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Estudios culturales 1
© Del diseño de la colección: Mireia Calafell, Noemí Novell, Meri Torras y Mar Valldeoriola III. CINE
El cine de ciencia ficción: un enfoque en la diferencia 111
Coordinación editorial y cuidado de la edición: Mireia Calafell, Isabel Clúa, Noemí Novell, Noemí Novell
Meri Torras y Mar Valldeoriola
De padre a hijo: la transmisión del discurso patriarcal
Diseño de cubierta: Felipe Gil Gago en el cine de Hollywood (1977-2077) 149
Fotografía de portada: Mireia Calafell Sara Martín
Diseño del logo de la colección: Luci Gutiérrez
Maquetación: Mar Valldeoriola IV. TELEVISIÓN
Esta publicación está vinculada al grupo Cuerpo y Textualidad, grupo de investigación re-
Género y estudios televisivos 177
conocido por el AGAUR (2005SRG-1013) y que desarrolla el proyecto Los textos del cuer- Concepción Cascajosa y Marta Fernández Morales
po. Análisis cultural del cuerpo como construcción genérico-sexual del sujeto (HUM2005-
4159/FILO). V. CIBERESPACIO Y NUEVAS TECNOLOGÍAS
Cuerpo y Textualidad: gr.cositextualitat@uab.cat Género y Ciberespacio. Ciberfeminismo y cibercultura 229
Primera edición: mayo de 2008
Laura Borràs
ISBN: 978-84-490-2540-2 Videojuegos: el entretenimiento del tercer milenio 263
Depósito legal: B. 23932-2008 Susana P. Tosca
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema VI. MÚSICA Y CULTURA JUVENIL
informático, ni su transmisión en ningún formato ni por ningún medio, sea electrónico, me-
cánico, en fotocopia, en grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de
Música popular y género 293
los titulares del copyright. Laura Viñuela y Eduardo Viñuela
Britpop: la ambigüedad vintage 327
Lucía Lijtmaer
La construcción de la identidad en las revistas para
adolescentes 351
Isabel Menéndez
I. Estudios culturales y estudios
de género: metodologías
¿TIENE GÉNERO LA I
CULTURA?* Metodologías
C l ú a G i n é s , I s a b e l , « ¿T i e n e g é n e r o l a c u l t u ra? L o s
e s t u d i o s c u l t u ra l e s y l a t e o r í a f e m i n i s t a » . E n I s a b e l C l ú a 11
(e d . ) , G é n e r o y c u l t u r a p o p u l a r . B a r c e l o n a : E d i c i o n s U A B ,
2008.
critura de las mujeres en la no es clara ni precisa; muy al contrario. Así pues, la teoría De las características propuestas por Pulido, el carác-
literatura, cine y soportes
literaria y la literatura comparada parecen haber llegado a ter político de los estudios culturales resulta, a mi modo
audiovisuales en España
(1995-2007)» [Instituto de
un mismo escenario: si lo literario no es por sí mismo, si- de ver, el aspecto fundamental precisamente porque po-
la Mujer,exp. Núm. 091/07] no que depende de unas atribuciones consensuadas por ne de manifiesto cómo toda lectura es ideológica y no
una comunidad en un momento dado, el estudio de lo li- existe ninguna posición habitable de pureza discursiva.
terario como algo aislado es inviable, pues su propio lí- La propia elección del objeto de estudio ya está marca-
mite depende del funcionamiento cultural de un deter- da, es decir, la idea de que existen unos textos que son
minado momento y emplazamiento. depositarios inmutables de una excelencia estética que
Desde esta perspectiva, los estudios culturales pueden los eleva por encima de cualquier otra manifestación
entenderse como una tendencia que tiene lugar y fecha de cultural y, por otra parte, que ese otro conjunto inmen-
nacimiento –el Centre for Contemporary Cultural Studies, so de textos culturales espurios no tienen ningún inte-
en Birmingham, en los años 60–, y que viene a aglutinar y rés, ya implica una concepción estratificada de la cultu-
sistematizar la inclinación cada vez mayor de los estudios ra. Por ello, una de las principales aportaciones de los
literarios a superar sus límites y abordar los márgenes has- estudios culturales es incorporar al estudio académico y
ta entonces no estudiados. Utilizo la palabra márgenes con definir críticamente lo que se denomina baja cultura o
total deliberación en tanto que una de las primeras eviden- cultura popular.
cias de los estudios culturales es que la propia organización
de la cultura es jerárquica y está intrínsecamente vinculada
a las estructuras del poder. ¿Hay manifestaciones culturales Cultura popular
Un ejemplo modélico de hasta qué punto interviene la ideolo-
«más culturales» que otras? ¿Por qué ciertas formas de la
gía en la definición del objeto de estudio y, a la vez, una mues-
cultura son pensadas como fuera de la cultura? ¿La litera- tra del desmantelamiento de esa lógica, lo constituye el artícu-
tura es «más cultura» que la moda o los usos sociales? lo «Notas sobre la deconstrucción de lo “popular”» (Hall,
¿Qué es, en definitiva, la cultura? Los estudios culturales, 1984), en el que el autor plantea las distintas definiciones al
pues, se plantean como una corriente que se orienta hacia uso de cultura popular:
el estudio de los textos y prácticas culturales, poniendo en 1. La cultura popular es aquello consumido por las masas: co-
mo Hall demuestra, bajo la idea de la cultura masificada se es-
primer plano las implicaciones ideológicas que intervienen
conde la asunción de que ésta es una cultura suministrada di-
en su producción, consumo y recepción. rectamente por la industria para mantener vigentes los
imaginarios que convienen al poder, lo cual implica, en segundo
término, entender a ese público consumidor de cultura popular
Los estudios culturales como una masa de ignorantes que se deja domesticar por las
Tal y como lo plantea Genara Pulido (2003), los estudios cultu- estructuras dominantes. Hall señala, además, cómo esa idea se
rales se caracterizan por: contrapone con la de una cultura «auténticamente» popular, no
-Alejamiento de la visión inmanente de lo literario. comercial, lo cual es inviable porque «no hay ninguna cultura
-Ampliación del objeto de estudio. popular autónoma auténtica y completa que esté fuera del
-Desmantelamiento de la división entre alta cultura y baja cul- campo de fuerza de las relaciones del poder cultural».
tura. 2. La cultura popular es aquello que hace o proviene del
-Cuestionamiento del canon. «pueblo»: además de ser una definición que puede caer fácil-
-Concepción social e histórica de la cultura. mente en el inventario, Hall muestra cómo el problema radica
-Enfoque interdisciplinario. en la distinción entre «pueblo» y «no pueblo» ya que en reali-
-Carácter profundamente comprometido y político. dad está cruzada por otra distinción, y «el principio estructura-
dor de lo popular son las tensiones y oposiciones entre lo que
Fue una de las canciones emblemáticas de los años 80, tan reivin- Gauntlett, David, Media, Gender and Identity. Londres: Routled-
dicados en este verano de nostalgia pesetera y dúos imposibles. ge, 2002 (y/o de los materiales presentes en la página de apoyo
Debería decir de antemano que la canción fusionaba la rumba y el al libro <http://www.theoryhead.com/gender/>.
rock and roll con ese desparpajo que teníamos entonces. Hasta Inness, Sherrie A., Action Chicks: New Images of Tough Women in
creó escuela y ganó todos los premios de 1987 que podían conce- Popular Culture. Londres: Macmillan, 2004.
derse. A saber: críticos, revistas especializadas, emisoras de radio McRobbie, Angela, Feminism and Youth Culture: From Jackie to
con pedigrí... Fue la causante de que la banda ascendiera al estre- Just Seventeen. Londres: Macmillan, 1991.
llato y de que toda España y parte de América Latina cantara aque-
llo de «por favor, sólo quiero matarla, a punta de navaja, besándola
una vez más». La canción desapareció del repertorio de Loquillo y
Trogloditas de un día para otro sin dar los protagonistas mayor ex-
plicación ante el asombro de sus fans. Las asociaciones feministas
tacharon el tema de machista y de inducir a la violencia de género,
y cargaron contra el autor de la letra y contra el grupo.
EMI reeditó la canción en formato single 10 años después, y las
emisoras de radio que anteriormente la habían encumbrado se
negaron a radiarla. Conocido es que he apoyado siempre la causa
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II. Literatura
Resumen
Este capítulo ofrece una visión general de las posibilidades del gé- Introducción al
género de la fantasía
nero de la fantasía heroica para los estudios literarios de género. heroica 33
Como breve delimitación teórica del género y sus características
distintivas, se ofrece un repaso a las categorías principales utiliza- La fantasía heroica
y el género 39
das en la literatura crítica («High»/«Low Fantasy», «Quest») así
como a sus subgéneros, con especial atención a la «espada y bru- Casos prácticos 45
jería». El cuerpo del capítulo lo compone una presentación de los
Conclusión 55
roles femeninos a través de la fantasía heroica, especialmente en el
caso del personaje tipo de la «mujer guerrera», y cuatro estudios Ejercicios 56
de caso concretos que intentan mostrar las posibilidades del géne-
Bibliografía 62
ro más allá de los esquema clásicos.
P i t a r c h , Pa u , « G é n e r o y fa n t a s í a h e r o i c a » . E n I s a b e l C l ú a
(e d . ) , G é n e r o y c u l t u r a p o p u l a r . B a r c e l o n a : E d i c i o n s U A B , 33
2008.
2 A diferencia del realismo, rencia interna del mundo ficcional que los textos presen- en el mundo anglosajón se conoce como «High Fantasy»,
que consiste en la coheren- tan. La apelación de «literatura fantástica» se suele reser- contrastada con la «Low Fantasy». La definición concreta
cia del mundo presentado var a textos que mantienen una coherencia interna en de los términos de la pareja «High Fantasy»/«Low Fan-
en el texto con el mundo re-
sus propios términos. El mundo ficcional en el que se si- tasy» varía considerablemente en la literatura crítica, pero
al que experimenta el lector,
la verosimilitud es la cohe- túan puede ser imposible según las leyes de la literatura es especialmente útil la distinción que proponen Boyer y
rencia interna del mundo mimética, pero eso no quiere decir que no posean un Zahorski (1977). Según ellos, la «High Fantasy» sería
presentado en el texto. sistema de verosimilitud propio, no necesariamente me- aquella que se sitúa en un mundo ficcional completo dis-
nos rígido que el del realismo.2 Esta matización puede tinto al nuestro como puede ser la Tierra Media de Lord
servir para separar aquellos textos de corrientes van- of the Rings (El señor de los anillos, JRR Tolkien, 1954-55),
guardistas o posmodernas que usan elementos fantásti- que posee su propia geografía, historia, mitología, len-
cos para cuestionar no sólo las convenciones de la narra- guas, etc., descritas morosamente en el texto, y que está
tiva mimética, sino la misma idea de narración. La poblada por diversas especies inteligentes no humanas
literatura fantástica propiamente dicha tiende a cons- como elfos, enanos, hobbits u orcos.
truir un universo alternativo y ordenado, no a decons- La «Low Fantasy», por otra parte, sería aquella que es-
truir la propia noción de mundo. tá basada en la introducción de lo fantástico, en forma
Un rasgo importante a tener en cuenta al tratar con la de magia o de cualquier otro fenómeno sobrenatural
literatura fantástica es que ésta se presenta explícitamen- que desafíe la explicación científica, en el mundo que re-
te como imposible en nuestro mundo. Sus textos se con- conocemos como cotidiano. Boyer y Zahorski citan las
sumen partiendo de la base de que el universo que des- historias de fantasmas o los cuentos folklóricos como
criben no es el real, ni las acciones narradas serían ejemplos de ella. En la literatura contemporánea, la saga
posibles en éste. Este rasgo concreto hace a veces difícil la de Harry Potter (JK Rowling, 1997-2007) sería el ejem-
clasificación de ciertos textos previos a la Ilustración, co- plo más célebre de este tipo.
mo algunas narrativas de viajes, que aunque contienen
elementos que desde el punto de vista actual se conside- MARCAS GENÉRICAS: TOLKIEN Y LOS CUENTOS DE
rarían sin ninguna duda fantásticos, no está claro en mu- HADAS
chas ocasiones cómo eran consumidos por su público
contemporáneo. El texto teórico clásico acerca de la literatura fantástica es
La condición previa de imposible de la literatura fan- «On Fairy Stories» («Acerca de los cuentos de hadas») de
tástica también ha sido utilizada por la crítica como dife- JRR Tolkien (1947). El ensayo niega explícitamente la
rencia clave entre este género y el de la ciencia ficción, conexión exclusiva de la literatura fantástica con la in-
tan cercanos en el mercado literario. Al contrario que la fancia y ofrece como base del género la «subcreación»: la
literatura fantástica, que se presenta como esencialmente creación de un mundo ficcional con sus propias leyes. La
imposible, la ciencia ficción se muestra como posible en maravilla que producen tales historias es producto de la
un futuro más o menos lejano y debe respetar por eso verosimilitud interna del mundo «subcreado» (en el sen-
hasta cierto punto las ideas sobre el universo prevalentes tido de que el mundo habitado por el escritor ha sido a
en la ciencia que le es contemporánea. su vez creado previamente), que debe presentarse como
Este capítulo tratará sobre una categoría relativamente «real» en sus propios términos. Es decir, no puede utili-
estable de textos que se acostumbra clasificar en castella- zar ningún marco que haga evidente su condición de ilu-
no como «fantasía heroica» y suele corresponder a lo que sorio. Tolkien rechaza la teoría de la «suspensión de la
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Suspensión de la increduli- incredulidad»,5 puesto que considera que cualquier du- neo, la literatura fantástica ofrece el consuelo de la «eu- «Quest». Estructura argu-
dad. Concepto presentado mental centrada en el viaje
da sobre la verosimilitud del mundo ficcional implica el catástrofe», término que Tolkien crea para referirse al
por el poeta romántico in- en busca de un objeto o pa-
glés Samuel Taylor Colerid- fracaso de la «subcreación» en proporcionar un mundo contrario de la tragedia. La «eucatástrofe» es mucho más ra destruir un objeto. El
ge en 1817. Se refiere a la convincente en el que la mente del público pueda entrar. que un simple «final feliz» puesto que combina en la re- proceso implica la supera-
disponibilidad del lector a El éxito del género no se basa pues en la credulidad de su solución satisfactoria del conflicto elementos de reden- ción de sucesivos obstácu-
dejar de lado su sentido co- supuesto consumidor infantil, sino en la credibilidad del ción y justicia poética. Para Tolkien, el final «eucatastró- los que prueban la condi-
mún habitual para aceptar ción de héroe del viajero. Es
mundo «subcreado». fico» no niega la existencia del dolor o la derrota sino
el mundo ficcional que el descrita tanto por Vladimir
texto le ofrece, por muy in- Tolkien responde también a las acusaciones de esca- que ofrece la esperanza de una victoria liberadora final. Propp como por Joseph
creíble y fantástico que éste pismo que planean sobre el género desde su aparición, La idea de la «eucatástrofe» apunta a uno de los temas Campbell como la estructu-
sea. defendiendo la seriedad de quien, después de una refle- centrales del género, que es el conflicto moral entre el ra central en la literatura de
mal y el bien. Aunque en muchos de los mejores ejem- fantasía.
xión racional, utiliza las posibilidades de escape de la
fantasía para condenar la modernización representada plos posteriores de fantasía heroica la clasificación moral
en las fábricas y las bombas. Esta tendencia antiindus- de los actores en dos bandos claros queda muy desdibu-
trial ha persistido en el género de tal manera que el jada, la enorme mayoría de textos del género presentan
mundo medieval se ha convertido en el universo por de- sus historias sobre el trasfondo de una lucha cósmica so-
fecto de la fantasía. Las variaciones entre casos fantásti- brehumana entre el bien y el mal, proyectada de manera
cos pueden ser muy grandes, pero la enorme mayoría más o menos compleja sobre los personajes.
presenta un desarrollo tecnológico limitado a la época Como motivo íntimamente relacionado con esta lucha
premoderna. Por razones históricas de evolución del gé- cósmica es inevitable hacer referencia a la «Quest»5 co-
nero, el modelo más habitual es la Europa medieval, ta- mo motor de la acción dramática, puesto que es quizás el
mizada por la visión idealizada del periodo codificada elemento estructural más característico de la fantasía he-
durante el siglo XIX, que veía en la Edad Media una Edad roica. Como suele ser habitual también en la tematiza-
Dorada del heroísmo. Elementos recurrentes caracterís- ción del viaje en otros géneros literarios, más que el desti-
ticos son, entre otros, el uso de un modelo socioeconó- no final, el foco de la narración está en las dificultades y
mico basado en el feudalismo, la institución de la caba- pruebas que los protagonistas deben superar en el cami-
llería o la ausencia de armas de fuego. no, que se convierte en un proceso de autoconocimiento.
La persistencia de los mundos paramedievales en la fan- El objetivo de la «Quest» suele ocupar una posición cen-
tasía heroica se ha relacionado también con el papel central tral en el conflicto moral cósmico y lleva a la restauración
de la magia en el género, en tanto que las explicaciones so- «eucatastrófica» del orden/bien en el universo ficcional.
brenaturales del universo tienden a asociarse con lo que,
desde el pensamiento racionalista ilustrado, suele conocer- SUBGÉNEROS: FANTASÍA ÉPICA Y ESPADA Y BRUJERÍA
se como la época precientífica. Pese a que a veces las capaci-
dades mágicas se reducen simplemente a una herramienta La fantasía heroica se divide a su vez en numerosos subgé-
cotidiana más de los protagonistas o sus adversarios, gran neros, muchas veces surgidos de la combinación de ele-
parte de la fantasía heroica tematiza intensamente los ele- mentos característicos de otros géneros con el trasfondo
mentos mágicos, dando una dimensión simbólica al proce- de un mundo fantástico. De este modo, la crítica ha usado
so de su aprendizaje, los límites y efectos de su uso o las res- términos como «Dark Fantasy», fantasía combinada con
ponsabilidades que tal poder implica para quien lo posee. elementos de literatura de terror o fantasía erótica, como
Ante la tragedia del mundo industrial contemporá- en la serie de Kushiel de Jacqueline Carey; fantasía históri-
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ca, situada en mundos fantásticos con un referente histó- George RR Martin) o incluso diez (Malazan Book of the Fa-
rico reconocible, como es característico de las novelas de llen [El Libro de Gestas de Malaz] de Steven Erikson) y once
Guy Gavriel Kay; o «mannerpunk», parodia del término volúmenes (Wheel of Time [La rueda del tiempo] de Robert
cyberpunk combinado con «comedy of manners», ficción Jordan). Es difícil imaginar sin embargo que ninguna serie
centrada en la descripción de sofisticadas relaciones socia- supere a Guin Saga (Saga de Guin) de la autora japonesa
les, cuyo principal representante son las novelas de Ellen Kaoru Kurimoto, que empezó a publicarse en 1979 y que
Kushner. Un catálogo exhaustivo de subgéneros escapa ya ha sobrepasado el volumen número cien.
completamente al objetivo de estas páginas, pero sí es útil Por su conexión con las revistas pulp de mitad del siglo
hacer un breve repaso de las características de los dos sub- XX, la espada y brujería tiende a considerarse un modo de
géneros más extendidos de la fantasía heroica: la «fantasía ficción demasiado formulario y cualitativamente inferior
épica» y la «espada y brujería» («Sword and Sorcery»). a la fantasía épica, pero eso no quiere decir que no deje es-
La diferencia esencial entre los dos subgéneros es básica- pacio a la innovación. Las aventuras de Elric de Melnibo-
mente de escala. La fantasía épica trata conflictos que se né, personaje de Michael Moorcock, pueden servir de
producen a escala colectiva, afectando regiones, continen- ejemplo. Contrastando con el modelo de Conan, el bárba-
tes, planetas o incluso universos enteros. La espada y bruje- ro fuerte y noble que derrota a corruptos hombres civili-
ría, por otra parte, tiene un foco individual, centrado en los zados, Elric es un albino enfermizo que provoca la caída
esfuerzos de sus protagonistas por sobrevivir en un mundo de su propio imperio. En vez de repetir la clásica estructu-
hostil. La comparación entre el Frodo de El señor de los ani- ra «matar al monstruo, conseguir la chica, recoger el teso-
llos y Conan, el primero de los héroes de espada y brujería, ro», Elric empieza matando a la mujer a la que ama y aca-
muestra claramente esta diferencia. Si la fuerza dramática ba por perderlo todo, convertido en un títere a manos de
de Frodo está en el contraste entre su aparente debilidad su espada Stormbringer, que es quien ha llevado las rien-
como hobbit y la enormidad de su misión –poco más que das en la sombra durante toda la historia.
salvar el mundo–, Conan es un héroe marginado de la civi-
lización que debe buscar sus propias motivaciones.
LA FANTASÍA HEROICA Y EL GÉNERO
El contraste de escala puede apreciarse también en las
dimensiones de los propios textos. La espada y brujería
LA FANTASÍA HEROICA COMO CREADORA DE IMÁGENES
suele presentarse en historias cortas episódicas y desconec-
tadas que tienden a una estructura cíclica en la que la lucha
del protagonista contra el entorno se puede repetir ad infi- Como cualquier otra manifestación artística, la fantasía
nitum. Por ejemplo, Fritz Leiber, uno de los padres del sub- heroica tiene un potencial enorme para crear y hacer cir-
género y el creador de su nombre, escribió más de treinta cular imágenes de género entre sus consumidores. La
historias de Fafhrd y el Ratonero Gris entre 1939 y 1988. La marca distintiva de sus mundos es, como ya se ha men-
fantasía épica, en cambio, adopta generalmente el formato cionado anteriormente, la imposibilidad según las leyes
de saga multivolumen, en la que diversas líneas de acción de la literatura mimética, pero eso no quiere decir que
evolucionan hacia una conclusión decisiva. Por el estatus no tengan ninguna implicación en el mundo real. La
del clásico de Tolkien, la trilogía se ha tendido a considerar fantasía heroica puede servir de vehículo para interpre-
como el formato ideal para las sagas de fantasía épica, pero tar la realidad y sin duda alguna trabaja con valores
últimamente abundan las series que se alargan hasta los ideológicos directamente relacionados con ésta.
siete (A Song of Ice and Fire [Canción de hielo y fuego] de La posición central en el género del conflicto moral
entre el mal y el bien no se construye sobre el vacío, sino
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que bebe directamente de los debates prevalentes en la siguen siendo el gran texto clásico con el que se compa-
cultura en la que los textos se producen y consumen. Al- ran todas las sagas aparecidas después. El enorme éxito
rededor de este conflicto moral esencial, la fantasía he- de las adaptaciones cinematográficas de Peter Jackson ha
roica tiene el potencial característico de crear una mito- dado si cabe aún más fuerza a la estatura de Tolkien co-
logía ad hoc para su público. El mundo fantástico se mo clásico y le ha convertido sin duda en el epítome de
constituye basado en la diferencia esencial con el nues- la fantasía heroica para el público contemporáneo.
tro, pero, al mismo tiempo, es capaz de erigirse como Desde el punto de vista de los estudios de género, sin
modelo mítico del pasado de una cultura. Su condición embargo, la saga de Tolkien tiene una limitación impor-
de ahistórico no es impedimento para que sus imágenes tante en el trato de los personajes femeninos. En El señor
adquieran poder simbólico y se erijan en representacio- de los anillos las mujeres ocupan una posición completa-
nes más o menos idealizadas de ese pasado. Las socieda- mente periférica. Todos los miembros de la Comunidad
des paramedievales de la fantasía heroica resultan a la del Anillo son hombres, así como sus enemigos y aliados.
vez conocidas y lejanas para el público contemporáneo, Exceptuando los casos de Galadriel y Éowyn, las mujeres
contrarrestando la extrañeza de lo imposible con la fa- que aparecen en la historia no suelen salir del papel de
miliaridad de sus bases ideológicas. trofeo que espera a los héroes tras su regreso victorioso
Nada impide a la fantasía heroica, en principio, reinven- (Arwen en el caso de Aragorn y Rosa Coto en el de Sam
tar radicalmente las categorías culturales de sexo y/o géne- Gamyi). Es sintomático que en las versiones cinemato-
ro, pero es significativo que tal experimentación sea extre- gráficas de Peter Jackson el papel de Arwen se expandie-
madamente rara: el sistema patriarcal ocupa una posición ra considerablemente y apareciera incluso como prota-
tan central en las imágenes del pasado de nuestra cultura, gonista de escenas de acción.
que cualquier recreación mítica parece que debe incorpo- Galadriel es la única mujer que aparece en la historia
rarlo como indiscutible. De este modo, por ejemplo, den- como políticamente activa desde su posición de señora
tro del esquema tradicional de la «Quest», los personajes del reino-bosque de Lothlórien, junto con su marido Ce-
femeninos han quedado limitados tradicionalmente a una leborn. Su papel en la acción de la trilogía, sin embargo,
serie cerrada de posiciones relativamente pasivas. En el se reduce al de proporcionar asilo a la Comunidad del
bando del héroe, las mujeres pueden ser el objeto de la Anillo después de que éstos escapan de las minas de Mo-
búsqueda, como en el esquema clásico de la princesa de los ria. Pese a ser una de las personas más poderosas de la
cuentos de hadas, o una figura maternal protectora, como Tierra Media y poseer uno de los tres anillos de poder él-
podría ser la clérigo Goldmoon, única mujer del grupo de ficos, su rol en la historia no pasa de ser una especie de
aventureros de la primera serie de Dragonlance. Como ad- figura maternal de aires marianos (el propio Tolkien
versarias, por otra parte, demasiado a menudo pueden re- menciona a la Virgen María como inspiración del perso-
ducirse al rol de tentadora sexual al estilo vamp o bruja naje en una carta), personificación mitológica del «ángel
malvada, pero prácticamente nunca líder de las fuerzas del del hogar» victoriano. En contraste con el grupo mascu-
Mal que quieren dominar el universo. lino de viajeros, la dama de Lothlórien tiene un papel es-
tático, limitado a su reino, santuario de paz en medio del
LAS MUJERES EN LA FANTASÍA HEROICA CLÁSICA caos desatado sobre el mundo por las fuerzas del mal.
Éowyn, a su vez, parece un personaje más interesante
El texto fundacional del género, tal y como es conocido en tanto que abandona los roles tradicionales de la dama
hoy en día, es sin duda El señor de los anillos y sus obras cortesana para vestirse de hombre y partir a la guerra
40 P A U P I TA R C H GÉNERO Y FA N TA S Í A H E R O I C A 41
2 Los Inklings eran un cír- con su tío Théoden, rey de Rohan. La decisión de sumar- hasta la Bradamante del Orlando o la Clorinda de la Ge-
culo literario basado en Ox- se a la partida de guerra procede no sólo del despecho rusalemme liberata. No faltan tampoco casos históricos
ford entre los años 30 y 60. amoroso (su atracción por Aragorn no es correspondi- de mujeres que han tomado las armas y se han incorpo-
Reunía a escritores cristia-
da), sino también de la insatisfacción ante las limitacio- rado al mundo tradicionalmente masculino de la guerra,
nos interesados en la fanta-
sía y lo esotérico. Además nes impuestas a su sexo por la convención. Éowyn se nie- encarnando la imagen de la «virgen guerrera», como
de Tolkien, participaron en ga a quedarse encerrada en el hogar mientras los Juana de Arco, o haciéndose pasar directamente por
él autores como C.S. Lewis hombres de su familia salen en busca de gloria. La don- hombres, como hizo Catalina de Erauso.
y Charles Williams, tam- cella guerrera tiene ciertamente un papel importante en
bién autores clásicos de fan-
tasía heroica.
la batalla contra las fuerzas de la oscuridad, puesto que
es ella quien abate al Rey Brujo de Angmar, de quien se Mujeres soldado
– Bradamante: Prima del héroe Orlando en el Orlando Furioso
había profetizado que no caería a manos de «ningún
(1532) de Ludovico Ariosto y experta guerrera. Se casa con el
hombre viviente». Sin embargo, la «eucatástrofe» final se héroe Ruggiero, descendiente de Héctor, después de que éste
encarga de poner las cosas en su sitio. Éowyn se casa con se convierta al cristianismo.
Faramir, hijo del senescal de Gondor y súbdito de Ara- – Camilla: Reina de los volscos que lucha contra Eneas como
gorn, una vez éste recupera su trono, y renuncia a las aliada de Turno en la Eneida (s. I aC) de Virgilio.
motivaciones que la habían llevado al campo de batalla: – Catalina de Erauso (1592-1650): Monja española que huyó de
su convento vestida de hombre a los quince años, embarcó ha-
«¡Ya nunca más volveré a ser una doncella guerrera, ni
cia América y luchó allí como soldado hasta 1623. Escribió una
rivalizaré con los grandes caballeros, ni gozaré tan sólo autobiografía titulada Historia de la monja alférez: doña Catali-
con cantos de matanza! Seré una Curadora, y amaré to- na de Erauso escrita por ella misma.
do cuanto crece, todo lo que no es árido. –Y miró de – Clorinda: Guerrera musulmana que aparece en la Gerusalem-
nuevo a Faramir. –Ya no deseo ser una reina –dijo». me liberata (Jerusalén liberada, 1580) de Torquato Tasso. Mue-
Por supuesto, considerando el entorno cultural de re a manos del héroe cristiano Tancredo, de quien está enamo-
rada. El episodio inspiró una célebre pieza de Claudio
Tolkien, sus ideas políticas y religiosas y su participación
Monteverdi titulada «Il Combattimento di Tancredi e Clorinda»
en el grupo oxoniense de los Inklings,2 no es sorpren- («El combate de Tancredo y Clorinda», 1624)
dente que las mujeres queden relegadas a este tipo de pa- – Juana de Arco (1412-1431): Campesina francesa que lideró los
peles en su obra. Su poder como modelo perenne dentro ejércitos del Delfín de Francia en 1429-30 durante la Guerra de
de la fantasía, sin embargo, ha contribuido histórica- los Cien Años. Levantó el sitio de Orleáns y abrió el camino pa-
mente a la pervivencia de serias limitaciones en los per- ra la coronación del Delfín como Carlos VII en Reims. Captura-
da por los borgoñones y quemada por los ingleses como hereje
sonajes femeninos del género, frente a los que textos pos-
en Ruán, se convirtió en uno de los símbolos del nacionalismo
teriores han tenido que posicionarse. francés. Fue santificada por la Iglesia Católica y declarada San-
ta Patrona de Francia en 1920.
LA MUJER GUERRERA
El personaje de Éowyn se puede leer dentro de una larga En el mundo concreto de la fantasía heroica, es en el
tradición de mujeres guerreras cuya recreación en la fan- subgénero de la espada y brujería donde se desarrolla pri-
tasía heroica suele ser uno de los focos de análisis de los mero el modelo del personaje. La aparición de la mujer
estudios de género que se fijan en sus textos. Desde la guerrera es bastante temprana, si se tiene en cuenta que la
aparición de las amazonas en la mitología griega, abun- primera narración de Conan, «The Phoenix on the Sword»
dan los ejemplos literarios, desde la Camilla de la Eneida («El Fénix en la espada»), fue publicada por Robert E. Ho-
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ward en 1932 en la revista norteamericana de horror y fan- como CJ Cherryh, Elizabeth Moon o Mercedes Lackey. La
tasía Weird Tales (donde también participaban autores co- antología nació con el objetivo explícito de combinar el
mo HP Lovecraft y Clark Ashton Smith) y sólo dos años potencial de la espada y brujería de presentar una prota-
después ya aparecía Red Sonja en «The Shadow of the Vul- gonista fuerte en lucha contra su entorno y un programa
ture» («La sombra del buitre», 1934), narración de ficción activo de revisión feminista de los patrones de género de
histórica aparecida en The Magic Carpet Magazine (La al- la fantasía heroica. En segundo término, tal revisión im-
fombra mágica). Fue a partir de las versiones de Conan en plica superar la automatización del héroe estándar del gé-
formato de cómic publicadas por Marvel en los años se- nero que, como apunta la editora en el prólogo a la undé-
tenta que Red Sonja se incorporó al universo de Conan y cima edición de la antología, son a menudo más robóticos
posteriormente tuvo su propia serie. Fueron los cómics de que los androides de las historias de Asimov.
Marvel los que estandarizaron su imagen en la clásica ar- Un repaso a los más de veinte volúmenes publicados
madura-bikini de más que dudosa utilidad militar. hasta la fecha también puede dar una idea de cómo ha
El valor de la mujer guerrera como imagen de libera- cambiado el propio concepto de «mujer fuerte» y qué te-
ción femenina ha sido motivo de extenso debate entre la mas han ocupado una posición central entre las preocupa-
crítica. Ante la escasez generalizada de personajes femeni- ciones del feminismo. Por ejemplo, en relación con las pri-
nos activos, la aparición de una «mujer fuerte», armada y meras entregas de la antología han ido en descenso las
peligrosa, es a menudo saludada como un modelo positivo historias basadas en un personaje femenino que demuestra
que puede romper la jerarquía patriarcal que domina gran a su entorno que es capaz de hacer igual o mejor un traba-
parte del género. Por otra parte, hay voces que apuntan jo tradicionalmente «masculino». Probablemente no sea
que tales guerreras no suelen ser presentadas dentro de so- casual que tal evolución haya coincidido con la incorpora-
ciedades igualitarias sino como la excepción dentro de un ción gradual de mujeres a un abanico más amplio de em-
sistema patriarcal, de manera que no dejan de estar aliena- pleos en el mundo occidental. Sword and Sorceress, en este
das de él y su potencial subversivo es mínimo. sentido, simplemente hace explícito el programa implícito
Por otra parte, es interesante considerar el rol particu- en el género de la fantasía heroica, que no es otro que el de
lar de la sexualidad en las mujeres guerreras. La mayoría crear una mitología para la cultura que lo consume.
de los ejemplos parecen agruparse alrededor de dos mo-
delos que podrían considerarse antagónicos: el hiperse- CASOS PRÁCTICOS
xualizado y el asexual. La mujer guerrera parece estar
condenada a ser una pin-up en la saga de Red Sonja o PONIENTE: REVISIONES GENÉRICAS
una vestal al estilo Juana de Arco, como la paladín de la
saga de Elizabeth Moon, The Deed of Paksenarrion (La Aunque a fecha de 2007 aún no se han publicado más
hazaña de Paksenarrion), que declara explícitamente no que cuatro de los siete volúmenes proyectados, se puede
tener ningún interés por el sexo. decir que la saga A Song of Ice and Fire (Canción de hielo
De cualquier modo, no han faltado intentos de aprove- y fuego, 1996-), del autor norteamericano George RR
char el potencial del personaje para crear una fantasía he- Martin, es una de las series más importantes que han
roica abiertamente feminista. Marion Zimmer Bradley aparecido en el género en los últimos diez años. Canción
empezó a editar en 1984 una antología anual de relatos de de hielo y fuego reaprovecha prácticamente todos los re-
espada y brujería con el título de Sword and Sorceress (Es- cursos de la fantasía heroica pero siempre con una dis-
pada y hechicera), donde han publicado autoras célebres tancia que evita la caída en los clichés.
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La idealización del universo medieval es mínima y po- vez de las pías oraciones propias de una doncella, la lista
cos personajes parecen a salvo de morir en cualquier mo- de nombres de sus enemigos mortales, que se va redu-
mento; el continente fantástico de Poniente es un mundo ciendo a medida que se deshace de ellos.
sucio y peligroso. La magia está presente en la cantidad El aspecto más interesante de Sansa es quizás su rela-
justa para mantener la sensación de maravilla pero no ción con la tradición de la literatura caballeresca. No só-
interfiere en la acción real, que se produce en el conflicto lo es una ferviente consumidora de cantares de gesta, si-
entre las decenas de personajes que pueblan la serie. Las no que proyecta en los adultos de su alrededor las
líneas que separan el bien del mal son más que borrosas imágenes heroicas que aprende de canciones e historias,
y, entre los personajes que se pueden identificar en algún con resultados invariablemente funestos.
momento como «villanos», no hay prácticamente ningu- Al principio de la serie, su compromiso con el príncipe
no que no tenga una motivación verosímil y hasta cierto Joffrey la llena de alegría, pese a que el joven es evidente-
punto comprensible para perpetrar sus acciones. Aunque mente un niño malcriado con tendencias sádicas, que la
algunos personajes parecen creados expresamente para propia Sansa sufrirá en episodios posteriores. Fascinada
ganarse las simpatías del público, el foco tradicional en por la elegancia de la reina Cersei y confiando en su esta-
una figura heroica central está completamente desdibu- tura moral como aristócrata, le cuenta los planes secretos
jado. de su padre, que acaba pagando con la vida la simplici-
Los personajes femeninos de Canción de hielo y fuego dad de su hija. Finalmente, acepta escapar del palacio con
presentan un amplio catálogo de modelos genéricos clá- Ser Dontos, un ex caballero borracho, convertido en bu-
sicos, desde Catelyn Stark, arquetipo de la madre que lu- fón, que se gana su confianza haciéndole creer que están
cha por sus hijos, a Brienne de Tarth, mujer guerrera que repitiendo la historia de amor de Florian y Jonquil, can-
sufre el ridículo y las amenazas del mundo exclusiva- ción caballeresca clásica de Poniente. Por supuesto, Ser
mente masculino de la caballería. Por otra parte, la revi- Dontos no es más que un traidor que, lejos de liberarla, la
sión de los elementos clásicos de la fantasía heroica que entrega a Petyr Baelish, otro noble sin escrúpulos que tie-
lleva a cabo Martin produce también otros personajes ne planes muy poco caballerosos para Sansa.
más interesantes como Asha Greyjoy, que lucha con sus En general, Sansa suele ser un personaje muy poco
parientes por el derecho a suceder a su padre en el trono apreciado entre el público consumidor de la saga, pero
de las Islas de Hierro, o Cersei Lannister, que se resiste a leyendo con atención su evolución a través de los prime-
ser utilizada por su padre como herramienta política ros cuatro volúmenes se puede intuir que tendrá un pa-
después de la muerte del rey, su marido, e intenta con- pel activo e importante en la historia, una vez superadas
trolar el poder político como viuda regente negándose a las limitaciones del papel de dama lánguida. El desenga-
unas nuevas nupcias. ño con el mundo idealizado de la fantasía caballeresca y
Sansa Stark, hija mayor de Catelyn, empieza la serie sus roles de género, a través de la lectura metatextual que
representando la imagen tradicional de la dama medie- propicia la revisión global que hace Martin de la fantasía
val. Se describe como una muchacha hermosa que posee heroica, puede funcionar a la vez como reflexión sobre
todas las habilidades sociales y artísticas esperables en las limitaciones de los personajes femeninos en los textos
una dama cortesana. El personaje contrasta claramente clásicos del género.
con su hermana menor Arya, que es una apasionada de Daenerys Targaryen es otro personaje femenino que
la esgrima. Su apariencia y acciones hacen que a menudo presenta una evolución digna de ser mencionada. Su his-
la confundan con un niño y antes de dormirse recita, en toria aprovecha también elementos clásicos del género
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pero con la originalidad suficiente para que la familiari- cristianismo desde los parámetros de la fantasía heroica.
dad no caiga en el cliché. Daenerys hace el conocido pa- La novela redescubre las posibilidades de la materia ar-
pel de última heredera de una línea real que quiere recu- túrica como mundo de mujeres políticamente activas y,
perar el trono del que fue expulsada su familia. En los al convertir la lucha entre paganismo y cristianismo en el
primeros episodios sus acciones están limitadas a ser ca- elemento central de la historia, consigue cambiar com-
sada con el cabecilla de los dothrakis, una horda de jine- pletamente el foco de ésta. La romantización convencio-
tes nómadas. La muchacha no es más que la moneda de nal de las gestas caballerescas de los hombres da paso al
cambio entre dos hombres: su hermano, que quiere utili- desarrollo de intrigas de poder en las que las mujeres
zar el poder militar de los dothrakis para reconquistar el juegan un papel central.
reino, y el cabecilla, que desea utilizar la legitimidad del A la vez, Bradley combina la destrucción de la cultura
linaje de los Targaryen. pagana a manos del cristianismo con uno de los escena-
Después de su matrimonio, Daenerys gana progresi- rios clásicos del género fantástico, iniciado precisamente
vamente protagonismo pero aún dentro de los estrechos por Tolkien: el mundo en el que la magia está muriendo.
límites de lo convencional. Al quedarse embarazada se El proceso por el cual la magia desaparece lentamente del
convierte en un símbolo de los dothrakis, que ven en su mundo, conocido entre la crítica con el término técnico
futuro hijo el cumplimiento de una antigua profecía so- de thinning, da un trasfondo melancólico a las aventuras
bre el líder que les llevará a conquistar el mundo. Pero el de Frodo en El señor de los anillos, pero el acierto de Las
familiar esquema genérico de la profecía no es más que nieblas de Avalón está en desarrollar en paralelo el tema de
una pista falsa y la transformación del personaje ocurre la extinción de la magia con el de la destrucción de la so-
precisamente cuando una traición le priva a la vez de su ciedad pagana. Bradley presenta la Bretaña pagana como
marido y de su futuro hijo. Lejos de desaparecer de la una sociedad donde las mujeres pueden tener poder, fren-
historia, una vez perdidas las categorías de esposa y ma- te al modelo patriarcal de la iglesia que las aparta comple-
dre, Daenerys se convierte, gracias a la oportuna abertu- tamente de la toma de decisiones.
ra de tres huevos de dragón que todos creían muertos, Morgana, presentada tradicionalmente como malvada
en una líder por sus propios medios. tentadora del virtuoso Arturo, es la heroína de Las nie-
blas de Avalón. Su papel activo contrasta claramente con
AVALÓN: GÉNERO Y PODER el modelo de feminidad convencional de la reina Gine-
bra, presentada como una cristiana fanática educada en
The Mists of Avalon (Las nieblas de Avalón, 1982) es proba- un convento. Ginebra es una mujer sin poder, cuyo úni-
blemente la novela más famosa de Marion Zimmer Brad- co papel es provocar la deshonra de Arturo a través de su
ley y una de las más conocidas revisiones feministas de la relación adúltera con Lanzarote. Ambos personajes viven
materia artúrica dentro de la fantasía heroica. La novela en un mundo lleno de mujeres activas como Igraine o
obtuvo el premio Locus en 1984 a la mejor novela de fan- Viviana, la Dama del Lago, cuyas vidas cambiarán como
tasía, de manera que no se trata de un texto oscuro o mar- resultado del conflicto político-religioso.
ginado, sino de uno de los textos canónicos del género.
Si Bradley consigue recuperar para la ficción feminista Las mujeres de la leyenda artúrica
un material tan manido como el del rey Arturo y sus ca- Ginebra: Reina consorte de Arturo que comete adulterio con el
caballero Lancelot.
balleros de la Mesa Redonda es gracias a su manera de
Igraine: Madre del Rey Arturo.
reinterpretar el conflicto religioso entre paganismo y Morgana: Maga hermanastra del Rey Arturo. En la Materia de
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ciencia típica de un principiante una «sombra», una cria-
Bretaña suele aparecer como antagonista de Arturo y Ginebra.
Viviana, la Dama del Lago: Maga que ofrece a Arturo la espada
tura mágica que no es capaz de controlar. Acechado por
Excalibur. la «sombra», huye hasta encontrar a su viejo maestro
Ogión, que le recomienda que vuelva a enfrentarse a ella.
Siguiendo el consejo de su antiguo mentor, Ged busca al
La propia autora especificó en «Thoughts on Avalon» ser que le perseguía y acaba por dominarlo fusionándose
(1986) que la novela no fue concebida como un ataque al con él al pronunciar su verdadero nombre, que no es otro
cristianismo como religión sino contra el uso machista de que el suyo propio.
éste. Bradley ve en la destrucción de la cultura pagana de la La escena de la fusión es especialmente interesante,
Bretaña mítica un ejemplo de cómo la alianza de la reli- puesto que la «sombra» toma las formas de diversos
gión organizada con el poder político puede desembocar hombres con los que Ged se ha enfrentado a lo largo de
en un sistema patriarcal y ginófobo y una actitud de domi- su vida, entre los que se encuentran su propio padre y
nación violenta frente a la naturaleza. Las nieblas de Avalón Jaspe, el aprendiz que le reta para que haga el conjuro
intenta dar voz a aquellos personajes como Morgana o la que provoca la llegada de la «sombra». Ged, que ha cons-
Dama del Lago que, aunque aparecen en la versión de Ma- truido su identidad a través del conflicto con otros hom-
lory como aliadas o antagonistas de Arturo, nunca reciben bres, debe aprender a reconocer en sí mismo todos esos
la atención suficiente para poder explorar sus motivacio- modelos de masculinidad para vencer a la «sombra» que
nes. Aprovechando los recursos de la fantasía heroica, no es sino él mismo. En este proceso del conflicto a la
Bradley se presenta más como reconstruccionista que co- aceptación juega un papel central el consejo de Ogión, al
mo revisionista y busca devolver a las mujeres a sus pape- que Ged había abandonado al principio de la historia
les centrales en el drama de la materia artúrica. por no corresponder a su imagen convencionalmente
masculina de «hechicero poderoso».
TERRAMAR: GÉNERO Y MAGIA En el cuarto volumen, Tehanu (1990), Le Guin retoma
la serie después de diecisiete años para mostrar la historia
Una de las primeras series en seguir el camino abierto de las víctimas del poder de la magia dominada por los
por Tolkien fue el ciclo de Terramar, creado por Ursula hombres en Terramar. Ged vuelve en la novela a su isla
K. Le Guin, que empezó con él una larga y exitosa carre- natal, en una aparente inversión del motivo clásico de la
ra en los géneros de la fantasía heroica y la ciencia fic- «Quest», donde se encuentra con Tenar, protagonista
ción. Los tres primeros volúmenes de la saga aparecieron junto con Ged de la segunda entrega de la serie: The
antes del boom comercial del género, que comienza en Tombs of Atuan (Las tumbas de Atuan, 1971). Tenar, que
1977 con el éxito de The Sword of Shannara (La espada había huido en la novela anterior del entorno opresivo de
de Shannara) de Terry Brooks, pero ya muestran un inte- la religión de los Sin Nombre, ha adoptado a Tehanu, una
rés por plantearse los principios ideológicos que lo in- niña dejada por muerta por unos vagabundos.
forman, especialmente en relación con la magia. El ritmo de la novela es lento y explícitamente antiépi-
La primera novela del ciclo, A Wizard of Earthsea (Un co porque intenta mostrar precisamente los espacios que
mago de Terramar, 1968), retoma el clásico motivo del las aventuras convencionales tienden a ignorar: el desti-
«aprendiz de brujo» para desarrollar una reflexión sobre no de las víctimas de un sistema de poder que prima al
la formación de la identidad masculina. Azuzado por un poderío masculino por encima del resto de valores. Te-
compañero, Ged, el protagonista, convoca con la incons- hanu representa la otredad en diversos niveles, como ni-
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ña, como mujer, como no-humana (tal y como se descu- derechos»), da una pista clara sobre el contenido de la
bre al final de la novela), y eso hace que sea a la vez temi- novela: la lucha de una niña para ser aceptada en la Uni-
da y maltratada por su entorno. Es significativo que Ged versidad Invisible, único centro de educación superior
aparezca en la novela completamente agotado y despro- mágica, que tradicionalmente sólo admite a hombres co-
visto de poderes, de manera que se ve forzado a buscar mo alumnos. En su charla «Why Gandalf Never Ma-
maneras de responder a los conflictos que van más allá rried» («Por qué Gandalf no se casó», 1985), Pratchett ya
del uso de su poder de mago. había señalado la segregación sexual en el campo de la
Terramar es una serie abierta (la última entrega, The magia como un cliché tan arraigado en el género que ca-
Other Wind [En el otro viento], apareció en 2001) que no si pasaba desapercibido. Repasando los modelos de Mer-
deja de replantearse los principios ideológicos de la fan- lín, Gandalf y Ged, Pratchett muestra cómo en el imagi-
tasía heroica y busca llevar al género más allá de sus lí- nario de la fantasía heroica la división es clara: la magia
mites tradicionales. El recurso de basar esencialmente la en manos de hombres es una marca de sabiduría y/o po-
magia de su universo en el lenguaje permite a la saga ex- der, en manos de mujeres es brujería de tercera clase.
plorar cuestiones de poder e identidad de manera com- Equal Rites es una ampliación cómica de estos prejuicios,
pleja, a la vez que traslada explícitamente el foco de la mostrados tanto en magos como en brujas, combinada
«Quest» al interior de los personajes. con una reflexión sobre cómo el poder consiste a veces
en elegir no usar la magia.
MUNDODISCO: FANTASÍA HEROICA Y PERFORMATIVI- Una de las últimas novelas de la serie, Monstrous Regi-
DAD ment (Regimiento Monstruoso, 2003), desarrolla el motivo
clásico de la mujer que se viste de hombre para ir a la gue-
Si hay un actor que haya sabido explotar el potencial có- rra. Pratchett no resiste la tentación de llevar el cliché al
mico y satírico de la fantasía heroica ése es sin duda absurdo, creando un regimiento en el que todos los solda-
Terry Pratchett, que ha publicado más de treinta y cinco dos, excepto el poco observador teniente Blusa, son muje-
volúmenes de su serie del Mundodisco. La serie empezó res trasvestidas; ni de rizar el rizo con una escena en la que
con The Colour of Magic (El color de la magia, 1983) co- las mujeres que fingen ser hombres tienen que fingir ser
mo una parodia de los clichés del género, pero evolucio- mujeres para infiltrarse en una fortaleza vestidas de lavan-
nó luego hacia una sátira social mucho más amplia, in- deras. Por supuesto, el único personaje que no levanta las
corporando elementos de novela negra e infinidad de sospechas de los guardias es el teniente Blusa, capaz de ac-
referencias culturales. El Mundodisco ha servido de esce- tuar de manera más femenina que las propias mujeres.
nario a sátiras sobre la industria cinematográfica (Mo- Aunque el género no sea su tema central, Feet of Clay
ving Pictures [Imágenes en acción], 1990), las institucio- (Pies de barro, 1996), décimonovena novela del Mundo-
nes religiosas (Small Gods [Dioses menores], 1992), la disco, aprovecha una de las especies no humanas clásicas
música pop (Soul Music [Música Soul], 1994), la política de la fantasía, los enanos, para desarrollar una sublínea
internacional (Jingo [¡Voto a bríos!], 1997) o el periodis- de acción que tiene mucho que ver con cuestiones de
mo (The Truth [La verdad], 2000). identidad genérica. Los enanos de Pratchett son una pa-
Equal Rites (Ritos iguales, 1987) es sólo la tercera no- rodia evidente de los creados por Tolkien para su Tierra
vela de la serie, pero ya en ella aparecen cuestiones de gé- Media: mineros barbudos vestidos siempre con casco y
nero como conflicto central de la acción. El título origi- cota de malla y armados de enormes hachas o martillos
nal, homófono de «Equal Rights» («Igualdad de de guerra. Las novelas del Mundodisco desarrollan ade-
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más sus gustos musicales (canciones con la palabra Cheery, cuando en la sociedad enana puede hacer «todo
«oro») y gastronómicos (la rata con ketchup, regada con lo que hacen los hombres», ante lo que la recluta respon-
cerveza), pero su mayor acierto está en explotar con hu- de que efectivamente eso es así, mientras haga «sólo lo
mor el mito de la masculinidad hiperbólica que hay de- que hacen los hombres». Los diálogos entre los dos per-
trás de esa raza fantástica. Pratchett aprovecha con gran sonajes ponen de manifiesto cómo el sexo biológico pue-
habilidad las posibilidades de un cliché tan clásico como de variar, pero el género de los enanos admite un único
el de los enanos para desarrollar una reflexión, no por modo de vestir y actuar. Que el sistema de género enano
cómica menos sofisticada, sobre los roles de género en el no sea binario sino monogenérico no implica que sus le-
mundo de la fantasía heroica y en el mundo real que es yes sean menos opresivas, como pone de manifiesto el
su inevitable término de comparación. movimiento conservador que acusa a Cheery de amena-
Una de las primeras descripciones de los enanos apa- zar la esencia de «lo enano».
rece en Guards! Guards! (¡Guardias! ¿Guardias?, 1989),
octava novela de la serie, en la que se incluye la siguiente
CONCLUSIÓN
nota: «Al decir «enanos», se habla de ambos sexos. Todos
los enanos tienen barba y visten unas doce prendas, unas
sobre otras. El sexo es más o menos opcional». Como re- Los cuatro casos presentados son una muestra de las po-
pite el narrador en diversas ocasiones, el hecho de que el sibilidades de la fantasía heroica de tratar de manera
sexo de los enanos no pueda distinguirse a simple vista compleja cuestiones de género. Lejos de constituir una
hace del cortejo un asunto extremadamente delicado, en barrera ideológica insalvable, los esquemas distintivos y
el que la mayor parte del tiempo se dedica a intentar ave- personajes tipo de la fantasía heroica ofrecen precisa-
riguar con tacto la identidad genérica de la potencial pa- mente en su elevada estandarización un terreno fértil pa-
reja. ra explorar de modo simbólico la relación del género
Pies de barro introduce el personaje de Cheery Little- con el poder en nuestra cultura. La autorreferencialidad
bottom, nuevo recluta enano de la guardia de Ankh- intertextual de Martin, las reflexiones sobre la interac-
Morpork, dentro del programa de promoción de la di- ción entre magia y autoridad en Bradley y Le Guin o la
versidad en las fuerzas de orden público iniciado en Men reversión paródica de las mitologías de la masculinidad
at Arms (Hombres de armas, 1993). Como todos los ena- en Pratchett muestran cómo la fantasía heroica es capaz
nos, Cheery es tratado en masculino hasta que su com- de vehicular de manera original temas clave para el estu-
pañera de guardia Angua, mujer-lobo, descubre que el dio del género en la cultura.
nuevo recluta es «una» enano. A partir de ese momento,
Cheery empieza un proceso de transformación de ima-
gen en el que incorpora a su indumentaria, con resulta-
dos más o menos cómicos, accesorios utilizados exclusi-
vamente por mujeres en la sociedad humana. La nueva
Cheery provoca el rechazo de la mayoría de la comuni-
dad enana, escandalizada ante su espectacular desviación
de la norma social.
En un diálogo muy significativo, su compañera mujer-
lobo, la sargento Angua, se sorprende ante la elección de
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EJERCICIOS vestí el negro de sus monjas esclavizadas. Si los cortesanos de Ar-
turo, en Camelot, quisieron verme de ese modo (puesto que siem-
pre usé la túnica oscura de la Gran Madre en su función de hechi-
1. Comenta las relaciones entre género, magia, mito, reli-
cera), no los saqué de su error. En verdad, hacia el final del
gión e historia a partir del prólogo de Las nieblas de Ava- reinado de Arturo, hacerlo habría sido peligroso, y yo inclinaba la
lón (1979), de Marion Zimmer Bradley. cabeza ante la conveniencia, algo que no habría hecho nunca mi
gran maestra: Viviana, la Dama del Lago, en otros tiempos la me-
En mi vida me han llamado de muchas maneras: hermana, jor amiga de Arturo, exceptuándome a mí, y más tarde su más te-
amante, sacerdotisa, hechicera, reina. Ahora, ciertamente, soy he- nebrosa enemiga... también exceptuándome a mí.
chicera, y acaso haya llegado el momento de que estas cosas se Pero la lucha ha terminado; cuando Arturo agonizaba pude
conozcan. Pero, a decir verdad, creo que serán los cristianos tratarlo, no como a mi enemigo y el de mi Diosa, sino como a mi
quienes digan la última palabra, pues el mundo de las hadas se hermano, como a un moribundo que necesitaba el socorro de la
aleja sin pausa del mundo en el que impera Cristo. No tengo na- Madre, a la que todos los hombres acaban por acudir. También
da contra Él, sino contra sus sacerdotes, que ven un demonio en los sacerdotes lo saben, pues su siempre virgen, María, vestida de
la Gran Diosa y niegan que alguna vez tuviera poder en este azul, se convierte a la hora de la muerte en la Madre del mundo.
mundo. A lo sumo, dicen que su poder procede de Satanás. O Así, Arturo yacía por fin con la cabeza en mi regazo, sin ver en
bien la visten con la túnica azul de la señora de Nazaret (que mí a la hermana, a la amante o a la enemiga, sino sólo a la hechi-
también, a su modo, tenía poder) y dicen que siempre fue virgen. cera, la sacerdotisa, la Dama del Lago. Y así descansaba en el seno
Pero ¿qué puede saber una virgen de los pesares y tribulaciones de la Gran Madre, del que salió al nacer y al que tenía que volver
de la humanidad? al final, como todos los hombres. Y mientras yo conducía la barca
Y ahora que el mundo ha cambiado, ahora que Arturo (mi que lo llevaba, no ya a la isla de los Sacerdotes, sino a la verdadera
hermano, mi amante, el rey que fue y el rey que será) yace muerto isla Sagrada que está en el mundo de las tinieblas, más allá del
(dormido, dice la gente) en la sagrada isla de Avalón, es necesario nuestro, tal vez se arrepintió de la enemistad que se había inter-
contar la historia tal como era antes de que llegaran los sacerdotes puesto entre nosotros.
del Cristo Blanco y lo ocultaran todo con sus santos y sus leyen- En esta narración hablaré de sucesos acontecidos cuando yo
das. era demasiado niña para comprenderlos, y de otros que sucedie-
Pues, como digo, el mundo ha cambiado. Hubo un tiempo en ron cuando yo no estaba presente. Y tal vez mi oyente se distraerá
que un viajero, si tenía voluntad y conocía algunos secretos, podía pensando: «He aquí su magia.» Pero siempre he tenido el don de
adentrarse con su barca por el mar del Estío y llegar, no al Glas- la videncia y el de ver dentro de la mente humana, y en todo este
tonbury de los monjes, sino a la sagrada isla de Avalón, pues en tiempo he estado cerca de hombres y mujeres. Por eso a veces sa-
aquellos tiempos las puertas entre los mundos se difuminaban bía, de un modo u otro, todo lo que pensaban. Y así contaré esta
entre las brumas y estaban abiertas, según el viajero pensara y de- leyenda.
seara. Y éste es el gran secreto, que era conocido por todos los Pues un día los sacerdotes también la contarán, tal como la co-
hombres instruidos de nuestros días: el pensamiento del hombre nocieron. Quizás, entre una y otra versión, se pueda ver algún
crea un mundo nuevo a su alrededor, día a día. destello de la verdad.
Y ahora los sacerdotes, pensando que esto atenta contra el po- Porque esto es lo que los sacerdotes no saben, con su único
der de su Dios, que creó el mundo inmutable de una vez para Dios y su única Verdad: que no hay leyenda veraz. La verdad tiene
siempre, han cerrado esas puertas (que nunca fueron tales, salvo muchos rostros. Es como el antiguo camino hacia Avalón: de la
en la mente de los hombres), y los senderos llevan sólo a la isla de voluntad de cada cual y de sus pensamientos depende el rumbo
los Sacerdotes, que ellos salvaguardan con el tañido de las campa- que tome y que al final se encuentre en la sagrada isla de la Eter-
nas de sus iglesias, ahuyentando toda idea de que otro mundo se nidad o entre los sacerdotes, con sus campanas, su muerte, su Sa-
extienda en la oscuridad. tanás, el infierno y la condenación...
E incluso dicen que ese mundo, si en verdad existe, es propie- Pero tal vez soy injusta con ellos. Incluso la Dama del Lago,
dad de Satanás y la entrada del Infierno, si no el Infierno mismo. que detestaba las vestiduras sacerdotales tanto como a las serpien-
No sé qué puede o no puede haber creado su Dios. Pese a las tes venenosas (y con sobrados motivos), me censuró cierta vez
leyendas que se cuentan, nunca supe mucho de sus sacerdotes ni por hablar mal de su Dios.
56 P A U P I TA R C H GÉNERO Y FA N TA S Í A H E R O I C A 57
«Porque todos los dioses son un solo Dios –me dijo, como ha- –Para nada, que yo sepa.
bía dicho muchas otras veces, como yo he repetido a mis novicias, Ged conservó un momento la cápsula de semillas en la mano,
como lo dirán todas las sacerdotisas que me sucedan–, y todas las mientras reanudaban la marcha; luego la tiró.
diosas son una sola Diosa, y sólo hay un Iniciador. A cada hombre –Cuando sepas reconocer la cuatrifolia en todas sus sazones,
su verdad y el Dios que hay en su interior.» raíz, hoja y flor, por la vista y el olfato, y la semilla, podrás apren-
Así, tal vez, la verdad flote entre el camino de Glastonbury, isla der el verdadero nombre de la planta, ya que entonces conocerás
de los Sacerdotes, y el camino de Avalón, para siempre perdido en su esencia, que es más que su utilidad. ¿Para qué sirves tú, al fin y
las brumas del mar del Estío. al cabo? ¿O yo? ¿Qué utilidad prestan la montaña de Gont y el
Pero ésta es mi verdad; yo, Morgana, os la cuento. Morgana, la Mar Abierto? –Caminaron otro kilómetro y Ogión dijo por últi-
que en épocas más actuales se llamó Hada Morgana. mo–: Para oír, hay que callar.
El muchacho frunció el ceño. No le hacía ninguna gracia pasar
2. Comenta los modelos de masculinidad presentes en el por tonto. Ocultó su resentimiento y su impaciencia y trató de
mostrarse obediente, para que Ogión consintiera al fin en ense-
siguiente pasaje de Un mago de Terramar (1968), con es-
ñarle algo. Porque quería aprender, dominar los poderes. Aunque
pecial atención al motivo de la magia como metáfora de empezaba a sospechar que habría aprendido mucho más en com-
la masculinidad. pañía de un juntahierbas cualquiera o de un hechicero de aldea, y
mientras bordeaban la montaña rumbo al oeste y se adentraban
Aunque callado y taciturno, Ogión era un hombre tan apacible y en los bosques solitarios más allá de Wiss, se preguntaba una y
sereno que Ged pronto perdió ese temor reverente que le inspira- otra vez cuáles serían los poderes y la magia de este gran hechice-
ra al principio, y así al cabo de unos pocos días se atrevió a pre- ro Ogión. Porque cuando llovía Ogión ni siquiera pronunciaba el
guntarle: –¿Cuándo comenzará mi aprendizaje, Señor? conjuro con que cualquier hechicero de nubes aleja una tormen-
–Ya ha comenzado –respondió Ogión. ta. En una comarca pródiga en hechiceros, como Gont o las Enla-
Hubo un silencio, como si Ged estuviera callando algo. Al fin des, no es raro ver cómo una nube de agua se desplaza lentamente
dijo: –¡Pero si aún no he aprendido nada! de un sitio a otro, desviada por alguna hechicería, hasta que es
–Porque no has descubierto lo que estoy enseñándote –replicó empujada hacia el océano donde al fin puede deshacerse en llu-
el mago, marchando con pasos largos y firmes a lo largo del cami- vias. Pero Ogión había dejado que la lluvia cayera sin impedimen-
no, el alto desfiladero que une los burgos de Ovark y Wiss. Era un tos, refugiándose bajo las ramas de un abeto robusto. Ged, acu-
hombre moreno, como la mayoría de los gontescos, de oscura tez rrucado entre unos matorrales, mojado y melancólico, se
cobriza y cabellos grises, enjuto y recio como un lebrel, e infatiga- preguntaba de qué servía tener poder si una prudencia excesiva
ble. No hablaba casi nunca, comía poco y dormía todavía menos. impedía utilizarlo, y lamentaba no haber entrado de aprendiz del
Tenía ojos y oídos penetrantes, y muy a menudo una expresión de hechicero del Valle, donde al menos hubiera podido dormir en se-
atención reconcentrada. co. No expresó en alta voz estos pensamientos. No dijo una sola
Ged no respondió; no siempre es fácil responderle a un mago. palabra. El maestro sonrió y se durmió bajo la lluvia.
–Tú quieres hacer magia –dijo Ogión al fin, marchando siem-
pre–. Demasiada agua has sacado del pozo. Aguarda. Llegar a 3. Comenta el siguiente fragmento del ensayo «What Is a
hombre requiere paciencia. Llegar a dominar los poderes requiere
Short Story?» («¿Qué es un relato?», 1996), escrito por
nueve veces paciencia. ¿Qué hierba es ésa, allá, a la vera del cami-
no? Marion Zimmer Bradley como guía para las contribu-
–Siempreviva. ciones a su antología anual Sword and Sorceress (Espada
–¿Y aquélla? y hechicera), en relación a la cuestión del rol de la fanta-
–No lo sé. sía heroica en la creación y/o subversión de modelos ge-
–La llaman cuatrifolia. néricos. El texto original completo en inglés está dispo-
Ogión se había detenido y el taco de bronce del báculo apunta-
nible en <http://mzbworks.home.att.net/what.htm> (28
ba hacia la hierba; Ged se acercó a mirar la planta y le arrancó
una cápsula seca llena de semillas, y al fin, como Ogión no decía de noviembre de 2007; traducción del autor) .
nada más, le preguntó: –¿Para qué sirve, maestro?
58 P A U P I TA R C H GÉNERO Y FA N TA S Í A H E R O I C A 59
Cuando hablo de relatos me refiero a relatos comerciales o de gé- 1. El o la protagonista no inspira suficiente simpatía. El públi-
nero, no al relato «literario» que podría publicar una revista como co quiere poder identificarse con la manera en que el o la perso-
The New Yorker. Voy a tratar las técnicas necesarias para escribir y naje supera sus problemas. (Hay una variación de este esquema
vender lo que se conoce como ficción comercial. Siempre he di- que podríamos llamar un-auténtico-depravado-recibe-lo-que-se-
cho que alguien que sepa escribir correctamente en inglés puede merece y el público disfruta de su desgracia, pero no es algo que
ganarse la vida escribiendo y vendiendo en este mercado, pero deban intentar los principiantes.)
hay que aprender unas simples reglas. Las reglas se pueden rom- 2. Los obstáculos no son suficientemente insalvables, o el pú-
per, y de hecho la ficción comercial las rompe muy a menudo, pe- blico no los ve como tales. Si el héroe o la heroína sale a combatir
ro sólo pueden romperlas quienes saben exactamente cómo ha- contra un oso no puede ser que al final resulte ser un cachorrito
cerlo y qué elementos introducir para sustituir los elementos que se pueda meter en el bolsillo y llevarse a casa de mascota. El
obligatorios –sí, he dicho obligatorios–, que la editora necesita en público necesita un problema real . Un falso problema es un «ti-
todos los relatos que compre. gre de papel».
Prácticamente toda la ficción de género –sea ciencia ficción, 3. El o la personaje principal no solucions el problema por sus
romántica, de suspense, de fantasía, de aventuras, del oeste o cual- propios medios. El Hada Madrina, Deus ex Machina o el Séptimo
quier otra categoría– sigue un esquema que podemos llamar fór- de Caballería aparecen en el último momento para solucionarlo
mula. Ese término ha tomado connotaciones muy negativas, pero en vez del personaje. Esto le quita al público la oportunidad de
básicamente es una manera de referirse a lo que los editores saben sudar, esforzarse, llorar, sufrir y sentir la fuerza del personaje en
por experiencia que el público espera. Quienes dominan estas su lucha contra los obstáculos.
fórmulas y les saben dar a sus editoras lo que el público quiere 4. La solución es demasiado previsible, demasiado obvia. El
pueden ganarse la vida en cualquier sitio, y muchas veces incluso público sabe todo el rato que Nuestro Héroe ganará el partido, la
ganar muchísimo dinero. Quienes prescinden de estas fórmulas, guerra y se llevará a la chica. Una variación de esto es lo que se
sea por ignorancia o porque creen sinceramente que la escritura llama el «argumento idiota»: el argumento avanza porque todo el
creativa no debería estar limitada por categorías o fórmulas, nor- mundo actúa como un idiota. Es el tipo de historia en el que todo
malmente acaban como artistas sin ingresos… a no ser que sean se solucionaría con una simple pregunta. «¿Por qué has besado a
genios, y en ese caso no necesitan clases de técnica literaria. Lla- ese hombre?» «Porque es mi tío favorito.» Fin de la agonía ro-
man a sus obras literatura y braman contra el público que no las mántica. También es el tipo de historia en la que la chica no le di-
reconoce como tales. ce a la policía lo que sabe porque cree que su novio es el asesino.
El público general, de cualquier modo, no lee por razones lite- 5. El objetivo no es bastante valioso, o el público no lo ve como
rarias. El público general no sabe ni que existen razones literarias. tal. Un público cosmopolita no estará dispuesto a llorar mucho
El público general –y esto necesita tenerlo muy claro quien quiera por un ama de casa que robe, mienta y engañe para conseguir co-
escribir ficción comercial– lee por entretenimiento. Lo que el pú- jines nuevos para su tresillo. Cada vez es más difícil (en la era del
blico quiere ha sido estudiado detalladamente y no parece haber feminismo) para los escritores de novelas románticas convencer a
cambiado mucho desde la Odisea, la primera novela escrita, hace su público mayoritariamente femenino de que una mujer sufrirá
unos tres mil años, que explica cómo un héroe atraviesa multitud todo tipo de humillaciones por un hombre sólo porque sea rico,
de peligros para volver a casa, su mujer y su familia y echar a los guapo y «romántico». Por otro lado, el objetivo puede ser dema-
malos que habían ocupado su terreno. siado cósmico: John Wayne ganando la Segunda Guerra Mundial
él solo o el capitán Kira salvando la galaxia con una mano.
Vamos a repasar, pues, los elementos de la ficción comercial:
Elementos del relato: 4. A partir del visionado de un capítulo de la serie de te-
La mayoría de relatos usan alguna variación de lo siguiente
levisión Xena: La princesa guerrera, comenta el uso del
(igual que la mayoría de novelas, pero a una velocidad distinta):
Un personaje que inspira simpatía, supera obstáculos casi in- personaje de la amazona y sus posibilidades de subver-
salvables y, a través de su propio esfuerzo, consigue un objetivo sión, o no, de los patrones tradicionales de género.
valioso.
Los relatos de aficionados normalmente fallan porque:
60 P A U P I TA R C H GÉNERO Y FA N TA S Í A H E R O I C A 61
BIBLIOGRAFÍA C LUTE , J OHN y J OHN G RANT (eds.), The Encyclopedia of
Fantasy. Nueva York: St. Martin’s Griffin, 1999.
LECTURAS RECOMENDADAS M ANLOVE , C OLIN , Modern Fantasy: Five Studies. Cam-
bridge: Cambridge University Press, 1975.
BRADLEY, MARION ZIMMER, Las nieblas de Avalón. Traduc- MATHEWS, RICHARD, Fantasy: The Liberation of Imagina-
ción de Edith Zilli Nunciati. Barcelona: Salamandra, tion. Nueva York: Twayne, 1997.
2003 (1982). M OORCOCK , M ICHAEL , Wizardry & Wild Romance: A
LE GUIN, URSULA K., Los libros de Terramar. Traducción Study of Epic Fantasy. Toronto: Monarch Books of Ca-
de Matilde Horné. Barcelona: Minotauro, 4 vols., nada, 2004 (1987).
(1968-2001). TIMMERMAN, JOHN H., Other Worlds: The Fantasy Genre.
MARTIN, GEORGE R.R., Canción de Hielo y Fuego. Traduc- Bowling Green (Ohio): Bowling Green State Univer-
ción de Cristina Macía. Barcelona: Gigamesh, 3 vols. sity Popular Press, 1983.
(1996-). TOLKIEN, J.R.R., «On Fairy Stories». En The Tolkien Rea-
PRATCHETT, TERRY, Ritos iguales. Traducción de Cristina der. Nueva York: Del Rey, 1986 (1947).
Macía. Barcelona: DeBolsillo, 2004 (1987).
–––, Pies de barro. Traducción de Javier Calvo Perales.
Barcelona: Plaza y Janés, 2006 (1996).
–––, Monstruous Regiment. Londres: Corgi, 2004 (2003).
TOLKIEN , J.R.R., El Señor de los Anillos. Traducción de
Matilde Horné y Luis Domènech. Barcelona: Mino-
tauro, 2003 (1954-1955).
BIBLIOGRAFÍA SECUNDARIA
62 P A U P I TA R C H GÉNERO Y FA N TA S Í A H E R O I C A 63
UN ESTUDIO EN NEGRO II
Literatura
LA FICCIÓN DE DETECTIVES
ANGLOSAJONA* DESDE SUS ORÍGENES
A LA ACTUALIDAD
Resumen
Consideraciones
Desde sus orígenes en tres historias cortas del escritor norteame- iniciales sobre
ricano Edgar Allan Poe escritas a mediados del siglo XIX, la ficción género, cultura y
de detectives ha contado con el favor de su público y se ha conver- ficción de detectives 65
tido en uno de los géneros más populares en la actualidad, con Antecedentes, orígenes
más de cien nuevas novelas publicadas cada mes compitiendo por y evolución de
la atención de sus lectores. Como toda narrativa popular, la fic- la ficción de detectives 70
ción de detectives ha ido evolucionando a lo largo de su historia, El giro americano:
incorporando nuevos elementos genéricos, generando multitud la novela negra y los
de subgéneros y adaptándose a, y reflejando a la vez, su contexto. cambios en la
fórmula clásica 81
Esta proliferación y variación genérica pone de manifiesto la ri-
queza de las narrativas populares en general y del género que ocu- La ficción de
pa este capítulo en concreto, a la vez que acentúa la importancia detectives y el
feminismo: abrid
de las narrativas populares como herramienta de análisis social. paso a la mujer
investigadora 90
Baile de géneros: el
panorama
CONSIDERACIONES INICIALES SOBRE GÉNERO, detectivesco actual 94
CULTURA Y FICCIÓN DE DETECTIVES
Conclusión 99
Ejercicios 101
LA FICCIÓN DE DETECTIVES Y LAS NARRATIVAS
POPULARES Bibliografía 105
a c t u a l i d a d » . E n I s a b e l C l ú a (e d . ) , G é n e r o y c u l t u r a
popular. Barcelona: Edicions UAB, 2008.
las obras más vendidas. tructurado alrededor de una investigación criminal y, Film noir. Es un género ci-
Dentro de la categoría best- de detectives, sobre todo el personaje de Rick Deckard, un bla- nematográfico que se desa-
por lo tanto, cuenta con un detective y un caso criminal de runner –agente que se dedica a capturar androides (repli-
sellers se tienen que distin- rrolló en Estados Unidos en
guir las obras que llegan a
que el detective tiene que resolver. Dentro de las narrati- cants) que se han escapado de las colonias espaciales en las los años 40 y 50 y que se
los primeros puestos de las vas populares hay grandes grupos genéricos que gozan que son utilizados como esclavos–. Con su gabardina y pistola centra en un hecho delicti-
listas de ventas (top-sellers) del favor popular. Además de la ficción de detectives, po- en mano, Deckard parece sacado de la tradición cinematográfi- vo, a menudo investigado
y las obras que logran ven- demos mencionar la ciencia ficción, el western, la aven- ca conocida como film noir 5 que, a su vez, es descendiente de por un detective duro y de-
der un gran número de co- la novela negra o hard-boiled que se introducirá más adelante. sengañado, en un contexto
tura, la acción, el thriller, el terror, la fantasía y la ficción
pias muy rápido (fast-se- social caracterizado por la
llers). romántica o novela rosa. corrupción y la violencia.
Cada marco genérico puede ser subdivido en diferentes
Off-center soap opera. Tér-
GÉNERO Y SUBGÉNEROS subgéneros. En el caso de la ficción de detectives, existen,
mino que, en jerga televisi-
va, hace referencia a las se- como veremos, variedad de subgéneros que han ido apare-
ries que desarrollan un Los géneros populares no son ni compartimentos estan- ciendo a lo largo de la evolución y desarrollo del género.
argumento central que sirve cos ni estructuras rígidas que no admiten variaciones. Estos subgéneros comparten una estructura narrativa cen-
como excusa para ir presen- Así pues, aunque se caracterizan por la utilización de
tando las vidas y relaciones
trada en un caso criminal y/o su investigación, pero tienen
unas convenciones básicas, pueden tomar elementos características propias que les confieren un talante distinti-
de los habitantes de una co-
munidad. pertenecientes a otros géneros. En ocasiones, se dan ca- vo. Estos subgéneros tampoco son compartimentos estan-
sos de auténtico mestizaje ya que elementos de uno o cos y hay autores que combinan elementos pertenecientes
más géneros conviven en igualdad dentro de una narra- a diferentes subgéneros. Las novelas de la popular Patricia
tiva, dando lugar a géneros híbridos. Cornwell protagonizadas por su patóloga forense Kay
Scarpetta pueden ser clasificadas como ficción de detecti-
Éste es el caso, por ejemplo, de las novelas de Laurell K. Hamil- ves feminista, ya que, además del caso criminal que la ocu-
ton protagonizadas por Anita Blake, en las que este atípico per- pa, la protagonista defiende posturas feministas en un en-
sonaje investiga casos criminales en un contexto en el que torno de sexismo generalizado. Estas novelas de Cornwell
vampiros, licántropos, zombis y todo tipo de seres sobrenatura- tienen también elementos de la ficción de procedimiento
les conviven con los humanos. Anita Blake trabaja como anima-
policial –con detalladas descripciones de técnicas policiales
tor (resucitadora de muertos) y vampire slayer (cazadora de
vampiros), aunque colabora con la policía para solucionar ca-
y forenses– y de los thrillers de asesinos en serie, ya que la
sos que requieren de sus conocimientos y habilidades. Las no- doctora Scarpetta investiga los asesinatos cometidos por
velas de Hamilton, por tanto, combinan elementos de la ficción ellos. Cualquier obra que renueva el género con toques de
de detectives con personajes propios del terror en un entorno originalidad en la presentación de la investigación, el cri-
característico de la fantasía. La primera novela en la que apa- minal, el detective, el entorno, etc. se puede convertir en un
reció este personaje es Guilty Pleasures (Placeres prohibidos,
subgénero nuevo. Incluso se puede convertir en un nuevo
1993). Hasta el momento, Hamilton ha publicado 15 novelas
protagonizadas por Anita Blake.
género con identidad propia. La popularidad de la novela
La serie de televisión Twin Peaks (Twin Peaks, 1990-1991) es de Dan Brown The Da Vinci Code (El código Da Vinci,
a la vez off-center soap opera5 y ficción de detectives, ya que 2003), por ejemplo, ha originado multitud de imitaciones
explora las relaciones y vidas de los excéntricos habitantes de que combinan, como en el caso de la novela de Brown, una
la localidad que da título a la serie mientras se desarrolla una investigación criminal con elementos esotéricos o religio-
investigación criminal por la muerte de Laura Palmer, estudian-
sos enmarcados dentro de una trama de conspiración,
te del instituto local. La película Blade Runner (Blade Runner,
1982) se sitúa en un ambiente futurista y trata temas propios
dando lugar a un subgénero al que se podría denominar
de la ciencia ficción, pero tiene también elementos de la ficción thriller esotérico.
66 I S A B E L S A N TA U L À R I A UN ESTUDIO EN NEGRO 67
2 La novela detectivesca es Críticos, estudiosos y aficionados no siempre coinci- exclusivas de las narrativas populares, sí que podemos no que puede ser un indivi-
duo, una compañía o una
un tipo de ficción basada en den a la hora de denominar a un género, su clasificación afirmar que el éxito de una narrativa popular no depende
un proceso de investigación organización oficial o no
en subgéneros y sus características. La novela de detecti- simplemente de la utilización de unas convenciones ge- oficial. Finalmente, el tér-
por parte de un detective
ves no es una excepción y términos como novela policía- néricas determinadas, sino también de su capacidad de mino «misterio» define un
que puede ser amateur o
profesional. Si es amateur, ca, novela negra, novela de crímenes, thriller o novela de interactuar con su contexto y saber tomar el pulso a la so- campo demasiado amplio
puede tener cualquier oficio misterio se utilizan, a veces indiscriminadamente, para ciedad para incorporar, explorar y transmitir los temas, para poder considerarlo un
género. Se trata más bien de
no relacionado con el mun- hacer referencia a la ficción detectivesca. Sin pretender intereses y debates que preocupan a la colectividad en la
do de la investigación cri- un epíteto que se puede
ser categóricos, ya que, en última instancia, los géneros que se producen. Por lo tanto, cualquier narrativa popu- aplicar a cualquier narra-
minal; si es profesional,
puede ser investigador pri-
populares son entidades abiertas a modificaciones y va- lar, como producto cultural, refleja y asimila los temas ción que recree un clima de
vado o trabajar para alguna riaciones, es pertinente delimitar el campo genérico que que interesan a su público y, consecuentemente, es una misterio o que contenga un
institución oficial dedicada nos ocupa en este capítulo y los términos que se utilizan herramienta válida de análisis social. elemento misterioso.
a proteger la ley y el orden. para hacer referencia a sus subgéneros.2 La interacción entre narrativas populares y su contexto, Ideología hegemónica. El
La novela policial es un
sin embargo, no puede reducirse simplemente a un efecto término «ideología hege-
subgénero que incluye toda
novela detectivesca en la CULTURA, IDEOLOGÍA Y LA FICCIÓN DE DETECTIVES reflejo. Por su condición de narrativas populares que aspi- mónica» se puede definir
que un policía o grupo de ran a obtener la aprobación de su público, algunas co- como una forma de pensar
asociada con un momento
policías están a cargo de la
Siguiendo a los críticos estructuralistas Medvedev y rrientes críticas –sobre todo marxistas– se han empeñado
investigación. La novela ne- histórico determinado y le-
Bakhtin, Anne Cranny-Francis en su libro Feminist Fic- en adjudicarles una naturaleza conservadora, incluso re- gitimada por las institucio-
gra es otro subgénero de-
tectivesco que se originó en tion: Feminist Uses of Generic Fiction explica que cual- accionaria, y en verlas como heraldos de ideologías hege- nes que tienen el poder. Al-
Estados Unidos y que se quier obra genérica se relaciona con su contexto de mónicas.5 Sin embargo, las narrativas populares pueden gunos críticos prefieren el
distingue por la presenta- incorporar, y de hecho a menudo incorporan, discursos término «discurso domi-
acuerdo con una doble orientación. En primer lugar, la nante». Sin embargo, hacen
ción del detective y de la so-
obra está orientada hacia sus lectores y, por lo tanto, tiene oposicionales,5 a los que Teresa de Lauretis llama «visio-
ciedad en la que se emplaza referencia a la misma idea.
que satisfacer las expectativas genéricas de éstos. En se- nes desde el otro lado». Incluso cuando una obra es con- La única diferencia es que
la acción. La novela de crí-
menes se centra en el cri- gundo lugar, el género está orientado hacia el contexto en servadora, el lector no tiene por qué estar de acuerdo con «ideología» tiene connota-
men o el criminal y es un el que se produce la obra. Según John G. Cawelti, esta in- el discurso de la misma. También puede darse el caso de ciones peyorativas ya que se
asocia con una forma de
subgénero que minimiza o teracción de los géneros populares con su contexto histó- que un discurso conservador genere sentimientos de des-
elimina el proceso de inves- pensar impuesta por agen-
rico se produce de cuatro formas. Primeramente, los gé- contento que lleven al lector a adoptar posturas oposicio- tes externos.
tigación para centrarse en
neros reflejan los intereses, percepciones, prejuicios, nales. Si una obra, por ejemplo, le insta a pensar que el
los condicionantes del cri-
men y la psicología del cri- deseos o inquietudes de la sociedad en la que se produ- mundo es maravilloso, el lector puede darse cuenta de que Discursos oposicionales.
minal. El thriller define a su realidad no coincide con la imagen que le venden y Son aquellos que se oponen
cen. En segundo lugar, los géneros populares tratan y re-
a ideologías dominantes y
un género en el que el hé-
suelven tensiones y debates contemporáneos. En tercer adoptar una actitud de rechazo al discurso dominante. En
roe tiene que luchar contra que responden a las necesi-
lugar, las narrativas populares exploran temas tabúes y definitiva, las narrativas populares no siempre defienden dades de grupos considera-
un enemigo con gran capa-
cidad de destrucción o sa- permiten a los lectores experimentar con estos temas discursos hegemónicos y, si lo hacen, pueden generar una dos minoritarios que se en-
car a la luz una conspira- y cruzar, de forma vicaria, la frontera que separa lo acep- reacción crítica en el lector. Dicho esto, muchos géneros cuentran en los márgenes
ción. Dentro de la ficción populares tienden a adoptar posturas conservadoras. El de y en una relación anta-
table de lo no aceptable en un momento histórico deter- gónica con los poderes he-
de detectives, el término se género detectivesco, por ejemplo, se caracteriza, como dijo
minado. Finalmente, los géneros populares asimilan los gemónicos.
utiliza para definir a aque-
cambios de valores o nuevas situaciones sociales que, al W.H. Auden en su artículo «The Guilty Vicarage», por
llos subgéneros en los que
el objetivo del detective no incorporarse en ellos, pueden transformar las convencio- presentar una sociedad benévola convulsionada por un
es resolver un misterio, sino nes genéricas e incluso engendrar nuevos géneros. Aun- crimen anómalo. Cuando el crimen es resuelto y la man-
que la investigación está di-
que estas interacciones entre la obra y su contexto no son zana podrida eliminada, el orden se reestablece y todo
rigida a acabar con un villa-
68 I S A B E L S A N TA U L À R I A UN ESTUDIO EN NEGRO 69
vuelve a la normalidad. Incluso cuando la visión de la so-
las prisiones donde estaban recluidos, sus ropas y objetos per-
ciedad es negativa, como en la película Se7en (Se7en, sonales se pagaban a un alto precio; se ofrecían visitas guiadas
1995), el discurso suele ser conservador ya que solemos por los escenarios de crímenes famosos; en los museos de cera
encontrar una defensa a ultranza de los agentes de la ley y de la época, como el de Madame Tussaud en Londres, las efi-
el orden que garantizan la estabilidad social y protegen a gies de criminales notorios constituían una de sus mayores
los ciudadanos de los desalmados que cometen actos cri- atracciones; y, por citar otro ejemplo, se vendían panfletos con
sus vidas o baladas populares basadas en sus hazañas, sobre
minales, atacan al sistema o lo usan para fines egoístas y
todo durante las ejecuciones públicas.
perversos.
ANTECEDENTES, ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LA A principios del siglo XIX, una serie de publicaciones
FICCIÓN DE DETECTIVES conocidas con el nombre genérico de penny bloods (peni-
ques sangrientos) o penny dreadfuls (peniques horripilan-
LA NOVELA NEWGATE Y LA NOVELA SENSACIONA- tes) editaban historias sensacionalistas en fascículos a un
LISTA penique por ejemplar. Además de reeditar novelas góticas
tan populares como The Monk (El monje, 1795) de Matt-
La fascinación por lo negro y criminal no se origina con hew Lewis, estas publicaciones se especializaban también
la novela de detectives sino que más bien podemos afir- en historias sobre casos criminales o criminales notorios.
mar que el nacimiento y consiguiente éxito de la ficción Entre las más populares destacan The Mysteries of London
de detectives están íntimamente relacionados con nues- y The Mysteries of the Court of London, una serie de histo-
tro interés por el lado oscuro de la naturaleza humana y rias escritas por GW Reynolds publicadas en fascículos
nuestro potencial para cometer todo tipo de crímenes y entre 1844 y 1856 que retrataban el mundo del crimen en
atrocidades. el Londres de la época. The Newgate Calendar fue, origi-
nariamente, un boletín mensual en el que el alcaide de
Newgate, notoria prisión londinense clausurada en 1902,
Crímenes fascinantes relataba las ejecuciones de los criminales recluidos en ella.
Durante el siglo XIX, esta atracción morbosa por el crimen se
El título del boletín fue apropiado por los penny dreadfuls
manifestaba en los juicios y ejecuciones de criminales notorios
a los que ciudadanos de todos los estratos sociales acudían co-
de la época y, desde finales del siglo XVIII hasta los años 20
mo espectadores en busca de sensaciones fuertes. Tal como del siglo siguiente, con el título The Newgate Calendar se
explica Michael Diamond en su libro Victorian Sensation: Or publicaban historias de criminales notorios. Además de
the Spectacular, the Shocking and the Scandalous in Ninete- detalladas narraciones sobre sus crímenes, estas historias
enth-Century Britain, los juicios y, en caso de haberlas, las eje- incluían reflexiones morales sobre las acciones de los cri-
cuciones de asesinos como François Courvoisier –mayordomo
minales, explicaciones de leyes penales y de los diferentes
de Lord William Russell al que asesinó el 6 de mayo de 1840
cortándole el cuello mientras dormía– o William Palmer –asesi-
tipos de castigo que podían recibir los malhechores de-
no en serie ejecutado en 1856 que envenenaba a sus víctimas, pendiendo de sus delitos, así como sus confesiones y últi-
después de asegurar sus vidas por cuantiosas sumas, para ha- mas palabras antes de ser ejecutados. Estas narrativas, por
cerse con su dinero– reunieron a cientos de personas. Este in- tanto, combinaban crónicas sensacionalistas de crímenes,
terés por las mentes criminales de la época se hacía visible instrucción moral e historia legal.
también en los negocios creados alrededor del crimen: los pe-
El crimen sensacionalista –y el potencial moral de las
riódicos hacían su agosto con noticias de criminales notorios;
sus retratos y autógrafos podían comprarse en las tiendas; en
historias de crímenes– no tardó en ser explotado en la fic-
70 I S A B E L S A N TA U L À R I A UN ESTUDIO EN NEGRO 71
2 Charles Dickens, por ción en unas narrativas producidas a partir de los años 30 Charles Reade. Además de incluir crímenes sensacionalis- Novela gótica. La novela
gótica nació con The Castle
ejemplo, presenta al huérfa- a las que se conoce como novela Newgate, con argumen- tas, estas historias aportaban una novedad respecto a la
no protagonista de su fa- of Otranto (El castillo de
tos inspirados también en las biografías de los notorios novela Newgate ya que el argumento no sólo se centraba Otranto) de Horace Walpo-
mosa novela Oliver Twist
criminales que poblaban las historias de The Newgate Ca- en la presentación de crímenes atroces, sino también en le en 1764. Este tipo de no-
(Oliver Twist, 1838) como
una víctima, forzado a con- lendar. Sin embargo, en estas novelas, el criminal no se su investigación. A diferencia de la novela gótica5 –que vela, generalmente ubicada
vertirse en ratero para po- presenta como un villano, sino como una víctima de un también incluía conspiraciones criminales– la novela en castillos, mansiones,
abadías o ruinas lúgubres y
der sobrevivir. Dickens re- sistema judicial represivo y una sociedad deficiente. La sensacionalista se situaba en la época contemporánea a la
trata con todo lujo de situada en la época medie-
novela Newgate –con ejemplos como Eugene Aram (1832) acción y sus personajes eran miembros de la burguesía val, solía incluir elementos
detalles el submundo cri-
minal del Londres de la
de Edward Bulwer-Lytton o Jack Sheppard (1839) de Wi- cuyo buen nombre y rutina diaria se veían afectados por sobrenaturales y se conside-
época liderado por el villa- lliam Harrison Ainsworth– gozó de gran popularidad e el crimen. Aunque, en ocasiones, como en la novela The ra que fue el origen del gé-
no de la novela, Fagin, influyó también en la novela realista de la época.2 Moonstone de Collins, aparecía un detective de la policía nero de terror.
hombre sin escrúpulos que En 1860 Wilkie Collins publicó su novela The Woman metropolitana, la investigación estaba en manos de la 2 Un cuerpo creado por el
se aprovecha de la debilidad
in White (La dama de blanco) y con ella nacía un nuevo misma comunidad afectada por el crimen y su propósito, novelista y abogado Henry
humana y de la necesidad
para sostener su imperio género que se servía también del crimen sensacionalista más que encontrar al criminal, era proteger su reputación Fielding cuya función no
criminal y que acaba reci- para construir argumentos creados para asombrar a su de la ignominia y el oprobio. En esta novela, el detective era sólo patrullar, sino tam-
bién arrestar y llevar a la
biendo su justo merecido, público. Al igual que la novela Newgate, los crímenes de contratado para investigar el robo de la joya que da nom-
encerrado en la prisión de justicia a los malhechores.
estas historias –crímenes que iban desde robos o fraudes bre a la novela, el sargento Cuff, es despedido cuando su- Los Bow Street Runners de-
Newgate esperando su eje-
cución, al final de la novela.
legales a asesinatos y delitos sexuales a cual más sensacio- giere que su misma propietaria, Rachel Verinder, ha podi- pendían de los juzgados si-
nalista– estaban a menudo inspirados en casos reales. En do fingir el robo y vendido la joya a un prestamista para tuados en Bow Street y eran
The Moonstone (La piedra lunar, 1868), por ejemplo, Co- sufragar deudas poco respetables. Después de deshacerse financiados por los mismos
a través de subvenciones del
llins utiliza elementos de la investigación de un caso de la de Cuff, el prometido y amigos de Rachel retoman la in-
gobierno.
época: el asesinato del pequeño Francis Saville Kent de vestigación y desenmascaran al culpable.
cuatro años que se atribuyó a su niñera, Elizabeth Gough,
aunque pruebas incriminatorias, entre ellas un camisón LA CREACIÓN DE LA POLICÍA METROPOLITANA DE
manchado de sangre, apuntaban a su hermanastra, Cons- LONDRES Y LOS PRIMEROS DETECTIVES LITERARIOS
tance Kent. La policía demostró que Elizabeth Gough no
podía haber cometido el asesinato, pero la opinión públi- La policía metropolitana de Londres nació en 1829 para
ca se negó a aceptar la posibilidad de que una joven bur- sustituir a los Bow Street Runners.2 En 1842, se creó el
guesa podía haber cometido tal atrocidad y, por lo tanto, cuerpo de detectives, cuya función, además de investigar
Constance no fue procesada. Cinco años más tarde, Cons- casos criminales, era garantizar el orden social en un
tance Kent confesó su crimen. En The Law and the Lady momento de cambio en el que la burguesía se iba eri-
(La ley y la dama, 1875), Collins utilizó elementos del caso giendo en la clase política dominante, la democracia se
de Madelaine Smith, una joven escocesa acusada de enve- iba asentando, las ciudades se convertían en grandes ur-
nenar a su amante que quedó libre ya que, según la ley vi- bes industriales y el Reino Unido consolidaba su impe-
gente en Escocia, no se pudo probar que Madelaine hu- rio. La aparición de estos nuevos guardianes del orden
biera cometido el asesinato. social, provenientes, mayoritariamente, de las clases tra-
La novela sensacionalista fue la más popular en la dé- bajadoras, no pasó inadvertida en la novela de la época y
cada de los 70 con autores como el mencionado Wilkie los primeros detectives de ficción aparecieron en papeles
Collins, Mary Elizabeth Braddon, Mrs. Henry Moore o más o menos prominentes en novelas como Martin
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Chuzzlewit (1844) o Bleak House (Casa desolada, 1853) medida que el siglo avanzaba y la prensa sensacionalista
de Charles Dickens, Mary Barton (1848) de Elizabeth sacaba a la luz escándalos criminales entre las clases me-
Gaskell, o en las novelas sensacionalistas de Collins Ar- dias y altas, era cada vez más evidente que en el espacio
madale (1866) o The Moonstone. Muchas otras narrati- doméstico se cometía todo tipo de crímenes que debían
vas de la época, además de la novela sensacionalista, in- salir a la luz pública y ser ajusticiados. Lo que no estaba
cluían también investigaciones criminales en sus tan claro era en quién debía recaer esta función revela-
argumentos, como las novelas de Dickens Hard Times dora de crímenes domésticos, ya que los habitantes de
(Tiempos difíciles, 1854), Little Dorrit (La pequeña Dorrit, las altas esferas eran aún reticentes a aceptar que la poli-
1857), Great Expectations (Grandes esperanzas, 1861), cía, unos declassé provenientes, mayoritariamente, de
Our Mutual Friend (Nuestro amigo mutuo, 1865) o la orígenes modestos, tuvieran poder para interferir en sus
inacabada The Mystery of Edwin Drood (El misterio de asuntos y exponerlos al escrutinio público y la maquina-
Edwin Drood, 1870). La prensa popular contribuyó tam- ria de la ley.
bién con historias de investigaciones criminales que se Esta percepción negativa de la policía explica que las
publicaban en revistas periódicas en fascículos. A las in- investigaciones de los casos criminales en las novelas
trépidas investigadoras de la novela sensacionalista se sensacionalistas de la época las llevara a cabo la propia
unieron otras damas como Mrs. Gladstone en The Fema- comunidad y que los detectives profesionales, cuando
le Detective (1864) de Andrew Forrester o, a finales de si- aparecían, fueran tratados con desprecio, y sus activida-
glo, Loveday Brooke en The Experiences of Loveday Broo- des con actitudes que iban del recelo al rechazo total. Es-
ke, Lady Detective (1894), escrita por Catherine Louisa ta actitud hacia los agentes de la ley se refleja en casi to-
Pirkis. El australiano Fergus Hume publicó The Mystery das las obras de la época. En definitiva, había un público
of the Hansom Cab en 1886. Por citar otro ejemplo, el para las historias de investigación criminal, y no sólo pa-
inspector de prisiones Arthur Griffiths escribió historias ra las historias de crímenes sensacionalistas, pero hacía
de vida criminal basadas en sus experiencias como Fast falta encontrar un héroe apropiado que gozara del favor
and Loose (1885) o Locked Up (1887). popular para llevar estas investigaciones a cabo. Este hé-
Vistas en su conjunto, estas historias evidencian una roe surgió en 1887 cuando Arthur Conan Doyle publicó
transición hacia una sociedad más democrática goberna- A Study in Scarlet (Un estudio en escarlata), novela corta
da por valores de justicia y deber y no por privilegios y en la que aparecía el primer investigador privado profe-
estatus. También ponen de manifiesto un cambio en la sional de la literatura, Sherlock Holmes. Con Sherlock
percepción del espacio doméstico. En la época victoria- Holmes nacía también el género que nos ocupa en este
na, el concepto de hogar estaba íntimamente ligado a capítulo.
una idea de privacidad para la clase media dominante.
Las clases medias y altas consideraban sus casas como un LLEGA EL HÉROE: SHERLOCK HOLMES Y EL NACI-
refugio de los males que acechaban el mundo «exterior» MIENTO DE LA FÓRMULA CLÁSICA
–el espacio público– y como un espacio privado en el
que nadie que no fuera de su clase tenía derecho a inmis- Antes de la aparición de Sherlock Holmes, el norteame-
cuirse; por lo tanto, no podía estar sometido a inspec- ricano Edgar Allan Poe había asentado las bases de lo
ción pública. Paralelamente, se consideraba que el cri- que se iba a convertir en la fórmula clásica de la ficción
men era no doméstico y no respetable y sólo existía, al de detectives en tres historias cortas seminales: «The
menos que pudiera ser admitido, entre las clases bajas. A Murders in the Rue Morgue» («Los crímenes de la calle
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Morgue», 1841), «The Mystery of Marie Rogêt» («El 2 Antes de «The Adventure
lada –aunque, al igual que Holmes, acepta dinero por colaborar
misterio de Marie Rogêt», 1843) y «The Purloined Let- con la policía después de resolver los terribles asesinatos de la
of the Empty House», Doy-
ter» («La carta robada», 1844). En estas tres historias, le había publicado otra no-
primera historia en la que aparece–. Además, tenemos mucha
vela corta, The Hound of the
Poe introduce a Auguste Dupin, investigador huraño, más información sobre Holmes ya que Doyle publicó un total
Baskervilles (El sabueso de
misántropo, excéntrico y noctámbulo que vive, acompa- de 56 historias cortas y cuatro novelas protagonizadas por el
los Baskerville), en 1902, su-
ñado de su amigo y narrador, en un recogimiento malsa- detective, lo que le permitió desarrollar mucho más a su perso-
puestamente una aventura
naje. Dicho esto, tanto el talante extravagante, pedante y bohe-
no durante el día y se dedica a deambular por las calles ocurrida antes de la muerte
mio de los personajes como su forma de investigar los casos de Holmes. En «The Adven-
de París durante la noche. Utilizando sus grandes dotes son coincidentes. ture of the Empty House»,
analíticas, Dupin resuelve casos que tienen a la policía Doyle reintroduce el perso-
confundida y se toma estas investigaciones como juegos naje de Holmes después de
deductivos, enigmas que sólo su mente privilegiada pue- Como se ha mencionado, Sherlock Holmes apareció por pasar un tiempo inactivo
de resolver. Conan Doyle partió de la base de las histo- tras el incidente que, apa-
primera vez en la novela corta A Study in Scarlet, a la que si-
rentemente, causó su muer-
rias de Poe –influencia a la que alude en la novela corta guió, en 1890, una nueva novela corta, The Sign of Four (El te. En esta historia, Holmes
A Study in Scarlet– para crear a su propio detective pri- signo de los cuatro), en la que Holmes investigaba un nuevo explica que no murió en la
vado, Sherlock Holmes, que acompañado de su fiel asis- caso. Sin embargo, no fue hasta que Doyle publicó sus his- cascada de Reichenbach.
tente y cronista, el Dr. Watson, resuelve los casos para los torias cortas protagonizadas por Holmes en la revista The Afortunadamente, quedó
que es contratado. colgando de una rama y
Strand en 1892 y 1893 cuando el personaje alcanzó el esta- pudo salvarse.
tus de icono popular. Doyle, sin embargo, tenía pretensio-
nes literarias que iban más allá de convertirse en narrador
En A Study in Scarlet , Conan Doyle presenta a Sherlock Hol-
mes, el primer detective profesional de la historia de la literatu-
de historias detectivescas y decidió matar a Holmes en ma-
ra, y a Watson, un médico con el que Holmes comparte residen- nos de su archienemigo, el profesor Moriarty, en «The Ad-
cia y que le acompaña en sus aventuras hasta la jubilación de venture of the Final Problem» («La aventura del problema
Holmes. El encuentro entre los dos personajes en A Study in final»). El clamor popular fue inmediato y las suscripciones
Scarlet y la descripción del proceso de adaptación de Holmes y a la revista The Strand bajaron considerablemente. Con el
Watson permiten a Conan Doyle introducir las peculiaridades
tiempo, Doyle cedió a la presión popular, y a la suculenta
de Holmes y su acompañante y, sobre todo, destacar la supe-
rioridad de Holmes sobre Dupin, al que Holmes describe en la
oferta de la revista The Strand, y resucitó a Holmes en «The
novela como «un hombre vulgar. Su único mérito consistía en Adventure of the Empty House» («La aventura de la casa
penetrar el pensamiento de su interlocutor, pero al cabo de un deshabitada»)2 en 1903. Después de esta historia, Holmes
cuarto de hora de silencio absoluto y de haber hecho ciertas seguiría protagonizando investigaciones hasta 1917, cuando
observaciones. Ése es un sistema sencillísimo y que puede re- anunció su jubilación para dedicarse a la apicultura en «His
batirse sin gran esfuerzo. Poseía evidentemente condiciones
Last Bow» («Su última reverencia: Un epílogo de Sherlock
analíticas; pero de eso a presentarlo como un fenómeno, según
pretende Poe, hay una gran diferencia». Sin embargo, Dupin y
Holmes»). En 1927, sin embargo, se publicaron nuevas his-
Holmes son personajes muy parecidos. Al igual que Dupin, Hol- torias supuestamente sacadas del archivo personal de Hol-
mes es un personaje fascinante y excéntrico cuyas extravagan- mes antes de retirarse. En 1914, Doyle había publicado
cias –o bizarreries como dice el narrador, aludiendo a Dupin, en también la que sería la última novela corta protagonizada
la historia «The Mysteries in the Rue Morgue»– y peculiar ca- por Holmes, The Valley of Fear (El valle del terror).
rácter son incluso más interesantes que los propios casos cri-
Las historias de Doyle, al igual que las de Poe, seguían
minales que el detective investiga. La diferencia más notable
entre Dupin y Holmes es que éste último ejerce como detective
una estructura básica que no tardó en ser imitada por nu-
profesional, mientras que la profesión de Dupin no nos es reve- merosos escritores que, conjuntamente, fueron estable-
76 I S A B E L S A N TA U L À R I A UN ESTUDIO EN NEGRO 77
2 «The Tuesday Night ciendo y asentando la fórmula clásica. La historia se abre
ser un orangután que se escapó de su cautiverio. Aunque es
Club» es la primera historia con una pequeña introducción en la que el detective de- inusual encontrar un asesino no humano en la ficción detecti-
en una colección de histo- muestra sus dotes analíticas. Después de este prólogo, si- vesca, la historia de Poe influyó en el tratamiento posterior de
rias cortas publicada bajo el
gue la presentación del caso que el detective tiene que in- la figura del criminal, que queda relegado a un papel secunda-
nombre de The Thirteen
Problems en 1932. Las his- vestigar. Esta investigación se produce, en algunas rio sin profundidad psicológica. Los criminales de la fórmula
ocasiones, sin moverse de casa, ni siquiera del sillón en el clásica, pues, no son personajes interesantes, salvo algunas ex-
torias se desarrollan en casa
cepciones notables como Moriarty –el archienemigo de Holmes
de Miss Marple y el nexo que se encuentra, cómodamente sentado, el detective. En
común es que en cada una que controla una red criminal de proporciones mafiosas en el
la historia corta de Agatha Christie «The Tuesday Night canon holmesiano–. Tenemos que esperar el nacimiento de
de ellas se plantea un miste-
rio y los invitados de Miss
Club», 2 por ejemplo, la entrañable Miss Marple está otros subgéneros para encontrar criminales fascinantes. En los
Marple tienen que dar con sentada en el sillón de su casa haciendo ganchillo después thrillers de asesinos en serie contemporáneos, por ejemplo, el
la solución sacando conclu- de una cena a la que han asistido su sobrino Raymond detective tiene que meterse en la mente del asesino y enten-
siones basadas en la expli- West, la pintora Joyce Lemprière, el párroco Dr. Pender, el der cómo actúa para poder encontrar la pauta que sigue e in-
cación proporcionada. tentar predecir sus pasos si es que quiere evitar nuevos asesi-
abogado Mr. Petherick y el comisionado de Scotland Yard
natos. Esta peculiaridad del subgénero permite a los autores
retirado Sir Henry Clithering. Para acabar la velada, deci- centrarse en la psicología y motivaciones del asesino, que pa-
den que uno de ellos planteará un misterio y los otros ten- san a ocupar un papel muy prominente en la narración. En al-
drán que resolverlo a partir del análisis de los hechos. Sir gunas ocasiones, estos asesinos se convierten en personajes
Henry es el encargado de explicar uno de los casos más más complejos e interesantes que el detective e incluso llegan
difíciles a los que se enfrentó durante su carrera. Cada a ocupar el papel protagonista en historias en las que eclipsan
al detective o en las que, directamente, se prescinde del detec-
uno de los invitados ofrece una posible solución al miste-
tive. Algunos de estos asesinos en serie literarios fascinantes
rio, pero es Miss Marple quien da con la solución. En la son los siguientes:
mayoría de ocasiones, sin embargo, la investigación lleva Wittgenstein: La novela A Philosophical Investigation (Una
al detective al lugar de los hechos y consiste en un análisis investigación filosófica, 1992) escrita por Philip Kerr, se sitúa en
de la escena del crimen y un interrogatorio de los sospe- un Londres futurista en el que los asesinos en serie se han con-
chosos. Progresivamente, éstos se van eliminando hasta vertido en una verdadera epidemia. Un científico especializado
en neurociencia, Burgess Phelan, ha descubierto que una anor-
que el detective ofrece la solución al misterio. En ocasio-
malidad en el cerebro masculino es la que origina comporta-
nes la solución antecede a la captura del criminal. En otras mientos sociopáticos violentos. En interés de la seguridad públi-
ocasiones, se captura o se identifica al criminal antes de ca, se crea el Instituo Lombroso, en el que se guarda una base de
ofrecer una explicación. En cualquier caso, la explicación datos con el nombre de los hombres con esta anormalidad, a los
es el momento climático de la historia ya que el lector se que se les asigna un nombre en clave sacado de la colección
involucra en el proceso de investigación y espera el final Penguin Classics y se los somete a tratamiento. Uno de estos
hombres es Wittgenstein, un experto en informática que sacia
para confirmar si sus sospechas se cumplen. El criminal,
sus tendencias violentas con juegos virtuales hasta que decide
pues, no nos es revelado hasta el final de la historia y es un poner sus instintos al servicio de la sociedad. Así pues, después
personaje relativamente secundario ya que lo que nos in- de entrar en la base de datos del Instituto Lombroso, se dedica a
teresa es descubrir su identidad y, en algunos casos, el mé- «ejecutar» a los hombres de la lista, hombres que podrían con-
todo seguido, pero no sus motivaciones o su psicología. vertirse en asesinos en serie si dieran rienda suelta a sus propen-
siones asesinas. La novela compagina dos puntos de vista, el del
asesino y el de la agente de policía a la que se asigna la investi-
gación de los casos de Wittgenstein, que adopta la filosofía del
Asesinos fascinantes
personaje cuyo nombre le ha sido asignado y utiliza los argu-
En la historia «The Murders in the Rue Morgue» de Edgar Allan
mentos y teorías del filósofo para justificar sus acciones.
Poe, el asesino de Madame l’Espanaye y su hija Camille resulta
78 I S A B E L S A N TA U L À R I A UN ESTUDIO EN NEGRO 79
2 Los casos del padre Brown
Hannibal Lecter: El conocidísimo asesino caníbal aparece por La época dorada: los descendientes de Holmes
aparecieron en cinco colec-
primera vez en la novela Red Dragon (El dragón rojo, 1981) de Uno de los más conocidos descendientes de Holmes es el padre
ciones de historias cortas en-
Thomas Harris. Después de la captura de Hannibal Lecter, el Brown, el cura investigador creado por G. K. Chesterton que
tre 1911 y 1935: The Inno-
agente del FBI Will Graham vive retirado hasta que es requerido apareció por primera vez en el relato «The Blue Cross» («La
cence of Father Brown (El
para la investigación de los asesinatos cometidos por un asesino cruz azul») en 1910. Caracterizado por su humildad y aparien- candor del padre Brown,
en serie al que se apoda «Tooth Fairy» y se ve obligado a pedir la cia inofensiva, el padre Brown2 resuelve casos aparentemen- 1911), The Wisdom of Father
colaboración de Hannibal Lecter, quien, desde su celda, le ayuda a te irresolubles gracias a su profundo conocimiento de la natu- Brown (La sabiduría del pa-
entender la mente del nuevo asesino sin darse cuenta de que raleza humana. Aunque las historias de Chesterton gozaron de dre Brown, 1914), The Incre-
Lecter le convierte en víctima de sus juegos mentales. La secuela gran popularidad, la escritora más famosa de ficción de detec- dulity of Father Brown (La
de esta novela, The Silence of the Lambs (El silencio de los corde- tives de la época –y de todos los tiempos, quizás en cualquier incredulidad del padre
ros, 1988), sigue el mismo patrón, con una novata en la academia género a excepción de Shakespeare– es Agatha Christie. Su pri- Brown, 1926), The Secret of
del FBI, Clarice Starling, investigando los asesinatos de otro asesi- mer detective de ficción, y uno de los más famosos, es el pecu- Father Brown (El secreto del
no en serie, apodado «Buffalo Bill». De nuevo, Lecter proporciona liar Hércules Poirot, antiguo miembro de la policía belga refu- padre Brown, 1927) y The
pistas desde su celda y sigue con sus juegos mentales. En las dos giado en Londres después de la Primera Guerra Mundial y Scandal of Father Brown (El
últimas novelas de la saga, Hannibal (Hannibal, 1999) y Hannibal detective privado retirado, que apareció por primera vez en la escándalo del padre Brown,
Rising (Hannibal, el origen del mal, 2006), Lecter se erige en pro- novela The Mysterious Affair at Styles (El misterioso caso de 1935).
tagonista. En la primera, encontramos a Hannibal en Florencia, Styles, 1920). Tan conocida como Poirot es Jane Marple, curio-
donde vive bajo un nombre falso desde que se escapó de la cárcel sa anciana solterona que resuelve los misterios con que se to-
al final de la novela anterior, mientras tres personajes diferentes pa aplicando sus conocimientos sobre el comportamiento hu-
intentan dar con su paradero. En la última, se prescinde de la tra- mano. Miss Marple apareció por primera vez en 1930 en la
ma detectivesca y Harris se sitúa en el pasado para ahondar en la novela The Murder at the Vicarage (Muerte en la vicaría). Ade-
psicología de Lecter y el origen de su patología. más de Agatha Christie, otras tres escritoras de la época culti-
Patrick Bateman: Narrada en primera persona, la novela varon la fórmula clásica: Dorothy L. Sayers, Margery Allingham
American Psycho (1990), de Bret Easton Ellis, retrata la mente de y Ngaio Marsh. Conjuntamente, se les conoce como «las reinas
un asesino en serie yuppie que se dedica a matar prostitutas, del crimen».
mendigos e incluso niños sin que nadie se preocupe de lo que es-
tá pasando. American Psycho es una dura crítica a una sociedad
capitalista y materialista caracterizada por una competitividad EL GIRO AMERICANO: LA NOVELA NEGRA Y LOS
agresiva y el consumo insaciable de bienes materiales que no CAMBIOS EN LA FÓRMULA CLÁSICA
son capaces, sin embargo, de ofrecer estabilidad y tranquilidad
en un entorno de vacío espiritual. Patrick Bateman se convierte,
pues, en una personificación de los males de la sociedad nortea-
GÉNESIS Y CARACTERÍSTICAS DE LA NOVELA NEGRA
mericana a finales de los años 80.
El género detectivesco dio un giro radical en Estados
Unidos, país en el que apareció la que se conoce como
Además del investigador, el criminal, la víctima y los novela hard-boiled o novela negra. La génesis de la nove-
sospechosos, en la tradición clásica solemos encontrar la negra no hay que buscarla en la tradición clásica ingle-
un falso culpable sobre quien recae el peso de la sospe- sa, sino en las revistas conocidas como pulps (término
cha; los ineficaces miembros de la policía que no logran que hace referencia al tipo de papel barato y de mala ca-
dar con la solución del misterio; y, en ocasiones, el na- lidad utilizado por estas revistas). En los años 60 del si-
rrador que actúa como cronista de las aventuras del de- glo XIX, estas publicaciones editaban historias de aventu-
tective, que a la vez proporciona una perspectiva admi- ras en las que un héroe solitario y duro lidiaba sus
rativa que actúa como reflejo del enfoque que debe batallas en un ambiente hostil al que tenía que adaptarse
adoptar el lector hacia el detective. o morir. El escenario más común era el lejano oeste, pero
80 I S A B E L S A N TA U L À R I A UN ESTUDIO EN NEGRO 81
Western. El western nació las historias también se emplazaban en otros contextos rrupción. En Black Mask empezaron a escribir autores
como reflejo del proceso de
como los bosques de Maine, en el frente durante las gue- considerados clásicos del género, entre ellos Erle Stanley
colonización del norte del
continente americano. Las
rras americanas o en alta mar. El western5 era el género Gardner, Dashiell Hammett y Raymond Chandler. Hoy
historias estaban protagoni- más popular en los años 80 pero pronto le salió un com- en día, la novela negra sigue siendo uno de los subgéne-
zadas por un cowboy (o un petidor. A medida que las ciudades se iban convirtiendo ros más prolíficos y vigentes en manos de autores como
héroe vestido a guisa de en grandes urbes y el país se iba civilizando, la frontera James Ellroy, Elmore Leonard o Robert B. Parker.
cowboy) que representaba
entre civilización y barbarie se desplazó del lejano oeste La novela negra sigue la misma estructura narrativa
las fuerzas civilizadoras del
país luchando contra la a los nuevos espacios urbanos amenazados por el cri- que la fórmula clásica, con una presentación del detecti-
barbarie –generalmente re- men, sobre todo el crimen organizado. El cowboy fue ve, la introducción de un caso criminal, el proceso de in-
presentada por nativos pues reemplazado por un nuevo héroe, el detective pri- vestigación y un desenlace en el que la trama criminal
americanos, la naturaleza vado urbano que, vestido con traje, gabardina y sombre- nos es desvelada y se identifica al culpable. Sin embargo,
salvaje o cualquier persona
que intentaba imponer su
ro de felpa, luchaba contra el crimen mientras exploraba presenta cambios sustanciales en la presentación del con-
dominio sin contar con la las nuevas fronteras –los barrios de callejones oscuros en texto, el detective y el crimen. A diferencia de la fórmula
justicia o la ley. los que se debatían en una pugna constante las fuerzas clásica –que en la mayoría de los casos se desarrolla en un
civilizadoras encarnadas en el detective y la barbarie en espacio cerrado en el que se ha cometido el crimen y en
2 Dos de los detectives más
forma de criminales de todo tipo–. Aunque las revistas el que se encuentran los sospechosos que el detective tie-
populares de los años veinte
fueron, de hecho, Ellery de la época también publicaban historias de detectives al ne que investigar– el detective de la novela negra se en-
Queen y Philo Vance, detec- estilo inglés,2 en los pulps se forjó un nuevo tipo de de- frenta a crímenes urbanos que le obligan a recorrer la
tives claramente inspirados tective más duro y violento que se asemejaba más a su gran ciudad y a moverse en diferentes ambientes, desde
en la fórmula clásica. Philo predecesor histórico –el cowboy– que a sus asépticos ho- los barrios más sórdidos y degradados a las áreas donde
Vance fue creado por SS Van
mólogos en las historias de detectives publicadas en habitan los ricos y poderosos en sus lujosas mansiones.
Dine y apareció por primera
vez en la novela The Benson Gran Bretaña. De hecho, fue en una de estas revistas La ciudad se presenta desde el punto de vista del detective
Murder Case (Los crímenes –Black Mask, que empezó su andadura en 1920 publi- –que generalmente narra sus historias en primera perso-
de Benson, 1926). Ellery cando historias de detectives, románticas, espiritualismo na– y se revela como un mundo de lujo, aventura y sofis-
Queen era el pseudónimo
y misterio– en la que apareció la novela negra. Aunque ticación que esconde, sin embargo, crimen, corrupción,
que utilizaban dos primos
de Brooklyn, Daniel Nathan
las características del género se empezaron a desarrollar pobreza y degradación. El detective, por otro lado, deja
y Manford Lepofsky, para en las historias que Carroll John Daly publicó en Black de ser el investigador aséptico, esterilizado, de clase alta y,
publicar sus historias, y Mask a partir de 1923, se considera que la novela negra en la mayoría de los casos, amateur que encontramos en
Ellery Queen se presentaba nació cuando en 1926 Joseph T. Shaw tomó las riendas la fórmula clásica. El detective de la novela negra es un
como autor y protagonista
de la revista y marcó las directrices y la filosofía que de- detective privado desarraigado pero honorable, de oríge-
de las mismas. La primera
fue The Roman Hat Mystery bían seguir las historias de detectives a partir de aquel nes dudosos y violento, dispuesto a utilizar cualquier me-
(El misterio del sombrero ro- momento. Shaw creía que el país estaba enfermo, más dio a su alcance para luchar contra el crimen. A diferen-
mano, 1929). amenazado por hampones, jueces y políticos deshones- cia del investigador de la fórmula clásica, que ve los casos
tos, tratos ilegales y corrupción institucional generaliza- meramente como juegos o retos para su mente, el investi-
da, que por pequeños criminales. Por lo tanto, propuso gador privado de la novela negra se toma los casos de for-
un nuevo tipo de héroe a sus escritores, un detective du- ma personal, se dedica a la investigación en cuerpo y al-
ro y violento pero comprometido, con valores morales y ma, y se presenta como un cruzado: protector de los
un firme sentido de la justicia, capaz de luchar contra el débiles, defensor de los inocentes, vengador de las vícti-
crimen y resistirse a sobornos y otros intentos de co- mas. Es, en definitiva, un hombre verdaderamente hono-
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rable en un mundo corrupto. En esta sociedad, las fecho- un icono engendrado por la ficción, sin base real. Esta
rías contra las que se enfrenta el detective son sólo peque- percepción del Gran Detective y el escepticismo ante su
ñas manifestaciones de un estado de corrupción y crimi- capacidad de resolver crímenes y luchar para reestablecer
nalidad endémicas que afectan a los pilares que sostienen el orden social afectó el desarrollo de la ficción de detecti-
el aparato social. El detective va desentrañando las mara- ves a partir de los 40, cuando se optó por una aproxima-
ñas de tratos ilegales con hampones, sobornos o asesina- ción más realista al crimen; la indagación en la mente y
tos de los que se sirven los ricos y poderosos para sus fi- motivaciones del criminal para llegar a entender la psico-
nes, pero poco puede hacer para restablecer el orden logía humana; la progresiva incorporación de técnicas
social y se conforma con solucionar el caso que le ocupa científicas y forenses; y un abandono de las nociones de
y retirarse «hacia poniente» al igual que sus predecesores buen gusto que habían limitado la presentación del cri-
literarios, los justicieros cowboys de los westerns a los que, men, el criminal, la justicia y el detective en la ficción de
como se ha mencionado, la novela negra reemplazó en el detectives en general y, sobre todo, en la fórmula clásica.
favor popular de los lectores de la época. Así pues, temas como el travestismo, la homosexualidad,
la pornografía, las violaciones o las pruebas de semen en
LOS EFECTOS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL las víctimas empezaron a ser más frecuentes y a ser trata-
dos de forma más clara. Los crímenes se describían con
En su libro Bloody Murder. From the Detective Story to the todo lujo de detalles y sin escatimar referencias a su bru-
Crime Novel: A History, Julian Symons explica que, tras la talidad o violencia. Por último, la corrupción del sistema
Segunda Guerra Mundial, el panorama social en Europa judicial y la brutalidad de la policía se retrataban sin ta-
y Estados Unidos se parecía más al descrito en Cosecha pujos e incluso, en algunas novelas como en My Name Is
roja que al descrito en las historias de detectives clásicas Michael Sibley (1952) de John Bingham, se presentaban
en las que el crimen y la violencia son ocurrencias excep- como instituciones deficientes que podían llevar a un
cionales que trastornan comunidades idílicas y apacibles. inocente al borde del cadalso.
En un mundo convulsionado por los acontecimientos re- La paulatina incorporación de estos cambios y apro-
cientes y sus efectos devastadores, la idea de que la salud ximaciones eventualmente llevó a la creación de nue-
de una comunidad estaba en manos de una sola figura vos subgéneros (la novela de crimen, la novela de pro-
capaz de dar con un criminal simplemente observando cedimiento policial y la novela de procedimiento legal
detalles de protocolo, manchas sospechosas en un mantel o thriller legal). Dicho esto, la fórmula clásica continuó
o el tipo de tabaco de una colilla abandonada en la escena su andadura con nuevas obras que se ceñían al patrón
del crimen se hacía cada vez más inverosímil. Igual de original producidas por autores consagrados en el gé-
improbable resultaba creer que un solo detective, ama- nero y nuevas incorporaciones como PD James, Mi-
teur o profesional, se bastaba a sí mismo para desentrañar chael Gilbert o Emma Lethen. Lo mismo podemos de-
asesinatos y otras tramas criminales en un mundo en el cir de la novela negra, en la que los detectives seguían
que cada vez estaba más claro que una investigación tenía solos ante el peligro luchando contra el crimen. En de-
pocas posibilidades de éxito sin la utilización de las nue- finitiva, ni las nuevas aproximaciones a los temas y
vas técnicas científicas y forenses desarrolladas por la po- personajes de la novela de detectives ni la aparición de
licía. En definitiva, la naturaleza mítica del Gran Detecti- nuevos subgéneros erradicaron las tradiciones anterio-
ve de la fórmula clásica y la novela negra se hacía patente res, aunque sí afectaron su desarrollo y fueron modifi-
y se ponía de manifiesto que se trataba básicamente de cando sus contornos.
84 I S A B E L S A N TA U L À R I A UN ESTUDIO EN NEGRO 85
LAS DIFERENTES CARAS DE LA LEY: CRIMEN, y periodista Sarah Dunant también ha hecho incursio- 2 Ed McBain empezó a pu-
INVESTIGACIÓN POLICIAL Y CASTIGO nes notables en el género con sus obras Transgressions blicar su serie de novelas
(1997) y Mapping the Edge (1999), en las que indaga en sobre el Distrito 87 en 1956
con su novela Cop Hater
Uno de los subgéneros que más ha influido en el desa- comportamientos sexuales patógenos y sus repercusio-
(Odio). Entre los inspecto-
rrollo de la novela de detectives contemporánea es la que nes criminales e implicaciones morales, y en las que los res que retrata en sus nove-
Julian Symons, él mismo escritor prolífico de narrativas papeles de criminal y víctima se difuminan y multiplican las son destacables Steve
detectivescas y creador del detective Sheridan Haynes, a medida que transcurre la historia. Carella, Cotton Hawes o
Si la novela de crimen se centra en el crimen y los cri- Meyer Meyer.
denomina novela de crimen. En estas narrativas, el pro-
ceso de investigación, si aparece, pasa a ocupar un lugar minales, la ficción de procedimiento policial se centra
secundario y la historia se centra en el criminal, el cri- en la institución que se encarga de perseguir el crimen,
men y/o los efectos del crimen en una comunidad deter- la policía, que se presenta desde un punto de vista rea-
minada, en el investigador que lleva el caso, o en los alle- lista pero conservador, enfatizando su labor como sufri-
gados de las víctimas o del mismo criminal. Por otro dos y abnegados servidores de la ley y el orden, una pre-
lado, si el proceso de investigación determina el hilo na- sentación, todo sea dicho, producida bajo el auspicio de
rrativo, éste deja de ser sólo un caso policial cuyo objeto corrientes reaccionarias empeñadas en lavar la cara de
es la busca y captura del criminal, y se trata más bien de una institución a la que la opinión pública consideraba
un viaje interior, muchas veces al pasado del protagonis- corrupta y susceptible de sobornos. En estas historias,
ta, que le permite entender su presente inmediato o de- las investigaciones del caso criminal –o casos crimina-
sentrañar un misterio pasado que ha condicionado su les, ya que en muchas ocasiones varias investigaciones se
vida o la de sus seres queridos o conocidos. En cualquier llevan a cabo de forma paralela– las llevan a cabo agen-
caso, el acontecimiento pasado no es, como en las histo- tes de policía y, por lo tanto, se caracterizan por la des-
rias de detectives clásicas, un mero espacio en el que cripción detallada de métodos policiales, del día a día en
hurgar en busca de pistas, sino que se convierte en paisa- las comisarías y en la vida de los oficiales protagonistas,
je psicológico, escenario de traumas infantiles o compor- o de técnicas forenses y otras disciplinas científicas apli-
tamientos patológicos, espejo de fantasmas personales o cadas a la resolución de casos criminales. Uno de los
sociales, o cortina de humo que, al desvanecerse, revela más claros exponentes de la novela de procedimiento
los oscuros recovecos del alma humana. Otras dos carac- policial es Ed McBain,2 creador de una serie de nove-
terísticas de este subgénero son la importancia de la ca- las que tienen como protagonistas al conjunto de detec-
racterización de los personajes –a los que se suele dar tives de una comisaría, la del Distrito 87, de la ficticia
una gran complejidad y densidad moral– y una aproxi- ciudad de Isola, claramente inspirada en Manhattan. De
mación casi naturalista al contexto, que pasa de ser sólo sus obras se han sacado numerosos argumentos para se-
escenario del crimen a entorno generador de psicopato- ries de televisión como Hill Street Blues (Canción triste
logías o comportamientos criminales. En manos de au- de Hill Street, 1981-1987). En el Reino Unido, entre los
toras como Patricia Highsmith o Ruth Rendell, este sub- autores más conocidos del género podemos mencionar
género se ha ganado el favor del público y el a Colin Dexter, creador del inspector Morse, y PD Ja-
reconocimiento literario y, en la actualidad, sigue siendo mes, madre literaria de Adam Dalgliesh, ambos inspec-
una de las tendencias más fructíferas e interesantes con tores de policía; ambos, también, figuras sherlockianas
autores como Gregory Hall, John Matthews, Minette en su aire distante y sus aficiones selectas que los dife-
Walters, Robert Goddard o Frances Hegarty. La escritora rencian de sus homólogos más recientes: Adam Dal-
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gliesh es también poeta; el inspector Morse es un gran Mason, presentado como un ser manipulador capaz de
aficionado a la lectura, a los crucigramas y a la ópera, torcer la ley para lograr absolver a sus clientes, por muy
aunque también, como buen inglés, a la cerveza. Ruth culpables que sean, en las primeras historias en las que
Rendell tiene también una serie de novelas protagoniza- aparece, pero que se transforma y redime en sus últimos
das por el inspector Reginald Wexford, un personaje in- relatos, en los que sólo se dedica a casos que sirvan los in-
teligente, fiable, compasivo y buen padre de familia, de tereses de la justicia. Autores posteriores –como Eleazar
la ficticia localidad de Kingsmarkham. A este cuerpo de Lipsky en los años 40 o George Higgins y Edwin Torres
agentes de policía se han unido, en los últimos años, in- en los 70– presentaron también retratos nada favorecedo-
corporaciones de gustos menos elitistas, orígenes más res del sistema judicial y sus representantes, en este caso
humildes y vidas desestructuradas, de la pluma de auto- sin proceso de redención. Sin embargo, el thriller legal en
res como Ian Rankin, RD Wingfield, John Harvey o Ro- la actualidad se caracteriza por sus presentaciones positi-
bert Wilson. En la actualidad, el género se desarrolla vas de los abogados protagonistas, personajes que ad-
también en numerosas series de televisión que, además quieren proporciones quijotescas en su pugna constante
de la investigación de casos criminales, siguen las vidas contra la injusticia y a favor de los derechos de los ino-
y relaciones de los oficiales protagonistas. Entre las más centes, aunque a veces se enfrentan a sistemas judiciales
notables, podemos citar, por ejemplo: Law and Order: corruptos o a compañías que se sirven de la ley para fines
Special Victims Unit (Ley y orden: Unidad de víctimas es- nada lícitos. El autor que más influyó en esta presenta-
peciales, 1999-), Law and Order: Criminal Intent (Ley y ción de los abogados fue Erle Stanely Gardner, creador
orden: Acción criminal, 2001-), CSI: Crime Scene Investi- del famoso abogado/detective Perry Mason, quien apare-
gation (CSI, 2000-) y sus homólogos en Miami y Nueva ció por primera vez en la novela The Case of the Velvet
York –CSI: Miami (2002-) y CSI: NY (CSI: New York, Claws (El caso de las garras de terciopelo, 1933), a su vez
2004-)–, The Shield (2002-), Without a Trace (Sin rastro, basado en otro abogado literario, Trutt, un Perry Mason
2002-) o Cold Case (Caso abierto, 2003-). en estado embrionario, defensor de las víctimas y los ino-
El ciudadano de a pie ha mantenido una postura am- centes, creado por Arthur Train y protagonista de una se-
bivalente hacia la ley y sus representantes ya que el siste- rie de historias publicadas entre 1905 y 1945.
ma judicial y los abogados pueden servir, aunque no de- En la actualidad, y después del éxito de la novela de
berían hacerlo, al bien y al mal indistintamente. Los Scott Turow Presumed Innocent (Presunto inocente, 1987),
abogados y la ley siempre han despertado el interés de los ha aparecido una plétora de autores de thrillers legales cu-
lectores, y de la unión de las tramas legales con las inves- yos abogados se enfrentan a casos que requieren sus dotes
tigaciones criminales –temas claramente afines– nació el detectivescas ya sea para salvar a inocentes de acusaciones
subgénero detectivesco al que se conoce como novela de injustas o para ajusticiar a compañías o instituciones co-
procedimiento legal o thriller legal, que tiene a abogados rruptas. El más famoso en la actualidad es John Grisham,
como protagonistas/investigadores y en el que el sistema autor de títulos tan conocidos como A Time to Kill (Tiem-
judicial y la ley son ejes centrales de la narración/investi- po de matar, 1987), The Firm (La tapadera, 1991), The Pe-
gación. La ambivalencia en la presentación de la ley, la lican Brief (El informe pelícano, 1992), The Client (El clien-
justicia y los abogados se ha mantenido en el thriller legal te, 1993) o The Chamber (Cámara de gas, 1994). Otros
desde sus orígenes en las historias de Melville Davisson autores contemporáneos son Lisa Scottoline, Sheldon Sie-
Post escritas a finales del XIX y principios del XX, protago- gel, Richard North Patterson, James Grippando o Brad
nizadas por su taimado y siniestro abogado Randolph Meltzer. En la televisión, encontramos también ejemplos
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notables del género con series como Murder One (1995- Atlántico en los años 80, transmutarían la fórmula hard-
1997), The Practice (El abogado, 1997-2004) o Boston Le- boiled o novela negra al poner la investigación en las ma-
gal (2004-). nos (o sobre los tacones) de una mujer de armas tomar.
Asimismo, estas narrativas se convertirían en plataforma
desde la que apuntar y defender posturas feministas y en
LA FICCIÓN DE DETECTIVES Y EL FEMINISMO:
una de las tendencias más productivas y populares en la
ABRID PASO A LA MUJER INVESTIGADORA
actualidad. Las norteamericanas Sue Grafton –famosa por
su serie de novelas «alfabéticas» protagonizadas por Kin-
ORÍGENES Y REPRESENTANTES DE LA NOVELA DE
sey Millhone– y Sara Paretsky –creadora de la incombus-
DETECTIVES FEMINISTA
tible y dura VI Warshawski–, junto a las más sofisticadas
Kay Scarpetta de Patricia Cornwell y Temperance Brennan
El género detectivesco ha contado con investigadoras no- de la canadiense Kathy Reichs, son las más conocidas. Sin
tables a lo largo de su historia, desde las intrépidas heroí- embargo, las recientes aportaciones del Reino Unido no
nas de las novelas sensacionalistas de Wilkie Collins –tales tienen nada que envidiar a sus homólogas americanas e
como Marian Halcombe o Valeria Brinton/Woodville de incluso les ganan la baza en frescura y savoir faire. Entre
The Woman in White y The Law and the Lady respectiva- las más destacadas de estas investigadoras privadas mal
mente– a la entrañable Miss Marple de Agatha Christie, habladas, frescas y socialmente marginales aunque tenaces
pasando por Harriet Vane en la novela Gaudy Night y brillantes a la hora de resolver crímenes, está Hannah
(1935) de Dorothy L. Sayers o las historias de la estadou- Wolfe, la investigadora de la agencia Comfort creada por
nidense Amanda Cross –que empezó a escribir en los años Sarah Dunant. Hannah se vale de su inteligencia para re-
60– protagonizadas por su investigadora Kate Fansler. Sin solver casos complejos a la vez que se pronuncia en pro de
embargo, no podemos hablar de narrativas detectivescas la independencia de la mujer en una sociedad esencial-
feministas hasta los años 70, concretamente hasta 1972, mente patriarcal en la que la identidad de la mujer sigue
cuando PD James publicó su novela An Unsuitable Job for estando condicionada por su cuerpo y en la que la institu-
a Woman (No apto para mujeres) y dio vida a la investiga- ción de la familia es, tal como Hannah asevera, nuclear
dora Cordelia Gray, que repetiría papel protagonista diez por sus efectos explosivos, en las tres novelas de las que es
años más tarde en The Skull Beneath the Skin (La calavera protagonista: Birth Marks (Marcas de nacimiento, 1991),
bajo la piel). En An Unsuitable Job for a Woman, Cordelia Fatlands (Conflicto explosivo, 1993) y Under My Skin (Bajo
hereda una agencia de detectives privados y «a la Cybil mi piel, 1995). Igual de interesantes son la investigadora
Shepherd» en la serie de televisión Moonlighting (Luz de privada Leo Street, creada por la también actriz y guionis-
luna, 1985-1989) decide sacar la agencia adelante en ta irlandesa Pauline McLynne, y Samantha Jones, esculto-
vez de venderla al mejor postor y sin ayuda de un Bruce ra de profesión e investigadora ocasional, creada por Lau-
Willis de turno o tener que asumir un nombre falso como ren Henderson.
la detective de la serie de televisión Remington Steele
(1982-1987). Tímida, insegura y poco sofisticada, Corde-
CARACTERÍSTICAS
lia no coincide con la imagen prototípica del investigador
confiado y cerebral de la tradición clásica y, mucho me-
La novela de detectives feminista –además de incorporar,
nos, con la del detective privado duro, violento y desarrai-
como su nombre indica, un discurso abiertamente femi-
gado de la tradición americana. Sin embargo, Cordelia
nista– se caracteriza, sobre todo, por la presentación de
abriría camino a una serie de novelas que, al otro lado del
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2 En la tradición clásica las sus detectives: todas ellas mujeres muy diferentes a las fé- éxito entre sus lectoras pone en evidencia que no todas
mujeres aparecían, frecuen- minas de novelas pertenecientes a tradiciones ante- las fantasías de la mujer giran alrededor de encontrar pa-
temente, como víctimas. En riores,2 la mayoría con profesiones consideradas «de reja o formar familia sino que aspira a vivir aventuras
hombre».22 Las detectives de estas historias compar-
caso de aparecer como in-
que la lleven lo más lejos posible del limitado espacio
vestigadoras, no son ni pro-
fesionales ni sexualmente ten características comunes con sus homólogos masculi- doméstico.
agresivas –o son solteronas nos en la novela negra. Así pues, son personajes que se
metomentodo, o las novias mueven con facilidad por los espacios urbanos, indepen-
o esposas de los investiga- dientes, sin ligaduras familiares y eficientes profesionales La influencia de Clarice Starling
dores principales–. En la Aunque la heroína de dos de las novelas de Thomas Harris, The
tradición de novela negra,
dedicadas en cuerpo y alma a sus trabajos. Sin embargo,
Silence of the Lambs y Hannibal, no es, por descontado, la pri-
por otro lado, aparecían co- se caracterizan también por su afán por mantener su mera detective literaria femenina, ha sido una de las que más
mo las fascinantes pero en- identidad femenina sin perder autoridad, tener que con- ha influido en la representación de esta figura. Tanto la profe-
gañosas femmes fatales. vertirse en marimachos o adaptarse a nociones patriar- sión de Starling –agente del FBI– como sus características físi-
22 Hannah Wolfe, VI cales y sexistas de los roles y apariencia que, en teoría, cas, psicológicas y profesionales han servido de base para la
debe seguir una mujer. Son, pues, mujeres que no pier- creación de personajes tan populares como Dana Scully de la
Warshawski o Kinsey Mill-
serie The X Files (Expediente X, 1993-2002) o Samantha Wa-
hone, las protagonistas de den tiempo en su apariencia física y, si lo hacen, son
ters de la serie Profiler (1996-2000) o las conocidas antropólo-
las novelas de Sarah Du- conscientes de que están adoptando un rol determinado gas investigadoras Kay Scarpetta y Temperance Brennan de las
nant, Sara Paretsky y Sue para una ocasión específica. Son también mujeres que novelas de Patricia Cornwell y Kathy Reichs, respectivamente.
Grafton, respectivamente,
por ejemplo, son detectives
no tienen miedo de exteriorizar sus sentimientos, capa- Estos personajes se presentan como figuras tan heroicas como
privadas. Kay Scarpetta, de ces de mostrar empatía hacia sus clientes y hacia las víc- sus homólogos masculinos. Su heroicidad reside en su inteli-
las novelas de Patricia timas y de establecer ligaduras emocionales –no necesa- gencia, fe en la razón, honestidad, incorruptibilidad, entrega a
Cornwell, es patóloga fo- los valores de la ley y el orden y capacidad de acción. Por lo
riamente románticas– con sus seres queridos, amigos y
rense. Temperance Bren- tanto, son personajes que se comercializan como iconos feme-
familiares. Por su condición de mujeres con poder en un ninos y feministas con los que muchas lectoras y espectadoras
nan, de las novelas de Kathy
Reichs, es paleontóloga fo-
mundo de hombres, a menudo tienen que defender sus se pueden identificar.
rense. Georgia Skeehan, de derechos, intereses o integridad en un contexto en el que Sin embargo, el proceso de traslación de estos personajes
las novelas de Suzanne su autoridad está siendo constantemente socavada y, por de la literatura a la gran o pequeña pantalla ha reducido o limi-
Chazin, por citar un último lo tanto, suelen ser personajes que se agrian en el trans- tado muchos de sus valores. Los casos de Clarice Starling y
ejemplo, es bombero. Temperance Brennan son ilustrativos. En el caso de Clarice,
curso de las series de las que son protagonistas. Otro
tanto Jonathan Demme como Ridley Scott (directores de las
problema asociado con este género es que está atrapado, versiones cinematográficas de The Silence of the Lambs y
por definición, en un círculo vicioso del que no hay fácil Hannibal, respectivamente) respetan la incorruptibilidad, tesón
escapatoria. Para poder esgrimir un discurso feminista, e inteligencia del personaje, pero introducen elementos de in-
este subgénero constantemente sitúa a la mujer dentro competencia que no se encuentran en las novelas. También re-
de un sistema patriarcal obsoleto pero vigente que cons- saltan su vulnerabilidad y se deleitan en la victimización de
Clarice por parte de Hannibal Lecter y de la machista institu-
triñe su libertad de acción y/o la convierte en víctima de
ción para la que trabaja, el FBI. Por otro lado, Temperance
todo tipo de abusos. Por lo tanto, es un subgénero que Brennan, la protagonista de la serie Bones (2005-) basada en
depende de la misma victimización de la mujer contra la las novelas de Kathy Reichs, no se asemeja mucho a su homó-
que luchan sus investigadoras para poder blandir su dis- loga literaria. Además de perder unos años y lucir unos esco-
curso en pro de los derechos de la mujer. Dicho esto, tes que la Dra. Brennan no prodiga en las novelas, se le adjudi-
también es un género que ha impulsado y sigue impul- ca un pasado traumático que permite presentarla como una
víctima y resaltar la “verdadera” vulnerabilidad que se esconde
sando la igualdad de la mujer a todos los niveles y cuyo
tras su apariencia distante y fría. Además la serie se centra ca-
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nuestra sociedad que dista de ser reconfortante. Esta ten- Posmoderna. El término
si tanto en la tensión sexual entre Temperance y el atractivo «posmodernismo» es de di-
dencia, a la que podemos catalogar de posmoderna, 5
agente especial Seeley Booth (interpretado por el conocido Da- fícil definición ya que se
ha conferido al género una teñidura más negra si cabe y aplica a diferentes contextos
vid Boreanaz, convertido en sex symbol de jóvenes y no tan jó-
venes después de sus papeles en Buffy the Vampire Slayer
una textura mucho más gruesa y compleja. Así pues, la y disciplinas con variacio-
[Buffy la cazavampiros, 1997-2003] y Angel [1999-2004]), que ficción de detectives contemporánea rasga el tejido social nes de significado. De for-
en la trama detectivesca. En definitiva, estos y otros ejemplos para mostrar sus aspectos más sórdidos. La división ma- ma sucinta, podemos decir
que es el término con que
similares demuestran la reticencia de los medios visuales a niqueísta entre buenos y malos se atenúa y casi se desva-
se define nuestra sociedad
transgredir percepciones de la mujer que vayan más allá de su nece; el mundo se percibe como dislocado y espiritual- contemporánea, que abarca
papel tradicional de heroína romántica o víctima.
mente vacío; los males sociales se hacen visibles y se desde finales de los años 70,
convierten en endémicos; las instituciones gubernamen- cuando Jean-Françoise Lyo-
tales son corruptas o, cuando no lo son, se mueven por tard publicó su libro La
BAILE DE GÉNEROS: EL PANORAMA DETECTI- condition postmoderne:
VESCO ACTUAL intereses personales, políticos o económicos que se apar- Rapport sur le savoir (La
tan de las necesidades de la ciudadanía; la familia se pre- condición postmoderna,
LA FICCIÓN DE DETECTIVES POSMODERNA senta como elemento desestabilizador y caldo de cultivo 1979), hasta la actualidad. A
de comportamientos patológicos y hasta criminales; los grandes rasgos, algunos de
los aspectos clave del pos-
Intentar resumir las características de la novela detecti- servicios sociales no existen o son insuficientes. En este
modernismo que se reco-
vesca actual de forma sucinta no es una misión sencilla contexto, los agentes de la ley y el orden, al menos los gen en los productos cultu-
ya que, como se ha señalado al principio de este capítulo, protagonistas, luchan desesperadamente y, casi siempre, rales contemporáneos son
se trata de un género que se encuentra en pleno apogeo contra reloj, no sólo para atrapar al criminal, sino tam- un sentimiento de pesimis-
bién para dar sentido a sus vidas en una sociedad aneste- mo existencial, la pérdida
y, por lo tanto, se publica una gran cantidad de obras ca- de fe en las metanarrativas
da año que, aunque por su carácter genérico se mantie- siada, insensibilizada contra el horror y, frecuentemente,
que daban sentido a nues-
nen dentro de los límites del esquema original, son muy apática. El mensaje final, sin embargo, suele ser conser- tras vidas (religión, filoso-
diferentes entre sí. De todas formas, podemos delimitar vador. La tenacidad se recompensa y la capacidad de la fía, ciencia, etc.), el interés
tres aspectos que resumen el estado y características de la policía de proteger a los débiles y defender a los justos por el concepto de identi-
dad, y el culto a la forma y
producción detectivesca contemporánea. En primer lu- no se cuestiona. El detective, de hecho, se convierte en
el artificio por encima del
gar, las tradiciones anteriores se mantienen vivas, ya sea representante del «hombre de a pie» y, por lo tanto, en fondo.
en forma de reediciones de obras de autores clásicos y no portavoz del segmento social por el que vale la pena lu-
tan clásicos del género, o en forma de nuevas novelas es- char: la gente corriente y moliente que trabaja duro para
critas siguiendo «fórmulas» anteriores. En segundo lu- sobrevivir y, aunque proclive a pequeñas infamias, es,
gar, se han sumado nuevos subgéneros a los ya existentes esencialmente, buena.
–en muchos casos combinando elementos de diferentes
subgéneros o incluso de distintas tradiciones genéricas–, VARIEDAD GENÉRICA
por lo que se trata de un tipo de narrativa, como vere-
mos a continuación, muy rico en variedad y que se desa- De los muchos subgéneros detectivescos actuales, quizás
rrolla, con igual de éxito, en diferentes medios –novela, el más popular es el conocido como thriller de asesinos
cine y televisión, sobre todo–. Finalmente, y si observa- en serie, centrado en la investigación de los crímenes co-
mos el desarrollo de los diferentes subgéneros en su con- metidos por un asesino en serie que mata, a menudo de
junto, podemos ver que, en general, adoptan un tono forma ritual, a un tipo determinado de persona, y que el
más sombrío y se caracterizan por ofrecer una imagen de investigador debe capturar utilizando sus dotes detecti-
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vescas, además de sofisticadas técnicas forenses y psicoló- tiva de minorías étnicas y los guetos en los que se les ha Chick lit. Las narrativas co-
nocidas como chick lit se
gicas. Aunque el género asomó a partir de los años 40 con recluido y ofrece una crítica mordaz al sistema, que se
centran en mujeres profe-
novelas como The Rising of the Moon (1945) de Gladys presenta como causante de las deficiencias (criminali- sionales treintañeras que
Mitchell o The Killer Inside Me (El asesino dentro de mí, dad, pobreza, prostitución) de los barrios marginales y han relegado su vida amo-
1952) de Jim Thompson, este tipo de narrativas no se de- de las que se alimenta para exacerbar un discurso racista rosa para centrarse en su
sarrolló hasta principios de los 80, después de que Robert y xenófobo. trabajo o que combinan sus
matrimonios e hijos con
K. Ressler –agente del FBI fundador de la Unidad de Del matrimonio del fenómeno chick lit5 con la nove-
sus carreras. Narradas con
Ciencias del Comportamiento– popularizara el término la negra ha nacido un subgénero detectivesco conocido gran sentido del humor, es-
«asesino en serie» para hacer referencia a un tipo de cri- como tart noir,5 término creado por las autoras Sparkle tas historias reflejan la si-
minal al que antes se conocía como «asesino de extra- Hayter, Lauren Henderson, Laura Lippman y Katy Mun- tuación de muchas mujeres
ños». También incidió en el desarrollo del género la enor- ger para hacer referencia a sus novelas protagonizadas profesionales, sus preocu-
paciones, relaciones y de-
me popularidad de las novelas de Thomas Harris por detectives femeninas a las que definen en su página sencantos.
protagonizadas por Hannibal «el caníbal» Lecter, sobre web (<http://www.tartcity.com>) como mitad Philip
todo después del éxito de la versión cinematográfica de Marlowe, mitad femmes fatales: mujeres duras, indepen- Tart noir. El término tart se
The Silence of the Lambs. En la actualidad, existen gran dientes, que hacen sus propias reglas y son capaces de utilizaba en el siglo XIX para
referirse a una prostituta o
cantidad de autores que publican, casi exclusivamente, combatir criminales y policías corruptos vestidas con ro-
cualquier mujer inmoral.
thrillers de asesinos en serie, entre los que podemos des- pa fabulosa y zapatos con tacones de aguja. Las obras se Eventualmente, el término
tacar a los estadounidenses Patricia Cornwell, James definen también como neofeministas y esgrimen un dis- pasó a aplicarse a cualquier
Patterson, Jonathan Kellerman, Jeffrey Deaver, Michael curso que recoge las tendencias liberales de corrientes fe- mujer joven promiscua que
Connelly o Caleb Carr; o a los británicos Donald James, ministas anteriores pero que también defiende y, de he- viste de forma provocativa.
Val McDermid, Mo Hayder, Mark Billingham, Boris cho, se aprovecha de nociones tradicionales de la
Starling o Craig Russell. En estas novelas, el asesino en feminidad, sobre todo las que hacen referencia al cuerpo
serie tiene casi tanto peso narrativo como el investiga- de la mujer. En definitiva, las heroínas del tart noir son
dor y es un ser, a todas luces, extremadamente fascinan- conscientes del poder erótico del cuerpo femenino y lo
te que, como monstruo, es temible y atroz, pero también utilizan para sus propósitos.
reflejo, y muchas veces producto, de disfunciones sociales Otro subgénero contemporáneo digno de mención es
tan patológicas como sus perversas mentes. el thriller erótico, que combina crimen y sexo en una tra-
En los años 60, y como efecto de la lucha por los dere- ma de suspense con tintes eróticos, incluso pornográfi-
chos humanos, autores como Chester Himes –padre lite- cos en ocasiones. En las novelas del británico Tony
rario de los detectives Coffin Ed Johnson y Gravedigger Strong, por ejemplo, el autor entremezcla ideas que po-
Jones– incorporaron a detectives hard-boiled de raza ne- dríamos considerar feministas –como el derecho de la
gra que, además de investigar sus crímenes, abogan por mujer de disfrutar de su sexualidad abiertamente– con
los derechos de las minorías étnicas en Estados Unidos. escenas tórridas de las que se sirve tanto para estimular
A este subgénero se le conoce con el término black noir. al lector como para indagar en el lado perverso de la se-
En la actualidad, autores como Walter Mosley y Tony Hi- xualidad. Dos novelas interesantes pertenecientes a este
llermann disfrutan de un éxito considerable gracias a sus subgénero, aunque muy diferentes entre sí, son Fingers-
historias protagonizadas por sus detectives Easy Rawlins mith (Falsa identidad, 2002) de Sarah Waters y The Cut-
y Jim Chee y Joe Leaphorn respectivamente. Este subgé- ting Room (El cuarto oscuro, 2002) de Louise Welsh. En la
nero se caracteriza, sobre todo, por su presentación posi- primera, la autora intercala una historia de fraude en la
96 I S A B E L S A N TA U L À R I A UN ESTUDIO EN NEGRO 97
época victoriana con la pasional historia de amor entre nocido como enigma o misterio histórico. Este subgéne-
las dos protagonistas, Maud Lilly y Sue Trinder. En la se- ro, fiel descendiente de la tradición clásica, se caracteriza
gunda, Rilke, trabajador de una casa de subastas, investi- por situar la investigación en un contexto histórico pasa-
ga la autenticidad de una foto antigua, supuestamente do –inmediato o, más frecuentemente, lejano– y, por lo
snuff; en el transcurso de la investigación, la autora nos tanto, se trata de un tipo de novela en la que la detallada
arrastra a los ambientes más sórdidos y degradados del y documentada ambientación del contexto histórico en
Glasgow contemporáneo y nos sumerge en una trama el que se desarrolla la acción es tan o más importante
que mezcla pornografía, perversidad y homosexualidad. que la trama criminal. El contexto histórico pasado per-
Al igual que la novela de detectives feminista, la novela mite al escritor prescindir de la carga de información
de detectives lesbiana utiliza el género para denunciar la científica que caracteriza la presentación del crimen y su
situación de este colectivo y defender sus derechos en con- investigación en la novela detectivesca contemporánea.
tra de la discriminación y los prejuicios. En novelas como Sin embargo, el lector espera que el autor sea riguroso en
Murder in the Collective (1984) de Barbara Wilson, She Ca- la ambientación, presente un enigma original y sorpren-
me Too Late (Ella llega demasiado tarde, 1986) de Mary dente, y cree un investigador peculiar, excéntrico o pin-
Wings, After Delores (Buscando a Delores, 1988) de Sarah toresco. Entre los autores más conocidos del subgénero,
Schulman o Curious Wine (Un extraño vino, 1990) de Kat- podemos mencionar al prolífico PC Doherty, creador de,
herine V. Forrest, las autoras pretenden romper con nocio- entre otros, los misterios ambientados en la Inglaterra
nes tradicionales de la feminidad, sobre todo la tendencia medieval protagonizados por el escribano Hugo Corbett
a catalogar a las mujeres de dóciles y domésticas y consi- o por los peregrinos de Canterbury extirpados de los
derar a las que se escapan del patrón estándar como anti- cuentos de Chaucer para narrar crímenes a cual más es-
naturales o diabólicas. Otro aspecto sobre el que las auto- cabroso; Lindsay Davis, con sus historias protagonizadas
ras de este tipo de novelas hacen especial hincapié es el por Marcus Didus Falco en la Antigua Roma; Ellis Peters
concepto de género e identidad como performance o mas- y su monje benedictino del siglo XII que ejerce de detec-
carada; por lo tanto, ponen en evidencia que la masculini- tive en Shrewsbury (Gales); o Anne Perry, tan famosa
dad y la feminidad son meras ficciones que representamos por sus historias como por su escabroso pasado, y sus se-
siguiendo un patrón de expectativas y normas sociales que ries victorianas protagonizadas por el Inspector Pitt y su
dictan nuestra forma de actuar dependiendo de nuestro esposa Charlotte o el saturnino Inspector Monk.
sexo, y que la identidad sexual de una persona puede es-
conderse tras un disfraz o, por el contrario, manifestarse a
CONCLUSIÓN
partir de una escenificación de los estereotipos asociados
con una identidad sexual determinada. Finalmente, otra
característica de este subgénero es su presentación del es- Este capítulo ha trazado, de forma necesariamente breve,
pacio urbano como peligroso para la mujer –sobre todo si la evolución y el desarrollo de la ficción de detectives
es lesbiana– que acude en busca de anonimato y libertad desde sus orígenes en las narrativas de crímenes de los
pero que puede acabar convertida en víctima, no sólo de siglos XVIII y XIX hasta la actualidad, prestando especial
violencia sino también de insultos, discriminación, techos atención a cómo el género se ha ido adaptando a nuevos
de cristal que le impiden ascender o despidos injustos. contextos históricos y sociales hasta convertirse en uno
Finalmente, y por mencionar un último ejemplo, uno de los géneros más prolíficos y con más variedad genéri-
de los subgéneros que goza de más popularidad es el co- ca dentro de las narrativas populares. Nuestro interés
por el género pone en evidencia la fascinación que el cri-
98 I S A B E L S A N TA U L À R I A UN ESTUDIO EN NEGRO 99
men y lo atroz ejercen entre nuestra especie en la actuali- EJERCICIOS
dad. No en vano el crítico Mark Seltzer, en su influyente
libro Serial Killers: Death and Life in America’s Wound 1. Lee el siguiente extracto y resume las ideas que propo-
Culture, utiliza el término wound culture (cultura de la ne sobre el uso e importancia de etiquetas y clasificacio-
herida) para hacer referencia a nuestra sociedad contem- nes genéricas. Apunta también la definición y caracterís-
poránea y el interés sensacionalista que despierta, aún ticas de la novela negra dadas por el autor. Finalmente,
hoy en día, todo lo relacionado con lo atroz, sobre todo presta atención a la categorización genérica y los térmi-
los crímenes y accidentes en los cuales el cuerpo es muti- nos utilizados para hacer referencia a los diferentes sub-
lado de forma brutal. Sin embargo, este interés por la fic- géneros detectivescos en el extracto, compáralos con los
ción de detectives también responde a nuestra búsqueda propuestos en este capítulo y argumenta cuáles son, en
incansable de mecanismos (o ficciones) que nos ayuden tu opinión, los más pertinentes o adecuados.
a poner orden entre el caos y al deseo de mantener la fe
en un sistema que pueda garantizar protección y justicia. Andreu Martín, «Escribir (por ejemplo, novela negra)»
Dicho esto, aunque el género es, pues, esencialmente,
conservador, no está exento de crítica social ya que pre- […] Cada vez que me han pedido (periodistas o alumnos) una
senta descripciones mordaces de las deficiencias de nues- definición concreta de novela negra o novela policíaca, he sentido
que me ponían en un brete. Al principio, resultaba curioso: cuan-
tra sociedad, muestra nuestro potencial para el horror e
do entro en una librería sé qué autores elegir, sé que es un género
incluso, en ocasiones, se aprovecha de la marginalidad que me gusta leer, noto cuándo me están dando gato por liebre,
del detective para defender posturas que se oponen a reconozco una novela de este género en cuanto la huelo y me gus-
discursos complacientes sobre nuestras sociedades occi- ta escribirla y, al terminar una novela, sé apreciar hasta qué punto
dentales. El Gran Detective, incluso en sus manifestacio- es ortodoxa y distingo cuándo el resultado no pertenece al género.
nes más realistas, siempre ha sido un mito, un caballero En cambio, cuando me pongo a definirlo, balbuceo, dudo, cada
vez que me decido por una característica que me parece esencial,
andante capaz de garantizar la estabilidad social… o al
tengo la sensación de estar dejando a un lado obras que no parti-
menos de actuar en pro de la justicia cuando la ocasión cipan de esa característica. Si decimos que no hay novela negra si
así lo requiere. Sin embargo, la ficción de detectives no hay un detective y una investigación, ¿dónde nos queda El car-
mantiene su contacto con el contexto en el que se pro- tero siempre llama dos veces? Y, si nos conformamos con que haya
duce y articula un discurso que recoge intereses, preocu- un asesinato o un delito cualquiera tendríamos que abrir la puer-
paciones y debates reales y vigentes. ta a casi toda la literatura mundial. ¿Entonces…?
[...]Como suelo recordar, constaté que algo fallaba en nuestra
profesión cuando, en el transcurso de una mesa redonda, durante la
Semana Negra de Gijón (evento dedicado a la novela negra y policí-
aca donde se supone que se reúnen los mejores autores del mundo
para hablar sobre el tema, es decir, para teorizar, para definir y para
comprender mejor nuestras obras), me pusieron junto con tres au-
tores decididos a dignificar la novela negra. Eso ya me resulta sospe-
choso, porque entiendo que quien quiere dignificar algo es porque
lo considera indigno; pero, bueno, supongamos que sólo querían sa-
lir al paso de los mil idiotas que los habían mirado con desprecio al
conocer sus aficiones. Dijo uno: «La novela negra existe desde que el
mundo es mundo y grandes autores se han dedicado a ella. Por
ejemplo Hamlet es una gran novela negra». El siguiente, que por lo
visto no consideró suficientemente dignificada la novela negra,
Analiza de qué forma la novela The Alienist de Caleb Carr LECTURAS SECUNDARIAS
contradice la idea propuesta por Messent. Después de este
análisis, saca tus conclusiones sobre el discurso (conservador Narrativas populares
u oposicional) de la novela de detectives contemporánea. B ERGER, ARTHUR ASA, Popular Culture Genres: Theories
and Texts. Newbury Park, California: Sage, 1992.
4. Lee el capítulo «La ciencia de la deducción» de la novela CAWELTI, JOHN, Adventure, Mystery, and Romance: For-
corta de Arthur Conan Doyle A Study in Scarlet (Un estu- mula Stories as Art and Popular Culture. Chicago y
dio en escarlata) y visiona la película Se7en. Compara la Londres: The University of Chicago Press, 1976.
presentación del detective y su ayudante en los dos textos. CRANNY-FRANCIS, ANNE, Feminist Fiction: Feminist Uses of
Observa también la representación visual del detective Generic Fiction. Cambridge: Polity, 1990.
clásico y el detective posmoderno y analiza la forma en la GELDER, KEN, Popular Fiction: The Logics and Practices of a
que las características de los dos tipos de detective se tra- Literary Field. Londres y Nueva York: Routledge, 2004.
ducen de forma visual. JOHNSON, STEVEN, Everything Bad Is Good for You: How
Popular Culture Is Making Us Smarter. Londres: Pen-
5. Lee los textos C Is for Corpse (C de cadáver), de Sue guin, 2006.
Grafton; All That Remains (La jota de corazones), de Pa- MCCRACKEN, SCOTT, Pulp: Reading Popular Fiction. Man-
tricia Cornwell, y Hannibal, de Thomas Harris. Identifica chester: Manchester University Press, 1998.
el subgénero en el que, en tu opinión, se pueden clasifi- PALMER , J ERRY , Potboilers: Methods, Concepts and Case
car, y analiza los aspectos que se reflejan de la presenta- Studies in Popular Fiction. Londres y Nueva York:
ción de la investigadora y su situación en la sociedad. Routledge, 1991.
Resumen
En este artículo se presentará una breve historia de la ciencia fic- Surgimiento y
ción en el cine, desde sus inicios hasta nuestros días. Se discutirán evolución del cine
de ciencia ficción 111
los elementos que la caracterizan de manera más relevante, to-
mando en cuenta sus raíces en la literatura y sus últimos desarro- La ciencia ficción
llos en cuanto a efectos especiales, siempre entendiéndola como entre los géneros
cinematográficos 121
uno de los fenómenos culturales más importantes de las últimas
décadas. Se le presentará como un género que en sus narrativas es La ciencia ficción
capaz de convivir con y de apropiarse de otros géneros cinemato- y el género:
las posibilidades
gráficos. Posteriormente, se introducirá a la ciencia ficción como de la alteridad 126
un fértil campo de experimentación sobre la alteridad, con un en-
foque particular en los estudios de género y el feminismo. Conclusión 141
Ejercicios 143
Bibliografía 145
con los géneros mencionados arriba, también es cierto que de la iluminación, que tiende al claroscuro, a los contras-
en muchas ocasiones es ella quien domina la narración y tes, y que privilegia el detalle. La replicante Rachael, que se
se apropia del resto de los géneros. Y es esto justamente lo convierte en pareja del detective, dando lugar a una sub-
que nos permite distinguir que un cierto filme pertenezca trama amorosa, viste ropas y utiliza peinados que remiten
o no a la CF. Así, podemos decir en términos generales que de inmediato al cine negro de los años 40. La versión ori-
cuando lo cienciaficcional –la idea innovadora, o aquello ginal del filme, de 1982, incluía la voz en off del detective
relacionado con temas y motivos generalmente atribuidos narrando sus percepciones e ideas sobre su vida y sobre el
a este género– es imprescindible para el funcionamiento caso que intenta resolver.
M a r t í n , S a ra , « D e p a d r e a h i j o . L a t ra n s m i s i ó n d e l
d i s c u r s o p a t r i a r c a l e n e l c i n e d e H o l l y w o o d ( 1 9 9 7-2 0 0 7 ) » . 149
E n I s a b e l C l ú a (e d . ) , G é n e r o y c u l t u r a p o p u l a r . B a r c e l o n a :
Edicions UAB, 2008.
de biológica. Tanto la pater- 2. La paternidad no se puede comprender si no es en su transformación de lo patriarcal. Tal vez lleve algo de ra- Patria potestad. Concepto
nidad biológica como el articulación con la maternidad, como término que sólo proveniente del derecho ro-
zón si pensamos que fueron hombres de ciencia quienes
vínculo de filiación están mano según el cual el pater
tiene sentido en el seno de un sistema de parentesco. desmantelaron la persistente teoría aristotélica de la fe-
regulados por la ley, que familias tenía el poder ab-
tiende a defender los dere-
3. Las representaciones de la paternidad –y del parentes- cundación, según la cual toda la agentividad es masculi- soluto sobre su esposa, sus
chos de los hijos por enci- co–, a su vez, no se pueden entender si no se las sitúa en el na, quedando reducido el papel de la mujer al de recep- esclavos y sus hijos, incluso
ma de los del padre, quien universo simbólico de la cultura de la que forman parte. tora pasiva y reproductora de la imagen masculina (se más allá de su emancipa-
sí queda sujeto, sin embar- ción. Hoy se entiende como
creía que las hijas eran errores de copiado), para pasar a
go, al cumplimiento de sus patria potestad al conjunto
En nuestra cultura occidental, la paternidad es el eje un modelo igualitario basado en el descubrimiento del
deberes. Esta situación es de derechos y deberes que
un producto de cambios principal sobre el que tradicionalmente se ha articulado óvulo. Si bien Karl Ernst von Baer fue el primero en des- padre y madre comparten
sociales acaecidos en el si- el poder del patriarcado,5 siendo al mismo tiempo uno cubrir y describir el óvulo de los mamíferos en 1826, en relación a la salvaguarda
glo XIX en Europa. de sus aspectos más vulnerables. Esta vulnerabilidad atribuyéndole aún un mero rol nutritivo, sólo los avan- de las personas y los bienes
proviene de las tensiones internas del patriarcado que de sus hijos menores. En
Patriarcado. Sistema de or-
ces de la genética de Gregor Mendel permitieron que el España es prerrogativa del
ganización social hegemóni-
han derivado, por una parte, hacia la progresiva erosión anatomista estadounidense Edgar Allen describiera la juez en casos de separación
co en el mundo actual en el del poder legal del padre de familia sobre esposa e hijos y, función real del óvulo humano en fecha tan reciente co- o divorcio conceder la pa-
que el poder es detentado por otra, hacia la disminución del papel del varón en la re- mo 1928. Hoy sabemos que, lejos de copiar al padre, el tria potestad total o parcial-
por los hombres en detri- producción a medida que la ciencia ha avanzado en la mente a un solo progenitor
feto inicia su vida como hembra y que sólo una descarga
mento de las mujeres y de (normalmente quien convi-
comprobación del papel activo de la madre. hormonal aleccionada por los cromosomas paternos lo
aquellos hombres cuyas ve con los hijos), ordenar
identidades se marginan por Ambos procesos coinciden históricamente, inaugu- transforma en macho. Por otra parte, los cambios socia- que se comparta, o repartir-
razón de su raza, nacionali- rándose con la Revolución Francesa. Así pues, Yvonne les, la ciencia y la tecnología han ampliado y problemati- la entre ambos progenito-
dad, edad u orientación se- Knibiehler explica cómo la Asamblea Constituyente Na- zado la noción de paternidad al permitir tanto la auto- res.
xual fuera de la norma hete- cional (1789-91) fue la primera institución legislativa nomía reproductora femenina gracias al anónimo
rosexista. El patriarcado se
basa en hacer extensiva al
europea en minar el poder del padre o patria potestad5 donante de semen como las a menudo inesperadas reve-
entorno público la organiza- para transferirlo a la esfera pública, entre otras medidas laciones que suponen los tests de paternidad basados en
ción interna de la estructura fijando la mayoría de edad para ambos sexos a los 21 el ADN. Pesa hoy en día sobre la masculinidad, además,
familiar en la que el padre años e implantando la escolarización obligatoria (1997: la amenaza de la redundancia paterna si algún día las
detenta todo el poder legal.
130). Knibiehler advierte que aunque la legislación ha técnicas de clonación permiten liberar a la madre de ne-
La gran mayoría de socieda-
des patriarcales se basan en
seguido un curso implacable desde ese momento pione- cesitar material genético masculino.
la primacía de la transmi- ro en su progresiva desautorización del patriarcado fa- La paternidad como construcción social individual y
sión patrilineal de la filia- miliar, no nos dirigimos hacia un matriarcado sino hacia pública está pasando en Occidente por la reivindicación
ción y la herencia (de padre un patriarcado público aún más sólido, opinión con la por parte de los hombres nacidos entre mediados de los 60
a hijos, excluyendo madres e
que discrepa el sociólogo británico Jeff Hearn. Según él, y finales de los 70 de una paternidad que se aleje tanto co-
hijas), aunque sociedades
patriarcales como la judía «Esta nueva forma histórica del patriarcado abre un mo sea posible de la figura del padre carente. Según defini-
pueden también basarse en nuevo conjunto de posibilidades para el minado y la ción de Françoise Hurstel, es «padre carente» el «hombre
un modelo de filiación ma- subversión de los patriarcados» (1992: 20),2 que en su que falta absolutamente a su paternidad, a su función pa-
trilineal. opinión son plurales al hallarse en lo legislativo pero terna o que no deja nada a sus hijos (ni bienes espirituales
2 Ésta y el resto de citas también en lo social, lo familiar, lo individual y, por su- ni materiales). La noción de carencia es una constatación
originalmente en inglés han puesto, en lo público ligado al ocio, como sería el caso jurídica, un estatuto posible y particular del padre que de-
sido traducidas por la auto- del cine de Hollywood. nuncia su incapacidad relativa o total» (1997: 300, énfasis
ra. Hearn llega a decir que los hombres son con frecuen- original). Esta incapacitación del padre se concretó en la
cia traidores a su propia causa, cosa que facilitará la
4. En la película británica Billy Elliot (Stephen Daldry, Ve la película y comenta esta conversación intentando
2000), un chaval de clase obrera apasionado por el ballet responder qué modelo paternal le ofrece Edward a su hi-
logra persuadir a su padre minero para que le permita jo y a qué se debe su singular visión autobiográfica.
seguir una carrera profesional como bailarín. Jackie, el
padre, se resiste al temer, sobre todo, que su hijo sea ho-
mosexual, pero cede ante su firme vocación cuando se
confirma que no lo es. Comenta este aspecto de la pelí-
cula junto al hecho de que el desarrollo del talento de
Billy supone también su entrada en un mundo cultural-
mente ajeno al de su padre.
Resumen
La representación de la mujer en la televisión ha sufrido una no- Introducción:
Género y televisión,
table evolución en las últimas décadas, pero aún se encuentra ca- el nacimiento de
racterizada en muchas ocasiones por la discriminación y la exclu- una teoría 177
sión. Tras una introducción de corte teórico, se analizará la
¿Hombre sujeto,
cuestión en los marcos de los programas informativos, la publici- mujer objeto? 186
dad y las series de ficción.
Mujeres reales,
mujeres catódicas 199
Ejercicios 216
INTRODUCCIÓN: GÉNERO Y TELEVISIÓN, EL Bibliografía 223
NACIMIENTO DE UNA TEORÍA
C a s c a j o s a , C o n c e p c i ó n y M a r t a Fe r n á n d e z , « G é n e r o y
e s t u d i o s t e l e v i s i v o s » . E n I s a b e l C l ú a (e d . ) , G é n e r o y 177
ritario, la publicidad se ha convertido también en un mo- mujer y se hipersexualiza), la madre abnegada, la madre tuales, según el documento
superada, la seductora, la fatal, la buena esposa, la profe- ARESTE (2003: 109), los
tor económico y en una fuente de modelos sociales y cul- varones aparecen, entre
turales que no deja de intentar sorprendernos y sional, etc. Y fusionando características de todas ellas
otras formas, como el hé-
convencernos por medio de distintas estrategias.2 aparece un estereotipo que se activó por primera vez en roe, el hombre natural y
Junto con el mensaje puramente comercial («compre los años 90 y que aún persigue a toda una generación de «salvaje», el marido y padre
nuestro producto»; «nuestra empresa ofrece la mayor ga- ciudadanas del Primer Mundo: la superwoman, 2 2 ideal, el hombre de su casa,
aquella que puede con todo –vida profesional, domésti- el bello, el profesional de al-
rantía», etc.), el medio televisivo transmite por lo tanto a to nivel, el hombre-sexo y el
través de su publicidad toda una serie de valores que con- ca, sexual, social– y todo lo hace bien. señor mayor o abuelo en-
tribuyen a formar la identidad individual y grupal de un Tampoco los hombres se libran de la hipersimplifica- trañable. Si bien en ocasio-
público para el que la pequeña pantalla, como hemos vis- ción de su imagen en la publicidad, aunque ellos tienden nes puede mostrarse al va-
a salir mejor parados en general, especialmente los que rón como un «amo de casa»
to, ya se ha convertido en un elemento socializador y
inepto, no es menos cierto
educador de primer orden. Junto con los parabienes del pertenecen al grupo dominante (blancos, heterosexuales,
que los estereotipos mascu-
producto que vende, el anuncio en televisión transmite de clase media-alta y profesionales). 222 Hay una linos, si bien reductores, no
ideas de actualidad, novedad, lujo, sensualidad, respetabi- tendencia mayoritaria a presentar a los hombres como suelen ser tan negativos co-
mo los femeninos
1. Busca en un diccionario, en un glosario especializado y/o Tomando como referencia una guía de televisión actuali-
en la bibliografía recomendada en este volumen las defini- zada, tu conocimiento de los distintos formatos y (si es
ciones de los siguientes términos. A continuación, haz una posible) tu visionado de los programas elegidos, realiza
breve propuesta de aplicación de cada uno de ellos al estu- el siguiente ejercicio:
dio de la televisión actual desde la perspectiva de género:
1. Céntrate en un segmento de programación concreto para una
cadena en particular (ej.: TVE 1, lunes entre las 18:00 y las 0:00h).
Techo de cristal / Roles de género / Androcentrismo / Violencia 2. Haz un listado de los programas que se emiten y el género al
simbólica / Estereotipo que pertenecen.
3. Trata de elaborar un cuadro, resumen o diagrama en el que
Como materiales de apoyo se recomiendan, entre se reflejen las continuidades, discontinuidades, paradojas, con-
otros, el Manual de información en género citado en la bi- trastes y similitudes en la imagen de las mujeres que se ofrece en
bliografía recomendada y glosarios feministas online co- dichos programas.
mo <http://www.mujereshoy.com/otras_secciones/glo-
sario.php>, <http://www.amnistiapr.org/educacion/pre- El objetivo de esta actividad es demostrar la tesis de Je-
sentaciones/glosarioterminos.pdf> y <http://www.radio- remy Butler de que, aunque la programación televisiva no
feminista.net/glosario.htm>. es un continuum de valores e ideas, sino que puede ofrecer
diferentes versiones de la realidad, es igualmente cierto
2. Comenta de forma crítica las siguientes frases o afirma- que la elaboración de programas tiende a estar supeditada
ciones desde tu perspectiva como estudiosa/o del género en al discurso dominante, que crea textos televisivos a su ser-
la televisión. Justifica siempre tus respuestas y argumentos: vicio de una forma no siempre explícita, por lo que su
ideología (y los arquetipos y estereotipos que ésta genera)
«La profesión periodística no cree, en términos generales, en las llega a asumirse como «normal» y «natural». Como mate-
diferencias debidas al género (y podemos incluir en esta afirma- riales de apoyo se recomiendan el Capítulo 1 del libro de
ción tanto a los hombres como a las mujeres)» (Gallego, 2004: 63). Butler y los portales de internet de las cadenas televisivas
seleccionadas (ej.: <http://www.rtve.es>).
«Aunque la televisión es polisémica, no todos sus significados tie-
nen el mismo valor» (Butler, 2002: 7).
Informativos vistos desde un prisma de género I.
«La “mujer viendo ficción” es un estereotipo aceptado. Este este- Presencia de hombres y mujeres en las noticias
reotipo impone una rígida especialización: las mujeres leen o ven
ficción, pero, a diferencia de Scheherazada, que tenía un amplio Tomando siempre como referencia el mismo programa
repertorio, ellas se especializan en historias de amor, odio y pa-
informativo y la misma cadena de televisión, realiza el si-
sión; en una palabra: se especializan en sentimientos» (Curti,
1992: 150). guiente ejercicio: trata de identificar la presencia de
hombres y de mujeres como sujetos protagonistas de la
«El poder de la imagen televisiva cada vez cobra más fuerza e in- información, centrándote cada día de la semana laboral
fluencia marcando pautas de vida y de comportamiento, a la par –de lunes a viernes– en uno de los dos sexos (ej.: lunes,
«Lilly (la detective protagonista de la serie policiaca Cold Case Se propone el visionado de un capítulo de una serie que
(Caso abierto, CBS: 2003-) es exitosa en un mundo que no está
refleje el arquetipo de la mujer guerrera. Se proponen
concebido para que ella triunfe. Es un mundo dominado por los
hombres. La hace más interesante porque ella navega ese mundo.
como opciones el primer capítulo de Alias y el capítulo
Creo que Lilly es más cerebral que los detectives masculinos. No de Buffy, the Vampire Slayer titulado «Helpless» (3.12),
es dura ni intimidante. Se basa en su intuición y en la psicología en los que sus respectivas protagonistas deben sobrepo-
para llegar a la verdad». nerse a una situación de crisis. A continuación, realiza
Meredith Stiehm, creadora y productora principal de la serie Cold las siguientes actividades:
Case, sobre un escuadrón que aclara casos sin resolver.
- Explica las características físicas y psicológicas del personaje
Los roles de género en las series de ficción protagonista (Buffy Summers / Sydney Bristow).
- El personaje protagonista mantiene una dualidad entre una
actividad que ejerce públicamente (estudiante) y una actividad
1. En 2003, el Instituto de la Mujer publicó un informe
secreta (heroína de acción). Analiza la manera en la que esas dos
sobre la representación de hombres y mujeres en televi- actividades se articulan en el capítulo.
sión que llegaba a las siguientes conclusiones (citado en - En el capítulo la protagonista se enfrenta a una crisis que de-
Galán, 2007: 78): be resolver en solitario (Buffy Summers se queda sin sus poderes /
Sydney descubre que trabaja para una organización maligna que
Representación del hombre: amenaza su vida). Explica los recursos y estrategias que pone en
- Roles centrales. Atributos como diversidad, activo, indepen- marcha para superar la crisis y cómo logra de esa manera reafir-
AmecoPress: <http://www.amecopress.org>.
American Men’s Studies Association: <http://www.mens
studies.org>.
AUDEM, Asociación Española de Estudios de las Muje-
res: <http://www.audem.com>.
Base de datos de Estudios Queer, Lésbicos y Transgené-
ricos: <http://www.lgbtcampus.org/resources/lgbt_
studies.html>.
FemPress: <http://www.fempress.cl>.
Programas Queer, Lésbicos y Transgenéricos en EEUU:
<http://people.ku.edu/~jyounger/lgbtqprogs.html>.
Mujeres en Red-El Periódico Feminista: <http://www.
nodo50.org/mujeresred/>.
Women’s E-News: <http://www.womensenews.org>.
Resumen
En este capítulo se llevará a cabo un análisis panorámico del ci- Una previa: cibernética,
ciberespacio y
berfeminismo como práctica de la cibercultura. Para ello y para cibercultura 229
poder reflexionar sobre hasta qué punto el cambio que han expe-
rimentado las mujeres y sus cuerpos con el encuentro con la tec- La cibercultura:
un cambio cultural 230
nología es una nueva forma de feminismo, se han esbozado los
conceptos de ciberespacio y cibercultura como ejes de este cam- Va de «post»: el
bio y escenarios de un mundo «post». posfeminismo 231
Ciberfeminismo.
Ciberfeminismos 233
De mujeres, cyborgs
UNA PREVIA: CIBERNÉTICA, CIBERESPACIO Y CI- y sujetos inapropiados 238
BERCULTURA Corporización y
descorporización
en el ciberespacio 240
En el Gorgias platónico (380 a.C.), en el debate entre Só-
crates y Calicles, se filtra el término que 23 siglos des- Nuevas
representaciones
pués habría de revolucionar las ciencias de la conducta y simbólicas 241
que hoy en día afecta a cada vez más campos de la reali-
Conclusión 246
dad como los que ahora nos ocupan: ciberespacio, ciber-
cultura, ciberfeminismo, entre otros. Dice Sócrates en el Ejercicios 248
diálogo anteriormente aludido: «Más importante que la Bibliografía 256
natación es el arte del timonel (kybernetes) ya que salva
de los mayores peligros, no sólo a las almas sino también
a los cuerpos y las fortunas, como la retórica». Equipara
Sócrates la cibernética con el arte de persuadir y conmo-
ver. Sin embargo, es el libro de Norbert Wiener, Cyberne-
tics, que se ocupa –después de haber revisado los meca-
nismos de control y de comunicación en los seres vivos y
en las máquinas– de hacer eficaz la acción, el que dio
origen a la popularización del concepto «cibernético» en
nuestros tiempos como ciencia de los mandos, del con-
trol. En efecto, si tomamos en consideración el concepto
ciber desde su etimología griega kybernétes hasta llegar a
B o r r à s , L a u ra , « G é n e r o y c i b e r e s p a c i o . C i b e r f e m i n i s m o y
c i b e r c u l t u ra » . E n I s a b e l C l ú a (e d . ) , G é n e r o y c u l t u r a 229
DIRECTORIOS FEMINISTAS
Resumen
El capítulo examina las características esenciales del medio del vi- Introducción: en la
caverna virtual 263
deojuego, basándose en la descripción de su particularidad estéti-
ca y sus géneros. Se repasa la evolución del medio para contextua- El medio del
lizar su significación histórica y se incide en el aspecto narrativo videojuego: qué es
y cómo funciona 265
de diversos videojuegos. La estructura narrativa de los videojue-
gos se investiga mediante el uso de la teoría de la recepción y de Breve historia de
quests. A continuación se describen los aspectos culturales más re- los videojuegos 268
levantes de los videojuegos en su dimensión psicológica y de Videojuegos,
identidad de los jugadores, social y mediática, así como los aspec- narrativa y
tos de género. El capítulo pretende ser una introducción para representación 272
guiar a los estudiantes en sus investigaciones particulares y a la El videojuego
vez desmitificar un medio popular a menudo condenado a los es- como producto
tereotipos negativos. cultural 277
Epílogo: cómo
estudiar videojuegos 282
Ejercicios 284
INTRODUCCIÓN: EN LA CAVERNA VIRTUAL
Bibliografía 286
To s c a , S u s a n a P. , «V i d e o j u e g o s : e l e n t r e t e n i m i e n t o d e l
t e r c e r m i l e n i o» . E n I s a b e l C l ú a (e d . ) , G é n e r o y c u l t u r a 263
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GÉNERO Y VIDEOJUEGOS
Resumen
La musicología feminista y los estudios de música popular com- Los estudios de
género y música
parten el interés por deconstruir el discurso hegemónico que va- popular 293
lora lo «masculino» más que lo «femenino» y lo «culto» más que
lo «popular». En este capítulo se tratarán los aspectos teóricos que Los roles
tradicionales de
han permitido poner en evidencia las características patriarcales y las mujeres en
excluyentes presentes en las prácticas musicales y en su estudio, la música 301
así como las nuevas posibilidades que se han derivado de las in-
Estrategia de
vestigaciones feministas de la música popular. El centro de aten- subversión y
ción será el análisis de la música popular desde la perspectiva de modelos
género, teniendo en cuenta cómo se traduce la teoría a la práctica alternativos 311
desde el punto de vista de las mujeres como creadoras y consumi- Conclusión 319
doras de música. A fin de facilitar la comprensión de lo expuesto,
se incluyen en los distintos apartados algunos ejemplos concretos Ejercicios 321
de análisis de conceptos, canciones o videoclips. Bibliografía 323
V i ñ u e l a , E d u a r d o y L a u ra V i ñ u e l a , « M ú s i c a p o p u l a r y
g é n e r o» . E n I s a b e l C l ú a (e d . ) , G é n e r o y c u l t u r a p o p u l a r . 293
los videoclips. Por un lado, los «signos de acceso», que RES MÚSICAS
BIBLIOGRAFÍA CITADA
Resumen
Este capítulo trata los conceptos de subcultura y estilo partiendo Música y
de los ejemplos que el libro pivotal Subculturas, de Dick Hebdige, subculturas
juveniles 327
analizó en su momento. Hebdige utiliza las subculturas mod, teddy
boy y skinhead para aproximarse más adelante al fenómeno punk. Britpop: una
Según este autor, todas estas subculturas están marcadas por el fi- aproximación
vintage 336
nal de la Segunda Guerra Mundial y la caída del Imperio Británi-
co. El asentamiento de la idea de no future en los adolescentes de Explicación de
clase trabajadora británicos se representa a través del reconoci- un caso: Pulp,
más pop que lo pop 341
miento de la subcultura. Esto tiene no solamente marcas de clase,
sino de género: se trata de subculturas masculinizadas. Aun así, la Conclusión 345
ambigüedad siempre planea en los estereotipos planteados.
Ejercicios 347
Décadas después, los primeros años 90 se plantean para el Rei-
no Unido como un punto de partida después del thatcherismo. Bibliografía 348
En ese momento, explota el britpop, un fenómeno netamente pop,
que se basa estéticamente en un jugueteo con las subculturas an-
teriores. Aun así, la ambigüedad se percibe, no solamente desde
un rescate estético –a modo de viaje al pasado–, sino en un des-
pliegue de una nueva ambigüedad ante los roles de género. Suede,
Blur, Oasis, Pulp y Elastica, los cinco grupos que representan el
britpop, lo ejemplifican.
L i j t m a e r, L u c í a , « B r i t p o p : l a a m b i g ü e d a d v i n t a g e » . E n
I s a b e l C l ú a (e d . ) , G é n e r o y c u l t u r a p o p u l a r . B a r c e l o n a : 327
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Resumen
Las revistas dirigidas a una audiencia femenina son parte esencial Género y
comunicación 351
de la cultura popular en España. Su historia es larga y, en el trans-
curso de las décadas, se han ido consolidando como un negocio Jóvenes y
editorial no exento, como todos los productos de las industrias construcción de
identidad en el
culturales, de un discurso ideológico que, en este caso, recoge y siglo XXI 356
reproduce la socialización diferencial. Y ésa es precisamente la ca-
racterística más significativa de estos mensajes mediáticos, que se Las revistas
femeninas:
hallan en un marco ambivalente. Por un lado, se trata de un dis- definición y
curso que no parece interesado en superar los estereotipos de gé- características 361
nero, por lo que reproduce un orden patriarcal y, en ocasiones,
Las publicaciones
consolida algunos aspectos de la discriminación por género. Y, dirigidas a
por el otro, es justamente ese uso estereotipado, cercano a la so- adolescentes 365
cialización femenina y a los códigos culturales que le son propios,
Conclusión 369
lo que hace atractivo su mensaje a la audiencia a la que va dirigi-
da. Son ésas las luces y las sombras de unos productos muy cerca- Ejercicios 372
nos a las mujeres y cuyo consumo es de especial relevancia en el
Bibliografía 381
caso de las mujeres jóvenes.
GÉNERO Y COMUNICACIÓN
LA PERSPECTIVA DE GÉNERO
Iconografía
Número de imágenes insertadas: Una.
Funciones de las imágenes: Función recreativa. Es una fotografía,
de cuerpo completo, de una chica joven, que busca la identifica-
ción con la audiencia.
Redacción
Fórmula empleada: Apelativa, jocosa.
Uso de lenguaje no sexista: El discurso aparece en femenino.
Correspondencia entre texto e imágenes: Toda la composición inten-
ta reproducir el mundo romántico que se propone para las mujeres.
Lector/a al que se dirige: Se dirige únicamente a las mujeres target
de esa publicación.
Contenido
Conceptos que aborda: El test incide en uno de los temas princi-
pales de estas revistas: el amor, apoyándose en las dudas frecuen-
tes de las adolescentes (¿es amor?, ¿me sucede lo mismo que a las
demás?, etc.).
Fuentes: No.
Inclusión de información práctica: No.
Inclusión de soluciones: No.
Impresión general
Trascendencia: Este cuestionario parte de la idea de que el cuerpo
responde con señales inequívocas ante el amor, lo que implica que,
por una parte, se ha construido a partir de ideas esencialistas y, por
otra, refuerza el mito del amor romántico. El test no cuestiona la so-
cialización diferencial sino que incide en ella, al suponer el amor co-
mo única fórmula de felicidad y destino inevitable. Las explicaciones
que aparecen junto a cada pregunta revelan esta intención: «necesitas
toda tu energía para soñar con tu chico», «estás encima de una nube
rosa», «no te queda un segundo para pensar en otra cosa». En esta
BIBLIOGRAFÍA SECUNDARIA
385
démicas. Es editora de la antología La caja lista: Televi- disponible el volumen The Human Body in Contempo-
sión norteamericana de culto (2007) y participa en el Pro- rary Literatures in English. Cultural and Political Impli-
yecto de Investigación I+D «Cultura, Sociedad y Televi- cations, del que es coeditora.
sión en España (1956-2006)».
LUCÍA LIJTMAER
ISABEL CLÚA GINÉS Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Bar-
Doctora en Teoría de la Literatura y Literatura Compara- celona (UB) y MA en Periodismo Internacional (Universi-
da e investigadora del Grupo Cuerpo y Textualidad, diri- dad de Westminster). Es profesora en la Facultad de Co-
gido por la Dra. Meri Torras (Universidad Autónoma de municación Digital de la Universidad de Vic (UVic) y se
Barcelona) donde participa en el proyecto «Los textos del está especializando en estudios culturales y cultura pop,
cuerpo. Análisis cultural del cuerpo como construcción con especial interés en la intersección entre clase social, gé-
genérico-sexual del sujeto (fin de siglo XX-XXI)»; también nero y culturas musicales. Actualmente prepara su tesina
forma parte del proyecto «Feminismo y género en la cul- sobre el fenómeno del Brit Pop y los medios de comunica-
tura popular actual. Escritura de las mujeres en la literatu- ción británicos. Colabora habitualmente con el diario
ra, cine y soportes audiovisuales en España (1995-2007)» ADN y la revista cultural Marabunta, y prepara proyectos
dirigido por la Dra. Helena González (Universidad de culturales con proyectoliquido.com (<http://proyectoli-
Barcelona). Su investigación se centra en los mecanismos quido.com/>) y Pix Editorial. Con anterioridad ha trabaja-
de construcción del género y la identidad en la cultura eu- do en la Universidad de Rosario (Argentina), el periódico
ropea de finales del XIX, así como en las narrativas sobre Buenos Aires Herald y la revista Purple Magazine (Londres).
género e identidad que atraviesan la cultura popular con-
temporánea. Ha participado en el primer volumen de esta SARA MARTÍN ALEGRE
colección (titulado Cuerpo e identidad) con el artículo Profesora en el Departamento de Filología Inglesa y Ger-
«Género, cuerpo y performatividad». manística de la Universidad Autónoma de Barcelona.
pirkheimer@hotmial.com Como investigadora se especializa en los estudios de gé-
nero (en especial la masculinidad), las adaptaciones ci-
MARTA FERNÁNDEZ MORALES nematográficas, los estudios góticos dentro de los géne-
Doctora por la Universidad de Oviedo, donde cursó la ros del terror y la ciencia ficción, y en el estudio del
licenciatura en Filología Inglesa y donde completó el posicionamiento de la cultura popular dentro de la cul-
Programa de Doctorado en Estudios de la Mujer. Es tura en general. Ha participado en el primer volumen de
Profesora Titular en la Universidad de las Islas Baleares esta colección (titulado Cuerpo e identidad) con el artí-
y centra su investigación en cuestiones de género en culo «Los estudios de la masculinidad: una nueva mira-
productos culturales como el teatro, el cine y la televi- da al hombre a partir del feminismo».
sión. Ha publicado artículos en revistas nacionales e in- Sara.Martin@uab.cat
ternacionales (Atenea, English Studies, Analele, Odisea,
American Drama, etc.) y es autora de cuatro libros y co- M.ª ISABEL MENÉNDEZ MENÉNDEZ
autora de uno. Recientemente ha elaborado materiales Licenciada en periodismo y Experta Universitaria en polí-
didácticos para el análisis de género de largometrajes y ticas públicas e igualdad, ha dedicado su línea investiga-
cortos comerciales, así como para la adaptación de dora a la comunicación desde la perspectiva de género.
asignaturas de Filología Inglesa al Espacio Europeo de Forma parte del profesorado de títulos propios de la Uni-
Educación Superior. A lo largo del próximo año estará versidad de Deusto, la Pontificia de Salamanca y la Pom-
386 387
peu Fabra de Barcelona. Entre sus publicaciones destacan PAU PITARCH FERNÁNDEZ
El 4º poder, ¿un poder de mujeres? (2003), Género en primer Licenciado en Estudios de Asia Oriental y Teoría de la
plano. Guía didáctica para el análisis no sexista de produc- Literatura y Literatura Comparada por la Universidad
tos cinematográficos (coautora; 2004); Entre Penélope y Autónoma de Barcelona, es investigador del grupo Cuer-
Mesalina. El discurso de las revistas dirigidas a adolescentes po y Textualidad, dirigido por la doctora Meri Torras.
(2005); Guía de lenguaje no sexista (2006); El zapato de Ce- Sus áreas de especialización son la literatura europea fi-
nicienta. El cuento de hadas del discurso mediático (2006) y nisecular, materia que desarrolla en su investigación
Discursos de ficción y construcción de la identidad de género doctoral, y la literatura japonesa, desde el punto de vista
en televisión (2007, en prensa). de los estudios culturales y de género. En la actualidad
está cursando un posgrado sobre literatura japonesa en
NOEMÍ NOVELL la Universidad de Tokio y trabaja como traductor del ja-
Licenciada en Letras Inglesas por la Universidad Nacio- ponés y consultor de la Universidad Abierta de Cataluña.
nal Autónoma de México (UNAM), donde también es
profesora. Actualmente está por concluir su tesis docto- ISABEL SANTAULÀRIA
ral en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en Profesora titular en la Universidad de Lérida, donde im-
la Universidad Autónoma de Barcelona. Sus investigacio- parte los cursos de novela del siglo XIX y contemporánea
nes se centran en la ciencia ficción en el cine y la literatu- y narrativas populares para la titulación de Filología In-
ra, la teoría de los géneros literarios y cinematográficos, glesa. También imparte una asignatura virtual sobre fic-
y los estudios culturales y de género. Ha publicado artí- ción de asesinos en serie dentro del programa Intercam-
culos sobre ciencia ficción en diversos libros y revistas. pus. La mayor parte de su investigación se centra en los
noemi.novell@gmail.com estudios culturales, las narrativas populares y los estu-
dios de género. Ha escrito varios artículos sobre aventu-
SUSANA P. TOSCA ra y masculinidad, terror, novela romántica y chick-lit,
Profesora titular de la Universidad de Copenhague, Di- ficción de detectives, cine y series de televisión. En estos
namarca, después de haber trabajado en la Universidad momentos, está escribiendo sobre las series norteameri-
Oxford Brookes en Inglaterra. Se doctoró en la Universi- canas Deadwood y Jericho, terminando un libro sobre fic-
dad Complutense de Madrid, donde su tesis sobre Lite- ción de asesinos en serie y empezando otro sobre la serie
ratura Digital obtuvo la mención summa cum laude. Ac- Buffy la cazavampiros y la heroína de acción.
tualmente es miembro del departamento de
Comunicación Innovadora y el grupo de Investigación EDUARDO VIÑUELA SUÁREZ
en Juegos de Ordenador, así como jefa de estudios del Licenciado en Historia y Ciencias de la Música (2002)
programa de Diseño y Cultura Digitales de la misma por la Universidad de Oviedo. En la actualidad realiza su
Universidad. Desarrolla su actividad científica en el cam- tesis doctoral en dicha universidad con el título El video-
po de los videojuegos, la cultura y la literatura digitales, clip en España (1980-1995). Promoción comercial, merca-
y pertenece a numerosos comités científicos de conferen- do audiovisual y sinestesia. Realizó una estancia de inves-
cias y organizaciones como la directiva de la Organiza- tigación en el Instituto de Música Popular de la
ción de Literatura Electrónica. Es editora del Journal of Universidad de Liverpool (2007). Ha publicado diversos
Digital Information y de Gamestudies, que fundó junto artículos sobre música popular y medios de comunica-
con Espen Aarseth. ción audiovisual y ha participado como ponente en nu-
merosos congresos nacionales e internacionales relacio-
388 389
nados con este campo de estudio.
eduvisu@hotmail.com
390