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[Facies Domini, 3 (2011), 325-356)

EL MUSEO DE LA VIRGEN DE LA ASUNCIÓN, PATRONA DE


ELCHE: INSTALACIÓN TÉCNICA Y DISCURSO EXPOSITIVO

Joan CASTAÑO GARCIA - María Gertrudis JAÉN SÁNCHEZ

El 1 de agosto de 2008 tuvo lugar la solemne bendición e inauguración del Museo


de la Virgen de la Asunción, Patrona de Elche, a cargo del obispo de Orihuela-Alicante, Dr.
Rafael Palmero Ramos. En este museo, situado en el vestíbulo de la antigua puerta de la
capilla de la Comunión de la Insigne Basílica de Santa María, se exponen las numerosas
obras que, a lo largo de la historia, han materializado la fe y devoción de los ilicitanos hacia
su patrona, Nuestra Señora de la Asunción. Obras de gran valor artístico que han servido y
sirven para ornamentar su imagen y su camarín o que están directa o indirectamente
relacionadas con sus cultos y celebraciones. El espacio, convertido en una fingida capilla
con ábside y pequeño deambulatorio, alberga unas cincuenta piezas pictóricas, escultóricas,
textiles, documentales y de orfebrería, fechadas entre los siglos XVI y XX, algunas de las
cuales van cambiando a lo largo del año según el calendario litúrgico, con el fin de que el
museo esté vivo y también para permitir la exposición de la totalidad de sus fondos.
El nuevo museo no hubiera sido posible sin la ayuda activa y desinteresada de
muchas entidades y de muchos particulares. En primer lugar, del Obispado de Orihuela-
Alicante, que, convencido de su conveniencia y necesidad, ha apoyado activamente el
proyecto de la Junta Conformadora del Museo, organizada por las camareras de la Virgen
de Elche desde sus inicios; de la Generalitat Valenciana, que, por medio de la Conselleria
de Cultura y del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales,
ha ofrecido apoyo económico y técnico para la restauración de piezas y la materialización
del proyecto; del Ayuntamiento de Elche, que ha demostrado la decidida voluntad de
sumarse a la empresa, tanto en su ejecución como en su sostenimiento, al entender que, sin
ninguna duda, enriquece la ciudad ya que ofrece un nuevo atractivo cultural y turístico. Y
2

también de algunas entidades financieras y numerosos ilicitanos que, en mayor o menor


medida, de manera personal o anónimamente, han realizado aportaciones económicas o
profesionales que han permitido la materialización del proyecto museístico.

1. Aproximación a los aspectos técnicos del museo

Desde que en el año 1999 los Bienes Muebles de la Insigne Basílica de Santa María
fueron declarados Colección Museográfica Permanente por la Conselleria de Cultura de la
Generalitat Valenciana,1 se ha realizado una intensa tarea con el fin de preservar tales
fondos y divulgar su contenido. De hecho, el Museo de la Virgen de Elche está pensado a
partir de las obras que componen esta colección, de su estudio y de su significado. Hasta
llegar a la apertura al público, se han realizado un conjunto de actuaciones preliminares que
han comprendido, entre otras, la documentación, la selección del fondo, la restauración y el
tratamiento museográfico.Todas estas actividades se han programado con el difícil objetivo
de hacer compatible la museografía y la conservación de estas singulares obras artísticas
del patrimonio ilicitano.
Hay que indicar que, atendiendo a la Ley de Patrimonio Histórico Español
(16/1985), del 26 de junio, «son museos las instituciones de carácter permanente que
adquieran, conserven, investiguen, comuniquen y exhiban para fines de estudio, educación
y contemplación, conjuntos y colecciones de valor histórico, artístico, científico y técnico o
de cualquier otra naturaleza cultural». Por su parte, el Consejo Internacional de Museos
(ICOM) recoge en sus estatutos la definición de museo en la misma línea y significado,
estableciendo también una clasificación en un intento de sistematizar la ciencia
museológica.2 Así, desde el año 2002, los museos de arte sacro queden enmarcados dentro
de la categoría de Bellas Artes.
Sin embargo, al plantear la concepción de un museo con obras de arte sacro como es
el caso del Museo de la Virgen de Elche, también debemos abordar aspectos esenciales con
connotaciones propias, como son los valores intangibles atados al culto, a la liturgia y a la
1
El reconocimiento de Colección Museográfica se produjo por Resolución del Conseller de Cultura,
Educación y Ciencia, el 23 de noviembre de 1999 (DOGV, 21 de diciembre de 1999).
2
El Internacional Council of Museums fue creado en 1946 y es un organismo técnico de la UNESCO
dedicado al desarrollo de los museos y de la ciencia museológica.
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religiosidad popular que todavía permanecen vinculados a estas obras de arte. Al respecto
hay que destacar que en la Carta circular sobre la función pastoral de los Museos
Eclesiásticos (Ciudad del Vaticano, 15 de agosto de 2001), redactada por la Comisión
Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia, se hace referencia al deber de los museos
eclesiásticos de conservar materialmente, tutelar jurídicamente y valorar pastoralmente este
importante patrimonio histórico artístico, intentando así ofrecer una nueva contribución
para reforzar la acción de la Iglesia a través de los bienes culturales.3
De ahí que al plantear el discurso y la musealización del Museo de la Virgen
ilicitana, se ha intentado tener en cuenta todas estas peculiaridades y normativas, además de
tener presente las particulares connotaciones devocionales y el carácter de uso vigente en
muchas de estas piezas. A modo de resumen, se exponen las principales líneas de trabajo y
actuaciones desarrolladas en la consecución del museo.

Proceso de trabajo: dio comienzo con las tareas de documentación y evaluación de las
condiciones generales de conservación de la colección. Una de las primeras fue el
conocimiento con profundidad de las obras de la colección, tanto desde una perspectiva
histórica como material, y evaluar las condiciones en las que se encontraba.

Documentación: incluyó las funciones de registro, inventariado y catalogación, a partir


tanto de los datos reflejados en el Sistema Valenciano de Inventarios (SVI), como de
antiguos inventarios realizados en diversas épocas por los diferentes archiveros de la
Basílica. De esta manera, se realizó una revisión, actualización y ampliación en cada una de
las obras.

Evaluación: paralelamente, se efectuó la evaluación general del estado de conservación. Se


realizó un índice de prioridades de restauración, seleccionando, por una parte, las piezas
que por graves alteraciones requerían la aplicación urgente de tratamientos de restauración
y, de otra, las piezas que, dada su importancia histórico-artística eran imprescindibles para
3
Otra muestra del reconocimeinto de la Iglesia a las instituciones museísticas es la publicación del documento
Los Museos de la Iglesia. Principios y sugerencias para su estructura y funcionamiento, por la Comisión
Episcopal para el Patrimonio Cultural de la Conferencia Episcopal Española, el 23 de junio de 2004.
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el desarrollo del discurso expositivo planteado. Los objetos que integran esta rica colección
son muy variados: piezas textiles, pictóricas, escultóricas, de orfebrería y joyería,
documento gráfico, etc. Están elaboradas con materiales muy heterogéneos que,
dependiendo de su naturaleza, reaccionan de diversa manera ante los agentes de deterioro,
cosa que hace que cada tipo requiera de requisitos propios de conservación y de
tratamientos específicos. Especial atención merecen los materiales textiles, que están
representados en el conjunto de vestimentas de la Virgen. Estas piezas constituyen el
principal de la colección, además de ser las más sensibles y susceptibles al deterioro,
juntamente con otras obras de tipo orgánico, como el papel. Otro aspecto característico a
destacar en muchas de estas obras es su condición de piezas de uso en la liturgia, como son
las piezas textiles del ajuar de la Patrona, la joyería, los estandartes procesionales o la
cabecera de la litera procesional, entre otros.

Restauración: no sólo ha consistido en eliminar los agentes de deterioro que han


contribuido a la degradación de las piezas, sino que ha pretendido retornar la unidad y
estabilidad a este conjunto de obras, además de proporcionar una lectura conveniente, sin
falsos históricos. La metodología y criterios que se han desarrollado se enmarcan dentro del
contexto de normas y criterios surgidos de los acuerdos internacionales en materia de
conservación y restauración del patrimonio cultural. Según estos principios se ha realizado
una mínima intervención con el máximo respecto al original y reversibilidad de los
tratamientos realizados. Se ha aplicado una metodología específica que varía en función de
la tipología del objeto, de la diversidad de los materiales constitutivos, de las técnicas de
ejecución en cada caso concreto, de su estado de conservación y del grado de las
alteraciones. En estos años se han recuperado magníficas piezas textiles del ajuar de la
Virgen, obras escultóricas y pictóricas, y documentos gráficos. En una primera campaña se
incluyeron obras como el testamento de Isabel Caro, las esculturas de san Joaquín y la
Virgen niña, la Virgen del Rosario, el crucifijo anónimo del siglo XVII y el exquisito
conjunto de elementos textiles, de orfebrería y de madera pertenecientes a la pequeña
imagen de la Dormición de María. Posteriormente, se han restaurado el bordado de la
cabecera de la litera procesional, diversas piezas de indumentaria sacerdotal pertenecientes
5

al terno del obispo Tormo y al terno conocido popularmente como «del Sol» o los dos
lienzos de Fernando Antón que representen momentos de la Venida de la Virgen, entre
otros. La última intervención efectuada fue la restauración del manto de la Venida o «de las
Conchas». El convenio de colaboración firmado con el Instituto Valenciano de
Conservación y Restauración de Bienes Culturales (IVC+R), permitirá seguir interviniendo
paulatinamente estos fondo. La diversidad de tipologías de las obras de la colección hace
que tengan características técnicas, físicas y de conservación muy complejas y peculiares.
La exposición al público después de la restauración comporta necesariamente múltiples
factores a tener en cuenta que determinan las mejores condiciones posibles de exposición,
sobre todo si se quiere hacer compatibles ambas funciones, la de conservación y la de
exposición.

Proyecto museográfico: la elaboración del proyecto museográfico del Museo de la Virgen


de la Asunción parte de dos aspectos básicos, el discurso expositivo, que contempla el
estudio y la selección de las obras, y el espacio de exhibición y su adaptación. El museo,
como hemos dicho, se encuentra instalado en la estancia conocida como «sala del Pozo»,
enmarcado dentro de una falsa bóveda de medio punto, a modo de templo, y el eje central
en el que reposa la imagen de la Dormición sobre la cama de ébano y plata. En el proyecto
se establece la filosofía del museo, los contenidos y el guión expositivo, la definición de los
espacios, las piezas de la colección a exponer y la manera de mostrarlas; 4 también incluye
el diseño y acondicionamiento de las salas, el montaje e instalación de las obras, etc. El
proceso de ejecución del proyecto ha comprendido diferentes etapas, como son la
planificación, el diseño, la producción y el montaje. El tratamiento del proyecto se ha
realizado desde una perspectiva multidisciplinaria, con las aportaciones de profesionales de
las diferentes materias implicadas, con lo que se han unido disciplinas como la historia, la
conservación, la restauración, la arquitectura, el diseño, etc., con el objetivo en todo
momento de realizar las actuaciones con todo el rigor científico que merecen los bienes de

4
El diseño y la ejecución del proyecto museográfico ha corrido a cargo de la empresa Disbauxes i
Naumàquies, SL, de Valencia. Durante la ejecución del proyecto se ha contado en todo momento con el
asesoramiento técnico de los ilicitanos Sixto Marco Lozano, Antonio Serrano Bru y Jaime Brotons
Guardiola.
6

nuestra patrona y el patrimonio de todos los ilicitanos. Para su consecución, se han


desarrollado escenografías y materiales museográficos que faciliten la comprensión del
discurso propuesto, con los que se ha generado la emoción y el respeto que una exposición
de estas características comporta. De esta manera, se ha pretendido generar un conjunto
armónico para el público visitante y funcional y de conservación para las obras, según los
requerimientos técnicos museográficos de la colección, conciliando las necesidades
religiosas y el cumplimiento de las normas internacionales de preservación y exhibición.

Conservación preventiva: uno de los objetivos prioritarios ha sido orientar las actuaciones
y soluciones museográficas hacia la conservación preventiva, con el fin de hacer
compatible la museografía y la conservación de estas singulares obras artísticas. Este
método de trabajo también comprende acciones que garantizan unas condiciones
ambientales coherentes y relativamente estables, sin fuertes fluctuaciones y manteniéndose
alrededor de unos valores concretos o rangos óptimos de control, establecidos según la
naturaleza de los materiales constitutivos que se quieran conservar. Eso implica tanto el
control de las condiciones ambientales (temperatura, humedad relativa y contaminación),
intensidad y calidad lumínica, y control de plagas, como los propios de exposición,
seguridad, mantenimiento, almacenamiento o manipulación de las piezas.

Vitrinas: dentro de este plan de trabajo, la confección de las vitrinas ha sido un factor
determinante. Las vitrinas, como contenedores de las obras, son tanto un elemento de
exposición, como de preservación. Su diseño se ha realizado combinando la estética con la
funcionalidad que es, en última instancia, la preservación de las piezas. Han sido estudiadas
en relación directa con el volumen de las obras expuestas y con el tipo de montaje
expositivo seleccionado para cada tipología específica. Así, por ejemplo, hay maniquís y
perchas adaptadas a las características, dimensiones, morfología y técnicas de las piezas
textiles de indumentaria, peanas para las esculturas, apoyos para la joyería, etc. Otra
característica fundamental, dado el carácter rotativo de la colección, es la accesibilidad
desde el exterior de las vitrinas para facilitar el mantenimiento. Por lo tanto, el diseño del
sistema expositivo intenta satisfacer las necesidades estéticas e interpretativas de los
7

objetos que contiene, integrando de manera armónica el conjunto de la exposición. Por


medio de las vitrinas, se han creado ambientes individualizados y se han establecido
unidades temáticas, ritmos visuales, etc.

Control de parámetros ambientales: como hemos comentado, el control de los


parámetros ambientales es fundamental para la conservación de las piezas. Es por ello, que
una vez colocada la climatización del conjunto, se han instalado sistemas de monitorización
que controlan las variaciones de humedad y temperatura por medio de pequeños sensores
introducidos en las vitrinas y puntos estratégicos de las salas. El propósito es conocer en
todo momento las condiciones ambientales reales de las obras y compensarlas en caso de
ser desfavorables. En lo concerniente al sistema de iluminación, se ha aplicado la
tecnología de fibra óptica, con la que se obtiene una alta eficiencia luminosa sin emisión de
radiaciones consideradas nocivas para las obras (infrarrojas y ultravioletas). Además, no
emite calor, factor que podría desestabilizar el equilibrio microclimático de la vitrina, y no
afecta a la decoloración.

Programa de rotación: el montaje expositivo de las piezas se ha planteado siguiendo la


tendencia actual de los museos. Se ha seleccionado y restringido el número de piezas que se
exponen, de manera que el museo no se convierta en un almacén de obras, sino en un
centro vivo donde puedan exponerse paulatinamente todas las piezas de la colección. El
programa de rotación tiene una doble función: la de conservación y la de difusión de la
colección. Por una parte, se ha establecido el cambio de algunas piezas coincidiendo con el
calendario litúrgico; de otra, también hay que considerar la necesidad de sustituir las obras
por motivos de conservación. A partir de las recomendaciones para cada tipo de objeto y
material, se establece un tiempo limitado de exhibición, actuaciones que contribuyen a
evitar, en la medida del posible, el deterioro. La conservación de las piezas textiles hace
imposible la exposición permanente como marcan las normas internacionales, que
aconsejan sustituirlas en el plazo máximo de ocho meses o de un año.
8

Didáctica: paralelamente se han incorporado al montaje museográfico otros elementos de


diseño que incluyen toda la didáctica gráfica de la exposición, como son las imágenes, los
textos, las cartelas y los audiovisuales que explican al visitante los aspectos relevantes del
discurso, la filosofía del museo y la singularidad de cada pieza. El objetivo es hacer la
exposición amena y educativa para el público, sin perder el sentido estético, el carácter
histórico y el mensaje eclesiástico, definiendo un espacio y conformando un universo
donde todos estos elementos interactuan.

2. Un recorrido por el museo

El Museo de la Virgen de la Asunción, Patrona de Elche quiere narrar por medio de


las piezas expuestas la historia de la Virgen Maria y la historia y los cultos de la imagen de
la patrona de la ciudad.

I. María nace en Nazaret. Sus padres, Joaquín y Ana, la consagran a Dios en el


templo de Jerusalén. Se desposa con José y antes de vivir juntos concibe por obra del
Espíritu Santo y da a luz a Jesús, el Hijo de Dios. María cuida de Jesús en su infancia y
guarda todas sus experiencias meditándolas en el corazón. Permanece con él en su Pasión y
al pie de la cruz nos es entregada como Madre de todos los hombres. Los primeros años de
la vida de Nuestra Señora y la relación con su hijo Jesús se presentan con las siguientes
piezas:

San Joaquín y la Virgen niña. Taller murciano?, s. XVII-XVIII. Madera policromada y


estofada. San Joaquín lleva de la mano a su hija, la Virgen. Hasta el año 1936 se veneraba
en un altar lateral de la capilla de la Comunión.5

Sagrada Familia. Roque López, discípulo de Salzillo (Murcia), s. XVIII-XIX. Barro


policromado y estofado. La Virgen María sostiene en brazos al Niño Jesús y san José se

5
Así se distingue en la fotografía de los primeros años del siglo XX (1903?) incluida en el libro sobre las
restauraciones arquitectónicas de Santa María, Les empremtes del temps. Las huellas del tiempo,
Ayuntamiento de Elche, Elche, 2009, p. 27, aunque no se trata del altar mayor de la Capilla de la Comunión,
como erróneamente se indica en el pie de foto, sino de un altar lateral.
9

sitúa a su izquierda. Presiden el Padre Eterno y el Espíritu Santo en forma de paloma que,
en la parte superior, aparecen en medio de una gloria con nubes y rayos de luz. La Virgen
está sentada en una roca y tiene a sus pies una balsa donde juegan dos angelitos. Todo el
conjunto es de un gran naturalismo, decorado con plantas, aves, peces e, incluso, insectos.
La presencia al fondo de una palmera datilera podría hacer referencia a la escena del
descanso en la huida a Egipto en qué, según el evangelio apócrifo de la infancia de Jesús, la
Sagrada Familia fue protegida por una palmera de la persecución de Herodes. El tamaño, la
distribución y el hecho de que, originalmente, estuviera resguardada en una urna de madera
y cristal, adornada con una guirnalda de flores de seda, hace pensar en un origen doméstico
o conventual.6

Virgen del Rosario. Anónimo, s. XVII. Madera policromada. La Virgen María sostiene en
brazos al Niño Jesús, que juega con el orbe. Está situada sobre una nube en donde aparece
un querubín, así como las puntas de la media luna.

Crucifijo. Anónimo, s. XVII. Madera y marfil. Responde a las premisas de la escuela


andaluza, que tenía en Sevilla su centro de producción. La figura de Cristo es «de tres
clavos» y se muestra agonizando: ojos abiertos y suplicantes hacia el cielo, boca
entreabierta y heridas descarnadas que muestran su sufrimiento. El pelo largo y la barba
partida también son propias de la iconografía tradicional. No lleva corona de espinas, que
solía ser un elemento independiente. La anatomía está perfectamente resuelta con gran
cuidado de la zona abdominal. Obra de gran calidad plástica y de técnica indiscutible.7

Cruz de Jerusalén. Taller franciscano, s. XVIII. Madera, nácar y marfil. Cruz latina de
brazos rectos sobre peana. En el centro se dibuja la imagen de Cristo crucificado; en la
parte superior, el cartel de «INRI», y en la parte inferior, la figura de la Virgen al pie de la

6
Elías HERNÁNDEZ ALBALADEJO, «Sagrada Familia», La luz de las imágenes: Orihuela, marzo diciembre
2003, La luz de las imágenes, Valencia, 2003, p. 646-647.
7
Isabel DURANTE ASENSIO, «Crucifijo», Exposición La Luz de las Imágenes, La faz de la eternidad, Alicante
2006, Generalitat Valenciana, Valencia, 2006, p. 340-341. Hay que hacer notar que la ilustración que
acompaña la ficha técnica de esta pieza en el citado catálogo es errónea ya que, en realidad, el crucifijo de la
Basílica de Santa María es el que aparece fotografiado en la página 515 del libro.
10

cruz. Ornamentada con bloques cilíndricos al mismo tiempo que las incrustaciones de
marfil y nácar configuran una decoración con motivos vegetales y geométricos. En la peana
aparece la figura de san Francisco de Asís, así como el Espíritu Santo y los escudos de la
orden franciscana y de la Custodia de Tierra Santa, que confirma la procedencia de la pieza:
en Jerusalén todavía es tradicional este tipo de artesanía con nácar o madreperla. Hay que
recordar que la orden franciscana tiene el encargo papal desde 1342 de cuidar los Santos
Lugares de dependencia católica. Esta cruz fue utilizada en el ceremonial religioso de
bienvenida a la Reina Sofía de Grecia, cuando visitó la Insigne Basílica ilicitana el 1 de
noviembre de 1985 para contemplar la representación extraordinaria del Misterio de Elche.

Portapaz.* s. XIX? Plata. Utilizado en el antiguo ritual de la paz de la Santa Misa, donde se
hacía besar este objeto. Pieza neogótica en la que figura Cristo crucificado y san Juan y la
Virgen al pie del Calvario.

Cruz [Sobre la puerta de acceso]. Anónimo, s. XVII. Óleo sobre madera. Cristo aparece
pintado sobre una cruz de madera negra. A sus pies, la calavera con las tibias cruzadas que
la iconografía incluye para recordar que la cruz de Cristo fue alzada sobre la tumba de
Adán, el primer hombre. Podría tratarse de la cruz que el inventario de Santa María del año
1691 menciona situada en la sacristía como «Yttem. Una cruz de madera con una ymagen
del santo crucifixo pintado»8 y que el inventario del 1732 señala como «Ítem. Una cruz de
madera, y en ella pintada una ymagen de Christo cruxificado que está en la testera de la
sacristía».9

IIa. María vivió en Jerusalén sus últimos años y allí murió asistida por los apóstoles,
aunque fue resucitada y subió al cielo en cuerpo y alma.

*
Las piezas marcadas con un asteriso se exponen temporalemnte por alternarse con otras de la colección.
8
ARCHIVO DE LA BASÍLICA DE SANTA MARIA DE ELCHE [ABSME], Libro de visitas pastorales (1679-1717)
(sig. 9), s.f.
9
ABSME, Libro de visitas pastorales (1723-1751) (sig. 10), s.f. Vid. Carmelo GARCÍA DEL VALLE, «La
Iglesia en Elche (Datos para su historia)», Nuestras tradiciones, VIII, PHACE, Elche, 2001, p. 153.
11

Relicario de la Virgen y los apóstoles. Anónimo, s. XVIII. Madera dorada. Contiene


reliquias de Nuestra Señora y de todos los apóstoles, incluido san Pablo. Cesión temporal
de Magdalena Campello Chorro (Elche). Como en la «Víspera» del Misterio de Elche,
alrededor de María, representada por una reliquia de su velo, se reúnen todos los apóstoles,
los doce que estuvieron con Jesús -incorporado san Matías en el lugar de Judas Iscariote,
según se indica en los Hechos de los Apóstoles (1, 15-26)- y también san Pablo, que es
considerado el apóstol de los gentiles, aunque no fue discípulo directo de Cristo. Este
relicario debe proceder de algún oratorio particular o conventual y todavía conserva en su
interior el sello cardenalicio sobre lacre que autentifica su contenido.

Dormición de Maria. Taller valenciano, s. XIX? Madera, tisú de seda y plata. Pequeña
imagen de la Virgen en su Tránsito procedente, muy posiblemente, de algún oratorio
particular. Vestida con manto de tisú, muestra el rostro, las manos y los pies, de los que
cuelga la media luna tradicional. La cabeza aparece adornada con corona y aureola de
estrellas.

Estandarte de la Virgen de la Asunción. Taller valenciano, s. XVIII. Seda bordada con


seda y plata. Precede a la imagen de la Patrona de Elche en todas sus procesiones. En el
centro del estandarte destaca una reproducción de la Asunción que ilustra la consueta del
Misterio de 1709, situada bajo una gran corona. Y a su alrededor se desgranen diferentes
símbolos, como el monograma mariano (las dos primeras letras del nombre de María, la
«M» y la «A», entrelazadas) y otros procedentes de la Letanía Lauretana: Sol (electa ut sol,
resplandeciente como el sol), Luna (pulchra ut luna, bella como la luna), estrella (stella
matutina, estrella de la mañana), espejo (speculum sine macula, espejo sin mancha), pozo
(puteus aquarum viventium, pozo de aguas vivas), torre (turris davidica, torre de David),
palmera (palma exaltata, palmera elevada) y escalera (scala Iacobi, escalera de Jacob).10

10
Respecto a los objetos del museo relacionados con la Festa d’Elx, vid. J. CASTAÑO GARCIA, «La Festa en el
Museo de la Virgen», Información (extra «La Festa d’Elx»), 8-VIII-2008, p. 17.
12

IIb. La devoción hacia la Asunción de María fue introducida en nuestras tierras por
Jaime I el Conquistador (1265). La tradición cuenta que el 29 de diciembre de 1370 llegó a
la playa del Tamarit de Elche un arca en el interior de la cual se encontró una imagen de la
Virgen y la consueta de su Misterio. Esta imagen, proclamada patrona de la ciudad, fue
entronizada en la ermita de San Sebastián bajo el cuidado de la Cofradía de Nuestra Señora
de la Asunción.
La tradición de la Venida queda reflejada por medio de dos pinturas:

Hallazgo de la imagen de la Virgen de Elche. Fernando Antón, 1895. Óleo sobre lienzo.
Copia del cuadro de Fray Antonio de Villanueva (1714-1785) existente en el camarín de la
Virgen hasta 1936. Este óleo, obra de un hermano del famoso pintor local Mariano Antón
(1857-1932), nos muestra la escena del hallazgo del arca de la Virgen ilicitana en la playa
del Tamarit. La caja está puesta de pie y sostenida por un sacerdote y dos hombres. En el
interior se distingue la figura de la Virgen vestida y con corona. Alrededor de la caja,
grupos de personas que la contemplan admiradas. Un joven retira la tapa del arca donde se
puede leer «Soy para Ylice». A la izquierda de la escena, un grupo de seis hombres y un
niño leen un papel, que debe ser la consueta del Misterio asuncionista. A la derecha, cuatro
caballeros que observan. En el margen inferior izquierdo, dos mujeres y un niño. Al fondo,
tres caballeros o soldados a caballo que vigilan.

Traslado de la imagen de la Virgen a Elche. Fernando Antón, 1895. Óleo sobre lienzo.
Copia del cuadro de Fray Antonio de Villanueva (1714-1785) existente en el camarín de la
virgen hasta 1936. Procesión de traslado de la imagen de Nuestra Señora desde la playa del
Tamarit a Elche. La Virgen es llevada sobre unas andas adornadas con flores y dos cirios.
La escena nos muestra un conjunto de personas que acompañan o que observan: cuatro
caballeros, siete sacerdotes y unos veintidós hombres y niños. En el margen inferior
izquierdo, una mujer y un niño sentados y una mujer de pie. El desfile pasa por un huerto
de palmeras con una tapia alta sobre la cual hay cuatro chicos que se admiran y, debajo,
cinco mujeres, una de ellas con un niño en brazos. En esta copia no figura el grupo de
13

ángeles que acompañaban a María que presentaba el original de Villanueva y que


conocemos por medio de una fotografía de Hermógenes Esquembre (1920).11

La estancia de Nuestra Señora en la ermita de San Sebastián, en la calle mayor de la


Villa, está presente por medio del

Relicario de San Sebastián. Anónimo, s. XIX. Plata y cristal. La ermita, construida en el


año 1489, fue la sede de la Cofradía de la Asunción y en ella se veneró la imagen de la
patrona de Elche hasta el año 1648 en qué fue trasladada definitivamente a Santa María.
En el Archivo Histórico Parroquial de la actual Basílica se conserva el documento que
autentifica esta reliquia, fechado en Roma el 13 de septiembre de 1864.

Procedente también del rico Archivo Histórico de la Basílica, se expone el

Testamento de Isabel Caro (reproducción). Notario: Antonio de Malla (Elche), 9-VII-


1523. Pergamino. Contiene la referencia más antigua al Misterio de Elche. Isabel Caro legó
cierta cantidad de dinero para que la «grandísima fiesta y solemnidad» que los religiosos
locales dedicaban cada año a Santa María, en la festividad de la Asunción, a una imagen de
Nuestra Señora que ella misma custodiaba en su casa, se perpetuara en el tiempo y fuera
realizada con mayor devoción:

Item, attenent que yo tinch grandíssima devoció a la glorióssima e beneyta Verge


Maria, mare de Monssenyor Déu Ihesu Christs, e per la dita devoció tinch yo en cassa
mia la sua ymatge beneyta ab la qual dita ymatge cascun any en lo dia de la gloriossa
sua Asumssió, ço és, la vespra a hora de completes, ab solepne processó, tenint la dita
ymatge en cassa mia, en vellut molt arreat, la prenen tots los preveres e frares que·s
troben en aquella jornada e la porten ab processó a la sglésia major de Senyora Senta
Maria de la dita vila de hon se li fa grandíssima festa e solepnitat en lo seu dia beneyt. 12

11
La fotografía le valió a su autor un premio de los Juegos Florales de Elche de 1920 y fue publicada en el
semanario Levante, Elche, 5-I-1926 («Los cuadros del camarín»). También puede verse en Sóc per a Elig, 3
(1991), p. 74-75.
12
ABSME, sig. 75P. Vid. Anna M. ÀLVAREZ FORTES y J. CASTAÑO GARCIA, «Una notícia de la Festa d’Elx
de l’any 1523», Festa d’Elx, 1987, p. 41-50.
14

Del mismo Archivo Histórico proceden dos impresos del s. XVII relativos a la
Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción, encargada de cuidar los cultos
dedicados a la Virgen de Elche:

Alegación de Antonio Soler de Cornellà contra la Cofradía de la Asunción


(Jesús, María, Joseph, Santo Thomás de Aquino, San Francisco Xavier y San
Antonio de Pádua. Alegación iurídica por Don Antonio Soler de Cornellá con la
Cofadría de Nuestra Señora de la Assumpción, instituida en la iglesia parroquial
de la villa de Elche, y el clero de aquella, en los pleytos de firma de derecho que en
esta Real Audiencia penden entre dichas partes, 52 p.)* Impreso de 1698 (Imp.
Jayme de Bordazar, Valencia). Grabado de la Asunción de Nuestra Señora en la
portada: la figura de María aparece con las manos juntas y ligeramente genuflexa
sobre una nube que asciende de un sepulcro vacío. La Virgen es sostenida por un
ángel, mientras dos querubines contemplen la escena. En el margen inferior
izquierdo se encuentra la marca del grabador, una «Q» y una «F» entrelazadas.

Alegación de la Cofradía de la Asunción contra Antonio Soler de Cornellà


(Adsit María, por la Cofadría de Nuestra Señora de la Assumpción, fundada en la
Iglesia Parroquial de Santa María de la villa de Elche, y clero de dicha Parroquial.
Contra Don Antonio Soler de Cornellá, 55 p.)* Impreso de 1698 (Imp. Diego de
Vega, Valencia). Grabado de la Asunción de Nuestra Señora en la portada: la
Virgen, con los brazos abiertos, sube en una nube que sostienen tres ángeles. A los
pies de María, la media luna, y a los lados, nubes y otros dos ángeles mayores y
algunos querubines. En la parte inferior, una cornisa con un escudo y una guirnalda
de flores, que quiere representar el sepulcro vacío. Sobre el paisaje del fondo,
símbolos de la letanía (palmera, ciprés, huerto, puerta, templo y ciudad). En la
mencionada cornisa, el nombre del grabador: Chrimus. Martínez f[ecit]. Valentia.

Estos documentos están relacionados con un pleito entre la Cofradía de Nuestra


Señora de la Asunción y Antonio Soler de Cornellà sobre la posesión del llamado
15

Vínculo del doctor Caro o Bienes de la Virgen, legados a la imagen de la Patrona de


Elche por el doctor Nicolás Caro, según testamento redactado en el año 1666. Se
alternan en la exposición con otro impreso:

Alegación de Nicolasa Perpiñán sobre la sucesión de un vínculo familiar


(Alegación por Doña Nicolasa Perpiñán, vecina de la villa de Elche, con Don
Joaquín Perpiñán y Pasqual, vecino de la misma; sobre la succesión del vínculo
fundado por Don Melchor Perpiñán y Doña Gaudencia Ceva, consortes, y
agregado que hizo Doña Rosalía Perpiñán, 33 p.)* Impreso de 1784 (Imp. Benito
Monfort, Valencia). Grabado de Nuestra Señora de la Asunción en la portada: la
imagen representada es la de Elche, con sus vestiduras y ornamentos habituales. A
sus pies, la media luna, y a su alrededor, rocallas y rayos luminosos. Bajo la imagen,
la inscripción «N. S. de la Assumpción».

III. En 1648, al término de le epidemia de peste que azotaba al Reino de


Valencia, la Virgen de Elche fue trasladada a la iglesia de Santa María. La
devoción de sus fieles hizo que fueran muy numerosas las donaciones recibidas para
dignificar su culto y ornamentar su figura y su capilla, entre las que destacan
vestiduras y mantos de gran valor material y artístico que le son sustituidos según la
festividad litúrgica.13

Manto de la festividad de la Inmaculada Concepción de María.* Taller italiano,


hacia 1795. Tisú de oro bordado en oro. Donación del obispo Antonio Despuig y
Dameto (1745-1813), prelado de Orihuela entre 1792 y 1795. Manto de color azul
alejado de las modas españolas del momento con un bordado a base de círculos
secantes y guirnaldas de flores con motivos de soles y lunas. El diseño responde a la
última fase del Rococó, aunque ofrece una originalidad que evoca composiciones

13
Sobre las vestiduras de la Patrona de Elche, vid. Carmen PÉREZ GARCÍA, Sofía VICENTE PALOMINO y María
Gertrudis JAÉN SÁNCHEZ, «Preservación de la indumentaria de la Virgen de la Asunción, protagonista del
Misterio de Elche», Restauración & Rehabilitación, 62 (2002), p. 60-66. También, de las mismas autoras,
«La colección de indumentaria de la Virgen de la Asunción», Sóc per a Elig, 14 (2002), p. 22-29.
16

arqueologizantes, incluso del Renacimiento.14 La donación por parte del obispo


Despuig ha quedado reflejada en diferentes documentos:

En 8 de diciembre de 1795, día de la Purísima Concepción estrenó nuestra divina


patrona el precioso vestido azul de Purísima, el cual se compró y vino embarcado por
disposición del ilustrísimo señor don Antonio Despuig y Dameto, obispo de Orihuela. 15

El 31 de diciembre del mismo año, se pagaron cuarenta y nueve reales y ochos dineros por

sinta terciado, linzón, brocas, gafetes de plata y hechuras del vestido nuevo que se
traxo de Roma y estrenó la Santa Imagen en el día de Concepción del corriente año. 16

El manto tiene a juego cuatro reposteros para las andas procesionales, así como un traje de
color blanco.

Manto penitencial.* Taller italiano, hacia 1795. Tisú de plata bordado en plata. Donación
del obispo Antoni Despuig y Dameto (1745-1813). Manto de color morado con estrellas y
círculos de plata. Su procedencia queda confirmada en el inventario realizado en Santa
María el año 1816:

Otrosí. Otros dos vestidos que se fabricaron en Roma a la dirección del eminentísimo e
Yltmo. Don Antonio Despuix y Dameto, el uno de color morado y el otro de
Concepción.17

La vestidura está formada por brial o falda, vestido abierto por delante -diseño contrario al
resto de las vestiduras de la imagen, que siempre se abren por detrás-, dos mangas, dos
sobremangas, manto, almohadilla para los pies y cuatro reposteros para las andas. Era
utilizado por la imagen en las rogativas y actos penitenciales y entre los años ochenta y
noventa del siglo XX, durante el período de Cuaresma.

Manto de «las Conchas» o de la Venida de la Virgen.* Diseño: Pedro Ibarra y


Ruiz (1858-1934); bordado: Mariana Valero Agulló, Concepción Vidal Pomares y
Manuela Sánchez Aznar, 1917. Tisú de plata bordado en seda, plata y oro.
14
M. PÉREZ SÁNCHEZ, «Manto azul», La luz de las imágenes..., p. 613.
15
AHME, Colección de noticias antiguas y modernas pertenecientes a la Villa de Elche. 1845 (sig. b/329),
vol. I, p. 374.
16
ABSME, Recibos y libranzas de la administración del Vínculo instituido por Nicolás Caro (1795-1810)
(sig. 19/1), 1795, núm. 15.
17
ABSME, Libro de visitas pastorales (1755-1850) (sig. 11), f. 209.
17

Sufragado con el legado testamentario de Antonia Serrano Franco, llevado a cabo


por su sobrina Antonia Ruiz de la Escalera de Cisneros. El proyecto fue aprobado
por el obispo de Orihuela Ramón Plaza Blanco, que lo recomendó al arcipreste de
Santa María, José Luis Martínez Gómez. El erudito historiador local Pedro Ibarra
adornó la vestidura con un impresionante conjunto de símbolos marianos inspirados
en las Sagradas Escrituras, en la Letanía y en la misma tradición local, con un
programa iconográfico que explicó detalladamente en un folleto editado al efecto. 18
En el traje está simbolizada la Venida por medio de un arca en forma de pequeño
barco dirigida por la Fe y con la inscripción «Soch pera Elig». El manto cuenta con
una gran cantidad de alegorías marianas: una águila imperial representa la Asunción
de Nuestra Señora; unas abejas en campo de flores, la producción de miel que
menciona el Cantar de los Cantares; cuatro estrellas, cuatro episodios de la vida de
María: Nacimiento, Desposorios, Tránsito y Glorificación; cuatro palmas con
corona, el virginal Parto, la Purificación, la huida a Egipto y la pérdida de Jesús en
el templo; cuatro monogramas marianos, cuatro motivos en la historia de la Virgen:
Madre de Dios, Belén, hallazgo de Jesús en el templo y el Calvario; y cuatro
ménsulas sostienen tres motivos: el pozo de aguas vivas, el candelabro de Salomón
y el pomo de perfumes. En la cola se representa la Natividad mediante unas flores y
dos cornucopias; y también el escudo del apellido Franco, en recuerdo de la familia
que dio la vestidura; arriba, un sol en medio de una corona de palmas verdes,
simboliza la misma ciudad de Elche. Finalmente, en el cuello del manto se
encuentra el origen de su nombre tradicional: cinco conchas de oro en recuerdo de
los cinco siglos de la tradición de la Venida. La vestidura se completó con dos
sandalias a juego hechas en los talleres de ornamentos sagrados Ruiz Belloso de
Zaragoza. Las cintas de plata de estas sandalias, así como las figuras de la Fe y del
Sol que aparecen en el vestido y en la cola del manto, respectivamente, son obra del
orífice Manuel Balaguer, también de Zaragoza.19
18
P. IBARRA RUIZ, Descripción del manto que para la imagen de Nuestra Señora de la Asunción,
venerada en la Insigne Iglesia parroquial de Santa María de Elche, ha sido confeccionado en la
misma ciudad y estrenado el día 29 de diciembre de 1917..., Zaragoza, [1917?].
19
En 1970, con motivo de la celebración del VI Centenario de la Venida de la Virgen, los bordados del manto
fueron traspasados a un nuevo tejido por las religiosas Adoratrices de Valencia. Y en 2008 fue restaurado por
18

Manto de «las Clarisas».* Religiosas Clarisas de Elche, especialmente sor


Purificación Sánchez Aznar y sor Milagros, 1931. Seda bordada en plata. Fue
terminado el 12 de febrero de 1931 y estrenado en la procesión del Domingo de
Pascua del mismo año. El vestido está presidido por un bordado del Arca de la
Alianza en referencia a la aclamación de María como Arca de la Nueva Alianza por
haber contenido a Jesús. El manto se adorna con el monograma mariano con corona
y media luna y, a su alrededor, diferentes símbolos de la letanía con la
correspondiente leyenda: rosa (rosa mística, rosa mística), torre, estrella, espejo,
ciudad, fuente (fons signatus, fuente sellada) y puerta (porta coeli, puerta del cielo).
Todo el conjunto está profusamente ornamentado con jarrones, flores, lazos,
rocallas y doce estrellas. La vestidura consta de traje, manto, dos mangas, dos
sobremangas y dos sandalias que presentan bordadas en sus suelas las palabras
Assumpta est y Maria in coelum, respectivamente.20

Sandalias.* Taller valenciano, s. XIX. Seda bordada con seda y oro. Donación de
Juan Bautista Javaloyes (†1934), presbítero ilicitano y canónigo de la catedral de
Cádiz, donde está enterrado, que durante muchos años interpretó el san Juan del
Misterio y que fue su primer maestro de ceremonias conocido (1932-1933). Según
una crónica publicada en El Día de Madrid,

D. Juan Bautista Javaloyes, le ha regalado unas magníficas sandalias bordadas en oro,


en cuyas plantas se ven el escudo de Elche, en una, y en la otra el mar, y sobre él un
arca y de ella saliendo una Virgen María. 21

el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes de la Generalitat Valenciana, que organizó una


exposición en la Calahorra de Elche y publicó un folleto explicativo del proceso técnico: Recuperació de
patrimoni tèxtil. Mantell de les Petxines de la Verge de l’Assumpció d’Elx, Instituto Valenciano de
Conservación y Restauración de Bienes Culturales - Junta Conformadora del Museo de la Virgen de la
Asunción, Patrona de Elche, Valencia, 2008. Vid. también M. G. JAÉN SÁNCHEZ, «Estudio, conservación y
restauración del conjunto de vestiduras de la “Venida de la Virgen” o “de las Conchas”», Sóc per a Elig, 20
(2008), p. 55-68; y J. CASTAÑO GARCIA, «Pere Ibarra y el manto “de las conchas”», Información, 27-II-2008.
Aporta datos sobre la bordadora principal del manto y sobre el legado testamentario que lo pagó, Jaime
MACIÁ PAYÁ en el artículo «Las dos mujeres del manto de las Conchas», Sóc per a Elig, 21 (2009), p. 83-86
y en el libro En torno al manto de las conchas de la imagen de la Asunción de Elche, Elche, 2009.
20
J. CASTAÑO GARCÍA, «Sandalias de la Virgen de la Asunción de Elche», La luz de las imágenes..., p. 404-
405.
21
Enrique CASAL, «El Misterio de Elche. Intérpretes y detalles», El Día, 20-XI-1910.
19

Medida de Nuestra Señora.* S. XVIII. Seda impresa. Objeto de devoción popular.


Cinta de la misma longitud que la cintura de la imagen de la Virgen donde figura
impresa con tinta negra una pequeña imagen de la Patrona de Elche y la inscripción
«Medida de Ntra. Sra. de la Asunción de Elche», en medio de una ornamentación
floral. Se exponen dos ejemplares: uno de seda azul y otro de seda rosa. La
confección de estas medidas está documentada en el siglo XVIII. Por ejemplo, en
1751 se pagaron,

quatrocientos ochenta reales de menudillos y son por el gasto que se ha hecho en


Valencia en tirar las estampas, medidas, y quadernillos de la fiesta de Nuestra Señora a
mossén Joseph Gil.22

IV. Iniciada en 1673 la actual iglesia de Santa María, en el camarín central


de la cual se venera la imagen de Nuestra Señora de la Asunción, fue consagrada el
3 de octubre de 1784 por el obispo de Orihuela José Tormo de Juliá, que donó al
templo los ornamentos y vasos sagrados usados en la solemne ceremonia. Cinco
años más tarde el mismo prelado le otorgó el título de Insigne y en 1951 S. S. Pío
XII la elevó a la dignidad de Basílica menor.

Terno del obispo Tormo: capa pluvial, casulla y dalmáticas. Taller valenciano,
hacia 1784. Tisú de plata bordado en oro y seda. Donación del obispo José Tormo
de Juliá (1721-1796) después de su uso en la ceremonia de consagración del templo.
Los expertos han destacado que el conjunto es un auténtico canto en oro y sedas a
ensalzar las glorias de María y que su modelo parece querer evocar el terno genovés
del monasterio de las Carmelitas descalzas de Valencia. A un esmerado diseño que
se dispone sobre un fondo cubierto completamente con labor de hilo de plata, se
sobrepone un segundo bordado en oro y sedas. Los motivos principales, como los

22
ABSME, Libro Racional de la Cofadría de Nª Sª de la Assumpción (1749-1786) (sig. 19), s.f. En el mismo
libro se anota que en 1760 se compraron cintas de colores para las medidas o que el 28 de agosto de 1763, se
abonaron 519 reales y 13 dineros por 561 medidas hechas en Valencia, por imprimirlas y por traerlas a Elche.
En agosto de 2010, el Museo de la Virgen, con la inestimable colaboración de tres empresas ilicitanas, ha
puesto a la venta reproducciones de estas medidas.
20

monogramas de María o los símbolos de la Letanía, como el pozo o la fuente, se


situan en el interior de grandes cartelas enmarcadas con rocallas. A su alrededor,
flores, hojas, racimos de uva y espigas de trigo (símbolos eucarísticos), espejos, etc.,
todo de una fulgurante policromía. 23 El conjunto está formado por una capa pluvial,
una casulla, dos dalmáticas con sus respectivos collarines, estolas, manípulos y
bolsa de corporales, todo a juego. Este terno, conservado con gran cuidado en la
misma Basílica, estuvo expuesto en la sección de Arte Retrospectivo de la
Exposición Regional Valenciana de 1909. Así consta en el catálogo que se
confeccionó en el que figuran como procedentes de la Parroquia de Santa María,
dos dalmáticas y una capa pluvial bordadas «en sedas, estilo Luis XV, regalada por
el Obispo Tormo a esta parroquia».24 El terno, juntamente con el copón descrito en
la ficha siguiente, también fue llevado a la Exposición Nacional de Valencia de
1910, donde la parroquia de Santa María obtuvo un Diploma de honor con medalla
de oro por la conservación y presentación de estas piezas. 25 El recuerdo al donante,
el obispo Tormo, de grata memoria en la ciudad, entre otras cosas, por haberla
dotado de agua potable, se ha conservado en un romance impreso en 1785 por
Manuel Beneyto en que se recoge la impresionante celebración de la consagración
de Santa María,26 y también en documentos como el que nos aporta el mencionado
Pedro Ibarra:

acto contínuo de haver acabado su señoría ilustrísima de decir Misa (el día de la
consagración de Santa María), se retiró a su palacio [...] y habiendo mandado venir al
Dr. D. Francisco Antonio Ferrer, cura de esta iglesia, a dicho palacio, lleno su
ilustrísima de una santa complacencia y gozo le manifestó que desde luego, en acción
de gracias y de reconocimiento, era su voluntad, ceder, como en efecto cedía a favor de
la parroquial de Santa María y para el uso de su capilla de Comunión, el copón en que
había consagrado en la Misa y suministrado la sagrada Comunión, como igualmente el
23
M. PÉREZ SÁNCHEZ, «Terno de la Asunción», La luz de las imágenes..., p. 610-612.
24
Exposición Regional Valenciana. Año 1909. Sección de Arte retrospectivo. Catálogo, Tip. Moderna, s.l., s.
d. [1909], p. 49, p. 85-86.
25
UN VECINO [P. IBARRA I RUIZ], «Exposición Nacional en Valencia. Relación general de premios a los
expositores», La Semana, Elche, 20-XI-1910.
26
Mariano BENEYTO Y MEDIOLA, Diaria relación de las sagradas funciones que ha celebrado la villa de
Elche desde el día 3 hasta el 7 del mes de Octubre del año 1784 con motivo de haber consagrado su
magnífica Iglesia Parroquial de Santa María y colocado en la nueva y sumptuosa Capilla de Comunión al
Ssmo. Sacramento el Ilustrísimo Señor Don Josef Tormo, dignísimo Obispo de Orihuela, del consejo de S.M.,
&, Imp. B. Monfort, Valencia, 1785, s.p. El Patronato del Misteri d’Elx realizó una edición facsímil de este
folleto en 2009, con una presentación de J. CASTAÑO GARCIA.
21

ornamento con que había celebrado que era de espolín de seda color blanco, con flor de
oro guarnecido de un galón de dos puntas muy ancho de lo propio... 27

Copón. Fernando Martínez (Valencia), hacia 1784. Plata sobredorada. Donación del
obispo José Tormo de Juliá (1721-1796) después de su uso en la ceremonia de
consagración del templo. Sigue la línea del renombrado «copón rico» de la catedral
de Orihuela y los expertos indican que la pieza es tardobarroca, casi neoclásica, en
lo concerniente a la ornamentación, aunque también se detectan concesiones al
rococó, y en el que «no hay asomo de rocalla que es substituida por otros motivos,
tales como acantos, rosetas, guirnaldas, coronas de laurel, guilloquis y medallones
circulares».28 Como hemos visto en la ficha anterior, este copón figuró, juntamente
con el terno del obispo Tormo, en la Exposición Nacional que tuvo lugar en
Valencia entre abril y octubre de 1910.

Terno de la festividad de la Asunción: capa pluvial, casulla, dalmáticas y


humeral.* Taller valenciano?, finales del s. XVIII o principios del XIX. Tisú de oro
bordado en plata. Terno utilizado en la festividad de la Asunción y en otras
ceremonias solemnes de Santa María. Muy posiblemente se trata del conjunto que
se menciona por primera vez en el inventario de la iglesia de 1833 con las palabras:
«Ropa blanca de seda. Un terno blanco precioso, bordado de realze de plata sobre
alama de oro».29 Buen testimonio de bordado neoclásico que presenta un despliegue
de acantos y otras formas vegetales que van formando «impactantes composiciones
centrales limitadas por una gruesa retorcha bordada a manera de cenefa de
guilloquis».30 La riqueza del conjunto se debe a los efectos lumínicos del hilo de
plata, bordado en relieve, sobrepuesto al tisú de oro, conectado así a la tradición del
XVIII. Aunque se ha señalado un posible origen italiano de este terno e, incluso, una
donación del mencionado obispo Despuig y Dameto, no se conserva ninguna
27
UN VECINO [P. IBARRA I RUIZ], op. cit. En una nota, Ibarra aclara que el espolín es «una tela de seda
fabricada con flores esparcidas y como sobretejida a la manera del brocado de oro o seda».
28
M. PÉREZ SÁNCHEZ, «Copón», La luz de las imágenes..., p. 500-501. También, Francisco de Paula C OTS
MORATÓ, «Noticias sobre el platero valenciano Estanislau Martínez (1731-1775) y su familia», Ars Longa, 12
(2003), p. 67-74.
29
ABSME, Libro de visitas pastorales (1755-1850) (sig. 11), f. 235v.
30
M. PÉREZ SÁNCHEZ, «Terno de plata», La faz de la eternidad..., p. 600-601.
22

referencia documental ni tradicional en este sentido y parece más probable su


procedencia de Valencia, que poseyó grande cantidad de talleres dedicados a esta
especialidad textil. El terno está formado por capa pluvial, casulla, dos dalmáticas
con los respectivas collarines, humeral -el llamado «del sol» por el impresionante
sol que lleva bordado en su centro-, estolas, manípulos, velo del cáliz y bolsa de
corporales, todo a juego.

Casulla de plata.* Finales del s. XIX. Seda bordada con oro, plata, pedrería y
perlas. Donación de Juan Bautista Javaloyes (†1934), canónigo de la catedral de
Cádiz. Casulla de las llamadas de forma «de guitarra», hecha de seda y cubierta
completamente con bordados de plata, oro y piedras, con símbolos eucarísticos,
como espigas de trigo y unos magníficos racimos de uva confeccionados con perlas
de diferentes tamaños. En su parte posterior destaca un Agnus Dei bordado en oro y
seda roja. El barroquismo y exuberancia de estos bordados, que no suelen ser
frecuentes en ornamentos sacerdotales, parece hablar de un origen andaluz. La
casulla se completa con manípulo, estola, velo del cáliz y bolsa de corporales, todo
a juego. En esta última pieza, destaca otro Agnus Dei semejante al de la casulla.
Desde su incorporación a Santa María se utilitzaba en la solemnidad de la
Ascensión del Señor, en la popularmente conocida «misa de la hora», que tenía
lugar al mediodía de la festividad.31

El relato que hemos presentado con textos y piezas, se resume también en el museo
con un audiovisual realizado con una sucesión de imágenes, tanto de las piezas expuestas
como de otras relacionadas con la vida de la Virgen y con la imagen de la Patrona de Elche.

V. La celebración principal de la Virgen ilicitana es la Festa o Misterio de Elche,


que tiene lugar cada 14 y 15 de agosto. Gracias a un privilegio del Papa Urbano VIII (1632)
se representa en el interior de la iglesia una obra de origen medieval, totalmente cantada,
con versos valencianos y una espectacular tramoya aérea, que nos muestra los últimos días

31
Vid. José PASCUAL URBÁN, Del folklore ilicitano, Tip. Información, Alicante, 1943, p. 24-26.
23

de la vida de María, su muerte, Asunción y Coronación. El Misterio de Elche es


Monumento Nacional desde 1931 y Patrimonio de la Humanidad desde 2001.
Al Misterio de Elche está dedicado el pequeño deambulatorio del museo donde
poden verse las siguientes piezas:

Cantoral del oficio de la Asunción de Nuestra Señora (reproducción). Anónimo, s. XVIII.


Pergamino miniado. Libro coral de grande dimensiones (83 x 58 cm) formado por treinta
hojas de pergamino con cubiertas de madera con refuerzos de cuero y hojalata, y bullones.
Contiene el antifonal, gradual y misa de la Asunción y de la Natividad de la Virgen. Las
primeras hojas del cantoral, con las notas musicales y el texto latino del oficio mariano,
están miniadas con cenefas de motivos vegetales, zoomórficos y antropomórficos
entrelazados con otros ornamentos. Entre las miniaturas destaca la letra capital del texto
«Virgo prudentissima quo progrederi casi aurora...» que inicia el oficio de la festividad de
la Asunción, ya que sirve de marco a una miniatura donde Nuestra Señora se muestra de pie
sobre tres querubines con las manos juntas y flanqueada por dos ángeles: se eleva al cielo
desde un sepulcro vacío y, aunque no presenta corona, su cabeza se enmarca con una
aureola como símbolo de su glorificación.32

Guitarra. Joseph de Frías (Sevilla), 177[7?]. Madera de ébano, nácar y marfil. Donación a
la Virgen de la Asunción del músico ilicitano Diego Ortiz, que la había recibido de la reina
María Cristina de Borbón (1806-1878). En el interior del instrumento lleva una etiqueta
donde se lee: «Joseph de Frías me feci en Sevilla. Año de 177[7?]». De Frías fue uno de los
más prestigiosos maestros guitarreros del siglo XVIII español que tuvo taller en Sevilla, de
donde salieron trabajos fechados entre 1775 y 1801. El diseño de la guitarra es plenamente
barroco, presenta diez cuerdas distribuidas en cinco órdenes dobles, atirantadas con
clavijas, y una más añadida posteriormente donde se enrosca una cuerda al aire. Decorada
con incrustaciones de nácar, marfil y ébano. El fondo y el clavillero presentan un
extraordinario trabajo de marquetería con flores de cuatro pétalos. El diapasón va
32
J. CASTAÑO GARCIA, «Cantoral del oficio de la Asunción de la Virgen», La luz de las imágenes..., p. 402-
403. Este cantoral presenta la signatura 207 del ABSME. Por razones técnicas de conservación, la pieza
expuesta es una reproducció del original.
24

recubierto de una fina lámina de nogal con motivos enramados y trenzados. Para los
expertos,

la exquisitez del trabajo del maestro sevillano, la elegancia que transpira y el cuidado
puesto en sus detalles nos conducen a la seguridad de encontrarnos ante uno de los más
singulares instrumentos de esta clase que se conservan en España. 33

Según la mencionada crónica periodística de 1910, esta guitarra perteneció a la reina María
Cristina de Borbón, que, después de quedar impresionada por un concierto del músico
ilicitano Diego Ortiz, se la regaló. Y éste, al morir, la legó a la Virgen de la Asunción con
el deseo que fuera utilizada en la Araceli del Misterio, como así fue hasta los años
cincuenta del siglo XX, en qué, ante su envejecimiento, fue sustituida por una guitarra
actual.34 De hecho, un monograma mariano con corona de plata incrustado en la caja del
instrumento da testimonio de ser propiedad de la imagen de Nuestra Señora de Elche. Fue
restaurada en el taller de Evelio Domínguez de Madrid en el año 1971, y participó en la
exposición La Guitarra española, celebrada en el Metropolitan Museum de Nueva York en
1991.35

Cabecera de litera procesional. Taller valenciano, s. XVI-XVII. Terciopelo bordado con


seda, plata, oro y pedrería. Cabecera de la litera procesional de la Virgen donde es
trasladada en su entierro, tanto por las calles de la ciudad como en el mismo tablado del
Misterio. Esta cabecera está decorada con un tejido rojo de terciopelo de seda, ricamente
bordado con hilos de oro y plata, así como sedas polícromas, según la antigua técnica
llamada acu pictae o pintura a la aguja. El conjunto se adorna con perlas de aljófar,
lentejuelas y pedrería de vidrios coloreados y trabados en latón sobredorado. Ofrece en el
centro un marco ovalado a modo de tarja con una corona imperial sustentada por dos
ángeles portantes. Dentro del óvalo se descubre el monograma de María acompañado por
dos símbolos de la letanía, el sol y la luna. A los dos lados del óvalo central, distribuidos en
la parte superior e inferior de cada uno de los ángeles mencionados, han sido bordados

33
Enrique MÁXIMO GARCÍA , «Guitarra», La faz de la eternidad..., p. 628-629.
34
E. CASAL, op. cit. y también Juan GÓMEZ BRUFAL, «Una guitarra para la Festa», La Verdad, 31-I-1971.
35
La Guitarra Española. The Spanish Guitar (Catálogo de la exposición celebrada en The Metropolitan
Museum of Art de Nova York y Museo Municipal de Madrid, 1991-1992), Sociedad Estatal del Quinto
Centenario, Madrid, 1991, p. 110-112.
25

otros cuatro símbolos de la letanía, acompañados por inscripciones donde se podía leer su
correspondiente invocación, aunque ahora son ilegibles. Se trata del espejo, la estrella, el
lirio y la rosa.36
La comparación de este frontal, respecto a su técnica de ejecución, tamaño y forma del
tejido y símbolos bordados, ha hecho concluir al equipo de su restauración que es una pieza
textil salida de un taller valenciano de finales del siglo XVI o principios del XVII.37

Posiblemente, se trata de una antigua almohada reutilizada posteriormente para ornamentar


la litera procesional. De hecho, desde los primeros inventarios de vestiduras y ornamentos
de la imagen ilicitana, se citan almohadas «de setí carmessí guarnit ab flanja d’or» o «dos
coxineres obrades de grana» (1596) o «almohadas de carmesí con randa de oro» (1637).
Incluso podria tratarse de la pieza que menciona el inventario realizado en el año 1778 con
motivo de la visita pastoral del obispo Tormo como,

Otrosí. Un tarjón de terciopelo carmesí con la sifra de María bordado de oro y sedas
guarnesido de perlas finas, con piedras de diferentes colores, dibujados los epítetos de
la Virgen y en medio una medalla de oro de la Consepción, aforrado de damasco
carmesí.38

Se trata de una de las piezas textiles más antiguas y de mayor calidad del rico ajuar de la
Virgen de la Asunción con un uso ceremonial todavía vigente, nacido hace más de
cuatrocientos años.

VI. Entre el 16 y el 22 de agosto se celebra la Octava de la Asunción. En las


llamadas «Salves de la Virgen» la imagen de la patrona es expuesta yacente en una gran
cama que se alza sobre el altar mayor de la iglesia. A lo largo de estos días son
innumerables los fieles que veneren la patrona de la ciudad besando sus pies.

36
Veg. Joaquín SÁEZ VIDAL, «Elche en la exposición “La Faz de la eternidad”», Sóc per a Elig, 18 (2006), p.
93-96.
37
ARCHIVO DEL PATRONATO DEL MISTERI D’ELX [APME], Proceso de Conservación y Restauración del
Frontal perteneciente a la Camilla Procesional de la Virgen de la Asunción. Basílica de Santa María de
Elche [2005] (sig. 169/1). Vid. también Carmen PÉREZ GARCÍA, Sofía VICENTE PALOMINO y María Gertrudis
JAÉN SÁNCHEZ, «Restauración del frontal perteneciente a la camilla procesional de la Virgen de la Asunción
(Basílica de Santa María, Elche)», Sóc per a Elig, 17 (2005), p. 101-103.
38
ABSME, Visita pastoral del obispo Joseph Tormo (1778) (sig. 10/5), s.f.
26

Dormición de Nuestra Señora. Taller valenciano, s. XVIII? Madera policromada. Imagen


de vestir de la Virgen en su Tránsito, de tamaño ligeramente inferior al natural; tiene
tallados el rostro, las manos y los pies. Fue donada en mayo de 1985 por María de la
Concepción Carrasco Palao, de Alicante, que la había heredada de sus antepasados, a
monseñor Antonio Hurtado de Mendoza y Suárez, rector de la Basílica de Santa María
entre marzo de 1969 y agosto de 2010, y éste la cedió al Museo de la Virgen. Esta imagen
ha presidido la mayoría de los conciertos escenificados del Misterio de Elche efectuados
fuera de la ciudad: en la catedral de Valencia (1986), en la iglesia de Santa María del Mar
de Barcelona (1987), en la iglesia del Salvador de Sevilla (1992), en la iglesia de San Pablo
de Cuenca (1994), en la sede de la UNESCO de París (1999) y en la catedral de Palma de
Mallorca (2006). Entre 1997 y 2008 estuvo también cedida temporalmente al Museo
Municipal de la Festa, donde estaba integrada en el apartado del audiovisual dedicado a la
Venida de la Virgen.

Media luna. Vicente Gómez (Novelda), 1858. Plata. Se sitúa a los pies de la imagen de la
Virgen como símbolo de su Inmaculada Concepción -dogma proclamado por el papa Pío
IX el 1854- y también como símbolo de la mujer del Apocalipsis (12, 1) que recuerda a
María en su Asunción. La media luna lleva cincelada una serpiente que muerde una
manzana, según el relato de la Génesis (3, 15):

tenía una víbora en relieve; pesaba treinta y dos onzas y media y fue labrada por
Vicente Gómez, artífice de Novelda: costó 1.630 reales de vellón y fue pagada de los
fondos de la administración del Vínculo del Dr. Caro. 39

Diadema. Taller local?, s. XIX?. Latón y pedrería. Aunque por razones de uso práctico sólo
presenta nueve, simboliza la corona de doce estrellas de la citada mujer del Apocalipsis. En
el centro tiene cincelado el monograma mariano con corona, flanqueado de cuatro símbolos
de la letanía: sol, luna, palmera y ciprés. Es utilitzada por la imagen de la Patrona de Elche
cuando aparece yacente en el Misterio y también cuando es bajada del cielo en el Araceli,
una vez acabado el drama asuncionista. El uso de la diadema en la obra sacra puede

39
Alejandro RAMOS FOLQUÉS, Historia de Elche, Tall. Lepanto, Elche, 1971, p. 418.
27

documentarse ya en 1700: en la traducción castellana del texto de la Festa que este año hizo
Claudiano Felipe Perpiñán, se indica en el momento de la coronación: «Cantarán los de la
Coronación o [y?] los de la Araceli quitando la diadema y coronando a la Virgen lo
siguiente».40

Manto de la Festa. Taller valenciano, s. XX. Espolín de oro. La mujer del Apocalipsis está
vestida del sol, por tanto el manto de la festividad de la Asunción debe ser dorado. Este
manto, para el uso práctico en el Misterio, es más ligero que el resto de vestiduras de la
Virgen y no presenta cola posterior. Fue confeccionado en los años ochenta del siglo XX y
estuvo en uso hasta agosto de 2005. El año siguiente fue sustituido por otro manto de tisú
de plata bordado en oro y con joyas, realizado y donado por Pedro Ramos, maestro
bordador de Onda (Castellón).

Cabecera y columnas de la cama de la Virgen. Taller portugués, s. XVII. Madera de


ébano, plata y bronce. Donación de Gabriel Ponce de León (1667-1745), duque de Aveiro y
marqués de Elche mediante legado testamentario. En 1747 los administradores de los
bienes de la Virgen iniciaron los trámites para traerla desde Portugal y el 23 de agosto de
1753 salió por vía marítima desde Lisboa. El año siguiente fue el primero en el que la
patrona fue expuesta en ésta cama:

En Cabildo de 26 de junio 1754 se hallará que la magnífica cama que sirve en el


octavario de la festividad de Nuestra Señora de la Asunción, se trajo de Portugal;
regalo de D. Gabriel Ponce de León, duque de Baños a dicha augusta imagen,
habiendo costado blanquear los adornos de plata de que se compone y añadir varias
piezas 280 libras o sean 4.200 reales de vellón por el maestro Calbo, platero de
Alicante. Y en 15 de agosto del mismo año, día de nuestra patrona, fue la primera vez
que se colocó en ella a esta divina Señora, para la celebración de las Salves con que se
la obsequia anualmente. 41

El lecho es matrimonial, de grandes dimensiones, realizado con madera de ébano, con


cuatro columnas torneadas y adornadas con sobrepuestos de bronce y plata que sostienen
un dosel. Las cuatro columnas están rematadas con cuatro ramilletes de flores de
adormidera, también de plata. La parte más impresionante es la cabecera, totalmente
40
P. IBARRA RUIZ, Lo Misteri d’Elig. El Misterio de Elche, Imp. Lucentum, Alicante, 1929, p. 45.
41
AHME, Colección..., vol. I, p. 181.
28

recubierta con láminas de plata labrada y rematada por seis pináculos sobre los que
aparecen seis pomos de flores y granadas hechos también de plata. Cada uno de estos
pomos se encuentra flanqueado por otros dos más pequeños que figuran bellotas. La parte
central de la cabecera muestra seis pequeños arcos sostenidos por columnas en cuyo
interior figura un ciprés de plata. Todas estas figuras vegetales -adormidera, granadas,
bellotas y cipreses- son elementos simbólicos relacionados con el sueño y la muerte. Dadas
las dimensiones de la cama, en el museo sólo se expone la cabecera y dos de las cuatro
columnas, aunque puede verse completa en la celebración de la Octava de la Asunción,
entre el 16 y el 22 de agosto, cuando se levanta un pequeño tablado ante el altar mayor de
Santa María para exponer a Nuestra Señora a la veneración de sus fieles. La cama fue
restaurada por el orfebre valenciano Francisco Pajarón Andreu entre 1991 y 1999.42
A la Festa o Misterio de Elche está dedicado el segundo audiovisual del museo en el
que, mediante una sucesión de fotografías de la celebración asuncionista, obra de Sixto
Marco Lozano, se presenta la obra sacra y sus principales detalles.

VII. La Patrona de Elche sale en procesión por las calles de la ciudad, al


menos, en tres ocasiones cada año: el 15 de agosto, festividad de la Asunción, cuando es
portada yacente por los personajes del Misterio; el 29 de diciembre, rodeada de ángeles,
para recordar su milagrosa Venida; y el Domingo de Pascua, bajo de una lluvia de
multicolores «aleluyas», para saludar a su Hijo en su gloriosa resurrección, como nos
recuerda la gran fotografía de Andreu Castillejos i Furió situada en una sala interior del
museo. Sala que nos permite ver un antiguo muro exterior de la iglesia que quedó oculto
tras la construcción de la capilla de la Comunión. Así lo testimonian dos inscripciones
originales de 1711 y 1712 hechas con almagra y dedicadas a dos predicadores cuyo
apellido, desgraciadamente, ha quedado incompleto: «...goza» y «...ortes», respectivamente.
De ellos sólo sabemos que pertenecieron a la orden de la Merced, según manifiesta el

42
J. CASTAÑO GARCIA, El llit de la Mare de Déu d’Elx, Ayuntamiento de Elche («Temes d’Elx», 1), Elche,
1991. También, La imagen de la Virgen de la Asunción, patrona de Elche, Caja de Ahorros Provincial de
Alicante – Patronato del Misteri d'Elx, Alicante, 1991, p. 163-165. En el APME se conservan las memorias de
la citada restauración: F. PAJARÓN ANDREU, El llit de la Mare de Déu d’Elx i Descripción de las láminas de
fotos (sig. 154/13 i 154/14).
29

escudo que los acompaña. Esta pequeña cámara está dedicada a los objetos más valiosos de
la Virgen ilicitana:

Manto «Brochado». Taller valenciano, hacia 1800. Tisú de oro bordado en oro y
plata. Obra neoclásica con ornamentación de motivos arquitectónicos, figurativos y
vegetales, entre los que destaca el templete central del vestido, acabado en cúpula,
que contiene el ojo de Dios y alrededor del cual se hallan decoraciones en forma de
«roleos, cintas, guirnaldas, urnas, rosetas y cortinajes».43 La vestidura consta de
manto, vestido con mangas incorporadas, dos sobremangas, almohadilla para los
pies, cuatro reposteros para las andas y dos sandalias que llevan bordadas en las
suelas un ciprés y una palmera sobre la media luna. Este manto puede ser el que se
menciona en el inventario de 1816 con las palabras «Otrosí. Otro [vestido] de tisú
de oro y plata hecho en Valencia a razón de veinte y cinco libras la vara según
consta en el libro de cuentas».44. Y en el inventario de joyas y ornamentos de la
Virgen, efectuado el 17 de septiembre del 1841 por la comisión municipal creada en
la ciudad, debe ser el señalado como «un vestido de tizú recamado de plata de realce
cono su tapetes de andas».45

VIII. La imagen de la Virgen de Elche fue renovada en 1940 por el


escultor valenciano José Capuz Mamano ya que la talla original desapareció en el incendio
del templo del 20 de febrero de 1936. 46 Ha recibido a lo largo de los siglos numerosas joyas
dedicadas a su adorno, entre las que se encuentra la corona imperial donada a finales del
siglo XVIII por el obispo de Orihuela José Tormo, que fue completada con joyas cedidas por
diferentes familias nobles de la ciudad.

43
M. PÉREZ SÁNCHEZ, «Manto y vestido de Nuestra Señora de la Asunción», La faz de la eternidad..., p.
602-603.
44
ABSME, Libro de visitas pastorales (1755-1850) (sig. 11), f. 209.
45
AHME, Colección..., vol. II, p. 314-318.
46
Vid. J. CASTAÑO GARCIA, «La talla de l’actual imatge de la Mare de Déu de l’Assumpció, patrona d’Elx»,
Sóc per a Elig, 20 (2008), p. 19-36.
30

Corona imperial. Fernando Martínez (Valencia), hacia 1789. Plata sobredorada con
sobrepuesto de joyas. Corona donada por el obispo José Tormo de Juliá (1721-1796).
Corona imperial con ráfaga formada por una diadema lisa entre molduras, un casquete
calado con acantos y ocho imperiales que culminan con un orbe y una cruz. El cuerpo
principal incluye angelitos portantes que sostienen dos medallones circulares que muestran
las escenas de la Anunciación y la Coronación de Nuestra Señora, así como los símbolos
del sol y la luna.47 La aureola presenta series de rayos y doce estrellas de ocho puntas que se
alternan con motivos calados y acabados en veneras donde se insertan símbolos de la
letanía lauretana: palmera, espejo, sede (sede sapientiae, sede de la sabiduría), olivo,
fuente, torre, pozo, ciprés, torre (turris eburnea, torre de marfil), rosa, cedro y vaso (vas
spiritualis, vaso espiritual).48 Esta corona aparece citada en el inventario de Santa María
realizado el 1816 con las palabras,

Otrosí. Una magnífica y presiosísima corona ymperial de plata sobredorada con dos
tarjones de oro, de la Anunciación y Coronación de Nuestra Señora, guarnecida de
innumerables piedras preciosas como diamantes, rubíes, esmeraldas y otras. 49

La donación hecha por el obispo Tormo quedó reflejada en un romance compuesto en 1789
con motivo de la inauguración de la conducción de aguas potables a Elche, sufragada por el
prelado:

La corona de la Virgen,/ sus vestidos los más bellos,/ todo se halla mejorado/ o
frabricado de nuevo:/ porque el Prelado es un Argos/ cuyo prespicaz desvelo/ en todo
influye a porfía / no encuentra en el gasto exeso. 50

A lo largo de los años, las familias nobles de la ciudad donaron joyas de gran valor que
fueron incorporadas a esta corona. Es el caso, por ejemplo, de

Otrosí. Un adereso antiguo completo montado en plata sobre firme compuesto de


diferentes géneros de piedras finas según parecer de algún facultativo, el que legó a

47
M. SÁNCHEZ PÉREZ, «Corona imperial», La luz de las imágenes: Orihuela..., p. 510-511. También F. de P.
COTS MORATÓ, op. cit., p. 72-73. De este último autor, Los plateros valencianos en la Edad Moderna (siglos
XVI-XIX): repertorio biográfico, Universidad de Valencia, Valencia, 2005, p. 554.
48
Un estudio sobre el programa iconográfico de esta corona ha sido realizado por Miquel Àngel P ÉREZ
JARABO, «La corona del bisbe Tormo. Una aproximació a la simbologia mariana», Sóc per a Elig, 16 (2004),
p. 61-75.
49
ABSME, Libro de visitas pastorales (1755-1850) (sig. 11), f. 210.
50
AHME, «Sucinta relación de las singulares gracias y favores que el Sr. D. José Tormo, Obispo de Orihuela
ha dispensado a esta Villa», Colección..., vol. I, p. 349-366.
31

Ntra. Sra. en su última voluntad Dª Mariana Llanos, Vda. de Canicia, se agregó a la


citada corona. 580 pesos.51

Arqueta. Taller José David (Valencia), 1940. Plata. Realizada con ocación de la
suscripción general ilicitana pro nueva imagen de la Virgen de la Asunción. Es de forma
rectangular con cubierta piramidal truncada y rematada por un ángel que porta una cruz. El
frontal de la arqueta presenta una imagen de la Virgen ilicitana que sale del mar sobre una
nube. A sus pies, la inscripción «Ntra. Sra. de la Asunción Patrona de Elche». Todo este
frontal está recorrido por la siguiente filacteria: «Suscripción general ilicitana pro imagen
de Nuestra Sra. de la Asunción». El resto de la arqueta se adorna con ángeles y símbolos de
la letanía lauretana. E el frontal posterior, el escudo de la ciudad. Presenta cerradura con
llave y dos cierres adornados con el monograma mariano. Las referencias de la época
indican el destino de este objeto:

Anunciamos también que dentro de unos días será expuesta la arqueta de plata
repujada, obra maravillosa de la orfebrería valenciana, en cuyo interior, además de las
reliquias de la imagen [es refereix a les restes trobades després de l’incendi del 1936],
se guardará el libro que contenga los nombres de todos los subscriptores que han
contribuido a la construcción de la imagen de Nuestra Señora de la Asunción [...] 52

Desgraciadamente, la arqueta se encuentra vacía, sin que haya ninguna noticia de su


contenido original. Durante el último tercio del siglo XX fue utilizada ocasionalmente como
urna del Monumento del Jueves Santo de las religiosas clarisas de Elche.

Condecoraciones. S. XIX. Oro, plata y esmaltes. Donación de Mariano Roca de Togores,


primer marqués de Molins (1812-1889):

La imagen de Nuestra Señora de la Asunción, posee, pues, una gran riqueza, riqueza
que se avalora al admirar sobre la soberbia capa pluvial cien y cien condecoraciones,
como el collar, gran cruz y placa de Carlos III, gran cruz de Isabel la Católica, Cristo

51
ABSME, Libro de visitas pastorales (1755-1850) (sig. 11), f. 210v-211. También se cita esta joya en los
recibos y libranzas de la administración del vínculo instituido por Nicolás Caro (1811-1827) (sig. 19/2), al
pagar: «la colocasión y agregación que se le ha echo a dicha corona del adreso que dejó a Ntra. Sra. Dª
Mariana Llanos, viuda de Canicio» (1815, núm. 5). Las circunstancias sufridas por esta corona y otras piezas
de la Virgen de Elche durante la Guerra Civil (1936-1939) las narra A. R AMOS FOLQUÉS en su Historia de
Elche, Picher, Elche, 1987, 2ª ed., p. 555-556.
52
APME, Hoja volante de la Sociedad Venida de la Virgen núm. 8, 3- XI-1940 (sig. I/3-8). Algunas noticias
sobre el proceso de fabricación pueden verse en nuestro artículo «La talla de l’actual imatge...».
32

de Portugal, medallas de Reales Academias, todas las distinciones en fin, con sus
bandas respectivas, que poseía aquel varón ilustre, gloria de España, polítco, literato y
artista, aquel marqués de Molins, abuelo del actual duque de Béjar, que supo ser un
gran español y buen católico, y que las donó todas a su Virgen [...] 53

Aunque parte de las condecoraciones del marqués de Molins desaparecieron en el incendio


de Santa María de 1936 y en la ocupación posterior del templo, todavía se conservan
algunas, una muestra de las cuales pueden verse en el museo.

Rosario, gargantilla, anillos, brazaletes, cruz y broches. S. XIX-XX. Oro, plata, nácar y
piedras preciosas. Donaciones a la Virgen de familias ilicitanas de diferentes épocas. Con
estas joyas se ornamenta la imagen al colocarlas en sus dedos, muñecas, cuello o sujetas a
su manto. Podemos mencionar dos manillas de especial valor cedidas por el duque de Béjar
y marqués de Asprilla, Jaime Roca de Togores y Téllez Girón (Elche, 1862-1921). Y, como
curiosidad, hay que citar también algunas sortijas dobles, confeccionadas con la unión de
dos anillos, para poder situarlas en los dedos corazón y anular de la imagen que ésta tiene
tallados unidos en ambas manos.54

IX. Jesús, Dios hecho hombre al nacer de la Virgen María, sigue presente
entre nosotros en la Eucaristía. Tradicionalmente, los cristianos han dedicado
festividades solemnes, como la del Corpus Christi, y objectos de grande valor artístico
para resaltar este sacramento:

Arqueta eucarística con ostensorio. Taller valenciano, s. XVI-XX. Plata sobredorada.


Se menciona ya en el inventario de Santa María de 1533: «una custodia de plata con
una cruz ensima obrado todo con dos ángeles a los costados dentro de la qual está una
caxa pequeña [sobre?] una sobrecaxa [...] todo de plata dorado».55 El inventario de
1566 se refiere a «una custodia de plata grande sobredorada con dos ángeles de bulto a

53
E. CASAL, op. cit.
54
En el citado inventario de 1816 se citan algunas de estas donaciones, aunque hay que señalar que muchas de
estas joyas desaparecienron en los años de la Guerra Civil y fueron substituidas por otras donadas a partir de
1940.
55
ABSME, Llibre dels comtes de la obra de la Sglésia de Señora Senta Maria de la Vila de Elig (1515-1589)
(sig. 153/1), f. 44.
33

los lados y una cruz ençima. Yttem. Un viril de plata sobredorado con un vidrio
enmedio con su funda de palo».56 Por el inventario de 1594 sabemos que la pieza
estaba siente reparada o modificada en Valencia. Todas estas indicaciones y otras
posteriores nos hablan de dos piezas diferentes, custodia y viril, que quizá fueran
adaptadas en la referida intervención de finales del siglo XVI -seguramente motivada
por las directrices del Concilio de Trento- según un modelo que une el culto eucarístico
de exposición y reserva al permitir exponer la Sagrada Forma en el viril y también
conservarla en la arqueta, dentro del sagrario. Presenta un pie plano, rectangular, con
diferentes lóbulos, decorado con cintas, placas, espejos ovales con querubines y flores
y frutos. Encima se alza un canastrón balaustrado con un grueso nudo de jarrón, de
donde parten dos tornapuntas que son rematadas por máscaras y que soportan dos
ángeles arrodillados en actitud de adoración que centran la arqueta. Ésta es rectangular
y con tapa abombada. Sirve de peana al ostensorio que se inserta en su parte superior y
que tiene un viril rodeado por tarjas con forma de volutas donde se inscriben cabezas
de ángeles y que culmina con un sol de rayos lisos y flamígeros. 57 Esta custodia formó
parte de la Exposición Regional Valenciana del 1909, donde se mostró en la vitrina H.
Consta en el catálogo de su sección de Arte retrospectivo como «arquilla de custodia
de plata cincelada, repujada y dorada, época de transición, del siglo XVI al XVII».58 Hay
que indicar que después de la Guerra Civil esta pieza fue reformada para paliar los
daños que había sufrido: la arqueta se transformó en un pequeño cajón, los ángeles que
la flanquean fueron hechos de nuevo, y se incorporó el sol del ostensorio.

* * * * *
El Museo de la Virgen de la Asunción es un sueño que ahora, gracias al esfuerzo de
muchas personas y entidades, se ha podido llevar a cabo. Por fin, el espléndido patrimonio
de la Patrona de Elche, acumulado gracias a la devoción y a la generosidad de sus fieles,

56
ABSME, Llibre dels comtes..., s.f.
57
M. PÉREZ SÁNCHEZ, «Arqueta-Ostensorio», La luz de las imágenes: Orihuela..., p. 288-289. Vid. también
Guadalupe FRANCÉS LÓPEZ, «Orfebrería barroca en la Gobernación de Orihuela», El Barroco en tierras
alicantinas: arte religioso, pintura y platería, Instituto de Cultura «Juan Gil-Albert», Alicante, 1993, p. 98.
También, de la misma autora, «Orfebrería, la gran desconocida», Información (especial «Alicante y el
Barroco»), Alicante, 27-III-1993, p. 6-7.
58
Exposición Regional…, p. 65 (núm. del catàleg 264).
34

puede conservarse y exponerse en óptimas condiciones. Y, por fin, la Insigne Basílica de


Santa María puede ofrecer un espacio de diálogo entre la fe y la cultura y mantener el lugar
preeminente que dentro de la historia y de la vida de la ciudad ha tenido desde su creación y
al cual no puede, de ninguna manera, renunciar.

Joan CASTAÑO GARCIA


Museo de la Virgen de la Asunción
(Insigne Basílica de Santa María de Elche)

María Gertrudis JAÉN SÁNCHEZ


Instituto Valenciano de Conservación
y Restauración de Bienes Culturales

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