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de la especie
Noé Jitrik
SIGLO XXI ARGENTINA
Editores S.A.
George Rude
La multitud en la historia
Maurice Dobb
Estudios sobre el desarrollo
del capitalismo
Stanley Moore
Crítica de la democracia
capitalista
Darío Canton
La política de los militares
argentinos: 1900-1971
Karl Marx
Elementos fundamentales para
la crítica de la economía políti
(Grundrisse)
Gene Marine
Los Black Panthers
Georges Canguilhem
Lo normal y lo patológico
Quino
A mí no me grite
Jacques Derrida
De la gramatología
M. Fichant-M. Pécheux
Sobre la historia de las ciencias
Noe Jitrik
El fuego de la especie
CRITICA
literaria
EL FUEGO
DE LA ESPECIE
ensayos sobre
seis escritores argentinos
por
NOE JITRIK
)ÍCI
siglo
veintiuno
argentina
editores
sa
MEXICO
ARGENTINA
' ESPAÑA
siglo veintiuno argentina editores, sa
TACUARI’ 1271
BUENOS AIRES, ARGENTINA
a Nilda Díaz
II
III
ban aquellos en las tres últimas décadas del siglo xix, ideas, por otra
parte, que sirven para el conocimiento de una realidad histórica"
(Educación popular, construcción de ferrocarriles y caminos, apoyo
"pa2 y administración", ser nombrado por Sarmiento al frente de un
comisión examinadora, etc.). También cf. Beatriz Bosch, Urquiza el
organizador, Buenos Aires, Eudeba, 1963.
TEMA DEL CANTO EN EL “MARTÍN FIERRO” 39
14 Cf. Carlos Alberto Leumann, op. cit.: “Tal vez la misma gran
soledad, en la naturaleza virgen, una filosofía serena, y una original
sensación de la vida, les llevó a la posesión de un estilo nuevo”.
15 Pablo Subieta, en el primer caso, que publicó en el diario Las
Provincias, a partir del 6/10/1881, una serie de artículos sobre Martín
Fierro-, en el segundo Calixto Oyuela, Antología de la poesía hispano
americana.
46 EL FUEGO DE LA ESPECIE
a David Viñas
* La misma escala, las mismas etapas que las imaginadas por Hegcl
para explicar los más altos niveles humanos pero de signo negativo.
De tales cucarachas a tales “otros concretos” parecería dar sentido
al circuito. ... j
52 EL FUEGO DE LA ESPECIE
1. La “forma" específica
Leído y releído incesantemente, El Matadero sigue pro
duciendo de entrada la misma confusa sensación. Sin
duda que hay un núcleo dramático en el que culmina
la narración, sin duda que todo converge hacia el hecho
en el que se depositan significaciones ejemplificadoras
pero no obstante habría derecho a vacilar acerca de
la índole retórica de esta pieza. Podemos decir que es
un cuento puesto que la mayor intensidad se da en
torno a dicho núcleo, puesto que hay una solución y
todos los elementos que están en juego, aun los con
ceptuales o descriptivos, le sirven, puesto que se cum
plen tradicionales requisitos de concentración narra
tiva; en todo caso lo podemos decir al final, hecho el
cómputo de la totalidad pero también extraviada la
"memoria narrativa”, es decir perdida esa facultad de
acumulación que define la existencia del lector y gra
cias a la cual lo ya transcurrido no desaparece de su
conciencia sino que se integra con lo que está transcu
rriendo.1 Podemos, entonces, decir que El Matadero es
un cuento si omitimos que hasta muy avanzado el re
lato no parecía encaminarse hacia la presentación de
una situación particular. Tenemos la impresión de que
io "cuento” apareció tarde en el espíritu del autor
cuya propuesta formal no era clara. En cambio, pode
mos afirmar que tenía un propósito ejemplarizador,
que quería escribir sobre la situación política de su
momento pero que de entrada no veía la forma en
la que podía encarnarse esa voluntad. Tanteaba pues,
2. El costumbrismo en El Matadero
a Córdoba, en 1966
II
III
El humor payrosiano de Pago Chico, como rasgo esti
lístico, y que surge de una cierta concepción lingüística,
es un elemento que sirve para corroborar el sofoca
miento del realismo, sus contradicciones. ¿Cuál es esa
concepción lingüística? En el primer capítulo de una
novela que Payró no terminó, titulada Nosotros, esa
concepción lingüística se presenta como discusión en
tre dos principios, el localismo y el universalismo. Esa
novela está escrita en primera persona lo cual presenta
este problema: ¿deben los personajes en sus diálogos
emplear el tuteo castellano o el voseo argentino? Para
el narrador las cosas están claras, cuando no hay diá
logo emplea un idioma correlativo del tuteo y el voseo
cuando se torna personaje, es decir cuando dialoga,
como si esta escisión correspondiera a sus hábitos y a
sus ideales. Lo relativo a la realidad que quiere trans-
cribir le exige el voseo, la transcripción de la experien
cia lingüística cruda; en la medida en que se aleja del
realismo transcriptivo tutea. Está bien claro: el tuteo
vendría a ser lo universal, el voseo lo local. En una dis
cusión, por medio de un personaje, Payró codifica y
eleva a norma esta conducta: cada vez que hay len
guaje conversacional vosear, de lo contrario tutear. En
El casamiento de Laucha-, el problema es eliminado en
virtud de que la narración se sitúa en un personaje y
en un ámbiio culturalmente restringidos. Por otra par
te, personaje y ámbito son correlativos y complemen
tarios. Además, el narrador es el propio Laucha cuyo
lenguaje no tiene conflictos con el de los restantes per
sonajes pues todos proceden y están inmersos en un
mismo ámbito. En consecuencia, al no haber necesidad
de optar, el realismo se hace aquí puramente trans
criptivo tanto en lo coloquial como en lo narrativo. No
obstante, comparando con el principio sentado para la
otra novela, la salida hallada en ésta contiene un juicio
de valor que podría formularse así: existe una realidad
universal que está por encima del localismo, dentro del
cual o no importa o es permisible el uso de formas
coloquiales. Esta especie de conclusión debe ligarse al
hecho de que en Laucha los giros vulgares son emplea-
dos directamente, sin explicaciones semánticas, sin en
SOCIALISMO Y GRACIA EN ROBERTO J. PAYRÓ 111
IV
VI
II
III
IV
A. El descubrimiento
1. En primer lugar se trata de uno o de varios li
bros, o de un hecho o de un hombre a través del
libro. El libro es el objeto inicial del descubri
miento y luego el instrumento para descubrir
otra cosa.
2. El libro suplanta al personaje y lo que se cuenta
es aquello en que el libro consiste. Esta narra
ción se confunde con el comentario del narrador.
3. Hay un pasaje a cierta dramatización. A veces,
el autor del libro por intermedio del narrador,
hace un desafío, otras padece su redacción, otras
138 EL FUEGO DE LA ESPECIE
B. La creación
1. En primer lugar se trata de un proyecto que
está a cargo de un personaje o del que el perso
naje forma parte.
2. Lo que se cuenta es cómo ese proyecto se realiza
o cuáles son, descriptivamente, sus componentes;
en este cuadro se inserta el personaje adquirien
do, en consecuencia, un elevado carácter simbó
lico.
3. Hay un pasaje a cierta dramatización que se en
carna ya sea en alguna actuación o movimiento
del aparato creado, ya sea en un contraste que
se produce entre el aparato creado y el persona
je: puede haber hallazgo (Ruinas circulares), pro
longación (Biblioteca de Babel), indeterminación
(Funes), disolución (Lotería en Babilonia).
4. Se establece una aproximación entre ese proyec
to creado y la realidad, a veces ambos planos se
superponen, otras veces, también, subsiste ambi
güedad en cuanto a la relación.
C. La organización
VI
VII
VIII
IX
II
El Museo de la Novela de la Eterna es en gran medida
el objeto en el que la "Estética de la Novela” se hace
al mismo tiempo forma de una novela. En ese sentido
es un texto privilegiado que podemos abordar de dos
maneras: ya sea desde adentro, considerando sus ele
mentos como elementos constitutivos de esa novela y
mostrando cómo son resultado de la aplicación de de
terminadas concepciones; ya sea desde afuera, por ca
pas sucesivas, hasta hallar los puntos en los que las
ideas acerca de la novela llegan a ser propuestas con
cretas, formas definidas, avances en el proceso de in
tegración y profundización de la palabra literaria. El
primer camino, metodológicamente correcto, supondría
en este caso un objeto realizado, susceptible de sopor
tar un análisis aplicable con posibilidades a objetos
similares; como no se trata de eso —la obra de Mace-
donio es un puro dinamismo— voy a seguir el segundo
porque propone ante todo una metodología progresiva
pero también porque lo que en definitiva Macedonio
afirma es una cierta escritura, lingüísticamente consi
derada, más que una "novela” realmente posible.
A. — ¿En qué consiste, pues, la Estética de Macedo
nio? Creo que lo primero que se puede considerar es
su propósito (Primer Prólogo: "Lo que nace y lo que
muere”) de hacer simultáneamente la "última novela
mala —Adriana Buenos Aires— y la primera novela
buena —Novela de la Eterna—"Para que el lector
no opte por la del género de su predilección desechan
do a la otra, hemos ordenado que la venta sea indivi
sible ... A veces me encontré perplejo, cuando el vien
to hizo volar los manuscritos, porque sabréis que es
cribía por día una página de cada, y no sabía tal pá
gina a cuál correspondía; nada me auxiliaba porque la
numeración era la misma, igual la calidad de ideas,
papel y tinta, ya que me había esforzado por ser igual
mente inteligente en una y otra para que mis mellizas
no animaran querella”.
Algo parece evidente: se trata, más que de dos nove
las yuxtapuestas, de una sola en el interior de la cual
156 EL FUEGO DE LA ESPECIE
III
Femando Alegría
Los días contados
Homero Aridjis
Ajedrez. Navegaciones
Mario Benedetti
La muerte y otras
sorpresas
Julieta Campos
Celina o los gatos
J.E. Clemente
Historia de la soledad
Julio Cortázar
La vuelta al día en
ochenta mundos.
Ultimo round
Carlos Fuentes
Zona sagrada