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TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
CURSO: BIOCLIMÁTICA
CÓDIGO: 2018-128033
ESCUELA: ARQUITECTURA
SEMESTRE: SEGUNDO
FECHA: 08/11/2019
TECHO DE AGUA
CUBIERTA ESTANQUE
Las cubiertas estanque se forman bien inundando este elemento o bien colocando sacos llenos
de agua. Tiene un comportamiento parecido al de la cubierta ajardinada, aunque está más
enfocado al aprovechamiento de la capacidad para almacenar, transportar y ceder energía del
agua y su inercia térmica. Vamos a conocer estas estrategias bioclimáticas más a fondo.
Este sistema se puede utilizar durante todo el año. En invierno, al recibir radiación solar durante
el día el agua se calentará, mientras que en la noche, con ayuda de un aislante térmico móvil
evitaremos que se pierda y así caliente la vivienda.
En verano el funcionamiento sería el inverso, evitando radiación solar en verano y refrescando
la casa mediante el enfriamiento evaporativo.
En el caso de utilizar sacos llenos de agua el funcionamiento en invierno mejora, ya que el agua
se evapora y permanece dentro de estos conservando la energía recibida. Sin embargo, en
verano será más conveniente dejar que el agua se evapore para aprovechar el enfriamiento
evaporativo, aunque esto implique un sistema de tratamiento del agua.
Ventajas de la cubierta plana inundada
El almacenamiento acuático no únicamente debe ser utilizado cómo aislante, sino que puede ser
utilizado a forma de aljibe y así alimentar la red doméstica de riego o de las cisternas de los
inodoros, provocando un ahorro económico.
La cubierta llena de agua tiene una inercia térmica que aprovecha para mantenerse fresca por la
mañana y caliente por la noche.
El agua es una sustancia difícil de calentar y enfriar comparada con otros materiales
constructivos (ver tabla nº1) debido a su alto calor específico, que es la energía necesaria para
hacer subir un grado de temperatura a un gramo de materia.
Existen diferentes estrategias de enfriamiento y/o adecuación climática que ayudan a mejorar
las condiciones de confort dentro de las edificaciones. La ventilación natural acompañada de la
protección solar son las principales estrategias a utilizar
Cómo ya se sabe, el agua tiende a evaporarse. Debido a que en una cubierta estanque hay una
gran cuantía de agua, este efecto es más notorio. La alimentación permanente de agua para
mantener un nivel adecuado supone un incremento coste tanto a nivel económico cómo a nivel
ecológico, comparado con techumbres no inundadas.
La presencia de agua implica la proliferación de insectos, y si se trata de agua estancada éste
hecho se acentúa. Es por este motivo las cubiertas planas inundadas pueden provocar un gran
malestar a los residentes del propio edificio como a los edificios colindantes. La densidad del
agua (1000 kg/m3 ) hace que la cubierta sea algo más pesada, ya que el forjado debe de estar
dimensionado para soportar el peso propio
El proceso de conducción de calor se produce de una manera espontánea entre los cuerpos
más calientes y los más fríos, cuando entran en contacto, o dentro de un mismo volumen
de la parte más caliente a la más fría.
El calor específico (Cp) es la característica del material que expresa la cantidad de calor
necesario (J) para aumentar un grado (1K) la temperatura de una unidad de masa (Kg); se
mide en J/KgK. El calor específico determina la capacidad de un material para acumular
calor. Su valor, que depende del material, tiene un rango de variación bastante menor para
la mayoría de materiales de construcción de 1 a 4; el rango está comprendido entre 500 y
200J/KgK y pocos materiales salen de este rango. Un caso especial es el del agua, cuyo
calor específico es particularmente elevado (4187 J/KgK). Por ello, el agua es utilizada
como medio de almacenamiento térmico en una gran variedad de aplicaciones.
fuente: Arquitecto E. M. González
En primer lugar, analizaremos el producto del calor específico por la densidad, conocido
como el calor específico volumétrico (pCp). Éste determina la capacidad de
almacenamiento de calor de un determinado material o su capacidad volumétrica. Es por
esta misma razón por la que cuando hacemos referencia a elementos de alta capacidad de
almacenamiento de calor siempre pensamos en grandes muros de piedra, hormigón o
ladrillo.
Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que la difusividad térmica será mayor con el
aumento de la conductividad y con una disminución del calor especifico volumétrico. El
rango de variación de la difusividad térmica será aproximadamente de 1 a 12 para los
materiales de construcción, incluyendo los aislantes, salvo en algunos casos especiales.
La densidad de flujo (flujo térmico por unidad de área, W/m²) que penetra en el material
es proporcional a su efusividad.