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ANALISIS DE LAS LEYES AGRARIAS DE LOS SIGLOS XX Y XXI: Semejante que

la totalidad de los países latinoamericanos, Colombia se ha diferenciado por una extrema


desigualdad en la repartición del acceso a la tierra agrícola (Comité Interamericano de
Desarrollo agrícola, 1965) y un peligroso enigma en torno de los derechos de posesión.
Estos problemas han apoyado a muchos otros indisposiciones económicos y sociales, entre
ellos las oleadas de violencia que anduvieron habitualmente a la nación durante el siglo XX
y parte del XIX1. Los presentes, los partidos políticos y los regímenes señalaron
habitualmente esas arduas complicaciones y, en momentos, crearon esfuerzos para
trasformar la distribución agrícola en estos y otros aspectos conexos. Si cualquiera de esos
esfuerzos disfrutara alcanzando a optimizar la comercialización de la propiedad de la tierra
por volúmenes o clarificado los derechos a la tierra en forma positiva, el infortunado
contexto actual de Colombia habría sido bastante diferente (Berry, 1999).
Desafortunadamente eso no sucedió. La progresión de esfuerzos fue muy extensa, y a salvo
una decisión emprendida en la década de 1930 parece haber tenido potencial para un gran
impacto positivo2.

La historia de la reforma agraria colombiana se debe analizar teniendo en cuenta el telón de


fondo de la experiencia más general. La coacción por una reforma de la estructura agraria
germina de una composición de dificultades percibidas, contenida la pobreza, la injusticia,
la ambigüedad (específicamente en torno de los derechos de propiedad) y la ineficiencia. La
magnitud de estas dificultades esenciales y su calidad relativa varían de acuerdo con la
distribución agraria efectiva, la cultura, la escasez de tierra y otros factores. Y, como es
natural, asimismo la importancia de las contrariedades consiguientes: malestar, violencia,
inestabilidad política, y de las posibles reparaciones. En circunstancias de gran escasez de
tierra, en las que su distribución es muy disímil y la generalidad de las personas laboran
como arrendatarios en la tierra de otros, la imposición suele acoger la forma de un
inclinación por la tierra para los que la trabajan; a veces lleva a una actitud menos extrema,
por ejemplo, optimar los tratados mediante los cuales se importe directa o indirectamente el
trabajo de estas personas, bien sea con un sueldo más alto, mayor autonomía de acción para
la mano de obra o un convenio más predecible, de mayor estabilidad, estabilidad, etc. En
donde no hay escasez de tierra, la dificultad logra a girar en torno de quién ocupa la inicial
perspectiva a las haciendas públicas, qué subestructura montar el Estado en las tierras
recientemente habitadas, si la propiedad es emancipada de la explotación o la tierra ociosa
invierte al Estado y, por tanto, queda a destreza de otros aspirantes.

Para Kalmanovitz (2007) “la economía colombiana durante el siglo XIX tuvo un
comportamiento muy pobre, especialmente si se le compara con el notable crecimiento que
obtuvo durante la segunda mitad del siglo XVIII, donde la minería del oro actuó como
sector líder o con el crecimiento más alto que se obtuvo durante el siglo XX”3.
Distintos de los fenómenos sociales que redujeron el desarrollo mercantil en el país y que
acabaron de desmejorar la entorno que se había vuelto incontrolable, tiene trato directo con
la falta del comercio a nivel nacional e internacional, la disputa financiera por conservar las
guerras de emancipación y la inseguridad política que pretendía guiar las bancas sin
colocarle un alto a los oposiciones armadas.
BIBLIOGRAFIA

1. Arango, Mariano; Cardona, Alonso; Duque, Conrado; Estrada, Efraín; López, Luz Elena
y Mesa, Saúl. Economía campesina y políticas agrarias en Colombia: Una evaluación del
Programa DRI, Medellín, Centro de Investigaciones Económicas, Universidad de
Antioquia, 1987.

Berry, R. Albert. Could Agrarian Reform Have Avoided Colombianas Crisis?, mimeo,


1999.

2. Balcázar, Álvaro. Tamaño de finca, dinámica tecnológica y rendimientos


agrícolas, Coyuntura Agropecuaria 7, 3, 1990.

3. Salomón Kalmanovitz. (2007). Constituciones y desarrollo económico en la Colombia


del siglo XIX. Universidad Jorge Tadeo Lozano. Colombia.

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