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Chapter Title: Historia y marxismo

Book Title: Fernando Martínez Heredia


Book Subtitle: Pensar en tiempo de Revolución Antología esencial
Book Author(s): Fernando Martínez Heredia
Book Editor(s): Magdiel Sánchez Quiróz
Published by: CLACSO. (2018)
Stable URL: https://www.jstor.org/stable/j.ctvn96gc8.22

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Historia y marxismo*

E l trabajo tan notable de Guy Bois (1988)


que ustedes han leído examina la relación
entre marxismo y nueva historia con gran
sobre los puntos que desarrolló ese autor,
desde su circunstancia, hace quince años.

agudeza, y a mi juicio desde puntos de parti-


da muy atinados. La clara exposición de los I
elementos del problema, la comprensión de
la crisis del marxismo, de las diferentes posi- Es demasiado difícil exponer brevemente un
ciones intelectuales y tendencias existentes tema como este, tan amplio y cargado de sen-
tanto en el marxismo como en la nueva his- tidos para todos nosotros. No podré desarro-
toria, de la necesidad de teoría que tiene la llar aquí algunas cuestiones que estimo bási-
Historia, la “impaciencia teórica” y las espe- cas: la existencia de corrientes marxistas que
ranzas de Bois, me han animado a hacer mis pueden ser profundamente diferentes entre sí;
comentarios libremente, sobre el problema la obligación de contrastar al marxismo con
“Marxismo e Historia” y no necesariamente otras teorías que han sido significativas para el
pensamiento social, y también para la Historia
* El texto fue parte de un ciclo de Conferencias en la (Nietzche, Weber, Freud, la fenomenología).
Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Mi posición, además, es muy ajena a la que ha
Habana, el 21 de enero y el 4 de febrero de 1994, como predominado en el marxismo en Cuba desde
comentario a Marxismo y Nueva Historia, de Guy Bois, los años setenta; me veo entonces forzado a
en un ciclo de Seminarios sobre las actuales corrientes
afirmar muy sucintamente muchas cosas, sin
históricas y sus perspectivas. Publicado en: Colectivo de
Autores 1996 La Historia y el oficio del historiador (La argumentarlas ni ilustrarlas, solo para instar al
Habana: Imagen Contemporánea) pp. 336-346. debate necesario.

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324 Fernando Martínez Heredia. Antología esencial

Es inevitable aludir al proceso del marxismo incluso inventiva y única, que tienen estos tipos
y de la Historia desde el siglo XIX. Me absuelvo ideales, cuando se utilizan para comparar la reali-
de tocar aquí la transitada y debatida trayecto- dad con ellos, e igualmente su riesgo, una vez que
ria del pensamiento teórico europeo del siglo nos los imaginamos como empíricamente válidos
XVI al XIX, y sus complejas relaciones con las o incluso como “fuerzas influyentes” reales (me-
dificultades y los triunfos del capitalismo en esa tafísicas), “tendencias”, etcétera.
región. Esa trayectoria del pensamiento y sus
condicionamientos sociales tiene sin embargo Como J. Schumpeter (1924):
una importancia capital para el desarrollo de la
Historia –que es una dedicación humana tan an- No solo tenía originalidad, sino también en gene-
tigua– y la tendrá también para el surgimiento ral un talento científico de orden supremo [...]. En
del marxismo. Carlos Marx vivió en un siglo que la época en que apareció su primer tomo (de El
transformó el alcance de la filosofía, los lugares, Capital) no había nadie que se le pudiera compa-
los estatutos y los temas del pensamiento social rar, tanto en fuerza como en saber científico.
–economía, historia, sociología, ciencia política,
antropología–, y las percepciones sobre esas O Sigmund Freud (1991 [1933]):
disciplinas y sus portadores.
Marx realizó a su vez una tarea intelectual La fuerza del marxismo no parece residir en su
tan extraordinaria que afectó hondamente a las concepción de la historia y en la predicción del
resultantes de aquel proceso. Más que en las futuro basada en ella, sino en la demostración in-
valoraciones hechas por sus seguidores, qui- geniosa de la influencia coaccionadora que ejer-
siera ilustrar ese efecto en las declaraciones cen las condiciones económicas de los hombres
de otros pensadores, ajenos a él. Como Max sobre sus posturas intelectuales, éticas y artísti-
Weber (1904): cas. Con ello se descubrieron toda una serie de
conexiones y dependencias que hasta entonces
Con toda intención se han evitado las demostra- se desconocían casi por completo.
ciones basadas en el caso que, para nosotros, es
el más importante entre las construcciones ideal- El problema de en qué consiste el marxismo
típicas: el de Marx [...] La importancia eminente, de Marx es sumamente difícil para nosotros

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Historia y marxismo325

en la actualidad. Lo es en sí mismo, al menos imprescindible incluir, otra vez, una nueva


por cinco razones: carencia de fuentes directas comprensión de Marx. Los comentarios que
suficientes; muy escaso manejo de los estudios haré del pensamiento marxiano pretenden alu-
calificados que se han hecho sobre el tema; dir a la relación con la Historia que estamos
gruesa capa acumulada de vulgarizaciones y persiguiendo, difícil reducción de un cuerpo
discursos absurdos que se reclamaron marxis- teórico cuyos ámbitos son mucho más amplios,
tas y se nos impusieron como requisitos ideoló- aunque ha sido asociado a la historia desde las
gicos; exigua participación real del marxismo propias formas de nombrarlo. El segundo aser-
de Marx en los marcos teóricos de nuestras to se refiere a la necesidad de evitar la moda
ideas y trabajos científicos; y pérdida reciente reciente y superficial del fin de la historia, pero
de interés en el marxismo. Por otra parte, es también la del fin de los paradigmas, mejor es-
muy difícil situarse en cuanto a los condicio- tablecida, por ser ambas modas manipuladoras
namientos intelectuales del problema, porque y engañosas.
estamos en una etapa de transición en que los Son complicadas las relaciones entre la teo-
materiales teóricos (autores clásicos, “mode- ría de Marx y ese marxismo que Bois define
los ejemplares” de Kuhn), que fueron objeto de como “una teoría general del movimiento de
adscripción, negación y debates por parte de las sociedades”. Eric Hobsbawm, en un artícu-
los estudiosos durante tanto tiempo, han per- lo de hace 25 años acerca de la contribución
dido fuertemente el consenso o están en crisis. de Marx a la historiografía, distinguía entre sus
El mundo que negó o que siguió abiertamente aportaciones y las exposiciones que llamaba
a Marx, el que lo utilizó subrepticia o parcial- de “marxistas vulgares”, pero aclaraba que es-
mente, el que debatió con él o lo omitió, parece tas últimas, en su simpleza, fueron poderosas
estar desapareciendo, y en su lugar se bosqueja cargas explosivas contra las fortificaciones
otro mundo que, en el mejor caso, apelaría a de la Historia tradicional. Las tres principa-
otros puntos de partida teóricos. les vulgarizaciones de la teoría marxiana han
Frente a esta doble dificultad no puedo ha- sido la “interpretación económica de la histo-
cer aquí más que dos aseveraciones, sobre ria”, “las leyes históricas ineludibles” y el mo-
las cuales insistiré. La primera es la necesi- delo de simple dominio y dependencia entre
dad que tenemos del marxismo, y en ella es la base “económica” y la superestructura. Por

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otra parte, algunos temas de Marx resultaron que nunca es mero problema de “forma”– y
más atractivos que otros para los historiadores, está muy influido por el ambiente intelectual
como es natural, porque respondían a sus ne- de su época, aunque se propuso revolucionarlo
cesidades. Es el caso de la temprana influen- a fondo. El cuadro resultante es complicado,
cia de sus ideas sobre los condicionamientos pero afortunadamente Marx no nos dejó una
de los hechos religiosos, por ejemplo, mientras autoclasificación. A guisa de síntesis, y tam-
que El 18 Brumario de Luis Bonaparte (Marx, bién para dejar situada mi posición, mencio-
1959 [1852]), una de las más brillantes piezas naré solo los aspectos de su pensamiento que
de Historia, llena de ricas proposiciones, per- considero básicos:
maneció mucho tiempo sin ser atendida, quizás
porque sus aportes referían sobre todo al análi- 1) El tipo capitalista de sociedad fue su objeto de
sis de las luchas de clases. Lo cierto es que a fi- estudio principal, y a su luz es que hizo pos-
nes del siglo XIX la posición teórica general de tulaciones sobre otras realidades o planteó
Marx era ya de obligada referencia, recibiendo preguntas acerca de ellas. Tanto por su méto-
valoraciones diferentes y hasta contradictorias. do como a través de la investigación de la es-
Marx mismo hizo numerosos esfuerzos para pecificidad del capitalismo, Marx produjo un
evitar ser malentendido. Es conocida su res- pensamiento no evolucionista, cuando esa co-
puesta, en 1877, a una revista rusa que lo elo- rriente estaba triunfando en toda la línea. Para
giaba como creador de una nueva Filosofía de él, lo social no es un corolario de lo natural;
la Historia: “Eso es hacerme demasiado honor, 2) Se enfrentó resueltamente al positivismo,
y demasiado escarnio”. Trató de desarrollar que en su tiempo se convertía en la dirección
su concepción a partir de un plan intelectual principal del pensamiento social, y propuso
sumamente ambicioso que solo realizó muy una concepción alternativa;
parcialmente, y en mi opinión existe ambigüe-
3) Superó críticamente los puntos de partida
dad en algunos puntos importantes de su obra
de los sistemas filosóficos llamados mate-
teórica, además de adolecer de ausencias y
rialistas e idealistas, y la especulación filo-
contener errores, exageraciones y tópicos que
sófica en general, colocándose en un terreno
hoy son insostenibles. Como toda nueva teoría,
teórico nuevo;
utiliza en gran medida el lenguaje existente –lo

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Historia y marxismo327

4) Su teoría del modo de producción capitalis- 7) Su concepción unitaria de la ciencia social,


ta resultó válida como modelo para estudiar y su manera de relacionar la ciencia con la
sociedades “modernas” como sistemas de conciencia social, la dominación de clase
relaciones entre grandes grupos humanos, y la dinámica histórica entre ellas, inaugu-
un modelo que busca las contradicciones raron una posición teórica muy diferente a
internas a esas sociedades, distingue y je- la especialización y las perspectivas de la
rarquiza niveles de las realidades y procesos Economía, la Historia y la Sociología, que se
sociales, e investiga siempre el origen y las constituían como disciplinas y profesiones.
tendencias de esos procesos; Este es uno de los sentidos principales de la
5) La lucha de clases moderna es para Marx la palabra “crítica”, tan usual en los títulos de
dinámica social fundamental, a partir de la obras suyas. Marx puso también las bases de
cual se constituyen del todo las clases socia- una sociología del conocimiento social;
les, se despliegan sus conflictos y tienden a 8) Marx no creyó en que la consecuencia feliz
resolverse mediante el cambio revoluciona- de la evolución progresiva de la Humanidad
rio. Este el núcleo central de su concepción; fuera el paso ineluctable al socialismo, a pe-
6) La historia es una dimensión necesaria para sar de la fuerza de sus planteamientos acerca
su teoría, dados sus preguntas fundamen- del modo de producción, y del triple sesgo de-
tales y su método. Su concepción de la his- terminista que pudiera emerger de las tenden-
toricidad y del movimiento histórico de las cias que identificó en su teoría, de los usos
sociedades trata de conjugar los modos de del campo científico de su tiempo y de la gran
producción y las luchas de clases. Por qué distancia que existía entre su propuesta de
y cómo cambian y se transforman las socie- cambio y el enorme poder del capitalismo. Él
dades, podría ser una formulación general postuló claramente que el derrocamiento del
para comprender los procesos históricos poder del capitalismo solo sucedería median-
desde la posición de Marx, que elaboró hi- te la revolución proletaria, o revoluciones
pótesis y dejó expresiones interesantes re- proletarias, que conquisten el poder político a
lativas a la ampliación de su teoría a otros escala mundial. La elevación del proletariado
ámbitos históricos; a clase dominante, es decir, su dictadura de
clase, llevará a la conquista de la democracia;

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328 Fernando Martínez Heredia. Antología esencial

9) Solo a través de un largo período histórico


XVI-XIX la Historia tiene una rica y compleja
de muy profundas transformaciones revolu-
historia a la que no puedo ni siquiera aludir
cionarias –del que apenas bosquejó algunos
aquí. Mientras el marxismo originario se desa-
rasgos– se avanzará según Marx desde la
rrollaba, la Filosofía de sistemas especulativos
abolición de la explotación del trabajo y la
declinó, y la Economía y la Historia se constitu-
apropiación burguesas, hacia la abolición del
yeron como ciencias y como profesiones. En la
tiempo de trabajo como medida de la econo-
Europa del siglo XIX la Historia dejó de ser par-
mía, la extinción de los sistemas de domina-
te expresa de la educación moral, una literatu-
ción de clases y los Estados, la desaparición
ra en la cual la verdad coincidía con el bien; en
progresiva de toda dominación y la formación
la sociedad “moderna”, la conducta “virtuosa”
de una sociedad comunista de productores
o “malvada” se separa de la actividad econó-
libres asociados, nuevas formas de apropia-
mica y del interés. Los campos de los estudios
ción, nuevas personas y una nueva cultura. El
sociales se parcelaron y profundizaron, y sur-
poder público perderá su carácter político, y
gieron especialistas de cada uno de ellos. Esos
junto con el antagonismo y la dominación de
cambios fueron parte de un complejo proceso
clase se extinguirán las clases: “surgirá una
más amplio, que afectó a toda la producción de
asociación en que el libre desenvolvimiento
conocimientos sociales, y a las imágenes del
de cada uno será la condición del libre desen-
mundo más extendidas.
volvimiento de todos”.
Marx no fue ajeno a esos procesos, y es cier-
No puedo tratar aquí la historia de la Historia, to que sostuvo relaciones especiales con la
que por suerte no es desconocida. El carácter Economía y la Historia. Pero la concepción suya
“independiente” de la investigación científica sintetizada arriba –ruego releer el punto 7– in-
apareció en Europa con la modernidad capita- auguró una posición teórica muy diferente a la
lista. La ley natural –Física de los siglos XVI y especialización y los contenidos que asumían la
XVII– resistió los asedios de la teología y fue in- Economía y la Historia. Era forzoso que su pen-
vadiendo las explicaciones de lo social. La his- samiento resultara chocante –aun abstrayéndo-
toria fue después postulada como una cadena nos de otras causas de rechazo o extrañeza–,
en movimiento lineal dirigida por el progreso, pero la corriente que se volvió dominante tam-
aunque en el pensamiento teórico de los siglos bién tardó gran parte del siglo en llegar a serlo.

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Historia y marxismo329

Como la Historia objetiva deseada por la intransigente, que más de una vez hace juicios
historia-relato (“las cosas tal y como realmen- demasiado severos de otros hombres que son
te sucedieron”, diría Ranke), el marxismo es o han tratado de ser antiburgueses, es de una
también hijo del capitalismo, pero él quiere co- probidad intelectual paradigmática. Prefiere
nocer bien al capitalismo con el propósito de recortar su ambicioso plan, y gastar tiempo en
eliminarlo. Para el marxismo la actuación que estudios parciales y en dominar instrumentos,
se pretende es diferente de lo que se estudia, antes que disminuir el rigor de sus indagacio-
pero ambas actividades son inseparables. El nes por asegurarse de dejar un cuadro comple-
marxismo es una actividad científica pero es to de sus ideas a la posteridad, o por aspirar al
a la vez una actividad política e ideológica, y reconocimiento del público.
trata de inspirar una moral. Pretende ser gestor Por su valor teórico, la obra de Marx adquie-
de la perfectibilidad de los individuos y de la re un peso enorme desde que todavía vive el
sociedad, y brindar una legitimación del hacer autor, y a finales del siglo ya es inevitable en los
futuro; por su necesidad y su búsqueda de con- medios intelectuales europeos. Sus seguido-
vertirse en conducta puede considerarse inclu- res cultos, desde Próspero Lissagaray y Pablo
so que aspira a ser una “religión”. ¿Cómo será Lafargue hasta el joven Ulianov-Lenin, entre
entonces un historiador marxista? Marxiano y otros, hacen ciencias sociales comprometidas.
marxista, por cierto, fueron denominaciones Los objetivos de los autores y los temas esco-
creadas por los adversarios. gidos son lo más notable de esos primeros tex-
Marx ha repetido hasta el cansancio que la tos marxistas. Pero comenzará desde entonces
actividad científica está obligada a ser riguro- una gigantesca empresa de descalificación,
sa, y acatar reglas y hábitos severos; él mismo señoreada por el prejuicio –arraigado como
da el ejemplo en la mayoría de sus textos, en pocos– que atribuye a Marx y al marxismo ex-
la medida en que esto le es posible a un hom- cesos doctrinarios que resultan inaceptables
bre absolutamente comprometido con sus con- para el estudioso que busque conocimientos
vicciones, al punto de vivir una vida de gran sociales. Es difícil exagerar el daño que ese
miseria primero y discreta pobreza después, prejuicio ha inferido precisamente al conoci-
sin carrera académica ni puesto alguno de po- miento social. Ha cerrado el paso a un deba-
der. Este hombre irascible y necesariamente te, una polémica de ideas que hubiera hecho

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330 Fernando Martínez Heredia. Antología esencial

más lúcida la comprensión de las sociedades, Aludo al menos a esa diversidad. Los par-
y a una utilización amplia del marxismo en la tidos y federaciones sindicales socialistas
investigación social. En su lugar hemos tenido que formaron en Europa la II Internacional
usos parciales, aproximaciones vergonzantes, auspiciaron hace un siglo el primer marxis-
o la conversión de Marx y el marxismo en el mo que fue proclamado como doctrina ofi-
polemista ausente, la influencia no declarada o cial del socialismo, sus organizaciones y su
la corriente eliminada arbitrariamente. En mul- cuerpo de ideas. Ese socialismo de “la bella
titud de medios y actividades intelectuales pue- época” del auge del imperialismo alternó con
de apreciarse esa situación, y en obras impor- la dominación cultural burguesa, y se adecuó
tantes como Economía y sociedad, de Weber progresivamente a ella. La corriente domi-
(1958 [1919-22]) o La estructura de la acción nante en el marxismo socialdemócrata –aun-
social, de Parsons (1968 [1937]). que no la única– fue la del evolucionismo y
A pesar de lo anterior, durante todo un siglo el cientificismo tipo “concepción materialis-
el marxismo ha sido interlocutor de las demás ta de la historia”, representado por el alemán
orientaciones y teorías sociales. Su influencia Karl Kautsky (y por el ruso Jorge Plejanov);
puede encontrarse en muchas de ellas, como para ellos la sociedad era un corolario de la
en los ejemplos que ofrece Bois respecto a la naturaleza, y el socialismo sería una conse-
renovación metodológica de la Historia. ¿Qué cuencia del progreso de la civilización que
es el marxismo para la Historia, qué es la la burguesía estaba imponiendo al mundo.
Historia para él, cómo se enlazan y se afectan Dentro de la socialdemocracia se enfrenta-
mutuamente? Esas preguntas nos recuerdan ron la ortodoxia (Kautsky) y el revisionismo
enseguida palabras y frases que son claves (Eduardo Bernstein), que no creía en la crisis
para ambos. También nos recuerdan, del lado del capitalismo, y sí en reformas, humanismo
del marxismo, que este tiene una historia, su ético y democracia creciente que llevaría a
historia, en la que cada uno de sus momentos un “socialismo evolutivo”. En realidad, am-
relevantes ha implicado, entre otros rasgos, de- bas corrientes fueron las dos caras del refor-
terminadas relaciones con la Historia. El con- mismo socialdemócrata, complementarias
junto constituye un determinado acumulado en la práctica política, aunque discordes en
cultural frente al cual estamos hoy. teoría y estrategia. Bernstein no solo teorizó

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Historia y marxismo331

el revisionismo; también proclamó la impor- de sociedades europeas con propósitos políti-


tancia ideológica de la conciencia moral y pi- cos revolucionarios, y planteó con total con-
dió un retorno a Kant. secuencia la lucha anticolonialista como parte
Desde una posición política ajena a ambos, de la revolución. Sin embargo, Lenin fue sobre
Rosa Luxemburgo, revolucionaria e internacio- todo un político práctico, el líder indiscutido
nalista, preconizó que llegarían a triunfar rebe- de un partido diferente, el bolchevique, que se
liones de masas y reclamó la necesidad de la propuso tomar el poder en Rusia para realizar
democracia en la organización y la lucha socia- una revolución comunista. Y lo logró.
listas. El fundamento de la revolución estaba El triunfo bolchevique modificó y amplió el
en “el suelo firme de la necesidad histórica ob- objeto del marxismo, y creó un verdadero polo
jetiva” (Luxemburgo, 1967: 293), que Rosa cre- cultural para los revolucionarios europeos y de
yó demostrar mediante su intento de comple- otros países del mundo. Es imposible hablar
tar la teoría económica de Marx. Revolución, de marxismo –y mucho menos conocerlo– sin
teoría económica, teoría política, marxismo y estudiar esa etapa. Ernesto Guevara dio a un
materialismo fueron los temas de Vladimir I. compañero el consejo inteligente de leer todo,
Lenin (1963), que –sin cuestionar expresamen- “hasta el último papel” escrito por Lenin des-
te las bases teóricas de la ortodoxia– produjo de noviembre de 1917. Y es que crece brusca-
la obra marxista más importante de todo el pe- mente el número y el tipo de documentos rele-
ríodo. Lenin realizó una cruzada de antirrevi- vantes desde que comienza la experiencia del
sionismo comunista, elaboró una teoría sobre poder revolucionario y la transición socialista.
el capitalismo más desarrollado, reivindicó a También es necesario manejar la obra de otro
la teoría del Estado de Marx y a la Comuna, de los protagonistas de la revolución, León
pero no al espontaneísmo de esta, defendió la Trotsky, teórico apegado a Marx y profundo
teoría de la dictadura del proletariado, que la II analista político, a veces visionario; como his-
Internacional había escamoteado, y postuló los toriador, leer sobre todo su pieza maestra, la
rasgos que debía tener la organización política Historia de la Revolución rusa (Trotsky, 2017)
marxista para ser eficaz en cuanto a tomar el que combina un fresco histórico extraordinario
poder. Hizo también más aportes que nadie a con una gran riqueza analítica y valiosas indi-
los análisis complejos de situaciones concretas caciones de método. Apropiarse de los aportes

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332 Fernando Martínez Heredia. Antología esencial

teóricos de la filosofía dialéctica marxista y la antigua filosofía especulativa europea con


revolucionaria de Karl Korsch (1971 [1923]) y manipulaciones de Lenin, Marx y Engels, y con
del György Lukács (1969 [1923]) de Historia y toda suerte de elementos pragmáticos y doc-
conciencia de clases, del pensamiento de una trinarios. Una ideología de obedecer, legitimar
izquierda que consideró a los eventos de la teo- y clasificar fue impuesta de manera exclusiva
ría como funciones del movimiento histórico. y exigida dogmáticamente en la mayoría de
Asumir la fértil variedad de posiciones y ca- los terrenos de la vida social, convertidos en
minos de la época, expresada por voces como relevantes para la nueva dominación. Entre
las de Ernst Bloch, Walter Benjamin o Wilhelm ellos estuvieron las disciplinas intelectuales.
Reich, o el programa de investigaciones socia- La historia fue reescrita, y se decretaron olvi-
les del Instituto de Frankfurt. Estudiar, discutir dos y manipulaciones. Después de las jornadas
y sobre todo utilizar la obra poderosa y abierta trágicas de los años treinta el daño se volvió
de Antonio Gramsci, a mi juicio el más notable crónico, porque aquel cuerpo ideológico insti-
de todos y el último gran pensador europeo del tucionalizado predominó durante medio siglo,
cauce abierto por Lenin y el bolchevismo. Es atenuados sus aspectos más agresivos desde
imprescindible conocer y asumir críticamente los años cincuenta, y progresivamente desgas-
todo el complejo florecimiento de las prácticas tado, pero ampliado en su campo de acción a
intelectuales y el pensamiento social realizado los países, instituciones e individuos a los que
por tantos europeos al calor de las luchas, las llegaba la influencia de la URSS –campo mul-
necesidades, las influencias más diversas, los tiplicado después de 1945– y agravado por el
experimentos, las polémicas y los límites del confusionismo que asociaba esa ideología a las
esfuerzo revolucionario. necesidades, las luchas y las ideas de libera-
El final de aquel proceso y el establecimien- ción de los pueblos y los países en el mundo
to de un régimen postrevolucionario en la colonial y neocolonial. Guy Bois (1988) recoge
URSS de los años treinta tuvieron consecuen- con agudeza en su texto un momento del pro-
cias funestas para el marxismo. El pensamien- ceso de desgaste, desde Francia en 1979. Hoy
to fue liquidado o aterrorizado en nombre de se han secado las fuentes de los llamados mar-
la razón de Estado, y se formuló un sistema xismo-leninismo y socialismo de origen soviéti-
de vulgarizaciones que mezcló caricaturas de co, lo que es potencialmente muy positivo para

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Historia y marxismo333

el desarrollo del pensamiento de liberación an- y estudios particulares. En el terreno de la


ticapitalista y socialista en el mundo, pero falta Historia sus trabajos han sido muy notables
recorrer un largo y arduo camino para llegar a y variados. Este pensamiento marxista y las
superar las consecuencias tan negativas que se prácticas intelectuales marxistas en discipli-
han acumulado. nas sociales ligadas a él, su influencia en otros
La incapacidad de constituir un campo medios, constituye un campo relevante e indis-
cultural propio del socialismo, que resultó fa- pensable para cualquier consideración seria
tal para los regímenes de Europa oriental, ha acerca del marxismo y de la Historia en gene-
perjudicado a fondo a la corriente del marxis- ral. El marxismo que ha quedado en pie puede
mo que respondía a ellos, y que era la de ma- ser decisivo en la coyuntura actual del pensa-
yor producción y la más influyente. Sin duda miento que se opone al capitalismo.
hubo contribuciones puntuales, monografías y Es demasiado tratar de aludir siquiera a los
eruditos valiosos, en Historia y otras ciencias problemas de la universalización intentada –y
sociales, pero la teoría era sobre todo un peso en buena medida conseguida– del marxismo, y
muerto. Y el daño no afectó solamente a aque- a los temas de sus relaciones con el estudio y
lla corriente. En mucho –y a veces demasiado– las interpretaciones de las historias particula-
la mayoría de las corrientes marxistas ajenas al res de los países y regiones del llamado Tercer
campo soviético y de sus aliados han sido reac- Mundo, y sus implicaciones para la ciencia his-
ciones, resonancias, oposiciones, variaciones tórica; estos problemas son, sin embargo, fun-
respecto a la que se impuso en la URSS y sus damentales para nosotros. Las prácticas histó-
manifestaciones internacionales. No han esta- ricas específicas de los pueblos que han sufrido
do entonces exentas de su influencia en cuanto los impactos de la expansión del capitalismo
a la manera de pensar, a los temas y métodos, mundial, el colonialismo y el neocolonialismo,
al dogmatismo, a malas costumbres. Sin em- las realidades constituidas por sus culturas,
bargo, esos marxismos independientes, que lu- hibridaciones, instituciones, movimientos de
charon, resistieron y sobrevivieron a todas las la sociedad, dificultades y luchas, sostienen
vicisitudes, han producido muy valiosos apor- complicadísimas relaciones con el universo de
tes durante décadas, tanto en ensayos y sínte- la Historia que se ha elaborado y existe en los
sis teóricos generales como en investigaciones países desarrollados, y que se propaga desde

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334 Fernando Martínez Heredia. Antología esencial

ellos hacia el resto del mundo. El resultado es con el estudio profundo e independiente de las
una Historia que exhibe algunos logros y nume- sociedades tan diversas y heterogéneas que
rosas colonizaciones mentales, con ayuda de el capitalismo asaltó, saqueó y deformó, y ha
los múltiples recursos y atractivos de los po- pretendido ir reuniendo bajo su dominio, hay
deres y las sociedades centrales, una Historia más posibilidades de validar en sí misma la
que sin embargo vive, y se renueva una y otra perspectiva marxista, y de mejorar y ampliar el
vez. En el Tercer Mundo, el marxismo ha servi- campo de su aplicación. En vez de camisas de
do muchas veces como factor de desarrollo de fuerza “teóricas”, “aplicadas” a las realidades,
capacidades, identidades, ideas y movimientos de afirmaciones o negaciones absurdas, de ape-
muy positivos, pero otras tantas ha sido inefi- lar a aberraciones intelectuales para respaldar
caz o confusionista, y también ha sido porta- posiciones políticas, lo que está exigiendo hoy
dor de una colonización mental “de izquierda”. la necesidad de conocer las sociedades para
Del lado colonizador han sido determinantes transformarlas son nuevas fundaciones, auda-
las manipulaciones ideológicas, como parte cia, buen método y mucho trabajo.
de influencias avasalladoras provenientes de Ya existe un acumulado de pensamiento
“centros” y de “sistemas del socialismo”, y los marxista muy notable en el Tercer Mundo;
prejuicios eurocentristas. quiero llamar la atención sobre sus potencia-
En la historia de América Latina, África y lidades en este momento mundial tan difícil.
Asia del siglo XX, esas debilidades y desven- Los historiadores marxistas han avanzado –en
turas del marxismo han sido especialmente grados y situaciones muy diversas, pero más
funestas, porque aquí resultaba imprescindi- profundamente en las últimas décadas– en
ble, pero a la vez era más factible, ser creati- el conocimiento y en la comprensión de los
vo “contra” el canon general proclamado en procesos históricos de sus sociedades, en te-
nombre del marxismo, para realizar aportes rrenos más generales del trabajo de Historia,
que contribuyeran en realidad a universalizar y en teoría. También han avanzado en cuanto
el marxismo. Por eso es tan grave la actitud co- a sostener relaciones fructíferas con historia-
lonizada entre nosotros. Si se logra unir la posi- dores del mundo desarrollado. Es muy apre-
ción marxiana en la relación ciencia-conciencia ciable la influencia de conjunto que ha tenido
revolucionaria y en las cuestiones de método, la Historia inspirada en el marxismo sobre la

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Historia y marxismo335

ciencia histórica, otras disciplinas y el pensa- la Historia se convertía en la más significativa


miento social más general, así como sobre el ciencia social del período siguiente –la segun-
mundo espiritual de sus países. Sin embargo, da república burguesa neocolonial–, por la
es imposible que el campo marxista no sufra un acumulación de trabajo profesional y de divul-
gran deterioro ante la gigantesca ofensiva cul- gación que se alcanzó, y por el lugar preponde-
tural del capitalismo contemporáneo, decidido rante conferido a la historia en la identificación
a convertir su dominio en un lugar común de nacional y en los proyectos políticos y de cam-
la vida cotidiana y en el único horizonte de los bio social. La influencia del marxismo era ob-
proyectos humanos, ofensiva combinada y po- via a través de la obra de una parte de los histo-
tenciada por la caída súbita y bochornosa del riadores destacados, pero no se llegó a formar
llamado socialismo euroriental y la ola de des- una interpretación marxista de la historia de
prestigio en que quedó sumido el socialismo. Cuba, ni una comunidad intelectual-política de
Neutralizar, envolver, manipular, desmontar, los historiadores marxistas. Por su parte, en-
cooptar, son verbos de trabajo de la ofensiva tre los logros del sistema hegemónico estuvo
del capitalismo, y peligros que se confrontan la obstrucción de una divulgación consistente
hoy en todos los terrenos del pensamiento y la del marxismo. Los graves problemas y desca-
vida social. labros padecidos por el proyecto socialista y
el marxismo a escala internacional desde los
años treinta a los cincuenta también incidieron
II negativamente en Cuba.
Después del triunfo de la revolución en
Hay fuertes diferencias en el desarrollo del 1959 se produjo la asunción del marxismo en
marxismo y de la Historia en Cuba: la Historia gran escala en la sociedad cubana, proceso
como disciplina es muy antigua aquí, y sus que forzosamente fue muy polémico, en mi
prácticas y productos hacía tiempo que eran opinión sobre todo por tres razones: la seria
notables cuando el marxismo comenzó a ser- incongruencia existente entre el marxismo in-
lo. Durante la Revolución del 30 el marxismo ternacional y el carácter y el contenido de re-
se arraigó en Cuba, y como resultado de ella volución profunda anticapitalista y de ideales
tomó un lugar en la cultura nacional. Mientras, comunistas del proceso cubano; los logros, las

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336 Fernando Martínez Heredia. Antología esencial

insuficiencias y los problemas de la acumula- La situación en que se vio el proceso revolu-


ción cultural cubana previa; y las relaciones cionario después de 1970 produjo cambios pro-
estrechas que Cuba debió establecer con la fundos, que no es posible desarrollar aquí (desde
URSS. Pero fue precisamente el carácter polé- 1987 hasta hoy he publicado mis criterios sobre
mico de esa asunción del marxismo en medio este proceso). En cuanto a nuestro tema, la cues-
de una revolución lo que le permitió tener un tión se complicó porque sobrevino un aplasta-
impacto fuerte y generalizado en la cultura cu- miento del pensamiento social y un subdesarro-
bana, porque lo obligó a revisarse críticamente, llo inducido del marxismo. Este fue convertido
y a expresar su vitalidad y su relación estrecha en una agresiva “ciencia general” y “guía” de los
con las realidades y las necesidades sociales. pensamientos sociales posibles, que se volvió
En el campo de la Historia se expresaron tam- dominadora y excluyente. Se pretendió que fue-
bién los rasgos generales que expongo. Fueron ra juez de toda la actividad intelectual, rechazan-
características de aquel primer período: la apa- do, aprobando, clasificando y distribuyendo pre-
rición de varias obras históricas muy notables, mios y castigos. Entre otras consecuencias muy
la creación de instituciones para formar profe- negativas, ese proceso formó y agravó el rechazo
sionales, el rescate y divulgación de una parte de los investigadores y estudiosos de materias
de lo producido hasta entonces en Historia de sociales hacia la doctrina impuesta (o más bien
Cuba, la publicación de obras extranjeras, las el alejamiento y la aversión que aparecen cuando
polémicas sostenidas –en su mayoría alrededor el rechazo es imposible).
de interpretaciones de aspectos de la historia Esta segunda etapa de la revolución fue sin
nacional–, la multiplicación del número y del embargo de acumulación muy contradictoria
interés del público, la aparición del movimien- de aspectos positivos y negativos. En el caso de
to de activistas de historia, la exaltación de la la Historia se fue logrando una multiplicación
historia nacional como referente de los esfuer- de los profesionales capacitados, un gran nú-
zos presentes y del proyecto revolucionario, y mero de estudios concretos valiosos y algunos
la gran politización de la actividad de Historia, avances institucionales. Pero la subordinación
rasgo este último que era común entonces a la teórica al llamado “marxismo-leninismo” y las
mayor parte de las actividades sociales y a la normas restrictivas exigidas disminuyeron las
vida cotidiana. posibilidades científicas y de prácticas de la

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Historia y marxismo337

Historia, e impidieron el vital intercambio y de- un socialismo cubanos; a la vez, se la ha alaba-


bate públicos de ideas diferentes entre los pro- do como fuente y baluarte del campo espiritual
pios cubanos. Además, esa sujeción obstruyó revolucionario nacional. Todo eso ha ayudado
o hizo muy difícil la comunicación y el diálogo a la Historia como disciplina, en las siempre
con los medios marxistas de Historia ajenos a difíciles tareas de conservar sus espacios y su
los círculos considerados “correctos”, y también autonomía, y a avanzar en sus prácticas.
con los medios no marxistas, cuando en ambos El abandono del marxismo al que se refiere
campos se producen trabajos e ideas relevantes. Bois se retrasó en Cuba respecto a lo que su-
La historia nacional sufrió en cierta medida, en cedió primero en América Latina, y más tarde
sus temas y métodos de investigación, y tam- –pero en magnitud descomunal– en la Europa
bién en su enseñanza en las escuelas. Oriental. Las razones fueron políticas: en Cuba
Considerados como partes del campo ideo- continuó el régimen creado por la revolución
lógico en el proceso cubano de los últimos 40 de transición socialista. En la actualidad, los
años, la Historia y el marxismo no han guarda- problemas del marxismo están agravados en
do entre sí, empero, toda la subordinación de Cuba por tres características negativas:
la primera al segundo que parecerían asegurar
la fuerte determinación desde lo político y los a) En el aparato productor de ideología hay
diferentes grados de generalidad en lo teórico. más continuidad que discontinuidad del vie-
En realidad, la Historia como historia de Cuba jo tipo “marxista-leninista”;
(¡siempre la dificultad de separar el nombre del b) Los que están llamados a producir pensa-
contenido!) ha desempeñado muchas veces pa- miento social tienen debilidades en su for-
peles de contén y de frontera frente al imperio mación teórica y dificultades en establecer
de la arbitrariedad del marxismo dogmatiza- su pertenencia ideológica; y
do, y algunas veces ha sido arma de ofensivas
c) La grave crisis y la transición económica
ideológicas contra él. En innumerables textos,
del país, abiertas desde 1992, las constela-
exhortaciones y expresiones orales se ha invo-
ciones sociales y culturales que las nuevas
cado la historia de Cuba como proveedora de
relaciones económicas están difundiendo y
hechos y actitudes que avalan y refuerzan la le-
la insuficiencia de las respuestas políticas y
gitimidad y los argumentos de una revolución y

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338 Fernando Martínez Heredia. Antología esencial

culturales que se les han dado. Todo eso di-


estuvieron ocupados de manera exclusivista y
ficulta una recuperación crítica del marxis-
demasiado abarcadora–, y parece como si fuera
mo, y en realidad facilita una tendencia a su
posible continuar así durante un tiempo indefi-
abandono en general. Es difícil defender al
nido. Estimo que esa creencia es infundada y pe-
marxismo en Cuba hoy.
ligrosa, que tal situación se tornaría insostenible
Existe un profundo desgaste, incluso moral, y sus consecuencias pueden ser muy onerosas.
del marxismo, y no solo una crisis. Es necesa- En la Cuba actual, la Historia necesita teoría
rio levantarse sobre el mezquino rasero de lo y también precisa pertenencia ideológica, y el
inmediato (y de los intereses y emociones que marxismo enfrenta el imperativo de revolucio-
lo dominan), no para conservar la vieja ideolo- narse. Ya hemos visto que el marxismo puede
gía, sino para asumir de manera crítica al mar- ser útil para la liberación, pero también puede
xismo y recuperarlo. Opino que necesitamos su serlo para la dominación. Abandonarlo hoy por
ayuda ante los problemas y tareas trascenden- haber tenido esta función sería no sacar prove-
tales que están a las puertas. cho a tan costosos aprendizajes, y sería perder
Ya ha comenzado en Cuba una ola conser- un formidable auxiliar del trabajo científico del
vadora, una reacción del campo espiritual que historiador y una visión social integradora de
amenaza envolver a la producción cultural y la ese trabajo en un horizonte más amplio, que dé
vida cotidiana. Sus causas trascienden al recha- sentido social a los proyectos y a las prácticas
zo a la ideología del “marxismo-leninismo”, y su profesionales. No abandonar el marxismo pue-
contenido no se circunscribe a aquel, sino que de significar también encontrar defensas más
alcanza al conjunto de la situación. En el terreno eficaces contra el desaliento, contra una histo-
que estoy tocando, el de la producción de pensa- ria para consumos turísticos, contra las mani-
miento y ciencias sociales, esa ola conservadora pulaciones, contra la no elección de los temas
podría llevar a un triunfo de la “neutralidad” (la más valiosos y necesarios, contra la asunción
neutralidad es difícil siempre y nunca es inocen- de preconceptos conservadores sobre la mate-
te), o ir aún más lejos. Estamos como suspen- ria histórica. Esas son reacciones ideológicas
didos en el aire en lo teórico y en la ideología quizás explicables, pero debemos combatirlas
que se hace expresa –después de haber vivido y aclarar que ellas perjudicarían duramente a la
un período muy prolongado en que esos campos historiografía y a la conciencia cubana.

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Historia y marxismo339

He escrito “puede significar”, y no más, por- Freud, S. 1991 [1933] “35° conferencia. En
que el marxismo no es un talismán. No habría torno de una cosmovisión” en Obras
ninguna razón para esperar que el marxismo sea Completas T. XXII (Buenos Aires:
realmente útil, ni sea atractivo, si no se sacude Amorrortu).
las cargas pesadas que lo han agobiado y que lo Korsch, K. 1971 (1923) Marxismo y filosofía
convirtieron en agobio para todos. Es cierto que (México: Era).
hoy tiene un prestigio que ganar, pero cuenta Lenin, V. I. 1963 Obras completas (La Habana:
también con factores favorables. Nuestros más Editora Política) 42 T.
destacados historiadores son marxistas, tene- Lukács, G. 1969 (1923) Historia y conciencia
mos profesionales muy capaces de otras disci- de clases (México: Grijalbo).
plinas sociales que también lo son; en diferentes Luxemburgo, R. 1967 La acumulación del
países de América Latina existen historiadores y Capital. (Apéndice una anticrítica)
pensadores marxistas con trabajos de mucha ca- (Grijalbo).
lidad e ideas muy valiosas, y también en Estados Marx, C. 1959 [1852] “El 18 Brumario de Luis
Unidos y en los demás continentes. Necesitamos Bonaparte” en Marx, C. y Engels, F. Obras
conocer más sus trabajos e ideas, y –asombra escogidas (Moscú: Editorial en Lenguas
un poco, pero es cierto– necesitamos conocer- Extranjeras) T. I.
nos más los cubanos unos a otros, e intercam- Marx, K. 1975 El Capital (México: Siglo XXI) 3
biar criterios, ideas, trabajos, proyectos, datos, T. en 8 Vol. Trad. P. Scaron.
opiniones, entre nosotros mismos. La Historia y Parsons, T. 1968 (1937) La estructura de la
el marxismo en Cuba necesitan cosas diversas, acción social (Madrid: Guadarrama) 2 Vol.
pero también se necesitan mutuamente. Schumpeter, J. 1924 (s/d).
Trotsky, L. 2017 Historia de la Revolución
rusa (Buenos Aires: IPS-CEIP) T. I y II.
Bibliografía Weber, M. 1958 (1919-22) Economía y
sociedad (México: FCE).
Bois, G. 1988 “Marxismo y Nueva Historia” en
Le Goff, J. y otros (dirs.) La Nueva Historia
(Bilbao: Mensajero).

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