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UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE PSICOLOGÍA

PSICOLOGIA JURÍDICA Y DE LA DELINCUENCIA

José Antonio Paredes Gordon

PRIMERA UNIDAD

GENERALIDADES

El vasto y complejo campo de las relaciones entre la psicología y la criminología es cubierto por distintas disciplinas,
como la psicología criminal, la psicología forense o la psicología jurídica. Algunos autores sostienen que estas discipli-
nas son distintas, pero en otros casos se utilizan esas denominaciones como sinónimas. Veamos algunos ejemplos.

La psicología criminal.- La última disciplina penal fundamental contemplada desde el plano causal explicativo y que se
ocupa concretamente del delincuente es la Psicología Criminal, que se constituye como el instrumento más eficaz de la
antropología criminal, ya que se encarga de estudiar la psíque del hombre delincuente, determinando los desarrollos o
procesos de índole psicológica verificados en su mente.

Cabe resaltar que en la actualidad, la Psicología Criminal ha rebasado en mucho él límite de la observación individual
del sujeto antisocial, extendiéndose hacia estudios de la conducta criminal y de los factores psicológicos que influyen en
la criminalidad, sean estos individuales o colectivos.

Esta disciplina penal adquiere una importancia extraordinaria con los estudios del psiquiatra vienes Sigmund Freud, el
cual aseveraba que el delito es el resultado del “ello”, es decir, del instinto, que triunfa sobre el “super yo”, o sea la con-
ciencia moral. Para Freud no sólo el delito, sino todos los fenómenos humanos, tienen una fuente de producción de tipo
sexual, lo cual nos indica que la doctrina freudiana es eminentemente pansexualista.

Existieron otros autores que se especializaron en este tema, como por ejemplo Enrico Ferri, que reconocía cuatro ramas
científicas para la observación psicológica de la personalidad:
La psicología criminal, la psicología judicial, la psicología carcelaria y la psicología legal.
Otro autor destacable es Hilda Marchiori, que opinaba que la Psicología Criminal trata de averiguar, de conocer que es
lo que induce a un sujeto a delinquir, que significado tiene esa conducta para él, porque la idea de castigo no lo atemori-
za y le hace renunciar a sus conductas criminales.

1.1 INTRODUCCION Y DEFINICION DEL CAMPO DE ESTUDIOS

La configuración de la Psicología Jurídica se fundamenta como una especialidad que desenvuelve un amplio y específi-
co ámbito entre las relaciones del mundo del Derecho y la Psicología tanto en su vertiente teórica, explicativa y de in-
vestigación, como en la aplicación, evaluación y tratamiento.

Comprende el estudio, explicación, promoción, evaluación, prevención y en su caso, asesoramiento y/o tratamiento de
aquellos fenómenos psicológicos, conductuales y relacionales que inciden en el comportamiento legal de las personas,
mediante la utilización de métodos propios de la Psicología Científica y cubriendo por lo tanto distintos ámbitos y niveles
de estudio e intervención:

• Psicología Aplicada a los Tribunales.


• Psicología Penitenciaria.
• Psicología de la Delincuencia.
• Psicología Judicial (testimonio, jurado).
• Psicología Policial y de las Fuerzas Armadas.
• Victimología.
• Mediación.

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1.2 DESARROLLO HISTORICO

El origen de la Psicología Jurídica no es independiente de la historia de la Psicología en general. Algunos autores sos-
tienen que los primeros intentos de aplicación de la Psicología al campo del Derecho datan de los años 1800 a 1900, en
Alemania, donde se propuso aplicar el conocimiento de la Psicología experimental al ámbito legal. En estos años se
destacaron los trabajos pioneros de Stern, Binet y Müstemberg sobre los procesos psicológicos del testimonio (Garrido,
1994). Sin embargo, autores como Codón y Esbec (1994) señalan, refiriendo a Bonnet (1983), que existen antecedentes
de esa vinculación entre ley y comportamiento humano desde mucho antes. Se señala, por ejemplo, un tratado pericial
chino del Siglo XIII a.C, que trataba sobre la veracidad del testimonio en casos de homicidio, o bien el Código de Ham-
murabi; igualmente señalan la Constitutio Criminalis Carolina, de 1532, como el punto de partida de la psicopatología
forense, “como disciplina al servicio del Derecho” (p. 51). Codón y Esbec (1994) también indican referencias históricas
como el Digesto, cuando señala “Impune puto admittendum quod per furorem alicuyos accidit” (p. 52); el Fuero Juzgo
(año 634), los trabajos de psicopatología realizados para el Tribunal de la Rota desde 1422 (p. 54), entre otros antece-
dentes más lejanos.

Aunque a finales del siglo XIX los psicólogos prestaban servicios clínicos en escenarios correccionales y de atención a
delincuentes, éste no fue significativo hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la Psicología Clínica se
posicionó tanto como práctica, como profesión (Otto & Heilbrun, 2002). Entre los años 1940 y 1950 se reconoció la Psi-
cología como una ciencia importante en el campo jurídico probatorio (en las áreas penal y civil) y los psicólogos empe-
zaron a testificar regularmente en el sistema de justicia (Soria, 1998).

En Estados Unidos el área de la Psicología Forense tuvo un antecedente muy importante en el año 1962, con el caso de
“Jenkins contra Estados Unidos”. En este caso el testimonio sobre la enfermedad mental esquizofrénica de una persona
inculpada, elaborado por tres psicólogos peritos, fue rechazado en primera instancia por los Tribunales. Junto a ello la
Asociación Psiquiátrica Americana protestó y presentó su oposición a la admisión del psicólogo como perito. En el recur-
so de casación se admitió la pericia psicológica de la información presentada por los tres psicólogos, que se comprobó
acertada. Desde ese momento el rechazo del psicólogo como experto en su campo de especialización se consideró un
error. A este respecto la Corte de Apelación Federal reglamentó que:
• Los psicólogos con apropiado entrenamiento y pericia fueran cualificados para ofrecer testimonio experto en materias
de trastornos mentales.
• La posesión del grado de médico no era necesaria para el testimonio experto.

Desde ese año el trabajo de los psicólogos se extendió a correccionales, procesos de individuos inimputables, Psicología
policial, custodia de niños, así como a diversas áreas legales donde la experticia era requerida en temas psicológicos.
En la actualidad, los psicólogos forenses son las únicas personas calificadas para contribuir a la experticia psicológica en
el proceso legal en los Estados Unidos.

Los años setenta se caracterizaron como la edad de oro de la Psicología Jurídica, hubo mayor cantidad de publicacio-
nes, conferencias y congresos internacionales en este campo, especialmente en temas que tenían que ver con la selec-
ción y procesos de decisión de jueces y jurados, el comportamiento policial, etc. Esto es consistente con el auge de la
Psicología Experimental en general.

En este contexto internacional, aunque la APA mucho antes de los años noventa había reconocido áreas de práctica
especializadas en la Psicología como la clínica, la educativa y la organizacional, no fue hasta el 2001 que la Psicología
Forense se incluyó en la misma categoría.

A partir de la práctica profesional de un grupo de psicólogos que trabajaban en el ámbito forense, y de sus esfuerzos por
conceptualizar esta área como independiente de las ya reconocidas, se solicitó a la APA que se diera el carácter de
especialidad a la Psicología Forense. En el año 2000 esta petición fue hecha por dos organizaciones: la división de ley y
Psicología de la APA (the Amercian Psychology –Law Society, Division 41) y la American Board of Professional Psycho-
logy, a través de la junta directiva de la especialidad en el área de Psicología Forense. Al final, se decidió que la petición
para la especialización debía definir la Psicología Forense de manera restringida o delimitando campos específicos de
acción que incluyeran la evaluación, el tratamiento y la asesoría en el contexto forense. Después de la evaluación de la
petición, el Council of Representatives de la APA votó en agosto del 2001 para reconocer a la Psicología Forense como
una especialidad (ver The Minutes of the Council for Representatives meeting, SectionIX, Subsection B). Este reconoci-
miento ha tenido varias implicaciones:
• El área ha crecido rápidamente dado que se ha expuesto más y ha contado con mayor número de escenarios aca-
démicos para mostrarse.
• Ha sido más claro para los psicólogos en qué consiste esta área y han podido reconocer si su ejercicio profesional
o investigativo lo realizan en ella. Esto también ha llamado la atención sobre la necesidad de formación tanto en el

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cuerpo de conocimiento asociado al ámbito forense como en estándares de práctica propios de los contextos foren-
ses.
• Se inició un proceso de acreditación de programas formales para la formación y entrenamiento en la especialidad
de Psicología Forense, especialmente en el nivel de posgrados (en Estados Unidos se ha propuesto que esto se lle-
ve a cabo primero en el nivel de posdoctorado, luego doctorado, posteriormente maestrías y finalmente en pregrado)
(Otto & Heilbrun, 2002).

1.3 CONCEPTO DE PSICOLOGÍA JURÍDICA

Analizaremos, desde una perspectiva epistemológica, las definiciones de Emilio Mira y López, Miguel Clemente, Lluís
Muñoz Sabaté y Miguel Ángel Soria, personajes fundamentales, para la definición de la psicología jurídica, y además
que al estar escritos en castellano facilitan su lectura y se hacen accesibles.

El primer texto que en castellano versó sobre el tema de la psicología jurídica fue el de Emilio Mira y López titulado Ma-
nual de psicología Jurídica su versión inicial data de 1932 y ha sido el documento base para todos los trabajos posterio-
res.

Inicia con un capítulo titulado estado actual de la psicología como ciencia, que como se ve es fundamental para este
ensayo.

Mira y López (1980) justifica la escritura de este apartado ya que los juristas de la época dudaban del estatuto científico
de la psicología y eso imposibilitaba su aplicación al campo jurídico. Para defender su propia profesión el autor sitúa a la
psicología como una disciplina biológica: "La psicología actual es algo más que esto. Es una ciencia que ofrece, cuando
menos, las mismas garantías, la seriedad y eficiencia que el resto de las disciplinas biológicas" (Mira y López, 1980)

Luego, y dentro de la misma intención, el autor plantea que la necesidad del acercamiento de la psicología al derecho se
debe a los beneficios que se han obtenido en otros campos como el político, el económico, la industria, etc.

Partiendo de estas dos justificaciones de la psicología como disciplina biológica y desde su utilidad política, económica e
industrial, el autor se encamina al análisis del objeto de investigación propio de la psicología, para esto se aleja de la
concepción filosófica que toma como objeto al alma, y prefiere recurrir a un objeto más modesto como son los fenóme-
nos psíquicos, los cuales define como: "el conjunto de hechos que forman, subjetivamente, nuestra experiencia interna y
que se acusan desde el punto de vista objetivo como manifestaciones del funcionamiento global del organismo humano,
o, dicho de otro modo, como acciones de la persona" (Mira y López, 1980) se encuentra en un momento coyuntural en
que la psicología por un lado se define como objetiva reduciendo su investigación a lo observable, más específicamente
a la conducta y por otro lado el psicoanálisis centrando su estudio en un objeto abstracto, el cual, desde una propuesta
positivista-empírica, no sería científico. Así las cosas Mira y López (1980) terminó definiendo el objeto de la psicología
como las manifestaciones de la persona, y el camino para realizar el análisis de estas manifestaciones será la observa-
ción (como cualquier disciplina biológica) y buscará inclusive apoyo en los cálculos estadísticos para darle mayor riguro-
sidad.

Una vez ubicada la psicología como disciplina, el autor se dirige al campo aplicado de la psicología hacia el derecho, el
cual está atizado por la presencia de varias escuelas, ante ello decide comentar cada una de estas vertientes.

Inicia con el conductismo, señalando que su fundador es Watson y que es de origen norteamericano. Precisa el gran
aporte de esta escuela al campo jurídico:

El conductismo es un auxiliar precioso para la psicología jurídica, ya que permite obtener datos y juicios sin contar con el
testimonio subjetivo del delincuente, del pleiteante o del testigo; en una palabra, permite trabajar sin preocuparse para
nada de lo que los actores del conflicto jurídico "dicen"; en cambio, registra con singular precisión lo que "hacen". Desde
este punto de vista, los modernos métodos para el descubrimiento objetivo de las "mentiras", los tests o pruebas para la
determinación de aptitudes intelectuales y motrices, la técnica del registro de las alteraciones emocionales, el estudio
experimental de la eficacia de los distintos "castigos", la valoración de las influencias externas (clima, alimentación,
trabajo, medio social, etc.) en la producción de los diversos delitos, las reglas para la observación de las "huellas" hu-
manas para el reconocimiento objetivo de los criminales, etcétera, son otras tantas contribuciones del conductismo que
debe agradecer la psicología jurídica. (Mira y López, 1980).

Se puede analizar varios aspectos del texto anteriormente citado, el primero es que el autor reconoce la importancia que
tiene (y que tendrá como se verá posteriormente) el conductismo para la psicología jurídica, esta importancia radica en
que es un auxiliar objetivo, constituyéndose esta objetividad en una de las grandes pretensiones del derecho: lograr un
juzgamiento sin elementos subjetivos.
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Como segundo aspecto el autor hace referencia al primer campo de intervención de la psicología jurídica el análisis del
testimonio, como respuesta a las grandes dificultades para valorar objetivamente si un testimonio dado, ya sea por un
testigo o por el delincuente, es verdadero o no, en este caso la psicología jurídica se ha mostrado históricamente como
una herramienta útil ya que a través de sus experimentos le ha indicado a los jueces, fiscales y abogados en general
que tipos de comportamientos son típicos en las personas que mienten. Frente a estas investigaciones sobre el testimo-
nio, existen varios problemas, uno de ellos radica en que dichos experimentos normalmente se han hecho con personas
y en lugares ajenos a la escena real y esto descalificaría sus resultados, y sumado a lo anterior (la artificialidad del expe-
rimento) existe teóricamente la posibilidad de que la muestra tomada para el experimento (así sea con testigos reales en
escenarios judiciales) sea no representativa, es decir, existe la posibilidad de que se hayan tomado precisamente los
individuos que no representarían a la mayoría, posibilidad que aunque mínima existe y genera un nivel razonable de
incertidumbre, por ello Miguel Martínez comenta no sin cierta ironía: "El uso de las estadísticas es señal clara de una
ausencia de conocimiento y a menudo se utiliza cuando todo lo demás a fallado"(Martínez, 1996).

Volviendo a Mira y López (1980), el Conductismo se muestra como un campo científico que proporciona técnicas cientí-
ficas, que hacen que la aplicación del derecho sea más justa y adecuada (veremos cómo esta interpretación tiene senti-
do en la definición de la psicología jurídica que propone el autor citado).

La segunda escuela que comenta Mira y López (1980) es el Psicoanálisis, el cual puede ser útil para "la comprensión de
la conducta delictiva, de la psicología del testimonio, de algunas actitudes pleitistas o reivindicatorias y –lo que es más
importante- de no pocos errores judiciales, cometidos por jueces probos e inexpertos". Explica de forma sucinta algunos
conceptos psicoanalíticos tales como el determinismo psíquico, la transferencia, el pandinamismo psíquico y la repre-
sión, entre otros.

La tercera escuela es la personalogía (sic), que desarrolla la noción de personalidad defendida por Stern. Según Mira y
López (1980), esta escuela es muy importante ya que puede ayudar al derecho a juzgar no los actos, sino las personas
en sí, cumpliendo con el ideal lombrosiano y con el ideal del derecho moderno de crear una pena para cada individuo.

La psicología de la forma o Gestalt psychologie es la cuarta de las escuelas psicológicas comentadas, su utilidad psi-
cojurídica radica en que le enseña a los juristas a no parcializar la realidad del delito, sino a tomarla como una unidad.

La quinta escuela es la geneticoevolutiva (sic) que ha sido de gran utilidad ya que sus investigaciones han demostrado
la alta correlación genética del delito debido a sus estudios con gemelos y además demuestran científicamente que el
criminal es un ser atávico como Lombroso lo concebía.

La sexta la escuela comentada es la neurorreflexiológica (sic) radica su utilidad en que enseña el buen uso del castigo,
ya que la prisión se ha mostrado ineficaz para inhibir el comportamiento delincuencial debido a que castiga de forma
equivocada, esta escuela, fundamentada en la experimentación con animales, le enseña al Estado y específicamente al
sistema penal que el castigo debe ser contingente a la conducta delincuencial y no a largo plazo y de forma discontinua
como sucede en la prisión.

La escuela tipológica es la séptima en ser comentada, su mayor exponente Sheldon (que en aquél momento era ultra-
moderno) comprobó científicamente que el criminal poseía un tipo corporal diferente al de la persona normal y decente.
Surgiendo de nuevo el criterio segregacionista entre el decente (y normal) y el delincuente (anormal) el cual es de gran
utilidad para justificar la prisión.

Así mismo, el autor comenta que la psicología anormal (o psiquiatría) es el campo de la investigación y tratamiento de
las enfermedades mentales (las cuales se estaban diferenciando de las cerebrales en aquél momento). Y que frente a su
utilidad psicojurídica, se sobrentiende que es enorme, esto debido a que ha sido históricamente la psiquiatría, la encar-
gada de develar el grado de peligrosidad que toda persona posee, para desde allí encauzar su captura y condena; sólo
tenemos que recordar a Lombroso y su planteamiento preventivo delincuencial.

El autor comenta finalmente, la escuela de la psicología Social, como uno de los grandes bastiones de la psicología
jurídica ya que le ofrece valiosa información en lo concerniente a las causas sociales del delito y desde allí permite una
verdadera terapéutica social es decir, curar a la sociedad misma de sus delincuentes.

Luego de este recorrido por las diferentes escuelas psicológicas y su utilidad para el ejercicio del Derecho. Mira y López
(1980) se atreve a proponer una definición de la psicología Jurídica: "la psicología jurídica es la psicología aplicada al
mejor ejercicio del derecho" no puede ser más decepcionante después de tan largo camino llegar a una definición tan
escueta. Para Mira y López lo que justifica hablar de una psicología jurídica es el hecho de que algunos conocimientos
psicológicos, y especialmente de algunas escuelas psicológicas como el conductismo, la neurorreflexiológica, la perso-
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nalogía y por supuesto la psicología social y anormal ofrecen sus conocimientos para ser usados por el derecho. Pero
¿qué es un mejor ejercicio del derecho? Podemos tomar dos caminos, uno de ellos suponer que el derecho es un "mal
necesario porque es el encargado de mediar entre los individuos para evitar entre ellos la guerra" (Carnelutti, 1990) el
derecho sería el salvador que limita nuestra condición humana ligada al odio y la destrucción, el derecho sería el camino
para llegar a los ideales de la moral, el otro camino es el de concebir el derecho junto a la ideología como parte de las
superestructuras que conforman la sociedad, cuya tarea es mantener el funcionamiento de la infraestructura económica
(Harnecker 1997).

Desde esta perspectiva el derecho funciona como un instrumento de la superestructura jurídico-política cuya utilidad es
dar los cimientos legales al Estado, que en el caso de las sociedades actuales es, en su inmensa mayoría, capitalista.
Partiendo de este presupuesto, se puede plantear que el derecho es un instrumento coercitivo para mantener el sistema
de producción capitalista, sistema que se basa en la explotación del trabajo del proletariado, desde allí se podría reinter-
pretar la función de la psicología jurídica, ya no sería la garante de que un sistema jurídico fuera más justo más equitati-
vo, sino que sería un instrumento "aparato Ideológico del Estado" (Althusser, 1997) para el control social y especialmen-
te para el control del proletariado; desde esta visión el mejor ejercicio del derecho será el modo de poder del Estado en
contra del proletariado.

En el primer capítulo (elementos para una psicología jurídica) de su texto Muñoz Sabaté, (1980) plantea otra de las defi-
niciones de psicología jurídica que se consideran como clásicas. Sitúa a la psicología jurídica como una disciplina, sin
especificar ¿de qué? El autor plantea que la psicología ha tenido una innegable participación en el derecho, es decir,
justifica la psicología jurídica por su utilidad en el derecho, no por ser un campo discursivo nuevo o producto de la refle-
xión epistemológica.

Critica al derecho por ser impermeable a la utilidad que le ofrece la psicología, ya que ella puede aproximarlo al campo
del método científico.

Muñoz plantea que han existido avances psicológicos que han sido realizados por los propios… ¡abogados!, es decir,
que para este autor los conocimientos psicológicos pueden ser logrados por legos, sin necesidad de un método o una
teoría psicológica que sostenga estos descubrimientos. Si esto es así, ello implicaría que "la tríada propia de una ciencia
objeto, método y teoría" Braunstein(1994) puede en este caso ser abordada (al menos la producción teórica) por profe-
sionales que ni siquiera son científicos, valdría la pena preguntarse si los avances psicológicos logrados por los aboga-
dos ¿son conocimientos realmente científicos?, desde el punto de vista de Althusser (1997) esto no es posible dentro del
campo científico, ya que el objeto le es particular al científico y a su ciencia, no es un objeto que se pueda compartir con
otras disciplinas, el conocimiento es el producto de la intervención de estrategias metodológicas específicas al objeto
propio de cada ciencia, en consecuencia, si un abogado (no perteneciente al campo científico) puede crear conocimiento
científico es porque a lo que se le ha denominado previamente como ciencia no lo es, y sería considerado Ideología en
la acepción althusseriana.

Muñoz (1980) reconoce que la psicología jurídica coincide en su origen con la psicología experimental cuyo primer cam-
po de intervención fue el análisis del testimonio o psicología del testimonio (Stern, Binet, y… ¡Lombroso!) Es decir, la
psicología jurídica nace en los estudios psicológicos del testimonio teniendo como fundador a Lombroso que era psiquia-
tra y creía en la detención de por vida de los delincuentes tomando como base la fisonomía del rostro y un presunto
atavismo biológico nunca comprobado… muy especial inicio…

La psicología jurídica surge también de la biología o psicología criminal, es interesante que Muñoz (1980) combine estos
dos campos… ah! debe ser porque se cree que la psicología es una disciplina de la biología. La psicología criminal ha
aportado a la criminología el desarrollo del concepto de personalidad: "La personalidad del delincuente en cuanto a su
relación con la criminalidad, ocupándose fundamentalmente de la existencia e importancia de los factores hereditarios y
constitucionales, de las anormalidades psíquicas y de las características crimino-psicológicas" (Muñoz, 1980).

Concepto este tan utilizado en la psicología y que paradójicamente ha sido el menos tratado científicamente, sin embar-
go esta noción de personalidad, tomada por el ordenamiento jurídico penal le ha sido útil para justificar el castigo al indi-
viduo en sí y no a sus actos, lo cual es esencial para la estructura del derecho penal moderno. Igualmente el concepto
de personalidad de constituyó en el fundamento para la creación y sostenimiento de una institución (que aunque se ha
demostrado históricamente como ineficiente), garante del funcionamiento del Estado mismo: la prisión. Foucault (2001)
en el texto de los anormales, demuestra que para poder sostener ideológicamente la prisión (tomando en cuenta que su
fundamento no es el corregir, ni el resocializar, sino el de vigilar y castigar) se necesita que alguien construya un indivi-
duo que no solamente sea responsable del delito, sino que el delito sea producto de un algo que sólo le pertenece al
delincuente en su esfera intima, ese algo es la personalidad. Por esto es importante que las investigaciones psicológicas
(o biológicas, realmente no importa el rótulo) centren sus esfuerzos, no en las causas sociales, o inclusive estructurales

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(en el sentido de la relación dialéctica entre las superestructuras y la infraestructura) sino en el delito como producto de
una alteración del individuo en particular.

Muñoz (1980) también señala que existe un lugar común entre derecho y psicología: la conducta criminal, esta afirma-
ción merece algunas objeciones, en primer lugar si el objeto de estudio de la psicología es la conducta, ésta quedaría
reducida a ser una disciplina biológica, lo cual contradice su origen tanto epistemológico como filosófico, pero más allá
del daño conceptual que esto implica, también demostraría que existiría cierta dependencia de la psicología frente al
derecho, ya que el adjetivo calificativo de criminal no es un objeto de estudio de la biología como sí lo es la conducta. Lo
criminal es un concepto que depende de las contingencias, de las necesidades del Estado, ya que lo que eleva una con-
ducta a criminal es el hecho de ser contemplada dentro de un código penal como un delito y estas normas son estable-
cidas por el Estado dependiendo de la utilidad política del momento, un ejemplo sería el de el enriquecimiento ilícito, el
cual surgió como conducta criminal cuando al Estado colombiano le interesó perseguir los bienes producto del narcotrá-
fico, si algún día al legislador le conviene legalizar la producción de ciertas sustancias, entonces todas aquellas profun-
das investigaciones psicológicas, del comportamiento, de la personalidad de aquellos individuos que se habían enrique-
cido con el narcotráfico quedarán inmediatamente invalidadas, ¿se puede considerar estas investigaciones y sobretodo
este objeto como científico? Lógicamente la respuesta es no.
Muñoz (1980) termina su exposición planteando la psicología jurídica desde tres alternativas en donde trata de dar cuen-
ta de un posible método psicojurídico:

La psicología del derecho: Pretende explicar la esencia jurídica desde los presupuestos teóricos de la psicología, sin
embargo esta postura no es la que más atrae a Muñoz ya que él considera que:

No pretendemos aquí discutir este punto de vista. Se trata en definitiva de una teoría, y como tal, creemos que no tiene
cabida en una psicología aplicada al derecho cuyo alcance es mucho más modesto. Ello no significa un juicio desestima-
torio, sino simplemente un rechazo metodológico para los fines que perseguimos (Muñoz, 1980).

Para el autor, no es pertinente hacer un abordaje del derecho desde la psicología, ya que no sería posible metodológi-
camente, sin embargo en la introducción a una psicología jurídica, plantea como fundamental las implicaciones teóricas
que tiene la psicología frente al derecho, entonces valdría la pena preguntarse ¿qué es lo pertinente de la relación psico-
logía - derecho?

Psicología en el derecho: Hace referencia a la psicología implícita en la lógica del derecho, es decir, el derecho es
esencialmente una serie de estímulos que provocan o no una serie de conductas. La psicología jurídica se concentraría
en el análisis de estos estímulos. Es una lástima que Muñoz (1980) no haya contemplado en este apartado una psicolo-
gía que analice la concepción de hombre que tiene el derecho valiéndose de los grandes marcos teóricos que han cons-
truido la antropología y la misma psicología, sería muy interesante el desarrollo de una investigación. Para Muñoz
(1980) lo importante es hacer más eficaz la intervención del derecho en esto coincide con Mira y López (1980).

Psicología para el derecho: Es la psicología como ciencia auxiliar del derecho, es decir, el psicólogo interviene como
perito experto dentro del proceso judicial para recabar elementos de prueba.

Define lo que se debe entender como psicología jurídica, advirtiendo antes que la psicología en el derecho no solo no es
adecuada, sino que es peligrosa (Muñoz, 1980) y que por lo tanto los campos valiosos para la psicología jurídica son los
de la psicología del y para el derecho, lo explica así:

De ahí sólo nos quepa asumir cuanto de aprovechable encontraremos en una psicología en y para el derecho. Ésta sería
o estaría destinada a ser una rama de la psicología que busca aplicar los métodos y los resultados de la psicología pura,
y especialmente de la experimental, a la práctica del derecho. Bajo este punto de vista, la psicología jurídica no habrá
de diferir, formalmente hablando, de lo que hoy en día son, por ejemplo, la psicología clínica, la industrial, o la pedagó-
gica. La definición que da Mira y López, aunque muy escueta, encaja perfectamente en esta vertiente pragmática: "psi-
cología jurídica es la psicología aplicada al mejor ejercicio del derecho" (Muñoz,1980).
Por lo anterior para el autor la psicología jurídica es valiosa porque es útil para el derecho, es valiosa porque actúa favo-
reciendo los intereses del derecho (y por supuesto del Estado) y no porque lo interrogue o sea un instrumento crítico.
Siendo consecuentes con la lectura de Muñoz (1980), se puede concluir que el lejos de proponer tres campos para la
psicología jurídica, afilia su definición a la de Mira y López, la psicología jurídica solo es valiosa cuando ayuda al dere-
cho en su labor: "La psicología jurídica debe atenerse a la norma sin intentar explicar si la misma es o no es justa ni
pretender argumentar sobre sus fines" (Muñoz, 1980).

Más claro no puede plantearse el lugar político que tiene para este autor la psicología jurídica…

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Otro de los autores que han trabajado sobre la definición de psicología jurídica es Miguel Clemente (1995) en su texto
parte de una pregunta realmente llamativa: ¿Existe la psicología Jurídica?… o en busca de una nueva identidad. De
este título tan sugestivo, esperamos una construcción discursiva y epistemológica de la psicología jurídica.

Lo primero que plantea este autor es que la psicología jurídica es un concepto, esto es muy importante, ya que ha as-
cendido la psicología jurídica de un simple campo de aplicación a un concepto, es decir, es un elemento abstracto que
se integra en una red con otros elementos abstractos que componen el marco teórico de una ciencia, Braunstein (1994)
… sin embargo, Clemente (1995) decepciona al plantear que la psicología jurídica existe de facto, "existe porque hay
psicólogos trabajando en el terreno jurídico", triste salida, cuando se esperaba una conceptualización teórica que sostu-
viera a la psicología jurídica desde en campo teórico de la psicología misma pero con un discurso propio.

Clemente (1995) indica que la psicología jurídica comenzó su existencia en las prisiones, es decir, el primer lugar de
intervención de los psicólogos en lo jurídico fue las prisiones. Llamativo que la psicología jurídica de facto surja en este
lugar tan particular, ¿es que acaso la prisión es un lugar natural del psicólogo? Foucault (1999) en la verdad y las formas
jurídicas relaciona el nacimiento de las ciencias humanas con el surgimiento de la prisión, demuestra que el nuevo or-
den penitenciario, que se origina en la modernidad y especialmente con Beccaria, permite la creación de un nuevo obje-
to de punición: lo humano. Es por ello que afloraron una serie de disciplinas que construyen, delimitan y producen la
noción de lo humano, para luego utilizarlo como objeto de punición. Por ello se puede afirmar que aun antes de que
naciera la psicología científica con Wundt en 1875 ya existía un discurso que permitía, exigía y justificaba la interven-
ción del psicólogo en las prisiones, de allí se podría concluir que la psicología Jurídica tiene su origen en 1835, Foucault
(2000), cuarenta años antes de que surgiera la psicología como tal.

Clemente (1995) se queja abiertamente por la actitud displicente que han tenido los juristas frente a la psicología: "El
derecho piensa a menudo que se basta a sí mismo; no necesita crear campos comunes ni afines; regula las relaciones
sociales sin necesidad de estudiar ni a las personas ni a la sociedad, triste argumento".

Cree el autor que puede existir un lugar común entre lo que se supone científico como la psicología y el campo no cientí-
fico del derecho, ¿cuál sería este objeto común entre psicología y derecho? La pregunta se resuelve cuando el autor
define la psicología jurídica: "Es el estudio del comportamiento de las personas y de los grupos en cuanto que tienen la
necesidad de desenvolverse dentro de ambientes regulados jurídicamente, así como la evolución de dichas regulaciones
jurídicas o leyes en cuanto que los grupos sociales se desenvuelven en ellos"Clemente (1995).

Nuevamente aparece la noción de comportamiento, que como ya vimos es costosa teóricamente para la psicología, ya
que la descalifica como ciencia autónoma y más aún cuando la noción de comportamiento se cambia relaciona con el
término ambiente, el cual es equívoco ya que no se determina (al menos en el texto) si se está haciendo referencia al
clima o a la temperatura, sin embargo la noción de ambiente se le agrega el regulados jurídicamente. Aunque si pensa-
mos el ambiente humano como un contexto simbólico, es decir como un campo discursivo (la realidad para el psicoaná-
lisis) la situación cambia radicalmente, pasamos de pensar el contexto humano como un ambiente natural, similar al del
animal (algo totalmente absurdo), a pensarlo como el producto de profundas estructuras simbólicas, que en forma de
discurso construyen la realidad humana. Realidad que puede ser develada y analizada tal y como lo hicieron Marx,
Freud, Lacan, Althusser y Foucault principalmente, en donde se demostró que el contexto humano depende de una
construcción ya sea esta deseante (Lacan) o económica (Marx). Y es a partir de estos autores que podemos pensar que
todo contexto humano está atravesado por elementos jurídicos por ello la labor del psicólogo jurídico –según Clemente-
es una labor universal, general; no existiría especificidad en su campo de acción.
Clemente al igual que Mira y López y Muñoz Sabaté recae en la idea de que la psicología jurídica existe por su ejercicio
técnico y no porque se hubiera realizado una extrapolación conceptual de la psicología como campo científico a un nue-
vo objeto, el cual guardaría con el objeto original de la psicología una relación de continuidad racional.

Y finalmente el texto de Miguel Ángel Soria (1998) recoge los trabajos anteriores. Señalando que el estudio de las leyes
se ha realizado desde múltiples perspectivas: la antropológica, la sociológica, la filosófica y la psicológica que es la que
nos interesa, comenta que lo fundamental para la psicología es "conocer los comportamientos que determinan la ley"
(Soria, 1998) de dónde se desprende que la tarea de la psicología es analizar la "interacción entre el sujeto y las leyes".
Esta afirmación parece indicar que el comportamiento es lo determinante, es decir, sería el elemento base, de la pro-
ducción de la ley. Otra situación sería si se hubiera escrito conocer los comportamientos que la ley determina en donde
se pensaría en aquellos comportamientos que son producto de las leyes. Nuevamente aparece el término mágico com-
portamiento, el cual nos señala ya claramente cuál es la postura psicológica imperante en la psicología jurídica: el con-
ductismo. Luego parece re direccionar su postura inicial anotando que la psicología se interesa por la relación entre el
sujeto (¿a qué se refiere con este término?) y un elemento simbólico la ley. Lamentablemente el autor no dilucida en el
texto estos términos.

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El autor propone una nueva fórmula de explicación: "La relación de una persona con el sistema legal no se produce en
el vacío sino que se trata de un proceso social, es decir, depende tanto de su conducta como del entorno en donde esta
se desenvuelve" (Soria, 1998) utiliza como sinónimos términos tan dispares como sujeto y persona. Soria reconoce que
el espacio en donde se produce el comportamiento es un espacio diverso a lo natural un espacio social, y esto se consti-
tuye en un gran avance con respecto a las posturas anteriores.

Soria (1998) encuentra que existiría un campo común, no ya entre la psicología y el derecho, sino entre un área de la
psicología y el derecho, esta sería la psicología social: "La acción social humana (comprensión, predicción y regulación)
es objeto de estudio tanto de la psicología social como del derecho". La psicología Social ha sido también duramente
criticada por Braunstein (1994) ya que muestra que no tiene un objeto específico, sino que se afilia a la concepción de
objeto propia de la psicología individual conductual y que su objetivo es nuevamente adaptar al individuo al sistema
social, en este caso el sistema capitalista. Así las cosas, Soria (1998) reconocería el elemento ideológico-político propio
de la psicología jurídica, de la psicología social y del derecho, sin embargo, en su documento la posibilidad de desarro-
llar esta postura se diluye.

El término acción social humana queda limitado al de conducta al final de cuentas se constituye como el objeto común
entre la psicología y el derecho, nuevamente se presenta un reduccionismo conceptual.

El autor en un apartado titulado El concepto de psicología jurídica, lógicamente el más pertinente del texto para nuestros
fines investigativos, retoma la postura de Muñoz Sabaté y circunscribe los tres campos del, en y para el derecho, los
cuales critica, finalmente realiza su propia definición:

La psicología jurídica podemos definirla como una aplicación de la psicología social que estudia los comportamientos
psicosociales de las personas o grupos relacionados, establecidos y controlados por el derecho en sus diversas vertien-
tes, así como aquellos procesos psicosociales que guían o facilitan los actos y las regulaciones jurídicas (Soria, 1998)
En este documento la psicología jurídica ya no es un escenario común entre la psicología (a secas) y el derecho, sino
que ahora es una aplicación la psicología social al campo ideológico del derecho. Los fines de ambas (derecho y psico-
logía social de corte conductual) son los mismos: la predicción y el control de las conductas de los organismos humanos
en un ambiente determinado, se mostraría entonces, nuevamente, el trasfondo político de la psicología jurídica como
instrumento de control social.

Las definiciones que se han dado a la psicología jurídica desde una perspectiva epistemológica de Bachelard se han
caracterizado por no ser científicas, en tanto que su objeto de investigación no es producto de una ruptura epistemológi-
ca ni de un trabajo teórico.

La psicología jurídica no posee un objeto formal abstracto desde las posiciones teóricas de Braunstein (1994) y Althusser
(1997).

El objeto de la psicología jurídica es por lo tanto un objeto ideológico ya que es empírico según Miguel Martínez (1996) y
es producto de una noción precientífica según Néstor Braunstein (1994).

Si nos proponemos realizar una definición de lo que podría llegar a ser una psicología jurídica que sea científica y que
no participe ni de los aparatos represivos ni ideológicos del Estado (Althusser, 1997) tendríamos que partir de la función
social y científica de la psicología la cual sería: develar, criticar y destruir los elementos ideológicos propios del Estado y
de sus aparatos (escuela, familia, fabrica, hospital, asilo, iglesia…) con el fin de lograr las condiciones necesarias para
una transformación social radical. Si tomamos esto como base, y siguiendo el planteamiento de Braunstein, Althusser y
Canguilhem en lo referente al objeto científico de la psicología (el aparato psíquico freudiano) llegaríamos a la conclu-
sión que la psicología Jurídica debe ser una psicología en contra del derecho una psicología que funcione como obstácu-
lo científico a la ideología propia del Estado, su objeto de estudio sería La Ley, en mayúsculas, para simbolizar la rela-
ción del sujeto con aquello propiamente simbólico que funciona como límite al goce del objeto imposible y a la vez
prohibido, el psicólogo, o mejor, el psicoanalista, será el encargado de analizar y de develar la relación de esta Ley pri-
mordial con las leyes jurídicas y demostrar su distancia conceptual. El psicoanalista también será el encargado de de-
mostrar la virtualidad del delito en lo referente a su contingencia histórica, es decir, los delitos funcionan según la utili-
dad que les determina el Estado. La psicología Jurídica sería el campo de investigación de la relación existente entre el
Estado, el sujeto y la Ley.

1.4 DISCIPLINAS AFINES

1.4.1 FUNDAMENTALES

1.4.1.1 SOCIOLOGIA CRIMINAL


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Esta ciencia estudia el acontecer criminal como fenómeno que se da en la colectividad, tanto en sus causas y factores
como en sus formas, desarrollo, efectos y relaciones con otros hechos y conductas que se dan en la sociedad, es decir,
estudia la delincuencia desde el punto de vista social, pretende hallar sus causas más que en el factor personal, en el
medio social.

El impulso inicial a la Sociología Criminal se debe acreditar a Enrico Ferri, quien la considera como la ciencia de los
delitos y de las penas, renovados por el método experimental, siguiendo las aportaciones de la antropología y de la es-
tadística criminal.

Destacando los temas que son objeto de mayor atención por los especialistas de la Sociología Criminal, podemos men-
cionar a los siguientes:

 El ambiente cósmico-geográfico
 La pareja delincuente, el grupo primario (banda o pandilla), el grupo secundario (las organizaciones criminales),
el grupo terciario (religioso-político), el grupo cuaternario (la muchedumbre y estado).
 Las variables demográficas
 La delincuencia urbana y la rural
 El factor económico
 El espacio social (barrio, habitación)
 La profesión (empleo, subempleo, desempleo)
 Las clases sociales
 Los grupos étnicos
 La familia
 La diversión
 El medio escolar y cultural
 La marginalidad y desviación.

 Actualmente la Sociología Criminal, estudia los problemas criminales y trata de dar explicaciones más comple-
tas a las conductas antisociales encontrando temas que son verdaderos modelos e hipótesis de investigación.

1.4.1.2 LA ANTROPOLOGIA CRIMINAL

La Antropología Criminal estudia los caracteres físico-psíquicos del hombre delincuente, sin perder de vista la influencia
del ambiente.

En virtud de esta disciplina se distinguen tres aspectos importantes de estudio, como son:
- EL estudio de los caracteres orgánicos (morfología)
- El estudio de los factores químico-hormonales (endocrinología), y
- El estudio de los factores psíquicos (psicología criminal).

A todos estos aspectos se le vienen a sumar las influencias externas (ambiente); lo que trae como consecuencia que
debamos considerar al delito como el resultado de un triple orden de factores:
 Personalidad bio-psíquica
 Ambiente físico, y
 Ambiente social.

Una rama de gran relevancia con respecto a esta disciplina penal, la representa la etnología, que estudia, en el tiempo y
espacio, las creencias, las técnicas, el arte, etc.; de pueblos y grupos culturales (etnias), comparándolos e investigando
sus similitudes y diferencias.

Las costumbres, los tatuajes, las supersticiones, la moral, el lenguaje, las experiencias artísticas del criminal, las dife-
rencias entre diversos grupos criminales (según edad, religión, hábitat, etc.), el modus operandi en ciertos crímenes, son
aportaciones de gran valor que otorga la Antropología Criminal para el estudio del delito, del delincuente y de la delin-
cuencia.

1.4.1.3 LA BIOLOGIA CRIMINAL

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La Biología Criminal estudia al hombre de conducta antisocial como un ser vivo, desde sus antecedentes genéticos has-
ta sus procesos anatomo-fisiológicos; la influencia de los fenómenos biológicos en la criminalidad y la participación de
los factores biológicos en el crimen.

Es importante saber que los temas básicos para un mejor estudio sobre la Biología Criminal son:

 Él criminal como ser vivo


 Él problema genético
 Las aberraciones cromosomáticas y criminalidad
 La gestación, fecundación, embarazo y parto
 Las etapas evolutivas del ser humano
 Los sistemas nervioso y endocrino, y por último,
 Él sexo y la patología.

Debido a lo reducido que es el tratado sobre la Biología Criminal, aparte de no ser una materia que llame la atención de
muchos investigadores; solo nos resta concluir que esta ciencia tiene como fin, “Ocuparse de la vida de los criminales,
estudiando preferentemente el fenómeno de la herencia con la trasmisión de enfermedades, tendencias y predisposicio-
nes.

1.4.1.4 LA ENDOCRINOLOGIA CRIMINAL

La Endocrinología Criminal, es una rama de suma importancia dentro de la biología, ya que le aporta un sin numero de
conocimientos al intentar descubrir el origen de la delincuencia en el funcionamiento de las glándulas de secreción inter-
na, tratando de demostrar la decisiva influencia de las hormonas en la etiología y aparición del delito.

Claro esta que para comprender mejor a esta sub-ciencia, primero se debe de precisar que las glándulas pueden dividir-
se en dos partes: Glándulas endocrinas, (o de secreción interna), y glándulas exocrinas (o de secreción externa). Las
segundas secretan su contenido por medio de un canal secretor (salivales, gástricas, sudoríparas, lagrimales); y las pri-
meras secretan hormonas directamente del torrente sanguíneo.

Los diferentes rasgos de la personalidad dependen directamente del funcionamiento glandular, y la personalidad cambia
si las glándulas endocrinas son hiper (mas) o hipo (menos) estimuladas, o si su función es inconstante.

Las glándulas endocrinas o de secreción interna que tienen influencia en la conducta criminal son:

 La hipófisis
 Suprarrenales
 Tiroides
 Paratiroides
 Testículos, y
 Ovarios.

Podemos asegurar que es tan importante la Endocrinología, porque ha aportado múltiples datos para la mejor compren-
sión del comportamiento humano, ya que el estudio de las glándulas de secreción interna puede explicar “en parte él
como y no él porque del crimen”.

Podemos concluir este tema, destacando que de acuerdo a varios estudios practicados a delincuentes, se llego a la con-
clusión de que en los asesinos cínicos y sanguinarios se encontró una hiperfunción de la hipófisis; en los homicidas pa-
sionales se encontró hipertiroidismo; en los ladrones hipofunción de la hipófisis, y entre los delincuentes sexuales dis-
función gonádica.

1.4.1.5 LA PSICOLOGIA CRIMINAL

La última disciplina penal fundamental contemplada desde el plano causal explicativo y que se ocupa concretamente del
delincuente es la Psicología Criminal, que se constituye como el instrumento más eficaz de la antropología criminal, ya
que se encarga de estudiar la psíque del hombre delincuente, determinando los desarrollos o procesos de índole psico-
lógica verificados en su mente.

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Cabe resaltar que en la actualidad, la Psicología Criminal ha rebasado en mucho él límite de la observación individual
del sujeto antisocial, extendiéndose hacia estudios de la conducta criminal y de los factores psicológicos que influyen en
la criminalidad, sean estos individuales o colectivos.

Esta disciplina penal adquiere una importancia extraordinaria con los estudios del psiquiatra vienes Sigmund Freud, el
cual aseveraba que el delito es el resultado del “ello”, es decir, del instinto, que triunfa sobre el “súper yo”, o sea la con-
ciencia moral. Para Freud no sólo el delito, sino todos los fenómenos humanos, tienen una fuente de producción de tipo
sexual, lo cual nos indica que la doctrina freudiana es eminentemente pansexualista.

Existieron otros autores que se especializaron en este tema, como por ejemplo Enrico Ferri, que reconocía cuatro ramas
científicas para la observación psicológica de la personalidad: La psicología criminal, la psicología judicial, la psicología
carcelaria y la psicología legal.

Otro autor destacable es Hilda Marchiori, que opinaba que la Psicología Criminal trata de averiguar, de conocer que es
lo que induce a un sujeto a delinquir, que significado tiene esa conducta para él, porque la idea de castigo no lo atemori-
za y le hace renunciar a sus conductas criminales.

Los temas de estudio más importantes con respecto a la Psicología Criminal son:

 La teoría de la personalidad
 El crimen como un proceso psicológico
 Las emociones y pasiones criminales
 Los temperamentos
 La caracterología criminológica
 Las motivaciones psicológicas del crimen
 El desarrollo de la personalidad y los factores psicológicos de algunas conductas antisociales o parasociales:
homicidio, robo, fraude, violación, prostitución, suicidio, etc.

Podemos resumir que la Psicología Criminal se encarga del estudio de las aptitudes, los procesos mentales, la persona-
lidad, la motivación (consciente o subconsciente) del criminal y de su crimen, llegando a abordar lo más pertinente de la
psicología del individuo, pasando por la psicología de los grupos sociales o antisociales.

1.4.2 AUXILIARES

Como ya anteriormente lo mencionamos, existen ciencias auxiliares que están al lado de las ciencias penales, y las
cuales son contempladas dentro del cuadro de estas disciplinas desde el plano causal explicativo; ciencias auxiliares
que a continuación destacaremos de manera individual.

1.4.2.1 LA MEDICINA LEGAL O FORENSE

A esta rama de la medicina se le considera como la aplicación de las ciencias medicas a la ilustración de los hechos que
con ellas se relacionan, investigados por la justicia, o a la formulación de algunas leyes que con las mismas disciplinas
médicas se relacionan.

Pero tratando de definir a esta ciencia de una manera mas precisa, cabria destacar lo mencionado por Quiroz Cuarón, el
cual asevera que la Medicina Forense, en su ejercicio y aplicación, es la técnica, es el procedimiento mediante el cual
aprovecha una o varias ramas de la medicina o de las ciencias conexas para estudiar y resolver casos concretos, habi-
tualmente ligados a situaciones legales o jurídicas.

Debemos resaltar la importancia de esta ciencia, ya que solo a merced de ella es posible determinar con absoluta preci-
sión, de modo científico, las causas de la muerte en algunos delitos como el homicidio, el infanticidio, suicidio, etc., pro-
porcionando valiosos elementos para la comprobación de los elementos del delito en numerosas infracciones penales, y
aún para esclarecer la responsabilidad penal.

Algunos temas importantes que conciernen y son aportaciones al estudio de la Medicina Forense son:

 La función pericial del médico forense


 Documentación médico forense
 Responsabilidad profesional

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 Traumatología médico forense
 Número de agresores, suicidio y sus relaciones con el homicidio
 Asfixiología
 Tanatologia
 Levantamiento del cuerpo
 Necropsia médico forense
 Exhumación
 Embalsamiento
 Sexología forense
 Obstetricia médico forense, e
 Identidad e identificación médico forense.

Algo que llama la atención al analizar los textos que me sirvieron como base para el desarrollo de éste tema, es que la
Medicina Forense es muy extensa y abundante con respecto a la idea que tenía sobre ella, puesto que su campo no sólo
se concreta a simples necropsias, sino que se extiende a otros campos técnicos diversos. Muchos problemas que se
presentan en el campo legal no pueden comprenderse ni resolverse, sino es por medio de ésta ciencia auxiliar.

Otro punto relevante de ésta ciencia consiste en que esta no sólo es indispensable para la materia penal, puesto que
casi todas las ramas del derecho presentan problemas de naturaleza médica; ya sea en lo civil, problemas de paterni-
dad, identidad, y filiación; y en lo laboral, problemas de incapacidad y enfermedades profesionales, por citar algunos
ejemplos.

Podemos resolver con lo que hemos analizado anteriormente, que la medicina legal tiene por objeto poner al servicio de
la administración de la justicia penal los conocimientos y las técnicas medico-quirúrgicas.

1.4.2.2 LA PSIQUIATRIA FORENSE

Dentro de la medicina forense nos encontramos con una especialidad que tiene por objeto el estudio de los sujetos del
delito en sus funciones psíquicas, e indica los tratamientos adecuados para los que padecen enfermedades o anomalías
mentales; ésta rama de la Medicina Legal es conocida como la Psiquiatría Forense, que es de suma importancia en
algunos casos, ya que la opinión de ésta, resulta de gran utilidad para la determinación de la responsabilidad o irrespon-
sabilidad de algunos autores de hechos típicos del Derecho Penal realizados en condiciones psíquicas especiales.

De esta manera podemos considerar a la Psiquiatría Forense como una disciplina que se propone aclarar los casos en
que alguna persona por lo especial de su salud mental, necesita consideración especial ante la ley.

1.4.2.3 LA CRIMINALISTICA

La Criminalística es la segunda disciplina penal dentro de las consideradas como auxiliares, y es a su vez el conjunto de
procedimientos aplicables a la búsqueda, descubrimiento y verificación científica del hecho aparentemente delictuoso y
del presunto actor de este.

Cabe destacar lo aseverado por Alfonso Cuello Calon, el cual considera que más que una ciencia, la criminalística es un
arte, ya que utiliza para su fin concreto un impreciso número de actividades de variado contenido como: la balística, la
grafoscopía, la química, etc.

De los temas de interés con respecto a la Criminalística, se pueden mencionar:

 Métodos de trabajo
 Protección, conservación y fijación del lugar de los hechos
 Levantamiento y embalaje del material sensible
 Moldeo de huellas
 Investigación dactiloscópica en el lugar de los hechos
 Identificación judicial
 Cuestiones criminalísticas y su planteamiento metodológico, relaciones con huellas de pisadas, sangre, semen,
pelos, fibras, hechos de transito, investigaciones documentales, incendios, explosiones, y balística.
 Fines, organización y equipo del laboratorio de criminalística.

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La criminalística es una disciplina esencial para todos aquellos que tengan intervención en la problemática criminal,
principalmente en la administración de la Justicia Penal, ya que debemos recordar que los grandes juicios en materia
penal se resuelven en lo general por medio de esta ciencia, y no con grandes disertaciones jurídicas.

En conclusión, podemos aseverar que la Criminalística está constituida por un conjunto de conocimientos hetereogénos
encaminados al hallazgo de los delincuentes, al conocimiento del modus operandi del delito y al descubrimiento de las
pruebas y de los procedimientos para utilizarlas.

1.4.2.4 LA PSICOLOGIA JUDICIAL

Poco puede decirse con respecto a la Psicología Judicial, ya que únicamente se le considera como una rama de la Psi-
cología que tiene por objeto la investigación de las manifestaciones psicológicas de las personas que participan en la
administración de la justicia penal, considerando dentro de estas a los jueces, las partes, los testigos, etc.

Sobre la Psicología Judicial, queremos precisar que debido a la forma en que se llevan a cabo los procedimientos en
materia penal en el país, es difícil que se apliquen de un modo exacto las investigaciones con respecto al tipo de perso-
nas mencionadas, motivo por el cual son pocos los autores que tocan este tema; por lo menos en nuestro país, ya que
en países del continente europeo y en los Estados Unidos es en donde esta ciencia tiene a sus más grandes investiga-
dores y detractores.

De esta manera, debemos considerar a la Psicología Judicial como la ciencia encargada de estudiar a las personas den-
tro del lado positivo de la ley, tanto en el aspecto psicológico como el racional, para lograr una mejor impartición de jus-
ticia.

1.4.2.5 LA ESTADISTICA CRIMINAL

La Estadística Criminal, como rama de la estadística, no es sino la investigación sistemática y metódica de la expresión
numérica de la delincuencia, constituyendo la piedra angular de apoyo de la sociología criminal, la cual hace de ella su
método de investigación.

El procedimiento de la Estadística Criminal se puede dividir en : inventario, análisis y deducción; la primera fase consis-
te en la acumulación de datos bajo un sistema, a efecto de lograr su clasificación, tomando siempre como base “ un
tópico “; la segunda, que requiere competencia en el catalogador, está orientada a extraer consecuencias de los datos
inventariados mediante su análisis completo; la ultima constituye la síntesis del procedimiento estadístico y habrá de
proporcionar datos concretos y ordenados sobre una serie de cuestiones precisadas de antemano y motivadoras de la
investigación estadística.

Las estadísticas policiales, judiciales y de prisiones, son consideradas como las de mayor importancia para reconocer
los factores que producen el delito y la mayor o menor eficiencia de los medios adaptados para combatirlo.

1.4.2.6 LA VICTIMOLOGIA

De todas las disciplinas penales existentes y contempladas dentro del cuadro de las mismas, hay una que sobresale, y
no por su contenido o importancia, sino por ser la de mas reciente atención y objeto de estudio por parte de los interesa-
dos en este tema. Esta disciplina es mejor conocida como la victimología, que a su vez puede definirse como el estudio
científico de las víctimas.

Aunque pueda parecer extraño, la víctima de la conducta criminal ha sido muy escasamente estudiada, ya que al pare-
cer, frente a la gran preocupación por el criminal, hay un olvido absoluto por la víctima; recordando que los grandes
criminales han pasado a la historia, y las víctimas, generalmente, han quedado en el olvido.

La Victimología nace con pretensiones de ciencia independiente, atrayendo la atención de juristas y criminólogos sobre
la víctima, es decir, la persona que sufre un mal por culpa ajena o propia.

Desde un punto de vista amplio, la Victimología no se agota con el estudio del sujeto pasivo del delito, sino que atiende
a otras personas que son afectadas, y a otros campos no delictivos como puede ser el de los accidentes.

Una característica particular de esta ciencia, es el análisis de los que padecen por una conducta antisocial, centrando
sus estudios sobre los diversos tipos de víctimas, su participación en el hecho, su mayor o menor voluntariedad, su res-
ponsabilidad, la necesidad de compensación, de tratamiento, la relación Victimario-víctima, sociedad y victimas, etc.

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Dentro de la Victimología nos podemos encontrar con temas que son básicos para la materia, como por ejemplo:

 El concepto de victimología
 Concepto de víctima
 Tipología victimal
 La relación criminal-victima
 La víctima y sus relaciones con la sociedad
 Compensación de las víctimas
 Seguro victimal
 Tratamiento a la víctima
 Prevención victimal
 Víctimas en determinados delitos (sexuales, contra la persona, patrimoniales, etc.).

Por todo lo antes expuesto, podemos aseverar que el fenómeno criminal y la criminalidad, difícilmente pueden explicar-
se sin el análisis de la víctima; el mismo criminal es incomprensible en la mayoría de los casos sino es en relación a su
víctima; ya que en un sentido amplio, siempre alguna víctima al cometerse una conducta antisocial.

1.5 LA CRIMINOLOGÍA

La conducta del hombre como todos sabemos, desde tiempos remotos siempre ha preocupado a los estudiosos y siem-
pre ha sido de estudio y criticas. De ahí es que intervienen las Escuelas Jurídico Penales, según Jimenes de Asua.

Los términos: causal - explicativos, normativos y aplicativos provienen del estudio de la naturaleza de la conducta hu-
mana.

El desenvolvimiento humano y el origen del hecho humano son objeto de estudio de la ciencia causal - explicativa y su
única limitación radica en su propio radio de estudio.

Los comportamientos que están basados o regulados en las normas legales, son los que estudia la ciencia normativa; y
su campo de estudio es menos amplio que el de la ciencia causal-explicativa porque no pasan del marco normativo.

Por último tenemos las ciencias aplicativas que son un conjunto de técnicas, que utilizan el material científico de que las
otras ciencias aportan, para ayudar al desenvolvimiento de las interrogantes que en ellas se podrían plantear.

Tenemos que la criminología nos ayuda a estudiar el delito, sin que esto signifique que este sea de objeto exclusivo de
estudio de la criminología. La ciencia causal - explicativa trataría de explicar al delito en sus orígenes y desarrollo dentro
de la sociedad que lo produce; La ciencia normativa estudiaría los modelos de comportamiento humano que la ley des-
cribe como delito y todas las sanciones que se podrían aplicar para cada comportamiento establecido y la ciencia aplica-
tiva se ocuparía en indagar las circunstancias temporo - espaciales, instrumentales y personales en que se realizo el
hecho punible.

Así tenemos que la criminología es una ciencia causal - explicativa, el derecho penal es una ciencia normativa y la cri-
minalística es una ciencia aplicativa.

1.5.1 HISTORIA DE LA CRIMINOLOGIA

La lucha del delito y la preocupación científica de este fueron objetivos que las ciencias normativas trataron alcanzar y
se dio durante la antigüedad y la edad media. Tal fue la importancia que se dio a esos problemas que ilustres filósofos
de la época dieron su opinión al respecto del problema de los delincuentes y el castigo que a estos se le debieran de
aplicar, para mencionar algunos de los filósofos tenemos por ejemplo a HESIODO, PITAGORAS, HERACLICO, PRO-
TAGORAS, SOCRATES, PLATON Y ARISTOTELES. Lo que si falto en esta época fue el sentido científico realista que
es un presupuesto para la investigación criminología, por falta de este sentido científico realista no se pudo coleccionar
sistemáticamente las experiencias.

Tenemos que las bases de la filosofía del derecho penal dadas por TOMAS DE AQUINO en la escolástica le paso lo
mismo que a la anterior, solo que esta se dio en la época medieval. Damos comienzo en la edad moderna, estimuladas
por la ilustración, pero con una verdadera intensidad solo en el siglo XIX, es aquí que los fenómenos reales entran en
investigación, estos fenómenos abarcaban tanto el plano físico y psíquico que están en conexión con el delito.

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En estas ilustraciones tuvo su mejor influencia la obra del jurista milanes CESARE BECCARIA, Trattato dei delitti e delle
pene, 1764; En alemán: Uber Verbrechen und strafen, 1870; [En español hay varias traducciones: la primera de 1774;
otras en1820, 1821, 1822, 1851, 1879 (por PASCUAL VICENT, siguiendo la versión de 1862, de CESAR CANTU: De los
delitos y de las penas), 1945 (Buenos Aires)].

La criminología, como podemos observar no se exterioriza de una manera independiente, sistemáticamente cultivada.
Sino que se deriva de diversas ramas de la investigación humana, hasta que al final se llega a reunir todas estas piezas
dispersas y con ello se desarrolla una disciplina propia, llamada criminología.

Ahora como ramas más importantes de la criminología podemos mencionar: Las investigaciones medicas, con impor-
tancia en la Medicina Legal; La Antropología, Psiquiatría, Biología hereditaria, de las llamadas Psicología medica y de la
caracterología.

Ya en la antigüedad se ocuparon los médicos de cuestiones medico legales aisladas y fueron llamados n algunos casos
como expertos. En 1249 se tomo juramento s H. v. LUCCA en Bolonia para la redacción de dictámenes medico legales
y B. de VARIGNANA (muerto en 1318) practico la primera autopsia para la comprobación de un envenenamiento.

En su mayoría tenemos que LOMBROSO es siempre o en la mayoría de los casos nombrado como fundador de la cri-
minología científica. Claro está que al hacerlo no es justo dejar en lo oculto el que antes de él ya habían sido elaborada
la materia en los decenios anteriores a el por mucho investigadores de numerosas ramas.

Tenemos por ejemplo a MOREL, que con investigaciones propias, hizo reflexiones como las de LOMBROSO pero con la
diferencia que se permaneció en la oscuridad. También, llevado por la fuerte intensión político - criminal, JEREMIAS
BENTHAN, propuso reformas al sistema legal y penal ingles, mientras su compañero de ciencia, HOWAR con su obra
States of Prisons in England and Wales de 1777, impulso a los movimientos de reformas. (El Estado de las prisiones en
Inglaterra y Gales).

Los intentos de implicar al hombre en la criminología científica era la primordial importancia de esta. Como ejemplo de
estos intentos tenemos a LAVATER, con sus primeras publicaciones el 1775 de Fisonomía y los trabajos de GALL cuya
obra principal apareció en 1882, llamada Les fonctions du cerveau (Las funciones del cerebro). GALL es señalado como
el verdadero fundador de la antropología criminal, el cual anteriormente se ocupo de la Frenología, a la cual se le aplico
el medio de prisiones Lauvergne en 1841.

El crimen era una determinada forma de degeneración hereditaria en el individuo o incluso en su familia, esta teoría esta
apoyada por MOREL.

Los cráneos de los criminales tenían particularidades, y estas fueron halladas por el neurólogo y patólogo BROCA. En
1869 se hizo investigaciones sobre 464 cráneos de criminales las cuales las hizo WILSON, y el medico de prisión esco-
cés THOMSOM en 1870 publico en el Journal of Mental Science el resultado de sus observaciones sobre mas de 5,000
presos.

La tesis de la locura moral (Schwachsinn), fue publicada por PRICHARD en 1835. NICOLSON entre 1873 y 1875 publico
sus trabajos sobre la vida psíquica del criminal y su tendencia a la locura, imbecilidad y ausencia de sensibilidad. Otros
que proporcionaron fundamento para la doctrina de LOMBROSO fueron obras como las de P. J. CABANIS, Ph. PINEL,
ESQUIROL, GRIESINGER, J. J. MOREAU de TOUR y sobre todo, MOREL, quienes entre otros se ocuparon de los pro-
blemas de la psiquiatría forense.

GUERRY para el estudio de la criminalista partió de unos principios completamente distintos a los conocidos. Fue en
1833 en su obra ESSAI SUR LA STATISTIQUE MORALE DE LA FRANCE y en la principal de QUETELET, SUR
L'HOMME ET LE DE VELOPPEMENT DE LA FACULTES OU ESSAI DE PHAYSIQUE SOCIALE, 1836. Por parte de
Alemania VON MAYR, fue conocido particularmente con su obra Estadística de la Policía Judicial en el Reino de Bavie-
ra, dada esta obra en el ano de 1867, y su posterior obra llamada la regularidad en la vida social, en 1877.

Tenemos que las ciencias del espíritu eran las que dominaban la toma de posición ante hechos criminológicos, aunque
también se dio el caso que en los cien años anteriores a LOMBROSO también se daba una importancia, aunque de una
manera menos expresiva de la toma de posición de los hechos criminológicos, pero con aspiraciones por un camino
Empírico. Gracias a los investigadores de Antropología Médica, Psiquiatría, como Psicología Temprana y Sociología, se
ocuparon de los planteamientos criminológicos.

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En la sociedad siempre se busca el estudio del crimen y los criminales y esto le concierne a la criminología, buscando la
delincuencia juvenil y las causas del delito. Hasta llegar a la teoría de que la interrelaciones de las personas, grupos y la
sociedad en la cual viven y funcionan son las principales causas de que se cometa un delito.

Como decíamos anteriormente en la antigüedad se pensaba que el delito, se le atribuían a los defectos físicos y menta-
les y que era l producto de los rasgos hereditarios. Pero no hay de qué preocuparse puesto que tales afirmaciones hoy
en día no son tomadas como positivas sino más bien son rechazadas. Llegada a esta conclusión porque el delito, por
que el delito se aprende y no se hereda. Las explicaciones sociológicas son las que se oponen a la creencia del delito
hereditario.

La criminología es una ciencia muy nueva y d la cual podemos ver que se basa en dos áreas de búsquedas, que son
distintas pero están relacionadas entre sí, la primera esta el estudio de la naturaleza del delito dentro de la sociedad y la
segunda es el estudio de los delincuentes desde un punto de vista psicológico. Ambas de estas teorías son más descrip-
tivas que analíticas.

Los eruditos de la materia estudian el comportamiento humano desde una perspectiva clínica y sino desde una perspec-
tiva legalista por esa razón es una ciencia que no es exacta. La ley utilizando estas perspectiva llegan a la conclusiones
que conductas son criminales y cuáles no, de allí es que los científicos tratan de formular sus razones de por qué ciertas
personas violan la ley.
De acuerdo con las creencias y sus necesidades, hablando de la sociedad, podríamos decir que es legal o ilegal. Aun-
que tenemos que el código penal posee nociones firmes del mal y del bien, observando que no todo lo malo en sentido
moral es criminal y algunos actos que por lo general no se consideran malos pueden ser penalizados.
Se ha llegado a comparar el estudio d un delito con el de la moda o hasta con algo mucho más siniestro como por ejem-
plo el poder económico. Pero hay que tener en cuenta que dependiendo de los diferentes comportamientos, así serán
las diferentes causas del delito.

En Hispanoamérica, podemos mencionar como gran un gran criminólogo a JOSE INGENIEROS, puesto que fue el pri-
mero en Hispanoamérica. También en Cuba se han impreso libros de criminología, aunque su valor científico sea esca-
so podemos mencionar a RICARDO A. OXAMENDI y el de J. MORALES COELLO.

Bueno, después del congreso de criminología celebrado en París en el año 1950, proliferan los libros de criminología en
estos países con características apuntadas, teniendo en cuenta que son en realidad la transcripción de los libros de otros
autores. Pero aun falta para que la verdadera criminología del hombre hispanoamericano se haga, pero tenemos que
anunciar a LUIS CARLOS PEREZ, utiliza datos sobre la criminalidad de menores y mujeres en Colombia, de los bolivia-
nos, HUARCAR CAJIAS, que divide su obra en una sección d biología criminal y sociología criminal y HUGO CESAR
CADIMA que hasta ahora solo tiene en su primer tomo la introducción y la antropología criminal; y el muy conocido pro-
fesor venezolano JOSE RAFAEL MENDOSA, que expuso un libro con gran mérito expositivo.

Para una mejor comprensión de la criminología entraremos al estudio de las escuelas jurídico penales, puesto que los
conceptos puramente jurídicos van entrelazados con los criminológicos y de allí se parte del análisis de los problemas
normativos.

Para JIMENES DE ASUA, las escuelas jurídico penales son: "El cuerpo orgánico de concepciones contrapuestas sobre
la legitimidad del derecho de pensar sobre la naturaleza del delito y sobre el fin de las sanciones " 1.

El rápido desarrollo de las escuelas jurídico penales en el siglo XX, se debió a las continuas confrontaciones, algunas de
violencia, de las diversas escuelas jurídico penales.

Unos de los avances más importante que se obtuvo de la lucha de las escuelas jurídico -penales consistió en la delimi-
tación de los campos, en la precisión de métodos y en la colaboración entre profesionales, puesto que anteriormente
trabajaban dispersos.

SAINZ CANTERO define escuela jurídico penal en un sentido más amplio "La dirección de pensamiento que tiene una
determinada dirección, trabaja con un método peculiar y responde a determinados presupuestos filosóficos-penales " 2.

Una de las corrientes que están actualmente en desprestigio son las " jurídico-criminológicas" que pretende hacer de la
criminología una ciencia auxiliar, que se dediquen a estudiar dogmas y códigos penales.

1.5.2 LA ESCUELA CLASICA

16
En los siglos XVII y XVIII surgieron nuevas clases sociales, como por ejemplo los mercaderes, banqueros y los hombres
de negocio (los burgueses), llamada esta época como la Era de las Luces. El esfuerzo de mucho trabajo, el pensamiento
racional fueron causas que hizo que la Ética Protestante despertara para que las personas alcanzaran su éxito personal.
Comenzaron a surgir nuevos cambios en la manera de pensar, alcanzando un auge las ciencias en la búsqueda de las
normas legales y desplazando los erróneos caminos de Dios. Gracias a esto se dieron cuenta que el hombre a través de
la razón experimento los dolores y placeres, por tal motivo, el Estado dejo de ser observado como una entidad divina,
que imponía sus castigos y reglas para todos los ciudadanos, sino que se exigió que siguiera los dictados de la razón.

La reforma clásica tuvo sus inicios en la última mitad del siglo XVIII en Inglaterra e Italia y se extendió a Europa Occi-
dental y ha EUA de allí en adelante. Teniendo en cuenta que lo más importante es que la Escuela Clásica no existió
como tal desde el punto de vista histórico, sino que gracias a ENRRICO FERRI, que comenzó a llamarle clásicos a los
juristas pre positivistas y posteriores a BECCARIA.

BECCARIA en 1764 escribió una obra con el nombre de De Delitos y Castigos, esta obra fue escrita tan solo cuando el
constaba con 26 años de edad. El trataba de encontrar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, Escribir las leyes
para que pudiera ser comprendida por todos los individuos y no solo por máximos juristas y sobre todo que la interpreta-
ción de esta no se pudiera dar de una forma desviada a la moral por los juristas o jueces y por último el de limitar el
ámbito de las leyes penales al mínimo necesario para minimizar el delito.
Podemos decir que gracias a la Escuela Clásica se dio la terminación de la barbarie y la injusticia que el derecho penal
representaba, procuro la humanizaron por medio del respeto a la ley, del reconocimiento a las garantías individuales y
de la limitación al poder absoluto del Estado.

Al hablar de los representantes de la Escuela Clásica todos estamos de acuerdo con que fue gracias a BECCARIA, sen-
tando los principios de esta gran corriente el " DIVINO MARQUEZ”. BETHAM, aporto con su obra " teoría de las penas y
de las recompensas" escrita en 1840 y Romagnosi, con "Genesis del diritto penale" en 1837.
El profesor de Bolonia, Ginebra y París que es asesinado por sus pensamiento políticos, fue el que escribió el primer
gran clásico reconocido por todos, fue el, profesor PELLEGRINO ROSSI (1787 - 1848).
ROSSI consideraba que existía un orden moral que todos los seres libres e inteligentes debíamos de seguir, pensando
así que estos ordenes debían aplicarse en la sociedad, puesto que todos los individuos estamos hechos para vivir en
sociedad. Dando así que gracias a esto surja un orden obligatorio para toda una sociedad y del cual se derivarían todos
los derechos y obligaciones.

Otro ilustre representante tenemos a GIOVANNI CARMIGNANI, que nos trata de explicar que el castigo que se le impo-
ne a un criminal por el delito que cometió no se hace con el ánimo de tomar una venganza sino la de prevenir a que en
un futuro no se realice otros delitos semejantes, este ilustre representante fue profesor de Pisa, y en sus Elmenta iuris
criminalis hace la necesidad del orden social como la fuente y de la ley moral como el limite.

Hay otro autor que piensa que la capacidad de juzgar le pertenece al superior pero no niega que todo hombre al ser tal
es inteligente y puede juzgar por igual, para ROSINI el fundamento del derecho de castigar es el eterno principio de la
justicia. Y este autor el que sienta bases para la Escuela Clásica, con su obra Filosofía del Diritto escrita en 1839 por
ANTONIO ROSINI.

Dentro de los escritores clásicos más destacados tenemos a FRANCISCO CARRARA ( 1805 - 1888 ), que en 1859 es-
cribió Programa di Diritto Criminale, lo cual llevo a su verdadera esencia jurídica al Derecho Penal y son tan importantes
porque cuando se hace referencia a la Escuela Clásica son las doctrinas de CARRARA las que se someten a exámenes.

CARRARA, nos confiesa "No me ocupo de cuestiones filosóficas: presupongo aceptada la doctrina del libre arbitrio y de
la imputabilidad moral del hombre, y sobre esta base edificada la ciencia criminal, que mal se construiría sin aquella " 3 .

Según CARRARA delito es "La infracción de la ley del estado, promulgada para proteger la seguridad de los ciudadanos,
resultante de un acto externo del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable o políticamente engañoso"

No tenemos que olvidar a otros autores que dieron luz y brillo a la Escuela Clásica, que son BRUSA, TOLOMEI, PES-
SINA, MITTERMAINER, BERNER, HALSCHNER, BIRKMEYER, ORTOLAN Y TYSSOT.

Esta Escuela Clásica tiene por postulados:

1. El encontrar sus bases filosóficas en el Derecho Natural.


2. Un respeto absoluto al principio de legalidad.
3. Ver al delito como un ente jurídico y no como un ente filosófico.
4. El libre albedrío
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5. La aplicación de las penas a los individuos moralmente responsables.
6. Los que carezcan de libre albedrío como por ejemplo los locos y los niños quedan excluidos del Derecho.
7. La pena es la retribución que se hace al criminal por el mal que hizo en la sociedad.
8. La retribución debe ser exacta.
9. " Las penas son sanciones aflictivas determinadas, ciertas, ejemplares, proporcionales, deben reunir los requisitos de
publicidad, certeza, prontitud, fraccionabilidad y reparabilidad, y en su ejecución deben ser correctivas, inmutable e im-
prorrogables " 4 .
10. La finalidad de la pena es restablecer el orden social externo que ha sido roto por el delincuente.
11. El Derecho de castigar pertenece al Estado titulo de tutela jurídica.
12. El Derecho Penal es garantía de libertad, ya que asegura la seguridad jurídica ante la autoridad.
13. Se considera que el método debe ser lógico-abstracto, silogístico y deductivo.

1.5.3 LA ESCUELA POSITIVA

Esta es todo lo contrario a la Escuela Clásica, la Escuela Positiva si tuvo una existencia real, con un grupo de juristas
que retaron a otros juristas del campo para poder imponer sus ideas. Una clase de intelectuales que hacen de LOM-
BROSO un jefe y sus conocimientos una doctrina.

FERRI nos dice que " LA ESCUELA POSITIVA CONSISTE EN LO SIGUIENTE: ESTUDIAR AL DELITO, PRIMERO EN
SU GENESIS NATURAL, Y DESPUES EN SUS EFECTOS JURIDICOS, PARA ADAPTAR JURIDICAMENTE A LAS
VARIAS CAUSAS QUE LO PRODUCEN LOS DIVERSOS REMEDIOS, QUE POR CONSIGUIENTES SERAN EFICA-
SES " 5

Debido a los excesos de la Escuela Clásica, nace la Escuela Positiva. Todo se debió al abuso de la dogmática, al olvido
del hombre delincuente a sus creencias de haber de haber agotado la problemática juridico-penal.

El principal medio de difusión de esta escuela fue la revista "Archivi di psichiatria, scienze penali e antropologia crimina-
le". La vida de esta escuela ha sido agitada y fecunda, llena de aciertos y de errores también, así como ha tenido mu-
chos que la apoyan también están los que la contradicen.

Otro conocimiento que FERRI nos explica es: "la escuela criminal positiva no consiste únicamente, en el estudio antro-
pológico del criminal, pues constituye una renovación completa, un cambio radical de método científico el estudio de la
patología social criminal, y de los que hay de más eficaz entre los remedios sociales y jurídico que nos ofrece. La ciencia
de los delitos y de las penas era una exposición doctrinal de silogismos, dados a luz por la fuerza exclusiva de la fanta-
sía lógica; nuestra escuela ha hecho de ello una ciencia de observación positiva, que, fundándose en la antropología, la
psicología y la estadística criminal, y así de como el derecho penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia
sintética que yo mismo la llamo sociología criminal, y así esta ciencia, aplicando el método positivo al estudio del delito,
del delincuente y del medio, no hace otra cosa que llevar a la ciencia criminal clásica el soplo vivificador de las ultimas e
irrefragables conquistas hechas por la ciencia del hombre y de la sociedad, renovada por las doctrinas evolucionistas " 6
.
Dentro de los representantes e esta escuela, tenemos a LOMBROSO, FERRI Y GAROFALO, esto no quiere decir que
sean todos sino que con ellos son con los cuales se marca el principio de una corriente que llegaría con fuerza hasta
nuestros días.

Los postulados de esta escuela son:


 La Escuela Positiva se caracteriza por su método científico.
 El delito es un hecho de la naturaleza y debe estudiarse como un ente real, actual y existente.
 Su determinismo, es totalmente determinista esta escuela.
 Sustituye la responsabilidad moral por la responsabilidad social, puesto que el hombre vive en sociedad y será
responsablemente social mientras viva en sociedad.
 El hecho de que si no hay responsabilidad moral, no quiere decir que se pueden quedar excluido del derecho.
 El concepto de Pena se sustituye por el de sanción.
 La sanción va de acuerdo a la peligrosidad del criminal.
 Estas deben durar mientras dure la peligrosidad del delincuente, y por eso son de duración indeterminada.
 La ley penal no restablece el orden jurídico, sino que tiene por misión la de combatir la criminalidad considerada
como fenómeno social.
 El derecho a imponer sanciones pertenece al Estado a titulo de defensa social.
 Más importante que las penas son los substitutivos penales.
 Se acepta "tipos" criminales.
18
 La legislación penal debe estar basada en los estudios antropológicos y sociológicos.
 El método es inductivo - experimental.

1.5.4 INTELIGENCIA Y DELINCUENCIA

HARRY GODLAND, indico que la incapacidad mental es la principal causa única de la criminalidad.
GODLAND, realizo un estudio entre los años 10 y 1914 dentro de los cuales, estudio a 150 mil reclusos condenados. Y
encontró que un 50% de estos tenía deficiencia mental.

Los postulados de esta Teoría son:


1. El débil mental seria un tipo de delincuente.
2. La persona nace débil mental o con una inteligencia normal.
3. En la mayoría de las ocasiones estas personas conocen los delitos peligrosos de asalto y los delitos sexuales.
4. Los débiles mentales cometen estos delitos por la falta de los factores inhibitorios sociales; sobre todo este no
puede exteriorizar los que esta descrito como bueno o como malo.
5. No tienen la capacidad de prever la consecuencia de sus actos y por lo tanto la amenaza penal no tiene efecto
sobre esta clase de individuo.
6. Son personas muy sugestionables y cualquier criminal más inteligente que él lo puede llevar a cometer un delito.
7. Por ser débil mental, en los barrios donde existe una criminalidad alta, lo hace por imitación.

Los inteligentes tienen la capacidad para ocultar la criminalidad pero los débiles mentales carecen de ella.

1.5.5 TEORIA DE LA SEXUALIDAD DE LOS NINOS Y PSICOANALISIS (SIGMUND FREUD).

La teoría de la sexualidad de los niños fue entendida cuando se desarrollo la teoría de la sexualidad humana. Donde
dice que hay un "yo" un "ello" y un "súper-ello". El ego viene de la realidad pero se relaciona con el ello y el súper-ello.
Según esto, muestra nuestras relaciones infantiles con nuestros padres. Vivimos del pasado, puesto que somos suscep-
tibles a este ya que la niñez influye en nuestra vida adulta. Sin embargo ofrece una libertad de esclavitud infantil del
pasado pero debemos tratar de salvar el yo individual de nuestras fuerzas salvajes y de la sociedad.
--------------------------------------/------------------------------------------\ INCONCIENTE \ PRECONCIENTE \ ELLO (ID)
\ SUPER EGO \ / (SUPER YO) \
\ \ CONCIENCIA/ /\ YO (EGO) /-----------------------------------------/------------------------------------- / MUNDO EXTERIOR
La explicación de la teoría: Tenemos que el ser humano en su comienzo fue o era solo instinto, de allí el va creando
otros instintos psíquicos; el "ello" (ID) lo más primitivo y el "yo" (ego) creado después, sobre la base que primero solo
éramos animales y después se desarrollo, pero nunca se dejo de tener instintos solo que lo teníamos en forma incons-
ciente.
Hay otra instancia psíquica que se confunde con el "yo" y el "ahora", que es el punto del momento del "ya" y el "ahora".
El "yo" se relaciona con la voluntad pero a lo interno, pero tiene otra instancia psíquica que es el "super yo" que es for-
mado desde que el niño nace y es sometido a la autoridad de sus padres primero, y después por otras personas. Allí
podemos encontrar las reglas y pautas de lo bueno, lo que se debe hacer y lo malo, lo que no se debe hacer.

En lo interno del "yo" donde está la memoria y el " súper-ego", se puede llegar a la conciencia. Es decir que al precons-
ciente, donde solo se logra llegar con el psicoanálisis u el inconsciente.

Tanto los principios que están en el "ello" y las normas el "súper-ello" como nuestra conciencia y las exigencias del
mundo exterior, se da la influencia en la conducta humana que es la realidad de un proceso complejo.

La fuerza que lleva el instinto es el LIBIA, que es placer físico, que FREUD lo llama placer sexual y nos plantea que el
ser humano desde el momento que nace tiene experiencia sexual. Las cuales se muestran en tres fases: a) la fase oral,
b) la fase de anal y C) la fase fálica.

Los sueños son el mensaje del subconsciente, este expresa siempre la realización de un deseo, si estos sueños produ-
cen angustias las personas se despiertan a manera de protección y estas angustias afectan al desarrollo de las perso-
nas. El sueno es el resultante de un compromiso entre las ideas del yo y las ideas latentes que se expresan en el sueno.

La explicación de la criminalidad, dice que los delincuentes carecen de "súper-ego", pero esto es ilógico ya que si al-
guien tuviera solo instinto actuaría como animal y sería imposible vivir con él. Más adelante se realiza otro planteamien-
to, que dice que el problema de la criminalidad, se da por deficiencia, producto del "súper-ego”, la cual se da por una
deficiencia educativa. Ese niño al crecer no podrá formar un "súper-yo" adecuado y esta instancia no cumplirá su fun-
ción.

19
Hoy en día es considerada la sexualidad como algo normal gracias a FREUD.

1.5.6 CRIMINOLOGIA CLINICA


BENIGNO DI TULLIO la define como la ciencia de las conductas antisociales y criminales basadas en la observancia y
el análisis profundo de casos individuales, normales, anormales o patológicos. Esta corriente intenta dar una explicación
integral a cada caso, considerando al ser humano como una entidad biológica, psicológica, social y moral. Se dice que
proviene de LOMBROSO. Sus antecesores son por ejemplo MAUCDESEY, Londres en 1888; FRANCISCO GINER,
Madrid en 1899 y DE LOS RIOS, Buenos Aires en 1907.
Se le denomina Criminología Clínica porque proviene del griego CLINE: Lecho, cama. El médico clínico tiene como
labor la de observar, diagnosticar, pronosticar al paciente en la cama. Estos son los grandes objetivos de la criminología
clínica.
La premisa es la de que la conducta humana está condicionada por múltiples factores biológicos, psicológicos y socia-
les. Hay que averiguar en cada caso, cuáles de estas circunstancias hacen que la persona cometa un delito.
Dentro de los métodos tenemos:
1. Entendimiento directo con el delincuente.
2. Examen médico.
3. Examen psicológicos para obtener datos sobre la personalidad del individuo.
4. Encuesta social en donde el trabajador social investiga el medio en que se desarrollo la persona.
El trabajo clínico debe ser interdisciplinario, en términos generales se ha vinculado con el funcionamiento de las prisio-
nes. Este trabajo da respuesta al que hacer con el individuo, realizado así el diagnostico pronostico y tratamiento.
La peligrosidad es un concepto clave de la escuela clínica, que se basa en el supuesto (que causa llevar a la persona al
delito) se puede determinar si los va a seguir cometiendo y en qué medida. Este concepto tiene dos aspectos:
a) La Capacidad Criminal: Que es la cantidad de delito que puede cometer el criminal.
b) Adaptabilidad: La capacidad de adaptación al medio en que vive.
La escuela clínica trata de analizar al delito para establecer un diagnostico, pronostico y tratamiento. Este es el central
de esta escuela.
Un diagnostico se utiliza para determinar el grado de peligrosidad de un individuo, entrando en jugo los dos aspectos
antes mencionados. Lo más importante es el paso al acto y existe 4 fases importante:
a) Consentimiento Mitigante: Concibe y no rechaza la posibilidad del delito del delincuente.
b) Consentimiento Formulado: Donde la persona decide cometer el delito.
c) Estado de Peligro.
d) Paso al Acto: La comisión del delito.

SUTHRERLAND, elaboro en la criminología clínica, EL DELITO DE CUELLO BLANCO y la definió: "Es un delito come-
tido por una persona de respetabilidad y estrato social alto en el curso de su ocupación" .

Las conclusiones:

1. La delincuencia de las empresas y los ladrones de cuello blanco son reincidentes.


2. Tiene miedo a la denuncia.
3. Los hombres de negocios expresan el mismo despreció a la ley que los otros.
4. Son crímenes bien organizados. A diferencia del ladrón común, el de cuello blanco no se ve como delincuente.
5. Expresa públicamente adhesión a la ley, aunque en privado la viole.
6. Es un delito oculto, Una manera de lograr la imputabilidad es a través de expertos abogados.
7. En términos históricos se dio cuenta que muchas de las grandes fortunas se deben a, la practica ilícita.

Esta investigación de SUTHERLAND cambia toda la criminología, ya que como frecuentemente se decía que el delito
debía explicarse con los problemas psicológicos y no es así. Además la criminología no se basa, ni en dinero ni en pro-
mesa. Concluye señalando que hay que incluir a las clases medias y altas en el fenómeno de la criminología.

1.5.7 LA TEORIA DEL APRENDIZAJE


Pasan a un rígido plano, las consecuencias biológicas para centrarse en las experiencias que tiene el individuo y por lo
tanto para entender la criminalidad, hay que ver la criminalidad que rodea la persona.

CHRISTIE, realizo un experimento para confirmar una hipótesis que se dio en Noruega a final de la segunda guerra
mundial. En 1942 se llevan a Noruega prisioneros de distintas nacionalidades y los ponen en cárceles con carceleros
noruegos, más de la mitad murieron por causa del hambre y la tortura en menos de un ano. Los torturaron porque entre
el carcelero y los prisioneros, no existía una relación afectiva.

En 1952 CHRISTIE, hace una investigación sobre estos carceleros para determinar su conducta, encontrando los resul-
tados de:
20
a) En las características personales entre guardia torturador y no torturador no existía gran diferencia.
b) Todos los guardias tenían características comunes a todo el resto de la población en Noruega.

Las característica del grupo d los prisioneros era:


a) El hambre extrema daba por resultado que cualquier cortada o herida despidiera un mal olor.
b) Esto causaba alteraciones en la conducta, por lo que hacía que los carceleros vieran a las prisioneros como personas
de carácter no humano y por eso los torturaban.

En conclusión tenemos la posibilidad de actuar con crueldad, sin considerarse asesinos. Pero de esta consideración de
que no había diferencia entre torturadores y no torturadores se hizo el experimento en donde se intento ver la obediencia
a la autoridad bajo la responsabilidad de otra persona, es decir muchas personas son capaces de hacerle daño a otra,
siempre y cuando ese daño no se defina como prohibido, perjudicial o dañino.

1.5.8 LA ESCUELA ECLECTICA


Esta escuela tiene su fundamento teórico basado en el mismo que el de la Escuela Clásica, que es el contrato social.
Esta escuela no es una escuela en sí, sino la reunión de varias escuelas reunida en esta corriente. La diferencia entre la
escuela Clásica y Positiva está en que estas tenían una serie de normas que si no estabas de acuerdo con una, rompías
todas las demás. Era un esquema casi perfecto y el objetivo de la escuela Ecléctica era la de romper con esas reglas o
esquemas monolíticos y crear algo diferente.

El presupuesto operante de esta es la igualdad material y como en la Escuela clásica, radica su responsabilidad en lo
individual, pero le agrega el concepto de situación, referente al medio físico y social. Como consecuencia de la introduc-
ción del concepto situación en la responsabilidad individual, la escuela ecléctica logra la atención punitiva por razones
subjetivas, y conserva, dicha disminución por razones objetivas.

La integración entre derecho penal y criminología requiere entre todo una gran madurez en ambas disciplinas., se recal-
ca sobre la madurez de estas ciencias, porque el derecho penal en aquella época estaba falto de madurez y la crimino-
logía empezaba sus primeros pasos.

1.5.9 ESCUELA SOCIAL


Esta apoyada por el filosofo DURKHEIM, esta escuela no tiene su fundamento en el contrato sino en la dialéctica. Esta
escuela tiene antecedentes en la Lyon, en especial en Lacassagne, en la cartográfica y en la de intersicologia con Tarde.
Son famosas las sentencias lapidarias de Lacassagne: "Las sociedades tienen los criminales que se merecen y el medio
social es el caldo del cultivo de la criminalidad mientras que el microbio es el criminal"

Para la escuela social, el presupuesto operante es el de la desigualdad material y la división del trabajo, y no el de la
igualdad del contrato.

La responsabilidad penal es individual, pero requiere una depuración de las fuerzas sociales.
Su sistema jurídico busca ante todo una justicia social y tiene un criterio político que busca la comprensión y mejoras
sociales.
Tratándose del delincuente, la escuela social realiza los estudios de estos bajo un enfoque sociológico., la patología se
desplaza del campo individual al social. Esta escuela introduce el estudio de la motivación en el delincuente y hace la
medición punitiva con base en factores objetivos y subjetivos., desde luego la lista de factores subjetivos la amplia, y a
mas de esto, no solo reconoce la atenuación punitiva derivada de ambas factores sino que llega también a admitir la
exclusión de responsabilidad. La escuela social fue la primera en hacer la distinción entre lo patológico y lo no patológi-
co, con énfasis en lo no patológico.

La clasificación de delito y delincuente, Esta escuela nos dice que es normal, quedando a salvo la anormalidad biológica
y psicología del delincuente. Tiene una interpretación legal psicosociojurídica. Esta escuela permite un fuerte avance de
la criminología, y con el favorece la maduración de la misma hacia una ulterior integración, todavía inexistente, con el
derecho penal.

El mérito principal de la escuela social radica en introducir el concepto de "función social del derecho" , en el cual, la ley
aparece como el mejor mecanismo para lograr una justa composición y un equitativo desarrollo de la sociedad. Este
concepto de función social a su vez introdujo cambios de la mayor importancia en el derecho privado y en el derecho
público, por ejemplo, con las figuras del abuso del derecho y de la expropiación, respectivamente y dio comienzo a la
eliminación de la arraigada separación tajante entre lo privado y lo público, división sobre la cual se basan todos los
sistemas jurídicos.

21
1.5.10 ESCUELA ANOMMICA
Su fundamento teórico está basado en la anomia, situación en la cual el desarrollo social desborda al control institucio-
nal. El presupuesto operandi está fundamentado en la desigualdad material y una mayor división del trabajo. Sigue la
responsabilidad en el campo individual pero aparece la tendencia a socializarla.

La finalidad del sistema jurídico está basada en el hallazgo del nivel natural en la meritocrasia. El enfoque es sociológico
y se dirige a la contracultura, pero no a la cultura. Solo el proletario aparece representado en las estadísticas de crimina-
lidad. Desde luego la escuela anommica no hace caso omiso de la motivación en el delincuente, pero, en verdad, tam-
poco hace de este aspecto su principal punto de meditación, puesto que la motivación importante no está en el individuo
sino en la sociedad.

Al centrar el foco eruptivo de la delincuencia en la sociedad y no en el individuo, la medición punitiva en si pierde impor-
tancia pues resulta de poca utilidad en el tratamiento de la delincuencia mantenida erróneamente dentro de rigurosos
esquemas individuales. Empieza otro tipo de cuestionamiento en derredor de la facultad punitiva.

EL principal aporte fue el punto víctima de las peores criticas y rechazos: interpretación de la delincuencia proletaria,
estadísticamente muy representada en las cifras policiales de criminalidad.

1.5.11 ESCUELA ECOLOGICA


Su fundamento teórico es el que la formación de la sociedad es orgánica y no contractual. El presupuesto operandi está
basado en la desigualdad material y muy grande división del trabajo. Su responsabilidad deja de ser individual y se con-
vierte en social y grupal. El hallazgo del equilibrio biótico-social es la finalidad del sistema jurídico.
El principal aporte de esta Escuela Ecológica, con sede en Chicago y producto de las inmigraciones incontroladas de
europeos, es la interpretación de la delincuencia de la mafia.

CONCLUSION
Como hemos podido observar, LOMBROSO, padre de la Criminología, tuvo el reconocimiento de que fue el de la idea
de sistematizar una serie de conocimientos, teorías e investigaciones, que se encontraban totalmente dispersas.
Todos sabemos que LOMBROSO no es original en su teoría, puesto que antes de él ya existían filósofos que mostraban
una inquietud, pero eran un poco tímidos con sus ideas. Pero en mi opinión nadie es en la criminología, es totalmente
original por la novedad, o mejor dicho por el auge que está teniendo ahora esta ciencia o este futuro derecho penal. De
los errores, no sé qué decir. Pero nadie es perfecto y el que se considera como tal, tenemos que es el más imperfecto
de todos los seres humanos.
Pero con todos estos contratiempos, LOMBROSO ha llegado a surgir de las penumbras una nueva ciencia. La cual en
mi opinión le veo un gran porvenir, por la gran variedad de corrientes que ha tenido en su camino. Así que démosle la
bienvenida a la nueva ciencia la cual esperemos en un futuro pueda esta ser mas profundizada, LA CRIMINOLOGIA.

1.6 FUNCIONES DEL PSICOLOGO JURIDICO

El Psicólogo Jurídico y forense en su rol profesional podrá ejercer todas las funciones de estudio (evaluación, investiga-
ción, diagnóstico), tratamiento (intervención terapéutica individual y colectiva, consejería, tratamiento penitenciario, in-
tervención preventiva, rehabilitación) y asesoramiento (capacitación, consultoría, evaluación e información, mediación,
asesoría sobre programas, medidas y tratamientos) a cada una de las siguientes personas y procesos.

22
Las anteriores funciones son aplicadas en cualquiera de las áreas de especialización del derecho penal, civil, de familia,
penitenciario, del menor, laboral etc.:

1.6.1 En derecho penal


Seleccionar o asesorar la selección de los Jurados.
Evaluar imputados que cometieron delitos y como defensa argumentan que padecen de trastorno mental
Evaluar las perturbaciones psicológicas o neuropsicológicas de una persona tras ser víctima de un delito o accidente
Elaborar perfiles psicológicos de agresores desconocidos con base en la escena del crimen.
Evaluar de credibilidad del testimonio a través de técnicas psicológicas como el análisis de contenido basado en crite-
rios, los indicadores conductuales de la mentira, como el polígrafo
Asesorar y capacitar a policías judiciales en técnicas de entrevistado, recepcionar declaraciones de víctimas y de testi-
gos, detección de la mentira, memoria de testigos, confesiones falsas, etc.
Colaborar con técnicas psicológicas diseñadas para coadyuvar la investigación criminal
Capacitar en la conducción de interrogatorios
Peritajes sobre peligrosidad y reincidencia
Evaluación por el uso de sustancias psicoactivas y su relación con la conducta criminal
Evaluación y tratamiento de abuso sexual
Diseñar programas de prevención para futuros transgresores
Asesorar en tribunales a Jueces, jurados, etc. sobre posibles sesgos sobre decisiones judiciales, temas de memoria
(efecto del arma, sugestionabilidad, olvido de detalles periféricos), detección del engaño, influencia social en la delibera-
ción, testimonio infantil, confianza y exactitud del testimonio, etc.
Ofrecer asistencia psicológica (prevención y tratamiento) a víctimas y agresores funcionarios, policías, etc.
Habilidad de testificar en Juicios Verbales. Conocimiento de técnicas apropiadas para presentar los resultados de su
peritaje en lenguaje psico-legal y de manera eficaz e inimpugnable.

1.6.2 En derecho civil y de familia:


Evaluar personas que realmente padecen trastornos mentales y deben pasar por procesos civiles de interdicción
Asesorar en casos de cambio de nombre y/o de sexo
Estudiar casos de nulidad de matrimonio civil y canónico
Asesorar sobre la asignación de la custodia o tutela de los hijos
Orientar sobre el régimen de visitas recomendado para el cónyuge no custodio en casos de divorcio
Evaluar la idoneidad de las parejas postuladas como adoptantes
Actuar como mediador en conflictos pre o post divorcio y desarrollar programas de prevención
Evaluación y tratamiento de maltrato infantil
Diseñar programas de prevención del maltrato conyugal e infantil.
Asesorar a la Audiencia en procesos de cesación de potestad patria.

1.6.3 En derecho penitenciario y del menor

Asesoría en políticas penitenciaras


Participar en consejos de evaluación y tratamiento para clasificar a los internos
23
Realizar el seguimiento de los contraventores o condenados para sugerir su progresividad en el tratamiento
Sugerencias sobre las medidas de protección o el tratamiento penitenciario adecuado para cada caso particular
Evaluar en casos de permisos penitenciarios
Seleccionar y capacitar al personal de las cárceles, penitenciarias y centros de reclusión de menores
Diseño de comunidades carcelarias o sancionadas penalmente
Desarrollar programas de salud ocupacional y prevención del Burnout en los profesionales penitenciarios
Emitir los informes técnicos de la especialidad, solicitados por el Juez o el Fiscal.
Seguimiento de las intervenciones.
Aplicar tratamientos individuales y colectivos.
Elaboración y aplicación de programas en medio abierto, cerrado o mixto
Diseñar y aplicar programas para manejar y prevenir el estrés
Asesoramiento en arquitectura penitenciaria que genera efectos psicológicos en los internos

1.6.4 En derecho laboral o administrativo

Evaluar secuelas psicológicas o neuropsicológicas por accidente de trabajo o por enfermedad ocupacional
Asesorar sobre la capacidad de un funcionario para continuar en la carrera militar, policial o judicial y sobre el tipo de
medidas recomendadas como incapacidad, despido, indemnización o traslado en caso de alteración psicológica del fun-
cionario, u otros factores" (por ej., dificultades personales o familiares, mala relación con compañeros del cuerpo, estrés,
dudas sobre la propia capacidad o sobre la satisfacción con este trabajo concreto, etc.).
Selección y capacitación de servidores judiciales
Evaluación de trauma por trabajo judicial o post combate de policías, militares o servidores judiciales
Peritajes psicológicos en casos de insumisión, abuso de poder o decisiones sobre la baja laboral o profesional.
Evaluar la capacidad para continuar en la carrera militar o policial por el seguimiento de una psicopatología.

SUGERENCIAS PARA LA SELECCIÓN DE PERSONAL:

La persona, personas o institución que realicen la selección del profesional deberían utilizar para tal efecto, toda la in-
formación de este documento y para la toma de la decisión final, ésta debería realizarse bajo la metodología de un As-
sesment-Center, para que las competencias deseadas puedan ser observadas de forma experiencial y no sólo teórica,
para así reducir el riesgo de una mala selección.
Así mismo deben realizarse periódicamente evaluaciones y seguimiento para mantener o incrementar las capacidades
del profesional.

1.7 PERFIL PROFESIONAL DEL PSICÓLOGO JURÍDICO

Con contadas excepciones, en el ámbito Psicológico Jurídico y Forense Latinoamericano esta todo por construirse y,
además de manera vertiginosa pues la creciente demanda y la necesidad social hacen perentorio que ya exista toda una
estructura en esta disciplina.

Dentro del gremio de los psicólogos y en las profesiones a fines pululan múltiples preguntas, desde las simples hasta las
complejas, verbigracia ¿qué es esta disciplina?, ¿cuál es el rol del profesional que la ejerce?, ¿cómo se debe formar al
especialista?, ¿cuáles son las aptitudes indispensables en un psicólogo jurídico y forense?, ¿Cómo certificar y regular el
ejercicio profesional?, etc.

Este documento aunque no responde todos estos cuestionamientos, pretende convertirse en una guía de consulta para
que diversas entidades y personas latinoamericanas puedan estructurar programas académicos, de selección, de certifi-
cación y de regulación de los profesionales de Psicología Jurídica y Forense en cada país.

Aunque cada país decide autónomamente como certificar al Psicólogo Jurídico o Forense, en algunos países se designa
esta tarea a la agencia reguladora gubernamental de profesiones a través del Ministerio de Educación o del Ministerio de
Salud, o a los Colegios profesionales o Instituciones Académicas reconocidas. Generalmente este proceso se inicia por
asesoría de expertos o por aplicación de conocimiento de otros países, como lo hace este documento, que fue redacta-
do por profesionales destacados y representantes de diversos países latinos, lo cual le da validez profesional y transcul-
tural al mismo.

Este documento es otro aporte de la Comunidad Virtual de www. Psicología Jurídica Org a la difusión de la disciplina en
los países de centro y sur América, con el fin último de que la psicología coadyuve a un mejor ejercicio de la justicia.

1.7.1 Requerimientos del perfil profesional del psicólogo jurídico


24
A. CONOCIMIENTOS:

Este aspecto se coloco en primer lugar, porque se considera de capital importancia para la construcción del perfil de
idoneidad en el psicólogo jurídico y forense. Incluso prioriza sobre los aspectos de requisitos físicos, de rasgos de perso-
nalidad, de ambiente laboral y de responsabilidades. Por eso la brevedad y concreción de las temáticas incluidas en este
aspecto no se puede entender como de poca relevancia en las competencias de este profesional.

Formación profesional: Que ha recibido capacitación universitaria formal presencial y obtenido Título de Pre grado de
Psicología, ya que estos conocimientos le habilitan para comprender las dinámicas comportamentales en el ámbito jurí-
dico y la aplicación de la intervención psicológica.

Formación de postgrado: Que ha realizado estudios universitarios avanzados y especializados y obtenido Título de
Especialista o Magíster en Psicología jurídica, si además es psicólog@ forense debe acreditar por lo menos un año de
estudio o experiencia en el tema pericial.

Educación continuada: El psicólog@ jurídico y forense debe mantenerse a la vanguardia del conocimiento, lo que
puede lograr a través de la lectura continuada de artículos especializados en revistas científicas como "Law and Human
Behavior", "Psychology, Crime, & Law", "Journal of Forensic Sciences", "Behavioral Sciences and the Law", "Criminal
Justice and Behavior", en español el "Anuario de Psicología Jurídica", así como otras publicaciones generales de psico-
logía, criminología, etc.

Además debe formarse en temas afines, participación en congresos, cursos, diplomados, talleres, etc, conocimientos
que mantienen o mejoran la competencia profesional. Mediante esta formación se trata de mantener e incorporar cono-
cimientos actualizados y relevantes a la respectiva especialidad, potenciar las habilidades y mejorar las aptitudes de los
profesionales.

TEMÁTICAS DE LOS ESTUDIOS SUPERIORES


Introducción a la Psicología Jurídica. Convergencias y divergencias entre Psicología y Derecho. Áreas de aplicación.
Historia mundial, nacional y estado actual. Fuentes de información.
Fundamentos de derecho. Conceptos básicos y Principios generales del derecho Civil, Penal, Procesal, de Familia,
Penitenciario, Laboral, disciplinario y del Menor. Derecho sustancial y procesal, jurisdicción y competencia, pruebas judi-
ciales. Código deontológico.
Psicología Penitenciaria. El contexto del sistema carcelario. Efectos psicológicos del encarcelamiento. Sanciones
alternativas. Evaluación psicológica en el contexto penitenciario. Estrés en funcionarios, clima organizacional, arquitec-
tura y psicología ambiental. Programas de intervención. Evaluación de la peligrosidad y reincidencia.
Psicología criminológica. Conocimiento de las teorías explicativas del delito, de la violencia, modelos explicativos de
la conducta criminal, carreras criminales, evaluación y tratamiento. Tratamiento psicológico del comportamiento antiso-
cial, modelos de intervención penitenciaria. Psicología de la conducta criminal. Justicia de menores.
Victimología. Evaluación Psicología de víctimas. Programas de atención a la víctima y prevención victimológica. Inter-
vención en crisis. Políticas penales a favor de la víctima. Uso de instrumentos de evaluación conducentes y con validez
psicométrica.
Evaluación Psicológica Forense o peritaje psicológico. Prueba pericial. Procedimiento, técnicas e instrumentos de
evaluación forense. Dictamen psicológico pericial. Psicopatología, victimología y conducta criminal, evaluación de la
inimputabilidad. Sistema Judicial y Procesos Psicológicos. Variables psicológicas que influyen en la toma de decisiones
legales. Psicología del testimonio, entrevista, memoria, sugestionabilidad, evaluación de la credibilidad y psicología del
jurado, toma de decisiones de jueces y jurados, selección del jurado, efectos de la publicidad previa al juicio sobre las
decisiones judiciales, etc.
Mediación. Conciliación, arbitraje. Modelos de mediación, estrategias y ámbitos de aplicación.
Psicología policial y militar. Selección, capacitación y clima organizacional. Síndrome del burnout. Intervención clíni-
ca.
Temáticas complementarias: En los casos en que la formación se aplique a áreas de población con necesidades espe-
ciales se deben incluir contenidos específicos propios de tales campos como corrupción, terrorismo, secuestro, despla-
zamiento forzado, minusvalía, tercera edad, psicología de la dinámica familiar, divorcio, evaluación, las medidas judicia-
les de protección familiar y de menores, adopción, etc.
Metodología de la investigación: Conocimiento de metodología de la investigación cuantitativa y cualitativa, manejo e
interpretación de indicadores estadísticos, elaboración de proyectos sociales, redacción de informes y trabajos científi-
cos.

Conocimientos jurídicos: Prerrequisito de fundamentos específicos en derecho.

25
Cultura general: Conocimientos previos sobre aspectos de actualidad, de cultura, de noticias, de prácticas sociales, de
política, de dinámicas comportamentales y criminales que pueden favorecer el desempeño de la labor judicial e investi-
gativa. Conocimiento de la cultura y de la lengua de comunidades o jurisdicciones especiales (ej. Indígenas) en las cua-
les se vaya a desempeñar.

Conocimientos operativos: Que posee información y/o experiencia sobre los procedimientos para realizar una tarea de
investigación judicial, como la cadena de custodia o los procedimientos de inspección.

Idioma extranjero: Cualificación en la comprensión, dicción y escritura del inglés como idioma distinto a la lengua ma-
terna, debido a que la mayor cantidad de literatura especializada y actualizada se encuentra en ese idioma.

Uso de computadores: Capacitación formal o empírica en el manejo de máquinas procesadoras de texto y de manejos
de bases de datos o paquetes estadísticos.

Uso de equipos técnicos criminalísticos o judiciales: Resultado del previo aprendizaje sobre administración de equi-
pos específicos para adelantar investigaciones criminales. Polígrafo y computador para analizar el estrés de la voz.

B. EXPERIENCIA

Tipo de experiencia: Actividades empíricas realizadas cualificadas y relacionadas con materias a fines a la psicología
jurídica. Válida la obtenida en instituciones judiciales, penitenciarias, universitarias, militares o policiales, ONG, organi-
zaciones internacionales que promueven los derechos humanos y por supuesto la experiencia clínica en temas relacio-
nados con problemáticas psicojuridicas.

Tiempo de experiencia: Intervalo de tiempo necesario para realizar correctamente una tarea o un proyecto de investi-
gación. Por lo menos un año de ejercicio profesional y otro año de ejercicio profesional supervisado por un Psicólogo
Jurídico o Forense ya acreditado.

C. HABILIDADES FUNCIONALES

Habilidad para realizar diagnóstico psicológico: Utilizar con destreza y seguridad los medios terapéuticos y de apoyo
al diagnósticos que se caracterizan por su tecnología compleja. Manejo y conocimiento de manuales de diagnostico
como el DSMV y CIE –10. Habilidades en la aplicación, corrección e interpretación de pruebas psicológicas, así como en
la selección de estas de acuerdo con altos estándares psicométricos de validez, confiabilidad y aplicación cultural.

Habilidad psicoterapéutica: tratar de forma eficaz y rápida las respuestas humanas que se generan ante los problemas
psico-jurídicos reales y/o potenciales que amenazan la vida o no permiten vivirla con dignidad. Establecer una relación
terapéutica eficaz con los víctimas, victimarios o funcionarios judiciales para facilitarles el afrontamiento adecuado de
las situaciones que padezcan. Entrenamiento en post trauma.

Habilidad para el diseño y aplicación de programas de Salud Ocupacional: Dentro de esta función se encuentra
toda la labor profiláctica que realiza el psicólogo a favor de la protección, seguridad y salud de las personas en el trabajo
judicial. Entendamos la prevención de accidentes y enfermedades laborales, la afectación por uso de sustancias psi-
coactivas, los efectos negativos del trabajo como la fatiga, la monotonía, la carga psíquica, el estrés y la toma de medi-
das profilácticas de seguridad para evitar que estos se conviertan en obstaculizadores del máximo rendimiento y la sa-
tisfacción personal.

Habilidad para asesorar: poseer la experiencia y los conocimientos apropiados y que sabe cual es el mejor curso de
acción frente a conflictos y problemas judiciales con implicación psicológica a partir de la experiencia acumulada en la
solución de situaciones similares, de la cual se espera la elaboración e implementación de estrategias, políticas y pro-
gramas de desarrollo en la empresa. Esta habilidad aumenta en la medida que proponga cursos de acción que sean
exitosos.

Habilidad de establecer empatía: la empatía es el esfuerzo que realizamos para reconocer y comprender los senti-
mientos y actitudes de las personas, así como las circunstancias que los afectan en un momento determinado.

Habilidad para expresar crítica constructiva: Hacer y recibir una crítica constructiva para mejorar, es una actitud res-
ponsable y de respeto que puede mejorar la ejecución propia y la de los compañeros de equipo.
26
Asertividad: Fluidez de expresiones, agilidad en la emisión de contenidos verbales. Capacidad de habilidad verbal,
escuchar con atención, no acaparar la palabra, evitar interrumpir, utilizar un lenguaje propio y moderado, lo cual de-
muestra educación y trato delicado hacia las personas. Expresión elocuente que de modo eficaz logre deleitar, conmo-
ver y persuadir.

Habilidad para reaccionar frente a situaciones extremas: Posibilidad de mantener el autocontrol y la estabilidad
emocional ante situaciones peligrosas, sorpresivas, extrañas o dramáticas y así poder orientar a otros afectados bajo las
mismas situaciones. Negociación en situaciones de tensión y alta peligrosidad.

Capacidad para presentar pruebas judiciales: Aptitud para sustentar y defender elementos probatorios y exponerlos
de manera persuasiva, especialmente si opera bajo el sistema penal acusatorio.

Capacidad para entrevistar: Habilidad de preguntar incisivamente con pertinencia y conducencia a una persona vincu-
lada a un proceso judicial, con tal pericia que logra encontrar la verdad. haber desarrollado habilidades relacionadas con
evaluación, entrevista, uso instrumentos psicológicos de medición forense y elaboración de informes.

Habilidad para impartir docencia: capacidad de aprehensión y transmisión de conocimientos, pues como es un área
incipiente en Latinoamérica requiere de capacitadores idóneos.

Fluidez de ideaciones: Soltura en la afluencia de pensamientos centrados en la temática de relevancia del momento.
Celeridad en la ocurrencia de ideas que permitan conectar la situación o las ideas con la intención del emisor.

D. AMBIENTE LABORAL

Adaptabilidad a la presión: Acomodación a situaciones estresantes, a trabajar con presión de tiempo sin que se perju-
dique el desenvolvimiento personal.

Congestionamiento: Obstrucción causada por exceso de carga laboral.

Adaptabilidad al trabajo al aire libre: Acomodación mental y física a ambientes físicos abiertos.

Tolerancia al estrés: Capacidad de ajuste a situaciones que generan sobrecarga, desafío o amenaza.

Exposición al peligro físico: Exposición a amenazas a la seguridad e integridad física y psicológica, aunque even-
tualmente estará expuesto también al peligro biológico.

E. RESPONSABILIDADES

En contacto con el público: Del servidor depende la imagen institucional y la concreción de la misión organizacional
que perciban los usuarios, habilidad para relacionarse con los usuarios, experiencia y responsabilidad, de manera tan
eficaz que ellos se sientan bien atendidos.

En responsabilidad social: El psicólogo forense durante su trabajo tiene influencia en decisiones respecto a bienes
sociales e individuales de máxima importancia, como la libertad, el control social, la verdad, la integridad psicológica,
etc. etc. Ello incluye el rechazo por toda actitud paternalista donde se aminoren o desprecien las cualidades psico-
sociales de los otros para enfrentar sus problemas.

Supervisión: Capacidad de un superior en la jerarquía organizacional de controlar, regular, o inspeccionar un trabajo o


actividad. En caso de que tenga otros profesionales bajo su responsabilidad o secretarias.

Toma de decisiones: Responsabilidad relacionada con la asesoría para que el abogado tome soluciones o juicios defi-
nitivos sobre asuntos judiciales en particular.

Por trabajo en equipo: Capacidad de establecer interacciones positivas que permitan el logro de metas grupales dentro
de la organización. Participar activamente con el equipo multidisciplinar, especialmente porque algunos de sus compa-
ñeros estarán lejanos de la comprensión de la psicología jurídica, aportando su visión de experto en el área que le com-
pete e integrando los conocimientos derivados de su ciencia en un intento de trabajo transdisciplinario.

Asesorarse:
27
Como sea que se trata del trabajo que una persona tiene con otras y donde el conflicto humano es permanente, por tan-
to el estrés, la posibilidad de involucrarse, pueden arriesgar la calidad en el trabajo del psicólogo forense, se recomienda
realizar en forma periódica espacios de asesoría personal para el trabajo del profesional.

F. REQUISITOS INTELECTUALES

Las características positivas que siguen en este documento, coinciden con las características deseables para realizar
cualquier trabajo, no son cualidades exclusivas que favorezcan la idoneidad específica en el rol del psicólogo forense y
jurídico.

Inteligencia: Es la facultad de conocer, analizar y comprender informaciones y resolver problemas complejos de índole
social.

Agilidad Intelectual: Agilidad es la facilidad para ejecutar rápidamente procesos cognoscitivos, porque los procesos
judiciales tienen generalmente términos perentorios y porque el trabajo judicial se caracteriza por sobrecarga.

Lógica: Función psicológica superior que permite procesar información conforme a las reglas de la lógica y de la razón,
es decir, pensar con sentido común, teniendo en cuenta las consecuencias razonables, normales o naturales.

Abstracción: Capacidad de hacer construcciones mentales sin correspondencia exacta con la realidad, logrando tener
el mismo objeto la representación mental del objeto en su pura esencia o noción. Capacidad de inferencia.

Asociación – relación: Creación de relaciones entre ideas u objetos, comprender casos a la luz de otros, aplicar diver-
sas teorías a un mismo caso, etc.

Síntesis: Juicio que surge de la composición de un todo por la reunión de sus partes, capacidad mental de hacer un
resumen con las ideas fundamentales, con frecuencia se verá comprometido en elaborar informes concluyentes.

Análisis: Aptitud intelectual de distinguir y separar las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios, elemen-
tos, etc. para realizar diagnósticos, evaluaciones y pronósticos. La capacidad de análisis y de síntesis le favorecerán las
funciones como multiplicador de conocimiento.

Capacidad de aprendizaje: Habilidad cognoscitiva para adquirir conocimientos y acumular experiencia.

Capacidad de comprensión: Actitud tolerante para encontrar entender los actos o sentimientos de otro, sin ser condes-
cendientes con lo sucedido o hacer como si nada hubiera pasado, pero como una actitud que transmita confianza en el
otro para que supere sus obstáculos.

Capacidad para tomar decisiones: Dar una solución o juicio definitivo sobre un asunto, resolverlo, tomar una determi-
nación, lo cual lo capacitará para la realización de asesorías en el marco psicojuridico global y en todos los niveles de
toma de decisiones.

Percepción de detalles: Sensación interior que resulta de la captación de información minuciosa realizada a través de
los sentidos.

Pensamiento crítico: Proceso mental que se caracteriza por encontrar posiciones alternativas, no tradicionales. Para
que además de ser un auxiliar sea un asesor, un constructor de un mejor ejercicio del derecho y del sistema de justicia.
Conciencia del impacto político del rol asumido. Y además un pensamiento de autocrítica o capacidad para reflexionar
en torno a las propias acciones, logrando evaluar las consecuencias de las mismas para sí mismo y para el entorno,
tomando en cuenta las potencialidades y limitaciones particulares. Implica el reconocimiento de las competencias, habi-
lidades y destrezas propias en un ambiente de respeto por las ajenas.

Capacidad incisiva: Aptitud mental, verbal, punzante y mordaz para llegar al fondo de los asuntos.

Creatividad: Capacidad de generar nuevas ideas, objetos y soluciones, lo que lo habilitará para la solución alternativa
de conflictos, para nuevas maneras de evaluación.

Sagacidad: Capacidad de previsión, astucia y prudencia, ya que actúa en un medio en el cual sus evaluados con fre-
cuencia recurrirán a la simulación y al engaño.

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Capacidad de investigación: Cualidad humana para hacer indagaciones para descubrir algo que se desconoce, de ser
curioso, de preguntarse exhaustivamente, de no conformarse con la primera respuesta, porque estará inmerso en un
medio en el que con frecuencia se ocultará o distorsionará la verdad.

Adicionalmente capacidad de investigación académica, debido a la escasez de literatura en Latinoamérica, posibilidad


de buscar en fuentes especializadas de conocimiento psicológico jurídico y forense, uso de bases de datos especializa-
das, búsquedas avanzadas en Internet, obtención de literatura por medio de acuerdos bibliotecarios internacionales, de
pertenecer a listas de correo y a comunidades virtuales de actualización, etc.

Memoria verbal: Facultad para fijar en el cerebro información lingüística y luego recordarla, fundamental en la conduc-
ción de entrevistas e interrogatorios-

Memoria visoperceptiva: Posibilidad de mantener información previamente captada por medio de la visión.

G. INTELIGENCIA EMOCIONAL:

Capacidad para enfrentar crisis personales: Talento para afrontar adecuadamente los problemas íntimos e individua-
les, ya que está expuesto a elevados niveles de estrés y problemáticas que requieren de él una elevada resiliencia.
Capacidad para manejar sufrimiento: Aptitud para aceptar y superar situaciones de dolor psicológico humano personal
o ajeno.

Capacidad de adaptación a situaciones sociales: Disposición y habilidad para acomodarse a circunstancias novedo-
sas o difíciles de relación humana, con frecuencia se enfrenta a situaciones dramáticas y sorprendentes o debe aceptar
cambios de oficina, de compañeros o traslados de ciudad.

Identificación de motivaciones: Disposición para entrever las razones que motivan a la acción al ser humano.

H. REQUISITOS FÍSICOS

Estar sentado: Pasar más de dos tercios del tiempo laboral en posición sentado.

Capacidad visual: Capacidad de percibir con precisión por medio de los ojos.

Capacidad auditiva: Pues la mayor parte de su trabajo realizará funciones comunicativas y principalmente de escucha,
de escucha activa para la cual requiere otras funciones psicológicas superiores además de la capacidad sensorial auditi-
va.

Tolerancia para no tener pausas: Escasos períodos de descanso durante la jornada laboral.

I. RASGOS PERSONALES

Aceptación de la autoridad: Capacidad individual de ajustarse a las jerarquías establecidas socialmente, ya que siem-
pre trabajará en contacto con autoridades judiciales.

Autocontrol: Capacidad de controlar, regular o evaluar la propia conducta.

Persona activa: Individuo que tiene la facultad de obrar, es diligente, eficaz y actúa sin dilación. Y puede alcanzar la
proactividad o disposición de actuar por su propia iniciativa y logrando la colaboración del equipo, sin que se le supervi-
se o se le imponga la ejecución.

Autoestima alta: Actitud de consideración, aprecio o valoración que tiene la persona hacia sí mismo.

Tolerancia a la frustración: Ajuste psicológico a situaciones inesperadas, de pérdidas reales o de expectativas.

Autonomía: Condición y estado del individuo de actuar con independencia y capacidad de autogobierno.

Capacidad de interacción: Habilidad relacional que permite al sujeto interactuar positivamente con otros.

Adaptabilidad: Facilidad para acomodarse a distintas situaciones, tiempos y personas a las propuestas de otros.

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Afectuosa: Amable y cariñoso en la forma de comportarse.

Emocionalmente estable: Persona que es constante, firme, permanente, que no está en peligro de sufrir cambios, que
su estabilidad emocional le hace más competente para realizar el trabajo.

Prudente: Individuo que muestra cautela, es razonable y moderado.


La prudencia es el valor que ayuda o reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y
acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia. Incluye la capacidad de reconocer sus
fallos y limitaciones aprendiendo de ellos, rectificando y solicitando consejo.

Meticulosa: El comportamiento de esta persona se caracteriza por realizar la función o el trabajo que se le encomienda
con cuidado, esmero y minuciosidad, además suele sentir asco o aprensión hacia las cosas.

Practica: Sujeto que tiene la capacidad de desenvolverse de manera rápida y fácil, ante diversas circunstancias.

Previsiva: Persona racional que actúa de manera meditada y fría la mayoría de sus acciones, previendo sus conse-
cuencias.

Serena: Cualidad de actuar constantemente de manera tranquila, aún en condiciones de elevado estrés.

Crítico: Ser humano que busca la objetividad, la imparcialidad, razón por la cual es capaz de observar diversos puntos
de vista y luego si conceptuar.

J. VALORES

Durante su formación el psicólogo forense debe aprender un manejo ético y prudente de los resultados e información
que posee, debe reconocer el código deontológico y la normas jurídicas de procedimiento penal, civil, o sustanciales
administrativas, disciplinarias o penales en las que pueda verse incurso por mala práctica.

Principalmente los que son coherentes con el Código Ético promulgado por la APA, que consagra cinco principios gene-
rales que son:

a. Hacer el bien
b. Responsabilidad y fidelidad
c. Integridad
d. Justicia
e. Respeto por los derechos y la dignidad humana
Y las normas éticas propiamente contenidas son las 10 siguientes:
1. Resolver los problemas éticos
2. Ejercer con competencia
3. Adecuadas Relaciones humanas
4. Confidencialidad y privacidad
5. Evitar declaraciones públicas falsas
6. Archivar los registros y tarifas
7. Educación y entrenamiento
8. Ética en la investigación y publicación
9. Asesoría ética
10. Terapia ética

Adicionalmente el psicólogo jurídico y forense se caracteriza por los siguientes valores.

Celo por la justicia: La justicia como virtud moral consiste en la firme y constante determinación de darle al prójimo lo
que es debido. Una persona justa, se distingue por la rectitud cotidiana de su pensamiento y acciones hacia el prójimo y
hacia sí mismo.

Por celo por la justicia entendemos la búsqueda de la misma sin importar las circunstancias y aun en contra de ellas y
estamos conscientes de que comete una injusticia no solamente quien la lleva a cabo, sino también quien pudiendo
impedir un acto injusto o denunciarlo, se mantiene neutral.

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Lealtad: Sujeto para el cual la fidelidad es una virtud que orienta su comportamiento, que elige adherirse y defender
unos principios o un grupo.

Tolerancia: Respeto hacia las opiniones o prácticas de los demás.

Discreción: Cualidad de actuar con prudencia, previendo las consecuencias, con estilo sigiloso y diplomático.

Compromiso: Es el sentido autoimpuesto de implicación con el trabajo y la organización. Implica asimismo toda acción
cuyo impacto redunde en la delimitación y el reconocimiento del ámbito disciplinar.

Aceptación de las normas: El sujeto acepta las reglas socialmente establecidas por medio del autocontrol.

Neutralidad: Persona que piensa y actúa con imparcialidad, aún bajo intento de coerción.

Reserva: Persona que aplica elevada prudencia a las informaciones.

Buenas relaciones familiares: Interacción familiar armoniosa y equitativa, que existe como modelo de relación social y
que se convierte en un factores protector frente a las alteraciones psicológicas derivadas del trabajo judicial como el
estrés, el síndrome de burnout, el de fatiga crónica, etc.

Aceptación de la comunidad: El psicólogo jurídico y forense actúa de manera ética y afable logrando que la comuni-
dad le acoja y se adapte a él.

Sensibilidad: Capacidad que tenemos los seres humanos para percibir y comprender el estado de ánimo, el modo de
ser y de actuar de las personas, así como la naturaleza de las circunstancias y los ambientes, para actuar correctamente
en beneficio de los demás.

Compromiso: Comprometerse va más allá de cumplir con una obligación, es poner en juego nuestras capacidades para
sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado.

Responsabilidad:
Ser responsable es asumir constantemente las consecuencias de las propias acciones y decisiones, tratando que todos
sus actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber.

Veracidad: Buscar la verdad es superar la subjetividad.


Quien quiera ver toda la perentoriedad del problema de la tolerancia deberá primero tomarse en serio el concepto de
verdad.

Honestidad
Porque garantiza confianza, seguridad, respaldo, confidencia, en una palabra integridad. La Honestidad es una forma de
vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en
dar a cada quien lo que le es debido.

1.8 FORMACIÓN:

El Psicólogo Jurídico necesita una formación especializada. Esta puede estructurarse en un bloque de materias genera-
les y otro de específicas.

1. Conocimientos Específicos e Interrelacionados con Otras Materias

Psicología y Ley
• Introducción a la Psicología Jurídica.
• Presupuestos y conceptos comunes y divergentes entre Psicología y Derecho.

Psicología de la Familia y de las Relaciones Familiares


• Derecho de Familia.
• Evolución de la familia y características de las crisis y conflictos familiares.
• Evaluación familiar.
• Familia y Protección de Menores: acogimientos, adopción nacional e internacional.

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Psicología y Sistema Penitenciario
• El contexto del sistema carcelario.
• Efectos psicológicos del encarcelamiento.
• Alternativas al encarcelamiento.
• Derecho Penitenciario.
• Evaluación psicológica en el contexto penitenciario.
• Programas de intervención.

Evaluación Psicológica Forense

1. Aspectos metodológicos
• Prueba pericial.
• Técnicas de evaluación psicológica y forense.
• Desarrollo de instrumentos de evaluación forense.
• Informe psicológico.

Peritaje Psicológico, ámbitos de aplicación


• Evaluación psicológica de la responsabilidad.
• Implicaciones psicológicas forenses de los principales trastornos psicopatológicos.
• Aspectos psicológicos de la separación, el divorcio, y la adopción.
• Valoración psicológica de medidas legales respecto a menores.

Sistema Judicial y Procesos Psicológicos


• Toma de decisiones legales.
• Psicología del testimonio y Psicología del Jurado.
• Aspectos Psicológicos de la corrupción.
• Psicología y medios de comunicación.

Psicología de la Delincuencia
• Modelos de intervención.
• Psicología de la conducta criminal.

Psicología Jurídica y el Menor


• Sistema legal de protección a la infancia.
• Justicia de menores.

Mediación
• Mediación: concepto.
• Técnicas de mediación.
• Modelos y programas de mediación.

Victimología
• La Víctima ante el sistema Jurídico. Evaluación Psicología de víctimas.
• Programas de atención a la víctima.

La Psicología y los Cuerpos de Seguridad


• Psicología policial y militar.

El Peritaje Psicológico
• La prueba pericial.
• El informe psicológico.
• El Psicólogo ante el Órgano Judicial.
• Aspectos psicológicos de la separación, el divorcio y la adopción.
• Valoración psicológica de medidas legales respecto a los menores.

Aspectos Deontológicos
Conocimientos Auxiliares
• Principios Generales del derecho.
• Los órdenes jurisdiccionales.
• Conceptos básicos de Derecho Civil, Penal, Procesal.
• Conceptos complementarios del Derecho Penitenciario, Canónico, Laboral y del Menor.
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Contenidos Complementarios
En los casos en que la formación se aplique a áreas de población con necesidades especiales se deben incluir conteni-
dos específicos propios de tales campos como minusvalía, tercera edad, marginación, etc. como conocimientos y conte-
nidos básicos auxiliares que completen su formación.

1.9 ACREDITACIÓN
A. Requisito imprescindible ser Licenciado en Psicología y estar colegiado en el Colegio Oficial de Psicólogos.

B. Siguiendo criterios no excluyentes se proponen 3 vías:


1. Haber realizado cursos reconocidos por el COP en instituciones públicas o privadas acreditadas, universidades u otros
centros oficiales.

2. Acreditar la realización de prácticas en Psicología Jurídica supervisadas por organizaciones o personas reconocidas
para ello.

3. Acreditar experiencia profesional en el área.

Todo ello deberá ser acreditado a través de:


• Diplomas o Certificados expedidos por las entidades formativas.
• Certificados de prácticas.
• Certificados de las entidades donde se ha desarrollado la experiencia profesional.

CUESTIONARIO

1. ¿Qué diferencia existe entre la ciencia del derecho penal y la ciencia penal’?
2. ¿Por qué motivo se afirma que la Criminología representa el término de algunas Ciencias Penales?
3. ¿Qué son las Ciencias penales?
4. ¿De acuerdo a su objeto de estudio, como pueden agruparse las Ciencias Penales?
5. ¿Con qué otro nombre se le conoce a las Ciencias Penales?
6. Debido a la importancia que tiene al hablar de las Ciencias Penales, ¿cuál disciplina es la única que puede agruparse
en el plano jurídico?
7. ¿Qué fines busca el estudio por medio de la Política Criminal?
8. ¿Qué objetos de estudio tiene la Política Criminal’?
9. ¿Cuáles son los objetivos presentes de la Política Criminal para enfrentarse a la crisis de justicia?
10. ¿En cuántos aspectos se puede subdividir a las Ciencias Penales desde el plano causal explicativo?
11. ¿En qué centra su campo de estudio la Sociología Criminal?
12. ¿En la actualidad cuál es el punto primordial de estudio de la Sociología Criminal?
13. ¿La Antropología Criminal tiene como objeto de estudio lo siguiente?
14. ¿También es relevante dentro de la Antropología Criminal el estudio de?
15. ¿Al ser la etnología una rama de gran relevancia dentro de la Antropología Criminal, menciónese su objeto de estu-
dio?
16. ¿Qué es la Biología Criminal?
17. ¿Qué temas son básicos de la Biología Criminal?
18. ¿Cuál es el propósito de la Endocrinología Criminal?
19. ¿Cuál es la función de la Psicología Criminal?
20. ¿Qué autor tuvo mayor influencia en el desarrollo de la Psicología Criminal?
21. ¿Cuáles son los temas de estudio más importantes de la Psicología Criminal?
22. Según Quiroz Cuarón, ¿Qué es la medicina Forense?
23. A parte del Penal, ¿Con qué otras ramas del Derecho tiene relación la medicina Forense?
24. ¿Cuál es el objeto inmediato de la Medicina Forense?
25. ¿Qué es la Psiquiatría Forense?
26. ¿Qué es la Criminalística?
27. ¿Qué actividades utiliza para su fin correcto la Criminalística?
28. ¿Qué es la Psicología Judicial?
29. ¿Qué es la Estadística Criminal?
30. ¿Qué es la victimología?
31. Destaque una característica particular de la victimología.

BIBLIOGRAFIA
33
 AMUCHATEGUI, REQUENA IRMA G. Derecho Penal, Colección de Textos Jurídicos Universitarios, Harla, 1996.
 CASTELLANOS, FERNANDO. Lineamientos Elementales de derecho Penal, Porrúa. S.A.. 1990.
 GARCIA, MAYNEZ EDUARDO. Introducción al Estudio del Derecho, Porrúa S.A. 1997.
 MANZANERA RODRIGUEZ LUIS. Criminología, Porrúa S.A. 1999.
 PAVON VASCONCELOS FRANCISCO. Derecho Penal Mexicano, Porrúa S.A. 1999.

SEGUNDA UNIDAD
ANÁLISIS DE LA AGRESIÓN Y LA CONDUCTA DELICTIVA

INTRODUCCIÓN
La agresión es un problema que tiene cada vez mayor relevancia en la vida moderna. Frente a la escalada de
violencia que observamos en los medios de comunicación de masa y en la creciente inseguridad de las personas ante la
eventualidad de un ataque por parte de antisociales, surgen las preguntas: ¿Por qué el hombre es agresivo?, ¿Esta
agresividad es innata o aprendida?, ¿Puede ser extirpada de nuestras sociedades?

En la presente unidad trataremos de explicar la conducta agresiva, a través, de los distintos lentes teóricos que
entregan las ciencias de la conducta. El principal objetivo de este material es entregar una amplia visión sobre variados
aspectos del estudio de la agresividad, por lo que se ha privilegiado la amplitud de enfoques por sobre el desarrollo ex-
haustivo de cada tema. Con relación a los objetivos específicos, podríamos nombrar los siguientes:

 Describir los principales modelos que han buscado explicar el fenómeno de la agresividad. Entre ellos encontramos
la perspectiva psicoanalítica, la etiológica o evolutiva, la biológica, los modelos cognitivos, los del aprendizaje social.
Incluimos, además, una breve reseña del modelo fenomenológico.
 Dar a conocer algunos trastornos mentales relacionados con la agresión.
 Enumerar algunos métodos de medición y evaluación de la agresividad.

Para el logro de estos objetivos, se realizó una revisión bibliográfica general, tras lo cual se sintetizó el contenido
recogido, para lograr un esquema general, Posteriormente, se buscó bibliografía más específica para desarrollar los
temas presentes en el esquema general.

2.1 DEFINICIÓN DE AGRESIÓN


Geen (1980), p, 15), sostiene que el concepto de agresión debe incluir tres aspectos:
 La producción de un estímulo nocivo.
 El intento de dañar y
 La probabilidad de ser exitoso en el ataque, mayor a cero.

La definición que cumple estos criterios es:


“La producción de un estímulo nocivo de un organismo hacia otro con la intención de provocar daño o con algu-
na expectativa de que el estímulo llegue a su objetivo y tenga el efecto deseado” (Russelll, 1976, citado Edmunds y
Kendrick, 1980, p, 16)

El acto va acompañado de síntomas de conducta reconocibles y cambios fisiológicos definibles y puede dirigirse
hacia objetos no humanos o inanimados. Es necesario incluir la respuesta fisiológica en el concepto de agresión.

La hostilidad constituiría un concepto relacionado con la agresividad, pero no es sinónima a ella. Sería una acti-
tud, una “respuesta verbal implícita que envuelve sentimientos negativos (mala voluntad) y evaluaciones negativas de
personas y acontecimientos” (Vaness, 1996, p118).
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Constituiría una respuesta bastante estable, donde se encuentra una generalización tanto del estímulo como de
la respuesta, de modo tal que las respuestas de la víctima para apartar la hostilidad pueden exacerbarla. Una respuesta
puede ser hostil sin ser agresiva, ya no implica realización de actos. Una interesante visión nos entrega Lolas (1991),
quien distingue entre los conceptos de agresividad, agresión y violencia.

De acuerdo a esta perspectiva:

 La agresividad.- es un término teórico, un constructo que permite organizar determinadas observaciones y experien-
cias, que sirve para integrar datos “objetivos” a nivel de conducta motora, fisiología y vivencia (o subjetividad expre-
sada en el lenguaje).

 La agresión.- se reservaría para conductas agonistas caracterizadas por su transitividad (la conducta pasa de un
agresor a un agredido), su direccionalidad (siempre la agresión tiene un objeto), y una intencionalidad (el agresor
busca dañar, es agredido busca escapar). Es importante considerar la autoagresión (el daño provocado a sí mismo).

 La violencia.- sería la manifestación o ejercicio inadecuado de la fuerza o poder, ya sea por la extemporaneidad o por
la desmesura, no existiendo intencionalidad por parte del agente o del paciente de la acción. De este modo, existen
gestos violentos; pero no agresivos (deportes rudos) y actos agresivos; pero no violentos (omisión de gestos de ayu-
da). La violencia está presente en toda nuestra vida y es difícilmente prevenible; la agresividad, en cambio, requiere
una intencionalidad que la hace diferente en sus causas, aunque tal vez no en sus efectos.

2.1.1 CLASIFICACIÓN DE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS

Para Wilson (1980), la agresión constituye una mezcla de muy diferentes patrones de conducta que están al
servicio de diferentes funciones, por ello establece la siguiente clasificación:
a) Agresión territorial. Suele iniciarse mostrando señales frente al intruso. De no tener éxito las mismas se puede
producir una escalada física. El intruso o el que ha perdido la lucha puede presentar conductas de sumisión que le
permitan abandonar el lugar sin daño ulterior. Actividad horizontal o de desplazamiento (por ejemplo: la vinculada
al control de la propia casa) .
b) Agresión por dominancia. Establecimiento de niveles de poder. Aunque puede ser parecida en su forma a la an-
terior, su meta es establecer una jerarquía de prioridades y beneficios. Actividad vertical en un territorio compartido
(por ejemplo: la vinculada al control de una posición en un escalafón) .
c) Agresión sexual. Presenta una amplia gama de conductas unas más evidentes otras más complejas, sofisticadas
o ritualizadas.
d) Agresión parental disciplinaria. Es la utilizada por los progenitores para enseñar conductas y establecer límites a
los hijos. Suele ser adaptativa en el mundo animal. Entre los seres humanos resulta de difícil objetivación y estudio.
e) Agresión protectora maternal. Orientada a la defensa del recién nacido. Más elevada en los mamíferos al co-
mienzo de la lactancia. Inexistente entre los reptiles (Valzelli, 1983).
f) Agresión moralista. Las formas avanzadas de altruismo recíproco pueden dar lugar a situaciones de sutil hostili-
dad, o de abierto fanatismo.
g) Agresión predatoria. Vinculada a la obtención de objetos. La agresión anti predatoria está constituida por manio-
bras defensivas que pueden escalar hasta constituir un ataque para el predador (el robo y las conductas reactivas al
mismo son un ejemplo de este tipo).
h) Agresión irritativa. Inducida por el dolor o también por estímulos psicológicamente aversivos por ejemplo, un ani-
mal herido o una persona enferma pueden reaccionar con rabia o agresividad frente a situaciones que de ordinario
no suscitarían esa respuesta en alguien sano. (Valzelli, 1983; Scott, 1958).

2.2 BASES BIOLÓGICAS DE LA AGRESIÓN

Se estima que los actos de violencia provocan 1.430.000 muertes anuales en todo el mundo.

Aunque la violencia puede producirse en muchos contextos, los actos individuales de agresión explican la mayoría de
los casos. En algunos individuos, los actos repetitivos de violencia tienen sus raíces en una vulnerabilidad neurobiológi-
ca subyacente que sólo ahora empieza a comprenderse.

La incapacidad de los sistemas de control «desde arriba» de la corteza prefrontal para modular los actos agresivos des-
encadenados por los estímulos provocadores de ira parece desempeñar un papel importante. Interviene un desequilibrio

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entre las influencias reguladoras prefrontales y la hipersensibilidad de la amígdala y de otras regiones límbicas implica-
das en la evaluación afectiva.

Una facilitación serotoninérgica insuficiente del control «desde arriba», una estimulación catecolaminérgica excesiva y
desequilibrios subcorticales de los sistemas glutamatérgicos/gabaminérgicos, así como una alteración de los sistemas de
neuropéptidos implicados en la regulación del comportamiento afiliativo pueden contribuir a las anomalías de estos cir-
cuitos. Por lo tanto, las intervenciones farmacológicas con agentes como los estabilizadores del estado de ánimo, que
reducen la irritabilidad límbica, o los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), que pueden au-
mentar el control «desde arriba», así como las intervenciones psicosociales dirigidas a desarrollar habilidades de afron-
tamiento alternativas y a reforzar los retrasos que permitan la reflexión, pueden tener utilidad terapéutica.

2.2.1 BASES GENÉTICAS


La mayor parte de la población carcelaria en todos los países del mundo está constituida por varones. La pro-
porción se distribuye en torno a 5 varones por cada mujer internada.

Las hipótesis que vinculan depresión y auto agresividad con el sexo femenino, y conductas psicopáticas y hete-
roagresividad con el sexo masculino, aunque son difíciles de operativizar, tratan de responder a evidencias estadísticas.

2.2.1.1 TRISOMIA XYY: La presencia de un cromosoma Y extra en la dotación genética, incrementa las posibilidades
de desarrollar conductas agresivas.

La aparición de estos trastornos probablemente se retrotrae al periodo de producción de los espermatozoides.


Ello permitiría eventualmente la fecundación de un óvulo con un espermatozoide poseedor de más de un cromosoma Y.

La presencia de sujetos con estas características entre la población carcelaria y los internos crónicos de los hos-
pitales psiquiátricos, aunque es escasa, es significativamente superior a la que existe entre la población no internada.
Por así decirlo, el cromosoma Y parece proporcionar un elevado potencial agresivo.

2.2.1.2 TRISOMIA XXY (Síndrome de Klinefelter): Estos varones presentan una conducta inhibida, astenia, pasividad,
tendencia al aislamiento, a replegarse sobre sí mismos. Su libido es débil. Sin embargo, su comportamiento antisocial es
frecuente, llegando a presentarse en un 30 % de esta población (Peigne y Mazet, 1974).

2.2.2 BASES CORTICALES


La actividad cerebral humana es capaz de integrar niveles de agresividad de complejidad creciente. Sus mani-
festaciones pueden darse de forma concreta, simbólica o abstracta.

Según McLean, el cerebro humano integra tres subsistemas constituidos en torno a: el cerebro básico o repti-
liano, el cerebro emocional que compartimos con los mamíferos (sistema límbico), y el neocortex (corteza cerebral fron-
tal).

2.2.2.1 EL CEREBRO REPTILIANO.- Parece vinculado a pautas básicas de conducta, como las relativas a la alimenta-
ción, caza, emparejamiento, competición, imitación, dominancia y agresión.

Todas ellas tienen que ver, de una manera u otra, con el uso del territorio. Este cerebro responde desde el pre-
sente a situaciones que se van planteando. No proporciona gran independencia del medio y no capacita para el aprendi-
zaje complejo. Desde una perspectiva más simbólica supone un tipo de conducta no sujeta a reglas, amoral (como la
inducida por la serpiente en el jardín del Edén, vivida en el puro presente.

Las llamadas conductas viscerales, impulsivas o primitivas en los seres humanos ponen de manifiesto singular-
mente estos tipos de actividad cognitiva básica. En este contexto, la imitación es muy importante para la supervivencia.
El ataque a lo “no igual” se producirá por ser interpretado como peligroso. Por ejemplo, la indumentaria, tanto a nivel
macro social como micro social (tribus urbanas), puede inhibir o provocar agresiones.

2.2.2.2 EL SEGUNDO CEREBRO.- Proporciona soporte biológico a la vida afectiva. Está representado neurológica-
mente por el sistema límbico. La estructura fundamental que regula su actividad es el hipocampo. La unidad funcional
clave está constituida por el sistema hipocampo-amígdala. Ésta última se comporta como un sistema fundamental en las
situaciones de lucha, permitiendo presentar respuestas más complejas.

Las experiencias pioneras de Rodríguez Delgado pusieron de manifiesto la posibilidad de inhibir o incrementar
la agresividad por medio de estimulación eléctrica cerebral. Las áreas activadas correspondían a estructuras del sistema

36
límbico. Los animales fueron monos y toros. En su libro "El control físico de la mente" describió su trabajo y sus reflexio-
nes sobre el hecho de intervenir telemétricamente¡ a distancia¡ enviando señales de radio sobre electrodos implantados
en el cerebro del animal.

Los llamados núcleos septales aparecen vinculados a la recompensa y las estructuras grises periacueductales
al castigo. La presencia de estos centros en las ratas de laboratorio las hace útiles para estudios sobre aprendizaje (la
ausencia de estos centros en las serpientes hace que no hallan suscitado el interés entre los investigadores de la psico-
logía).

La actividad del sistema límbico permite incorporar a la actividad presente las experiencias del pasado. Propor-
ciona pautas de respuesta más variadas y complejas.

2.2.2.3 EL TERCER CEREBRO.- permite entre otras cosas la capacidad de anticipación. Por así decirlo, permite al
usuario incorporar a su presente no solo el pasado sino también ¡de alguna manera¡ el futuro. La capacidad de anticipar
escenarios para la lucha es facilitada por este sistema.

La información que recibe del mundo físico y social no es directa. Le llega a través del "cerebro límbico" y del "cerebro
reptiliano".

La distinción en la agresión entre lo que se siente y lo que se sabe tendría que ver con la activación del sistema límbico
en el primer caso y de la corteza cerebral en el segundo.

2.2.3 BASES ESTRUCTURALES

A la hora de analizar la estructura neuroanatómica de la agresión, hay que considerar diversas variables, por un lado, la
especie estudiada, ya que, aunque hay bastante similitud entre los mamíferos, hay aspectos más concretos de las vías
neurales reguladoras de esta conducta que son específicos para cada especie; por otro lado, el tipo de agresión, ya que,
a pesar de que hay mecanismos neurales comunes, también hay áreas cerebrales que presentan mayor especificidad.
En referencia a este segundo aspecto, se ha establecido una extensa tipología de la agresión animal; pero, con el fin de
ofrecer una perspectiva integradora, se diferenciará entre las categorías conductuales de ofensa, defensa y predación.

2.2.3.1 FUNCIÓN DEL HIPOTÁLAMO EN LA AGRESIÓN

Los estudios indican que el hipotálamo sería el principal encargado de regular las funciones neuroendocrinas relaciona-
das con la agresividad mediante la glándula pituitaria (hipófisis). Con respecto a éste criterio, el hipotálamo estaría orga-
nizado topográficamente en tres regiones, las cuales una vez estimuladas eléctricamente generarán distintos tipos de
agresión: ataques predatorios, afectivos y respuestas de fuga. Las tres serían partes de la conducta agonista, que abraca
la lucha, el miedo y la fuga. Así, una estimulación en la porción lateral provocaría una agresión predatoria; una estimula-
ción en la porción medial, induciría una agresividad afectiva y una en la porción dorsal resultaría en una respuesta de
fuga. Resumiendo obtendríamos dos subtipos de agresión:

Agresión predatoria (orientada a una meta, planeada, controlada):


- El sujeto es capaz de ocultar su agresividad.
- El sujeto puede controlar su comportamiento al ser agresivo.
- El sujeto es muy cuidadoso de su propia protección al ser agresivo.
- El sujeto busca beneficiarse por medio de su agresión.
- El sujeto planifica sus actos agresivos.
- El sujeto está orgulloso de ser agresivo.

Agresión afectiva (reactiva, no planeada, incontrolada):


- El sujeto puede dañar su propia propiedad.
- El sujeto puede ser agresivo frente a terceros (incapaz de ocultar su agresividad).
- El sujeto pierde el control frente a terceros.
- El sujeto se expone a daño físico.
- El sujeto pelea con terceros más fuertes que él.
- El sujeto es agresivo sin propósito alguno a su agresividad.
- La agresión no es planeada.
- El sujeto puede mostrar arrepentimiento después de la agresión.

2.2.3.2 FUNCIÓN DE LA AMÍGDALA EN LA AGRESIÓN

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Una de las funciones de la amígdala consiste en escudriñar las percepciones en busca de alguna clase de amenaza. De
este modo, la amígdala se convierte en un importante vigía de la vida mental, una especie de centinela psicológico que
afronta toda situación, toda percepción, considerando una sola cuestión, la más primitiva de todas:

“¿Es algo que odio? ¿Que me puede herir? ¿A lo que temo?”. En el caso de que la respuesta a estas preguntas sea
positiva, la amígdala reaccionará al momento poniendo en funcionamiento todos sus recursos neurales y cablegrafiando
un mensaje urgente a todas las regiones del cerebro.

En el caso de que, por ejemplo, suene la alarma de miedo, la amígdala envía mensajes urgentes a cada uno de los cen-
tros fundamentales del cerebro, disparando la secreción de las hormonas corporales que predisponen a la lucha o a la
huida.

La investigación realizada por LeDoux constituye una auténtica revolución en nuestra comprensión de la vida emocional
que revela por vez primera la existencia de vías nerviosas para los sentimientos que eluden el neocórtex. Este circuito
explicaría el gran poder de las emociones para desbordar a la razón porque los sentimientos que siguen este camino
directo a la amígdala son los más intensos y primitivos.

Reacciones defensiva, como ira y agresión, han sido provocadas en diferentes regiones del complejo amigdalino. Las
lesiones en este complejo producen disminución en la conducta agresiva, disminuyéndose la excitabilidad emocional y
normalizándose la conducta social en individuos con graves trastornos de conducta.

2.2.4 BASES NEUROENDOCRINAS

Las hormonas gonadales, y sobre todo el andrógeno principal -la testosterona-, fueron consideradas como las más importantes en la
agresión. No obstante, hay también un interés en el eje pituitario-adrenocortical, relacionado con la agresión; existiría, entonces, una
relación evidente entre ambos ejes, el gonadal y el pituitario-adrenocortical y la agresión.

A esto se le suma la participación de los corticoesteroides en relación a toda conducta agresiva que no sea de carácter sexual. Los
estudios demuestran que la capacidad de experimentar sentimientos agresivos está estrechamente asociada a la actividad gonadal
masculina.

El eje pituitario-adrenocortical parece tener una influencia indirecta sobre la agresión en general y sobre la testosterona, en particu-
lar.

2.2.4.1 EL PAPEL DE LOS NEUROTRASMISORES

El fundamento básico para comprender la violencia desde una dimensión química, parte del supuesto de que cuando
tenemos un pensamiento agresivo en nuestro cerebro, inmediatamente la respuesta que se produce es una gran casca-
da de moléculas de la emoción que invaden toda la corporalidad humana y no como antes se creía, que solo existía a
nivel del cerebro límbico. Es así, como hoy en día son los péptidos, junto con los receptores de la célula, los químicos
que más influyen en la conexión entre cuerpo y mente. Anteriormente se planteaba que eran solamente los neurotrans-
misores.

La investigación neuroquímica y farmacológica demuestra que son múltiples los neurotransmisores que participan en la
modulación del comportamiento agresivo, existiendo una convergencia entre los estudios en modelos animales y la in-
vestigación en humanos. En los primeros, los diferentes tipos de comportamiento violento tienen diferentes bases bio-
químicas, la agresión predatoria, en que el animal destruye sujetos de otra o de su misma especie por dominancia, terri-
torialidad, competencia sexual u obtención de alimentos se vincula con disminución de los niveles de serotonina y GABA
y aumento de la dopamina, neurotransmisor facilitador de las conductas agresivas.
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La agresividad defensiva ante un peligro actual o potencial y que se acompaña de ansiedad, ataque o huida, se vincula
a un aumento del tenor de noradrenalina.

Tanto en el animal como en el humano se destacan los disturbios en la serotonina, neurotransmisor predominante en los
centros de control de la conducta de alimentación, sexo, huida y lucha. El hallazgo más común en sujetos con historia de
conducta violenta o impulsiva, incluido el homicidio, es el de niveles significativamente bajos del principal metabolito de
la serotonina, el ácido 5-hidroxi-indolacético (HIAA) lo que reflejaría una actividad disminuida de los sistemas seroto-
ninérgicos centrales. En algunos de estos estudios la disminución del metabolito de la serotonina se ha encontrado,
además, correlacionada cuantitativamente con indicadores psicométricos de agresividad. Del análisis de las característi-
cas conductuales de los sujetos con niveles bajos de HIAA en el LCR, se ha propuesto que este metabolito podría repre-
sentar más un marcador de impulsividad que de violencia. Asimismo, en alcohólicos con síndrome de abstinencia tam-
bién se observa un descenso de los niveles de HIAA en el líquido cefalorraquídeo (LCR)

Según esta hipótesis, la disminución de actividad serotoninérgica se acompañaría de un déficit del control de impulsos,
lo que se traduciría en una mayor probabilidad de comportamientos violentos. Esto, a su vez, está de acuerdo con datos
provenientes de la experimentación animal. Diversas investigaciones en las que se provoca depleción encefálica de
serotonina durante un período de días tras el tratamiento con p-clorofenilalanina (PCPA), que inhibe selectivamente la
triptófano-hidroxilasa y, por tanto, la síntesis de serotonina. Las respuestas a esta depleción son similares en una serie
de animales de laboratorio y comprenden una mayor actividad motora e insomnio.

2.2.4.2 CATECOLAMINAS, SEROTONINAS Y OTROS NEUROTRANSMISORES


La agresión es una categoría de estrés que altera el metabolismo de las aminas, sin embargo las diferencias individua-
les hacen acto de presencia. Parece ser que la adrenalina mediatizaría el miedo y la agresión y la noradrenalina la irrita-
bilidad. Los autores Welch y Welch (1971, citado en Aluja, 1991) encontraron que la síntesis de aminas en el cerebro
estaba en relación con la estimulación ambiental. En condiciones de aislamiento decrecían y en condiciones de agresión
se incrementaban. Pero la estimulación intensa y la agresión a la larga aceleran la disminución de las aminas.

El rol funcional de la serotonina en la agresión aun no está del todo claro. Las primeras investigaciones relacionan nive-
les bajos de este neurotransmisor con la agresión. Weil- Malherbe (1971, citado en Aluja, 1991) escribió que una pre-
ponderancia absoluta o relativa de catecolaminas biológicamente activas en el cerebro estan correlacionadas con el
estado de vigilia, la actividad motora y la agresividad; mientras que la preponderancia absoluta o relativa de la serotoni-
na activa en el cerebro está relacionada con la sedación, la ansiedad y a niveles elevados con la exitación , desorienta-
ción y convulsiones. Persky (1985, citado en Aluja, 1991) concluye en su revisión que:

a. Niveles bajos de serotonina pueden incrementar ciertos tipos de agresión.


b. Niveles altos de serotonina pueden producir ansiedad y desorientación.
c. El estrés incrementa la producción de serotonina.

Welch y Welch (1971, citado en Aluja, 1991) indicaron que antes de comenzar una conducta agresiva el sistema nervio-
so incrementa la producción de aminas debido a una inhibición de la MAO mitocondrial.

La dopamina parece aumentar las conductas agresivas y al ácido gamma amino butírico; GABA las inhibiría..
Se ha visto que la acetilcolina incrementa tanto la agresión depredatoria como la afectiva y las sustancias como los blo-
queadores beta adrenérgicos , inhiben la conducta agresiva periférica sin necesariamente alterar la disposición

2.2.4.3 HORMONAS CORTICOESTEROIDALES.


Algunos corticoesteroides, como la corticoesterona y la cortisona, estarían asociados a la fisiología de la agresión.
Lischner(1975, citado por Aluja, 1991) afirma que los altos niveles de ACTH disminuyen la agresividad e incrementan el
miedo ante la presencia de un estímulo nuevo o específico, mientras que los niveles hormonales pituatio-
adrenocorticales intermedios parecen que predisponen al animal a ser más agresivo y menos temeroso. Persky (1985,
citado por Aluja, 1991) escribe en su revisión que según varios estudios la ACTH funcionaría para disminuir la agresivi-
dad a largo plazo, ya que la administración exógena de esta sustancia tiene un efecto excitador de la cortico-esterona,
que aumenta la agresión. La disminución de la agresión como resultado de un aumento de la actividad adreno-cortical,
puede ser el resultado de la acción de la acción extra-adrenal de la ACTH, pues esta disminuiría la secreción gonadal de
testosterona

El sistema endocrino entre los mamíferos pone de manifiesto la existencia de tres niveles de control:

a) El primero tiene que ver con el estado de preparación para la acción (andrógenos, estrógenos y hormona luteinizan-
te). La agresividad está vinculada con el estado de preparación para el combate. El andrógeno más potente es la tes-
39
tosterona. Su ámbito de acción es más amplio que el de la mera manifestación agresiva. Sin embargo en la naturale-
za, su incremento en periodos específicos del año se acompaña de incremento en la agresividad sexual. Desde anti-
guo son conocidos los efectos de la castración en la inhibición de la agresividad. Los estrógenos, además de en los
ovarios, pueden producirse en otros lugares, como las suprarrenales, los testículos o la placenta. Los estrógenos
pueden producir efectos contradictorios sobre la conducta agresiva. Habitualmente se considera que puede ayudar a
las hembras a mantener su estatus y a defender a la prole. Cuando los niveles de progesterona son altos, la agresivi-
dad tiende a suprimirse. De cualquier manera, la actividad de estas hormonas es variable según las especies.

b) El segundo está relacionado con la respuesta rápida al estrés (epinefrina y norepinefrina). Sostienen la actividad fi-
siológica en las conductas de lucha y huida, presentes en situaciones que requieren inmediatez de respuesta. Duran-
te este periodo juega un papel fundamental la actividad del sistema nervioso simpático. Durante el mismo son carac-
terísticos la subida de la tensión arterial, taquicardia, incremento del tono muscular, erección del pelo, cambios respi-
ratorios, etc. Por su parte, el trazado electroencefalográfico mostrará actividad rápida con carácter general.

c) El tercero está vinculado a la capacidad de una respuesta sostenida ante el estrés (corticoides adrenales). Estabilizan
la fisiología corporal sometida a estrés mantenido.

2.3 FACTORES SOCIOECONOMICOS DE LA CONDUCTA DELICTIVA

El análisis tiene que partir de un encuadramiento del tipo de sociedad en que nos desenvolvemos, sus características
socioeconómicas por cuanto condicionan la superestructura y generan los fenómenos microsociales, no queriendo poner
énfasis en aspectos aislados: crisis de valores, problemas de familia, barrios delincuentes, medios de comunicación
alienantes, por estar relacionados al tipo de estructura socio-económica que genera esas causas inmediatas.

2.3.1 FACTORES MICROSOCIALES

Entre ellos consideramos:

2.3.1.1 LA FAMILIA PROBLEMA


Si la familia se caracteriza por aspectos negativos para la formación de sus miembros, se producirá un proceso de so-
cialización inadecuado que en muchos casos puede facilitar conductas desviadas; pero esto sumado a otros factores
igualmente negativos:

a) Familia Incompleta: como consecuencia de abandono, divorcio u orfandad y origen de desequilibrio económico, emo-
cional, de orientación y control. Pudiendo repercutir en forma más negativa, el abandono que la orfandad y la sepa-
ración.

b) Familia Numerosa y Promiscua: que vive en condiciones de hacinamiento, muchas veces recidiendo en una sola
habitación, durmiendo juntos mayores y menores con posibilidades de propiciar incitaciones sexuales prematuras e
incesto, siendo los padres generalmente indiferentes a las negligencias de sus últimos hijos.

c) Familia Delincuente: sea ocasional o habitual con influencia grandemente negativa en la introyección de modelos de
conducta.

d) Familia Inmoral o Deshonesta: caracterizada por que uno o más miembros adultos se dedican a la prostitución, ho-
mosexualidad, falsa mendicidad, etc. dándose un desajuste con el medio, desprecio por los demás y un individualis-
mo sensual que incita a quebrar las normas de la sociedad, aún no siendo estos modelos de conducta calificados
como delito, son altamente criminógenos en los menores.

e) Familia Viciosa: (uso de drogas, alcohol, juegos de envite, etc.) por uno o más miembros repercutiendo negativamen-
te en la conducta del menor y propiciando actividades delictivas.

2.3.1.2 DIFICULTADES ECONÓMICAS Y DELINCUENCIA


Ante diversa estimulación consumista, desigualdad económica marcada y grupos con bajísimos ingresos, se
aprecia que los niños se ven forzados a contribuir en la subvención de las necesidades del hogar, ya sea vendiendo:
diarios, loterías, revistas, golosinas, lustrando zapatos, o practicando la mendicidad, interactuando con personas de mal
vivir con el riesgo de caer en actividades antisociales siempre que los aspectos psicobiológicos favorezcan tal eclosión.

40
En cuanto a la infracción penal actual, en primer lugar predominan los delitos contra el patrimonio ligados directa o indi-
rectamente a algún grado de dificultad económica no dejando de lado los demás delitos.

2.3.1.3 MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y DELINCUENCIA


El tipo de mensajes que se trasmiten se caracterizan por su contenido violento, agresivo, superfluo, sexual, pu-
blicista, sensacional, consumista, etc. que fomentan el individualismo, el virtualismo y muchas veces medios ilícitos para
conseguir los objetivos superfluos que imponen.

a) Televisión: su programación requiere reorientación, considerando que en nuestro medio es ad hoc al modelo liberal
capitalista imperante. Los investigadores más destacados que correlacionan agresión y violencia con televisión son:
Alberto BANDURA (1973), Leonard BERKOWITZ, a través de procesos de INSTIGACION e IMITACION dentro de
ciertas condiciones: (presencia de armas en estado de ira, película violenta). Así agrega Bandura que el Modelo Sim-
bólico es más significativo que el Moldeo y propagación de la Agresión Colectiva.
.
b) Cine: cuya orientación se dirige al interés del público que en lo demás de similar con la televisión, se incluyen esce-
nas sexuales y de bestialidad. No obstante sus efectos criminógenos se desarrollan en función del contenido y men-
sajes dentro del medio social.

c) Diarios: en su mayoría de contenido superficial y sensacional, donde se redunda en noticias de contenido sexual (vio-
laciones, infidelidades, etc.), agresivo y violento, con lenguaje jergero y procaz.

d) Internet: la exposición constante a imágenes violentas da lugar al “síndrome del mundo malo”, es decir, una visión
exagerada de los peligros de la vida y una insensibilización general hacia la violencia de la vida real. De esta manera
se es cada vez más tolerante a la violencia en la sociedad. Ante este panorama, surge la preocupación de por dónde
navega nuestro hijo o hija cuando están solos. Es difícil, imposible diría yo, evitar que en ocasiones vean algunas de
estas imágenes o textos.

2.3.1.4 ESCOLARIDAD DEFICIENTE Y DELINCUENCIA

Se consideran a los delincuentes con retraso o ausencia de escolaridad; así como las medidas educacionales inadecua-
das respecto a los escolares problema, que coadyuvan la inclinación hacia formas de comportamiento desviado aún sin
proponérselo debido a factores de inferioridad social, y que en proporción predominan en los grupos de menores antiso-
ciales y delincuentes adultos.

2.3.1.5 EL MEDIO SOCIAL URBANO-MARGINAL Y CRIMINALIDAD

Un estudio Topográfico confirma el factor criminógeno según las características de los diferentes suburbios focos de
contaminación urbana, estos núcleos se hallan integrados mayormente por personas provenientes de diferentes regiones
del país, los mismos que traen costumbres, valores, e ideas heterogéneas a lo que se suma una carencia o pérdida de
patrones de presión social que existía en su lugar de origen, lo que favorece la manifestación de conductas desviadas.

2.3.2 TEORIAS SOCIOCRIMINOLOGICAS

Entre los criterios más importantes que las sustentan podemos mencionar al de Denis SZABO, que epistemológicamen-
te diferencia dos modelos: el consensual y el conflictual.

El modelo consensual parte de la suposición de una homeostasis del sistema social, en la que sus elementos están uni-
dos o integrados. Su conflictos se solucionan por el ajuste y establecimiento de reequilibrios. El método predominante es
el positivista y cuantitativo experimental.

El modelo conflictual parte de las relaciones de conflicto entre los elementos del sistema, intereses antagónicos que solo
se superan con transformaciones radicales (conflicto de clase). El método predominante es el cuantitativo y del obser-
vador participante.

Citaremos algunas de las teorías del modelo consensual:

2,3.2.1 TEORÍA ECOLÓGICA.- o de las áreas delincuentes que considera una distribución de la criminalidad en función
de las zonas de una ciudad, afirma que:

 la delincuencia disminuye del centro a la periferie de la ciudad.


 Se focaliza en las zonas industriales y comerciales.
41
 En dichas zonas con poblaciones heterogéneas de inmigrantes, prima la desorganización y se crea una cultura de-
lincuente que se aprende y trasmite.
 Son las características del área las que determinan la delincuencia.

2.3.2.2 TEORÍA DE LA ASOCIACIÓN DIFERENCIAL.- en la que conducta criminal es resultado del aprendizaje por la
experiencia, siendo sus criterios básicos:

 El proceso de génesis de la conducta criminal es similar a la convencional.


 Sistemáticamente se halla determinada por la asociación con aquellos que delinquen; mientras la conducta ajustada
surge de la asociación con aquellos que se adecuan a la sociedad.
 La asociación diferencial es el proceso causal de la conducta criminal sistemática.
 La oportunidad de delinquir, está en función de la frecuencia y consistencia de los contactos con conductas crimina-
les.
 Desde que existe una cultura criminal y otra convencional, el conflicto cultural es la causa en la asociación diferen-
cial y conducta criminal sistemática.
 La desorganización social es la causa básica de la conducta criminal básica.

2.3.2.3 TEORÍA DE LA DICOTOMÍA DE VALORES.- afirma que en estratos sociales de clases bajas, los valores crimi-
nales y de conformidad existen conjuntamente, hay una vigencia de valores duales, luego del hallazgo de dos resultados
importantes:

 De un grupo de 89 adultos que no habían cometido delitos siendo menores, el 51% cometió algún delito en su mayo-
ría de edad.
 De un grupo de 69 adultos que habían realizado actos antisociales en su minoría de edad, reincidió el 75%.

2.3.2.4 TEORÍA DEL CONFLICTO CULTURAL DE SELLIN.- donde se expone que dentro de una sociedad se producen
a veces conflictos étnicos en zonas contiguas o de migración, surgiendo de este choque cultural un incremento de la
criminalidad, pudiendo ser evitado mediante un proceso de aculturización, aceptación o absorción de los elementos cul-
turales que se transformen en elementos de la personalidad.

2.3.2.5 TEORÍA DE LA SUBCULTURA DELINCUENTE.- existen juicios de valores que son parte de un sistema de valo-
res más amplio.

A Génesis: la subcultura tiene estas características:

 Oposición a los valores de la clase media.


 Malignidad a las cosas virtuosas.
 Variedad de conductas desviadas.
 Tendencia a la satisfacción inmediata de deseos.
 Formas de diversión no provechosa entre otras.

B Clases de Subcultura:

 Subcultura Criminal donde el crimen está bien organizado y los criminales adultos son conocidos y respetados, es-
tando motivados los miembros de la comunidad hacia ganancias ilícitas como patrón de conducta.
 Subcultura conflictiva donde no hay organización criminal ni modelos legítimos, los jóvenes se integran en pandillas
caracterizadas por la violencia, manipulación y agresión.
 Subcultura de retraimiento cuando no existen oportunidades criminales ni conflictivas, los miembros de barrios ba-
jos, se pueden entregar al consumo de drogas, etc. adoptando una actitud de retirada.

C Subcultura de la Violencia: Sus autores plantean las siguientes proposiciones:

 Una subcultura de violencia no está constituida únicamente por rasgos de violencia, sino otros obstáculos de valores
compartidos con la cultura dominante.
 No es necesaria la manifestación de violencia en todas las circunstancias, sino en situaciones prescritas por el sis-
tema normativo.
 El número y tipo de situaciones en que los individuos recurren a la violencia puede tomarse como un índice del gra-
do en que han hecho suyos los valores vinculados a la violencia.
 La afinidad subcultural es compatible con la subsociedad, sin importar la edad.
 El individuo que no satisface los estándares de violencia termina siendo desterrado por el grupo.
42
 El desarrollo de actitudes y hábitos de violencia, implican un aprendizaje diferencial de asociación u identificación,
de acuerdo a ciertas variables diferenciales de la personalidad.
 Dentro de una subcultura la violencia no se considera ilícita, por ende no se tienen que confrontar sentimientos de
culpa. La violencia puede convertirse en el medio de zanjar problemas o salir de situaciones dificultosas.

2.3.2.6 DELINCUENCIA COMO FENÓMENO DE MASA.- viene a ser una explicación socio-psicológica de criminalidad.
Su autor señala los siguientes factores:

 Emancipación de la familia por frustraciones laborales originando la integración a otros grupos con otras pautas de
interacción, lo que ocasiona inseguridad y abandono.
 Inseguridad de estatus en la adolescencia con un conjunto de normas contradictorias a las que se somete la familia,
lo que dificulta su integración social.
 El conflicto cultural, al recurrir al grupo que crea su propia subcultura, por oposición al grupo mayoritario.
 El complejo de hombría en situaciones de inseguridad, para atraer la atención de los adultos.
 La situación de frustración puede desencadenar conductas agresivas.

2.3.2.7 LA PANDILLA COMO MEDIO DE ADIESTRAMIENTO DELICTIVO: estudios realizados desde hace más de
medio siglo afirman que tales pandillas prestaban seguridad y apoyo a sus miembros frente a la depresión y problemas
económicos sirviendo de reclutamiento y entrenamiento para formas delictivas mayores y una profesionalización de la
criminalidad adulta como medio de gratificación, vedadas en el grupo familiar.

2.3.2.8 TEORÍA DE LA ANOMIE: o falta de normas, es producto del desequilibrio entre los fines que propugna la socie-
dad como metas deseables para sus miembros y los medios para alcanzar dichos fines.

Existen cinco tipos de adaptación individual siendo la primera el comportamiento adaptado en su totalidad, mientras que
las cuatro restantes son diversas formas de respuesta desviada:

a) Conformismo, es la adaptación más común, en la que se acatan tanto las metas como los medios para conseguirlas.
b) Ritualismos, consiste en rebajar o abandonar las metas de éxito, pero sujetándose a los modos institucionalizados.
Esta forma tiene que ver poco con la desviación, salvo casos de neurosis compulsiva.
c) Rebelión, surge cuando se considera que la sociedad no permite la satisfacción de metas legítimas, negando la legi-
timidad de la estructura social y tratando de establecer una nueva.
d) Innovación, se recurre a medios ilegítimos parra alcanzar las metas impuestas, una forma de conducta innovadora
frecuente es el crimen.
e) Retraimiento, se rechazan tanto los fines como los medios aprobados, no obstante el sujeto internaliza las metas
culturales, los encuentra inaccesibles para su logro, cayendo en frustración, derrotismo asumiendo conductas de va-
gos, alcohólicos, drogadictos, hippies, psicóticos, etc.

2.4 RAÍCES PSICOLÓGICAS DEL DELITO


La psicología busca averiguar qué razones llevan a un sujeto a delinquir, aunque un análisis completo exige
también la intervención de otras disciplinas.

La conducta delictiva debe analizarse siempre en función de la personalidad y del contexto social donde está
inmersa, pues el individuo se adapta al mundo a través de sus conductas, y la significación e intencionalidad de las
mismas son un todo organizado hacia un fin, incluyendo también aquí la conducta delictiva. Esta es un síntoma, una
forma de organizar la experiencia, una defensa para no caer en la disgregación de la personalidad.

Mientras el hombre 'normal' consiguió reprimir sus tendencias criminales y dirigirlas en un sentido social, el cri-
minal fracasa en esa adaptación.

El delincuente es el emergente de un núcleo familiar enfermo, pues el ambiente familiar y sus interacciones tie-
nen gran influencia en la conducta delictiva, como por ejemplo las carencias afectivas, especialmente la materna. La
agresión suele ser una respuesta a la frustración.

Toda la variedad de aportes psicocriminológicos. Podemos comprenderlo en tres grupos o tendencias: una que
abarca las teorías sistemáticas explicativas; otra que incluye los factores psicológicos diversos con mayor o menor rela-
ción criminológica; y finalmente el enfoque de la psicopatología criminológica.

2.4.1 TEORIAS Y FACTORES PSICOCRIMINOLOGICOS

43
2.4.1.1 CARÁCTER, PERSONALIDAD Y DELITO
Se dice que el carácter es el sello personal de cada ser humano, según el cual se responde distintivamente ante cual-
quier estímulo en general.
Fritz Kunkel adoptó una tipología dinámica con posibilidades de cambio en los tipos caracterológicos (Enredadera, Astro,
Nerón y Ostra), los cuales se forman por la integración de las influencias ambientales y biológicas favorables o desfavo-
rables. De estos caracteres, se deduce que los tipos Nerón y Astro son los que correlacionarían con criminalidad.
Una tipología basada en la escuela franco-holandesa fue iniciada por el psicólogo G. HEYMANS y el psiquiatra E.
WIERSMA; ampliada luego por René LE SENNE en Francia, quien llegó a establecer ocho tipos caracterológicos, con-
siderando las combinaciones de tres propiedades fundamentales, polarizadas cada una en dos extremos: Emotividad, no
emotividad; actividad no actividad; primariedad y secundariedad. Tales tipos son:
1. Nervioso (emotivo-inactivo-primario)
2. Sentimental (emotivo-inactivo-secundario)
3. Colérico (emotivo-activo-primario)
4. Apasionado (emotivo-activo-secundario)
5. Sanguíneo (no emotivo-activo-primario)
6. Flemático (no emotivo-activo-secundario)
7. Amorfo (no emotivo-inactivo-primario)
8. Apático (no emotivo-inactivo-secundario)

De todos los dispositivos caracterológicos, el más criminógeno es el nervioso. Después viene el amorfo, el apático,
el colérico, etc. Sin decir que los flemáticos no cometan delitos bajo características peculiares.
Se puede ver según esta tipología lo siguiente:

El Nervioso (E no A P) dada su emotividad, siente de manera viva los estímulos por su sensibilidad hiperestésica; debi-
do a su inactividad, sus impulsos no se descargan por una acción continua, sino por reacciones agresivas; además por
ser primario, su reacción es inmediata sin meditar las consecuencias de sus actos.
El Amorfo (no E no A P) es más inclinado a dejarse llevar por las malas compañías, por faltarle aptitudes para resistir a
las sugestiones del grupo o líder.
El Apático (no E no A S) tiene fallas el la esfera moral y volitiva y a veces es mal dotado intelectualmente, por lo que
carecen de escolaridad adecuada. Estos rasgos posibilitan una mayor incidencia delictiva contra la propiedad o de ca-
rácter sexual.
El Colérico (E A P) de reacciones primitivas e inmediatas, dada su emotividad tiene predisposición a caer en un com-
portamiento delincuencial debido a su agresividad y combatividad.
El Sanguíneo (no E A P) propenso a la buena vida, al placer material sin meditar. Interviene poco en os delitos contra la
propiedad, pero sí en delitos sexuales o de violencia.
El Pasional (E A S), debido a sus rasgos caracterológicos predominantes, es de escasa incidencia en la criminalidad.
El Sentimental (E no A S) de menor incidencia criminal entre los adultos, aunque en la niñez y adolescencia tenga algún
grado mayor que el pasional.
El Flemático (no E A S) de mínima incidencia criminológica, lo que guarda relación con sus rasgos que propician una
reacción mediata antes de toda acción.

TIPOS CARACTEROLOGICOS Y CRIMINALIDAD

TIPOS ADULTOS DELINCUENTES MENORES ANTISOCIALES


NERVIOSOS 31.5 % 36.0 %
APATICOS 22.5 14.0
AMORFOS 16.0 25.0
COLERICOS 16.0 5.0
SANGUINEOS 12.0 15.0
PASIONALES 2.0 0
SENTIMENTALES 0 5.0
FLEMATICOS 0 0
100.0 100.0

2.4.1.2 ENFOQUE PSICOANALITICO DE LA DELINCUENCIA

44
El delito se explica a partir de un sentimiento de culpabilidad anterior al delito mismo (delincuentes por sentimiento de
culpa), de origen edípico y que viene de la intención de matar al padre y desear a la madre. Comparados con otros deli-
tos, el delito cometido es un alivio para el sujeto atormentado.

Además, todos los individuos traen desde el nacimiento tendencias e impulsos criminales y antisociales que posterior-
mente, por la educación, son reprimidos u orientados hacia otros fines para conseguir una adaptación social (sublima-
ción). Sin embargo, los impulsos criminales tienden a manifestarse si hay un debilitamiento de las instancias inhibitorias.

EL INSTINTO AGRESIVO

Freud postuló la teoría del doble instinto, en el cual se concibe al hombre como dotado de “una cantidad o quantum de
energía dirigida hacia la destructividad, en el más amplio sentido, y que debe inevitablemente expresarse de una u otra
forma” (Hill. 1966. Pág. 136). Si se obstruye su manifestación, este deseo sigue caminos indirectos, llegándose a la des-
trucción del propio individuo. Posteriormente se concibió como un aspecto de deseos que son biológicamente primitivos,
o sea, “los deseos o formas más primitivas de satisfacer deseos dados, son también más agresivos o destructivos” (Hill,
1966, p. 136). Durante el desarrollo disminuye el carácter primitivo, y por tanto agresivo, de los deseos, sustituyéndose
los comportamientos más primitivos que no brindan satisfacciones por otros más complejos para lograr disminuir la an-
gustia.

ORIGEN DE LA CULTURA Y LA AGRESIVIDAD


Según Roldán (1993) el mito fundamental propuesto por el psicoanálisis freudiano sobre los orígenes de la cultura, apar-
tándose de toda la tradición filosófica imperante en occidente, sería su inicio basado en la guerra o en una violencia
originaria; cultura y violencia son para el Psicoanálisis dos realidades que se implican mutuamente. El sentido de violen-
cia alude a una fuerza vital presente en el origen de la vida. En otros términos incumbe a la lucha por sobrevivir. De ahí
su conexión primordial con la cultura como algo referido también a cultivar.

Para explicar la imposible armonía entre ley y deseo o de su ambivalencia fundamental, Freud recurre almito del asesi-
nato del padre. Toda la familia humana debe su génesis a un crimen fundador. De acuerdo a esta concepción:

"En los comienzos de la sociedad humana, los individuos vivían en pequeñas hordas bajo la dominación de un hombre
todopoderoso, autocrático, que era el padre de todos. (...) Cuando el padre escogía uno de los hijos como su sucesor,
los otros hijos eran expulsados e la tribu y se organizaban para desafiar y matar al padre. Después de consumado el
patricio, los hijos comenzaban a luchar entre ellos por el poder. Al descubrir que la agresión fraternal era peligrosa, ellos
formaron el primer contrato social, que se basaba en la renuncia a la gratificación instintiva. (...) El amor fraternal fue
instituido para controlar la agresión entre los miembros de la misma sociedad, y la agresión era canalizada en alguna
forma declarando la guerra a otras sociedades, sirviendo así la guerra el propósito de mantener el grupo unido" (Barra,
1998, p.28-29)

SIGMUND FREUD

Las conductas delictivas se explican a partir de un sentimiento de culpabilidad anterior al delito mismo ('delincuentes por
sentimientos de culpabilidad'), sentimiento de origen edípico y que viene de la intención de matar al padre y desear a la
madre. Comparados con estos delitos, el delito cometido es un alivio para el sujeto atormentado.

Además, todos los individuos traen desde el nacimiento tendencias e impulsos criminales y antisociales que posterior-
mente, por la educación son reprimidos u orientados hacia otros fines para conseguir una adaptación social (sublima-
ción). Sin embargo, los impulsos criminales tienden a manifestarse si hay un debilitamiento de las instancias inhibitorias.

ALFRED ADLER

El delito tiene relación con la extinción o debilitamiento del sentimiento de comunidad, y también con un sentimiento de
superioridad, donde el delincuente cree que la víctima es inferior. Todo ello tiene su origen en la infancia, como por
ejemplo una inferioridad hace que el sujeto busque una compensación sintiéndose superior, a lo cual se suma un defi-
ciente sentimiento de comunidad.

Adler clasifica los niños difíciles en pasivos (perezosos, indolentes, etc.) y niños activos (hostiles, impacientes, anhelan-
tes de poder). Desde la infancia piensan que la vida es hostil, y buscan satisfacer sus demandas delinquiendo. La supe-
rioridad del delincuente proviene también de creerse que nunca será descubierto.

THEODOR REIK

45
El acto criminal es la expresión de una tensión mental, y debe satisfacer necesidades psicológicas, pero también incons-
cientemente el delincuente comete errores porque quiere cometerlos, como una auto traición, ya que tiene dos tenden-
cias opuestas: quiere ocultar su delito pero también quiere mostrarlo.

ALEXANDER Y STAUB

Todo hombre es innatamente un criminal, para estos autores. Hasta el periodo de latencia el hombre sano y el criminal
siguen el mismo desarrollo, con la diferencia que el sano, durante la latencia, logra reprimir las tendencias criminales,
dirigiéndolas en un sentido social para adaptarse.

Ambos autores clasifican a los criminales en dos grupos: los neuróticos, cuya etiología es psicológica y proviene de con-
flictos psíquicos similares a las neurosis, y los criminales normales, de etiología sociológica, educado en modelos crimi-
nales. También hay un tercer grupo que es el criminal de origen orgánico (etiología biológica).

Para el diagnóstico de criminalidad, debe considerarse la participación del yo conciente y del yo inconsciente en el he-
cho delictivo. Desde esta perspectiva, tendríamos dos tipos de acciones criminales: a) la criminalidad crónica, propia de
sujetos proclives a delinquir por la estructura de su aparato psíquico, y b) criminalidad accidental: acciones realizadas
por sujetos no criminales en situaciones extremas o especiales.

SANDOR FERENCZI

Este autor estudió criminales anarquistas famosos, y vio que en todos, el complejo de Edipo estaba aún en plena evolu-
ción, o sea, delinquían como venganza contra la tiranía de un progenitor opresor. El delincuente tiende a racionalizar, a
adjudicar su acción a causas externas, cuando en realidad las causas son internas, intrapsíquicas.
En los delincuentes genuinos predomina un yo instintivo (ello), en el delincuente neurótico encontramos debilitado el yo
real, y cuando la debilidad está en el yo social (superyó) encontramos un tercer tipo de delincuentes: el superyo puede
crear un sentimiento de culpabilidad que lo lleva a delinquir como medio para autocastigarse por sus incestuosas ten-
dencias infantiles.

KARL ABRAHAM

Los delincuentes estarína fijado en la etapa sádico-oral, individuos con rasagos agrresivos regidos por el principio del
placer, de donde predomina la envidia y la ambivalencia.

OTTO RANK

El delincuente es para Rank un individuo neurótico, una personalidad escindida con ideas opuestas, lo cual le crea un
sentimiento de culpa. El delincuente no puede identificarse positivamente ni tampoco permanecer solo y aislado, porque
esto le produce un sentimiento de inferioridad y culpa.

ANNA FREUD

La ausencia del padre es el factor determinante de ciertos comportamientos de la juventud de tendencia antisocial. Mu-
chos adolescentes delinquen luego de haber muerto el padre. Las personas tienden a repetir el amor y el odio, la rebel-
día y la sumisión que experimentaron en su niñez.

MELANIE KLEIN

Klein encontró que los niños que muestran tendencias asociales y criminales eran aquellos que más temían una ven-
ganza de sus padres como castigo por sus fantasías agresivas dirigidas hacia ellos. Para estos niños, el portarse mal
produce un castigo real el cual, por severa que sea, es un reaseguro en comparación con los ataques asesinos que es-
peran continuamente de sus padres crueles.

KATE FRIEDLANDER

Esta autora estudió la delincuencia juvenil, y clasifica las perturbaciones en tres grupos, según se deban a un desarrollo
caracterológico antisocial, a una enfermedad orgánica o a una psicosis.

JACQUES LACAN

46
Las tendencias agresivas de los criminales, siguiendo a Freud, son verdaderas fijaciones bajo la presión de tendencias
sociales. Es una fijación narcisista ya que el objeto escogido es el más parecido al sujeto mismo (delincuente).

2.4.1.3 PERSPECTIVA ETIOLÓGICA O EVOLUTIVA

Las teorías evolutivas de la agresividad consideran que la agresividad humana, como tantas otras conductas, tendría
sus bases en la filogenia. De esta manera, las situaciones de agresión que se dan en animales serían analógicas a aque-
llos que se presentan en humanos, siendo entonces la agresión un producto natural, consustancial al ser humano. De
esta manera, las situaciones de agresión que se dan en animales serían análogas a aquellas que se presentan en hu-
manos siendo entonces la agresión un producto natural, consustancial al ser humano. Según las palabras de Lorenz: "no
cabe ninguna duda, en opinión de cualquier hombre de ciencia con mente científica, de la agresión intraespecífica es, en
el Hombre, un impulso instintivo espontáneo en el mismo grado que en la mayoría de los demás vertebrados superiores"
(J.D. y Ebling, F.J, 1966, p.5).

La agresión, dentro de este enfoque, lo constituirían "la lucha intra o interespecífica e incluye, aparte de la lucha misma,
los desafíos, amenazas, actitudes de imposición, de apaciguamiento y de sumisión, posturas de defensa, ceremoniales
ritualizados de combate u otras manifestaciones activas o pasivas utilizadas en la lucha en sus sucedáneos" (Cermigna-
ni, 1991, p.25). No se consideraría agresión a la relación entre predador y presa.
Además de esta estricta clasificación, se ha acuñado el concepto de "conducta agonista", que denota todo comporta-
miento en situaciones de conflicto, incluyendo ataque, defensa y huida. Suele identificarse el aspecto afectivo de la con-
ducta agresiva con rabia y disgusto, sin embargo, muchas conductas agresivas no están motivadas por tales afectos.

Existe agresión motivada por incentivos, por ejemplo, si la conducta sirve a una finalidad diferente de la expresión de
ira, como el ladrón que agrede a un guardia sin necesariamente estar enojado con éste.

2.4.1.4 LA AGRESIÓN INTRAESPECÍFICA

La agresión intraespecífica se refiere a aquella que se da entre individuos de una misma especie. Existirían dos tipos
principales: la hiperestésica, "basada en exceso de impulso, y que en su forma más usual consiste en errores de identifi-
cación, tomando una cosa por otra parecida" (Fisher, J. 1966, p.14) y la taxógena, que se daría entre individuos muy
similares dentro de una misma especie que se produciría por la posesión de territorios, por la búsqueda de compañera
sexual o ante la falta de fuentes de alimentación; el resultado final de esta agresión sería llevar a la evolución de la es-
pecie, al permitir sobrevivir a los más fuertes.

Dentro de la forma taxógena de agresión intraespecífica, podemos encontrar la lucha ritual y abierta. La primera es un
encuentro con reglas estrictas y la segunda sería una lucha a muerte; el segundo caso es muy difícil de encontrar.

El comportamiento de los animales sería, esencialmente, un intento de evitar la lucha intraespecífica. La mayoría de las
"armas" que presentan los mamíferos serían instrumentos de agresión interespecífica (defensa o predación de animales
de especies distintas) y no intraespecífica. "Las armas son potencialmente tan peligrosas que el combate se ritualiza
convirtiéndose en despliegue, amenaza, sumisión o aplacamiento, de modo que los combates no suelen ser más que
pruebas de fuerza seguidas de separación y rápida retirada de
l más débil" (Fisher, 1966, p.36). La lucha abierta sólo se daría en situaciones de falta de recursos del medio o en ani-
males cautivos e incluso en estas condiciones el más débil podría escapar y salvar con vida. "Los animales despliegan
actitudes agresivas que pueden tener valor para la supervivencia, pero en condiciones naturales no luchan hasta la
muerte con miembros de su propia especia; el conflicto es ritualizado, de modo que se hace poco daño."(J.D. y Ebling,
F.J, 1966, p.6)

En la lucha ritual como en la abierta se produce un conflicto entre los intereses del individuo y los de la especie. Si bien
el individuo no quiere tener rivales y por eso ataca a sus congéneres, si esto se llevara al extremo no quedarían indivi-
duos dentro de la especia. La misma selección natural debe haber preservado formas de comportamiento no demasiado
dañinas: los animales que las poseían deben haberse extinguido. Existiría una inhibición muy grande en el vencedor
animal, que le impide matar a su víctima.

En definitiva, tal como dice Cermignani (1991) "la lucha lleva a la selección de los machos [o de las hembras] más cor-
pulentos y hábiles, mientras que la ritualización parcial o total de la misma tiende a reducir el gasto de energía y/o a
eliminar las posibilidades de muerte del vencido".

2.4.1.5 LA ETOLOGÍA Y EL COMPORTAMIENTO AGRESIVO EN EL HOMBRE

47
El hombre presentaría comportamientos de agresividad interespecífica: lucha por territorio, ante individuos semejantes
con ligeras diferencias, etc. La diferencia fundamental entre el hombre y los animales sería el grado de destructividad en
su agresión; el que en el hombre la lucha fatal sea más común podría estar asociada al uso de herramientas (ya que las
armas son muy peligrosas y matan rápidamente) o, incluso, el que no existieran los mecanismos de inhibición de la con-
ducta agresiva intraespecífica.

Según Rapaport(1992) la agresión es un impulso que es propio de la naturaleza del hombre, por lo que tendría caracte-
rísticas universales y estaría profundamente enraizado en la historia humana. Este planteamiento considera que existen
dos "pulsiones" opuestas en interacción permanente que serían la construcción-destrucción o síntesis-desintegración, las
cuales serían la base de todos los comportamientos agresivos. En este sentido, la conducta humana estaría influida por
el interjuego de ambos factores y que a poco irían tomando la forma de fuerzas dirigidas a la auto-preservación y desa-
rrollo o en fuerzas auto-destructivas, a través de formas y modos que podrían estar socialmente aceptados (competen-
cia, superación, logro) o formas desviadas o patológicas (sadismo, masoquismo, suicidio, violencia).

Desde este punto de vista, la agresión sería un impulso primario, que durante el proceso de la evolución sufre decisivos
momentos de neutralización, desagresivización como transformación y canalización que hacen que su energía sea ca-
nalizada hacia diversos objetivos.

2.4.1.6 FRUSTRACION, AGRESION Y DELITO

Los primeros estudios que plantearon esta correlación se efectuaron por DOLLARD y COL. “Frustration and Agresión”.
La frustración era entendida como una situación experimentada por una persona al producirse un bloqueo del logro de
los objetivos.

Peter HEINTZ postula el nivel de tolerancia individual relativo a la frustración, luego distingue 1) las frustraciones cuyas
consecuencias agresivas se dirigen hacia el agente frustrador, y 2) las frustraciones que provocan una agresividad tan
fuerte que las agresiones aparentemente no tienen ningún objetivo “racional”, es decir relacionado con la frustración.
Estudios posteriores indican que estímulos que han llegado a asociarse con la agresión o frustración, pueden facilitar la
agresión en situaciones frustrantes.

También se ha aclarado que no toda agresión es resultante de la frustración, sino que puede ser efecto del aprendizaje
en algunos casos. Asimismo esta claro que no siempre una frustración conlleva agresión necesariamente.

Especialmente en las agresiones más extremas, se han hecho estudios entre la tolerancia a la frustración y el compor-
tamiento criminal en homicidas, cuyo nivel de tolerancia daba lugar a una reacción más primitiva, de modo más abierto
y violento.

ELLIS y GULLO, aportan un punto de vista más integral en base a tres factores:
a) En función de las circunstancias frustrantes.
b) El contacto repetido del homicida con la persona a la que se considera frustrante.
c) La predeposición innata o adquirida de sentir a la frustración como algo intolerable, no soportable por mucho
tiempo.

2.4.1.7 TEORIA DE HANS EYSENCK (1964)

Postula que existen las dimensiones introversión-extraversión y estabilidad- inestabilidad sobre bases biológicas o gené-
ticas, y que conjuntamente con el condicionamiento determinan la personalidad comportamental, considera los estudios
de los gemelos univitelinos utilizando una variedad de estímulos en situaciones diversas, aclarando que el delito sería
absurdo sin un contexto de aprendizaje.

Las raíces de la dimensión emotividad están el sistema nervioso autónomo, con reacciones específicas en cada perso-
na. La extraversión e introversión tienen relación con el fenómeno de excitación-inhibición de las neuronas del cortex,
derivado de los estudios de Iván Pavlov.

La dimensión excitación-inhibición es de orden genotípico que en el proceso de condicionamiento va a dar el comporta-


miento de tipo extraversión-introversión. Sugiere además, que la formación reticular ascendente sea el lugar fisiológico
donde radica el soporte de tal dimensión.

Proceso similar se daría para la dimensión emotividad (estabilidad-neuroticismo) que conjuntamente con la anterior,
puede dar lugar a diversas combinaciones:
48
NEUROTICISMO

*Distímicos *Psicópatas

INTROVERSIÓN EXTRAVERSIÓN

ESTABILIDAD

En base a lo anterior plantea que los psicópatas se caracterizan por el predominio de las dimensiones extraversión-
emotividad extremas. La delincuencia se explica entonces tomando en cuenta las siguientes consideraciones deducidas
de todo lo anterior:

a) Es de esperar que los experimentos de condicionamiento revelen que los psicópatas y los extravertidos ma-
nifiesten menos condicionabilidad que los neuróticos y normales.
b) Las personas que cometen delitos serán generalmente más extravertidas que las personas que se abstie-
nen.
c) Los patrones de conducta relacionados con la introversión-extraversión y con la estabilidad-neuroticismo,
tienen base hereditaria.

2.4.1.8 TEORIA DEL CONDICIONAMIENTO OPERANTE (SKINNER)

Skinner hizo algunos trabajos experimentales sobre el comportamiento agresivo en animales, que generalizado al cam-
po humano con las limitaciones respectivas, sirven para explicar en parte la conducta criminal siguiendo el paradigma
de la conducta operante en función de los estímulos que controlan su tasa de ocurrencia. Ej.: Un teléfono público que se
“traga la moneda”, suscita en la persona ensayos como golpear la máquina, y si por alguna razón obtiene la llamada o la
moneda, la próxima vez que el teléfono le “engañe”, probablemente tratará de golpearlo.

J.D. KEEHN (1975) “El análisis experimental de la agresión aísla las condiciones ambientales de la agresión tanto espe-
cificada en un programa, como inducida por éste, y servirá para someter estas conductas al control social benigno”.
John REID “La modificación de conductas antisociales en niños pre delincuentes, es imposible, si antes no se ha reno-
vado la estructura social que produce, moldea, refuerza y mantiene dichas conductas (hogares, vecindario, salón de
clase).

Estableció un programa de modificación de conducta basado en:


a) Las conductas asociadas a la delincuencia son conductas sociales que se adquieren y mantienen, en gran
parte, mediante el proceso de reforzamiento social.
b) El lugar donde se inicia el desarrollo de las conductas sociales es el hogar.
c) El lugar donde se puede comenzar a prevenir la delincuencia está en el patrón de reforzamiento social que
se presenta en los hogares de niños pre delincuentes.

Emilio RIBES considera que la delincuencia está determinada por un doble juego de elementos ambiental-social:
El primero consiste en el Reforzamiento INTERMITENTE que recibe la conducta delictuosa, por lo que la proporción de
refuerzos respecto a no refuerzos es muy alto, lo que explicaría su mantenimiento prolongado.
En segundo lugar, la comunidad establece CONSECUENCIAS AVERSIVAS DEMORADAS sobre el comportamiento
delictuoso, que no llegan a tener eficacia y que provocan conductas de evitación.
En base a estos puntos de vista, considera que los AMBIENTES PROSTETICOS o instituciones donde se manejan con-
tingencias positivas para el desarrollo de conductas socializadas, tienen sus limitaciones, procedimiento que podría im-
plementarse en cárceles. Lo importante es lograr una generalización deseada a circunstancias distintas.

2.4.1.9 TEORIA DEL APRENDIZAJE SOCIAL (BANDURA)

Las personas no nacen con repertorios prefabricados de conducta agresiva, pueden adquirirlos ya sea por observación
de modelos agresivos o por la experiencia directa.
Este enfoque general está esquematizado en el siguiente gráfico:

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ORIGENES, INSTIGADORES, Y REFORZADORES DE LA AGRESION

ORIGEN DE LA AGRESION INSTIGADORES DE LA AGRESION REFORZADORES DE LA AGRESION


° Aprendizaje por Observación ° Influencia del Modelamiento ° Reforzamiento Externo
° Aprendizaje por Experiencia Directa ° Tratamiento Aversivo ° Reforzamiento Vicario
(Ejecución Reforzada) ° Móviles de Incentivo ° Auto reforzamiento
(Determinantes Estructurales) ° Control Instruccional
° Control Ilusorio o Simbólico

A ORIGEN DE LA AGRESION
Hay dos formas de aprendizaje: por observación de modelos y por experiencia directa.

Aprendizaje por Observación o Imitación: Las conductas son aprendidas deliberada o inadvertidamente a través de la
influencia del ejemplo. Al respecto plantea:
a) Un gradiente de contigüidad entre la conducta del modelo y la percepción del sujeto.
b) Sistemas de mediación, que se dan sobre dicho gradiente y que son: imaginativo y verbal.
c) Otros procesos comprometidos como:
- Procesos atencionales
- Procesos de retención adecuada
- Mecanismos de reproducción motora
- Procesos motivacionales
d) Fuentes principales:
- Las influencias familiares explícitas e implícitas
- Las influencias subculturales
- El Modelamiento simbólico de los medios de comunicación

Aprendizaje por Experiencia Directa: sería una variante del condicionamiento operante de Skinner. Las personas pue-
den adquirir, retener y poseer la capacidad para actuar agresivamente, pero tal aprendizaje rara vez se expresará si la
conducta no tiene valor funcional o si está sancionada negativamente. Si en el futuro llegan a presentarse los móviles
adecuados, los individuos pondrán en práctica lo que han aprendido.

B INSTIGADORES DE LA AGRESION

a) Influencia del Moldeamiento que puede darse a través de la función discriminatoria, deshinibitoria, activación
emocional, e intensificación del estímulo.
b) Tratamiento Aversivo físico, verbal, reducciones adversas del nivel de reforzamiento, u obstaculización de la
conducta dirigida a una meta.
c) Móviles e Incentivos esperados que motivan la conducta agresiva.
d) Control Instruccional cuando la agresión está indicada por orden de una autoridad.
e) Control Ilusorio o Simbólico en situaciones patológicas, donde el sujeto es empujado a la agresión por creencias
ilusorias.

C REFORZADORES DE LA AGRESION

a) Reforzamiento Externo Directo: La agresión está fuertemente influida por sus consecuencias directas como:
- Recompensas tangibles luego del comportamiento agresivo.
- Recompensas sociales y de status a consecuencia de la conducta agresiva.
- Mitigaciones del tratamiento agresivo, que puede lograrse mediante acciones agresivas o violentas.
- Expresiones del daño que manifiesta la víctima.
b) Reforzamiento Vicario: La gente observa el comportamiento de los demás y sus correspondientes recom-
pensas y castigos, lo que influye en su conducta.
c) El Autor reforzamiento: El ser humano puede regular en alguna medida sus propias conductas por las con-
secuencias producidas por ellos mismos.
d) Auto recompensa por la Agresión, en casos en que la persona valore su conducta agresiva en forma espe-
cial, como fuente de orgullo personal.
e) Autocastigo por agresión.
f) Neutralización de la Auto condenación por agresiones.

50
2.5 PSICOPATOLOGIA CRIMINAL

En los trastornos mentales, la OMS considera cuatro grandes grupos de problemas con sus códigos respectivos, y que
son:
 Psicosis Orgánicas (290 a 294)
 Otras Psicosis (295 a 299)
 Trastornos Neuróticos de la Personalidad y Otros Trastornos No Psicóticos (300 a 316)
 Retraso Mental (317 a 319)

Cada grupo de trastorno mental incluye varias categorías o géneros de alteraciones mentales que van precedidos de un
código de tres dígitos y que suman 30 categorías en el total de los cuatro grupos:

Psicosis Orgánicas:

290 Psicosis Orgánica Senil y Presenil


291 Psicosis Alcohólica
292 Psicosis debida a drogas
293 Psicosis Orgánicas Transitorias
294 Otras Psicosis Orgánicas (Crónicas)

Otras Psicosis:

295 Psicosis Esquizofrénicas


296 Psicosis Afectivas
297 Estados Paranoides
298 Otras Psicosis no Orgánicas
299 Psicosis Peculiares de la Niñez

Trastornos Neuróticos de la Personalidad y Otros Trastornos Mentales no Psicóticos:

300 Trastornos Neuróticos


301 Trastornos de la Personalidad
302 Desviaciones y Trastornos Sexuales
303 Síndrome de Dependencia del Alcohol
304 Dependencia de las Drogas
305 Abuso de Drogas sin Dependencia
306 Alteraciones de las Funciones Corporales Originadas por Factores Mentales
307 Síndromes Especiales no clasificados en otra parte
308 Reacción Aguda ante gran tensión
309 Reacción de Adaptación
310 Trastornos Mentales específicos no psicóticos consecutivos a lesión orgánica del encéfalo
311 Trastorno depresivo no clasificado en otra parte
312 Perturbación de la conducta no clasificada en otra parte
313 Perturbación de las emociones peculiares de la niñez y de la adolescencia
314 Síndrome Hipercinético de la niñez
315 Retardo Selectivo del Desarrollo
316 Factores Psíquicos asociados con enfermedades clasificadas en otra parte
Retraso Mental:
317 Retraso Mental Discreto
318 De otro grado especificado
319 Retraso Mental de grado no especificado

A su vez cada categoría se sub clasifica en Síndromes o Trastornos Mentales codificados con cuatro dígitos, que se
establecen agregando al código de la categoría respectiva, una cifra en el orden de los decimales.

2.5.1 PSICOSIS ESQUIZOFRENICAS Y DELITO


De todas las psicosis, la esquizofrenia tiene mayor relación directa e indirecta con el delito.
Esta categoría abarca una variada gama de síndromes mucho más específicos y son:

295 Psicosis Esquizofrénicas


51
295.0 Psicosis Esquizofrénica Simple
295.1 Psicosis Esquizofrénica Hebefrénica
295.2 Psicosis Esquizofrénica Catatónica
295.3 Psicosis Esquizofrénica Paranoide
295.4 Episodio Esquizofrénico Agudo
295.5 Esquizofrenia Latente
295.6 Esquizofrenia Residual
295.7 Tipo Esquizoafectivo
295.8 Otra
295.9 Sin Especificación

Las psicosis esquizofrénicas, se caracterizan por un desorden generalizado de la personalidad, una distorsión caracterís-
tica del pensamiento, y con frecuencia un sentimiento de estar controlado por fuerzas ajenas, ideas delirantes, alteracio-
nes de la percepción, afecto anormal sin relación con la situación real y autismo.

Inicialmente se presume un modo de ser irrespetuoso o dejadez cuando se decae en el rendimiento escolar u obligacio-
nes laborales. En estas circunstancias el esquizfrénico puede atentar contra los demás, considerándose perseguido co-
mo consecuencia de sus ideas delirantes o alteraciones de la percepción, predominando el impulso imperativo según un
esquema lógico, lo que puede confundir al magistrado en cuanto a conciencia y voluntad en el delito.

2.5.2 PSICOSIS AFECTIVAS Y DELITO


Es un tipo de trastorno que incluye diversas categorías específicas de psicosis que abarca las siguientes:

296.0 Psicosis Maniacodepresiva, tipo maniaco


296.1 Psicosis Maniacodepresiva, tipo depresivo
296.2 Psicosis Maniacodepresiva circular, fase maniaca
296.3 Psicosis Maniacodepresiva circular, fase depresiva
296.4 Psicosis Maniacodepresiva circular, mixta
296.5 Psicosis Maniacodepresiva circular, no especificada
296.6 Psicosis Maniacodepresiva de otro tipo no especificada
296.7 Otras
296.8 Sin Especificación
Este grupo de psicosis se caracteriza por una alteración grave del ánimo, compuesto bien por depresión o por alborozo y
excitación que puede acompañarse por: ideas delirantes, perplejidad, trastornos de la percepción y del comportamiento.
En los casos depresivos hay una fuerte tendencia al suicidio.

El tipo Maniaco presenta como síntoma un estado de alborozo o excitación desproporcionada con las circunstancias que
vive el paciente y que desde un estado hipomaniaco puede llegar hasta una excitación violenta casi incontrolable. En
estos casos son frecuentes la agresión, la ira y el espíritu querellante, sobre todo cuando no se complace al sujeto o se
impiden sus desmanes, pudiendo comprometer algunas formas de conducta criminal.
Es pues sobre todo en casos de hipomanía o manía “sub-aguda”, más aún si se hallan complicados con delirios de per-
secución que pueden manifestarse reacciones de peligrosa maldad, agresión física y actos obscenos.

La expresión más grave de la manía, criminológicamente tiene menor incidencia, porque la claridad del cuadro conduce
a su internamiento, aunque no podemos descartar que tenga alguna influencia en la conducta desviada.

2.5.3 ESTADOS PARANOIDES Y DELITO


Dentro de este grupo de psicosis existen también varios síndromes o categorías nosológicas especiales:

297 Estados Paranoides


297.0 Estado Paranoide Simple
297.1 Paranoia
297.2 Parafrenia
297.3 Psicosis Inducida
297.4 Otro
297.5 Sin Especificación

La A.P.A. señala que los estados paranoides son trastornos psicóticos en los cuales la anomalía esencial es un delirio
generalmente de persecución o de grandeza. De este delirio se derivan trastornos del estado de ánimo, la conducta y el
pensamiento.

52
La alteración psicótica en estos casos, centrada en el delirio persecutorio sobre todo, lleva a veces al enfermo a reac-
cionar con violencia homicida. Las diversas variedades de paranoia pueden dar lugar a actos criminales.

2.5.4 TRASTORNOS NEUROTICOS Y DELITO


Se trata en este caso de analizar el grado de relación entre los diversos síndromes neuróticos y algunas formas de cri-
minalidad.

Conforme a la clasificación que estamos manejando, este grupo incluye los siguientes cuadros:

300 Trastornos Neuróticos


300.0 Estados de Ansiedad
300.1 Histeria (formas: conversiva y disociativa)
300.2 Estado Fóbico
300.3 Trastornos Obsesivo-compulsivos
300.4 Depresión Neurótica
300.5 Neurastenia
300.6 Síndrome de Despersonalización
300.7 Hipocondría
300.8 Otros Trastornos Neuróticos
300.9 Sin Especificación

Según la OMS, la neurosis es un trastorno mental sin base orgánica demostrable, en el cual el paciente puede tener una
introspección considerable y una apreciación de la realidad no alterada ya que, en general, no confunde sus experien-
cias subjetivas mórbidas y fantasías con la realidad externa. Las manifestaciones principales son: ansiedad excesiva,
síntomas histéricos, síntomas obsesivo-compulsivos y depresivos.

Podemos deducir que las formas histéricas y en alguna medida la obsesivo compulsivas, tienen mayor incidencia crimi-
nógena, y que se podrían adecuar al grupo “conflictual acting – out” (de paso al acto) con algunas formas delictivas,
como las simulaciones de violencia sexual y de agresión, la instigación a delinquir, las estafas, calumnias, falsos testi-
monios, entre los más frecuentes.

2.5.5 TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD


Este grupo incluye a los patrones de “conducta, profundamente arraigados, que casi siempre se reconocen en la etapa
de la adolescencia o antes y continúan durante la mayor parte de la vida adulta, aunque con frecuencia se vuelven me-
nos obvios en la edad media o en la vejez. La personalidad es anormal ya sea en el equilibrio de sus componentes, su
calidad y expresión, o en el aspecto total. A causa de esta desviación el paciente sufre y hace sufrir a otros y hay un
efecto adverso sobre el individuo o la sociedad”.

Los diversos tipos de trastorno que incluye la OMS son las siguientes:

301 Trastornos de la Personalidad


301.0 Trastorno Paranoide de la Personalidad
301.1 Trastorno Afectivo de la Personalidad
301.2 Trastorno Esquizoide de la Personalidad
301.3 Trastorno Explosivo de la Personalidad
301.4 Trastorno Anancástico de la Personalidad
301.5 Trastorno Histérico de la Personalidad
301.6 Trastorno Asténico de la Personalidad
301.7 Trastorno de la Personalidad con predominio de manifestaciones Sociopáticas o Asociales
301.8 Otros Trastornos de la Personalidad
301.9 Sin Especificación

Las psicopatías, hoy llamadas trastornos disfuncionales o delincuenciales de la personalidad, que incluirían dentro de su
variedad a los que hacen sufrir a la sociedad por su anormalidad, corresponden al grupo que nos interesa particularmen-
te dada sus implicancias altamente criminológicas, y cuyas características esenciales son las siguientes:

VARIABLE TIPOLOGICA 1
“Satisfacción de Necesidades Distintas”
Uso particular de la libertad:
 Intolerancia a los impedimentos. Ve las normas como obstáculos.
 Creación de códigos propios.
53
 Sorteo de las normas.
 Falta de remordimiento o culpa.
 Intolerancia a las frustraciones, reacciones de descompensación.
 Defensa aloplástica: le echa la culpa a otros de lo que le sucedió a él.
 Repetición de patrones conductuales.
 Ritualismo.
 Automatismos.
 Impulsos.
 Sello psicopático personal en sus actuaciones.
 Necesidad de estímulos intensos.
 Asunción de conductas riesgosas.
 Tendencia al aburrimiento.
 Escasos proyectos a largo plazo.
 Podría usar drogas.
 Búsqueda de emociones intensas.
 Satisfacción sexual perversa.

VARIABLE TIPOLOGICA 2
"Cosificación de otras personas”.
Egocentrismo:
 Sobrevaloración.
 Falta de empatía.
 Tosco y hostil.
 Manipulación.
 Seducción. Captación perfecta de las necesidades de otros.
 Mentiras.
 Actuación.
 Coerción.
 Dominio de poder.
 Parasitismo.
 Logra las cosas por medio de astucia y pasividad.
 Relaciones utilitarias.
 Usa a las personas.
 Insensibilidad.
 Crueldad.
 Tolerancia a situaciones de tensión.

VARIABLE TIPOLOGICA 3.
“Acto psicopático grave”.
Tormenta psicopática:
 Homicidio brutal.
 Masacre.
 Violaciones en serie.
 Otros actos asociales graves.
 Perversiones sexuales.
 Concepto perturbado del sexo.

Se trata de alguien inteligente, sagaz, sigiloso, organizado, que nunca deja huellas y que ha permanecido en el misterio,
presenta toda una serie de rasgos que vistos en conjunto, constituyen su "personalidad o sello psicopático", donde se
incluyen las características específicas y típicas de su accionar, dado que dentro de la personalidad psicopática, necesita
que le acrediten los hechos.

El abandono de la niñez, el descuido en la educación de los hijos, la influencia de la TV violenta, la violencia familiar, la
agresión física, emocional y sexual de la niñez, que a diario vemos en la prensa –y en las calles (callejización de la con-
ducta)-, podrían ser el caldo de cultivo para el desarrollo de la personalidad psicopática, si concurren otras circunstan-
cias que desencadenan su conducta.

54
“Tratar de meterse en la mente de un psicópata es adentrarse en la atipicidad, tratar de interpretarlo (y menos juzgarlo)
desde la mente del común, con principios o códigos comunes, nos llevaría a error. Sólo podemos inferir, o incluso intuir,
su próximo paso. Muchas veces es el azar y no el raciocinio el que nos coloca en la pista correcta para su captura.
Cuando realiza de la misma manera los hechos semejantes (lo que se conoce vulgarmente como patrón o perfil) no es
que esté dejando huellas o signos para que lo atrapen, sino que el NECESITA hacerlo de esa manera”.
“La necesidad lo hace asumir riesgos atípicos, y ese es su punto flojo, ahí es donde hallamos el error. Las cartas o lla-
madas a la policía corresponde a OTRO ASPECTO, su tendencia lúdica, a jugar".
Dr Marietán de: "Personalidades Psicopáticas", publicado en la Revista Alcmeon N° 27, Año IX, Vol 7, N° 3, noviembre
1998. Asociación Argentina de Psiquiatras.

2.5.6 DESVIACIONES SEXUALES Y DELITO


Estos trastornos, si bien tienen un trasfondo bio-fisiológico, no dejan de ser condicionados por diversos factores psicoso-
ciales inadecuados, por ello es que en las clasificaciones psiquiátricas constituyen un capítulo importante:

302 Desviaciones y Trastornos Sexuales


302.0 Homosexualidad
302.1 Bestialidad
302.2 Pedofilia
302.3 Travestismo
302.4 Exhibicionismo
302.5 Transexualismo
302.6 Trastorno de la Identidad Sexual
302.7 Frigidez e Impotencia
302.8 Otras (Fetichismo, Masoquismo, Sadismo)
302.9 Sin Especificación

Las vinculaciones criminológicas se dan sólo con ciertas desviaciones, sobre todo la pedofilia, el exhibicionismo, así el
sadismo y masoquismo.

Los demás trastornos, si es que atentan contra las buenas costumbres tipificadas por las legislaciones penales, pueden
tener en algunos casos cierta incidencia criminológica, pero la desviación en si no constituye delito calificado por la ley
penal, salvo la pedofilia y el exhibicionismo ya indicados.

Generalmente en casos de violación de menores se castiga al pedófilo varón por pedofilia heterosexual u homosexual.
Pero no siempre un pedófilo actúa teniendo al menor como sujeto pasivo de relación sexual, sino que en casos puede
asumir un rol homosexual, o bien no efectuar prácticas sexuales ni homosexuales, sino circunscribirse a medidas mani-
pulatorias, fellatio, cunnilinguis u otras formas desviadas, y en estos casos la legislación penal peruana califica los actos
como contrarios al pudor (Art. 200 del C.P.).

La pedofilia constituye pues una de las desviaciones sexuales que penalmente recibe sanciones generalmente drásticas.

2.5.7 RETRASO MENTAL Y DELITO


La nomenclatura de la deficiencia intelectual no siempre ha sido la misma, existiendo criterios actuales que ya han
abandonado las denominaciones peyorativas o despectivas.
La OMS habla de retraso mental, caracterizada por la subnormalidad de la inteligencia, considerando las siguientes ca-
tegorías:

317 Retraso Mental Discreto


318 Retraso Mental de Otro Grado Especificado
318.0 Retraso Mental Moderado
318.1 Retraso Mental Grave
318.2 Retraso Mental Profundo
319 Retraso Mental de Grado No Especificado

Debemos señalar que las últimas clasificaciones de la deficiencia intelectual, han afinado las diversas subvariedades de
retraso mental, frente a la tripartición tradicional que se consideraba dentro del llamado cuadro oligofrénico, se aprecian
hoy 4 subniveles:

55
OLIGOFRENIA RETRASO MENTAL
(Clasificación antigua) (Clasificación vigente)
Debilidad Mental: CI 50-69 Retraso Mental Discreto: CI 50-70
Imbecilidad: CI 25-49 Retraso Mental Moderado: CI 35-49
Retraso Mental Grave: CI 20-34
Idiocia: CI Menor de 25 Retraso Mental Profundo: CI Menor de 20

De todo esto podemos decir, que no es aceptable hoy porcentajes altos de criminalidad en retrasados mentales. Actual-
mente el grado de incidencia sigue siendo mayor que en la población normal, pero menos espectacular y se explica por
una relación indirecta, ya que las deficiencias intelectuales constituyen situaciones desventajosas para el retrasado,
además que su capacidad de raciocinio y control emocional también es insuficiente. Otro hecho que se observa es que
este problema se agrava o acentúa por el retraso escolar concomitante, conformando un círculo vicioso: “Retraso Mental
+ Retraso <Escolar + Disociación Familiar”, constituye un conjunto de factores que predisponen en gran manera a la
delincuencia.

Según el tipo de delito algunos autores han encontrado mayor número de delincuentes deficientes mentales en los deli-
tos sexuales y violentos, respecto a los ladrones, y mucho menos que los estafadores.

2.6 TRASTORNOS DE CONDUCTA, SEGÚN EL DSM-5


La reciente publicación del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM -5, no ha venido
exenta de polémica. Diversos autores argumentan diferentes críticas en torno al aumento de diagnósticos psiquiá-
tricos, la menor exigencia para los criterios diagnósticos en las categorías antiguamente existentes (Echeburúa,
Salaberría y Cruz-Saez, 2014; Francés, sin fecha) o la supuesta relación entre los miembros de los grupos elabo-
radores del DSM-5 y la industria farmacéutica (Cosgrove y Krimsky, 2012).
Con todo, los DSM son la herramienta con la que los profesionales contamos a la hora de diagnosticar los diversos
trastornos mentales y es necesario conocer los cambios que en esta 5ª edición del Manual se han realizado en los
llamados genéricamente como “trastornos de conducta”.
Como ya se expuso en un artículo anterior, el DSM-IV-TR recogía todos los trastornos de conducta que podían
presentar los menores en el apartado de los trastornos de inicio en la infancia, niñez y adolescencia, y, dentro de
estos, en la categoría de trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador. Dentro de estos, est a-
blecía 4 diagnósticos posibles: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, Trastorno disocial, Trastorno
negativista desafiante y Trastorno de comportamiento perturbador no especificado.

En el DSM-5 se han cambiado varias cuestiones con respecto a su anterior versión:


1. Los tres trastornos que recogía el DSM-IV siguen existiendo, pero dependen de categorías distintas,
2. Se ha mantenido el nombre del Trastorno por déficit de atención con hiperactividad y del Trastorno negat i-
vista desafiante, pero ha cambiado el nombre del Trastorno disocial a Trastorno de la conducta.
3. Se ha modificado un trastorno que en el DSM-IV estaba recogido en los Trastornos del control de los im-
pulsos, el Trastorno explosivo intermitente, especificando mejor sus síntomas y condicionantes y precisan-
do que la edad mínima para su diagnóstico son los 6 años.
4. En general, no ha habido cambios en los criterios diagnósticos de los tres trastornos que se encontraban
en el DSM-IV, más allá de leves cambios en la redacción. Los cambios que sí se han presentado en el
DSM-5 con respecto a dichos trastornos se resumen a continuación:
o En el caso del TDAH, cambia la edad a partir de la cual se exige que estuvieran presentes algunos
síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos, que se retrasa de los 7 años (en el DSM-IV) a los 12
años (en el DSM-5).
o Los criterios diagnósticos del Trastorno negativista desafiante se presentan agrupados en tres catego-
rías (enfado/irritabilidad, discusiones/actitud desafiante, y vengativo), pero no se exige un número mí-
nimo de criterios de cada categoría, por lo que esta agrupación no afecta al di agnóstico. Además, apa-
rece una nota aclaratoria sobre la intensidad y la frecuencia en la que deben aparecer los síntomas
según la edad del menor, que resulta interesante.
o Por último, en relación al antiguo Trastorno disocial, ahora denominado Trastorno de la conducta, se
ofrece en el DSM-5 una diferenciación en función de si el trastorno se da con los siguientes especifi-
cadores: con emociones prosociales limitadas; falta de remordimientos o culpabilidad; insensible, c a-
rente de empatía; despreocupado por su rendimiento; o afecto superficial o deficiente.
A continuación, se detallas los criterios diagnósticos que establece el DSM -5 para los principales trastornos de
conducta que pueden afectar en la infancia:

2.6.1 TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

56
A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desa-
rrollo, que se caracteriza por (1) y/o (2):
Inatención: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un
grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y
académicas/laborales:
1. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a detalles o por descuido se cometen errores en las ta-
reas escolares, en el trabajo o durante otras actividades (p. ej., se pasan por alto o se pierden detalles, el
trabajo no se lleva a cabo con precisión).
2. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (p. ej.,
tiene dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o la lectura prolongada).
3. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (p. ej., parece tener la mente en otras
cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente).
4. Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes
laborales (p. ej., inicia tareas pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad).
5. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (p. ej., dificultad para gestionar tareas
secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en
el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos).
6. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo
mental sostenido (p. ej., tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos,
preparación de informes, completar formularios, revisar artículos largos).
7. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (p. ej., materiales escolares, lápices,
libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles del trabajo, gafas, móvil).
8. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos, pue-
de incluir pensamientos no relacionados).
9. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (p. ej., hacer las tareas, hacer las diligencias; en adole s-
centes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas).
Hiperactividad e impulsividad: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al m e-
nos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente a las act i-
vidades sociales y académicas/laborales:
1. Con frecuencia juguetea con o golpea las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
2. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (p. ej., se l evanta en
la clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, o en otras situaciones qu e requieren mantenerse en su lu-
gar).
3. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. (Nota: En adole scentes o
adultos, puede limitarse a estar inquieto.)
4. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en act ividades recreativas.
5. Con frecuencia está “ocupado,” actuando como si “lo impulsara un motor” (p. ej., es incapaz de e star o se
siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros
pueden pensar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos).
6. Con frecuencia habla excesivamente.
7. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (p. ej., termina
las frases de otros; no respeta el turno de conversación).
8. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (p. ej., mientras espera en una cola).
9. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (p. ej., se mete en las conversaciones, juegos o acti-
vidades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o r ecibir permiso; en adolescen-
tes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen otros).
B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12 años.
C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos (p. ej., en casa,
en la escuela o en el trabajo; con los amigos o parientes; en otras actividades).
D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral, o
reducen la calidad de los mismos.
E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico
y no se explican mejor por otro trastorno mental (p. ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, tras-
torno disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia de sustancias).
Por último, destacar que puede diagnosticarse el TDAH Presentación combinada, si se cumplen los criterios de
inatención e hiperactividad/impulsividad; TDAH Presentación predominante con falta de atención, si se cumplen
los criterios de inatención pero no los de hiperactividad/impulsividad; o TDAH Presentación predominante hiperac-
tiva/impulsiva, si se cumplen los criterios de hiperactividad/impulsividad, pero no los de inatención.

2.6.2 TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE

57
A. Un patrón de enfado/ irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos seis meses,
que se manifiesta por lo menos con cuatro síntomas de cualquiera de las categorías sig uientes y que se exhibe
durante la interacción por lo menos con un individuo que no sea un hermano.
Enfado/irritabilidad
1. A menudo pierde la calma.
2. A menudo está susceptible o se molesta con facilidad.
3. A menudo está enfadado y resentido.
Discusiones/actitud desafiante
4. Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y los adolescentes.
5. A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de autoridad o
normas.
6. A menudo molesta a los demás deliberadamente.
7. A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.
Vengativo
8. Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses.
B. Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras per sonas de su entorno
social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos, compañeros de trabajo) o tiene un impacto negativo en las
áreas social, educativa, profesional u otras importantes.
C. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico, un trastorno por
consumo de sustancias, un trastorno depresivo o uno bipolar. Además, no se cumplen los criterios de un trastorno
de desregulación perturbador del estado de ánimo.
Nota: Se debe considerar la persistencia y la frecuencia de estos comportamientos para distinguir los que se con-
sideren dentro de los límites normales, de los sintomáticos. En los niños de menos de cinco años el comport a-
miento debe aparecer casi todos los días durante un periodo de seis meses por lo men os, a menos que se observe
otra cosa (Criterio A8). En los niños de cinco años o más, el comportamiento debe aparecer por lo menos una vez
por semana durante al menos seis meses, a menos que se observe otra cosa (Criterio A8). Si bien estos criterios
de frecuencia se consideran el grado mínimo orientativo para definir los síntomas, también se deben tener en
cuenta otros factores, por ejemplo, si la frecuencia y la intensidad de los comportamientos rebasan los límites de
lo normal para el grado de desarrollo del individuo, su sexo y su cultura.

2.6.3 TRASTORNO EXPLOSIVO INTERMITENTE


A. Arrebatos recurrentes en el comportamiento que reflejan una falta de control de los impulsos de agresividad,
manifestada por una de las siguientes:
1. Agresión verbal (p. ej., berrinches, diatribas, disputas verbales o peleas) o agresión física contra la
propiedad, los animales u otros individuos, en promedio dos veces por semana, durante un periodo de tres
meses. La agresión física no provoca daños ni destrucción de la propiedad, ni provoca lesiones físicas a
los animales ni a otros individuos.
2. Tres arrebatos en el comportamiento que provoquen daños o destrucción de la propiedad o agr e-
sión física con lesiones a animales u otros individuos, sucedidas en los últimos doce meses.
B. La magnitud de la agresividad expresada durante los arrebatos recurrentes es bastante desproporcionada con
respecto a la provocación o cualquier factor estresante psicosocial desencadenante.
C. Los arrebatos agresivos recurrentes no son premeditados (es dec ir, son impulsivos o provocados por la ira) ni
persiguen ningún objetivo tangible (p. ej., dinero, poder, intimidación).
D. Los arrebatos agresivos recurrentes provocan un marcado malestar en el individuo, alteran su rendimiento la-
boral o sus relaciones interpersonales, tienen consecuencias económicas o legales.
E. El individuo tiene una edad cronológica de seis años por lo menos (o un grado de desarrollo equivalente).
F. Los arrebatos agresivos recurrentes no se explican mejor por otro trastorno mental (p. ej., trastorno depresivo
mayor, trastorno bipolar, trastorno de desregulación perturbador del estado de ánimo, trastorno psicótico, trastorno
de la personalidad antisocial, trastorno de personalidad límite), ni se pueden atribuir a otra afección médica (p . ej.,
traumatismo craneoencefálico, enfermedad de Alzheimer) ni a los efectos fisiológicos de alguna sustancia (p. ej.,
drogadicción, medicación). En los niños de edades comprendidas entre 6 y 18 años, a un comportamiento agres i-
vo que forme parte de un trastorno de adaptación no se le debe asignar este diagnóstico.
Nota: Este diagnóstico se puede establecer además del diagnóstico de trastorno de déficit de atención con hiper-
actividad, trastornos de conducta, trastorno negativista desafiante o trastorno del espectro del autismo, cuando los
arrebatos agresivos impulsivos recurrentes superen a los que habitualmente se observan en estos trastornos y
requieran atención clínica independiente.

2.6.4 TRASTORNO DE LA CONDUCTA


A. Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los derechos básicos de otros,
las normas o reglas sociales propias de la edad, lo que se manifiesta por la presencia en los doce últimos meses

58
de por lo menos tres de los quince criterios siguientes en cualquier d e las categorías siguientes, existiendo por lo
menos uno en los últimos seis meses:
Agresión a personas y animales (criterios 1-7), destrucción de la propiedad (criterios 8 y 9), engaño o robo
(criterios 10-12) y incumplimiento grave de normas (criterios 13-15):
1. A menudo acosa, amenaza o intimada a otros.
2. A menudo inicia peleas.
3. Ha usado un arma que puede provocar serios daños a terceros (p. ej., un bastón, un ladrillo, una botella
rota, un cuchillo, un arma).
4. Ha ejercido la crueldad física contra personas.
5. Ha ejercido la crueldad física contra animales.
6. Ha robado enfrentándose a una víctima (p. ej., atraco, robo de un monedero, extorsión, atraco a mano
armada).
7. Ha violado sexualmente a alguien.
8. Ha prendido fuego deliberadamente con la intención de provocar daños graves.
9. Ha destruido deliberadamente la propiedad de alguien (pero no por medio del fuego).
10. Ha invadido la casa, edificio o automóvil de alguien.
11. A menudo miente para obtener objetos o favores, o para evitar obligaciones (p. ej. “engaña” a otros).
12. Ha robado objetos de valor no triviales sin enfrentarse a la víctima (p. ej., hurto en una tienda sin violencia
ni invasión; falsificación).
13. A menudo sale por la noche a pesar de la prohibición de sus padres, empezando antes de los 13 años.
14. Ha pasado una noche fuera de casa sin permiso mientras vivía con sus padres o en un hogar de acogida,
por lo menos dos veces o una vez sí estuvo ausente durante un tiempo prolongado.
15. A menudo falta en la escuela, empezando antes de los 13 años.
B. El trastorno del comportamiento provoca un malestar clínicamente significativo en las áreas social, académica
o laboral.
C. Si la edad del individuo es de 18 años o más, no se cumplen los criterios de trastorno de la personalidad anti-
social.
Especificar si:
312.81 (F91.1) Tipo de inicio infantil: Los individuos muestran por lo menos un síntoma característico del tras-
torno de conducta antes de cumplir los 10 años.
312.82 (F91.2) Tipo de inicio adolescente: Los individuos no muestran ningún síntoma característico del tras-
torno de conducta antes de cumplir los 10 años.
312.89 (F91.9) Tipo de inicio no especificado: Se cumplen los criterios del trastorno de conducta, pero no existe
suficiente información disponible para determinar si la aparición del primer síntoma fue anterior a los 10 años de
edad.

Especificar si:
Con emociones pro sociales limitadas: Para poder asignar este especificador, el individuo ha de haber presen-
tado por lo menos dos de las siguientes características de forma persistente durante doce meses por lo menos, en
diversas relaciones y situaciones. Estas características reflejan el patrón típico de relaciones interpersonales y
emocionales del individuo durante ese período, no solamente episodios ocasionales en algunas situaciones. Por lo
tanto, para evaluar los criterios de un especificador concreto, se necesitan varias fuentes de información. Además
de la comunicación del propio individuo, es necesario considerar lo que dicen otros que lo hayan conocido durante
periodos prolongados de tiempo (p. ej., padres, profesores, compañeros de trabajo, familiares, amigos).
Falta de remordimientos o culpabilidad: No se siente mal ni culpable cuando hace algo malo (no cuentan los
remordimientos que expresa solamente cuando le sorprenden o ante un castigo). El individuo muestra una falta
general de preocupación sobre las consecuencias negativas de sus acciones. Por ejemplo, el individuo no siente
remordimientos después de hacer daño a alguien ni se preocupa por las consecuencias de transgredir las reglas.
Insensible, carente de empatía: No tiene en cuenta ni le preocupan los sentimientos de los demás. Este indiv i-
duo se describe como frío e indiferente. La persona parece más preocupada por los efectos de sus actos sobre sí
mismo que sobre los demás, incluso cuando provocan daños apreci ables a terceros.
Despreocupado por su rendimiento: No muestra preocupación respecto a un rendimiento deficitario o problem á-
tico en la escuela, en el trabajo o en otras actividades importantes. El individuo no realiza el esfuerzo necesario
para alcanzar un buen rendimiento, incluso cuando las expectativas son claras, y suele culpar a los demás de su
rendimiento deficitario.
Afecto superficial o deficiente: No expresa sentimientos ni muestra emociones con los demás, salvo de una
forma que parece poco sentida, poco sincera o superficial (p. ej., con acciones que contradicen la emoción expr e-
sada; puede “conectar” o “desconectar” las emociones rápidamente) o cuando recurre a expresiones emocionales
para obtener beneficios (p. ej., expresa emociones para manipular o intimidar a otros).

59
Bibliografía:
Echeburúa, E., Salaberría, K. y Cruz-Saez, M. (2014). Aportaciones y limitaciones del DSM-5 desde la Psicología
Clínica. Terapia psicológica, vol. 32, nº1, 65-74.
Francés, A. (sin fecha). Abriendo la caja de Pandola. Las 19 peores sugerencias del DSM-V (Críticas al DSM-V,
publicadas por el autor del DSM-IV).
Cosgrove, L. y Krimsky, S. (2012). A Comparison of DSM-IV and DSM-5 Panel Members’ Financial Associations
with Industry: A Pernicious Problem Persists. PLoS Medicine.
APA (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5. Washington: APA.

CLASIFICACIÓN DE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS


Para Wilson (1980), la agresión constituye una mezcla de muy diferentes patrones de conducta que están al servicio de
distintas funciones, por ello establece la siguiente clasificación:

a) Agresión territorial Para defender el territorio


b) Agresión por dominancia Para establecer niveles de poder, una jerarquía de prioridades y beneficios.
c) Agresión sexual Para establecer contacto sexual
d) Agresión parental disciplinaria Para enseñar conductas y establecer límites a los menores por los progenitores
e) Agresión protectora maternal Para defender al recién nacido
f) Agresión moralista Formas avanzadas de altruismo recíproco pueden dar lugar a situaciones de sutil hostilidad o
abierto fanatismo
g) Agresión predatoria Para obtener objetos
h) Agresión irritativa Inducida por el dolor o por estímulos psicológicamente aversivos

OTRA CLASIFICACIÓN
1º Agresión hostil (hostilidad)

Agresión hostil es emocional y generalmente impulsiva. Es un comportamiento que visa causar daños al otro, indepen-
dientemente de cualquier ventaja que se pueda obtener. Agresión hostil cuando, por ejemplo, un elemento que conduce
un vehículo colide a propósito en la trasera del automóvil que lo ultrapasó. Este comportamiento sólo trajo desventajas
para el propio: tiene que pagar los daños de su coche, del coche del otro conductor, pudiendo aún venir a tener proble-
mas con la justicia. El término rabia puede designar ese sentimiento en oposición a la agresión premeditada.

2º.Agresión instrumental

Es aquella en que es planeada visa un objeto, que tiene por fin conseguir algo independientemente del daño que pueda
causar. Es, frecuentemente, no impulsiva. Como ejemplo de agresión instrumental: el asalto a un banco; puede ocurrir
en el decurso de la acción una agresión, pero no es ese el objetivo. Su fin es conseguir el dinero, la agresión que pueda
surgir es un subproducto de la acción.

3º.Agresión directa

El comportamiento agresivo se dirige a la persona o al objeto que justifica la agresión. En la agresión sexual el objeto
anhelado se confunde con el motivo de la agresión en la categoría arriba descrita. Los motivos fútiles se oponen a la
defensa de la vida como criterio de gravedad del acto agresivo.

4º.Agresión desplazada

El sujeto dirige la agresión a un blanco que no es responsable por la causa que le dio origen. En animales también se
observa ese mecanismo de control de los impulsos agresivos.

5º.Auto-agresión

El sujeto desplaza la agresión para sí mismo. Ex: Suicidio, auto mutilación.

6º.Agresión abierta

Este tipo de agresión, que se puede manifestar por la violencia física o psicológica, es explicita, es decir, se concretiza,
por ejemplo, en espancamentos, ataques a la auto-estima, humillaciones.

7º.Agresión disimulada
60
Este tipo de agresión recurre a medios no abiertos para agredir. El sarcasmo y el cinismo son formas de agresión que
visan provocar el otro, lo hieres en su auto-estima, generando ansiedad. La teoría psicoanalítica tiene como explicación
de esta forma de agresión la motivación inconsciente.

8º.Agresión inhibida

Como el propio nombre indica, el sujeto no manifiesta agresión para con el otro, pero se dirige a uno mismo. El senti-
miento de rencor es un ejemplo de esta forma de expresión de la agresión. Algunas teorías psicológicas tienen la agre-
sión inhibida como causa de diversas enfermedades psicosomáticas.
El grado más severo del rencor puede ser designado por odio, pero aún no existe un consenso para esa terminología

TERCERA UNIDAD
ASPECTOS APLICATIVOS Y TEÓRICO PREVENTIVOS

3.1 DEFINICIÓN DE PERICIA

Pericia (del latín peritĭa) es la habilidad, sabiduría y experiencia en una determinada materia. Como decimos, este tér-
mino procede del latín y más concretamente de un vocablo que se encuentra conformado por dos partes claramente
identificadas: la palabra periens, que puede traducirse como “probado”, y el sufijo –ia, que es indicativo de cualidad.

Actividad procesal, desarrollada en virtual de encargo oficial, por personas distintas de las partes del proceso, inicialmen-
te calificadas por sus conocimientos técnicos, testigos o científicos, mediante la cual se suministra argumentos o razo-
nes para la formación de su convencimiento respecto de ciertos hechos (D. ECHANDIA, Hernando)

Quien cuenta con pericia recibe el nombre de perito: se trata de un especialista que suele ser consultado para la resolu-
ción de hechos de naturaleza compleja.

Una pericia puede ser un estudio que desarrolla un perito sobre un asunto encomendado por un juez, un tribunal u otra
autoridad, que incluye la presentación de un informe (el informe pericial o dictamen pericial). Este informe puede con-
vertirse en una prueba pericial y contribuir al dictado de una sentencia.

3.1.1 PERICIA PSICOLÓGICA

Un peritaje psicológico es una evaluación psicológica forense, que servirá como medio de prueba para acreditar o des-
virtuar un fenómeno jurídico en el que, en la mayoría de los casos, está involucrado directa o indirectamente el evalua-
do.

Es una evaluación que posee validez y confiabilidad científica y tiene como objeto el análisis del comportamiento hu-
mano en el entorno de las leyes imperantes en el mundo.

En criminalística es requerida para establecer la condición psíquica de los implicados en delito (sospechosos, inculpa-
dos, víctimas o testigos).

En lo forense, es solicitada por el juez o abogado de parte para establecer responsabilidad penal o indicar el grado de
capacidad psíquica para el libre ejercicio de los derechos civiles o laborales.

3.1.2 IMPORTANCIA

Los problemas humanos están enmarcados dentro del complejo campo de la conducta social que conlleva a conductas
delictivas, lo que hace imprescindible el trabajo del psicólogo forense para dilucidar sus móviles y contribuir a la admi-
nistración de justicia proponiendo técnicas de profilaxis y readaptación, internamiento del imputable con tratamiento
especializado o, en procesos de menores, la imposición de custodia o anticipado licenciamiento de penado.

En el derecho civil se resuelven cuestiones relativas al momento (capacidad civil), como a cuestiones futuras (adopción,
divorcio por problemas psíquicos, etc.) comprobación de zafio psíquico, no solo del autor del delito sino de la victima.
61
3.1.3 CUALIDADES (Tomar en cuenta para su redacción):

• Claridad, evitando palabras técnicas innecesarias que obscurezcan el documento


• Escueto y preciso, sin redundancia
• Datos fidedignos obtenidos directamente del examinado e informantes
• Accesible a los interesados (forense y policía)
• Objetividad, evitando prejuicios de corrientes y escuelas
• Honestidad y elevado sentido ético

3.1.4 ASPECTOS LEGALES. EL PROCESO CIVIL.

Es el desarrollo de un conjunto de actos ordenados, que se inician con la demanda, destinados a que las partes tengan
la oportunidad de hacer valer sus derechos, de acuerdo a los medios probatorios ofrecidos, actuados y valorados con-
forme a Ley, de tal manera que se esclarezcan los hechos alegados por las partes y el Juez pueda emitir un pronuncia-
miento imparcial.
Los Sujetos del proceso civil:
• Las partes (con el auxilio de sus abogados)
• El Juez (con la intervención de los auxiliares de justicia).
• Eventualmente podrán intervenir los órganos de auxilio judicial (el perito, el depositario, el interventor, el martillero
público, el curador procesal, la policía y los otros órganos que determine la ley por ejemplo, el traductor, etc.)

Etapas del proceso civil:


• Etapa postulatoria.
• Etapa Probatoria.
• Etapa decisoria.
• Etapa impugnatoria.
• Etapa ejecutoria.
¿En cuál de ellas se da la actividad pericial?

Los medios probatorios


Los medios de prueba tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes y producir certeza en el
Juez respecto de los puntos controvertidos, para que éste pueda fundamentar su decisión final (sentencia). Se distin-
guen las siguientes fases:

1. Ofrecimiento: demanda y contestación de demanda.


2. Admisión: Se evalúa su pertinencia, licitud y conducencia.
3. Actuación: Corresponde a la etapa probatoria.
4. Valoración: Al motivar la sentencia.

La actividad probatoria
• Se desarrolla al interior del proceso, de acuerdo a principios, reglas y procedimientos legales formales.
• Carga de la prueba: quien alega un hecho debe probarlo.
• En el proceso penal la carga de la prueba es del Ministerio Público, por efecto de la presunción de inocencia.

Clases de medios probatorios


TIPICOS: previstos y regulados en el CPC:
a) La declaración de parte;
b) la declaración de testigos;
c) los documentos;
d) la pericia;
e) la inspección judicial.

ATIPICOS: auxilios técnicos o científicos que permitan lograr la finalidad de los medios probatorios. Se actúan y apre-
cian por analogía con los medios típicos y de acuerdo a lo que el Juez disponga.

Doble función de la pericia.


a) verificación de hechos que precisan de conocimientos especializados.
b) ilustración del magistrado, con criterios especializados, que le sirvan para formar su convencimiento respecto a la
realidad.
62
• No es una declaración de verdad incontrovertible, sino una opinión ilustrativa que no vincula al Juez. Se suele decir
que el Juez es “perito de peritos”.

Importancia de la pericia como medio probatorio


La importancia de la Pericia como medio probatorio es que el perito como órgano de auxilio judicial pone sus conoci-
mientos a favor del proceso, ya que la finalidad es que mediante las pruebas las partes que acuden al Poder Judicial
vean logradas sus expectativas, llegando a la verdad material.

Prueba pericial vs. Prueba documental


Pericial Documental
Realizada por el experto al exclusivo fin del proceso Elemento material acercado al proceso
Se circunscribe a los hechos aportados en autos Origen ajeno al juicio

Prueba pericial vs. Prueba informativa


Pericial Informativa
Realizada por el experto al fin exclusivo del proceso Recopilación de datos y/o elementos documentales en
poder de terceros
Se circunscribe a los hechos aportados en autos Origen ajeno al juicio

Prueba pericial vs. Prueba testimonial

Perito Testigo
Utiliza deducciones y/o juicios técnicos o científicos Narra lo que percibió sensorialmente
El dictamen es conceptual y deductivo El testimonio es reconstructivo y representativo
Puede dictaminar sobre hechos futuros No puede dictaminar sobre hechos futuros
Tiene un deber procesal y deontológico Es un deber cívico
Es nombrado por el juez y debe aceptar cargo Su condición nace con el acontecimiento que percibió
Es remunerado No es remunerado
Actúa en virtud de un encargo de un funcionario judicial Puede presentarse espontáneamente

LA PERICIA SEGÚN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL.


• Es un medio probatorio típico (CPC, art. 192° inc. 4).
• Es tal su importancia que es el medio probatorio que debe actuarse en primer lugar en la audiencia de pruebas (CPC,
art. 208°).
• Los peritos pueden ser confrontados con los testigos, con las partes y entre ellos mismos (CPC, art. 209°).

GARANTÍAS DE LA PRUEBA PERICIAL


1.- Número. Como regla general la ley ordena que se nombren dos peritos, a fin de que sean dos pareceres y puedan
aportar mayores conocimientos en el examen a practicar.
2.- Competencia.
- La Ley pide que se nombren profesionales y especialistas; sólo si no lo hubiere, el
Juez designará a persona personas de reconocida "honorabilidad y competencia en la materia".
3.- La Imparcialidad.- Se pone en realce con el juramento prestado al Juez y la posibilidad de la interposición de cues-
tiones probatorias.
4.- Comunicación a las partes.- Como en toda diligencia judicial, la designación de peritos debe ser comunicada a quie-
nes intervienen en el proceso.
5.- Nombramiento.- Como norma general, el nombramiento de peritos corresponde al juez y/o a sistemas no direcciona-
dos, para garantizar la imparcialidad y rectitud.

CONDICIONES DE LA VALIDEZ DE LA PERICIA:


1. Que haya sido decretada conforme a ley.
2. Capacidad física, jurídica del perito.
3. Competencia del perito.
4. Aceptación del cargo, por escrito, con juramento o promesa de actuar con veracidad. De no hacerlo, se entiende
rehusado el nombramiento.
63
5. Que el perito no se encuentre incurso en ninguna causal de recusación o impedimento. (Tacha).
6. Que la pericia se realice sin violencia, intimidación, dolo o soborno.
7. Que sea practicada personalmente
8. Que sea practicada sin violar la ley (prueba prohibida).
9. Que el dictamen sea presentado oportunamente (cuando menos 8 días antes de la audiencia de pruebas) con la debi-
da fundamentación.
10. Que las conclusiones sean claras, consistentes y congruentes.
11. Ratificación del perito.
12. Que haya sido objeto de contradicción por las partes. Observaciones, pericia de parte.
13. Que no se haya demostrado alguna observación.
14. Que no existan pruebas idóneas que lo desvirtúen. (Apreciación conjunta y razonada de los medios probatorios).

EL PERITO ANTE EL PROCESO.


• El perito es órgano de auxilio judicial (art. 55 del CPC).
• Sus deberes y responsabilidades se rigen por lo dispuesto en la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) y en las nor-
mas respectivas (art. 56 del CPC).

NORMAS QUE RIGEN LA ACTIVIDAD DE LOS PERITOS.


• La Constitución Política del Estado.
• La ley Orgánica del Poder Judicial.
• Los Códigos Procesales y Leyes complementarias, en especial el Código Procesal Civil.
• Las normas sustantivas que establecen reglas, límites y sanciones a la actividad pericial.
• Normas administrativas.

NORMAS ADMINISTRATIVAS QUE RIGEN LA ACTIVIDAD DEL PERITO JUDICIAL.


• R.A del Titular del Pliego Nº 351-98-SE-TP-CME-PJ Aprueban Reglamento de Peritos Judiciales
• R.A Nº 011-SE-TP-CME-PJ Aprobó el Manual de Procedimientos del Registro de Peritos Judiciales (REPEJ)
• R.A Nº 219-2007-GG-PJ Aprueba la Directiva Nº 03-2007-GG-PJ “Procedimiento para el pago de Peritajes Extraordi-
narios en Procesos Penales”
• Otras.

CONCURRENCIA DE LOS PERITOS A LA INSPECCIÓN JUDICIAL.


• Los peritos concurrirán a la inspección judicial cuando haya relación entre uno y otro medio probatorio, según disponga
el Juez, de oficio o a petición de parte (C.P.C., art. 267).

Ofrecimiento de la prueba pericial


• Al ofrecer la pericia se indicarán con claridad y precisión, los puntos sobre los cuales versará el dictamen, la profesión
u oficio de quien debe practicarlo y el hecho controvertido que se pretende esclarecer con el resultado de la pericia. Los
peritos son designados por el Juez en el número que considere necesario (art. 263).

Dictamen pericial de parte


• Las partes pueden, en el mismo plazo que los peritos nombrados por el Juez, presentar informe pericial sobre los mis-
mos puntos que trata el artículo 263, siempre que lo hayan ofrecido en la oportunidad debida (CPC, art. 264).

Aceptación del cargo


• Dentro de tercer día de nombrado, el perito acepta el cargo mediante escrito hecho bajo juramento o promesa de ac-
tuar con veracidad. Si no lo hace, se tendrá por rehusado el nombramiento y se procederá a nombrar otro perito (CPC,
Artículo 269).

Actuación
• Si los peritos están de acuerdo, emiten un solo dictamen. Si hay desacuerdo emiten dictámenes separados. Los dictá-
menes serán motivados y acompañados de los anexos que sean pertinentes. Los dictámenes son presentados cuando
menos ocho días antes de la audiencia de pruebas.
• El dictamen pericial será explicado en la audiencia de pruebas. Por excepción, cuando la complejidad del caso lo justi-
fique, será fundamentado en audiencia especial (art. 265).

Observaciones
• Los dictámenes periciales pueden ser observados en la audiencia de pruebas. Las observaciones y las correspondien-
tes opiniones de los peritos se harán constar en el acta.

64
• Las partes podrán fundamentar o ampliar los motivos de sus observaciones, mediante escrito que debe presentarse en
un plazo de tres días de realizada la audiencia. Excepcionalmente el juez puede conceder un plazo complementario
(CPC, art. 266).

Diferentes momentos en que puede intervenir el perito judicial:


• En el momento probatorio (etapa probatoria) del proceso, con anterioridad a la emisión de la sentencia.
• En el momento de la ejecución de la sentencia, para ilustrar la forma como el Juzgado llevará a cabo lo ya sentencia-
do.

Fases en la intervención de los peritos.

DESIGNACIÓN

JURAMENTACIÓN FIJACIÓN DE HONO- CONSIGNACIÓN DE


DEL CARGO 32 RARIOS HONORARIOS
PROPUESTA DE
HONORARIOS

Trámite de la pericia en la etapa probatoria:

PRESENTACION DEL
DICTAMEN POR
PARTE DE LOS
PERITOS.

JUEZ REVISA EL CITACION A AUDIEN- A LAS PARTES Y A


DICTAMEN Y CORRE CIA DE PRUEBAS LOS PERITOS
TRASLADO A LAS
PARTES.

El perito en la audiencia de pruebas del proceso civil.

AUDIENCIA DE
PRUEBAS

RATIFICACION DEL FORMULACION DE ABSOLUCION DE


DICTAMEN OBSERVACIONES OBSERVACIONES

Ampliación escrita de las observaciones y su absolución escrita por los peritos.

AMPLIACION ES-
CRITA DE LAS
OBSERVACIONES

TRASLADO A LOS ABSOLUCION TRASLADO A LAS


PERITOS ESCRITA DE LAS PARTES
AMPLIACIONES

65
La decisión del Juez respecto a las observaciones a los dictámenes periciales formulados en la etapa probatoria
Las observaciones a los dictámenes periciales se resuelven en la sentencia

Observaciones al dictamen pericial en la ejecución de la sentencia.

PRESENTACION
DEL DICTAMEN

EL JUEZ REVISA EL TRASLADO A LAS OBSERVACIONES


DICTAMEN PARTES POR ESCRITO

Las observaciones a los dictámenes periciales en ejecución de sentencia se resuelven en un auto

AUTO

INFUNDADAS LAS FUNDADAS EN PAR- FUNDADAS LAS


OBSERVACIONES 38 TE LAS OBSERVA- OBSERVACIONES SE
SE APRUEBA EL CIONES SE DESAPRUEBA EL
DICTAMEN DESAPRUEBA EL DICTAMEN
DICTAMEN

Daños y perjuicios
• Los peritos que, sin justificación, retarden la presentación de su dictamen o no concurran a la audiencia de pruebas,
serán subrogados y sancionados con multa no menor de tres ni mayor de diez Unidades de Referencia Procesal, sin
perjuicio de la responsabilidad civil y penal a que hubiere lugar.
• En este caso, el dictamen pericial será materia de una audiencia especial (CPC, art. 270).

Responsabilidad del perito


• Responsabilidad Administrativa: a) por retardo en la presentación del dictamen; b) por no acudir a la audiencia de
pruebas: Multa no menor de 3 ni mayor de 10 URPs. c) Sanciones conforme a las normas administrativas de la REPEJ.
• Responsabilidad gremial: Frente a su Colegio Profesional, conforme a sus estatutos
• Responsabilidad Civil: por los daños y perjuicios que pudieran ocasionar con ocasión de la pericia.

Responsabilidad penal del perito:


Artículo 371.-Negativa a colaborar con la administración de justicia

El testigo, perito, traductor o intérprete que, siendo legalmente requerido, se abstiene de comparecer o prestar la decla-
ración, informe o servicio respectivo, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con presta-
ción de servicio comunitario de veinte a treinta jornadas.

El perito, traductor o intérprete será sancionado, además, con inhabilitación de seis meses a dos años conforme al ar-
tículo 36º, incisos 1, 2 y 4.
Artículo 386.-Responsabilidad de peritos, árbitros y contadores particulares

66
“Las disposiciones de los Artículos 384º y 385º (colusión, patrocinio ilegal) son aplicables a los Peritos, Árbitros y Conta-
dores Particulares, respecto de los bienes en cuya tasación, adjudicación o partición intervienen; y, a los tutores, curado-
res y albaceas, respecto de los pertenecientes a incapaces o testamentarías”.

Artículo 384.- Colusión


El funcionario o servidor público que, en los contratos, suministros, licitaciones, concurso de precios, subastas o cual-
quier otra operación semejante en la que intervenga por razón de su cargo o comisión especial defrauda al Estado o
entidad u organismo del Estado, según ley, concertándose con los interesados en los convenios, ajustes, liquidaciones o
suministros será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de quince años.

Artículo 395º.-Corrupción pasiva


El Magistrado, Arbitro, Fiscal, Perito, Miembro de Tribunal Administrativo o cualquier otro análogo que solicite y/o acepte
donativo, promesa o cualquier otra ventaja, a sabiendas que es hecha con el fin de influir en la decisión de un asunto
que esté sometido a su conocimiento, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de quince
años e inhabilitación conforme a los incisos 1), 2) y 4) del Artículo 36º del Código Penal y con ciento ochenta a trescien-
tos sesenta y cinco días-multa .

La inhabilitación que como accesoria a la pena privativa de libertad se imponga al agente del delito, será puesta en co-
nocimiento del Colegio respectivo en donde se encuentra inscrito el agente, para que dentro de cinco (5) días proceda a
suspender la colegiación respectiva, bajo responsabilidad.(*)

Artículo 398.-Corrupción activa


El que hace donativo, promesa o cualquier otra ventaja a un Magistrado, Arbitro, Fiscal, Miembro de Tribunal Adminis-
trativo o de cualquier otro análogo, con el objeto de influir en la decisión de un proceso pendiente de fallo, será reprimido
con pena privativa de libertad, no menor de tres ni mayor de ocho años. Cuando el donativo, la promesa o cualquier otra
ventaja se hacen a un testigo, perito, traductor o intérprete, la pena será no menor de dos ni mayor de cuatro años.

Artículo 385.-Patrocinio ilegal


El que, valiéndose de su calidad de funcionario o servidor público, patrocina intereses de particulares ante la administra-
ción pública, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicio comunita-
rio de veinte a cuarenta jornadas.

Artículo 409.-Falsedad en juicio


El testigo, perito, traductor o intérprete que, en un procedimiento judicial, hace falsa declaración sobre los hechos de la
causa o emite dictamen, traducción o interpretación falsos, será reprimido con pena privativa de libertad, no menor de
dos ni mayor de cuatro años.
Si el testigo, en su declaración, atribuye a una persona haber cometido un delito, a sabiendas que es inocente, la pena
será no menor de dos ni mayor de seis años.

El Juez puede atenuar la pena hasta límites inferiores al mínimo legal o eximir de sanción, si el agente rectifica espon-
táneamente su falsa declaración antes de ocasionar perjuicio.

Artículo 438.-Falsedad genérica


El que de cualquier otro modo que no esté especificado en los Capítulos precedentes, comete falsedad simulando, su-
poniendo, alterando la verdad intencionalmente y con perjuicio de terceros, por palabras, hechos o usurpando nombre,
calidad o empleo que no le corresponde, suponiendo viva a una persona fallecida o que no ha existido o viceversa, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años.

Honorarios
• El Juez fijará el honorario de los peritos. Está obligada al pago la parte que ofrece la prueba. Cuando es ordenada de
oficio, el honorario será pagado proporcionalmente por las partes (CPC, art. 271).
• Comprende los gastos de la pericia y la retribución del servicio.
• Son fijados por el Juez, asumidos por la parte que ofreció la prueba, o por ambas proporcionalmente si fue decretada
de oficio.

3.1.5 TIPOS DE PERICIA PSICOLÓGICA


El criterio clasificador, está determinado por la modalidad, naturaleza y procedimiento pericial, así tenemos:

3.1.5.1 EN DELITOS CONTRA LA VIDA:

67
El criterio psicológico exige un análisis profundo e individualizado del sujeto homicida. Los enfermos mentales matan de
diversas maneras según su patología mental.
Para que el psicólogo aclare el mecanismo de homicidios tiene que diferenciar:

 El simple reflejo, el impulso inconsciente


 la obsesión compulsiva
 el crimen pasional
 la emoción violenta
 la impulsión simple consciente de los anormales

En los crímenes por reacción patológica se debe constatar si hubo:


 preparación en el acto delictuoso
 reacción brusca post-alucinatoria
 automatismo inconsciente
 obsesión impulsiva

3.1.5.2 EN LOS DELITOS SEXUALES: son aquellos contra la moral y que a pesar de su diversidad la mayoría se refie-
re a la vida sexual
Existe patología tipo sexual que conlleva a la comisión de los actos delictivos como son: satiriasis o sadomasoquismo,
sadismo, masoquismo, vouyerismo, exhitacion, pedofilia, gerontofilia, necrofilia, fetichismo, inversión, travestismo, tran-
sexualismo, etc.

VIOLACION SEXUAL: de causa endógena (alcoholismo, drogadicción, psicopatía, desadaptación, perturbación glandu-
lar, u hormonal, etc.) o exógena (medio ambiente)

3.1.5.3 EN CASO DE DROGAS: el abuso de drogas produce la desestructuración de la personalidad, ocasionando ilu-
siones o alucinaciones por alteraciones de los sentidos, especialmente la vista y el oído. Los peritos tendrán en cuenta la
naturaleza y cantidad de sustancia que ha producido la dependencia, así como la historia y situación clínica del sindica-
to.

El psicólogo puede colaborar en cuanto a la evaluación psicológica que determina el grado de alteración de la personali-
dad, daño orgánico-cerebral y dependencia de droga.

3.1.5.4 EN CONSUMO DE ALCOHOL: el alcohol es también una droga y como consecuencia de su consumo se incre-
menta el crimen, lesiones, injurias, amenazas, robos y atentados sexuales. La dosis consumida implica distintos perio-
dos:

EUFÓRICO:
El sujeto se siente alegre, su hablar y pensar es fluido, desaparecen las ciertas inhibiciones,
 Se exteriorizan recuerdos y sentimientos
 Las ideas se suceden por reminiscencias superficiales
 Se eliminan las preocupaciones
 Se experimenta un elevado bienestar y aumentan las energías
 Sus argumentos se reemplazan por los gritos

DEPRESIVO:
 La comprensión se hace un poco dificultosa
 El juicio está dañado
 La conversación se hace inconexa, la pronunciación es insegura y dificultosa, los rasgos se desdibujan

COMATOSO:
 Se decrementa el control de las funciones psíquicas y motoras
El evaluador recibirá al sujeto cuando esta sereno y examinara lo siguiente:
 Si se presenta desorientación y confusión, lo más recomendable es el dosaje etílico
 Las acciones incomprensibles se dan en casos de lesión cerebral , disposición psicopática y también en perso-
nas normales equilibradas y sin rasgos psicóticos
 Es necesario saber que se bebió ese día, (no es lo mismo ron que cerveza), su personalidad, (pendenciero, ale-
gre, tolerante), las condiciones del día estado de ánimo de la fecha (problemas, penas, etc.)

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 El examen de los testigos (si estuvo alegre, beodo), comportamiento general: movimientos, lenguaje (fonética,
tartamudez), contenido de la conversación Coherencia), algunas peculiaridades emotivas (enojo, ira, odio, pena).
 Razones para cometer el delito, ante lo cual, el sujeto optó por embriagarse y obtener el valor para hacerlo. De
ser así, se aplica el criterio de imputabilidad

3.1.5.5 EN ENFERMOS ORGANICOS: con alteraciones psíquicas por procesos infecciosos, traumatismos y tumores
encefalocraneales que los hace imputables por cuanto, al cometer el delito, no se encuentran en pleno uso de actividad
consciente.
El estado de coma: perturbación de la conciencia con ciertos grados de intensidad: leves e intensos
Delirio: se llega después de estado previo, breve, apenas perceptible de intranquilidad, hipersensibilidad frente a los
ruidos, irritabilidad. Los síntomas se acentúan en las tardes y noches, duran pocos días a lo sumo semanas
Demencia senil y presenil: se presenta desintegración del pensamiento, incoherencia y desorientación .solo se compren-
den acontecimientos extremos, incompatibles con delirios y sueños.
Enfermedades endocrinas y metabólicas: como el caso de basedow que rara vez evoluciona con psicosis exógenas
desencadenando fases maniaco depresivas con labilidad, excitabilidad y explosiones emocionales

3.1.5.6 EN MALTRATO DE MENORES: El psicólogo puede comprobar sus efectos teniendo en cuenta:
 La agresión verbal, deprivación afectiva, reclusión, omisión, sobrecarga laboral-académica. El daño psicológico
resulta tan traumático como el daño físico.
 Trastornos emocionales y comportamentales: negativismo, agresividad, resistencia, temor a los adultos, nervio-
sismo, enuresis, encopresis, onicofagia, dislalia, tics nerviosos, inquietud, retraimiento, sumisión, depresión, ansiedad,
angustia, fobias, aversión, bajo rendimiento escolar, etc.
 Su evaluación se solicita para detectar los traumas sufridos por abandonos, vejaciones o delitos contra la pro-
piedad, lesiones, pandillaje, barras bravas, pirañas, etc. a fin de determinar posible patología y grado de desajuste so-
cial.

3.1.6 PROCEDIMIENTO (Es necesario basarse en lo siguiente):

Cuando un psicólogo clínico trata a una persona con un estrés postraumático por un accidente, actúa con la finalidad de
ayudarla a recuperarse del trauma. Sin embargo, cuando el psicólogo actúa como perito, como psicólogo forense, eva-
lúa el grado en el que se manifiesta el trauma, evalúa los daños psicológicos ocasionados, descarta simulación o disimu-
lación y ayuda a que dentro del marco legal se tomen decisiones lo más correctas y ajustadas a los hechos como sea
posible.

HISTORIA CLÍNICA PSICOLÓGICA – Documento biográfico del sujeto y su parentela.

En el caso de delincuentes, se debe tomar nota de los factores causales de su conducta delictiva y/o patología criminal,
traumas, frustraciones, formación de la personalidad, etc. Los datos a anotar son:

Antes de comenzar a elaborar el informe hemos de considerar las siguientes pautas, que incluyen recomendaciones de
redacción, conforme a la normativa deontológica:
• El/la Psicólogo/a debe rechazar llevar a cabo la prestación de sus servicios cuando haya certeza de que puedan ser
mal utilizados o utilizados en contra de los legítimos intereses de las personas, los grupos, las instituciones y las comu-
nidades.
• Los informes psicológicos habrán de ser claros, precisos, rigurosos e inteligibles para su destinatario. Deberán expresar
su alcance y limitaciones, el grado de certidumbre que acerca de sus varios contenidos posea el informante, su carácter
actual o temporal.
• Habrá de ser sumamente cauto, prudente y crítico, frente a nociones que fácilmente degeneran en etiquetas devalua-
doras y discriminatorias, del género de normal/anormal, adaptado/inadaptado, o inteligente/deficiente.
• Sin perjuicio de la crítica científica que estime oportuna, en el ejercicio de la profesión, el/la Psicólogo/a no desacredi-
tará a colegas u otros profesionales que trabajan con sus mismos o diferentes métodos, y tratará con respeto a las es-
cuelas y tipos de intervención que gozan de credibilidad científica y profesional.

Se proponen a continuación en mayúsculas los apartados del informe psicológico con una breve justificación de sus
contenidos y finalidad.

TÍTULO: INFORME PSICOLÓGICO FORENSE


Se unifica el título de los informes de este modo, que se considera suficientemente identificativo para todo tipo de infor-
me pericial. Se recuerda la necesidad del mismo, ya que puede ser relativamente frecuente su olvido.

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Presentación: Bajo el título, este primer apartado del informe contiene en primer lugar los datos de identificación del
psicólogo/a, su número de colegiado/a y, si procede, el número de expediente y juzgado para el que se emite y a quien
va dirigido.

SUBTÍTULOS Los subtítulos que siguen se consideran imprescindibles en un informe escrito.

OBJETO:
Todo informe psicológico forense hará constar el motivo del mismo, especificando lo que conste en la providencia del
Juez o lo solicitado directamente por el cliente.

METODOLOGIA:
Todo informe psicológico forense hará constar los métodos empleados para la evaluación (entrevistas, pruebas y técni-
cas psicológicas aplicadas). Se aconseja consignar a las personas evaluadas junto a las técnicas concretas, con expre-
sión de las fechas de las evaluaciones.
• Sin perjuicio de la legítima diversidad de teorías, escuelas y métodos, el/la Psicólogo/a no utilizará medios o procedi-
mientos que no se hallen suficientemente contrastados, dentro de los límites del conocimiento científico vigente.

ANTECEDENTES:
Este es el subtítulo en el que pueden introducirse los datos históricos familiares, sociales y personales, así como los
relativos al posible conflicto judicial en curso.

RESULTADOS:
Se consignan en este apartado los hallazgos de la exploración y pruebas psicológicas relevantes al caso. Se procurará
hacer constar aquellos datos que luego servirán de base al discurso de conclusiones.

CONCLUSIONES:
Aquí se procede a dar respuesta al objeto de estudio planteado. Siendo redactadas de modo coherente con el desarrollo
del informe, se pueden sentar en primer lugar las bases deductivas y por último la conclusión, que de modo claro finali-
zará el informe. Recordemos la propuesta inicial:
• Deberán expresar su alcance y limitaciones, el grado de certidumbre que acerca de sus varios contenidos posea el
informante, su carácter actual o temporal.
Lugar, fecha y firma.

Como recomendación general se debe incluir una cláusula de salvaguarda que puede rezar así:
Las presentes conclusiones se refieren a los objetivos demandados y a la aplicación de la metodología antes menciona-
da. Un cambio de las circunstancias o nuevos datos exigirían un nuevo análisis y podrían modificar los resultados.

3.1.7 EL DICTAMEN PERICIAL (Ejemplo)

1. Encabezamiento:

Cusco, 19 de noviembre de 2019.


Sujeto evaluado: APD C.I. 000.000. Residente de Cusco, Urb. XXX, Edif. XXXXX apto. 00. Telf 000000.
Sexo: Femenino
Estado Civil: Viuda.
Edad: 76 años, 3 meses y 13 días.
Lugar de Nacimiento: Cusco.
Ocupación: Ama de Casa.
Nivel de instrucción: Universitaria completa.
Psicólogo evaluador: Ps. Xxxxx xxxxxx xxxxx xxxxxx, CPsP:Nº: 00000000.
Evaluación solicitada en petitorio 00-000-O00 del Tribunal 4to de lo civil, de fecha 12 de enero de 2019.

2. Objetivo:

Evaluar la integridad de las funciones psicológicas superiores de la poderdante para establecer si actuó en pleno uso de
sus facultades mentales al momento de otorgar el poder a su hermana menor.

3 Resumen de hechos

Hace 6 meses la persona evaluada firmó un poder a favor de su hermana menor. Cuatro meses después los hijos de la
poderdante se enteran de la venta de dos bienes inmuebles que pertenecían a la poderdante. Presumiendo incapacidad
70
mental de su madre, inician un procedimiento civil para invalidar el poder y la venta de inmuebles realizada por la her-
mana menor de la poderdante. Se realizan exámenes medico-psiquiátricos que no permiten establecer datos concluyen-
tes y el juez de la causa solicita una evaluación pericial para determinar el nivel de funcionamiento mental de la poder-
dante, para establecer si actuó en pleno uso de sus facultades al firmar el poder.

4 Metodología o procedimiento de evaluación.

Se realizaron tres sesiones de trabajo. Dos con la poderdante y una con un familiar en primer grado (Un hijo). En la pri-
mera sesión (13 de diciembre) con la poderdante se realizó una entrevista de evaluación para obtener información adi-
cional a la presentada en el sumario y la evaluación neuropsicológica con el Test Gestáltico Viso-motor de Bender. En la
segunda sesión (15 de Diciembre) se realizó la segunda parte de la evaluación neuropsicológica con el WAIS-III. En la
tercera sesión (16 de diciembre) se entrevistó a un familiar en primer grado.

5. Resultados:

5.1. Entrevista con apoderada:

5.1.1. Examen mental: Sujeto de sexo femenino, de 76 años de edad, piel morena y cabello castaño oscuro, edad apa-
rente acorde con edad cronológica. Adecuado aseo y arreglo personal, biotipo se aproxima al leptosómico. Mirada entre
fija y vacilante, se le percibe a veces confusa y desorientada por breves instantes. Conoce su nombre y la razón por la
cual está siendo evaluada. Orientada en tiempo y espacio. Mímica facial y movimiento de las manos acorde con estado
ansioso. Dificultades de atención y concentración. Consciente. Lenguaje sin alteraciones, pensamiento coherente con
ligeras intercepciones. Afectividad eutímica (no hay alteraciones del estado de ánimo). Aparenta inteligencia promedio.
La información sobre su niñez, adolescencia, juventud y vida adulta son recuperados con facilidad (memoria remota
conservada). Existe mayor dificultad para recobrar información sobre hechos recientes, se observan confusiones e im-
precisiones sobre la secuencia de los eventos incluidos en los últimos 5 años.

5.1.2. Aspectos Históricos y de la vida actual del sujeto: Se trata de una familia clase media cuyos recursos económicos
se han visto reducidos durante los últimos 5 años. La poderdante y su hermana no poseen seguro de hospitalización y
cirugía, por lo cual cualquier gasto médico debe ser cancelado por ellas. Los tres hijos de la poderdante emigraron al
exterior en los últimos 6 años. La poderdante y su hermana viven juntas desde hace más de 20 años. Al enviudar, su
hermana menor comenzó a vivir con la poderdante. Su relación parece ser positiva y es descrita por la poderdante como
de "mutuo apoyo". La hermana menor de la apoderada presenta fallas en su sistema renal desde hace un año. La po-
derdante manifestó múltiples veces a sus hijos que "esos apartamentos son de ellos, para su futuro, si les va mal en el
exterior".

5.2. Evaluación neuropsicológica:

5.2.1. Escala de Inteligencia Weschler (WAIS-III)

Se observa un desempeño disminuido de la persona evaluada. Si bien el desempeño aún se mantiene en términos de
nivel intelectual promedio. Se observa deterioro en varias de las sub-pruebas. El deterioro más grave se observa en las
sub-pruebas que evalúan memoria. Esta función esta tan deteriorada que incluso las instrucciones de las sub-pruebas
fueron olvidadas durante la ejecución. El desempeño en el área verbal es más alto que el desempeño en el área de
ejecución lo cual es indicador de organicidad cerebral. La baja puntuación en las sub-pruebas de cubos y ordenamiento
de figuras se corresponden con deterioro en la capacidad de planificación y secuenciación de eventos. La puntuación en
la sub-prueba de memoria de dígitos y en la sub-prueba de dígitos y símbolos indica fallas severas en memoria reciente,
así como en la capacidad de aprendizaje y la coordinación visomotora. La baja puntuación en la sub-prueba de compo-
sición de objetos indica deterioro en la capacidad de estructuración espacial, organización perceptual y coordinación
visomotora. Finalmente, el índice de deterioro obtenido es mayor al esperado para la edad de la persona evaluada, lo
cual indica un deterioro de las funciones cognitivas superiores correspondiente a una trastorno por daño orgánico o le-
sión cerebral.

5.2.2. Test Gestáltico Viso-motor de Bender

El desempeño de la persona evaluada no indica la presencia de daño cerebral masivo. No obstante, si se observan indi-
cadores de organicidad cerebral tales como perseveración y rotación parcial de figuras.

6. Conclusiones

71
Se trata de una mujer de 76 años de edad con un proceso de deterioro de las funciones cognitivas superiores más avan-
zado que lo esperable para su edad.

La conducta durante la entrevista y la aplicación de las pruebas, así como los indicadores observados en las pruebas
aplicadas apuntan hacia la presencia de un proceso de demencia de inicio tardío (después de los 65 años) y no compli-
cado (ausencia de ideas delirantes o estado de ánimo depresivo) cuyo inicio puede ubicarse en un período no menor de
un año. Sobre la base de los datos de prevalencia según sexo es más probable que se trate de tipo Alzheimer (F00.10).
Sin embargo se recomiendan pruebas de laboratorio y resonancia magnética, si se requiere establecer con mayor preci-
sión si se trata de Demencia tipo Alzheimer o Demencia tipo vascular. Sobre la base de estos hallazgos se puede afir-
mar que para el momento en que la poderdante firmo el documento ya el proceso demencial estaba instalado.

3.1.8 ESCALA DE EVALUACIÓN

Se trata de una escala para el examen conductual y de las facultades psíquicas (Hidalgo & Nicho) que consta de una
ficha para los datos del evaluado, y tiene doce áreas de exploración, cada área con diversos signos y síntomas para
evaluar, de la siguiente manera:
(0) cuando hay ausencia de signo/ síntoma
(1) presencia leve de alteración o conducta.
(2) signo/ síntoma moderado
(3) trastorno grave de la conducta o facultad mental.

Apariencia general (AG) Emoción (E) Percepción (P)


Higiene y vestido. Aburrimiento- ansiedad. Imagen corporal.
Porte y comportamiento. Inquietud- Exaltación. Ilusión-alucinación.
Facie y mímica. Euforia-placidez. Despersonalización.
Actitud frente al examen. Angustia-llanto-labilidad. Anestesia-Hiper-Hipoestesia.
Cicatrices y tatuajes. Expansividad-Intensidad. Parestesia-Metamorfosis
Profundidad-Modulación
Conducta Motora (CM) Atención, concentración y Vigilan- Capacidad constructiva (CC)
Movimientos-reacciones cia (ACV) Copiar figuras
Hiperactividad-apatía Inatención Completar figuras
Estupor-estereotipia-tics Hipoconcentración Construir bloques
Conducta pueril-rituales Hiperconcentración
Manierismo-temblor digital Hipovigilancia
Hipervigilangia
Lenguaje (L) Memoria (M) Cálculo (C)
Fluidez Reciente-Remota-Visual Adición-Sustracción
Comprensión Hipermnesia-Dismnesia Multiplicación-División
Repetición Amnesia-Paramnesia Sustracción seriada
Denominación Reminiscencia-Eidetismo Problemas matemáticos
Confabulaciones
Orientación (O) Pensamiento (P) Necesidades y deseos (ND)
Autopsíquica Inhibido-Concreto Anorexia-Pusilanimidad
Alopsíquica Tangencial-Perseverativo Bulimia
Incoherente-Bloqueos
Personas Torrente de ideas Hiper-Hipoeritismo
Lugar Incongruente-Divagación Insomnio-Hiper-Hiposomnio
Tiempo Prolijo-Ideas Fijas-Fobia Disfunción sexual
Situación Preocupación-Ambición Parafilias
Delirio-Ideas de grandeza
Auto desvalorización
Incontinencia de esfínteres
Hipocondriaco-Expansivo
Funciones cognoscitivas
Autista lentificado

Una vez aplicada la escala se suma el puntaje del área para dividirlo entre el número de signos, y así obtener el prome-
dio de todas las demás áreas para el trazado del perfil individual.
El perfil normal oscila entre 0 y 1; mientras que 2 y 4 indican patología, y según el área en conflicto, nos permitirá reali-
zar una exhaustiva exploración psicológica orientándonos respecto a los test que se requieren usar.

Esta escala es una guía para una rápida apreciación psicológica y psicopatológica, sobre todo, si se necesita evaluar a
un gran número de personas en un periodo corto.

72
3.1.9 EL TRASTORNO DISOCIAL (TD)

Se caracteriza por una forma persistente y reiterada de comportamiento en el que se violan los derechos básicos de los
otros o las normas sociales. Los comportamientos típicos incluyen peleas frecuentes, intimidaciones, crueldad hacia
personas o animales, destrucción de propiedades ajenas, incendio, robo, mentiras reiteradas, faltas a la escuela, fugas
del hogar, provocaciones, desafíos y desobediencia graves. Se consideran dos tipos: a) De inicio infantil, en el que al
menos una característica se ha manifestado antes de los diez años, y b) De inicio adolescente, en el que no se manifies-
tan síntomas antes de los diez años.

Suelen tener poca empatía y preocupación por los sentimientos, deseos y bienestar de los otros. En situaciones ambi-
guas interpretan las intenciones de los otros como hostiles y amenazadoras, por lo que responden con agresiones. Pue-
den carecer de sentimientos de culpa o remordimiento. La autoestima suele ser baja aunque den una imagen de dureza.
También muestran poca tolerancia a la frustración, irritabilidad e imprudencia. Se asocia con frecuencia a un inicio tem-
prano de la actividad sexual, consumo de substancias, problemas escolares y expulsiones, conflictos legales, embarazos
no deseados y lesiones producidas en peleas o accidentes. El rendimiento académico suele ser más bajo de lo normal y
espera por la inteligencia del sujeto. Es frecuente el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad y puede aso-
ciarse a uno o más de los siguientes: trastornos del aprendizaje, Trastorno de Ansiedad, Trastorno del Estado de Ánimo
y trastornos relacionados con substancias.

F60.2 Trastorno Disocial de la Personalidad:


Se trata de un trastorno de personalidad que, normalmente, llama la atención debido a la gran disparidad entre las nor-
mas sociales prevalecientes y su comportamiento. Este trastorno está caracterizado por:
A. Actitud marcada Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía.
B. Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones
sociales.
C. Incapacidad para mantener las relaciones personales duraderas.
D. Muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad; dando incluso lugar a un com-
portamiento violento.
E. Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo.
F. Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento con-
flictivo.
Puede presentarse también irritabilidad persistente. La presencia de un trastorno disocial durante la infancia y adoles-
cencia puede apoyar el diagnóstico, aunque no tiene por qué haberse presentado siempre.
Incluye:
Trastorno de personalidad sociopática.
Trastorno de personalidad amoral.
Trastorno de personalidad asocial.
Trastorno de personalidad antisocial
Trastorno de personalidad psicopática.

Prevalencia del trastorno Disocial

Parece haber aumentado en las últimas décadas. En los varones menores de 18 años la tasa oscila entre el 6% y el
16%, y en las mujeres entre el 2% y el 9%.

Inicio y Curso del trastorno Disocial

Puede iniciarse hacia los 5 ó 6 años pero habitualmente se diagnostica al inicio de la adolescencia, siendo raro el co-
mienzo después de los 16 años. El curso es variable y en una mayoría de sujetos remite en la vida adulta. El subtipo de
inicio infantil tiene peor pronóstico y tiende a desarrollar un trastorno Antisocial de la Personalidad.

Patrón Familiar del Trastorno Disocial

Es más frecuente en hijos biológicos con Trastorno Antisocial de la Personalidad con hermanos con Trastorno Disocial.
También es más frecuente en hijos biológicos de padres con dependencia del alcohol. Trastorno del Estado de Animo,
Esquizofrenia, Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad o Trastorno Disocial.

Diagnóstico Diferencial del Trastorno Disocial

73
Se distingue del Trastorno Negativista Desafiante y del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad porque en
éstos no se dan las violaciones más graves de los derechos básicos de los otros.

Se diferencia del Episodio Maníaco, por el curso episódico de éste y por las otras características.

Tratamiento del Trastorno Disocial

Estructura y duración del tratamiento

El tratamiento se lleva a cabo a lo largo de 20 sesiones, durante un período; aproximado de 5 a 6 meses. Cada sesión
tiene una duración aproximada de 40 a 50 minutos y se realiza una sesión cada semana.

Componentes y características del tratamiento

El terapeuta asume el papel de entrenador en el tratamiento, su papel es activo: y directivo, contará historias planeadas
de antemano sobre su vida personal para ilustrar ejemplos.
Los padres juegan un papel crítico en el tratamiento, acuden para aprender exactamente qué es lo que se está enseñan-
do al niño. El terapeuta ayuda y modela a los padres en qué y cómo elogiar al niño. Los padres deben servir como tera-
peutas en las situaciones fuera de las sesiones.

Los componentes principales del tratamiento son los siguientes: Entrenamiento en solución de problemas mediante auto
instrucciones. Aproximación gradual de los tipos de problemas utilizados, desde problemas neutros, hasta problemas
reales de la vida del niño. Modelado por parte del terapeuta, de la solución de problemas. Contingencias de reforzamien-
to social. Coste de respuesta. Retroalimentación y etiquetado de errores (al inicio del tratamiento, el terapeuta ofrece
información sobre la ejecución utilizando el etiquetado concreto, y posteriormente utiliza el etiquetado conceptual). Au-
toevaluación. Menú de recompensas. Representación de escenas (role-playing) a partir de la sesión
7. Desvanecimiento en tres niveles, a partir de la sesión
7. Procedimientos en vivo.

Sesiones del tratamiento

Establecimiento del rapport con el niño. Explicación de los pasos de resolución de problemas, los procedimientos del
programa, sistema y uso de las fichas y menú de recompensas, coste de respuesta, y la autoevaluación.
Enseñanza de los pasos de la solución de problemas, y de cómo las auto instrucciones ayudan a no actuar impulsiva-
mente.
Los objetivos de esta sesión son enseñar al niño a seguir instrucciones, y continuar ayudándole a usar los pasos para la
solución de problemas.
Se usa el “Conecta 4” para enseñar al niño cómo aplicar lo aprendido a una situación de juego, y para facilitar que el
terapeuta pregunte al niño sobre sus problemas interpersonales, al tiempo que le sugiere cómo los pasos podrían usarse
para resolver el problema.
Se inicia la aplicación de los pasos de la solución de- problemas a les problemas interpersonales del niño.
Se plantean situaciones interpersonales problemáticas de carácter hipotético como medio para considerar diferentes
soluciones, y las consecuencias de cada una de ellas para el niño y para otros.
Mediante representación de escenas se aplica lo aprendido a la solución de problemas interpersonales. Cada sesión se
centra en una categoría distinta de interacción social.

Inversión de papeles, para estimar lo aprendido en el tratamiento Aclaración de dudas. Resumen final de lo tratado.
Se trata de una pauta de comportamiento recurrente y persistente en la que se desafían las órdenes de las figuras de
autoridad, comprobando una y otra vez los límites establecidos, ignorando órdenes, discutiendo, mostrando hostilidad
hacia compañeros o adultos y molestándolos deliberadamente o agrediéndoles verbalmente. Se manifiesta de forma
invariable en el contexto familiar, pudiendo manifestarse o no, en otros contextos como la escuela. Se muestra con ma-
yor evidencia con adultos o compañeros muy conocidos.

3.1.10 El Trastorno Antisocial de la Personalidad


Aspectos conductuales característicos del TAP:
 Tienen un comportamiento temerario, precipitado, espontáneo y, sobre todo, agresivo.
 Mantienen conductas impulsivas dirigidas hacia un objetivo.
 Se muestran arrogantes de forma continuada.
 Su conducta aparentemente puede ser encantadora.
 No mantienen las promesas ni los compromisos de honor.

74
 No suelen decir la verdad ni se puede confiar en ellos.
 Estimulan la compasión de los demás diciéndoles lo que quieren escuchar.
 Discuten con facilidad.
 No son cooperativos y provocan peleas.
 Son vengativos y beligerantes con quienes consideran sus enemigos.
 Desarrollan comportamientos fraudulentos o ilegales, como si las normas de conducta no se aplicasen a ellos.
 No se inhiben ante un peligro.
 Buscan sensaciones nuevas continuamente.
 Tienen una conducta oposicionista que dificulta las relaciones interpersonales de larga duración.
 Reaccionan mal ante las derrotas.
 Se muestran resistentes a la autoridad.

Ante todo, los antisociales son personas que buscan activamente el refuerzo a través de su realización personal. Suelen
ser ambiciosos, parece que necesitan controlar el ambiente y que no confían en las aptitudes de los demás. Los antiso-
ciales suelen entrar en conflicto con las normas sociales y los derechos de los demás, pudiendo incluso, tener problemas
con la ley.
Son incapaces de controlar sus impulsos, de manera que, suelen decir lo que realmente piensan (aunque ello dañe a
otras personas) o actúan de forma violenta o agresiva con cualquier pretexto (por mínimo que sea).
Lo normal es que se muestren arrogantes y desagradables pero, a menudo se muestran encantadores y seductores,
utilizando dichas actitudes como medio para ganarse la confianza de una persona de la que quiere obtener un beneficio.
No suelen mantener sus promesas ni compromisos por considerarlos responsabilidades innecesarias. Para ellos no exis-
te la carga ética no moral que soportan el resto de las personas. Siguiendo esta línea, suelen saltarse las normas socia-
les y leyes por considerar que ellos están por encima de ellas. Allí donde otros pueden ver peligro, ellos ven una situa-
ción que les produce activación y excitación (placer), y están constantemente buscando situaciones de este tipo (por eso
a menudo provocan peleas).

Aspectos cognitivos característicos del TAP


 Presentan patrones cognitivos rígidos e inflexibles.
 No son capaces de hacer planes a largo plazo.
 No suelen temer al castigo.
 Son incapaces de aprender de las consecuencias negativas de sus acciones.
 Falta de consideración por los derechos de los demás.
 Gran confianza en sí mismos y desconfianza en los demás, a los que considera equivocados.
 Creencias que carecen de valores éticos o morales.
 Ven a las demás personas como objetos de los que se puede usar y abusar.
 Desprecio por las normas sociales.
 Ausencia de empatía y remordimiento cuando utilizan a los demás.
 Baja tolerancia a la frustración.
 Vulnerables al aburrimiento.
 Incapaces de demorar el refuerzo.
 Carencia de introspección.
 Poseen pocos sentimientos de lealtad interpersonal.
 Perciben el medio externo como hostil y amenazante.
 Permanecen vigilantes la mayor parte del tiempo.
 Suspicaces ante la compasión y el altruismo de los demás.
 Necesidad de controlar el ambiente.

En el ámbito cognitivo, tienen la creencia cara e inamovible de que todo el mundo es hostil y amenazante, y que antes
de que te ataquen es mejor que ataques tú. La supervivencia para ellos supone regirse por la “Ley del más fuerte”. Lo
que está alterado en estas personas es su capacidad de juicio, no su ética. Son incapaces de ponerse en el lugar del
otro, y si lo hacen es el sentido racional (nunca emocional).

Aspectos emocionales característicos del TAP


 Impulsividad, ira, intranquilidad, hostilidad e irritabilidad.
 Ausencia de sentimientos de cordialidad e intimidad.
 Emocionalmente vacíos, fríos.
 Frustrados ante la pérdida de control del ambiente.
 Humor irascible.
 Hostilidad y agresividad fácilmente activadas.
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Debido a su limitada capacidad de amar o ponerse en la piel de otras personas, es muy raro que los antisociales tengan
una relación de pareja profunda durante más de un año. Emocionalmente se caracterizan por ser agresivos e irritables y
suelen tener un temperamento agresivo, impulsivo, hostil, arriesgado, etc.
Su baja tolerancia a la frustración les hace “estallar” ante la idea de perder el control de cualquier situación.
Como ya se ha dicho antes, tienen nula capacidad de ponerse en la piel de los demás y tampoco muestran remordimien-
to alguno.

Aspectos fisiológicos y médicos del TAP


 Complicaciones debidas a posibles accidentes, al consumo de drogas y/o a peleas.
 Mayor riesgo de contraer el VIH.
 Poca preocupación por su salud, acudiendo al médico en casos extremos.

Es lógico pensar que, al no temer las consecuencias de sus actos, los antisociales puedan llevar a cabo actitudes teme-
rarias que pongan en peligro su salud física, tales como conducir a gran velocidad (aumentando su riesgo de sufrir un
accidente), el hecho de ir provocando peleas o, incluso, el elevado consumo de sustancias tóxicas.

Posible impacto sobre el entono


 Comisión de delitos que le pueden llevar a prisión.
 Puede engañar a personas cercanas prometiéndoles dinero fácil o la rápida obtención de fama o notoriedad.
 Puede abusar de la pareja o de los hijos, dándose a veces el maltrato.
 Raramente mantienen relaciones íntimas estables o duraderas.
 Consumo de drogas.
 Conducción temeraria bajo los efectos del alcohol o las drogas.
 Conducta laboral inconsciente.

Como puede verse, las personas antisociales pueden producir todas estas consecuencias en su entorno y afectar a to-
dos los ámbitos de su vida, ya sea familiar, laboral, conyugal o respecto a sus amigos u otros lugares donde no esté
implicado tan frecuentemente.

Visión y estrategias interpersonales de los sujetos con un TAP.


 Visión de uno mismo:
o Solitario, autónomo, fuerte e independiente.
 Visión de los demás:
o Hostiles, desafiantes.
o Vulnerables, individuos a ser explotados.
 Estrategia principal:
o Arremete, miente, roba, engaña.
o Manipula, seduce, exige.

Como vemos, los antisociales se ven a sí mismos como autónomos, fuertes, independientes… El hecho de verse de
este modo explica por qué a menudo se muestran tan arrogantes.
Al resto de personas las ve, como se ha dicho antes, hostiles y desafiantes (por eso son consideradas como una amena-
za) y como seres de los que hay que abusar para sacar el mayor partido. Las personas son para ser explotadas.
Por último, como estrategia principal suele arremeter con los demás , como un mecanismo de defensa contra aquellas
personas que, está seguro, le atacarán; y por otra parte suelen seducir y manipular a todas aquellas personas de las que
espera sacar algún beneficio.

Esquemas, distorsiones y pensamientos desadaptativos característicos del TAP:

Pensamientos automáticos Distorsiones cognitivas Esquemas


“La única forma de sobrevivir es siendo autosuficiente” Sobregeneralización Autosuficiencia
“La fuerza o la astucia son los únicos medios para hacer las cosas” Sobregeneralización Superioridad
“Vivimos en una selva en la que sólo sobreviven los más fuertes” Sobregeneralización Control del entorno
Autosuficiencia
“Me golpeará a mí si no golpeo primero” Adivinación de futuro Hostilidad del en-
torno
“No es importante cumplir las promesas ni pagar las deudas” Sobregeneralización Explotación del
Minimización entorno

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“He sido tratado injustamente y tengo derecho a conseguir por cual- Personalización.
quier medio lo que me corresponde” Afirmaciones de “tengo Estar en su derecho
que…”
“Los otros son débiles y merecen que los dominen” Etiqueta global Explotación del
entorno
“Debo hacer todo lo necesario para conseguir lo que quiero” Afirmaciones de “debería” Estar en su derecho
Justificación
“Si no desplazo a los demás, ellos me desplazarán a mí” Adivinación del pensa- Hostilidad del en-
miento torno
“Puedo hacer las cosas y no tengo que preocuparme por las malas Idealización extrema Autosuficiencia
consecuencias” Superioridad
“Lo que los demás piensen de mí no tiene ninguna importancia” Pensamiento dicotómico Autosuficiencia
Minimización

SUBTIPOS DE TAP
En este apartado vamos a referirnos a una serie de tipos de personalidad antisocial según Millon (1998), aunque bien es
cierto que todas comparten o tienen en común dos características: el egocentrismo y el desprecio hacia los demás.

El antisocial codicioso

Estas personas se caracterizan por la envidia y el deseo de ser recompensados, creen que han sido privados del apoyo
emocional y las recompensas materiales que merecían.
Estos sujetos pretenden adquirir poder y eso lo expresan a través de la codicia y la voracidad.

Apoderarse de las cosas que quieren o pretenden los demás es la mayor recompensa de los antisociales de este tipo.
El antisocial codicioso experimenta una sensación de vacío muy importante, una necesidad poderosa del amor y el re-
conocimiento que no tuvo en la infancia. No importan el éxito o las posesiones adquiridas, se sienten vacíos.
Como piensan que seguirán privados de cosas, manifiestan muy poca empatía hacia las personas que explotan o enga-
ñan.

Estos antisociales no consiguen tener un sentimiento profundo de satisfacción y siempre se sienten incompletos a pesar
de los éxitos que hayan podido tener, por lo que permanecerán siempre insatisfechos e insaciables.

El antisocial que defiende su reputación


Este tipo de personalidad se caracteriza por que los sujetos desean defender o potenciar su reputación y su posición.
Realizan actos antisociales para que las demás personas los reconozcan y piensen que son invencibles y formidables,
indomables e inviolables, y que poseen cualidades de fuerza e invulnerabilidad.
Esta gente no permite que nadie usurpe su posición, reaccionan con gran intensidad si ocurre esto. Para ellos la repu-
tación es muy importante, la defensa de esta sobre todo en adolescentes, refleja su posición social y su status de grupo.
Debido a una necesidad interna y a la reputación publica, estas personas tienen que actuar de manera que demuestren
que tienen unas cualidades especiales. Esto se puede observar a través de un liderazgo agresivo o mediante activida-
des que impliquen riesgo, normalmente de naturaleza criminal (por ejemplo luchas entre bandas).

El antisocial arriesgado
Lo que mueve a estos sujetos es la excitación que provocan determinados comportamientos, la sensación de sentirse
vivo y “enganchado” a la vida.
Son personas impulsivas, responden antes de pensar, irreflexivos e incontrolados.
Normalmente no tienen miedo a experiencias que para los demás son peligrosas o amenazadoras.
Podemos decir que estos antisociales son intrépidos, audaces e imprudentes. A estos, a diferencia de los otros antisocia-
les donde observamos engrandecimiento y venganza, podríamos decir que buscan una necesidad de excitación y esti-
mulación, aventuras momentáneas y fugaces que son intrínsecamente peligrosas.
Son buscadores de peligros que se sienten fácilmente seducidos por las oportunidades de probarse a si mismos o am-
pliar sus posibilidades, lo que les hace antisociales son la independencia y la irresponsabilidad de sus acciones.

El antisocial nómada
Son individuos que buscan huir de una sociedad por la que se sienten despreciados, aislados y abandonados. Son per-
sonas que se lamentan de haberse distanciado de todo lo que es socialmente convencional, porque sienten que tienen
poca influencia sobre los demás y temen ser rechazados de nuevo.

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En estas personas existe resentimiento e ira, y la menor provocación o como consecuencia del abuso de alguna sustan-
cia como pueda ser el alcohol, manifiestan conductas impulsivas de tipo sexual contra personas débiles y agresiones
brutales.

Este tipo de personalidad representa una mezcla de las características antisociales y de las más propias de las persona-
lidades esquizoide o evitadoras.

El antisocial malevolente
Quizás esta sea la variante antisocial menos atractiva ya que forman parte de ella individuos que son especialmente
hostiles y vengativos. Tienen sentimientos de odio y de destrucción hacia la vida social convencional.
Desconfían de los demás y le dan mucha importancia a la traición. Adquieren sangre fría y deseo de venganza por los
malos tratos recibidos en la realidad o en su fantasía cuando eran niños.

Atacan a aquellos de los que desconfían o a los que creen que les pueden destruir.

Descriptivamente hablando son personas beligerantes, mordaces, rencorosos, viciosos, brutales, insensibles, truculentos
y vengativos. Además son especialmente insensibles al miedo y a la culpa.
Las principales características de estos individuos se parecen a las de las personalidades paranoides o sádicas. No obs-
tante al contrario que los sádicos, los antisociales, reconocen los límites de lo que pueden hacer para satisfacer sus pro-
pios intereses.

TRATAMIENTO
La primera idea que debe quedar clara en este punto es que el TAP es un trastorno que tiene muy difícil tratamiento.
Esto no se debe al tratamiento en sí, sino a la implicación que tienen estos pacientes.

Los sujetos con TAP no suelen acudir a una consulta para recibir tratamiento a no ser que se vean obligados a ello. Aún
así, cuando van a la consulta, el tratamiento no suele ser eficaz. Como se ha dicho antes, esto se debe a la implicación
de estos sujetos en el tratamiento, lo que a su vez se fundamenta en las características básicas que definen el trastorno.

Estas características son la falta de empatía, la incapacidad para establecer relaciones fiables y su desprecio por las
normas sociales.

Hay casos específicos en los que el trastorno se manifiesta en su mayor extremo (incapacidad para anticipar las conse-
cuencias a largo plazo de sus acciones, incapacidad para reflexionar sobre su pasado, moderado trastorno del pensa-
miento formal, deterioro en la comprensión del significado implícito de las palabras, etc.) y donde es casi imposible que
un programa de intervención tenga el más mínimo impacto sobre el sujeto.

Sin embargo, esto no quiere decir que no se haya intentado llevar a cabo un tratamiento con las personas que padecen
este trastorno. De hecho, ha habido muchos programas que se han realizado con sujetos que se encuentran recluidos en
cárceles y que cumplen los criterios diagnósticos del TAP. En estos casos, se sacaron una serie de conclusiones, que
son:
• Si la persona se encuentra en el nivel moderado del trastorno los programas de intervención son mucho más efica-
ces.
• También es más eficaz el tratamiento cuando se abordan aspectos que conducen a la conducta delictiva, como los
valores y actitudes antisociales, relaciones con otros delincuentes, dependencia de las drogas y déficit educativo-
laborales.
• El tratamiento debería enseñar y fortalecer las habilidades interpersonales y modelar las conductas pro sociales.

• Si se da la circunstancia de que los sujetos se encuentran internos en algún tipo de institución, donde el ambiente
pueda ser manipulado sin ningún problema y así poder utilizarlo como técnica terapéutica, se han planteado una se-
rie de intervenciones:
o Programas de economía de fichas.
o Comunidad terapéutica, que ha alcanzado resultados especialmente negativos hasta el día de hoy.
o Programas llevados a cabo en la naturaleza.

Por otro lado, hay dos autores, como son Marshall y Fernández, que presentaron en 1997 un programa cognitivo-
conductual sistemático para el tratamiento de delincuentes sexuales donde los objetivos de la intervención se dividen en
dos áreas:
• Objetivos específicos al delito, que incluyen superar la negación y la minimización, mejorar la empatía con la vícti-
ma, cambiar las creencias y actitudes distorsionadas, modificar las fantasías inapropiadas y desarrollar un plan de
prevención de las recaídas.
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• Objetivos relacionados con el delito, que hace referencia a temas que son precursores o que influyen en el delito.

Podemos destacar habilidades deficientes de relación, pobre solución de problemas, consumo de sustancias psicoacti-
vas, escaso control de la ira y habilidades para la vida inadecuadas.

Hay que reseñar que este programa de intervención no está pendiente de más investigaciones acerca de sus resultados
y su eficacia.

También hay que destacar la propuesta de otros autores que sostienen que lo importante es el tratamiento de aspectos
concretos del TAP. Entre estos autores podemos nombrar a Turkat (1990), quien dice que hay que modificar dos com-
portamientos fundamentales. Estos dos comportamientos son la ira y el control de impulsos, y ambos tienen un trata-
miento similar; esto es, elaborando una jerarquía de los estímulos que provocan tanto la ira como la falta de control de
impulsos, para luego utilizar respuestas competitivas (en el caso de la ira sería la relajación y en el caso del control de
impulsos serían respuestas contrarias a las ganas de actuar impulsivamente).

Las respuestas que se suelen utilizar son básicamente estrategias de distracción, que pueden ser internas (como, por
ejemplo, cogniciones incompatibles con las ganas de actuar de forma impulsiva) o externas (modificación de algún as-
pecto del ambiente que llame su atención).

Básicamente, la idea principal del tratamiento de este trastorno es que dicho tratamiento o terapia es, en la mayoría de
los casos, la elección alternativa a ser expulsados del trabajo o del colegio, a la ruptura sentimental o de cualquier otro
tipo de relación o, incluso, para poder evitar la cárcel u obtener la libertad condicional.

Otras veces, el tratamiento es obligado, ya que muchas de las instituciones en las que se encuentran este tipo de perso-
nas tienen dentro de su programa el seguimiento por parte del sujeto de una terapia.

Lo que parece casi seguro es la frustración del psicólogo que vaya a tratar al paciente en cuestión, debido tanto a la nula
motivación del paciente para cambiar como a su nula capacidad introspectiva; y es que, los individuos antisociales no
perciben que las conductas que llevan a cabo sean problemáticas para ellos y, además, lo que les suceda a los demás
no les interesa para nada, no es de su incumbencia.

Hay que destacar cuál será la actitud que el paciente adopte ante el terapeuta. Esta actitud puede ser de dos tipos. Una
de ellas es intentar convertir al psicólogo en un aliado y compinche, para así poder beneficiarse de ello y ponerlo en
contra de las personas que le llevaron a la consulta. Otra actitud que puede adoptar el paciente es que colabore con el
terapeuta en todo lo que éste le pida, con el único fin de alcanzar todas las ventajas posibles de estar recluido en cual-
quier institución.

La actividad principal que el terapeuta debe llevar a cabo es intentar hacer comprender al sujeto las pocas ventajas que
va a sacar con el comportamiento que ha estado llevando hasta ahora. A pesar de ello, las posibilidades que tiene la
terapia de funcionar en este tipo de pacientes son muy escasas, por no decir que es casi imposible.

En lo que respecta a este tema, hay algunos autores que consideran que esta posibilidad aumenta cuando la edad del
individuo se ve incrementada. Esto puede tener su explicación en dos puntos interesantes. El primero de ellos es que
muchas de estas personas acaban cumpliendo condenas penales durante periodos de tiempo muy prolongados, y cuan-
do salen ya no tienen la vitalidad ni las ganas de seguir con su vida anterior. La segunda posible explicación es que las
personas que no acaban en prisión y se adaptan de una forma relativa a la sociedad, acaban canalizando sus tendencias
impulsivas y violentas en maneras de comportarse que sean más aceptables y adaptativas. Se podría decir que la base
de su personalidad sigue estando ahí, pero la manifestación de ella se realiza en formas sociales menos evidentes.

El objetivo de cualquier tratamiento que se lleve a cabo en el TAP es que estas personas consigan un mayor afecto por
el resto de las personas, disminuyendo así sus conductas violentas dirigidas a los demás, encontrando ahí su recompen-
sa.

La clave principal de todo esto es convencerles de que el cambio que han de experimentar es esencial y es la mejor
opción que pueden manejar si quieren conseguir objetivos positivos para ellos de manera inmediata.

Para tratar a estas personas, hay que tener una frase clara, que ellos tienen en mente de manera permanente: “Explotar
antes de que me exploten”. Esta idea que ellos manejan de una forma tan básica en sus pensamientos se debe, princi-
palmente, al trato que han podido recibir en su infancia, donde, con casi toda seguridad, fueron tratados injustamente o
de manera hostil. Entonces fue donde empezaron a percibir a las personas como explotadores en potencia, adoptando
así una actitud defensiva, porque realmente la conducta violenta no es más que una actitud de defensa.
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Teniendo esta idea clara, hay que reseñar que la intervención terapéutica debe centrarse en el manejo del continuo Yo
mismo- Los demás, haciendo que el resto de personas se perciban como gente buena que no tiene intención de explotar
a nadie.

Algo clave para entender este comportamiento es que cualquier signo o acontecimiento que suceda lo malinterpretan de
manera negativa, creyendo que es una amenaza o un comportamiento desleal por parte del otro. Además, los posibles
signos positivos que los demás emitan los ignoran.

Una estrategia que se puede utilizar es aumentar la satisfacción y la estabilidad personales, ya que esto puede tener
como consecuencia una disminución de la conducta delictiva y de esa rebeldía que tanto les caracteriza, además de
motivarlos para trabajar por cambiar a otro estilo de vida con ventajas más evidentes.

Sin embargo, hay otros campos donde es muy difícil conseguir algo positivo, por ejemplo en el terreno cognitivo, que
consiste en un desdén por los ideales, una condena de las reglas, normas y leyes. El temperamento de estas personas
se caracteriza por la insensibilidad y la nula o escasa empatía de la que hacen gala, lo cual se pone de manifiesto en la
indiferencia que sienten por los demás. En la mayoría de los casos, por no decir en todos, lo que la terapia consigue es
que se enmascaren o se escondan estas características, pero no cambian.

Uno de los principales desafíos que tiene un terapeuta que trate con una persona que padece de TAP es establecer una
relación con él. Algo que nunca se ha de permitir en la terapia son las luchas de poder. Para ello, en 1985 Un psicólogo
Francés sugirió que el terapeuta debe hablar de una forma abierta y normal sobre la vulnerabilidad de la terapia ante la
posible manipulación que el paciente pudiera llevar a cabo, de esta forma se muestra al paciente que no se le va a
desafiar en ningún momento.

Hay autores que mantienen que las características principales que ha de tener un terapeuta son: una objetividad fiable
pero no infalible, un estilo interpersonal relajado y no defensivo, un sentido claro de los límites personales, un gran sen-
tido del humor y seguridad en sí mismo.

En 1993, Benjamin habla de la necesidad de proporcionar a este tipo de pacientes calidez consistente y bien modulada,
para ello dice que no hay que tratar el posicionamiento cínico y suspicaz del paciente con estrategias de afabilidad y
ayuda, sino, por el contrario, ignorarle. Cuando se haya familiarizado el paciente con este programa de intervención se
puede introducir el castigo si no cumple lo acordado. En función de que el paciente, adopte comportamientos más acor-
des con lo establecido se le irá proporcionando mayor independencia e interacciones más amistosas.
La cooperación con el grupo se trata a través de la terapia salvaje. Esta terapia se basa en la confianza que unos pa-
cientes tienen que depositar en otros, por ejemplo, hay ejercicios en los que unos pacientes requieren la ayuda de otros,
como el hecho de que unos no puedan ver y otros les tengan que guiar.
Benjamín afirma que cuando se ha iniciado este proceso de interdependencia, el paciente puede adquirir la capacidad
para colaborar con el terapeuta.

Este apartado no puede concluir sin hacer una referencia al tratamiento farmacológico que se ha utilizado para combatir
el TAP. Hay algunos síntomas que sí que parecen responder de manera positiva a la utilización de fármacos, como son
la impulsividad o la irritabilidad (que pueden responder al mismo). Sin embargo no existe ningún tratamiento farmacoló-
gico que se encargue de erradicar los síntomas centrales del trastorno, es decir, el comportamiento delictivo, la falta de
remordimientos, el engaño o la irresponsabilidad.

Para terminar, hay que dejar claro que por mucho que se intente cambiar el estilo de vida de estos pacientes con cual-
quier intervención terapéutica, son muchas las ventajas tanto emocionales como materiales que estas personas consi-
guen, logrando así reducir la efectividad de la terapia. Los sentimientos de control, poder e ira producen un estado de
activación y una descarga de adrenalina que el paciente no quiere abandonar.

Si el paciente coopera sin ningún reparo, es una indicación para sospechar que realmente estamos ante una máscara,
aunque es muy difícil que los antisociales que eligen la terapia por no ir a la cárcel participen de una forma activa en
ella.

Hay terapeutas que pueden sentir el deseo de seguir con la terapia a pesar de cualquier dificultad porque piensan que se
puede reinsertar a esa persona en la sociedad sin necesidad de que ésta acuda a cualquier prisión. Pero realmente lo
que logran con eso es que el comportamiento del delincuente se refuerce, ya que ve cómo evita la condena o el castigo
que le debería haber sido impuesto por cometer esos actos.

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También hay que tener cuidado con la contratransferencia, ya que el terapeuta puede llegar a sentir suspicacia y ira por
verse engañado y manipulado, puede sentir frustración e indefensión sobre el aparente fracaso del tratamiento y el des-
dén y disgusto que causa, de por sí, el paciente antisocial, así como su estilo de vida.

1.2 VICTIMOLOGÍA
Disciplina criminológica que estudia el papel que la víctima desempeña con relación al delito y las consecuen-
cias que el delito ocasiona en las víctimas.

VICTIMA: Aquellas personas que individual o colectivamente han sufrido daños físicos o psíquicos, pérdida financiera,
patrimonial o menoscabo en sus derechos fundamentales como persona, todo ello independientemente de que la Justi-
cia juzgue o no al delincuente o de la relación entre víctima y agresor.

VICTIMOGÉNESIS: Estudio de los factores que predisponen a ciertos individuos a tener más riesgos que otros de ser
objeto de delitos. Se analizará la conducta de la víctima que pudiera tener relación con un incremento del riesgo de ser-
lo.

Tipos de víctimas
a) Víctimas directas

Lo que genera habitualmente daño psicológico suele ser la amenaza a la propia vida, una lesión física grave y la per-
cepción del daño como intencionado.

El daño psicológico generado suele ser mayor si las consecuencias del hecho delictivo son múltiples, como ocurre, por
ejemplo, en el caso de un secuestro finalizado con el pago de un cuantioso rescate por parte de la familia de la víctima o
en el superviviente de un accidente que ya no puede volver a ejercer su profesión.

b) Víctimas indirectas

El acontecimiento traumático puede compararse a una piedra arrojada en un estanque. Así, origina ondas que no sólo
afectan a las víctimas propiamente dichas, sino también a aquellos que están cerca de ellas. Se trata de un efecto onda
y de un efecto contagio.

La onda expansiva de un suceso traumático actúa en círculos concéntricos. En el primer círculo se encuentran las vícti-
mas directas. El segundo círculo está constituido por los familiares, que tienen que afrontar el dolor de sus seres queri-
dos y readaptarse a la nueva situación. Y puede haber un tercer círculo, correspondiente a los compañeros de trabajo, a
los vecinos o, en general, a los miembros de la comunidad, que pueden quedar afectados por el temor y la indefensión
ante acontecimientos futuros.

El efecto contagio está relacionado con la convivencia con la víctima. Un contacto cercano y prolongado con una perso-
na que ha sufrido un trauma grave puede actuar como un estresor crónico en el familiar, hasta el punto de que puede
ser responsable de un deterioro físico y psíquico. La afectación de las personas que están en estrecho contacto con la
víctima y que pueden experimentar trastornos emocionales y ser víctimas secundarias del trauma se denomina trauma-
tización secundaria.

VICTIMIZACIÓN PRIMARIA:

La VÍCTIMA SUJETO PASIVO de un delito tiene una EXPERIENCIA PERSONAL que LE ACARREA UNAS CONSE-
CUENCIAS físicas, psicológicas (ansiedad, angustia, abatimiento, miedo a que se repita, culpabilidad, etc.), de índole
económico y las relacionadas con su entorno social.

Ante esta experiencia individual, la sociedad llega a sentir compasión por ella y no es solidaria.

VICTIMIZACIÓN SECUNDARIA:

Engloba la RELACIÓN y EXPERIENCIA PERSONAL de la VÍCTIMA con el SISTEMA POLICIAL Y JUDICIAL.

Las víctimas tienen una NUEVA EXPERIENCIA que puede llegar a ser MÁS CRUEL que la VICTIMIZACIÓN PRIMA-
RIA, cuando LAS INSTITUCIONES que deberían protegerla no la comprenden, no la escuchan, le hacen perder el tiem-
po, el dinero e incluso pueden sentirse acusadas (Violación, ostentación de objetos de valor, etc.)

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Ante estas situaciones el Estado y los Estados de la U.E, HAN RECONOCIDO ESTA VICITMIZACIÓN SECUNDARIA se
han visto obligados a reparar sus deficiencias protectoras de la sociedad por lo que han legislado diferentes

RECOMENDACIONES Y LEYES:

Todas ellas dirigidas a las víctimas de delitos graves: MUERTE, LESIONES CORPORALES, DAÑOS A LA SALUD FÍ-
SICA Y MENTAL y a las personas más inmunes a esos ataques: NIÑOS, MUJERES, ANCIANOS.

1) Recomendación de 1.985 del Consejo de Europa (Comité de Ministros) – TRATO POLICIAL A LA VÍCITIMA – AYU-
DAS MATERIALES A LAS QUE TIENE DERECHO – INTERROGATORIO CUIDADOSO Y CONSIDERADO.

2) R.D. 673/1992 de 19 de Junio y R.D. 1.879/1.994 de 16 de Septiembre. – RESARCIMIENTOS POR DAÑOS A VÍ-
CITMAS DE BANDAS ARMADAS Y ACCIONES TERRORISTAS.

3) L.O. 19/1994 de 23 de Diciembre – PROTECCIÓN DE TESTIGOS Y PERITOS EN CAUSAS CRIMINALES.

4) L.O. 35/1995 de 11 de Diciembre – AYUDAS Y ASISTENCIA A LAS VÍCITMAS DE DELITOS VIOLENTOS Y CON-
TRA LA LIBERTAD SEXUAL.

VICTIMIZACIÓN TERCIARIA:

VICTIMIZACIÓN DEL DELINCUENTE por la situación y circunstancias que le llevaron a cometer el delito, su periodo de
condena y su posterior reinserción:

INSTITUCIONAL: Marginación social por las estructuras injustas determinadas por los grupos dominantes.

PENITENCIARIA: Hacinamiento y sobrepoblación de los centros penitenciarios- Agresiones físicas, psíquicas, sexuales
– Mafias y normas internas que controlan los más fuertes / poderosos.

POSTPENITENCIARIA: Problemas de reinserción en una sociedad hostil- Reincidencia (VICTIMARIO)

¿QUIÉN ES UNA VICTIMA?

Una víctima es un ser humano sufriente por un suceso traumático accidental o por el daño provocado por otro ser hu-
mano.

Componente objetivo. Una víctima es cualquier persona que haya sufrido directa o indirectamente (en el caso de sus
familiares cercanos) un hecho traumático producido por un accidente, una catástrofe natural o una agresión humana,
independientemente de que haya sido declarado formalmente como delito por parte de la Justicia.

Componente subjetivo. Una víctima es la persona que, en función del suceso traumático, experimenta una interferencia
negativa en su vida cotidiana (reacciones emocionales graves, incapacidad de rehacer su vida, dificultades para esta-
blecer proyectos de futuro, etc.).
Las víctimas son incómodas para la gente porque recuerdan la fragilidad del ser humano y exponen en toda su crudeza
los límites de la crueldad humana.

¿QUÉ ES UN SUCESO TRAUMÁTICO?


Un suceso que provoca un daño físico o psíquico grave y que está provocado intencionadamente por otro ser humano.
Ejemplos: atentados terroristas, agresiones sexuales, maltrato o abuso sexual en la infancia, violencia de pareja, etc.

No es un suceso traumático la ruptura de pareja no deseada, la muerte de un ser querido por una muerte natural, el sus-
penso en un examen, la jubilación impuesta, etc.

¿QUÉ ES EL TRAUMA?

La respuesta emocional negativa que produce en una persona un suceso de este tipo y que interfiere negativamente en
la vida cotidiana, en la capacidad de amar y en la capacidad de trabajar.

Daño psicológico agudo: lesiones psíquicas.

Daño psicológico crónico: secuelas emocionales


82
3.2.1 ASISTENCIA DE VÍCTIMAS DE AGRESIONES SEXUALES

Los países están trabajando cada vez más para fortalecer y consolidar los sistemas de apoyo a las víctimas de la vio-
lencia y desarrollar y mejorar sus servicios especializados para las víctimas de la violencia sexual. Alemania y la ex
República Yugoslava de Macedonia, por ejemplo, consideran que la cooperación entre las instituciones gubernamenta-
les y los organismos de apoyo no gubernamentales son un factor fundamental para que las medidas tengan éxito. En
consecuencia, las entidades públicas se asocian cada vez más con organizaciones de la sociedad civil, como ocurre en
Tailandia. Hay países, como por ejemplo, el Reino Unido, en que también se está considerando la adopción de medidas
que mejoren la capacidad y la sostenibilidad de quienes prestan servicios.

El apoyo a las víctimas de delito tiene con frecuencia un fundamento legislativo, como en Estonia, cuya Ley de apoyo a
las víctimas de 2004 establece el derecho a una indemnización para todas las víctimas de delitos, incluidos los abusos
sexuales. La Ley de asistencia a las víctimas que entró en vigor en Liechtenstein en abril de 2008 se basa en dos pila-
res, el asesoramiento y la asistencia financiera. En Suiza, la ley pertinente se funda en tres pilares, a saber, el asesora-
miento, la indemnización y la protección de los derechos de las víctimas en el proceso penal. Después de haber realiza-
do una serie de consultas públicas, el Gobierno de Jamaica está preparando una declaración de derechos de las vícti-
mas de violencia y en San Marino se ha presentado un proyecto de ley que prevé la prestación de servicios a las vícti-
mas de la violencia doméstica y las agresiones sexuales.

Varios países han creado centros especializados de atención a las víctimas de violaciones para prestar apoyo y orienta-
ción a las personas que han sido objeto de agresión o abusos sexuales, así como a sus familias. Esos centros ofrecen
recursos a las víctimas, por ejemplo, en Finlandia y Suiza, pero también constituyen una fuente de conocimientos para
los encargados de la formulación de políticas y los administradores, pues aportan información sobre la situación real de
las personas afectadas, como en Alemania. El Reino Unido mantiene y sigue ampliando una red de centros de remisión
de casos de agresiones sexuales, en los que las víctimas reciben atención médica y asesoramiento y pueden someterse
a exámenes forenses. En Finlandia, como parte del programa de elaboración de políticas en favor de la infancia y la
juventud establecido en 2007, se presta asistencia profesional a los jóvenes que han sido víctimas de violencia sexual.

Los hospitales y los sistemas de salud ofrecen servicios, incluso de atención de la salud mental, a las mujeres que han
sido víctimas de violencia sexual. En algunos casos, por ejemplo, en Grecia, existe un servicio forense con competencia
para elaborar dictámenes médicos en los que pueden fundarse las investigaciones de delitos de violencia sexual. En
Suecia, el Centro nacional especializado en la violencia del hombre contra la mujer, con sede en la Universidad de Up-
sala, ha elaborado un programa nacional para la atención de las víctimas de delitos sexuales en el sistema de atención
de la salud. Algunos cantones suizos han creado centros de asesoramiento especializado en hospitales para las víctimas
de violencia sexual. En Tailandia, se han creado centros integrales de atención de crisis en varios hospitales para pres-
tar asesoramiento, asistencia jurídica, tratamiento y apoyo para la recuperación y rehabilitación de las víctimas de todas
las formas de violencia contra la mujer. Chile presta asistencia diferenciada y especializada y atiende a las necesidades
de las víctimas especialmente vulnerables, en particular las víctimas de delitos sexuales. Eslovaquia está elaborando
directrices para profesionales de la salud sobre la prestación de atención médica a las mujeres expuestas a la violencia.

La respuesta de la policía es fundamental para asegurar que las niñas y las mujeres que son víctimas de violación o
agresiones sexuales obtengan resarcimiento por los delitos cometidos contra ellas y evitar que los autores de esos deli-
tos queden impunes. Cada vez con mayor frecuencia, los países ofrecen formación especializada o crean dependencias
especiales para ocuparse de esos delitos. Por ejemplo, el Centro para la protección de los niños, los jóvenes y las muje-
res de la policía de Tailandia presta asistencia a las víctimas de agresiones o abusos sexuales.

En muchos países existen refugios para mujeres víctimas de la violencia, así como líneas de emergencia y de ayuda,
pero se ha proporcionado poca información sobre el apoyo especializado y el asesoramiento que se presta a las vícti-
mas de la violencia sexual. Desde 2005, el Programa Modelo de Asistencia a Víctimas de Delitos contra la Integridad
Sexual de la región de Córdoba (Argentina) ha estado vinculado a un refugio para mujeres. Argentina también informó
de que en el 5% de las llamadas a líneas telefónicas de emergencia realizadas en el primer trimestre de 2008 se habían
mencionado hechos de violencia sexual.

3.2.2 ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN, ENJUICIAMIENTO Y VIGILANCIA

En los planes de acción nacionales se priorizan las medidas para prevenir la violación y otras formas de violencia se-
xual. Esas medidas responden a las obligaciones jurídicas constitucionales e internacionales de los Estados de proteger
a las mujeres de la violencia de género.

83
La Fiscalía General de Finlandia organiza cursos de capacitación en relación con los delitos sexuales y delitos violentos
contra mujeres y niños. Como se trata de una de las áreas prioritarias de la Fiscalía para 2008, cinco fiscales recibieron
instrucciones e información sobre esos delitos. México ha implementado un programa de formación sobre técnicas para
entrevistar a las víctimas de la violencia sexual, que se imparte al personal de la Fiscalía Especial encargado de investi-
gar los casos de violencia contra la mujer y la trata de personas, en tanto que en la ex República Yugoslava de Macedo-
nia se capacita a los oficiales encargados de la aplicación de la ley en todos los niveles. En Suecia, la Dirección de Apo-
yo y Resarcimiento a las Víctimas de Delitos está elaborando un programa de capacitación para policías, fiscales y em-
pleados de tribunales para mejorar el trato que reciben las víctimas de delitos sexuales. En Turquía, el Ministerio de
Justicia ofrece formación a los jueces y fiscales sobre la violencia contra la mujer, los homicidios de honor o cometidos
por tradición y la legislación pertinente. En el Reino Unido se capacita a los policías y abogados que intervienen en pro-
cesos en que se investigan delitos sexuales graves. Se prestará capacitación especializada a los fiscales que se ocupan
de casos de violaciones y a los coordinadores que trabajan en esa esfera en todas las fiscalías del Estado y se les exigi-
rá cierto nivel mínimo de conocimientos.

En Chile la investigación de delitos sexuales está a cargo de funcionarios especializados, a los que también se capacita
periódicamente. Desde 2006 se viene preparando un modelo de apoyo para mujeres que han sido víctimas de esos deli-
tos, que se pondrá en práctica en 2008. En 2006 Luxemburgo creó una nueva dependencia de la fuerza de policía que
tiene a su cargo la prevención y eliminación de los abusos sexuales y las violaciones, así como la investigación de deli-
tos sexuales y desapariciones. La Fiscalía Especial de México está encargada de investigar los delitos comprendidos en
la ley relativa a la violencia contra la mujer, de 2007, y de incoar acciones contra los autores.

En la Argentina se elaboró un protocolo para la policía sobre el trato a las víctimas de violencia que deberá usarse en
todas las comisarías. Los Ministerios de Salud y del Interior de Chile han creado un grupo de trabajo para que elabore un
protocolo sobre el tratamiento de las víctimas de violencia sexual. Asimismo, el Reino Unido está trabajando para adop-
tar un protocolo que facilitará la cooperación entre investigadores y fiscales desde una etapa temprana, para mejorar su
desempeño y los servicios que se prestan a las víctimas de violación. En 2007-2008, la Fiscalía General del Estado creó
un nuevo sistema de supervisión del desempeño en casos de violación, para evaluar el acatamiento de las políticas, la
calidad de las decisiones adoptadas y la comunicación de los resultados a la policía. Entre los indicadores que utiliza la
Fiscalía figuran la supervisión de su desempeño al incoar acciones penales contra los autores de violaciones y otros
delitos sexuales.

Las investigaciones y la reunión de datos son importantes para orientar a los encargados de la formulación de políticas y
los prestadores de servicios, dado que pueden arrojar luz sobre lo que ocurre en la práctica y ser útiles para detectar los
efectos de las medidas adoptadas y señalar áreas que requieren atención. Australia financió investigaciones sobre el
enjuiciamiento por delitos sexuales, de las que se derivaron dos publicaciones, Recidivism of Sexual Assault Offenders
(La reincidencia de los autores de agresiones sexuales) y Prosecutorial Decisions in adult Sexual Assault Cases (Deci-
siones adoptadas en la instrucción de sumarios por agresiones sexuales cometidas contra adultos), que aportaron infor-
mación utilizada en reformas legislativas y en el tratamiento del delincuente. El Instituto Mediterráneo de Chipre para
Estudios de Género, una organización sin fines de lucro, ha recibido financiación del programa Daphne II de la Comisión
Europea para implementar un proyecto transnacional sobre casos de violación de mujeres jóvenes en citas y estrategias
para el apoyo y la prevención. El proyecto se inició en agosto de 2006 y se ejecutará durante dos años. Se investigará la
incidencia de violaciones de estudiantes de sexo femenino en citas en cinco países —Chipre, Grecia, Letonia, Malta y
Lituania— y se estudiarán sus actitudes, sus experiencias en citas y el nivel de concienciación que existe sobre este
problema. Se promoverá también una mayor conciencia entre los beneficiarios del proyecto y grupos seleccionados y se
recomendarán políticas para la prevención de las violaciones en citas y la prestación de apoyo a las víctimas.

Las estadísticas sobre delincuencia pueden proporcionar datos sobre los delitos tipificados en los códigos penales, y los
Estados están mejorando la forma de reunir esos datos. Las estadísticas sobre delincuencia han mejorado en Suecia y
también en Eslovaquia, que ahora desglosa por sexo el conjunto de datos sobre la persona agredida. Suiza está llevan-
do a cabo una revisión de su sistema estadístico, que incluirá una evaluación de las estadísticas sobre violencia domés-
tica

El organismo nacional encargado del adelanto de la mujer ha ordenado la realización de un estudio sobre todas las for-
mas de violencia en que el agresor sea la pareja de la víctima, que se prevé estará concluido para junio de 2009. Tur-
quía ha comenzado a realizar investigaciones de campo sobre violencia doméstica contra la mujer, mientras que en
2007 Tailandia estableció una base de datos sobre las víctimas de la violencia.

En 2005, 2006 y 2007, Costa Rica implementó distintas medidas de lucha contra la violencia sexual y el embarazo en la
adolescencia, dirigidas a sensibilizar a los funcionarios públicos y crear mayor conciencia sobre los abusos sexuales. En
México, la aprobación en 2007 de la Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia generó un deba-
te amplio en todo el país sobre la necesidad de eliminar prácticas tradicionales de violencia contra la mujer.
84
3.3 VIOLENCIA Y MALTRATO FAMILIAR

Durante ya mucho tiempo nos hemos encontrado con problemas sociales recurrentes y nada nuevos, que en muchas
ocasiones nos hagan creer que el Estado encontró la solución a un problema que comienza en muchas de las ocasiones
la podemos considerar como una falacia.

La falta de seriedad de parte del Estado Peruano ha logrado que la violencia familiar se esté convirtiendo en un verda-
dero problema social. Pero en realidad, ¿qué tiene que ver esto con la criminología? muchos estudiosos buscan su justi-
ficación

Es una pena que en el inicio de un nuevo siglo la dogmática del derecho peruano, siga discutiendo sobre si el matrimo-
nio es no contrato o sobre si la familia es una institución solamente jurídica o social, creo que por mucho estos concep-
tos han sido dejados atrás en la comunidad internacional, no creo que podamos partir a una estructura de un derecho
libre de tanta basura, si no iniciamos por entender que el derecho como ciencia debe actualizarse, modernizarse ser
dinámico y crecer, nuestro derecho , y es lamentable reconocerlo será, una piedra mas donde el oleaje dejara solo la
espuma como recuerdo de que alguna vez toco una ola, hablando, claro está, de manera retórica,

En la práctica el maltrato tiende a "naturalizarse" es decir se torna cotidiano sobre todo a través de conductas violentas
que no son sancionadas como tales. Muchas personas que maltratan son considerados (y se consideran a sí mismos)
como de mayor poder hacia quienes son considerados (se piensan a sí mismos) como de menor poder.

Cabe destacar que las personas que sufren estas situaciones suelen ocupar un lugar relativamente de mayor vulnerabi-
lidad dentro del grupo familiar. En este sentido la violencia hacia los niños y las mujeres, estadísticamente reviste la
mayor casuística, en cambio los hombres maltratados son solo el 2% de los casos de maltrato (por lo general hombres
mayores y debilitados tanto físicamente como económicamente respecto a sus parejas mujeres). También cabe enume-
rar la violencia cruzada, cuando el maltrato pierde el carácter de aparente unidireccionalidad. Desde el punto de vista
jurídico resulta dificultosa la comprobación. Cuando se trata de violencia física en su mayoría con lesiones leves, las
cuales cuando dejan marcas desaparecen en no más de 15 días.

Por lo general quienes padecen estas situaciones tienen reticencia a denunciar lo que ocurre. Los motivos de este recelo
ocupan desde hace muchos años a investigadores y profesionales. Por un lado porque se mantiene una espera de un
cambio espontáneo de quién arremete, por otro lado se aceptan las disculpas (típicas) de quién arremete, y se creen las
promesas que no se lo volverá a hacer (otro rasgo característico), también influye el temor al prejuicio social, las convic-
ciones ético – religiosas, la dependencia económica, el miedo a represalias, la falta de esperanzas en la eficiencia de los
trámites jurídicos, etc. Pero quizás el punto más álgido del razonamiento sobre el maltrato se evidencia en el sosteni-
miento del vínculo violento. En este sentido entran en consideración tanto el aplastamiento psíquico, la baja autoestima,
la educación violenta, como también una consideración al suponer una relación signada de vicios y sistemas psíquicos o
relacionales, o un posible montaje estructural subjetivo que impide romper el tipo de relación, etc.

3.3.1 FORMAS DE MALTRATO O VIF:

A. Maltrato Físico.

a. Lesiones físicas graves: fracturas de huesos, hemorragias, lesiones internas, quemaduras, envenenamiento, hema-
tomas subdurales, etc.
b. Lesiones físicas menores o sin lesiones: No requieren atención médica y no ponen en peligro la salud física del me-
nor.

B .Maltrato Emocional.

a. Rechazar: Implica conductas de abandono. Los padres rechazan las expresiones espontáneas del niño, sus gestos
de cariño; desaprueban sus iniciativas y no lo incluyen en las actividades familiares.
b. Aterrorizar: Amenazar al niño con un castigo extremo o con un siniestro, creando en él una sensación de constante
amenaza.
c. Ignorar: Se refiere a la falta de disponibilidad de los padres para con el niño. El padre está preocupado por sí mismo
y es incapaz de responder a las conductas del niño.
d. Aislar al menor: Privar al niño de las oportunidades para establecer relaciones sociales.
e. Someter al niño a un medio donde prevalece la corrupción: Impedir la normal integración del niño, reforzando pau-
tas de conductas antisociales.

85
C. Maltrato por Negligencia.

Se priva al niño de los cuidados básicos, aún teniendo los medios económicos; se posterga o descuida la atención de la
salud, educación, alimentación, protección, etc.

D. Abuso Económico (no le permite trabajar o estudiar, le prohíbe el acceso a cuentas de banco);

E. Abuso Sexual (le fuerza a tener relaciones sexuales o a participar en actividades sexuales que le desagradan)

3.3.2 OTROS TIPOS DE VIOLENCIA FAMILIAR:

a. Violencia Doméstica. La violencia psicológica y física con el cónyuge, el maltrato infantil y el abuso de los niños.

b. Violencia Cotidiana. Es la que venimos sufriendo diariamente y se caracteriza básicamente por el no respeto de las
reglas, no respeto de una cola, maltrato en el transporte público, la larga espera para ser atendido en los hospitales,
cuando nos mostramos indiferentes al sufrimiento humano, los problemas de seguridad ciudadana y accidentes.
Todos aportamos y vamos siendo parte de una lucha cuyo escenario se convierte en una selva urbana.

c. Violencia Política. Es aquella que surge de los grupos organizados ya sea que estén en el poder o no. El estilo tradi-
cional del ejercicio político, la indiferencia del ciudadano común ante los acontecimientos del país, la no participa-
ción en las decisiones, así como la existencia de las llamadas coimas como: manejo de algunas instituciones y las
prácticas de Nepotismo institucional. También la violencia producida por la respuesta de los grupos alzados en ar-
mas.

d. Violencia Socio-económica. Que es reflejada en situaciones de pobreza y marginalidad de grandes grupos de la po-
blación: desempleo, subempleo, informalidad; todo esto básicamente reflejado en la falta o desigualdad de oportu-
nidad de acceso a la educación y la salud.

e. Violencia Cultural. La existencia de un Perú oficial y un Perú profundo (comunidades nativas y campesinas), con
distorsiones de los valores de identidad nacional y facilitan estilos de vida poco saludables.

f. Violencia Delincuencial. Robo, estafa, narcotráfico, es decir, conductas que asumen medios ilegítimos para alcanzar
bienes materiales. Toda forma de conducta individual u organizada que rompe las reglas sociales establecidas para
vivir en grupo no ayuda a resolver los problemas. Todos sueñan con el modelo que les vende la sociedad, el éxito
fácil. Pero ser un profesional idóneo o un técnico calificado requiere de esfuerzo y preparación. Requiere desarrollar
recursos internos y metas. Los jóvenes de nuestro país tienen oportunidades de orientación y canalización de sus
frustraciones y en esto dependen de sus familias, la escuela y las instituciones; la responsabilidad es de todos. Es
decir, las expresiones de violencia sin futuro y sin horizontes pueden cambiar.

3.3.3 MANIFESTACIONES MÁS FRECUENTES DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR.

a. El maltrato físico. Su explicación es obvia; se refiere a todas aquellas acciones violentas que dañan la integridad
física de las personas. Por lo general, es un maltrato visible. Puede afirmarse que fue el tipo de maltrato que propi-
ció todo este proceso de búsqueda de respuestas legales, por tratarse de la agresión más evidente.

b. El maltrato psicológico. Que se refiere a toda aquella palabra, gesto o hecho que tienen por objeto humillar, deva-
luar, avergonzar y/o dañar la dignidad de cualquier persona. Esta es una manifestación de violencia mucho más di-
fícil de demostrar, sobre todo en los casos en que se produce en el interior de un grupo familiar.

c. La violencia sexual. Que es toda manifestación de abuso de poder en la esfera de la vida sexual de las personas,
pudiendo ser calificada o no como delito. Decimos esto porque, actualmente, algunas manifestaciones de violencia
sexual son ignoradas por nuestra legislación penal. Pueden ir desde imposiciones al nudismo hasta la penetración
anal o vaginal. Estos últimos supuestos son considerados por nuestra ley como delitos de violación.

3.3.4 IMPACTO DE LA VIOLENCIA FAMILIAR EN LOS HIJOS

Sobre el efecto del maltrato en los hijos, Manuela Martínez afirmó que el hombre que maltrata físicamente a la mujer en
un 50 por ciento de los casos también maltrata físicamente a los niños y en un 70 por ciento psíquicamente.

86
En el caso de los maltratadores exclusivamente psíquicos, los malos tratos físicos se extienden en un 15 por ciento a los
hijos y en un 75 por ciento los niños también sufren el maltrato psicológico.

Señaló que los hijos son, en todos los casos, testigos de los malos tratos, lo que tiene efectos sobre su desarrollo psico-
lógico e incluso cerebral.

Asimismo, dijo que en un 33 por ciento de los casos de maltrato físico y psíquico también hay maltrato sexual, reveló
Manuela Martínez, quien añadió que el porcentaje de mujeres que consideran que tienen apoyo social "no es muy alto",
señaló.

Añadió que el 78 por ciento de las mujeres víctimas de malos tratos físicos ha temido por su vida alguna vez.

En el congreso, organizado por la Sociedad Europea para la Investigación sobre Género, Conflicto y Violencia, también
habrá intervenciones sobre los crímenes de honor, las intervenciones en niños testigos de abusos, acoso sexual a ado-
lescentes y el equilibrio entre los derechos de la víctima y los del agresor."

3.3.5 PANORAMA NACIONAL Y MUNDIAL

Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) ofre-
cen los siguientes datos acerca de la violencia familiar y las mujeres:

Cada año, aproximadamente 1,5 millones de mujeres son violadas o maltratadas físicamente por una pareja íntima.
En la Encuesta Nacional sobre la Violencia contra la Mujer aproximadamente el 25% de las mujeres respondió que ha-
bía sido violada o maltratada físicamente por su cónyuge actual o anterior, una pareja íntima o una pareja circunstancial
en algún momento de su vida.

Casi el 40 por ciento de las mujeres víctimas de actos de violencia denuncian sufrir lesiones.
El aumento de la frecuencia de los episodios de violencia contra un cónyuge se encuentra asociado a un aumento del
riesgo de que el cónyuge violento también maltrate a los hijos.

Existe una vinculación estrecha entre el acecho y otras formas de violencia. El 81% de las mujeres que fueron acecha-
das por un actual o anterior marido o pareja también sufrieron la agresión física de esa pareja; el 31% sufrieron, ade-
más, una agresión sexual.

Las consecuencias psicológicas que experimentan las víctimas de violencia ejercida por una pareja íntima incluyen de-
presión, pensamientos suicidas, intento de suicidio, baja autoestima, abuso de alcohol y otras drogas y desorden de
estrés postraumático.

La violencia del marido, compañero, novio o padre es la primera causa en el mundo de muerte e invalidez permanente
entre las mujeres de 16 a 44 años, según un informe del Consejo Europeo difundido por el Observatorio Italiano Criminal
y Multidisciplinar de la Violencia de Género.

Este tipo de violencia causa más muertes entre las mujeres de ese grupo de edad que el cáncer, los accidentes de tráfi-
co o la guerra. "La violencia familiar por parte del compañero es, en Europa y en el mundo, la primera causa de muerte
de las mujeres", denunció Gabriella Paparazzo, de la asociación Differenza Donna, informa el Servicio de Noticias de la
Mujer

Por ejemplo, en Rusia han muerto, en un año, 13 mil mujeres; de ellas, 75 % fueron asesinadas por el marido.

El fenómeno de la violencia contra las mujeres no se circunscribe a los países en desarrollo; sino que está presente a lo
largo de Occidente, donde prevalece una cultura de raíces patriarcales.

En Estados Unidos, cada cuatro minutos una mujer es víctima de algún tipo de violencia, mientras en Suecia una mujer
muere cada diez días, explicó Paparazzo, para quien se trata de "un fenómeno con profundas raíces culturales".

Sin embargo, las mujeres tienen dificultades para denunciar los malos tratos, pues "no tienen conciencia de ser vícti-
mas", según la criminóloga Susanna Loriga. En este sentido, explicó que las mujeres no denuncian para "protegerse y
defenderse a ellas mismas de una realidad que, de otra manera, las destruiría".

Noticias de Gran Bretaña basadas en archivos policiales y de la Corte arrojan que el 42% de los asesinatos incluyen
"disputas domésticas" y un tercio de las víctimas de la violencia doméstica son niños. La Sociedad Nacional para la pre-
87
vención de la Crueldad hacia los Niños (Reino Unido) informa que tres a cuatro niños mueren por semana víctimas de
malos tratos por parte de sus padres. En los EE.UU., aprox. el 40% de los homicidios son el resultado de violencia en el
interior de la familia. El índice de homicidios producidos por violencia intrafamiliar es similar para USA (40%), el Reino
Unido (42%), y Australia (44%).

En Perú, Evidencias sólidas de validez y confiabilidad del instrumento. El 30.8% de los padres y el 31.2% de las madres
agredió psicológicamente a sus parejas, al menos una vez en los últimos seis meses, siendo las madres quienes repitie-
ron más los ataques.

El 12.1% de los padres y el 11.6% de las madres ha atacado físicamente a sus cónyuges, al menos una vez en los últi-
mos seis meses. Las madres repitieron los ataques físicos con mayor frecuencia.

El 3.8% de los padres y el 5.5% de las madres sufrió daño físico debido a una pelea que tuvieron con sus parejas.

El 78.1% de los padres y el 90.4% de las madres castigó psicológicamente a sus hijos, al menos una vez en los últimos
seis meses.

El 44.7% de los padres y el 58.6% de las madres castigó físicamente a sus hijos, al menos una vez en los últimos seis
meses.

El 49.5% de escolares ha insultado, amenazado o golpeado a algún familiar suyo en los últimos seis meses. Existe un
mayor porcentaje de mujeres que ha atacado con mayor frecuencia e incidencia a algún familiar suyo.

El 43.1% de escolares ha insultado, amenazado o golpeado a alguien que no era familiar suyo en los últimos seis me-
ses. Existe un mayor porcentaje de hombres que ha atacado a alguien que no era familiar suyo.

Cifras similares aunque no oficiales se manejan en los países latinoamericanos. Esta compleja realidad deja a nuestro
sistema social inadecuadamente preparado para aliviar el sufrimiento de las víctimas y sus familias. Todas las discipli-
nas involucradas en la detección, intervención, y tratamiento (medicina, educación, servicios sociales, servicio de justi-
cia, salud mental) no cuentan con el entrenamiento adecuado y específico. Las políticas sociales no responden a las
realidades emergentes. Los servicios sociales y de salud, el sistema de justicia criminal y civil lidian con el problema sin
adecuadas medidas de seguimiento y con incompetencia técnica del personal asignado. La comunidad en general expe-
rimenta alienación, confusión y falta de información básica acerca de cómo trabajan los distintos servicios de la red y su
interdependencia.

3.3.6 MITOS DE LA VIOLENCIA FAMILIAR

1. La violencia familiar es un problema de las personas perturbadas o enfermas: Esta creencia se basa en la información
recogida durante las denuncias policiales y los datos clínicos obtenidos de las entrevistas realizadas con las víctimas del
abuso. La limitación con este tipo de datos es olvidar que, muchas veces, las denunciantes han atravesado por un ciclo
cada vez más intenso de violencia, y con el tiempo la probabilidad de sufrir daño físico se ha incrementado. Es decir, las
peleas y gritos iniciales se convirtieron en ataques físicos de gravedad, independientemente de la salud mental de la
pareja.
Lamentablemente, los medios de comunicación difunden, de forma irresponsable, estos casos "sensacionalistas" ha-
ciendo con ellos una generalización tendenciosa. Partiendo de este tipo de datos, algunos investigadores identifican
"supuestas" características de la personalidad relacionadas con el agresor físico: depresión, inmadurez, impulsividad,
autoritarismo, ansiedad y comportamiento antisocial (Menéndez, 1996; National Research Council, 1993). Sin embargo,
pese a la existencia de un pequeño porcentaje de opresores con desórdenes psiquiátricos o relaciones patológicas, la
gran mayoría son personas sin alteraciones de personalidad (National Research Council, 1993). Straus proporciona evi-
dencia de ello, cuando encontró que menos del 10% de todos los tipos de violencia familiar en los Estados Unidos son
producidos por desórdenes mentales o perturbaciones psicológicas (Straus, 1980).

2. La violencia familiar es propia de los pobres o familias de estratos bajos : Muchos científicos sociales creen que la
violencia en general, y la violencia familiar en particular, es un problema de las familias pobres, de estrato social bajo y
de minorías raciales o étnicas. Esta creencia se basa en la gran cantidad de informes y denuncias de violencia entre las
familias pobres. Por ejemplo, según el estudio de Espinoza, el 52.2% de las mujeres entrevistadas en Lima y Callao
opinan que la violencia familiar se produce principalmente en los estratos pobres. Resulta interesante la visión de las
mujeres de los estratos pobres quienes ven con mayor objetividad la violencia, ubicándola en todos los estratos socio-
económicos y no sólo en el pobre (Espinoza, 2000). Aún sin considerar los pocos recursos económicos disponibles en
los estratos bajos, las familias pobres cuentan con un sistema de redes sociales para enfrentar las dificultades. Uno de
los elementos de esta red es la comunicación entre los vecinos sobre los problemas propios de cada familia, por lo que
88
se hace cotidiano y "común" hablar sobre violencia y problemas en el hogar. Entonces, no debe extrañar ver frecuente-
mente un número mayor de denuncias o informes sobre situaciones violentas en las familias pobres, en comparación
con la cantidad de denuncias de los estratos medio y alto. Resumiendo, los victimarios y víctimas de la violencia familiar
proceden de todos los estratos socioeconómicos y no se puede considerar a los estratos socioeconómicos como causan-
tes de los ciclos violentos (Vara, 2000c).

3. Los hombres son los únicos que abusan de los niños y las mujeres: A pesar de ser una afirmación poco rigurosa, es la
creencia más difundida de todas. Este mito se apoya en las denuncias sentadas en las comisarías de mujeres, publica-
ciones del PROMUDEH, estudios con enfoque de "género" donde sólo se encuesta a la mujer y se pregunta sobre vio-
lencia contra la mujer, etc. En el terreno de la evidencia empírica, existen más de 100 estudios, a nivel mundial, donde
se demuestra que las mujeres son tanto o más violentas que los hombres (Fiebert, 1997, 1998; Vara 2000a, 2000b,
2000d, 2000e). En cuanto al abuso infantil, se ha encontrado que las madres y cuidadoras mujeres son las principales
agresoras (Moreno, 1999; Vara 2000b, 2000d).

4. Los niños víctimas de violencia, de adultos también serán violentos: Una vez más, esta creencia se basa en la infor-
mación obtenida de las denuncias policiales. En ellas se encuentra un gran porcentaje de denunciantes víctimas de mal-
trato infantil. Por ejemplo, nueve de cada diez madres violentas relataron una historia familiar de abuso (Hunter & Kils-
trom, 1979). Aparentemente, el maltrato infantil "causa" la violencia en la adultez, sin embargo, no se puede inferir
aquello porque los datos de las denuncias policiales no son representativos de la población. Es decir, existen miles de
personas que sufrieron maltrato infantil quienes actualmente no golpean a sus parejas e hijos (Straus, 1986; Gelles,
1997). Los resultados de las encuestas nacionales en Estados Unidos contradicen la hipótesis del abuso infantil como
causa de la violencia. En otras palabras, un niño maltratado no necesariamente será un adulto violento. Existen factores
que protegen al niño de los efectos del maltrato, por ejemplo el alto nivel intelectual, las habilidades interpersonales,
relaciones importantes con personas guías, redes sociales fuera de casa, etc. (National Research Council, 1993).

5. El abuso de alcohol y drogas es la causa real de la violencia en el hogar : Muchos estudios han encontrado una fuerte
asociación entre el consumo de sustancias psicoactivas y la violencia (Fagan, 1990; Gelles, 1974; Gillen, 1946; Guttma-
cher, 1960; Snell, Rosenwald & Robey, 1964; Wolfgang, 1958). Según el estudio de Espinoza (2000) el 30.4% de las
mujeres entrevistadas en Lima y Callao opinan que los agresores consumen habitualmente alcohol y drogas. Sin embar-
go, a pesar de la creencia generalizada, las sustancias psicoactivas no juegan un rol directo en la violencia, ya que be-
ber y drogarse generalmente se usan como una excusa, socialmente aceptable, para "perder el control" (Gelles, 1993;
Straus et al., 1980). Esta afirmación se apoya en la reacción de muchas personas a las sustancias, la cual es producto
de las diferencias culturales y no de los patrones fisioquímicos (MacAndrew & Edgerton, 1969). En algunas culturas la
gente bebe y se vuelve violenta, en otras se ponen alegres, en otras pasivas, en otras melancólicas, etc. En la mayoría
de los casos el abuso de sustancias es consecuencia de la dinámica familiar violenta y prolongada y no una causa de
ella (Vara, 2000d, 2000e).

Como se ha visto, al considerar la familia como unas instituciones violentas, los investigadores tienden a pensar que la
violencia ocurre todo el tiempo. Sin embargo, las situaciones violentas no son muy frecuentes. Como se verá más ade-
lante, la violencia se caracteriza por ser cíclica y de intensidad creciente, mostrando episodios de tensión y ataques, así
como episodios de reconciliación y afecto. Antes de describir la dinámica de los conflictos y de la violencia, primero se
definirán algunos conceptos claves, tales como: violencia, actos abusivos, ataque físicos.

3.3.7 La VIF ES LA PRIMERA CAUSA MUNDIAL DE MUERTE DE MUJERES

En Rusia, en un año han muerto 13.000 mujeres, de ellas el 75% son asesinadas por el marido.

En Estados Unidos, cada cuatro minutos una mujer es víctima de algún tipo de violencia, mientras que en Suecia, mue-
re una mujer cada diez días, explicó Paparazzo, para quien se trata de "un fenómeno que tiene profundas raíces cultura-
les".

Sin embargo, las mujeres tiene dificultades para denunciar los malos tratos, pues "no tienen conciencia de ser víctimas",
según la criminóloga Susana Loriga.

En este sentido, explicó que las mujeres no denuncian más para "protegerse y defenderse a ellas mismas de una reali-
dad que, de otra manera, las destruiría".

La violencia familiar que se desarrolla en el espacio interior de la familia, comprende una dinámica de 3 etapas, consti-
tuyéndose en un círculo vicioso:

89
a) Se va creando tensiones entre víctima y victimario. Empieza por el abuso psicológico; en la medida que los insultos o
los desprecios van creciendo, luego viene la explosión de rabia y la víctima es golpeada. La primera fase es un abuso
psicológico que termina en una explosión de abuso físico: Heridas y golpes.

b) El periodo de reconciliación, el agresor(a) pedirá perdón. Se disculpa, hace todo lo que puede para convencerlo, le
dirá que le ama verdaderamente, etc. Esta conducta "cariñosa" completa la victimización.

c) Etapa de ambivalencia. La víctima no sabe qué hacer, se dice a sí mismo: "Sí, me golpeo, pero por otra parte es cari-
ñoso... pasa el tiempo y da la vuelta a la primera fase; completando la figura del círculo.

No obstante el desarrollo de estas fases puede ir cambiando de acuerdo al tipo de estructura de la familia.

Los miembros de la familia que resultan más afectados son las mujeres, las niñas, las adolescentes y el grupo del adulto
mayor, por ser las personas más vulnerables dentro de la sociedad patriarcal*, que estructura y jerarquiza las relaciones
de acuerdo al poder y la dominación de unas personas sobre otras.

3.3.8 LAS CAUSAS PRINCIPALES DE LA VIOLENCIA FAMILIAR EN EL PERÚ son:

Raíces cultural e histórica.


Medios de comunicación.
Consumo de drogas.
Incompatibilidad de caracteres.
Ausencia de comunicación asertiva y precaria relaciones humanas.
Dependencia económica de la víctima, etc.

3.3.9 LEGISLACIÓN SOBRE VIOLENCIA FAMILIAR EN EL PERÚ DECRETO SUPREMO N° 006-97-JUS

LEY DE PROTECCION FRENTE A LA VIOLENCIA FAMILIAR

TITULO PRIMERO

DISPOSICIONES GENERALES

Alcance de la ley

Artículo 1.- Por la presente Ley, se establece la política del Estado y de la sociedad frente a la violencia familiar, así
como las medidas de protección que correspondan.

Definición de violencia familiar

Artículo 2.- A los efectos de la presente Ley, se entenderá por violencia familiar cualquier acción u omisión que cause
daño físico o psicológico, maltrato sin lesión, inclusive la amenaza o coacción graves, que se produzcan entre:

a. Cónyuges;
b. Convivientes;
c. Ascendientes;
d. Descendientes;
e. Parientes colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad; o,
f. Quienes habitan en el mismo hogar, siempre que no medien relaciones contractuales o laborales.

Política y acciones del Estado

Artículo 3.- Es política permanente del Estado la lucha contra toda forma de violencia familiar, debiendo desarrollarse
con este propósito las siguientes acciones:

a) Fortalecer en todos los niveles educativos, la enseñanza de valores éticos, el irrestricto respeto a la dignidad de la
persona humana y de los derechos de la mujer, del niño y adolescente y de la familia, de conformidad con la Constitu-
ción Política del Estado y los Instrumentos Internacionales ratificados por el Perú.

b) Emprender campañas de difusión, con el propósito de sensibilizar a la sociedad sobre la problemática social antes
señalada, difundir los alcances de la presente Ley y condenar los actos de violencia familiar.
90
c) Promover el estudio e investigación sobre las causas de violencia familiar y medidas a adoptarse para su corrección;

d) Establecer procesos legales eficaces para las víctimas de violencia familiar, caracterizados por el mínimo de forma-
lismo y la tendencia a brindar medidas cautelares y resarcimiento por los daños y perjuicios causados, así como para
facilitar la atención gratuita en las reconocimientos médicos requeridos por la Policía, Ministerio Público o Poder Judi-
cial.

e) Promover la participación activa de organizaciones, entidades públicas o privadas dedicadas a la protección de meno-
res, mujeres y en general a los asuntos familiares, para el desarrollo de labores preventivas y de control sobre la ejecu-
ción de medidas cautelares, de apoyo y tratamiento de víctimas de violencia y agresores.

CONCORDANCIAS: R.S.Nº 074-98-PROMUDEH

f) Reforzar las actuales delegaciones policiales con unidades especializadas dotándolas de personal capacitado en la
atención de los casos de violencia familiar.

La Policía Nacional garantizará que, la formación policial incluya en la currícula y en el ejercicio de la carrera, capacita-
ción integral sobre la violencia familiar y su adecuada atención.

g) Promover el establecimiento de hogares temporales de refugio para víctimas de violencia y la creación y desarrollo
de instituciones para el tratamiento de agresores, a nivel municipal.

h) Capacitar al personal policial, fiscales, jueces, médicos legistas, agentes de salud, agentes de educación y personal
de las Defensorías Municipales, para que asuman un rol eficaz en la lucha contra la violencia familiar.

Las acciones dispuestas en el presente artículo serán coordinadas por el Ministerio de Promoción de la Mujer y del
Desarrollo Humano.

TITULO SEGUNDO - COMPETENCIA - CAPITULO PRIMERO

DE LA INTERVENCION DE LA POLICIA NACIONAL

De la denuncia policial

Artículo 4.- La Policía Nacional en todas las delegaciones policiales, recibirá las denuncias por violencia familiar y reali-
zará las investigaciones preliminares correspondientes.

Las denuncias podrán ser presentadas en forma verbal o escrita.

De los formularios tipo y de la capacitación policial

Artículo 5.- Para tal efecto, el Ministerio del Interior expedirá formularios tipo, para facilitar las denuncias y asimismo,
cartillas informativas de difusión masiva. Asimismo dispondrá la capacitación de personal especializado en la Policía
Nacional, para la atención en lo dispuesto en esta Ley.

De la investigación policial

Artículo 6.- La investigación policial se sigue de oficio, independientemente del impulso del denunciante y concluye con
un parte o atestado que contiene los resultados de la investigación. Durante la misma, pueden solicitarse los informes
necesarios para el esclarecimiento de los hechos. La Policía Nacional, a solicitud de la víctima brindará las garantías
necesarias en resguardo de su integridad.

De las atribuciones específicas de la Policía

Artículo 7.- En caso de flagrante delito o de muy grave peligro de su perpetración, la Policía Nacional está facultada para
allanar el domicilio del agresor. Podrá detener a éste en caso de flagrante delito y realizar la investigación en un plazo
máximo de 24 horas, poniendo el atestado en conocimiento de la fiscalía provincial penal que corresponda.

De igual manera, podrá conducir de grado o fuerza al denunciado renuente a concurrir a la delegación policial.

91
Del Atestado Policial

Artículo 8.- El atestado policial será remitido al Juez de Paz o Fiscal Provincial en lo Penal, según corresponda, y al
Fiscal de Familia, para ejercer las atribuciones que le señala la presente ley.

La parte interesada podrá igualmente pedir copia del atestado para los efectos que considere pertinente o solicitar su
remisión al juzgado que conociere de un proceso sobre la materia o vinculado a ésta.

CAPITULO SEGUNDO - DE LA INTERVENCION DEL MINISTERIO PÚBLICO

CONCORDANCIAS: LEY Nº 27007, Art. 1 literal 1.2

Del conocimiento y acciones iniciales del Fiscal Provincial

Artículo 9.- El Fiscal Provincial de Familia que corresponda, dará trámite a las peticiones que se formulen verbalmente o
por escrito en forma directa por la víctima de violencia, sus familiares, cualquiera de los mencionados en el Artículo 2 de
esta ley o tratándose de menores cualquier persona que conozca de los hechos, o por remisión del atestado de las dele-
gaciones policiales. También podrá actuar de oficio ante el conocimiento directo de los hechos.

De las medidas de protección inmediatas

Artículo 10.- Recibida la petición o apreciados de oficio los hechos, el Fiscal puede dictar las medidas de protección
inmediatas que la situación exija.

Las medidas de protección inmediatas que pueden ser adoptadas a solicitud de la víctima incluyen, sin que la enumera-
ción sea limitativa, el retiro del agresor del domicilio, impedimento de acoso a la víctima, suspensión temporal de visitas,
inventarios sobre sus bienes y otras medidas de protección inmediata que garanticen su integridad física, psíquica y
moral.

El Fiscal de Familia debe poner en conocimiento del Juez de Familia las medidas de protección adoptadas.

De la solicitud de medidas cautelares

Artículo 11.- Si la seguridad de la víctima o de su familia requiriera de una decisión jurisdiccional, solicitará las medidas
cautelares pertinentes al Juez Especializado de Familia, las que se tramitarán como Medidas Anticipadas fuera de pro-
ceso, de conformidad con lo dispuesto por los Artículos 635 y siguientes del Código Procesal Civil. Es especialmente
procedente la solicitud de una asignación anticipada de alimentos. Las medidas cautelares se concederán sin el requisito
de contra cautela.

De la potestad especial del Fiscal Provincial

Artículo 12.- Para el ejercicio de su función, el Fiscal gozará de la potestad de libre acceso al lugar donde se haya per-
petrado la violencia.

De la conciliación ante el Fiscal Provincial

Artículo 13.- El Fiscal convocará a la víctima y al agresor a audiencia de conciliación, para buscar una solución que
permita el cese de los actos de violencia. Son nulos los acuerdos que legitimen las actos de violencia y aquellos referen-
tes a la renuncia de los derechos de la víctima. Para dicha conciliación, podrá requerirse del apoyo psicológico corres-
pondiente.

El Fiscal está obligado a suspender la conciliación, cuando la víctima experimente temor ante coacción presente o even-
tual y se sienta en una situación de inseguridad o se desista de participar en ella. El proceso sólo se reinicia tomándose
las medidas necesarias para garantizar la seguridad e integridad de la víctima.

De las facultades del Fiscal Provincial en la conciliación

Artículo 14.- La citación al agresor se efectuará bajo apercibimiento de ser denunciado por delito de resistencia o
desobediencia a la autoridad en caso de inconcurrencia a que se refiere el Artículo 368 del Código Penal.

De los efectos de la conciliación


92
Artículo 15.- El acta de conciliación, tendrá los efectos previstos en el Artículo 328 del Código Procesal Civil.

El incumplimiento de la conciliación concede al Fiscal el derecho de recurrir al Juez de Familia, para exigir judicialmente
su ejecución.

De la legitimidad procesal

Artículo 16.- No habiéndose alcanzado la conciliación o por frustración de la misma, el Fiscal interpondrá demanda ante
el Juez de Familia, la que se tramitará con arreglo a lo dispuesto en el Artículo 18 de la presente Ley.

De las otras funciones del Fiscal Provincial

Artículo 17.- Corresponde además, al Ministerio Público en su función tuitiva visitar periódicamente las dependencias
policiales para conocer sobre la existencia de denuncias sobre violencia familiar, e intervenir de oficio cuando corres-
ponda conforme esta Ley.

CAPITULO TERCERO - DE LA INTERVENCION JUDICIAL - SUBCAPITULO PRIMERO

DE LA INTERVENCION DEL JUEZ ESPECIALIZADO DE FAMILLA

De la competencia del Juez Especializado de Familia

Artículo 18.- Corresponde el conocimiento de los procesos al Juez Especializado de Familia del lugar donde domicilia la
víctima o del lugar de la agresión, indistintamente.

De la legitimidad procesal

Artículo 19.- El proceso se inicia por demanda:

a) De la víctima de violencia o su representante.

b) Del Fiscal de Familia.

Del procedimiento

Artículo 20.- Las pretensiones sobre Violencia Familiar se tramitan como Proceso Único, conforme a las disposiciones
del Código de los Niños y Adolescentes, con las modificaciones que en esta ley se detallan.

De la sentencia

Artículo 21.- La resolución judicial que pone fin al proceso determinará si ha existido o no violencia familiar y establece-
rá:

a) Las medidas de protección en favor de la víctima pudiendo ordenar entre otras, la suspensión temporal de la cohabi-
tación, la salida temporal del agresor del domicilio, la prohibición temporal de toda clase de visitas por parte del agresor,
además de cualquier otra forma de acoso para la víctima, entre otras, conforme lo prescribe el segundo párrafo del Ar-
tículo 10 de esta Ley.

b) El tratamiento que debe recibir la víctima, su familia y el agresor, si se estima conveniente.

c) La reparación del daño.

d) El establecimiento de una pensión de alimentos para la víctima, cuando corresponda legalmente, si a criterio del juz-
gado ello es necesario para su subsistencia.

En atención a la función tuitiva de este proceso, el Juez puede agregar a su decisión los mandatos que aseguren la efi-
cacia de las pretensiones exigidas y los derechos esenciales de la víctima.

De la ejecución forzosa

93
Artículo 22.- En caso de incumplimiento de las medidas decretadas, el Juez ejercerá las facultades coercitivas, contem-
pladas en los Artículos 53 del Código Procesal Civil y 205 del Código de los Niños y Adolescentes, sin perjuicio de las
responsabilidades penales, a que hubieran lugar.

De las medidas cautelares y conciliación ante el Juez de Familia

Artículo 23.- El Juez podrá adoptar medidas cautelares anticipadas sobre el fondo, desde la iniciación del proceso y du-
rante su tramitación, sujetándose en tal caso, a lo previsto por el Código Procesal Civil. Podrá ejercer igualmente la
facultad de conciliación, en los términos previstos por el Artículo 13 de la presente Ley.

De las medidas de protección

Artículo 24.- Si el Juez Penal adopta en el proceso respectivo medidas cautelares de protección a la víctima, no proce-
derá solicitarlas en la vía civil.

Las medidas de protección civil, pueden sin embargo, solicitarse antes de la iniciación del proceso, como medidas cau-
telares fuera de proceso.

SUBCAPITULO SEGUNDO - INTERVENCION DEL JUEZ ESPECIALIZADO EN LO PENAL

De las medidas cautelares

Artículo 25.- Dictado el auto apertorio de instrucción por hechos tipificados como delitos y que se relacionan con la vio-
lencia familiar, corresponde al Juez dictar de oficio las medidas cautelares que señala la presente Ley, así como, según
la naturaleza o gravedad de los hechos, o su reiteración, disponer la detención del encausado.

De las medidas de protección

Artículo 26.- Cuando el Juez en lo Penal o el de Paz Letrado, conozcan de delitos o faltas cuyo origen sean hechos de
violencia familiar, están facultados para adoptar todas las medidas de protección que señala la presente ley.

Las medidas referidas en el párrafo anterior, podrán adoptarse desde la iniciación del proceso, durante su tramitación y
al dictar sentencia, aplicando en lo que fuere pertinente, lo dispuesto por el Código Procesal Civil. Podrán imponerse
igualmente como restricciones de conducta, al momento de ordenar la comparecencia del inculpado y al dictar sentencia
bajo apercibimiento de ordenar detención en caso de incumplimiento.

TITULO TERCERO - DISPOSICIONES COMUNES A TODOS LOS PROCESOS

De la reserva de las actuaciones

Artículo 27.- Los antecedentes y documentación correspondientes a los procesos se mantendrán en reserva, salvo para
las partes, letrados y expertos intervinientes. Las actuaciones tenderán a ser privadas.

Del deber de colaboración

Artículo 28.- La Policía Nacional, el Ministerio Público y el Poder Judicial pueden solicitar la colaboración a todas las
instituciones públicas o privadas para la evaluación física y psicológica de las víctimas de violencia, agresores y de su
entorno familiar; para la asistencia de víctimas de violencia y su familia; y, para la aplicación y control de las medidas
que contempla la presente ley.

Del valor de los certificados médicos y pericias

Artículo 29.- Los certificados que expidan los Establecimientos de Salud del Estado tiene pleno valor probatorio en las
procesos sobre Violencia Familiar, la expedición de dichos certificados es gratuita.

También lo tendrán los certificados que expidan instituciones privadas, con las que el Ministerio Público y el Poder Judi-
cial celebren Convenios, para la realización de determinadas pericias.(*)

(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 27016, publicada el 20-12-98, cuyo texto es el siguiente:

"Del valor de los certificados médicos y pericias


94
Artículo 29.- Los certificados de salud física y mental que expidan los médicos de los establecimientos de salud del Es-
tado, como el Ministerio de Salud, el Instituto Peruano de Seguridad Social y las dependencias especializadas de las
Municipalidades provinciales y distritales, tienen valor probatorio del estado de salud física y mental en los procesos
sobre violencia familiar. La expedición de los certificados y la consulta médica que la origina son gratuitas.

Igual valor tienen los certificados expedidos por los médicos de los centros parroquiales, cuyo funcionamiento se en-
cuentre autorizado por el Ministerio de Salud y se encuentren registrados en el Ministerio Público.

Asimismo, tendrán valor probatorio del estado de salud física y mental en los procesos por violencia familiar, los certifi-
cados que expidan los médicos de las instituciones privadas con las cuales el Ministerio Público y el Poder Judicial cele-
bren Convenios para la realización de determinadas pericias."

TITULO CUARTO - DE LA INTERVENCION DE LAS DEFENSORIAS MUNICIPALES DEL NIÑO Y DEL ADOLESCEN-
TE

De la conciliación ante el Defensor Municipal del Niño y del Adolescente

Artículo 30.- Las Defensorías Municipales del Niño y del Adolescente, podrán, en ejercicio de sus atribuciones, llevar
adelante audiencias de conciliación destinadas a resolver conflictos originados por violencia familiar.(*)

(*) Artículo modificado por la Primera Disposición Complementaria, Transitoria y Final de la Ley Nº 27007, publicada el
03-12-98, cuyo texto es el siguiente:

"Artículo 30.- Las Defensorías del Niño y el Adolescente debidamente autorizadas podrán, en ejercicio de sus atribucio-
nes, llevar adelante audiencias de conciliación destinadas a resolver conflictos originados por violencia familiar previsto
por la presente ley; y los casos de alimentos, colocación provisional y reconocimiento voluntario de filiación, señalados
en los literales c) y d) del Artículo 48 del Código de los Niños y Adolescentes, siempre que no existan procesos judiciales
sobre estas materias.

Las Actas derivadas de estas conciliaciones constituyen título de ejecución."

TITULO QUINTO - DISPOSICIONES FINALES

Primera.- Excepcionalmente y cuando la carga procesal o la realidad del distrito lo justifiquen, el Poder Judicial o el Mi-
nisterio Público, a través de sus órganos de gobierno, podrá asignar competencia para conocer las demandas que se
plantean al amparo de lo dispuesto sobre la ley de violencia familiar, a los juzgados de paz letrados.

Segunda.- Deróguense las disposiciones que se opongan a la presente ley.

LEY DE PROTECCIÓN - FRENTE A LA VIOLENCIA FAMILIAR

TITULO PRIMERO - DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1º.- Se establece una medidas de protección contra la violencia familiar.

Artículo 2º.- Se entiende por violencia familiar al maltrato físico, psicológico e inclusive la amenaza entre:

a. Cónyuges;
b. Convivientes;
c. Ascendientes;
d. Descendientes;
e. Parientes consanguinidad;
f. Quienes habitan en el mismo hogar.

Artículo 3º.- Es obligatorio que el Estado luche contra todo tipo de violencia familiar, y realizarse las siguientes acciones:

a) Enseñar los valores éticos, los derechos del niño, de la mujer, del adolescente y de la familia.

b) Hacer campañas sobre la problemática social y difundir la ley y condenar los actos de violencia familiar.

95
c) Estudiar las causas de violencia familiar y adoptar medidas para que no vuelva a suceder.

d) Establecer procesos legales para las víctimas y facilitar la atención gratuita en los reconocimientos médicos requeri-
dos por la Policía, Ministerio Publico o Poder Judicial.

e) Promover la participación de organizaciones, entidades públicas o privadas para el tratamiento de víctimas de violen-
cia y agresores.

f) Reforzar las delegaciones policiales con personas especializadas en los casos de violencia familiar.

g) Establecer hogares temporales para las víctimas y crear instituciones para el tratamiento de agresores.

h) Capacitar a los policías, fiscales, jueces, médicos legistas, para que cumplan contra la violencia familiar.

Las acciones del artículo serán coordinadas por el Ministerio de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano.

TITULO SEGUNDO - COMPETENCIA

CAPITULO PRIMERO - DE LA INTERVENCIÓN DE LA POLICÍA NACIONAL

De la denuncia policial

Artículo 4º.- La Policía Nacional recibirán denuncias por violencia familiar y realizar investigaciones.

Las denuncias serán en forma verbal o escrita.

Artículo 5º.- El Ministerio del Interior expedirá formularios para facilitar las denuncias y dispondrá la capacitación de los
Policías

Artículo 6º.- La investigación policial se sigue de oficio y termina con un atestado, la Policía brindará resguardo si solicita
la víctima.

Artículo 7º.- Si es grave la agresión, la Policía podrá entrar a la casa del agresor y detenerlo y hacer una investigación
en 24 horas.

Artículo 8º.- La investigación policial se dará al Juez de Paz, para ejercer las atribuciones que le señala la presente Ley.

CAPITULO SEGUNDO - DE LA INTERVENCIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO

Artículo 9º.- Fiscal de la Familia tramitará las peticiones que se formulen verbal o escrito a la víctima, sus familiares
tratándose de menores, la persona que conozca de los hechos, también podrá actuar como un testigo de hecho dando
sus testimonios.

Artículo 10º.- De oficio de hechos, el Fiscal exigirá una protección inmediata cuando solicita la víctima incluyen, sin que
la enumeración sea limitativa.

El Fiscal de Familia debe hacer conocer al Juez la solicitud.

Artículo 11º.- La seguridad de la víctima o la familia toma una decisión jurisdiccional, solicita una medidas cautelar perti-
nente al Juez Especializado de Familia, proceder la solicitud de una asignación anticipada de alimentos. Las medidas
cautelares se concederán sin el requisito de contra cautela.

Artículo 12º.- El Fiscal goza de la potestad de libre entrada al lugar donde hubo violencia.

Artículo 13º.- El Fiscal convocará a la víctima y al agresor a audiencia de conciliación, y buscar una solución que termi-
ne la violencia. Para dicha conciliación, se requiere un apoyo psicológico correspondiente.

El Fiscal está obligado a suspender la conciliación, cuando la víctima tenga temor y se sienta en una situación de inse-
guridad o no participe en ella.

96
Artículo 14º.- La citación al agresor deberá ser denunciado por delito de desobediencia a la autoridad en caso de incon-
currencia del Artículo 368° del Código Penal.

Artículo 15º.- Tiene los efectos previstos en el Artículo 328 del Código Civil, en el incumplimiento concede al Fiscal el
derecho recurrido al Juez de Familia, para exigir su ejecución.

Artículo 16º.- El Fiscal interpone demanda al Juez de Familia, con la que se tramitará un arreglo a lo dispuesto en el
Artículo 18° del presente Ley.

Artículo 17º.- Su función intuitiva corresponde al Ministerio Público por alcanzar periódicamente dependencias para co-
nocer la existencia de denuncias sobre la violencia familiar, en cuanto conforma esta Ley.

CAPITULO TERCERO - DE LA INTERVENCIÓN JUDICIAL

SUBCAPÍTULO PRIMERO - DE LA INTERVENCIÓN DEL JUEZ ESPECIALIZADO DE FAMILIA

Artículo 18º.- El Juez Especializado de Familia del lugar donde vive la víctima o del lugar donde vive la víctima o del
lugar de la agresión.

Artículo 19º.- El proceso se inicia con una demanda:

a) De la víctima de violencia o su representante.

b) Del Fiscal de Familia.

Del procedimiento

Artículo 20º.- La Violencia Familiar se tramita como Proceso Único, conforme a las disposiciones del Código de los Ni-
ños y Adolescentes, en esta Ley se detallan la sentencia.

Artículo 21º.- La resolución judicial que pone fin al proceso si ha existido o no violencia familiar y establece las medidas,
de protección en favor de la víctima, la suspensión temporal de la cohabitación, la salida temporal del agresor, la prohi-
bición temporal de toda clase de visitas por parte del agresor.

El tratamiento que debe recibir la víctima, a su familia y el agresor.

La reparación del daño.

Establece una pensión de alimentos para la víctima, cuando corresponda legalmente, al juez por ello es necesario para
su subsistencia.

Artículo 22º.- En caso de incumplimiento, el juez ejercerá las facultades coercitivas, contempladas en los Artículos 53°
del Código Procesal Civil y 205° del Código de los Niños y Adolescentes, sin perjuicio de las responsabilidades penales,
a que hubieran lugar.

Artículo 23º.- El Juez adopta medidas cautelares, desde la iniciación del proceso y durante el tramite, igualmente ejerce-
rá la facultad de conciliación, en los términos previstos por el Artículo 13º de la presente Ley.

Artículo 24º.- Si el Juez Penal adopta medidas cautelares de protección a la víctima, no procederá solicitarlas en la vía
civil.

Las medidas de protección civil, pueden sin embargo, solicitarse antes de la iniciación del proceso, como medidas cau-
telares fuera de proceso.

SUBCAPÍTULO SEGUNDO

DE LA INTERVENCIÓN DEL JUEZ ESPECIALIZADO EN LO PENAL

Artículo 25º.- Dictado el auto apertorio de instrucción como delitos y que se relacionan con la violencia familiar, corres-
ponde al Juez dictar de oficio las medidas cautelares que señala la presente Ley, así como, según la naturaleza o gra-
vedad de los hechos, o su reiteración, disponer la detención del encausado.
97
Artículo 26º.- Cuando el Juez en lo Penal, conozcan de delitos o faltas cuyo origen sean hechos de violencia familiar,
están facultados para adoptar todas las medidas de protección que señala la presente ley.

Las medidas referidas en el párrafo anterior, podrán adoptarse desde la iniciación del proceso, durante su tramitación y
al dictar sentencia, aplicando en lo que fuere pertinente, lo dispuesto por el Código Procesal Civil. Podrán imponerse
igualmente como restricciones de conducta, al momento de ordenar la comparecencia del inculpado y al dictar sentencia
bajo apercibimiento de ordenar detención en caso de incumplimiento.

TITULO TERCERO - DISPOSICIONES COMUNES A TODOS LOS PROCESOS

Artículo 27º.- Los antecedentes y documentación correspondiente a los procesos se mantendrán en reserva. Las actua-
ciones tenderán a ser privadas.

Artículo 28º.- El Poder Judicial solicita la colaboración de todas las instituciones públicas o privadas para la evaluación
física y psicológica de las víctimas o agresores, para la aplicación de las medidas que contempla la presente ley.

Artículo 29º.- Los Establecimientos de Salud tienen pleno valor para el probatorio de los procesos sobre Violencia Fami-
liar.

También tienen los certificados que expidan instituciones privadas, con las que el Ministerio Público y el Poder Judicial
celebren Convenios.

TITULO CUARTO - DE LA INTERVENCIÓN DE LAS DEFENSORIAS MUNICIPALES DEL NIÑO Y DEL ADOLESCEN-
TE

Artículo 30º.- La Defensoría del Niño y del Adolescente, podrán, en ejercicio de sus atribuciones, llevar adelante la con-
ciliación destinadas a resolver conflictos causados por violencia familiar.

TITULO QUINTO - DISPOSICIONES FINALES

Primera.- La realidad del Distrito lo justifiquen, al Poder Judicial o el Ministerio Público, a través de sus órganos de go-
bierno, asigna las demandas que plantean la ley de violencia familiar, a los Juzgados de Paz Letrados.

Segunda.- Deróguense las disposiciones que se opongan a la presente ley

OTRAS LEYES CONTRA LA VIOLENCIA FAMILIAR EN EL PERÚ

 Ley N° 26260. Establecen política del Estado y de la Sociedad frente a la violencia familiar
 Ley Nº 27982 que modifica el texto único ordenado de la ley Nº 26260 Ley de protección frente a la Violencia Fa-
miliar
 Ley Nº 27942 de Prevención y Sanción del Hostigamiento Sexual
 Ley 26770. Modifica la disposición del Código Penal que eximía de pena al violador por matrimonio con la vícti-
ma.
 Ley 27055. Modifica artículos del Código de los Niños y Adolescentes y del Código de Procedimientos Penales,
derechos de las víctimas de violencia sexual
 Ley 27115. Establece acción penal pública en los delitos contra la libertad sexual

CONCLUSIONES:

 El maltrato familiar es físico, psicológico, amenazas


 El estado tiene derecho la integridad física de los niños, jóvenes, ancianos y mujeres.
 La policía tiene derecho a recibir denuncias sin recibir ninguna cantidad de dinero.
 No puede haber conciliación si la mujer tiene miedo al marido.
 Si no se logra la conciliación el caso pasara al juez de familia.
 La defensoría Municipal deberá resolver conflictos.

SUGERENCIAS
Proponemos lo siguiente:

98
 Que se debería realizar más trabajos sobre el tema, especialmente en los colegios.
 Deberían hacerse más hogares para madres maltratadas
 Se debería poner más castigo para los agresores.
 Se debe realizar charlas para los niños, jóvenes y ancianos (también a los pandilleros).
 Se debería hacer centros para rehabilitar a los agresores.
 El Código Civil debe hacer cumplir los derechos de la familia.

BIBLIOGRAFÍA
 Álvarez Liliana, Espacio familiar, espacio judicial. Por qué la violencia?.Betta Juan C., Manual de Psiquiatría, Buenos
Aires, CEA, 1984, 8va. Edición.
 AMES C., Rolando. et al.1986 "Familia y Violencia en el Perú de Hoy". Edit. Comité Peruano de Bienestar. Lima Perú.
 Contreras Alarcón María Lilian y otros, Una visión transgeneracional de las pautas relacionases en familias con violen-
cia intrafamiliar, Santiago de Chile, Revista De familias y terapias, 1998, pp 65-78
 Corsi Jorge (comp), Violencia familiar. Una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social, Paídós, Buenos
Aires, 1999
 Chavanneau Silvia, Protección contra la violencia familiar?, Buenos Aires, Revista Actualidad Psicológica, Junio 1995,
p. 26
 Echeburúa Enrique, Personalidades violentas, Buenos Aires, Editorial Paidós, 1998
 Garbarino J., Porqué las familias abusan de sus hijos, Buenos Aires, Editorial Paidós, 1998
 Grosman M y otros, Violencia en la familia, Buenos Aires, Editorial Paidós, 1998
 Grosman, C.P.; Mesterman, S.; Adamo M. T.(1992): "Violencia en la familia". Buenos Aires. Editorial Universida
 Guevara Lino, Violencia familiar y mundos posibles. Aspectos de la construcción familiar de sentido, Buenos Aires,
Revista Sistemas Familiares, Agosto 1995
 Mesterman, S.: "La familia en crisis". Revista Terapias. Año 1, N' 8. Set/oct. 1992.Texto de la ley 24.417
 Perrone R. y Nannini M., Violencia y abusos sexuales en la familia. Un abordaje sistémico y comunicacional, Paidós,
Buenos Aires, 1998
 PROMUDEH.1998 "Legislación Sobre Violencia Familiar". Lima - Perú.
 Ravazzola María Cristina, Violencia familiar: El abuso relacional como un ataque a los derechos humanos, Buenos
Aires, Revista Sistemas Familiares, 1998, Vol 14, Nro 3, pp 29-41.

3.4 EL ABUSO EN OTROS AMBIENTES

3.4.1 EL MOOBING O ACOSO LABORAL


El acoso laboral o acoso moral en el trabajo, conocido comúnmente a través del término inglés mobbing: ‘asediar’, ‘aco-
sar’, ‘acorralar en grupo’,1 es tanto la acción de un hostigador o varios hostigadores conducente a producir miedo, terror,
desprecio o desánimo en el trabajador afectado hacia su trabajo, como el efecto o la enfermedad que produce en el
trabajador. Esta persona o grupo de personas reciben una violencia psicológica injustificada a través de actos negativos
y hostiles dentro o fuera del trabajo por parte de grupos sociales externos, de sus compañeros ("acoso horizontal", entre
iguales), de sus subalternos (en sentido vertical ascendente) o de sus superiores (en sentido vertical descendente, tam-
bién llamado bossing, del inglés boss, jefe). Dicha violencia psicológica se produce de forma sistemática y recurrente
durante un tiempo prolongado, a lo largo de semanas, meses e incluso años, y al mismo en ocasiones se añaden "acci-
dentes fortuitos" y hasta agresiones físicas, en los casos más graves. Una situación de acoso muy prolongada en el
tiempo, además de enfermedades o problemas psicológicos, puede desembocar, en situaciones extremas, en el suicidio
de la víctima.

Lo que se pretende en último término con este hostigamiento, intimidación o perturbación (o normalmente la conjuga-
ción de todas ellas) es el abandono del trabajo por parte de la víctima —o víctimas—, la cual es considerada por sus
agresores como una molestia o amenaza para sus intereses personales (necesidad de extorsión, ambición de poder, de
riquezas, posición social, mantenimiento del statu quo, etc.)

El término mobbing (del verbo inglés to mob, con el significado antes aludido) proviene de la etología, ciencia que estu-
dia el comportamiento de los animales, sobre todo del campo de la ornitología, donde la conducta defensiva de un grupo
de pequeños pájaros consiste en el atosigamiento continuado a un enemigo más grande, con frecuencia un ave rapaz.
Estos comportamientos en la naturaleza terminan frecuentemente, o bien con la huida, o con la muerte del animal aco-
sado por varios otros.

El científico sueco Heinz Leymann investigó el fenómeno en la década de 1980, y fue quien utilizó por primera vez el
término mobbing para referirse al problema. Otros autores destacados en el estudio del acoso moral y del mobbing son
la francesa Marie-France Hirigoyen y el español Iñaki Piñuel y Zabala.
99
La incidencia poblacional del acoso laboral se calcula que se encuentra entre el 10 y el 15 % del total de los trabajadores
en activo.

El mobbing puede desembocar en enfermedad profesional, es decir, derivada del trabajo, aunque tanto autoridades
como empresas se muestran muy reacias a admitir esta circunstancia como tal.

3.4.1.1 CARÁCTER OBJETIVABLE DEL ACOSO


El acoso laboral, al producirse, siempre debe ser comprobable. A pesar de que puede llegar a utilizar tácticas muy suti-
les y que las conductas de acoso llegan a tener un carácter clandestino, por no dejar excesivas huellas externas, ni con-
tar con testigos dispuestos a revelar lo que han presenciado, el ámbito de la evaluación del acoso en el trabajo debe ser
prioritariamente algo objetivo y no meramente subjetivo.

Su definición correcta implica establecer y objetivar el carácter real y fehaciente de una serie de comportamientos que, a
pesar de que son habitualmente negados por quienes los practican, se pueden establecer o acreditar externamente por
testigos, registros, grabaciones o documentos.

Tales indicadores objetivables muestran que el mobbing no se encuentra tan solo en una especie de mente paranoide o
autorreferencial de las víctimas, sino que las conductas de hostigamiento que lo originan existen en la realidad, incluso
fuera del espacio laboral, trascendiendo a la familia, el hogar y los círculos sociales que frecuenta la persona.

3.4.1.2 TIPOS DE MOBBING


En forma más generalizada, se ha aceptado los tipos de mobbing atendiendo a su clasificación en función de la direc-
ción: el vertical y el horizontal, y a su vez el vertical podrá ser ascendente o descendente.

a. Acoso vertical descendente, es el que es realizado del jefe al subordinado. También se le denomina bossing.
b. Acoso vertical ascendente, va del subordinado al jefe. Es la presión ejercida por un trabajador o un grupo de traba-
jadores sobre un superior jerárquico.
c. Acoso horizontal, es el que se da entre iguales; es decir, de compañero a compañero.

3.4.1.3 CARACTERÍSTICAS DEL MOBBING


Según el profesor Iñaki Piñuel y Zabala son estrategias habituales en el acoso laboral las siguientes:

Gritar, avasallar o insultar a la víctima cuando está sola o en presencia de otras personas.
Asignarle objetivos o proyectos con plazos que se saben inalcanzables o imposibles de cumplir, y tareas que son mani-
fiestamente inacabables en ese tiempo.
Sobrecargar selectivamente a la víctima con mucho trabajo y presionarla excesivamente.
Amenazar de manera continuada a la víctima o coaccionarla.
Quitarle áreas de responsabilidad clave, ofreciéndole a cambio tareas rutinarias, sin interés o incluso ningún trabajo que
realizar ("hasta que se aburra y se vaya").
Modificar sin decir nada al trabajador las atribuciones o responsabilidades de su puesto de trabajo.
Tratarle de una manera diferente o discriminatoria, usar medidas exclusivas contra él, con vistas a estigmatizarlo ante
otros compañeros o jefes (excluirle, discriminarle, tratar su caso de forma diferente, trasladarle a puestos inferiores,
rebajarle el sueldo).
Ignorarle ("hacerle el vacío") o excluirlo, hablando sólo a una tercera persona presente, simulando su no existencia
("ninguneándolo") o su no presencia física en la oficina, o en las reuniones a las que asiste ("como si fuese invisible").
Retener información crucial para su trabajo o manipularla para inducirle a error en su desempeño laboral, y acusarle
después de negligencia o faltas profesionales.
Difamar a la víctima, extendiendo por la empresa u organización rumores maliciosos o calumniosos que menoscaban su
reputación, su imagen o su profesionalidad.
Infravalorar o no valorar en absoluto el esfuerzo realizado por la víctima, negándose a evaluar periódicamente su traba-
jo.
Bloquear el desarrollo o la carrera profesional, limitando retrasando o entorpeciendo el acceso a promociones, cursos o
seminarios de capacitación.
Ignorar los éxitos profesionales o atribuirlos maliciosamente a otras personas o a elementos ajenos a él, como la casua-
lidad, la suerte, la situación del mercado, etc.
Criticar continuamente su trabajo, sus ideas, sus propuestas, sus soluciones, etc.; o simplemente no tomarlas en cuenta
bajo cualquier pretexto.
Monitorizar o controlar malintencionadamente su trabajo con vistas a atacarle o a encontrarle faltas o formas de acusarle
de algo.

100
Castigar duramente o impedir cualquier toma de decisión o iniciativa personal en el marco de sus responsabilidades y
atribuciones.
Bloquear administrativamente a la persona, no dándole traslado, extraviando, retrasando, alterando o manipulando do-
cumentos o resoluciones que le afectan.
Ridiculizar su trabajo, sus ideas o los resultados obtenidos ante los demás trabajadores, caricaturizándolo o parodiándo-
lo.
Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, etc.
Robar, destruir o sustraer elementos clave para su trabajo.
Atacar sus convicciones personales, ideología o religión.
Animar a otros compañeros/jefes a participar en cualquiera de las acciones anteriores mediante la persuasión, la coac-
ción o el abuso de autoridad.
Atentar contra la ergonomía del trabajador en su sitio laboral.
Asignarle tareas humillantes, incómodas o desagradables.

3.4.1.4 EL MOBBING MATERNAL

No siempre el acoso tiende a la eliminación del compañero o subordinado incómodo. Frecuentemente lo que pretende
quien acosa es mostrar a la víctima o a los demás su poder, y hacerlo mediante la destrucción de aquel al que va a vic-
timizar. Incluso marcar o mostrar un ejemplo de lo que puede ocurrirle a alguien.

El llamado "mobbing maternal" o, más propiamente, acoso contra las mujeres embarazadas, es uno de estos casos en
los que no se busca la destrucción de la víctima de forma directa, sino que a pesar de que lo anterior se consiga igual-
mente, lo que se busca más inmediata y directamente es mostrar un ejemplo de lo que le puede pasar a "la que se atre-
va a" quedarse embarazada. Es un tipo castigo ejemplarizante que debe servir de aviso para otras mujeres que obser-
van lo que le ocurre a la víctima y que de este modo no se atreven ya a quedarse embarazadas.

El Estudio Cisneros-XI, elaborado por el profesor Iñaki Piñuel y Zabala, recoge que:

- El 18 % de las trabajadoras denuncian que en su organización se producen presiones contra las mujeres por causa de
su maternidad.

- El 8 % de las trabajadoras acosadas refieren como causa principal del mobbing su maternidad.

- El 16 % de las trabajadoras acosadas lo son por reclamar derechos laborales que les corresponden.

- El 16 % de las trabajadoras acosadas denuncian acoso simplemente por el hecho de ser mujeres.

3.4.1.5 PARTES IMPLICADAS

Perfil habitual de la víctima


Personas que tienen mayor probabilidad de ser envidiadas por sus características personales, sociales o familiares (por
su éxito social, su buena fama, inteligencia, apariencia física).
El mobbing suele afectar a trabajadores perfectamente válidos y capaces, bien valorados y creativos. Muy frecuente-
mente se trata de adultos reconocidos por sus cualidades, de forma que suelen estar, paradójicamente, entre los mejo-
res de la organización.

En otros casos se debe a haberse resistido la víctima a participar, colaborar o a "mirar a otro lado" mientras se produ-
cían "enjuagues", es decir, por aquello que conocen o han presenciado.
Otro perfil es el de aquellos que presentan un exceso de ingenuidad y buena fe y que no saben hacer frente desde el
principio a aquellos que pretenden manipularlos o perjudicarlos.
También se elige a la víctima debido a su "juventud", orientación sexual, ideología política, religión, procedencia geográ-
fica, etc.

Es muy frecuente que se seleccione a las víctimas entre personas que presenten un factor de mayor vulnerabilidad per-
sonal, familiar o social (inmigrantes, discapacitados, enfermos, víctimas de violencia doméstica, mujeres u hombres
atractivos...). En estos casos la posibilidad de hacer frente a los acosadores disminuye, viéndose facilitada la impunidad
de estos.

Personas con algún tipo de diversidad funcional: síndrome de Down, retraso mental, autismo, síndrome de Asperger,
etc.
101
Las víctimas, pues, suelen ser personas con elevada ética, honradez y rectitud, así como con un alto sentido de la justi-
cia. Personas con alguna característica que los distingue, como las ya apuntadas (jóvenes, mujeres, minorías...). Perso-
nas altamente capacitadas. Personas populares, líderes natos. Personas con una elevada capacidad empática, sensibili-
dad o comprensión del sufrimiento ajeno. Personas con situaciones personales o familiares altamente satisfactorias.
Personas en situaciones de alta vulnerabilidad, etc.

Perfil del acosador


El fin último del acosador es el "asesinato psicológico" de la víctima, y el motivo principal encubrir la propia mediocridad,
todo ello debido al miedo y la inseguridad que experimentan los acosadores hacia sus propias carreras profesionales. De
este modo se puede desviar la atención o desvirtuar las situaciones de riesgo para ellos, haciendo de las víctimas ver-
daderos chivos expiatorios de las organizaciones. La mera presencia de la víctima en el lugar de trabajo desencadena,
debido a sus características diferenciales, una serie de reacciones inconscientes, causadas por los problemas psicológi-
cos previos que presentan los hostigadores. En otras ocasiones, el temor procede de la amenaza que supone para éstos
el conocimiento por parte de la víctima de situaciones irregulares, ilegales o de fraudes.

Los agentes tóxicos del acoso son en la mayoría de los casos los superiores o jefes, apoyados a menudo por "esbirros" o
"sicarios". También hay muchos acosadores entre los propios compañeros de la víctima, y se calcula que, en un 4 % de
casos, el mobbing es de tipo ascendente, es decir, del subordinado al superior.

Es frecuente la actuación de los acosadores en grupos o bandas de acoso, y los actos de hostigamiento suelen ser, co-
mo se ha visto, gritos, insultos, reprensiones constantes, humillaciones, falsas acusaciones, amenazas, obstaculizacio-
nes, "bromitas", motes... Todo lo cual puede desembocar en el auténtico linchamiento psicológico de la víctima, que si
es practicado entre todos los trabajadores es muy difícil de probar, por lo que el "asesinato psicológico" habrá resultado
perfecto.

La exposición a estas conductas de hostigamiento, reales y observables, no es algo casual sino plenamente causal o
intencional puesto que quien acosa intenta, con mayor o menor consciencia de ello, un daño o perjuicio para quien resul-
ta ser el blanco de esos ataques, muy especialmente el amilanamiento y la quiebra de su resistencia psicológica a me-
dio plazo. Todo proceso de acoso psicológico en el trabajo tiene como objetivo intimidar, reducir, aplanar, apocar, ame-
drentar y consumir emocional e intelectualmente a la víctima, con vistas a anularla, someterla o eliminarla de la organi-
zación, que es el medio a través del cual el acosador canaliza y satisface una serie de impulsos y tendencias psicopáti-
cas.

No es infrecuente encontrar (aunque no es siempre el caso) que esa necesidad insaciable de agredir, controlar y destruir
que suelen presentar los hostigadores, procede de una serie de tendencias psicopatológicas o de personalidades mórbi-
das o premórbidas. Estas psicopatías corresponden a autopromotores aberrantes, maquiavélicos, narcisistas o paranoi-
des, que aprovechan la situación que les brindan los entornos más o menos turbulentos o desregulados de las modernas
organizaciones para cebarse sobre sus víctimas.

Con todo, los agresores abusan y se prevalen corrientemente de su posición de poder jerárquico formal, pero del mismo
modo recurren a su poder de tipo informal (los "poderes fácticos") dentro de la organización para remediar sus frustra-
ciones a través de la violencia psicológica sobre otros, compensar sus complejos o dar rienda suelta a sus tendencias
más agresivas y antisociales.

3.4.1.6 PROFESIONES MÁS AFECTADAS


Son profesionales más frecuentemente afectados los funcionarios y el personal laboral contratado de las administracio-
nes públicas (central, regional o local), los profesores investigadores de las universidades públicas y privadas, los traba-
jadores de la enseñanza primaria, media o universitaria, informáticos, auditores, los trabajadores de la salud, cuidadores
de guarderías y escuelas infantiles, personal de hostelería y turismo, personal de bancos e instituciones financieras,
oficiales de marina mercante, así como los miembros de organizaciones denominadas ideológicas (instituciones y orga-
nizaciones caritativas o religiosas, partidos políticos, sindicatos). En general, todo el sector de los servicios resulta afec-
tado en mayor proporción.

3.4.1.7 EJEMPLOS
La empresa France Télécom está siendo investigada por los numerosos suicidios registrados recientemente entre los
trabajadores de esta empresa. La empresa, que quería reducir plantilla pero no podía despedir a muchos trabajadores
por ser funcionarios, llevó a cabo una campaña de desmotivación de los mismos para conseguir que renunciaran volun-
tariamente a su trabajo. Se investiga si el estrés y depresión general que se generó fue tan grande que cuarenta y seis
de los trabajadores afectados se suicidaron y otros quince lo intentaron.

3.4.1.8 CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS Y LABORALES


102
Lento deterioro de la confianza en sí misma y en sus capacidades profesionales por parte de la víctima.
Proceso de desvalorización personal.
Desarrollo de la culpabilidad en la víctima (la propia familia suele cuestionarla sobre su comportamiento).
Creencia de haber cometido verdaderamente errores, fallos o incumplimientos.
Somatización del conflicto: enfermedades físicas (por ejemplo, dolor de cabeza o síndrome del intestino irritable).
Insomnio, ansiedad, estrés, angustia, irritabilidad, hipervigilancia, fatiga, cambios de personalidad, problemas de rela-
ción con la pareja, depresión.
Inseguridad emocional, torpeza, indecisión, conflictos con otras personas e incluso familiares.
Mella en la autoestima.
Trastorno por estrés agudo.
Bajas laborales que el acosador suele aprovechar contra el trabajador, acusándolo de bajo rendimiento.10
Otras consecuencias:
Agresividad de la víctima con la familia.
Aumento de la conflictividad con la familia.
Aumento de las enfermedades de los hijos y problemas escolares.
Retraimiento con la familia y amigos.
Abandono de los amigos y rechazo por parte del entorno de la víctima, cansados de la "obsesión" con el problema labo-
ral.

«No te quejes, que nosotros no estamos mejor: el "puteo" va con el sueldo».


Falta de apoyo de los familiares ante los intentos de la víctima de hacer frente a la situación, legal o psicológicamente.
Estigmatización social en los sectores de actividad laboral próximos.

El desenlace habitual de la situación de acoso laboral suele significar la salida de la víctima de la organización de mane-
ra voluntaria o forzosa. Otras consecuencias pueden ser el traslado, o incluso el pase a situación de incapacidad perma-
nente. La recuperación definitiva de la víctima suele durar años y, en casos extremos, no se recupera nunca la capaci-
dad de trabajo.

Afirma Iñaki Piñuel que «En muchos casos, el mobbing persiste incluso después de la salida de la víctima de la empre-
sa, con informes negativos o calumniosos a futuros empleadores, eliminando así la empleabilidad externa de la víctima.
Se trata de una especie de re-mobbing».6

3.4.1.9 EVALUACIÓN DEL ACOSO MORAL EN EL TRABAJO (mobbing)


En la actualidad la evaluación del mobbing se fundamenta principalmente en la aplicación de test psicométricos, los
cuales requieren contar con confiabilidad y validez experimental con la finalidad de que puedan arrojar resultados objeti-
vos al respecto.

Por lo tanto es necesario llevar a cabo un riguroso control al respecto, dada la existencia de diversos cuestionarios para
el diagnóstico de este riesgo psicosocial laboral, que podrían generar la presencia de mediciones erróneas y confusas
relacionadas con otras psicopatologías similares o eventos aislados de violencia (Piñuel, 2006) que imposibilitarían el
llevar a cabo una detección correcta para el adecuado planteamiento del tratamiento del mismo en beneficio de la salud
ocupacional de los trabajadores.

De tal forma que entre los principales instrumentos de medición que cuentan con estas características psicométricas y
que son de los más empleados hoy en día para tal efecto, se encuentran el Leymann Inventory of Psychological Terrori-
zation (LIPT) de Leymann (1996); el NAQ (1997) de Einarsen y Raknes; , el Generalized Workplace Abuse (1999) de
Richman; el LIPT-60 (2003) de González de Rivera y Rodríguez, el Cuestionario Individual sobre Psicoterror, Ninguneo,
Estigmatización y Rechazo en Organizaciones Sociales Cuestionario (CISNEROS) de Piñuel y Oñate (2002), entre
otros.

Por ello la utilidad y aplicabilidad práctica de una sólida evaluación del mobbing radica en la detección real del alcance
de esta problemática en las víctimas y sobrevivientes, lo cual puede coadyuvar en el planteamiento del tratamiento mé-
dico y psicoterapeútico de los mismos, así como para su correspondiente prevención, manejo, control y seguimiento, así
como de las diversas problemáticas de salud psicológica, fisiológica y psicosomática derivadas del mismo que llega a
presentar el personal de las organizaciones, el cual merece respeto a su dignidad humana y la mejora de su calidad de
vida en el escenario ocupacional del siglo XXI.

3.4.1.10 LEGISLACIÓN

Perú

103
El Decreto Supremo Nº 003-97-TR – Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728 Ley de Productividad y
Competitividad Laboral, en su Artículo 30º expresa que son actos de hostilidad equiparables al despido los siguientes:

V.1. La Falta de Pago de la Remuneración


V.2. La Reducción Inmotivada de la Remuneración o de la Categoría
V.3. El Traslado del Trabajador con el propósito de ocasionarle perjuicio
V.4. La Inobservancia de Medidas de Higiene y Seguridad que pueda afectar o poner en riesgo su vida y salud
V.5. El acto de Violencia o Faltamiento Grave de Palabra en Agravio del Trabajador o de su Familia
V.6. Los Actos de Discriminación por razón de sexo, raza, religión, opinión o idioma
V.7. Los Actos contra la Moral y todos aquellos que afecten la Dignidad del Trabajador

España
En el Código Penal de España, el acoso laboral está tipificado dentro de los delitos de torturas y contra la integridad
moral. Se entiende por tal: «El hostigamiento psicológico u hostil en el marco de cualquier actividad laboral o funciona-
rial, que humille al que lo sufre, imponiendo situaciones de grave ofensa a la dignidad».
La reforma también trata de dar respuesta penal a la aparición de conductas acosadoras de hostigamiento y abuso, en la
mayoría de los casos con fines especuladores, como cuando se trata de forzar a alguien a irse de su casa, independien-
temente de que ésta sea propia o arrendada.

El acoso se regula expresamente como una forma de coacción que, de probarse, acarrea penas de «un año y nueve
meses a tres años de prisión, o multa de 18 a 24 meses».12 13

En junio de 2011, en virtud de la resolución del Ministerio de Política Territorial y Administración Pública, de 05/05/2011,
el gobierno aprobó un reglamento para regular el acoso laboral en la Administración. De acuerdo con dicha resolución,
actuaciones como mantener a un funcionario sin trabajo u ordenarle tareas inútiles; reprenderle reiteradamente delante
de otras personas; difundir rumores falsos sobre su profesionalidad o vida privada; tomar represalias si ha protestado por
la organización del trabajo, etc., serán consideradas acoso laboral.14 15

Bolivia
En Bolivia, la Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, prohíbe todo tipo de acoso laboral. Sec-
ción III, Artículo 49.

Se han llevado a cabo juicios a nivel Tribunal Constitucional de la Justicia en los que las víctimas de acoso laboral salie-
ron favorecidas.

La Defensoría del Pueblo también defiende este tipo de causas y los casos que son presentados reciben trato justo.

Uruguay
En la República Oriental del Uruguay no existe ley específica al respecto. Sí protección genérica a nivel constitucional y
mediante normas internacionales ratificadas por el país. El parlamento tiene a estudio tres proyectos de ley, dos en Cá-
mara de Representantes y uno en Cámara de Senadores. Los proyectos a estudio de la Cámara de Representantes
fueron ingresados por su orden, el primero en el año 2009 y el segundo en el 2012 y el tercero ingresó al Senado el 31
de julio de 2013.16

Colombia
En la República de Colombia se expidió la ley 1010 de 2006 por medio de la cual se adoptan medidas para prevenir,
corregir y sancionar el acoso laboral y otros hostigamientos en el marco de las relaciones de trabajo.

3.4.1.11 RESPUESTA ACTIVA AL MOBBING

Según Iñaki Piñuel, el reproche más frecuente que se dirigen a sí mismas las víctimas del acoso laboral es «no haber
hecho frente a tiempo al problema. La negación del problema suele ser el primer y principal obstáculo para comenzar a
darle respuesta y solución», de manera que se pretende hacer frente cuando ya es demasiado tarde. Esta negación o
inhibición ante el problema se produce cuando el afectado percibe, sí, «una amenaza extraordinaria para su integridad»,
pero «cuyo afrontamiento efectivo es percibido como extremadamente doloroso». Se deja pasar el tiempo con la ilusión
de que éste lo remedia todo, pero la experiencia práctica apunta a todo lo contrario: lo que se produce en realidad es el
«enquistamiento» del problema. Por tanto, es muy necesario plantar cara de manera decidida desde el primer momento,
ya que «el mecanismo destructivo del hostigamiento psicológico no puede operar cómodamente contra una víctima acti-
va y asertiva que da respuestas. [...] El acosador requiere para su actuación de la "paralización" de la víctima desde el
principio y que ésta no haga nada. El mecanismo perverso del mobbing requiere y cuenta con esta parálisis». De esta
manera, se aconseja al trabajador y a las organizaciones que lo apoyan:
104
3.4.1.12 TOMAR CONCIENCIA DEL DERECHO A LA DIGNIDAD EN EL TRABAJO.
Labor preventiva.
Información.
Asistencia, apoyo y entrenamiento en la respuesta activa por parte de especialistas.
Evitar a toda costa el retraso en la solución del problema.
Este retraso en el afrontamiento activo del problema, así como la llamada "reacción poliánica" ('no querer ver el mal', 'no
pensar mal', 'no criticar', 'no hacer daño a nadie'), para Iñaki Piñuel, lo único que consiguen es facilitar el camino al aco-
sador hacia nuevas agresiones y nuevas víctimas.

Según Nora Rodríguez, otras acciones recomendables son: ser menos previsible, actuar con decisión cuando alguien
evite el contacto directo y solo se vale de indirectas, no discutir inútilmente ni recurrir a amenazas, no implicar a otros
gratuitamente con sus comentarios y mantenerse firme y hablar siempre delante de testigos.

3.4.1.13 ESTRATEGIAS PERSONALES PARA SUPERAR EL MOBBING


Identificar el problema del mobbing como tal: formarse e informarse sobre el problema.
Documentar y registrar las agresiones de que se es objeto desde el inicio.
Hacer públicas las agresiones que se reciben en la intimidad y en secreto y comunicarlas a compañeros, jefes, directi-
vos, asesores, pareja, amigos y familiares.
Desactivarse emocionalmente: evitar reaccionar ante los ataques.
Controlar y canalizar la ira y el resentimiento, ya que la ira es la aliada del acosador: evitar explosiones de ira.
Hacer frente al mobbing: el afrontamiento hace recular al hostigador, que es cobarde en el fondo.
Dar respuesta a las calumnias y críticas destructivas con asertividad (sin pasividad ni agresividad).
Proteger los datos, documentos y archivos del propio trabajo y guardar todo bajo llave, desconfiando de las capacidades
manipulativas de los hostigadores.
Evitar el aislamiento social: salir hacia afuera y afrontar socialmente la situación del acoso.
Rechazar la inculpación sin aceptación ni justificación mediante la extroyección de la culpabilidad.
No intentar "convencer" o "cambiar" al hostigador.
No caer en la inhibición: contar a otros el acoso. Hablar del tema del acoso, comunicarlo, escribirlo, relatarlo, etc.
Desarrollar la empleabilidad propia: incrementar la formación y capacitación profesional.
Ir conscientemente el acosado a la baja laboral o a la renuncia voluntaria antes de permitir ser destruido psíquicamente.
Solicitar desde el principio asesoramiento psicológico especializado.
Solicitar consejo legal para hacer valer y defender los derechos propios.
Desarrollar la "autoestima autónoma" como vacuna contra el acoso.
Desarrollar el poder curativo del humor.
Permitirse llorar por el daño propio, como medio de desahogo.
Perdonar al acosador, como forma de liberación final.19

BIBLIOGRAFÍA
 Piñuel, Iñaki (2009). Liderazgo Zero. Lid. ISBN 978-84-835-6101-0.
 Piñuel, Iñaki (2008). Mobbing, el estado de la cuestión. Gestión 2000. ISBN 978-84-966-1292-1.
 Piñuel, Iñaki (2008). Mi jefe es un psicópata. Por qué la gente normal se vuelve perversa al alcanzar el poder. Alien-
ta. ISBN 978-84-935-8273-9.
 Piñuel, Iñaki (2008). La dimisión interior. Del síndrome postvacacional a los riesgos psicosociales en el trabajo. Pirá-
mide. ISBN 978-84-368-2162-8.
 Lafont Nicuesa, Luis (2008). El delito de acoso moral en el trabajo. Librería Tirant lo Blanch, S.L. ISBN 978-84-9876-
208-2.
 Correa Carrasco, Manuel (2007). Los medios de tutela frente al acoso moral en el trabajo. Editorial Comares, S.L.
ISBN 978-84-9836-190-2.
 Navarro Nieto, Federico (2007). La tutela jurídica frente al acoso moral laboral. Editorial Aranzadi, S.A. ISBN 978-84-
8355-424-1.
 Correa Carrasco, Manuel (2006). Acoso moral en el trabajo: concepto, prevención, tutela procesal y reparación de
daños. Editorial Aranzadi, S.A. ISBN 978-84-9767-664-9.
 Piñuel, Iñaki (2004). Neomanagement. Jefes tóxicos y sus víctimas. Aguilar. ISBN 84-0309-514-7.
 Piñuel, Iñaki (2003). Mobbing. Manual de autoayuda.Claves para reconocer y superar el acoso psicológico en el tra-
bajo. Editorial Aguilar. ISBN 978-84-03-09380-5.
 Hirigoyen, Marie-France (2001). El acoso moral, el maltrato psicológico en la vida cotidiana. Círculo de Lectores, S.A.
ISBN 978-84-226-8313-1.
 Piñuel, Iñaki (2001). Mobbing. Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo. Sal Terrae. ISBN 84-2931-410-5.

105
3.5 DEPREDADORES EMOCIONALES

Si mencionamos el concepto de ‘personas tóxicas’ muchos entenderán al instante la idea: personas que restan, que te
extraen la energía, que critican, que ponen mala cara, que no aportan, que son pesimistas, que se fijan exclusivamente
en lo negativo y que, en general, no nos hacen sentir cómodos. Son, pues, personas con baja autoestima que necesitan
chupar la energía de quienes les rodean. Pero si hablamos de ‘depredadores emocionales’ podemos pensar que es lo
mismo o podemos no tener claro qué significa.

‘Depredadores emocionales’ es el título del último libro (2011) de la psicóloga Neus Colomer. Según ella, los depreda-
dores emocionales ‘son personas que, sin llegar a tener un trastorno mental, sólo actúan y se relacionan para apoderar-
se de sus presas y de su poder en el entorno en el que se desarrollan’. Es decir, no son antisociales ni psicópatas, pero
tienen la característica de que ni sienten ni tienen la capacidad para emocionarse. Para ocultar esta ‘miseria interior’ se
dedican a imitar las reacciones de quienes los rodean.

¿Y quiénes son sus víctimas? Desde luego, no cualquier persona. La psicóloga catalana explica que, mientras los de-
predadores animales atacan a los más débiles e indefensos, los depredadores emocionales hacen lo contrario: sus víc-
timas son ‘personas que envidian, admiran o ven que el entorno lo hace’. Y aunque esto resulte extraño, tiene una doble
explicación: atacan precisamente a esas personas porque temen que descubran su ‘miseria interior’ y, además, porque
desean apropiarse de su don.

Lo que resulta curioso es que personas sobresalientes sucumban al ataque de estos depredadores. Pero, pensándolo
bien, todos tenemos un punto débil. Poco importa el nivel de estudios o el grado de madurez que hayamos adquirido,
porque los depredadores se dedican a estudiar a sus víctimas antes de atacarlas. Adulan al vanidoso, miman al cariñoso
y elogian al intelectual, de manera que la presa no es capaz de percibir la realidad y comienza a depender de esa per-
sona, que terminará maltratándola psicológicamente.

Afortunadamente, Neus Colomer nos explica cómo podemos despertar y liberarnos de la tela de araña que tejen los
depredadores. Lo hace, además, de forma ágil, entretenida e incluyendo ejemplos de casos reales. Son 260 páginas a
través de las que retrata a los depredadores emocionales y ofrece consejos para que podamos alejarnos de ellos. Útil e
interesante.

5.5.1 CUIDADO CON ELLOS.

Hemos podido identificar a algunas personas que reflejan perfectamente el patrón de depredador emocional. A pesar de
la diferencia de edad y de generación entre ellos/as, su discurso, actitud, y “modus operandi” son tan parecidos, que nos
sirven de ejemplo para ilustrar un comportamiento muy común en nuestros días, el depredador/a emocional, cabe des-
tacar que es más común entre varones que en mujeres.

Un patrón es un modelo de ideas, emociones, actitudes y comportamientos que rigen el devenir del ser humano, los
organiza en conductas reconocibles, identificables. Todos los que piensan igual, suelen sentirse de la misma manera y
sus actitudes y actos se parecen.

Los arquetipos serían los padres de estos patrones, los originales, según Platón los moldes perfectos, los ideales que se
derivan de la mente de Dios, ideales que nos influyen desde el inconsciente colectivo. Los patrones son derivaciones
humanas mucho menos perfectas, fruto del cambio, del mundo, de vida, de las circunstancias, etc… El mundo cambia,
los patrones colectivos que nos rigen también.

Aunque muchos les comparan, el depredador/a emocional es diferente a esos que llaman vampiros emocionales. Los
depredadores emocionales son personas que buscan su beneficio inmediato emocional -generalmente unido a sexual-
sin reparar en absoluto el daño colateral que pueden llegar a causar. Son hedonistas, aparentemente felices, manipula-
dores de la conducta ajena, sabedores de la debilidades de los demás que utilizan en beneficio propio. Suelen tener
habilidades sociales, gran atractivo sexual y personalidad brillante en algunos aspectos, y a la vez una gran falta de
empatía, no entienden ni reparan en el daño ajeno.

¿Cómo reconocerlos? Por poner dos ejemplos de una mujer y un hombre, ambos son aparentemente encantadores,
atractivos, aunque sus motivaciones son diferentes: Él es un depredador típico, el gusto por la conquista es lo único que
le mueve, el dolor que pueda causar al objetivo de su cacería le tiene sin cuidado. Ella no es tan típica, lo que le mueve
es el gusto por ser amada y valorada, pero igualmente no tiene el más mínimo remordimiento por el efecto de su atrac-
tivo cuando es mal utilizado con los demás. Ambos no desean cambiar, tienen una aparente pero falsa seguridad en sí
mismos, durante “la caza “ambos se olvidan de la mayor ley que rige este universo, la de la CAUSA Y EFECTO, la que
106
les convertirá en victimas de otros depredadores que como ellos no repararán en su dolor. Lamentablemente los que
ejercen este patrón, por su falta de empatía, no suelen aprender la lección más que probando su propia medicina.

Ambos excusan su actitud diciendo que ellos suelen avisar por adelantado de sus intenciones, hablan abiertamente de
sexualidad, gustan de mostrar su gran capacidad en ese aspecto, algunos menosprecian el buen uso de la relaciones y
del sexo y usan a los demás sin asegurarse de su bienestar.

El patrón del buen amante sería el de usar -no abusar- a los demás asegurándose de su bienestar, cuidando y benefi-
ciando al otro.

Suelen decir que respetan cualquier actitud sexual, precisamente para asegurarse que son respetados en la suya, aun-
que sea inadmisible, y pasan parte de su tiempo buscando argumentos que respalden su actitud, y en ocasiones tratan-
do de que los demás los asuman para poder tener más y mejor territorio de caza.

Pero las primeras víctimas de si mismos son ellos, aunque aparenten felicidad, buen rollito, y les divierta la caza a corto
plazo, suelen tener miedo a las relaciones profundas, por eso navegan siempre en aguas superficiales. En cuanto al-
guien se les acerca demasiado huyen despavoridos, se convierten en débiles, la soledad les corroe (la del alma), lo que
les lleva al círculo vicioso de desear volver a cazar, esperando llenar el vacío de una vida sin verdadero amor, aunque
llena de vaivenes emocionales que confunden con pasión. Muchos de ellos han sido en su infancia o adolescencia vic-
timas de otros depredadores, y se han convertido en uno de ellos. Pero eso no les exime de responsabilidad, más bien
al contrario, podría ser un reto para ellos desactivar el círculo vicioso víctima-agresor.

El problema está en las posibles presas que no saben identificar el peligro emocional cuando lo ven aunque sea muy
evidente. La falta de autoestima no les permite rechazar a un ser encantador que se les acerca y les muestra atención y
cariño, aunque sea falso, interesado o momentáneo, personas cuyo vacío interior, circunstancias difíciles en su vida, la
falta de familia, de formación emocional o de valores esenciales les convierte en víctimas fáciles. Si caen en las redes
de un depredador, pueden creer que esa es una actitud aceptable y convertirse en uno de ellos, parte de la sociedad lo
alienta y hasta lo valora.

Si ves a alguien con esta descripción y estás en su punto de mira, observa, no tardan mucho en enseñar su verdadero
objetivo. No es recomendable tratar de salvarles, gran error de algunas almas ingenuas con ánimo de ayudar, es proba-
ble que salgan escaldados de la experiencia. Siempre es bueno recordar que “dos no juegan si uno no quiere”.

Si eres uno o una de ellos, recuerda la película de “Atracción Fatal” (Glenn CLose y Michael Douglas), o simplemente el
refrán: “El que la hace la paga” o “Lo que siembras, recoges”.

El mal uso de algo o alguien en beneficio propio y en perjuicio de otro siempre tiene el fin que se merece. Lo que no es
en beneficio mutuo genera (afortunadamente) la justicia de la ley de Causa-Efecto. Y no te confíes si hasta ahora te ha
funcionado sin aparentes consecuencias negativas para ti, el universo SIEMPRE devuelve lo que le das, tanto si es
bueno como malo……al menos en eso no falla nunca. Cuida como tratas a los demás, porque algún día así serás trata-
do.

3.6 EL APRENDIZAJE SOCIAL DE LA AGRESIÓN Y LA VIOLENCIA

La conducta agresiva en determinadas circunstancias es adaptativa y, en cualquier caso, constituye un elemento normal
del repertorio de conductas del ser humano. Por tanto la conducta agresiva no necesariamente supone una manifesta-
ción de anomalías. De hecho, este tipo de conductas están muy influidas por dos factores inherentes a cualquier socie-
dad. Por un lado se considera que las conductas agresivas son susceptibles de adquirirse y mantenerse a través del
aprendizaje social. Por otro lado, se ha demostrado que la cultura regula el uso de la agresión a través de las normas
sociales, lo que explica las grandes diferencias que existen entre las distintas culturas en las tendencias a manifestar
agresión en la propia sociedad y en sus relaciones con otras sociedades y culturas.

3.6.1 TEORIAS SOBRE EL COMPORTAMIENTO AGRESIVO

De acuerdo a Ballesteros (1983), las teorías que formuladas para explicar la agresión:

3.6.1.1 TEORÍAS ACTIVAS


Son aquellas que ponen el origen de la agresión en los impulsos internos, lo cual vendría a significar que la agresividad
es innata, por cuanto viene con el individuo en el momento del nacimiento y es consustancial con la especie humana.

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Estas teorías son las llamadas teorías biológicas. Pertenecen a este grupo las Psicoanalíticas (Freud) y las Etológicas
(Lorenz, store, Tinbergen, Hinde) principalmente.

La teoría Psicoanalítica postula que la agresión se produce como un resultado del "instinto de muerte", y en ese sentido
la agresividad es una manera de dirigir el instinto hacia afuera, hacia los demás, en lugar de dirigirlo hacia uno mismo.
La expresión de la agresión se llama catarsis, y la disminución a la tendencia a agredir, como consecuencia de la expre-
sión de la agresión, efecto catártico.

Por su parte los Etólogos han utilizado sus observaciones y conocimientos sobre la conducta animal y han intentado
generalizar sus conclusiones al hombre. Con el conocimiento de que, en los animales, la agresividad es un instinto in-
dispensable para la supervivencia, apoyan la idea de que la agresividad en el hombre es innata y pude darse sin que
exista provocación previa, ya que la energía se acumula y suele descargarse de forma regular.

3.6.1.2 TEORÍAS REACTIVAS


Son teorías que ponen el origen de la agresión en el medio ambiente que rodea al individuo, y percibe dicha agresión
como una reacción de emergencia frente a los sucesos ambientales. A su vez las teorías reactivas podemos clasificarlas
en teorías del Impulso y teoría del Aprendizaje Social.

Las teorías del Impulso comenzaron con la hipótesis de la frustración-agresión de Dollar y Millar (1939) y posteriormente
han sido desarrolladas por Berkoviitz (1962) y Feshbach (1970) entre otros. Según esta hipótesis, la agresión es una
respuesta muy probable a una situación frustrante, es la respuesta natural predominante a la frustración.

La hipótesis afirma que la frustración activa un impulso agresivo que solo se reduce mediante alguna forma de respues-
ta agresiva. Sin embargo, cada vez se ha hecho más evidente que la hipótesis de la frustración-agresión no puede ex-
plicar todas las conductas agresivas. De modo que parece ser que la que la frustración facilita la agresión, pero no es
una condición necesaria para ella. La frustración es solo un factor; y no necesariamente el más importante que afecta la
a la expresión de la agresión (Bandura, 1973).

La teoría del aprendizaje social afirma que las conductas agresivas pueden aprenderse por imitación u observación de la
conducta de modelos agresivos. Enfatiza aspectos tales como aprendizaje observacional, reforzamiento de la agresión y
generalización de la agresión.

El Aprendizaje Social considera la frustración como una condición facilitadota, no necesaria, de la agresión. Es decir la
frustración produce un estado general de de activación emocional que puede conducir a una variedad de respuestas,
según los tipos de reacciones ante la frustración que se hayan aprendido previamente, y según las consecuencias refor-
zantes típicamente asociadas a diferentes tipos de acción.

Para explicar el proceso de aprendizaje del comportamiento agresivo se recurre a las siguientes variables:

Modelado: La imitación tiene un papel fundamental en la adquisición y el mantenimiento de las conductas agresivas en
los niños. Según la teoría del Aprendizaje social, la expocision a modelos agresivos debe conducir a comportamientos
agresivos por parte de los niños. Esta opinión está respaldada por diversos estudios que muestran que se producen au-
mentos de la agresión después de la exposición a modelos agresivos, aun cuando el individuo puede o no sufrir frustra-
ciones.

Congruentemente con esta teoría, los niño de clases inferiores manifiestan mas agresiones físicas manifiestas que los
niños de clase media, debido probablemente, a que el modelo de las clases inferiores típicamente más agresivo directa
y manifiestamente.

Reforzamiento: El reforzamiento desempeña también un papel muy importante en la expresión de la agresión. SI u niño
descubre que puede ponerse en primer lugar de la fila, mediante su comportamiento agresivo, o que l e agrada herir los
sentimientos de los demás, es muy probable que siga utilizando los métodos agresivos, si no lo controlan otras perso-
nas.

Los Factores situacionales: También pueden controlar la expresión de los actos agresivos. La conducta agresiva varía
con el ambiente social, los objetivos y el papel desempeñado por el agresor en potencia.

Los factores cognoscitivos: Desempeñan también un papel importante en la adquisición y mantenimiento de al conducta
agresiva. Estos factores cognoscitivos pueden ayudar al niño a autorregularse. Por ejemplo, puede anticipar las conse-
cuencias de alternativas a la agresión ante la situación problemática, o puede reinterpretar la conducta o las intenciones

108
de los demás, o puede estar consciente de lo que se refuerza en otros ambientes o puede aprender a observar, recordar
o ensayar mentalmente el modo en que otras personas se enfrentan a las situaciones difíciles.

3.6.2 FACTORES INFLUYENTES EN LA CONDUCTA AGRESIVA

Uno de los factores que influyen en la emisión de la conducta agresiva es el factor sociocultural del individuo, ya que es
el responsable de los modelos a que haya sido expuesto, así como de los procesos de reforzamientos que haya sido
sometido. Si en el abundan modelos agresivos, la adquisición de estos modelos desadaptados será muy fácil.

La familia es, durante la infancia, uno de los elementos más importantes del ámbito sociocultural del niño. Las interac-
ciones entre padres e hijos van moldeando la conducta agresiva mediante las consecuencias reforzantes inherentes a su
conducta.

El niño probablemente, generalice lo que aprende acerca de la utilidad y beneficios de la agresión a otras situaciones,.
En estas circunstancias, el pone a prueba las consecuencias de su conducta agresiva. Las familias que permiten el con-
trol de las conductas mediante el dolor, tienen una alta probabilidad de producir niños que muestren altas tasas de res-
puestas nocivas. La conducta agresiva del niño acaba con gran parte de la estimulación aversiva que recibe.

Dentro de la familia, además de los modelos y refuerzos, son responsables de la conducta agresiva el tipo de disciplina
a que se le someta.

Se ha demostrado que una combinación de disciplinas relajadas y pocos exigentes con actitudes hostiles por parte de
ambos padres fomenta el comportamiento agresivo en los hijos. El padre poco exigente es aquel que hace siempre lo
que el niño quiere, accede a sus demandas, le permite una gran cantidad de libertad, y en casos extremos le descuidad
y le abandona.

El padre que tiene actitudes hostiles, principalmente no acepta al niño y lo desaprueba, no suele darle afecto, compren-
sión o explicación y tiende a utilizar con frecuencia el castigo físico, al tiempo que no da razones cuando ejerce su auto-
ridad. Incluso puede utilizar otras modalidades de agresión como la que ocurre cuando insultamos al niño por no hacer
adecuadamente las cosas, o cuando lo comparamos con el amigo o con el hermano, etc. Tras un largo periodo de tiem-
po, esta combinación produce nuños rebeldes, irresponsables y agresivos.

Otro factor familiar influyente es la incongruencia en el comportamiento de los padres. Incongruencia en el comporta-
miento de los padres se da cuando los padres desaprueban la agresión y, cuando esta ocurre, la castigan con su propia
agresión física o amenaza al niño. Los padres que desaprueban la agresión y que la detienen, pero con medios diferen-
tes al castigo físico, tienen menos probabilidad de fomentar acciones agresivas posteriores.

Es decir una atmósfera tolerante en la que el niño sabe que la agresión es una estrategia poco apropiada para salirse
con la suya, en la que ese le reprime con mano firme pero suave y es capaz de establecer imites que no se puede en
absoluto traspasar, proporción el mejor antídoto a largo plazo para un estilo agresivo de vida. Enseñarle al niño medios
alternativos acabara también con la necesidad de recurrir a peleas.

La inconsistencia en el comportamiento de los padres no solo puede darse a nivel de comportamientos e instrucciones,
sino también a nivel del mismo comportamiento. En este sentido puede ocurrir, que respecto del comportamiento agre-
sivo del niño, los padres unas veces los castiguen por pegar a otro y otras veces le ignoren, por lo que no le dan pautas
consistentes. Incluso a veces pude ocurrir que los padres entre si no sean consistentes, lo que ocurre cuando el padre
regaña al niño pero no lo hace la madre.

De este modo, el niño experimenta una sensación de incoherencia acerca de lo que debe hacer y de lo que no debe
hacer. Se ofrece incoherencia al niño, también cuando se le entrena en un proceso de discriminación en el sentido de
que los padres castiguen consistentemente la agresión dirigida hacia ellos pero a la vez refuercen positivamente la con-
ducta agresiva de sus hijos hacia personas ajenas a su hogar.

Las relaciones deterioradas entre los propios padres provocan tensiones que pueden inducir al niño a comportase agre-
sivamente.

Otro factor reside en las restricciones inmediatas que los padres imponen a su hijo. Restricciones no razonables y exce-
sivos "haz y no hagas" provocan una atmósfera opresiva que induce al niño a comportarse agresivamente. Por último,
en el ámbito familiar, puede fomentarse la agresividad con expresiones que la fomenten. Estas son expresiones del tipo
"pero ¿pero no puede ser mas hombre?".

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El ambiente más amplio en que el niño vive también puede actuar como un poderoso reforzador de la conducta agresi-
va. El niño puede residir en un barrio donde la agresividad es vista como un atributo muy preciado. En tal ambiente el
niño es apreciado cuando se le conoce como un luchador conocido y muy afortunado. Los agresores afortunados son
modelos a quienes imitaran los compañeros.

Además de los factores socioculturales también influyen factores orgánicos en el comportamiento agresivo. En este
sentido factores hormonales y mecanismos cerebrales influyen en la conducta agresiva. Estos mecanismos son activa-
dos y producen los cambios corporales cuando el individuo experimenta emociones como rabia, excitación miedo. Por
tanto, factores físicos tales como una lesión cerebral o una disfunción también pueden provocar comportamientos agre-
sivos.

También estados de mala nutrición o problemas de salud específicos pueden originar en el niño una menor tolerancia a
la frustración por no conseguir pequeñas metas, y por tanto pueden incrementarse las conductas agresivas.

Otro factor del comportamiento agresivo es el déficit de habilidades necesarias para afrontar situaciones frustrantes.
Bandura (1973) indico que la ausencia de estrategias verbales para afrontar el estrés a menudo conduce a la agresión.
Hay datos experimentales que muestran que las mediaciones cognitivas insuficientes pueden conducir a la agresión.
Camp (1977) encontró que los chicos agresivos mostraban deficiencias en el empleo de de habilidades lingüísticas para
controlar su conducta; responden impulsivamente en lugar de responder tras la reflexión.

No solo el déficit en habilidades de mediación verbal se relaciona con la emisión de comportamientos agresivos. Es
responsable también el déficit en habilidades sociales (HHSS) para resolver conflictos. Las HHSS se aprenden a lo largo
de las relaciones que se establecen entre niños y adultos u otros niños. Se adquieren gracias a las experiencias de
aprendizaje. Por lo que es necesario mezclarse con niños de la misma edad para aprender sobre la agresión, el desarro-
llo de la sociabilidad, etc.

3.6.3 TRATAMIENTO DEL COMPORTAMIENTO AGRESIVO

Tratar la conducta agresiva no implica simplemente su reducción o eliminación, sino que también es necesario fortalecer
comportamientos alternativos a la agresión. Por lo tanto hablar de cómo tratar la agresión, resulta imprescindible hablar
también de cómo incrementar comportamientos alternativos. Son varios los procedimientos con que se cuenta para
ambos objetivos, entre ellos tenemos a:

3.6.3.1 PROCEDIMIENTOS PARA CONTROLAR ANTECEDENTES

Los antecedentes se refieren a factores de la situación inmediata que se produce antes de que el niño emita la conducta
agresiva. Controlamos los antecedentes manipulando los estímulos ambientales que elicitan la conducta agresiva, así
como aquellos que elicitan conductas alternativas. Algunas formas de manipulación de antecedentes son las siguientes:

A Reducción de estímulos discriminativos

Se puede controlar los antecedentes eliminando la presencia de estímulos discriminativos. Por ejemplo en casa, no de-
jando por mucho tiempo solos a dos hermanos cuando suele ocurrir que uno de ellos suele agredir al otro.

B Modelamiento de comportamiento no agresivo

Se puede facilitar la emisión de comportamientos alternativos a la agresión exponiendo al niño a modelos que tengan
prestigio para el, manifestando conductas alternativas a la agresión. Y no solo mostrando esas conductas alternativas
sino mostrando también como dicho comportamiento es recompensado.

C Reducir la exposición a modelos agresivos

Un procedimiento útil para reducir la frecuencia de emisiones agresivas consiste en que, especialmente, los padres y
maestros no modelen este tipo de comportamiento. Así pues cunado intentamos regañar al niño por algo que ha hecho,
intentaremos no modelar conductas agresivas.

D Reducción se estimulación aversiva

Puesto que el comportamiento agresivo puede ser instigado por la presencia de diversos estímulos aversivos como con-
flictos, expresiones humillantes o carencia de cuidados necesarios durante la infancia, un modo de reducir el comporta-
miento agresivo consiste en reducir la presencia de este tipo de estimulación.
110
3.6.3.2 PROCEDIMIENTOS PARA CONTROLAR LAS CONSECUENCIAS

Las consecuencias se refieren a lo que ocurre inmediatamente después de que el niño emita la conducta agresiva.

Para eliminar el comportamiento agresivo controlando las consecuencias que le siguen contamos con una serie de pro-
cedimientos que podríamos agrupar en: a) procedimientos de extinción; b) procedimiento de castigo, y c) procedimiento
de conductas alternativas.

Los dos primeros tienen como objetivo reducir el comportamiento agresivo. El último tiene como objetivo incrementar
comportamientos alternativos a la agresión. Los procedimientos de castigo pueden ser positivos o negativos.

Hablamos de castigo negativo cuando el individuo deja de estar en contacto con un evento positivo, tras haber emitido
la conducta inadaptada. Puede tratarse del procedimiento de "Costo de respuesta" o del procedimiento de "Tiempo Fue-
ra". Hablamos de castigo positivo cuando aplicamos una consecuencia aversiva tras emitir la conducta agresiva. Son
muchas las formas que puede tomar dicha consecuencia. Por ejemplo, puede tratarse de un azote o cualquier otro esti-
mulo físico, o de una reprimenda o un grito, o de un gesto de desaprobación, etc.

Para eliminar el comportamiento agresivo controlando las consecuencias que le siguen se cuenta con los siguientes
procedimientos:

A Extinción

Se basa en la idea de que una conducta que se mantiene gracias a las recompensas que recibe, puede desaprenderse si
deja de ser recompensada. Es decir, si una conducta dada ya no produce los efectos esperados, su influencia tiende a
disminuir. Si el niño emite una conducta agresiva y no sucede nada, se dará cuenta de ello y abandonara ese modo de
comportarse. Por tanto el procedimiento de extinción consiste simplemente en suprimir los reforzadores que mantienen
la conducta agresiva.

B Procedimientos de castigo

Castigamos una conducta aplicando consecuencias aversivas o eliminando eventos positivos una vez que el niño ha
agredido. En el primer caso se trata de castigo positivo. En el segundo de castigo negativo. Son procedimiento de casti-
go negativo el procedimiento de Tiempo Fuera y el procedimiento de Costo de Respuesta.

a) Tiempo Fuera

Es un procedimiento mediante el cual el niño que se comporta de modo agresivo es apartado físicamente de todas o
muchas de las fuentes de reforzamiento durante un periodo de tiempo. Igual que con la extinción, el propósito es reducir
la conducta agresiva. Pero se diferencia en que la extinción supone la supresión del refuerzo, mientras que en el tiempo
Fuera el niño es apartado de la situación reforzante.

b) Costo de respuesta

Consiste en retirar algún reforzador positivo contingentemente a la emisión de la conducta agresiva. Es especialmente
eficaz cuando se combina con reforzamiento de conducta apropiada. De tal modo que lo que el niño pierde por omitir la
conducta inapropiada es parte de lo conseguido por emitir la conducta apropiada. Por lo general se utiliza dentro de un
contexto de economía de fichas, en el que se ganan puntos por emitir la conducta adecuada. También puede consistir el
Coste de respuesta en perdida de privilegios como no ver televisión o no salir a recreo.

c) Castigo físico

Al aplicar el castigo físico tendríamos que dar, por ejemplo, un azote una vez que el niño se ha comportado agresiva-
mente. Concretamente en el caso del comportamiento agresivo, es al técnica menos indicada por lo contraproducente
que puede llegar a ser. Y es que ocurre que el castigo físico puede tener una serie de efectos colaterales que lo contra-
indican. De hecho, es el método menos afectivo para cambiar la conducta del niño.

Presentamos algunas de las razones por la no se aconseja el castigo físico para este trastorno:

111
En primer lugar, imagínese la contradicción que representa el padre que da un azote a su hijo para decirle que deje de
pegar al hermano. ¡Esta modelando la precisamente la conducta que desea eliminar! Posiblemente el niño aprenda que
el ataque físico es un medio legitimo de conseguir lo que se quiere y de controlar a los otros igual que lo hace su padre.
Los métodos físicos de castigo suelen conducir a la hostilidad a muchos de los niños a quienes se les aplica.
Si son los padres quienes aplican castigo físico constantemente puede ocurrir que estén enseñando al niño a que les
tema y le desagraden, ya que cualquier estimulo asociado con el castigo tiende a convertirse en algo desagradable.

El castigo puede suprimir momentáneamente la conducta agresiva, pero los efectos a largo plazo son menos atractivos.
Se ha demostrado que los delincuentes han sido normalmente victimas de más ataques de adultos que los no delincuen-
tes.
En definitiva, no es aconsejable la aplicación sistemática de castigo porque sus efectos son generalmente negativos; se
imita la agresividad, aumenta la ansiedad del niño, y se incrementan las conductas de evitación, como minino.

Reprimendas
Otra forma menos contraproducente de aplicar castigo positivo es mediante estímulos verbales como reprimendas o
gritos. Puesto que las reprimendas no causan daños físicos es un tipo castigo menos censurable que el castigo físico. Si
se utiliza sistemáticamente puede resultar una técnica eficaz para reducir la conducta agresiva. Las reprimendas pueden
consistir en un simple ¡No! Para que resulte eficaz:

Debe darse cada vez que se emita la conducta agresiva.


La persona que suministra la reprimenda debe estar cerca físicamente del niño, y especificarle claramente cuál es la
conducta por la que se le reprende.
Debe mirar al niño a los ojos, emplear una voz firme y sujetarle firmemente mientras le reprende.
Debe ser seguida de elogios por comportarse adecuadamente después de la reprimenda.

Sobre corrección
Esta técnica tiene como fin corregir las consecuencias de la conducta agresiva y facilitar que el agresor asuma la res-
ponsabilidad de tal conducta, Resulta útil en los casos en que ni la extinción, ni el costo de respuestas, ni el tiempo fue-
ra, ni el reforzamiento de conductas incompatibles ha tenido afecto, La sobre corrección puede aplicarse en forma de
sobre corrección restitutiva o en forma de practica positiva o en ambas juntas. Normalmente antes de aplicar la sobre
corrección se da una reprimenda ("No pegues"), una descripción de la conducta inadaptada ("Estas insultando a tu her-
mana") o la manifestación de una regla ("No insultes a la gente").

Sobre corrección restitutiva: Aquí se requiere que el niño restituya el daño que ha originado y sobrecorrija o mejore el
estado original de las cosas. Por ejemplo, por pegar a alguien, se le puede exigir al niño que acaricie el área lastimada
durante treinta segundos y que después pida disculpas diez veces después de cada incidente. Este modo de actuar ante
la conducta agresiva se conoce también como entrenamiento en el respeto a otros.
Práctica positiva: Consiste en la repetición de una conducta deseable. Por ejemplo, si el niño ha dado patadas a los
juguetes tendrá que colocar al juguete tirado en su lugar y, además, ordenar todos los juguetes presentes aunque no los
haya tirado.
Reforzamiento diferencial
Consiste en reforzar otras conductas emitidas por el niño excepto la que deseamos eliminar, en este caso la conducta
agresiva.

Son dos las modalidades de reforzamiento diferencial que resultan útiles para el tratamiento de la conducta agresiva:

Reforzamiento de omisión: Se refuerza al niño cuando lleva un tiempo sin emitir la conducta agresiva.
Reforzamiento de conductas alternativas o incompatibles: Se refuerza al niño por emitir precisamente una conducta
incompatible con la agresión. Incompatible quiere decir que no puede darse al mismo tiempo que la conducta agresiva.
Una conducta incompatible a la agresión ante una situación conflictiva seria una conducta de cooperación, o asertiva, o
cualquier otro tipo de interacción no agresiva.
Ambos procedimientos permiten superar algunas de las consecuencias negativas que podría tener el uso de la extinción.
Puesto que con la extinción el niño deja de recibir la atención que hasta entonces recibía por la conducta agresiva, al
aplicar el reforzamiento diferencial continuamos atendiendo al niño, solo que ahora lo hacemos por comportarse ade-
cuadamente.

Además si combatimos el reforzamiento de conductas incompatibles con algunas de las técnicas anteriormente vistas,
no solo el indicamos al niño lo que está mal, sino que también el decimos que es lo que debe hacer, al tiempo que nos
encargamos de incrementar la probabilidad de ocurrencia de la conducta adecuada.

3.6.4 PREVENCIÓN DE COMPORTAMIENTOS AGRESIVOS EN LOS NIÑOS


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Para prevenir el comportamiento agresivo la mejor estrategia consiste en disponer el ambiente de modo que el niño no
aprenda a comportarse agresivamente, y por el contrario, si lo dispongamos de modo que le resulte asequible el apren-
dizaje de conductas alternativas a la agresión. Usted puede disponer el ambiente modelando, instruyendo y reforzando
conductas adaptativas al tiempo que no refuerza las conductas agresivas.

Siempre que se encuentre ante una situación conflictiva ya sea ante su pareja o con su propio hijo o con cualquier otra
persona, modele la calma por medio de la expresión facial, la postura, los gestos, lo que dice y el tono, la velocidad y el
volumen con que dice las cosas. Modele también comportamientos asertivos para defender sus propios derechos.

En ningún caso y bajo ningún pretexto, deje que desde pequeño el niño consiga lo que desea cuando patalea, grita o
empuja a alguien. Espere a dárselo cuando lo pida de forma calmada. Si aun el niño no ha tenido la oportunidad de
aprender cómo se pide calmadamente las cosas, dele instrucciones acerca de cómo debe hacerlo, y refuércele con una
sonrisa, o un "así me gusta". Refuerce siempre cualquier intento que el niño, aunque muy pequeño, muestre de compor-
tarse adaptativamente en situaciones conflictivas.

3.6.5 INVESTIGACIONES

3.6.5.1 A NIVEL NACIONAL

Espinosa (1996) investigo la relación entre conducta agresiva y ambiente familiar en niños de educación primaria, cons-
tatando que la presencia de un ambiente familiar adverso (problemas de pareja, familia extensa, maltrato infantil, indi-
gencia) esta asociada a conductas agresivas en los niños, y que a mayores problemas familiares se correlaciona con
una mayor dificultad infantil.

Castro (1996) investigo acerca de las características familiares y psicosociales que influyen en la conducta agresiva de
los niños preescolares del cono norte de Lima, hizo un estudio descriptivo analítico de corte transversal de treinta niños
entre 3 y 6 años de edad con sus respectivos parientes (82 adultos), los instrumentos que empleo fueron: ficha de reco-
lección de datos de la familia, un cuestionario de agresividad para niños (preferencias televisivas) y otra para adultos de
Buss Durkee, los resultados a los que llego le permitieron establecer que existe relación entre los modelos de la conduc-
ta; padres familiares , la televisión y la conducta del niño. Por lo tanto concluyo que le puntaje de agresividad del niño
tiene que ver con una mala relación con sus familiares (agresiva-autoritaria) encontró además una relación estadística-
mente significativa (p<0,01) entre la agresividad del niño sus preferencias por programas infantiles de televisión (pro-
gramas infantiles agresivos), además hallo que en las familias conformadas por más de 5 miembros presentaba un
agresividad alta.

3.6.5.2 A NIVEL INTERNACIONAL

Frías, Ríos, Martínez y Palacios (1992) investigaron la relación entre el aprovechamiento escolar y la conducta agresiva,
a cien niños de 1er grado de primaria, hallando una correlación negativa entre ambos, así a mayor nivel de agresión
existía menor aprovechamiento escolar.

Henenkohl, Egolf y Henenkohl (1997) evaluaron antecedentes preescolares para la conducta antisocial adolescente en
un seguimiento de 16 años a 457 niños preescolares con y sin maltrato. Los sujetos fueron detectados entre los 18 me-
ses y 6 años de edad en una evaluación preescolar (referida a la dinámica familiar y a la estrategia de afronte en fami-
lias abusadoras y no abusadoras) evidenciándose que la disciplina física severa, una negativa cálida en la interacciones
madre-hijo, y la experiencia de abuso sexual, están relacionados con una mayor conducta antisocial adolescente en
niños que provienen de familias abusadoras comparado con niños que provienen de familias no abusadoras.

3.6.7 DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO DEL DELINCUENTE

El trabajo psicológico con individuos con problemas antisociales plantea conceptualmente un enfoque social, donde la
conducta delictiva significa una alteración, violación o transgresión de la norma social establecida, la psicología intenta
conocer esta problemática a través de un tarea de diagnóstico y tratamiento.
El diagnostico tiene como objetivo conocer quién es el individuo que llega a conocer las características de su personali-
dad, puede ser individual, grupal, o institucional.
• Individual: conocimiento de los múltiples y complejos aspectos de la personalidad.
• Grupal: es necesario conocer las características de un grupo dentro del penal.
• Institucional: conocer las características psicológicas que presenta la institución u organización.
Tratamiento: es indudablemente un correcto pisco diagnóstico, el tratamiento penitenciario intenta modificar, la agresivi-
dad del individuo antisocial.
113
HISTORIA CLINICA:
Historia personal del sujeto, comprende la evaluación, su historia, contexto familiar, haciendo especial la conducta delic-
tiva. Se comienza por la situación actual.

ENTREVISTAS FOCALIZADAS:
Las técnicas deben seleccionarse teniendo en consideración la persona, edad, nivel de educación, sociocultural, com-
prensión del idioma, los problemas de o conflictiva que presenta su sintomatología, cada persona es única.

PSICOTERAPIA DE GRUPO.
El valor del análisis de grupo en instituciones penitenciarias, es poco lo que se conoce sobre el tema, la mayoría de los
trabajos son investigaciones aisladas, se intenta explicar la diversidad, complejidad, fluidez de la situación grupal, pro-
yecta los comportamientos manifiestos como las motivaciones subyacentes.

TERAPIA INSTITUCIONAL.
Toda terapia debe ser integra, deben invertir todos los niveles de la institución penitenciaria en relación a las necesida-
des del interno, se refiere al trabajo psicológico para que los objetivos educativos y resocialización de la cárcel.
El estudio psicológico de los individuos alojados en una institución penitenciaria esta siempre muy relacionada a la si-
tuación jurídica.

CONCLUSIONES

La agresividad es cualquier forma de conducta que pretende causar daño físico o psicológico a alguien u objeto, ya sea
este animado o inanimado.

Las conductas agresivas son conductas intencionadas, que pueden causar daño ya sea físico o psíquico. Conductas
como pegar a otros, burlarse de ellos, ofenderlos tener rabietas o utilizar palabras inadecuadas para llamar a los demás.

La conducta agresiva es un comportamiento dependiente de factores situacionales y organismicos. Se acepta factores


hereditarios, pero se da primordial importancia a factores ambientales.

Tratar la conducta agresiva no implica simplemente su reducción o eliminación, sino que también es necesario fortalecer
comportamientos alternativos a la agresión. Por lo tanto hablar de cómo tratar la agresión, resulta imprescindible hablar
también de cómo incrementar comportamientos alternativos.

Para prevenir el comportamiento agresivo la mejor estrategia consiste en disponer el ambiente de modo que el niño no
aprenda a comportarse agresivamente, y por el contrario, si lo dispongamos de modo que le resulte asequible el apren-
dizaje de conductas alternativas a la agresión.

REFERENCIAS

Marsellach, G (2005). Agresividad Infantil. Descargado el 11 de febrero del 2016 de:


http://www.psicoactiva.com/arti/articulo.asp?SiteIdNo=783

Mateo, E (1998). Agresividad infantil. Tesis para optar el título de Licenciado en Psicología. Universidad Nacional Fede-
rico Villareal. Lima-Perú.

Paniagua, E. Agresividad entre escolares. Descargado el 13 de febrero del 2016 de:


http://www.centroaltea.com/word/agresividad.doc

Quintana, A (2003). Agresividad infantil. Tesis para optar el título de Licenciado en Psicología. Universidad Nacional
Federico Villareal. Lima-Perú.

Serrano, I (2003). Agresividad infantil. Madrid. Pirámide.

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