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Psicología tiene implicaciones no sólo para la práctica profesional, sino para la elaboración
teórica. Es cierto que el clínico está obligado a dar respuesta a los innumerables problemas
que le proponen las personas que vienen en busca de su “ayuda“, y en este sentido su
quehacer es práctico, aplicado, tal y como refiere la definición. Pero ninguna práctica sin teoría
que la sustente puede ser eficiente, estaría condenada al constante ensayo-error a la
improvisación, al abuso de la empírica y la intuición.
Cada persona tiene una manera propia y única de captar la realidad, de pensar y procesar lo
que nos sucede y de actuar conforme nuestras percepciones, vivencias previas, creencias y
valores. Dicho de otra forma, cada ser humano tiene su propia personalidad. De esta manera,
Carl Rogers propone su teoría fenomenológica la cual establece que cada persona percibe el
mundo y la realidad de una manera particular a partir de la experiencia y de la interpretación
que haga de ésta, de forma que construye su propia realidad a partir de dichos elementos. Esta
interpretación de la realidad la denomina campo fenomenológico. Para Rogers, la realidad es
la percepción que cada persona tiene de ella, puesto que no es posible observarla de otro
modo que no sea a través del filtro de nuestra propia mente.
El modelo fenomenológico.
Hasta ahora se han analizado los modelos de la Psicología Clínica en los que se considera que
la conducta humana está principalmente bajo la influencia de los instintos y los conflictos
intrapsíquicos, así como el ambiente físico y social. Las teorías fenomenológicas suponen que
cada persona es única, que la perspectiva de la realidad de cada persona es un poco diferente
de la de los demás y que la conducta de cada persona refleja esa perspectiva conforme se da
de un momento a otro.
2. A pesar de que este modelo reconoce la existencia de las necesidades biológicas, le resta
importancia como determinantes de la conducta y su desarrollo. En lugar de esto, supone que
cada persona nace con una potencia para el desarrollo y que ésta proporciona el motor de la
conducta.