TRABAJO PRÁCTICO UNIDAD 3

FRANCISCO JAVIER MIQUEL MARTICORENA

El papa Pío VI condena los principios de la revolución francesa.

Exponga sucintamente su contenido, los pasos previos que lo motivan y las consecuencias que se
siguieron.

En el Breve QUOD ALIQUANTUM, del 10 de marzo de 1791, el papa condena “…. Esa libertad
absoluta que no solamente asegura el derecho a no ser inquietado por sus opiniones
religiosas, sino que incluso concede la licencia de pensar, de escribir y hasta de hacer
imprimir impunemente en materia de religión todo cuanto pueda sugerir la imaginación
más fuera dela regla: derecho monstruoso que, sin embargo, le parece a la asamblea que
se deriva de la igualdad y de la libertad naturales de todos los hombres. Pero, ¿qué podía
haber más insensato que establecer entre los hombres esa igualdad y esa libertad
desenfrenada que parece ahogar la razón? ¿Qué hay más contrario a los derechos del
Dios creador que limitó la libertad del hombre por la prohibición del mal que “esa libertad
de pensamiento y de obrar que la asamblea nacional concede al hombre social como un
derecho imprescriptible de la naturaleza?”.
(Citado en A. LATREILLE, L´Eglisse Catholique et la revolution francaise t I (1946-1950) 96.

A. CONTENIDO: La Asamblea Nacional promulga la libertad absoluta de los Ciudadanos (hombre

social) como un derecho imprescriptible de la naturaleza. Así se asegura el derecho a no ser
inquietado por las opiniones religiosas y la licencia de pensar, de escribir y de poder imprimir
impunemente en temas de religión sin ningún límite.
La Asamblea cree que se deriva de la igualdad y libertad naturales a todos los hombres.
Pío VI se plantea una serie de interrogantes sobre los contenidos de la argumentación
presentada: libertad religiosa fuera de toda regla; libertad desenfrenada que ahoga la Razón;
libertad de pensamiento y de obrar sin límites del mal.
B. PASOS PREVIOS QUE LA MOTIVAN:
Pío VI, en Marzo-abril de 1791 condena la constitución civil del clero y los principios que
animan a los legisladores de París. Los derechos del hombre son contrarios a la revelación; ignoran
los derechos de Dios y de la Verdad al predicar una libertad absoluta.
El Papa pedía la retractación de todos los que habían prestado juramento y prohíbe
ejercer todas sus funciones a los obispos recientemente elegidos. Era el cisma. Por un lado, una
Iglesia constitucional, la única que reconocía el Estado, que recuperaba los lugares de culto; por
otro una Iglesia refractaria, fiel a Roma. Ni unos ni otros sacerdotes eran malos o buenos.
 En 1775, en su encíclica “Inescrutable divina sapientiae” afirma que aterra al pueblo
cristiano los que se erigen como maestros diciendo que son sabios y se han hecho necios: hombres
de la Ilustración; al filosofismo, lleno de falacias; filósofos perversos que intentan disolverlo todo,
“gritando hasta la náusea que el hombre nace libre”.
C. CONSECUENCIAS QUE SE SIGUIERON:
Durante diez años la vida religiosa se vio profundamente sacudida en Francia, sin que la
violencia se ejerciera de forma continuada. Hasta 1792 se toleró a la Iglesia refractaria, pero
desposeídos de los lugares de culto. Vistos luego como enemigos que había que deportar o
expulsar, los obispos ya habían emigrado. Entre 30.000 y 40.000 partieron para todos los países de
Europa . Los que quedaron podían ser arrestados en cualquier momento.
En las matanzas de 1792 alrededor de 300 sacerdotes son asesinados en medio de un
millar de víctimas. Se le quita al clero el “Estado Civil” para dárselo a los municipios. Se autoriza el
divorcio y el matrimonio civil.
Luis XVI es ejecutado el 21 de enero de 1793.
Sublevaciones del Oeste de Francia, La Vendée y Bretaña; guerras imparables que
causaron más de 100.000 víctimas.
En la época del Terror (septiembre 1793 – julio de 1794) se establece un calendario
republicano, destruye edificios religiosos, culto a la diosa Razón, matrimonio de sacerdotes,
ejecuciones, … En 1794, y con la caída de Robespierre desaparece todo culto exterior.