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estadounidense al consumo interno.

1814Este giro llevó a los japoneses a poner en marcha los


planes de conquista de las Indias Orientales Neerlandesas, territorio rico en petróleo. 19 La
planificación preliminar de los japoneses para atacar en Pearl Harbor y así proteger su
movimiento hacia el «Área de recursos del sur» (el término japonés para todo el sureste
asiático en general) había comenzado a principios de 1941 bajo el auspicio del
almirante Isoroku Yamamoto, entonces comandante de la Flota Combinada japonesa.20 Este
consiguió, tras batallar mucho con el Cuartel General Naval, la autorización del Estado Mayor
de la Armada Imperial Japonesa para desarrollar un plan formal y el entrenamiento necesario,
llegando a amenazar con la renuncia a su puesto. 21 La planificación a gran escala fue
desarrollada por el capitán Minoru Genda a comienzos de la primavera de 1941. El equipo de
planificación estudió el intensivo ataque aéreo que los británicos habían desarrollado en 1940
contra la flota italiana en Tarento, ejemplo que fue de gran utilidad para ellos en la
planificación de su bombardeo de las fuerzas navales en Pearl Harbor. 2223
En los siguientes meses se entrenaron pilotos, se adaptó el equipamiento y se recogió
información. A pesar de estos preparativos, el plan de ataque no fue aprobado por
el emperador Hirohito hasta el 5 de noviembre, tras la tercera de las cuatro conferencias
imperiales organizadas para tratar el asunto.24 Hasta el 1 de diciembre el emperador no dio su
autorización final, después de que la mayoría de los jefes militares japoneses le aconsejaran
que la Nota de Hull podría «destruir los frutos del incidente de China, poner en
peligro Manchukuo y socavar el control japonés de Corea».25
A fines de 1941 muchos observadores creían que las hostilidades entre los Estados Unidos y
Japón eran inminentes. Una encuesta llevada a cabo justo antes del ataque arrojó que un
52% de los estadounidenses esperaba la guerra con Japón, un 27% no la esperaba y un 21%
no tenía opinión.26 Aunque las bases e instalaciones de los Estados Unidos en el Pacífico
habían sido puestas en alerta numerosas veces, los militares estadounidenses dudaban que
Pearl Harbor fuera un objetivo y creían que las Filipinas serían atacadas primero, presunción
que se fundaba en la amenaza que las bases estadounidenses a lo largo del país y la base
naval de Manila suponían para el envío de suministros de Japón hacia el sur.27 Asimismo,
estaban convencidos de que el Imperio del Japón era incapaz de montar más de una gran
operación naval al mismo tiempo.28

Plan de ataque[editar]

Almirante Isoroku Yamamoto.
Capitán Minoru Genda.

Contraalmirante Takijiro Onishi.

Oficial Kameto Kuroshima.

El plan de ataque a Pearl Harbor fue obra del almirante jefe de la Flota Combinada, Isoroku
Yamamoto, quien paradójicamente no creía que Japón pudiera ganar una guerra con Estados
Unidos y así lo había advertido al Estado Mayor de la Armada —«No se debe librar una guerra
con unas probabilidades tan pequeñas de victoria», había escrito en su informe—. Pero
Yamamoto pensaba que si la guerra finalmente estallaba su obligación era explorar la más
mínima posibilidad que hubiera de ganarla. Así desde la firma del Pacto Tripartito en
septiembre de 1940, al que se había opuesto porque estaba convencido que conduciría a la
guerra con las potencias occidentales, había comenzado a diseñar la estrategia de la guerra
en el Pacífico, llegando a la conclusión de que la única opción de victoria para Japón era
asestar un golpe decisivo al inicio de la guerra que quizá obligara a Estados Unidos a
negociar, y que ese golpe debía ser el ataque a la flota estadounidense del Pacífico en su
propia base de Pearl Harbor, en las islas Hawái. Una idea descabellada, y así se lo pareció al
embajador norteamericano en Tokio Joseph Grew, cuando a finales de enero de 1941 le
llegaron «rumores de guerra» de que «las fuerzas militares japonesas estaban planeando un
ataque sorpresa masivo en Pearl Harbor». 29

Carta del almirante Yamamoto al capitán Genda


pidiéndole que estudie la viabilidad de un ataque aéreo a
Pearl Harbor. Febrero de 1941
Dependiendo de los cambios que se produzcan en la
situación internacional, podríamos vernos arrastrados a
luchar con Estados Unidos. Si Japón y Estados Unidos
fueran a la guerra, tendríamos que recurrir a una táctica
radical… Deberíamos intentar, con toda la fuerza de nuestras
Primera y Segunda Divisiones Aéreas, asestar un golpe a la
flota estadounidense en Hawái, de forma, que durante un
tiempo, Estados Unidos no pudiera avanzar hacia el Pacífico
occidental. Nuestro objetivo sería un grupo de acorazados
estadounidenses… No sería fácil llevar a cabo algo así. Pero
estoy decidido a darlo todo para realizar este plan,
supervisando yo mismo las divisiones aéreas. Me gustaría
que investigara pormenorizadamente la viabilidad de un plan
de estas características.

En febrero de 1941 Yamamoto le envió una carta, por medio del contraalmirante jefe de la
Undécima División Aérea Takijiro Onishi, al capitán Minoru Genda, miembro de la plana mayor
de la Primera División Aérea y el mejor piloto de la Armada Imperial, en la que le pedía que
«investigara pormenorizadamente la viabilidad de un plan de ataque» con aviones a Pearl
Harbor, reconociendo que «no sería fácil llevar a cabo algo así». En la carta le decía que se
trataba de «asestar un golpe a la flota estadounidense en Hawái, de forma que, durante un
tiempo, Estados Unidos no pudiera avanzar hacia el pacífico occidental». Dos meses después
Yamamoto recibió la contestación redactada por el contraalmirante Takijiro Onishi que le
decepcionó porque él y Genda solo hablaban de bombardeos en picado y en altura y habían
descartado el uso de torpedos lanzados desde los aviones debido a la escasa profundidad de
las aguas de Pearl Harbor —los torpedos japoneses necesitaban unos treinta metros para no
incrustarse en el fondo y dirigirse hacia su objetivo, mientras que la profundidad media en
Pearl Harbor era de doce metros—. Pero Yamomoto insistió en que era posible el ataque con
torpedos y respondió que habría que mejorarlos y entrenar a los pilotos en su uso. 30
Genda y Onishi se pusieron a trabajar inmediatamente en la solución de los problemas que
planteaba el uso de torpedos. Con la ayuda de los técnicos consiguieron reducir
drásticamente la profundidad a la que tenían que hundirse para poder dirigirse al blanco, y
adiestraron a los pilotos para volar muy bajo y disminuir así la posibilidad de que los torpedos
se empotrasen en el fondo marino cuando eran lanzados desde los aviones. En septiembre
comenzaron los ejercicios de simulación bélica en la bahía de Kinko, en Kagoshima, elegida
por su parecido con Pearl Harbor. Ninguno de los pilotos que participaron sabía cuál era el
objetivo. A finales de septiembre el plan de ataque a Pearl Harbor ya estaba listo. Además de
Genda y Onishi, el principal colaborador de Yamamoto en su elaboración final había
sido Kameto Kuroshima, un extravagante oficial de planificación al que Yamamoto estimaba
mucho porque le ofrecía soluciones que nunca se le habían ocurrido a él y que se atrevía a
contradecirle.31
Inicialmente el plan de ataque a Pearl Harbor presentado por Yamamoto fue rechazado por el
Estado Mayor de la Armada Imperial por ser demasiado arriesgado y por emplear demasiados
recursos navales que serían necesarios en otros escenarios bélicos ya que se requerían seis
de los diez portaaviones con que entonces contaba la Armada Imperial. Pero Yamamoto no se
conformó y envió a Tokio a Kuroshima para que defendiera el plan y como último recurso
amenazara con su dimisión y la de todo su equipo si no se aceptaba. El 20 de octubre el
Estado Mayor cedió —no podían perder al marino de más prestigio de la Armada— y lo
aprobó, a pesar de las dudas que seguía suscitando el plan. 32
La fecha para el ataque se fijó en el lunes 8 de diciembre (domingo, 7 de diciembre en Hawái
y los Estados Unidos) porque la luna proporcionaría ese día una luz favorable que facilitaría el
vuelo de los aviones japoneses antes de que amaneciera. 33

Plan de las ofensivas japonesas previstas en el Pacífico y en el Sudeste de Asia, simultáneamente al


ataque a Pearl Harbor.

El plan de ataque a Pearl Harbor, junto con el resto del orden de batalla organizado por los
Estados Mayores del Ejército y de la Armada, fue presentado al emperador Hirohito en la tarde
del 2 de noviembre, al día siguiente de la conferencia de enlace en la que se había decidido
fijar el 30 de noviembre como la fecha límite para las negociaciones con Estados Unidos,
después de la cual se desencadenarían las ofensivas previstas en el Pacífico y en el Sudeste
de Asia, simultáneamente al ataque a Pearl Harbor. 33 Los objetivos principales de la
«campaña hacia el sur», junto con Pearl Harbor, eran el archipiélago de las Filipinas, posesión
norteamericana, y Malasia, colonia británica que incluía la estratégica base de Singapur.
También sería atacada Tailandia y a continuación la colonia británica de Birmania.34
Operaciones secundarias tendrían como objetivo la colonia británica de Hong Kong, y las islas
de Wake y de Guam, donde la flota estadounidense del Pacífico tenía sus bases de
operaciones avanzadas y donde estaban los submarinos y los aviones de reconocimiento. La
conquista de las Indias Orientales Neerlandesas comenzaría cuando todos esos objetivos se
hubieran alcanzado. La ofensiva tenía que concluir en un plazo máximo de 20 semanas,
después de las cuales ya no quedaría ninguna fuerza aérea, naval o terrestre de Estados
Unidos o de Gran Bretaña capaz de impedir el dominio japonés sobre el sudeste de Asia y el
Pacífico occidental.3536
Sin embargo, el almirante Yamamoto seguía dudando de las posibilidades de una victoria de
Japón. «Durante los primeros seis o doce meses de guerra contra los Estados Unidos y Gran
Bretaña, causaré estragos en todos sus flancos y conquistaré una victoria tras otra»,
pronosticó. «Después… no tengo esperanzas de ganar». 37

Objetivos[editar]
Mapa de la bahía de Kinko, en la prefectura de Kagoshima (en verde), donde se realizaron los ejercicios
de simulación bélica por su parecido con la bahía de Pearl Harbor.

El ataque, llamado Operación Hawái u Operación AI  38 por el Cuartel General Imperial japonés


y Operación Z durante su planificación,39 perseguía varios objetivos de importancia. En primer
lugar, intentaba destruir importantes unidades navales norteamericanas para impedir la
interferencia de su Flota del Pacífico en la conquista japonesa de las Indias Orientales
Neerlandesas y Malasia. En segundo lugar, esperaba ganar tiempo para que Japón
consolidase su posición e incrementase su fuerza naval antes de que los estadounidenses
aumentaran en un 70% el número de buques de su flota, de acuerdo a lo aprobado por el Acta
Vinson-Walsh, y que así desapareciera cualquier opción de victoria nipona. 4041 Por último, se
quería dar un golpe enorme a la moral norteamericana que disuadiera a los Estados Unidos a
sentarse a la mesa de negociaciones y evitara emprender una larga guerra que se extendería
por todo el océano Pacífico occidental y hasta el lejano Sureste asiático. Para maximizar este
efecto moral se eligieron los acorazados como objetivos prioritarios, pues estos eran entonces
el orgullo de cualquier armada. El objetivo final era permitir a Japón la conquista sin
interferencias de todo el sureste asiático. 40
Sin embargo, golpear a la Flota del Pacífico estadounidense que estaba anclada en el puerto
hawaiano tenía dos claras desventajas: los buques a atacar estaban fondeados en aguas muy
poco profundas, con lo que podrían ser reflotados y reparados con relativa facilidad, y la
mayoría de sus tripulantes sobrevivirían al ataque porque se encontrarían de permiso en tierra
o serían rescatados desde el puerto. Otro contratiempo importante, conocido por los
japoneses, fue la ausencia en Pearl Harbor de los tres portaaviones de la Flota del Pacífico
(Enterprise, Lexington y Saratoga). Irónicamente, el alto mando de la armada japonesa estaba
tan imbuido de la doctrina de una «batalla decisiva» del almirante Alfred Mahan, que
aseguraba la victoria para la armada que destruyera más acorazados del enemigo, que
Yamamoto, a pesar de sus preocupaciones, decidió seguir adelante. La confianza de Japón
en su capacidad para lograr la victoria en una guerra que pensaban sería corta, les llevó a
ignorar otros objetivos en el puerto hawaiano, como el astillero, los depósitos de combustible y
la base de los submarinos. Ninguno fue atacado porque los nipones pensaron que la guerra
sería tan breve que estas instalaciones no llegarían a influir en el desarrollo de la misma. 42
El hecho de que los portaaviones estadounidenses no se encontraran en la base iba a tener
gran importancia en el desarrollo de la guerra. En efecto, el Lexington, acompañado de tres
cruceros pesados y cinco destructores, venía de entregar en la isla de Midway un cargamento
de aviones de refuerzo. El Enterprise hacía lo mismo en la lejana isla Wake,
el Saratoga regresaba de San Diego después de unas reparaciones y en el momento del
ataque estaba a 320 km de Hawái. El Yorktown estaba en un punto intermedio entre San
Diego y la base naval de Norfolk, mientras que el Hornet acababa de zarpar desde Norfolk.43

Desarrollo[editar]
Derrota seguida por la flota japonesa para ir y volver del ataque a Pearl Harbor.

Cubierta de vuelo del portaviones japonés Akagi en la bahía de Hitokappu, en la isla


de Iturup del archipiélago de las Kuriles, antes de zarpar para atacar Pearl Harbor.

El 26 de noviembre de 1941 una fuerza de ataque japonesa compuesta por seis portaaviones
(Akagi, Kaga, Sōryū, Hiryū, Shōkaku y Zuikaku) al mando del vicealmirante Chuichi
Nagumo zarpó en secreto de la bahía de Hitokappu, en la isla de Iturup del archipiélago de las
Kuriles. Fue entonces cuando se informó a las tripulaciones y a los pilotos de que el objetivo
de la misión era atacar Pearl Harbor.44
En total se iban a emplear 408 aeronaves: 360 para dos oleadas de ataque y 48 para tareas
defensivas de patrulla aérea de combate. La primera oleada sería el ataque principal, mientras
que la segunda intentaría rematar lo que no hubiera podido destruir la primera. La oleada
inicial portaba el grueso de las armas destinadas a inutilizar los grandes buques,
principalmente los torpedos aéreos Tipo 91 que habían sido diseñados con un mecanismo
anti-giro y una extensión en el timón que les permitirían operar en aguas poco profundas. 45
A los pilotos japoneses se les ordenó seleccionar los objetivos más valiosos (acorazados
y portaaviones) o, si estos no estaban presentes, cualquier otro gran buque de guerra
(cruceros y destructores). Los bombarderos en picado atacarían objetivos en tierra y a los
cazas se les encomendó el ametrallamiento y destrucción de todos los aviones
estadounidenses en tierra para intentar asegurar que no despegaban y contratacaban a los
bombarderos, especialmente en la primera oleada. Cuando el combustible de los cazas se
estuviera agotando, tendrían que regresar a los portaaviones a repostar y después
reincorporarse al ataque. Antes de comenzar la ofensiva despegaron desde cruceros
dos aeronaves de reconocimiento para explorar sobre Oahu e informar de la presencia de
cualquier flota enemiga y su localización. Otras cuatro aeronaves de reconocimiento
patrullaron el área entre la fuerza de portaaviones japonesa (la Kido Butai) y Niʻihau con la
finalidad de que esta no fuera tomada por sorpresa en un contraataque. 46

Submarinos[editar]
Minisubmarino japonés Ha-19 varado en Oahu. A bordo navegaba Kazuo Sakamaki, primer prisionero
de guerra japonés capturado por EE. UU. en la guerra.

Los submarinos de la flota I-16, I-18, I-20, I-22 e I-24 embarcaron cada uno


un minisubmarino Tipo A y lo transportaron a las aguas de la isla de Oahu. 47 Los cinco
submarinos partieron desde el Distrito Naval de Kure el 25 de noviembre 48 y llegaron a la boca
del puerto hawaiano el 7 de diciembre. 4950 A las 03:42 (Tiempo de Hawái)51
el dragaminas USS Condor avistó el periscopio de uno de los minisubmarinos al suroeste de
la bocana de Pearl Harbor y alertó al destructor USS Ward.52 Este pequeño submarino quizá
entró en Pearl Harbor. Sin embargo, el Ward hundió otro minisubmarino a las 06:37, 53 en lo
que suponían los primeros disparos estadounidenses en el Teatro del Pacífico. Al norte de la
isla Ford otro minisubmarino estuvo cerca de torpedear al portahidroaviones Curtiss y tampoco
acertó a dañar al destructor Monaghan con su segundo torpedo antes de que este lo hundiera
a las 08:43.52
Un tercer minisubmarino, el Ha-19, encalló en dos ocasiones, una frente a la entrada del
puerto y otra al este de Oahu, lugar en que fue capturado el 8 de diciembre. 54 Uno de sus
tripulantes, Kazuo Sakamaki, nadó hasta la orilla y fue capturado, con lo que se convirtió en el
primer prisionero de guerra japonés. Un cuarto minisubmarino resultó dañado por una carga
de profundidad y fue abandonado por su tripulación antes incluso de poder disparar sus
torpedos.55
Un análisis de las fotografías del ataque por parte del Instituto Naval de los Estados Unidos en
1999 llevó a descubrir que uno de los minisubmarinos había conseguido disparar con éxito
uno de sus torpedos contra el acorazado West Virginia. Las fuerzas japonesas recibieron un
mensaje de radio de un minisubmarino a las 00:41 del 8 de diciembre que afirmaba haber
dañado uno o más grandes barcos dentro de Pearl Harbor. 56 La posición final de este pequeño
sumergible no se conoce,57 pero nunca regresó al submarino desde el que partió. 58 El 7 de
diciembre de 2009 el periódico Los Angeles Times informó que había evidencias de tres
partes de submarino encontradas a unos 5 km al sur de Pearl Harbor, halladas entre 1994 y
2001 y que podían pertenecer a este minisubmarino desaparecido. También decía que había
claras evidencias de que este sumergible había disparado dos torpedos contra el canal de los
acorazados en el interior del puerto. Los restos habían sido sacados del puerto como parte de
los esfuerzos por ocultar el desastre de West Loch, una explosión de munición que se produjo
en 1944 y que destruyó seis buques de desembarco que se estaban preparando para
la Operación Forager.59

Declaración de guerra de Japón

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