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3. DIFICULTADES EN EL
APRENDIZAJE DE LA FÍSICA
Isabel Guerra Bobo
1. INTRODUCCIÓN 3
6. BIBLIOGRAFÍA 26
El reto para el profesorado, más que sólo buscar el modo de dar una buena explicación de un
determinado contenido o actividades interesantes y motivadoras, es conseguir que el alumno, al
escuchar esas explicaciones o al realizar esas actividades, vea las diferencias entre lo que se le
propone y los conceptos e ideas que poseía con anterioridad. No podremos ayudar a un alumno si
no comprendemos por qué se equivoca. Una causa importante del fracaso escolar se debe a que
el profesor está más preocupado en transmitir la materia correctamente que en entender por qué
sus alumnos no la comprenden.
Los profesores suelen observar que, sobre todo en algunas asignaturas, los alumnos presentan
ciertas ideas previas sobre la materia que se les va a enseñar. Suelen ser ideas intuitivas, no
estructuradas y, la mayoría de las veces, erróneas. Se da poca importancia a este hecho y se
considera que con un tiempo de enseñanza se corregirán estas ideas equivocadas. De acuerdo con
este modelo didáctico, el profesor imparte los temas y los alumnos aprenden.
Sin embargo, se comprueba muchas veces que, tras enseñar a los estudiantes las verdaderas
razones de un determinado fenómeno, las ideas erróneas previas persisten, y que a las preguntas
sobre el tema, el tipo de respuesta más común es la idea previa antes expuesta. Una de las
características más sobresalientes de estas concepciones es la de ser tenaces y no desaparecer con
facilidad. Después de años de enseñanza formal de la física, por ejemplo, persisten estas ideas
que revelan la existencia de un cierto patrón causal, común a muchos alumnos. Interesa resaltar
que los estudiantes en sus respuestas siguen una metodología simplista. Los fenómenos
susceptibles de ser observados, objeto de la enseñanza, son filtrados de tal manera que sólo los
que parecen confirmar las ideas originales son registrados. Los demás, o pasan desapercibidos o
son desechados.
¿Qué se puede decir de un sistema educativo que no consigue convencer a los alumnos de que
abandonen sus ideas preconcebidas tras varios años de enseñanza formal?
Los estudios sobre las concepciones del alumnado previas a la adquisición del conocimiento son
el punto de partida de numerosas investigaciones actuales sobre la Didáctica de las Ciencias. Por
ideas previas se entiende las concepciones que los alumnos traen consigo antes del aprendizaje
formal de una determinada materia. La forma de conocer las ideas previas es a través de las
respuestas que dan los estudiantes a cuestiones planteadas.
El cuadro siguiente puede ayudar a reflexionar sobre las causas de las explicaciones alternativas,
no científicas, que dan muchas veces los estudiantes.
Los profesores damos diferentes explicaciones a los errores que manifiestan los alumnos cuando
les preguntamos acerca de sus concepciones científicas.
A continuación se reproducen las respuestas de diferentes estudiantes de 15 años a preguntas
planteadas en clase después de haber iniciado el estudio de los temas correspondientes.
Pregunta: Comemos un trozo de pan y bebemos un vaso de zumo de naranja. ¿Qué camino siguen
estos alimentos a lo largo de nuestro aparato digestivo?
Respuesta: “El trozo de pan llegará al estómago, de allí pasará al intestino y lo que no sea
absorbido saldrá por el ano. La naranjada pasará del estómago, que es donde se absorben las
vitaminas, al riñón donde se forma la orina que sale por el otro conducto.”
Pregunta: Estamos en la superficie de la Luna y dejamos caer una pelota. ¿Qué pasará? ¿Por qué?
Respuesta: “La pelota flotará en el espacio. Como no hay oxígeno, no hay atmósfera y, por tanto,
no habrá nadie que la empuje hacia abajo.”
En cada caso, un grupo de profesores se reúne y discute las posibles razones que explicarían este
tipo de ideas. Se dan las siguientes interpretaciones:
Las personas desarrollan y utilizan modelos explicativos sobre la realidad que las rodea. Siempre
que una persona intenta comprender algo necesita activar una idea previa que le sirva para
organizar la nueva información y para darle sentido. El origen de muchas de estas ideas previas
se debe a un proceso natural, basado en experiencias anteriores, en las interacciones con otra gente
y en la propia capacidad de razonamiento.
En el aprendizaje de las ciencias, cualquier profesor con cierta experiencia puede proporcionar
ejemplos de las respuestas curiosas que dan los alumnos a determinadas cuestiones y que revelan
ocasionalmente la profunda incomprensión de algún concepto clave. En los años 80 la publicación
de algunos estudios rigurosos atrajo la atención sobre el problema del aprendizaje conceptual en
las ciencias. El análisis del tipo de respuestas dadas a determinadas cuestiones, permitió sacar a
la luz una grave y general incomprensión de incluso los conceptos más fundamentales y
reiteradamente enseñados. Se puso de manifiesto que los alumnos no sólo terminaban sus estudios
sin saber resolver problemas y sin una imagen adecuada del trabajo científico, sino que la inmensa
mayoría de ellos ni siquiera había logrado comprender el significado de los conceptos científicos
más básicos. Particularmente relevante era el hecho de que los errores que cometían no se debían
a simples olvidos o a que se daban respuestas al azar, sino que se justificaban en base a
determinadas ideas, las cuales eran defendidas con bastante seguridad por un gran número de
estudiantes de distintos niveles educativos.
A este tipo de respuestas, contradictorias con los conocimientos científicos vigentes, que se suelen
dar de manera rápida y segura y que se repiten insistentemente se las denomina errores
conceptuales y a las ideas que llevan a cometerlos, concepciones alternativas, pues difieren de
las aceptadas actualmente por la Ciencia. Pueden ser elaboraciones muy complejas e incluso ser
válidas dentro del contexto en que son utilizadas. Por ejemplo, creer que para que exista un
movimiento es necesario ejercer una fuerza, es un razonamiento “válido” para el contexto
cotidiano.
Enseñar Ciencias no implica tanto un cambio en las concepciones de los alumnos como un
aprendizaje de otras formas de ver y explicar, válidas en el marco del conocimiento científico. El
problema es que muchos estudiantes elaboran sus conocimientos científicos con la única finalidad
de aprobar un examen y que las ideas alternativas que poseen, al ser significativas para explicar
los fenómenos cotidianos, persisten a lo largo de los años. Los estudiantes presentan dificultades
en aprender a ver los fenómenos desde perspectivas distintas a las suyas y en hablar de ellos
utilizando conceptos distintos a los obtenidos a partir del sentido común. Una enseñanza científica
no se puede concebir como algo independiente de las concepciones de los alumnos. El aprendizaje
de las Ciencias requiere una transformación intelectual que permita la superación de los
obstáculos previos existentes.
• Persistencia, a lo largo de los años y a pesar del aprendizaje. Algunas ideas varían con el paso
del tiempo pero otras permanecen prácticamente inalteradas. Las ideas más persistentes son las
que tienen una base sensorial: aquellas en que el concepto científico está en contradicción con la
percepción inmediata.
• Dependencia del contexto, Se han observado cambios en las concepciones expresadas por los
estudiantes al cambiar el contexto de las cuestiones.
En cualquier campo que afecte a nuestra vida cotidiana tenemos ideas que nos permiten predecir
y controlar los sucesos, aumentando nuestra adaptación a los mismos. Estas funciones de
predicción y control del entorno inmediato, presentes en todas las especies, se multiplican en los
seres humanos por el aprendizaje y la cultura.
Aún sin necesidad de instrucción formal o ayuda cultural, las personas tenemos, desde muy
temprano, capacidad para aprender del mundo y extraer conocimientos recurriendo a mecanismos
de aprendizaje implícito que nos permiten detectar y extraer las reglas que existen en nuestro
mundo sensorial. Otras concepciones tienen un origen cultural y otras surgen de las aulas con el
uso de modelos que acaban por impregnar los pensamientos de los alumnos. Las concepciones de
los estudiantes tienen por tanto un origen sensorial, cultural y escolar que determina la naturaleza
representacional de las ideas.
Buena parte de las concepciones alternativas se forman de modo espontáneo al intentar dar
significado a las actividades cotidianas. Se basan en el uso de reglas de inferencia causal aplicadas
a los datos observados en el mundo natural, mediante procesos sensoriales y perceptivos. Cada
suceso nuevo nos empuja a la búsqueda de sus causas de modo que podamos controlar lo que
sucede. Cuando algo se comporta de un modo no esperado, recurrimos a reglas simplificadoras
para identificar las causas más probables o frecuentes y reducimos la complejidad del mundo
sensorial a unos pocos elementos destacados que nos faciliten una solución aproximada. A veces
este proceso nos conduce a errores o falsas soluciones como muestran los ejemplos de
concepciones alternativas representados en la siguiente tabla, ejemplo de las siguientes leyes
asociativas que determinan nuestro modo de pensar:
Estas reglas están muy vinculadas al sistema cognitivo humano y actúan de un modo mecánico e
inconsciente. Coinciden esencialmente con las leyes del aprendizaje asociativo, se presentan
universalmente, a través del tiempo y las culturas, y representan un conocimiento implícito más
que explícito. Es algo que sabemos hacer pero no verbalizar. A continuación presentamos algunos
ejemplos de utilización de reglas simplificadoras en la formación de las concepciones espontáneas
En resumen, los alumnos adquieren por diferentes vías (sensorial, cultural y escolar) unas
concepciones alternativas fuertemente arraigadas que interactúan y se mezclan entre sí, dando
lugar a esa ciencia intuitiva tan difícil de modificar.
Al analizar las relaciones entre el conocimiento científico y el cotidiano es útil diferenciar entre
diversos niveles de análisis representacional. En un nivel superficial se hallarían las creencias,
predicciones, juicios, interpretaciones, etc. sobre las situaciones y teorías a las que se enfrenta el
individuo. En respuesta a una cuestión planteada en una situación concreta – por ejemplo, acerca
de la trayectoria de un objeto en su caída o las causas de flotación de los objetos en el agua – el
alumno genera con facilidad una imagen o interpretación sobre el hecho demandado.
Este constituye el primer nivel de análisis de las representaciones, más accesible y fácil de
conocer. Se trata de representaciones de carácter situacional, contextual, activadas para una
situación específica, que no tienen por qué estar almacenadas de forma permanente o explícita en
el sistema cognitivo del individuo.
La mayor parte de la investigación sobre las concepciones alternativas se ha centrado en este nivel
de análisis: plantear un problema para el cual el alumno active una representación y asumir que
esa representación constituye una concepción alternativa. Pero no podemos asumir que todas estas
representaciones se tratan realmente de concepciones alternativas con los rasgos que hemos
descrito anteriormente. Algunas tienen un carácter situacional mientras que otras por su
funcionalidad y posibilidad de aplicación a diversos contextos sí que presentan un carácter
estructural. Son estas últimas las que requieren un verdadero cambio conceptual para su
modificación.
En un segundo nivel estarían entonces estas representaciones que por su uso reiterado o su mayor
funcionalidad tienen carácter estructural. Para saber cuáles de estas ideas constituyen auténticas
alternativas conceptuales al conocimiento científico, hay que estudiarlas no como ideas aisladas
Las verdaderas concepciones alternativas son entonces producto de una teoría de dominio,
formada por el conjunto de representaciones de diferentes tipos activadas por los sujetos ante
contextos pertenecientes a un dominio dado. Un dominio está constituido por un área específica
de conocimiento (la física, por ejemplo) y se divide en subdominios (la termodinámica, la
mecánica el electromagnetismo, etc.). Por ejemplo, a partir de una serie de tareas en las que el
alumno debe predecir la trayectoria de diversos objetos en movimiento, podemos concluir que el
alumno mantiene una teoría para el domino de la cinemática según la cual ‘todo movimiento
implica una fuerza equivalente’. Las teorías de dominio determinarían las concepciones que
activaría cada sujeto en respuesta a cada situación concreta. De esta forma, las teorías de dominio
vendrían a proporcionar las características invariantes de los modelos activados en distintos
contextos dentro de un mismo campo de conocimiento.
El hecho de que podamos inferir esas regularidades conceptuales a partir de las predicciones del
alumno, no implica que el alumno mantenga de forma explícita esta teoría de dominio. En este
sentido las teorías de dominio requieren un mayor esfuerzo cognitivo y una práctica repetida para
su explicitación. No obstante, si bien son implícitas, por no ser aún accesibles a la conciencia del
sujeto (las personas las utilizan pero no saben verbalizarlas), las teorías de dominio se hallan
explícitamente representadas en la memoria y son más estables y persistentes que las
representaciones situacionales. En general, cuanto más estable es una teoría de dominio mayor es
su consistencia, de manera que la consistencia de las teorías alternativas puede ser un buen índice
de su resistencia al cambio.
Distintas teorías de dominio pueden sustentarse en una misma teoría implícita. Por ejemplo, los
alumnos pueden mantener distintas teorías sobre la naturaleza de la materia pero todas ellas
asumir como supuesto implícito el carácter continuo y estático de la materia. El alumno puede
cambiar sus teorías de dominio manteniendo, sin embargo, las mismas teorías implícitas.
Para una mayor profundización en las diferencias entre los principios subyacentes a las teorías
científicas y las teorías implícitas en cuanto a supuestos epistemológicos, ontológicos y
conceptuales, ver Pozo y Gómez (2009).
• Los alumnos deben estar insatisfechos con sus concepciones. De este modo se
mostrarán más receptivos a las nuevas concepciones.
• La nueva concepción debe ser comprensible.
• La nueva concepción debe resultar plausible y resolver satisfactoriamente los
problemas que la concepción anterior no resolvía.
• La nueva concepción debe ser fructífera y resolver con éxito los problemas
planteados.
Finalmente conviene tener en cuenta que, en general, todas aquellas actividades problemáticas en
las que los alumnos tengan que utilizar sus ideas de partida (acertadas o no) al tratar de resolverlas,
constituyen un excelente instrumento para la detección y tratamiento de posibles concepciones
alternativas. En un modelo de enseñanza basado fundamentalmente en la transmisión verbal de
conocimientos por parte del profesor, difícilmente pueden salir a la luz tales ideas. Lo mismo
ocurre cuando se cae en una visión demasiado empirista de la ciencia con
trabajos prácticos tipo receta, problemas como simples ejercicios de aplicación y sin actividades
en las que los estudiantes tengan ocasión de hacer ninguna hipótesis.
En primer lugar, las entrevistas clínicas, en las que se pide al alumno su opinión respecto de un
problema determinado; se le hacen preguntas sobre algún concepto; se le muestran dibujos que
representan situaciones o fenómenos para que los comente, etc. Las preguntas de tipo abierto
suelen utilizarse cuando no se sabe mucho acerca de las ideas que los alumnos puedan tener
respecto a un concepto dado. También sirven para medir, aunque sea cualitativamente, el grado
de satisfacción de cada alumno con una concepción dada. Tienen la ventaja de posibilitar un
mayor control de las variables que pueden intervenir (edad, sexo, tipo de escuela, nivel
socioeconómico, nivel académico, etc.) aunque presentan los inconvenientes de la gran cantidad
de tiempo que precisan y la menor generalidad de sus resultados.
Otro instrumento es el cuestionario para ser pasado a grupos de estudiantes. Las cuestiones
pueden ser de opción múltiple, para señalar simplemente verdadero o falso a distintas
afirmaciones, o para expresar el grado de acuerdo, etc. Mediante este sistema, el control de
variables no es tan grande. Sin embargo, al poder ser utilizados a la vez con grandes poblaciones,
los cuestionarios permiten obtener unos resultados más generales. Normalmente, el diseño de este
tipo de cuestiones se realiza cuando se conoce ya la existencia de determinadas concepciones
alternativas y se desea disponer de algún dato cuantitativo, por ejemplo, en cuanto a su incidencia
en un colectivo en un momento dado. En la siguiente sección consideraremos un ejemplo de este
tipo de cuestionarios.
Uno de los grandes problemas de aprendizaje y comprensión que va a plantear la física está muy
relacionado con la gran familiaridad que el alumno tiene con los contenidos implicados. Esto hace
que el alumno tenga numerosas ideas previas y opiniones que aun resultando por lo general útiles
para comprender el mundo natural compiten con lo que se enseña en las aulas. La física al analizar
el comportamiento del mundo que nos rodea necesita recurrir a situaciones idealizadas y
simplificadas que están bastante alejadas de la realidad que percibe el alumno. Por ejemplo, los
alumnos conocen perfectamente que todos los cuerpos en movimiento acaban por pararse y que
si queremos que sigan moviéndose con velocidad constante es necesario hacer una fuerza; ven
que los cuerpos caen y saben que eso ocurre porque la Tierra los atrae, pero no ven que los cuerpos
atraigan a la Tierra. Las diferencias y aparentes contradicciones entre el mundo idealizado de la
física y el mundo real que observa el alumno es fuente de una gran parte de las dificultades que
encuentra el alumno en la comprensión de la disciplina.
2. Un bloque de hierro ha sido lanzado hacia la derecha por una superficie lisa y plana contra un
muelle elástico tal y como se representa en los dibujos, considerándose nulo el rozamiento.
Al chocar, el bloque no se para inmediatamente, sino que sigue moviéndose hacia la derecha
durante un tiempo y mientras esto ocurra empujará al muelle:
a) Cierto b) Falso c) No lo sé
La preconcepción que sostienen muchos alumnos sobre la idea de fuerza asociada al movimiento
en lugar de con el cambio de movimiento les lleva a relacionar ésta con la velocidad y no con la
aceleración. La idea alternativa de fuerza, lleva a pensar que sobre un cuerpo en movimiento debe
estar actuando una fuerza de modo que si cesa dicha fuerza el cuerpo se para. En la primera
pregunta los alumnos tienden a contestar que hay una fuerza vertical hacia arriba asociada al
movimiento. Algunos consideran que esta fuerza ‘se va gastando poco a poco’ hasta que
finalmente el objeto se para. Esta idea lleva a muchos a señalar como esquema correcto el a) ya
que no conciben que un objeto pueda estar moviéndose en sentido contrario a la fuerza resultante
sobre el mismo. No obstante otros alumnos afirman que el esquema correcto es el b)
argumentando que la fuerza que se le dio al cuerpo al lanzarlo ha de compensarse con el peso y
de ahí que de esa resultante. La opción correcta para la primera pregunta es la c).
La asociación fuerza con movimiento hace que los alumnos implícitamente manejen que la fuerza
es proporcional a la velocidad. Ello es coherente con que piensen que si la velocidad es cero
entonces la fuerza también ha de serlo. La opción correcta para la tercera pregunta es la b). Los
alumnos también sostendrían que es cierto que si sobre un cuerpo no actúa ninguna fuerza o si la
resultante es nula deberá estar en reposo o que el movimiento de un cuerpo siempre tiene lugar
en la dirección de la fuerza resultante.
Caída de graves
4. Se lanza una piedra verticalmente hacia arriba alcanzando una altura de 6 m sobre el suelo.
Considerando nulo el rozamiento con el aire ¿qué altura alcanzará otra piedra lanzada con la
misma velocidad pero cuya masa es la mitad que la de la primera?
a) 3 m b) 6 m c) 12 m
5. Supongamos que toda la atmósfera que rodea a la Tierra desapareciese totalmente, quedando
el planeta rodeado por el vacío. En estas condiciones puede afirmarse que el peso de los cuerpos:
La idea de fuerza como causa del movimiento es coherente con la de que los objetos más pesados
han de llegar antes al suelo que los más ligeros (cuando se dejan caer desde la misma altura). Una
idea generalizada es pues que la duración de la caída de los cuerpos guarda proporcionalidad
inversa con su peso. En la pregunta cuatro se trata de detectar esta preconcepción de manera
indirecta. La opción correcta para la cuarta pregunta es la b).
Una concepción alternativa común es pensar que en el vacío no hay gravedad y comúnmente se
contestaría la opción b). La opción correcta para la quinta pregunta es la d).
6. Señalad cuál de las siguientes situaciones describe mejor lo que le ocurre a la corriente
eléctrica:
El pensar que la corriente que sale de la pila se va gastando conforme recorre el circuito de forma
que a la pila regresa una corriente menos intensa de la que sale, hace que en la pregunta 6 se
conteste la opción a). La cuestión se puede variar introduciendo dos bombillas y preguntando cuál
lucirá más. La opción correcta para la sexta pregunta es la b).
Otras idea alternativa es que el avance global de los electrones que constituyen la corriente
eléctrica continua por un cable se realiza a una velocidad enorme y hace que muchos alu,nos
escojan la opción a o b. La opción correcta para la séptima pregunta es la c).
8. Se ha construido una caja de paredes opacas que sólo tiene dos ventanas acristaladas A y B,
haciéndose el vacío dentro de la misma. Si la ponemos en un cuarto oscuro y se envía un fino haz
de luz horizontal, como se muestra en la figura, un observador que mirase por la ventana B, podría
ver:
9. Dos láminas planas se encuentran casi en el fondo de un estanque lleno de agua según se indica
en el esquema adjunto. Puede afirmarse que la presión sobre el centro de la lámina B es:
10. Dentro de una esfera cerrada y transparente hay un trozo de papel. Con una lupa hacemos que
arda dicho papel hasta quemarse totalmente. Si pesamos todo el conjunto antes (1) y después (2)
de la combustión, resultará que:
Las respuestas que se consideran más aceptables son las siguientes: 9b) y 10a).
Todos estos factores son relevantes en la construcción del conocimiento científico. En general,
enseñar es ayudar al alumno a identificar las diferencias entre sus formas de hacer, pensar y
valorar y las que se promueven en la escuela. Tan importante como el proceso de cambio
conceptual es el cambio procedimental y axiológico. Una enseñanza que sólo tenga en cuenta el
método científico o las concepciones previas del alumno será deficitaria. Se precisa atender a
todas las dificultades del aprendizaje
Respecto a las dificultades debidas a las formas de razonamiento, cabe resaltar que los alumnos
utilizan en sus razonamientos basados en el sentido común (relacionar el tiempo de caída de un
objeto con su peso), recurren a la reducción funcional (omisión de ciertas causas para dejar la
La investigación también ha revelado como importantes las actitudes del estudiante hacia la
ciencia en el proceso de aprendizaje. Es necesario atender a las actitudes del alumnado,
eligiendo contenidos que respondan a sus intereses, evitando una metodología de trabajo
excesivamente transmisiva, y tomando en consideración los aspectos axiológicos en la
evaluación del alumno. Ver Solbes J. (2009) para ampliar estos aspectos.
En una clase de electricidad de 1º de ESO, una profesora planteó a sus alumnos la siguiente
pregunta sobre el esquema dibujado a continuación: ¿Cuál de las dos bombillas dará más luz?
Para otros autores, las interacciones más efectivas son las que producen un conflicto cognitivo. A
través del conflicto el alumno aprende a revisar y reorganizar sus formas de pensar y actuar. Si
en una clase no existieran diversos puntos de vista, deberían provocarse pues sin la confrontación
Un grupo-clase funciona como estructura social idónea para el aprendizaje, con alumnos que
tienen diferentes experiencias y un profesor que los lidera. En cada clase se establecen unas
“reglas del juego”, a menudo implícitas, que constituyen un contrato didáctico que regula las
interacciones y en general el trabajo del aula. Es muy diferente una clase en la que los alumnos
pueden expresarse libremente y en la que los errores se contemplan como instrumentos del
aprendizaje, que otra en la que el error se penaliza, las respuestas se clasifican en buenas o malas
y sólo se tiene en cuenta la opinión del profesor.
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