Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
7.Preferiria hacerlo
La autora se pregunta que es una escuela y explica que automáticamente se plantea su valor., en
busca de una identidad tranquilizadora, pero que hoy la escuela es un escenario problemático de
investigación de un poder social, por lo que ahora se pregunta cómo y cuál es ese poder.
En la escuela se encuentra una ambivalencia de la multitud (ensayo de forma de vida más allá del
estado y de su decisión soberana que conviven, pero sin encontrar una síntesis. ¿Como persevera
a si la escuela? ¿su modelo histórico de existencia perdura? Explica que la escuela está ahí hace
mucho tiempo pero que su nombre no se liga con el porvenir ¿que hay en el nombre escuela? Se
expresa como episódicos momentos de encuentros, detonación de pibes y maestros
desorientados, inercia de ciertas prácticas y fatiga docente, presiones burocráticas y otras
configuraciones.
El cualquiercosismo actual de la escuela es al mismo tiempo potencia y desvitalización por que ese
cualquiercosismo nos inunda y nos paraliza y las potencias si nos preguntamos es por los modos
de extraer infinitas posibilidades de combinación advertidos del fracaso de un solo modo de estar
juntos.
Potencias de variación de la escuela basados en lo que acontece ahí y circula y en los procesos de
apertura que se despliegan:
La escuela encuentra sus posibles cuando piensa en el exceso de real (aquello que no
podemos pensar desde coordenadas de sentido a priori, no es lo impensable, es lo no
pensado todavía
Que pensar es poner a prueba modos de existencia
Que esos modos múltiples de existencias, lejos de clausurarse en particularismos, abren
preguntas en torno a como se construye una vincularidad entre ellos, es decir, que es lo
que hace una trama.
CASUÍTICA:
La escuela intenta gestionar sus dispositivos áulicos mientras crece la fatiga docente por la
realidad: chicos armados, otros empastillados, muchos docentes no se animas a caminar por el
fondo en el aula. Algunos pibes repiten de año, otros abandonan.
La autora participo en un encuentro con el director quien los considera un agente de producción
de condiciones educativas. En esa reunión la coordinado comienza detallando los avatares de la
relación con los chicos. Se lee la producción de una “alumna” en el que detalla su recorrido y
problemáticas por varias escuelas, entre repeticiones de grados, problemas con compañeros y
dificultad horaria para las cursadas, insistiendo en las ansias por terminar la escuela, pero su relato
no deja ver a ella como una víctima del sistema expulsivo si no revela una fuerza que se pone a
prueba una y otra vez. Fracaso e intento de reparación. Si se sitúa en la posición del fracaso puede
llevar a una lectura empobrecida que inculpa al sujeto caído en vez de una mirada redentora
fundada en una moral reivincaditoria. Se puede observar un esfuerzo biológico cuando dice que
cruza la cuidad para ir a una escuela que podría hacerla desistir, pero en ella hay una potencia y
también lo hay cuando en su relato esta la palabra QUIERO. Leer su fuerza no es el equivalente al
“tu puedes” si no a una inquietud por comprender su modo de leer el mundo, forma de relación
con las cosas. Leer una fuerza es admitir a un sujeto que porta información aprendida el su
recorrido por el mundo.
Son docentes que salen a buscar a los chicos con padres que no les interesa su escolaridad si los
necesitan más en las casas o actividades económica de las familias. Pibes que no son alumnos,
padres que no son tutores, maestros que desbordan las premisas clásicas de un docente.
La autora también habla del cansancio docente cuando en sus intentos, su energía se mueve por la
representación que guardan, por la necesidad que surjan cuestiones de lo educativo y su vínculo.
La rigidez para orientarse es lo que los agota mas por habito que por convicción.
Los cuerpos pueden mas que lo estereotipos escolares y los profesores que los reciben pueden
mas que los docentes que tenemos representados en nuestras cabezas.
Los cuerpos de profesores se aventuran a probar que otras cosas son posibles, pero estas fuerzas
no nacen de la nada si no que extraen de cada cosa lo que aún no ha sido, aquello que pide nuevas
formas.
En el libro se propone pensar la naturaleza de esa fuga, el dejar de ser docente para responder a
una realidad, y seguir las huellas de ese escape para comprender los modos de hacer y como llegar
a un agotamiento.
Relato de una docente: clase sobre “cultura e identidad”. Son más de 20 alumnos, no todos
prestan atención, y se mantienen gran parte de la clase así. La docente ya esta sin ganas de seguir
hablando. Se va abruptamente del aula, luego de pasear por la escuela vuelve, toma un libro y leer
para ella. Los estudiantes se dieron cuenta de la situación y susurran. Le pidieron disculpas, pero
ella acepta lo aburrido de la clase y que no quiere tocar esta temática otra vez.
En ese relato se demuestra que el agotamiento es mucho mas que el cansancio. El cansado puede
descansar y volver y lo que cansa es poner nuestra energía al servicio de tareas cuyos efectos no
dejar ver ni sentir alteraciones que den nuevos poderes. Se cansas de ser lo mismo, cuando la
experiencia no se despliega. El agotado sin embargo agota lo previsible, lo recorrido, el cansado ya
no puede hacer nada el agotado ya no puede seguir haciendo lo que estaba realizando. El
agotamiento enuncia un comienzo.
Otro profesor comenta que al principio no le gustaba nada, ni los alumnos, temas que abordaba,
ni como enseñaba, el solo quería irse, renunciar. Se dio cuenta que el problema era el, nada lo
convencía en sus clases. La idea de este relato es pensar como ser un profesor singular. Como lo
genuino de un encuentro. Un profesor singular no profesa una verdad, no ejerce una investidura;
singulariza una relación con las cosas del mundo, con los signos que piden ser trabajados en la
interioridad de un problema.
un docente cuenta que, tomo una evaluación, tiempo antes y con ese tema de estudio se
realizaron muchos trabajos prácticos y charlas en clase, pero a la hora del examen muchos
entregaron en blanco…la decente se pregunta ¿Qué enseño? Tal vez haya que cambiar la pregunta
o hacer que la cosas, circunstancias, hechos y vivencias sean las que hagan las preguntas. ¿hay
algo que merezca ser enseñado por fuera de una sensibilidad? ¿todo lo legitimado por la
enseñanza y la escuela puede competir con el olvido que exige vivir?
Ser docente no es seguir siendo la imagen y semejanza de un ideal... el docente como sustantivo
se contenta con verificar los reflejos de su esencia determinada. El seguir siéndolo se vuelve verbo:
decentear. Ya nada exterior a una práctica confirma que allí hay un maestro, y este estado puede
conseguirse y desvanecerse al instante.
9- UN DOCENTE SOCRÁTICO.
El docente intenta dar su clase, pero no puede por los diálogos que surgen en el salón. El
docente sabe que todo eso es parte de su trabajo, que se considera esas dispersiones. Tomar
en cuenta todo lo que pasa en clase trazan el cuadro inasible y eficaz que da forma concreta a
la situación escolar existente.
¿Por qué nos interesan los chicos? La pregunta vale cuando no se reflexiona como maestro,
padres o desde ningún lugar donde se tome a los chicos como un objeto singular de
preocupación. Nos preguntamos por los chicos cuando no preguntamos por los modos de
vida: viejos, mujeres, países. Si “entre los muros” posee un interés en este sentido, lo es en la
medida que la escuela dejo de ser una institución especializada en introducir a los chicos en las
reglas y saberes deseables o útiles para nuestra sociedad, para convertirse en un campo de
experimentación de modo de vida que entra en diálogo y relación con experiencias de otros
campos ejemplo el psicológico o psiquiátrico.
Un estudio de otros campos dice que un problema que hay que enfrentar es el de la
modulación de las percepciones que es tener en caro lo que se espera de lo demás, con
expectativas que superan la realidad. Hay que luchar contra las expectativas para estar
disponible a lo que realmente pasa.
El segundo estudio habla de investigador percibía que algo unía a las preocupaciones de los
que piensan en la escuela desde la clínica convivir con aquellas tensiones que toda institución
ya que son fuente de conflicto ya que esas tensiones tienen lago de realidad sobre lo que pasa
y sobre los recursos con los que se cuesta frente a lo que ocurre en contra con lo que supone
el “bien pensante” en busca de espacios cómodo y homogéneos. Según el las dislocaciones
producen una mirada más amplia en relación con lo espacios ya establecidos y por otro la
aceptación de las diversas formas de asumir la institución como modos de lidiar con fuerzas
desconocidas habilita saberes nuevos.
Lo no-escolar en la escuela posibilita lazos, en una búsqueda mas amplia, con todos aquellos q
piensan desde diversos lugares contra los puntos de aprisionamientos clínicos, pedagógicos,
institucionales y políticos de la vida.
Esta película también hace caer en cuenta a los padres sobre la cualidad del trabajo docente
en la escuela, como los maestros trabajan con sus hijos. Los felicitaron y compadecieron.
CONVERSACION ENTRE Alina Aguirre y diego Zstulwark sobre la película ENTRE LOS MUROS:
Querían salir del esquema institucional, dejar que los jóvenes se acerquen para
proponerles ser parte de un espectáculo. El aprendizaje de la danza se daba según el
bagaje d cada uno, trabajaban en comunidad. Lo técnico comenzó a tener otro lenguaje, el
traído por los jóvenes. Salirse del sistema, pero estar dentro de el a la vez, sacar a los pibes
de su ritualidad diaria para hacer algo diferente, pero q aporten de su esencia al
compañero. Naturalidad y compromiso.
En cuanto a la obra con los jóvenes; escucharon el material que ellos traían, estar
sensibles a ello y salir de escena
El entrenamiento de su obra esta vinculado a la conciencia, no tanto a la
repetición más bien a la conciencia de lo que se está haciendo
Es esta parte del libro apareces dos educadores uruguayos, trabajadores en el programa “aulas
comunitarias” que aloja chicos que no pueden sostener la educación en la secundaria. El trabajo
de ellos muestra la sensibilidad y sutileza que, a pesas de trabajar con armas legales como
currículos, proyectos etc.…lo hace pensando en el otro y toman nota de las impresiones y
preguntar que surgen en el encuentro con los chicos, para pensar o que no se sabe. Y para hacerlo
bucea en los problemas, atento a encontrar señales con den valor a esas cosas cotidianas.
Relatan la historia de un chico, en diferentes tiempos y lugares, buscaban que e solo hable, sin
guiones y mas libertades. Es pibe Cristian, ingreso a las aulas comunitarias, es muy cayado, no hace
nada en clase, su actitud molesta, solo mira, no hace actividades grupales, no se integra, empezó a
falta y lo fueron a buscar a la casa, se enteraron que la madre trabaja todo el día y q la abuela que
vive cerca cuida de los hermanitos, pero no de el por que no puede. Abandona la escuela por ese
año (2010). El próximo año vuelve a reincorporarse, algo cambio, se nota ese cuerpo con más
sentido, esas miradas con más resonancia. Ya en octubre sigue el relato de la docente que apurada
por el contenido curricular comienza a preocuparse menos por las pruebas y más porque “pasara
algo en las clases”, por ejemplo, que les llame la atención su materia. Esta docente llego a conocer
a sus estudiantes, por mas que no siempre iban a clases, y le llamo la atención Cristian por su
pasividad. Ya en diciembre de ese año le preguntaron por que no hacia las cosas y para todo él
tenía una excusa, en la última excursión accedió a ir, realizaba las actividades durante el viaje
como responder consigas sobre obras. Siempre ultimo en la fila y en silencio. La clase siguiente a la
excursión llevo contestadas las consignas. Fui el único que las realizó.