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Universidad Autónoma de Tlaxcala

Facultad de Filosofía y Letras


Licenciatura en Antropología
Antropología IV
Formación Democrática
Dr. Panagiotis Doulos
Joseph Brian Gómez Flores

La democracia rumbo a la “Nueva Realidad”

Introducción

Por medio de un ensayo, se busca identificar “el futuro de la democracia” mexicana,


después de atravesar un evento sin precedentes en el siglo XXI, ser atravesado por
una pandemia que empieza a modificar y a saca a relucir patrones del ejerció de la
democracia política, que pueden ser suman ten cuestionables. Para descifrar el
posible destino post-pandemia, se inicia el texto con un andamiaje del espectro
democrático de manera general, poniendo atención en los conceptos que se
amoldan al ejercicio democrático de la actualidad. Se da un panorama general de
la historia “democrática” de Mexico partiendo desde mediados del siglo XX hasta el
2018, rescatando un concepto de Mario Vargas Llosa; lo cal nos permitirá acceder
a los dos primeros años de la “Cuarta Transformación”, la cual atraviesa la crisis
pandémica del SARS-CO-V-2, de manera sugerente se indica también una crisis
democrática. Al final, se pone sobre la mesa las acciones que podrían indicar el
surgimiento de un nuevo totalitarismo, suponiendo que siempre estuvo presente, y
su rostro mesiánico.

Lo que entendemos por democracia

Mucho se ha dicho acerca de lo que significa la democracia, dentro del orden social.
Se puede desmenuzas desde su definición etimológica y llegar hasta la profundidad
más intrínseca de cuerpo de la democracia. A continuación, se exponen ciertos
rubros que se consideran importantes para la lectura general del texto, haciendo
énfasis en la democracia política.

En cuanto al poder popular, como se rige la democracia literal, debemos destacar


la importancia de la definición del “pueblo” y los significados intrínsecos y las cartas
que se juegan en los procesos electorales, Sartori, G (1993), nos arroja una lista de
categorías para reflexionar acerca del “pueblo”. A continuación se enlistan:

1. Pueblo como literalmente todos;


2. Pueblo como pluralidad aproximada: un mayor número, los más;
3. Pueblo populacho, clases inferiores, proletariado;
4. Pueblo como totalidad orgánica e indivisible;
5. Pueblo como principio de mayoría absoluta
6. Pueblo como principio de mayoría moderada (Sartori, G, 1993:14)

Sartori, G (1993), nos indica de manera muy importante al momento de diseccionar


lo que asociamos a democracia, dimensiones principalmente políticas, sin embargo
hay que considerar, de igual modo la democracia social y económica.

Al seguir el caso particular del ejercicio democrático político de Mexico, es impórtate


poner sobre la mesa los conceptos de democracia participativa y directa para
continuar el dialogo más adelante. En esencia la democracia participativa, posee
una esencia de “ponerse en circulación desde si, y no por los demás “(1993); lo cual
sugiere que la suma de la participación propia y la de los demás que ejecutan el
ejercicio supone la totalidad del grueso. Un asambleísmo.

Por otra parte, Sartori (1993), nos señala que la forma más positiva de la democracia
directa es aquella que, sugiere “inmediatez de interacciones, es una relación directa,
cara a cara (o casi) entre verdaderos participantes” (1993:78).

Bobbio, N (1992), nos da otra mirada de la democracia directa, donde indica que,
“el precio que se debe pagar por el compromiso de pocos es frecuentemente la
indiferencia de muchos. Nada es más peligroso para la democracia que el exceso
de democracia (1992:20)”.
Dejando de lado la lectura de Sartori, pero retomando lo que llama “lo que no es
Democracia”, se destaca el protagonismo del totalitarismo que en palabras de
Agamben, G (2004) que:

“puede ser definido, en este sentido, como la instauración, a través del estado de
excepción, de una guerra civil legal, que permite la eliminación física no sólo de los
adversarios políticos sino de categorías enteras de ciudadanos que por cualquier
razón resultan no integrables en el sistema político. Desde entonces, la creación
voluntaria de un estado de emergencia permanente (aunque eventualmente no
declarado en sentido técnico) devino una de las prácticas esenciales de los Estados
contemporáneos, aun de aquellos así llamados democráticos.” (Agamben, G,
2004:25)

Un andamiaje general de la “dictadura perfecta”

En México, se caracteriza por el proceso electivo de un representante que detenta


el poder, en esencia es una democracia representativa, es de este modo en el que
se ejerce la voz del “pueblo” expresada mediante una votación. En México, este
proceso democrático, ha estado presente desde hace siglos, podemos posicionarlo
después de la consumación de Independencia y la redacción de la primera
constitución. Sin embargo, se hará un salto importante y hay que destacar la
hegemonía de Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde su fundación en
1929 hasta el 2000 fue el único partido político que se mantuvo en la silla
presidencial, lo cual supone un primer cuestionamiento hacia el ejercicio de la
democracia, ya que como menciono en algún momento Mario Vargas Llosa en 1990
que “México es la dictadura perfecta”, haciendo referencia al enorme periodo en que
el PRI ha estado en el poder.

La lectura de Vargas Llosa, nos sugiere varios focos a considerar, las dos más
importantes son: México atraviesa (o atravesó) un proceso dictatorial y es en
esencia perfecta. México jamás ha sido una dictadura, todos sus procesos
(partiendo desde el siglo XX) han sido por la vía electoral del ciudadano mexicano,
con un sin fin de partidos políticos lo que sugiere la un proceso intimo con la libertad
de elección del sufragio del ciudadano mexicano.

Por otra parte, el hecho de que el PNR del ya lejano 1929 estuviera al mando hasta
el 2000 y su nueva reaparición en el siglo XXI, los métodos como el “dedazo”, la
caída del sistema electoral que contabiliza los votos, los múltiples crímenes
cometidos como en Octubre de 1968, las desapariciones forzadas y asesinato de
candidatos y que desestabilizan al país; nos sugiere que ese Estado-nación que se
guía por la democracia representativa es en realidad un estado represor y una
dictadura.

Esto nos lleva a la “perfección” de lo que sugiere Vargas Llosa, en la Latinoamérica


del Siglo XX, se vivió una época oscura en el ejercicio de la soberanía y la
democracia; un atentado a la libertad de los latinos se vislumbró por las múltiples
intervenciones militarizadas de varios grupos de poder. Contextualizando podemos
partir del régimen dictatorial de Augusto Pinochet en Chile en 1973, considera una
de las más violentas y que dejo decenas de miles de muertos durante su mandato
militarizado. La perfección del Estado Mexicano radica en que, una vez consumada
la Revolución Mexicana, ningún proceso electoral se ejerció por vía armada o
fuerzas militares, salvo algunos asesinatos de candidatos u “opositores”, el proceso
democrático representativo se ha respetado; esto sirvió de paliativo hacia los
ciudadanos mexicanos, creo una falsa ilusión de que cada ciudadano con su
sufragio, único y secreto, tomaba el rumbo y decisiones del país.

Si bien en los Estados Unidos Mexicanos, desde hace casi un siglo el poder no se
toma por vía armada, esto no significa que no se ocupara la fuerza represiva para
mantener el “orden”, ejemplos hay muchos, a destacar está, el movimiento
ferrocarrilero de 1958, Movimiento estudiantil de 1968.

El sueño dorado del partido de la Revolución, se desvanece parcialmente al iniciar


el nuevo milenio, un rayo de esperanza, muy corto, se hizo ver cuando el partido de
oposición, Acción Nacional (PAN) representaba una nueva etapa en el ejercicio de
la democracia mexicana, el partido hegemónico quedaba atrás: Sin embargo, su
alma se había quedada en los políticos que asumían el mando del Ejecutivo, “un
poco de lo mismo” e incluso peor, ya que los valores y principios del partido que
estuvo al mando durante doce años significaron un retroceso en la vida pública y
privada de los mexicanos; un partido con tintes religiosos (cristianos), conservador
e interesado por la empresa privada e inversión extranjera.

El Estado represor veía con el nuevo siglo a nuevas y viejas víctimas. El mundo
indígena, transgredido por la empresa privada, miles de mineras acabando con su
vida social y cultural; el estado reduciéndolos a un objeto folclórico. El narcotráfico
vivía una nueva etapa junto al estado panista una vez este le declaro una guerra,
así el Ejercito salía a hacer frente, menguando a los mexicanos desde múltiples
áreas. Estas y demás acciones, hicieron cuestionar la eficacia del poder e turno;
uno represivo y que ponía al final el distinto, poniendo en riesgo los Derechos
Humanos de cientos de mexicanos.

El nuevo PRI, resurgía en 2012, cambios en el sistema del partido y el ejercicio del
poder no cambiaron. El estado represor continúo en Ayotzinapa y la “esperanza de
“Mexico”, limitaría una nueva elección del PRI.

Han pasado casi dos años desde la elección de Andrés Manuel López Obrador, uno
de los más grandes candidatos de oposición, que dese 2006 ha buscado asumir el
mando del país, un “fraude electoral” y casi 15 años de campaña han abonado para
que los ciudadanos vean en él una esperanza de democracia real, un verdadero
cambio, la “regeneración nacional” como lo sugiere el partido que fundo y abandera.
Su persona se configuro a un ser casi mesiánico del orden político. Sumado al
vínculo intimo que formo con los sectores más marginales, indígenas, pobres
obreros, e incluso algunos movimientos sociales.

El discurso, de acabar con la corrupción y del inicio de una nueva etapa de la vida
pública, según su discurso una cuarta transformación; abalanzo a una gran cantidad
de ciudadanos, la elección con más votantes de la historias electoral, le daría el
puesto del Ejecutivo y llenaría los curules y escaños del país con su partido, el
Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), accedía al poder.
En el camino, una nueva etapa de la democracia tomaba rumbo, la sutilidad y forma
de gobernar, ponen sobre la mesa las distintas formas del ejercicio de la
democracia, la libertad de expresión y demás acciones que ponen en juicio el rumbo
de la “4T”. Un factor, que incide e incidirá en los distintos órdenes sociales, como el
ejercicio democrático, es la pandemia del coronavirus, que supone un desbalance
en el orden mundial y desde luego e Mexico.

La democracia después del SARS-CO-V-2. ¿Rumbo al totalitarismo?

A partir del origen de una nueva enfermedad desconocida en diciembre del 2019,
en Wuhan, China; las dinámicas sociales y culturales se han visto afectadas de “pies
a cabeza”, una de tantas tiene que ver con las dinámicas políticas y Estado-nación,
especialmente se hará énfasis en el{ estado Mexicano, el cual a día de hoy (20 de
mayo), se encuentra en los puntos más altos de contagios y de fallecimientos, que
está íntimamente ligado con la acción del gobierno y del “pueblo”. Lejos de explicar
que es el SARS_CO-V-2, se pone atención en las dinámicas del Estado y sus
prácticas democráticas, antes, durante y el futuro de esta después de la
contingencia sanitaria. En este sentido se dará un recorrido puntual en el accionar
de la “Cuarta trasformación”

A raíz de las múltiples críticas de ciertos sectores de la ciudadanía hacia el gobierno


ha causado que el gobierno y particularmente el ejecutivo, se vean en la necesidad
de buscar legitimar su gobierno y el ejercicio democrático. Tales criticas vienen
desde acciones como la cancelación de Nuevo Aeropuerto de Texcoco y la
construcción de uno nuevo, la venta del avión presidencial en una lotería, la
construcción de proyectos como el Tren Maya y una refinería, unas pueden
considerarse caprichos, otros más que vulneran e invaden a ciertos sectores, como
las comunidades indígenas, las cuales prometió priorizar. Desde otra mira esta las
banalización y el desprestigio de movimientos sociales, tal es el caso de víctimas
de violencia, el feminista, y campesino. Para terminar, están los procesos de
democracia directa y participativa, por medio de las muy comunes “encuestas” del
“pueblo sabio”, lo cual solo es una careta de que el poder se ejerce a partir de una
sola persona; ya que tales encuetas no son trasparentes y no tiene el peso
aplastante como en la elección del 2018, a razón de esto no puede considerarse
una democracia directa o participativa, talvez como un cape ocho o luces de un
próximo totalitarismo.

En razón de lo antes mencionado, es importante señalar la respuesta defensiva y


ofensiva para legitimar el gobierno de la “4T”, la creación de un imaginario colectivo
que recae en la creación de un corpus social, los opositores, los fifís o la mafia del
poder, ya que reciben múltiples nombre; un nuevo paliativo de represión en contra
del cuestionamiento, ya que como se mencionó la represión siempre ha estado
presente, los señalamientos a periodistas que cuestionan señalados como
corruptos y “chayoteras”; “conservadores” (algo hay de cierto) guiando movimientos
sociales para “manchar la investidura presidencial; y finalmente la dicotomizacion
del “pueblo bueno y sabio” contra el “pueblo malo y conservador”. Tal como lo
sugeriría Mouffe, C. (1999),” la democracia pluralista en tanto forma específica del
orden político es la instauración de una distinción entre las categorías de «enemigo»
y de «adversario».” (1999:16)

En múltiples ocasiones se escucha la frase “repite una mentira 100 veces y se


volverá verdad”, a través de la repetición de discurso presidencial por medio de las
ya conocidas “mañaneras” y sus derivadas como la que encabeza el subsecretario
de Salud, Hugo López –Gatell; se crea una utopía, aunque podría asociarse mas a
una falsa ilusión del ejerció de la democracia; ya que en esencia parece que las
decisiones del país se toman por una sola persona, ya que en recientes semanas
se ha encontrado coyunturas desde dentro del Estado, y es aún más evidente
cuando se cumplen los “caprichos” y se le justifica decenas de cosas al Ejecutivo, y
se orquestan una nueva “cacería de brujas” a los opositores, recientemente en el
juego de la “cancelación” por redes sociales.

La creación de una nueva institución represora y un experimento fallido de extensión


de mandato, causan incertidumbre en la soberanía del Estado Mexicano; el Ejercito
en las calles con el nombre de “Guardia Nacional” (caso concreto la represión de
los migrantes latinos en la frontera sur), y la llamada “ley Bonilla”, un intento de
extender el mandato gubernamental de dos a cinco años, indican una
restructuración del orden político mexicano. Se suma a esto la pandemia de SARS-
CO-V-2, el cual permite al gobierno mover sus piezas por debajo del agua; se
silencian los movimientos y reclamos sociales con el confinamiento físico. Se
provoca además una limitación muy marcada a los científicos, humanistas y a los
ciudadanos en general, así lo que solo era una crisis pandémica, se vuelve una
crisis democrática. El dialogo se corta más que nunca, ya que como se observa
“solo el gobierno tiene la razón”, ni los “fifís”, ni la “prensa corrupta” y mucho menos
el “pueblo malo” podrán hacer frente a la parafernalia montada en la llamada
“transformación de Mexico”, la propaganda y la represión comenzaran a tomar
fuerza, partiendo de la limitación de salir a las calles a protestar, y repuntara
después, en la crisis económica que acompaña al virus.

Si bien, probablemente, durante todo este tiempo hemos vivido bajo un totalitarismo,
regresando al juego de la “dictadura perfecta”, es posible que se encarezca o que
surja una cara nueva y más sofisticada del ejercicio del poder en Mexico, por los
puntos antes señalados, una etapa más cruda y directa se pueden ver a lo lejos. O
talvez solo sea una hipótesis que nunca se compruebe porque no sucederá. Esto
nos lleva a recordar lo que Agamben, G (2004:25) o Sartori define como
totalitarismo, “denota el encapsulamiento de toda la vida asociada dentro del
Estado, el dominio capilar del poder político sobre toda la vida extra política del
hombre” (Sartori, g, 1993:127). La “nueva realidad” como se ha bautizado a la post-
pandemia, es incierta pero parece darnos señales de su destino en el rubro
democrático del Estado mexicano.

Bien menciona, Zibechi, R (2020), que “el militarismo, el fascismo y las tecnologías
de control poblacional son enemigos poderosos que, aunados, pueden hacernos un
daño inmenso, al punto de revertir los desarrollos que han tejido los movimientos
desde la anterior crisis.”(2020:118)
Conclusión

Tomando en cuenta el camino azaroso del ejercicio democrático del Estado


mexicano, la desatención de los movimientos sociales y la reaccionaria llamada de
atención de estos; el incremento de la violencia y crímenes, han obligado a la
ciudadanía la búsqueda de un cambio en su vida social a través del ejercicio
electoral, una ciudadanía que desde la transición del PRI al PAN ha supuesto un
desgaste emocional colectivo, ya que ese cambio se ve tan lejos casi como un
utopía inalcanzable, lo cual provoco un desabasto progresivo al paso de los años,
cada vez menos votantes en las urnas; hasta el proceso electoral del 2018
acompañado del 3 veces candidato al cargo de Ejecutivo, un personaje casi
mesiánico entre el “pueblo” de Mexico, sus discursos y vinculo intrínseco con la
ciudadanía, le dio una victoria aplastante, ya que por primera vez en décadas el
número de votantes aumentaba, un nuevo orden político entraba en juego.

Sin embargo, desde casi los primeros días de la gestión, el fantasma del que se
pensaba ya “muerto”, Estado represor rondaba y se colaba de nuevo al ejercicio
democrático; la Guardia Nacional, su primer arma; la segunda la creación de
aparatos de censura y señalización, las múltiples categorías y la profundización de
la polarización del “pueblo”.

Nuevas dimensiones se disparan durante el paso de la pandemia por Mexico, los


intentos de extensión de mandato, por ejemplo, el cual considero un primer ensayo
para la post-pandemia, la nueva “dictadura perfecta”, que talvez siempre fue una
democracia totalitaria.

Bibliografía

Agamben, G. (2004). El estado de excepción. Archipiélago: Cuadernos de crítica de


la cultura. Cap. 1 PP. 23-70
Bobbio, N. (1992). El futuro de la democracia. México: Fondo de cultura Económica.
Cap. IV y V

Sartori, G. (1993). ¿Qué es la democracia? México: Editorial Patria. Cap. VII Y VIII
PP. 115-153

Mouffe, C. (1999). El retorno de lo político: comunidad, ciudadanía, pluralismo,


democracia radical. Paidós Ibérica. Introducción

Zibechi R. (2020). “A las puertas de un nuevo orden mundial”. En Sopa de Wuhan,

Editorial ASPO, pp. 113-119.

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