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Hasta mediados del siglo XIX la idea de que lavarse las manos era importante para no

enfermar era algo difusa. Es cierto que, antes, algunos manuales recomendaban mantener
las manos limpias por decoro y que los médicos lo aconsejaban por un cierto sentido
común, pero con una base científica poco sólida. En 1847, el médico húngaro Ignaz
Semmelweis demostró que esta práctica, literalmente, salvaba a muchas personas de la
muerte, algo que hoy se da por descontado pero que entonces constituía una novedad. La
técnica, no obstante, no se abrió paso en la comunidad científica hasta décadas después,
por el rechazo de una parte de sus colegas y por el propio carácter de su inventor, y si bien
es cierto que los avances de Semmelweis salvaron muchas vidas, también lo es que
arruinaron la suya.

Sería injusto decir que en épocas anteriores se ignoraba el concepto de higiene. El Islam
incorporó desde sus inicios esta idea como medio para la purificación, y en la Edad Media ,
entre ciertos estamentos, era común lavarse las manos antes y después de las comidas (el
tenedor es un invento relativamente reciente). En el Renacimiento , el médico italiano
Tommaso Rangone señalaba que las manos “debían ser limpiadas de las superfluidades, el
sudor y la suciedad que la naturaleza suele depositar en esos lugares”. Los médicos
pensaban que, efectivamente, las manos sucias podían transmitir enfermedades, pero más
bien de tipo de dermatológico.

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta por los y las odontólogas durante el
desarrollo de su actividad es la higiene. Las infecciones pueden ser transmitidas de
múltiples maneras (vía respiratoria, digestiva, por contacto), pero la vía más frecuente de
transmisión de éstas es por contacto a través de las manos.

Numerosos estudios científicos han llegado a la conclusión de que los profesionales


sanitarios no tienen la higiene que deberían tener. De hecho, según la Organización
Mundial de la Salud:

El 61% de las y los trabajadores sanitarios no se lavan las manos cuando es necesario.

Por ello, es importante conocer el protocolo de lavado de manos en el ámbito de la clínica


dental.

Esta necesidad de mantener una correcta higiene de manos se ha hecho aún más patente
con la crisis sanitaria del Covid-19. En este artículo recogemos las recomendaciones pre y
post-covid-19.

qué es importante el lavado de manos?


Las enfermedades más comunes causadas por bacterias y por la falta de higiene son: gripe,
dolencias diarreicas, resfriados y catarros o enfermedades transmitidas por vía fecal-oral
como la hepatitis. Estas enfermedades causan miles de muertes al año. Recientemente, la
aparición del Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de una correcta higiene de
manos como vía de prevención frente a la transmisión de virus.
La higiene de manos tiene el objetivo de eliminar la suciedad, la materia orgánica, la flora
transitoria (causante de la mayoría de infecciones nosocomiales) y al máximo la flora
residente.

En la actividad diaria dentro de la clínica dental, hay muchos momentos de contacto con el
paciente y es vital tener en cuenta estos aspectos. Un buen profesional debe prevenir
cualquier riesgo de contagio o contaminación.

Los 5 momentos para la higiene de las manos


La Organización Mundial de la Salud ha definido 5 momentos críticos en los que se debe
llevar a cabo el protocolo de lavado de manos.

Los momentos en los que se debe realizar el lavado de manos son: antes de tocar al
paciente, antes de realizar una tarea limpia/aséptica, después del riesgo de exposición a
líquidos corporales, después de tocar al paciente y después del contacto con el entorno del
paciente.

Son recomendaciones para proteger el entorno de atención al paciente. El buen lavado de


manos previene y combate el contagio de enfermedades. Según varios estudios previos a la
aparición del Covid-19, 1 de cada 2 miembros del personal quirúrgico no se lava las manos
cuando es necesario.

Ahora, con los nuevos protocolos y recomendaciones en el ámbito odontológico, además de


respetar las indicaciones para un correcto lavado de manos, existen otros protocolos
asociados al Covid-19 y que ayudan a prevenir la transmisión de virus por contacto. Puedes
consultar por ejemplo el protocolo de actuación frente al Covid-19 en la clínica dental, u
otros documentos y protocolos de interés relacionados con el Coronavirus en nuestra web.

Protocolo de lavado de manos


Dentro del ámbito sanitario existen diferentes técnicas de lavado de manos en función de su
posterior utilización. Podemos clasificarlos en lavado de manos clínico y lavado de manos
quirúrgico.

Para la realización del protocolo de lavado de manos tanto clínico como quirúrgico es
recomendable la utilización de un buen jabón antiséptico. El jabón de manos Instrunet
Biocida de Inibisa es un jabón antiséptico de amplio espectro con clorexidina al 4%.

Es un jabón ideal para el tratamiento higiénico y la desinfección quirúrgica de manos. No


altera la función de la barrera de la piel.

Lavado de manos clínico


Dentro del lavado de manos clínico podemos diferencias entre tres tipos de lavado: el
lavado higiénico con agua y jabón, el lavado antiséptico y el lavado con solución alcohólica.

El objetivo del lavado higiénico es eliminar la suciedad, la materia orgánica y la flora


transitoria de las manos antes y después del contacto con el paciente.
Para realizar el protocolo de lavado de manos higiénico podemos usar el producto
mencionado anteriormente y seguir los siguientes pasos:

1 Mojar las manos con agua tibia.

2 Aplicar dos pulsaciones del dosificador y enjabonarse manos y muñecas durante 30


segundos. Ten en cuenta frotar palma contra palma, dorsos y entrelazar los dedos.

3 Enjuagar con abundante agua.

4 Secar las manos con una toallita desechable. Recuerda cerrar el grifo con esta toalla para
evitar una posible contaminación.
[30/6 8:54 a. m.] Jholiannys: El lavado antiséptico se realiza con este mismo protocolo pero
utilizando un jabón antiséptico.

En cuanto al lavado de manos clínico con soluciones de base alcohólica el proceso es


similar. No es necesario utilizar agua, simplemente aplicar el gel hidroalcohólico, frotar las
manos y dejar secar.

Lavado de manos quirúrgico


Es importante tener en cuenta que, antes de iniciar el protocolo de lavado de manos
quirúrgico, es necesario retirar anillos, relojes y pulseras ya que pueden actuar como
reservorio de gérmenes.

El objetivo del lavado de manos quirúrgico es la eliminación de la flora transitoria y en el


máximo de flora residente de las manos. Básicamente es tratar de conseguir un alto grado
de asepsia antes y después de una cirugía.

El protocolo de lavado de manos quirúrgico tiene los siguientes pasos:

1 Humedecer las manos, antebrazos y codos. Aplicar 2 pulsaciones del dosificador en el


cuento de la mano.

2 Enjabonarse manos, antebrazos y codos, frotar con movimientos circulares, también entre
los dedos. Realizar este proceso desde las manos hasta los antebrazos.

3 Cepillar las uñas con un cepillo estéril durante 2 minutos y 30 segundos. Enjuagar
abundantemente.

4 Aplicar de nuevo una dosis de jabón y enjabonar manos, antebrazos y codos. Realizar
movimientos circulares desde las manos hasta los codos.

5 Enjuagar las manos desde las uñas hasta los codos y secar con una toalla estéril.

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