TESIS SOBRE ADOPCION ENTRE PAREJA HOMOPARETALES

TERCERA ENTREGA

Presentado por:

Sandra Carolina Ramírez Lozano Código: 1810210150

Juan Sebastián Puerta Bohada Código: 1820010309

Juan José Ramírez Gutiérrez Código: 1910210172

Isabel Victoria Quijada Martínez Código: 1910210137

Marlon David Puentes Herrera Código: 1820010648

TEORICO - PRACTICO/CONSTITUCION E INSTRUCCION CIVICA-[GRUPO1]

Diana Carolina Rodríguez Ramos

BOGOTA D.C.
2020
 LA PLURALIDAD DE UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICAMENTE INDIFERENTE

Se entiende que la adopción homoparental puede llegar a ser no bien vista en algunas
comunidades, pero no en todo el mundo y antes de entrar en discusión con este tema, me
gustaría hablar de la Democracia.

La democracia es denominada como un tipo de organización del Estado donde las

decisiones colectivas son adoptadas por la comunidad por medio de mecanismos de
participación en donde se sede legitimidad a sus representantes, por ende, lo que el
pueblo espera, es que sus dirigentes defiendan ante todo sus derechos y deberes. Dado
esto, al rechazar la idea de la adopción entre parejas del mismo sexo estaríamos ante un
claro ejemplo de discriminación y una violación a los derechos humanos de estas
personas, ¿acaso porque su orientación sexual es distinta, no tienen los mismos derechos
que todos, o sobre ellos ejercen una constitución política diferente?

Claramente, esta situación va en contravía de varios de los valores democráticos que

constituyen nuestras políticas gobernantes, entre ellos se destaca el pluralismo que
consiste en el reconocimiento de las diferencias en cuanto a la forma en que vivimos; que
no vemos el mundo de la misma manera y aun así, vivimos en la misma sociedad,
respetando y reconociendo los derechos de aquellas minorías a las que por cuestiones
numéricas, les es imposible imponerse.

En efecto, alguna vez se han preguntado si, ¿la situación de los niños que están en
adopción mejoraría con padres que fueran del mismo sexo? Los niños necesitan una
familia para crecer y desarrollarse en un ambiente psicológicamente sano, al permitir que
más personas pudiesen resguardar a un menor, sin duda, se mejoraría la situación de
estos niños ya que por diferentes situaciones como abandono y maltrato (en la mayoría
de los casos), llegaron a estos lugares de adopción. Además de esto, las parejas
homosexuales pueden cuidar de los menores igual de bien que una pareja heterosexual,
ya que cuentan con las mismas capacidades para hacer que las necesidades de estos niños
se vivan en un entorno seguro.

Si bien en Colombia no existe una ley donde detalle explícitamente el derecho a adoptar,
lo que si debemos tomar en cuenta es el derecho a ser adoptado , a ser protegidos, a
tener una familia en la cual resguardarse, a aprender todas las competencias ciudadana
para el caso de los niños abandonados que no pueden estar con su familia de origen por
uno u otro motivo, de los cuales se encarga el Estado; mientras mayor tiempo pasan en la
espera de ser adoptados existen mayores probabilidades de que sus derechos no sean
restituidos. Para nadie es sorpresa que muchas veces estos lugares no se encuentran en
las mejores condiciones posibles. Muchos niños son adoptados por familias que los
acogen, pero la realidad es que esta no es la suerte ni la situación de todos los que se
encuentran refugiados.

El proceso de adopción no es sencillo ni mucho menos económico, no todas las parejas

que quieren adoptar lo pueden realizar a pesar de querer hacerlo, es por esto que no se
trata de si las parejas homosexuales tienen o no el derecho a adoptar, se trata de ampliar
las posibilidades de que los niños tengan la oportunidad de vivir bajo un núcleo familiar,
donde puedan hacer valer sus derechos teniendo mejores oportunidades de las que
tendría bajo una institución estatal.

Por supuesto, no se pretende que la decisión quede en manos de unos pocos, como en los
magistrados de la Corte Constitucional; cuyas decisiones no estarían representando la
entera voluntad de los colombianos. Esta decisión no debe estar centralizada, por tal
motivo se propone realizar un referendo haciendo uso de la característica de “país
democrático” que somos, donde el pueblo tendría la oportunidad de tomar sus propias
decisiones, y donde cada colombiano tenga la oportunidad de decidir si desea o no que los
niños sin hogar tengan la oportunidad de desarrollarse en el seno de una familia con
padres del mismo sexo.

Como bien sabemos, el referendo no es solo la convocatoria que se hace al

pueblo para que apruebe o rechace un proyecto de norma jurídica, sino también para que
derogue o no una norma vigente. Pero como es de nuestro conocimiento, esto no será
tarea fácil, teniendo en cuenta que no es solo decisión de los magistrados de la corte
suprema, y que requiere de la participación del pueblo colombiano; colocar a todos de
acuerdo será una tarea bastante difícil ya que las opiniones están muy divididas al
respecto. Tenemos gran porcentaje que apoya esta decisión y está de acuerdo con que los
niños deben contar con más opciones para lograr tener y desarrollarse en el entorno de
una familia con valores que lo formen para vivir en sociedad y brindándole una mejor
calidad de vida. Pero, por otro lado, tenemos la posición de la población que no está de
acuerdo y dice que no sería un entorno favorable para el crecimiento de estos pequeños
niños.

Si bien es cierto que no es a lo que estamos acostumbrados; más por cuestiones

ancestrales que por la realidad que vivimos actualmente, esta última posición parece
estarle negando la posibilidad a estos menores de crear vínculos afectivos con quienes
conviviría y tendrían un proyecto de vida en común, o sencillamente le estarían negando,
de forma absurda, la posibilidad de tener algo que para muchos es inherente y
constitutivo, pero que para ellos lastimosamente surgirá de forma accidental y es la
posibilidad de tener una familia.

¿Para usted su familia es la organización más importante a la que pertenece? ¿Ha sido su
familia importante en el desarrollo psicológico y social para usted como individuo dentro
de la comunidad? Debemos reevaluar el tema de la familia tradicional limitada a ser
concebida por un hombre y una mujer o a la familia por consanguinidad, y pensar un poco
más en las necesidades afectivas, emocionales y de sana convivencia que ayuden al
desarrollo de los menores dentro de una sociedad equitativa, pluralista y, sobre todo,
empática.