Sunteți pe pagina 1din 26

4

Eduardo Tamayo Belda

EL TERCER
ESPACIO POLÍTICO
EN PARAGUAY
(1989-2019)
EL TERCER ESPACIO POLÍTICO EN PARAGUAY (1989-2019)
Eduardo Tamayo Belda
© De esta edición:
2019, Editorial El Lector
Director Editorial: Pablo León Burián
Directores de la Colección: Herib Caballero Campos
Carlos Gómez Florentín
Diseño y Diagramación: Denis Condoretty
Corrección: Milciades Gamarra
Fotografía de Tapa: Archivo Abc Color: “Acto de cierre de
campaña del Encuentro Nacional en Mayo de 1993”
Las opiniones en el presente libro son
exclusiva responsabilidad del autor.
Editorial El Lector Tel. (021) 622 314
El Lector San Martín Tel. (021) 610 639 y 614 258
El Lector 25 de Mayo y Antequera Tel. (021) 491 966 y 493 908
El Lector Shopping Pinedo Tel. (021) 324 9079
El Lector Shopping Villamorra Tel. (021) 622 313
El Lector Shopping Mariscal Tel. (021) 608 455
El Lector Paseo La Galería Tel. (021) 695 525
El Lector Ciudad del Este Tel. (0983) 100 255
El Lector Shopping Mariano Tel. (021) 338 9687
El Lector Encarnación: Tel: (021) 338 9686

www.editorialellector.com
Tirada: 5.000
Hecho el depósito que marca la Ley 1328/98
Reservados todos los derechos
Impreso en el Paraguay - Printed in Paraguay
Contenido

Prólogo.........................................................................................9

Introducción..............................................................................11

Representación política y sistema electoral...........................19

Tercer espacio político en Paraguay; recorrido histórico....29


Desde el golpe a Stroessner al Marzo
Paraguayo (1989-1999)...............................................30
Del Marzo Paraguayo a la victoria de Fernando
Lugo (1999-2008).........................................................39
Desde la victoria de Fernando Lugo hasta la
actualidad (2008-2019)...............................................50

Ejes de análisis del tercer espacio político paraguayo.........66


Eje de presencia parlamentaria................................67
Eje ideológico-programático.....................................81
Eje de género.............................................................102

Comentarios finales................................................................112

Bibliografía...............................................................................118
Fotografía: Eduardo Tamayo Belda. 2019
Prólogo
Este trabajo del historiador y politólogo Eduardo Tamayo
Belda constituye una contribución para entender el rol del
tercer espacio político a lo largo de los últimos 30 años. Como
tal, constituye una adición original al estudio de un campo
todavía poco explorado en la ciencia política paraguaya. En
este sentido le da la importancia debida, explora sus límites
y señala sus posibilidades transformadoras para la política
paraguaya, más allá del histórico bipartidismo.
El texto tiene dos grandes secciones: por un lado, se ocupa
del recorrido cronológico de las terceras fuerzas políticas en
el país; y por otro explora analíticamente la formación ideo-
lógico–programática, su participación en el Congreso y el
enfoque de género en las diversas experiencias políticas que
ocuparon ese espacio. Esto permite leer el libro tanto recupe-
rando la historia de las fuerzas políticas alternativas en Para-
guay como en su formación ideológica.
La cronología plantea una propuesta de análisis interesante:
en primer lugar, se estudia a las terceras fuerzas entre 1989
y 1999; en segundo lugar, se analiza ese tercer espacio desde
el Marzo Paraguayo de 1999 hasta el ascenso de Lugo en 2008;
por último, se revisa el rol de estas fuerzas tras el ejercicio
del poder con Lugo y hasta nuestros días. Los resultados re-
flejan el potencial transformador del tercer espacio político
paraguayo, que ha fluctuado entre posiciones progresistas de
izquierda y posiciones más conservadoras de derecha a lo lar-
go del periodo estudiado.
La sección temática plantea tres ejes de reflexión: la importan-
cia de la presencia parlamentaria para determinar la viabili-
dad de los partidos políticos del tercer espacio; la vigencia de

9
los aspectos programáticos en los partidos alternativos como
una interpelación al vacío ideológico de los partidos masivos;
y la emergencia de la cuestión de género como bisagra en la
formación de los partidos políticos modernos.
La propuesta es tanto un profundo trabajo de investigación
sobre un territorio poco conocido como una provocación a la
reflexión política de quienes quieren ocupar ese ansiado ter-
cer espacio, por fuera de los partidos tradicionales.

10
Introducción
La transición a la democracia en Paraguay comenzó una no-
che de verano, como comienzan muchas historias de amor.
Sin embargo, esta es una historia con violencia de género,
muchas bendiciones desatendidas, y la eterna duda de si la
cosa no acabará en divorcio.
Así, en la noche del 2 al 3 febrero de 1989 se iniciaba el pro-
ceso de transición hacia la democracia en Paraguay, un de-
sarrollo largo y tortuoso que en el caso del sistema político
paraguayo aún tiene prolongado camino por recorrer, en mu-
chos sentidos.
En esta obra se va a realizar un recorrido histórico por la vida
en el seno del tercer espacio político en el Paraguay, y a ana-
lizar los resultados electorales de las organizaciones que lo
conformaron en el período que discurre desde el golpe de
Estado interno perpetrado contra el general Alfredo Stroess-
ner en 1989 hasta la actualidad, cuando el político y empre-
sario Mario Abdo Benítez —conocido popularmente como
Marito— se encuentra al frente del Gobierno del país tras
su ajustada victoria frente a Efraín Alegre —candidato de la
oposición— en las elecciones de abril de 2018, asumiendo en
agosto como Presidente.
Con Marito en el poder se cumplen en este 2019 los treinta
años del proceso de democratización paraguayo, y no deja de
ser curioso y reseñable que, tres décadas después, el máximo
cargo representativo de la República esté en manos del hijo
de quien fuera secretario personal del dictador durante años
—también de nombre Mario Abdo Benítez—, lo que permitió
a la familia enriquecerse ampliamente gracias al régimen. Por
su parte, la madre del actual Presidente del Paraguay termina

11
de aportar el pedigrí al abanderado; Ruth Manón Benítez Pe-
rrier, influyente dama de la sociedad paraguaya en los tiem-
pos en que su marido trabajaba para el general, es hija del
militar Victoriano Benítez Vera —comandante de la División
de Caballería en tiempos de la dictadura— y sobrina del in-
fluyente militar stronista Rodolfo Popol Perrier. Marito, quien
tenía dieciséis años cuando fue depuesto Stroessner, portó el
féretro del dictador paraguayo cuando éste falleció en 2006,
y tuvo alto protagonismo durante el sepelio. El joven Abdo
se había iniciado en política tan solo dos años antes, en 2004,
en el movimiento interno del coloradismo denominado “Re-
construcción Nacional Republicana”, y para 2006 ya había
creado su propio movimiento, junto a Alfredo Goli Stroessner
(nieto del dictador), facción del Partido Colorado que Marito
y Goli llamaron “Paz y Progreso” (recuperando el viejo eslo-
gan de la dictadura de su general Stroessner). Con esta hoja
de servicios y esta cartilla familiar, resulta comprensible que
muchos analistas políticos hayan visto en la última elección
presidencial la imagen del regreso de viejos tormentos.
Sin embargo, lejos de querer decir con esto que Mario Abdo
Benítez no esté capacitado para ser Presidente de la Repú-
blica del Paraguay —eso lo determinarán los análisis de re-
sultados de su gestión—, es notorio que en el país siga con-
centrado el poder de tal manera que, treinta años después de
finiquitada la dictadura, sean las mismas familias las que lo
cooptan. Seguramente, sería un signo de salud democrática
y de alternativa real de Gobierno que los cargos de máxima
representación de la República tuvieran una renovación real
y efectiva en la joven democracia paraguaya, con alternancia
en sus puestos tanto de familias, como de ideologías o de sec-
tores económicos, sociales, etc.
No obstante, el hecho de que el golpe que propició el inicio
de la transición se diera, en palabras de Víctor-Jacinto Fle-
cha y Carlos Martini, “desde las propias entrañas del poder
dominante”, hizo que se impusiera “una lógica demasiado

12
cercana al pasado”. El origen del golpe no fue político sino
económico, por las disputas internas entre sectores enfrenta-
dos por absorber los recursos del Estado. En consecuencia, la
transformación política del régimen fue la excusa necesaria
para remover el avispero y reacomodar la estructura de privi-
legios, adaptándola a los nuevos vientos políticos que sopla-
ban por entonces.
Por ello, al no ser la transición a la democracia un verdadero
proyecto político, su proceso tampoco fue precisamente enca-
minado a alterar cimientos —ni siquiera los andamios— del
funcionamiento de la política, lo que condujo a otros veinte
años de hegemonía del mismo partido que había gobernado
durante toda la dictadura militar cuando, para cualquier per-
sona sensata, una transición política hubiera requerido una
alternancia política mucho más palpable. A mayor abunda-
miento, cuando esta alternancia se produjo, el Presidente sa-
lido de aquellas elecciones ni siquiera acabó el mandato, des-
tituido por un juicio político apresurado que pronto permitió
devolver las aguas a su cauce. En Paraguay, todo el mundo
habla mucho de cambiar las cosas, pero casi nadie parece
querer cambiar nada, y son muy pocos los profesionales de
la política que con palabras y con hechos demuestran estar
convencidos de la necesidad de transformar el país.
Durante los treinta años de inicio del período de democrati-
zación del país dos organizaciones políticas han sido los acto-
res principales del sistema de partidos nacional: la Asociación
Nacional Republicana (ANR o Partido Colorado), y el Partido
Liberal Radical Auténtico (en adelante PLRA o Partido Libe-
ral), ambos surgidos en 1887. La larga supervivencia y hege-
monía bipolar de estas dos asociaciones, que llega hasta nues-
tros días, se debió a muchas de las características del sistema
político paraguayo y a la idiosincrasia cultural, que definieron
una cultura política proclive al fortalecimiento de los meca-
nismos de control de la sociedad por parte de los partidos,
y la presencia de éstos en la vida pública y privada de una

13
manera muy evidente. La cultura política paraguaya permeó
así el sistema de gestión pública y la organización social hasta
desembocar el país en un sistema de adscripción a los partidos
tradicionales —ANR y PLRA— cuya forma es manifiestamen-
te diferente de la que se dio en el transcurso del siglo XX en
la mayor parte del resto de países en proceso de democratiza-
ción, tanto en estados latinoamericanos como europeos.
Los dos partidos tradicionales han estado presentes en el de-
sarrollo político de los últimos ciento treinta años de historia
del Paraguay, alternando períodos de hegemonía entre ellos,
con escasos episodios de competencia democrática normali-
zada, y con varios momentos violentos que derivaron, inclu-
sive, en conflictos armados internos entre partidarios de unas
y otras asociaciones (conflictos en los que participaron tam-
bién correligionarios de otros partidos políticos, además del
PLRA y la ANR). No obstante, el período que aquí nos ocupa
está marcado por una cierta paz social, no exenta sin embargo
de coyunturas violentas que, por lo general, concluyeron a los
escasos días o semanas.
Además, el tránsito hacia un sistema democrático iniciado
en 1989 ha significado en Paraguay una etapa de desarrollo
político que en gran medida se puede caracterizar por ser li-
bre y plural, sobre todo si se tienen en cuenta los rasgos au-
toritarios, personalistas, violentos y exentos de libertad del
período anterior, la dictadura del general Alfredo Stroessner
(1954-1989), etapa marcada por la hegemonía del Partido Co-
lorado en el poder.
La caída de Stroessner no significó de manera inmediata la
llegada de la democracia al Paraguay; de hecho, la democra-
cia no debería ser entendida en sí como un estado estanco e
inmóvil, sino como un proceso, una marcha cargada de in-
tenciones en pos de la democratización del sistema político
de un país. El golpe contra el dictador fue tan solo un paso
más —uno muy importante— en el proceso de democratiza-
ción de Paraguay, por cuanto su derrocamiento supondría
14
el arranque de un nuevo proceso constituyente, un soplo de
aire fresco y de apertura de las posibilidades políticas en la
República, al que se sumaron todas las fuerzas y sensibilida-
des políticas del país con mayor o menor entusiasmo, y con
desiguales oportunidades de alcanzar posiciones políticas re-
levantes en el nuevo esquema que el sistema electoral —que
por entonces comenzaba a pergeñarse— iba a provocar.
Desde la caída de la dictadura, en las elecciones generales
paraguayas los partidos tradicionales (ANR y PLRA), pre-
sentándose solos o mediante la fórmula de la alianza —como
hizo en ocasiones el PLRA—, siempre han obtenido al menos
el 60% de los votos de los electores. En algunas de las eleccio-
nes, de hecho, los resultados de ambos partidos estuvieron
increíblemente concentrados, como sucedió en 1998, cuan-
do entre el Partido Colorado y el Partido Liberal sumaron
el 96,3% de los votos. Este año resulta también especial por
haber registrado la mayor participación electoral de todo el
período constitucional, alcanzando el 80,5% del electorado,
mientras la participación de todos los demás encuentros elec-
torales se mantuvo en torno al 60-70%.
Desde 1989, la libertad de elección ha generado una paulatina
mayor pluralidad en el sistema político del país, y en concreto
desde el año 2000 —tras los sucesos del Marzo Paraguayo de
un año antes— se observa una multiplicidad y un crecimiento
de las alternativas partidarias algunas de las cuales han teni-
do, además, características novedosas en el sistema de par-
tidos paraguayo, como es la llamada al voto del electorado
a partir de un reclamo programático, de carácter ideológico.
Este nuevo estilo de reclamo del voto rompió con el modo tra-
dicional de adscripción a los partidos políticos en Paraguay
—más de tipo familiar—, y sustentó el modelo de reclamo
político por parte de esos nuevos actores en la coincidencia o
aceptación de una serie de valores e ideas sobre cómo debería
gestionarse la “cosa pública”, una llamada al voto en función
de un programa de actuación en mayor medida concreto y

15
coherente con ciertos principios, forma de adscripción que re-
sulta ser distinta del habitual seguimiento de la línea política
familiar, tan presente históricamente entre el electorado pa-
raguayo, y que aún hoy pervive con intensidad en el sistema
político nacional.
Esta obra estudia el denominado “tercer espacio político” en
el Paraguay democrático actual, para lo que se analiza todo
el conjunto de actores que puedan ser definidos dentro de la
categoría de “partido político” y que alcanzaron un mínimo
de incidencia en la política nacional, considerando como re-
levantes solo aquellas formaciones que alcanzaron el mínimo
de representación ciudadana suficiente para ganar, al menos,
una banca en el Congreso paraguayo, ya fuera como diputa-
do o diputada, o como senador o senadora. Resulta obvio, por
tanto, que el texto centrará el análisis del “tercer espacio” en
lo concerniente a las “elecciones generales”, excluyendo de la
observación sistemática los plebiscitos electorales de ámbitos
más reducidos de la Administración pública paraguaya.
En cualquier caso, a lo largo del texto aparecen referencias a
otras formaciones políticas que ocuparon ese tercer espacio,
a pesar de que no llegaran a alcanzar ningún escaño en los
comicios, pero su examen será en menor profundidad que
el de aquellos partidos que sí lograron tener presencia real
en las dos grandes cámaras de representación nacional; asi-
mismo, también se hace referencia a elecciones municipales o
departamentales en ciertas ocasiones. La razón de todas estas
referencias a elementos que no constituyen directamente par-
te del objeto de análisis de la obra es que la incidencia de los
mismos —tanto de los partidos políticos sin representación
como de los resultados de las elecciones municipales o depar-
tamentales— es fundamental para entender algún fenómeno
o proceso que explique o sustente los argumentos sobre los
partidos del tercer espacio que sí obtuvieron representación
en el Congreso.

16
Cabe destacar que la literatura sobre la cuestión es mínima,
pues el tercer espacio político no ha suscitado, en general, el
interés de muchos investigadores o investigadoras de la po-
lítica, algo que, por otra parte, resulta lógico, al tratarse de
fuerzas relativamente poco relevantes para el accionar par-
lamentario, al tiempo que, además, suelen caracterizarse por
una cierta inestabilidad como organización y una periodici-
dad de acción corta (al menos si tenemos en cuenta las etapas
en que obtienen espacio de representación institucional).
El análisis y el estudio de las alternativas políticas en Para-
guay no puede ser desconocido por la ciudadanía, ni la pre-
sencia y el accionar de estas organizaciones obviados en la
historia política reciente del país, pues ese tercer espacio tiene
un horizonte en expansión en el sistema electoral paraguayo
actual, y la presencia de los actores de ese tercer espacio es
cada día más importante en el desarrollo de la política nacio-
nal y en los debates que tienen lugar tanto en el Parlamento
como en los medios de comunicación —con especial reper-
cusión en los medios alternativos— y en la propia sociedad
civil (debates que se extienden principalmente a través de las
redes sociales).
A lo largo de este trabajo se indicarán los diferentes actores de
ese tercer espacio político, se enunciarán sus principales ca-
racterísticas (líderes, ideología, programa, prácticas, apoyos,
etc.), se observarán los resultados de estos actores en las dife-
rentes elecciones generales desde 1989 hasta la actualidad, y
se interpretará la relevancia y naturaleza de ese tercer espacio
de acuerdo a varios ejes de análisis, como son el eje ideológico
izquierda-derecha, el eje de la praxis política, el eje de dife-
renciación urbano-rural, y el eje vinculado al género.
La madurez y el enriquecimiento de la política democrática
paraguaya depende de manera fundamental del conocimien-
to que la ciudadanía tenga de las diferentes alternativas polí-
ticas que se presentan en el abanico electoral, y el estudio de

17
esos nuevos actores presentes en la historia reciente del país
contribuye en gran medida a consolidar ese conocimiento, y
coadyuva a la evolución del sistema de partidos paraguayo
hacia un estadio en que fuerzas políticas no tradicionales ad-
quieran presencia institucional, entidad política y capacidad
de negociación suficientes como para modificar algunos de
los peores rasgos del sistema político paraguayo, así como en-
focar y dirigir los debates políticos hacia el entendimiento en-
tre posturas programáticas, de puesta en valor de principios
e ideas sobre cómo administrar el Estado y sus instituciones,
que se alejen de la negociación opaca a la ciudadanía donde la
casta política maneja los asuntos públicos como si de merca-
dería propia se tratara. Los debates deben trasladarse asimis-
mo a la sociedad civil, que ha de ser partícipe de los mismos
para comprenderlos, evaluarlos y criticarlos en tanto que és-
tos responden a programas de acción política determinados,
y no a un simple juego de cálculo de intereses en el que en la
política resulta complicado diferenciar entre el bien general
(defensa de lo público y de los derechos de la ciudadanía en
su conjunto), y el bien particular (priorizando el sentido cor-
porativista y el privilegio del ámbito de lo privado).
Sirva así la presente obra para aportar al pensamiento político
nacional paraguayo, permitiendo a los lectores conocer el de-
sarrollo histórico reciente del tercer espacio político en el país,
esa brecha abierta en la hegemonía electoral de los dos parti-
dos tradicionales del Paraguay, y que puede ser la llave a un
nuevo espacio electoral más plural, con inquietudes y debates
que profundicen en la necesidad de mayor democratización y
en los problemas reales del Paraguay y de su población.

18
> EN ESTE DOCUMENTO HAN SIDO
ELIMINADOS LOS TRES CAPÍTULOS
CENTRALES DE LA PUBLICACIÓN
(páginas 19 a 111 del libro)

En caso de que desee consultarlas,


póngase en contacto con el autor:
tamayo.belda.eduardo@gmail.com
Eduardo Tamayo Belda

Comentarios finales
Analizar el tercer espacio político en Paraguay no es una tarea
sencilla. A la escasa bibliografía que en general hay sobre la
cuestión, se añade el que los textos específicos sobre los par-
tidos minoritarios para el caso paraguayo también son pocos,
y por lo general no abordan la cuestión desde una perspectiva
de análisis del tercer espacio, sino que las referencias a las
fuerzas y organizaciones políticas de ese tercer espacio apa-
rece en estos trabajos como un contenido residual o como un
elemento de contexto, pero no se han encontrado trabajos que
desarrollen de manera holística y decidida el tercer espacio
político en el período de democratización del Paraguay.
En segundo lugar, debe señalarse que esta obra es, con seguri-
dad, un trabajo incompleto acerca del tercer espacio político,
déficit que se relaciona con la propia dimensión del proyecto
emprendido en este texto; el tema, muy amplio, no alcanzaba
a ser abordado en todos sus aspectos y contextos de manera
satisfactoria, razón por la cual se optó por abordar el tercer
espacio desde una perspectiva más pragmática, seleccionan-
do y priorizando el estudio acerca de aquellas organizaciones
que habían alcanzado una presencia institucional de primer
orden, en concreto aquellas que consiguieron situar a alguno
de sus políticos o de sus políticas en las bancas del Congreso,
ya fuera como diputados o como senadores.
Al hacerlo de este modo, hay que ser conscientes de que el
análisis es insuficiente por faltar un profundo trabajo de in-
vestigación sobre las muchas organizaciones partidarias, mo-
vimientos, grupos políticos, etc., que han existido y que exis-
ten en la política paraguaya al margen de la ANR y del PLRA.
Estos grupos, a pesar de lo que pueda creer la generalidad de

112
El tercer espacio político en Paraguay (1989-2019)

la ciudadanía, no son inanes o in-útiles (sic) al sistema políti-


co, sino que son parte fundamental de los movimientos que
se dan desde abajo en la sociedad paraguaya, fundamentales
para el país. Estos grupos, por su propia lógica fundacional
—a menudo contestataria del statu quo—, y siempre mino-
ritarios y parcialmente desconocidos, desean y necesitan ser
escuchados, razón por la cual son importantes promotores de
eventos sociales, encuentros académicos, tertulias políticas,
etc., sobre todo en los ámbitos urbanos.
Todo este escaparate de ideas va introduciéndose poco a poco
en la mesa familiar, en las discusiones entre amigos, en las
conversaciones del trabajo, en los programas de los medios
alternativos —y después en los medios más grandes—, ga-
nando espacio entre nuestras reflexiones, hozando en la con-
ciencia de la sociedad, y forzando o convenciendo a actores
de los grandes partidos y de aquellas fuerzas con representa-
ción institucional a cambiar sus agendas, o al menos a tener
que dialogar con todas esas propuestas e ideas que nacen de
abajo. Desde ahí, estos pequeños grupos alternativos que, si
bien no alcanzan nunca la fuerza para articular un movimien-
to político con éxito electoral, generan mucho contenido para
la política institucional, son actores fundamentales también
del sistema político y constituirían parte del tercer espacio
entendido en sentido amplio; sin embargo, por los motivos
apuntados al inicio, casi todos ellos han tenido que ser —con
profundo pesar— invisibilizados en este texto.
Han quedado también fuera del estudio aspectos importan-
tes del funcionamiento y las características del tercer espacio
político en Paraguay, como es todo lo relativo a la presencia
de estas fuerzas en la política departamental y municipal, que
no ha sido analizada. Asimismo, sería también un estudio in-
teresante el análisis de la incidencia de las fuerzas del tercer
espacio desagregadas entre áreas rurales y urbanas.
Dicho lo anterior, se espera que la obra haya introducido con
éxito al lector, o a la lectora, en el universo de fuerzas políticas
113
Eduardo Tamayo Belda

que en los treinta años de democratización en Paraguay han


tenido presencia en el Congreso paraguayo. Se realizó inicial-
mente un recorrido histórico a través de las distintas eleccio-
nes, contextualizando en cada momento los movimientos y
dinámicas de los partidos del tercer espacio, para después,
en la segunda parte del libro, proponer una serie de gráficos
cuantitativos que permitieron abordar los resultados electo-
rales del período a través de tres ejes de análisis (la presencia
parlamentaria, el ámbito ideológico-programático y la cues-
tión de género).
En términos generales, no se puede decir que la presencia y la
incidencia de las fuerzas del tercer espacio político hayan te-
nido una notable relevancia en el período de democratización
del Paraguay (1989-2019). Más bien al contrario, pese a que
han existido movimientos que han adquirido en uno o dos
procesos de elección un número de bancas suficientes como
para ser consideradas terceras fuerzas solventes en el siste-
ma electoral, su incidencia en la política parlamentaria fue en
general débil, pues a menudo entraron en el juego de los dos
grandes partidos, y además su relativo éxito electoral no duró
demasiado (una o dos elecciones), lo que les ha impedido dar
continuidad al proyecto partidario.
En el lento y largo proceso de democratización del Paraguay
y de consolidación del sistema democrático surgido de ese
proceso, se ha considerado como un problema la falta de
estabilidad y consolidación de las organizaciones políticas
del tercer espacio, pues esa falta de afianzamiento de iden-
tidades políticas nuevas o diferentes es funcional a la ten-
dencia bipartidista, así como refuerza las lógicas políticas
prebendarias y de negociación de intereses personales más
que de acuerdos políticos de acercamiento y consenso de los
ejes programáticos de los partidos. La pluralidad de pro-
yectos políticos —proyectos que alcancen éxito electoral—
es un elemento clave del proceso de democratización. Sin
embargo, el problema en este sentido no pasaría tanto por

114
El tercer espacio político en Paraguay (1989-2019)

la formación de partidos nuevos (circunstancia que sí se ha


dado y se sigue dando en la joven democracia paraguaya),
sino por su estabilidad y consolidación en el largo plazo, con
el afianzamiento de un electorado que se adhiera y respete
los valores de programa que estos partidos proponen, per-
mitiendo el crecimiento y desarrollo de dicho programa a lo
largo de varios períodos legislativos.
El lado positivo es que ha habido cambios en el sistema de
partidos, que es ahora —en la última década— más diverso,
plural y polarizado que en ningún período anterior en Para-
guay, lo que augura posibilidades de cambio y renovación
tanto en la agenda política nacional de la mano de los debates
suscitados por las fuerzas del tercer espacio, como también
por las propias necesidades o urgencias que el PLRA y la
ANR sientan en un sistema electoral cada vez más compe-
titivo y frente a una ciudadanía cada vez mejor formada y
más consciente de la importancia de no desatender los asun-
tos políticos en manos de los grupos tradicionales. De este
modo, resulta más difícil mantener los niveles de militancia
partidaria de las dos grandes formaciones sin recurrir al plan-
teamiento de un programa político claro, coherente y presen-
te en el debate público. Así, estas organizaciones se vieron
impelidas cada vez más a abandonar las clásicas consignas
de llamado comunitario o de exacerbación nacionalista va-
cua en época electoral, y a plantear propuestas reales para
solucionar los problemas del país y de su población, algo que
hasta ahora muchos de los cargos elegidos por estos partidos
vienen desatendiendo con indisimulada falta de empatía y
respeto por el ejercicio honrado de la función pública.
En cuanto a los aspectos ideológicos o programáticos de los
partidos del tercer espacio, se detectaron en el período de estu-
dio —salvando los excepcionales comicios de 1989— tres fases
constituidas cada una por una pareja de elecciones: la primera
(1993 y 1998) marcada por la hegemonía dentro de ese tercer
espacio del progresismo moderado con el éxito de Encuentro

115
Eduardo Tamayo Belda

Nacional; una segunda (2003 y 2008) en la que fueron los par-


tidos de la derecha ideológica del tercer espacio —UNACE y
Patria Querida— los que obtuvieron resultados electorales al-
tamente satisfactorios para las cámaras parlamentarias; y por
último un tercer par de elecciones (2013 y 2018) en las que por
vez primera aparece en el escenario del tercer espacio político
paraguayo una clara polarización ideológica, con presencia
numérica de más fuerzas que en citas electivas anteriores, que
además mantienen un cierto equilibrio en escaños entre parti-
dos progresistas y partidos conservadores, escenario en el cual
nos encontramos actualmente, con una competencia cada vez
mayor por convencer al electorado mediante un programa de
acción de Gobierno o una agenda legislativa clara, coherente y
comprometida con los valores y los principios ideológicos de
cada organización.
En cuestión de género queda aún mucho por lograr en el
sistema político paraguayo como se ha observado en el eje
dedicado a la cuestión. Durante los últimos treinta años han
sido —y siguen siendo hoy— muy pocas las mujeres que ac-
cedieron a los escaños del Congreso en el país, y a pesar de
que en los partidos del tercer espacio político los porcentajes
de presencia femenina se elevan con respecto a los de los par-
tidos mayoritarios, estos aún son porcentajes muy reducidos,
con una pendiente de crecimiento no muy pronunciada, lo
que exige que se tomen medidas pronto en cuestión de pari-
dad si Paraguay desea acelerar el ritmo de acercamiento a la
igualdad entre hombres y mujeres en el acceso a los puestos
de representación parlamentaria.
Este libro no es toda la historia del tercer espacio; la obra
constituye un análisis —seguramente desde una perspectiva
crítica— de algunos de sus aspectos más importantes, prin-
cipalmente enfocado en el éxito o fracaso electoral de estas
organizaciones, y en el análisis de las dinámicas que se han
dado en las tres décadas analizadas para los resultados elec-
torales de las mismas. Sin duda quedan muchos temas por

116
tratar con respecto a la tercera fuerza, mucho por preguntar-
se, mucho por conocer, mucho por investigar.
Para aquellos lectores o lectoras que se hayan visto atraídos
por la temática de este libro o interesadas en la cuestión, y
especialmente para quienes se dedican profesionalmente a
la política —o al periodismo vinculado a la misma—, quie-
ro acabar esta obra avanzándoles que en los próximos meses
será presentada en la UNA la Tesis de Maestría en Ciencia Po-
lítica del periodista paraguayo Roque Mereles Pintos, quien
se encuentra actualmente culminando su investigación en la
misma materia de este trabajo, y a quien hago llegar desde es-
tas últimas líneas mi más sincera gratitud por todo su tiempo,
su confianza y su cortesía al compartir conmigo su dilatado
conocimiento del tema y sus perspectivas acerca de las co-
yunturas y procesos políticos que aquí han sido analizados,
para que ahora puedan llegar a ustedes.

117
Bibliografía
ALCÁNTARA SÁEZ, Manuel. ¿Instituciones o máquinas ideo-
lógicas? Origen, programa y orientación de los partidos políticos
latinoamericanos. Barcelona, ICPS, 2005.
ALCÁNTARA SÁEZ, Manuel. “La escala de la izquierda. La
ubicación ideológica de presidentes y partidos de izquierda
en América Latina”, en Nueva Sociedad, 2008, núm. 217, pp.
72-85.
ALCÁNTARA SÁEZ, Manuel (dir.). Observatorio de Elites
Parlamentarias de América Latina: Proyecto ÉLITES, disponible
en: http://americo.usal.es/oir/elites/index.htm [consultado:
01.04.2019].
ALCÁNTARA SÁEZ, Manuel y FREIDENBERG, Flavia. “Los
partidos políticos en América Latina”, en América Latina Hoy,
2001, núm. 27, pp. 17-35.
ALCÁNTARA SÁEZ, Manuel y FREIDENBERG, Flavia
(coords.). Partidos políticos de América Latina; Cono Sur. Ciudad
de México, Fondo de Cultura Económica, 2003.
ALCÁNTARA SÁEZ, Manuel y RIVAS, Cristina. “Élites par-
lamentarias y polarización en América Latina”, en VIII Con-
greso Español de Ciencia Política y de la Administración Política
para un mundo en cambio, organizado por la Universidad de
Valencia y la Asociación Española de Ciencia Política y de la
Administración, 2007.
ABENTE BRUN, Diego. “Un sistema de Partidos en Transi-
ción. El caso del Paraguay”, en Revista Paraguaya de Sociología,
1996, núm. 96, pp. 179-197.
ARDITI, Benjamín. “Elecciones y partidos en el Paraguay de
la transición”, en Revista Mexicana de Sociología, 1990, núm. 52,
pp. 83-98.

118
CERNA VILLAGRA, Sarah Patricia. “De residentas a presi-
dentas: la procelosa participación de la mujer paraguaya en
la política y la emergencia del movimiento político feminista
Kuña Pyrenda”, en Ciencia Política, 2015, núm. 20, pp. 219-241.
CERNA VILLAGRA, Sarah. “Gloriosas pero relegadas: la
marginalidad política de las mujeres en Paraguay”, en FER-
NÁNDEZ-MATOS, Dhayana Carolina (coord.) Cuotas de gé-
nero y democracia paritaria. Avances en los derechos políticos de
las mujeres. Barranquilla (Colombia), Universidad Simón Bo-
lívar, 2019.
CERNA, Sarah Patricia y SOLÍS, Juan Mario. “Los resortes
colorados del poder: nacionalización de los partidos y el sis-
tema de partidos paraguayo (1998- 2013)”, en Colombia Inter-
nacional, 2017, núm. 91, pp. 151-184.
DE RIZ, Liliana. “Los dilemas de la democracia paraguaya”,
en Seminario Cultura Política y Alternancia en América Latina.
Madrid 19 y 20 noviembre, 2007.
DOŠEK, Tomáš, PÉREZ TALIA, Marcos y DUARTE RECAL-
DE, Liliana Rocío. “Elecciones municipales de 2015 en Para-
guay: cambios simbólicos y continuidades sustanciales”, en
Revista Uruguaya de Ciencia Política, 2016, vol. 25, núm. 1, pp.
137-156.
DUARTE RECALDE, Liliana Rocío. “Desafíos para la partici-
pación política democrática en Paraguay”, en BELLO, Andrés
(ed.) Elecciones, participación política y calidad de la democracia
en América Latina. Santiago (Chile), Observatorio Democracia,
Ciudadanía y Derechos (Decide), 2012.
DUARTE RECALDE, Liliana. “Variaciones en el comporta-
miento electoral en Paraguay”, en América Latina Hoy, 2012,
núm. 60, pp. 117-138.
FLECHA, Víctor-Jacinto y MARTINI, Carlos. A treinta años del
golpe. Asunción, Servilibro, 2019.

119
GONZÁLEZ BOZZOLASCO, Ignacio. “Paraguay en la
disyuntiva del cambio”, en Contexto Latinoamericano, 2010,
núm. 12, pp. 36-46.
LACHI, Marcello. “El debate ideológico en la era Lugo”, en
Ciudadanía y partidos políticos. Protagonistas del proceso electoral
2008. Asunción, Decidamos, 2009, pp. 39-67.
LACHI, Marcello y ROJAS SCHEFFER, Raquel. Correligio-
narios. Actitudes y prácticas políticas del electorado paraguayo.
Asunción, Arandurã Editorial, 2018.
LÓPEZ, Magdalena. Transición y democracia en Paraguay (1989-
2017). Buenos Aires, SB editorial, 2018.
MORÍNIGO, José Nicolás (comp.). Marzo Paraguayo de 1999:
huellas, olvido y urgencias. Asunción, Universidad Católica,
1999.
PAREDES, Roberto. 25 años de democracia (1989-2014). Asun-
ción, Caballo de Troya, 2014.
RIVAROLA, Milda. “Participación electoral en la transición
paraguaya”, en Ciudadanía y partidos políticos. Protagonistas del
proceso electoral 2008. Asunción, Decidamos, 2009, pp. 11-37.
SILpy | Sistema de Información Legislativa, datos abiertos le-
gislativos, disponible en: http://datos.congreso.gov.py/open-
data/datos [consultado: 01.04.2019].
UHARTE POZAS, Luis Miguel. “El proceso de democrati-
zación paraguayo: avances y resistencias”, en América Latina
Hoy, 2012, núm. 60, pp. 17-42.
YORE ISMAEL, Fátima Myriam. Presidencialismo y transición
democrática. El caso paraguayo en los 90. Asunción, Flacso, 2014.

120
Eduardo Tamayo Belda
Eduardo Tamayo Belda (Ma-
drid, 1984) es historiador por
la Universidad Autónoma de
Madrid (España) y magíster en
Ciencia Política por la Universi-
dad Nacional de Asunción (Pa-
raguay). En los últimos años, ha
trabajado como docente en va-
rias universidades paraguayas
dirigiendo e impartiendo mate-
rias de historia y ciencias sociales tanto en modalidad presen-
cial como virtual (a distancia), y ha participado como ponen-
te, organizador y asistente en seminarios, congresos y otros
encuentros académicos en España, Paraguay y varios países
de Europa y América Latina. Es miembro de la Asociación de
Ciencia Política del Paraguay (ACIPP) y del Comité Paraguayo de
Ciencias Históricas (CPCH).
Actualmente realiza un Doctorado en Historia Contempo-
ránea sobre las relaciones hispanoparaguayas de la segunda
mitad del siglo XX en la UAM (Madrid), donde también im-
parte materias de historia y política internacional en los gra-
dos de Historia y de Estudios Internacionales.
Email: eduardo.tamayo@uam.es

121

S-ar putea să vă placă și