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UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN

FACULTAD DE INGENIERIA CIVIL, ARQUITECTURA Y GEOTECNIA

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

CURSO: BIOCLIMÁTICA

ALUMNA: INGLANDA HUAYNAPATA AGUILAR

CÓDIGO: 2018-128033

DOCENTE: YURI ORIHUELA

ESCUELA: ARQUITECTURA

SEMESTRE: SEGUNDO

FECHA: 08/11/2019
TECHO DE AGUA

 CUBIERTA ESTANQUE
Las cubiertas estanque se forman bien inundando este elemento o bien colocando sacos llenos
de agua. Tiene un comportamiento parecido al de la cubierta ajardinada, aunque está más
enfocado al aprovechamiento de la capacidad para almacenar, transportar y ceder energía del
agua y su inercia térmica. Vamos a conocer estas estrategias bioclimáticas más a fondo.

Este sistema se puede utilizar durante todo el año. En invierno, al recibir radiación solar durante
el día el agua se calentará, mientras que en la noche, con ayuda de un aislante térmico móvil
evitaremos que se pierda y así caliente la vivienda.
En verano el funcionamiento sería el inverso, evitando radiación solar en verano y refrescando
la casa mediante el enfriamiento evaporativo.

En el caso de utilizar sacos llenos de agua el funcionamiento en invierno mejora, ya que el agua
se evapora y permanece dentro de estos conservando la energía recibida. Sin embargo, en
verano será más conveniente dejar que el agua se evapore para aprovechar el enfriamiento
evaporativo, aunque esto implique un sistema de tratamiento del agua.
 Ventajas de la cubierta plana inundada

Las cubiertas planas inundadas


pueden ser la clave para atenuar el
flujo de las tormentas, almacenando el
agua.

Estudios señalan que recogiendo el


agua de la lluvia y guardarla con un
nivel de solamente 8 centímetros
puede reducir el impacto de, incluso,
una gran tormenta.

El agua puede ser almacenada o


drenada pocas horas después de su precipitación, sin afectar al colapso del sistema de bajantes.

Otra ventaja que aporta el elemento líquido es la protección permanente de la lámina


impermeable, que siempre permanece húmeda así evitando las posibles fisuras que pueden
aparecer al resecarse.

El almacenamiento acuático no únicamente debe ser utilizado cómo aislante, sino que puede ser
utilizado a forma de aljibe y así alimentar la red doméstica de riego o de las cisternas de los
inodoros, provocando un ahorro económico.

La cubierta llena de agua tiene una inercia térmica que aprovecha para mantenerse fresca por la
mañana y caliente por la noche.

El agua es una sustancia difícil de calentar y enfriar comparada con otros materiales
constructivos (ver tabla nº1) debido a su alto calor específico, que es la energía necesaria para
hacer subir un grado de temperatura a un gramo de materia.

Existen diferentes estrategias de enfriamiento y/o adecuación climática que ayudan a mejorar
las condiciones de confort dentro de las edificaciones. La ventilación natural acompañada de la
protección solar son las principales estrategias a utilizar

 Inconvenientes de la cubierta plana inundada

Cómo ya se sabe, el agua tiende a evaporarse. Debido a que en una cubierta estanque hay una
gran cuantía de agua, este efecto es más notorio. La alimentación permanente de agua para
mantener un nivel adecuado supone un incremento coste tanto a nivel económico cómo a nivel
ecológico, comparado con techumbres no inundadas.
La presencia de agua implica la proliferación de insectos, y si se trata de agua estancada éste
hecho se acentúa. Es por este motivo las cubiertas planas inundadas pueden provocar un gran
malestar a los residentes del propio edificio como a los edificios colindantes. La densidad del
agua (1000 kg/m3 ) hace que la cubierta sea algo más pesada, ya que el forjado debe de estar
dimensionado para soportar el peso propio

CARACTERÍSTICAS TÉRMICAS DE LOS MATERIALES

Las principales características a tener en cuenta son las siguientes:

 Conductividad térmica (λ)


 Densidad (ρ)
 Calor específico (Cp)
 Calor específico volumétrico (ρCp)
 Difusividad térmica (a)
 Efusividad térmica (b)
 

El proceso de conducción de calor se produce de una manera espontánea entre los cuerpos
más calientes y los más fríos, cuando entran en contacto, o dentro de un mismo volumen
de la parte más caliente a la más fría.

La relación fundamental que describe el fenómeno de la conducción fue propuesta por


Joseph Fourier y se conoce como ley de Fourier: “En cualquier lugar de un medio
isótropo, la densidad del flujo térmico instantáneo es proporcional a la conductividad
térmica del material y su gradiente de temperatura”

La conductividad térmica (λ) expresa la capacidad de conducción de calor que tiene el


material, es por tanto el cociente de la densidad del flujo térmico y el gradiente de
temperatura (W/mK). El rango de valores de conductividad en los materiales es muy
amplio, para los denominados como materiales de construcción, incluidos los aislantes,
esta relación es sólo del 1 a 135.

La densidad (ρ) o masa volumétrica de un material, define el coeficiente entre la cantidad


de masa (Kg) que caracteriza el material y el volumen unitario (m³). Su valor se mide en
Kg/m³.

El calor específico (Cp) es la característica del material que expresa la cantidad de calor
necesario (J) para aumentar un grado (1K) la temperatura de una unidad de masa (Kg); se
mide en J/KgK. El calor específico determina la capacidad de un material para acumular
calor. Su valor, que depende del material, tiene un rango de variación bastante menor para
la mayoría de materiales de construcción de 1 a 4; el rango está comprendido entre 500 y
200J/KgK y pocos materiales salen de este rango. Un caso especial es el del agua, cuyo
calor específico es particularmente elevado (4187 J/KgK). Por ello, el agua es utilizada
como medio de almacenamiento térmico en una gran variedad de aplicaciones.

 Las propiedades enunciadas anteriormente son las características elementales de


cualquier material desde el punto de vista térmico. El estudio del comportamiento de los
materiales cuando están sometidos a cambios cíclicos del clima del lugar obliga a
introducir otras características más complejas en combinación con las anteriores
características elementales.
LISTA DE MATERIALES Y SUS PROPIEDADES TÉRMICAS A TEMPERATURA
AMBIENTE .

fuente: Arquitecto E. M. González

En primer lugar, analizaremos el producto del calor específico por la densidad, conocido
como el calor específico volumétrico (pCp). Éste determina la capacidad de
almacenamiento de calor de un determinado material o su capacidad volumétrica. Es por
esta misma razón por la que cuando hacemos referencia a elementos de alta capacidad de
almacenamiento de calor siempre pensamos en grandes muros de piedra, hormigón o
ladrillo.

Otras características que cabe remarcar y analizar para comprender el comportamiento de


los materiales ante los cambios que se producen en su entorno inmediato son la
difusividad térmica y la efusividad térmica.

La difusividad y la efusividad térmica son parámetros complejos que se obtienen a partir


de los anteriores parámetros simples (λ, pCp) y dependen de su combinación
correctamente definida y expresando cada uno una propiedad física característica:

 Difusividad térmica (a): Expresa la capacidad de un material para transmitir una


variación de temperatura.

 Efusividad térmica (b): Expresa la capacidad de un material para absorber o


restituir un flujo de calor o potencia térmica.
A diferencia de la densidad (ρ) y el calor específico volumétrico (ρCp), que expresan la
capacidad de almacenamiento de un material, la difusividad térmica expresa lo que se
denomina como velocidad de difusión de la temperatura de determinado material. Si se
somete a un cambio de temperatura a dicho material su temperatura variará en mayor o
menor medida, cuanto mayor sea la variación mayor será su difusividad térmica.  

Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que la difusividad térmica será mayor con el
aumento de la conductividad y con una disminución del calor especifico volumétrico. El
rango de variación de la difusividad térmica será aproximadamente de 1 a 12 para los
materiales de construcción, incluyendo los aislantes, salvo en algunos casos especiales.

En la tabla que se adjunta anteriormente podemos comprobar las semejanzas de materiales


que son completamente distintos en su composición pero que tienen una gran semejanza
en cuanto al comportamiento en relación con la variación de la temperatura interna de los
materiales cuando los sometemos a un cambio semejante de temperatura. 

La efusividad térmica determina el flujo de calor que el material absorbe de acuerdo a su


estado térmico, es decir, la efusión de una potencia térmica dentro de un material.  

La densidad de flujo (flujo térmico por unidad de área, W/m²) que penetra en el material
es proporcional a su efusividad.

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