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El Anarquismo en el Perú tuvo decisiva influencia en el movimiento sindical peruano durante a fines del siglo XIX y las
primeras dos décadas del siglo XX, destacando la figura de Manuel González Prada, Nicolás Gutarra, Carlos Barba,
Manuel Caracciolo Lévano y Delfín Lévano.
Introducción: El anarquismo es la ideología menos conocida y seguramente la más calumniada. Dejando de lado los
prejuicios y las ideas equivocadas, el impacto del anarquismo en la historia de muchos países no puede ser ignorado. En
el Perú, el anarquismo tuvo un papel fundamental en el naciente movimiento obrero. La tradición libertaria casi
desapareció por completo, pero hoy resurge, al igual que en otros países de Latinoamérica y del mundo. 

Las ideas anarquistas llegaron a las costas peruanas desde Europa, probablemente con la venida de inmigrantes
españoles, italianos y franceses ligados al ala anti-autoritaria, liderada por Miguel Bakunin, de la Primera Asociación
Internacional de Trabajadores (AIT), o a la Comuna de París, primer gran revolución proletaria que intentó poner algunas
ideas libertarias en práctica.

El anarquismo entró en contacto con el naciente y creciente proletariado peruano, el cual en la primera década del siglo
XX, abandonó las ideas mutualistas por un anarquismo basado en la acción directa y la solidaridad de la clase obrera.
Intelectuales como Manuel González Prada, Christian Dam, Carlos del Barzo, Glicerio Tassara o Mariano Lino Urieta
también tuvieron un papel importante difundiendo el ideario anarquista.

La prensa libertaria: Los primeros periódicos anarquistas aparecen a partir de 1904, año en que fue fundado el periódico
anarquista Los Parias. Periódicos como Simiente Roja, El Hambriento, Humanidad, El Oprimido, La Antorcha, Los
Oprimidos, El Ariete y La Protesta aparecerían posteriormente.
Una naciente cultura libertaria: La actividad cultural libertaria también se inició en la primera década del siglo XX. El
grupo libertario “Humanidad” y el “Centro Socialista 1ero de Mayo se fusionaron para dar paso al “Centro de Estudios
1ero de Mayo” en 1909. Ese mismo año, se representó una obra para conmemorar una masacre de mineros chilenos en
1907. En 1910, se funda el “Centro Racionalista Francisco Ferrer”, en honor al anarquista y pedagogo español, y en
1911, el “Centro Artístico de Vitarte”, posteriormente “Centro artístico Nueve de Enero”. En tal centro se representaron
obras como El Cristo Moderno, La Hoguera o Juan Ose.
Las primeras manifestaciones en Lima y Callao y la lucha por las 8 horas: Los panaderos fueron los primeros al
adoptar la idea anarquista en 1905, organizados en la Federación de Obreros Panaderos “Estrella del Perú” y liderados
por Manuel Caracciolo Lévano y Delfín Lévano. Ese mismo año se celebra en Lima por primera vez el 1ero de Mayo, en
conmemoración de los Mártires de Chicago, anarquistas que fueron llevados a la orca por un atentado que no cometieron
en 1886 en la ciudad de Chicago en EEUU.
En 1911, después de una huelga de 29 días, los anarcosindicalistas organizan el primer paro general en Lima y Callao,
demandando un aumento, la reducción del día laboral de 13 a 10 horas y la eliminación del trabajo de noche. Al día
siguiente, el presidente Leguía interviene y obliga a los patrones a aceptar las demandas de los obreros. Los sindicatos
de panaderos, textiles, zapateros, portuarios, etc. se federaron y dieron nacimiento en 1912 a la Federación Obrera
Regional Peruana (FORP), adherente a la Asociación Continental Americana de Trabajadores (ACAT) de carácter
anarcosindicalista.

La FORP fue el resultado del arduo trabajo y de la organización de obreros anarcosindicalistas, quienes fueran a fundar
tardíamente la Federación de Grupos Libertarios en 1921, conformada por grupos como “La Protesta” de Lima, “Luz y
Amor”  y “Conquistadores del Pan” del Callao, entre otros. Previamente, en Enero de 1919, los trabajadores de Lima se
lanzan en una exitosa huelga general por la conquista de la jornada de 8 horas, la cual costó arrestos y torturas a los
principales líderes del movimiento. La conquista de las 8 horas probó la eficacia de las tácticas anarcosindicalistas, las
cuales ganaron aún más adeptos.

A pesar de la victoria, el gobierno reprimió fuertemente al movimiento libertario, lo cual influyó en la recuperación del
movimiento por parte de intelectuales como Haya de la Torre o Mariátegui. Varios anarquistas, como Fidel de la Sota o
Víctor Recoba fueron expulsados del país, el primero halló refugio en Barcelona donde su une al movimiento anarquista
de esa ciudad, el segundo terminó en Mexico donde ayudo a formar la CGT, sindicato anarcosindicalista, e incluso
participó en un atraco junto a los cenetistas Buenaventura Durruti y Francisco Ascaso.

El Comité Pro-Abaratamiento de las Subsistencias: Algunos meses después, se crea el Comité Pro-Abaratamiento de


las Subsistencias, para frenar el precio de productos de necesidad básica. Este comité fue liderado por los anarquistas
Carlos Barba, Nicolás Gutarra y Adalberto Fonkén. Ese comité tenía a su vez un comité femenino, presidido por la
anarco-feminista Miguelina Acosta Cárdenas. El 27 de Mayo, el Comité declara la huelga general, desencadenando la
represión gubernamental. Se estima en un centenar de muertos y  300 a 500 presos, incluyendo a Gutarra y Barba. El 7
de Julio de 1919, Nicolás Gutarra se haría famoso al confrontar al presidente Leguía, que desde su balcón presidencial
observaba los reclamos del elocuente anarquista, rodeado por una multitud. Gutarra lo llama “ciudadano Leguía”,
desencadenando la ira del mandatario, el cual posteriormente lo arresta y deporta a Panamá.
La FOL y las Universidades Populares Manuel González Prada: En 1921, la Federación Obrera de Lima (FOL)
reemplaza a la FORP. La FOL mantiene el carácter cultural de su predecesora, ayudando a la creación de el Centro
Musical Obrero de Lima (CMO) en 1922. Felipe Pinglo Alva, el bardo criollo, sería un ávido visitante de este centro, lo
cual influyó en el alto contenido social de su lírica. El 25 de Diciembre de 1921, los obreros textiles de Vitarte organizan la
Fiesta de la Planta, probablemente la primera manifestación ambiental en el Perú. Se eligió intencionalmente esta fecha
para competir con la navidad cristiana. De acuerdo con la moral anarquista, en eventos de este tipo no se consumía
alcohol.  En 1921, también se establecen las primeras Universidades Populares Manuel González Prada, que si bien
desde el inicio fueron lideradas por estudiantes y no por obreros, fueron apoyadas por los anarcosindicalistas.
En 1923, el presidente Leguía y la Iglesia Católica tratan de consagrar al Perú al Sagrado Corazón de Jesús. La FOL y
las Universidades Populares se  unen a las manifestaciones multitudinarias, lo cual desata nuevamente la ira del
mandatorio quién llama a estas últimas “centros de agitación popular”. Como consecuencia de estas manifestaciones,
muchos estudiantes y obreros son arrestados o deportados.

Arequipa: En otras ciudades como Arequipa o Trujillo, los sucesos seguían la misma línea libertaria. En 1926, se funda
en Arequipa la Federación Obrera Local de Arequipa (FOLA), de la cual destacan el tipógrafo Jacinto Liendo y el sastre
Francisco Ramos. La FOLA, especialmente el sector de Mollendo, mantenía un contacto estrecho con la Industrial
Workers of the World (IWW) de Chile.  En efecto, los trabajadores peruanos de Mollendo fraternizaron con sus colegas
chilenos en secreto. El gobierno respondió enviando dos barcos navales al puerto. En 1925, la FOLA, apoyada por la
FOL y la IWW lanzó una huelga general para detener la Ley de Conscripción Vial, la cual obligaba a los hombres adulto
de trabajar gratuitamente para el estado 12 días al año. El anarquismo continuó su presencia en la ciudad blanca en los
años 30.
Cuzco: En Cuzco, intelectuales como Luis Velasco Aragón, Julio Luna Pacheco, Humberto Pacheco, Roberto Latorre,
entre otros, fueron los principales exponentes de la idea anarquista. El más influyente fue tal vez Velasco Aragón, un
discípulo de Manuel González Prada. Velasco Aragón fundó y dirigió el “Centro Manuel González Prada” y centro artístico
y literario “Capa y Espada”. También existió una universidad popular que contó con más de cien estudiantes, de la cual
destaca Ricardo Santos, un carpintero  proponente del anarcosindicalismo. En Cuzco, se creó la Federación Obrera Local
del Cuzco, modelada también en la FORP.
En Sicuani, había una biblioteca comunal llamada “El Ayllu”, fundada por Miguel Ángel Delgado Vivanco, uno de tres
hermanos anarquistas muy conocidos y respetados en Cuzco y Apurímac. A esta biblioteca acudió un joven llamado José
María Arguedas, quien también recordara melancólicamente el sonido del carnaval de Tambobamba, pueblo fundado por
Eramos Delgado V., Encino del Val, otro discípulo de Manuel González Prada, y a quien Arguedas le tenía mucho cariño.
El tercer hermano Delgado Vivanco también fundó una biblioteca anarquista en Cotabambas.
En Otras Provincias: Hasta la primera década del siglo XX, el anarquismo se había concentrado en ciudades como
Lima, Trujillo, Arequipa, Cuzco, Chiclayo, Huacho, etc. pero a partir de 1909, las ideas anarquistas se expandirían por
todo el país. En 1912, ocurre la matanza del valle de Chicama, cuando cientos de jornaleros son asesinados por los
gamonales que hacían caso omiso a sus reclamos. La infame tragedia impulsó la radicalización de más activistas como
M. Herminio Cisneros que pronto se convirtieron al anarquismo. Por su parte, Teodomiro Gutierrez, Cuevas, más
conocido como Rumi Maqui, influenciando por las ideas anarquistas, lanza una gran insurrección indígena en 1914 que
fuera derrotada en 1915.
En 1909, se crea la Asociación Pro-Indígena, a la cual se une Miguelina Acosta Cardenas a partir de 1917. En 1920 se
crea el “Comité Pro-Derecho Indígena – Tahuantisuyo”, en el cual participa Carlos Condorena, un campesino puneño
ávido lector de periódicos anarquistas y en 1923 la “Federación Indígena Obrera Regional Peruana”. El anarquismo se
fusiona así con el movimiento campesino, llegando a crear una nueva ideología, mezcla de anarquismo revolucionario y 
milenarismo que buscaba en el imperio incaico un modelo de sociedad.

El Declive: A finales de los años 1920, el anarquismo pierde mucho campo, y el movimiento obrero vira rápidamente
hacia el pensamiento marxista de Mariátegui y el pensamiento populista e inter-clasista de Haya de la Torre.
El porqué de este rápido abandono de las ideas libertarias ha sido examinado por varios historiadores que presentan
diferentes explicaciones. Lo más probable es que el abandono de estas ideas fue causado por múltiples factores. La
revolución rusa y el prestigio de los bolcheviques fueron un factor. La gran represión sobre los grupos anarquistas, las
expulsiones de militantes, e incluso la tortura, como en el caso de Delfín Lévano, fue otro factor. También es probable
que la mayor parte de la clase trabajadora y el campesinado no haya sido lo suficientemente expuesto a las ideas
libertarias, y tras la represión a los grupos anarquistas, se creó un vacío ideológico. Y aún otro factor podría ser la
dificultad de la aceptación de las ideas libertarias en una sociedad tan conservadora como la peruana, que se prestaba
más a ideas populistas que a conceptos como “internacionalismo” o “lucha de clases.” 
Y sin embargo, las ideas libertarias no desaparecieron del todo. En las décadas posteriores, serían comunes los
homenajes a Manuel González Prada, o las celebraciones del Primero de Mayo. A finales de los 50s, aparecería la
Federación Anarquista del Perú,  de la cual destaca Wenceslao Zavala Grimaldo, quién fuera recluido en la isla del
Frontón. Se sabe de anarquistas que, en los 60s, formaron parte de las primera guerrillas como el MIR o el ELN.
Posteriormente, durante el gobierno de Velasco, libertarios como Jaime Llosa participaron en la creación de cooperativas
obreras y agrícolas.
El Presente: Pero no sería hasta la década de 1980 cuando las ideas anarquistas renacen con el rock subterráneo y la
contracultura. Sin embargo, la falta de información sobre la historia y la práctica anarquista frenó su desarrollo. Se
crearon grupos como Movimiento Anarquista de Lima (MAL), Colectivo  de Juventudes Anarquistas (CAJA), Autonomía
Proletaria, Colectivización, o Lucha Proletaria. Aparecen también publicaciones como Desobediencia o Humanidad.
En la década del 2000 aparece la agrupación Qhispikay Llaqta, luego colectivo Estrella Negra, que dieran paso a Unión
Socialista Libertaria, con grupos en Lima y Huancayo, y que publica el periódico Avancemos. Unión Socialista Libertaria
adhiere a la plataforma Anarkismo, y estuvo presente en el Reencuentro Internacional del Anarquismo en St. Imier, Suiza,
en el 2012 que conmemoraba los 140 años de la Internacional de St. Imier. Hubieron cortejos anarquistas presentes en
las movilizaciones por lo sucedido en Bagua y contra el proyecto minero en Conga. Así mismo, desde hace algunos años,
también hay una presencia anarquista notable el 1ero de Mayo en Lima. En el ámbito estudiantil, Tendencia Estudiantil
Libertaria (TEL) en Lima y el Círculo de Resistencia Estudiantil Ácrata (CREA) de Arequipa han aparecido en escena. En
Arequipa, también se cuenta con la presencia del colectivo Amor y Odio.

Conclusión: El anarquismo en el Perú ha sufrido de la falta de continuación por la fuerte represión a comienzos del siglo
XX. Las organizaciones anarquistas o anarcosindicalistas se esfumaron. Los centros obreros, ateneos culturales, o
bibliotecas militantes no resistieron el paso del tiempo. La omisión y recuperación del pensamiento anarquista de Manuel
González Prada por el APRA, quienes se consideran los legítimos sucesores de los anarcosindicalistas peruanos,
también afectaron la continuidad del anarquismo en el Perú. En el presente, es muy difícil de encontrar libros anarquistas,
ni mucho menos existen editoriales anarquistas. Los medios raramente mencionan algo sobre el movimiento libertario, y
cuando lo hacen, casi siempre son prejuicios, mentiras o presentan a un movimiento obrero carente de ideología o
apolítico. El mayor ejemplo es el hecho de que casi nadie sabe que Manuel González Prada fuera un anarquista
convencido.
Es por eso que el rescate de la tradición libertaria es un trabajo de largo aliento. El avance de las ideas libertarias en
otros países como Chile o Brazil puede ser considerado como un indicio del renacimiento del anarquismo como
movimiento revolucionario internacional. Por su historia combativa y su victorias, es muy probable que, lentamente pero
seguro, el anarquismo renazca plenamente en el Perú como alternativa al sistema neoliberal corrupto basado en la
extracción y destrucción de nuestros recursos naturales. Inevitablemente, un nuevo movimiento revolucionario libertario
traerá consigo la represión y la respuesta fascista del capitalismo y el estado, de eso no cabe dudas.

Como diría Manuel González Prada, “no quiere decir que nos hallemos en vísperas de establecer una sociedad
anárquica. Entre la partida y la llegada median minas de imperios, lagos de sangre y montañas de víctimas. Nace un
nuevo cristianismo sin Cristo, pero con sus perseguidores y mártires. Y si en veinte siglos no ha podido cristianizarse el
mundo, ¿cuántos siglos tardara en anarquizarse?”

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