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Sección “B”
Para poder ahondar en el tema del Derecho Marítimo es necesario primero, tener
conocimiento sobre las figuras e instituciones básicas, pues sólo así se puede
continuar con el desarrollo de los derechos y obligaciones que la actividad
comercial en aguas y vías navegables genera. Anudado a esto, es imperante
estar relacionado con los conceptos fundamentales así como con las
características elementales de las naves mercantes y los derechos reales que
recaen sobre las mismas.
En el artículo 828 del mismo ordenamiento jurídico establece que “aparejos” son
todos aquellos palos, botes, anclas, cables, mástiles y todos los objetos fijos o
sueltos, que sin formar parte de la nave, son indispensables para su servicio,
maniobras o navegación.
El referido artículo 827 del citado Decreto Gubernativo 2946, utiliza el término
“nave”, que tal y como ya se ha citado, se aplica a toda embarcación de vela, remo
o vapor, cualquiera que sea su tamaño y denominación. Sin embargo, los
artículos 1125, numeral 7º, 1185 y 1207 del Decreto Ley 106, Código Civil de
Guatemala, utiliza la palabra “buque”, al referirse a los bienes susceptibles de ser
inscritos en el Registro General de la Propiedad y sus correspondientes registros y
libros especiales; pero se excluye al resto de “naves”, los cuales pueden ser
inscritas en virtud del numeral 14º, artículo 1125 de dicho ordenamiento civil, que
se refiere a bienes muebles fácilmente identificables por los números y modelos
de fabricación. Sin embargo, dicha diferenciación no repercute negativamente en
el Derecho Marítimo, en cuya terminología la distinción entre las voces “nave” y
“buque” no es trascendente.
Y en ese orden de ideas, el artículo 1215 del referido código señala: “La primera
inscripción de un buque o nave particular será la de propiedad del mismo. Para
extender esta inscripción deberá presentarse la escritura de propiedad y copia
certificada de la matrícula del buque expedida en la forma legal. El cambio de
matrícula se hará constar en nueva inscripción. La primera inscripción de
propiedad del buque, contendrá la descripción del mismo, expresando las
circunstancias que sirvan para identificarlo.”
a. Partes constitutivas
Son aquellas que componen un solo todo, sin que exista una relación
de principal a accesorio. Son todas aquellas consideradas como
principales. Es decir, podemos incluir en este concepto: el casco del
buque, la cubierta, los mástiles, las velas, el timón, las máquinas,
calderas, etc. Pudiendo cambiar estas partes que componen el
buque, sin que por eso deje de ser el mismo buque. Solo en el caso
de una demolición completa seguida de reconstrucción se entendería
que el buque ha desaparecido.
Tal y como ya se había hecho referencia, los artículo 827 y 828 del
Decreto Gubernativo 2946, al respecto establecen como
pertenencias todos los “aparejos” que son todos aquellos palos,
botes, anclas, cables, mástiles y todos los objetos fijos o sueltos, que
sin formar parte de la nave, son indispensables para su servicio,
maniobras o navegación. Sin embargo, excluye taxativamente todo
lo que fuera armamento, vituallas, flete devengado y salarios
anticipados a la tripulación.
a) Principios Generales:
1. Exigencia de forma escrita, se exige en el ordenamiento jurídico español
que la adquisición del buque conste en un documento escrito.
2. Inscripción en el Registro: Para que la adquisición del buque surta sus
efectos debe inscribirse el documento de adquisición en el Registro
mercantil. Debe realizarse en escritura pública o en documento
auténtico.
ARTICULO 835.
La enajenación de la nave importa la de todos los aparejos y pertrechos que le pertenezcan, a no
ser que sean excluidos por convenio de las partes.
ARTICULO 836.
Si la nave fuere vendida hallándose en viaje, corresponderá íntegramente al comprador el flete que
devengue en el viaje desde que recibió su último cargamento. Pero si al tiempo de la venta hubiere
llegado; la nave a su destino, los fletes pertenecerán al vendedor. Las partes sin embargo podrán
estipular en ambos casos lo que más les convenga.
ARTICULO 837.
El dominio de la nave adquirida por contrato no podrá ser justificado contra terceros sino por medio
de escritura pública, de la que se tomará nota en el registro correspondiente.
La misma disposición se aplica al dominio de la nave que una persona construye o hace construir
por su cuenta.
Adquirida por sucesión testamentaria o hereditaria, o por apresamiento, la propiedad no podrá ser
probada, según el caso, sino con testimonio fehaciente del testamento, acta de adjudicación, o
sentencia del tribunal competente.
Las disposiciones del párrafo primero no se extienden a las naves que midan menos de diez
toneladas.
ARTICULO 838.
La enajenación de la nave hecha dentro o fuera de la República, se entiende ejecutada con todas
las responsabilidades que la afectan y salvo los privilegios que establece la ley.
El vendedor dará al comprador una nota firmada de todas las deudas privilegiadas que reconozca
la nave, y esa nota deberá insertarse en la escritura respectiva.
“ARTICULO 832.
Para adquirir la nave por prescripción se requiere, a más de título y buena fe, el transcurso de diez
años de posesión en las condiciones que determina el derecho civil.
Faltando título traslativo de dominio sólo podrá adquirirse la propiedad de la nave por la
prescripción extraordinaria de treinta años.
El capitán no puede adquirir por prescripción la propiedad de la nave que gobierna a nombre de
otro.
ARTICULO 833.
Terminada que sea la construcción o reconstrucción de una nave, el propietario de ella no podrá
hacerla navegar mientras no sea visitada, reconocida declarada en buen estado para la
navegación por méritos que nombrará la autoridad competente.”
2. CONDOMINIO DE UN BUQUE.
Como cualquier otro bien que esté dentro del comercio de los hombres, el buque
es objeto de adquisición de propiedad, por los modos conocidos en la actividad
negocial.
Los extranjeros propietarios de nave guatemalteca quedan sometidos a las prescripciones de la ley
de navegación y a todas las providencias de seguridad que adopte el Gobierno de la República en
caso de guerra con la nación a que pertenezcan.
ARTICULO 853.
El dueño de una nave o los coparticipes, en caso de pertenecer ésta a muchas personas, podrán
administrarla por sí mismos teniendo las calidades que requiere el artículo 866 para ser naviero.
Careciendo de estas calidades estarán obligados a nombrar una persona que las tenga, la cual
administrará la nave a nombre y por cuenta y riesgo de ellos. El nombramiento se hará por
escritura pública que será inscrita en el registro del Juzgado respectivo.
ARTICULO 854.
El administrador de la nave tiene las mismas facultades que el naviero, salvas las modificaciones y
restricciones que se hagan en la escritura de su nombramiento.
ARTICULO 855.
ARTICULO 856.
Habiendo disentimiento acerca de la venta voluntaria de la nave, los condueños podrán salir de la
comunidad por licitación entre ellos, siendo todos mayores; pero si hubiere menores, la nave será
vendida en pública subasta a requerimiento de cualquiera de los mayores o del representante legal
de los menores.
ARTICULO 858.
En igual forma y hasta por la concurrencia del valor que tengan en la nave los coparticipes,
responden de todos los gastos que se hagan en utilidad de la nave por acuerdo de la mayoría.
ARTICULO 859.
Los condueños están obligados a contribuir en proporción de las partes que tengan en la nave, a
su armamento, equipo, aprovisionamiento y reparaciones, siempre que la mayoría haya acordado
cualquiera de estas operaciones.
ARTICULO 860.
Acordada la reparación de la nave y llenados los requisitos que exige el artículo anterior, la
minoría estará obligada a contribuir con la cantidad que le corresponda en el perentorio termino de
ocho días, contados desde la notificación que se le haga al efecto o a renunciar en el mismo
término a favor de sus condueños la parte que tenga en la nave.
No eligiendo en el plazo indicado se entiende que la minoría renuncia sus partes en la nave: en
este caso se procederá a adjudicarlas privadamente a los demás participes por el valor que tengan
a justa tasación, a no ser que alguno de los interesados sea menor o que sin serlo, solicite que la
adjudicación se verifique en pública subasta.
Antes de principiar la reparación se hará el justiprecio por peritos elegidos por las partes o por el
Juzgado competente, caso que alguna de ellas se niegue a hacer el nombramiento.
ARTICULO 861.
ARTICULO 862.
Siempre que la minoría, aunque la constituya un solo condueño, entendiere que el estado de la
nave exige una pronta reparación, resistida por la mayoría, podrá solicitar un reconocimiento
judicial por peritos nombrados por el Juzgado de la Instancia; y si estos opinaren que la
reparaciones indispensable, los coparticipes disidentes estarán obligados a contribuir con los
fondos necesarios y, no haciéndolo, la minoría podrá usar de cualquiera de los arbitrios enunciados
en los dos artículos precedentes.
ARTICULO 863.
Todo copropietario tiene derecho para vender a un tercero su parte en la nave, pero sus
copartícipes podrán, dentro del preciso término de treinta días, ejercer el derecho de tanteo a
retracto, consignando en el acto el precio, salvo el caso de estipulación en contrario.”
Compraventa de buques.
Derivado de la necesidad que tienen los navieros de utilizar capital ajeno para la
explotación de la industria marítima, era necesario utilizar el buque como garantía
y poder solicitar un crédito ligado a un contrato.
Osvaldo Blas (citado por David Enríquez Rosas)70 indica que la hipoteca naval
“es el derecho real de garantía sobre un buque, que continúa en poder del deudor
de crédito, con los caracteres genéricos que derivan de las normas pertinentes del
derecho civil y las específicas del derecho de la navegación.”
“La hipoteca es un derecho real que grava un bien inmueble para garantizar el
cumplimiento de una obligación.”
Para la comprensión del concepto anterior, se debe atender al artículo 442 del
Código Civil, el cual indica que define a los bienes como: “Son bienes las cosas
que son o puedan ser objeto de apropiación, y se clasifican en inmuebles y
muebles.”
De forma explícita, la ley nacional en definitiva dispone que los buques son bienes
muebles; ya que en, en el capítulo I del Titulo I del Decreto Gubernativo 2946, se
indica en el artículo 829 que: “Las naves son muebles, pero atendiendo a su
importancia, serán inscritas en un registro especial. Sin embargo, las naves
responden de las deudas comunes y privilegiadas del propietario; y pueden ser
perseguidas en poder de terceros por los respectivos acreedores”.
La última frase de la norma recién citada, que indica “pueden ser perseguidas en
poder de terceros por los respectivos acreedores”, claramente hace referencia al
derecho de persecución que goza todo acreedor pignoraticio; por lo que se colige
que la nave puede ser objeto de prenda.
En la legislación guatemalteca, al referirse a la prenda sin desplazamiento, el
Código Civil lo hace diciendo en el artículo 904: puede constituirse prenda con
independencia de los inmuebles a que pertenezcan y quedan en posesión del
deudor, sobre los bienes siguientes:
2º Los productos de las plantas y las plantas que sólo pueden utilizarse mediante
corte;
6º Las materias primas de toda clase y los productos en cualquier estado de las
fábricas o industrias; y
Con esto dicho, se puede concluir que el Decreto Gubernativo 2946 establece en
la categoría de bienes muebles a las naves y buques; por lo cual sería
concordante pensar entonces, según el artículo 904 del Código Civil, que las
naves que son bienes muebles también pueden ser objeto de prenda sin
desplazamiento; no sólo porque así lo indica la ley, sino porque:
a) Son bienes cuyo valor es ostensible para constituir una garantía;
La frase “constituidos de acuerdo con la ley del pabellón” indica que la hipoteca
marítima y los créditos privilegiados sobre la nave que establezca la ley donde se
encuentra matriculado y abanderado el buque siguen al mismo, de modo que son
extraterritoriales porque los tribunales extranjeros deben reconocerlos como
válidos y respetar su graduación, sobre los créditos personales no privilegiados
que se tengan contra el buque en el país donde sea objeto de remate.
De esta norma, se hace necesario notar que los buques, en su calidad de bienes
muebles, pueden hipotecarse en algunas de las legislaciones de los Estados
Partes del Código de Derecho Internacional Privado, pero su artículo 278 parece
entrar en colisión con el artículo 822 del Código Civil, debido que norma que sólo
los bienes inmuebles son objeto de hipoteca, y en lo referente a este articulo se
debe entender por bienes inmuebles a los nominados en el artículo 442 del mismo
Código. No obstante, la norma internacional hace clara referencia a que la
hipoteca marítima es válida si se constituye según las normas del pabellón del
buque y debe respetarse en cualquier Estado que sea parte del Código de
Derecho Internacional Privado, como es el caso de Guatemala, aun y cuando no
regule este tipo de institución.
Es decir, que la hipoteca marítima de una nave extranjera es válida, pues tiene
efectos extraterritoriales, al igual que los privilegios sobre el buque que reconozca
la ley de su pabellón, aunque en Guatemala no esté regulada la hipoteca naval.
Esto se desprende también del principio “Lex rei sitae”, que indica que los bienes,
sea cual fuere su clase, están sometidos a la ley de la situación (Artículos 27 de la
Ley del Organismo Judicial112 y 105 del Código de Derecho Internacional
Privado).
III. REGISTRO DEL BUQUE
El primero de ellos compuesto por seis libros denominados listas, en los que se
registran los buques atendiendo a su procedencia y actividad; los segundos
atiende a los efectos jurídico privados de la publicidad, en él se inscribirán los
buques matriculados en España, los buques en construcción cuando se
hipotequen, los cambios de propiedad y las demás circunstancias indicadas en el
artículo 22 del Código de Comercio Español, además de la constitución,
modificación y cancelación de los gravámenes que pesen sobre el buque.
El Código Civil tiene una amplia gama de derechos, bienes, actos o hechos
jurídicos susceptibles de inscripción, tal y como lo establece el artículo 1125, que
en su parte conducente indica: “En el Registro se inscribirán: (…) 2° Los títulos
traslativos de dominio….7° Los ferrocarriles, tranv ías, canales, muelles u obras
públicas de índole semejante, así como los buques, naves aéreas y los
gravámenes que se impongan sobre cualesquiera de estos bienes (…)”.
El artículo 1207 de la misma ley señala que: “Los buques y naves aéreas, canales,
muelles, ferrocarriles y otras obras públicas de índole semejante, y los derechos
reales que los afecten, deberán inscribirse en el Registro Central de la Propiedad
en los libros destinados a tales bienes.”
De forma más específica, en el artículo 1215 del referido código se señala: “La
primera inscripción de un buque o nave particular será la de propiedad del mismo.
Para extender esta inscripción deberá presentarse la escritura de propiedad y
copia certificada de la matrícula del buque expedida en la forma legal. El cambio
de matrícula se hará constar en nueva inscripción. La primera inscripción de
propiedad del buque, contendrá la descripción del mismo, expresando las
circunstancias que sirvan para identificarlo.”
En este último artículo se hace alusión a que la inscripción de la propiedad sobre
el buque se hace con base en la escritura que prueba el derecho y la certificación
de la matricula extendida de conformidad con la ley. El registro marítimo es una
exigencia del derecho marítimo y en él se registrarían las empresas navieras, las
embarcaciones o barcos mercantes y los actos o negocios relacionados a las
empresas y barcos y cualquier otro bien que exija la publicidad registral marítima
según las leyes y reglamentos.
Esta calificación encierra una garantía de legalidad de los documentos que debe
servir de base para su inscripción, también es inherente al sistema del registro
inmobiliario del principio del tracto sucesivo de los transmitentes, principio éste
que la ley de hipoteca naval no recogía y que ahora informa plenamente el
régimen de transferencia, gravamen, o restricción que afecte al dominio de un
buque, será preciso que la persona que lo transfiera o grave tenga previamente
inscrito su derecho, para establecer este aspecto es de suma importancia la
Certificación del Registro Mercantil que el capitán del buque debe llevar a bordo,
esta certificación debe contener literalmente la inscripción de propiedad del buque
y de todas las inscripciones de gravámenes constituidos sobre el mismo.
3. CLASES DE INSCRIPCIONES
1. ANTECEDENTES
1
Sarmiento, Guillermo. Arresto de Buques. Colombia. http://dmaritimo.tripod.com/Sarmiento.htm.
(Consultado el 14 de marzo de 2014).
salvamento; las indemnizaciones por accidentes de navegación; daños causados
en las obras de los puertos, etc.
Asimismo, se establecieron que las hipotecas que existan sobre los buques,
tendrán carácter preferente después de los créditos mencionados anteriormente,
dejando en segundo plano cualquier otro privilegio que pueda existir; es decir que
estos se colocarán a continuación de las hipotecas que pesen sobre el buque
dado en garantía.
Por decisiones de estas dos secretarías de las Naciones Unidas se creó un grupo
intergubernamental mixto de expertos en privilegios marítimos e hipoteca naval y
cuestiones anexas señalando esta última para el examen de la posible revisión del
convenio internacional para la unificación de ciertas reglas relativas al embargo
preventivo de buques de navegación marítima de 1952, grupo que inició sus
sesiones de trabajo el 9 de octubre de 1995 en la sede de la OMI en Londres.
Habiendo concurrido representantes de 51 Estados y 14 organizaciones no
gubernamentales entre ellas el Instituto Iberoamericano de Derecho Marítimo.
Otra posibilidad propuesta era la de señalar una lista abierta como la que se
establece en el proyecto articulado elaborado por la Secretaría, tomando como
base el texto de la conferencia realizada por el CMI en Lisboa pero que este
sistema, se pensó, crearía incertidumbre y podría convertirse en fuente de litigios
sobre la posibilidad o no de que un determinado crédito marítimo permita proceder
al embargo. Además, se señaló que la referencia a la legislación nacional que se
hace en el parágrafo 3 del artículo 6 no contribuía a una mayor unificación.
2
Es el principal órgano de la Asamblea General de la ONU creado en 1964 para asuntos relacionados con el
comercio, las inversiones y el desarrollo.
3
La Organización Marítima Internacional es un organismo especializado de las Naciones Unidas que
promueve la cooperación entre Estados y la industria de transporte para mejorar la seguridad marítima y
para prevenir la contaminación marítima.
4
Ibid.
También se aclaró que al establecer una lista abierta de créditos que den derecho
al embargo, presentaría un equilibrio justo entre los intereses de los grandes y
pequeños acreedores.
Lo interesante de esta lista está en que se crea una posibilidad total de demandar
el embargo preventivo de un buque, en cualquier jurisdicción, cualquiera que sea
la bandera que enarbole, que se preste una garantía para liberar el buque, una
garantía suficiente y a juicio del tribunal competente que asuma o aboque el
conocimiento de este procedimiento judicial y permitirle al buque continuar con sus
operaciones comerciales para evitar unas grandes pérdidas como pueden ocurrir.
5
Ibid.
lugar que preceden al crédito hipotecario y las garantías de créditos privilegiados
de segundo grado que seguirían al crédito hipotecario.
3. SITUACIÓN DE GUATEMALA
La base legal para poder someter a hipoteca los buques y por consecuencia lo
relativo a su registro se encuentra en el Decreto-Ley 106, el cual en su artículo
1125, regula en su parte conducente: “En el Registro se inscribirán: (…)7°. Los
ferrocarriles, tranvías, canales, muelles u obras públicas de índole semejante, así
como los buques, naves aéreas, y los gravámenes que se impongan sobre
cualesquiera de estos bienes; (…)”.
Anudado a lo anterior, el artículo 1207 del mismo cuerpo normativo establece que:
“Los buques y naves aéreas, canales, muelles, ferrocarriles, y otras obras públicas
de índole semejante, y los derechos reales que los afecten, deberán inscribirse en
el Registro central de la propiedad en los libros destinados a tales bienes”.
a) el número de serie
b) modelo y marca.
c) Cualquier otro dato que facilite su diferenciación con los demás de un
mismo género o especie.
El artículo 14 del mismo texto legal establece que para la inscripción de un bien
mueble identificable, el documento correspondiente (entiéndase la escritura
pública de compraventa), además de los requisitos de forma y fondo dispuestos
por el Código de Notariado u otras leyes que fueren aplicables, contendrá:
6
http://www.derechocomercial.edu.uy/RespContOtros04.htm. (Consultado el 14 de marzo de 2014).
Asimismo, el contrato se encuentra sujeto a publicidad registral para la
constitución del derecho y de los derechos reales que apareje, los cuales se
constituyen a partir de la fecha de la inscripción del instrumento respectivo en el
Registro.
VI. CLASIFICACIÓN DE LOS BUQUES
1. CERTIFICADO DE CLASIFICACIÓN
Los certificados que emiten las sociedades tienen carácter privado. Se trata de un
peritaje acerca del estado del buque. La competencia y la imparcialidad que
caracterizan estos certificados les atribuyen una trascendencia jurídica. El
certificado no engendra una presunción jurídica de navegabilidad del buque, pero
sí una presunción de hecho; así como la negativa de clasificación engendra una
presunción de la no navegabilidad.
http://www.bureauveritas.es/wps/wcm/connect/bv_es/local/services+sheet/certificacion_estatutaria_buq
ues_naval?presentationtemplate=bv_master_v2/Services_sheet_full_story_presentation_v2. Consultado el
14 de marzo de 2014.
CONCLUSIÓN
Por aparte, cuando haya de juzgarse un asunto sobre un buque extranjero sobre
el que pese hipoteca marítima, nacido de una acción personal con base en un
privilegio marítimo, debe tenerse en cuenta que esta figura se encuentra
amparada por el artículo 278 del Código de Derecho Internacional Privado, que
reconoce que los gravámenes constituidos de acuerdo con la ley del pabellón,
tienen efectos extraterritoriales aún en aquellos países cuya legislación no la
conozca o regule. Tal hipoteca se reconoce en Guatemala y seguirá el orden de
prelación de privilegios sobre el buque, que reconoce tanto la ley del pabellón
como el artículo 839 del Decreto Gubernativo 2946.
APLICACIÓN
6. http://www.derechocomercial.edu.uy/RespContOtros04.htm. Consultado el
14 de marzo de 2014.
7. http://www.bureauveritas.es/wps/wcm/connect/bv_es/local/services+sheet/c
ertificacion_estatutaria_buques_naval?presentationtemplate=bv_master_v2
/Services_sheet_full_story_presentation_v2. Consultado el 14 de marzo de
2014.
LEGISLACIÓN.