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ORREGO
MICOSIS PROFUNDA
MICROBIOLOGÍA Y PARASITOLOGÍA
MÉDICA
TRUJILLO - 2014
Micosis Humanas
Las micosis humanas se suelen clasificar de acuerdo con el sitio anatómico en el que
surgen, por ejemplo, mucocutáneas o sistémicas; y de acuerdo con la epidemiología en
endémicas u oportunistas, por ejemplo. Las infecciones mucocutáneas originan
complicaciones graves y son muy molestas, pero rara vez son mortales. Las infecciones
sistémicas, sin embargo, que afectan a órganos profundos suelen ser muy graves y, en la
mayor parte de los casos letales. Las micosis endémicas son infecciones causadas por
hongos que no forman parte de la flora normal del ser humano, y que se adquieren del
entorno, por ejemplo la histoplasmosis o la coccidiomicosis. Las micosis oportunistasestán
adquiriendo un papel muy importante por el gran aumento de personas inmunodeficientes
y su facilidad de transmisión.
Las micosis sistémicas se inician con lesiones a nivel pulmonar por lo regular, y las
manifestaciones clínicas pueden no sólo limitarse al pulmón, sino más bien, reflejar la
diseminación a otras vísceras como el cerebro, aparato músculo-esquelético o piel.
Micosis Profundas
Pueden provocar una afección general y en ocasiones resultan mortales. Son causadas
por hongos que viven libres en la naturaleza, en el suelo o en material orgánico en
putrefacción y con frecuencia están limitadas a ciertas regiones geográficas. En tales
zonas muchas personas adquieren la micosis, la mayoría sólo desarrolla síntomas
menores o ningún síntoma y sólo una minoría de los enfermos progresa hacia la
enfermedad completamente desarrollada y grave o mortal. La infección se adquiere por
inhalación. Estos hongos patógenos no producen toxinas por lo general; la reacción típica
que causan en los tejidos es un granuloma crónico, que es un tumor de tejido inflamatorio,
con grado variable de necrosis y formación de absesos.
Micosis Oportunistas
Son producidas por hongos que por lo general no inducen enfermedad pero pueden
hacerlo en lñas personas que tienen alterados los mecanismos de defensa. Pueden
infectar cualquier órgano del cuerpo. Un hongo que produce frecuentemente micosis
oportunistas es Candida albicans que puede presentarse en el aparato digestivo después
de la administración oral de antibióticos pero por lo general no provoca síntomas. Puede
ser transportada por la sangre a muchos órganos, incluyendo las meninges, pero en
general no está capacitada para establecerse por sí misma excepto en un huésped muy
debilitado. Puede provocar diseminación y septicemia en enfermos con alteración en la
inmunidad celular por ejemplo en los enfermos de SIDA, o los que reciben terapia
anticancerosa o los que padecen linfomas. Los principales factores que predisponen a la
infección por Candida spson: diabetes mellitas, debilidad general, inmunosupresión,
cateterismo urinario o intravenoso, administración de antibióticos que alteren la flora
normal, etc. Puede producir tambien infecciones en la boca, en la mucosa, muguet,
vulvovaginitis, infecciones en piel, uñas, pulmones, riñones.
Vías de infección
Ciertos hongos, entre ellos varios patógenos para el hombre, presentan dimorfismo, es
decir que pueden crecer como levaduras o como mohos, de acuerdo a las condiciones
ambientales.
Paracoccidioidomicosis
La paracoccidioidomicosis es una micosis sistémica causada por el patógeno
dimórfico Paracoccidioides brasiliensis. La infección se conoce también como
blastomicosis sudamericana y representa la principal micosis producida por un
hongo patógeno dimórfico en los países latinoamericanos.
La paracoccidioidomicosis primaria suele afectar a sujetos jóvenes y constituye un
proceso pulmonar de resolución espontánea.
En esta fase, rara vez muestra una evolución aguda o subaguda progresiva. La
reactivación de una lesión latente primaria puede tener lugar alguno años después
y originar una entidad pulmonar progresiva crónica con o sin afectación de otros
órganos.
HISTORIA
Enfermedades clínicas
La paracoccidioidomicosis puede ser subclínica o progresiva con formas
pulmonares agudas o crónicas o bien formas diseminadas agudas, subagudas o
crónicas de la enfermedad.
La mayor parte de las infecciones primarias remite espontáneamente; no obstante,
el microorganismo puede persistir en estado de latencia durante períodos
prolongados y reactivarse posteriormente para provocar una enfermedad clínica
concomitante con alteración de las defensas inmunitarias.
En sujetos jóvenes y en inmunodeprimidos con una notable linfadenopatía,
organomegalia, afectación medular y manifestaciones osteoarticulares semejantes
a la osteomielitis se observa una forma diseminada subaguda. La fungemia
recurrente comporta la diseminación del patógeno y da lugar a abundantes
lesiones cutáneas. Esta forma de la enfermedad no se asocia a lesiones
pulmonares y mucosas.
Habitualmente, los adultos acuden a consulta con una forma pulmonar crónica
caracterizada por la presencia de problemas respiratorios, los cuales constituyen
con frecuencia la única manifestación de la infección. La enfermedad evoluciona
lentamente a lo largo de meses o años con una tos persistente, esputo purulento,
dolor torácico, adelgazamiento, disnea y fiebre. Las lesiones pulmonares son
nodulares, infiltrantes, fibróticas y cavitarias.
A pesar de que un 25% de los afectados presenta solamente manifestaciones
pulmonares de la enfermedad, la infección puede diseminarse a localizaciones
extrapulmonares en ausencia de diagnóstico y tratamiento. Las localizaciones
extrapulmonares más señaladas son la piel y la mucosa, los ganglios linfáticos, las
glándulas adrenales, el hígado, el bazo, el sistema nervioso central y los huesos.
Las lesiones mucosas presentan dolor con la palpación y se ulceran, y suelen
localizarse en la boca, los labios, las encías y el paladar. Más del 90% de los
afectados son hombres.
Diagnóstico de laboratorio
El diagnóstico se fundamenta en la demostración de la presencia de formas
levaduriformes características en el examen microscópico del esputo, líquido de
lavado alveolar, muestras de raspado o biopsia de las úlceras, drenado de pus de
los ganglios linfáticos, líquido cefalorraquídeo o tejidO. La visualización del
microorganismo se lleva a cabo por medio de diversos métodos de tinción, como
la fl uorescencia calcofl úor, H-E, GMS, PAS o Papanicolau. La presencia de
varias yemas diferencia a P. brasiliensis de Cryptococcus neoformans y B.
dermatitidis.
El aislamiento in vitro del hongo debe confirmarse mediante la demostración de su
dimorfismo térmico o las pruebas de exoantígenos (detección de exoantígenos 1,
2 y 3). Es preciso manipular los cultivos en una cabina de bioseguridad.
Las pruebas serológicas de inmunodifusión o fijación del complemento pueden
resultar de utilidad para elaborar el diagnóstico y evaluar la respuesta al
tratamiento (v. tabla 73–2).
Tratamiento