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Abstract

El electrón y el núcleo, se juntan para crear diferentes átomos, estos átomos se unen entre si
formando moléculas que luego se convertirán en materia. Las componentes fundamentales de
todo lo que vemos son, entonces, estas dos partículas y sus diferentes interacciones, y el estudio
profundo de estos cambios, cambiará, la manera en que el hombre ve el universo.

Resumen

Los experimentos realizados, en tubos de rayos catódicos, llevaron a los científicos al

descubrimiento del electrón y, poco después, con el famoso experimento de Rutherford de la

lámina de oro, se encuentro el núcleo, componentes fundamentales de la materia. Después de

varias propuestas sobre el modelo atómico, Bohr crea un modelo consistente con la experimento.

La distribución electrónica es la forma como los electrones se acomodan en el átomo en sus

diferentes orbitales, así, el numero de valencia será el numero de electrones, en los últimos

orbitales, que interactúan cuando un átomos se aproxima a otro, estos electrones pueden ser

compartidos o cedidos creando enlaces covalentes o iónicos. El principio de Aufbou, la ley del

octeto y la teoría cinética de las valencias nos proporcionan las diferentes cantidades de

electrones que interactuaran en un átomo para formar moléculas, es decir, el numero de valencia.

El Átomo
En el siglo XIX los científicos comenzaron a estudiar las descargas eléctricas a través de tubos a

los que se le había extraído por bombeo el aire en su interior. Estos experimentos consistieron en

producir un alto voltaje entre un cátodo (electrodo negativo) y un ánodo (electrodo positivo) el

cual produce radiación dentro del tubo que viaja del cátodo al ánodo, esta radiación es conocida

como “Rayos Catódicos”, aunque los rayos son invisibles su movimiento puede detectarse por

que hacen que ciertos materiales, cuando se colocan entre los electrodos positivo y negativo,

despiden rayos de luz fluorescente.

En la ausencia de campos magnéticos los rayos catódicos viajan en línea recta de cátodo a ánodo

pero cuando se aplica un campo magnético perpendicular al movimiento de los rayos, estos se

desvían tal como lo hubiera echo una partícula de carga negativa.

Estas propiedades de los rayos catódicos, junto con la observación de que los rayos catódicos

emitidos por cátodos de diferente material son iguales, sugirieron a los científicos que la energía
emitida consiste en una corriente de partículas cargada negativamente, estas partículas son

conocidas hoy en día como electrones y son una componente fundamental de la materia.

La emisión de electrones por el cátodo en un tubo de rayos catódicos es un indicio de la

presencia de electrones en los átomos que forman el cátodo. Dado que en su estado normal los

átomos son neutros, esto es, deben contener una carga positiva igual en magnitud a la carga

negativa de los electrones que contiene y ya que la masa de los electrones es muy pequeña en

comparación con la del átomo, podemos pensar que la mayor parte de su masa atómica debe

estar asociada con la carga positiva.

El modelo atómico aceptado a principios del siglo XX fue el propuesto por el mismo J. J.

Thomson, en este los electrones, cargados negativamente, están colocados dentro de una

distribución uniforme de carga positiva, la cual ocupa una esfera cuyo radio es del orden de

10-8 cm. Puesto que los electrones se repelen mutuamente estos deben estar uniformemente

distribuidos en la esfera de carga positiva como se ilustra en la figura.


Este modelo logro explicar aceptablemente el problema de la radiación electromagnética, pero al

calcular el espectro de la radiación emitida este modelo indica que es incapaz de conducir a una

concordancia con el espectro experimental observado.

Rutherford soluciono este problema con su modelo atómico el cual desarrollo a partir de su

famoso experimento de la lámina de oro. Este consiste en hacer incidir un haz de partículas alfa

sobre una fina lámina de oro y observar como dicha lamina afecta la trayectoria de las partículas.

Las partículas alfa se obtienen de la desintegración de una sustancia radioactiva. En el fondo de

un orificio practicado en un bloque de plomo se coloca la sustancia radioactiva, la radiación

emitida es colimada en un haz cuando sale del orificio del bloque de plomo. Al pasar este haz a

través de un campo magnético se observa que el rayo se divide en tres componentes. Los dos

rayos que se apartan del centro hacia los lados son las partículas desviadas por acción del campo

magnético en una dirección que depende del signo de su carga, el rayo que no se desvía es

producido por radiación sin carga eléctrica. A las partículas que forman la componente cargada

positivamente se le denomina partículas alfa.

En el modelo de Rutherford estas partículas alfa se hicieron incidir sobre la lamina de oro y se

observo que un porcentaje de las partículas era dispersado ángulos mayores de 90 0 grados,

Rutherford concluyo que este fenómeno es debido a un encuentro directo con una zona

fuertemente positiva del átomo de la lamina y a la vez muy denso.

El modelo de Rutherford mantenía el planteamiento de Thomson de que los átomos poseen

electrones pero a diferencia de este sostenía que toda su carga positiva y en consecuencia casi

toda su masa están concentradas en una pequeña región que es el núcleo y los electrones estarían

en un cascaron orbitando alrededor de este.


El modelo de Rutherford entro en contradicción con las leyes electromagnéticas de Maxwell las

cuales estaban ampliamente comprobadas mediante numerosos datos experimentales, este

modelo no pudo explicar satisfactoriamente la radiación electromagnética debido a una partícula

en movimiento debido a que el átomo colapsaría al caer los electrones dentro del núcleo.

El problema que ofreció la explicación de la distribución atómica condujo a la acertada

estructura del átomo propuesta por Niels Bohr en 1913 la cual solucionaría la contradicción con

el electromagnetismo del modelo de Rutherford y explicaría satisfactoriamente el espectro de

radiación electromagnética emitida por átomos.

El modelo atómico de Borh se basa en tres postulados:

1 - Los electrones giran alrededor del núcleo en orbitas estacionarias sin emitir energía.

2 - Los electrones solo pueden girar alrededor del núcleo en orbitas permitidas

3 - El electrón solo absorbe o emite energía en los saltos de una orbita permitida a otra.

El segundo postulado de Borh introduce el importante concepto de la cuantización, en el mundo

atómico se habla de estados particulares de energía y no de un continuo como en el mundo


percibido, además aparece el numero cuántico principal n y elimina el problema de la

contradicción que había con el electromagnetismo de Maxwell.

Mientras el electrón se mueve en cualquiera de estas orbitas no radia energía, solo lo hace

cuando cambia de orbita. Si pasa de una orbita externa a una interna entonces el electrón emite

energía si por el contrario absorbe energía cuando pasa de una orbita interna a una más externa.

Nos podemos imaginar el modelo de Borh como se muestra en la siguiente figura.

El modelo de Bohr funciona muy bien para átomos de pocos electrones, sin embargo en los

espectros electromagnéticos realizados para átomos más complejos se observo que electrones de

un mismo nivel energético tenían distinta energía mostrando que algo andaba mal en este

modelo.

En 1916 Sommerfeld perfecciona el modelo de Bohr introduciendo las orbitas elípticas esto dio

lugar a la introducción de un nuevo numero cuántico llamado Numero Cuántico Acimutal l, el

cual determina la forma de los orbitales, será circular si es cero y elíptica si es diferente de cero,

cuanto mayor sea el numero cuántico acimutal mas elíptico y achatado será el orbital. El valor

del número cuántico acimutal depende del valor del número cuántico principal y toma valores
que van de cero hasta n-1. Por ejemplo si n=4 entonces l puede tener los siguientes valores: l = 0

Orbital Sharp(s), l = 1 Orbital Principal(p), l = 2 Orbital Diffuse(d) y l = 3 Orbital

Fundamental(f)

También fue necesario introducir el numero cuántico magnético m, el cual determina la

orientación del orbital en el espacio, al estar el núcleo ubicado en uno de los focos de la elipse

fue necesario determinar la orientación de la elipse con respecto a un sistema de referencia. Los

valores que puede tomar depende del valor cuántico acimutal, m toma valores desde -l hasta l.

El principio de exclusión de Pauli fue anunciado en 1925 por Ernst Pauli, establece que no puede

haber dos electrones con los mismos números cuánticos. Si consideramos el electrón como una

pequeña esfera que puede girar en torno a si misma entonces son posibles dos sentidos de

rotación, hacia la izquierda o hacia la derecha, esta dirección de rotación esta determinada por el

numero cuántico de spin s. Esto implica que solo puede haber dos electrones por orbital.

Podemos resumir indicando que los electrones de los átomos se encuentran en niveles de energía

o capas, las cuales aumentan de energía a medida que aumenta la distancia de éstos al núcleo del

átomo. Por ello, entre más cercano esté el electrón al centro del átomo, más pequeña es su

energía. La capa electrónica se organiza en capas indicadas por el número cuántico principal, n,
que indica su lejanía al núcleo. Dentro de las capas hay distintos orbitales, especificados por el

número cuántico acimutal, l, y que indica la forma del orbital. El número de orbitales de cada

tipo está dado por el número cuántico magnético, m, que nos señala la orientación del orbital.

Además hay otro número cuántico, de espín, s, que sólo puede tomar dos valores e indica el giro

del electrón sobre sí mismo.

Numero de Valencia

Para conocer el número de valencia de un átomo primero debemos saber como es su

configuración electrónica, los números cuánticos nos indican como se acomodan, y cuanto son,

los electrones en un orbital especifico del átomo, así, la secuencia con la cual los electrones

llenan los orbitales del átomo esta dado por la configuración electrónica. La energía de un átomo,

teniendo cierto número de electrones, depende de cómo estos electrones están organizados en los

orbitales del átomo. Los electrones tenderán a ocupar los orbitales que minimizan la energía del

átomo, ya que el estado más estable de un átomo es aquel que tiene la más baja energía. La

secuencia energética de los diferentes niveles de energía, de menor a mayor, esta organizada de

la siguiente manera: 1s, 2s, 2p, 3s, 3p, 4s, 3d, 4p, 5s, 4d, 5p, 6s, 4f, 5d, 6p,7s, 6d.

La configuración electrónica de cada elemento en la tabla periódica puede ser determinada

utilizando el Principio de Aufbau, este principio propone que los electrones entran en un nivel

particular de energía de tal manera que el primer electrón se acomoda en una de las orbitas del

nivel, subsecuentemente, el segundo electrón puede entrar en un orbital, del mismo nivel de
energía, pero con el spin contrario. También dice que los átomos serán más estables si tienen sus

orbitales totalmente llenos, vacios o medio llenos.

Los electrones que llenan el último nivel de energía de un átomo se conocen como electrones de

valencia, estos son los electrones del elemento químico, que interactuaran con átomos de otros

elementos para formar moléculas. Un elemento puede tener varios números valencias indicando

que este elemento puede interactuar con diferente número de electrones bajo diferentes estados.

Los electrones situados en la capa mas externa, al interactuar con otro átomo, puede transferir o

compartir estos electrones formando, así, enlaces iónicos cuando los cede y enlaces covalentes, si

por el contrario, los comparte. En ambas situaciones estos electrones son considerados,

electrones de valencia.

La mayoría de los elementos tienen incompleto, por lo menos, el último nivel electrónico,

habiendo algunos elementos con dos y hasta tres niveles incompletos, que son los responsables

de interactuar para formar los compuestos químicos.

Se ha visto que el último nivel de los átomos está saturado cuando tiene ocho electrones. Este

caso se da en los gases nobles, a excepción del helio, con dos electrones, por tener un solo nivel.

En los demás elementos, el último nivel tiene menos de ocho electrones. Los átomos tienden a

saturar todos sus niveles, o sea, a adquirir la configuración electrónica de los gases nobles, que es

la más estable energéticamente. Para conseguir esta configuración estable los átomos tienden a

toman los electrones que les faltan para completar ocho o ceden los que tienen en su último

nivel, esta tendencia es conocida como la “Ley del Octeto”. Podemos saber inmediatamente las

valencias de cualquier elemento, si conocemos su estructura electrónica.


Los átomos no efectúan de cualquier manera la cesión o la captura de electrones, sino que

muestran preferencia por una u otra. Si el átomo tiene más de cuatro electrones en su último

nivel, predomina la tendencia a tomar electrones; en cambio, si tiene menos de cuatro, ocurre lo

contrario, tiende a ceder electrones. Parece como si los átomos quisieran conseguir la

configuración estable por el camino más corto. Esta tendencia a tomar electrones crece a medida

que aumenta el número de ellos en el último nivel, siendo máximo en los átomos que tienen siete

electrones y mínimo en los que tienen un electrón.

Los átomos que ganan electrones serán positivos y corresponden a los elementos metálicos,

mientras que los que pierden son llamados no metales. Los que ocupan una posición intermedia,

es decir, los que tienen tres, cuatro o cinco electrones en su último nivel pueden ceder o aceptar

electrones, por lo que son, a la vez, metales y no metales.

Esta teoría de las valencias, basada en los electrones del último nivel o electrones de valencia, es

verdadera, pero incompleta pues hay elementos cuyas valencias no se justifican del todo con esta

teoría, como las valencias del cobre y el vanadio. El fallo de la teoría anterior esta en que no

considera las posibles variaciones en la configuración electrónica de los átomos en los niveles

incompletos cuando aumentamos la energía del átomo por medio de un cambio en la temperatura

o de alguna otra manera. Esto es conocido como “El Primer Estado Excitado del Átomo”, este

estado ocurrirá cuando, al aumentar la energía del átomo, un electrón del último nivel que fue

totalmente saturado salta al siguiente nivel, mayor de energía, en el átomo.

El principio de exclusión de Pauli, anunciado anteriormente, exige que, en cada órbita no puede

haber más de dos electrones los cuales se diferencian en el número cuántico de spin, este par de

electrones recibe el nombre de par de Pauli y se dice que están acoplados. Para que un electrón

pueda ser compartido con otro átomo, es preciso que en el átomo aceptante se pueda formar un
par de Pauli, esto implica que la valencia de un átomo también es el número de electrones

desacoplados que tenga, ya que con estos formara los enlaces covalentes. En el “Primer Estado

Excitado del Átomo” la configuración electrónica cambiara, esto implica que los electrones

desacoplados estarán distribuidos de forma diferente en las ultima capa y en consecuencia el

numero de valencia será diferente.

Tarea

Al aplicar esta teoría a los elementos propuestos en la primera tarea del curso de Geoquímica, se

encontró que el numero de valencia de los elementos que no pudieron ser justificadas con las

reglas de Aufbau y la con “Ley del Octeto” se lograron justificar al con el “Primer Estado

Excitado del Átomo” y teniendo en cuenta aquellos números de valencias que forman un par de

Pauli.

Las valencias de los elemento han sido determinadas en su mayoría por observaciones

experimentales, así, que estos principios deben ser aplicados a los elementos con el fin de

justificar las valencias observadas experimentalmente y no, para a partir de estos, determinar la

valencia de los elementos.

Se utilizaron estos principios para justificar los números de valencia de los elementos observados

en los experimentos y, por otro lado, se usaron para tratar de determinar las valencias de estos

elementos. Veamos estos elementos

Cobalto:

La configuración electrónica del Cobalto es:

[Ar]3d74s2
El cual tiene numero de valencia +2 y +3. La valencia de +2 y +3, al utilizar los principios vistos,

se pueden justificar con el principio de Aufbau. Pueden ser cedidos dos electrones del orbital d

tomando la siguiente configuración electrónica

[Ar]3d54s2

El orbital s queda completamente lleno y el d medio lleno el cual será un estado estable del

átomo. También puede ceder tres electrones, dos del orbital d y uno del s quedando con los dos

últimos orbitales medio llenos, su configuración electrónica será.

[Ar]3d54s1

Ahora bien si utilizamos estos principios para encontrar los números de valencia del Cobalto

podríamos encontrar que este elemento tener los siguientes numero de valencia, +7 tomando la

configuración del Argón debido a la “Ley del Octeto”. Aplicando el principio de Aufbau

podríamos pensar que el Cobalto tiene valencia de +4 tomando la configuración de

[Ar]3d54s0

Estos números de valencia no han sido observados experimentalmente para el Cobalto.

Los dos elementos con los que se tuvieron mas problemas para justificar el número de valencia

fueron el Vanadio y el Cobre, analicemos estos elementos de igual forma que el Cobalto

Vanadio:

La configuración electrónica del Vanadio es:

[Ar]3d34s2

El cual tiene numero de valencia +2, +3, +4, +5. Las valencias de +3, +4 y +5, al utilizar los

principios vistos, se pueden justificar con el principio de Aufbau. Para cada numero de valencia
los orbitales se distribuyen de la siguiente manera: orbital d vacio y el s totalmente lleno, d vacio

y el s medio lleno y los dos orbitales totalmente vacios respectivamente. Encontramos que la

valencia de +2 no puede ser justificada con este principio, Pero si tenemos en cuenta el “Primer

Estado Excitado del Átomo” podemos justificar esta valencia. Excitar el átomo implica que un

electrón del ultimo nivel que fue totalmente ocupado saltara al siguiente nivel de energía, para el

Vanadio la configuración electrónica tomara la forma de

[Ar]3d44s1

El electrón puede pasar con un spin igual que el de los electrones que están en el siguiente nivel

de energía y ubicarse en un orbital diferente o puede pasar con un spin contrario y formarse un

par de Pauli en uno de los orbitales del nivel dejando dos electrones disponibles para interactuar

covalentemente, justificando la valencia de +2. El electrón del orbital s no tiene que interactuar

necesariamente ya que su orbital esta medio lleno o estable según el principio de Aufbau.

Si ahora utilizamos estos principios para encontrar los números de valencia del Vanadio

podríamos encontrar que el Vanadio puede tomar el numero de valencia, al cambiar su

configuración electrónica en el “Primer Estado Excitado del Átomo”, de +6 saturando el orbital

d para adquirir estabilidad según Aufbau. Esta valencia no ocurre en el Vanadio

Copper:

La configuración electrónica del Vanadio es:

[Ar]3d104s1

El cual tiene valencias de +1 y +2. La valencia de +1 se puede justificar con el principio de

Aufbau, el átomo puede ceder un electrón del orbital s, como el orbital s queda vacio y el orbital

d completamente lleno el átomo alcanza un estado estable. Para justificar la valencia de +2


utilizaremos el “Primer Estado Excitado del Átomo”, si excitamos el átomo un electrón del

orbital d, ultimo orbital en ser totalmente ocupado, saltara al orbital 4p, que seria el siguiente

nivel de energía, así el Copper tomaría la configuración electrónica de

[Ar]3d94s14p1

Y podemos ver que en esta configuración hay un electrón en el orbital d y uno en el 4p que

pueden formar pares de Pauli adquiriendo una valencia de +2, el electrón del orbital 4s no

necesariamente tiene que interactuar ya que es un orbital que esta medio lleno o estable.

Ahora utilicemos estos principios para determinar las valencias del copper, si vemos la

configuración del copper, pensaríamos que este elemento puede tener valencias de +5 y +6

quedando con los orbitales d y 4s en estados estables según Aufbau. Podemos ver también que el

copper puede tomar 7 ( valencia -7) electrones y tomar la configuración electrónica del gas noble

Krypton como predice la “Ley del Octeto”.

Estas valencias no se han observado en las diferentes interacciones del copper.


Apéndices.

1. Radiación Electromagnética

La Radiación Electromagnética es una combinación de campos eléctricos y magnéticos

oscilantes, que se propagan a través del espacio transportando energía de un lugar a otro. A

diferencia de otros tipos de onda, que necesitan un medio material para propagarse, la radiación

electromagnética se puede propagar en el vacio.

La superficie de todo cuerpo que se encuentra a una temperatura mayor que el cero absoluto

emite energía, en forma de energía térmica, generada por el movimiento de las cargas eléctricas

del cuerpo. Esta radiación consiste de ondas electromagnéticas.

2. Espectro Electromagnético

Si a un átomo se le incrementa la energía, los electrones de este serán acelerados y en

consecuencia radiaran energía electromagnética en determinadas longitudes de onda.

Si esta radiación se hace pasar a través de un prisma de un espectroscopio, la radiación será

dividida en sus diferentes longitudes de onda mostrando una serie de líneas, este conjunto de

rayas es lo que se conoce como espectro electromagnético y es diferente para cada elemento de

la tabla periódica.

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