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Desde que en el año 1999 los Bienes Muebles de la Insigne Basílica de Santa María
fueron declarados Colección Museográfica Permanente por la Conselleria de Cultura de la
Generalitat Valenciana,1 se ha realizado una intensa tarea con el fin de preservar tales
fondos y divulgar su contenido. De hecho, el Museo de la Virgen de Elche está pensado a
partir de las obras que componen esta colección, de su estudio y de su significado. Hasta
llegar a la apertura al público, se han realizado un conjunto de actuaciones preliminares que
han comprendido, entre otras, la documentación, la selección del fondo, la restauración y el
tratamiento museográfico.Todas estas actividades se han programado con el difícil objetivo
de hacer compatible la museografía y la conservación de estas singulares obras artísticas
del patrimonio ilicitano.
Hay que indicar que, atendiendo a la Ley de Patrimonio Histórico Español
(16/1985), del 26 de junio, «son museos las instituciones de carácter permanente que
adquieran, conserven, investiguen, comuniquen y exhiban para fines de estudio, educación
y contemplación, conjuntos y colecciones de valor histórico, artístico, científico y técnico o
de cualquier otra naturaleza cultural». Por su parte, el Consejo Internacional de Museos
(ICOM) recoge en sus estatutos la definición de museo en la misma línea y significado,
estableciendo también una clasificación en un intento de sistematizar la ciencia
museológica.2 Así, desde el año 2002, los museos de arte sacro queden enmarcados dentro
de la categoría de Bellas Artes.
Sin embargo, al plantear la concepción de un museo con obras de arte sacro como es
el caso del Museo de la Virgen de Elche, también debemos abordar aspectos esenciales con
connotaciones propias, como son los valores intangibles atados al culto, a la liturgia y a la
1
El reconocimiento de Colección Museográfica se produjo por Resolución del Conseller de Cultura,
Educación y Ciencia, el 23 de noviembre de 1999 (DOGV, 21 de diciembre de 1999).
2
El Internacional Council of Museums fue creado en 1946 y es un organismo técnico de la UNESCO
dedicado al desarrollo de los museos y de la ciencia museológica.
3
religiosidad popular que todavía permanecen vinculados a estas obras de arte. Al respecto
hay que destacar que en la Carta circular sobre la función pastoral de los Museos
Eclesiásticos (Ciudad del Vaticano, 15 de agosto de 2001), redactada por la Comisión
Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia, se hace referencia al deber de los museos
eclesiásticos de conservar materialmente, tutelar jurídicamente y valorar pastoralmente este
importante patrimonio histórico artístico, intentando así ofrecer una nueva contribución
para reforzar la acción de la Iglesia a través de los bienes culturales.3
De ahí que al plantear el discurso y la musealización del Museo de la Virgen
ilicitana, se ha intentado tener en cuenta todas estas peculiaridades y normativas, además de
tener presente las particulares connotaciones devocionales y el carácter de uso vigente en
muchas de estas piezas. A modo de resumen, se exponen las principales líneas de trabajo y
actuaciones desarrolladas en la consecución del museo.
Proceso de trabajo: dio comienzo con las tareas de documentación y evaluación de las
condiciones generales de conservación de la colección. Una de las primeras fue el
conocimiento con profundidad de las obras de la colección, tanto desde una perspectiva
histórica como material, y evaluar las condiciones en las que se encontraba.
el desarrollo del discurso expositivo planteado. Los objetos que integran esta rica colección
son muy variados: piezas textiles, pictóricas, escultóricas, de orfebrería y joyería,
documento gráfico, etc. Están elaboradas con materiales muy heterogéneos que,
dependiendo de su naturaleza, reaccionan de diversa manera ante los agentes de deterioro,
cosa que hace que cada tipo requiera de requisitos propios de conservación y de
tratamientos específicos. Especial atención merecen los materiales textiles, que están
representados en el conjunto de vestimentas de la Virgen. Estas piezas constituyen el
principal de la colección, además de ser las más sensibles y susceptibles al deterioro,
juntamente con otras obras de tipo orgánico, como el papel. Otro aspecto característico a
destacar en muchas de estas obras es su condición de piezas de uso en la liturgia, como son
las piezas textiles del ajuar de la Patrona, la joyería, los estandartes procesionales o la
cabecera de la litera procesional, entre otros.
al terno del obispo Tormo y al terno conocido popularmente como «del Sol» o los dos
lienzos de Fernando Antón que representen momentos de la Venida de la Virgen, entre
otros. La última intervención efectuada fue la restauración del manto de la Venida o «de las
Conchas». El convenio de colaboración firmado con el Instituto Valenciano de
Conservación y Restauración de Bienes Culturales (IVC+R), permitirá seguir interviniendo
paulatinamente estos fondo. La diversidad de tipologías de las obras de la colección hace
que tengan características técnicas, físicas y de conservación muy complejas y peculiares.
La exposición al público después de la restauración comporta necesariamente múltiples
factores a tener en cuenta que determinan las mejores condiciones posibles de exposición,
sobre todo si se quiere hacer compatibles ambas funciones, la de conservación y la de
exposición.
4
El diseño y la ejecución del proyecto museográfico ha corrido a cargo de la empresa Disbauxes i
Naumàquies, SL, de Valencia. Durante la ejecución del proyecto se ha contado en todo momento con el
asesoramiento técnico de los ilicitanos Sixto Marco Lozano, Antonio Serrano Bru y Jaime Brotons
Guardiola.
6
Conservación preventiva: uno de los objetivos prioritarios ha sido orientar las actuaciones
y soluciones museográficas hacia la conservación preventiva, con el fin de hacer
compatible la museografía y la conservación de estas singulares obras artísticas. Este
método de trabajo también comprende acciones que garantizan unas condiciones
ambientales coherentes y relativamente estables, sin fuertes fluctuaciones y manteniéndose
alrededor de unos valores concretos o rangos óptimos de control, establecidos según la
naturaleza de los materiales constitutivos que se quieran conservar. Eso implica tanto el
control de las condiciones ambientales (temperatura, humedad relativa y contaminación),
intensidad y calidad lumínica, y control de plagas, como los propios de exposición,
seguridad, mantenimiento, almacenamiento o manipulación de las piezas.
Vitrinas: dentro de este plan de trabajo, la confección de las vitrinas ha sido un factor
determinante. Las vitrinas, como contenedores de las obras, son tanto un elemento de
exposición, como de preservación. Su diseño se ha realizado combinando la estética con la
funcionalidad que es, en última instancia, la preservación de las piezas. Han sido estudiadas
en relación directa con el volumen de las obras expuestas y con el tipo de montaje
expositivo seleccionado para cada tipología específica. Así, por ejemplo, hay maniquís y
perchas adaptadas a las características, dimensiones, morfología y técnicas de las piezas
textiles de indumentaria, peanas para las esculturas, apoyos para la joyería, etc. Otra
característica fundamental, dado el carácter rotativo de la colección, es la accesibilidad
desde el exterior de las vitrinas para facilitar el mantenimiento. Por lo tanto, el diseño del
sistema expositivo intenta satisfacer las necesidades estéticas e interpretativas de los
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Así se distingue en la fotografía de los primeros años del siglo XX (1903?) incluida en el libro sobre las
restauraciones arquitectónicas de Santa María, Les empremtes del temps. Las huellas del tiempo,
Ayuntamiento de Elche, Elche, 2009, p. 27, aunque no se trata del altar mayor de la Capilla de la Comunión,
como erróneamente se indica en el pie de foto, sino de un altar lateral.
9
sitúa a su izquierda. Presiden el Padre Eterno y el Espíritu Santo en forma de paloma que,
en la parte superior, aparecen en medio de una gloria con nubes y rayos de luz. La Virgen
está sentada en una roca y tiene a sus pies una balsa donde juegan dos angelitos. Todo el
conjunto es de un gran naturalismo, decorado con plantas, aves, peces e, incluso, insectos.
La presencia al fondo de una palmera datilera podría hacer referencia a la escena del
descanso en la huida a Egipto en qué, según el evangelio apócrifo de la infancia de Jesús, la
Sagrada Familia fue protegida por una palmera de la persecución de Herodes. El tamaño, la
distribución y el hecho de que, originalmente, estuviera resguardada en una urna de madera
y cristal, adornada con una guirnalda de flores de seda, hace pensar en un origen doméstico
o conventual.6
Virgen del Rosario. Anónimo, s. XVII. Madera policromada. La Virgen María sostiene en
brazos al Niño Jesús, que juega con el orbe. Está situada sobre una nube en donde aparece
un querubín, así como las puntas de la media luna.
Cruz de Jerusalén. Taller franciscano, s. XVIII. Madera, nácar y marfil. Cruz latina de
brazos rectos sobre peana. En el centro se dibuja la imagen de Cristo crucificado; en la
parte superior, el cartel de «INRI», y en la parte inferior, la figura de la Virgen al pie de la
6
Elías HERNÁNDEZ ALBALADEJO, «Sagrada Familia», La luz de las imágenes: Orihuela, marzo diciembre
2003, La luz de las imágenes, Valencia, 2003, p. 646-647.
7
Isabel DURANTE ASENSIO, «Crucifijo», Exposición La Luz de las Imágenes, La faz de la eternidad, Alicante
2006, Generalitat Valenciana, Valencia, 2006, p. 340-341. Hay que hacer notar que la ilustración que
acompaña la ficha técnica de esta pieza en el citado catálogo es errónea ya que, en realidad, el crucifijo de la
Basílica de Santa María es el que aparece fotografiado en la página 515 del libro.
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cruz. Ornamentada con bloques cilíndricos al mismo tiempo que las incrustaciones de
marfil y nácar configuran una decoración con motivos vegetales y geométricos. En la peana
aparece la figura de san Francisco de Asís, así como el Espíritu Santo y los escudos de la
orden franciscana y de la Custodia de Tierra Santa, que confirma la procedencia de la pieza:
en Jerusalén todavía es tradicional este tipo de artesanía con nácar o madreperla. Hay que
recordar que la orden franciscana tiene el encargo papal desde 1342 de cuidar los Santos
Lugares de dependencia católica. Esta cruz fue utilizada en el ceremonial religioso de
bienvenida a la Reina Sofía de Grecia, cuando visitó la Insigne Basílica ilicitana el 1 de
noviembre de 1985 para contemplar la representación extraordinaria del Misterio de Elche.
Portapaz.* s. XIX? Plata. Utilizado en el antiguo ritual de la paz de la Santa Misa, donde se
hacía besar este objeto. Pieza neogótica en la que figura Cristo crucificado y san Juan y la
Virgen al pie del Calvario.
Cruz [Sobre la puerta de acceso]. Anónimo, s. XVII. Óleo sobre madera. Cristo aparece
pintado sobre una cruz de madera negra. A sus pies, la calavera con las tibias cruzadas que
la iconografía incluye para recordar que la cruz de Cristo fue alzada sobre la tumba de
Adán, el primer hombre. Podría tratarse de la cruz que el inventario de Santa María del año
1691 menciona situada en la sacristía como «Yttem. Una cruz de madera con una ymagen
del santo crucifixo pintado»8 y que el inventario del 1732 señala como «Ítem. Una cruz de
madera, y en ella pintada una ymagen de Christo cruxificado que está en la testera de la
sacristía».9
IIa. María vivió en Jerusalén sus últimos años y allí murió asistida por los apóstoles,
aunque fue resucitada y subió al cielo en cuerpo y alma.
*
Las piezas marcadas con un asteriso se exponen temporalemnte por alternarse con otras de la colección.
8
ARCHIVO DE LA BASÍLICA DE SANTA MARIA DE ELCHE [ABSME], Libro de visitas pastorales (1679-1717)
(sig. 9), s.f.
9
ABSME, Libro de visitas pastorales (1723-1751) (sig. 10), s.f. Vid. Carmelo GARCÍA DEL VALLE, «La
Iglesia en Elche (Datos para su historia)», Nuestras tradiciones, VIII, PHACE, Elche, 2001, p. 153.
11
Dormición de Maria. Taller valenciano, s. XIX? Madera, tisú de seda y plata. Pequeña
imagen de la Virgen en su Tránsito procedente, muy posiblemente, de algún oratorio
particular. Vestida con manto de tisú, muestra el rostro, las manos y los pies, de los que
cuelga la media luna tradicional. La cabeza aparece adornada con corona y aureola de
estrellas.
10
Respecto a los objetos del museo relacionados con la Festa d’Elx, vid. J. CASTAÑO GARCIA, «La Festa en el
Museo de la Virgen», Información (extra «La Festa d’Elx»), 8-VIII-2008, p. 17.
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IIb. La devoción hacia la Asunción de María fue introducida en nuestras tierras por
Jaime I el Conquistador (1265). La tradición cuenta que el 29 de diciembre de 1370 llegó a
la playa del Tamarit de Elche un arca en el interior de la cual se encontró una imagen de la
Virgen y la consueta de su Misterio. Esta imagen, proclamada patrona de la ciudad, fue
entronizada en la ermita de San Sebastián bajo el cuidado de la Cofradía de Nuestra Señora
de la Asunción.
La tradición de la Venida queda reflejada por medio de dos pinturas:
Hallazgo de la imagen de la Virgen de Elche. Fernando Antón, 1895. Óleo sobre lienzo.
Copia del cuadro de Fray Antonio de Villanueva (1714-1785) existente en el camarín de la
Virgen hasta 1936. Este óleo, obra de un hermano del famoso pintor local Mariano Antón
(1857-1932), nos muestra la escena del hallazgo del arca de la Virgen ilicitana en la playa
del Tamarit. La caja está puesta de pie y sostenida por un sacerdote y dos hombres. En el
interior se distingue la figura de la Virgen vestida y con corona. Alrededor de la caja,
grupos de personas que la contemplan admiradas. Un joven retira la tapa del arca donde se
puede leer «Soy para Ylice». A la izquierda de la escena, un grupo de seis hombres y un
niño leen un papel, que debe ser la consueta del Misterio asuncionista. A la derecha, cuatro
caballeros que observan. En el margen inferior izquierdo, dos mujeres y un niño. Al fondo,
tres caballeros o soldados a caballo que vigilan.
Traslado de la imagen de la Virgen a Elche. Fernando Antón, 1895. Óleo sobre lienzo.
Copia del cuadro de Fray Antonio de Villanueva (1714-1785) existente en el camarín de la
virgen hasta 1936. Procesión de traslado de la imagen de Nuestra Señora desde la playa del
Tamarit a Elche. La Virgen es llevada sobre unas andas adornadas con flores y dos cirios.
La escena nos muestra un conjunto de personas que acompañan o que observan: cuatro
caballeros, siete sacerdotes y unos veintidós hombres y niños. En el margen inferior
izquierdo, una mujer y un niño sentados y una mujer de pie. El desfile pasa por un huerto
de palmeras con una tapia alta sobre la cual hay cuatro chicos que se admiran y, debajo,
cinco mujeres, una de ellas con un niño en brazos. En esta copia no figura el grupo de
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La fotografía le valió a su autor un premio de los Juegos Florales de Elche de 1920 y fue publicada en el
semanario Levante, Elche, 5-I-1926 («Los cuadros del camarín»). También puede verse en Sóc per a Elig, 3
(1991), p. 74-75.
12
ABSME, sig. 75P. Vid. Anna M. ÀLVAREZ FORTES y J. CASTAÑO GARCIA, «Una notícia de la Festa d’Elx
de l’any 1523», Festa d’Elx, 1987, p. 41-50.
14
Del mismo Archivo Histórico proceden dos impresos del s. XVII relativos a la
Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción, encargada de cuidar los cultos
dedicados a la Virgen de Elche:
13
Sobre las vestiduras de la Patrona de Elche, vid. Carmen PÉREZ GARCÍA, Sofía VICENTE PALOMINO y María
Gertrudis JAÉN SÁNCHEZ, «Preservación de la indumentaria de la Virgen de la Asunción, protagonista del
Misterio de Elche», Restauración & Rehabilitación, 62 (2002), p. 60-66. También, de las mismas autoras,
«La colección de indumentaria de la Virgen de la Asunción», Sóc per a Elig, 14 (2002), p. 22-29.
16
El 31 de diciembre del mismo año, se pagaron cuarenta y nueve reales y ochos dineros por
sinta terciado, linzón, brocas, gafetes de plata y hechuras del vestido nuevo que se
traxo de Roma y estrenó la Santa Imagen en el día de Concepción del corriente año. 16
El manto tiene a juego cuatro reposteros para las andas procesionales, así como un traje de
color blanco.
Manto penitencial.* Taller italiano, hacia 1795. Tisú de plata bordado en plata. Donación
del obispo Antoni Despuig y Dameto (1745-1813). Manto de color morado con estrellas y
círculos de plata. Su procedencia queda confirmada en el inventario realizado en Santa
María el año 1816:
Otrosí. Otros dos vestidos que se fabricaron en Roma a la dirección del eminentísimo e
Yltmo. Don Antonio Despuix y Dameto, el uno de color morado y el otro de
Concepción.17
La vestidura está formada por brial o falda, vestido abierto por delante -diseño contrario al
resto de las vestiduras de la imagen, que siempre se abren por detrás-, dos mangas, dos
sobremangas, manto, almohadilla para los pies y cuatro reposteros para las andas. Era
utilizado por la imagen en las rogativas y actos penitenciales y entre los años ochenta y
noventa del siglo XX, durante el período de Cuaresma.
Sandalias.* Taller valenciano, s. XIX. Seda bordada con seda y oro. Donación de
Juan Bautista Javaloyes (†1934), presbítero ilicitano y canónigo de la catedral de
Cádiz, donde está enterrado, que durante muchos años interpretó el san Juan del
Misterio y que fue su primer maestro de ceremonias conocido (1932-1933). Según
una crónica publicada en El Día de Madrid,
Terno del obispo Tormo: capa pluvial, casulla y dalmáticas. Taller valenciano,
hacia 1784. Tisú de plata bordado en oro y seda. Donación del obispo José Tormo
de Juliá (1721-1796) después de su uso en la ceremonia de consagración del templo.
Los expertos han destacado que el conjunto es un auténtico canto en oro y sedas a
ensalzar las glorias de María y que su modelo parece querer evocar el terno genovés
del monasterio de las Carmelitas descalzas de Valencia. A un esmerado diseño que
se dispone sobre un fondo cubierto completamente con labor de hilo de plata, se
sobrepone un segundo bordado en oro y sedas. Los motivos principales, como los
22
ABSME, Libro Racional de la Cofadría de Nª Sª de la Assumpción (1749-1786) (sig. 19), s.f. En el mismo
libro se anota que en 1760 se compraron cintas de colores para las medidas o que el 28 de agosto de 1763, se
abonaron 519 reales y 13 dineros por 561 medidas hechas en Valencia, por imprimirlas y por traerlas a Elche.
En agosto de 2010, el Museo de la Virgen, con la inestimable colaboración de tres empresas ilicitanas, ha
puesto a la venta reproducciones de estas medidas.
20
acto contínuo de haver acabado su señoría ilustrísima de decir Misa (el día de la
consagración de Santa María), se retiró a su palacio [...] y habiendo mandado venir al
Dr. D. Francisco Antonio Ferrer, cura de esta iglesia, a dicho palacio, lleno su
ilustrísima de una santa complacencia y gozo le manifestó que desde luego, en acción
de gracias y de reconocimiento, era su voluntad, ceder, como en efecto cedía a favor de
la parroquial de Santa María y para el uso de su capilla de Comunión, el copón en que
había consagrado en la Misa y suministrado la sagrada Comunión, como igualmente el
23
M. PÉREZ SÁNCHEZ, «Terno de la Asunción», La luz de las imágenes..., p. 610-612.
24
Exposición Regional Valenciana. Año 1909. Sección de Arte retrospectivo. Catálogo, Tip. Moderna, s.l., s.
d. [1909], p. 49, p. 85-86.
25
UN VECINO [P. IBARRA I RUIZ], «Exposición Nacional en Valencia. Relación general de premios a los
expositores», La Semana, Elche, 20-XI-1910.
26
Mariano BENEYTO Y MEDIOLA, Diaria relación de las sagradas funciones que ha celebrado la villa de
Elche desde el día 3 hasta el 7 del mes de Octubre del año 1784 con motivo de haber consagrado su
magnífica Iglesia Parroquial de Santa María y colocado en la nueva y sumptuosa Capilla de Comunión al
Ssmo. Sacramento el Ilustrísimo Señor Don Josef Tormo, dignísimo Obispo de Orihuela, del consejo de S.M.,
&, Imp. B. Monfort, Valencia, 1785, s.p. El Patronato del Misteri d’Elx realizó una edición facsímil de este
folleto en 2009, con una presentación de J. CASTAÑO GARCIA.
21
ornamento con que había celebrado que era de espolín de seda color blanco, con flor de
oro guarnecido de un galón de dos puntas muy ancho de lo propio... 27
Copón. Fernando Martínez (Valencia), hacia 1784. Plata sobredorada. Donación del
obispo José Tormo de Juliá (1721-1796) después de su uso en la ceremonia de
consagración del templo. Sigue la línea del renombrado «copón rico» de la catedral
de Orihuela y los expertos indican que la pieza es tardobarroca, casi neoclásica, en
lo concerniente a la ornamentación, aunque también se detectan concesiones al
rococó, y en el que «no hay asomo de rocalla que es substituida por otros motivos,
tales como acantos, rosetas, guirnaldas, coronas de laurel, guilloquis y medallones
circulares».28 Como hemos visto en la ficha anterior, este copón figuró, juntamente
con el terno del obispo Tormo, en la Exposición Nacional que tuvo lugar en
Valencia entre abril y octubre de 1910.
Casulla de plata.* Finales del s. XIX. Seda bordada con oro, plata, pedrería y
perlas. Donación de Juan Bautista Javaloyes (†1934), canónigo de la catedral de
Cádiz. Casulla de las llamadas de forma «de guitarra», hecha de seda y cubierta
completamente con bordados de plata, oro y piedras, con símbolos eucarísticos,
como espigas de trigo y unos magníficos racimos de uva confeccionados con perlas
de diferentes tamaños. En su parte posterior destaca un Agnus Dei bordado en oro y
seda roja. El barroquismo y exuberancia de estos bordados, que no suelen ser
frecuentes en ornamentos sacerdotales, parece hablar de un origen andaluz. La
casulla se completa con manípulo, estola, velo del cáliz y bolsa de corporales, todo
a juego. En esta última pieza, destaca otro Agnus Dei semejante al de la casulla.
Desde su incorporación a Santa María se utilitzaba en la solemnidad de la
Ascensión del Señor, en la popularmente conocida «misa de la hora», que tenía
lugar al mediodía de la festividad.31
El relato que hemos presentado con textos y piezas, se resume también en el museo
con un audiovisual realizado con una sucesión de imágenes, tanto de las piezas expuestas
como de otras relacionadas con la vida de la Virgen y con la imagen de la Patrona de Elche.
31
Vid. José PASCUAL URBÁN, Del folklore ilicitano, Tip. Información, Alicante, 1943, p. 24-26.
23
Guitarra. Joseph de Frías (Sevilla), 177[7?]. Madera de ébano, nácar y marfil. Donación a
la Virgen de la Asunción del músico ilicitano Diego Ortiz, que la había recibido de la reina
María Cristina de Borbón (1806-1878). En el interior del instrumento lleva una etiqueta
donde se lee: «Joseph de Frías me feci en Sevilla. Año de 177[7?]». De Frías fue uno de los
más prestigiosos maestros guitarreros del siglo XVIII español que tuvo taller en Sevilla, de
donde salieron trabajos fechados entre 1775 y 1801. El diseño de la guitarra es plenamente
barroco, presenta diez cuerdas distribuidas en cinco órdenes dobles, atirantadas con
clavijas, y una más añadida posteriormente donde se enrosca una cuerda al aire. Decorada
con incrustaciones de nácar, marfil y ébano. El fondo y el clavillero presentan un
extraordinario trabajo de marquetería con flores de cuatro pétalos. El diapasón va
32
J. CASTAÑO GARCIA, «Cantoral del oficio de la Asunción de la Virgen», La luz de las imágenes..., p. 402-
403. Este cantoral presenta la signatura 207 del ABSME. Por razones técnicas de conservación, la pieza
expuesta es una reproducció del original.
24
recubierto de una fina lámina de nogal con motivos enramados y trenzados. Para los
expertos,
la exquisitez del trabajo del maestro sevillano, la elegancia que transpira y el cuidado
puesto en sus detalles nos conducen a la seguridad de encontrarnos ante uno de los más
singulares instrumentos de esta clase que se conservan en España. 33
Según la mencionada crónica periodística de 1910, esta guitarra perteneció a la reina María
Cristina de Borbón, que, después de quedar impresionada por un concierto del músico
ilicitano Diego Ortiz, se la regaló. Y éste, al morir, la legó a la Virgen de la Asunción con
el deseo que fuera utilizada en la Araceli del Misterio, como así fue hasta los años
cincuenta del siglo XX, en qué, ante su envejecimiento, fue sustituida por una guitarra
actual.34 De hecho, un monograma mariano con corona de plata incrustado en la caja del
instrumento da testimonio de ser propiedad de la imagen de Nuestra Señora de Elche. Fue
restaurada en el taller de Evelio Domínguez de Madrid en el año 1971, y participó en la
exposición La Guitarra española, celebrada en el Metropolitan Museum de Nueva York en
1991.35
33
Enrique MÁXIMO GARCÍA , «Guitarra», La faz de la eternidad..., p. 628-629.
34
E. CASAL, op. cit. y también Juan GÓMEZ BRUFAL, «Una guitarra para la Festa», La Verdad, 31-I-1971.
35
La Guitarra Española. The Spanish Guitar (Catálogo de la exposición celebrada en The Metropolitan
Museum of Art de Nova York y Museo Municipal de Madrid, 1991-1992), Sociedad Estatal del Quinto
Centenario, Madrid, 1991, p. 110-112.
25
otros cuatro símbolos de la letanía, acompañados por inscripciones donde se podía leer su
correspondiente invocación, aunque ahora son ilegibles. Se trata del espejo, la estrella, el
lirio y la rosa.36
La comparación de este frontal, respecto a su técnica de ejecución, tamaño y forma del
tejido y símbolos bordados, ha hecho concluir al equipo de su restauración que es una pieza
textil salida de un taller valenciano de finales del siglo XVI o principios del XVII.37
Otrosí. Un tarjón de terciopelo carmesí con la sifra de María bordado de oro y sedas
guarnesido de perlas finas, con piedras de diferentes colores, dibujados los epítetos de
la Virgen y en medio una medalla de oro de la Consepción, aforrado de damasco
carmesí.38
Se trata de una de las piezas textiles más antiguas y de mayor calidad del rico ajuar de la
Virgen de la Asunción con un uso ceremonial todavía vigente, nacido hace más de
cuatrocientos años.
36
Veg. Joaquín SÁEZ VIDAL, «Elche en la exposición “La Faz de la eternidad”», Sóc per a Elig, 18 (2006), p.
93-96.
37
ARCHIVO DEL PATRONATO DEL MISTERI D’ELX [APME], Proceso de Conservación y Restauración del
Frontal perteneciente a la Camilla Procesional de la Virgen de la Asunción. Basílica de Santa María de
Elche [2005] (sig. 169/1). Vid. también Carmen PÉREZ GARCÍA, Sofía VICENTE PALOMINO y María Gertrudis
JAÉN SÁNCHEZ, «Restauración del frontal perteneciente a la camilla procesional de la Virgen de la Asunción
(Basílica de Santa María, Elche)», Sóc per a Elig, 17 (2005), p. 101-103.
38
ABSME, Visita pastoral del obispo Joseph Tormo (1778) (sig. 10/5), s.f.
26
Media luna. Vicente Gómez (Novelda), 1858. Plata. Se sitúa a los pies de la imagen de la
Virgen como símbolo de su Inmaculada Concepción -dogma proclamado por el papa Pío
IX el 1854- y también como símbolo de la mujer del Apocalipsis (12, 1) que recuerda a
María en su Asunción. La media luna lleva cincelada una serpiente que muerde una
manzana, según el relato de la Génesis (3, 15):
tenía una víbora en relieve; pesaba treinta y dos onzas y media y fue labrada por
Vicente Gómez, artífice de Novelda: costó 1.630 reales de vellón y fue pagada de los
fondos de la administración del Vínculo del Dr. Caro. 39
Diadema. Taller local?, s. XIX?. Latón y pedrería. Aunque por razones de uso práctico sólo
presenta nueve, simboliza la corona de doce estrellas de la citada mujer del Apocalipsis. En
el centro tiene cincelado el monograma mariano con corona, flanqueado de cuatro símbolos
de la letanía: sol, luna, palmera y ciprés. Es utilitzada por la imagen de la Patrona de Elche
cuando aparece yacente en el Misterio y también cuando es bajada del cielo en el Araceli,
una vez acabado el drama asuncionista. El uso de la diadema en la obra sacra puede
39
Alejandro RAMOS FOLQUÉS, Historia de Elche, Tall. Lepanto, Elche, 1971, p. 418.
27
documentarse ya en 1700: en la traducción castellana del texto de la Festa que este año hizo
Claudiano Felipe Perpiñán, se indica en el momento de la coronación: «Cantarán los de la
Coronación o [y?] los de la Araceli quitando la diadema y coronando a la Virgen lo
siguiente».40
Manto de la Festa. Taller valenciano, s. XX. Espolín de oro. La mujer del Apocalipsis está
vestida del sol, por tanto el manto de la festividad de la Asunción debe ser dorado. Este
manto, para el uso práctico en el Misterio, es más ligero que el resto de vestiduras de la
Virgen y no presenta cola posterior. Fue confeccionado en los años ochenta del siglo XX y
estuvo en uso hasta agosto de 2005. El año siguiente fue sustituido por otro manto de tisú
de plata bordado en oro y con joyas, realizado y donado por Pedro Ramos, maestro
bordador de Onda (Castellón).
recubierta con láminas de plata labrada y rematada por seis pináculos sobre los que
aparecen seis pomos de flores y granadas hechos también de plata. Cada uno de estos
pomos se encuentra flanqueado por otros dos más pequeños que figuran bellotas. La parte
central de la cabecera muestra seis pequeños arcos sostenidos por columnas en cuyo
interior figura un ciprés de plata. Todas estas figuras vegetales -adormidera, granadas,
bellotas y cipreses- son elementos simbólicos relacionados con el sueño y la muerte. Dadas
las dimensiones de la cama, en el museo sólo se expone la cabecera y dos de las cuatro
columnas, aunque puede verse completa en la celebración de la Octava de la Asunción,
entre el 16 y el 22 de agosto, cuando se levanta un pequeño tablado ante el altar mayor de
Santa María para exponer a Nuestra Señora a la veneración de sus fieles. La cama fue
restaurada por el orfebre valenciano Francisco Pajarón Andreu entre 1991 y 1999.42
A la Festa o Misterio de Elche está dedicado el segundo audiovisual del museo en el
que, mediante una sucesión de fotografías de la celebración asuncionista, obra de Sixto
Marco Lozano, se presenta la obra sacra y sus principales detalles.
42
J. CASTAÑO GARCIA, El llit de la Mare de Déu d’Elx, Ayuntamiento de Elche («Temes d’Elx», 1), Elche,
1991. También, La imagen de la Virgen de la Asunción, patrona de Elche, Caja de Ahorros Provincial de
Alicante – Patronato del Misteri d'Elx, Alicante, 1991, p. 163-165. En el APME se conservan las memorias de
la citada restauración: F. PAJARÓN ANDREU, El llit de la Mare de Déu d’Elx i Descripción de las láminas de
fotos (sig. 154/13 i 154/14).
29
escudo que los acompaña. Esta pequeña cámara está dedicada a los objetos más valiosos de
la Virgen ilicitana:
Manto «Brochado». Taller valenciano, hacia 1800. Tisú de oro bordado en oro y
plata. Obra neoclásica con ornamentación de motivos arquitectónicos, figurativos y
vegetales, entre los que destaca el templete central del vestido, acabado en cúpula,
que contiene el ojo de Dios y alrededor del cual se hallan decoraciones en forma de
«roleos, cintas, guirnaldas, urnas, rosetas y cortinajes».43 La vestidura consta de
manto, vestido con mangas incorporadas, dos sobremangas, almohadilla para los
pies, cuatro reposteros para las andas y dos sandalias que llevan bordadas en las
suelas un ciprés y una palmera sobre la media luna. Este manto puede ser el que se
menciona en el inventario de 1816 con las palabras «Otrosí. Otro [vestido] de tisú
de oro y plata hecho en Valencia a razón de veinte y cinco libras la vara según
consta en el libro de cuentas».44. Y en el inventario de joyas y ornamentos de la
Virgen, efectuado el 17 de septiembre del 1841 por la comisión municipal creada en
la ciudad, debe ser el señalado como «un vestido de tizú recamado de plata de realce
cono su tapetes de andas».45
43
M. PÉREZ SÁNCHEZ, «Manto y vestido de Nuestra Señora de la Asunción», La faz de la eternidad..., p.
602-603.
44
ABSME, Libro de visitas pastorales (1755-1850) (sig. 11), f. 209.
45
AHME, Colección..., vol. II, p. 314-318.
46
Vid. J. CASTAÑO GARCIA, «La talla de l’actual imatge de la Mare de Déu de l’Assumpció, patrona d’Elx»,
Sóc per a Elig, 20 (2008), p. 19-36.
30
Corona imperial. Fernando Martínez (Valencia), hacia 1789. Plata sobredorada con
sobrepuesto de joyas. Corona donada por el obispo José Tormo de Juliá (1721-1796).
Corona imperial con ráfaga formada por una diadema lisa entre molduras, un casquete
calado con acantos y ocho imperiales que culminan con un orbe y una cruz. El cuerpo
principal incluye angelitos portantes que sostienen dos medallones circulares que muestran
las escenas de la Anunciación y la Coronación de Nuestra Señora, así como los símbolos
del sol y la luna.47 La aureola presenta series de rayos y doce estrellas de ocho puntas que se
alternan con motivos calados y acabados en veneras donde se insertan símbolos de la
letanía lauretana: palmera, espejo, sede (sede sapientiae, sede de la sabiduría), olivo,
fuente, torre, pozo, ciprés, torre (turris eburnea, torre de marfil), rosa, cedro y vaso (vas
spiritualis, vaso espiritual).48 Esta corona aparece citada en el inventario de Santa María
realizado el 1816 con las palabras,
Otrosí. Una magnífica y presiosísima corona ymperial de plata sobredorada con dos
tarjones de oro, de la Anunciación y Coronación de Nuestra Señora, guarnecida de
innumerables piedras preciosas como diamantes, rubíes, esmeraldas y otras. 49
La donación hecha por el obispo Tormo quedó reflejada en un romance compuesto en 1789
con motivo de la inauguración de la conducción de aguas potables a Elche, sufragada por el
prelado:
La corona de la Virgen,/ sus vestidos los más bellos,/ todo se halla mejorado/ o
frabricado de nuevo:/ porque el Prelado es un Argos/ cuyo prespicaz desvelo/ en todo
influye a porfía / no encuentra en el gasto exeso. 50
A lo largo de los años, las familias nobles de la ciudad donaron joyas de gran valor que
fueron incorporadas a esta corona. Es el caso, por ejemplo, de
47
M. SÁNCHEZ PÉREZ, «Corona imperial», La luz de las imágenes: Orihuela..., p. 510-511. También F. de P.
COTS MORATÓ, op. cit., p. 72-73. De este último autor, Los plateros valencianos en la Edad Moderna (siglos
XVI-XIX): repertorio biográfico, Universidad de Valencia, Valencia, 2005, p. 554.
48
Un estudio sobre el programa iconográfico de esta corona ha sido realizado por Miquel Àngel P ÉREZ
JARABO, «La corona del bisbe Tormo. Una aproximació a la simbologia mariana», Sóc per a Elig, 16 (2004),
p. 61-75.
49
ABSME, Libro de visitas pastorales (1755-1850) (sig. 11), f. 210.
50
AHME, «Sucinta relación de las singulares gracias y favores que el Sr. D. José Tormo, Obispo de Orihuela
ha dispensado a esta Villa», Colección..., vol. I, p. 349-366.
31
Arqueta. Taller José David (Valencia), 1940. Plata. Realizada con ocación de la
suscripción general ilicitana pro nueva imagen de la Virgen de la Asunción. Es de forma
rectangular con cubierta piramidal truncada y rematada por un ángel que porta una cruz. El
frontal de la arqueta presenta una imagen de la Virgen ilicitana que sale del mar sobre una
nube. A sus pies, la inscripción «Ntra. Sra. de la Asunción Patrona de Elche». Todo este
frontal está recorrido por la siguiente filacteria: «Suscripción general ilicitana pro imagen
de Nuestra Sra. de la Asunción». El resto de la arqueta se adorna con ángeles y símbolos de
la letanía lauretana. E el frontal posterior, el escudo de la ciudad. Presenta cerradura con
llave y dos cierres adornados con el monograma mariano. Las referencias de la época
indican el destino de este objeto:
Anunciamos también que dentro de unos días será expuesta la arqueta de plata
repujada, obra maravillosa de la orfebrería valenciana, en cuyo interior, además de las
reliquias de la imagen [es refereix a les restes trobades després de l’incendi del 1936],
se guardará el libro que contenga los nombres de todos los subscriptores que han
contribuido a la construcción de la imagen de Nuestra Señora de la Asunción [...] 52
La imagen de Nuestra Señora de la Asunción, posee, pues, una gran riqueza, riqueza
que se avalora al admirar sobre la soberbia capa pluvial cien y cien condecoraciones,
como el collar, gran cruz y placa de Carlos III, gran cruz de Isabel la Católica, Cristo
51
ABSME, Libro de visitas pastorales (1755-1850) (sig. 11), f. 210v-211. También se cita esta joya en los
recibos y libranzas de la administración del vínculo instituido por Nicolás Caro (1811-1827) (sig. 19/2), al
pagar: «la colocasión y agregación que se le ha echo a dicha corona del adreso que dejó a Ntra. Sra. Dª
Mariana Llanos, viuda de Canicio» (1815, núm. 5). Las circunstancias sufridas por esta corona y otras piezas
de la Virgen de Elche durante la Guerra Civil (1936-1939) las narra A. R AMOS FOLQUÉS en su Historia de
Elche, Picher, Elche, 1987, 2ª ed., p. 555-556.
52
APME, Hoja volante de la Sociedad Venida de la Virgen núm. 8, 3- XI-1940 (sig. I/3-8). Algunas noticias
sobre el proceso de fabricación pueden verse en nuestro artículo «La talla de l’actual imatge...».
32
de Portugal, medallas de Reales Academias, todas las distinciones en fin, con sus
bandas respectivas, que poseía aquel varón ilustre, gloria de España, polítco, literato y
artista, aquel marqués de Molins, abuelo del actual duque de Béjar, que supo ser un
gran español y buen católico, y que las donó todas a su Virgen [...] 53
Rosario, gargantilla, anillos, brazaletes, cruz y broches. S. XIX-XX. Oro, plata, nácar y
piedras preciosas. Donaciones a la Virgen de familias ilicitanas de diferentes épocas. Con
estas joyas se ornamenta la imagen al colocarlas en sus dedos, muñecas, cuello o sujetas a
su manto. Podemos mencionar dos manillas de especial valor cedidas por el duque de Béjar
y marqués de Asprilla, Jaime Roca de Togores y Téllez Girón (Elche, 1862-1921). Y, como
curiosidad, hay que citar también algunas sortijas dobles, confeccionadas con la unión de
dos anillos, para poder situarlas en los dedos corazón y anular de la imagen que ésta tiene
tallados unidos en ambas manos.54
IX. Jesús, Dios hecho hombre al nacer de la Virgen María, sigue presente
entre nosotros en la Eucaristía. Tradicionalmente, los cristianos han dedicado
festividades solemnes, como la del Corpus Christi, y objectos de grande valor artístico
para resaltar este sacramento:
53
E. CASAL, op. cit.
54
En el citado inventario de 1816 se citan algunas de estas donaciones, aunque hay que señalar que muchas de
estas joyas desaparecienron en los años de la Guerra Civil y fueron substituidas por otras donadas a partir de
1940.
55
ABSME, Llibre dels comtes de la obra de la Sglésia de Señora Senta Maria de la Vila de Elig (1515-1589)
(sig. 153/1), f. 44.
33
los lados y una cruz ençima. Yttem. Un viril de plata sobredorado con un vidrio
enmedio con su funda de palo».56 Por el inventario de 1594 sabemos que la pieza
estaba siente reparada o modificada en Valencia. Todas estas indicaciones y otras
posteriores nos hablan de dos piezas diferentes, custodia y viril, que quizá fueran
adaptadas en la referida intervención de finales del siglo XVI -seguramente motivada
por las directrices del Concilio de Trento- según un modelo que une el culto eucarístico
de exposición y reserva al permitir exponer la Sagrada Forma en el viril y también
conservarla en la arqueta, dentro del sagrario. Presenta un pie plano, rectangular, con
diferentes lóbulos, decorado con cintas, placas, espejos ovales con querubines y flores
y frutos. Encima se alza un canastrón balaustrado con un grueso nudo de jarrón, de
donde parten dos tornapuntas que son rematadas por máscaras y que soportan dos
ángeles arrodillados en actitud de adoración que centran la arqueta. Ésta es rectangular
y con tapa abombada. Sirve de peana al ostensorio que se inserta en su parte superior y
que tiene un viril rodeado por tarjas con forma de volutas donde se inscriben cabezas
de ángeles y que culmina con un sol de rayos lisos y flamígeros. 57 Esta custodia formó
parte de la Exposición Regional Valenciana del 1909, donde se mostró en la vitrina H.
Consta en el catálogo de su sección de Arte retrospectivo como «arquilla de custodia
de plata cincelada, repujada y dorada, época de transición, del siglo XVI al XVII».58 Hay
que indicar que después de la Guerra Civil esta pieza fue reformada para paliar los
daños que había sufrido: la arqueta se transformó en un pequeño cajón, los ángeles que
la flanquean fueron hechos de nuevo, y se incorporó el sol del ostensorio.
* * * * *
El Museo de la Virgen de la Asunción es un sueño que ahora, gracias al esfuerzo de
muchas personas y entidades, se ha podido llevar a cabo. Por fin, el espléndido patrimonio
de la Patrona de Elche, acumulado gracias a la devoción y a la generosidad de sus fieles,
56
ABSME, Llibre dels comtes..., s.f.
57
M. PÉREZ SÁNCHEZ, «Arqueta-Ostensorio», La luz de las imágenes: Orihuela..., p. 288-289. Vid. también
Guadalupe FRANCÉS LÓPEZ, «Orfebrería barroca en la Gobernación de Orihuela», El Barroco en tierras
alicantinas: arte religioso, pintura y platería, Instituto de Cultura «Juan Gil-Albert», Alicante, 1993, p. 98.
También, de la misma autora, «Orfebrería, la gran desconocida», Información (especial «Alicante y el
Barroco»), Alicante, 27-III-1993, p. 6-7.
58
Exposición Regional…, p. 65 (núm. del catàleg 264).
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