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La evaluación es una actividad profesional que incluye procedimientos sistemáticos para la recogida
de información, que debe culminar con recomendaciones objetivas y con juicios bien
fundamentados sobre el valor y mérito del programa para orientar las decisiones de mejora.
2) Los criterios a utilizar para realizar la valoración del programa, de su planificación, realización y
de sus resultados.
De este modo, la evaluación proporciona información basada en hechos y datos, recogidos de modo
sistemático y riguroso, acerca de las características y realizaciones del programa en su contexto, y
orienta a los responsables en la toma de decisiones sobre sus mejoras, continuidad y expansión.
Cuando este estudio es realizado de manera sistemática y empírica mediante una cuidadosa
recogida de datos y análisis rigurosos, se está realizando investigación evaluativa.
La evaluación debe asegurar que dichos objetivos sean de calidad, coherentes con las necesidades y
que se cumplan.
Evaluar implica valorar de acuerdo con unos criterios, y determinar el mérito y la calidad de lo que
consigue el programa.
La comparación entre los criterios y las características del propio programa, de los resultados que
consigue durante su aplicación y tras su aplicación, nos permitirá atribuir valor al propio programa,
a su aplicación y a sus resultados, aportando información sobre lo evaluado, teniendo en cuenta las
condiciones del contexto. Todo ello nos permitirá elaborar recomendaciones.
La comparación entre los criterios y los estándares desde su diseño, su aplicación y sus resultados,
nos permitirá atribuir valor sobre el propio programa, su aplicación y sus resultados, aportando
información sobre lo evaluado, en torno a los criterios de:
• Adecuación o pertinencia,
• Satisfacción e impacto.
Todo ello, y teniendo en cuenta las condiciones del contexto, nos permitirá elaborar
recomendaciones.
Lo que la evaluación dice que es adecuado y positivo, es lo que orienta a mantener los fines de la
educación, los objetivos, o cambiarlos.
Scriven es uno de los primeros teóricos de la evaluación moderna y ha influido más que ningún otro
en cómo se habla en evaluación. Su artículo The methodology of evaluation (1967) ha sido uno de
los más citados en evaluación educativa. Los términos evaluación sumativa y evaluación formativa
fueron introducidos por él en 1967; también los de evaluación libre de metas y la meta-evaluación,
el término inglés evaluand (el objeto a evaluar) y la evaluación libre de costes. Ha sido el gran
impulsor para el desarrollo de la Evaluación como disciplina de conocimiento.
La evaluación debe proporcionar información para los que toman decisiones, pero también debe
determinar el mérito y el valor de lo que se evalúa. Para Scriven la evaluación es la ciencia de la
valoración. "El valor, el mérito, la calidad, son constructos procedentes de variables observables, lo
mismo que las aptitudes, el rendimiento, la motivación o la ansiedad" (Scriven, 1986:39). La clave
para realizar una buena evaluación, de acuerdo con Scriven, consiste en determinar las premisas o
criterios y que orientan las metas de los programas y su realización, y la evaluación, basándose en
esos criterios debe verificar que dichos criterios y valores relevantes se consiguen.
Scriven defiende su utilización como imperativo legal, con el fin de asegurar la calidad, honradez y
precisión del trabajo de evaluación realizado.
Scriven aporta a la evaluación muchos otros conceptos como la evaluación como la ciencia de la
valoración, la evitación de los prejuicios, o libre de metas.
El metaevaluador puede servirse tanto de listas de estándares (Listas de control), elaboradas para
una metaevaluación concreta, como de los estándares consensuados por la comunidad científica
(JCSEE).
Scriven defiende su utilización como imperativo legal, con el fin de asegurar la calidad, honradez y
precisión del trabajo de evaluación realizado.
Scriven aporta a la evaluación muchos otros conceptos como la evaluación como la ciencia de la
valoración, la evitación de los prejuicios, o libre de metas.
La idea central de las evaluaciones, de acuerdo con el modelo CIPP, es proporcionar información
fundamentada que pueda ayudar a los responsables del programa a recoger información evaluativa
regularmente para mejorar el programa, hacer uso efectivo y eficiente de los recursos, con el fin de
servir a las necesidades especificadas en el programa e informar a los beneficiarios adecuadamente
con equidad y a tiempo. (Stufflebeam & Shinkfield, 2007:330).
La evaluación del Contexto evalúa las necesidades, problemas, recursos y oportunidades para
ayudar a los que toman las decisiones a definir las metas y las prioridades, y ayudar a utilizar los
juicios sobre las metas, las prioridades y los resultados. Sirve a la toma de decisiones de
planificación.
La evaluación de los insumos, o de entrada, evalúa los enfoques alternativos de intervención, los
posibles planes de acción, incluidos los programas, la dotación del personal, los presupuestos para
asegurar la factibilidad, viabilidad y rentabilidad -coste-beneficio- potencial de las propuestas para
satisfacer las necesidades específicas y conseguir las metas. Sirve a las decisiones de
organización.
La evaluación de proceso evalúa la ejecución de los planes para ayudar al personal a llevar a cabo
las actividades y para ayudar a utilizar los juicios valorativos sobre la implementación del programa
y para interpretar los resultados que va consiguiendo. Sirve a las decisiones de implementación.
La evaluación de producto identifica y evalúa los resultados - intencionales o no, a corto, medio y
largo plazo - para ayudar al personal a decidir si mantener los programas que se están aplicando, en
su contexto, si son eficaces, si merece la pena mantenerlos o no, y, si han conseguido resultados
importantes, ayudar al grupo más amplio de usuarios y beneficiarios a valorar el éxito en los
esfuerzos dirigidos a atender las necesidades especificadas. Sirve a las decisiones de reciclaje,
sobre qué se debe hacer con el programa después de su aplicación.
• Mejora del objeto evaluado, los programas, las organizaciones, los profesionales, los estudiantes y
sus objetivos,
• De un modo continuo, formativo, aportando información para la mejora de los evaluados, de sus
objetivos, de las personas y de sus resultados.
4.1. Concepto.
Los modelos lógicos para el diseño de programas y su evaluación tienen como finalidad ayudar a
realizar:
• El diseño y gestión de los programas para conseguir los resultados pretendidos en coherencia con
las necesidades, y
Los modelos lógicos proporcionan una representación visual y esquemática del programa en
términos de sus insumos, actividades y resultados, mostrando una trayectoria lineal hacia los logros
futuros que pretende conseguir.
Es una herramienta para la gestión del programa que ayuda a clarificar las metas y sus relaciones,
conseguir acuerdos y consensos, identificar lagunas que necesitan ser subsanadas, explorar
enfoques alternativos.
5.1. Los elementos del modelo Lógico en un ejemplo: Programa de Escolarización Combinada
entre un centro de educación especial y un centro de educación ordinaria
6. Las normas de calidad del Comité Conjunto para la evaluación de programas educativos.
Conceptos
Estándar: Un principio acordado por gente comprometida en una práctica profesional. Sirven de
guía para mejorar la calidad y claridad de la práctica profesional.
La finalidad de las normas o estándares para la evaluación de programas, proyectos y materiales del
Joint Commijee es que sirvan de ayuda a los prácticos de la evaluación de programas educativos
para identificar y definir una evaluación de calidad y guiar a los evaluadores y usuarios de la
evaluación para conseguir realizar una evaluación de calidad, como investigación, y valorar las
evaluaciones y los informes de evaluación. Además de su objetivo para guiar la evaluación de
programas, los estándares guían el diseño y aplicación de los programas, formando parte de un
proceso continuo de diseño, aplicación, evaluación y mejora de los programas y mejora de la
evaluación.
Las normas, en un total de 30, se agrupan en torno a cinco categorías relacionadas con la:
• Viabilidad, referida a que la evaluación se realice de manera eficiente y efectiva, gestionada por
procesos con objetivos claros y viables.
• Honradez o Adecuación, para que las evaluaciones sean conducidas legal y éticamente, basadas en
compromisos explícitos, que aseguren la cooperación, protección de los grupos implicados y la
honestidad de los resultados.
• Responsabilidad, para evaluar la calidad de los resultados, desde el equilibrio entre la utilidad, la
viabilidad, la adecuación y la precisión, documentando los propósitos negociados y los diseños,
procedimientos, datos y resultados. Utilización de las normas para metaevaluación interna y
externa.
6.2. Su utilización
Todos los atributos de calidad y sus estándares deben ser utilizados de modo efectivo, adaptativo,
sensible y con significado de su utilización.
Los evaluadores, mediante un uso responsable en la aplicación de las normas, pueden incrementar
la calidad de la evaluación, si:
• Realizan y difunden informes sobre las evaluaciones y el uso apropiado de las mismas.
En ellos se menciona la evaluación de necesidades, para conocer las condiciones de las personas en
sus contextos, sobre las cuales se va a intervenir mediante la aplicación de un programa o
intervención.
• Evaluar de necesidades
Y una vez diseñada nuestra intervención: el programa, sus objetivos y estrategias de aplicación y los
resultados pretendidos, junto con los recursos necesarios, deberemos analizar si se ajusta a las
necesidades, y si se orienta a conseguir los resultados, las metas, y que sean de calidad.
Y deberemos recoger información sobre los procesos de aplicación del programa mediante
observación y cuestionarios, pruebas de rendimientos, análisis de los resultados que se van
consiguiendo. Y analizar los resultados conseguidos para valorar la eficacia del programa y de su
aplicación, mediante grupos de discusión, y la satisfacción en sus usuarios y beneficiarios, y
asimismo podría verse conveniente realizar cambios, innovaciones, a la luz de nuevas necesidades
detectadas, para lo que podría ser conveniente realizar un Delphi con expertos.
Estos contenidos han sido ya objeto de estudio específico en las asignaturas de Metodología de
Investigación estudiadas por el alumno en cursos previos a éste, en el Grado, especialmente en la
Materia 8ª de la que forma parte esta asignatura, por lo que se espera tomen conciencia de la
importancia de la metodología de investigación para la intervención educativa y su mejora.