HACIA LA EQUIDAD DE GRUPOS MINORISTAS Y APOYO A LA ECONOMIA

SOLIDARIA

Presentado por:

Johanny Cardona Castrillon

X semestre

En la asignatura:

Gestión de proyectos
Profesora:

Carmen Giarma Alvis Ruiz

FACULTAD DE INGENIERIA

INGENIERIA INDUSTRIAL

FUNDACION UNIVERSITARIA TECNOLOGICO COMFENALCO

 HACIA LA EQUIDAD DE GRUPOS MINORISTAS

En el transcurso de la historia de vida de un ser humano florecen pensamientos,

emociones, penas y prejuicios, que determinan su carácter individual, esas
situaciones de índole cotidiano intervienen en las relaciones que entreteje el
sujeto, relaciones dinámicas y jerárquicas dentro de un medio cambiante, en ese
acontecer se abre un espacio para la reflexión, un lugar para descubrir en el
espectro y en lo recóndito, la singularidad que subyace en el intelecto, la
posibilidad de un proceso de análisis y conclusión, por medio de la pregunta
sobre sí mismo y de las diversas dudas circundantes que conmueven la
existencia.

Es ahí donde surge el entorno familiar, la escuela y el estado, para orientar

apropiadamente al sujeto, brindándole por medio de la cultura y la memoria la
opción de acercarse a la figura o representación de mundo válida para cada
sociedad. La cultura es aprovechada como esbozo razonable de ser y creer, al
anexarse al patrón asignado, al hecho social del sujeto latinoamericano, se
articula en la estructura cultural patriarcal, psicológicamente se lía en la
replicación-adaptación a diversa escala de la horma original, permitiendo la
permanencia del estatus que en las concepciones e imaginarios individuales y
colectivos.

En esta coyuntura, la identidad del sujeto se reafirma en El marco de Desarrollo,

crecimiento y acumulación de capital, con propuestas políticas y sociales
extendidas en los medios telemáticos; medios precarios en representaciones
coherentes de grupos minoristas, derivando en paradigmas conductivos en la
lógica de vida.

Por medio del reconocimiento de los mecanismos de poder político, económico,

religioso e institucional, se hace permisible el control de los sujetos, de su
mentalidad y corporalidad, de modo continuo se manipula el acceso y la
autonomía de los sujetos, provocando un comportamiento más o menos
homogéneo en las ámbitos de interacción de grupos maleables a los intereses
hegemónicos.

Al observar el relato cosmogónico que nos antecede es preciso utilizar un

enfoque crítico para el conocimiento de los aspectos centrales del género y su
exploración. Para cambiar el origen, la planeación y la realización de propuestas
de Desarrollo se debe partir de las realidades constituyentes y establecidas de
forma consensuada, apostar por proyectos incluyentes de grupos minoristas
que produzcan diálogos significativos, desde la diferencia y valoración del
interlocutor y su planteamiento, proyectos educativos, económicos y sobre todo
humanos, no fragmentarios, en los cuales hombre pensamiento y corporalidad son
totalidad que se vincula a sus congéneres y entorno, programas políticos y
sociales que no se inscriban en los límites dentro o fuera de las corrientes de
pensamiento acomodado de unos pocos, donde cada cambio indica la
transformación de sí y de los grupos influyentes en esa esfera local, regional o
estatal, la revolución transforma concepciones y comportamientos en lo privado y
público que antiguamente han violentado a dichos grupos y obligado a hombres
como a mujeres a adherirse a un sistema decadente que no otorga oportunidades
de desenvolviendo y bienestar en equidad.

Por eso la importancia de La economía solidaria, que es una respuesta a las

teorías y prácticas dominantes de la economía capitalista contemporánea. Ha sido
denominada con distintos nombres como “economía social y solidaria”, “economía
de la solidaridad”, “economía del trabajo”, entre otros. Su basamento central es la
solidaridad como principio de orden ético y moral contrapuesto al individualismo
posesivo y competitivo de la sociedad capitalista (Singer, 2002). En este sentido la
noción de economía solidaria engloba principalmente dos acepciones. En primer
lugar, designa a las organizaciones de productores, consumidores, ahorristas,
etcétera que se distinguen por dos especificidades. Por una parte, quienes
estimulan la solidaridad entre los miembros a través de la práctica de la
autogestión y practican la solidaridad hacia la población trabajadora en general,
con especial énfasis en la ayuda a los más desfavorecidos (Singer, 2004).