RESEÑA del artículo “Subjetividad y sujetos sociales en la Obra de Hugo Zemelman”

de Alfonso Torres Carrillo y Juan Carlos Torres Azocar.

Para hablar sobre las identidades colectivas según lo planteado por Hugo Zemelman, se

debe entender el actuar de las personas principalmente desde el plano epistemológico,

teniendo en cuenta que existe una relación entre los procesos subjetivos e individuales de

cada quién y entre los procesos objetivos que se dan a partir de las condiciones materiales

del sistema económico en que las personas se ven envueltas.

En este sentido, los autores plantean la importancia de tener presente a la hora de analizar

los procesos y movimientos sociales las condiciones objetivas que hay entre la existencia y

los procesos subjetivos de cada quién, así, se plantea que son los mismos sujetos sociales

quienes construyen la historia, y que es menester, que las apreciaciones de los mismos se

tengan presente a la hora de construir procesos sociales de conocimiento, esto con el

objetivo de tener una visión integrada de la realidad en tanto percepciones subjetivas y

objetivas de lo que rodea al ser humano.

De igual manera, se plantea que es en el desarrollo de la subjetividad que los personas se

convierten en sujetos sociales, pues confluyen tanto los factores estructurantes de la vida

social (economía, política, cultura); como los procesos constructivos de la vida de cada

uno/a (experiencias, luchas, cotidianidad). En este sentido, se puede entender que es

importante tener en cuenta las condiciones subjetivas de cada persona a la hora de analizar

las construcciones que se dan en los distintos movimientos sociales, pues sin estas sería

imposible ahondar en las necesidades de las personas y qué se puede hacer para mejorarlas.
Se resalta la importancia de abordar los procesos y movimientos sociales desde la

subjetividad de las personas con el fin de que se puedan construir conocimientos que

respondan tanto a las problemáticas objetivas como a las problemáticas que cada ser

humano siente y vive diariamente. Esta “nueva” forma de leer la realidad permitirá acelerar

las formas de lucha y la intensidad con que las personas se vinculen a las mismas, pues se

está recuperando el pensamiento popular y cotidiano de las mismas personas en pro de

conseguir un cambio social.

Esta perspectiva de darle valor a lo subjetivo se contrapone a distintas teorías que han sido

hegemónicas y ortodoxas a la hora de analizar la realidad social y proponer métodos de

acción para lograr un cambio contundente.