Sunteți pe pagina 1din 4

INTRODUCCIÓN

La memoria de la asignatura del proceso laboral es producto de alguna


manera, sometido al difícil entorno de las relaciones jurídico laborales, al cual
no se le ha dado el mismo protagonismo que beneficiosamente reciben las
controversias civiles o privadas, el proceso judicial laboral se ha visto coronado
por distintos vaivenes que, en situaciones enteramente prácticas, de espectro
conflictivo, no han otorgado la necesaria predictibilidad que los actores
laborales exigían del Derecho como instrumento racional de dirimencia de
conflictos humanos. De esta manera, tanto los conflictos individuales como los
colectivos se han visto salpicados de momentos donde los instrumentos
jurisdiccionales de solución de conflictos solo han destacado por sus buenas
intenciones sin ir más allá, esto es, sin demostrar su aplicación práctica. La
aparición de la Ley N° 26636, Ley Procesal del Trabajo, pretendió inicialmente
dotar a los partícipes laborales de las armas jurídicas necesarias para sustentar
la defensa de sus posiciones jurídicas, no obstante, a manos de una
interpretación ajustada, atada al facilista e incómodo recurso de lo literal
propiciado por la escasa ausencia de textos interpretativos en clave pro homine
y pro actione y por la realización de estudios interesantes, pero dispersos,
orientados a convalidar la decisión legislativa dado el espíritu de reformas
laborales promovido por el Gobierno, la ley adjetivo-laboral se convirtió, antes
bien, contra todo pronóstico, en un instrumento tendiente a cerrar filas al
derecho de acceso a la jurisdicción de aquellos que acudían a los fueros de
trabajo.[ CITATION Lui15 \l 1033 ]
Desde su aparición, las voces participantes de su interpretación se han ido
extendiendo provechosamente de manera que, en la actualidad, no resulta
complicado agenciarse de un texto jurídico, producido por académicos, así
como por magistrados, orientados a su interpretación que van desde los
puramente descriptivos hasta los analíticos pasando, obligatoriamente, por los
críticos que, en todo su conjunto, cada cual, por su lado, enriquecen el
escenario de entendimiento de la ley procesal actual.
Señalado lo anterior, hemos decidido abocarnos, en estricto, al aspecto de la
competencia jurisdiccional de la ley vigente orientada a entender los alcances
de la protección de los partícipes laborales. Para nosotros, este es un asunto
que merece especial dedicación de la doctrina, pues es aquí donde se marcan
los alcances de la intervención del juez en el conflicto laboral, el cual,
adelantándonos unas líneas, entendemos como la diferente percepción que se
tiene respecto del objeto materia de controversia.
LEY PROCESAL DEL TRABAJO
Juzgado de Trabajo, la Ley 6871, dictada el 2 de mayo de 1930, creó la
jurisdicción y determinó la competencia de los jueces de trabajo. Para este
efecto en el artículo 4. de la citada ley se estableció que las reclamaciones que
se produjesen sobre los derechos acordados a los empleados serían resueltos,
en Lima y Callao, por el Juez letrado especial denominado Juez de Trabajo,
quien conocería también de las cuestiones provenientes de accidentes de
trabajo de empleados y obreros, según la ley de la materia. En el resto de la
República se dispuso que el conocimiento y resolución de estas reclamaciones
sería de competencia del fuero común.
Tribunal de trabajo, la creación de este organismo es producto de la ley 9483,
de 31 de diciembre de 1941, que además dio fuerza de Ley a los Decretos
Supremos de 16 de abril y 5 de julio del mismo año.
Es por efecto de estos dispositivos que los fallos dictados en las reclamaciones
de obreros son revisados por un Tribunal de tres miembros. Este Tribunal
conoce, por lo tanto, en segunda instancia, las demandas que plantean los
obreros individualmente sobre pago de salarios y demás beneficios a que
tienen derecho, salvo las relativas a accidentes de trabajo o enfermedad
profesional, que son de competencia de los Juzgados de Trabajo a que hemos
hecho referencia anteriormente. El fallo del Tribunal de Trabajo pone término al
litigio por tener calidad de cosa juzgada según Ley 9483 Respecto a la relación
del Tribunal de Trabajo con el fuero común, el Decreto Supremo de 22 de
noviembre de 1949 ha reconocido a este Tribunal la calidad de Corte Superior,
y a los magistrados que los integran la correspondiente a los Vocales de dicha
Corte. En virtud del mismo Decreto, el Tribunal de Trabajo está sujeto a la Ley
Orgánica del Poder Judicial en lo relativo a la vista y votación de causas, orden
en el Despacho, terminación del cargo, elección de presidentes y suplentes,
uniformes, asistencia, insignias, vistas a Primera Instancia, intervención de
abogados, como exclusión de la limitación a la cautividad de la defensa.
[ CITATION Joa14 \l 1033 ]
BIBLIOGRAFÍA
CUEVA, C. P. (2008). Oroalidad y escritura como tecnicas de eficacia en face ejecutiva . Ideas
preliminares , 14.

GALVEZ, J. L. (2014). la jurisdiccion laboral peruana, su competencia y organos . asociacion


derecho de trabajo, 16.

ORDONEZ, L. A. (2015). La competencia del juez laboral en la Nueva ley Proceal del Trabajo .
Lima: Grijley.

WEBGRAFÍA
http://www.cal.org.pe/pdf/diplomados/balotarioderecho.pdf

https://scc.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/a026a6004630ed8b898bfdca390e0080/PONENCIA-
Dr-Cesar-Proa%C3%B1o-Cueva.pdf?
MOD=AJPERES&CACHEID=a026a6004630ed8b898bfdca390e0080

file:///C:/Users/InTeL-PC/Downloads/RPS_069_127.pdf

https://static.legis.pe/wp-content/uploads/2019/02/La-competencia-del-juez-laboral-en-la-
Nueva-Ley-Procesal-del-Trabajo-Legis.pe_.pdf

S-ar putea să vă placă și