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NOMBRE DEL ALUMNO: Laura Elena Catalán Serafín.

CARRERA: Maestría en Educación.


NOMBRE DE CATEDRATICO: Dra. María De los Ángeles Salas Uribe
NOMBRE DE LA ASIGNATURA: Sociología de la Educación.
NOMBRE DE ACTIVIDAD: Actividad No.1
FECHA DE PRESENTACION: 14 de NOVIEMBRE de 2019

Funciones y rasgos del liderazgo pedagógico en los centros de


enseñanzas

INTRODUCCIÓN

El señor Guillermo Rodríguez-Molina, en “Funciones y rasgos del liderazgo


pedagógico en los centros de enseñanza” se adentra en el mundo del liderazgo
pedagógico, se pregunta quiénes son los líderes, los procedimientos de
acompañamiento o supervisión, describiendo los momentos de retroalimentación
y autoevaluación.

Dentro del texto se logra establecer que el liderazgo se expresa mediante un estilo
de toma de decisiones que asume, impulsa y desarrolla una nueva cultura en las
Instituciones. El liderazgo del equipo directivo y singularmente de su director, se
convierte en el agente más determinante para diseñar y desarrollar programas que
mejoren las organizaciones educativas.
Funciones y rasgos del liderazgo pedagógico en los centros de
enseñanzas

DESARROLLO
1. Gestión y función del líder pedagógico

Hoy, cuando la sociedad contemporánea coloca su prioridad en la Educación y el


objetivo de esta, según Mogollón, (2006) es formar un “hombre crítico y apto para
convivir en una sociedad, que participe activamente en los procesos de
transformación social”, y el valor agregado que tiene para una nación es el
desarrollo del capital humano.
La educación dentro del contexto contemporáneo se evidencia en el desarrollo de
la sociedad del conocimiento o de la innovación, cuyos logros tienen su expresión
más directa y palpable en los resultados de los aprendizajes de los estudiantes,
toda vez que se incrementan los mecanismos que permiten evidenciar la
efectividad de la educación.

2. Liderazgo pedagógico

Se entiende como el norte de la bitácora en la mejora de los aprendizajes de los


estudiantes. La gestión administrativa, que ocupa la mayor parte del tiempo
habitual de los directivos, se subordina a la dirección pedagógica. Toda una
tradición ha contribuido, por el contrario, a que quien asuma la dirección escolar
tenga como funciones ser delegado de la administración y responsable del
cumplimiento de la normativa (como propone ahora, en una vuelta al pasado, la
LOMCE); cuando en los países mejor situados a nivel internacional, tiene un papel
más profesional de liderazgo pedagógico. Si bien una cosa es dedicarse todo el
día a asuntos de gestión, en otros muchos casos son complementarios: no puede
haber buen liderazgo sin tener asegurada una buena gestión.

El liderazgo directivo es uno de los factores escolares más importantes en el


aprendizaje de los estudiantes (Leithwood, Harris & Hopkins, 2008). Asimismo, la
“investigación empírica ha producido diversos modelos de prácticas de dirección y
liderazgo educativo, y reportado la existencia de un repertorio de prácticas que
son realizadas por la mayoría de los directivos líderes que tienen éxito en sus
escuelas” (Day, 2007, en López-Gorosave, Slater & García-Garduño, 2010, p. 33).

La dirección escolar desempeña un relevante papel en la escuela que funciona


bien. En particular cuando, en lugar de limitarse a la gestión, se centra en hacer de
la escuela proyecto de acción colectiva al servicio de proporcionar la mejor
educación para todos. En un contexto de mayor autonomía de las escuelas y,
paralelamente, mayor responsabilidad por los resultados, se precisa una
articulación pedagógica que tiene que ir más allá de las habituales funciones de
gestión. Inicialmente, sin embargo, estas nuevas perspectivas suelen generar
resistencias por parte de los directivos, que ven ampliadas sus funciones y
responsabilidades, como por el profesorado, que ven invadidas sus prácticas
individualistas. Por ello, la calidad de las escuelas va a depender en gran medida
de la competencia, dedicación y estilo de liderazgo del equipo directivo (Álvarez,
2001, en Cuevas & Díaz, 2005), compuesto por el director o rector, el vicerrector
académico, el coordinador académico o el jefe técnico pedagógico; este último
ocupa un lugar preferente en los programas de política educativa.

3. Tareas del líder pedagógico

Las experiencias vividas por el líder pedagógico en instituciones exitosas de


acuerdo con un estudio del Ministerio de Educación (Mineduc, 2008 a), en los
siguientes procedimientos y acciones que realizan en las instituciones educativas:

a. • Ajustan estilo a las necesidades (contexto), se adecuan diversos


estilos.
b. • Son buenos para gestionar y liderar cambios en la institución en su
disciplina.
c. • Son buenos administradores y ejecutores de tareas más concretas y
prácticas.
d. • Autocríticos (les resulta más fácil diagnosticar y resolver).
e. • Más rigurosos y controladores (supervisan, evalúan, hacen
seguimiento al trabajo docente).
f. • Más progresistas, innovadores, dispuestos al cambio, aceptan
desafíos, preocupados por la actualización, renovación, etc.
g. • Mayor proyección o visión de futuro (visión de contexto, planificación,
organización).
h. • Más técnicos. Menor experticia, dominio técnico.
i. • Más optimistas.
j. • Trabajan en equipo, comparten y delegan tareas, trabajo colaborativo.

Según Balzán, la tarea del líder pedagógico se establece en tres dimensiones:


planificador, organizador y evaluador.

DIMENSIONES DEL LIDER PEDAGÓGICO


PLANIFICADOR ORGANIZADOR EVALUADOR
Se determinan objetivos Se orienta el trabajo, las Se verifica lo planeado y
de calidad actividades a realizar, organizado
jerarquiza
Se decide qué hacer, Asignación de Se reorienta el proceso
cómo hacerlo, cuándo actividades a los de acuerdo a los
hacerlo y quién. diferentes miembros de resultados de la
la comunidad educativa evaluación
Se establecen las Establece la estructura Se verifican si las metas
metas: eficaz, eficiente, funcional de la si se alcanzaron eficaz y
institución educativa eficientemente
Se determinan los Ordena los elementos Se realiza de forma
problemas y las que intervienen para el permanente.
soluciones más viables acompañamiento
pedagógico

Se resalta el rol de la gestión directiva del currículo y el impacto de la formación


del directivo como líder pedagógico y generador de una cultura de colaboración,
que ha de avanzar en:
 La competencia de gestión, básica para encamina al Centro hacia el logro
de los objetivos de mejora del programa con la implicación y el
convencimiento del líder.
 La competencia de carácter humano, representada por los auténticos
valores de la acción del directivo, que se identifica como líder, cabeza de la
cultura innovadora y receptivo ante lo que le puedan aportar sus
colaboradores, actuando con la empatía, sensibilidad, afán de veracidad,
honestidad y don de gentes.
 La competencia técnica, requiere al Director del Centro una nueva cultura
de disposición a la mejora que consolide la visión del centro como
transformador, actuando de modo integrado e institucional, con un
conocimiento profundo de los modelos y los programas de diversidad
educativa.

4. Supervisión pedagógica

El concepto supervisar en educación históricamente fue entendido como una


acción de fiscalización marcada de autoridad sobre el personal supervisado; sin
embargo, ha evolucionado entendiéndose como un proceso único e integral, cuya
acción va dirigida a asesorar, ayudar, apoyar, a compartir, a contribuir para que el
docente en servicio progrese en su propia formación y en el mejor desempeño del
quehacer pedagógico, que le faciliten el desarrollo de los aprendizajes y el logro
de los objetivos educacionales.

Existen modelos de supervisión en educación, donde uno de ellos se caracteriza


por tener categorías como: inspección, tecnológico, clínico y crítico, este último
con un gran auge entre las instituciones educativas y su parámetros están
conformados por cuatro elementos:
a. Descripción para señalar hechos de la práctica, contradicciones y
acontecimientos significativos;
b. La información donde se determinan las relaciones entre los
acontecimientos;
c. La confrontación, para determinar las causas, razones y concepciones que
apoyan las teorías, y, finalmente, la reconstrucción, que determina cómo se
cambia o hace en forma eficiente la supervisión o acompañamiento
(Angulo, 1999, en Mogollón, 2006). Este modelo se centra en la acción del
supervisor-supervisado o acompañante-acompañado y su tarea, que
influyen en las practicas del aula
Otro modelo de supervisión escolar es el “democrático y centrado en lo
pedagógico: la supervisión ampliada” Tiene acción y aporta a los ámbitos de:
• La evaluación de los aprendizajes y de la misma institución, y sus
procesos de cambio.
• Autoevaluación y mejora continúa. Aprendizaje organizacional.
• Liderazgo pedagógico y transformacional.
• La inclusión de estrategias de orientación al estudiante.
• La formación de equipos de trabajo.
• La gestión del cambio.

5. Acompañamiento pedagógico

Se entiende el acompañamiento como un proceso relacionado con el ayudar sin


invadir al otro, con el fin de caminar juntos hacia metas colectivas.
Etimológicamente, la palabra acompañamiento proviene del latín cumpanis que
significa compartir tu pan, es decir “tu experiencia y la mía a la luz del aprendizaje
mutuo” (MEN, 2009). La metáfora del “ir juntos”, permite comprender el
acompañamiento como una mediación que revitaliza y recupera el quehacer
educativo en comunidad y otorgar sentido a la acción docente. “Ir juntos” entonces
significa escuchar, enlazar para construir en lo colectivo y poder transformar desde
allí las prácticas en la escuela. Acompañar implica también recuperar el saber de
la experiencia, entendido como un saber de la alteridad (Skliar y Larrosa, 2009),
un saber que acepta la sorpresa del otro, de la otra, de lo otro del mundo, y que se
interroga por sus necesidades y sentidos, y por lo adecuado de la relación (Van
Manen, 2003).

6. Procedimientos en el acompañamiento

El acompañamiento pedagógico es un proceso sistemático y permanente,


mediado por el acompañante, quien interactúa con el docente participante para
promover la reflexión crítica sobre su práctica, el descubrimiento de los supuestos
teóricos que están detrás de ella, evaluar su pertinencia al contexto sociocultural y
arribar a la toma de decisiones de los cambios necesarios para una
transformación y mejora constante, promoviendo de esta manera el logro de
aprendizajes en una perspectiva integral. El acompañamiento pedagógico busca
fortalecer el desarrollo personal del docente, a partir de procesos vivenciales que
permitan el fortalecimiento de la autoestima y la mejora de sus actitudes para una
relación asertiva con sus pares y estudiantes, generando un clima institucional
adecuado para la convivencia escolar.

Los procedimientos ofrecen un soporte técnico y afectivo (emocional, ético y


efectivo) para impulsar el proceso de cambio en las prácticas del docente. Está
centrado en el desarrollo de las competencias de los docentes a partir de la
asistencia técnica, el diálogo y la promoción de la reflexión del maestro sobre su
práctica pedagógica y de gestión de la escuela.

CONCLUSIONES

Del el presente reporte de lectura se pude concluir que:

La gestión y la calidad de la educación coinciden en señalar la importancia del


liderazgo para una dirección de calidad en los centros educativos. El director,
como principal responsable de la gestión escolar, cumple un papel central al
articular, conducir y facilitar una serie de procesos al interior de la escuela. La
calidad de las escuelas depende de la calidad del equipo directivo, en tanto sus
miembros ejerzan un liderazgo eficaz, que influya en las motivaciones,
capacidades y condiciones de trabajo de los docentes, quienes, a su vez,
moldearán la práctica pedagógica en las aulas y, por consiguiente, los
aprendizajes de los estudiantes (Barber y Mourshed 2008; Pont, Nusche y
Moorman 2008). En la gestión escolar, existen dos tipos de liderazgo que se
diferencian por su función: uno orientado hacia la administración de los centros
educativos, y otro centrado en los aspectos curricular y pedagógico (Rodríguez-
Molina 2011).

El liderazgo administrativo consiste en que el director se hace cargo de la fase


operacional de la institución educativa, lo que conlleva las responsabilidades
referidas a la planificación, organización, coordinación, dirección y evaluación de
todas las actividades que se llevan a cabo en la escuela.

Los directivos deben servir de guía y apoyo a la labor del maestro, compartir y
poner su experiencia a disposición del quehacer pedagógico, de manera que se
genere una articulación real entre los distintos niveles de enseñanza, entre los
sectores de aprendizaje, en relación al uso de recursos pedagógicos, métodos,
formas de enseñanza, estructura de clases, normalización, ambiente de
aprendizaje y planificación entregando retroalimentación inmediata, de manera de
que genere un estándar para la organización, asegurando la instalación de
prácticas pedagógicas y aprendizajes en el mediano y largo plazo para los
estudiantes.

BIBLIOGRAFÍA

El Liderazgo y La Nueva Ciencia. Margaret Wheatley. (Libro). Editores Granica.

Leithwood, K., Harris, A. & Hopkins, D. (2008). Seven strong claims about
successful school leadership. School Leadership & Management, 28 (1), 27-42.

López-Gorosave, G., Slater, C. & García-Garduño, J. M. (2010). Prácticas de


dirección y liderazgo en las escuelas primarias públicas de México. Los primeros
años en el puesto. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en
Educación, 8 (4), 32-49. Recuperado el 23 de septiembre de 2010 de:
http://www.rinace.net/reice/numeros/arts/vol8num4/art2.pdf. Consultado el 23-09-
2010.

Rodríguez-Molina, G. (2011). Funciones y rasgos del liderazgo pedagógico en los


centros de enseñanza.
http://educacionyeducadores.unisabana.edu.co/index.php/eye/article/view/1921/25
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