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Breve manual de

comunicación y marketing
para negocios, comercios y
profesionales.

Trucos, estrategias,
recomendaciones prácticas
(¡y económicas!) para que
tu negocio atraiga nuevos
clientes
Vamos a pasar un buen rato juntos. Así que mejor nos
presentamos
¿Te parece?

Soy Txell Costa (www.txellcosta.com). He


trabajado como periodista en distintos medios,
como Catalunya Ràdio. Actualmente asesoro
profesionales, empresas e instituciones, entre
los que destacan diferentes departamentos de
la Generalitat y la Universitat Oberta de
Catalunya.

Además, soy profesora universitaria (Instituto


de Ciencias Políticas y Sociales de la
Universidad Autónoma de Barcelona, la
Fundació Universitat de Girona, la Universidad
de Lérida, etc.) y conferenciante. He escrito el
libro Working Happy, para construir la mejor
empresa del mundo: la tuya.

Ahora te toca a ti. ¿Me cuentas quién eres? Agrégame en redes sociales y seguimos
en contacto:

Twitter

Facebook
Contenidos

Introducción p. 4

1. Sé diferente p. 4

2. ¿Qué dices? p. 5

3. Mi abuela no tiene Facebook p. 6

4. Acciones que puedes hacer p. 7

5. ¿Voy por buen camino? p. 10


INTRODUCCIÓN

Pilar ha abierto un restaurante a las afueras de la ciudad. A pesar de tener un buen


producto y un precio ajustado, el negocio no acaba de ir bien: la gente no conoce el
local.

Como este caso, hay muchos. Comercios, empresas, profesionales… que trabajan día
a día sin tener en cuenta la comunicación, el marketing, la VISIBILIDAD. A través del
siguiente manual breve te enseñaremos trucos para dar a conocer tu negocio, la
mayoría de los cuales requieren una inversión nula o mínima.

Todas las opciones que te proponemos se han puesto en práctica previamente con
éxito, en estrategias que nosotros mismos hemos liderado. Pruébalo, ¿qué pierdes? Te
aseguramos, por el testimonio de nuestros clientes (puedes leer algunos de ellos en
www.txellcosta.com) y por nuestra experiencia, que funcionan.

Recuerda: no importa la dimensión del negocio, la localización o la temática: quien no


comunica, no existe.
1. SÉ DIFERENTE

Son las 8 de la tarde. Llego a casa después de un largo día. Abro el buzón y, como cada
día, está repleto de folletos de Servicios de fontanería, restaurantes, supermercados,
videntes... Actúo casi como un autómata: los cojo, les echo una vista rápida y los tiro a
la basura que el portero ha colocado expresamente para eso en la entrada del
inmueble.

Es una pena. Detrás de estos folletos hay mucho trabajo e inversión económica. ¿Cuál
es problema? ¿Por qué tanta gente como yo los tira automáticamente o no les presta
la atención que merecerían? Porque no se diferencian los unos de los otros. En un
mercado saturado, tenemos que diferenciarnos de la competencia, explotar nuestro
valor diferencial, buscar nuestro valor añadido. Piensa en tus puntos fuertes, en
aquello que se te da bien: por raro que te parezca puede ser clave.

Un ejemplo: una de nuestras clientas es cocinera. Consigue atrapar la atención de los


medios de comunicación y los comentarios de clientes y potenciales clientes a través
de les redes sociales, los fotógrafos adoran fotografiar sus platos. ¿Cómo lo hace? Ella
es una gran aficionada a la botánica, lo que le ha llevado a investigar y estudiar sobre
flores y hierbas durante años. Así que trasladó esta afición al plato: ahora mucha
gente la conoce como “la cocinera de las flores” y se deleita con la belleza, el gusto e
incluso, el bienestar que produce su cocina del paisaje.

Sé diferente de la competencia. Pero no te bases en estrategias de precios: esto resta


valor al producto.

Ser diferente implica conocer bien quien es tu cliente, sus necesidades, lo que busca…
y también la competencia y lo que está ofreciendo. Además de un gran
autoconocimiento: tus puntos débiles y fuertes.
2. ¿QUÉ DICES?

- ¿A qué te dedicas?
- Ofrezco soluciones personalizadas para la recarga de sistemas de impresión.
- ¿Cómo?
- Vaya, que vendo cartuchos de tinta.

Recibimos tanta información diariamente que es importante que aquello que


queremos decir, a parte de ser diferente y original como hemos dicho, sea claro, breve
y directo.

Con nuestros clientes acostumbramos a hacer este ejercicio: ¿eres capaz de


presentarte y definir tu negocio en el tiempo que se consume una cerilla?

Si lo que tenemos que comunicar tiene cierta longitud, tenemos que estructurar
nuestro mensaje para poder andarnos sin rodeos y no dejarnos ningún aspecto
importante. También es importante el orden en que lo comunicamos:

- Al principio, debe captar la atención de nuestra audiencia,


- Se debe desarrollar con imágenes y metáforas para hacerlo más entendedor,
- Para concluir, se deben resumir los aspectos más importantes, intentando
emocionar a la gente porque nos recuerde en el tiempo. Las cosas que
vivimos intensamente son las que recordamos.

Sobre todo, no olvides la comunicación no verbal: nuestras manos, nuestros ojos,


nuestra sonrisa… también comunican (¡y son gratis!).
3. MI ABUELA NO TIENE FACEBOOK

Mi abuela Catalina no tiene web, ni correo electrónico, ni Whatsapp, ni Facebook… así


que si ella es tu cliente potencial no puedes comunicarte con ella a través de una
estrategia online.

Cada público tiene sus propios canales de comunicación, por eso debes definir muy
bien a quién te diriges.

Con mi abuela, te funcionará el buzoneo, los anuncios en medios de comunicación, las


muestras de productos gratuitos…

Ten en cuenta, además, que si queda contenta será tu mejor portavoz.

¿Por qué te digo todo esto?

• Porque debes segmentar y discernir quien es tu cliente. “Todo el mundo” no es


una respuesta, porque no hay ningún producto o servicio que compre o use
absolutamente toda la población. Hay cuestiones que nos separan, como la
edad, los hábitos de consumo, el poder adquisitivo, el nivel cultural, etc.
• Porque cada sector de población se comunica de maneras distintas. Un joven
usará las redes sociales, pero una persona mayor no.
• Porque es importante ser viral, generar boca a boca.
4. ACCIONES QUE PUEDES HACER

Ten en cuenta que todo comunica: cualquier soporte, cualquier acción…

Puedes:

• Hacer bonos de fidelización para tus clientes.


• Rotular el coche.
• Poner los testimonios de tus clientes en la página web.
• Usar todos los materiales que tengas a tu alcance –servilletas, post-its…–
para contar cosas. Por ejemplo, si tienes un restaurante puedes imprimir en
las servilletas fragmentos de las críticas gastronómicas que te hayan
dedicado.
• Colgar en las paredes hitos importantes: premios, recortes de prensa…
• Hacer videos de tus servicios y proyectarlos en pantallas en el escaparate.
O, quizás, puedas usar las tabletas (ipads y demás) para enseñar tu
producto.
• Después, puedes compartir estos vídeos en las redes sociales.
• Obsequiar a tus clientes con merchandising cada vez que te recomienden a
un nuevo cliente (¡no te olvides de imprimir tus datos de contacto en estos
objetos!).
• Ofrecer muestras gratuitas bajo petición web. Así aumentarás tu base de
datos de contactos y podrás llamarlos o hacerles un mail para informarlos
de novedades y promociones.
• Enviar mensualmente un boletín electrónico con información de interés
(¡no ofertas! ¡no venta directa! Sino información útil para las personas que
estén inscritas bajo consentimiento explícito).
• Organizar actos, charlas, jornadas de puertas abiertas, talleres, celebrar
días señalados…
• Hacer ofertas cruzadas con otros comercios.
• Puedes…
Las ideas son infinitas. No existe una fórmula mágica porque cada caso es distinto y
debes personalizar tu caso en función de tus clientes y sus hábitos de consumo de
información. No tengas miedo de innovar. Eso sí, cuando comuniques siempre es
bueno:

• Hacer llamadas de acción e interacción: ¿Sabías que…? ¿Y tu, qué piensas?


• Usar el humor siempre funciona. Hace que la gente vea con más afinidad tu
marca, la gente te recordará más fácilmente y será más fácil que compartan tu
mensaje. Un ejemplo: fíjate en que la mayoría de vídeos que triunfan en
YouTube son de humor.

Permíteme que haga ahora hincapié en la comunicación no presencial, la 2.0. Internet


nos puede ayudar a ganar visibilidad y aumentar las ventas, es importante estar
presente y monitorizar qué se dice de nosotros. Pero no basemos nuestra estrategia
solo en eso, porque será incompleta.

Es importante tener un buen portal web, puesto que es nuestro escaparate online. Por
lo general, es recomendable que tengan las siguientes características:

• Que estén hechos con programario libre, no software propietario: así no


dependerás de un único programador si la relación con él no va bien.
• Que sean autogestionables, es decir, que los puedas actualizar tu mismo si es
necesario. Esto te dará mucha más libertad de movimiento para innovar
constantemente y, además, reducirás costos.
• Que sea fácil de utilizar para nuestros usuarios, que encuentren la información
rápidamente.
• En relación al punto anterior, una web actualizada periódicamente es mucho
más atractiva que una web estática. Es decir, si pones información de interés
(por ejemplo, un blog con recetas si eres un restaurante, un análisis de los
casos más comunes si eres un psicólogo o un abogado, las noticias
corporativas de la empresa, etc.) tu usuario visitará periódicamente tu página.
En cambio, si solo es como una tarjeta de visita online, la gente solo te visitará
una vez.
• Y otra razón más para actualizar: ayuda a posicionar en los buscadores, a salir
en los primeros resultados de Google, por ejemplo.
• Las redes sociales son el complemento de la página web, no al revés. El web
debe centralizar toda la información que después compartirás en Facebook,
Twitter, YouTube… Es como en un supermercado: los productos de primera
necesidad como la fruta y la verdura están al final (esto es la web) y los
diferentes pasillos te van acercando a ellos (las redes sociales). En otras
palabras: no se trata de hacer trabajo adicional, sino de aprovechar los mismos
contenidos adaptados a las diferentes redes sociales.
• En el mundo 2.0, por naturaleza, no hay lugar para el monólogo. Interactúa,
habla, participa, comparte… y, sobretodo, escucha lo que dicen de ti, porque
es información muy útil para tu negocio a coste cero.
• Planifica y calendariza contenidos: en enero promocionaremos tal producto
porque la gente después de navidades se quiere cuidar, en febrero este otro,
coincidiendo con la vuelta al cole haremos tal promoción… Así tendrás una
visión global de toda tu estrategia y evitarás quedarte en blanco. No hay nada
que dé más mala imagen que una web o unas redes sociales desactualizadas.
• Y un último consejo: fórmate, asesórate. ¿Verdad que si te duele una muela
consultarás al dentista? Pues en comunicación lo mismo. Porque no es igual el
perfil privado del Facebook que una Página para empresa (Fan Page); porque
muchas veces se envían mails sin ocultar los correos electrónicos, cosa que
supone un delito penal; porque…
En definitiva, ¿qué pretendemos con todas estas acciones? Diferenciarnos de la
competencia y llamar la atención de nuestros clientes, ofreciendo ese toque original
que despierta emociones en la persona que lo recibe. Las cosas que experimentamos,
vivimos, sentimos… son las que recordamos. ¿Cuántos anuncios vemos diariamente
de los cuales no recordamos ni el nombre de la marca? Que no te pase lo mismo: haz
que te recuerden, no pases desapercibido. Ser creativo es como un deporte: se trata
de practicar a menudo y, así, cada día notaremos el cerebro más en forma, más
innovador. Si hacemos lo mismo de siempre nunca creceremos, nunca conseguiremos
resultados diferentes.

Si, a pesar de todo, te faltan ideas, te podemos ayudar. Ofrecemos horas de


asesoramiento presencial y/o a distancia para acompañarte en todo el proceso
comunicativo. O, si lo prefieres, delega el trabajo en nuestro equipo de profesionales
para que no tengas que preocuparte de nada.
5. ¿VOY POR BUEN CAMINO?

Debes medir si todo este esfuerzo vale la pena. Busca las herramientas que te
ayuden a saber si vas por buen camino.

• Consulta el número de visitas de tu página web.


• Observar si tus seguidores interactúan en las redes sociales (es más
importante esto que la cantidad de seguidores).
• Haz encuestas para conocer la opinión de tus clientes.
• Busca en internet qué dicen de ti.
• Etc.

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