Sunteți pe pagina 1din 1

EFESIOS 2

Reflexión de los versículos 1 al 10: Nueva vida en Cristo

“…cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados…” (ver 1-3)


El hecho de que todas las personas, sin excepción, cometemos pecado prueba que
tenemos la misma naturaleza pecaminosa. Estamos perdidos en pecado y no podemos
salvarnos por nuestra cuenta. ¿Significa esto que solo los cristianos hacen cosas buenas?
Por supuesto que no, muchos hacen bien a otros. En una escala relativa, muchos son
morales, bondadosos, respetan las leyes, etc. Comparados con los criminales, diríamos
que son muy buenos. Pero en la escala absoluta de Dios, nadie es lo suficiente bueno
como para ganar la salvación.
“…aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo…” (ver
4-6)
Solo al unir nuestras vidas a la vida perfecta de Cristo podemos llegar a ser buenos ante
los ojos de Dios. Aquí Pablo enfatiza que ya no necesitamos vivir bajo el poder del
pecado. Cristo destruyó en la cruz la paga del pecado y su poder sobre nuestras vidas. La
fe en Cristo nos declara absueltos o "no culpables" delante de Dios. Dios no nos quita del
mundo ni tampoco nos convierte en muñecos, sentiremos como que pecamos y algunas
veces lo haremos. La diferencia radica en que antes de ser cristianos éramos esclavos de
nuestra naturaleza pecaminosa, pero ahora podemos escoger vivir para Cristo.
Ahora, debido a la resurrección de Cristo, sabemos que nuestros cuerpos también
resucitarán y que ya se nos ha dado el poder para vivir ahora la vida cristiana.

“…Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras…(Ver 8 al
10)
Debido a que nuestra salvación e incluso nuestra fe son regalos, debiéramos responder
con gratitud, alabanza y regocijo. Llegamos a ser cristianos mediante el don inmerecido
de Dios, no como el resultado de algún esfuerzo, habilidad, elección sabia o acto de
servicio a otros de nuestra parte.
Sin embargo, como gratitud por este regalo, debemos procurar vivir integra y de manera
santa, y también el buscar servir y ayudar a otros con cariño, amor y compasión y no
simplemente para agradarnos a nosotros mismos. Si bien ninguna acción u "obra" nos
puede ayudar para obtener la salvación, la intención de Dios es que nuestra salvación
resulte en una nueva vida y en actos de servicio. No somos salvos solo para nuestro
beneficio, sino para el de Él, para glorificarle, edificar la Iglesia y bendecir a los demás.

S-ar putea să vă placă și