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Seminario Teológico Centroamericano

304 Técnicas de Investigación


Licda. Orbelina Chicas de Fuentes

EL ENSAYO1

Introducción
El ensayo es un texto escrito en prosa de extensión muy variable, ya que
puede constar de unas cuantas líneas, hasta muchas páginas. Se comunican
ideas, teorías, reflexiones, puntos de vistas o resultados de investigaciones. Se
refleja el pensamiento y la opinión del que escribe. No toma las ideas de ningún
libro, son ideas que surgen de la reflexión personal, por lo tanto, no hay que
sobrecargarlo de citas y notas al pie de página.

El ensayo es un vehículo idóneo para el desarrollo de distintos temas.


Puede tratar temas literarios, científicos, filosóficos, teológicos, históricos y
otras disciplinas del saber humano. Algunos ensayos se dirigen a un público
especializado. También existen ensayos en los que el autor quiere divulgar y
compartir sus reflexiones personales acerca de un asunto o problema
determinado.

El autor de un ensayo trata los temas con cierto rigor y profundidad, pero
no intenta agotarlos. No pretende hacer un estudio sistemático del asunto sino
más bien interpretarlo. Más que la objetividad científica, por lo general lo que
interesa es el punto de vista personal, los datos que se desprenden de la
experiencia del autor, sus impresiones y opiniones. En nuestro caso, se
prefiere una forma impersonal en la redacción, evitando usar la primera
persona, tanto del singular como del plural.

TIPOS DE ENSAYOS Y PLANIFICACIÓN

A. Tipos de ensayos
Entre los tipos de ensayos que nos interesan están los expositivos y los
de crítica.2

a. Persuasivo/expositivo.
Se trata de convencer al destinatario. Se caracteriza en que las ideas se
exponen en forma monográfica y sintética y posee a la vez una
interpretación original.

b. Crítica/análisis.
Este tipo de ensayo se usa para analizar y formular juicios acerca de un
tema en forma razonada y fundada. Se caracteriza por ser flexible y no
formal, a la vez que incluye la interpretación personal y el subjetivismo
del autor.

1
Tomado y adaptado de material de clase de C. Morales, 2004; C de Chamorro, 2007 y S.
Evora 2007.
2
María de los Ángeles Mogollón G., Lecturas para secundaria (México: Editorial Santillana,
1997), 60.
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En el ensayo se combinan la argumentación (lo que se dice) y la


exposición (lo que se muestra). El autor argumenta con las razones y los datos
en los cuales basa los pensamientos que expone, es decir, expone, traduce en
palabras su pensamiento y los conocimientos que posee.

La finalidad de la exposición va dirigida a comunicar, informar y,


frecuentemente, convencer.3 Por eso, se debe escribir con orden y claridad.
Hay que argumentar. Esto tiene que ver con exponer las razones en las que se
fundamenta una opinión. Para ello, antes de argumentar se debe analizar la
idea que se defiende, destacando las positivas y rebatiendo las negativas. Las
razones que respaldan una opinión deberán reforzarse con datos concretos,
con ejemplos e incluso con afirmaciones de algún experto en el tema. Hay que
organizar las ideas de modo que queden enlazadas entre sí. Las estructuras
argumentativas podrán ser tipo “causa-efecto” o tipo “problema-solución”.4
Veamos otros tipos de estructuras.

Se puede destacar las siguientes características de los ensayos:


 amplitud temática
 libertad expositiva
 subjetivismo
 la utilización de recursos estilísticos.

La amplitud temática nos dice que cualquier tema es adecuado para ser
objeto de un ensayo.
La libertad expositiva conduce al autor para tratar con cierta profundidad y
rigor, pero sin intentar agotarlos. No está obligado a hacer un estudio
exhaustivo de un asunto. Se pretende analizar e interpretar un problema desde
el punto de vista personal.
El subjetivismo tiene que ver con los datos que se desprenden de la
experiencia del autor, sus impresiones y sus opiniones, más que la objetividad
científica.
En cuanto a los recursos estilísticos el autor tendrá su propio estilo y un
enfoque original del tema.

B. La planificación
Toda persona antes de iniciar una construcción toma el tiempo para
pensar lo que desea llevar a cabo. Si desea ganar un juego piensa antes las
estrategias que desea realizar para llegar a la meta deseada. Por lo tanto,
cuando se habla de escribir pequeños ensayos, es similar. La persona necesita
tomar un tiempo, para decidir qué desea escribir, acerca de qué y cuál es el
objetivo de hacerlo. Entonces, todo escritor lo primero que hace es, decidir por
lo menos los siguientes tres aspectos básicos:
 El Tema
 Para quién escribe
 Cuál es el propósito de la obra que escribirá.5

3
Ibid., 125.
4
Ibid., 38-39.
5
Floyd Woodworth W. Hacia el arte de escribir (Miami: Editorial Vida, 1987), 9.
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a. El Tema

El tema debe ser específico. En el caso de la redacción de un ensayo,


no se puede desarrollar un tema general, porque así habría que escribir un libro
para poder tratar cada punto con justicia.

b. El Lector

Para lograr eficacia, el ensayista tiene que dirigirse a una clase bien
definida de lectores. No basta decir que el artículo se dirige a los inconversos.
Debe especificar la clase de inconversos que se pretende alcanzar. ¿Personas
con preparación universitaria, o personas con bajo nivel de escolaridad?
¿Jóvenes, ancianos, mujeres o niños? Nadie puede alcanzar a todos los
lectores con un solo método de presentación, con un solo estilo y con el mismo
vocabulario.6
De manera que, el escritor necesita conocer bien al grupo de lectores a
quienes se dirigirá, para así definir el tipo de vocabulario que utilizará y el estilo
que implementará en su escrito.

c. El Propósito

El escritor del evangelio de Juan dice con exactitud con qué propósito lo
escribe, Juan 20:30-31. “Hizo además Jesús muchas otras señales en
presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero
éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y
para que creyendo, tengáis vida en su nombre”.7

El escritor de Eclesiastés habla que los días del hombre son contados.
El escritor de Santiago habla que el rico pasará como la flor de la hierba. Estas
ideas bíblicas acerca del tiempo en la vida del ser humano, esto hace pensar
que todo lo que se hace debe tener un propósito y el ensayo o escritos no son
la excepción. Si la persona escribe, debe escribir con el propósito de suplir una
necesidad en el lector, y no sólo por ocupar espacio y tiempo.

Cuerpo del ensayo y desarrollo de ideas


A. Organización de ideas o idea principal
En este paso la persona puede iniciar haciéndose preguntas acerca de
detalles, no debe preocuparse en lo absoluto por una estructura convencional
de las ideas, o por el orden en que se han de considerar. Sin embargo, llega el
momento en la preparación de un ensayo en que hay que seguir otro método
de trabajo. Este consiste en la organización de las ideas, con el fin de
conseguir una presentación lógica que se encamine hacia la meta del ensayo.
“A este método se le puede llamar sintético”.8
En esta parte se hace una proposición central. Es decir, la idea y
propósito que regirá todo el escrito, y lo que se diga relacionado al mismo. La

6
Ibid.: 10.
7
Reina Valera Revisada (1960). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1998, S. Jn 20.30-31.
8
Woodworth W. Hacia el arte de escribir, 22.
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proposición manifiesta la postura que el escritor tiene con respecto al tema a


desarrollar.

Ej. Cuando se predica, el predicador ya tiene la idea central de su


mensaje, y todos los materiales que utilizan, versículos bíblicos,
ilustraciones, etc., ayudarán a su proposición.

Un aspecto importante que se debe considerar es que, con el avance en


la redacción o investigación a veces, la proposición central original, no abarca
el propósito original del ensayo o investigación. También, en ocasiones el
escritor se da cuenta de algunos aspectos que no había considerado. De
manera que, es necesario hacer ajustes.
Para facilitar la organización de las ideas, lo mejor será hacer una lista
de las ideas principales. Esto se puede realizar, por medio de las ideas más
importantes a las menos importantes, hasta lograr una depuración exitosa de
las ideas.
Cuando se procede a determinar el orden en que se presentarán las
ideas, es importante hacer un análisis de cada una de ellas, basada en tres
preguntas importantes:
1. ¿Cuál será la idea con que el lector esté más familiarizado?
2. ¿Cuál es la meta de mi ensayo o investigación?
3. ¿Cuál es el nuevo aporte que se ha logrado con la investigación?

Al contestar las preguntas anteriores, entonces, dará la idea de cómo


deben ir las ideas. En este caso, se inicia con la idea más conocida por el
lector. Las otras ideas, se organizan con sucesión lógica, para una mejor
comprensión del escritor y desarrollo del mismo.

B. Oraciones9
De acuerdo a algunos escritores y comunicadores, “la oración es la
menor unidad del habla con sentido completo”.10 Aunque en nuestra
comunicación oral, no estamos pendientes del orden gramatical de nuestras
oraciones, éstas no deben ser descuidadas en nuestra comunicación escrita. El
escritor debe considerar a la oración como su compañera dispuesta a ayudarle
y servirle fielmente en sus escritos.
El tamaño de las oraciones es otra de las dudas de todo escritor.11 Claro
está, que estás son pequeñas unidades, de manera que no se debe abusar del
lector haciendo sendas oraciones como se utilizaba en tiempos antiguos, con
oraciones de hasta diez líneas o más.
El escritor moderno debe interesarse en conocer las nuevas tendencias
de escritoras. Por ejemplo, en la actualidad se prefieren oraciones cortas, pero
sin caer en la monotonía de un escritor de escuela. Para esto, es importante
considerar al lector, y evidentemente el gusto y estilo del escritor ayudarán a
determinar el tipo de lenguaje y tamaño que tendrá una oración. En conclusión,

9
La oración es la unidad gramatical más pequeña de sentido completo en sí misma, en que se
divide el habla real, un verbo, una oración. Puesto que lo que define la oración como completa es el
verbo. Si no hay verbo entonces, no hay oración. (Salvo en aquellas oraciones en que los verbos están
implícitos).
10
Woodworth W. Hacia el arte de escribir, 45.
11
Aunque algunos han sugerido que la oración no debe ser mayor de 2 ó 3 líneas.
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la oración y su extensión dará vida al escritor y fluidez a las ideas expresadas,


así como, la elegancia que el escritor quiera darle, combinándolas en sus
variadas extensiones.

C. Redacción o enlace de ideas


Seguir indicaciones en una carretera bien señalizada, es agradable para
el nuevo turista. Sin embargo, cuando el turista decide viajar siguiendo las
líneas de un mapa, más de una vez vive frustrantes desorientaciones.
Igualmente sucede al escritor, cuando en un documento encuentra ideas,
cruzadas o sin ningún sentido lógico. Es decir, que el escritor está hablando del
tema “A” y en el siguiente párrafo, esperaría que hable del tema “B”, sin
embargo, lo que encuentra es que el escritor está hablando de cualquier cosa,
menos del tema “B”. Un escritor de esta naturaleza, pierde el interés de su
lector, y por ende su objetivo de redacción.

En la producción de ideas se deberá recoger el material, las ideas, los


hechos, las observaciones con las cuales construir el texto. Acto seguido se
organizarán las informaciones, categorizando y haciendo mapas de ideas. En
esta fase no se debe olvidar la determinación de la tesis central, es decir, la
idea que se quiere defender y construir sobre ella el escrito. Esta idea guía
para precisarla mejor se expresará en una frase o un párrafo. Por razones de
futuros ensayos, monografías y tesina de graduación, se transcribe lo que
María Teresa Serafín dice al respecto:

un texto que simplemente enumerase las causas, las consecuencias y las


soluciones, en orden, quizá siguiendo el mapa, sería un texto correcto y
organizado, pero ciertamente poco interesante, ya que sería una
colección de datos sin un elemento unificador. Un artificio para crear la
frase-tesis es tener claro que haya sujeto y un verbo, es decir, una frase
completa; al expresar una idea decimos (predecimos) algo sobre un
sujeto.12

En esta misma frase están la determinación del punto de vista desde el


cual se enfocará el escrito, y la elaboración de un esbozo preliminar.

D. Expresiones de enlace
Al desarrollar un escrito (ensayo, monografía, tesina) se debe tener el
cuidado de relacionar correcta y ordenadamente las ideas entre sí. Para no
perderse lea su escrito en voz alta. Los párrafos deben quedar bien
estructurados por medio de las oraciones bien enlazadas. Aquí, se debe tener
presente el uso de las expresiones de enlace de signo +, de signo -, y de
signo =.13

Las expresiones de enlace de signo + se usan para unir dos oraciones


que están en la misma línea argumentativa. Entre ellas están:
 además (cuando se han dicho muchas cosas),

12
Serafini, Cómo redactar un tema, 51-52.
13
Fernando Ávila, Español correcto para dummies (Bogotá: IDG Books Worldwide y Editorial
Norma, 1997), 313-319.
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 de igual manera,
 en esa línea,
 en esa misma línea,
 igualmente,
 en este sentido,
 también

Las expresiones de signo – sirven para plantear la contraparte de la


aseveración negativa o positiva expuesta. Dichas expresiones son:
 sin embargo,
 no obstante,
 por el contrario,
 de otra parte,
 por otro lado,
 pero,
 sino,
 mas.

Los enlaces de signo = sirven para deducir una verdad, un principio o una
conclusión. Entre ellos están:
 por lo tanto,
 por tanto,
 o sea,
 en consecuencia,
 en conclusiones,
 por ende,
 entonces,
 así pues,
 luego.

Es bueno aclarar que no necesariamente se utilizan los signos de enlace,


es decir, se pueden prescindir de ellos, siempre y cuando el lector tenga claro
hacia dónde va el texto. Escriba en forma lógica. Sepa utilizar los signos de
puntuación, ya que nos sirven para subdividir el párrafo.

E. Párrafos
Se puede definir el párrafo como una pequeña sección o división que
trata una idea en particular y que termina en punto y aparte. Desde otro punto
de vista, el párrafo es un ensayo en miniatura. El párrafo abarca el desarrollo
de un pensamiento, formando así una unidad completa.
El objetivo principal de formar párrafos con punto y aparte, es informar al
lector cuándo el escritor pasa de un punto a otro. Sería muy difícil leer un
párrafo de muchas páginas, ¡Qué cansado, confuso y aburrido! ¿No?

Por regla general, un párrafo se conforma por tres partes principales:


• una oración introductoria,
• un cuerpo de varias oraciones y
• una oración concluyente.
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La primera oración del párrafo es como una introducción a un ensayo,


que nos da la idea principal del mismo. En cuanto a la oración concluyente del
párrafo, debe funcionar como una conclusión, que ayude al lector a reforzar el
punto en la mente del lector.
La pregunta más frecuente en cuanto a los párrafos es su extensión. Sin
embargo, no hay regla escrita que determine tal cosa.14 La idea desarrollada en
el párrafo determinará su extensión. Es decir, si es una idea poco conocida,
requerirá de mayor extensión para su explicación. No así, una idea ya conocida
por el lector, sólo bastará algunas líneas para su explicación. Así que, el
tamaño del párrafo se determinará, en definitiva, según las circunstancias del
lector, el estilo del autor, y las características del tema.15

Las estructuras de los párrafos se pueden desarrollar de diferentes


formas. Veamos brevemente a cada uno de ellos.
 Desarrollado por ejemplos, en este caso, la idea o tesis del párrafo
se muestra con ejemplos.
 Desarrollado por confrontación o contraste, aquí se busca subrayar
la similitud o diferencias entre los objetos, términos o asuntos. El
desarrollo podrá hacerse por oraciones separadas, es decir, se
mantienen separadas las dos descripciones. Otra forma tendrá en
cuenta los pares, es decir, pasar de una descripción a la otra.
 El denominado “párrafo AIG”, posee tres elementos: la afirmación, la
información, y la garantía. En el primer elemento se presenta la idea
principal del párrafo, en el segundo elemento se dan los datos de
apoyo a la afirmación, y en el tercer elemento se muestra la
importancia de la información como soporte de la afirmación, es
decir, se constituye como el lazo entre la afirmación y la información.
 El párrafo expositivo-argumentativo, este presenta una tesis y los
datos y las observaciones que pueden ser útiles para convencer al
lector de su validez o de su veracidad. Generalmente ya no es un
solo párrafo sino una serie de párrafos que entrelazados entre sí
forman esta unidad.

Después de recoger los hechos, los datos, las ideas, y organizarlos en el


esquema viene la redacción del texto. Lo ideal es que las ideas del bosquejo se
definan, desarrollen y se ejemplifiquen en la redacción. “Un texto resulta
convincente cuando lentamente va acompañando al lector hacia la tesis”.16

F. Revisión del escrito

El estudiante ya planificó su ensayo o monografía, ya ordenó sus ideas,


ya produjo el texto necesario, ahora debe revisar su escrito. Esta revisión no
deberá realizarse en forma rápida, ni mucho menos sin crítica.

14
Aunque la docente de esta materia sugiere que no sea mayor de 12 líneas.
15
Woodworth W. Hacia el arte de escribir, 43.
16
Serafini, Cómo redactar un tema, 61.
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Los aspectos a revisarse tendrán que ver con la organización, la claridad


y la coherencia de las ideas. El proceso de revisión podrá repetirse varias
veces, a fin de eliminar toda clase de errores. Mientras más revisiones y otros
intervengan en dicha revisión esto contribuirá a mejorar la redacción del
documento. Cuando un mismo autor realice la revisión, resulta más prudente
que deje un intervalo mayor entre la redacción y la revisión. Por ejemplo, ver
que los párrafos estén bien estructurados y que tengan secuencia, de acuerdo
a la introducción.

Dos aspectos básicos no deben pasar desapercibidos en la revisión de


todo trabajo: la revisión de la forma y la revisión del contenido.
En el primer caso:
1) Que esté apegado al Manual de monografías y tesis del
Seminario,
2) Que tenga oraciones breves y poco complejas sintácticamente,
3) Elimine palabras y expresiones innecesarias,
4) Evite las expresiones obvias o trilladas,
5) Descarte las doble negaciones y la voz pasiva,
6) Cuide la concordancia entre sujeto-predicado,
7) Tenga cuidado con el cambio de sujeto.

En el segundo caso, vea:


1) Que la tesis aparezca con claridad y facilidad,
2) Que cada párrafo presente una idea principal,
3) Que los presupuestos fundamentales de los razonamientos deban
ser explícitos para el lector o lectores,
4) Que presente un número suficiente de ejemplos,
5) Que la síntesis y las conexiones entre los razonamientos, de
veras guíen al lector,
6) La atención del lector debe mantenerse viva.

Hay que ser minucioso en todos los detalles de forma. Los acentos deben
ser los correctos, las citas o llamadas deben seguir las normas, etc. Cada
detalle importa en este curso. Más adelante, una vez que ha adquirido el hábito
de la forma, podrá seguir puliendo y perfeccionando el fondo de su
investigación.

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