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Práctica No. 3
Historia de los tests psicológicos:
Los investigadores coinciden en que la primera prueba psicométrica en términos de cómo
la identificamos hoy en día fue desarrollada por Francis Galton, quien en la década de
1880 creó un marco de pruebas para medir la inteligencia de los participantes basado en
un examen de sus habilidades sensoriales y motoras. De hecho, fue Francis Galton quien
creó el término «psicométrico» y su trabajo en el desarrollo de este eficiente test
psicométrico de habilidades sensoriales y motoras influyó en el reconocido psicólogo
James Cattell, quien creó el primer laboratorio dedicado a la psicometría como ciencia
en 1887.
En 1917, Robert Woodworth desarrolló the Personal Data (Hoja de datos personales),
una lista de síntomas que se utilizaba para detectar psiconeurosis en los reclutas de la
Primera Guerra Mundial. Esta hoja pavimentaría el camino para otras invenciones.
Luego, en las décadas de los 50s y los 60s, fue concebido el test de personalidad Big
Five (Modelo de los cinco grandes) después de una investigación analítica exhaustiva
para medir las diferencias individuales en la personalidad, que hasta la fecha sigue
siendo un modelo de rasgos de personalidad muy reconocido.
Evaluación Psicológica:
Una evaluación psicológica es un procedimiento mediante el cual el psicólogo recopila
información y extrae conclusiones respecto a los problemas de una persona, su
inteligencia, su rendimiento, su capacidad de concentración y trabajo, sus rasgos de
personalidad, entre otros. Por lo general, se realiza por medio de la aplicación de una
serie de tests objetivos y de una entrevista clínica; y culmina con la redacción de un
informe.
La utilización de los tests psicométricos supone una garantía para el cliente en el proceso
de evaluación y diagnóstico, pues permite complementar la impresión o el “buen ojo
clínico” que el profesional pueda tener con herramientas que han demostrado su
fiabilidad en muchos pacientes anteriormente.
La evaluación psicológica permite mejorar el conocimiento de uno mismo y favorece una
toma de decisiones realista respecto al trabajo, la vida familiar y de pareja o las relaciones
sociales.
Psicología Forense:
La psicología forense es una rama de la Psicología que se ocupa de la criminalística. Es
una división de la psicología aplicada relativa a la recolección, análisis y presentación de
evidencia psicológica para propósitos judiciales. Por tanto, incluye una comprensión del
derecho penal en la jurisdicción relevante para poder realizar evaluaciones legales e
interactuar propiamente con jueces, abogados y otros profesionales del derecho.
Tiene como finalidad destacar el estado mental de la persona en el momento del delito y
la forma en que este estado mental pueda haber influido en la conducta de la persona,
para aportar información relevante en el proceso judicial y con ello, dar asesoramiento a
los abogados, jueces o fiscales implicados en el juicio, en relación a los aspectos
psicológicos.
La Psicología forense se puede aplicar a varias áreas del ámbito legal:
Área de Familia: guarda y custodia, adopción, informes psicosociales,
separaciones/divorcios y competencia parental.
Münsterberg fue uno de los primeros psicólogos en prever cómo la ciencia forense
podría beneficiar al sistema jurídico. Estudió con Wilhelm Wundt, en Alemania
antes de mudarse a los Estados Unidos en 1892. Luego estableció un laboratorio
en la Universidad de Harvard con el propósito de llevar a cabo experimentos sobre
cómo la psicología puede ser aplicada al sistema jurídico. Su investigación incluye
experimentos sobre confesiones falsas, el papel de la hipnosis en la sala de
audiencias y la memoria de los testigos.