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!Í¡'.
-
VIDA
i
FUNDADOR DE LA RELIGION
M LA (C©WAM& M JESÚS.
POR EL
PADRE PEDRO DE RIBADENEIRA,
RE LlCtOSO DE LA MISMA COMPAÑÍA.
BARCELONA.
LIBRERIA DE LA VIUDA E HIJOS DE J. SOBIRANA, EDITORES .
Calle de la Puertaferrisa, n.° 16.
1863.
( Con aprobacion de la autoridad eolos<ástic?. )
Imprenta de MagriM y Sukirana, calle de Ferlandina , VI.
AL CRISTIANO LECTOR.
CAPÍTULO I.
CAPÍTULO H.
Como le llamó Dios, de la vanidad del siglo al conocimiento
de sí.
2-
— 34 -
cosas mundanas y la rueda de la vanidad , pudiese
él castigarse y macerarse con estremado rigor y as
pereza, y agradar mas á su Señor.
CAPÍTULO III.
Del camino que hizo de su tierra á Nuestra Señora de
Montserrat.
CAPÍTULO IV.
De como mudó sus vestidos en Montserrat.
CAPÍTULO V.
De la vida que hizo en Manresa.
CAPITULO VI.
Como Nuestro Señor le probó , y permitió que fuese afligido con
escrúpulos.
CAPÍTULO V1Í.
CAPÍTULO VIH.
Del libro de los Ejercicios espirituales que en este tiempo
escribió.
CAPÍTULO IX.
CAPÍTULO X.
De la peregrinacion que hizo á Jerusalen.
CAPÍTULO XI.
Como visitó los santos lugares de Jerusalen.
CAPÍTULO XII.
Como volvió á España.
CAPÍTULO XIII.
Como comenzó á estudiar desde las primeras letras.
CAPÍTULO XIV.
Como le prendieron en Alcalá , y le dieron por libre.
CAPÍTULO XV.
Como tambien en Salamauca fué preso, y dado por libre.
CAPÍTULO I.
Del trabajo que pasó en los estudios, y frutos que sacó de ellos.
CAPÍTULO II.
Como por ejercitarse en obras de candan" fué perseguido.
CAPÍTULO III.
Como le quisieron azotar públicamente en el colegio
de santa Bárbara en París , y de la manera que Nuestro
Señor le libró.
CAPÍTULO IV.
De los compañeros que se le allegaron eit París.
CAPÍTULO VI.
Como fué acusado en Venecia, y se declaró su inocencia.
CAPÍTULO VII.
Como los compañeros de Ignacio le vinieron á buscar de París
á Italia.
CAPÍTULO IX.
Como Ignacio estando enfermo, sanó con su visita al Padre
Maestro Simon.
CAPÍTULO X.
Como se repartieron por las universidades de Italia.
CAPÍTULO XI.
Como Cristo nuestro Señor apareció á Ignacio, y donde tomó
este nombre la Compañia de Jesus.
CAPÍTULO XII.
Como Ignacio entró en Roma , y estando en el monte Casino,
viú subir al cielo el ánima de uno de sus compañeros.
capítulo xm.
Como en Roma todos los Padres juntos determinaron de fundar
la Compañía.
CAPÍTULO XIV.
De una grave persecucion que se levantó en Roma contra Ig
nacio y sus compañeros , y del fin que tuvo.
CAPÍTULO XVI.
Como los Padres maestro Francisco Javier, y maestro Simon
partieron de Roma para la India oriental.
CAPÍTULO XVII.
CAPÍTULO XV11I.
CAPÍTULO XIX.
Prosigue el capítulo pasado y declárase la necesidad
y disposicion que habia de dilatar nuestra santa fe entre los
gentiles.
CAPÍTULO í.
Como fué elegido por preposito general.
CAPÍTULO II.
Como Ignacio comenzó á gobernar la Compañía.
las oyere.
CAPÍTULO ni.
Como Francisco Javier pasó á !a India, y Simon Rodríguez
quedó en Portugal.
CAPÍTULO IV.
Como los Padres maestro Salmeron y maestro Pascasio fueron
enviados por nuncios de Su Santidad á Irlanda.
CAPÍTULO V.
Cumo se fundaron los colegios de Coimbra, Goa , y la casa
de Roma.
CAPÍTULO VI.
Como se fundó el colegio de Padua.
CAPÍTULO VII.
Como el Papa de nuevo confirmó la Compañía,
y lo (lió la facultad para recibir en ella lodos los que quisiesen
entrar.
CAPÍTULO VIII.
Del colegio de Alcalá.
CAPÍTULO IX.
Oe las obras pias que Ignacio hizo fundar en Roma.
CAPÍTULO X.
Como se fundaron en diversas partes nuevos Colegios.
CAPÍTULO XI.
De la muerte del P. Pedro Fabro. .
CAPÍTULO XII.
De la caridad y hermandad que usó la sagrada Orden de la
Cartuja con la Compañía.
SÉLLESE,
P. Prior de la Cartuja.
- 289 —
CAPÍTULO XIII.
De las persecuciones que se levantaron contra Ignacio en Roma,
por las buenas obras que en ella hizo.
CAPÍTULO XIV.
Como Ignacio libró la Compañía de tener cargo de mujeres
debajo de su obediencia.
CAPÍTULO XV.
Como Ignacio procuró con todas sus fuerzas que no
fuese obispo Claudio Yayo , ni se diesen dignidades eclesiásticas
á los de la Compañía.
CAPÍTULO XVI.
De la fundación de diversos colegios.
CAPÍTULO XVII.
Del público testimonio que dió de la Compañía el Maestro
general de la Orden de los Predicadores.
CAPÍTULO XVIII.
Comu los padres de la Compañía entraron por diversas partes
de Africa.
CAPÍTULO XIX.
Como los padres de la Compañía entraron eu Sicilia.
CAPÍTULO XX.
Como los Padres de la Compañía pasaron al Brasil, y Antonio
Criminal fué martirizado por Cristo.
CAPÍTULO XXI.
CAPÍTULO XXII.
Del instituto y manera de gobierno que dejó Ignacio á la
Compañía de Jesus.
CAPÍTULO XXIII.
La constitucion de nuestro muy santo Padre Gregorio XIII de
la nueva confirmacion del instituto de la Compañía de Jesus.
CAPÍTULO XXIV.
De los colegios que tiene la Compañía para enseñar.
CAPÍTULO I.
fiOmo Ignacio quiso renunciar el Generalato, y sus compañeros
no lo consintieron.
capítulo n.
De las constituciones que escribió Ignacio.
CAPÍTULO III.
De la institucion y principio del colegio romano.
CAPÍTULO IV.
De algunos colegios que se fundaron en España.
y de la contradiccion que allí hizo á la Compañía el arzobispo
de Toledo.
CAPÍTULO V.
Como Ignacio hizo provincial de Italia al P. Lainez. y Claudio
Yayo murió en Viena.
CAPÍTULO VII.
De la muerte del P. Francisco Javier.
CAPÍTULO VIII.
Como los Padres de la Compañía fueron á la isla de Córcega.
CAPÍTULO IX.
Como se hizo inquisicion contra los ejercicios
espirituales , y se fundaron algunos colegios, y se repartieron
en España las provincias.
Como se fundaron
CAPÍTULO
otros colegiosX.de la Compañía.
CAPÍTULO XI.
Del decreto que en París hizo contra la Compañía el colegio de
Sorbona.
CAPÍTULO XII.
Como los Hermanos Pedro Correa, y Juan de Sosa fueron
martirizados en el Brasil.
Como el P. JuanCAPÍTULO
Nuñez fué electoXIII.
patriarca de Etiopía.
CAPÍTULO XIV.
Como en una revuelta que se levantó en Zaragoza
contra los nuestros, ellos se salieron de la ciudad, y como los
volvieron á ella.
CAPÍTULO XV.
Como la Compañía fué recibida en les estados
de Flaudes, y se acrecentó con varios colegios que se hicieron
en muchas partes.
CAPÍTULO XVI.
Como Ignacio pasó de esta presente vida.
CAPÍTULO XVII.
CAPÍTULO XVIII.
De la estatura y disposicion de su cuerpo.
. CAPÍTULO I.
Del don de oracion y familiaridad que tuvo Ignacio con Dios.
De su caridad
CAPÍTULO
para con losII.prójimos.
CAPÍTULO III.
De su humildad.
CAPÍTULO IV.
De lo que sentía de la obediencia .
CAPÍTULO V.
De la mortificacion que tuvo de sus pasiones.
CAPÍTULO VII.
Como supo juntar la blandura con la severidad.
CAPÍTULO VIII.
De la compasion y misericordia que tuvo.
CAPÍTULO IX.
De la fortaleza y grandeza de ánimo que Ignacio tenia.
CAPÍTULO X.
De su prudencia y direccion en las cosas espirituales.
CAPÍTULO XI.
CAPÍTULO XII.
De su vigilancia y solicitud.
CAPÍTULO XIII.
De los milagros que Dios hizo por él.
28 '
— 658 —
dose de los milagros corporales , no echan de ver
los otros mayores que en ellos se encierran. Pero
otros hay , que lo que oven haber hecho al Señor en
los cuerpos, entienden que ahora lo obra en las al
mas , y de ello se maravillan mas. Ningun cristiano
pues dude que hoy dia en la Iglesia de Dios se re
sucitan muertos ; mas todos los hombres tienen
ojos para ver resucitar los muertos , que resucitan
de la manera que resucitó el hijo de la viuda , del
cual al presente tratamos, mas no todos tienen
ojos para ver resucitar á los que están muertos en
el corazon , sino solos aquellos que en el corazon
han ya resucitado. Mayor milagro es resucitar el alma
que ha de vivir para siempre , que no resucitar el
cuerpo que ha de tornar á morir.» Hasta aquí son
palabras de san Agustín. El glorioso san Gregorio
tratando esta cuestion con Pedro diácono su discí
pulo , el cual habia dicho que le parecia el mayor
milagro de todos estos corporales el resucitar los
muertos , y darles otra vez vida ; responde con estas
palabras : «Si miramos solamente á las cosas visi
bles , así es como decís , Pedro , pero si abrimos los
ojos interiores del alma , y consideramos atentamen
te lo que no se ve , hallaremos que es mayor mila
gro sin duda , convertir á un pecador con la palabra
de la predicacion y con la fuerza de la oracion, que
no dar vida al cuerpo muerto. Pues en el uno reci
be vida la carne que ha de tornar á morir : en el otro
el ánima que ha de vivir para siempre. Porque, ¿cuál
— 659 -
piensas que fué mayor milagro del Señor , ó resu
citar á Lázaro cuatriduano , y dar vida al cuerpo que
olia ya mal en la sepultura , ó resucitar el alma de
Saulo que le perseguía, y trocarle en Paulo, y ha
cerle vaso de eleccion ? sin duda que fué mucho ma
yor milagro , y de mayor provecho para la Iglesia
de Dios , el convertir á Paulo, que el resucitar á Lá
zaro: y así es menos resucitar el cuerpo muerto,
que no el alma , si ya no se juntase con la vivifica
cion del cuerpo la vida del alma , y con la obra de
fuera se acompañase la de dentro , dando Nuestro
Señor su lumbre y amor al alma , á cuyo cuerpo da
tambien vida.» Y en otra parte enseñando que la
santa Iglesia cada dia obra espiritualmente lo que
en sus principios corporalmente obraba , dice : «Es
tos milagros presentes ciertamente que son tanto
mayores que los otros corporales , cuanto en sí son
mas espirituales ; tanto son mayores , cuanto es ma
yor su efecto , pues por ellos no se resucitan cuer
pos , sino almas. Porque los otros milagros corpo
rales , aun que es verdad que alguna vez muestran
que el hombre es santo , pero nunca le hacen san
to: mas estos otros milagros espirituales que se
obran en el alma , no son señales de la virtud que
está en ella , sino obradores de la misma virtud.
Los milagros corporales puédenlos tener los hom
bres malos y pecadores , mas de los espirituales, no
pueden gozar sino los justos y los santos. » Todo
esto es de san Gregorio.
- 660 —
San Eulogio, mártir glorioso de Córdoba, respon
diendo á los moros y á los tibios cristianos que en
su tiempo no tenían por verdaderos mártires de Je
sucristo á los que morian por su fe, porque no ha
cian los milagros que otros mártires antes habían
hecho, concluye con estas palabras: «Finalmente,
cuando la divina Providencia obra los milagros ó
por la fe de los que creen, ó por la incredulidad y
mayor castigo de los presentes, no debemos noso
tros maravillarnos tanto de los milagros que se ha
cen, cuanto considerar atentamente si los obradores
de estos milagros, han desechado de silos vicios, y
son esclarecidos en virtudes. Si son muertos al mun
do y viven á Dios : si por aquella caridad que sobre
puja á todos los otros dones de Dios, huellan y ponen
debajo de sus piés todos los apetitos y regalos y blan
duras del siglo : si usan del don de hacer milagros,
no para su honra, sino para gloria del Señor que se
le dio : si siguiendo de todo corazón la doctrina del
verdadero Maestro, no se gozan porque los demo
nios los obedecen, sino porque sus nombres están
escritos en el cielo. Estas virtudes son mas admira
bles en los que obran milagros que los mismos mi
lagros que obran. Porque habemos de buscar y esti
mar mas lo que nos lleva por mas derecho camino
al cielo, que no lo que nos hace maravillosos en los
ojos del mundo : y la santidad verdadera y el temor
santo del Señor, no pueden caber ni hallarse, sino en
el corazon de los varones justos y perfectos; pero
— 661 —
los milagros puédenlos hacer, así los varones santos
como los malos. » Esto dice san Eulogio nuestro es
pañol.
Esto es lo que principalmente me ha parecido
decir de la vida y costumbres de Ignacio, para que
la memoria de nuestro Padre (como suele acontecer
en las cosas humanas) no se nos fuese envejeciendo
y perdiendo poco á poco : y para que los nuestros
tengan siempre delante un dechado perfectísimo, de
donde puedan sacar las muestras de todas las vir
tudes. Lo cual si yo alcanzare, tendremos todos de
que dar muchas gracias al Autor de todos los bie
nes: y si no lo mereciere alcanzar, á lo menos espe
ro que á vosotros, carísimos hermanos (por quien
principalmente yo le he tomado) no dejará de ser
acepto y agradable este mi pequeño trabajo.
PANEGÍRICO ,
EN HONOR
PARTE PRIMERA. .
No una gloria cualquiera, sino la mayor gloria de
Dios fué el blanco de todas las obras de Ignacio.
Lo dice la historia, y lo confirma la Iglesia. Para
probarlo conviene manifestar, que Ignacio procuró
i
— 690 —
uno solo, y fué Claver, bautizó siendo un simple ope
rario en Cartagena trescientos mil africanos? uno
solo.... Sí, dos palabras; pero dos palabras que
dirán mas que dos volúmenes. Primera : Teneis una
idea de los trabajos apostólicos de Javier que por lo,
maravillosa os parece única. Sabed pues que las fa
tigas del gran Javier unidas en la historia de la re
ligion de Ignacio y de sus hijos mudan de aspecto.
El gran Javier os parecerá sin duda un astro bri
llantísimo, mas no un sol entre las estrellas. Segun
da : Tomad en una mano la historia de la religion
de Ignacio, el compás geográfico en la otra , medid
en el globo el reino de la fó católica en el Pontifi
cado de Paulo III que dió vida á la religion de Ig
nacio, y medid luego su engrandecimiento hasta Cle
mente XIV que la estinguió, y le encontraréis do
blemente engrandecido por la fuerza del espíritu de
Ignacio. Gloria pues es esta universal de méritos,
de doctrina , de santidad , de fatigas.
Y de la tercera clase de gloria , gloria de pro
digios: signa apostolis mei in prodigiis. A muchos
centenares llegan los hijos de Ignacio hechos por
Dios ilustres con las que se llaman gracias gratis
datas , y entre estos, muchos no inferiores al gran
Javier. Sirva de ejemplo uno solo desconocido al
mundo ; Juan de Almeida, apóstol de los Cacijes.
Un ejército de bárbaros asalta su nueva cristiandad.
Juan con el Crucifijo en la mano entra por en me
dio de ellos y los ahuyenta : corre luego tras ellos
— 691 -
guiado por el asolamiento mismo del pais ; va en
contrando cadáveres de niños ; los toma en sus
brazos , y los resucita ; los bautiza , depónelos luego
en el suelo y mueren. De semejantes milagros está
tejida toda su historia. Un milagro vio la Iglesia en
la Religion de Ignacio en su propagacion único en
las historias , y es el que segun decia san Agustin
habria tenido por el mayor, y Dios parece le re
servó para glorificar á Ignacio : la fe de Jesucristo
propagada sin milagros por las naciones. La China,
la Conchinchina, el Tonquin , Siam , el Canadá con
gran parte de la América, vieron introducirse y
propagarse de este modo la fe por los hijos de Ig
nacio. Signa apostolatus etc. Dios, liberalísimo
para con Ignacio en devolverle todos los medios de
gloria , los unió en aquella obra con la que él habia
hecho universal todos los modos de dar gloria á
Dios.
HemosGloria
llegado
Domini.
á la última recompensa del glo-
fin.
30
ÍNDICE.
Al cristiano lector 5
a los hermanos en cristo carísimos de la compa
ñia de jesus 7
LIBRO PRIMERO.
Capítulo 1. Del nacimiento y vida de Ignacio , anles
que Dios le llamase á su conocimiento 20
Cap. II. Como le llamó Dios, de la vanidad del siglo al
conocimiento de sí 25
Cap. III. Del camino que hizo de su tierra á Nuestra
Señora de Montserrat 34
Cap. IV. De como mudó sus vestidos en Montserrat. 40
Cap. V. De la vida que hizo en Manresa 43
Cap. VI. Como Nuestro Señor le probó, y permitió que
fuese afligido con escrúpulos 46
Cap. VIL Como pasadas las tentaciones- le consoló Dios
nuestro señor 53
Cap. VIII. Del libro de los Ejercicios espirituales que
en este tiempo escribió 63
Cap. IX. Como cayó malo de una grave enfermedad. . 68
Cap. X. De la peregrinacion que hizo á Jerusalen. . 70
Cap. XI. Como visitó los santos lugares de Jerusalen. 80
Cap. XII. Como volvió á España. ...... 64
Cap. XIII. Como comenzó á estudiar desde las prime
ras letras 90
— 700 -
Cap.
por XIV.
libre Como le prendieron en Alcalá, y le dieron f)G
Cap.
dadoXV.
por Como
libre tambien en Salamanca fué preso, y 104
Cap. XVI. Como fué á estudiar á la universidad de
Paris 112
LIBRO SEGUNDO.
LIBRO TERCERO.
LIBRO CUARTO.
Capítulo l. Como Ignacio quiso renunciar el Genera
lato, y sus compañeros no lo consintieron. . . . 426
Cap. II. De las constituciones que escribió Ignacio. . 429
Cap. III. De la institucion y principio del colegio ro
mano 432
Cap. IV. De algunos colegios que se fundaron en Es
paña, y de la contradiccion que allí hizo ;í la Com-
S
- 703 -
pañia el arzobispo de Toledo 437
Cap. V. Como Ignacio hizo provincial de Italia al pa
dre Lainez, y Claudio Yayo murió en Viena. . . 441
Cap. VI. Del principio y causas de fundarse el colegio
germánico 444
Cap. VIL De la muerte del P. Francisco Javier. . 450
Cap. VIH. Como los Padres de la Compañía fueron á
la isla de Córcega 468
Cap. IX. Como se hizo inquisicion contra los ejercicios
espirituales , y se fundaron algunos colegios, y se
repartieron en España las provincias 471
Cap. X. Como se fundaron otros colegios de la Com
pañía 475
Cap. XI. Del decreto que en París hizo contra la Com
pañía el colegio de Sorbona 478
Cap. XII. Como los Hermanos Pedro Correa, y Juan
de Sosa fueron martirizados en el Brasil. . . . 483
Cap. XIII. Como el P. Juan Nuñez fue electo patriarca
de Etiopía 484
Cap. XIV. Como en una revuelta que se levantó en
Zaragoza contra los nuestros, ellos se salieron de la
ciudad, y como los volvieron á ella 488
Cap. XV. Como la Compañía fué recibida en los es
tados de Flandes, y se acrecentó con varios colegios
que se hicieron en muchas partes 500
Cap. XVI. Como Ignacio pasó de esta presente vida. 504
Cap. XVIi. De lo que muchas personas graves de den
tro y fuera de la Compañía sintieron del P. Ignacio. 510
Cap. XVIII. De la estatura y disposicion de su cuerpo. 518
LIBRO QUINTO.
Capítulo I. Del don de oracion y familiaridad que tu
vo Ignacio con Dios 52?
Cap. II. De su caridad para con los prójimos. . 537-
Cap. III. De su humildad 547
Cap. IV. De lo que sentia de la obediencia . . . . 552
Cap. V. De la mortificacion que tuvo de sus pasiones. 561
— 704 —
Cap. VI. be la modestia y de la eticada de sus palabras. 5ti.V
Cap. Vil. Como supo juntar la blandura con la seve
ridad 578
Cap. VIII. De la compasion y misericordia que tuvo. 583
Cap. IX. De la fortaleza y grandeza de ánimo que Ig
nacio tenia 586
Cap. X. De su prudencia y direccion en las cosas es
pirituales 600
Cap. XI. De su prudencia en las otras cosas. . . 6Ü
Cap. XII. De su vigilancia y solicitud 636
Cap. XIII. De los milagros que Dios hizo por él. . 63"
Panegírico en honor de san Ignacio de Loyoi.a. . 063
4
BIBLIOTECA DE MONTSERRAT
IIIIIIIIIIIIIIII
13020100006858
Biblioteca
de
Montserrat
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Armari CfK.L»Vil.
Prestatge J^J?
Número ^^.C?