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Entrega Escenario 4
Integrantes
Abril 07 de 2020
Y la moral es definida como las acciones de los sujetos, en la relación con los otros. Esto es, la
responsabilidad con relación a sus acciones y las implicaciones en la relación con los otros, la
corresponsabilidad en la construcción social. (Polo Santillana, 2001, citado por Dasuky, 2010).
Es de esta manera como los conceptos de la ética y la moral re–surgen con ímpetu. La ética y la
moral son el remedio para esta sociedad desorientada y corrupta, es la creencia actual. Pero ¿es
claro el concepto de la ética? ¿Los sujetos que apelan a ella como remedio para los males
actuales tienen claro a qué se refiere? ¿Cuál es el imaginario que gira en torno a este significante
casi tan antiguo como la humanidad misma? En este mismo orden de ideas, Lipovetsky pregunta
si el siglo XXI será ético o no será, (2002, p. 9). Hay un forcejeo de la cultura en la medida en
que existe una oscilación entre extremos: mayores sanciones versus mayores libertades.
Prevalece una tensión entre posiciones opuestas frente a diversos temas que se refieren a la
forma de vivir: la sexualidad, la libertad, el desarrollo de la personalidad, el respeto, los derechos
desde una posición individualista responsable y una irresponsable.
Dadas las grandes transformaciones puede decirse que la ética está de moda cuando los grandes
sumarios no son creíbles, los derechos pululan y se abren múltiples posibilidades de decisión.
Esta es pues la época de la ética donde es importante re–pensarla de una manera novedosa, con
las características de una sociedad posmoderna. Bien lo dice Lipovetsky:
Ahí reside una de las razones del éxito de la ética: entra en estado de gracia en el momento en
que los grandes breviarios ideológicos no responden ya a las urgencias del momento. En muchos
aspectos este desplazamiento hacia la ética constituye una suerte para la democracia,
testimoniando una toma de conciencia creciente de nuestra responsabilidad hacia el porvenir, un
reforzamiento de los valores humanistas. La fe decayó y los breviarios ideológicos no responden
a las urgencias del momento (2002, p. 16)
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En la actualidad, los habitantes de América Latina sabemos que el modelo globalizador es un
modelo de mercado que condiciona la cultura y las prácticas sociales, los proyectos políticos y
las propuestas de desarrollo. Esto no puede ya tomarnos por sorpresa. Para este modelo que tiene
una larga historia de imposiciones y de aceptaciones, todo lo que realiza el hombre es finalmente
un producto competitivo que tiene un precio cotizable según los intereses de un mercado externo
que secundariza el valor real de las producciones locales. Producciones que en muchos casos se
logran pese al intento neutralizante de limitantes culturales, políticas, económicas, históricas,
educativas, geográficas y ambientales.
Para que tengamos una definición más clara de lo que queremos responder en esta pregunta en
toda nuestra vida cotidiana como latinoamericanos podemos encontrar estas definiciones a la
vuelta de la esquina, la ética por ejemplo son todas aquellas normas que tenemos en cada una de
las sociedades las cuales nos permitan ser personas de bien, pero como lo vemos relacionado en
nuestras vidas, en Latinoamérica las personas que no han tenido la oportunidad de salir de
nuestro país desde las redes sociales ven lo bueno y lo malo de la ética por ejemplo tenemos en
Venezuela una dificultad política la cual a lleva do a que un país se divida en dos poderes, y esto
ha sido ocasionado por que en uno de los poderes hubo fallas en algunas decisiones las cuales
pudieron ser tomadas bajo el buen nombre de la ética y la moral por otro lado la otra mitad de
este país busca mejores condiciones de vida buscando el bien general por encima del bien
común, estas dificultades ha ocasionado que se viole por completo las normas morales y éticas a
las cuales deberían estar por un buen camino llegando a tal punto de la violación de derechos
humanos. otro de los ejemplos que podremos tener como colombianos son las acciones de
corrupción que vemos a diario en nuestro país y en otros de Latinoamérica en donde las
instituciones se encuentran empañadas por algunos de los funcionarios los cuales no actúan bajo
las normas éticas y morales pasando por encima de personas a las cuales les importa actuar de
forma correcta he imparcial, por otro lado en nuestro país también tenemos personas en estas
instituciones que cada día se esmeran por demostrar que los valores éticos y morales aún
perduran y que son los pilares bajo los cuales se encuentran trabajando cada día sin necesidad de
pensar en el bienestar de solo esta persona si no en lo que pueda aportar a la sociedad con sus
acciones y un buen comportamiento que es la esencia de lo que define ética y moral.
Dicho todo lo anterior, podemos reiterar que América latina es una de las regiones más
desiguales del mundo en muchos aspectos, altos índices de pobreza, de corrupción, aumento de
la delincuencia y prostitución infantil, mencionando pocos de los males que acechan esta
sociedad latina. La inclusión social y la mejora en la condición de vida de los más vulnerables
diríamos que estaría en manos del Estado, pero está claro que no deja de ser una utopía.
Parafraseando un poco a Kliskberg, en Latinoamérica hay una gran sed de ética, porque cada día
aumenta más la indiferencia de los sectores ricos hacia la pobreza y la desigualdad, todos se
alarman y se ofenden pero pocos se involucran en buscar opciones de mejor economía, política y
ética no son temas aislados, son temas cohesionados que unidos y ejecutados de manera íntegra
pueden ayudar a salvar el derecho básico de cualquier ser humano, que es el derecho a la vida y
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de alguna manera garantizar un desarrollo sostenible de la región. “La Universidad del siglo
XXI, el siglo de las grandes oportunidades tecnológicas, pero al mismo tiempo de la pobreza y el
sufrimiento social inadmisibles, debe auto reformarse tecnológicamente para ser base del
progreso, pero debe ante todo renovar sus responsabilidades sociales para ser más que nunca una
referencia de construcción de paz y justicia para los pueblos. El ideal no es dictar una materia de
ética en el currículum, sino transversalizar la enseñanza de la ética aplicada, trabajando en cada
área los problemas éticos propios de la misma, y en todas, el compromiso con la construcción de
un mundo sólido. Estamos pues en la época de cambio y donde podemos actuar como agentes de
este, es hora de dejar la indiferencia porque no nos toca o porque como vivimos estamos bien, es
el momento de preocuparnos por el otro, por la naturaleza, por la economía y sobre todo por la
inclusión social; es tiempo del desinterés o de dejar de hacer las cosas por buscar
reconocimiento, distinción o fama es hora de actuar por el simple hecho de saber que actuamos
haciendo lo correcto. Ario”.
El desafío ético de América latina siempre será el respeto de los derechos humanos, el poder
vivir en una sociedad sin discriminación donde el estado sea un bien común y que el
individualismo posesivo se pueda dejar de lado, ya que sigue siendo el sitio más rico del planeta
en cuanto a recursos y a causa de su manejo explotador e incontrolable no se podrá aprovechar y
cuidar de la manera que se merece.
Siguiendo esa idea se deben interpretar la serie de fracasos que impidieron superar el
colonialismo y la modernidad para poder replantear:
• El arraigo natural como defensa de identidad, “El ser humano tiene una raíz por su
participación real, activa y natural en la existencia de una colectividad que conserva vivos
ciertos tesoros del pasado y ciertos presentimientos del futuro. Participación natural, es
decir producida naturalmente por el lugar, el nacimiento, la profesión, el medio. Cada ser
humano tiene necesidad de recibir de la casi totalidad de su vida moral, intelectual,
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espiritual, por intermedio de los ambientes de los que forma parte naturalmente” (Simone
Weil 1943).
Sigue siendo un desafío entender cómo las determinaciones pragmáticas, teóricas y empíricas
son políticamente construidas en nuestras organizaciones y cómo ciertas conductas son
promulgadas como acciones éticas, pero en la actualidad gracias al sin fin de herramientas que
ayudan a la comunicación en la inmediatez trabajan en traer respuestas y verdades para
desbancar esa falsa comodidad en toma de decisiones que en su mayoría no responden a
conflictos éticos, donde las dudas sobre un juicio moral de individuos se relaciona siempre con
creencias e historias personales de la vida que tambalean a la hora de tomar cualquier decisión
sobre un contexto ético. Por ello hoy la solidaridad se vuelve una necesidad de a la vida
cotidiana, una multiplicación cualitativa de la habilidad en comunidad humana para resolver
problemas tal como intuyó Aristóteles, por medio de cooperación voluntaria.
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CONCLUSIÓN
Al profundizar en la ética-moral de América Latina se determina que son muchos los factores
que hacen que se viva la moralidad y la eticidad de acuerdo a las normas axiológicas,
descubriendo que la ética impregna toda la vida social descubriendo en los derechos y los
deberes los valores propios del ser humano que dignifican la persona, haciendo que se superen
las desigualdades , la pobreza y la discriminación en todos sus ámbitos, permitiendo que la crisis
generalizada de los valores éticos y morales en la región tengan un rumbo diferente que lleve a la
formación de los dirigentes y estos contribuyan al desarrollo integral y sostenible, donde se
combata con justicia social la corrupción, pobreza extrema, discriminación, la exclusión y el
Estado sea parte integral en la aplicación de los principios ético- morales en América Latina.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
• N/A (2011) La ética y la moral: paradojas del ser humano. Sitio de publicación:
Revista CES Psicología.
(http://revistas.ces.edu.co/index.php/psicologia/article/view/3482/2562)
• Simone Weil (2000) Razones del existir. Buenos Aires. Editorial Sudamericana.