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La Nemotecnia “ANIMA” para este programa ayudará y graficará de manera sencilla las cinco
tareas que debería cumplir el profesional para atender a las mujeres en este primer nivel de
atención:
A TENCIÓN AL ESCUCHAR
N O JUZGAR Y VALIDAR
M EJORAR LA SEGURIDAD
A POYAR
ATENCIÓN AL ESCUCHAR
Dar oportunidad a la mujer que exprese lo que quiera a un profesional que está dispuesto a
ayudarla, en un servicio confidencial, seguro y privado. La escucha activa es la parte medular
de una buena comunicación y la constituye la base en este primer nivel de atención.
¿Qué comprende?
(1) Ser consciente de los sentimientos que hay detrás de lo que ella dice;
(2) Prestar atención tanto a lo que ella dice como a lo que calla;
(3) Mostrar interés en su narración
(4) Denotar empatía, mostrando que comprende cómo se siente ella.
ESCUCHA ACTIVA
1
Manual clínico. Washington, D.C.: OPS, 2016
Qué hacer Qué no hacer
Conducta
Muestre paciencia y tranquilidad. Presionar para contar su historia.
NO JUZGAR Y VALIDAR
Algo tan sencillo como “simplemente” escuchar, es validar la experiencia de una persona.
Mostrarle que la está escuchando con atención, que entiende lo que ella dice y que le cree sin
juicios ni condiciones, también lo es. Podemos también comunicarle que lo que siente es usual
en estos casos, que puede expresar sus sentimientos sin peligro y que tiene pleno derecho a
vivir sin violencia, riesgos o miedo.
Las siguientes guías prácticas proponen algunas maneras de ayudar a las mujeres que han
sufrido violencia a afrontar diversos sentimientos y reacciones.
A continuación enlistamos algunas técnicas que pueden ayudarla a expresar lo que necesita y
para asegurarse de que ella ha comprendido adecuadamente.
Técnicas de comunicación
Principios Ejemplos
Formule las preguntas como invitaciones “¿De qué le gustaría hablar?”
para hablar.
Formule preguntas abiertas para motivarla a “¿Cómo la hace sentir esta situación?”
que hable, en vez de que se limite a decir sí
o no.
Repita o reformule lo que la mujer diga para “Me dijo que se siente muy frustrada.”
confirmar que la ha entendido bien.
Refleje los sentimientos de la mujer. “Me parece que se siente enojada…”
“Parece estar muy afectada.”
Profundice en algún tema según sea “¿Me puede contar algo más sobre eso?”
necesario.
Pida aclaración si no comprende algo. “¿Me lo puede explicar de nuevo, por
favor?”
Ayúdela a identificar y expresar qué necesita “¿Hay algo que necesite o que la preocupe?”
y qué la preocupa. “Quizá necesite un lugar donde alojarse.”
“La veo preocupada por sus hijos”.
Resuma lo expresado por la mujer. “Entiendo que usted me dice que…”
Habrá quienes crean que los actos violentos no se repetirán por lo tanto no necesiten un plan
para su seguridad. Sin embargo hay que explicar a las mujeres víctimas de violencia que lo más
probable es que una situación de violencia de pareja vuelva a repetirse y que no se resuelven
por sí sola, y que incluso con el tiempo puede empeorar y volverse recurrente.
Algunas mujeres saben cuándo corren un peligro inmediato y tienen miedo de volver a su casa.
Si la mujer está preocupada por su integridad, hay que tomar su preocupación con mucha
seriedad.
Otras mujeres quizá necesiten ayuda para percatarse de cuándo corren un riesgo inmediato.
Hay preguntas específicas que se pueden hacer para ver si es seguro para ella regresar al
domicilio. Es importante determinar si existe un riesgo inmediato de lesiones graves.
Si se aprecia un riesgo alto e inmediato, puede decir a la mujer: “Me preocupa su integridad.
Veamos qué hacer para que no la lastimen”. En este punto podemos considerar derivar a
institución de protección y defensa de los derechos de las mujeres víctimas de violencia
pertinentes para atender estas situaciones de crisis o emergencia.
APOYAR
En este punto es importante establecer un servicio de información y orientación con otros
recursos o instituciones que atiendan los aspectos legales, policiales, sociales comunitarios, de
seguridad y apoyo social. En ese sentido se articula un trabajo con el Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables (los centros emergencia mujer – CEM), Policía Nacional del Perú,
Municipalidad (DEMUNA), Ministerio de Salud, entre otros.
Consideremos que las mujeres que han sufrido violencia tienen diversas necesidades que, por
lo general, van más allá de lo que puede ofrecérseles a través de un servicio de ayuda
telefónica o en el centro de salud. Sin embargo, podemos ayudar a la mujer hablando con ella
de lo que necesita, informándola sobre otras fuentes de ayuda disponibles y asistiéndola para
obtener esa ayuda si ella así lo quiere.
¿Cómo apoyar?
Pregunte a la mujer qué es lo más importante para ella en ese momento, p. ej.: “Si
pudiéramos hacer algo ya mismo, ¿qué es lo que más la ayudaría?”
• Ayúdele a ver qué opciones tiene y a sopesarlas.
• Hable con ella del respaldo social. ¿Puede hablar con algún familiar, una amiga u
otra persona de confianza? ¿Hay alguien que pueda ayudarla económicamente?