operativo de identificación masiva con los adolescentes consultantes.
(E. J?ichon Riviere) sino que tenderán a ritualizarse y alienarse. Tal vez se trató de un fracaso o temor al fracaso de la
Esto se expresa en la tarea clínica mediante signos más o menos coherencia interna y al mismo tiempo de la ambigüedad externa
scrios de despersonalización momentánea, ansiedad confusional (lo que condujo -esto últim~ a. una desvalorización de los
y conductas defensivas tendientes a protegerse de ambas (por intentos dei adolescente por elegir solo).
cjemplo de tipo fóbico-contrafóbico). EI terccr momento que describen las autoras es de integra-
Para ilustrar lo dicho tomaré fragmentos de un trabajo ti- ción: ni impotencia ni omnipotencia,_ sino potencia:
tulado "El psicólogo en la tarea de información ocupacional: el "En cl tcrccr momento no rchuimos cl contacto con la rcalidad puesto
aprendizaje de un 1·01" (Brea y Storn [9]). que nuestros esquemas internos resisten la confrontación con la misma
y nos sirven de apoyo para la rcalización de la tarca ... Por ello también
AI relatar las primeras etapas dei api-endizaje dei rol, los nos cs posiblc transmitir y discutir en equipo nucstros logros y dificultadcs
autores describen que "la entrada masiva de consultantes cuya y pla11ijic"r para el futuro" (p. 1IO). (La bastardilla es nuestra.)
"li atención temíamos enfrentar por inexperiencia, despertó en nos-
1 "Planificar para el futuro", lno es acaso ser potente, crear,
otros confusión y ansiedad. Reaccionamos entonces alejándonos
engendrar? Ayudar a que el adolescente defina y planifique su
dei sujeto y de la realidad ocupacional, evitamos el contacto con
futuro, lno es acaso contribuir a que crezca superando la cri-
los adolescentes poniendo entre éstos y nosotros la barrera de la
sis vital que suponc la elccción de carrera? iNo es ayudar a un
información impresa" (p. 108) . El sistema de clas;iicación, el
hombre "a nacer"?
i "nomenclator", se constituyó en un acompaõantc. (La bastardilla
Si una rcspuesta afirmativa lleva a pensar que en mi modo
es nuestra.) de tender el proceso de orientación hay mucho de "magia",
200
t 201
J,
11111
ilusión y fantasia, admito - y con alegría- cuánta imaginación no empático que bloquea · su comprensión, o bien simpatiza extre-
hace falta para ver ai adolescente no sólo como es, sino, sobre &: madamente con el consultante, pero sin rescatar su sentido
iodo, cómo puede 1/egar a ser. crítico, que le permita confrontar las fantasías (adolescentes y
,i/1, propias) con la realidad (del adolescente que consulta y dei
ldentidad y ,1uehacer profesional mundo ocupacional) .
111111 Cuando se ha adquirido una auténtica identidad profesional
Un cjemplo de buena síntesis entre coherencia interna y ambi- el interjuego de una estrategia, táctica y técnica eficaces ai servi-
giiedad extema (disponibilidad) se expresaría cuando el psicó- cio de la resolución de los problemas de elección se traducen en
logo pucde experimentar algo así como: "En la medida en que '~,í' la posibilidad de brindar ai adolescente una adecuada oportuni-
cstoy seguro de que soy psicólogo y de que me dedico a la dad para que aproveche la "moratoria psicosocial" en el examcn,
orientación vocacional, puedo estar disponible para jugar e! rol discriminación, evaluación e integración de sus identificaciones.
de ingeniero, papá, arquitecto, escenógrafo, mccánico, dentista, Solamente si el profesional posee una identidad profesional
cic., depositado en mí por e! adolescente, cntcnderlo y ayudarlo madura puede brindar ai adolescente tal oportunidad para con-
a cntendcrlo". frontar fantasías y realidad, mundo interno y externo, deposita-
La falta de disponibilidad se traduce en una exccsiva dis- ciones y depositarios, etcétera.
tancia ("rnodalidad microscópica", D. Liberman, [19)) y en cam- Para conocer ai adolescente el psicólogo debe en parte com-
bio la "hiperdisponibilidad" (acompafiada de falta de coheren- partir su mundo. Y para ayudarlo debe contar con los medios
cia interna) se traducirá cn una cxccsiva proximidad ("modali- para que el adolescente parta ,de sí y parta de sí. La comunicación
dad macroscópica", D. Liberman). es la vía de la indiscriminación de roles a la discriminación, de la
Los déficit relativos a la identidad se traducen simultá- identificación a la identidad, de Ia confusión a la claridad, de la
ncamente en ataques a la eslrategia (clínica), ttÍctica (encuadre disociación a la síntesis, de la negación ai sentido de realidad,
'j,Í.i'
,:1 de la dependencia a Ia autonomía, de la estereotipia a la libertad.
general del proceso y particular de cada entrevista) y térnic:a (los
ii instrumentos: tests, entrevistas, etcétera). Embarcarse en tal aventura es fuente de intensa gratificación,
·11il
'I La estrategia clínica se caracteriza precisamente por su ca- pues quien opta por dedicarse a la orientación vocacional encuen-
rácter operativo, io que suponc una enorme capacidad de adap- tra en la asistencia a los adolescentes en el momento de la elección
'1 tación por parte dei orientador vocacional. su manera personal de reparar. Si ella es auténtica será la tarea
Un esquema referencial teóricamente impecable pero opera- vivida con confort. El psicólogo confiará en tal caso en lo que
tivamente estéril constituyc un contrasentido en el quehacer clínico. sabe y no negará lo que ignora, confiará en el adolescente y en
(Tal vez su sentido se aclara si se piensa en una identidad profe- su capacidad de elegir autónomamente. Podrá estar disponible,
sional aún no configurada donde prcdominan las identificacioncs · esto es, ser permeable como para entrar y salir en el mundo del
con profesionalcs que poseen un encuadrc no aplicable en e! campo adolescente y en su propio mundo adolescente.
de la consulta vocacional.) Si lo dicho .hasta aquí ocurre, la interacción será fluida y
En lo que atafie a la táctica, el síntoma más frccucnte es. la enriquecedora para ambos.
estereotipia. EI encuadre pierde su carácter instrumental y ai ri-
í Desempenará plenamente el rol de psicólogo, y al hacerlo sor-
tualizarse puede dar lugar a conductas cuasi', compulsivas (de teará casi inadvertidamente los dos mayores peligros de la impo-
aquí la necesidad de un continuo reexamen y reevaluación de tencia y de la omnipotencia profesional. Será potente para crear
de nuestro encuadre de trabajo para evitar la compulsión a la J y recrear: reparará. Podrá entregarse a la tarea plenamente, pero
repetición). Finalmente, coo respecto a la técnica, el trastorno más sólo cuando haya cumplido con el imperativo del epígrafe:
frecuente está constituído por un ineficaz manejo de la "disocia- "Para darse es necesario que primeramente se posea a si
ción instrumental". El orientador observa a distancia de un modo mismo".
202 203
,. ~
~,
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11
, 1 ii1111
Síntesis

,. Reierencias bibliográficas
(1) Abadi, M., "El grupo psicoanalítico como ansiedad secreta", en R _
He planteado a lo largo de este libro que el concepto de identidad vista de Psicoanálisis, oct. dic. 1959, t. XVI. e
vocacional y profesional permite un abordaje comprensivo y tota- (2) Ackennan, N., Diagnóstico y tratamiento de las relaciones familia-
lizador frente a los problemas de clección dei futuro (trabajo. res, Hormé, Buenos Aires, 1961.
(3) Achard Arosa, Laura, "Formas particulares de identificación cn el
carrera) y que la tarea dei psicólogo se caracteriza por una coopc- actor", en Revista Uruguaya de Psicoaiuílisis. 1962, n? 1-2.
ración no directa con el consultante a fin de pcnnitirlc ct acceso (4) Baranger, N. y Baranger, M., "La situación analítica como campo di-
ai desarrollo de su autoidentidad cn términos de roles sociaks nároico", en Revista Uruguaya de Psicoanálisis, 1961-62, n'! 1.
adultos. 1 (5) Berlín, M., El concepto de encuadre en psicología, Publicación de
La actividad dei psicólogo cn cl campo de la orientación la Cátedra de Psicología Fundamental, 1968.
(6) Bleger, J., Clases de psicología de la personalidad, Facultad de Fi-
vocacional se caracterizará por lo tanto por una modalidad clí- losofía y Letras, u.N.B.A., 1966.
nica (estralegia, táctica, técnica e idcología características). (7) Bleger, J., Simbiosis y ambigiiedad. Paidós, Buenos Aires, 1967.
(8) Brammer, L. H. y Shostrom, E. L., Psicología terapêutica, Herrcro
El instrumento fundamental de quien emplea una modalidad
Hnos., México, 1961.
clínica es su propia pcrsona, de ahí que su identidad profesional (9) Brea, M. y Stunn, N., "EI psicólogo en la tarea de información ocu-
sea cl dato más relevante en la comprensión de su esquema refe- pacional. El aprendizaje de un rol", en Actas de las Primeras Jornadas
rencial y operativo.
1 Argentinas de Orie>1taci611 Vc,cacional, Buenos Aires, 1965.
(10) Calvo, L., Friedcnthal, H., Danis, J. S. de, Schnaidcr, R., Leibovi
La personalidad del profcsional cs tema de imprescindiblc de A., Calvo, M. T., Neira, N. y Daichman, N.,. El quehacer profesional
','-.
examcn para quien se dedica a la orientación vocacional.
Me propuse en este capítulo ver algunas de tas vicisitudcs

1 de psicólogos, VIII Cor.greso Interamericano de Psicología, Mar dei


Plata, 1963.
(11) Campo, Vera y Rosencovich, S., El psicólogo y la reparación, VIII
cn et ejercicio dei rol profesional çn este campo de trabajo, deriva-
Congreso Interâmericano de Psicología, Mar dei Plata, 1963.
das de la idcntidad profesional y las fantasías incluídas en su (12) Cottle, W. C., "Personal Characteristics of Counselors". cn Perscm-
conformación (especialmente las de tipo reparatorio) y la cualidad nel and Guidance Journal, 1953, 21, pp. 445/50.
omnipotente-impotente de las mismas. (13) Cottle, W. C. y Lewis, W. W., "Personality Characteristics of Coun-
Me detuve en algunos tipos de patología dei vínculo profc- selors. Male counsclor rcsponscs to thc MMPI and GZTS", ibid. 1954-1,
sional (simbiosis, parasitosis, complot, compctencia, negación. pp. 27-30.
(14) Diderot, D., La paradoja dei comediante, Panorama, Buenos Aires,
etcétera).
1957.
Partiendo de la hipótesis de que toda proíesión incluye fan- (15) Freud, S., Totem y tabú, Alianza, _Madrid, 1967.
tasías reparatorias referidas a objetos tanto internos como exter- (16) Hartmann, H., Psicoanálisis dei yo y e/ problema de la adaptació11,
nos, pretendí aportar datos para defender la idea de que en el Pax, México, 1961.
(17) Jacques, E., "µ,s sistemas sociales como defensa contra la ansiedad
desempeno de su rol, el psicólogo reactualiza sus propios duelos · persccutoria y depresiva", en Klein y otros, Nuevas direcciones et1 psi-
en torno de la elección de su carrera y la finalización de la misma, coaná/isis, Paidós, Buenos Aires, 1966.
pudiendo, de no mediar un csclarecimiento personal adecuado. (18) Kris, Ernest, Psicoanálisis dei arte y dei artista, Paidós, Buenos
interferirse en el logro de una sana idcntidad vocacional y profc- Aires, 1964.
(19) Libennan, D., Los fenómenos y las estructuras psicopatol6gicas
sional del adolescente, o, cn caso contrario, instrumentalizar efi- inferidos dei sistema de comunicaci6n ai aplicar· el método psicoamzlitico,
Publicación mimeografiada, o.P.f.Y.L., Facultad de Filosofia y Letras,
cazmente su personal experiencia.
El esclarecimiento de la autoidentidad dcbe por lo tanto ser

' u.N.B.A. s/f.


(20) Rogers, C., Psicoterapia centrada en el cliente, Paidós, Buenos Ai-
incluido en los planes de formación y entrenamiento de los futu-
res, 1966.
ros orientadores vocacionalcs.
205
204
lllllllm.1.:
fjl! ,1
1i 1
UN PLAN DE DOS ANOS DE ORIENTACION
VOCACIONAL PARA ALUMNOS DE UN COLEGIO
SECUNDARIO
li~.I ' (Dirigido a las autoridades de un cstablecimiento)
.!
Objetivos
Atender. de un modo integral a las nccesidades de orientación vo-
cacional de los alumnos dei colegio, tendiendo a prevenir las di-
ficultades ante la elección de carrera.
Este objetivo supone ayudar a los jóvenes a superar los
obstáculos que les impiden arribar a una buena elección.
Entendemos que una buena elección es aquella que está ba-
sada cn una decisión personal y responsable. La elección que debe
realizar el cstudiante implica para él en cierto modo el acceso al.
mundo adulto, lo que gencra dificultades referidas a: a) su propia
problemática adolescente; b) cl despegue dei colegio secundario
y c) e1 ingreso a la universidad y ulteriormente al mundo dei tra-
bajo (con la adquisición de una nueva posición en la sociedad).
Lo dicho subraya Ia posible aparición de conflictos y dificul-
tades, agravados por el desconocimiento de la situación real dei
mundo ocupacional y de Ias carrcras para acceder a él.
Nuestro objetivo es resolver y prever dificultades para lo
cual las tareas de orientación vocacional deberían:
1) iniciarse mucho antes de Ia conclusión de los estudios
sccundarios;
2) extendcrse a todo lo largo dei afio lectivo, y
3) abarcar tanto cl suministro de información sobre la uni-
versidad, las carreras, los campos profesionales, etcétera, como el
esclarecimiento de los motivos de clección, los intereses y actjtu-
des personales prevalecientes.
~ 209
·;
'I'i
1
alumnos y una participación cn la tarea de informacíón de los
11! ETAPAS mismos.
11, b) Entrevistas individuales cuando:
:1, a) DURANTE EL PRIMER ANO - éstos lo soliciten
1. Tareas con los alumnos de 6? aiio: - a juicio dei equipo sea necesario.
a) Efectuar una apreciación diagnóstico-pronóstica indivi-
dual de cada estudiante, en relación con su elección de carrera. b) DURANTE EL SEGUNDO ANO
b) Realizar el número de reuniones de grupo necesarias. - Se incorporarán a las tareas de la etapa a) :
con los estudiantes, tendientes a: - Tareas con alumnos de 4? afio (con Ia misma organiza-
·"
1) esclarecer la situación que atraviesan, los factores impli- ción que las previstas para el primer aiio con alumnos de
cados y las formas efectivas de darles solución. 5?).
2) brindar, mediante recursos audiovisuales, cl acccso ai - Tareas con alumnos de primer aiio.
- Tareas de seguimiento con los egresados que hayan ingre-
conocimiento de las carreras y ocupaciones:
- carreras superiores, contenidos y planes

' sado en la universidad.


-- Organización de una biblioteca especializada cn orienta-
- vida uni versitaria
- campos profesionalcs, su desarrollo actual y perspectivas
futuras

t ción vocacional.
c) Realizar entrevistas individuales en el caso en que Ia
situación particular de los estudiantes así lo recomiende.
d) Aplicación de pruebas psicológicas cuando a juicio· dei
equipo sea necesario.
II. Con los padres:
a) Reuniones de grupo con los padres tendientes a lograr
una comprensión de su papel ante la situación que atraviesan sus
hijos.
b) Entrevistas individuales con los padres de algún alum-
no cuando:
- éstos lo soliciten
- a juicio dei equipo sea necesario.
III. Tareas con alumnos de 5? afio:
- Reuniones de grupo con frecuencia quincenal destinadas
a la recolección y análisis de material informativo lo que tenderá
ai doble objetivo de estimular una participación activa en la bús-
queda de datos y echará las. bases de un fondo informativo actua-
Iizado dentro dei colegio.
IV. Con los profesores:
a) Reuniones de grupos de profesores tendientes a lograr
una comprensión de su papel ante la situación que atraviesan sus
211
210
____ 1,.1/
·11,1
: j!
2
~
r UN PLAN DE ORGANIZACION DE ACTIVIDADES nóstica vocacional. Cada entrevista tcndrá una duración aproxi-
11!1 . mada de 40 minutos y estará a cargo de personal especializado.
DE ORIENTACION VOCACIONAL PARA UNA ESCUELA
DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES Previamente cada aspirante será sometido ai Mooney Problem
I! Check List.
B) Psicodiagn6stico: Cuando la entrevista iÍücial suscite du-
das relativas a la apreciación diagnóstica vocacional de los aspi•
·il ' (Cuyo personal dircctivo y docente cstaba preocupado ., rantes, éstos serán sometidos a una batería de pruebas psicológi-
por la deserción dei alumnado)
11.! gicas elaboradas especialmente, que incluirán por lo menos una
prueba de nivel intelectual, un tcst gráfico y un test proyectivu
i, i verbal (T.A.T., Phillipson o Rorschach) para profundizar cl di:1g·
nóstico y recomendar una adecuada oricntación futura.
C) Reuniones en grupos operativos: Se constituirán grupos
de alrededor · de 15 personas cada uno, que se reunirão durante
Las tarcas de oricntación vocacional tenderán a satisfaccr los ocho sesiones de una hora y media de duración cada una, guiadas
~iguicntcs objetivos: por un coordinador con cxperiencia en la técnica de grupos apli·
cada a oricntación vocacional. Las reunioncs imparcs serán desti-
a) Esclarccimiento motivacional de los cstudiantes que dc-
scen ingresar a la carrera, promovicndo cn cl caso necesario un nadas al esclarecimiento de los factores personales implicados en
cambio de decisión; la elccción de la carrera y las reuniones pares ai suministro de
b) información soBre la univ..:rsidad, la facultad y la ca- mformación sobre la universidad, la carrera y la profesión scgún
rrcra a la que ingresan de modo de que el ingreso se base cn una un plan a elaborar en su oportunidad.
clección consciente y responsable; D) Reuniones de tipo co-programático: Serán organizadas
c) información sobre la organización de la carrcra, materias, cn forma conjunta con el personal docente de la escuela y ten-
sistema de promoción, métodos de trabajo, etcétcra, en la facultad derán a realizar visitas guiadas a los lugares de estudio y /o trabajo
y sobre el campo profesional de la especialidad, tendiendo a una del futuro estudiante y profesional. Se tenderá en estas ·visitas
clección desprejuiciada y basa<la sobre imágenes verdadcras acerca no sólo a recibir información en forma directa sino a fomentar
<ld futuro que han de enfrentar los candidatos; Jazos de compafierismo entre los aspirantes a fin de prepararlos
d) recolección de información · sobre los aspirantes a fin de para la vida universitaria tal como se desarrolla en la escuela.
realizar análisis futuros sobre los factores determinantes de la Otras reuniones estarán destinadas ai conocimicnto dei personal
deserción en la escuela u otro tipo de investigación aplicada a la docente de la escuela, su dirección, etcétera.
organización psicopedagógica de la carrera. E) Entrevistas individuales: se realizarán sólo en aquellos
Para alcanzar estos objetivos proponemos se organicen en la casos en los que la entrevista inicial y el psicodiagnóstico lo hagan
escuela "Cursos de orientación vocacional". Los mismos precede- aconsejable dada la índole peculiar dei problema. En todos los
rían a la inscripción de los postulantes en la facultad, no serían casos las entrevistas serán de orientación vocacional, derivando
promocionales ni eliminatorios. La organización comprendería las ai aspirante a servidos de psicopatología o psiquiatría en el caso
siguientes etapas: de que ello sea necesario. Tanto en estas entrevistas como en los
A) Entrevista inicial: cada aspirante tcndría una entrevista grupos no se tratará de disuadir o interferir el ingreso de un estu·
psicológica tendiente a elaborar una ·apreciación pronóstico-diag. diante a la carrera, quedando en todos los casos el ingreso sujeto a
]a decisión dei aspirante y a Jo que establezca el reglamento vigente.
212
213
EI mismo plan ha de aplicarsc, con excepción de los puntos 3
D y aspectos informativos dei punto C, a los alumnos de segundo UN PROYECTO DE TAREAS DE ORIENTACION
y tercer afio ..En este caso el objetivo central consistirá en evaluar VOCACIONAL ELABORADO PARA UN INSTITUTO
el grado de adaptación dei estudiante a la universidad y la carre- DE ESTUDIOS SUPERIORES DE UNA CIUDAD PEQUENA
ra, previniendo la emergencia o agudización de conflictos q\le
puedan obstaculizar el cstudio y/o trabajo.
En este caso Ias reuniones de grupos operativos serán opta-
tivas y por lo menos ocho a lo largo dei afio.
Las entrevistas individuales serán obligatorias y, a partir dei
afio siguiente a la iniciación dei plan, irán acompaõadas de mate-
rial psicológico que facilite el seguimiento de cada estudiante.
t.
Nuestra sociedad exige del adolescente que finaliza sus estudios
secundarias Ia elección de su futuro ocupacional mediato (ejer-
cicio profesional) o inmediato (el trabajo). Esta elección implica
la asunción de un nuevo rol y un conocimiento adecuado, realista,
de las oportunidades que se le ofrecen. El bagaje con que el ado-
lescente enfrenta a esta tarea de elección es el que Ie han prodiga-
do -de alguna manera intencional o no-- su media familiar y es-
colar. La necesidad de elegir encuentra por lo general ai adolescente
cuando éste no está aún preparado para hacer una elección madura
y autónoma.
Las tareas de orientación vocacional se proponen asistir a
I:;. los estudiantes en la solución de las dificultades con que se en-
:1
frenta ai encarar la elección de su futuro ocupacional. Esto supone
ayudarlos a superar los obstáculos que se oponen a una buena
elección, entendiendo por tal a la que se basa en una decisión
personal y responsable. Esta elección que debe realizar el estu-
diante implica en cierto modo, para él, el acceso ai mundo adulto.
Esta situación genera dificultades referidas a: 1) su propia proble-
mática como joven; 2) el despegue dei colegio secundaria, y 3)
,, el ingreso a la universidad o ai mundo dei trabajo.
En las condiciones especiales de esta ciudad, la situación se
hace más problemática en la medida en que ingresar a la univer-
sidad implica imprescindiblemente un alejamiento dei núcleo fami-
liar y la necesidad de afrontar dificultades económicas mayores
que las de cualquier estudiante universitario. En la medida en que
esta dificultad deriva de las condiciones locales (lejanía de los
214 215
4
centros superiores de enscfianza) atafie a la comunidad el análisis,
prevcnción y resolución de la misma, en cuanto a los aspectos UNA CARTILLA PARA PROFESORES DE UN COLEGIO
socioeconómicos y psicológicos implicados. SECUNDARIO. LOS JOVENES ANTE LA VOCACION
Para encarat los problemas de orientación vocacional que la Y EL PAPEL DE LA ESCUELA SECUNDARIA
comunidad y los estudiantcs enfrcntan nos proponemos trabajar ,.
i
en los siguientes niveles:
Comunidad: intentar sensibilizaria y esclareceria sobre la im-
portancia de encarar soluciones apropiadas en lo que ataii.e a los
problemas económicos y afectivos de los estudiantes que decidan
proseguir estudios universitarios. A este nivel se establecerán con-
tactos con autoridades comunales, colegios, profesionales, socie-
dades de bien público y padres.
En relación con los padres se organizarán grupos de discusión
que permitan ubicarlos respecto dei momento, problemas, dificul- Uno de los problemas centrales de la adolescencia lo constituyc
tades y expectativas que despiertan en sus hijos alternativas dei su indefinición respecto dei futuro.
cambio que enfrentan. Cuando la misma está referida a Ia esfera de sus estudios
Institucional: Supone el trabajo con profcsores de los cole- superiores y ai trabajo, decimos que el adolescente tiene conflictos
gios secundarios que así lo deseen, tendiente a esclarecer y expli- en torno de su orientación vocacional.
citar el rol que cumple el profesor en el proceso de elección ocu- Se pregunta: lqué hacer en el futuro? lqué estudios prose-
pacional, y la transmisión de los recursos a su alcance para una guir? lcómo resolver las dudas respecto de la elección de carrera
participación más eficaz. · o trabajos fuUJros?
Imlividual: Se trabajará con los alumnos de 5~ ano que así Los conflictos son serios aunque los adolescentes no siemprc
lo solicitan de acuerdo con el siguiente esquema: a) entrevistas in- sean conscientes de los mismos. En general no adquieren concien-
dividuales tendientes a efectuar una apreciación diagnóstico-pro- cia de la necesidad, y posibilidad de elegir hasta que sus estudios
nóstica de cada estudiante en relación con la elección de carrera; b) secundarios están por concluir. A la urgericia por resolver la situa-
realizar nueve reuniones de grupo tendientes a: 1) esclarecer la ción se responde de distintas maneras: a) Renuncian a la posibi-
situación que atraviesan, los factores implicados, y las formas lidad de elegir por sí mismos, y se someten voluntariamente a la
efectivas de darles solución; 2) brindar mediante recursos audio- elección de otros (padres, amigos, compafieros, el psicólogo); b)
visuales información sobre carreras y ocupaciones, etcétera; c) se aferran a viejas elecciones negándose a pensar sobre un campo
realizar entrevistas individuales en los casos en que la situación 1 de posibilidades que el crecimiento y el aprendizaje han ido am-
particular de los estudiantes así lo recomienden, y d) aplicación pliando; c) eligen no elegir, despreocupándose de un problemt1
de pruebas psicológicas cuando sea necesario a juicio dei equipo. porque en el fondo les preocupa mucho, y d) eligen por sí mismos
En relación con los estudiantes de cuarto aiio, no tan urgidos pero sobre la base de prejuicios, c1istorsiones o conocimientos
por la inminencia de la decisión, pàrticiparán de actividades pre- parciales sobre ellos mismos y sobre el mundo de las ocupacioncs
paratorias destinadas a lograr un planteo adecuado de sus pro- y el mundo de la universidad.
blemas vocacionales. Cuando el conflicto adquiere estas connotaciones la inter-
vención dei psicólogo se hace imprescindible para ayudarles a cono-
cer, discriminar realidades y fantasía, integrar gustos personales con
t
' 217
216
;.,,
oportunidades reales: evaluar su pasado como estudiante y prever conocimicnlo de csa disciplina, qué aplicaciones ticne, cómo se
su futuro; disminuir su inseguridad frente ai cambio y permitirle trabaja e investiga, quiénes se dedican a su estudio).
adaptaciones maduras frente a lo nuevo que enfrentará. En sínte- 2) Aprovecharé las salidas y visitas que realice para mos-
sis: acompaíiarlo y asistirlo en la tarea de elegir por sí mismo qué trar a los alumhos no sólo qué cosa se realiza allí sino quiénes y
hacer; pero no elegir en su lugar, puesto que en la medida en que c6mo trabajan en ese lugar.
clegir qué hacer es en cierto m.>do elegir quién ser, reemplazarlo 3) No induciré prcjuicios en los alumnos diciéndolcs que
en la empresa estaría reíiido con la ética y constituiria en el fondo "sirven" para una carrera y no para otra. ·
i,1terferir en su desarrollo como persona libre y responsable. 4) Aprovccharé sus preguntas y dudas para hablar de las
Para cumplir con esta tarea existen recursos específicos de distintas carretas que yo conozco, qué se estudia y cómo se estu-
incumbencia profesional. dia; pero trataré de que mis personales preferencias por unas y
lPero puede hacerse algo para prevenir los problemas de in- rechazo por otras no vulneren un juicio objetivo sobre ellas.
cumbencia profesional? 5) Cuando un alumno no aprenda mi asignatura y piense
i,Pero puede hacerse algo para prevenir los problemas de que es porque no tiene interés, me preguntaré si no aprende
desorientación? Evidentemente sí, y mucho. porque no tiene interés o no tiene interés porque tiene dificul-
Son enormes las oportunidades que una institución escolar tades para aprenderia y conocerla.
pue<'e crear o utilizar para ayudar a que el adolescente no enfrente 6) Si se produjera un invento o descubrimiento importante
de un modo sumamente crítico su egreso del secundario. dentro de la esfera de mi especialidad lo comentaré con mis alum-
La convivencia diaria durante prolongados períodos debería nos para que ellos vean que la ciencia, el arte y la técnica están
servir al alumno para conocer de un modo progresivo y gradual en continua evolución, son actividades creadoras que contribuyen
la realidad dei mundo del trabajo ai que ingresará y para expe- al bienestar de la humanidad.
rimentar en la práctica cotidiana de la convivencia con compa- 7) No ha~laré mal de las carreras que no me gustan a mí,
fieros y profesores ]a sensación de que es una persona cada vez ni pronosticaré el fracaso de un alumno en profesiones para las
más autónoma, capaz de preguntar y preguntarse, plantearse pro- -que considero que no es apto.
blemas e intentar soluciones, comunicarse con el mundo adulto 8) Consideraré que nadie es apto desde que nace para una
e ir definiendo natural y progresivamente su proyecto vocacional. cosa e inepto para otra cosa. Las aptitudes, parejas con el interés,
La vocación no es algo innato: se desarrolla en el plano de también son producto de una evolución.
la acción, el conocimiento y la convivencia. Un cúmulo de expe- 9) Si surge la oportunidad, hablaré de mi experiencia como
riencias adquiridas de un modo consciente e inconsciente llevarán ,estudiante en los ciclos superiores para que los jóvenes tengan
al adolescente a la convicción de que puede elegir por sí mismo. de ese modo una aproximación vívida a las costumbres y hábitos
Para esto necesita conocer y conocerse. Tanto una aptitud ,de ese mundo para ellos fascinante y desconocido de la vida
no desarrollada como el desinterés por distintas áreas de la reali-
dad y dei trabajo revelan más. bien la carencia de experiencias universitaria.
10) Trataré de informarles sobre todo lo que sepa acerca
valiosas que un fatal destino innaJamente determinado. De aquí
,de mi actividad científica, técnica, profesional o artística, pero no
surge ·ta ayuda que un profesor puede brindarle sin abandonar su
rol y aun sin programar actividades nuevas. Bastaría autopropo- supliré con prejuiciosas opiniones mi desconocimiento.
nerse algo así como el siguiente decálogo: Pero sobre todo pensaré que cada alumno es un individuo
1) No enseíiaré mi materia de un modo abstracto, sino que
1;apaz de elegir por sí mismo su personal y responsable proyecto
trataré de mostrar a mis alumnos su vinculación con la actividad vital. Educaré pero no induciré, orientaré pero no sugeriré, infor-
concreta de los hombres (para qué sirve, quiénes requieren el maré pero no catequizaré.
219
218
5 dización que se programen tcndrán una duración de 3 meses y
PUOGUAMA DE UN SEMINAIUO DE CAPACITACION serán organizados según las características de su contcnido.
EN ORIENTACION VOCACIONAL 1
(Dcsarrollado en la Asociación de Psicólogos de Buenos Aim Programa
Direclor: Rodolfo H. Bohoslavsky)
1~ Parte: FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LA ESTRATEGIA CLÍNICA EN
ORIENTACIÓN VOCACIONAL
1. El esquema referencial de la orientación vocacio11al
1.1. Premisas psicológicas de la oricntación vocacional: quién eli-
ge, qué elige, cómo elige. Encuadre de la continuidad genéti-
ca de la elección ocupacional. Revisión de algunos conceptos
Objetivo dei seminario: Provecr a la formación de graduados en de psicología de la personalidad, psicodinamismos de la e\cc-
psicología en el área de la orientación vocacional, en cuanto a
ción ocupacional, situación de elección, momentos de la clcc-
sus aspectos teóricos y técnicos.
ción, conflictos, ansiedad y defensas implicadas.
Organización: Para cumplir con el objetivo sefialado, el se- 1.2. El concepto de identidad ocupacional. Identidad: Génesis y
minario abarcará dos períodos: EL PRIMERO tendrá una duración crisis, identidad del adolescente, papel de los duelos cn el clcsa-
aproximada de cinco meses. En él se intentará brindar un panora- 1 rrollo de la identidad, vocación y reparación.
ma general de los fundamentos teóricos de la orientación voca- 1.3. El contexto social de la elección ocupacional, premisas socio-
cional y de los instrumentos aplicables a este campo de trabajo. económicas de la elección, aportes de la sociología y de psi-
Incluirá clases teóricas y grupos operativos. Aquellas estarán a cología social, sociologia de las ocupaciones y de las profe-
cargo d_el director dei seminario y profesores invitados,1 y se
siones.
cefiirán ai programa adjunto. Los grupos operativos serán coor- 1.4. El contexto educacional de la elección ocupacional, política
dinados por licenciados en psicología y tendrán por finalidad la educacional y orientación vocacional, Organización de la
reelaboración de la información suministrada y el esclarecimiento ensefianza en sus trcs ciclos; su rol psicoprofiláctico de los
dei vínculo de los psicólogos participantes dei seminario con el conflictos vocacionales, planificación educativa y patologia
área de trabajo motivo dei mismo. 2
vocacional.
EL SEGUNDO período estará destinado ai tratamiento cn pro-
fundidad de temas ligados con la orientación vocacional. Serán pro-
gramados en función de las necesidades de los asistentes ai semi- 2. Estrategia clínica: tácticas y técnicas aplicc1bles e11 oricnta-
nario explicitadas en los grupos operativos. Los cursos de profun- ción vocacional
2.1. La entrevista de orientación vocacional, aspectos teóricos-
1 Participan como colaboradores los profesores: Julio Aurelio, Marfa M.
generales, encuadre, entrevista operativa: su aplicación en la
Rotger, Noemf E. Jubert, Sara S. de Paín, Nora S. de Jaunerena, Sara S. de consulta de los conflictos frente a la clección de carrera.
Padawer, Olga Schapiro y Elsa Camean. 2.2. Las técnicas proyectivas y su aporte a la orientación voca-
2 Participaron como coordinadoras las licenciadas Olga Schapiro y Elsa cional. Revisión de algunos tests proyectivos en función de la
Camcan.
t
orientadón vocacional.
220 221
2.3. Las técnicas psicométricas y su aporte a la orientación voca- ADDENDA 1974
cional, revisión de algunos tests psicométricos en función de
la orientación vocacional.
2.4. Las técnicas de información en orientación vocacional, infor-
mación individual y en grupos, aplicación de medios audio-
visuales cn orientación vocacional, las fuentes de informa-
ción, la técnica R-0, su aplicación clínica.
2.5. EI proceso de orientación vocacional, encuadre general, mo-
dificación dei encuadre en función de situacioncs cspeciales.
la primera entrevista, el contrato, diagnóstico cn orientación
vocacional, Ia unidad de operación, niveles de "continuum
interpretativo", la última ·entrevista, derivación, cl "segui-
miento".
2.6. EI grupo psicológico en orientación vocacional, encuadre ge-
neral, aplicaciones en situaciones específicas. consideraciones La segunda edición de un libro marca a su autor un compromiso.
sobre Ias técnicas grupales aplicadas en orientación voca- El de decidir dejar que las cosas queden tal cual o modificar
cional. aquí y aliá, retocando lo escrito hasta volverlo acorde con sus
actuales puntos de vista. La primera opción lo encierra en su
pasado y le aliena en la demanda :.ctual de su producto. La segun-
3. El psicólogo clínico y la orientación vocacional da podría escamotear ai lector un proceso. Una tercera supera cl
dilema, en tanto permite una confrontación dcl pasado con cl
3.1. La identidad profesional dei orientador vocacional.
presente. El libro' me conformó en su momento, pero hoy tiene la
3.2. Los servidos asistenciales destinados a la orientación voca-
cional, organización. validez de sentar el acta de fundación de una perspectiva novedo-
sa en el campo de la orientación vocacional. Su lectura cs nccc-
t saria pero no suficiente. No reniego de este "hijo", le observo sus
1
omisiones, sus silencios, sus pasos en falso. A eso ticnde este ...
!f lepílogo?
Si luego de la lectura de este libro tiene usted una idca aca-
bada de lo que constituye el campo de problemas de la orientación
vocacional y las técnicas psicológicas para su abordaje clínico,
desconfíe.
Este libro pretendió sintetizar un pufiado de reflexiones y
experiencias que -como se indica en las Palabras iniciales- no
surgieron de la práctica de una sola persona, sino dei intercambio
de ideas con colegas, alumnos y pacientes. Pretendia dar cuenta
de un momento de síntesis a través de la propuesta de un marco
de referencia más claro que permitiese centrar la conceptualiza-
ción de una práctica. Momento fértil precisamente por haber per-
mitido aquellos desarrollos críticos de la teoria y sus fundamentos.
222 223
y de la práctica y sus implicancias, que hoy me muevcn 'a invitarlo
identificación -límite de nucslras investigaciones precedentes-
a sostener frente al libro una actitud de "benévolo escepticismo" de modo tal que nociones enfatizadas en e1 libro como "libertad
y aetiva confrontación. de elección", "autenticidad" y "madurez" exigen un replanteo
En efecto, tanto la reflexión teórica como cl cjercicio de la radical. Sin renunciar a los modelos "ingleses" considero hoy que
práctica de la orientación vocacional que desde entonces he llevado es desde la nueva óptica que su inclusión puede ser útil en el
a cabo, me han obligado a oponerme en algunos casos a las ideas esclarecimiento y no una forma de racionalizar un desconocimiento.
vertidas y a repensarias en otros. Otro tanto puedo afirmar actualmente de la filiación norteameri-
t:Ouién sino un psicólogo abocado a la orientaeión vocacio- cana de las nociones de autonomía yoica a las que tanta confianza
nal puede llcgar a ser consciente de 1a recíproca implicancia de lo brindaba mi ignorancia de las implicancias ideológicas de la Ego
personal y lo conceptual cn la detcrminación de un producto psychology. Hoy sobre la frase quién elige se abre un interrogante
kgible? de difícil respuesta. Si los objetos son "vacantes" y 1a ideología
Un cúmulo de situaciones que abarcan desde lo estrictamente "convoca" (interpela) ai sujeto, i,éste "elige" o es más bien "vo-
personal --como la revisión dei maestro Blcger- hasta lo más es- cado" desde una insoslay.able alteridad?
pecíficamente teórico --como la revisión crítica de los supuestos b) En lo estratégico, las largas discusiones acerca de los
de la psicologia y cl psicoanálisis locales-, desde la amplitud y límites entre orientación vocacional y pedagogía por un lado y
aceptación creciente de la modalidad clínica en grupos profesiona- orientación vocacional y psicoterapia por otro, me han conduci<lo
les, instituciones educativas y universidades argentinas y cxtran- a precisar e] encuadre clínico y a sopesar lo que en orientación
jeras,1 hasta nuevas demandas sociales, han ido enmarcando un 1 vocacional hace a la práctica pedagógica y psicológica. Aquélla
proceso de transformación dei cual no puedo dar aquí más que sus busca una toma de conciencia en lo que a la lectura de la realidad
orientacioncs principales.= t institucional (universidad, carrera) y social (estructura de las
profesiones) se ,refiere; ésta busca una toma de conciencia en lo
a) En lo teórico, mi "vuelta a Freud" ha contribuído a sub-
que hace a los significados inconscientes de los motivos y proyec-
rayar e1 carácter sintoma) de la elección de carrera entendida como
tos "personales". Aquélla tiene como contrincanle la ignorancia y
un efecto sobredeterminado de la estructura dei aparato psíquico
sus determinaciones (educativo-familiares, ideológicas en última
dei sujeto que elige por un lado y de la estructura social por otro.
instancia) , ésta la represión, idealización y negación corno defen-
La dinámica dei deseo y la demanda social se le imponen ai sujeto
sas. Aquélla informa en el más amplio sentido dcl término, ésta
ft
y lo constituyen fundamentalmente a través de los procesos de
1 esclarece. Ambas dimensiones coadyuvan en un mismo propósiio:
1 Excepción hecha de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, a
la toma de conciencia. Son las dos acc:;pciones dei término "con-
juzgar por la indiferencia con que su órgano oficial (la Revista Argentina ciencia" las que determinan su especificidad. El propósito u obje-
úe Psicología) acogió la primera edición de este libro, el primem publicado tivo a alcanzar es e1 que debe ser resguardado a toda costa aun
por uno de sus asociados. cuando la situación concreta dei que elige o dei contexto cn que se
, La síntesis más acabada hasta el momento de nuevo enfoque al que he
1 programará la asistencia harán variar las estrategias de abordajc
llegado puede consultarse en "Vocación y alienación profesional", artículo
en el que doy cuenta de cómo el abordaje de los problemas de "aliena-
ción" en estudiantes universitarios y graduados me ha conducido a re-

'
11
y las técnicas a emplear.
c) En lo técnico instrumental se han desarrollado cxperien-
plantear las articulaciones posibles entre "lo social" y 'lo personal" en cias que ponen en evidencia la necesidad de un empleo cada vez
la definición de la identidad vocacional y profesional sobre bases más t más sistematizado de encuadres grupales e institucionales que
claras, ·con lo que esto implica en cuanto a una discriminación y articu-
lación entre las dimensiones teórico-técnica e ideológica de la práctica atiendan con mayor eficacia a la meta de prcvención primaria.
en este campo de trabajo. (EI artículo forma parte de un libro colectivo: En lo grupal tanto el pulimiento de las técnicas operativas como
Psicologia argentina: hoy, Búsqueda, Buenos Aires, 1973.) la introducción dei role-playing, técnicas dramáticas y lúdicas
224 225
1
(orit1inarias en la práctica de Laboratorios de Relaciones Huma- socicdad e indivíduo que permita pretender una complementarie-
nas) han redundado en un acceso más fácil y profundo a la dad necesaria entre "realízación personal" e inscripción social en
problemática por encarar. El grupo deja de ser un instrumento a la estructura productiva? ...) y de la técnica (i,Qué demandas dei
usar tan sólo por un criterio económico y revela otras dimensiones sistema hallan eco en el psicólogo que pretende una elección
que lo califican como el más apto, siempre y cuando el encuadre madura, adaptada y libre de conflicto? l,Qué condiciona la bús-
sea preciso y el entrenamiento dei profesional adecuado. 3 queda de la tan ansiada identidad personal? ... ) , que además de
EI cncuadrc institucional parece tender a privilegiarse fun- recabar un análisis de los componentes ideológicos de lo que cons-
damentalmente desde aquellas universidades que han reconocido tituye el marco conceptual, referencial y operativo, hace necesario
la importancia de la orientación vocacional o que ai menos deman- ver cómo aquéllo,s actúan a través dcl psicólogo que como pro-
dan "hacer algo" con los ingresantes. Cabe advertir -hasta que f esional los soporta y los transporta. Si hoy para mi la psicología
la experiencia sea más sistematizada- sobre e! peligro de que el ha de constituirse en una ciencia del sujeto y de las determinacio-
servicio de orientación vocacional por organizar se instaure sobre nes que "lo sujetan" y su ejercicio apuntar a una toma de con-
la misma patologia institucional cuyo csclarecimiento debería ten- cicncia, si la materia prima dei psicólogo "orientador" es el futuro
der a promover. (Ejemplo: la orientación vocacional como curso de ~us "orientados", resulta evidente que éste no puede ser cual-
de ingreso limitativo disfrazado de eficiencia técnica.) quier futuro (tendenciosa neutralidad valorativa), sino uno y sólo
uno: o bien el de una enganosa libertad personal metafísicamente
Dentro de la esfera técnica debería citar la creación de recur-
considerada, o bien el de una auténtica libertad personal para la
sos nucvos tanto para cl diagnóstico como para la resolución de la
cual es condición sine qua non la liberación nacional y social.
problemática vocacional. A :os estudios sobre el Test de Frases
Las cuatro líneas de confrontación que sintéticamente he es-
Incompletas iniciados en el Departamento de Orientación Voca-
bozado scn la matriz de la que habría de surgir un nuevo libro.
cional de la Universidad Provincial de Mar dei Plata por la licen-
ciada Marta Ricchini debe agregarse un Test Desiderativo de las Es mi deseo que su paternidad sea en ese sentido compartida.
Jdentificaciones Profesionales, aplicado hasta la fecha en forma
clínica asistcmática y un repertorio de juegos que promueven la Buenos Aires, 1?ªYº de 1974.
dramatización de situaciones críticas que obstaculizan la elección.
d) En el plano ideológico, e! intrincado "campo" de la
orientación vocacional en cl que las dimensiones económica, edu-
cacional y familiar llegan a constituir lo que llamé una "encrucijada
vocacional", ha conducido a una necesaria discusión sobre las
implicancias ideológicas de la teoría (.:.Existe un yo libre, capaz de
elegir autónomamente? ,: Existe un paraleJismo sustancial entre
~ En este sentido e! punlo ele partida sigue siendo lo postulado en el
Capítulo V. La práctica de supervisión ha ocupado cada vez más mi
atención y revela obstáculos típicos en la formación de profesionales que
cn caso de no ser resueltos comprometen gravemente d campo de fenó-
menos cuya lectura debe s.:r encarada y explicitada por aquellos. Hoy
propugno algo así COIT'o una "Orientación Vocacional Didáctica" sin los
vicias dei psicoanálisis didáctico (denunciados por ejemplo por G. Ba-
rcmblit en El conceplo de rea/idad en psicoanálisis, Socioanálisis, Bue-
nos Aires, 1974), en cuyo proceso los propios condicionamientos dei
profesional puedan ser examinados y concientizados.
226 227

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"Hubo una época -no tnuy
lcjana- en q. ue se e:.r,:ra llal
todo de la e,Jucación. ,f
L~ siguió _otn, e~ qut> la ,·
ps_1coter~pia pa~o. 3 ser la J
..r p1edra f1lo,:,ofal. Ahora he".lOs
Jlegado a una situació" aii..,
borra los Jímites: la ·
psicoterapia es
clcs-aprcndizaje y la educación
una terapia i11.plÍl'.' en I«
que se aprende v rcuifica
la relación inter1,e1~ual. .
Aun con estas oscilaC'i•mes,
1~ Orientación Vocar mal que 1•
no!> presenta ·Pquí d autor se.
salva de un 1icsgo o 1m
resultado muy fre, acn,e: cl ele
trr sformar todo c'amno de b
ps1cologÍH cn un com»ltorio
psicotcr~,p~utico e cn una
especie de sanaturin
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