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RESUMEN FALLO BENGHALENSIS FINANZAS

El Estado, obligado a atender el SIDA

El tribunal supremo confirmó el fallo por el que la Nación debe proveer asistencia y
medicamentos.

La Corte Suprema resolvió que es responsabilidad del Estado Nacional prestar asistencia y
medicamentos gratuitos, en todos los hospitales del país, a las personas infectadas con el virus
HIV que provoca el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

Esa obligación recae sobre la Nación aun cuando las provincias deban atender a los enfermos y
no lo cumplan, pues el Ministerio de Salud es la autoridad de aplicación de la ley nacional
sobre SIDA Nº 23798 y por lo tanto debe responder frente a los requerimientos de los
enfermos, cuando éstos no consigan que los hospitales públicos satisfagan sus reclamos de
atención médica, medicamentos y reactivos para sus análisis periódicos.

El caso por el cual intervino la Corte comenzó en 1996, cuando debido a las licitaciones que se
requerían para proveerlos existía una gran escasez de medicamentos e, incluso, en algunos
casos -como ocurrió en un hospital de Tigre- los centros asistenciales se negaban a brindarles a
los enfermos algunos tratamientos y reactivos. Además, el Programa de Lucha contra los
Retrovirus Humanos, que depende de Salud, aducía falta de presupuesto para hacer frente a
todos los pedidos.

Por eso, seis entidades -Asociación Benghalensis, Fundación Descida, Fundación Estudio e
Investigación de la Mujer, Asociación Intilla, Fundación Red y Fundación Pro Ayuda al Niño con
SIDA-, con el patrocinio de los abogados Liliana Fontán, Roberto Suhotliv y Adriana Traranto,
presentaron una acción de amparo, en representación de las personas afectadas por ese mal.

Para ello invocaron el derecho a la salud y diversas cláusulas de las constituciones Nacional y
de la Ciudad de Buenos Aires. Si bien hacia fines de la década del 90 se regularizó la atención,
el fallo es importante porque su criterio continuará siendo aplicable si se vuelve a presentar
una situación como la comentada. "El fallo establece una solución para recortes futuros", dijo
Pedro Cahn, director médico de la Fundación Huésped.

El 5 de diciembre de ese año, la jueza Claudia Rodríguez Vidal hizo lugar a la acción de amparo
promovida por las ONG y condenó al Estado Nacional a entregar los medicamentos requeridos.
El Ministerio de Salud, entonces a cargo de Alberto Mazza, se opuso al pedido de las
entidades, entre otros motivos porque entendía que la responsabilidad debía recaer sobre las
provincias antes que sobre el gobierno central.

La Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, con las firmas de los doctores Pedro
Coviello y Bernardo Licht, confirmaron el criterio de la jueza. Ayer, la Corte, con la firma de
Augusto Belluscio, Gustavo Bossert, Guillermo López, Antonio Boggiano, Eduardo Moliné O
´Connor, Enrique Petracchi y Carlos Fayt sostuvieron esa misma solución.

Velar por que se cumpla

Los tres primeros se remitieron a los fundamentos del dictamen del procurador Nicolás
Becerra, quien sostuvo que la responsabilidad del Ministerio de Salud no se agota con la
entrega de los medicamentos a los hospitales provinciales, sino que debe velar por que eso se
cumpla, y si esto no ocurre, las asociaciones o la persona infectada pueden requerir su
cumplimiento (mediante una acción de amparo) a aquél, sin perjuicio de la responsabilidad
que puedan luego tener ante la Nación las instituciones, las obras sociales y las medicinas
prepagas.

Boggiano y Moliné O´Connor, por su parte, hacen especial hincapié en la legitimación


(facultad) que tienen las asociaciones civiles para presentar amparos en representación de los
enfermos de SIDA y señalan el carácter integral que debe tener esa atención médica.

"Según esta Corte, es una obligación impostergable del Estado Nacional la inversión
prioritaria" en salud, dicen, y agregan: "Debemos concluir que para que el tratamiento sea
adecuado, debe suministrarse en forma continua y regular, más si se tienen en cuenta los
riesgos que comporta la interrupción del suministro de medicamentos" para los enfermos que
padecen ese mal.

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