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“LA TORTUOSA DILACIÓN DE LA SENTENCIA DE LA CORTE

INTERAMERICANA DE LOS DERECHOS HUMANOS, EN EL CASO


DE LOS DESAPARECIDOS DE SANTA”

La Corte Interamericana de Derechos Humanos dicto sentencia al


Estado Peruano por la desaparición forzada de un total de 15
personas (campesinos), entre una mujer embarazada ellos niños,
ocurrida en la comunidad de Santa Bárbara (Huancavelica) en
1991, todo ello cometido por soldados del ejército peruano.

El 4 de julio de 1991 por miembros del Ejército Peruano,


realizaron un operativo militar con la finalidad de capturar a
miembros “TERRORISTAS” para lo cual incursionaron en la
localidad de Rodeopampa, comunidad de Santa Bárbara, todo
ello en el contexto del conflicto armado peruano", indicó la Corte
IDH, con sede en San José de Costa Rica.

De acuerdo a lo señalado por el tribunal supranacional estos


hechos formaron parte de "una práctica sistemática de violaciones
de los derechos humanos, entre ellas, ejecuciones extrajudiciales
y desapariciones forzadas de personas sospechosas de
pertenecer a grupos armados al margen de la ley" la que estaban
acostumbrados a realizar miembros de las fuerzas Armadas.

La Corte IDH, informo que entre las víctimas de este caso figuran
adultos, una mujer embarazada y siete niños con edades entre los
ocho meses y seis años de edad, esta es la lista de las víctimas:

Yesenia Osnayo Hilario,

Miriam Osnayo Hilario,

Edith Osnayo Hilario,

Wilmer Hilario Carhuapoma,

Alex Jorge Hilario,


Raúl Hilario Guillén,

Héctor Hilario Guillén,

Francisco Hilario Torres,

Mercedes Carhuapoma de la Cruz,

Dionicia Quispe Mallqui,

Antonia Hilario Quispe,

Magdalena Hilario Quispe,

Dionicia Guillén Riveros y

Ramón Hilario Morán,

Elihoref Huamaní Vergara.

La Corte concluyo que las 15 víctimas fueron privadas de libertad


por agentes estatales y permanecieron bajo custodia estatal
mientras fueron trasladadas a una mina abandonada llamada
"Misteriosa" o "Vallarón", según se indica en la sentencia.

La CORTE IDH también señala que "en dicho lugar, las víctimas
fueron introducidas al interior del socavón y fueron acribilladas
con fusiles por los Soldados del ejército y casi de inmediato
fueron inmolados sus cuerpos mediante la detonación de cargas
de dinamita, provocando su fraccionamiento terminando
despedazados".

Además, los jueces de esta CORTE determinaron que existió una


negativa del Estado Peruano a reconocer la detención, así como
de proporcionar información sobre el destino de las víctimas y
revelar su suerte.
La Corte IDH resolvió que Perú violó los derechos a la vida y la
libertad personal de las víctimas y que incurrió en una falta de
debida diligencia en las investigaciones de estos hechos, que
incluyó pérdida de evidencias, y además hubo obstaculizaciones
a la debida investigación por parte del Ejército del Perú.

La presente sentencia ordena al Perú llevar a cabo las


investigaciones necesarias para determinar, juzgar y sancionar a
los responsables de las desapariciones e iniciar las acciones
necesarias tanto para la exhumación como la identificación de los
restos humanos localizados en la mina "Misteriosa" o "Vallarón".

"Por otra parte, tras una reapertura de la investigación en la


jurisdicción ordinaria, el Estado incurrió en faltas de debida
diligencia en la recaudación de prueba y la ubicación y captura de
reos prófugos", añade el fallo.

Y asimismo prosigue: "así como en una demora prolongada que


permanece hasta la fecha, en el esclarecimiento de todos los
hechos del caso y la determinación del paradero de las víctimas
desaparecidas".

Asimismo la Corte IDH también ordenó reparaciones económicas


para los familiares de las víctimas.

Derecho a la integridad personal de los familiares de las


personas desaparecidas

La Corte IDH aplicó la presunción juris tantum sobre el daño


ocasionado a la integridad psíquica y moral de los familiares en
casos de desapariciones forzadas, y concluyó que el Estado violó
el derecho a la integridad personal establecido en el artículo 5.1
de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 del
mismo instrumento, en perjuicio de los familiares de las 15
víctimas de la desaparición forzada. V. Reparaciones La Corte
estableció que su Sentencia constituye per se una forma de
reparación y, adicionalmente, ordenó al Estado:

a) llevar a cabo las investigaciones necesarias para determinar,


juzgar y, en su caso, sancionar a los responsables de las
violaciones declaradas en la Sentencia;

b) iniciar las acciones que resulten necesarias tanto para la


exhumación como la identificación de los restos humanos
localizados en la mina “Misteriosa”, o “Vallarón”, sitio que deberá
proteger para su preservación;

c) entregar a los señores Zenón Cirilo Osnayo Tunque y Marcelo


Hilario Quispe la cantidad de diez alpacas a cada uno, o su valor
equivalente en el mercado. Además, el Estado debe, a través de
sus programas habitacionales existentes, proveer a cada uno de
una vivienda adecuada;

d) brindar gratuitamente, a través de sus instituciones de salud


especializadas, tratamiento médico y psicológico o psiquiátrico a
las víctimas que así lo soliciten;

e) publicar la Sentencia y su resumen oficial, y

f) pagar las cantidades determinadas en la Sentencia. Asimismo,


el Estado deberá reintegrar al Fondo de Asistencia Legal de
Víctimas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos la
cantidad erogada durante la tramitación del caso.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos supervisará el


integro cumplimiento de la Sentencia, en ejercicio de sus
atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, y se dará por
concluido el caso una vez que el Estado haya dado cabal
cumplimiento a lo dispuesto en la Sentencia.

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