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LA MADERA

La madera es un material noble, fabricado por la naturaleza con un elevado grado de


especialización y está compuesto de una sustancia dura y resistente que constituye el
tronco de los árboles; se ha utilizado durante miles de años como combustible, materia
prima para la fabricación de papel, mobiliario, construcción de viviendas y una gran
variedad de utensilios para diversos usos.

Las maderas se clasifican en duras y blandas, según el árbol del que se obtienen.

MADERA DURA

Esta madera se obtiene de los árboles que pierden las hojas en otoño o invierno y vuelven a
salir en la primavera (caducifolios). Las maderas duras, como nuestra piel, tienen poros
microscópicos en la superficie. El tamaño de estos poros es lo que determina el dibujo de la
veta y la textura.

Debido a estas características, las maderas duras se clasifican según la apertura del poro
en: maderas de poros cerrados (poros pequeños) entre las cuales las más usadas son el
cerezo y el arce, y maderas de poros circulares (poros más grandes), entre las cuales las
más usadas son el roble, el fresno y el álamo.

MADERA BLANDA

Son por el contrario los que se caracterizan por mantener la hoja todo el año, es decir, que
no se les caen las hojas. La madera blanda se obtiene de los árboles de hoja perenne
(coníferas). En carpintería sólo se usa el 25 % de todas las maderas blandas. Todas las
maderas blandas tienen poros cerrados (poros pequeños) que apenas se perciben en el
producto acabado. Las maderas blandas más usadas son el cedro, el abeto y el pino.

Si realizamos un corte transversal en un árbol observaremos cinco partes diferentes: La


médula o duramen, la albura, el cambium, el líber, y la corteza.

1. Corteza. Es la capa más externa, que protege al árbol de los agentes atmosféricos.
2. Líber. Capa encargada de conducir la savia del árbol.
3. Albura. Madera joven que con el tiempo se irá endureciendo.
4. El Cambium. Es la capa que sigue a la corteza y da origen a dos capas. La capa
interior o capa de xilema que forma la madera y una capa exterior o capa floema que
forma parte de la corteza.

5. Médula o Duramen. Es la madera propiamente dicha. Se encuentra ubicada en la


parte central del tronco y a veces de consistencia corchosa. Está constituida por
células débiles o muertas.

En su crecimiento, el árbol crece formando anillos de células bien diferenciados llamados


anillos de crecimiento, con los que normalmente podremos contar la edad del árbol en
climas templados donde se producen en primavera y verano de cada año.

PROPIEDADES DE LA MADERA

Las propiedades de las maderas dependen de muchos factores tales como: tipo y edad del
árbol, condiciones de crecimiento como el terreno y el clima, etc. Como en todo material,
varias son las propiedades a tener en cuenta a la hora de emplearlo, y que dependerán del
fin que queramos darles.

Propiedades físicas
Las propiedades físicas que se definen para las maderas son: la humedad, el peso específico
o densidad, la contracción e hinchamiento.

La humedad

Es la cantidad de agua que tiene la madera en su estructura. Esta agua puede aparecer
formando parte de las células de la constitución leñosa, impregnando la materia leñosa o
dentro del sistema vascular del árbol. Cuando la madera húmeda comienza a secarse va
perdiendo peso y se contrae hasta un límite en el que no puede disminuir más su grado de
humedad, para la temperatura a la que se encuentre.

El peso específico.

Es la relación entre el peso de la madera y el volumen que ocupa.

Como la humedad influye tanto en el peso como en el volumen, para obtener resultados
sobre el peso específico, el grado de humedad en el que se tomen las medidas debe estar
comprendido entre 0 y 30%, ya que en este rango el volumen varía en la misma proporción
que la humedad.

Contracción e hinchamiento

Tal y como ya se ha indicado, la madera experimenta variaciones en su volumen, es decir,


se contrae o se hincha, según el grado de humedad de la misma.

Como consecuencia de la anisotropía que muestran las propiedades de la madera, estas


contracciones e hinchamientos son diferentes a lo largo de las tres direcciones principales.
Así, las variaciones axiales son muy pequeñas (< 1%), en la dirección radial pueden llegar a
un 6%, y en la dirección tangencial pueden alcanzar un 18%.

Dureza

Es la resistencia que presenta la madera a ser marcada, al desgaste o al rayado. Se calcula


introduciendo una semiesfera de metal con la que se deja una huella de 1cm2, siendo el
valor de la dureza la carga necesaria para producir dicha huella.

La dureza de la madera está directamente relacionada con: la densidad (a mayor densidad,


mayor dureza), con el modo de crecimiento del árbol (crecimiento más lento produce
madera más dura), con el clima de crecimiento (en climas cálidos se obtienen maderas más
duras), con la zona de tronco (la parte central, más antigua, son más duras que las
exteriores), el grado de humedad (a medida que aumente éste, la dureza primero aumenta
para posteriormente disminuir).

Durabilidad

Es la resistencia de la madera a la acción del tiempo, y es una propiedad muy aleatoria que
depende de multitud de factores. Así, por ejemplo, las maderas expuestas a fuertes
alternativas de humedad y sequedad durarán poco tiempo; si se empotran las maderas en
el suelo, duran más si éste es arcilloso y muy poco si es calizo; aquellas maderas
desarrolladas en terrenos húmedos tienen la capacidad de durar largo tiempo sumergidas
en agua, pero expuestas al aire se pudren con facilidad; en general, las maderas blandas
duran menos que las duras.
Propiedades térmicas y eléctricas

Las dilataciones y contracciones, originadas en las maderas por efecto de cambios en la


temperatura son mucho menos importantes que las originadas por cambios en la humedad.
En otro aspecto, los poros en la madera la convierten en una pésima conductora del calor
(los poros constituyen cámaras de aire), por lo que suele emplearse como aislante térmico,
la conductibilidad térmica también dependerá de la dirección de transmisión, siendo mayor
en la dirección longitudinal.

En cuanto a las propiedades eléctricas, la madera es un buen aislante eléctrico, si bien al


igual que en las propiedades térmicas, su carácter aislante disminuye con el aumento de
humedad, pero al aumentar la densidad, el carácter aislante aumenta.

Propiedades acústicas

La madera proporciona un medio elástico adecuado a las ondas sonoras, por lo que se
emplea ampliamente en la fabricación de instrumentos musicales y en la construcción de
salas de conciertos, teatros, etc.

Propiedades mecánicas

 La resistencia a la compresión es la facilidad a ser comprimida al aplicarle un


esfuerzo, el cual puede darse en dos direcciones: paralela y perpendicular a las
fibras, siendo máxima la resistencia para la dirección paralela y mínima para la
perpendicular.
 la resistencia a la tracción se trata de medir la resistencia de la madera cuando se
aplican dos esfuerzos, en igual dirección y sentido opuesto, dirigidos hacia fuera de
la pieza en estudio. Al igual que para la compresión, esta resistencia será muy
pequeña si los esfuerzos son perpendiculares a las fibras, pero si se aplican paralelos
a éstas se observa una gran resistencia, siendo éste un comportamiento general a la
mayoría de las maderas.
 Resistencia a la flexión y elasticidad. Es la resistencia que opone la madera a
flexionarse sin romperse ante un esfuerzo. Si el esfuerzo se aplica perpendicular a
las fibras la resistencia será máxima, mientras que si es en paralelo será mínima.
 La resistencia al corte es la capacidad de la madera de resistir una carga que tiende
a seccionarla por un plano normal al eje longitudinal. En general, si el esfuerzo se
aplica en la dirección normal a las fibras, la resistencia será alta, mientras que en la
dirección paralela es necesario realizar ensayos a fin de evaluarla.
 Hendibilidad o clivaje. Es la resistencia que presenta la madera a rajarse al
introducirle un clavo, es decir, la resistencia de las fibras a separarse en sentido
longitudinal. En general, las maderas húmedas aceptan mejor el clavado que las
secas, y las blandas que las duras.

VETA DE LA MADERA

Dos tableros de la misma especie de árbol pueden presentar aspectos muy diferentes. En
cada árbol el dibujo de la veta es distinto. Este dibujo se debe a la dirección en la que
crecen las fibras de las células de la madera. Las variaciones en la dirección de la veta
pueden influir de forma significativa en su proyecto.

La dirección de la veta es un factor importante que se debe tener en cuenta cuando se


construyen proyectos estructurales o decorativos, como muebles o manualidades. Por
ejemplo, cuando se trabaja en un objeto estructural, los tableros con veteado recto son,
por regla general, los más adecuados por su resistencia. En proyectos más decorativos, una
veta de características variadas realza la belleza y personalidad del proyecto.

Existen seis tipos generales de veta:

Veta diagonal. Se obtiene cuando los troncos de veteado recto no se sierran a lo largo de
su eje vertical.

Veta en espiral. Cuando un tronco crece retorcido, los troncos y los tableros que de él se
sacan tienen la veta en espiral. Las fibras siguen un trazado en espiral que gira hacia la
derecha o hacia la izquierda.

Veta recta. Las fibras del tablero discurren casi en paralelo al eje vertical del tronco del
que se ha sacado.

Veta ondulada. Este tipo de veta se da cuando la dirección de las fibras de la madera
cambia constantemente.
Veta irregular. La dirección de las fibras de estos tableros es variada e irregular y se
desvía del eje vertical del tronco (por ejemplo: las fibras que rodean los nudos).

Veta entrelazada. Los tableros con este tipo de veta tienen su origen en los árboles cuyas
fibras se alinearon en direcciones opuestas cada año de crecimiento.

La densidad del dibujo de la veta determina la resistencia. Como cabría esperar, una pieza
de madera con una veta apretada es más dura que otra con la veta más suelta. Hay que
añadir que, en la construcción, la resistencia de un tablero aumenta cuando se colocan las
demás piezas perpendiculares a la veta y no en paralelo.

SILVICULTURA Y PROCESO DE TRANSFORMACIÓN DE LA MADERA

Los diferentes métodos empleados en la tala de los árboles para la obtención de madera,
buscan un desarrollo sostenible. El cuidado de los bosques orientado a obtener el máximo
rendimiento sostenido de sus recursos y beneficios es el campo de estudio de la
silvicultura.

Tala. Consiste en cortar el tronco del árbol y abatirlo. Previamente deben seleccionarse los
árboles más altos y luego repoblar la zona.

La tala de los árboles conviene llevarla a cabo en otoño o principios de invierno, ya que en
esta época la savia ha cesado de circular y se encuentra en menor cantidad que en otras
épocas del año. Si la madera se tala con un exceso de savia se pueden favorecer la
proliferación de insectos que atacan a la madera.

Descortezado y eliminación de ramas. Normalmente solo se aprovecha el tronco del


árbol, por lo que es necesario quitarle la corteza y las ramas.

Aserrado. Consiste en realizar un despiece del tronco en tablas, de forma que se


aproveche al máximo la madera.

Secado. Eliminación de la humedad de la madera.

ACABADO Y TRATAMIENTO DE LA MADERA

La madera que procede directamente de la tala y aserrado contiene un alto grado de


humedad que no interesa para la mayoría de las aplicaciones, por lo que antes de ser
empleada es necesario someterla a procesos de secado. Con la madera seca se mejoran, en
general, la resistencia mecánica, la resistencia al ataque de insectos y hongos, la estabilidad
de sus dimensiones, la facilidad de cepillado, lijado y pintado, y se consigue un menor peso
para el mismo volumen.

Eliminación de la savia

El tratamiento de la madera comienza ya desde el momento de la tala. La madera se debe


cortarse en determinada época del año con objeto de que ésta contenga poca savia. La
savia que contenga el tronco cortado debe ser eliminada totalmente a fin de evitar la
proliferación de hongos e insectos y de facilitar la siguiente fase de secado. Para ello se
emplean fundamentalmente dos métodos: lixiviación y mediante vapor.

En el método de lixiviación se extrae la savia mediante el uso de disolventes, siendo este un


proceso costoso y que puede durar hasta tres meses. Mediante el método de vapor se
agiliza el proceso de eliminación al tiempo que, al realizarse a altas temperaturas, se
provoca la muerte de insectos y hongos que ya pudieran haberse desarrollado en el árbol.

El secado

Hay muchos métodos para secar la madera, pero son dos los más conocidos y utilizados: el
secado natural y el secado artificial.

El secado natural consiste en secar la madera directamente al aire libre. Puede realizarse
con la madera apilada y sin ningún tipo de construcción, bajo techo o con aire forzado
utilizando ventiladores. En estos métodos el proceso es muy lento, calculándose en dos
años para las maderas blandas y en un año por centímetro de grosor para las maderas
duras.

Los métodos de secado artificial tienen por finalidad eliminar la humedad de la madera de
forma más rápida que la que proporciona el secado natural. Mediante estos procedimientos
se obtienen rendimientos muy grandes, periodos relativamente cortos se secado, pero al
requerir instalaciones especiales resulta más costoso.
El secado en hornos consiste en introducir la madera en una construcción dotada de
elementos que controlan el secado. Estos elementos actúan sobre el aire calentándolo,
variando su humedad y regulando su circulación, además de aislar la madera del exterior.

DEFECTOS DE LA MADERA

Se llaman defectos, los cambios del aspecto exterior de la madera, las alteraciones en la
integridad de los tejidos y membranas celulares, en la irregularidad de su estructura y los
deterioros de la madera que reducen su calidad y limitan las posibilidades de su empleo. Los
defectos de la madera de procedencia mecánica que surgen en ella durante la tala, el
transporte, la clasificación y el maquinado, se llaman defectos por daño.

Los defectos de la madera se subdividen en los grupos siguientes:

ALABEAMIENTO: comba de la cara del tablero en sentido longitudinal. El alabeo altera la


forma de la madera aserrada, dificulta su uso según la destinación, el maquinado y el corte
a medida.

ABARQUILLAMIENTO: concavidad de la cara del tablero en sentido transversal.

ARQUEAMIENTO: comba del canto, conocido también como corona.

NUDOS: son las bases de las ramas encerradas entre la madera del tronco. La madera de
los nudos se destaca por su color más oscuro y son debidos a la aglomeración de tejido
enrevesado, lo que produce la mezcla de diferentes texturas. Estos nudos hacen difícil el
trabajo de la madera, y son sueltos, puede desprenderse dejando huecos.

HENDIDURAS DE COPA: Se suelen dar cuando el secado exterior se ha producido de


forma más rápida que en la parte interior. Una buena forma para solucionarlo sería
desechar la parte dañada.

FIBRA TORCIDA: Se da cuando producen tablones que van en diferente sentido que el
resto y tienden a alabearse con cierta facilidad. Seguramente su causa habrá sido el estar
sometido el árbol a fuertes vientos que obligaron a su tronco a torcerse. Cuando
encontremos madera con este defecto es preferible que la consideremos inservible, porque
causa muchos problemas.
GRIETAS O FENDAS: Representan rupturas de la madera a lo largo de las fibras y se
originan cuando la madera se ha secado de forma rápida.

RAJADURA: separación de las fibras entre los anillos de crecimiento, que frecuentemente
se extiende a lo largo de la cara del tablero y a veces por debajo de su superficie.

CANTO REDONDEADO: falta de madera o corteza no recortada a lo largo del canto o las
esquinas de la pieza.

ENFERMEDADES DE LA MADERA

La madera es destruida por varios agentes, contra cuya acción es necesario luchar.

Agentes nocivos de la madera

El deterioro de la madera es un proceso que altera las características de ésta. En amplios


términos, puede ser atribuida a dos causas primarias:

 agentes bióticos (que viven)


 agentes físicos (que no viven).

Agentes bióticos

La madera es notablemente resistente al daño biológico, pero existe un número de


organismos que han desarrollado la capacidad de utilizar la madera de una manera que
altera sus características. Los organismos que atacan la madera incluyen: bacterias,
hongos, insectos y perforadores marinos. Algunos de estos organismos utilizan la madera
como fuente de alimento, mientras que otros la utilizan para el abrigo.

Agentes físicos

Aunque el deterioro de la madera se ve tradicionalmente como proceso biológico, la madera


se puede también degradar por los agentes físicos. Los agentes son generalmente de actuar
lento, pero pueden llegar a ser absolutamente serios en localizaciones específicas. Los
agentes físicos incluyen abrasión mecánica o impacto, luz ultravioleta, subproductos de
corrosión del metal, y ácidos o bases fuertes.
Pudrición. Se entiende a la descomposición de los elementos químicos que entran a formar
parte de la savia, por la acción de los hongos.

Enmohecimiento, por la cual la madera es atacada por hongos, que la destruyen


totalmente, sobre todo si se extiende rápidamente. Se caracteriza por una serie de
erupciones que van apareciendo en la madera, con aspecto blanquecino. Esta enfermedad
se desarrolla cuando la madera está en sitios húmedos.

Carcoma: Ataca principalmente a la albura y son larvas de insectos, que pusieron sus
huevos en el árbol. Estas larvas construyen galerías, a veces sin salida al exterior, por lo
que sólo son denunciadas por el característico ruido que hacen al roer la madera. Termitas,
si bien en nuestro país no son frecuentes ni numerosas son destructoras plagas.

El escarabajo llamado anobio y la polilla, también son enemigos de la madera, atacando


más bien a la madera ya vieja que a la nueva.

Contra la acción del fuego, no se ha descubierto hasta la fecha una inmunidad adecuada.
Hay varios procedimientos para aminorar su vulnerabilidad contra su acción, como el
acepillado muy fino de la madera, revestir la superficie con amianto, el barnizado con
ciertos productos, como son las soluciones de fosfatos y boratos. Revestir la madera con
enfoscados, yesos, etc., suele también dar buenos resultados.

TRATAMIENTO DE LA MADERA

La madera es un material utilizado en múltiples aplicaciones en la industria del mueble,


decoración, construcción, etc. La madera requiere un recubrimiento que sea a la vez
protector y decorativo.

Protector, por cuanto que es un material con tendencia a dilataciones y contracciones,


absorbe agua y suciedad, se pudre con facilidad por el ataque de microorganismos y
manipulación y uso le afectan rápidamente.

Decorativo para aumentar la belleza de la madera, aprovechando las posibilidades del color
natural, veteado brillo, etc., y acentuándolos para cada tipo, ya que por sí el producto
puede parecer pálido y carente de vida.
MÉTODOS DE PROTECCIÓN

Después del secado de la madera, hay que tener en cuenta que ésta puede verse alterada
por una serie de factores de origen climático, biológico y humano. Para proteger la madera
frente a ellos se la somete a una serie de procesos de preservación y protección, que
alargan su durabilidad y rendimiento. Los agentes preservadores empleados para tratar las
maderas son una serie de sustancias químicas que pueden ser de tipo oleoso, oleo solubles
o hidrosolubles.

Las maderas para la fabricación de muebles deben secarse hasta alcanzar un nivel óptimo
de humedad mediante un secado a estufa. Un bajo contenido de humedad conduce a
hinchamientos y alabeos, y por el contrario, si es alto se comba o se agrieta. Para que los
acabados no se vean seriamente afectados, el contenido de humedad óptimo es de 5 al
10%.

PROTECCION SUPERFICIAL

Al ser la madera un ser vivo, evoluciona y muere presentando una vida más corta, que los
demás materiales de construcción, por lo que debe ser protegida. Entre estos tratamientos
tenemos: Inyección, pintura y carbonización.

Las fases de acabado a base de pinturas, barnices, resinas, etc., tienen fines similares a los
tratamientos de preservación, pero además intentan realzar las características de la madera
y embellecerlas antes de su puesta en servicio. Las sustancias de acabado requieren para su
aplicación de una limpieza previa de la madera, y pueden ser opacos, como las pinturas, y
transparentes como las resinas y barnices.

EJEMPLOS DE TIPOS DE MADERA

Lo que facilita el reconocimiento de las maderas son el color, la disposición de las fibras, la
dureza y la densidad.

Abedul. Es de color amarillento o blanco rojiza, elástica, no duradera. Su corteza se utiliza


para la fabricación de zapatos, cestas, cajas, etc.

Abeto. Es de color blanco amarillento. Es apreciada por su tamaño pero no es muy


resistente.
Acebo. Es de color blanco, es lisa y dura y muy adecuada para la talla.

Álamo. Es poco resistente a la humedad y a la carcoma.

Balsa. Es de color blanco, muy ligera y porosa. Es esponjosa, blanda y muy frágil.

Caoba. Madera de alta calidad, caracterizada por su dureza, veta y color castaño rojizo y
es de fibra recta.

Castaño. Es fuerte y elástica y se usa en la fabricación de las puertas de los gabinetes de


cocina.

Cerezo. Es muy delicada porque es propensa a sufrir alteraciones y al ataque de carcomas.

Cedro. Es una madera de aroma agradable, de color café rojizo. No se recomienda para
pisos ya que se maltrata fácilmente. Fácil de tallar muy uniforme y ligera.

Encina. Es de color oscuro y tiene una gran dureza la cual la hace difícil de trabajar.

Nogal. Es una de las maderas más nobles y apreciadas en todo el mundo.

Olivo. Posee unas fibras con unos dibujos muy vistosos lo que la hace idónea para trabajos
artísticos y de decoración.

Olmo. Es resistente a la carcoma y antiguamente se utilizaba para la construcción de


carros.

Pino. Es una madera suave, de color claro, resistente y muy manejable.

Roble. Es de color marrón amarillento que oscurece con el secado y el paso del tiempo. Es
una de las mejores por su resistencia y duración.

USOS DE LA MADERA

Este es el producto de mayor consumo en nuestro planeta, ya que ningún otro es producido,
ni siquiera en un nivel cercano. En la actualidad se consumen cerca de 3,500 millones de
m3 de madera en el mundo; de ellos, aproximadamente el 53% es destinada a calefacción y
cocción de alimentos. El 47% restante se destina a la construcción de viviendas, usos
industriales, mobiliario, utensilios de diverso tipo y a la fabricación de papeles, cartulinas y
cartones. Hoy en día existen más de 10,000 productos de uso cotidiano que provienen de la
madera.

La madera es uno de los materiales más antiguos que se han empleado en la construcción :
se usa como estructura, como cerramiento interior y exterior, en laminados, en carpinterías,
en techumbres y cubiertas, en pavimentos, etc.
CUBICACION DE LA MADERA

La unidad internacional para la adquisición de madera se llama pie tablón, definiéndose


como la cantidad de madera que integra un elemento de un pie de ancho por un pie de
largo y por una pulgada de espesor.

Para la cubicación de la madera es necesario saber qué se existe en el mercado, se


comercializa por pieza y también cuando así se requiere por “pie tablón”. Es importante
considerar que este último se obtendrá, con el razonamiento de que está formado por una
pieza de madera, con medidas de 1” X 1” X 1’, es decir que las medidas y unidades que se
usan para tal efecto, serán de acuerdo al sistema métrico inglés y deberán considerarse la
utilización de la siguiente fórmula:

(A X B X C) / 12 = Pies tablón

Pulgadas x pulgadas x pies lineales / 12 = Pies tablón

A = dimensión mínima de la pieza en pulgadas


B = dimensión media de la pieza en pulgadas
C = dimensión máxima de la pieza en pies

EJEMPLO DE CUBICACIÒN DE MADERA.

En este caso se tomará como ejemplo un tablero de madera, que se utiliza para cimbra de
elementos estructurales, donde el marco y su diagonal son de tabla de 1 ½”x 2” y la
superficie de contacto de tablas de ¾”x 4”.

Este cajón de largo debe de medir 1.00 m., de ancho debe de medir 0.50 m., y de espesor
debe de medir 2”= 5 cm.

Determinar cantidad de madera a utilizar para fabricar este tablero.

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