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Propuesta aprobada por los Maestros por un Sistema Jubilatorio

con justicia. Montevideo, 9 de noviembre de 2007.

El régimen jubilatorio y la situación de los docentes

La Ley 16.713, que entró en vigencia el 1º de abril de 1996, modificó el Régimen Jubilatorio de todos
los trabajadores. En la Educación Pública lesiona los derechos laborales de los docentes aumentando
los años de trabajo y los años de edad necesarios para lograr la jubilación y a la vez, disminuyendo
los montos jubilatorios a la mitad del salario que reciben en actividad.

Considerando el desgaste que implica la labor docente –tarea que aún no ha sido reconocida como
insalubre como corresponde-, agravado por el marco de la situación social actual, al que se agrega el
distanciamiento generacional entre docentes y alumnos, producido por la extensión "forzada" de la
actividad laboral, podemos concluir que esa ley profundiza en la pérdida de la calidad de la educación
y va en desmedro de la calidad de vida del docente.

Los docentes se rigen por normativas que determinan el cese de actividades a los treinta y cinco años
de labor, por lo que se hace imposible elevar los promedios jubilatorios a través de la prolongación de
la actividad. El prolongar los años de labor tampoco sería solución para los docentes por los riesgos
de deterioro psíquico y físico que conllevaría.

La situación salarial en la educación ha ido deteriorándose en las últimas décadas. La inmensa


mayoría de los docentes ganan entre la quinta y la cuarta parte de la canasta familiar y un docente, al
final de la carrera, gana aproximadamente un tercio de dicha canasta. Si a esta situación la
enmarcamos en la actual ley jubilatoria, aplicando los promedios y los porcentajes correspondientes,
concluimos que un docente de aula jubilado ganará, en el mejor de los casos, la quinta parte de dicha
canasta.

Criterios que deberán prevalecer:

La importancia del rol del docente en la sociedad, la necesidad imperiosa de dignificar la


profesión, lo urgente de lograr compensar el esfuerzo de los docentes en el sostenimiento
del sistema educativo sobre sus hombros durante décadas, las características de la
función, con el desgaste físico y mental que conlleva, hace que se deba incorporar el
criterio de EXCEPCIONALIDAD A LA HORA DE DEFINIR EL SISTEMA JUBILATORIO
PARA LOS DOCENTES en una ley que se declare de carácter urgente, que permita
recuperar los beneficios perdidos en las últimas décadas.

Debe considerarse como prestación, al momento del retiro, el 100% del salario del docente
en actividad si este se produce por cese al cumplir los 35 años de trabajo, posibilitando el
retiro anticipado desde la configuración de la causal jubilatoria (por ejemplo: 30 años en
Educación Común, Práctica o Tiempo Completo, menos años para los que trabajan en
Educación Especial)..

Se deberá establecer el carácter retroactivo de esta ley, según se establece en el Art. 8 del
Código Civil, a fin de que abarque a todos los docentes jubilados en lo que se ha dado en
llamar período de transición.

La jubilación deberá comenzar a retribuirse inmediatamente al cese, eliminado el absurdo y


mortificante período “prejubilatorio”.

Deberá considerarse un mecanismo de “Escala móvil” de las prestaciones jubilatorias que


sea solidario con los aumentos de salarios de los docentes en actividad.

Propuesta presentada en diciembre del 2007 en el Congreso de la FUM-TEP

Ya fue aprobada por Ademu Montevideo, Ademu Canelones, Ademu Durazno, Ademu
Rivera y por los profesores de Ades Montevideo y Afutu

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