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CUADERNOS DE LECTURA
N°4
Enunciación
y crónica periodística
AndreÍna Adelslein
(Selección, adaptación y artículos)
Colaboraciones
Victoria Boschiroli
Andrea Rabih
Gabriela Resnik
Pablo Ruiz
nrs
-
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~I Índice
\
\ Pre s e IIlacitj n p. 9
11
I 4
5
t i\\ -_._-~
4. lA cró"ica periodística : p. 57
4.
4.
i. Crónica periodística I Comentario y editorial p.57
2. Los segmentos del relato .............................................•..•....••..••....•• p. 58
Enunciación y crónica period/,istic([J1
4. 3. Ll polifonía en la crónica periodística p. 66
4.3. l. Dar la palabra •.•.••.••••.•.•.•.•........•........••••.•.•.•...•...•.......•.••.•..•
p.66
4. 3. 2. Enunciados referidos p. 67
4. 3. 2. I. Discurso directo •.••..••.•••.....•..••.••.•.••••••.•••.••••••.•.•••• p. 68
4. 3. 2. 2. Discurso indirecto p. 70
4. 3. 2. 3. Discursos híbridos .•....................•..•.•....•.•.••.......... p. 72
4. 3; 2. 4. El entorno verbal: los verbos introductorios ..... p. 741
4. 4. Lo que dicen los periódicos: .
variaciónJingüística y direren,cia ideológica p. 75
4. 5. Variaciones discursivas ~ p. 78
,t.
6
1. La teoría de la enunciación
1. 1. Habla y discurso
I
es cOlldición del habla, se constituye sobre la base del habla y se
manifiesta concretamente s610 en el habla (Coseriu, 1978,41), estructura léxica y sintáctica que supuestamente subyace a ellas.
habremos de ocuparnos principalmente de los procesos. Pues, Pero además, distingo del enunciado y la oraci6n, la enuncia-
COl\10 ha sugerido Greimas, el pasar de las observaciones sobre el
, ción de un enunciado. La realizaci6n de un enunciado es, en efec-
sistema al examen de los procesos posibilita que el conocimiento to, un acontecimiento hist6rico: algo que no existía antes de que
de los procesos realiz'ados proyecte alguna luz sobre la economía se hablara; adquiere existencia para dejar de existir después de
general y las formas de organizaci6n del sistema. [... ] que se deja de hablar. Llamo "enunciaci6n" a esa aparición mo-
mentánea.
La existencia de una lingüística discursiva va a permitir ocu-
parse, como decía Benveniste (1966), de la langue ell tallto que
asumida por el hombre. y de esa transformaci6n, de esa media-
ci6n entre lallgue y discurso, se ocupará la teoría de la enuncia- J /
Adapt. de Duerot, O. El decir y lo dicho. Bue-
nos Aires. Hacl1ctlc, 1984.
ci6n.
Es en el acto de lenguaje llamado enunciaci6n donde se gene- I
ra el discurso; la enunciación creará también el contexto del dis-
J 1. 3. ElaparuÚJ fomwl de la enunciación
curso InisIno.
Visto así, el discurso puede identificarse con el enunciado o, \
más concretamente, con lo que es enunciado. En relaci6n con la
enunciación, el enunciado debe ser concebido como un resultado, [... ] La enunciaci6n es poner a funcionar la lengua por un acto
independientemente de su dimensión sintagmática (frase o dis- individual de utilización. [... ] La enunciación: es el acto mismo
de producir un enunciado y no el texto del enunciado lo que es
curso). [oO.] nuestro objeto. Este acto se debe al locutor que moviliza la lengua
Adapt. de Lozano. J.; Peña-Marin, c.; Abril, G. por su cuenta. La relaci6n entre el locutor y la lengua determina
(1982). Análisis del discurso. Hacia 11IIa semió- los caracteres lingüísticos de la enunciaci6n. Debe considerársela
tica de la interacción textual. Madrid. Cátedra. como hecho del locutor, que toma la lengua por instrumento, y en
Cap. 1 los. caracteres lingüísticos que marcan esta relaci6n. Este gran
proceso puede ser estudiado de diversos modos. [oo.]
La enunciaci6n supone la conversi6n individual de la lengua
en discurso. [oo.] Puede, en fin, considerarse [el] enfoque que con-
sistirá en definir la enunciaci6n en el marco formal de su realiza-
1.2. Enunciación, enunciudo y orución ci6n. Tal es el objeto de estas páginas. Tratamos de esbozar, den-
tro de la lengua, los caracteres formales de la enunciación a partir
,. de la manifestaci6n individual que actualiza. [. oo]
Debo distinguir, en primer lugar, la oración y el enunciado. La En la enunciación consideramos sucesivamente el acto mis-
oración es un objeto teórico, entendiendo por ello que no pertene- mo, las situaciones donde se realiza, los instrumentos que la con-
ce para el lingüista al dominio de lo observable sino que constitu- suman.
ye una invención de esa ciencia particular que es la gramática. Lo El acto individual por el cual se utiliza la lengua introduce
que el lingüist~ puede tomar como objeto observable es, en cam- primero al locutor como parámetro en las condiciones necesarias
bio, el enunciado, considerado como la manifestación particular para la enunciación. Antes de la enunciaci6n, la lengua no es más
12 13
--~----
momento en que el enunciador se sirve de la lengua para influir
que la posibilidad de la lengua. Después de la enunciación, la de alguna manera en el comportamiento del alocutario, dispone
lengua se efectúa en una instancia de discurso, que emana de un para ello de un aparato de funciones. Primeramente la interroga-
locutor, forma sonora que espera un auditor Y que suscita otra ción, que es una enunciación construida para suscitar una res-
pucsta, por un proceso IingüCsticoque es al mismo tiempo un pro-
enunciación
En tanto aque
cambio.
realización individual, la enunciación puede ceso de comportamiento con doble entrada. Todas ¡as formas
definirse, respecto de la lengua, como un proceso de apropiación. léxicas y sintácticas de la interrogación (partículas, pronombres,
secuencias, entonación, etc.) dependen de este aspecto de la enun-
El locutor se apropia del aparato formal de la lengua Yenuncia su
posición de locutor tanto por índices específicos como por medio 1 ciación.
A ella remiten también los términos o formas que llamamos
de procedimientos accesorios. de Intimación: órdenes, apelaciones concebidas en categorías como
Pero inmediatamente, desde el momento en que se declara lo-
cutor y asume la lengua, implanta al otro enfrente de él, cualquie- el impemtivo, el vocativo, que implican una relación viviente e
ra sea el grado de presencia que atribuya a ese otro. Toda locución inmediata del enunciador con el otro.
es, explicita o impllcitamente una alocución, postula siempre un Menos evidente tal vez, pero tan cierta como ¡as otras, es la
pertenencia de la aserción a este mismo repertorio. En su cons-
alocutario. loo'} de esta movilización Yde esta apropiación de la
La condición trucción sintáctica como en su entonación la aserción tiende a
lengua es, en el locutor, la necesidad de referirse por el discurso al comunicar una certeza, es la manifestación más común de la pre-
mundo, y, en el otro, la posibilidad de ca-referir idénticamente, el sencia del locutor en la enunciación; ella tiene incluso instrumen-
consenso pragmático que hace de cada locutor un co-Io,útor. La tos específicos que la expresan o la implican: las palabras sí y no
1 que asertan positivamente o negativamente una proposición. La
referencia es parte integrante de la enunciación. loo'}
El acto individual de apropiación de la lengua introduce al que particula asertiva no, sustituto de una proposición, se clasifica
habla en SU habla. He aqui un dato constitutivo de la enunciación. como la partícula sí, cuyo estatuto comparte, entre las formas que
La presencia del locutor en su enunciación hace que cada instan- dependen de la enunciación.
cia de discurso constituya un centro de referencia interna. Esta También, aunque de manera menos categorizable, se ubican
situación se va a manifestar por un juego de formas específicas aqui todo tipo de modalidades formales, algunas pertenecientes a
cuya función es poner al locutor en relación constante y necesaria los verbos como los "modos" (optativo, subjuntivo) que enuncian
actitudes del enunciador respecto de lo que enuncia (esperanza,
conEn
su primer
enunciación.
lugar, la emergencia de los indices de persona (la deseo, temor), las otras a la fraseologia ("tal vez", "sin duda",
relación yo-tú) que no se produce más que en y por la enuncia- "probablemente") que indican incertidumbre, posibilidad,
ción: el término yo denota al individuo responsable de la enuncia- indecisión, etc., o, delibemdamente, rechazo de asertar. [... ]
ción, el término ni al individuo que está presente en ella como
Adapt. de Benveniste B., (1974), "El aparatn for-
alocutario. mal de la enunciación". Problemas de lingiJística
En segundo lugar, los numerosos indices de ostensión (este, genero/l/o México, Siglo XXI, 1989.
aquí, etc.), términos que implican un gesto que designa al objeto
al mismo tiempo que se pronuncia la instancia del término. l... }
Una tercera serie de términos correspondientes a la enuncia-
ción los constituye el paradigma de las formas temporales, que se
determinan respecto del EGO, centro de la enunciación. De la enun-
ciación procede la instauración de la categoría de presente, y de la
categoría de presente nace la categoría de tiempo. El presente for-
mal no hace más que explicitar el presente inherente a la enuncia-
ción, que se renueva con cada producción de discurso. loo.}
Adémás de estas formas que genera, la enunciación da las con-
diciones necesarias a las grandes funciones sintácticas. Desde el
15
~. •
~
'1
1. 4. [,jllglií.~tica dc la CIlUllciucióll to de vista más pcrtincntes quc otros; nuestra meta, la de localizar
~
"1 y.circunscribir esos puntos de anclaje más visibles de la subjeti vi.
I dad lingüística.
[La lingüística de la enunciación se propone delimitar y des-
cribir las huellas del acto en el producto, de la enunciación en cl Adapt. de Kcrbrat-Orecchioni. C. La enuncia.
J De la subjetividad en e/lenguaje. Buenos
ciÓIl.
enunciado.) Aires. Hachenc. 1986.
Concebida en farola amplia, la lingüística de la enunciación
ticne como meta describir las relacioncs quc sc tejen entre cl enun-
ciado y los difcrentes elementos constitutivos del marco
enunciativo:
• los protagonistas del discurso (emisor y destinatario) [locu-
tor y alocutario); .
I 1. 5. El s¡¡jero ell el discurso: emisor y ellUllciudor
• la situación de comunicación (circunstancias espacio-tem-
porales; condiciones de la producciónlrecepción del mensajc; na- Aproximarse al discurso corno objeto supone postular un su-
turaleza del canal, contexto socio-histórico, restricciones' del uni- jeto productor y una rclación dialógica locutor-interlocutor (an-
verso del discurso, etc.). lor-Iector, ctcétcra).
LingÜísticamente, la noción de sujeto es necesaria para dar
cuenta de la transformación de la lengua en discurso. El sujeto del
Llamaremos hechos enunciativos a las unidades lingüísticas, discurso es así un presupucsto de la leoría lingüística. [pcro], en
cualquiera sca su naturaleza, su rango, su dimcnsión, que funcio- términos discursivos [... J, ni la lengua es un sistema unitario ni el
mm como índices de la inscripción en el seno del cnunciado de sujeto hablante es una entidad -individuo-- dada a priori de su
uno y/u otro dc los parámetros que acabamos de enumerar. [oo.] práctica discursiva, pese a que ambas nociones hayan sido las
A la lingüística de la enunciación le corresponde identificar, básicas e¡i la teoría del lenguaje, en la lingüística e incluso en la
dcscribir y estructurar el conjunto de esos hechos enunciativos, es estilística (Bajtin, 1979, 77).
dccir: hacer un inventario de sus soportes significantes y de sus [oo.] A partir de 8cnvcniste, el concepto de sujeto productor
contenidos significados, Yelaborar una grilla que permita clasifi- del discurso se une a la observación de su presencia en su propio
carlos. [oo.) discurso. r... J Se asume así una consideración que va a ser funda-
Considerada cn sentido restrictivo, la lingüística dc la enun- mental para el análisis del discurso: el discurso es el lugar de cons-
ciación no se inleresa más que por uno de los parámetros consti- tmcción de su sujeto (Grcimas, 1976). A través del discurso el
tutivos del marco enunciativo: el hablante/el escritor [... ). Ésta es sujeto construye el mundo como objeto y se construye a sí mismo
la actitud descriptiva que adoptaremos aquí, al menos en lo que (Greimas, Courtés, 1979).
concierne a la mayor parte de nuestro estudio. Dentro de esta pers- Hay que scñalar la importancia de esta duplicidad en la noción
pectiva restringida consideraremos como hechos enunciativos las de sujeto que será considerado tanto productor corno producto
huellas lingüísticas de la presencia del locutor en el seno de su del discurso al tiempo que su existencia se presenta, sea como
enunciado, los lugares de inscripción y las modalidades de exis- una realidad empírica --el autor del texto, el emisor del discurso
tencia de lo que con Benveniste llamaremos "la subjetividad en el situado histórica y biográficamente_, sea como una construc-
lenguaje". Sólo nos interesaremos, pues, por las unidades "subje- ción teórica dentro del cuadro de la lingüística, según Jos presu-
tivas" . puestos epistemológicos de que se parta.
Esta subjelividad es omnipresente: todas sus elecciones impli- Lo que aquí nos intercsa cs el discurso y su sujeto, un sujeto
can al hablante pero en diversos grados. Nuestra hipótesis de tra- que sólo podemos conocer por su discurso. De una parte, por cómo
bajo será la de que ciertos hechos lingüísticos son desde este pun- se presenta a sí mismo (oo.J y, de otra, como el responsable del
16 17
~
_ Los indicadores de persona, espacio y tiempo. Adapt. de Lozano J. el al. Op. cit. Cap. 3
_ Las modalidades de la enunciación que definen, en primer
lugar, la actitud de certidumbre, duda, posibilidad, orden al
interlocutor. [... ]
En este apartado habría que introducir las unidades léxicas lla-
madas "subjetivas" [o"subjetivemas", según Kerbrat-Orecchioni],
19
18
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zOisiirrz:.;¡:1
: I
2. Las marcas de la enunciación en el enunciado
2. 1. Dcícticos
Nota
La idea de Ch. S. Peiree, de la que toma Jakobson los ténninos,
se plantea así: Pcirce silúa, por ejemplo, los demostrativos lestol,
I laquellol entre los índices como la veleta que indica la dirección dcl
viento o la plomada que indica la dirección vertical (~2.286, 2.287),
porque reenvían a su objeto en virlud de una conexi6n dinámica-in-
\i! cluso cspacial- con él y"con el sentido o la memoria de la persona
, para la que sirve el signo.
Si A avisa de un incendio a n, y B pregunta dónde, A puede
indicar con el dedo -su dedo está entonces dinámicamente ligado
al incendio--, o bien puede responder la mil metros de aquíl, sicndo
la palabra laquíl, como el dedo, un índice (~ 2.305. 2.306). IAquí!
designa cllugar ("especto al que se sitúa el. incendio en esa particular
relación, en esa particular situación espacio-temporal en que ha sido
21
enunciado. En cuanto alguna de estas detenninaciones varíe. la pala- shifters de Jakobson): los adverbios /aquí/ y /ahora! que se refie-
brafaquí!dejaráde designarese objeto. ren a /yo/, pues "delimitan la situación espacial y temporal
En cambio,"toda palabra ordinariacomo/don!, /pájaro!,/boda! coextensiva y contemporánea a la presente situación de discurso
es un ejemplode símbolo.Es aplicablea todo lo que puede realizar que contiene /yof'. Y a la misma serie que este punto cero de las
la idea ligada a esta palabra; no identifica por sí mismo estas cosas.
coordenadas enunciativas, el yo-aquí-ahora (Bühler, 1979, 121),
No nos muestra un pájaro ni realiza ante nuestros ojos una donación
o una hoda. pero supone que somos capaces de imaginar esta.;; cosas
pertenecen los otros adverbios deícticos, que sitúan un hecho u
,1 y quc les bcmns asociadouna palabra"(~ 2.298), por convencióno objeto respecto a ese punto origen, los demostrativos como /éste/,
por bábito (~ 2.292). índice de ostensión que identifica el objeto designado en la pre-
sente situación de discurso [... ].
[... ] La deixis puede ser definida como la localización y la Los deícticos forman el sistema de referencias internas a cada
identificación de las personas, objetos, procesos, acontecimien- situación de discurso cuya clave es /yo/ [... ]. Pero a cada uno de
tos y actividades de que se habla por relación al contexto espacio- los deícticos podemos hacer corresponder otro término que no se
temporal creado y mantenido por el acto de enunciación (Lyons, refiere ya a la situación de discurso, sino a objetos y relaciones de
1980, 261). Pero siguiendo a Jakobson, además de los deícticos los que se habla (no al proceso o protagonistas de la enunciación,
(los pronombres personales /yo/, /tú/, demostrativos como /es- sino del enunciado, que diría Jakobson). Podemos formar dos
tos/, adverbios como /hoy/,/aquí/ ... ), remiten a la enunciación el paradigmas contrapuestos: /ahora! vs. /entonces/; /hoy/ vs. /el
tiempo y el modo del verho: el tiempo verbal en su funciona- mismo día!; ayer/ vs. /la víspera!; /mañana! vs. /el día siguiente/;
miento deíctica, de localización temporal respecto al momento /aquí/ vs./allí!; /yo/ vs./él/, etc. (Benveniste, 1956). Los términos
de la enunciación [... ] . segundos de esta serie de oposiciones sitúan el proceso del enun-
El elemento central del sistema indicial es el pronombre /yo/, ciado respecto a otro proceso del enunciado, son términos
sobre el que las discusiones lógicas y filosóficas aún no se han anafóricos, que establecen una referencia a un elemento textual'
agotado. Para Benveniste (1965) /yo/ significa "la persona que [o cotextuales].
enuncia la actual situación del discurso que contiene /yof'. Cada
/yo/ sólo puede ser identificado por la situación de discurso que Adapt.de Lozano,J. el al. Op. cit. Cap.3
lo contiene, y sólo puede ser definido en términos de "hablar".
[... ] (Del mismo modo que para J akobson, como hemos señala-
do, /yo/ es un protagonista o personaje del enunciado que se iden-
tifica con el agente del proceso de la enunciación.) !Yo/ es, en ¿Cuál es, pues, la "realidad" a la que se refiere yo o tú? Tan
primer lugar, "el sujeto de este enunciado" y, en segundo lugar, sólo una "realidad de discurso", que es cosa muy singular. Yo no
puede ser también sujeto de la enunciación" (Eco, 1976, 176). En puede ser definido más que en términos de "locución", no en tér-
otros casoS /yo/ puede no identificarse con el sujeto de la enun- minos de objetos, como lo es un signo nominal. Yo significa "la
ciación [relatos de ficción, discursos referidos]. persona que enuncia la presente instancia de discurso que contie-
/Yo/ forma con /tú/ una "correlación de subjetividad". rrú/ se ne yo". Instancia única por definición, y válida nada más en su
define como la "persona no-yo", la persona no subjetiva, dado unicidad. Si percibo dos instancias sucesivas de discurso que con-
que es necesario y suficiente representarse una persona diferente tengan yo, proferidas por la misma voz, nada me garantiza aun
de /yo/ para asignarle el índice /tú/ (forma que puede funcionar que una de ellas no sea un discurso narrado, una cita en la que yo
incluso como anafórico del impersonal/sel). Ambas personas, /yo/ sería imputable a otro. Así que debe subrayarse este punto: yo no
y /tú/, se oponen conjuntamente a la "no persona",/éU, que en sí puede ser identificado sino por la instancia en que es prüGucido.
no designa específicamente nada ni a nadie, la única forma
pronominal mediante la que se puede predicar verbalmente una I En textos como !El 25 de mayo salieron del puerto. Al día siguiente se
cosa (Benveniste, 1946). produjo el motín/, las expresiones /25 de mayol y lal día siguienteJ no tienen el
La referencia necesaria y constante a la situación de discurso mismo referente. sino que el referente de la segunda se localiza por relación a la
une el par /yo-tú/ a la serie de los "indicadores" o deícticos (los focalización temporal estahlecida por la primer (a su referente).
22 23
~
" - Pero, paralelamente, es también en tanto que instancia de forma 2. 1. 1, Personas
yo como debe ser tomado; la forma yo no tiene existencia
lingüística más que en el acto de palabra que la profiere. [... ] Es, Los pronombres personales, en sus casos nominativo ("yo"),
con todo, un hecho a la vez original y fundamental el que esas objetivo ("me") y terminal ("mí"), y los posesivos ("mi", "mío")
formas "pronominales" no remitan a la "realidad" ni a posiciones son los deícticos de persona más evidentes y mejor conocidos. La
"objetivas" en el espacio o en el tiempo, sino a la enunciación, desinencia de persona en los verbos también cumple una función
cada vez única, que las contiene y hagan reflexivo así su propio deíctica: señalar a las personas protagonistas de la enunciación.
empleo. La importancia de su función se medirá por la naturaleza En nuestra lengua son tres las personas y dos los números (sin-
del problema que sirvan para resolver y que no es otro que el de la gular y plural): la primera y la segunda del singular son conside-
. comunicación intersubjetiva. El lenguaje ha resuelto este proble- radas necesarias y suficientes ya que su referencia es necesaria y
ma creando un conjunto de signos "vados", no referenciales por suficiente con respecto a la situación de enunciación. Es por esto
relación a la "realidad", siempre disponibles, y que se vuelven que ciertos autores las denominan "deícticos puros".
"llenos" no bien un locutor los asume en cada instancia de su
discurso. Desprovistos de referencia material, no pueden usarse * "yo": El pronombre de primera persona singular designa al
mal; por no afirmar nada, no están sometidos a la condición de individuo que enuncia la instancia de discurso que contiene el
verdad y escapan a toda denegación. Su papel es ofrecer el instru- pronombre "yo". Tal como se ha visto más arriba, el "yo" refiere
mento de una conversión del lenguaje en discurso. Es identificán- al locutor y no puede ser definido más que en ténninos de locu-
dose como persona única que pronuncia yo como cada uno de los ción.
locutores se pone sucesivamente como "sujeto" [... ]
Observación:
Adapl.de Benveniste,E. (1966),"Lanaturaleza - si bien, en ciertos casos, el "yo" no refiere al sujeto que enuncia
de los pronombres", Problemas de lingüfslica el discurso que lo contiene (puede designar a un personaje, al
general l. México,SigloXXI, t986. locutor de un enunciado referido, etc.), siempre señala la situa-
ción de enunciación origina!.
cUlario (uso de la primera persona del plural). Un uso paralelo mas periodfsticos ("Maradona no quiere volver al Nápoli por-
es el del "nosotros" en lugar del "vos", cuando el locutor se ha- que allá lo trataron mal", dicho por el propio Maradona), con el
lla en una relación de autoridad con respecto al alocutario ("¡An- efecto de desprenderse de su "subjetividad" y resaltar su rol
damos mejor hoy!" dicho por un médico a su paciente, "¿Lle- social de personaje famoso. Este procedimiento de sustitución
gamos otra vez tarde?" dicho por un profesor a su alumno). de personas pennite, además , al locutor hacerse cco de los
modos en que la sociedad se refiere a él. Generalmente este uso
es suscitado por el entrevistador, que en vez de dirigirse al en-
1; • "él/ella: Los pronombres de tercera persona son enteramen- trevistado Con la segunda persona, Jo hace a través de la tercera.
i te diferentes del "yo" y del "tú" por su función y por su naturale- - por seria no persona, la tercera recubre distintos tipos de im-
I!I za. No sirven, según Benveniste, sino en calidad de sustitutos personales ("Hay que solucionar el conflicto laboral", "Se dice
que el dólar no va a subir hasta el año que viene"). En ciertos
abreviativos ("Pedro está enfermo, él tiene fiebre"); reemplazan
casos estas formas alternan con el uso de la primera persona,
uno u otro elemento material del enunciado. Designan a alguien o
creando el efecto de borramiento del sujeto de la enunciación:
algo pero no a una "persona" (protagonista de la enunciación) el locutor no se hace responsabJe de su enunciado.
específica. Por este motivo es que Benvenisle se refiere a la terce-
ra persona como la "no-persona". Lo distinlivo de ésta Son las
propiedades 1) de combinarse con no importa qué referencia de Pareciera que todas las relaciones planteadas hasta ahora entre
objeto, 2) de no ser jamás reflexiva de la instancia del discurso, 3) las tres formas de persona singular deberían mantenerse de ser
de disponer de un número a veces bastante grande de variantes traspuestas al plural. Sin embargo, en los pronombres personales
pronominales o demostrativas ("uno", "esto", "aquello", etc.) y el tránsito del singular al plural no implica una simple
4) de no ser compatible Con el paradigma de los términos pluralización. Como en el singular, el problema central es aquí el
referenciales tales como "aquC', "ahora".
de la primera persona. El simple hecho de que palabras diferentes
sean muy generalmente empleadas para "yo" y "nosotros" (y tam-
Observaciones:
bién para "tú/vos".y "ustedes") basta para exceptuar a los pro-
Esta característica de la tercera persona de ser la "no-persona" nombres de los procedimientos ordinarios de pluralización. Es
explica algunos empleos particulares, en los que sustituye a la claro que la unicidad y la subjetividad inherentes a "yo" contradi-
primera o a la segunda, por los cuales se la puede estudiar en el cen la posibilidad de una pluralización. Si no puede haber varios
marco de la teoría de la enunciación:
"yo" concebidos por el "yo" mismo que habla, es que, afirma
Benveniste, "nosotros" no es una multiplicación de objet~s idén-
- puede afectársela a dos expresiones de valor opuesto. Sirve de ticos sino una suma o yunción entre "yo" y "no-yo".
fomla de alocución ante alguien que está presente cuando se la * "nosotros/-as": Esta suma que implica la pluralización de la
quiere sustraer de la esfera personal del tú:
primera persona forma una totalidad nueva y de un tipo
IIJ 26 1_ 27
[. =-:~
Observllciones:
Esta particularidad de la pluralización dcl "yo" cn cuanto suma Cuando un término dclléxico es empleado en el discurso para
(el "nosotros" no es un "yo" cuantificado sino dilatado y de con- mencionar a una persona, sc convierte en apelativo. Existen
tornos vagos) explica los diversos emplcos que pueden dársclc: apelativos usuales; Son los pronombres personales, los nombrcs
propios, algunos sustantivos comunes, los títulos ("mi general",
- "nosotros mayestático": el "yo" se amplifica en "nosotros" y "doctor"), algunos términos de relación ("camarada", "compañc-
resulta una persona más respetable. más solemne y menos defi- ro"), los términos de parentcsco ("papá"), los términos quc desig-
nida; nan a un scr humano ("tlaco", "joven"). Otros términos, empIca-
- "nosotros de aUlor": que esfuma la afinnaci6n demasiauo ro- dos mctafóricamente para dcsignar a un ser humano, constituyen
tunda del "yo" en una expresión más vasta y difusa. Es predo- igualmente apelativos usuales ("mi gatito", "fiera"); también al-
minante en escrilos expositivos (especialmente científicos); le gunos adjetivos son empleados con la misma función ("querido").
pennile al locutor no aparecer como un individuo que hahla en
Los apelativos se usan. como la primera, segunda y tercera perso-
nombre propio sino como representante de la comunidad cien-
lífica o Como delegado de una colectividad investida de la auto-
na del verbo. para designar la persona que habla; el locutor; aquc-
ridadde un saber; Ila a quien se habla: el alocutario; y aquella de la cual se habla; el
- "nosotrosdidáctico":cscaracterísticode losdiscursosdidácticos delocutor. Se los llama respectivamente locutivos, alocutivos (o
comoel manual.Este "nosotros"permiteintegraral alocutario: vocativos) y delocutivos,
enunciador y enunciatario asumen en común el texto del ma- Todo apelativo,locutivo y alocutivo (no siempre el delocutivo)
nual.
a. ticne un caráctcr deíctica; pennite la identificación de un
rcferente, con la ayuda de todas las indicaciones que puede
* "ustedes": la pluralización de la-segunda pcrsona también aportar la situación.
implica ulla suma entrc el "vos/usted" y un "no-yo": el "ustcdcs b.tiene un carácter predicativo: el sentido del apelativo elegi-
puro" ("vos/usted" + "vos/usted") que designa un alocutario plu- do, incluso si es pobre. pcrmite efectuar una cierta predicación
ral (por lo quc es un deíctica puro), y el "ustedcs" que suma "vos/ cxplícita.
c. manifiesta las relaciones sociales: por eso permite efcctuar
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