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Es casi seguro que has oído hablar de Sigmund Freud y del psicoanálisis, pero si
eres como la mayoría de las personas, no estás realmente seguro de qué es
realmente el psicoanálisis.
Si estás listo para sumergirte y aprender sobre Freud, sus teorías sobre el
comportamiento y la personalidad humana (algunas de las cuales pueden parecer
extrañas), y su papel en la creación y popularización de la terapia de
conversación, sigue leyendo.
Este objetivo se logra al hablar con otra persona acerca de las grandes preguntas
de la vida, las cosas que importan y sumergirse en las complejidades que se
encuentran debajo de la superficie de apariencia simple.
Freud nació en Austria y pasó la mayor parte de su infancia y vida adulta en Viena
(Biografía de Sigmund Freud, 2017). Ingresó en la escuela de medicina y se formó
para convertirse en neurólogo, obteniendo un título de médico en 1881.
Quizás la idea más impactante presentada por Freud fue su modelo de la mente
humana. Su modelo divide la mente en tres capas, o regiones:
Más tarde, Freud propuso un modelo más estructurado de la mente, uno que
puede coexistir con sus ideas originales sobre la conciencia y la inconsciencia.
Si alguna vez has leído el libro "El señor de las moscas" de William Golding,
entonces has disfrutado de la alegoría de la mente de Freud como personificada
por Jack como el Id, Piggy como el ego y Ralph como el superyó.
Pulsiones
Así pues, el Ello, el Yo y el Superyó son los conceptos que Freud utilizó para
referirse al conflicto y la lucha de fuerzas antagónicas que, según él, rigen
nuestra forma de pensar y de actuar. El objetivo del psicoanálisis era, por lo
tanto, hacer aflorar la verdadera naturaleza de los conflictos y los bloqueos que
según Freud estaban en la base de la psicopatología. Veamos con algo más de
detalle qué ideas estaban detrás de esta teoría.
Pero alejémonos de términos tan abstractos. ¿En qué se basa esa lucha que
según Freud se libra en nuestra cabeza de manera fundamentalmente
inconsciente? ¿Qué intereses y objetivos hay en juego según el padre del
psicoanálisis? Para responder estas preguntas primero es necesario definir qué
son el Ello, el Yo y el Superyó, las tres entidades que para Freud explican la
personalidad de los seres humanos a través del modo en el que luchan entre sí.
1. El Ello
El Ello se mueve a partir del principio del placer inmediato, y por eso lucha por
hacer que las pulsiones primarias rijan la conducta de la persona,
independientemente de las consecuencias a medio o largo plazo que eso pueda
conllevar. Por ello se suele considerar que el Ello es "la parte animal" o "instintiva"
del ser humano.
2. El Yo
Esta instancia psíquica surgiría a partir de los dos años y, a diferencia del Ello, se
regiría por el principio de la realidad. Eso significa que el Yo está más enfocado
hacia el exterior, y nos lleva a pensar en las consecuencias prácticas de lo que
hacemos y los problemas que puede generar una conducta demasiado
desinhibida. Esto hace que se enfrente al Ello para aplacar las pulsiones que
emanan de él, para lo cual utiliza los mecanismos de defensa.
3. El Superyó
Freud creía que todas estas partes de la psique existen en todas las personas y, a
su modo, son parte indispensable de los procesos mentales. Sin embargo,
también creía que la lucha entre el Ello, el Yo y el Superyó en ocasiones puede
generar descompensaciones que producen sufrimiento y la aparición de
psicopatologías, por lo que se debía tratar de re-equilibrar la correlación de
fuerzas a través del psicoanálisis. De hecho, una de las características de las
teorías de Freud es que crean un concepto de la salud mental en la que los
trastornos no son la excepción, sino la norma; lo más común son los desajustes
entre estas instancias psíquicas, debido a que los problemas mentales
permanecen implícitos y latentes en la lucha interna que mantienen entre ellas.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la imposibilidad de refutar las teorías
de Freud convierte estos tres conceptos en constructos teóricos poco útiles para la
psicología científica actual, en parte por el impacto que tuvo sobre la filosofía de la
ciencia la obra de Karl Popper y sus críticas al psicoanálisis.
Mecanismos de defensa
Freud creía que estas tres partes de la mente están en constante conflicto porque
cada parte tiene un objetivo principal diferente. A veces, cuando el conflicto es
demasiado para que lo maneje una persona, su ego puede participar en uno o
varios mecanismos de defensa para proteger al individuo.
1. Desplazamiento
2. Sublimación
3. Represión
4. Proyección
5. Negación
6. Regresión
7. Formación reactiva
8. Aislamiento
9. Condensación
10. Racionalización
Finalmente, uno de los conceptos más duraderos asociados con Freud son sus
etapas psicosexuales. Freud propuso que los niños se desarrollen en cinco etapas
distintas, cada una enfocada en una fuente diferente de placer:
1. Primera etapa: oral: el niño busca el placer de la boca (p. Ej., Succión);
2. Segunda etapa: anal: el niño busca placer en el ano (p. Ej., Retener y
expulsar heces);
3. Tercera etapa: Fálica: el niño busca el placer del pene o el clítoris (p. Ej., La
masturbación);
4. Cuarta etapa: latente: el niño tiene poca o ninguna motivación sexual;
5. Quinta etapa: genital: el niño busca el placer del pene o la vagina (p. Ej.,
Relaciones sexuales; McLeod, 2013).
Freud planteó la hipótesis de que un individuo debe completar con éxito cada
etapa para convertirse en un adulto psicológicamente sano con un ego y un
superyó completamente formados. De lo contrario, las personas pueden quedar
atrapadas o "fijadas" en una etapa particular, causando problemas emocionales y
de comportamiento en la edad adulta (McLeod, 2013).
En este libro, también distinguió entre el contenido manifiesto (el sueño real) y el
contenido latente (el significado verdadero u oculto detrás del sueño).
El propósito de los sueños es traducir los deseos prohibidos y los deseos tabú en
una forma no amenazante a través de la condensación (la unión de dos o más
ideas), el desplazamiento (transformación de la persona u objeto que nos interesa
en algo o en otra persona), y elaboración secundaria (el proceso inconsciente de
convertir las imágenes o eventos de cumplimiento de deseos en una narrativa
lógica) (McLeod, 2013).
Las ideas de Freud sobre los sueños cambiaron el juego. Antes de Freud, los
sueños se consideraban insignificantes e insensibles divagaciones de la mente en
reposo. Su libro provocó un nuevo nivel de interés en los sueños, un interés que
continúa hasta nuestros días.
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