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Señor Presidente:
Han pasado más de 100 días desde que llegó el Coronavirus a Chile y varios meses en que
millones de chilenos hemos vivido en un estado de catástrofe permanente y una cuarentena
sin precedentes en nuestra historia. Durante este período, cientos de miles se han
contagiado y otros miles han muerto producto de esta grave enfermedad, que ha tenido
impactos sociales, económicos y políticos difíciles aún dimensionar para Chile y el mundo.
A pesar de todas las complicaciones, angustias y el miedo sentido, los chilenos nunca
hemos perdido la esperanza y saldremos fortalecidos luego esta pandemia.
Por fin, luego de semanas de incertidumbre, las buenas noticias empiezan a mostrarse con
fuerza y nos encaminamos a seguir la tendencia de otras regiones donde lo peor de la
pandemia ha ido quedando atrás. La curva de contagios, que parecía descontrolada,
empieza a bajar; el uso de camas de emergencia y respiradores, que amenazó con
saturarse, empieza a controlarse; la pérdida de vidas humanas, signo indeleble de esta
tragedia, empieza a disminuir significativamente. Aunque esta verdadera guerra no ha
terminado, podemos afirmar responsablemente que Chile está ganando la batalla al
Coronavirus y que es el momento preciso para revisar y perfeccionar nuestra estrategia.
Es por todo esto, que urge reactivar el país y poner a Chile en movimiento. Somos millones
de chilenos los que llevamos meses confinados, con nuestras libertades más básicas
restringidas y con un estado de paralización que si no termina, puede traer más conflicto y
precariedad. Tomando todos los resguardos que sean indispensables y extremando los
protocolos sanitarios, como sociedad tenemos el deber de poner en marcha al país, no solo
para rescatar el progreso económico, sino que fundamentalmente, para recuperar nuestra
libertad y sentido de comunidad.
En este sentido, creemos que es indispensable que se adopten medidas ahora, de manera
concreta, para comenzar el desconfinamiento progresivo del país y que el foco de la acción
del Gobierno, junto con seguir gestionando adecuadamente la emergencia sanitaria, se
centre en la reactivación del país y no en las medidas paliativas y de restricción que
proyectan mantener las cuarentenas de manera indefinida.
En primer término, hay que nombrar a un Equipo de Alto Nivel para la Reactivación de
Chile para conducir la etapa de desconfinamiento que aborde la estrategia sanitaria,
económica y social que se requiere para poner en marcha el país. Para ello, solicitamos a
Ud. que se nombre al ex Ministro Jaime Mañalich como encargado de la estrategia de
Reapertura Sanitaria, para que trabaje coordinadamente con el Ministerio de Salud en las
restricciones sanitarias que deben imponerse en los distintos rubros del país y el programa
de trazabilidad y seguimiento epidemiológico que se requiere para esta nueva etapa de
combate a la pandemia. Como encargado de la Reapertura Económica, del comercio y
las industrias en el país, designar al Ministro Lucas Palacios, estableciendo todos los
protocolos y medidas necesarias, en conjunto con otros ministerios sectoriales, para evitar
un rebrote de contagios y balancear, adecuadamente, la salud con la economía.
Finalmente, designar al Ministro Cristián Monckeberg, como encargado de la estrategia
de Recuperación Social, que permita abordar los desafíos urgentes que las comunidades
en Chile requieren para sobrellevar la etapa posterior al desconfinamiento, en particular, lo
referente a la salud mental y las condiciones de empleo y económicas post pandemia.
Presidente: el rol del Estado es fundamental para reactivar el país. Superada la emergencia,
al Gobierno, más que seguir restringiendo la libertad individual y buscando fórmulas para
sostener indefinidamente el confinamiento, le corresponde establecer las directrices claras
que permitan retomar la actividad laboral, educacional y comercial. Junto con ello, se
requieren campañas de educación masivas y permanentes, destinadas a concientizar a la
población en el respeto y seguimiento de las medidas sanitarias. Es hora de que las
medidas de restricción coercitiva cedan en favor de la libertad y la responsabilidad
individual.
Los chilenos, a lo largo de nuestra historia, hemos enfrentado difíciles y dolorosos desafíos
como nación. Pero más allá de las complejidades, con unidad y esperanza, hemos logrado
superarlos y avanzar decididamente en la construcción de un destino común. Chile, en los
últimos 8 meses, enfrentó el estallido de violencia a partir del 18 de octubre y la pandemia, a
partir del 18 de marzo. Estamos convencidos, que desde el 18 de julio tenemos que
empezar dejar la pandemia atrás y que será una nueva oportunidad para que Chile retome
el rumbo que nos va a permitir construir una sociedad más justa para todos los chilenos.
Atentamente,