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ROSARIO DE LA LLAMA DEL AMOR

Comenzamos haciendo 5 veces seguidas la Señal de la Cruz, en honor de las cinco Sagradas Llagas
de nuestro Divino Redentor y Nuestro Señor Jesucristo y besamos la cruz:

“En honor de la Llaga de la Mano derecha de Nuestro Señor Jesucristo”. Hacemos la Señal de la
Cruz y besamos la Cruz.
(En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén. Y besamos la cruz)

“En honor de la Llaga de la Mano izquierda de Nuestro Señor Jesucristo”. Hacemos la Señal de la
Cruz...

“En honor de la Llaga del Pie derecho de Nuestro Señor Jesucristo”. Hacemos la Señal de la Cruz...

“En honor de la Llaga del Pie izquierdo de Nuestro Señor Jesucristo”. Hacemos la Señal de la Cruz...

“En honor de la Llaga del Costado de Nuestro Señor Jesucristo, donde brotó Sangre y Agua, para la
purificación y la salvación de nuestras almas, Amén”. Hacemos la Señal de la Cruz...

En las cuentas grandes del Rosario recitemos, en el lugar de los 10 Avemarías:

“Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto
de la gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte,
amén.”

En las cuentas pequeñas decimos, en el lugar del Padrenuestro:

“Corazón doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Tí".

Y terminamos cada decena recitando 3 veces el Gloria:

“Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu santo, como era en el principio, ahora y siempre y por los
siglos de los siglos. Amén”.

Repetimos la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta decena de igual manera.

Terminamos con la jaculatoria de la Llama de Amor ó con el Avemaría completo, incluyendo la


jaculatoria de la Llama de Amor:

Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra,


ruega por nosotros pecadores,
y derrama el efecto de la gracia de tu Llama de Amor,
sobre toda la humanidad,
ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén”.

Ó también oyendo el pedido de María que incluyamos la jaculatoria de la Llama de Amor en el


Avemaría:

Dios te salve María,


llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, María de Dios y Madre Nuestra, ruega por nosotros pecadores,
y derrama el efecto de la Gracia de tu Llama de Amor,
sobre toda la humanidad,
ahora, y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

(Por ser una oración repetitiva, el siguiente modo de orar puede llamarse también “Rosario”).

(Con aprobación eclesiástica, México D.F. 2002.)

Nota: El Rosario de La Llama de Amor, puede variar y ser diferente, pero en esencia es el mismo,
es la Llama de Amor que brota del Inmaculado Corazón de María, La Madre de Dios, La Madre de
Jesucristo, y que desea ardientemente derramar sobre toda la humanidad con abundantes gracias
espirituales para todos sin distinción.
Esta es una feroz lucha espiritual que lleva con satanás, el destructor del mundo, el que arrastra
las almas al infierno. María con su Llama de Amor cegará a satanás y arrancará de sus garras las
mayor cantidad de almas posible.
Dios nos ha dado un arma poderosa para ayudar a María en esta lucha de la salvación de las almas,
la oración, el querer salvar almas, el querer el bien para todos, sin distinción. Ayudemos a María
en esta lucha, Dios nos los devolverá sobreabundantemente. En un instante antes de morir
experimentaremos el Amor de Dios reflejado en María, una forma de gratitud Divina por haber
ayudado a salvar almas para el Reino Celestial.
Sólo en el otro mundo conoceremos el verdadero significado de haber salvado un alma de la
condenación eterna.

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