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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

ACADEMIA SUPERIOR DE ARTES DE BOGOTÁ

TEXTO CRÍTICO: Trazando caminos

Documental Jorge Velosa

Cuando pienso en música carranguera, me es inevitable recordar casi de inmediato,


canciones como La cucharita se me perdió o Julia, Julia, Julia, e intentar tararear sus letras, tal
cosa, hace que reconozca a Jorge Velosa como ícono de la música carranga, que, como resalta
en el documental el compositor, cantante y maestro, “La carranga no es solamente la música,
es el color, es el aroma, es el sabor, es la comedia de lo popular, es una forma de decir lo
popular” (Velosa, 1995). Pero estoy segura que esto no solamente me sucede a mí, sino a
muchas personas más, como mi madre, con la cual hice el ejercicio de decirle que pensara en
la primer canción de carranga que recordara y de inmediato dijo: “La Pirinola”, con curiosidad
le pregunté sobre qué pensaba de Velosa y sin pensarlo me respondió y con palabras de ella:
“fue de los primeros que empezó a resaltar lo escondido de toda su cultura boyacense y
sacarla a los medios y a todos nosotros, gracias a él todos nos acercamos a esa música”; sin
duda, es bonito escuchar cosas como esas y pensar que muchas personas piensan similar, por
tanto, no dudo que ese fue uno de los grandes motivos por los cuales fue entrevistado y
llevado a cabo el documental.

Por otra parte, durante todo lo narrado, es interesante como los productores no pretenden
adornos sin sentidos en las escenas, sino que por el contrario, buscan recorrer los espacios que
en algún momento el Maestro ha recorrido en su vida, y por ende, han sido los encargados de
esculpirlo como músico y ser humano, de dichos lugares han surgido muchas de sus historias y
es así como se encarga de aproximarnos a sus raíces boyacenses, a su esencia, a sumergirnos
en cada hecho narrado en sus canciones, pensar que cada palabra escrita ha sido
perfectamente pensada por él en medio de momentos de inspiración. Siendo así, cuando en
una parte del documental aparece de fondo la hoy en día antigua estación del tren de
Chiquinquirá, podemos inferir el reconocimiento que se le hace por medio de la imagen a
lugares característicos y sin duda, emblemáticos de Boyacá, precisamente por el gran
reconocimiento que brinda el Maestro Velosa a su región con su mochila y su saquito de lana.
(Estación del tren de Chiquinquirá, Boyacá, Colombia, 1995).

El Maestro Velosa durante todo el documental, nos hace una invitación gigante y de manera
constante, en buscar siempre lo que nos gusta, nos invita a amar cada detalle de la vida, a
luchar por la realización de nuestros propios sueños y de lo que nos mueve, nos trasmite y nos
deja claro ese gran amor que siente por cada cosa que él hace al decir “Mi trabajo es
exactamente el elogio a la vida y la alegría”, alegría que sin duda nos brinda a través de sus
canciones, enseñándonos a amar la vida. Continuando con el ejercicio realizado con mi madre,
le pregunté acerca de qué le inspiraba la música carranguera, y de inmediato me dijo
“¡Alegría!”, y continuó diciendo “expresa la alegría de su pueblo, a mí me da alegría escuchar
las letras y los instrumentos, eso me gusta mucho”, eso que ha dicho ella, es exactamente lo
que Velosa busca con su música, y como es evidente, lo logra y lo seguirá logrando, porque
muy seguramente, su música seguirá sonando a través del tiempo.

Siguiendo el hilo de lo anterior y haciendo alusión a lo que se siente, la canción El Raquireño


logra despertar un amor muy grande por la tierra, por la naturaleza de las cosas y de nosotros
mismos, sin lugar a dudas nos invita a pensar en nuestro origen, nuestra cuna, y nuevamente a
amar la vida y lo que se vive. Por otro lado, la bella relación que se hace en esa parte del
documental, en el que se muestra el Monasterio La Candelaria mientras de fondo adorna la
imagen o viceversa, el ritmo y las letras de la canción El Raquireño (Monasterio La Candelaria,
Ráquira, Boyacá, Colombia, 1995), canción que nos demuestra el profundo amor que siente el
Maestro por la tierra que lo vio nacer, amor que se ve reflejado en la escena mientras él canta
y toca con su tiple.

Por otra parte, cuando nos encontramos con la imagen tranquila, serena y sonriente de
doña Emma, madre de Jorge Velosa, es inevitable que una suave sonrisa aparezca en el rostro,
sus manos entrelazadas, su luz calmada y su rostro que lleva consigo el paso de los años y
muestra las muchas experiencias de una persona que a su edad no tiene sino historias por
contar, historias que en este caso el protagonista es su hijo, historias como aquella que nos
trajo al presente las hazañas de su hijo por empezar su camino en la música, dicha mujer de
suave silueta y de vestimenta típica de la mujer boyacense, narra como con tan sólo cinco años
“se conseguía estas matas de caña brava para poder sacarle esas matas, de esas varitas,
flautas, y hacer lo que llamaban capadores y hacer maracas” y cada instrumento era dado a
sus amigos, como queriendo compartir su gusto, en este caso, quiero mencionar, que nosotros
como docentes sabemos lo importante que es el desarrollo de la creatividad durante los
primeros años de vida, y cómo eso hace parte de la columna vertebral en la personalidad del
menor (vivo reflejo de la niñez y adultez de Jorge Velosa).

Finalmente, el Maestro Velosa nos muestra cómo el gran número de historias vividas, desde
su niñez en el campo, el poco o nulo interés de su padre en la música, su paso por la
Universidad Nacional que trajo consigo numerosas vivencias en Bogotá (la capital), su vida en
la Laguna de Fúquene, inundaciones y más situaciones que en vez de hacerlo desistir, lo que
hicieron fue darle un empujón en la música, era como si la misma naturaleza le mandara
señales y le dijera: Ve que tu camino es ese; por razones como esas, es que no dudo que el
Maestro repitiera el gran amor que siente por la vida. Por tanto, no hay nada más
enriquecedor para el alma que seguir los pasos de lo que nos gusta y que como a él, nos
inspiran.

A continuación se presenta el análisis de tres de las canciones que escogí:

1. La Pirinola

a) Y_a/sí co/mo_e/ra de bue/na 8

b) pa dar le/che_a to/tu/ma/das, 8

c) tam/bién a/sí_era de da/ñi/na, 8


b) de ma/ño/sa_y de fre/ga/da, 8 Género: Rumba carranguera
Región: Altiplano
e) mi tai/ta le ha/cí/a de to/do,
Cundiboyacense
f) has/ta la ca/chi/ma/nia/ba, 8 Métrica: Octasílaba
Rima: Asonante de la forma:
g) pe/ro_esa va/ca so/ser/pien/te 8 a,b,c,b,e,f,g,b

b) con na/da se le_a/ta/ja/ba. 8

2. Julia, Julia, Julia

a) Ju/lia Ju/lia Ju/lia, 6

a) Ju/lia la que_un día 5+1

c) me_en/tre/gó su_a/mor 5+1 Género: Rumba


carranguera
a) en Ca/pe/lla/nía. 5+1 Región: Altiplano
Cundiboyacense
a) Cuan/do ten/go Ju/lia, 6
Métrica: Octasílaba
f) que_o/tra vez par/tir 5+1 Rima: Consonante de la
forma: a, a, c, a, a, f, g, f.
g) qui/sie/ra lle/var/te 6

f) pa/ra no su/frir 5+1

3. El Raquireño
Género: Rumba
a) Mi ma/ma me dio la vi/da 8 carranguera
Región: Altiplano
b) la tie/rra me da_el bo/ca/o 8
Cundiboyacense
c) el ba/rro pa/ra mis ties/tos 8 Métrica: Cuarteto
Rima: Consonante de la
b) la_o/ri/lla pa mi sem/bra/o 8 forma: a, b, c, b.

Referencia bibliográfica

Cepeda, C. (1995). Maestros, Jorge Velosa. Canal 3. Colombia.

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