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Plan de ataque[editar]
Almirante Isoroku Yamamoto.
Capitán Minoru Genda.
Contraalmirante Takijiro Onishi.
Oficial Kameto Kuroshima.
El plan de ataque a Pearl Harbor fue obra del almirante jefe de la Flota Combinada, Isoroku
Yamamoto, quien paradójicamente no creía que Japón pudiera ganar una guerra con Estados
Unidos y así lo había advertido al Estado Mayor de la Armada —«No se debe librar una guerra
con unas probabilidades tan pequeñas de victoria», había escrito en su informe—. Pero
Yamamoto pensaba que si la guerra finalmente estallaba su obligación era explorar la más
mínima posibilidad que hubiera de ganarla. Así desde la firma del Pacto Tripartito en
septiembre de 1940, al que se había opuesto porque estaba convencido que conduciría a la
guerra con las potencias occidentales, había comenzado a diseñar la estrategia de la guerra
en el Pacífico, llegando a la conclusión de que la única opción de victoria para Japón era
asestar un golpe decisivo al inicio de la guerra que quizá obligara a Estados Unidos a
negociar, y que ese golpe debía ser el ataque a la flota estadounidense del Pacífico en su
propia base de Pearl Harbor, en las islas Hawái. Una idea descabellada, y así se lo pareció al
embajador norteamericano en Tokio Joseph Grew, cuando a finales de enero de 1941 le
llegaron «rumores de guerra» de que «las fuerzas militares japonesas estaban planeando un
ataque sorpresa masivo en Pearl Harbor». 29
En febrero de 1941 Yamamoto le envió una carta, por medio del contraalmirante jefe de la
Undécima División Aérea Takijiro Onishi, al capitán Minoru Genda, miembro de la plana mayor
de la Primera División Aérea y el mejor piloto de la Armada Imperial, en la que le pedía que
«investigara pormenorizadamente la viabilidad de un plan de ataque» con aviones a Pearl
Harbor, reconociendo que «no sería fácil llevar a cabo algo así». En la carta le decía que se
trataba de «asestar un golpe a la flota estadounidense en Hawái, de forma que, durante un
tiempo, Estados Unidos no pudiera avanzar hacia el pacífico occidental». Dos meses después
Yamamoto recibió la contestación redactada por el contraalmirante Takijiro Onishi que le
decepcionó porque él y Genda solo hablaban de bombardeos en picado y en altura y habían
descartado el uso de torpedos lanzados desde los aviones debido a la escasa profundidad de
las aguas de Pearl Harbor —los torpedos japoneses necesitaban unos treinta metros para no
incrustarse en el fondo y dirigirse hacia su objetivo, mientras que la profundidad media en
Pearl Harbor era de doce metros—. Pero Yamomoto insistió en que era posible el ataque con
torpedos y respondió que habría que mejorarlos y entrenar a los pilotos en su uso. 30
Genda y Onishi se pusieron a trabajar inmediatamente en la solución de los problemas que
planteaba el uso de torpedos. Con la ayuda de los técnicos consiguieron reducir
drásticamente la profundidad a la que tenían que hundirse para poder dirigirse al blanco, y
adiestraron a los pilotos para volar muy bajo y disminuir así la posibilidad de que los torpedos
se empotrasen en el fondo marino cuando eran lanzados desde los aviones. En septiembre
comenzaron los ejercicios de simulación bélica en la bahía de Kinko, en Kagoshima, elegida
por su parecido con Pearl Harbor. Ninguno de los pilotos que participaron sabía cuál era el
objetivo. A finales de septiembre el plan de ataque a Pearl Harbor ya estaba listo. Además de
Genda y Onishi, el principal colaborador de Yamamoto en su elaboración final había
sido Kameto Kuroshima, un extravagante oficial de planificación al que Yamamoto estimaba
mucho porque le ofrecía soluciones que nunca se le habían ocurrido a él y que se atrevía a
contradecirle.31
Inicialmente el plan de ataque a Pearl Harbor presentado por Yamamoto fue rechazado por el
Estado Mayor de la Armada Imperial por ser demasiado arriesgado y por emplear demasiados
recursos navales que serían necesarios en otros escenarios bélicos ya que se requerían seis
de los diez portaaviones con que entonces contaba la Armada Imperial. Pero Yamamoto no se
conformó y envió a Tokio a Kuroshima para que defendiera el plan y como último recurso
amenazara con su dimisión y la de todo su equipo si no se aceptaba. El 20 de octubre el
Estado Mayor cedió —no podían perder al marino de más prestigio de la Armada— y lo
aprobó, a pesar de las dudas que seguía suscitando el plan. 32
La fecha para el ataque se fijó en el lunes 8 de diciembre (domingo, 7 de diciembre en Hawái
y los Estados Unidos) porque la luna proporcionaría ese día una luz favorable que facilitaría el
vuelo de los aviones japoneses antes de que amaneciera. 33
El plan de ataque a Pearl Harbor, junto con el resto del orden de batalla organizado por los
Estados Mayores del Ejército y de la Armada, fue presentado al emperador Hirohito en la tarde
del 2 de noviembre, al día siguiente de la conferencia de enlace en la que se había decidido
fijar el 30 de noviembre como la fecha límite para las negociaciones con Estados Unidos,
después de la cual se desencadenarían las ofensivas previstas en el Pacífico y en el Sudeste
de Asia, simultáneamente al ataque a Pearl Harbor. 33 Los objetivos principales de la
«campaña hacia el sur», junto con Pearl Harbor, eran el archipiélago de las Filipinas, posesión
norteamericana, y Malasia, colonia británica que incluía la estratégica base de Singapur.
También sería atacada Tailandia y a continuación la colonia británica de Birmania.34
Operaciones secundarias tendrían como objetivo la colonia británica de Hong Kong, y las islas
de Wake y de Guam, donde la flota estadounidense del Pacífico tenía sus bases de
operaciones avanzadas y donde estaban los submarinos y los aviones de reconocimiento. La
conquista de las Indias Orientales Neerlandesas comenzaría cuando todos esos objetivos se
hubieran alcanzado. La ofensiva tenía que concluir en un plazo máximo de 20 semanas,
después de las cuales ya no quedaría ninguna fuerza aérea, naval o terrestre de Estados
Unidos o de Gran Bretaña capaz de impedir el dominio japonés sobre el sudeste de Asia y el
Pacífico occidental.3536
Sin embargo, el almirante Yamamoto seguía dudando de las posibilidades de una victoria de
Japón. «Durante los primeros seis o doce meses de guerra contra los Estados Unidos y Gran
Bretaña, causaré estragos en todos sus flancos y conquistaré una victoria tras otra»,
pronosticó. «Después… no tengo esperanzas de ganar». 37
Objetivos[editar]
Mapa de la bahía de Kinko, en la prefectura de Kagoshima (en verde), donde se realizaron los ejercicios
de simulación bélica por su parecido con la bahía de Pearl Harbor.
Desarrollo[editar]
Derrota seguida por la flota japonesa para ir y volver del ataque a Pearl Harbor.
El 26 de noviembre de 1941 una fuerza de ataque japonesa compuesta por seis portaaviones
(Akagi, Kaga, Sōryū, Hiryū, Shōkaku y Zuikaku) al mando del vicealmirante Chuichi
Nagumo zarpó en secreto de la bahía de Hitokappu, en la isla de Iturup del archipiélago de las
Kuriles. Fue entonces cuando se informó a las tripulaciones y a los pilotos de que el objetivo
de la misión era atacar Pearl Harbor.44
En total se iban a emplear 408 aeronaves: 360 para dos oleadas de ataque y 48 para tareas
defensivas de patrulla aérea de combate. La primera oleada sería el ataque principal, mientras
que la segunda intentaría rematar lo que no hubiera podido destruir la primera. La oleada
inicial portaba el grueso de las armas destinadas a inutilizar los grandes buques,
principalmente los torpedos aéreos Tipo 91 que habían sido diseñados con un mecanismo
anti-giro y una extensión en el timón que les permitirían operar en aguas poco profundas. 45
A los pilotos japoneses se les ordenó seleccionar los objetivos más valiosos (acorazados
y portaaviones) o, si estos no estaban presentes, cualquier otro gran buque de guerra
(cruceros y destructores). Los bombarderos en picado atacarían objetivos en tierra y a los
cazas se les encomendó el ametrallamiento y destrucción de todos los aviones
estadounidenses en tierra para intentar asegurar que no despegaban y contratacaban a los
bombarderos, especialmente en la primera oleada. Cuando el combustible de los cazas se
estuviera agotando, tendrían que regresar a los portaaviones a repostar y después
reincorporarse al ataque. Antes de comenzar la ofensiva despegaron desde cruceros
dos aeronaves de reconocimiento para explorar sobre Oahu e informar de la presencia de
cualquier flota enemiga y su localización. Otras cuatro aeronaves de reconocimiento
patrullaron el área entre la fuerza de portaaviones japonesa (la Kido Butai) y Niʻihau con la
finalidad de que esta no fuera tomada por sorpresa en un contraataque. 46
Submarinos[editar]
Minisubmarino japonés Ha-19 varado en Oahu. A bordo navegaba Kazuo Sakamaki, primer prisionero
de guerra japonés capturado por EE. UU. en la guerra.