El Papa Juan pablo II decía que La justicia social no puede ser conseguida por la violencia.

La
violencia mata lo que intenta crear

Estos días llenos de angustia, emoción, nervios y esperanzas por las elecciones que se avecinan
nos encontramos también con meses de violencias, físicas y de palabra y es que el violento cree
que con su violencia e intolerancia puede transformar su realidad en totalidad, cree que su micro
mundo es el universo, confunden beneficio personal con beneficio general, agrupación política con
Patria, y lo que generan con ello un caldo de cultivo para mas violencias, van destruyendo de
apoco como la gota que labra la piedra el sentido de pertenencia, creen ser titulares y dueños del
todo, Tal como un alpinista que sube a la cumbre de un montaña imaginaria toman posesión de su
verdad y la hacen universal, pelean por las migajas creyendo que se convertirán en manjar, en
resumen atacan por un interés minúsculo renunciando a una obra compartida y grandiosa.

Más allá de la violencia como acción también ejercen violencia de pensamiento, son violentos en
sus actitudes, en sus respuestas, viven generando un espíritu potencial de violencia. A pesar de
vivir más de 30 años en Democracia restaurándose con ello nuestras libertades fundamentales y
formales, aun somos profundamente intolerantes y cada vez más violentos, y es que se nos ha
inducido a pensar que existe una incompatibilidad insalvable entre nuestra realización personal y
nuestra realización como colectividad,.

Nuestros países latinoamericanos caminamos en una vía de violencia casi generalizada una ley de
la selva donde el más poderoso se aprovecha del más débil y a pesar de tener una historia en
común ya que hemos vivido años bajo el sonido artero de las balas, las desapariciones, los coches
bombas y la sangre de inocentes hemos encontrado una violencia aun mayor que todas estas
anteriores y es la violencia silenciosa, es esa falta de solidaridad que ira destruyendo con el tiempo
todo lazo de identidad y pertenencia generando un fastidio general, con afirmaciones mezquinas,
observando la exclusión de nosotros como pueblo para ver como se potencia el reinado del Yo. Y
es que la violencia es la última defensa de los ineptos

Entre el ideal de la libertad y el ideal de la igualdad en derechos no hemos sido capaces de

extender un puente de fraternidad y servicio, y es mucho peor hemos destruido las bases de es e
puente y lo hacemos con nuestras actitudes cotidianas que al principio posiblemente nos
conmovieron y que ahora repetimos como una costumbre adquirida, cada vez mas sumimos la
particular infamia de la ausencia de solidaridad.

Vemos como impunemente se ha generado una industria del escándalo por el escándalo mismo, la
burla, el escarnio, las tramas oscuras que delatan en su accionar a los hipócritas y con el placer
morboso de la crítica impiadosa sin un propio examen de conciencia.

Por último no hay violencia en una sociedad solamente cuando se estalla de ira por enojos
contenidos, esas acciones violentas son la manifestación de otras muchas maneras de violencias
que se fueron incubando durante años,
Parafraseando a la Madre Teresa de Calcuta No necesitamos pistolas y bombas para traer la paz,
necesitamos amor y compasión y estos términos de amor y compasión deben verse reflejados en
estas elecciones no olvidemos que aunque parezca bueno o exitoso el logro obtenido por acciones
y formas violentas esto es solo pasajero el resultado que se da con el tiempo es solo maldad ,
egoísmo, y una profunda falta de solidaridad real con el otro.

JCF