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VIDAS ARGINALES de Carmen Pimentel Sevilla

UNA DE I A S INNOVACIONES más interesantes Introducción de Anibal Qui/ano (socidlogo peruano, en e l coadro genersl del fenómeno de la marginalidad y
introducidas en et ierreno de la *pica en los últimos autor de un importante libro sobre la Redefinición d e sus motivaciones socieeconómicas en nuestra AmérC
tiempos es, sin duda, aquella representada por lo que la dependencia y merginalizacion en América ca, con especial'mención a l a singularidad del caso
Sa ha didaea h m a r novela testimonio. En las letras Latina, próximo a ser puhlicado por Siglo XXll en que nacional. Despuéx -de, esa introducción, Una b r e w nota
hispanoromri~éam las o k a s del cubana Miguel se ubican los testimonios de los pobladores chilenos Preliminar de Carmen Pimentel Seviila-aclara el objeti-
Barnet, inscritas dentro de esa línea, han suscitado por vo y la metodologla de las entrevistas reproducidas.
igual la atención de los lectores y de la crítica. El que Estas entrevistas corresponden a "El Jubilado': "La
un novelista renuncie voluntariamente a su calidad Compañera" (pareja de la Población Recabarrenl, "La
demiúrgica y se contente con montar la historia de Meica" y su hija Elena (de la Población El Ejemplo, en
una vida narrada por su propio protagonista y recogi- Vitacural, "El inmigrante" y "La esposa" (de la
da pacientemente por medios magnetofónicos o Población Isabel Riquelmel, "La cambiadora de revistas
estenográficos. cuando no aún menos sofisticados. no usadas" y ."El Marido: vendedor de canastos" (de la
puede sino poner en duda l a vigencia o la necesidad Población Santa Elena. en San Bernardo1 y 'El
del novelista (como poeta1 o de la novela (como peluquero tinterillo" y "La esposa" (de la Población
poeslal. Sin embargo. es obvio que la llamada novela Sergio Sabvedral. La lectura de los relatos es interesan-
testimonio es el resultado natural de la serie de mute. te desde multitud de puntos de vista: desde luego
ciones que distinguen genéricamente la .novela desde el sociológico, como del psicológico, pero
moderna de la novela contemporánea: el que el narre. también desde una perspectiva literaria e incluso
dor renuncie a la omnisciencia. el que opte-pqr una lingülstica /si bien en este último aspecto la transcrip
perspectiva rigurosamente fiscalizada y elija una ción es probablemente insuficiente salvo para un
objetividad igualmente estricta en la narración, etc, análisis semánticol. Desde el punto de vista de la
señala de alguna manera e l camino que conduce a literatura, IO primero que llama /a atención es 'IS
dicha forma épica. Es conveniente recordar. además,las coherencia del mundo narrado. su unidad manifiesta a
disquisiciones de Gerad Genene sobre los conceptos pesar de la distinta edad, sexo, educación y origen de
clásicos de didgesis y mimesis (en "Fronteras delrele. los entrevistados. Esa unanimidad (que probablemente
to?, según las cuales pareciera "como si la literatura pueda explicarse por una de las leyes de H. Maslow,
hubiera agotado o desbordado los recursos del modo aquella que indica que el bajo nivel de aspiraciones
,repseseotativo .y quisier~areplegarse. sobre el murmu- está ligado indisolubkmente al bajo nivel de
llo indefinido de su propio discurso': acorando a tales satisfacciones1 se muestra literariamente en la reitera-
observaciones .que la novela testimonio se encuentra. ción de ciertos motivos, en un "tono" común, incluso
en buena parte. polarmente opuesta a aquellas en una especie de argumento compartido (el que
mailmaciDnes é i c a s vue justiiican et'parecer de muestra la propia vida con un pasado feliz y un presente
Genene. desventurado). Los parcos medios narrativos de que
Pero hay más. Si los "novelistas norteamericanos" echan mano los entrevistados arrojan curiosamente
(Dos Passos. Hanunett. Sieinbeck, etcL.ha&convert¡. un pathos conmovedoc así, por ejempícmuando Elena. la
do la novela. como sostiene Albéres. "en una serie de hija de la Meica dice: "Después tuve la guagua el 26 de
hechos objetivos hábilmente elegidos - o más bien noviembre de 1968 y se murió el 6 de enero de 1969.
recortados - en una transcripción neutra de lo real. Murió de neumonla. Lo bañaron las vecines- con' e)
montaje de actualidades: en otro ámbito alejado del cuerpecito caliente. Yo no estaba alll, estaba
literario. en el de las ciencias sociales, surgía con comadreando con la Virginia. pero creo que esa guagua
renovado brÍo un método. el de análisis de casos. no la quería. Pero después que murió lloré mucho".
cuyos resultados inmediatos podrían confundirst con Sin embargo. a pesar de las notas comunes del
los del testimonio. Efectivamente. no sólo ya los mundo narrado, la siguiente virtud de las entrevistas es
psicoanalistas. sino los sociólogos. los antropólogos y la nltida distinción que puede establecerse entre un
psicdlogos. premunidos de sus grabadoras portátiles. narrador y otro. La caracterización directa que surge
empezaban a entregar historias personales. o de de sus relatos nos muestra, de cuerpo entero, a hom-
grupos restringidos. que por su profundidad permitlan bres y mujeres de muy.distintas características a pesar
i n d w c . ~conclusiones válidas para estratos amplios. de su común miseria. En este aspecto, son notables las
En Hispanoamérica cabe recordar la Qbra de Ricardo narraciones del Jubilado, de la Meica y del Peluquero,
Pozas. Juan Pérez Jolote.. reproduccion de la vida de si bien el resto de los personajes también están bien
un indígena mexicano narrada por él mismoque no se. "logrados ".
sabia ' i e n :si tomar como un documentg antropológi- A I escribir la última palabra del párrafo anterior,
co o como un texto literario. pues como uno y.otr+ reparo en el tono evidentemente herético que reviste.
!enla valor.:.~Tarn@oco escapan a semejanteambigüedad Estos personajes de Vidas Marginales no son tal, sino
(en sentido meyorativol las 'difundidas obras de/ personas. El libro no es literatura, sino documento. Y
norteamericano Oscar Lewis lLos'hijos de, S6ncher.la. es posible que una lectura "literaria" de 61 ofenda no
vida.etcJ en las qye el montaje de las autobiografias de sólo a sus protagonistas, s i R e . a - s u , ~ f o ~ e l a _ m i s m s
los diversos entrevistados lograba una serie de. manera que. una-lectura "sociológica" de una obra
entrecruzarnientos. de iluminaciones. de tensiones literaria. desprecia lo vue en ella hay de propiamente tal
semejantes a las de las novelas de perspectivas Pqro tal vez convendría, a este respecto, invocar una.
múltiples. Por extraños caminos. ciencia y literatura obra de hreratura de nombre muy próxima a ésta que
han llegado a confluir en productos similares que hoy comentamos: Vidas minimas, de José Santos
gonen nuevamente a prueba las dificultades de González Vera. Los puntos. de contacto entre ambos
felimitación de lo literario. textos superan. por .cierro, la similitud de sus tltulos, y
Hacemos estas consideraciones a propósito del a partir de alll, fuera ya de intereses literarios. sociológi-.
.ecientemente publicado libro de Carmen Pimentel cos o psicológicos, pueda desentrañarse el..Mterés
Sevilla, Vidas marginales (Santiago. Editorial Universi-. generalizado que una obra coma l a de Carmen Pimen;
taria 1973, 2 9 7 ppl, en que la autora (Perú 1935,. te/ Sevilla tiene para cualquier lector. Paracualquiera
osicóloga J que permaneció en Chile por más de cinco que comparta la locución latina: humanum sum.. . etc..
años. hasta 197 1 . reproduce una serie de entrevistas
$echas a varios habitantes de las llamadas
poblaciones marginales de Santiago, en el curso de
los primeros 10 meses de 1970 y como parte de un
estudio sobre las consecuencias psicológicas de la
Ntuación de marginalidad social. Los textos grabados
de esas entrevistas. explica la autora. "han sido transcri-
tos con fidelidad. salvo con algunas modificaciones
gars ser completadas o aclaradas lsicl con el material
proveniente de las notas y observaciones y para
ordenar la secuencia biográfica.'.' El texto tiene una

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