Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Trabajo:
Ensayo sobre la Afirmación de la Iglesia
Catedrático:
Lic. Hiram Eduardo González Fúnez
Presentado Por:
Thaira Belinda Mendoza
118550147
Pero, ¿Cuál es la verdad sobre Jesucristo? Muchas personas dan por sentado que el
cristianismo es la verdad; pero con el correr del tiempo deciden que es mejor echar por
la borda la fe de la niñez en lugar de esforzarse por profundizar en el conocimiento y
en la vivencia de ella. Muchas otras personas no crecen en ambientes cristianos, y en
su lugar absorben enseñanzas metafísicas de la mal llamada "nueva era", del
espiritismo, de las religiones estáticas de la India o del Lejano Oriente, del secularismo
humanista, del consumismo capitalista o de las últimas modas religiosas de misterio o
de filosofías existenciales. Pero si tales personas pudieran profundizar en su estudio
sobre Jesucristo hallarían que éste sigue ejerciendo una fascinación impresionante.
Por esta razón, en esta serie de estudios que exponemos en las páginas siguientes y
que hemos titulado Cristianismo Básico, haremos un absoluto énfasis en la persona
histórica de Jesucristo.
"Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria
contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos. Al
llegar a Jerusalén fueron recibidos por la iglesia, por los apóstoles y los ancianos, y
refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos."
Ahora, estos creyentes querían añadirle algo al evangelio, cuando se quiere añadirle
algo al evangelio, ya no será entonces el evangelio, sino una religión, considerada
como un conjunto de ritos. La única manera que tiene para acercarse a Jesucristo, es
por medio de la fe. Todos tenemos que llegar a Cristo por la fe. No hay otra manera
sino sólo por la fe. Dios no nos dejará venir a Cristo de alguna otra manera. El mismo
Señor Jesucristo dijo en el evangelio según San Juan, capítulo 14, versículo 6: "Yo soy
el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". Incluyó en esta
declaración a todo el mundo. Hay una sola pregunta que Dios hará al mundo perdido.
El punto clave es lo uno haga con el Hijo de Dios. ¿Acepta usted al Hijo de Dios, quien
murió por usted y resucitó? ¿Pone usted su confianza en Él? Dice el Señor: "Nadie
viene al Padre, sino por mí". Es como si Dios estuviera diciendo: "Mi hijo murió por ti.
¿Qué harás tú con Él?" La respuesta a esa pregunta determina su destino eterno.
"para que el resto de los hombres busque al Señor, y todas las naciones, sobre los
cuales es invocado mi nombre"
Hoy en día Dios está tomando un pueblo de todas las naciones. Sin embargo, el
tiempo vendrá cuando habrá un gran retorno a Dios, después de que la Iglesia haya
sido quitada de este mundo. Estos son los que entrarán en el reino. "El resto de los
hombres que buscan al Señor" y "todas las naciones, sobre las cuales es invocado mi
nombre" como se menciona aquí, volverán al Señor. Éste, entonces, será el tercer
paso en el programa de Dios. Y concluyó Jacobo su cita del profeta Amós y dijo aquí
en el versículo 18:
"dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos."
Así pues Jacobo al presentar este resumen, comprendió que Dios estaba llevando a
cabo Su plan. Pero dentro de ese plan para las naciones de la tierra, hoy destacamos
que los seres humanos han sido objeto de Su amor, y por ello Su Palabra y Su Espíritu
destacan la centralidad de Jesucristo en la historia, y desde la Biblia resuenan
palabras muy antiguas que invitan a las personas, a usted también estimado oyente, a
fijar una mirada de fe en el Señor Jesús. Me refiero a las siguientes palabras del
profeta Isaías 45:22: "Mirad a mí y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque
yo soy Dios, y no hay otro"
Ya sea que las denominaciones estén separándose unas de otras en pos de cosas
que no son esenciales a la fe, o que en la iglesia local los hermanos no puedan
convivir por distintas razones, la Escritura nos exhorta a esforzarnos por mantener la
comunión y unidad unos con otros. Que el Padre nos permita basar cada aspecto de
nuestra vida en Cristo, y que el Espíritu Santo sea quien nos guíe a través de la
Palabra a entender que el individualismo no va con el pueblo de Dios.